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FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES SEDE MÉXICO

MAESTRÍA EN POLÍTICAS PÚBLICAS COMPARADAS


IV GENERACIÓN 2010 – 2012

La lactancia materna vista desde un


enfoque comparado de políticas
públicas. Un ejercicio exploratorio.
Que para obtener el grado de Maestro en
Políticas Públicas Comparadas
Presenta
Jorge Ulises Blásquez Martínez

Comité Asesor

Directora: Mtra. Marisol Luna Contreras

Lectores:

Mtro. Ulises Flores Llanos

Dr. Mario Torrico Terán

México, DF 2013
Contenido

Dedicatoria .......................................................................................................................................... 3
Agradecimientos ................................................................................................................................. 4
Introducción ........................................................................................................................................ 5
Capítulo I. Metodología....................................................................................................................... 8
Capítulo II. Estado del Arte................................................................................................................ 12
Nutrición y Salud consideraciones generales................................................................................ 15
Nutrición infantil debate desde las diferentes trincheras ........................................................ 17
Nutrición y Política Pública........................................................................................................ 21
Sobre Oportunidades .................................................................................................................... 23
Algunos resultados de OPORTUNIDADES.................................................................................. 25
El ciclo de las políticas públicas ..................................................................................................... 30
Algunos elementos sobre Políticas Públicas ............................................................................. 30
El Ciclo de las políticas públicas en la investigación .................................................................. 33
Capítulo III. Resultados...................................................................................................................... 37
Los Recién Nacidos ........................................................................................................................ 38
Los niños de 1 y 2 años.................................................................................................................. 45
Capítulo IV. Conclusiones .................................................................................................................. 50
Capítulo V. Recomendaciones de Políticas Públicas ......................................................................... 55
Bibliografía ........................................................................................................................................ 60

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Dedicatoria

A mi papá, a su memoria, como un homenaje y recordar que a pesar de cualquier adversidad


siempre está y estará junto a mí apoyándome, como un ejemplo de fortaleza y lucha incansable.

A mi Abuelita Martha, que siempre me demostró la entereza de su carácter combinado con la


dulzura de su corazón e inteligencia para enfrentar los retos sin importar lo complicado o sencillo
que fueran. Sin importar las circunstancias estado ahí siempre a mi lado para darme su apoyo y
tenderme su mano, para seguir adelante para continuar para volver a empezar cada día y cada
aventura que me propongo.

A los dos los llevaré siempre en mi corazón, en todos mis proyectos a mi lado para alentarme,
motivarme y nunca dejarme claudicar… 

A mi mamá que siempre ha estado –y seguirá estando- conmigo para apoyarme, echarme porras y
tenderme la mano.

A mi hermana un ejemplo para mí, en la manera que se esfuerza todos los días para conseguir sus
proyectos y sus sueños.

A mi abuelo quien me ha demostrado que el conocimiento se da más allá de los libros, siempre
demostrando su carácter para querer salir adelante sin importar viento, marea o vendaval.

A mi novia que juntos hemos tenido alegrías, tristezas y otras cosas juntos, pero siempre han sido
grandes aventuras para los dos.

A mis amigas y amigos, que siempre se los he dicho, la vida es una aventura por vivir, un libro por
escribir y un sueño por alcanzar, esta tesis que los alejo de mi por un momento fue un gran reto y
aventura, con un aprendizaje invaluable, ahora les toca

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Agradecimientos

A la Maestra Marisol Luna, quien sin duda ha sido testigo del complejo entramado que he vivido
para llegar hasta este día le agradezco su apoyo, paciencia y sobre todo su esfuerzo y entrega para
que juntos podamos llegar hasta el fin de la tesis.

Al Maestro Ulises Flores, desde el inicio de la maestría como tutor, quiero decirle gracias, por su
apoyo, por mostrarme su lado humano y por ser para mí una persona que sin duda me apoyó en
los momentos que lo necesité.

A los Doctores Mario Torrico y José del Tronco, quienes desde la coordinación de la Maestría en
Política Públicas Comparadas, siempre me apoyaron ante cualquier duda o problema, con aliento
a llegar hasta el final.

A Mabel y Dorothy, quienes siempre estuvieron ahí en el momento que las necesitamos con su
buen ánimo, alegría que contagiaban cada presencial, en cada llamada o en cada una de mis
visitas, Mil gracias por su apoyo constante y su palabras de aliento.

A la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – Sede México, que desde el año 2010, se
convirtió en mi segunda casa fuera virtual o con mi presencia, Gracias a todas y todos los que
siempre nos apoyaron.

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Introducción

La presente investigación nace de la inquietud académica y profesional, aunque han


sido de lleno en el área médica, en ese espacio advertí de la necesidad de impulsar este tipo
de investigaciones desde la esfera social y de forma interdisciplinaria.

La vinculación con las políticas públicas nace de la participación en un foro sobre el


impulso a la lactancia materna, vía el diseño de las políticas públicas que se impulsó en la
H. Cámara de Diputados en el año 2011, junto con los años de trabajo en investigación y
práctica de políticas públicas, decidí que era momento de incidir de forma exploratoria en
el tema.

En ese orden de ideas, al iniciar los estudios de maestría en políticas públicas


comparadas, ponderé entre la presente investigación y otras opciones que me han
inquietado intelectualmente, me incliné por el mismo porque pienso es un tema sumamente
relevante para las políticas públicas en materia de salud. Si bien la lactancia materna
difícilmente se aborda en este enfoque y la literatura que podemos encontrar es basta en el
área médico, es escasa en el área social y en las políticas públicas.

A lo largo de este tiempo en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales –


Sede México pude conjuntar mi experiencia previa en el tema con los conocimientos que se
dan en la materia y la experiencia profesional de un grupo importante de académicos, en
suma la presente investigación es la conclusión de una serie de esfuerzos compartidos por
hacer evidente un tema que considero será relevante.

Consideramos que la diferencia en la pertenencia del hogar al citado programa, nos


permite observar los beneficios de OPORTUNIDADES; que en los últimos años se ha
convertido en el principal programa de combate a la pobreza en las últimas dos
administraciones públicas federales combinando de forma transversal tres ejes estratégicos;
salud, alimentación y educación.

La lactancia materna implica dos temas muy importantes la salud y la alimentación


como binomio conjunto de resolución de problemas. El grupo de personas que reciben

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apoyos del programa OPORTUNIDADES, lo hacen bajo un esquema condicionado y
establecido en las reglas de operación del programa, por este motivo considero que la
población, no cuenta con acceso a servicios o prestaciones sociales, y posiblemente tienen
condiciones socioeconómicas desfavorables.

La población que no se encuentra en el programa de apoyo OPORTUNIDADES,


partimos del principio, que pueden acceder a mejores servicios de salud y alimentación
tanto en lo público como en lo privado, pero que el acceso a los mismos estará más en
función de su ingreso, pensamos que tienen acceso a prestaciones y seguridad social, y sus
condiciones socioeconómicas son más favorables que quienes están en el programa.

La idea central es que vamos a poder comparar los beneficios que ofrece el
programa OPORTUNIDADES, en las familias que se encuentran inscritas en él; si bien el
programa no está orientado a brindar una mejor lactancia materna a los recién nacidos. El
apoyo que se da en salud y educación, impulsa a las madres sobre estrategias para
amamantar y alimentar a sus bebés coadyuvando a una mejor lactancia materna, y que ellas
lo hagan adecuadamente.

Desde la esfera de quienes no se encuentran dentro del programa consideramos que


tendrán posiblemente a) menos tiempo de lactancia materna, por la necesidad de
reincorporarse a las actividades laborales. O b) La capacidad socioeconómica marcará una
tendencia basada en los valores y creencias de la madre. En sentido estricto consideramos
que las condiciones serán similares con quienes están OPORTUNIDADES.

Al finalizar vamos a dar una propuesta de política pública en la materia y a sacar


conclusiones importantes relacionadas con el tema.

A manera de cierre. Si bien el trabajo se inscribe en el ciclo de insumos para


elaborar una política pública en cuanto a que estamos evaluando resultados de una de ellas
y vamos a comparar su efectividad. La idea central es hacer un ejercicio comparativo de los
resultados obtenidos por el programa en una año (2006), y a comparar las diferencias que
existen entre quienes se encuentran inscritos en el programa y quienes no lo están. Un
punto resaltar es que vamos a trabajar con los datos de la Encuesta de Salud y Nutrición del
año 2006 (ENSANUT 2006), las razones se deben a que en el ejercicio de la búsqueda de

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información para elaborar esta tesis. Son porque los datos con que se han trabajado
evaluaciones, estudios e investigaciones ha sido la ENSANUT en particular la este año
2006, y por último porque en el transcurso de la elaboración apenas daba inicio la
ENSANUT 2012, misma a la que no se han podido acceder a los resultados, que sirva este
ejercicio para que en un futuro los datos sean actualizados y poder profundizar en los
hallazgos que vamos a presentar. Por último que el ejercicio aquí presente sirva como
insumo para generar nuevas políticas públicas a las problemáticas aquí expuesta o en su
caso como ejemplo para el diseño o rediseño de políticas públicas existentes.

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Capítulo I. Metodología

En este apartado se presenta el diseño de la investigación, alcances y limitantes.

Para delimitar la metodología, es necesario hacer precisiones sobre los que nos
orienta en la investigación, la primera es la definición del método comparado, para fines de
la investigación lo consideramos como “la expresión para indicar el análisis comparativo de
algunas unidades de observación.” (Salazar: 2013: 5).

Bajo esta lógica y retomando a Salazar definimos los puntos necesarios para
delimitar la investigación con método comparado:

“Dos unidades son comparables cuando son equivalentes en lo que se refiere a la situación
de los factores que potencialmente podría ser confusores. El segundo requisito es que el
valor para la variable independiente destacada en la hipótesis debe ser distinto para dichas
unidades. Una vez que se seleccionan las unidades de esta forma, se compara la situación
de la variable dependiente. Si ésta resultara distinta entre las unidades, estas diferencias son
imputables a las diferencias en el factor causal, pues el resto de los factores que
potencialmente podrían influir en el fenómeno a explicar permanecen constantes entre las
unidades (por diseño). En tal caso, la evidencia es consistente con la existencia de una
relación causal. Por el contrario, si a pesar de las diferencias en la variable independiente la
variable dependiente es igual (o muy parecida) para las dos unidades de observación,
concluimos que no existe relación causal.” (Salazar: 2013: 6 y 7).

Por tanto los alcances que plantea esta investigación, es hacer un estudio
exploratorio que arroje información sobre las diferencias en el tipo de lactancia materna
que reciben niñas y niños de 0 a 2 años. Con las siguientes condiciones su tiempo de
lactancia; la inscripción de su hogar en el programa OPORTUNIDADES o su no inclusión en
el programa, contrastado las diferencias que existen con las niñas y los niños que carecen
de apoyo alimentario; y menor tiempo de lactancia.

Como mencionamos, al inicio, los datos fueron recabados de la Encuesta de Salud y


Nutrición del año 2006 –ENSANUT 2006-. Por tanto la información y el universo que
vamos a utilizar provienen de esta fuente. Primero la información proviene de las bases de
datos de ENSANUT 2006: consumo preescolar; cuestionario individual de niños de 0 a 9
años; Antropometría; y apoyo alimentario.

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Partiendo de establecer nuestra fuente de información la pregunta de investigación
que nos guía: ¿Cuáles son las diferencias entre recién nacidos de 0 a 2 años; según su tipo
de lactancia y afiliación de su hogar al programa OPORTUNIDADES?

Las variables que hemos delimitado para utilizar en la investigación son las
siguientes:

1. Oportunidades: La cual definimos como la pertenecía del hogar en el programa de


OPORTUNIDADES. Por tanto se mide nada más en pertenecer o no pertenece.

2. Edad: Está dividido en dos segmentos los recién nacidos –es decir 0 años-. Y las
niñas y los niños que comprenden de 1 a 2 años de edad.

3. Lactancia: Si les dieron pecho, esto aplica para las edades de 0 a 2 años.

4. Sexo: Determina si es niña o niño.

5. Tipo de Lactancia Materna: Es el tipo de alimentación que recibió el recién nacido


durante los primeros 3 días de su vida. Sólo aplica para la edad de 0 años.

6. Tiempo de lactancia: Es el tiempo en que se ha dado el pecho al recién nacido,


medido en días.

7. Nivel socioeconómico: Nos presenta en que extracto social se encuentran ubicados


los hogares de las niñas y los niños seleccionados de 0 a 2 años de edad.

8. Peso: Tiene la finalidad de arrojar información sobre el peso esperado para los niños
en una edad.

9. Talla: Tienen la finalidad de arrojar información sobre la talla esperada para los
niños en una edad.

Delimitadas las variables de investigación, es tiempo de corroborar o en su caso


desmentir la hipótesis que nos guía dentro de esta investigación; en mayor medida las niñas
y niños que se encuentran inscritos en el programa OPORTUNIDADES tendrán un mayor
tiempo de lactancia que las niñas y los niños que no se encuentran inscritos en este
programa. En principio consideramos que esto se da porque las niñas y los niños inscritos
en el programa cuentan con apoyos condicionados en los servicios de seguridad social –

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como son salud, educación y alimentación-, como lo establecían las Reglas de Operación
del programa. Las niñas y los niños, cuyos hogares no se encuentran inscritos, podrán
acceder estos servicios de salud y alimentación, sea por la seguridad social entregada vía
laboral o porque se puede adquirir en el mercado, ya que los déciles de pobreza se
encuentra ubicados en las clases medias y altas, por lo que se piensa tienen mecanismos
más factibles para allegárselos, sin la necesidad de la intervención del programa.

