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Paz

Te explicamos qué es la paz y por qué es tan importante.


Además, el concepto de paz según varios autores, Premio Nobel
de la Paz y más.

La paz implica armonía y equilibrio.


¿Qué es la paz?
La paz es un estado de bienestar, tranquilidad, estabilidad
y seguridad, que es opuesto a la guerra y tiene una connotación
positiva. Es un estado de armonía que está libre de guerras, conflictos y
contratiempos.

×
La paz es una cualidad deseable universalmente, es valorada por todas
las sociedades y culturas, a nivel de los Estados y países y también en
los hogares, en las relaciones interpersonales y en el interior de cada
individuo.

Mantener la paz implica la práctica de valores como la tolerancia,


la justicia y una apertura al diálogo.
El valor de la paz
La paz como valor humano refiere a la capacidad de un individuo de
alcanzar una sensación interna de tranquilidad y aceptación. Este
tipo de paz se denomina “paz interior” y es la sensación de armonía que
experimenta un individuo consigo mismo. Algunos ejes que ayudan a
conseguir este tipo de paz son: aprender a lidiar con los sentimientos
negativos o conflictos y la toma de decisiones libres.

Muchos cultos promueven las prácticas de reflexión y meditación para


alcanzar el estado de paz al que aspiran los individuos.

Además, la paz es un valor que se busca conseguir en toda relación


o ámbito social, debido a que permite el fortalecimiento de los vínculos
y el desarrollo de sociedades más justas y armónicas. Un entorno social
equilibrado se logra buscando la resolución de los conflictos de manera
pacífica y el respeto por los derechos humanos fundamentales.

Concepto de paz según distintos autores


Varios autores y personalidades sociales y políticas dieron sus ideas
sobre el concepto de paz. Algunas de las más representativas son:

 Johan Galtung – sociólogo noruego. “La ‘paz positiva’ es la


generación de una relación armoniosa y ella se consigue
cuando dos o más entidades en conflicto emprenden proyectos
juntos y los beneficios que genera ese proyecto son repartidos
equitativamente. No iguales matemáticamente, pero es
importante que no haya desigualdades flagrantes entre las
partes”.
 Mahatma Gandhi – abogado y político indio. “No hay camino
hacia la paz, la paz es el camino”.
 Immanuel Kant – filósofo alemán. “La paz no es un estado
natural en el que los hombres viven unidos. El estado natural es
más bien el de la guerra, uno en el que, si bien las hostilidades
no se han declarado, existe un riesgo constante de que
estallen. No alcanza con evitar el inicio de las hostilidades para
asegurar la paz. Por esto, la paz es algo que debe ser
implantado”.
 Martin Luther King – activista estadounidense. “Paz no es solo
una meta distante que buscamos, sino un medio por el cual
llegamos a esa meta”.
 Confucio – pensador chino. “Si no estamos en paz con
nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de
la paz”.
 Nelson Mandela – abogado y político sudafricano. “La paz no
es simplemente la ausencia de conflicto; la paz es la creación
de un entorno en el que todos podemos prosperar”.
 Madre Teresa de Calcuta – monja india. “La paz y la guerra
empiezan en el hogar. Si de verdad queremos que haya paz en
el mundo empecemos por amarnos unos a otros en el seno de
nuestras propias familias”.
 Eleanor Roosevelt – escritora y activista estadounidense. “No
basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para
conseguirla”.

Importancia de la paz
La paz es uno de los valores fundamentales en las relaciones inter e
intrapersonales, que puede entenderse en distintos niveles o ámbitos y
que siempre supone la búsqueda de un equilibrio y el respeto por los
derechos humanos.

Es por medio de la paz que los individuos pueden sentirse a gusto y


en armonía consigo mismos y con su entorno social. Es un acuerdo
tácito que permite a todos los individuos realizar sus actividades sin
interferencias y prevenir la violencia. Además, busca fortalecer los
vínculos sociales y que primen los valores del respeto, la justicia y la
aceptación.

En el plano de las relaciones internacionales es importante que prime la


paz y que los conflictos de intereses entre las partes puedan resolverse
con acuerdos o tratados, debido a que los conflictos armados son
socialmente nocivos.

La paz social
La paz social fue definida por Alfons Banda, fundador de la Fundación
por la Paz, como «la aspiración humana de vivir la propia vida y la de
las comunidades de pertenencia en una atmósfera de tranquilidad y
bienestar razonables, que permitan el libre desarrollo de las
capacidades de las personas de toda índole (…)».

