Está en la página 1de 1

La cuadratura del círculo.

Neurobiología y su impacto en la Didáctica


Robert Rosler

http://filipides42-robi.blogspot.com.co/2009/03/la-cuadratura-del-circulo-
neurobiologia.html

El sistema límbico es un conjunto de estructuras del Sistema Nervioso Central que procesan
las emociones. Considero que el conocimiento de su funcionamiento es una herramienta de
gran importancia para mejorar la eficacia de la comunicació n persuasiva seductora en la
relació n educativa. Esta herramienta puede ayudarnos a los docentes a saltar de nuestra
pecera a la pecera de los alumnos que, lamentablemente, en no pocas oportunidades son
compartimentos comunicativos estancos. La importancia del límbico y su relació n con los
procesos emocionales es valorada con claridad por el marketing. Esta afirmació n de Philip
Kotler lo demuestra: “El consumidor es emocional má s que racional. Por esto el objetivo de
la publicidad es crear la ilusió n de que el producto realizará los milagros que se esperan”.

El conflicto entre racionalidad y emotividad expresa la disociació n escuela–alumnado. Las


dificultades que tienen las instituciones educativas para sintonizar con las nuevas
generaciones deben buscarse, entre otros factores, en su dificultad para manejar las
emociones y otorgarles un peso específico en el proceso enseñ anza – aprendizaje. El
Límbico tiene razones que la razó n no entiende. Esto no deja de ser insó lito ya que desde el
siglo IV antes de Cristo se conoce la trascendencia de las emociones como lo ejemplifica esta
frase de Aristó teles: “La educació n es sobre todo educació n del deseo.”

La mayor parte de los Homo Sapiens Sapiens (por má s “Sapiens” que sean) se mueve por las
emociones, pocos por las ideas. Los medios de masas audiovisuales lo confirman al
demostrar que los intereses de la mayor parte de la població n apuntan en direcció n de la
diversió n y la distracció n. La Neurobiología también apoya esta idea. NADIE se mueve por
las ideas, a lo sumo hay personas que se mueven por la pasió n por unas ideas. TODOS nos
movemos por emociones. Las personas que parecen moverse por grandes ideas lo hacen en
realidad porque han desarrollado sinapsis entre estas ideas (corteza cognitiva) y el límbico
emocional. La propia etimología de la palabra emoció n (e-movere) remite a esta capacidad
movilizadora. La misma pregunta es un ruego (inter–“rogació n”) y este ruego es la demanda
que representa el deseo emocional.

El Límbico emocional actú a como una central energética y un prolijo archivo de memorias.
Es el responsable de toda la actividad creativa, de motivar la acció n, de movilizarnos. Por
esto ninguna idea puede movilizarnos si no está conectada con la central energética límbica.
Como escribió Antoni Gramsci: “El error consiste en creer en que se puede saber sin estar
apasionado por el objeto de saber. ”Lo aprendido requiere ser ligado libidinalmente. “Só lo
la pasió n nos hace obrar”, reafirma Rousseau. De esta forma lo que aprendemos en un
contexto emocional es inolvidable. Por lo tanto en realidad deberíamos decir “cuando veo
una vaca lloro porque el Sistema Límbico me recuerda que me quemé con leche”.

La Publicidad aprovecha la “potencia emocional” generando una comunicació n superficial


pero excitante, logrando así que productos superfluos sean considerados imprescindibles.
Esto se debe a que la publicidad apunta a las emociones y es generadora de deseos. La
comunicació n persuasiva seductora le apunta al Límbico (…) La televisió n aprovecha que la
imagen no debe pagar peaje intelectual (pensar, razonar, etc.) para causar emociones. La
Educació n, por el contrario, genera una comunicació n profunda pero insípida debido a su
“analfabetismo emocional”. Por esto sus productos indispensables suelen ser considerados
prescindibles por sus receptores. La educació n ha de ser industria del deseo si pretende ser
industria del conocimiento. En palabras de Rousseau: “Só lo tratamos de conocer porque
deseamos gozar.” El desafío es conectar la emoció n con la razó n porque sin motivació n (lo
ha confirmado la pedagogía y la neurobiología) no hay aprendizaje.

(…)

También podría gustarte