Sobre este punto, consideramos que el diseño metodológico de la ENSANUT 2006


es el que nos permite observar de forma más clara las variables consideradas para esta
investigación esto lo retomamos del diseño metodológico para niños preescolares (menores
de cinco años).

“El estado nutricio se evaluó mediante índices antropométricos construidos a partir


de mediciones de peso, talla y edad. Los tres indicadores empleados fueron el peso
esperado para la edad, la talla esperada para la edad y el peso esperado para la talla.
Se clasificó con baja talla a los niños que tenían una talla esperada para la edad
menor de -2 desviaciones estándar (puntuación z<-2) de la media de población de
referencia mencionada i . La baja talla es un indicador de los efectos negativos
acumulados secundarios a periodos de alimentación inadecuada en cantidad o
calidad y los efectos deletéreos de las infecciones agudas repetidas.” (Shamah-Levy
et al: 2007: 26).

Podemos señalar, que la construcción de indicadores realizadas por parte del


componente nutrición de la ENSANUT 2006, es suficientemente valido para los fines de
esta investigación, el hecho de poder contar con información de indicadores de peso y talla
bajo una consideración estandarizada y parámetros claros para su observación, desde este
punto de vista –además- consideramos que el factor de estar ligado al programa
OPORTUNIDADES nos aporta una referencia clara sobre la pertenencia al mismo, para un
proceso de discriminación más claro y objetivo. Desde el punto de vista de tipo de lactancia
será necesario ser cuidadoso en las preguntas que se utilizan para recabar datos, de esta
manera vamos a poder discriminar de mejor manera el tipo de lactancia que ha tenido el
recién nacido entrevistado. Aunque podemos señalar que dentro de los datos obtenidos
existe información sumamente relevante para hacer una construcción que nos arroje la
i
La población mencionada es la propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en donde una
población de niños sanos bien alimentados fungen como referencia para construir indicadores
antropométricos

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información clara y objetiva del tipo de lactancia materna que recibieron los recién nacidos
inscritos en el programa.

Partiendo de estas ideas en materia metodológica el camino por el que vamos a


seguir es realizar, pruebas de hipótesis, las; “pruebas de hipótesis en el contexto de la
estadística inferencial es una proposición respecto a uno o varios parámetros, y lo que el
investigador hace a través de la prueba de hipótesis es determinar si la hipótesis es
congruente con los datos obtenidos de la muestra. Si es congruente con los datos, esta se
retiene como un valor aceptable del parámetro. Si la hipótesis no lo es se rechaza (pero los
datos no los descartamos).” (Hernández et al.: 2004: 521). Ahora bien como es sabido
pruebas de hipótesis existen de diferentes estilos y para diferentes fines, por esa razón
nuestra prueba de hipótesis serán las pruebas de diferencias de proporciones entendidas
como “una prueba estadística para analizar si dos proporciones difieren significativamente
entre sí. La comparación se realiza sobre una variable. Si hay varias –como es el caso-, se
efectuará una prueba de diferencia de proporciones por variable.” (Hernández et al.: 2004:
543).

Considerando que nuestra fuente de información, es fidedigna y confiable, logramos


delimitar; a) los alcances que podíamos tener con la información; b) observar y seleccionar
los datos que consideramos que vamos a utilizar; c) el tratamiento de las variables que
vamos hacer para volver observable esos datos para los fines que pretendemos; y d)
mantener la base de datos intacta para no sesgar los datos en ningún sentido. Por eso la
recolección de datos basados en la ENSANUT 2006, consideramos que es objetiva para la
investigación que estamos llevando a cabo.

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Capítulo II. Estado del Arte

Cualquier abordaje que hagamos a la alimentación en su conjunto estará guiada por


convicciones personales, por creencias valorativas en lo positivo o negativo y por supuesto
por el entorno cultural en el cual nos desenvolvemos. Para esta investigación el tema de la
alimentación materna, es sumamente relevante porque consideramos que la nutrición en
edades tempranas es un tema de justicia social, de calidad de vida y potenciador de las
capacidades individuales y cognitivas del ser humano.

La estructura de este primer capítulo, está encaminada primero delimitar una


definición de nutrición infantil; en segundo ofrecer los fundamentos de la nutrición infantil
desde la esfera médica, para después ingresar a la esfera social; y por último a una
introducción al programa PROGRESA – OPORTUNIDADES, algunos resultados en sus
investigaciones, para cerrar con un apartado en materia de políticas públicas.

En este sentido vamos a delimitar el significado de la nutrición infantil, para nuestra


investigación; entendemos a la nutrición como un proceso biológico natural, que todos los
seres vivos tenemos, y el mecanismo por el cual nos hacemos llegar los nutrientes es a
través de los alimentos. Por tanto las diferencias en el tipo de alimentos que consumimos es
lo que vuelve a la nutrición un proceso complejo, en donde siempre existen consideraciones
positivas y negativas. En conclusión en el caso particular de los recién nacidos, no puede
existir como tal una consideración cien por ciento objetiva de lo benéfico y lo nocivo;
aunque existe un común denominador de aceptar –en los primeros seis meses de vida- a la
lactancia materna como la mejor para el recién nacido, la Organización Mundial de la
Salud, propone lactancia materna exclusiva de 6 meses, en los cuales los recién nacidos y
las madres se benefician mutuamente. Podemos destacar, que:

“Si la técnica de la lactancia materna es satisfactoria, la lactancia materna exclusiva durante


los primeros 6 meses de vida cubre las necesidades de energía y de nutrientes para la gran
mayoría de niños. No son necesarios otros alimentos ni líquidos. Varios estudios han
demostrado que, si los lactantes sanos reciben lactancia materna exclusiva, no requieren
agua adicional durante los primeros 6 meses de vida, incluso en climas cálidos. La leche
materna, que está compuesta por un 88% de agua, es suficiente para satisfacer la sed del
lactante. Para la madre, la lactancia materna exclusiva puede demorar el reinicio de la
fertilidad y acelerar la recuperación del peso que tenía antes del embarazo. Las madres que

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amamantan de manera exclusiva y frecuente tienen menos del 2% de riesgo para volver a
embarazarse durante los 6 meses siguientes al parto, siempre y cuando sigan con
amenorrea.” (OPS: 5 y 6: 2010)

Por estas razones “la alimentación al pecho presenta inigualables beneficios para el
niño y la madre, tanto en aspectos biológicos y psicoafectivos, como ventajas sociales,
ecológicas y económicas.” (Busto: 53: 2005). En suma, lo mejor es tener una lactancia
materna –en los primeros seis meses- exclusiva o casi exclusiva, no descartamos las
ventajas existentes de la lactancia artificial, y las ventajas de complementos alimenticios y
leches industrializadas posteriores a los seis meses de vida.
Para fines de esta investigación delimitamos a tres tipos de lactancia, las cuales son:

La lactancia exclusiva, es aquellos niños y niñas que reciben exclusivamente pecho


materno, es decir leche materna.
Lactancia mixta, la entendemos como la suma de leche materna y suplementos
alimentarios, el ingreso de sucedáneos, entre otros.
Lactancia artificial, es en donde no se da pecho materno – no importan las razones-
y este se sustituye por fórmulas, complementos o sucedáneos alimentarios acorde a
la edad del menor.

Desde la esfera médica se cuenta con una tendencia general a aceptar la lactancia
materna como el mejor mecanismo para nutrir a los recién nacidos; se acepta comúnmente
además de dar la cantidad exacta de proteínas, es el mejor mecanismo para evitar ciertas
enfermedades. Aunque desde la década de los años setentas es aceptado el uso de
suplementos alimentarios para brindar la lactancia materna –de forma artificial- a las niñas
y los niños recién nacidos. Este hecho ha constituido en la necesidad de hacer dos grandes
estrategias una de promoción de la lactancia materna y la segunda de brindar lineamientos,
con las escalas, nacionales e internacionales que regulen el uso de los suplementos
alimenticios en menores de seis meses; podemos decir que está se ha hecho bajo la premisa
de “estimular y proteger la lactancia materna y controlar las prácticas comerciales
incorrectas usadas para vender productos de alimentación artificial.” (Lorenzo: 81: 2005).

“La lactancia materna (LM) es la mejor estrategia para mejorar la salud y prevenir la
mortalidad infantil. Los menores amamantados experimentan menor mortalidad, incluido el
síndrome de muerte súbita, y menor frecuencia y gravedad de morbilidad por diarreas,
infecciones respiratorias y dermatitis. Los niños amamantados tienen mayor coeficiente
intelectual, menos riesgo de diabetes, obesidad, asma y leucemia. Por su parte, en las
mujeres que amamantan de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial

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de la Salud (OMS), se observa una supresión de la ovulación y una mayor pérdida de peso
en los primeros meses posparto comparadas con mujeres que no amamantan o lo hacen con
menor intensidad. Asimismo, la lactancia materna se asocia con menor riesgo de sufrir
cáncer de mama o de ovarios, y de diabetes en la mujer. Además, la LM se asocia con
ahorros familiares sustanciales asociados a la compra de lácteos de fórmula y parafernalia,
por consultas médicas y medicamentos.” (OMS: 2013)

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Nutrición y Salud consideraciones generales.

La alimentación ha sido –y quizá sigue siendo- uno de los aspectos donde más
visiones se puede tener sobre los significados y valores de lo adecuado o lo inadecuado
para las personas; en realidad como un aspecto meramente humano, con una carga de los
significados y valores que orientan nuestra alimentación; dado que está más en un aspecto
de las prácticas socioculturales, que desde una esfera de valores, es mejor que cada persona
decida individualmente que es lo mejor para su alimentación y su salud. Sin embargo, en el
grupo etario de los recién nacidos esto está lejos de poder aplicarse dado que tienen total
dependencia de su alimentación y su salud, en sus mayores. Por esta razón se empezó a dar,
y aún se les dan, a las mujeres embarazadas, como a las que ha dado a luz guías sobre la
adecuada alimentación de sus recién nacidos y la relevancia de una buena alimentación en
el recién nacido, a lo largo de su vida y su sano desarrollo. Para los profesionales de la
salud, en México, un punto de referencia clave es el que dio en 1961 el Dr. Ramos-Galván,
porque es el primer ejercicio que aporta tener “desde el punto de vista pediátrico, la
alimentación juzgada desde por lo menos tres ángulos: el nutriológico, que comprendería el
contenido y concentración de los nutrientes de la dieta; el dietológico, que abarcaría las
características de los alimentos de la dieta, y el psicológico, que incluiría la estimulación
para el desarrollo emocional que debería ser efectuado por medio de la dieta.” (Cravioto y
Cravioto: 15: 1991).

Podemos decir que la lactancia materna es la mejor forma de brindar las atenciones
primarias a los recién nacidos, indudablemente en este punto se vuelve necesario referirnos
a una persona que va estar muy de cerca con el menor de edad, la madre. La lactancia
materna se basa en un binomio de madre –hijo, en donde el papel protagónico lo lleva la
mamá, al ser la persona que primordialmente dará la alimentación al recién nacido, sea por
pecho materno o extracción de su leche materna, invariablemente se encontrará la madre –
aún cuando se usan suplementos alimenticios o leche industrializada, la madre sigue
presente primordialmente-.

Las experiencias y las investigaciones demuestran que entre mejor enterada, y


preparada, esté la madre de las necesidades de su hijo mejores condiciones les podrá dar

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para potenciar de mejor manera la lactancia materna a su recién nacido, una de las
investigaciones que se han realizado refiere:

“Es conveniente instruir a la madre durante el embarazo sobre las ventajas de


amamantar al niño con objeto de lograr condiciones psicológicas adecuadas. Debe
tenerse presente que la lactancia materna se inicia entre las 48 y las 72 horas
siguientes al parto y que normalmente es precedida por una congestión brusca más o
menos dolorosa de las mamas. El niño debe principiar a mamar dentro de las
primeras 24 horas de su nacimiento con objeto de estimular el reflejo
neuroendocrino para la lactopoyesis y favorecer la formación adecuada del pezón”
(Casanueva: 261: 1990).

Casanueva aporta; a) condiciones fisiológicas que tendrá la madre poco antes de dar
a luz a su recién nacido y b) momentos antes de iniciar el proceso de lactancia. En este
punto hacemos hincapié que es sumamente relevante transmitir información, a las futuras
madres, de forma clara y concisa, esto puede repercutir en mejores condiciones de
alimentación del recién nacido y ofrecerles una mejor oportunidad para tener una exitosa
lactancia materna.

Casanueva nos conduce a una indagación más profunda en la materia, lo que


podríamos llamar los elementos constitutivos –de lo que aquí determinamos- como la
lactancia materna exitosa y que pueden son visibles desde tres esferas; a) la madre, b) desde
el recién nacido y c) el sector salud; los tres son elementos fundamentales, para la lactancia
materna y los tres están interactuando de manera conjunta. En esta lógica retomamos las
pautas de Langer, empezando por la madre: “a) que, la madre, sea sana; b) que esté bien
nutrida; c) que esté en disposición favorable para el amamantamiento; d) que tenga el
tiempo y la tranquilidad necesarios y e) que no tenga malformaciones en los pezones.”
(Langer: 25: 1990).

