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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA CIENCIA Y


TECNOLOGIA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPRIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES “ROMULO GALLEGOS”
U.N.E.R.G.
ÁREA DE CIENCIAS POLITICAS Y JURIDICAS
PROGRAMA MUNICIPALIZADO DE FORMACION DE DERECHO
SAN JUAN DE LOS MORROS ESTADO GUARICO
UNIDAD CURRICULAR: PROYECTO SOCIO JURÍDICO COMUNITARIO

TEMA III: CONTROL SOCIAL

DOCENTE ESTUDIANTE
MARIALIS DELGADO
CI.V: 30.016.728
“2DO AÑO, SECCIÓN 4”

SAN JUAN DE LOS MORROS, MAYO 2022.

En los tiempos actuales, en que las sociedades se transforman a gran velocidad y


que se producen nuevas formas de conductas delictivas, uno de los aspectos que má s
preocupa a esta ciencia es detectar, mediante investigaciones, los factores criminó genos y
las condiciones que las producen, con el objetivo de proponer al Estado las políticas
sociales y criminales a seguir para controlarlas y así disminuir la criminalidad. El presente
ensayo pretende abordar el tema del control social, para ello es imprescindible que los
ó rganos, organismos e instituciones del Estado y las organizaciones de masas y sociales
que intervienen en el control social, tengan una estrategia comú n en el momento de
tributar sus intereses en el tema de la prevenció n del delito y de las conductas antisociales.
Podemos resumir que el control social, ya sea en una corriente o en otra, siempre ha
estado asociado a la reacció n social ante una conducta desviada. De hecho el delito no
puede analizarse en toda su magnitud sin relacionarlo con el modo en que la sociedad
reacciona ante él y có mo lo sanciona. No obstante a esto, no podemos olvidar que el
control social no só lo va dirigido a las personas que cometen delitos, sino también hacia
las personas por la cuales éste se ejerce, puesto que ella necesita ejercer su dominio sobre
todos los individuos que la componen. Entonces definiremos el control social como los
mecanismos que desarrolla la sociedad a través de diferentes agentes o instrumentos que
garanticen la aceptació n por los miembros de la sociedad de sus normas, valores, intereses
y pautas de conducta ya sea de manera voluntaria o forzada y las formas de sancionar (a
través de la Ley o de sanciones puramente morales a los transgresores de éstas.
Ell control social es un conjunto de medidas, una serie de normas o reglas
explícitas e implícitas, cuyo fin es mantener el orden social o el orden de la sociedad.
Control social, por tanto, es un concepto muy amplio. Pues se refiere al conjunto de reglas,
normas, valores y costumbres que permiten que la coexistencia entre los diferentes
grupos de una sociedad sea pacífica y armonizada.
Por esta misma razó n es un concepto tan amplio, pues son muchas y muy distintas
las medidas. Ademá s, varían en funció n del territorio en el que nos encontremos, pudiendo
ser una medida de control social en una ciudad europea ir vestido por la calle, mientras
que en las tribus en la selva sea ir con un taparrabos. Este control se realiza a través de
medidas coactivas, a través del derecho y de las sanciones, tanto administrativas como
penales. Pero también se utilizan medidas que no implican la violencia o la coacció n, tales
como la religió n, las costumbres o la familia.
Existen numerosos medios para asegurar el control social, se distinguen dos grandes
grupos, los medios formales y los informales. Los primeros está n caracterizados por estar
respaldados por el derecho, y es el Estado el que los ejecuta en beneficio de mejorar la
convivencia en sociedad. Los informales, por otro lado, no necesitan estos elementos,
puesto que existen otros mecanismos que ayudan a conseguir este bienestar general.
Los medios de control social formales o explícitos son aquellos que está n
respaldados por el derecho. El poder legislativo, a través de su potestad para legislar,
establece las leyes que han de cumplir el resto de ciudadanos. Parte de estas leyes son
para controlar a la població n, para que sea el orden, y no el caos, el que impere. Es el
Gobierno, es decir, el poder ejecutivo el que asegura el cumplimiento de estas leyes, a
través de las fuerzas policiales. También es el Gobierno el encargado de trazar las líneas
estratégicas de estas políticas. Orientando así al país en la direcció n que desean.

