Está en la página 1de 4

Pensamiento Sistémico

Los seres humanos estamos entrenados y acostumbrados a pensar de forma lineal.


Pensamos en términos de acción y reacción, de causa y efecto. Sin embargo, el mundo
en el que vivimos no es lineal. La causa genera un efecto. El efecto modula la causa
original, en una espiral de retroalimentación y transformación sin fin. El mundo no es
cíclico, ya que nunca regresamos al punto inicial. La dinámica sistémica se asemeja
más a una espiral en donde la relación causa efecto se desdibuja. El efecto se
convierte en causa y la causa en efecto también. Es así que el mundo no se puede
explicar en una línea recta, con un principio y un fin. Es necesario explicarlo en
términos de espirales de transformación.
El pensamiento sistémico es la disciplina que nos invita a ver al mundo en estos
términos. Estudiamos y analizamos los actores de un sistema, sus reglas de juego y su
propósito. Entendemos características que atrapan al sistema en comportamientos
negativos. También aprendemos a intervenir el sistema en aquellos puntos donde
generamos mayor impacto positivo.
Podemos entender el pensamiento sistémico como la capacidad de comprender las
relaciones entre los diversos componentes de un sistema organizacional que obtiene
resultados deseados e indeseados.
Peter M. Senge, es actualmente el líder mundial en modelos organizacionales
inteligentes y ha basado su modelo de administración de empresas en La Quinta
Disciplina, el cual se basa en el pensamiento sistémico como la quinta disciplina base
de otras cuatro que toda forma de organización debe desarrollar. El Dr. Senge y su
grupo de investigadores y profesores promueven el pensamiento sistémico como la
capacidad principal para llegar a soluciones fundamentales a los problemas de
organizaciones empresariales y sociales, al igual que para diseñar estrategias que
permitan la creación de los futuros que realmente desea un grupo de personas, a
cambio de los arreglos rápidos y otras trampas que impiden e inhiben la inteligencia
organizacional.
Efectuar un diagnóstico de la disciplina en el contexto organizacional, analizando
la importancia, síntomas, causas, consecuencias.
El pensamiento sistémico aplicado al estudio de las organizaciones plantea una visión
inter, multi y transdisciplinaria que le ayudará a analizar a su empresa de manera
integral permitiéndole identificar y comprender con mayor claridad y profundidad los
problemas organizacionales, sus múltiples causas y consecuencias. Así mismo, viendo
a la organización como un ente integrado, conformada por partes que se
interrelacionan entre sí a través de una estructura que se desenvuelve en un entorno
determinado, se estará en capacidad de poder detectar con la amplitud requerida tanto
la problemática, como los procesos de cambio que de manera integral, es decir a nivel
humano, de recursos y procesos, serían necesarios de implantar en la misma, para
tener un crecimiento y desarrollo sostenibles y en términos viables en el tiempo.
Que aporta el enfoque sistémico a las organizaciones
Las personas habituadas a pensar y resolver problemas de modo lineal acostumbran a
su cerebro a actuar de manera automática ante cada situación ya conocida o similar.
En el momento en que aplicamos el pensamiento lineal basamos las decisiones en
procesos de inferencia que realiza nuestra mente pasando de las observaciones a las
decisiones automáticamente.
Se trata de patrones de conducta que, de acuerdo con el contexto y nuestros modelos
mentales, nos lleva a actuar de manera pragmática sin necesidad de efectuar mayor
nivel de análisis ni aprendizaje y elegir las alternativas más comunes y obvias.
Por su parte, el Pensamiento Sistémico consiste en ver el todo como un sistema,
compuesto por un conjunto de partes interrelacionadas. Considera al sistema como un
todo indivisible y no simplemente como el resultado de la suma de las partes que lo
originan.
Para desarrollar el pensamiento sistémico, debemos hacer el esfuerzo inicial de salir de
la zona de confort y estirarnos lo necesario para ver más allá de lo que un pensador
lineal puede ver. Al cabo de un tiempo y del mismo modo que ocurre con cualquier
proceso de aprendizaje, también resultará “fácil y cómodo” dar respuestas de tipo
sistémico.
Considera cada elemento del sistema dándole la respectiva importancia a todos, aun