Para el recién, son; “a) estar sano; b) no tener malformaciones; y c) que sea de
término o cercano al mismo.” (Langer: 25: 1990). Y desde los servicios de salud; “a) Si el
nacimiento se da en una institución, resulta muy importante para el establecimiento de la
lactancia que no se separe a la madre de su hijo en las primeras horas o días posteriores al
parto; b) insistir en la importancia de la lactancia materna dar información y aclarar dudas;
y c) visitar domiciliariamente –a la madre y recién nacido- para ver las dificultades en el
amamantamiento para conocer las dificultades y contribuir a superarlas.” (Langer: 25:
16
1990). En suma estos son los elementos fundamentales, para una buena lactancia materna.
Sin embargo, esto sólo cubrirá los primeros seis meses de vida como Marenzi, nos acota;
“Después de los primeros seis meses, la lactancia materna no cubre las necesidades de
energía, proteínas y de ciertos micronutrientes (como el zinc, hierro y de algunas
vitaminas). Por este motivo es necesario ofrecer alimentos complementarios apropiados
para cubrir los requerimientos a partir de esa edad.” (Marenzi: 122: 2005).

Aunque, en este punto señalamos, que la lactancia materna se constituye como un


punto de relevancia entre la madre y el recién nacido, encontramos eco en Lorenzo, en
donde manifiesta que la “lactancia materna es un derecho de las madres y es un
componente del derecho de los niños a una alimentación adecuada.” (Lorenzo: 81: 2005).

Nutrición infantil debate desde las diferentes trincheras

Podemos decir que el tema de la lactancia materna –como el de la alimentación


infantil- es uno de los pocos elementos sociales en los que se encuentra mayor consenso de
sus ventajas para el sano desarrollo del recién nacido. Sin embargo, la multiplicidad de
aspectos que toca tanto en lo institucional como en lo personal lo vuelven un tema
complejo y de debate en sentido de las condiciones que se deben de tener para una buena
alimentación del recién nacido o para brindar una lactancia materna adecuada; existe
también un consenso de que lo mejor para el recién nacido es brindar la leche materna, en
ese sentido Salas y Torre, señalan que:

“La alimentación infantil constituye un proceso de vital importancia, en el cual se


conjugan desde cuestiones nutricionales, ecosistémicas, de instituciones y servicios
de salud, de roles sociales, de significados del cuerpo femenino, de prácticas
socioculturales de crianza, hasta regulaciones estatales, el papel de los medios de
comunicación masiva y el complejo mercadotécnico que subyace en la publicidad
de los productos diseñados para la alimentación infantil. Por ello, la alimentación
infantil y en particular la lactancia materna forman parte de múltiples dimensiones
de la vida de las mujeres y sus familias;” (Salas y Torre: 151: 2009).

Una visión que complementa la visión de Salas y Torre, es la ofrecida por


Pérez – Gil y colaboradoras, este grupo de investigadoras señalan que “la nutrición es un
proceso biológico que sucede en todo organismo vivo, sin embargo, para llevarse a cabo
requiere de nutrimentos que se encuentran en los alimentos y aunque todos los seres

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humanos nos alimentamos, no todos lo hacemos del mismo modo.” (Pérez-Gil et al: 213:
2009). Consideramos que esto es cierto, no todos nos alimentamos igual, no todos tenemos
acceso a los mismos alimentos en cantidad o calidad; esto puede deberse por factores
económicos, sociales, culturales e incluso geográficos que limitan o impulsan el consumo
de alimentos específicos. La mayoría de las veces la alimentación infantil y de los recién
nacidos dependen de las condiciones de acceso que tenga la familia; la enorme desigualdad
social y económica que vive México, provoca una disparidad en la cantidad y calidad de los
alimentos, por lo que muchas veces no se tiene las condiciones indispensables para una
sana alimentación, sean los niños, las mamás o las familias. Un punto de exclusión, es la
carencia de recursos económicos para acceder a las fórmulas lácteas cuando no se puede
dar leche materna, el costo provoca que en no pocas familias en México, se opte por una
alimentación de menor calidad y cantidad al recién nacido, así como disminuir las
porciones a los hijos con más años, más adelante vamos observar como en el programa
OPORTUNIDADES, se da el caso de ver a los complementos alimenticios como un sustituto
de la leche.

Con esto observamos que la alimentación infantil, así como la lactancia materna
constituyen un entramado complejo de la vida social, el número de elementos que la
constituyen hace poco compatible que la uniformidad se mantenga constante a lo largo del
tiempo. Pérez-Gil y colaboradoras señalan que “la alimentación no es, exclusivamente, un
fenómeno biológico, nutricional o médico, es, además, un evento social, psicológico,
económico, simbólico, religioso, esto es, cultural en el más amplio sentido del término. En
consecuencia, podemos afirmar que los alimentos, no son simples portadores de energía y
nutrimentos, sino que están llenos de significados” (Pérez-Gil et al: 215: 2009).
Invariablemente, estos significados suscitarán cambios en las personas y sus
representaciones; un ejemplo valido para esta investigación, se encuentra en el debate
feminista, en donde por un lado un grupo asume una defensa a ultranza a favor de la
lactancia materna para estimular y fomentar el vínculo entre la madre y el recién nacido. O
en contraste, la defensa de grupos que consideran como un derecho de la mujer decidir
libremente sobre su cuerpo, y por ende sobre la posibilidad de brindar la lactancia materna
al recién nacido como algo electivo y no obligatorio en donde se hace énfasis en que el
vínculo madre e hijos viene más adelante y por otro tipo de razones.

18
Para fines de esta investigación la posición que se toma es que la lactancia materna
durante los primeros seis meses de vida es la mejor opción; a partir de esta edad es
necesario ir introduciendo nuevos elementos a la dieta del recién nacido, y los mismos
deben acompañarse de ser sanos y apropiados a su edad, sin descuidar que tengan una
aceptación cultural, ya que está será imprescindible para las siguientes etapas de la vida
social del recién nacido.

Podemos decir que las consideraciones sociales en las cuales se establece la


necesidad de brindar lactancia materna y alimentación a los recién nacidos, se fundamenta
en los siguientes aspectos; a) una vinculación imprescindible entre las decisiones
individuales de la madre y los requerimientos nutricios del recién nacido; b) seguido de una
paulatina inserción en alimentos complementarios acorde a su edad y c) a su cultura. En
conclusión es necesario brindarle –al recién nacido- una variedad de alimentos que le
permitan un sano desarrollo nutricional, físico y mental para ayudarle a establecer mejores
prácticas alimentarias. Como refiere Marenzi:

“Durante la transición a la alimentación del adulto (alimentación complementaria),


los pequeños necesitan alimentos variados, que tengan consistencia semisólida, una
densidad energética y de micronutrientes (en particular de hierro y de zinc)
adecuada, que contengan poca cantidad de fibra, que ofrezcan una buena calidad
proteica, que sean de rápida e higiénica preparación y que se adapten a los gustos y
hábitos de la familia. La forma más económica de promover y proteger la salud y la
nutrición en uno de los periodos de mayor vulnerabilidad, como es el primer año de
vida, se basa en la implementación efectiva de la estrategia de atención primaria de
la salud (APS) donde la educación de los padres acerca de la correcta
implementación de la alimentación es fundamental.” (Marenzi: 141: 2005).

Podemos decir, que también es sumamente importante lo que se hace desde la esfera
de los centros de salud, en uno de los estudios pioneros, en México, encontramos
información sumamente relevante en materia de promoción de la lactancia materna y su
difusión:

“También hay que destacar otro gran esfuerzo de educación a la población, consiste
en que actualmente con los Programas Integrados de Salud (PREVENIMSS), el
IMSS entrega a sus derechohabientes Cartillas y Guías Para el Cuidado de la Salud
que posteriormente se usan en cada contacto entre trabajadores de la salud y
derechohabientes en los diferentes ámbitos. Para los niños menores de 10 años,

19
estos documentos contienen información sobre educación, nutrición, prevención y
control de enfermedades y detección de las que no pueden prevenirse; dentro de la
cual se da información precisa sobre la alimentación de los niños menores de dos
años con énfasis en la importancia de la Lactancia Materna Exclusiva en los
primeros seis meses de vida.” (Flores y Martínez: 114: 2004).

Podemos decir que la promoción de la lactancia materna, como de una buena


nutrición infantil, es necesaria desde la esfera del sector salud, una buena promoción en la
alimentación infantil y por este motivo es necesario que se fomente desde las instituciones
de salud:

“los efectos de las prácticas que se siguen en las instituciones de salud,


especialmente las obstétricas, y las seguidas con los recién nacidos en la selección
que hacen las madres de los tipos de alimentación, tanto en el hospital como en el
hogar, después de la salida de la madre. Estas prácticas son de particular interés, ya
que pueden interferir con el amamantamiento inicial y el contacto madre-niño, y en
consecuencia causar la disminución de una lactancia materna exitosa y continua.”
(Ríos et al: 28:1994).

Como colofón, podemos decir que las prácticas que se hacen en los hospitales,
indudablemente serán para las madres la base de sus decisiones en la lactancia materna que
le piensan brindar a sus recién nacidos; sumado a las condiciones sociales –que hemos visto
con anterioridad- será un conjunto de saberes que se pueden aprender en la familia, en las
interacciones sociales, en las representaciones sociales y por supuesto en la que brinda el
sector salud como guía de parámetros de una buena alimentación.

Al cierre de esta parte podemos decir que la nutrición, la salud y las


representaciones sociales son un trinomio, poco explorado, es tierra fértil para poder hacer
investigaciones de frontera, no es casualidad que se empiece indagar sobre el tema, la
nutrición desde la esfera de los programas y las políticas públicas.

20
Nutrición y Política Pública

Si bien este tema, el de la nutrición infantil y la promoción de la lactancia materna,


ha sido –y es- de cabal relevancia para superar las condiciones de pobreza en un segmento
importante de la población. En ese sentido los esfuerzos que se ha venido realizando por
diferentes niveles gubernamentales, administraciones y sociedad civil en su conjunto han
tenido resultados variopintos, que han servido de referente para los programas que se han
realizado a posteriori y que en esencia han buscado subsanar las fallas predecesoras, uno de
ellos es el programa OPORTUNIDADES, del cual vamos abordar los siguientes tópicos,
condiciones de una política pública (en este caso política social); sobre los orígenes del
programa PROGRESA –antecedente de- OPORTUNIDADES; y algunos resultados del
programa.

Para poder implementar una política pública es necesario tener, primeramente, un


diagnóstico en la materia. Segundo a partir del diagnóstico y buscando las mejores opciones
que convengan a una mayoría, diseñar la política pública que mejor se adapta a las
necesidades. En el caso, del programa OPORTUNIDADES, “se proponía sustituir las
transferencias de ingresos por subsidios generalizados; por transferencias monetarias –
focalizadas- a familias beneficiarias. Condicionaba, la entrega de las transferencias
monetarias a la adopción de determinados patrones de conducta por parte de los hogares
beneficiados.” (Levy: 17: 2009). Es decir el programa partió de la certeza de que el gasto
público en materia de desarrollo social y programas sociales estaba mal encaminado,
realizó un diagnóstico, que permitió encuadrarlo en una lógica de cambio de las políticas
públicas en nuestro país, que se ha mantenido vigente a lo largo de quince años de vida.

El gran éxito del programa PROGRESA – OPORTUNIDADES, ha sido su longevidad,


logros alcanzados, una sistematización rigurosa de los principales hallazgos y un proceso
de mejora continua, transformando prácticamente más de 70 años de distintos programas
encaminados al combate a la desnutrición. Por eso, podemos decir que la multivariedad de
programas sociales para combatir la desnutrición existe en México, desde hace ya bastante
tiempo -en la década de los años veinte podemos encontrar los antecedentes tempranos de
la institucionalización de los programas sociales encaminados a temas de combate a la

21
desnutrición-. Dado que existe una constante preocupación por resolver el tema de la
desnutrición –y las implicaciones posteriores para la educación, el trabajo, la salud y en
general las condiciones mínimas de bienestar -. En ese sentido, una de las debilidades, ha
sido la calidad de las fuentes de información –en el sentido de su homogeneidad y
continuidad-. Esto nos debe llevar a la reflexión que una gran limitación para el diseño de
los programas, anteriores o antecedentes de PROGRESA – OPORTUNIDADES ha sido el
escaso número de variables homogéneas que permitan definir con claridad y sencillez los
resultados en materia de nutrición. Podemos decir que ante la falta de información es
común encontrar una serie de esfuerzos que han sido impulsados desde organizaciones de
la sociedad civil, sectores económicos y sociales; así como los impulsados por parte del
Estado, aunque de forma inconexa y con resultados –en algunos casos- poco halagüeños
para el combate a la desnutrición, una reflexión que podemos alcanzar es que ante la falta
de información certera, un boom demográfico, una serie de cambios en los patrones
sociales y culturales la alimentación se ha vuelto cada día más compleja, así también se han
transformado las estrategias para el combate a la desnutrición en la infancia.

Sin duda alguna una de las grandes necesidades del Estado, es dotar a la población en
condiciones de vulnerabilidad de condiciones y oportunidades que les permitan superar este
entorno de carencias. Para ello es necesario que el Estado adopte acciones, programas y
políticas públicas claras, eficientes y efectivas que impulsen a la población en condiciones
de desventaja social a tener más y mejores elementos que les permitan sortear las carencias
que se tienen. No es gratuito que los Estados orienten una parte importante de su gasto a los
rubros de salud, educación y alimentación en las zonas con mayor número de personas en
exclusión social, México no escapa de esta tendencia, y aunque como hemos visto (y
veremos), mundial con una cantidad variopinta de resultados, por eso hemos dedicado un
apartado a conocer la política pública más relevante, en la materia, desde hace 15 años –y a
su vez el de mayor longevidad-. Es momento de dar paso para conocer la historia y algunos
resultados de este programa –que son guía para la presente investigación.