Aquí entra en juego el papel de un Estado de derecho que es quien debe


permitir y defender esa paz, el fundamento de la existencia del Estado es
concretar la paz social como objetivo supremo.

Si se violan los derechos humanos, el responsable es el Estado, ya que


en un contrato implícito se le permite el uso de la fuerza y el poder
político, siempre que respete la condición humana.
Un Estado puede garantizar la paz social de muchas maneras, por
medio de regulaciones económicas o medidas educativas, de salud o de
otro tipo, que tengan como objetivo final prevenir los conflictos internos o
externos.

Premio Nobel de la Paz

El Premio Nobel de la Paz comenzó a entregarse en 1901.


El Premio Nobel es un galardón que reconoce el aporte de individuos y
organizaciones a diferentes campos o disciplinas. El Premio Nobel de la
Paz se otorga a aquel que haya puesto sus esfuerzos e intenciones
en favor de las buenas relaciones entre las naciones, la reducción de
ejércitos o fuerzas armadas paramilitares de cualquier nación y la
promoción de la paz.

Este premio comenzó a entregarse en 1901 y surgió a partir del


testamento de Alfred Nobel en 1895, en el que donaba toda su fortuna
para la realización de los premios.

El premio se entrega cada año en Oslo, Noruega y los ganadores son


elegidos por un comité de cinco personas que son seleccionadas por el
Parlamento. Algunas de las personas que recibieron este galardón
fueron: Nelson Mandela, Teresa de Calcuta, Rigoberta Menchú y
Theodore Roosevelt

”.
Los tipos de paz se clasifican en:

Paz interior
Este tipo de paz es la que se consigue con uno mismo, en la parte interior de
la persona. Se relaciona con un estado del alma que permite la felicidad
constante. Las personas que la poseen expresan calma y tranquilidad, rara vez
pelean con otras por algo.

Paz positiva
Este tipo de paz se determina por la ausencia generalizada de la violencia en
alguno de sus formas de presentación.

Paz negativa
A diferencia del tipo anterior en este caso ésta se halla cuando no hay guerras
en un periodo de tiempo.

Paz externa
Este tipo de paz es alcanzada a partir de una sociedad con necesidades
satisfechas, a la vez que ninguno de los derechos humanos son violados.
Actualmente hay muy pocos lugares en el mundo donde se presenta este tipo
de paz.
Paz interior con influencia externa
Esta paz surge a partir de un elemento exterior que obliga a que se
produzca. Dado que es por algo externo que se presenta, en general los
individuos bajo este tipo de influencia no actúan de la forma que lo harían de
no poseer dicha influencia. Si el elemento exterior que mantiene la paz
desaparece, entonces comienza el conflicto. Un ejemplo muy común de este
modelo se presenta en países que son colonia de otros países con mayor poder
económico y político.

Paz social
Este tipo se presenta cuando la relación entre dos o más sociedades es sin
conflictos y bajo buenos tratos.

Paz física y mental


En este caso podemos tomar dos acepciones en la parte física, una en el caso de
que no se presente agresiones físicas alguna por parte de otro individuo y la
segunda se presenta cuando no se presentan autoagresiones de ningún tipo. La
paz mental se presenta conjuntamente con la paz física en tanto siempre
que tengamos algún tipo de agresión en el cuerpo se presentará algún tipo de
trastornos psicológicos. Ante la ausencia de agresiones físicas, la mente por lo
general se encuentra en el mismo estado.

Paz territorial
Esta se presenta cuando no hay enfrentamientos militares o bélicos en un
territorio, lugar o país determinado.

Paz parcial
Tal como su nombre lo indica se logra a partir de la solución parcial de un
conflicto mayor.

Paz religiosa
Esta paz se dice que se alcanza cuando el espíritu se eleva. Para algunos este
tipo es algo ilusorio y para otros un medio para alcanzar la vida eterna.
Pregúntese qué puede hacer para marcar la diferencia, luego tome esa
acción, sin importar cuán grande o pequeña sea”. - Graça Machel

Hay muchas personas que se preocupan profundamente por algún problema


social (o problemas), pero no están seguras de qué pueden hacer para marcar
la diferencia. Para muchos de nosotros, es difícil saber cómo podemos ayudar.
Es fácil desilusionarse y tal vez ser cínico.

Los sistemas y estructuras que gobiernan el mundo no parecen estar


funcionando. Hay guerra y pobreza. Hay discriminación, desigualdad y
violencia. Los problemas son grandes. Son complejas. Puede resultar
abrumador.

