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Artículo Mayo 2002

Organizaciones Inteligentes
Dr. Darío Amatuna (Argentina)

   

La Competitividad por vía de la Calidad

Una organización que aprende, está compuesta por individuos que aprenden. Estos individuos
tienen pasión por la excelencia. En la persecución de esta excelencia, son capaces de compaginar
responsabilidad, honestidad, curiosidad, integridad y disciplina.

Introducción:

La necesidad  de las llamadas “ Organizaciones Inteligentes ” que tiene hoy cualquier


emprendimiento se debe al imperativo de desarrollar e incentivar en sus integrantes la capacidad
de generar por sí mismos nuevas ideas con las cuales enfrentar las nuevas condiciones del mundo
actual, que a diario se plantean.

Ante la aparición con cada vez mayor velocidad de desafíos que se presentan a las organizaciones
de trabajo es necesario sensibilizar a sus miembros acerca del imperativo de una permanente
adaptabilidad y apelar a la creatividad para superarlos.

Obviamente esta predisposición al cambio y al aprendizaje continuo es propio de individuos


inteligentes de modo que se puede expresar:

     
Individuos
Inteligentes
   
Equipos 
Inteligentes

   
Organizaciones
Inteligentes
 
De manera que puede decirse entonces que la capacidad para la innovación y el aprendizaje
continuo es el indicador objetivo que mide y califica a una Organización Inteligente.
  
Estado mental de las organizaciones:

Obviamente tal cambio no es posible si no se dan determinadas condiciones internas en la


organización, debido a que existen situaciones que lejos de favorecer un avance positivo,
agudizan los problemas y las “secan”.
 
 
Manías de sistematización Rutina 

Orden rígido Dependencia 

Incremento innecesario del control Pasividad 

Ley del emparejamiento Pérdida de la creatividad 

Etc. Etc.
 
De manera que es importante analizar en este sentido dos cuestiones que son de valor:

¿ el personal / docente trabaja ó solo está ocupado ?

¿ qué siente el mismo sobre su trabajo / tarea docente ?

Estado mental de los individuos:


 
Iguales condiciones desfavorables que en las organizaciones pueden darse en los individuos
obviamente son de tipo mental.
 
Los seres humanos viven sus vidas con paisajes mentales que le han sido inculcados por la cultura
a la que pertenecen.
 
Estos paisajes convertidos en verdades por dichas culturas son los denominados paradigmas que
instalados en la mente pueden dar lugar a razonamientos no lógicos y a respuestas irreflexivas en
oposición a razonamiento lógico y respuestas reflexivas. A estos condicionamientos mentales se
los denomina pensamiento o nicho mental.
 
Estímulo externo Razonamiento lógico Respuesta reflexiva

Mente Pensamiento  Respuesta irreflexiva

 
 
 

Ejemplos de nichos mentales:


 amor propio
 prejuicios
 todas las personas de raza negra son ...
 etc.
 

Estos nichos dan lugar a no apreciar opiniones ajenas. Obviamente nuevas realidades implican
nuevos paisajes mentales, por lo que es necesario tener una mente limpia.
 

Enfoque sistémico de las organizaciones:

Evidentemente las organizaciones son sistemas integrados por individuos y actividades o


movimientos vitales que dan lugar a impactos internos y externos.

De manera que para el adecuado funcionamiento de las mismas además de los factores antes
enumerados, es necesario contemplar la necesidad de tener una “ Visión ó Percepción Integrada ”
de los componentes de la organización. A este tipo de percepción se conoce como “Enfoque
Sistémico” y no es otra cosa que la visión “panorámica”, y el manejo integrador de la organización.
Ejemplo: el misterioso caso del termostato trabado:
 
" Por favor Oscar, fíjate qué pasa con la calefacción. En mi oficina está haciendo un calor
insoportable. Hacía tres meses que habían instalado ese nuevo equipo inteligente, que regulaba la
temperatura en todo el edificio. Y ahora, que apenas comenzaba el invierno, también parecían
comenzar los problemas. 
¡¿ Señor ?! ya encontré la falla. Es el termostato de nuestro piso. Parece que se ha trabado en 35
grados y por eso el sistema envía aire caliente hacia acá. La gente del departamento de
mantenimiento me dicen, que recién podrán arreglarlo mañana.  Lo que me faltaba”, pensó Alan, el
gerente de nuevos negocios. “Con todo este trabajo sin terminar y para hacerlo más pesado, el
termostato que se traba. En fin, es mejor hacer algo que quejarse. Abriré las ventanas y
solucionado el tema del calor.
La brisa fría penetró en el piso 25 de la oficina apenas Alan corrió una de las hojas de la ventana.
Casi inmediatamente la temperatura bajó, haciendo otra vez agradable el ambiente de la
oficina. Quince minutos después, sin embargo, el calor era nuevamente insoportable. El sistema
de calefacción, altamente eficiente para mantener la temperatura requerida por el termostato,
estaba enviando mayores cantidades de aire caliente a través de las tuberías, y había llevado la
temperatura en la oficina otra vez cerca de los 35 grados, sólo que con un gasto de energía, y en
consecuencia de dinero, bastante mayor que antes de abrir las ventanas.  A diario vivimos infinidad
de situaciones de este tipo. En el trabajo, en la familia, en el club, y en cualquier tarea ó proceso
en el que estemos involucrados, operamos muchas veces con niveles de productividad y eficiencia
que quedan muy lejos de lo que hubiéramos deseado.
El mundo es bastante más sutil y complejo que las herramientas conceptuales que utilizamos para
observarlo, entenderlo y en consecuencia, intervenir en él. Diseñamos nuestras acciones, y las
llevamos a cavo, basados en un sentido común que muchas veces nos engaña. Y cuando los
resultados no son los que ese sentido común estaba esperando, quedamos confundidos,
incapaces de comprender qué es lo que no ha funcionado.
Al intervenir linealmente sobre las manifestaciones inmediatas (cambiar el aire caliente del interior
por aire frío externo) , en lugar de intervenir comprendiendo la estructura sistémica del conjunto
(las relaciones entre termostato-generador de calor-ordenador de distribución del flujo de aire).
Oscar logró un resultado muy pobre: un rápido alivio por poco tiempo, para después volver a
encontrase con el mismo problema, sólo qué con un costo superior y ahora sin saber que hacer. Si
Oscar hubiese tenido la oportunidad de estudiar pensamiento sistémico, tal vez podría haber
resuelto el caso del termostato trabado de una manera distinta  (y más eficiente). Una posible
solución habría sido, por ejemplo, prender una vela y colocarla exactamente debajo el termostato.
De esta manera, al calentarse, el ordenador de flujo de aire habría interrumpido el envío de aire
caliente, disminuyendo la temperatura en la oficina y sin aumentar el régimen de funcionamiento
del generador de calor "
 