El cumplimiento de la legislació n aprobada se lleva a cabo mediante sanciones


administrativas y penales. El primer tipo es el má s corriente, consiste en lo que se conoce
de forma cotidiana como multas, y son interpuestas por la Administració n Pú blica. Como
ejemplos, podemos señ alar una multa por exceso de decibelios emitidos por un local; por
conducir a una velocidad excesiva; o por no pagar el impuesto de circulació n al
ayuntamiento correspondiente. Respecto a las sanciones penales, se utilizan cuando la
violació n de la ley reviste gravedad. Como un homicidio, un fraude fiscal excesivo o el
trá fico de drogas En conclusió n, los medios de control social formales tienen el objetivo de
corregir conductas en favor del orden social de manera explícita, es decir, a través del
desarrollo de leyes y normas.
Los medios de control social informales o implícitos son aquellos que no se
encuentran desarrollados en leyes o normas estatales explícitas. Sino que es la sociedad y
otras instituciones informales quien las realiza de forma má s o menos indirecta. Hablamos
de la religió n, de los valores, de la moral, de la familia, de los medios de comunicació n, etc.
La religió n, sin importar al dios que predique, da unas normas y unas reglas de
comportamiento que han ido adquiriendo sus fieles a lo largo de cientos de añ os. El amor
al pró jimo, la tolerancia, o la ayuda a los má s necesitados que promueve el cristianismo
son ejemplo de ello. Por eso, cuando se observan episodios detestables, como el abuso de
alguien indefenso o el robo a un mendigo, la sociedad en su conjunto condena tal
comportamiento. Los valores y la moral convergen con la religió n. La familia, por su parte,
también es garante del control social. La jerarquía, el respeto a los mayores, y la
obediencia de los hijos a los padres, hacen que haya un control en dicha organizació n.
Estos valores, ademá s, se externalizan al resto de la sociedad. Los medios de comunicació n
también juegan su papel en cualquiera que sea su formato. Van dirigidos a las grandes
masas, sobre las cuales tiene una gran influencia. El protocolo social bajo el que se
comporta una població n también es un medio de control social.
La base jurídica del ó rgano de control social está definida y sustentada en diversas
leyes tales como: Ley Orgá nica de la Contraloría General de la Repú blica y del Sistema
Nacional de Control Fiscal, Ley Orgá nica de Administració n Pú blica, Ley Contra la
Corrupció n, y la Ley Orgá nica de Planificació n .
La contraloría social es un mecanismo revolucionario de participació n ciudadana,
orientado al control y vigilancia de las acciones emprendidas y ejecutadas por las
instituciones del Estado. Es una prá ctica que promueve y fortalece la transparencia en la
rendició n de cuentas, permitiendo a las ciudadanas y ciudadanos velar por la eficiencia,
honestidad, celeridad, oportunidad y calidad de los proyectos, planes, servicios y obras
puestas en marcha por el Estado venezolano; por tal motivo, esta prá ctica impulsa y
sustenta la relació n Estado-ciudadano, en los tres niveles de gobierno: municipal, estadal y
nacional.
El ejercicio del control social es un derecho y un deber soberano, con rango
constitucional y legal para prevenir y combatir prácticas irregulares como el burocratismo
y la desviació n de fondos pú blicos. En este sentido, la presencia de las ciudadanas y
ciudadanos en la ejecució n de planes, proyectos y programas ejecutados por la
Administració n Pú blica busca la participació n amplia y responsable del pueblo organizado
para identificar y resolver los problemas propios de la comunidad o comuna a la cual
pertenece.

Referirse a la participació n ciudadana mediante el ejercicio de la contraloría social


es aludir necesariamente a la buena gobernanza de los pueblos, en virtud de que esta
relació n genera un acto de interacció n entre gobernantes y conciudadanos, donde ambos
participan en la toma de decisiones para generar cambios y oportunidades para la
solució n de problemas, pues la gobernanza implica que las personas puedan participar en
las decisiones que les asegure un “buen vivir”, un “vivir viviendo”. En este sentido, el poder
del pueblo y el ejercicio de la soberanía territorial se fortalecen en atenció n a que la
participació n ciudadana mediante el control social permite atender las demandas
colectivas y transformarlas en políticas pú blicas, bien sea para disminuir la pobreza, tener
mayor acceso a los recursos, incluyendo la tierra y los medios de producció n, proteger y
conservar el medio ambiente mediante el uso eficiente de los recursos naturales, y adaptar
a la sociedad a los posibles cambios políticos, sociales y econó micos del mundo actual.
El derecho ciudadano de participar y el ejercicio de ese derecho nos convierten en
personas responsables y aptas para colaborar con los fines del Estado en la construcció n
de una sociedad conocedora de sus debilidades y amenazas, así como también de sus
fortalezas y oportunidades, contribuyendo así con el desarrollo territorial.
La participació n ciudadana a través del control social es un mecanismo para
“lograr la irrupció n definitiva del Estado democrá tico y social, de derecho y de justicia”,
mediante el ejercicio de la democracia participativa y protagó nica con mecanismos
permanentes de integració n entre el Estado y la sociedad, fortaleciendo las capacidades
para la defensa integral de la nació n, asegurando igualmente con ello “la mayor suma de
felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad
política para nuestro pueblo”.
El control social, sobre la base del principio constitucional de la responsabilidad
compartida, es una funció n conjunta de los ó rganos del poder pú blico, los ciudadanos, los
ciudadanos y las organizaciones del poder popular, con el fin de garantizar que la
inversió n en los asuntos pú blicos y privados se realice de manera transparente y eficiente
en aseso a informació n sobre las metas, estrategias, objetivos y recursos de cada política,
programa, proyecto o negocio, capacitació n adecuada de los funcionarios del sector
pú blico y privado para contribuir a un proceso de consulta fluido, Mejorar el sistema de
atenció n al ciudadano para atender sus solicitudes, quejas, peticiones y sugerencias,
desarrollar reglamentos, normas y procedimientos para ejercer el control ciudadano sobre
la gestió n institucional, Separar el aspecto ideoló gico-partidista de la prá ctica del control
social y la evaluació n de la gestió n pú blica en este contexto.
Finalmente, el control social también se ejerce desde el mismo
individuo y es aquí donde instituciones como la familia y la religió n
tienen especial peso. Estas normas autoimpuestas de control social tienen que
ver fuertemente con la censura de determinadas actitudes y pensamientos y en
casos extremos pueden tener como resultado el desarrollo de personalidades
excesivamente represoras y auto censurantes.
El Estado somos todas y todos; por ello, “Contraloras y contralores somos todos”.

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