La buena noticia es que todos pueden hacer algo para marcar la diferencia.
Claro, los problemas son complejos, pero para ser efectivos en hacer cambios,
las soluciones deben ser simples. Espero que las ideas compartidas a
continuación lo inspiren a usted y a muchos otros a emprender acciones por la
paz y la justicia, sin importar cuán grandes o pequeñas sean.

Diez formas prácticas de construir la paz en tu


vida y en el mundo que te rodea

Cómo construir la paz en tu vida y en el mundo


que te rodea.
Basado en mis experiencias personales colaborando con constructores de paz
en todo el mundo, aquí hay una lista de las diez cosas que puede hacer para
construir un mundo más pacífico y justo.

1. Calma tu mente

Ya sea un defensor experimentado de la paz o un joven que aspira a hacer un


cambio, siempre es bueno comenzar por uno mismo. Calmar tu mente te
ayudará a tener más paciencia. Te ayudará a estar presente para aquellos que
más te necesitan. Le ayudará a interactuar con personas desafiantes.
Perfeccionará tu intuición. Le permitirá moderar los sentimientos de ira y otras
emociones fuertes cuando surjan. Le dará más información para analizar
problemas complejos asociados con el conflicto y la desigualdad. Le ayudará a
estar más concentrado y ser más creativo en sus esfuerzos por construir la
paz.

Aquí hay algunas cosas que puede hacer para calmar su mente. Aprenda
prácticas sencillas de atención plena. Adopta el tiempo de tranquilidad.
Observa tus emociones. Pasa tiempo en la naturaleza. Sea consciente de su
consumo de medios. Respirar. Encuentre y use prácticas contemplativas que
funcionen para usted.

2. Simplifica tu vida

Vivir una vida sencilla le ayudará a aclarar su mente. Tendrá menos


distracciones y podrá concentrarse más en encontrar formas de abordar un
problema (o problemas) que le interesan. Te ayudará a vivir tu vida con
intención. Y con un estilo de vida minimalista reducirás tu huella de carbono.
¡Eso es una ventaja!

Aquí hay algunas ideas que puede considerar. Minimiza tus posesiones. No
asuma demasiados compromisos laborales. Deje de lado los compromisos
sociales que no son significativos para usted. Disfruta de las cosas simples de
la vida. Despréndete de la idea de que tienes que estar "ocupado". Reduzca el
desorden físico y mental, deje que las distracciones desaparezcan y
concéntrese en lo que es importante para usted.

3. Edúquese (y enséñele a los demás) sobre la injusticia y la


desigualdad, y sobre la paz.

Los sistemas que producen injusticia y desigualdad dependen de su capacidad


para permanecer invisibles para el público en general. Quienes no se ven
directamente perjudicados por la injusticia y la desigualdad a menudo tienen
dificultades para comprender estas cosas, y mucho menos para reconocer su
existencia. Para construir verdaderamente una sociedad más justa e igualitaria,
necesitamos llevar estos temas a la corriente principal.

Infórmese sobre las estructuras que producen injusticia y desigualdad, y su


legado histórico. Conozca las luchas históricas por la justicia y la igualdad, los
movimientos sociales, los eventos críticos en los que se avanzó y los
verdaderos héroes que lo hicieron posible. Utilice este conocimiento para
generar ideas creativas y estratégicas para la acción. Enseñe a los demás e
inspire el cambio.
4. Orienta tu vida profesional hacia la paz

¿Eres profesor? ¿Está enseñando a sus alumnos a analizar críticamente la


guerra, los conflictos y la desigualdad? ¿Eres un trabajador de la salud? ¿Qué
está haciendo para que el sistema sanitario sea más justo? ¿Eres un oficial de
policía? ¿Cómo está abordando su departamento los efectos nocivos de las
prácticas policiales comunes? ¿Eres emprendedor? ¿Está aplicando sus
habilidades para abordar una causa social? ¿Trabaja en la industria de la ayuda
mundial? ¿Qué está haciendo para descolonizar la ayuda?

Considere las formas en que su trabajo contribuye a la injusticia y la


desigualdad, o el potencial que tiene para contribuir a la paz y la justicia. Aclara
qué temas sociales te preocupan más. Dedique tiempo a reflexionar y
encontrar formas de abordar estos problemas en su trabajo y vida profesional.
Busque oportunidades para realizar cambios o crear nuevos. Las acciones
prácticas serán únicas para cada tipo de profesión.