Tres niveles de observación:
 
Desde la perspectiva del pensamiento sistémico, existen tres niveles para observar un fenómeno
determinado: eventos, patrones de conducta y estructura.
 
Los eventos : son aquellas cosas que observamos en forma cotidiana: un trueno ó un rayo, un
artefacto que se descompone, una llamada telefónica. Al observar el mundo lo primero que vemos
son los eventos.
 
Patrones de conducta : al acumular recuerdos de los eventos que han sido observados a lo largo
de un período, al encadenarlos de determinada manera, vamos pasando a este segundo nivel de
observación. Que se define como conjuntos de acciones recurrentes que nos permiten idear una
primera explicación sobre las razones causantes de los eventos que observamos. 
 
Siguiendo con este razonamiento, tanto la estadística como la econometría son un particular tipo
de explicación del fenómeno que se busca explotar.
 
La estructura : es el que normalmente permanece oculto para nosotros. La mayoría de nuestros
paradigmas de comprensión nos hace permanecer ciegos a la intrincada red de interrelaciones
multidireccionales y multidimencionales que constituyen los sistemas en los que operamos.
 
Vivimos en un mundo evento orientado. Nuestro lenguaje lineal y unidireccional nos inclina a verlo
mayoritariamente de esta manera. DADO QUE SOLO PODEMOS VER AQUELLO QUE
PODEMOS PENSAR, PARA PODER OBSERVAR ESTRUCTURAS SISTEMICAS, DEBEMOS
SER CAPACES DE PENSAR EN FORMA SISTEMICA.
Las leyes del pensamiento sistémico:
 
Nuestra vida está edificada sobre sistemas de enorme complejidad. Nuestras acciones impactan
sobre nuestros propios resultados y sobre los resultados de quienes nos rodean lo mismo sucede a
la inversa.
 
Ya que no podemos elegir ser o no agentes de tamaña complejidad, lo menos que debemos hacer
es ponernos en situación de poder elegir cómo actuar para adquirir cada vez mayores niveles de
productividad y armonía.
 
El pensamiento sistémico nos permite desarrollar herramientas conceptuales que apunten a ese
fin. Como todo proceso físico ó mental, se rige por leyes, por relaciones de causalidad, que vale la
pena conocer
 
Vivir en armonía con un mundo complejo:
 
¿ Cuáles son las barreras que nos impiden pensar más sistematicámente? Fred Kofman y Peter
Senge proponen que estamos fuertemente influidos por una forma de pensar basada en la
fragmentación, la competencia y el actuar reactivo.
 
Es la fragmentación la que nos hace pensar en términos de partes, divisiones, áreas,
departamentos. Los sistemas de nuestras organizaciones descansan fuertemente en este tipo de
comprensión.
 
A partir de la fragmentación de nuestras organizaciones caemos en un pobre entendimiento de la
competencia. Esto explica porque muchas veces, en nuestras empresas, nos encontramos
compitiendo denodadamente contra aquellas personas con las que se supone deberíamos
cooperar.
 
Inspirados en la competencia así entendida, actuamos reactivamente, es decir que diseñamos
nuestras acciones como una respuesta adecuada a las acciones de los otros. Terminamos
haciendo lo que consideramos mejor para responder a las acciones de nuestro medio, en lugar de
hacer lo que deseamos en verdad.
 
El pensamiento sistémico intenta presentar una respuesta alternativa a este estado de cosas.
Propone la memoria del todo allí donde reina la fragmentación, la cooperación en libertad allí
donde impera la competencia y el actuar generativo en lugar de accionar reactivamente.
 
Cada vez más nuestras organizaciones necesitan de personas libres para  decidir qué caminos
tomar, y responsables para responder por sus elecciones.                                                 

 
Amatuna D. Organizaciones inteligentes. Odontologia Ejercicio Profesional 2002;3(5): http://www.odontomarketing.com (10.05.2002)

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