22
Sobre Oportunidades

Las condiciones de pobreza, existentes a mediados de la década de los noventa,


generaron el programa de combate a la pobreza más ambicioso que se tenga en la memoria
en México, PROGRESA. Además de considerar que fue pionero en tener consideraciones de
diseño transversal para la superación de la pobreza, es decir conjuntaron tres acciones
relevantes para el abatimiento de la pobreza; dotar de una buena nutrición a las familias
beneficiarias, brindar insumos de salud a las familias, y en especial a los menores de edad;
y por último tener a las niñas y a los niños en la escuela como un mecanismo de control
para seguir dentro del programa.

PROGRESA, “fue parte de un rediseño amplio de las políticas dirigidas a combatir la


pobreza y se lanzó junto con otras medidas que constituían una estrategia integral de lucha
contra la misma.” (Levy: 2009: 44). Es decir PROGRESA, se convirtió en un programa
integral que marcaba una estrategia para dotar de mejores condiciones a la población
objetivo, y donde se retomaron programas exitosos, pero fueron rediseñados para formular
la estrategia transversal de combate a la pobreza, mismas que fueron ancladas con diversos
programas y acciones gubernamentales. Sin embargo, podemos decir “que el programa no
acelera el crecimiento directamente y no erradica la pobreza por sí solo.” (Levy:2009:45).
El gran aporte del programa va en el sentido de concebir que la pobreza y su repetición
intergeneracional depende en gran medida de malas condiciones de salud y educación en la
población en general y también en la fuerza laboral. En este sentido, la lógica del programa
fue “poder contribuir al crecimiento al fomentar de manera gradual el surgimiento de una
fuerza laboral más saludable y mejor educada.” (Levy: 2009: 45). Todo ello ha aplicado –y
sigue aplicando- en la formación del programa. Sin embargo, para el tema de la nutrición,
el programa aplicó desde el principio brindar suplementos alimenticios para las mujeres
embarazadas, para recién nacidos –en caso de aplicar-, y para menores de 5 años con
condiciones de desnutrición severa.

PROGRESA, arrojó los siguientes resultados –en sus primeros años- en materia de
desnutrición infantil en menores de edad, según las fuentes consultadas por Levy; “se
encuentra un impacto significativo en el crecimiento y en la probabilidad de desmedro

23
nutricional en los niños de 12 a 36 meses del medio rural…hallaron un aumento en la talla
por edad de casi un centímetro más en comparación con los niños que no participaban en el
programa.”(Levy: 2009: 92). Siguiendo con los resultados obtenidos en esta primera etapa
del programa, encontramos los siguientes datos; “se observó que entre 1998 y 1999 hubo
una disminución de 17% en el número de niños de 5 a 23 meses de edad del medio rural
que presentaban desnutrición entre moderada y severa, y una disminución de 12% en la
prevalencia de desnutrición de alto riesgo entre los niños de 24 a 59 meses.”(Levy: 2009:
93).

En este sentido podemos decir que el tema ha sido prioritario y dio buenos
resultados en sus primeros años de existencia; sin embargo, el programa se rediseñó y dio
como resultado transitar del programa PROGRESA al programa OPORTUNIDADES (esto se
dio en el año 2002), poniendo énfasis en mejorar algunas condiciones que surgieron a
través de las evaluaciones a las que fue sometido; segundo se hizo hincapié en que el
programa potenciara las capacidades individuales de las personas que son beneficiarias,
además de que generara capital humano suficientemente resistente para no volver a caer en
pobreza intergeneracional, esto fue un cambio sumamente importante para la manera en
que vamos a seguir tratando al programa y los datos que vamos a obtener para seguir
adelante en la investigación.

Es relevante señalar que uno de los grandes aportes del programa PROGRESA fue
sistematizar la información obtenida a lo largo de los primeros años de existencia del
programa, sin ello no podemos entender porque el programa pudo transitar a su
transformación en OPORTUNIDADES, a su vez en esta lógica de continuidad, las
evaluaciones externas sirvieron para medir el impacto que tenía el programa; además de los
avances en el combate a la pobreza y su posicionamiento en el contexto de política social;
lo que logró una transformación en el programa, al pasar de ser sexenal a volverse una
estrategia de política social transexenal.

24
Algunos resultados de OPORTUNIDADES

Para empezar es relevante indicar la forma en que se rige el programa


OPORTUNIDADES en su vertiente alimentaria.

“La norma de OPORTUNIDADES prevé la distribución mensual de cinco sobres del


complemento a las madres beneficiarias en los centros de salud, después de la
revisión del estado nutricional del niño. El producto no es extensivo a los niños no
beneficiarios o los mayores de 23 meses de edad que no sufren bajo peso. Se ha
demostrado efectos nutricionales positivos del componente en el estado nutricional
de los niños, incluidas la mejor talla para la edad y la menor prevalencia de anemia.
Sin embargo, el efecto ha sido el menor al esperado, tal vez porque sólo 57% de los
niños lo consumen de manera regular.” (Escalante et al: 2008: 317).

OPORTUNIDADES, ha tenido esfuerzos considerables para lograr paulatinamente


abatir –parcialmente, nos referimos- la desnutrición infantil, podemos mencionar las
transferencias a las familias, como elemento central; para esta investigación el punto
medular son los suplementos: “Nutrisano se dirige a niños entre 6 a 23 meses, o de 2 a 4
años, siempre y cuando tengan algún grado de desnutrición, y el Nutrivida está enfocado a
las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.” (Martínez: 2009: 146). Considero, son
de suma relevancia para frenar procesos de desnutrición en la infancia, en particular porque
tienen tres vías de beneficio. La primera el apoyo a las mujeres embarazadas las cuales
reciben un complemento alimentario que las beneficia a ellas e indirectamente al estar bien
alimentadas les presenta una mejor condición para brindar la lactancia materna a sus recién
nacidos. La segunda vía de beneficio, vienen acompañada de apoyar a los recién nacidos –
que no pueden recibir alimentación al seno materno- con complementos alimenticios
adecuados a los requerimientos nutricionales que requieren. Tercero, brindar un sucedáneo
a la dieta y alimentación del recién nacido.

En OPORTUNIDADES encontramos que “el énfasis ha cambiado de aumento en el


peso a aumento en la talla para la edad como indicador de mejora en el estado nutricional
infantil.” (Barquera et al.: 2001: 474 y 475). Es decir, el cambio sugerido –y aplicado- se
refiere a dar mayor valor a la talla como indicador de evaluación del impacto nutricional
del recién nacido, y restándole valor, aunque no desapareciéndolo, a la variable del peso.

25
Inferimos que el cambio puede deberse al incremento de la obesidad infantil tema de suma
relevancia para quienes se dedican al tema de salud y nutrición –en nuestros días-, mismo
que no le es ajeno a este proceso de investigación, aunque no es el fin en sí.

Una observación interesante es la realizada por Rosado y colaboradores, sobre la


ingesta de la papilla y –parcialmente- del peso de los recién nacidos.

“Los lactantes consumieron menores proporciones de las cantidades ofrecidas, tanto


de papilla como de bebida, en comparación con los niños destetados. Al comparar
las porciones consumidas del producto según su consistencia, no se observaron
diferencias en los niños destetados. Sin embargo, los lactantes consumieron mayor
proporción de la papilla del sabor preferido en comparación con los lactantes a
quienes se les ofreció el producto en su modalidad de bebida. Lo anterior se reflejó
en el consumo notoriamente mayor de calorías de los lactantes que recibieron
papilla.” (Rosado et al: 1999: 158).

Zarco y colaboradores refieren que; “En general, los niños no aceptan la


consistencia semisólida del suplemento y sus madres buscan maneras alternativas de
prepararlo. La más frecuente es en forma líquida, de “leche” y, de acuerdo con la edad del
niño, se sirve en vaso o biberón.” (Zarco et al: 2006: 329). Si bien esto mantiene el
consumo calórico de los recién nacidos, esto no es suficiente porque cambia la manera de
prepararlo correctamente y poder alcanzar todas las ventajas que brinda el complemento
alimenticio, adicionalmente se pueden recibir menos calorías. Una segunda práctica común
-referida por Zarco y colaboradores- es que “predomina una percepción del suplemento
como “leche”, pues para la mayoría de las entrevistadas tiene apariencia de leche y sabe a
leche, además de que se prepara y consume como tal. Lo anterior, además del factor
económico que limita la compra de leche, determina que el suplemento se considere no un
complemento de la alimentación sino un alimento por sí mismo y tiende, en la mayoría de
los casos, a incorporarse a la dieta como sustituto de dicho producto.”(Zarco et al: 2006:
329). Estos resultados, llevan a pensar que un buen mecanismo de introducción de
sucedáneos a la leche materna debe ser de manera gradual y pausada para alcanzar de esta
forma un incremento en el consumo calórico del recién nacido; esto además debe de ser
sumamente vigilado, para evitar caer en condiciones de sobrepeso u obesidad en el menor,

26
un buen mecanismo de control puede ser la talla que va teniendo el recién nacido según su
proceso de alimentación y crecimiento.

Escalante y colaboradores, confirmaron los hallazgos de Zarco y colaboradores, al


detectar que “la preparación líquida, aunada a la gratuidad, ha contribuido a que el
complemento se convierta en algunos hogares en un alimento básico y sustituya a la leche.
Aunque esto representa una oportunidad desde la óptica de la madre, podría considerarse
como una barrera desde la perspectiva programática, ya que ha sustituido al consumo de un
alimento.” (Escalante et al: 2008: 320).

Es importante señalar que este tema es sumamente relevante, el hecho de que el


suplemento no se use de forma apropiada implica en sentido estricto un problema para el
desarrollo de los menores de edad que es para quienes se dirige; una segunda problemática
es que se use como sustituto de la leche de vaca, ya que esta sigue teniendo un peso
transcendental, y no es bueno sustituirla, por el complemento, en virtud de que este
desaparecerá.

Aunado a estas consideraciones de uso, también existen barreras al momento de


entregar y hacer uso del suplemento, Escalante y colaboradores encontraron que, “Tanto las
madres como el personal de salud desconocen para qué población específica está
recomendando el consumo del complemento. Se cree que es un producto exclusivo para
niños desnutridos (sin importar su edad).” (Escalante et al: 2008: 320). En este sentido
consideramos que un tema de análisis, para mejora del programa, el observar e indagar en
que parte del proceso de orientación se está fallando, para poder corregirlo de forma
adecuada.

Al cierre de este apartado podemos decir que uno de los grandes aportes del
programa, ha sido dar una lógica de continuidad a una estrategia de combate a la pobreza
de manera intergeneracional para lograr de forma conjunta la superación. Sin embargo,
debemos señalar que los datos vigentes para el año 2012, se observa un repunte de la
pobreza alimentaria en el año previo, según los datos que podemos observar en el “Informe
de Evaluación de la Política de Desarrollo Social en México 2012.” Llevado a cabo por el
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).

27
Posiblemente arrastrada por el contexto económico y social –el cual es sumamente
complejo- a escala internacional que se ha vivido desde hace casi cinco años. En ese
sentido podemos retomar a Contreras y Martínez en donde nos refleja lo complejo que ha
sido la aplicación del programa OPORTUNIDADES (como de otros). “México continúa
mostrando preocupantes signos nutricios alejados de su poderío comercial y económico, a
pesar del progreso registrado sistemáticamente en fuentes especializadas y del buen
desempeño de sus programas de transferencia directa al ingreso de los hogares en extrema
pobreza” (Contreras y Martínez: 2010: 260).

Pienso que OPORTUNIDADES establece un hito en materia de política social en


nuestro país, brindar opciones que antes no se han visto; sin embargo, esto no limita que
mantenga errores frecuentes de la política social de nuestro país, una de ellas es su enfoque
asistencialista, -entendido como un mecanismo de cooptación de las libertades a cambio de
la recepción de servicios públicos que son obligación del Estado. La asistencia social, es la
encargada de brindar servicios básicos destinados a brindar protección y acogida por igual a
cada uno de los integrantes de la sociedad, sin exigir de éste una contribución,- rompiendo
su lógica de desarrollo de capacidades que era la idea original y central del programa. A
pesar de ello es muy rescatable este ejercicio ya que ha sido una transformación social de
gran envergadura de la política pública en el área social, por tanto es necesario seguir
aprendiendo y adecuado el programa basándonos en los resultados de las evaluaciones a las
que se somete.

Sin olvidar, por supuesto, los resultados que se obtienen día a día en el proceso de
implementación del programa; ya que todo programa es perfectible, en cierta media este
proceso de mejora, es el aporte de las políticas públicas, poder sistematizar la información,
tener procesos y mecanismo de control que lo ayudan a mejor y ser benéfico para quienes
son sus beneficiarios directos.