5. Transformar los conflictos interpersonales

Si está trabajando para construir la paz, debe convertirse en un experto en


transformar los conflictos interpersonales. En principio, transformar los
conflictos en las relaciones permite que todos vivan vidas más felices y
satisfactorias (por lo tanto, pacíficas). Al mismo tiempo, trabajar para lograr
cambios puede ser estresante y es probable que encuentre conflictos con
personas de su equipo que tienen diferentes ideas sobre cómo seguir
adelante. Además, al sacudir los cimientos de la injusticia y la desigualdad,
seguramente entrará en conflicto con las personas que se benefician de ellas.
Entonces debe estar bien preparado para participar de manera constructiva en
la transformación de estas relaciones, para mitigar la oposición a sus esfuerzos
por construir la paz.

Cuando se encuentre con conflictos interpersonales, ya sea que esté


directamente involucrado o si es un tercero, tómelos como una oportunidad
para desarrollar su capacidad para manejar el conflicto. Desarrolle técnicas
para transformar estas relaciones, para convertir a los oponentes en sus
aliados y para construir equipos fuertes y cohesivos que trabajen juntos en
temas de interés común. Desarrollar y practicar habilidades de escucha y
comunicación. Aprenda técnicas para abrir un diálogo constructivo. Mediar un
conflicto. Encuentre formas de generar confianza. Busque un terreno común.
Cree oportunidades para el perdón, la curación y la reconciliación.
6. Transformar los espacios comunitarios; o utilícelos para el
aprendizaje y la acción por la paz

La transformación de los espacios comunitarios es una forma única, a menudo


pasada por alto, de construir la paz y la justicia. A menudo descuidamos cómo
los espacios comunitarios contribuyen a la desigualdad y promueven la cultura
de guerra. ¿Cómo se divide la gente en tu ciudad? ¿Tiene su ciudad un historial
de segregación de comunidades minoritarias? ¿Algunas comunidades tienen
mejores escuelas o instalaciones de salud? ¿Quién tiene acceso a parques y
espacios naturales? ¿En qué vecindarios se encuentran las instalaciones de
desechos, las plantas de energía y las fábricas? ¿Dónde están los museos y
sitios culturales? ¿Qué pasa con los monumentos públicos? ¿Glorifican a los
'héroes' de la guerra o inspiran paz?

Aquí hay algunas ideas que puede usar para transformar espacios en su
comunidad o usarlos para el aprendizaje y la acción por la paz. Preservar,
proteger y promover diversos sitios históricos y culturales. Hacer que los
espacios comunitarios sean accesibles, inclusivos y aptos para familias.
Recuperar parques, plazas y senderos. Crea espacios compartidos. Utilice los
espacios comunitarios para el aprendizaje de la paz. Haz un proyecto de arte
comunitario. Elimina los monumentos a los "héroes" de la guerra y a los
fanáticos. Construye monumentos a los héroes de la paz.

7. Transformar estructuras ligadas a las dinámicas de guerra,


violencia, injusticia y desigualdad, o retirar recursos y apoyo a la
guerra.

La guerra no es posible sin un alto grado de organización e inmensas


cantidades de recursos. Si queremos abolir la guerra, las estructuras e
instituciones del Estado que crean la guerra en el exterior y la violencia estatal
en el interior deben transformarse. El dinero y los recursos que alimentan la
guerra deben eliminarse. Asimismo, la desigualdad y la injusticia son producto
de las instituciones gubernamentales, las políticas públicas y los sistemas
económicos. Para crear una sociedad más justa e igualitaria se requieren
cambios estructurales y de políticas sustanciales que afecten al núcleo del
funcionamiento de nuestras sociedades.

A continuación se presentan algunas ideas para transformar las estructuras


ligadas a la dinámica de la guerra, la violencia, la injusticia y la desigualdad.
Dependiendo de su posición y nivel de influencia, sus acciones pueden variar
desde la votación hasta la promoción y la reforma directa de políticas /
instituciones. Desmilitarizar la defensa y la policía. Utilice el ejército y la policía
con fines pacíficos. Movilizarse por una reforma incisiva de la justicia penal.
Desviar fondos para la guerra y destinarlos a educación, atención médica,
servicios sociales, diplomacia, paz, artes y cultura. Crear leyes que regulen la
producción y venta de armamento a nivel nacional e internacional.
Desinvéstese de empresas, gobiernos, individuos e instituciones que
promuevan / lucren con la guerra. Resista pagar impuestos por la guerra.

8. Interrumpir narrativas que justifican la guerra y racionalizan la


desigualdad.

