En un estrecho valle a menos de 11000 metros sobre el nivel del mar, se encuentra esta villa

turística bordeada por dos ríos típicos de montaña: el Tipas y el Tacanas, que nacen en las
cumbres calchaquíes y generan balnearios naturales bajo la sombra de sauces llorones muy
visitados durante el verano. Años de historia duermen allí. La villa de San Pedro de Colalao
esconde cientos de tesoros de gran valor histórico. Lo primero que ve el visitante es la plaza
Leocadio Paz, rodeada por pircas y monumentos antiguos construcciones del siglo XIX. Al frente,
la iglesia del siglo XIX guarda interesantes piezas jesuíticas, el Museo, la biblioteca Juan Bautista
Alberdi y la comuna. Tuvo su origen en la encomienda de San Pedro de Colalao, donde residían
cincuenta indígenas, a fines del siglo XVII. También los jesuitas dejaron su huella. Ellos enseñaron
a los primeros habitantes a elaborar artesanías y realizar tareas agrícolas .Gradualmente la zona
fue poblada por gauchos criollos que viven en la zona, además desde 1914 llegaron una gran
cantidad de inmigrantes desde Siria, El Líbano, Francia, Italia y España, formando un verdadero
"Crisol de Razas". Es un pueblo fascinante, que además convoca el turismo religioso. La Gruta de
Lourdes -construida como una réplica de la gruta original francesa-, reposa al pie del cerro en la
entrada de la villa y motiva la visita de miles de turistas todos los años. En las paredes de la gruta
se encuentra incrustada una piedra traída desde la gruta original, en Francia. En sus alrededores
existen muestras de yacimientos arqueológicos pertenecientes a la cultura Candelaria, Ampajango
y Ayampitin que se exhiben en el Museo de San Pedro. Se realizan Fiestas tradicionales, con
fogatas, guitarreadas, ferias artesanales y destrezas criollas. Todas las fiestas son una buena
excusa para bailar folklore comer empanadas tucumanas, humitas y tamales. Entre sus fiestas
tradicionales se encuentran el Festival del Quesillo, en febrero Festival de la Humita y La
Escenificación del mensaje de Lourdes en marzo, Fiesta del Caballo Peruano. A su vez se realiza
en Semana Santa el Festival Nacional de la Nuez.

Además de paisajes, y de una diversidad de actividades recreativas y deportivas, San Pedro ofrece este
fin de semana su tradicional Feria de Artesanías y Agroalimentos. Alimentos orgánicos, dulces
regionales de todo tipo; artesanías en cuero, alpaca, plata y madera, tejidos en telar, son algunos de los
productos que se ofrecen en este espacio que, según los colaleños, respeta la esencia de las ferias
rurales: un espacio de venta e intercambio de productos para los artesanos, emprendedores y
productores del lugar. Pero, también, una vidriera de la cultura de la región.

Tradicionalmente los pobladores se han dedicado y dedican a la talabartería y marroquinería con

cueros de vaca, cerdo, oveja, cabra etc. Otra de las actividades tradicionales es la industria láctea
artesanal destacándose la elaboración de excelentes quesos criollos y quesillos a partir de las
leches de vaca, oveja y cabra. Estos quesos y quesillos se suelen consumir a modo de postres con
la fina "miel de limón" característica de Tucumán, una miel pura de abejas que frecuentemente se
consume también untada con jalea real y polen. En los alrededores se cultivan nogales y entre los
ricos alfalfares y gramones se crían rebaños de ovejas, también existe una producción de dulces
regionales como el de cayote, membrillo, batata o el de leche. La población cuenta desde los 1980
con los servicios de electricidad, telefonía por cable, agua corriente, a los que se han añadido los
de telefonía celular (o móvil) e internet, existe escuela primaria y dispensario médico.

Platos típicos 

La empanada: este plato tradicional de Tucumán, siempre está presente como entrada. Se
preparan con carne, cebolla de verdeo, pasas de uva y huevo duro. Se cocinan en horno de barro
o fritas, la masa es salada, preparada con harina y grasa.
El tamal: común también en muchos otros sitios de Sudamérica. Los tamales se preparan con
harina de maíz y se rellenan con carne de cabeza de cerdo, pasas y huevos, (siempre están
fuertemente condimentados). Luego se cubren con una chala (hoja de mazorca) y se atan.
La humita: una variante de los tamales que se realiza con maíz fresco y queso, y se puede cocinar
en una chala verde o en un recipiente, y entonces se le llama "humita en olla".
El locro: es una comida popular en toda la Argentina, con base de maíz, con carne o charque,
patitas, cuero y tocino de cerdo, tripas y zapallo. El locro tucumano se condimenta con ají frito,
ajíes y cebollas.
La carne de llama: no te pierdas la oportunidad de saborear la exquisita carne de llama, sabrosa y
saludable que además es un plato típico de esta región argentina.
Los quesos: uno de los ingredientes de la cocina tradicional tucumana; no te vayas de Tucumán
sin probarlos. Se utiliza leche de cabra o de vaca y se realizan de forma artesanal desde antaño; el
mejor sitio para degustarlos es en Tafí del Valle , Raco, Colalao del Valle y Trancas.
Otros platos representativos son el asado con cuero, la carbonada,  el charqui, el mote y la
chanfaina.
Los postres más famosos: pastel de novia, dulces de cayote y lima, ambrosía  gaznate, tortafritas
con miel de caña, sopaipilla, quesillo con miel de caña, arrope, dulce de cayote con nuez,
alfeñiques (caramelos de miel de caña de azúcar), tabletas de dulce de leche (chancaca).
Lugares para visitar