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BORRADOR LEY DE BASES DEL GOBIERNO LOCAL

(Enero 2007)

DISPOSICIONES GENERALES

En las disposiciones generales se establece el objeto de la futura ley que


es la regulación del régimen jurídico básico de los municipios, provincias
islas, como Entidades Locales necesarias y de las demás Entidades
Locales territoriales o funcionales.

Cabe destacar la definición que expresamente se establece en el


borrador y con carácter previo al resto del articulado del concepto de
autonomía local en consonancia a la Carta Europea de Autonomía Local,
con el siguiente tenor:

Todas las Entidades Locales gozan de autonomía para la gestión


de sus respectivos intereses. Esta Ley regula y garantiza la
autonomía básica de los municipios, provincias e islas.
Corresponde a estas Entidades Locales la ordenación y gestión de
una parte importante de los asuntos
públicos, bajo su propia responsabilidad y en beneficio de los
ciudadanos.

Además es en este Título donde se establece la posibilidad de creación


de mancomunidades de municipios para el ejercicio de competencias, el
reconocimiento de la Federación Española de Municipios y Provincias
como asociación municipal de mayor implantación para la promoción y
defensa de los intereses comunes y la creación de Entidades Locales por
las Comunidades Autónomas.

LA POBLACIÓN DEL MUNICIPIO

El Titulo II consta de dos capítulos, el primero de ellos es el relativo al


Estatuto del vecino en el que se enmarcan los derechos, y deberes de
los vecinos, la información y publicidad sobre su actividad y la
participación de todos los ciudadanos en la vida local, participación que
se traduce en el fomento y efectiva intervención de los vecinos en los
asuntos de la vida pública local. A su vez estipula la posibilidad de la
consulta popular y las iniciativas ciudadanas. La regulación del Padrón
municipal, se establece en el capítulo segundo, que prevé la población
del municipio, los datos patronales, la gestión del padrón municipal y del
Consejo de empadronamiento.
REGIMEN DE LAS COMPETENCIAS LOCALES

El Título III está compuesto por tres capítulos, competencias, potestades


y cooperación administrativa. El Borrador de Anteproyecto de Ley básica
del Gobierno y la Administración Local fija competencias en
concordancia con el doble nivel que la Constitución prevé para el
gobierno local:
Competencias municipales y competencias provinciales. Contempla a
municipios y provincias como una entidad política local común, por esta
razón se enumeran las competencias municipales para a continuación
establecer sobre ellas las competencias provinciales de coordinación,
cooperación y asistencia, todo ello consecuencia de la aplicación del
principio de subsidiariedad que expresamente contiene la norma con el
objetivo de evitar que las competencias municipales puedan ser atraídas
por las Comunidades Autónomas, y la aplicación del concepto de
intermunicipalidad como expresión de que no necesariamente cuando un
interés sobrepasa el ámbito de un municipio automáticamente se
convierte en un interés autonómico.

Las competencias municipales que prevé el Borrador suponen un cambio


con respecto a la regulación actual porque se enumeran competencias
propias distinguiendo entre competencias y servicios obligatorios. El
Borrador hace un esfuerzo por delimitar mejor las competencias
municipales en un ejercicio de prudencia y realismo.

Se mantiene la cláusula general de competencias aunque con la


siguiente redacción:
El municipio tiene competencia en todas las materias que sean de
interés local y que no estén atribuidas por la legislación al Estado
o a las Comunidades Autónomas, disponiendo a tal efecto de las
potestades de las Entidades Locales.
Se distingue entre competencias locales, a través de un listado en el
artículo 18 y un listado de de servicios obligatorios, y a su vez se
establece un listado de materias sobre las que las Comunidades
Autónomas y el Estado pueden atribuir competencias a las Entidades
Locales a través de ley.

Este marco competencial favorece la posición del gobierno local en el


estado de las autonomías porque no sustituye la definición de
competencias por el derecho a intervenir o participar en todos los
asuntos de relevancia local. Es decir, no se entiende la participación
como una compensación por la falta de definición de competencias y lo
que se hace es fijar un marco competencial.
Aunque es necesario aclarar que las competencias previstas en el
Borrador constituyen un mínimo que puede ser incrementado por los
estatutos de autonomía.