En conclusión la relevancia de esta investigación es aportar, desde un enfoque


comparado, datos claros que permitan revisar los alcances que ha tenido la política pública
OPORTUNIDADES en materia de alimentación en los recién nacidos y en niños de 1 y 2
años de edad. En esencia hacer evidente las diferencias que pueden existir entre quienes son
beneficiarios del programa y quienes no lo son.
28
Desde esta perspectiva hacemos hincapié que si bien la lactancia materna se le ha
dejado de lado en el diseño de las políticas públicas existentes, se le está llevando a un
proceso de abandono y deterioro en detrimento de los recién nacidos y que esto sin duda va
minando sus oportunidades para un sano desarrollo, además las políticas existentes han
demostrado que no han sido suficientemente orientadas para satisfacer las demandas y que
por el contrario han impulsado un contra sentido de abandono, como bien se señala en los
datos que se presentan con la ENSANUT 2012; por tanto es necesario revitalizar las
políticas públicas, relanzarlas con una sentido de eficiencia y que promocione a la lactancia
materna como uno de los mejores mecanismo para brindar alimento a los recién nacidos, en
el caso de los niños de 1 y 2 años es necesario lanzar una política que dé a los menores una
alimentación balanceada y basta para que puedan tener más y mejores oportunidades en la
vida.

Si bien existen pocos estudios, más adelante se observará que esta investigación se
orienta a volver este tema como un punto nuevo y central en el diseño de políticas públicas
en materia social y de salud.

29
El ciclo de las políticas públicas

El presente apartado, surge de la idea de presentar el ciclo de la política pública que


hemos seleccionado para evaluar y trabajar en esta investigación; fundamentalmente este
apartado se constituye de dos grandes bloques, un proceso introductorio, con una definición
de política pública y el ciclo de la política pública. Un segundo bloque que justifica porque
elegimos ese ciclo de la política pública en particular.

Algunos elementos sobre Políticas Públicas

Una definición de política pública aceptada como universal no existe como tal, en
realidad, el concepto ha transitado por una serie de cambios, ajustes y acuerdos que dan
como tal a las políticas públicas una multivariedad de significados; en esta investigación no
se pretende llegar a un acuerdo per se de política pública, sino más bien retomar una
definición de política pública que nos va a dar guía para la presente investigación. Entonces
entendemos que “una política pública integra un conjunto de acciones estructuradas,
estables y sistemáticas que representan el modo en que el gobierno realiza de manera
permanente y estable las funciones públicas y atiende los problemas públicos.” (Aguilar:
2010: 29). A su vez asumimos que las políticas públicas tienen un ciclo que se traduce, de
la siguiente manera: “1) La formación de la agenda. 2) La definición del problema público.
3) La hechura o formulación de la política pública. 4) La decisión o selección de opciones.
5) La comunicación de la política. 6) La implementación de la política. Y 7) La evaluación
de la Política.” (Aguilar: 2010: 34)

La formación del programa OPORTUNIDADES, como hemos visto, se fundamentó


en cada uno de los pilares que sustentan al ciclo de las políticas públicas, su gran aporte es
que se ha mantenido como estrategia de combate a la pobreza desde hace quince años, algo
realmente nuevo para los gobiernos mexicanos, en donde el cambio de gobierno significaba
cambio total en la planeación gubernamental.

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A continuación presentamos de forma, escueta el ciclo de política pública del
programa OPORTUNIDADES. Ante un problema público –como lo es la nutrición infantil-
fue necesario evaluar las acciones gubernamentales previas para dar pie a una política
pública integral en donde el eje rector fue brindar una buena alimentación para dar pie a un
conjunto de acciones de igual relevancia como es una buena salud y una buena educación.
Es decir se diseñó una política pública capaz de integrar diferentes acciones encaminadas
para superar la pobreza y la vulnerabilidad de grupos sociales específicos; una estrategia
consiste en brindar un principio de buena alimentación y nutrición en la niñez, esto aparece
desde la etapa más temprana de edad –recién nacidos- y se va forjando a lo largo de los
primeros cinco años de vida –esto no quiere decir que las etapas posteriores no sean
atendidas-. Una segunda parte de esta política pública, es brindar servicios de salud a las y
los menores de edad beneficiarios del programa; por último –en el caso de los menores de
edad en etapa escolar- se les brinda servicios educativos. Esta suma de acciones tiene la
finalidad de conjuntar esfuerzos para lograr mejores condiciones de vida e inercialmente,
convertirse en una fuerza productiva más capacitada y con mejores condiciones de vida; y
esto dará lugar a la superación de la pobreza.

Podríamos decir, después de este recorrido que una de las fortalezas del programa
PROGRESA –primero- OPORTUNIDADES –después-, es haber sustituido una serie de
programas y políticas públicas que habían agotado su ciclo, o no estaban dando los
resultados esperados; para transitar a un programa que diera solución a una problemática
particular con una estrategia integral para la resolución de la pobreza. El tema de la
nutrición infantil ha sido uno de los apoyados y trabajados, desde un enfoque comparado de
política pública podemos decir que lo sucedido con el programa ha sido un proceso de
aprendizaje y ajuste sobre la materia; podemos retomar la idea de proceso de actividades
gubernamentales de Meny y Thoening:

“a) la construcción y puesta en práctica de las políticas públicas supone un proceso


relativamente abierto y susceptible de ser corregido en cualquier momento; b) da
claridad al hecho de que a cada momento (definición del problema y su inserción en
la agenda pública/ elección de alternativas y determinación de un programa de
acciones/ implementación del programa y producción/ evaluación de resultados)
corresponde un sistema de acciones específicos, actores y relaciones, compromisos
y estructuras sociales; (González: 2007: 267).

31
Esto es muy cierto, México ha dado muestra de la necesidad de hacer
planteamientos y replanteamientos de sus programas sociales –en especial los relacionados
con la infancia- a lo largo de los años. Podemos decir que una de las virtudes que se ha
tenido es siempre querer salir adelante y superar los temas de pobreza –en la alimentación-
de los infantes, como podemos constatar en diferentes estudios que se han realizado sobre
los programas alimentarios en México –destinados a la infancia-. Si bien muchos de estos
no se hicieron bajo una lógica de política pública, dado que el concepto y los lineamientos
de ella tienen poco tiempo de haber aterrizado en nuestro país, podemos asumir que
siempre se siguió –y se sigue- una lógica de mejora de los programas públicos; es decir se
diseñan y rediseñan constantemente; el siguiente cuadro nos presenta una breve cronología
de los programas alimentarios en México:

CUADRO 1
PERIODO POLÍTICA O OBJETIVO POBLACIÓN ESTRATEGIA O
PROGRAMA OBJETIVO ACCIÓN
1922 - 1924 Diversos programas Apoyo a los consumidores Niños en edad Implementación de
asistenciales escolar de zonas desayunos escolares
urbanas
Técnica de la Mejorar el estado de Población Creación de
1940 alimentación nutrición económicamente comedores populares,
débil cadena de expendios
populares de leche
Abasto popular Abaratar el costo de Población de bajos Creación de la
1946-1950 artículos alimentarios recursos comisión nacional de
leche y desayunos
escolares
Abasto y Protección a la economía Población de bajos Creación de
1961-1965 subsistencias popular recursos CONASUPO y la
populares compañía
rehidratadora de leche
1975-1980 Desarrollo integral Mejorar el estado Población infantil Desayunos escolares
de la familia (DIF). nutricional de la población. Madres gestantes Fabricación de leche
Sistema alimentario Distribución de para lactantes y
mexicano (SAM) complementos dietéticos madres gestantes
Programa nacional Cambiar condiciones de Menores de cinco Programa de vigilancia
1982 de alimentación alimentación y nutrición años, mujeres del estado nutricional
(PRONAL) embarazadas y
lactantes
Programa de Proteger contra deficiencia Niños menores de Dar suplementos a los
1994 suplementación con de vitamina a cinco años niños durante las
megadosis de campañas de
vitamina a vacunación
1997 Programa de Mejorar los niveles de Niños menores de Vigilancia del estado
educación salud y salud, nutrición y educación cinco años, mujeres de salud y nutricional,
alimentación embarazadas distribución de
(PROGRESA) suplemento

32
alimentario
2002 Programa de Mejorar los niveles de Niños menores de Vigilancia del estado
Desarrollo Humano salud, nutrición y educación cinco años, mujeres de salud y nutricional,
OPORTUNIDADES Ampliación de la cobertura embarazadas distribución de
del programa. suplemento
alimentario
Fuente: Barquera, Rivera y Gasca: 2001: 465.

El Ciclo de las políticas públicas en la investigación

Pensamos que este trabajo se inscribe en el ciclo de insumos para diseñar políticas
públicas, ya que vamos a comparar, a un grupo de recién nacidos que fueron captados por
la Encuesta de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2006. Los resultados que se presentan son en
el momento que se está implementando una política pública, como lo es
OPORTUNIDADES, en un año particular que es el 2006.Siguiendo en esta lógica podemos
afirmar que una condición indispensable, para el éxito, en una política pública es asumir
que “las cuestiones definidas genérica y sencillamente, sin tecnicismos, que presentan
aspectos nuevos y de significación duradera para grandes números de población, son las
que tienen mayor probabilidad de expandirse al gran público y de involucrarlo.” (Aguilar:
2007a: 35). En la solución de los problemas públicos y más cuando estamos trabajando
para la resolución de problemas sociales esto se convierte en una premisa de gran
envergadura para la resolución de los problemas público, por esta razón pensamos que
dentro de la solución de los problemas sociales –como es el caso- se vuelve sumamente
necesaria la inclusión de todos los actores participantes con un lenguaje claro y sencillo que
permita una fácil adopción de las medidas trazadas por el programa y en ese sentido se
volverán de una mayor relevancia para la resolución de problemas dentro de una
comunidad, logrará sus objetivos y por tanto se volverá una solución práctica.

Considerando esto la resolución de los problemas de alimentación infantil, pasa por


un buen diseño del programa, pero también una idónea comunicación de los objetivos
trazados para el mismo, por tanto una buena forma de encaminar el análisis de política
pública tiene que ver con el número de madres que dan lactancia materna a sus hijos con
conocimiento de las ventajas que se tienen y también las limitantes que se pueden dar con
una mala alimentación materna. Podemos decir que una de las condiciones necesarias para

33
brindar una buena alimentación a los recién nacidos es dotar a la madre de una buena
información, seguidamente de esto, podemos decir que una consideración esencial para
lograr una buena alimentación en los menores de edad es tener conocimientos sobre la
lactancia materna, que sea de forma objetiva y en caso de que las madres no puedan dar
pecho materno se den los complementos alimenticios de una manera que promuevan en el
menor la potenciación de una mejora nutrimental.

Por tanto al considerar este parte nosotros retomamos los objetivos específicos del
programa, al cual hacen referencia Soto y colaboradores: “Atender la salud y nutrición
durante las etapas de la gestación y crecimiento de niños y niñas mediante la entrega de
suplementos alimenticios, vigilancia médica en las unidades de salud e información para el
auto cuidado de la buena alimentación.” (Soto et al: 2010: 114). Sobre este punto, podemos
decir que una de las consideraciones más importantes en el tema de la lactancia materna se
encamina para una buena alimentación desde pequeños, pero también para las etapas
posteriores -e incluso podemos decir, esto se vuelve una acción de medicina preventiva-.
Una segunda condición, es el tema de los suplementos alimenticios los cuales consideramos
son una buena aportación de nutrientes para los recién nacidos, máxime cuando no tienen
otra forma de obtenerlos –es decir no existen condiciones para dar leche materna-. Si bien
los complementos alimenticios –como vimos antes- no sustituyen las bondades de la leche
materna, si es necesario tenerlos para brindar una opción alimentaria diferente a la lactancia
materna, bajo el supuesto de que la leche materna parcial o totalmente no se pudiera dar.

Para fines de esta investigación, la lactancia materna es el mejor mecanismo para


brindar una buena alimentación a los recién nacidos, pero también pensamos que existen
condiciones –como ya lo vimos- en las cuales la leche materna debe ser complementada
total o parcialmente por los complementos alimenticios, los cuales son sumamente costosos
en el mercado, por tanto el hecho de que exista está prestación dentro de un programa
social, se ve como una forma positiva de brindar un apoyo a las personas de escasos
recursos que mayormente lo pueden necesitar –o bien personas sin seguridad social, que no
pueden acceder a él-.

Dentro de la presente investigación debemos reconocer que en materia de política


pública, la política alimentaria y nutricional ha transitado de programas de apoyo

34
generalizado a los programas focalizados, siguiendo a Soto y colaboradores, podemos decir
que en México:

“Hoy opera, por ejemplo, mediante el otorgamiento de un apoyo monetario ligado a


la modificación de ciertas conductas y estrategias de vida con el propósito final de
romper el círculo de la pobreza (OPORTUNIDADES–ejemplo-). Existen otros
programas que buscan la colocación de un bien alimentario específico con
propiedades nutricionales a quienes se consideran vulnerables o en situación de
pobreza con el objetivo de disminuir sus riesgos y carencias específicas (PASL y
PAL–ejemplo-); y, por último, otros que distribuyen alimentos a bajo precio a todo
un rango cercano o probable de necesitar la ayuda sin hacer distinciones importantes
en cuanto a la manera en que este apoyo se recibe o genera algún resultado
buscando en lo inmediato (PAR y Desayunos Escolares –ejemplo-).” (Soto et al:
2010: 71).
Considerando los análisis de política pública, un elemento básico es el proceso de
análisis de los resultados para lograr un mejor diseño y por tanto también obtener mejores
resultados, en este sentido reafirmamos que la presente investigación se centra en hacer un
ejercicio de evaluación de política pública en este caso el programa OPORTUNIDADES, a
través de datos existentes (que se verán en el apartado metodológico) y saber sus
resultados, además de buscar brindar información objetiva en la materia para poder
desarrollar mejores mecanismo de política pública para los menores de 2 años y para una
adecuada promoción de la lactancia materna vía las políticas públicas.

