Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Junio de 1990 marca un parteaguas para la lucha social en nuestro país. Es el momento en
que el Movimiento Indígena toma la posta, sostenida antes por estudiantes y organizaciones
obreras, en el enfrentamiento al poder. Estaba claro, la Conquista y la Colonia habían
significado la destrucción de sus formas de organizar la vida, y ni la Independencia, ni la
República habían podido (ni querido) resarcir aquello que fue arrasado, por el contrario, la
forma social comunitaria (la comuna) siguió siendo hostigada con la imposición del
régimen de hacienda.
Entonces las y los comuneros agarraron al toro por sus cuernos y se levantaron. Pasa que las
reformas agrarias no habían resuelto nada y en las décadas del 70 y 80 el conflicto alrededor
de la tierra (léase como el territorio donde acaece la vida, es decir el pensamiento, el
sentimiento, la cultura) persistía. Yanaperos y huasipungueros ya venían sosteniendo
ocupaciones de haciendas, y llegada la década del 90 existían, solo en la Sierra, 72
conflictos de tierra sin resolver, al tiempo que se acentuaba el despojo por parte de las
empresas extranjeras en la Amazonía. Si se suma a todo esto el racismo de quienes, con aire
aristocrático, considerabanse la “crema y nata” de este país, motivos suficientes había para
irrumpir en la plaza para decir “aquí estamos”.
Asì, si bien, los distintos territorios indìgenas formaban parte del Estado uni-
nacional y se interrelacionan con su sistema económico y político, las diferentes
etnias intentaban resistir como unidades distintas. No existe una sola forma de
organizaciòn del territorio indígena, tampoco una sola forma de ser indígena,
existieron desde antes de la conquista multiples formas, procesos que fueron
deformados a su tiempo por conquistadores, colonos y el Estado Nacional.
(GRAFICO DEL ESTADO COMIENDOSE LOS CIRCULOS CHIQUITOS)
Tarea: Conseguir una fotografía que muestre los hechos del Levantamiento de
1990, péguelo al final de este folleto.
En el Levantamiento Indígena de 1990 confluyeron demandas jurídico-políticas,
agrarias, económicas y culturales, entre ellas: (HACER ESTO EN UN
RECUADRO).
- Declaración de Ecuador como “Estado Plurinacional”
- Entrega de Tierras y legalización de territorios de las nacionalidades
- Solución del problema del agua y riego
- Congelación de los artículos de primera necesidad
- Libre importación y exportación comercial para los miembros de la CONAIE
- Entrega de recursos permanentes para la educación bilingüe
- Fijación de precios justos para los productos campesinos y autonomía en el
mercado.
El gobierno de Abdalá Bucaram (1997) será de los primeros en salir mal parado por
la fuerza de la lucha indígena-popular. Sus pretensiones de elevar los precios de la
gasolina, energía eléctrica y transportes, fue derrotada en las calles. Pero esta vez,
una muchedumbre nutrida de quinientas mil gentes lograría presionar para el
derrocamiento de este nefasto gobierno. Bucaram huyó del país llevándose en
costales la plata que había robado.
Pero las tentativas empresariales lograban cambiar de cara con cada cambio de
gobierno. En 1999 Jamil Mahuad pretendía incrementar el precio de los
combustibles en un 163%, ante lo cual volvió la movilización. Mientras en las zonas
rurales las organizaciones indígenas ocuparon las carreteras y retenían militares para
canjearlos por compañeros que habían sido detenidos, en Quito el pueblo también
obstaculizaba las vías y se enfrentaba con los militares.
Sin embargo, la tensión con los poderosos se centró en Quito, las comuneras y
comuneros fueron acogidos en cinco centros entre universidades y la Casa de la
Cultura. La solidaridad del pueblo fue amplia, no solo apoyaron con el
abastecimiento d comida sino que en distintos lugares de la ciudad se levantaron
barricadas y se organbizaron marchas y cacerolazos para sostener a las fuerzas
indígena-populares, que librarban su propia batalla en las inmediaciones de la
Asamblea Nacional.
Con la fuerza popular que se desató en las calles, en otros tiempos el gobierno ya
hubiese caído, ¿Por qué no sucedió así?. Esta vez la lucha popular encontró mejor
parados a los poderosos pues se alinearon en un solo muro la violencia militar y
policial, el gobierno que a través de sus decretos declaró estados de excepción y el
toque de queda, varios manifestantes fueron detenidos, y fueron sus ministro
quienes dieron la orden para asesinar a nueve compañeros en medio de las protestas;
los empresarios pedían mano dura contra los manifestantes incluso hablaron de
“echar bala a los revoltosos”; y en los medios de comunicación se trataba a las y los
luchadores como narcotraficantes, pandilleros, vándalos y terroristas.
La rebelión indígena-popular culminó con una victoria para el pueblo que luchó en
las calles. Hoy la CONAIE se encuentra mucho más fuerte y el pueblo reconoce su
fuera organizativa. El decreto 883 fue derogado después de que la fuerza indígena-
popular sentara a dialogar a los representantes de los poderosos y dejarlos en
ridículo frente a millones de ecuatorianos.