El artículo que cierra este capitulo esta dedicado a los principios


generales que deben regir en relación al ejercicio y la atribución de
competencias de las Entidades Locales:
• Autonomía.
• Suficiencia financiera, de acuerdo con el cual la legislación del
Estado y de las Comunidades Autónomas, según la distribución
constitucional y estatutaria de competencias, debe garantizar la
suficiencia financiera de los municipios para el ejercicio de las
competencias y la prestación de las actividades y de los servicios
• Subsidiariedad, de acuerdo con el cual el ejercicio de las
competencias públicas debe, de modo general, incumbir
preferentemente al gobierno más cercano a los ciudadanos. La
atribución de una competencia a otro nivel de gobierno debe tener
en cuenta la amplitud o la naturaleza de la tarea o las necesidades
de eficacia o economía.
• Proporcionalidad, en virtud del cual dicha asunción de
competencias por una Administración supra local debe ser una
medida idónea, necesaria y justificada por su adecuación a la
importancia de los fines públicos que se pretenden satisfacer con
la intervención legislativa.
Después del capítulo referente a las competencias y directamente
relacionadas con su ejercicio, el capitulo II establece las potestades,
entre las que cabe destacar la potestad normativa y la sancionadora, la
normativa porque el borrador configura a las ordenanzas municipales
como verdaderas normas jurídicas que emanan de la voluntad popular
representada en la Asamblea Municipal y cuya vocación es regular las
relaciones de convivencia entre el municipio y sus vecinos y de estos
entre sí.

En cuanto a la potestad sancionadora se acoge el sistema de la ley de


Modernización del Gobierno Local, aunque cabe destacar la previsión por
novedosa del artículo 26.5 del borrador que estipula que:

las multas podrán sustituirse, previo consentimiento expreso del


afectado, por trabajos de valor equivalente para la comunidad
local y proporcionales a la gravedad de la infracción, cuando así lo
acuerde el órgano sancionador en los términos previstos en las
ordenanzas locales.
Por último en el capítulo III se regula la Cooperación administrativa, a
través de la previsión del intercambio de información y de la realización
de Convenios entre Administraciones, manteniendo la Comisión Nacional
de Administración Local como órgano permanente para la colaboración
directa entre la Administración General del Estado y la Administración
Local.

Se crea la Conferencia de Asuntos Interurbanos integrada por las


ciudades mayores de 250.000 habitantes y se establece la participación
de pleno derecho de la Administración Local en las Conferencias
Sectoriales que afecten a sus competencias.

La Conferencia General de Política Local será el máximo órgano


colegiado de cooperación, encuentro y deliberación entre las
Administraciones del Estado, de las Comunidades Autónomas y de las
Entidades Locales, con el objetivo de conseguir la máxima coherencia en
la determinación y aplicación de las políticas de gobierno y
administración local.

EL SISTEMA DE GOBIERNO LOCAL

El Título IV está dedicado al sistema de gobierno local y en él se regula


la organización(Capítulo I), el Estatuto de los cargos representativos
locales (Capítulo II) y el régimen jurídico (Capítulo III).

La organización local.

En este Capítulo I se establecen los órganos necesarios de la


organización local, su composición, funciones y el régimen de sesiones.
Aparte de la simplificación en cuanto a su contenido (7 artículos frente a
los 13 originales de la Ley 7/1985 o 20 tras la Ley 57/2003) la primera
novedad que conviene destacar es que el borrador se ocupa solamente
de la organización municipal, provincial e insular, descartando cualquier
mención a la de otras Entidades Locales (mancomunidades, Entidades
Locales menores…), tomando además como referencia la organización
municipal y regulando únicamente respecto de la provincial
e insular sus particularidades.

Por lo que se refiere a la organización municipal el Borrador mantiene


los dos sistemas hasta ahora vigente: el Ayuntamiento y el Concejo
abierto, sin ninguna modificación en cuanto a los municipios a los que se
aplica uno u otro sistema.
En cuanto al sistema de Concejo abierto la única novedad es que se
establecen como órganos obligatorios el Teniente o Tenientes de Alcalde
y la Comisión Especial de Cuentas (además del Alcalde y la Asamblea
vecinal).Sin embargo, son importantes las modificaciones en cuanto a la
organización y funcionamiento de los Ayuntamientos. En este aspecto, el
Borrador parte de dos ideas que inspiran el modelo: una, potenciar la
potestad de autoorganización y, por tanto, regular únicamente los que
se considera básico y necesario y, dos, ahondar en la senda ya iniciada
con la Ley 11/1999 y seguida con la Ley 57/2003de diferenciación de los
órganos ejecutivos de los deliberantes y de control.

En atención a la primera idea, el Borrador intenta establecer una


regulación escueta de los órganos necesarios que podríamos clasificar
en dos categorías: los que son comunes y obligatorios en todos los
Ayuntamientos y los que solo lo son en los municipios que superen un
cierto número de población. Los órganos obligatorios en todos los
Ayuntamientos son los mismos que los que establece la vigente Ley
7/1985: el Alcalde, los Tenientes de Alcalde y el Pleno (aunque ahora
cambia su denominación y pasa a llamarse Asamblea municipal) y,
dentro de éste, la Comisión Especial de Cuentas.

En los municipios de más de 5.000habitantes existirá como órgano


obligatorio el Consejo de Gobierno (que, aunque con otro nombre, viene
a ser la Junta de Gobierno Local que ahora existe en los municipios de
gran población) y, además, en la Asamblea existirán otras Comisiones
además de la Especial de Cuentas (mejor dicho, la Asamblea funcionará
en Pleno y en Comisiones). En el resto de Ayuntamientos la existencia
del Consejo de Gobierno depende de la decisión del Alcalde, que lo
puede crear mediante Decreto de organización, y la de las Comisiones
de la de la Asamblea (bien por que las cree por acuerdo, bien por que
así lo establezca en el Estatuto municipal). En los municipios donde no
haya Consejo de Gobierno, sus atribuciones corresponderán al Alcalde.