De niños, aprendemos una historia plagada de historias que glorifican la


guerra. Aprendemos que la violencia está justificada, incluso digna. Nos
inspiran los héroes de guerra sobre los que leemos en los libros de historia.
Nuestros líderes religiosos brindan sus bendiciones a los militares. Los líderes
políticos elaboran mentiras que justifican la guerra y los medios de
comunicación ofrecen una cámara de resonancia. Asimismo, estas
instituciones producen innumerables racionalizaciones de la desigualdad. La
injusticia y la desigualdad histórica se blanquean en las escuelas. Creamos la
ilusión de que las personas se vuelven ricas y exitosas solo por su propia
voluntad. Oscurecemos las enormes desigualdades que proporcionan
senderos sencillos hacia el éxito para algunos mientras construyen barreras
para el avance de otros. Se culpa a los pobres de su condición.

Estas narrativas deben romperse. Hay que educar a la gente sobre la realidad
de la guerra y de los sistemas que producen desigualdad. A continuación se
presentan algunas ideas para la acción. Transformar la enseñanza de la
historia en las escuelas. Desacreditar la propaganda bélica y los mitos que
justifican la violencia. Desmitificar las amenazas. Promover la comprensión de
que la violencia no es innata; la guerra no es inevitable. Exponer motivaciones
y tácticas engañosas de líderes corruptos que racionalizan la violencia.
Deconstruir las ideologías nacionalistas y las políticas de división. Combatir el
discurso de odio y humanizar a los grupos marginados. Hable en contra del
uso indebido de la religión con fines discriminatorios, especialmente dentro de
su propio grupo de fe.

9. Aprovechar el poder de la música, el arte y la cultura para la paz

La música, el arte y la cultura pueden ser herramientas poderosas para realizar


cambios. Pueden inspirarnos. Pueden unir a la gente. Pueden curar. Pueden
cambiar corazones y mentes. Pueden ayudarnos a ver las cosas de diferentes
maneras. Existe un potencial infinito en el arte y la música, y en el uso de la
cultura para lograr cambios positivos. Y con las redes sociales, los mensajes se
difunden rápidamente y pueden llegar a todas partes.

Aquí hay algunas ideas para aprovechar el poder del arte y la cultura para la
paz y la justicia. Utilice la música, la actuación, la poesía, la comedia o la
narración para crear conciencia sobre los problemas o imaginar futuros
pacíficos. Bailar o hacer manualidades por una causa. Construye personajes e
historias que rompan con los estereotipos. Utilice los deportes para unir a las
personas en conflicto. Celebre días de paz, derechos humanos y justicia social.
Involucrar íconos culturales en acciones de paz. Únase o cree oración pública,
meditación o vigilias por la paz. Cree imágenes de paz o vuelva a imaginar
símbolos. Crea o usa rituales para promover la paz y la tolerancia. Y no olvide
ampliar su mensaje en las redes sociales.

10. Crear (o apoyar) estructuras para la paz y la justicia.

Cuando dedicamos tanto tiempo a luchar para cambiar los problemas


sistémicos, a veces el mejor enfoque que podemos adoptar es crear
estructuras para la paz (o apoyar las existentes). Esto puede ser refrescante
porque cambia el enfoque del problema a la solución. Crea un nuevo potencial
para la paz porque una estructura para la paz por su naturaleza está creando
algo nuevo. No está persiguiendo el problema. Está explorando nuevas
soluciones.

Hay muchos tipos de grupos o estructuras que puede crear o apoyar. Aquí
tienes algunas ideas. Inicie o apoye una organización comunitaria, sin fines de
lucro o empresa social que trabaje en temas importantes para usted. Crear o
apoyar mecanismos para denunciar, prevenir o responder a la violencia.
Apoyar la creación (o el trabajo existente) de departamentos gubernamentales
dedicados a promover la paz y la justicia. Crea o únete a plataformas, foros o
redes por la paz. Lanza un podcast, un blog, un vlog u otras plataformas en
línea por la paz o específicas para un tema que sea importante para ti.

Espero que estas ideas te hayan sido de ayuda. Para obtener más ideas sobre
acciones prácticas que puede tomar para construir la paz en el mundo que lo
rodea, descargue mi folleto gratuito 198 Acciones por la paz
La paz es fruto de la justicia. Una aproximación
bíblica al concepto “paz”

1. Etimología

Parece comprobado que la raíz de shalom, en su significado original, indica ante


todo el acto de «completar» o de «dar remate» a una realidad inconclusa o deficiente
en algún aspecto, bien se trate de terminar el templo (1Re 9,25), de resarcir algún
daño (Éx 21,27) o de cumplir un voto (Dt 23,22 y otras veces). De lo recién dicho se
desprende que también tenga el sentido de «restituir» (unas 50 veces) y de «reparar»
(unas 30 veces).