los que en apariencia podrían ser irrelevantes o menos importantes. Se trata de un
modo de pensar holístico, racional, lógico y estratégico que analiza y actúa sobre las
causas que producen determinados efectos en cada sistema.
Por ejemplo, si las ventas de cierto producto están por debajo de los resultados
esperados, lo habitual es actuar sobre el área de ventas con distintas medidas; por
ejemplo: motivación, coaching, revisar los incentivos de venta, desvincular vendedores
de bajo rendimiento, incorporar nuevos, invertir más dinero en publicidad, etc.
Estas medidas son características cuando prevalece el pensamiento lineal, ya que la
caída de ventas puede o no ser consecuencia de la falta de motivación, bajo
rendimiento de los vendedores o los incentivos de venta, etc. La gran limitación de esta
manera de pensar consiste en que se considera que el problema lo tiene el área de
ventas cuando en realidad lo tiene todo el sistema y puede provenir de cualquier sector
de la empresa, incluso desde afuera, por ejemplo, problemas de calidad de los
productos o la aparición de productos sustitutos con mejores prestaciones.
Desde el enfoque sistémico y estratégico, la disminución de las ventas constituye solo
un dato y no un estímulo que impulsa la necesidad de comprender a fondo la causa
que la produjo antes de tomar cualquiera de las decisiones enumeradas u otras
específicas. Si bien actuar sobre el área de ventas puede resultar el punto de partida,
nunca debería limitarse a poner el foco de atención solo en la parte afectada.
Cabe aclarar que no necesariamente lo más obvio es la mejor opción de análisis, ya
que la causa del problema puede estar alojada en cualquier otra parte del sistema que
repercute en todas, pero se exterioriza o se hace más visible en alguna.
Importancia
El Pensamiento Sistémico permite la comprensión, simulación y manejo de sistemas
complejos, como los que existen en cualquier empresa., negocio o área de trabajo, al
utilizar esta herramienta se simplifica el entendimiento de los procesos internos y su
efecto en el ambiente exterior, así como la interacción entre de las partes que integran
el sistema global. La metodología del Pensamiento Sistémico ayudará a la optimización
de los procesos, la obtención de metas y a la obtención de una planeación estructurada
para anticiparse al entorno donde se encuentra. El pensamiento sistémico nos ayuda a
identificar algunas reglas, algunas series de patrones y sucesos para prepararnos de
cara al futuro e influir sobre él en alguna medida.
Consecuencias
No se puede modifican el sistema dividiéndolo en partes, sino que todas deben mirar
juntos la totalidad. En consecuencia, no es posible practicar el pensamiento sistémico
en forma individual, no porque la disciplina será dificultosa, sino porque en un sistema
complejo los buenos resultados necesitan la mayor cantidad posible de perspectivas.
Por naturaleza, el pensamiento sistémico señala interdependencias y la necesidad de
colaboración. A medida que el equipo continúa su labor, puede ser necesaria la
inclusión de nuevos miembros, sobre todo gente que antes era vista como rival pero
que ahora juega en el mismo bando.

¿Por qué comprender como funcionan los Sistemas?


• El ser humano es un sistema.
• Las empresas y las organizaciones son sistemas.
• Vivimos como un sistema, en un mundo que es un sistema, lleno de sistemas. Para
actuar con precisión y eficiencia en el mundo, necesitamos técnicas y herramientas
adecuadas, para la comprensión y el manejo de sistemas. De esto trata el pensamiento
sistémico
A medida que nuestro mundo se interconecta, es cada vez más posible que
acontecimientos lejanos nos afecten. Los expertos, los políticos, empresarios, que
tendrían que resolver los problemas ambientales, sociales, económicos... Lo que
suelen hacer en muchos casos con la mejor de las intenciones, es empeorar aún más
las situaciones por el desconocimiento del funcionamiento de los sistemas.
• Cada vez se dispone de más información y menos asesoramiento sobre lo útil. Sin las
herramientas necesarias para discernir, la confusión está servida.
• Podemos mantener la ilusión del control absoluto sobre algo. De pronto ese algo
parece como si tomara toma vida propia y escapa a todo control.
• Con frecuencia ante tanta complejidad nos sentimos impotentes. No sabemos cómo,
en qué actuar, ni en qué dirección hacerlo.

También podría gustarte