Finalmente, en los municipios de más de300.000 habitantes, además de


los órganos citados anteriormente, existirán los siguientes órganos
(mecanismos los denomina el Borrador):

a) Una organización territorial desconcentrada, como mecanismo de


desconcentración deservicios y de participación ciudadana.
b) Una organización de carácter consultivo en materias de desarrollo
local, grandes proyectos urbanos y planificación estratégica, como
mecanismo participativo con presencia de los actores sociales y
económicos más representativos.
c) Un órgano unipersonal o colegiado para la defensa de los derechos de
los vecinos, que deberá atender las quejas y las sugerencias de éstos
referentes a los servicios y actividades municipales.
d) Un órgano para la resolución de las reclamaciones económico-
administrativas.

También cabe destacar algunas novedades respecto a la composición y


funcionamiento de estos órganos:

• Como ya hemos apuntado antes, la Asamblea municipal


funcionará en Pleno yen Comisiones, a las que no se puede
calificar de informativas porque, por delegación del Pleno, pueden
tener funciones de carácter decisorio (al igual que ahora las que
existen en los municipios de gran población), además el Borrador
contempla la posibilidad de utilizar el voto ponderado para adoptar
sus acuerdos cuando las Comisiones ejerzan esa funciones
decisorias. Pero la principal novedad es que la presidencia de la
Asamblea ya no se atribuye por ley al Alcalde (aunque, en todo
caso, sigue ostentando el voto de calidad para dirimirlos empates),
sino que será el Estatuto municipal el que determinará si la
presidencia corresponde o no al Alcalde y, en el segundo caso, el
procedimiento de elección del Presidente de entre los concejales;
aunque si el Estatuto no regula nada al respecto, la presidencia
corresponderá al Alcalde. Por último señalar que desaparece del
Borrador la regulación de la figura del Secretario General del Pleno
que introdujo la ley 57/2003, si bien queda abierta la posibilidad
de la existencia de esta figura si así lo decide la Asamblea.
• Respecto del Consejo de Gobierno hay que destacar dos
novedades: una, desaparecen el límite de miembros y el limite de
miembros no Concejales establecidos ahora para la Junta de
Gobierno Local en un tercio del número legal de Concejales y del
número de miembros de dicha Junta, respectivamente; dos, el
Consejo de Gobierno se configura igual para todos los
Ayuntamientos, lo que viene a significar la extensión a todos de la
figura de la Junta de Gobierno Local que la Ley 7/1985 regula para
los municipios de gran población, en tanto que órgano ejecutivo
con atribuciones propias.
• Los órganos o mecanismos que se establecen con carácter
obligatorio para los municipios de más de 300.000 habitantes (que
de forma voluntaria, previéndolo así en el Estatuto municipal,
pueden establecer el resto), tiene prácticamente la misma
finalidad y funciones que los que la Ley 7/1985establece en sus
artículos 128, 131, 132 y 137para los municipios de gran
población, si bien el Borrador es más parco en su regulación (se
limita a prever su obligatoriedad) dejando un abanico mayor de
posibilidades de configuración de estos órganos a la potestad de
autoorganización municipal.
La segunda de las ideas apuntadas al principio, se manifiesta en el
reparto de las atribuciones que corresponden a la Asamblea, al
Alcalde y al Consejo de Gobierno; reparto que en su enumeración
se corresponde prácticamente con las que los artículos 123, 124
y127 de la Ley 7/1985 atribuyen al Pleno, al Alcalde y a la Junta
de Gobierno Local de los municipios de gran población. Si bien, se
aprecian alguna diferencias importantes:
• La cláusula residual de competencias que ahora
corresponde al Alcalde pasa a ostentarla el Consejo de
Gobierno, además, de una manera reforzada, en tanto que
también se recaban para éste todas las atribuciones
ejecutivas y gestoras que en cualquier materia la legislación
sectorial haya atribuido a cualquier otro órgano municipal.
• Las técnicas para reubicar las atribuciones de los órganos
necesarios se amplían en el caso del Consejo de Gobierno.
Aunque Alcalde y Asamblea solo pueden acudir para ello a la
delegación, el Consejo de Gobierno puede utilizar la técnica
de la desconcentración (a diferencia de la delegación, la
desconcentración supone el traslado de la titularidad de la
competencia y no sólo del ejercicio de ésta) y, por otra parte,
se permite, aunque con carácter excepcional, que el Estatuto
municipal tribuya a la Asamblea alguna de las funciones que
el Borrador atribuye al Consejo de Gobierno. Ambas
previsiones permiten un margen más amplio al ejercicio de
la potestad de autoorganización de los municipios.
• También se modifican los sujetos que pueden ser
receptores de la delegación de atribuciones: el Pleno de la
Asamblea sólo puede delegar sus atribuciones en sus
Comisiones (esto ya se regula así para los municipios de
gran población en la vigente Ley 7/1985), se prohíbe
expresamente la delegación de atribuciones del Alcalde y del
Consejo de Gobierno en la Asamblea; no se permite la
delegación de las atribuciones del Alcalde en los directivos
públicos locales(cosa que si se puede hacer ahora en los
municipios de gran población). En definitiva, en este aspecto
se adopta para todos los municipios prácticamente la misma
regulación que ahora solo rige para los municipios de gran
población; así: las Asamblea sólo puede delegar en sus
Comisiones, el Alcalde puede delegar en el Consejo de
Gobierno, en sus miembros y en los demás Concejales y el
Consejo de Gobierno puede delegar o desconcentrar sus
atribuciones en sus miembros, en los demás Concejales y en
los directivos públicos locales.
• Las atribuciones delegables son, con ligeras variantes, las
mismas que las que así se consideran en el régimen
aplicable a los municipios de gran población. Además de las
atribuciones que ya son delegables según los artículos 123.3,
124.5 y 127.2 de la Ley7/1985, según el Borrador que
comentamos la Asamblea podrá delegar las facultades de
revisión de oficio de sus propios actos y disposiciones de
carácter general y las atribuciones que le confieran otras
leyes, el Alcalde podrá delegar la Jefatura de la Policía
Municipal y el Consejo de Gobierno las que le puedan
corresponder de acuerdo con las distintas leyes sectoriales.