Segundo, considerando las legislaciones y los convenios internacionales que existen


en México, la necesidad de formular políticas públicas encaminadas a dar la atención a las
niñas y los niños debe de realizarse con el enfoque de derechos en las políticas públicas; en
ese sentido (aunque no es lo que guía la investigación) consideramos que es necesario que
se retome para este tema, el enfoque de derechos. En palabras de Fuentes: “De ahí la
necesidad de revisar el papel del Estado y dimensionar nuevamente la discusión en torno a
cuáles son los ámbitos de intervención en los que lo estatal tiene vigencia;” (Fuentes:
2010:137).

Dentro de esta investigación, previamente, hemos intentado hacer un balance sobre


los estudios que existen en la materia, unos en la esfera de la medicina, otros han sido sobre
el programa PROGRESA – OPORTUNIDADES, un panorama general sobre las políticas

35
públicas existentes en México sobre la materia y sus resultados, así como la necesidad de
darle su justo valor al tema de las políticas públicas.

36
Capítulo III. Resultados

El capítulo está orientado en presentar los resultados de la investigación. Primero


presentaremos los datos, recabados de la ENSANUT 2006 que hemos obtenido del grupo de
recién nacidos; a continuación del primer apartado presentaremos los resultados para el
grupo de edad de niñas y niños con 1 y 2 años.
El segundo punto es que la existencia de estos datos, nos permite hacer
observaciones y comparaciones con diferentes países y en circunstancias específicas pero
nos muestran un panorama más amplio y universal, por lo que es fundamental indagar los
procesos internos que tiene nuestro país, en especial cuando vamos a revisar los resultados
en la materia que se obtuvieron por el programa OPORTUNIDADES. En este contexto y
para fines de lo que a continuación vamos a presentar vamos a dar un par de señalamientos,
primero los datos que se van a presentar fueron recabados en el año 2006 –como ya hemos
mencionado-, es decir el panorama general que presentamos tiene un periodo de tiempo
considerable, sin embargo existen elementos que bien podemos rescatar, primero el
ejercicio que se muestra con la ENSANUT 2006, es una ejercicio que retoma principios de
la lactancia, la alimentación infantil con un cuestionario que nos permite observar las
diferencias existentes entre la pertenencia o exclusión del hogar en OPORTUNIDADES, y
las implicaciones que ello representa.

37
Los Recién Nacidos

El primero dato, es la proporción de niñas y niños de 0 años cumplidos de la


muestra, el siguiente cuadro presenta, las características por sexo y se observa que hay un
53.1% de niños y un 46.9% de niñas, los cuales representarían la distribución poblacional
de niños y niñas en México, según resultados de la ENSANUT 2006.

Cuadro 2
México 2006, proporción de Niñas y Niños Encuesta de Salud y Nutrición

Sexo Estimación
Niño 53.1%
Niña 46.9%
Total 100.0%
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

En el siguiente cuadro, según información de la ENSANUT 2006 se observa que de


los tres tipos de lactancia que son utilizados en la alimentación de los recién nacidos,
predomina la lactancia exclusiva. Tenemos que en los primeros tres días, la proporción de
niños y niñas recibieron lactancia de tipo artificial el 6.9%; el 45.6% tuvieron una lactancia
mixta es decir combinación de la lactancia artificial y pecho; y exclusiva fue de 47.6%
quienes recibieron sólo pecho.

Cuadro 3
México 2006, tipos de lactancia en la alimentación a recién nacidos

Tipo de Lactancia Estimación


Artificial 6.9%
Mixta 45.6%
Exclusiva 47.6%
Total 100.0%
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

38
Hablando de los recién nacidos que cuentan con el programa de apoyo
OPORTUNIDADES, vemos que del total de niños que su hogar no es beneficiario del
programa, tenemos que el 92.4% sí recibieron pecho. De la misma forma observamos del
total que sí recibieron OPORTUNIDADES el 95%, sí recibieron pecho.

Cuadro 4
México 2006, proporción de Niñas y Niños que recibieron alimentación al seno materno y
afiliación al programa OPORTUNIDADES

Pertenece al programa Recibieron Alimentación al seno materno


OPORTUNIDADES Sí No
Sí 95% 5%
No 92.4% 7.6%
Total 93.1% 6.9%
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

En continuación a la tabla que presentamos, observamos que el tipo de lactancia,


según su pertenencia al programa OPORTUNIDADES. Del total de niños y niñas que no
recibieron OPORTUNIDADES, el 7.6% de ellos recibieron lactancia artificial, el 48.3%
recibieron lactancia de tipo mixto, y el resto fue de tipo exclusivo. También se observa que
del total de infantes de 0 años cumplidos que sí tienen el apoyo del programa el 5% recibió
lactancia de tipo artificial mientras que el 38.9% recibió lactancia mixta y el restante 56.1%
fue de tipo exclusivo.

Cuadro 5
México 2006, proporción de Niñas y Niños donde su hogar está afiliado al programa
OPORTUNIDADES y su tipo de lactancia

Pertenece al Tipo de lactancia


programa Artificial Mixta Exclusiva
OPORTUNIDADES
Sí 5.0% 38.9% 56.1%
No 7.6% 48.3% 44.1%
Total 6.9% 45.6% 47.6%
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

39
En la siguiente tabla, observaremos las diferencias que existen entre los niveles
socioeconómicos y la alimentación a los recién nacidos. Se observa que del total de niños
de estrato socioeconómico bajo, el 93.5% sí les dieron pecho, mientras que el restante 6.5%
no recibió. Por su parte los de nivel socioeconómico medio se observa que 92.1%
recibieron pecho, mientras que el 7.9% no recibieron pecho. Por último en el nivel
socioeconómico alto, el 89.8% sí recibieron pecho y el 10.2% no lo recibieron.

Cuadro 6
México 2006, proporción de Niñas y Niños que recibieron alimentación al seno materno por nivel
socioeconómico

Nivel Recibieron Alimentación al seno materno


Socioeconómico
Sí No
Bajo 93.5% 6.5%
Medio 92.1% 7.9%
Alto 89.8% 10.2%
Total 93.1% 6.9%
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

Es momento de hacer acercamiento al punto del tiempo, en el siguiente cuadro se


observar que el tiempo promedio de lactancia exclusiva (o al pecho) para niños que no son
beneficiarios del programa OPORTUNIDADES es de 4.7 es menor al grupo de los niños que
sus hogares sí pertenecen al programa 5.4 semanas de lactancia para quienes sí son
beneficiarios. A la luz de estos resultados se puede plantear las siguientes pruebas de
hipótesis:

Ho. La media del tiempo de lactancia de los niños sin OPORTUNIDADES, es mayor o
igual a la media del tiempo de lactancia de los niños con OPORTUNIDADES.

Ha. La media del tiempo de lactancia de los niños sin OPORTUNIDADES es


menor a la media del tiempo de lactancia de los niños con OPORTUNIDADES

40
Cuadro 7
México 2006, estimación del tiempo promedio de lactancia materna en niñas y niños por afiliación
del hogar al programa OPORTUNIDADES

Estimación Desviación estándar

Pertenece al Sí 5.44 0.24


programa
OPORTUNIDADES No 4.70 0.13

Prueba de Hipótesis Diferencia 0.85 0.19


de diferencia de
medias P - Valor -4.54
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

Si este ejercicio lo hacemos por nivel socioeconómico, nos topamos con que si
seleccionáramos aleatoriamente a un niño del estatus socioeconómico bajo, encontraríamos
que el promedio de lactancia estaría ubicado en 4.9 semanas con la dispersión de tiempo
más pequeña de sólo 0.13 semanas, mientras que en status socioeconómico alto se observa
un promedio de una lactancia 5 semanas pero con una mayor dispersión de 0.50 semanas
cabe destacar que quien tiene menor tiempo de lactancia son los niños ubicados en el status
socioeconómico medio con 4.7 semanas.

Cuadro 8
México 2006, estimación del tiempo promedio de lactancia materna en niñas y niños por nivel
socioeconómico

Nivel Socioeconómico Estimación Desviación estándar


Bajo 4.99 0.13
Medio 4.73 0.28
Alto 5.00 0.50
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

41
En el siguiente apartado vamos a presentar las pruebas de hipótesis que utilizamos
para aportar evidencia y responder a nuestra pregunta de investigación. La primera prueba
que pondremos es una hipótesis de medias, con el fin de observar las diferencias en el
tiempo de lactancia.

En el siguiente cuadro se observa que la diferencia en el tiempo de lactancia de los


recién nacidos, que cuentan con el programa OPORTUNIDADES en contraste con los que
no lo tienen es mayor. De forma específica observamos que el tiempo de lactancia cuando
los niños sí tienen OPORTUNIDADES es de 5.23 semanas mientras que cuando no lo tienen
es de 4.38 semanas dando como resultado una diferencia de .84 semanas la cual
encontramos estadísticamente significativa con un 95% de confianza.

Cuadro 9
México 2006, Prueba de medias en relación al tiempo de lactancia

Prueba T para la igualdad de medias


Diferencia de medias Desviación estándar
Tiempo de Lactancia .84 .18
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

En este caso la prueba de medias se establece de la siguiente forma:

Ho. La media del tiempo de lactancia de los niños sin OPORTUNIDADES, es mayor o
igual a la media del tiempo de lactancia de los niños con OPORTUNIDADES.

Ha. La media del tiempo de lactancia de los niños sin OPORTUNIDADES es menor a la
media del tiempo de lactancia de los niños con OPORTUNIDADES.

Con estos resultamos damos por buena la hipótesis Ha, en donde la media de tiempo
de los niños sin OPORTUNIDADES es menor que quienes sí tienen el programa, lo que aporta
información relevante y suficiente para resolver nuestra pregunta de investigación.

42
En secuencia a esta idea, podemos observar por nivel socioeconómico de los
hogares y tipo de lactancia existen una mayor proporción de lactantes recién nacidos
cuando su hogar recibe el beneficio de OPORTUNIDADES. Se observa que la diferencia de
proporciones para niños lactantes recién nacidos que reciben oportunidades con respecto a
los que no resulta positiva con -1.58. De esta forma tras haber sometido el estimador de la
diferencia de proporciones a la prueba de hipótesis con un 90% de confianza - cabe apuntar
que de todas las pruebas de hipótesis realizadas, sólo esta presenta un nivel de confianza al
90%-, nos da como resultado el rechazo de la hipótesis nula por la alternativa encontrado
elementos estadísticamente significativos para hacerlo.

En este caso procedemos a enunciar nuestra prueba de hipótesis para establecer que
quieren decir los resultados presentados en el cuadro 10.

Ho: Proporción de niños que sí les dieron pecho, que son de nivel socioeconómico
bajo y sin OPORTUNIDADES es mayor o igual a la proporción de niños que sí les dieron
pecho, que son de nivel socioeconómico bajo y con OPORTUNIDADES.

Ha: Proporción de niños que sí les dieron pecho, que son de nivel socioeconómico
bajo y sin OPORTUNIDADES es menor a la proporción de niños que sí les dieron pecho
que son de nivel socioeconómico bajo y con OPORTUNIDADES.

Cuadro 10
México 2006, Prueba de hipótesis en relación con alimentación al seno materno por nivel
socioeconómico

Z* -1.58
Desviación Estándar 0.05
Confianza 0.94
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

Siendo así, y con la evidencia, se establece que Ha, es decir la proporción de niños,
que sí les dieron pecho, de nivel socioeconómico y sin OPORTUNIDADES, es menor que la
proporción de niños que sí les dieron pecho, en el mismo estrato socioeconómico pero que su hogar
recibe OPORTUNIDADES.

43
Por último presentamos una prueba de hipótesis, orientada a observar la proporción
de niños que sí recibieron pecho, y si la pertenencia de su hogar al programa de apoyo
OPORTUNIDADES, establece diferencias.

De acuerdo a los datos observamos que quienes reciben el programa de apoyo


OPORTUNIDADES en su hogar, la diferencia de proporciones para niños lactantes recién
nacidos que reciben oportunidades con respecto a los que no resulta positiva con -1.80. De
esta forma tras haber sometido el estimador de la diferencia de proporciones a la prueba de
hipótesis con un 95% de confianza, una vez más se establece que nuestra hipótesis
alternativa se considera correcta.

En este caso procedemos a enunciar nuestra prueba de hipótesis para establecer que
quieren decir los resultados presentados en el cuadro 11.

Ho: Proporción de niños que sí les dieron pecho sin OPORTUNIDADES es mayor o
igual a la proporción de niños que sí les dieron pecho con OPORTUNIDADES.

Ha: Proporción de niños que sí les dieron pecho sin OPORTUNIDADES es menor a la
proporción de niños que sí les dieron pecho con OPORTUNIDADES.

Cuadro 11
México 2006, Prueba de hipótesis en relación con alimentación al seno materno por nivel
socioeconómico

Z* -1.80
Desviación Estándar 0.03
Confianza 0.96
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

Basado en estos resultados tomamos como positivo a Ha, por lo que se corrobora
que la proporción de niños que sí recibieron pecho sin OPORTUNIDADES, es menor en
comparación con quienes sí recibieron pecho y reciben los beneficios del programa
OPORTUNIDADES.

44
Los niños de 1 y 2 años

La población de la muestra con la que vamos a trabajar es una proporción de niños de 1 y 2


años a nivel nacional de 50.62% mientras que la proporción de niñas es de 49.38%. Para el año
2006, en el siguiente cuadro lo vamos a presentar.