Su sentido bíblico apunta a un bienestar total, a la armonía del grupo humano y de


cada uno de los individuos con Dios, con el mundo material, con los grupos e
individuos y consigo mismo, en la abundancia y en la certeza de la salud, de la
riqueza, de la tranquilidad, del honor humano, de la bendición divina y, en una
palabra, de la «vida».

2. Aspectos de la paz según el AT

Son varias las imágenes y los aspectos de la paz en el AT que corresponden a la


mentalidad hebrea. No obstante, hay un el hecho elemental que unifica entre sí
todos los valores diversos, pero convergentes, comprendidos en la noción bíblica de
paz es, sin duda alguna, el que se sienta esa paz en primer lugar como un don
esencial de Dios, exactamente como ocurre con la vida, con la que está
indisolublemente vinculada.

2.1 La paz en la esfera individual

A nivel de experiencia individual y cotidiana, la paz, además de la tranquilidad y de la


concordia, abarca especialmente el doble bien de la salud física y del bienestar
familiar; situación que se considera como fruto de la bendición divina. Por esto la
fórmula usual y familiar de saludo: ¡shalom!, está bastante cerca de la otra fórmula:
«El Señor esté contigo/con ustedes» (Jue 6,12; Rut 2,4; cf Sal 129,7-8). El
despedirse con shalom significa desearle salud y bienestar al otro. Más aún, el morir
y el ser sepultado «en paz» (Gen 15,15; 2Re 22,20) tiene un matiz religioso
totalmente análogo: se trata de vivir acompañado de la bendición y protección
divina hasta el último momento de la existencia terrena. En efecto, mientras que «no
hay paz para los impíos» (Is 48,22), el justo tiene «paz en abundancia» para sí mismo
y para su descendencia (Sal 37,11.37).

2.2 La paz política y social


No solamente el individuo y su grupo familiar, sino todo el conjunto de la tribu y de
todo el pueblo pueden gozar de un estado de paz o verse privados de ella.
La paz con el mundo exterior al pueblo implica naturalmente la ausencia de guerra y
del peligro inminente de ella. Ésta es la condición que alcanzó en un determinado
momento Israel gracias al rey guerrero por excelencia, David (2Sam 7,1). Nótese, sin
embargo, que los textos no equiparan la ausencia de guerra simplemente con la paz,
sino que la consideran más bien como su condición indispensable, frecuentemente
garantizada por la estipulación de un pacto (berit: 1Re 5,26).

Pero no basta con la seguridad exterior; la paz en su más auténtico valor global
puede verse sustancialmente comprometida por el desorden interno del pueblo,
denunciado generalmente como falta de justicia. A los reyes les corresponde de
manera especial establecer la justicia y la paz. La tradición de Israel tiene claro que
no es la fuerza lo primero en la obtención de la paz. La paz que David y Salomón
consiguen es sentida como el fruto de la ausencia de maldad y de la presencia de
justicia, que fueron capaces de establecer. La realización histórica de la paz de Israel
es puesta explícitamente en relación con acciones reales ajustadas a la tarea
encomendada por Dios de hacer reinar la justicia (cf. 1Re 3,6). Ahora bien, el
problema de la monarquía israelita, y finalmente su crisis y desaparición, está
precisamente en que no consiguió evitar que el poder que lleva consigo se
convirtiera en violencia. Los reyes de Israel son acusados por la tradición de haber
cedido a la tentación de usar el poder en beneficio de sus pasiones y ambiciones
personales (ya David y Salomón) hasta transgredir los mandamientos de Dios
haciendo “lo malo” (2Sam 12,9), “pecando” (2Sam 12,13), “no guardando la alianza”
(1Re 11,11).

La ruptura de la paz salomónica es explicada teológicamente como un castigo divino


provocado por la idolatría y el abandono del mishpat (1Re 11,38) por parte de
Salomón. Más aún, el cisma que dejará al pueblo de Yahveh «desgarrado” como el
manto de Ajías (1Re 11,30s) se va a producir a causa de la exacerbación de la falta
de sedaqah por parte del heredero de Salomón respecto de las 10 tribus del norte.

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