En lo referente a la organización provincial e insular, el Borrador


establece como órganos necesarios el Presidente, los Vicepresidentes, la
Asamblea y el Consejo de Gobierno; además es obligatoria la existencia
de Comisiones en la Asamblea y, por supuesto, la Comisión Especial de
Cuentas. Su composición y atribuciones coinciden con los órganos
municipales equivalentes, salvo las particularidades siguientes:

• A la Asamblea provincial o insular le corresponde, además de las


atribuciones de la Asamblea municipal, la aprobación de los planes
y programas de cooperación.
• El Consejo de Gobierno provincial no podrá estar integrado por
miembros que no sean diputados provinciales y el insular podrá
estarlo pero sólo hasta un tercio de sus miembros.
Finalmente, este Capítulo hace referencia al régimen de sesiones y
adopción de acuerdos delos órganos colegiados de las Entidades
Locales, en cuya regulación se aprecian las siguientes novedades:
• El número de sesiones extraordinaria del Pleno de la
Asamblea que puede solicitar una cuarta parte de sus
miembros, se aumenta de tres a cuatro anuales, sin incluir
en ese cómputo las que se convoquen para debatir una
moción de censura.
• Por lo que se refiere al desarrollo de las sesiones ordinarias
del Pleno de la Asamblea, el Estatuto local deberá garantizar
a todos los grupos el derecho a la presentación y a la
discusión de un número mínimo de ruegos, preguntas,
interpelaciones y mociones en cada sesión.
• Para la válida constitución del Consejo de Gobierno se
elimina el requisito de que el número de miembros que
ostentan la condición de Concejales presentes sea superior
al número de aquellos miembros presentes que no ostentan
dicha condición, cosa que se exige actualmente en el
artículo126 de la Ley 7/1985 para la válida constitución de la
Junta de Gobierno Local.

En relación con la adopción de acuerdos, se mantiene el criterio general


de votación ordinaria y mayoría simple. Los acuerdos que han adoptarse
por mayoría absoluta son los mismos que los establecidos en el artículo
123.2de la Ley 7/1985, salvo en lo siguiente:

• El Borrador exige mayoría absoluta para la aprobación inicial


del planeamiento general y la aprobación que ponga fin a la
tramitación municipal de los planes y demás instrumentos de
ordenación previstos en la legislación urbanística, y no la exige
para la transferencia defunciones o actividades a otras
Administraciones públicas ni para la aceptación de las
delegaciones o encomiendas de gestión realizadas por otras
Administraciones, mientras que el citado artículo de la Ley
7/1985 lo hace al revés (creemos que esto se debe a un error
tipográfico). No obstante, para los municipios a los que no les
es de aplicación el Título X de la Ley 7/1985 (los que no se
consideran de gran población) supone además que el Pleno de
sus Asambleas ya no necesitarán mayoría absoluta para la
adopción de los acuerdos relativos a la aprobación y
modificación de estatutos de mancomunidades y otras
organizaciones asociativas en las que participe la Entidad Local
y a la municipalización o provincialización de actividades en
régimen de monopolio y aprobación de la forma concreta de
gestión del servicio correspondiente (tampoco lo necesitarán,
como ahora lo exige el artículo 47 de la Ley 7/1985, para
acuerdos relativos a enajenación o cesión de determinados
bienes y servicios o del aprovechamiento de los bienes
comunales y a aprobación de determinadas operaciones
financieras o de crédito y concesiones de quitas o esperas, pero
porque estas atribuciones pasarán a ser del Consejo de
Gobierno y no de la Asamblea).