Cuadro 12
México 2006, proporción de Niñas y Niños de 1 y2. Encuesta de Salud y Nutrición

Sexo Estimación
Niño 53.1%
Niña 46.9%
Total 100,0%
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

Se observa en el cuadro siguiente el porcentaje a nivel nacional de niños


comprendidos entre 1 y 2 años, que el 90.71% sí les dieron pecho, mientras que el 9.29%
no recibieron lactancia materna, para el año 2006.

Cuadro 13
México 2006, recibieron lactancia materna. Niñas y Niños 1 y 2 años

Tipo de Lactancia Estimación


Sí 90.71%
No 9.29%
Total 100%
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

45
En el cuadro siguiente se observa que el porcentaje de niños que no son
beneficiarios del programa oportunidades se distribuye de la siguiente forma: el 11% no
recibieron lactancia materna mientras que el 89% si recibieron lactancia materna. Por su
parte de los niños comprendidos en las edades de esta muestra que sí son beneficiarios de
oportunidades el porcentaje de los que no recibieron lactancia materna es de 5.72%
mientras que los que sí recibieron lactancia materna es de 94.28%. De manera descriptiva
se observa ya una mayor proporción de los niños que sí reciben pecho en presencia del
beneficio de oportunidades, hipótesis que más adelante será puesta a prueba.

Cuadro 14
México 2006, proporción de Niñas y Niños que recibieron alimentación al seno materno y
afiliación al programa OPORTUNIDADES

Pertenece al Recibieron Alimentación al seno materno


programa Sí No Total
OPORTUNIDADES
Sí 94.28% 5.72% 100%
No 89% 11% 100%
Total 90.71% 9.29% 100%
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

En el cuadro con la división por nivel socioeconómico, observamos que el


porcentaje de los que sí reciben lactancia materna es mayor en todos los niveles. En el nivel
bajo 90.86% de los niños sí reciben lactancia materna mientras que 9.14% no reciben
pecho. En el nivel socioeconómico medio la proporción es casi igual a la mostrada en el
nivel bajo, mientras que en el nivel socioeconómico alto el 92% sí reciben lactancia
materna y el 8% no.

46
Cuadro 15
México 2006, proporción de Niñas y Niños de 1 y 2 que recibieron alimentación al seno materno,
por nivel socioeconómico

Nivel Recibieron Alimentación al seno materno


Socioeconómico
Sí No Total
Bajo 90.86% 9.14% 100%
Medio 89.70% 10.30% 100%
Alto 92.02% 7.98% 100%
Total 90.71% 9.29% 100%
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

En el siguiente apartado vamos a utilizar la prueba de proporciones como un


elemento metodológico que nos guíe los trabajos en el rango etario de 1 y 2 años,
esperamos con los datos subsecuentes poder dar mayor claridad a nuestra investigación y
brindar más elementos para dar una respuesta a nuestra pregunta de investigación.

Con los elementos que tenemos damos paso, a presentar los resultados obtenidos,
aunque en este caso se hace hincapié, en que se trabajará nada más dos pruebas de
proporciones, una que muestre que la proporción de quienes dieron pecho fue mayor con
OPORTUNIDADES, y en segundo lugar ver esto mismo por nivel socioeconómico.

47
De acuerdo a los cálculos elaborados encontramos que el estimador para la
diferencia de proporciones es de 0.04, donde se muestra respectivamente que la proporción
de niños de 1 y2 años lactantes, con oportunidades es de 0.93, mientras que los niños con
las mismas características pero sin oportunidades es de 0.88. Tras haber sometido nuestro
estimador de la diferencia de proporciones a la prueba de hipótesis encontramos que con un
95% de confianza esta diferencia es estadísticamente significativa. De esta forma podemos
interpretar que en cien repetidas muestras en al menos 95 de ellas encontraremos que la
proporción de niños con lactancia materna es mayor en la presencia del programa
oportunidades que cuando no lo tienen.

En este caso procedemos a enunciar nuestra prueba de proporciones para establecer


que quieren decir los resultados presentados en el cuadro 16.

Ho: Proporción de niños que sí les dieron pecho, sin OPORTUNIDADES es mayor o
igual a la proporción de niños que sí les dieron pecho, con OPORTUNIDADES.

Ha: Proporción de niños que sí les dieron pecho, sin OPORTUNIDADES es menor a la
proporción de niños que sí les dieron pecho con OPORTUNIDADES.

Cuadro 16
México 2006, Prueba de hipótesis en relación con alimentación al seno materno por nivel
socioeconómico

Z* 4.23
Desviación Estándar 0.99
Z contingencia -1.95
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

Siendo así, y con la evidencia, se establece que Ha, es decir la proporción de niños,
que sí les dieron pecho sin OPORTUNIDADES, es menor que la proporción de niños que sí les
dieron pecho con OPORTUNIDADES. Por lo que procedemos a validar y dar por confirmada
nuestra hipótesis Ha, misma que nos ayuda a seguir adelante en la indagatoria.

48
De acuerdo a los datos observamos una mayor proporción de lactantes de 1 y2 años
cuando estos reciben el beneficio de oportunidades. Se observa que la diferencia de
proporciones para niños lactantes de 1 y2 años que reciben oportunidades con respecto a los
que no resulta positiva con 0.04. De esta forma tras haber sometido el estimador de la
diferencia de proporciones a la prueba de hipótesis con un 95% de confianza nos da como
resultado el rechazo de la hipótesis nula por la alternativa encontrado elementos
estadísticamente significativos para hacerlo.

En este caso procedemos a enunciar nuestra prueba de proporciones para establecer


que quieren decir los resultados presentados en el cuadro 17.

Ho: Proporción de niños que sí les dieron pecho, que son de nivel socioeconómico
bajo y sin OPORTUNIDADES es mayor o igual a la proporción de niños que sí les dieron
pecho, que son de nivel socioeconómico bajo y con OPORTUNIDADES.

Ha: Proporción de niños que sí les dieron pecho, que son de nivel socioeconómico
bajo y sin OPORTUNIDADES es menor a la proporción de niños que sí les dieron pecho
que son de nivel socioeconómico bajo y con OPORTUNIDADES.

Cuadro 17
México 2006, Prueba de hipótesis en relación con alimentación al seno materno por nivel
socioeconómico

Z* 4.23
Desviación Estándar 0.99
Z contingencia -1.95
Fuente: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006.

Siendo así, y con la evidencia, se establece que Ha, es decir la proporción de niños,
que sí les dieron pecho sin OPORTUNIDADES y en un estrato socioeconómico bajo, es
menor que la proporción de niños que sí les dieron pecho con OPORTUNIDADES y están
en el nivel socioeconómico bajo. Por lo que procedemos a validar y dar por confirmada
nuestra hipótesis Ha, misma que nos ayuda a seguir adelante en la indagatoria.

49
Capítulo IV. Conclusiones

Las conclusiones de la investigación, se van agrupar en dos grandes núcleos, uno


orientado a los resultados obtenidos, divididos por grupo de edad. El segundo será una
conclusión general sobre toda la investigación y los principales hallazgos para dar pie a
nuestra proposición de política pública.

En principio, el análisis que hemos intentado conducir es que el programa


OPORTUNIDADES, sí brinda un apoyo a la lactancia materna de manera colateral, es decir
no está incluido en sus alcances y en ninguna parte de su diseño (al momento de hacer el
análisis que es el año 2006). Seguido de que las condiciones socioeconómicas son una
variante importante para la resolución de entender y atender las diferencias nutricionales y
las condiciones de su orientación y educación nutricional.

Consideramos en cada etapa de esta investigación, que estamos en una etapa de


nutrición donde la falta de alimentos y su poca variedad – o acceso a la variedad de
alimentos por condiciones económicas-, están impactando negativamente la nutrición en su
conjunto de la sociedad global; estas condiciones no son excluyentes par la lactancia
materna, estamos en una transición bastante importante en donde debe prestarse atención a
la alimentación de la madre y los recién nacidos.

Entrando en materia de datos los principales hallazgos que podemos reportar, son
los siguientes para los rangos etarios de recién nacidos y 1 y 2 años, es que la no
pertenencia al programa de desarrollo humano OPORTUNIDADES, sí es un factor clave
para dejar de brindar lactancia materna, o la menos disminuir el tiempo de lactancia de las
niñas y niños. Aunque existen condiciones para dar la lactancia artificial, está sólo se
presenta con mayor frecuencia en las clases medias –o en los niveles socioeconómicos
medios-, en el nivel socioeconómico alto, aunque su frecuencia sigue siendo alta, esta
disminuye con respecto al nivel anterior. Sin embargo, resulta relevador y trascendente que
el mayor nivel indistinto del nivel socioeconómico sea la lactancia exclusiva, lo que sí es un
factor es la pertenencia al citado programa.

50
Advertimos con los resultados y la bibliografía que el interés de la nutrición en la
salud pública –y en cierta parte en las políticas públicas- va en el sentido de la seguridad
alimentaria, es decir en revertir en corto tiempo las carencias que se suscitan por no tener
una adecuada alimentación, en el caso de la lactancia materna, esto no es excluyente;
consideramos que este enfoque excluye una buena parte de un debate que se puede ahondar
y de entornos sociales y culturales que deben tomarse en cuanta tanto en el diseño de
políticas públicas como en la implementación de los programas de salud pública.

La segunda conclusión, que podemos sacar hasta el momento es el nivel


socioeconómico de los hogares, puede tener impacto en la lactancia materna de los recién
nacidos, advertíamos desde antes que a medida que los ingresos ascienden y las
responsabilidades laborales aumentan, puede existir una tendencia a la alza para dar
lactancia artificial, o en el mejor de los casos mixta. Esta diferencia puede implicar varios
factores a considerar, de entrada la capacidad de poder hacer frente a las cuestiones
socioeconómicas marca una diferencia entre quienes pueden acceder a la adquisición de
fórmulas lácteas, y quienes tienen una barrera económica. Esto mismo nos lleva a pensar
que en los casos de la niñez de 1 y 2 años, la no pertenencia al programa
OPORTUNIDADES puede devenir en que las niñas y los niños tengan mejores condiciones
en sus hogares, aunque esto no es definitivo y puede explicarse por varios motivos,
segundo las reglas de operación del programa en el momento que se levantó la encuesta
programa significa, la pertenencia en una condición total de desventaja y falta de acceso a
mejores condiciones de vida. Considero que el programa OPORTUNIDADES debe cambiar
algunos principios para orientarse de mejor manera a la infancia y favorecer un desarrollo
más amplio de este grupo etario.

La lactancia materna es lo mejor para niñas y niños, en especial cuando es exclusiva


y se mantiene por seis meses. En nuestro país, desde hace tiempo se viene hablando de
promover la lactancia materna infantil como el mejor mecanismo, para la salud de los
recién nacidos, si observamos la Norma Oficial Mexicana (NOM) NOM-007-SSA2-1993,
podemos encontrar los siguientes indicativos:

“En toda unidad de salud que proporcione atención obstétrica, se aplicarán criterios y
procedimientos para favorecer la práctica de la lactancia materna exclusiva, así como el

51
alojamiento conjunto, atendiendo a las condiciones sociales, culturales y laborales de la
mujer lactante. En las unidades de salud no se permitirá promover fórmulas para lactantes o
alimentos que sustituyen a la leche materna. No se permitirá a los fabricantes o
distribuidores de sucedáneos de la leche materna, ofrecer incentivos financieros o
materiales al personal de las unidades de salud, con el propósito de promover sus productos.
La entrega o la indicación de sucedáneos de la leche materna a menores de cuatro meses,
únicamente se hará bajo prescripción médica y así se registrará en el expediente clínico. En
todas las unidades de salud se promoverá el Programa de Hospital Amigo del Niño y de la
Madre.” (DOF: 1994).

No obstante, que en los últimos años se ha intentado fomentar la lactancia materna


y aumentar el número de meses e inculcar el hábito de la misma, los resultados que
presenta la Encuesta de Salud y Nutrición 2012, son realmente preocupantes y llaman la
atención por su contundente y cruda forma de mostrar el retroceso que se ha tenido en este
periodo.

Como hemos sostenido, la lactancia materna exclusiva es el mejor alimento para un


recién nacido, esto debe fomentarse con mejores programas, que promocionen el aumento
de tiempo para que las madres den pecho y sobre todo con políticas públicas integrales que
marquen un seguimiento puntual al entorno de las madres y los recién nacidos. Me inquieta
sobre manera que las actuales políticas públicas se olvida de fondo de las condiciones y
entornos en los que se desarrolla la vida de las madres y más las de los recién nacidos, no
consideran los obstáculos y limitantes con las cuales se enfrentan sea por un contexto
desfavorable en el mercado laboral o por la carencia de incentivos para llevarlo a cabo. Por
el contrario, el actual viraje de las mismas se orienta a principios de la economía, donde la
mano de obra queda desvalorizada y se enfoca más a una competencia descarnada que a
una integralidad de la sociedad, donde se ejerza efectivamente el respeto a los Derechos de
las mujeres y de las niñas y niños. Pareciera un contrasentido, que el Estado mexicano,
firma acuerdos e intenta diseñar políticas públicas encaminadas a salvaguardar y promover
políticas públicas con enfoque de Derechos, en la práctica estos se vulnerar u olvida para
hacer los efectivos en este sentido, pensamos que en particular los Derechos Humanos; de
las Mujeres, Niñas, Niños y Adolescentes; sin olvidar claro los Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, son olvidados en el momento mismo de la implementación de las
políticas públicas.