El Estatuto de los cargos representativos locales.

El Capítulo II regula los derechos económicos y políticos de los electos


locales y sus deberes y responsabilidades, así como los grupos políticos
locales.
Del contenido de este Capítulo los más novedoso en lo relativo a los
derechos políticos y deberes y responsabilidades de los electos locales.
En ambos casos, se reúnen en sendos artículos los derechos, deberes y
responsabilidades que ahora aparecen dispersos en el articulado de la
Ley 7/1985, se explicitan algunos que ahora aparecen apuntados de
forma somera y se incorporan algunos nuevos.

En lo tocante a los derechos políticos el artículo 47 del Borrador


enumera en catorce apartados esos derechos. De este elenco, los
apartados 1 a 7, 12 y 13 se refieren a su actuación como miembros de
la Asamblea y demás órganos colegiados de los que formen parte(asistir
y participar con voz y voto en las sesiones, formar parte de las
comisiones, solicitar la celebración de sesiones extraordinarias, plantear
y votar mociones de censura, votar cuestiones de confianza, presentar
proposiciones de Estatuto y Ordenanzas, enmiendas, ruegos, preguntas,
interpelaciones y mociones, solicitar la comparecencia de los directivos
de Organismos Autónomos y Entidades Públicas Locales y, la más
novedosa, solicitar la constitución de Comisiones de Investigación) y los
apartados 8 a11 regulan el derecho a obtener información donde,
además de incorporar el contenido del artículo 77 de la Ley 7/1985, se
establece el deber de todas las autoridades y empleados públicos locales
de facilitar a los electos locales el ejercicio de este derecho, así como los
casos en los que pueden ejercerlo sin necesidad de autorización (cuando
se trate del acceso de los representantes locales que ostenten
delegaciones o responsabilidades de gestión respecto a la información
propia de las mismas y del acceso de los electos en general a los
expedientes que hayan de ser tratados por los órganos colegiados de
que formen parte, a las resoluciones o acuerdos adoptados por cualquier
órgano municipal o a las informaciones o documentaciones que sean de
libre acceso para los ciudadanos).

El artículo 50 del Borrador explicita los deberes de los representantes


locales (asistir alas sesiones de los órganos colegiados de los que
formen parte, respetar las causas de inelegibilidad y de incompatibilidad,
abstenerse de participar en la deliberación, votación, decisión y
ejecución de todo asunto cuando concurra alguna de las causas a que se
refiere la legislación de procedimiento administrativo y contratos de las
Administraciones públicas, guardar reserva de todas aquellas
informaciones que se les faciliten para hacer posible el desarrollo de su
función y tratar con respeto y deferencia al personal de la Entidad Local)
y las normas sobre responsabilidad (que son las mismas que ahora
establece el artículo 78 de la Ley 7/1985, aunque desaparece el
apartado 4que permite al Presidente de la Entidad Local multar a los
electos que no asistan a las sesiones o incumplan sus obligaciones).
También en este artículo aparece una novedad importante:
• Se prohíbe a los representantes locales que hayan ostentado
responsabilidades de gobierno el ejercicio, durante los dos años
siguientes a la finalización de su mandato, de actividades
privadas relacionadas con las esas responsabilidades o con
expedientes sobre los que hayan dictado resolución en el
ejercicio de las mismas.

Por lo que se refiere a los derechos económicos, el Borrador incorpora el


contenido de los artículos 74 y 75 de la Ley 7/1985, con dos únicas
variaciones: por un lado, se reconoce el derecho al desempleo de los
electos que ejerzan sus cargos en régimen de dedicación exclusiva y,
por otro, se prevé expresamente la reducción proporcional al tiempo de
dedicación al cargo de las cotizaciones a la Seguridad Social de los
electos que desempeñen sus cargos en régimen de dedicación parcial.

La regulación de los grupos políticos locales es prácticamente


coincidente con la que actualmente se contiene en el artículo 73 de la
Ley 7/1985, si bien aparecen algunas novedades:

• Se amplía el concepto de “representante local no adscrito”


considerando como tales también a los concejales que sean
expulsado de la formación política que presentó la correspondiente
candidatura (ahora sólo lo son los que no se integren en el grupo
político que constituya la formación electoral por la que fueron
elegidos y los que abandonen su grupo de procedencia).
Además, en los casos en que la mayoría de los miembros de un
grupo político local abandonen la formación política que presentó
la candidatura a las elecciones osean expulsados de la misma, el
secretario de la Entidad Local ya no solo “podrá” sino que “deberá”
dirigirse al representante de dicha candidatura a efectos de que
acredite tal circunstancia. En cuanto a los derechos de los no
adscritos, se les reconocen los mismos derechos individuales que
al resto, pero expresamente se les niegan tanto los políticos como
económicos que se deriven de su pertenencia a un grupo político.
• La figura del portavoz que ahora aparece regulada sólo en una
norma de rango reglamentario (artículo 24 del Reglamento de
Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades
Locales, ROF en adelante), se incorpora a la futura ley.
• En cuanto a la financiación de los grupos políticos, la dotación
económica que ahora“puede” asignarles el Pleno se convierte en
obligatoria en los municipios de más de5.000 habitantes y en las
provincias e islas. También será obligatorio para todas las
Entidades Locales de más de 20.000habitantes facilitar a los
grupos políticos personal y locales con cargo a los presupuestos de
la Entidad Local (también el artículo 28 del ROF regulaba esta
cuestión, aunque no de una forma tan taxativa, aparte que este
Reglamento es de aplicación supletoria respecto del Reglamento
Orgánico de cada Entidad
Local).
El régimen jurídico

En el Capítulo III se regula la eficacia de los actos y acuerdos, la


publicación y notificación y el régimen de recursos contra unos y otros,
el procedimiento de aprobación del Estatuto y las Ordenanzas, el
ejercicio de acciones en defensa de los bienes y derechos de las
Entidades Locales, los conflictos de competencias y atribuciones, la
responsabilidad por daños y perjuicios y el procedimiento para la
solicitud de dictámenes al Consejo de Estado. De todas esta cuestiones,
la única que presenta novedades es la del procedimiento de aprobación
del Estatuto y las Ordenanzas, en el resto se incorpora al Borrador la
regulación que ahora se contiene en los artículos 48, 50 a 54, 63,65 a
68 y 70.2 de la Ley 7/1985.

Sobre el procedimiento de aprobación de Ordenanzas regulado en el


artículo 49 de la Ley 7/1985 y el que regula en el artículo 54 del
Borrador, cabe destacar las siguientes novedades:
• Este procedimiento se aplica a la aprobación y modificación del
Estatuto local y de las Ordenanzas, con excepción de las
Ordenanzas fiscales y de planeamiento urbanístico, que se regirán
por su normativa específica.
• Desaparece la fase de aprobación inicial y se sustituye por la de
aprobación del proyecto o proposición de Estatuto u Ordenanza. Si
se trata de un proyecto, su aprobación ya no corresponderá a la
Asamblea sino al Consejo de Gobierno (donde éste no exista, al
Alcalde).
• La fase de exposición pública para presentación de
reclamaciones y sugerencias se inicia, mediante anuncio en el
Boletín Oficial de la Provincia, una vez que el proyecto o
proposición haya sido informado por la comisión correspondiente
de la Asamblea.
• Como último paso del procedimiento, se mantiene la resolución
de todas las reclamaciones y sugerencias presentadas y
aprobación definitiva por la Asamblea; si bien, como no podía ser
de otra manera, se suprime la elevación a definitiva de la
aprobación provisional aunque en el periodo de exposición pública
no se presente ninguna reclamación ni sugerencia.
• La publicación en el Boletín Oficial de la Provincia del texto
íntegro como requisito para la entrada en vigor del Estatuto y las
Ordenanzas se mantiene en el artículo 55 del Borrador. Sin
embargo, el plazo de “vacatio legis” sufre alguna modificación: en
el Borrador es de 15 días desde la publicación, en la Ley 7/1985 es
también de 15 días pero contados a partir de la recepción por las
Administraciones del Estado y de la Comunidad Autónoma de la
comunicación del acuerdo de aprobación del Estatuto o la
Ordenanza de que se trate.

ACTIVIDADES, BIENES, OBRAS Y SERVICIOS

El Título V lo dedica el Borrador a las actividades, bienes, obras y


servicios de las Entidades Locales.

Actividades de las Entidades Locales.


En un único artículo (el 61) el Borrador despacha esta materia
ocupándose solamente de regular la actividad de policía incorporando el
contenido del artículo 84 de la Ley 7/1985, con la única diferencia de
que el Bando se excluye del listado de los medios de los que disponen
las Entidades Locales para intervenir en la actividad de los ciudadanos y,
sin embargo, se incluyen los decretos normativos de emergencia.

Bienes locales.
También a los bienes de las Entidades Locales el Borrador les dedica un
solo artículo(el 62) en el que se recoge el contenido de los cinco
artículos (del 79 al 83) que la Ley 7/1985dedica a esta materia, salvo lo
relativo a la enumeración de las prerrogativas de que disponen esas
Entidades respecto de sus bienes, a las que el Borrador no hace
mención alguna.

Por otro lado, el Borrador remite expresamente a la Ley 33/2003, de 3


de noviembre, del Patrimonio de las Administraciones Públicas, como
normativa aplicable en materia de administración y defensa del
patrimonio local. Asimismo, se incluye en el Borrador la obligación de las
Entidades Locales de formar y mantener actualizado un inventario de su
patrimonio (ahora esta obligación aparece en los artículos 86 del Texto
Refundido de las disposiciones legales vigentes en materia de Régimen
Local y 17 del Reglamento de Bienes de las Entidades Locales) y la
obligación de las Diputaciones provinciales, Cabildos y Consejos
insulares de facilitar a las otras Entidades Locales el asesoramiento y la
asistencia necesarios par el cumplimiento de dicha obligación.