52
Una segunda conclusión, que me llama la atención es la necesidad de volver el
programa OPORTUNIDADES, una política de combate a la pobreza, pero dirigida a grupos
etarios específicos, medir por beneficiario y no por familia, se vuelve un esquema digno de
análisis, porque de esta manera sería mucho más claro, fácil y sencillo medir avances de
manera intergeneracional y transversal. Pienso que si el programa se orienta a generar
mejores condiciones de forma intergeneracional, y no solamente a combatir la pobreza en el
corto plazo, se requiere de una u otra forma de mejores mecanismos de medios y
seguimiento para el tema alimentario, direccionar una parte a mejores condiciones de
autocuidado y mayor accesibilidad a los alimentos. La alternativa de brindar mejores
condiciones de vida para la niñez, repercutiría en mejores condiciones alimentarias y por
supuesto con hábitos alimenticios más saludables, en un futuro cercano, lo que establecería
que dos componentes se pudieran trabajar tanto la salud como la nutrición en un binomio
de trabajo equiparado. Insisto las políticas públicas, quienes la diseñan, ejecutan y evalúan,
tienen la obligación de crear mejores condiciones de vida a las personas, sin distingo de
edad y de condición social. Para esta investigación, una política pública en materia
alimentaria debe estar guiada en brindar mejores condiciones de vida para la niñez, primero
recibir la alimentación suficientemente adecuada y que les permita superar los primeros
años de vida; segundo hábitos saludables crean a personas saludables; tercero madres
informadas dan mejores estrategias a sus hijas e hijos para auto cuidarse. A manera de
cierre una buena alimentación indudablemente se consiguen mejores estadios de vida y
salud.

La lógica de las políticas públicas no debe olvidarse tiene como fin repercutir en
mejores condiciones de vida y en esta lógica se diseñan por gobiernos que mantienen un
cierto grado de legitimidad que potencia su apoyo en la lógica enmarcada de dotar de un
piso mínimo de bienestar social a sus ciudadanos; la lactancia materna como la
alimentación infantil son apenas un apartado de ello, el Estado no puede olvidar este punto
tan medular del diseño de las políticas públicas, no puede seguir siendo el Estado
providente y ancho que fue, debe ser un Estado guiado por la gobernanza, que definimos de
igual forma que Luis F. Aguilar porque justamente habla de “la existencia de un proceso de
dirección de la sociedad que ya no es equivalente a la sola acción directiva del gobierno y
en el que toman parte otros actores: un proceso directivo postgubernamental más que

53
antigubernamental.” (Aguilar: 2007b: 6). Por esta razón pensamos que la mejor estrategia
que puede seguir el gobierno mexicano para diseñar una política pública debe ser
exactamente esa apoyarse en los éxitos de las Organizaciones de la Sociedad Civil
Organizada (OSC) que ya trabajan en la materia, sumar esfuerzos con las asociaciones de
médicos que trabajan por y para un mejor proceso de alimentación en la niñez. Por último
se debe trabajar desde el Estado en el diseño de una estrategia integral de políticas pública
alimentaria destinadas a la infancia en una sola estrategia integral que la opere una sola
institución para mejores resultados.

Por último insisto que el presente ejercicio debe motivar abrir una vinculación cada
día más estrecha entre los estudios de políticas públicas y el binomio salud – nutricio: me
interesa sobre manera que se habla más de este tema en particular en los grupos etarios de
la niñez y la vejez, rubros que por sí mismos dependen de una mejor política pública de
bienestar social, al ser grupos vulnerables que requiere de apoyo y atención prioritaria,
segundo que este ejercicio motive más preguntas que respuestas, volverse como una frase
de Karl Popper: “La ciencia será siempre un puerto de salida, nunca de llegada.” Es decir
que abra brechas y puentes para una investigación más profunda en la materia.

54
Capítulo V. Recomendaciones de Políticas Públicas

Al llegar al apartado de recomendaciones de política pública; se me vinieron a la


mente diversas formas de acceder al tema y presentar una propuesta única. Sin embargo, a
lo largo de este tiempo, y basado en los resultados de la investigación. Llegué a la
conclusión de que es necesario hacer tres tipos de recomendación en materia de política
pública.

La primera gira en torno a dos ideas muy básicas; la primera es proponer el diseño
de una política pública que brinde un servicio de información de las ventajas y bondades de
la lactancia materna –que ya existe, pero es poco exitosa- con un lenguaje más cercano a las
futuras madres de los recién nacidos y con menos lenguaje médico, aquí mi propuesta es
que el diseño de este servicios de información recayera en dos grupos por un lado la
Secretaría de Salud, en su área de comunicación social y vincularlo con las Organizaciones
de la Sociedad Civil (OSC) con experiencia en la materia, con el propósito de llegar al
mayor número de mujeres y familias en el país.

Segundo –y ligado para el primer punto- desmitificar el tema de la lactancia


materna, fundamentalmente existen dos tendencias muy radicales en su discurso; por un
lado quienes defienden las bondades de la lactancia materna –nadie, supongo, negara que es
vital una buena alimentación en el recién nacido, para los años subsecuentes en su vida- y
consideran que sin su uso en el recién nacido se le condena a una pésima calidad de vida
por no haber dado; los nutrimentos suficientes al recién nacido y no haber creado el vínculo
madre – hijo.

En este punto reflexionando a lo largo de la investigación y casi por azares del


destino conviví con dos mujeres que dieron a luz al mismo tiempo, un temor grande de las
dos era la imposibilidad de brindar lactancia materna. En un caso porque sus condiciones
físicas no le permitieron; y en el segundo caso por lo complejo de su entorno laboral (con
extenuantes horarios de trabajo, viajes continuos y falta de un espacio para brindar pecho)
no le permitían dárselo a su bebé – la sentencia en su caso era trabajar para sostener el
hogar o alimentar al niño-. Uno de estos grupos –radicalizados- a favor de la lactancia

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materna, les dio un discurso e información que las llevaron a sentirse muy mal
emocionalmente y culpables por la falta de poder dar pecho materno. En una charla poco
usual compartí con ambas que en realidad el discurso que les daban era poco ético, ya que
el dar leche materna no necesariamente es lo mejor o apto para el recién nacido, y que en el
fondo si existe una condición física lo mejor es acudir con el especialista para evitar en un
futuro complicaciones de otro tipo; y en el caso laboral me di cuenta de algo poco estudiado
y analizado, (yo ni siquiera pensé en ese tema, hasta que ella me lo planteo como una
realidad de la mujer actual que es profesionista y labora) que si bien existe fundamentos
legales para ejercer la lactancia materna, los mismos son ambiguos, poco claros y siempre –
se supone que debe mediar una negociación, que en pocos casos ocurre- a criterio del
empleador y no de la empleada –en este caso debe ser al revés, porque la mujer
profesionista es vulnerable ante esta situación tan particular-. Ambas madres tienen hoy por
hoy niños muy sanos y fuertes, un vínculo muy estrecho con ellos y además de todo pueden
ejemplificar que el discurso central de la lactancia materna como único mecanismo para
generar el vínculo madre-hijo y como única opción de alimentación para el recién nacido,
no se sostiene por sí solo, a lo largo del tiempo. Sí es muy importante y tiene un peso
específico pero ante condiciones insalvables por parte de la mujer las alternativas son
fundamentales.

El segundo discurso, va en torno a poner los Derechos de la Mujer en si dan pecho


materno o no lo dan – es decir hacerlo electivo para la mujer-; en este punto –siempre lo
sostendré así- pienso que no podemos hablar de Derechos, si una mujer tiene las
condiciones adecuadas (en todo sentido de la palabra) debe procurar darle pecho materno a
su bebé en tanto que si es relevante brindar pecho a los recién nacidos. Este no es un tema
de Derechos, porque en todo caso el Derecho de las niñas y niños recién nacidos a tener una
buena alimentación son vulnerados, porque no tienen la opción de alzar la voz y ejercer su
Derecho. Por esa razón manejarlo en torno a Derechos específicos es un enfoque
sumamente sesgado, porque no es posible emitir un juicio neutro en la materia.

En este caso debemos de pensar que la política pública debe enfocarse a dos ideas
centrales difundir en términos muy amables los alcances de la lactancia materna, para
quienes la pueden dar e información muy precisa y completa para quien no puede brindarla,

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abriendo todas las opciones posibles. Todo esto en torno a sólo un discurso que debe ser el
oficial y evitar la incidencia de grupos externos –radicalizados- al diseño a esta política
pública y su idónea comunicación. Esto es necesario si queremos visibilizar el tema y darle
una cierta lógica al mismo.

La segunda propuesta en materia de política pública que se ofrece, tiene que ver con
el programa OPORTUNIDADES, personalmente me encanta el programa desde el enfoque
de políticas públicas ya que cumple con (o casi) todos los elementos del ciclo de políticas
públicas. Sin embargo, los datos hallados por mí en torno al tema son muy escasos; pienso
que la explicación gira en torno a que este programa no está diseñado directamente para el
tema de la lactancia materna, es decir si tiene otro tipo de diseño y por tanto alcances para
la materia que estamos tratando. En este tiempo de investigación, me dedique a estudiar las
reglas de operación de los programas entre los años 2007 a 2012 (dado que mi periodo de
investigación fue nada más el año 2006) en búsqueda de información más relevante o que
me diera una explicación más profunda lo cierto es que no lo encontré, prácticamente el
diseño (en reglas de operación) en la materia sigue siendo el mismo. Pienso en ese sentido
que la continuación de la primera recomendación es el diseño de una política pública
exclusiva a la lactancia materna, desde una gestión transversal en la cual propongo que
intervengan las siguientes dependencias gubernamentales: Instituto Mexicano del Seguro
Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado
(ISSSTE), Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF), Secretaría de
Desarrollo Social (SEDESOL), Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y Secretaría
de Salud (SS). Pienso que a la cabeza debe quedar la SS, mientras que el IMSS; ISSSTE;
SEDESOL y SNDIF deben procurar ser los que difundan la nueva política pública y en su
caso la implementen de forma amplia, con esto nos referimos a que debe ser universal, para
“que todos los ciudadanos puedan acceder a ella sin distingo de su condición social y
económica como un principio de política social” (Repetto: 2010: 7). Segundo, “no
contributiva ya que todos pueden acceder a ella, aún sin haber contribuido directamente a
este propósito” (Repetto: 2010: 7) y no condicionada porque es un derecho fundamental,
plasmada en la Convención de los Derechos de la Niñez. Por último la STPS, IMSS e
ISSSTE deberán diseñar y ajustar las leyes existentes en materia laboral para impulsar las
condiciones adecuadas para una lactancia materna exitosa, incluso estipular un mayor

57
periodo de incapacidad por maternidad, con vigilancia severa para evitar –lo que
actualmente sucede- los despidos injustificados y los abusos laborales por parte del área
patronal. Por último como una forma de seguimiento esta política pública deberá contar con
un área técnica que sesione regularmente como mecanismo de evaluación de política
pública para futuros ajustes en ella.

Mi tercera recomendación en la materia, implica también una propuesta aventurada.


Gira en torno a un proceso de política pública que unifique los conocimientos y
experiencias del área médica –pública y privada- para que las futuras madres puedan tener
un proceso de lactancia –sea artificial, exclusiva o mixta- más sencillo y claro, con un buen
elemento de información. En este sentido también hace falta una idónea comunicación para
los casos en que un recién nacido sea intolerante a la lactosa o bien tenga condiciones
especiales que no le permitan una lactancia normal; los padres del recién nacido así como
los médicos pediatras deben estar preparados para todo lo que se puede encontrar en el
camino, más cuando las condiciones fisiológicas de cada ser humano son únicas e
irrepetibles. Por este motivo propongo que la SS, IMSS, ISSSTE y SNDIF desarrollen una
política pública de profesionalización en la materia con una capacitación y certificación
especializadas. Además en los hospitales contar con personal sumamente profesionalizado
por tipo de lactancia –artificial, mixta o exclusiva- que se deberá hacer a los recién nacidos
y en los casos especiales para que los futuros padres puedan en casa atender cualquier
situación.

Puede parecer exagerado, pero quienes han sido padres saben que esta etapa es muy
complicada para ellas, ellos y el recién nacido, los ajustes normales en la vida cotidiana, los
sobresaltos que se dan por falta de experiencia con el recién nacido ante situaciones
diversas y por supuesto el llanto del recién nacido hacen que la mayoría de los padres
acudan a los servicios de salud pediátrica, mismos que en ocasiones se saturan por ello si
estamos en la transición de un esquema de atención a uno de prevención debemos de dar
vuelta a la página y esforzarnos por generar los mecanismos de prevención más en materia
de salud pediátrica.

A modo de colofón, pienso que este tema cada vez es más relevante para el diseño
de políticas públicas, la legislatura saliente -LVI- impulsó desde el Senado y Diputados

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varios eventos entre especialistas para dar pie a la discusión del tema, visibilizarlo e
introducirlo en la agenda gubernamental y probablemente en el siguiente sexenio sea un
tema muy importante de la agenda.

La Agenda se debe abrir, pues, ante un tema que es muy nodal para crear mejores
condiciones de bienestar social en la niñez, en la vejez y de preferencia en la población en
su conjunto. Enhorabuena que ya se hagan foros, que se abran puentes para que cada día se
impulse más y más la formulación de políticas públicas y planes gubernamentales, que el
ejercicio presente nos motive a llegar más lejos en la materia para proponer mejores
condiciones de bienestar social, en poco tiempo esto conseguirá tener resultados de largo
plazo que es en el fondo lo que se busca con las políticas públicas.

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