Obras locales.
El contenido del artículo 63 del Borrador representa toda una novedad
respecto de la Ley 7/1985. En este artículo se prevé la aprobación de los
proyectos de obras locales en dos fases(aprobación inicial y definitiva),
con un periodo de exposición pública entre una y otra para
presentación de reclamaciones, sugerencias o alternativas por los
vecinos o personas jurídicas que tengan su residencia en el territorio de
la Entidad Local, así como de audiencia a las Administraciones del
Estado y de la Comunidad Autónoma y a las Entidades Locales vecinas
cuando las obras pudiesen producir efectos sobre sus competencias o
intereses. El anuncio de exposición al público deberá publicarse en el
Boletín Oficial de la Provincia y el plazo de exposición no será inferior a
15 días (salvo que la legislación urbanística prevea otro
distinto).Acabado el plazo de exposición, la aprobación definitiva se
produce automáticamente si no se hubieran presentado reclamaciones,
sugerencias o alternativas. La aprobación definitiva se debe publicar
también en la misma forma que la inicial, publicación que producirá
efectos jurídicos con relación a la alteración de la calificación jurídica de
los terrenos y demás bienes afectados y la legitimación de la
expropiación de los bienes necesarios para su ejecución.

Servicios locales.
En la regulación de los servicios locales se producen importantes
novedades en el contenido del Borrador. Se inicia la regulación de esta
materia con el reconocimiento de la capacidad de las Entidades Locales
para crear servicios para el ejercicio de actividades económicas en
régimen de competencia y la reserva a favor de ellas de una serie de
servicios esenciales. Pero a diferencia de lo que hace el artículo 86 de la
Ley 7/1985, el Borrador declara directamente el monopolio de esos
servicios esenciales, por lo que ya no se requerirá ni el acuerdo de la
Asamblea ni la aprobación por el órgano de gobierno de la Comunidad
Autónoma. Además del listado deservicios esenciales que se prestarán
en régimen de monopolio se excluyen los de suministro de calefacción,
mataderos, mercados y lonjas centrales y, por el contrario, se incluyen
los de alumbrado público y pavimentación de vías públicas.

Por otra parte, desaparece la actual definición de servicios públicos


locales del artículo 85.1 de la Ley 7/1985 y aparece un nuevo concepto:
el de “servicios locales de interés general”, que son aquéllos que prestan
o regulan las Entidades Locales en el ámbito de sus competencias y
aquella otra actividad prestación al que dichas Entidades realizan o
regulan, en favor de los ciudadanos, bajo la habilitación legal de la
cláusula de estado social establecida en los artículos1.1 y 9.2 de la
Constitución española. Además, según el Borrador, estos servicios
garantizan a los ciudadanos la igualdad de acceso y de trato, la
continuidad en la prestación, la protección de los derechos de los
usuarios y un adecuado nivel de calidad a precios razonables o, cuando
la situación social lo requiera y lo permitan las disponibilidades
presupuestarias, con precios reducidos o gratuitos
para todos los ciudadanos o para los colectivos más desfavorecidos.
Los servicios locales de interés general se pueden configurar como
servicio público(cuando la propia Entidad Local es la que realiza, directa
o indirectamente, la actividad objeto de la prestación) o como servicio
reglamentado (cuando la actividad que es objeto de la prestación se
realiza por los particulares, o por organismos públicos distintos al que
tiene atribuida la competencia, sometidos a una ordenanza local del
servicio que les impone obligaciones específicas de servicio público en
virtud de un criterio de interés general).

Cuando el servicio se configure o preste en régimen de servicio público,


la Entidad Local lo podrá prestar mediante gestión propia (lo que ahora
se denomina gestión directa en el artículo85.2 de la Ley 7/1985, es
decir, cuando se presta por la propia Entidad Local con o sin órgano
desconcentrado, o mediante organismo autónomo local, entidad pública
empresarial local, Sociedad mercantil local cuyo capital social pertenezca
íntegramente a la entidad local o cualquier otra fórmula organizativa
prevista en las leyes) o mediante gestión contractual (lo que ahora se
denomina en el citado artículo 85gestión indirecta, es decir, mediante
las distintas formas previstas para el contrato de gestión deservicios
públicos en las normas reguladoras de los contratos de las
Administraciones Públicas).Si el servicio se presta en régimen deservicio
reglamentado, la ordenanza local del servicio debe contemplar, entre
otros, los siguientes aspectos de la prestación:
a) En relación al servicio: las condiciones técnicas de su prestación,
las modalidades en que puede ser prestado y las obligaciones
específicas de servicio público que se les impone en virtud del
criterio de interés general.
b) En relación a los usuarios: los derechos y deberes y, en función
del servicio de que se trate, las tarifas o precios aplicables para
toda o parte de su actividad, así como los supuestos en que la
actividad puede ser subvencionada por la Entidad Local.
c) En relación con el prestatario del servicio: la regulación de su
situación jurídica respecto de la Administración en la que se debe
concretar si el inicio, traslado y cese de la prestación del servicio
queda sometida o no a autorización administrativa previa, las
sanciones aplicables por las infracciones en que puedan incurrir y
los supuestos de revocación de la autorización o clausura de la
actividad.
Finalmente, este Título V dedica sus tres últimos artículos a las
especialidades de los organismos autónomos, entidades públicas
empresariales y sociedades mercantiles locales, así como a las
fundaciones y consorcios que pueden constituir las Entidades Locales.
Respecto de las especialidades de organismos autónomos y entidades
públicas empresariales, las enumeradas en el Borrador son
notablemente menores a las que aparecen en el artículo 85.bis de la Ley
7/1985. Así, se mantienen sólo las siguientes:

a) Su creación, modificación, refundición y supresión


corresponderá a la Asamblea de la Entidad Local, que aprobará
sus estatutos. Deberán quedar adscritas a una Concejalía, área u
órgano equivalente de la Entidad Local.

b) El titular del máximo órgano unipersonal de dirección de los


mismos tendrá la consideración de directivo público local.

c) En los organismos autónomos existirá un consejo rector y en las


entidades públicas empresariales existirá un consejo de
administración. En ambos casos su composición y atribuciones se
determinarán en sus estatutos.

También la regulación de los contenidos mínimos de los estatutos de


unos y otras es más parca en el Borrador que en la Ley 7/1985,
limitándose a establecer los siguientes:
a) Las funciones y competencias del organismo, con indicación de
las potestades administrativas que puede ejercer.

b) La determinación de los máximos órganos de dirección del


organismo unipersonales y colegiados, así como su forma de
designación.

c) El régimen relativo a recursos humanos, patrimonio,


contratación, presupuestario, económico-financiero, contable, de
intervención y de control financiero y de eficacia.

La regulación contenida en el Borrador de las sociedades mercantiles


locales es la misma que la ahora establecida en el artículo 85.ter de la
Ley 7/1985, aunque con las siguientes modificaciones: deberán adoptar
una de las formas de sociedad mercantil de responsabilidad limitada
“unipersonal” y las funciones de la Junta General-socio único serán
ejercidas por el Consejo de Gobierno y, donde esta no exista, por el
Alcalde o Presidente de la Entidad Local.

Por lo que atañe a fundaciones, el Borrador limita la posibilidad de que


las Entidades Locales constituyan o participen en ellas a lasque tengan
por objeto el desarrollo de actividades científicas, educativas, culturales,
sociales benéficas o de índole similar.
Y, respecto de los consorcios, el Borrador les reconoce expresamente
personalidad jurídica propia, confiando a sus estatutos la determinación
de sus fines y las particularidades de su régimen orgánico, funcional y
financiero; también a través de los estatutos las Entidades consorciadas
podrán acordar que el consorcio ostente la potestad tributaria para
establecer, ordenar y exigir contribuciones especiales, tasas y precios
públicos por los servicios que preste.

FUNCIÓN PÚBLICA LOCAL

El último Título (el VI) del Borrador se ocupa de la función pública local
y en él se aprecia una drástica reducción de su contenido respecto de la
regulación que la Ley 7/1985dedica a esta cuestión en su Título VII.

Tras una remisión genérica a la normativa básica del Estado en materia


de función pública y a la que, en su desarrollo, dicten las Comunidades
Autónomas en lo que atañe al régimen jurídico del personal al servicio
de la Administración local, el Borrador se limita a:
• enumerar los tipos de personal (con la novedad, respecto al
artículo 89 de la Ley7/1985, de la incorporación del personal
directivo),
• reconocer la competencia de cada Entidad Local para seleccionar
a sus funcionarios(con excepción de los de habilitación nacional) y
de la Administración General del Estado para establecer
reglamentariamente las reglas básicas y los programas mínimos
del procedimiento de selección, así como establecer la obligación
de publicar en el BOE las convocatorias de las pruebas de acceso y
de los concursos para la provisión de puestos de trabajo y en el
BOP las bases de tales convocatorias.
• la delimitación de las funciones públicas y la enumeración de las
reservadas a funcionarios de administración local con habilitación
de carácter nacional (reproduce los apartados 2, 3 y 4 del artículo
92 de la Ley 7/1985).
• las normas relativas a la selección y nombramiento de los
funcionarios de administración local con habilitación de carácter
nacional y a la provisión de los puestos de trabajo a ellos
reservados (que son idénticas a las contenidas en los artículos 98
y 99 de la Ley 7/1985, con la salvedad de que según el Borrador
las bases de la convocatoria para cubrir puestos de trabajo por el
sistema de libre designación serán aprobadas por el Presidente de
la Entidad Local y, con la Ley 7/1985, las aprueba el Pleno).

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