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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación.

Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales

“Ezequiel Zamora”

Mérida Estado Mérida

Ética para Amador.


Fernando Savater.

Docente: Olga Chacón participante: María González

Mérida, diciembre del 2022


Prólogo
En ocasiones hay padres que intentan ser los mejores amigos de sus hijos, lo cual no está mal pero
nosotros los jóvenes debemos tener amigos y amigas de acuerdo a nuestra edad, esto no quiere decir
que los jóvenes no puedan tener alguna relación con los padres, profesores y demás adultos es posible
en el mejor de los casos llevarse racionalmente bien, pero esto no quiere decir que nosotros los
jóvenes debemos asfixiar a los adultos la cual esta relación más adelante puede llegar a ser fatal para
ambas partes y esto va de acuerdo a la diferencia y pensamientos de ambas partes.

Como podemos entender que no hay que confiar tanto en los adultos que se creen aun jóvenes y que
quieren ser simpáticos ¡ojo con ellos! algo querrán con tanta zalamería (demostración de cariño). Un
padre o un profesor tiene que ser Algo molestos o no sirven para nada. que para jóvenes nosotros, está
es una lección que un padre le está dando a su hijo a través de un libro.

Este padre le quiere contar a su hijo sobre una pregunta que es muy común en los niños y que en su día
quedo sin respuesta, estaba tecleando con desgana en su Olivetti portátil, encerrado en su cuarto. los
oía jugar a ti y a tus primos en la piscina, de pronto el niño llega en donde esta su padre y le pregunta
hola ¿Qué estás haciendo? El cuál contesto cualquier cosa que se e vino a la mente porque no era el
caso de empezar a explicarle que intentaba escribir un libro de ética

Después de un tiempo en nuestro mini paraíso me contaste que habías tenido un sueño el cual se
parecía a la historia del mago de oz en donde era arrastrado por fuertes vientos, y de pronto escucho la
voz de su padre que le decía ¡te confianza! ¡ten confianza! Su padre al oír la historia de su hijo, se llenó
de orgullo, no sabes el regalo que me diste contándome esa rara pesadilla: ni en mil años que viva
podría pagarte el orgullo de aquella tarde en que supo que su voz le podía dar ánimos. Cuando el padre
le dice a su hijo ten confianza no se refiere a que tenga confianza en las personas, sino que tengas
confianza en si mismo, en la inteligencia que le permitirá ser mejor persona de lo que ya, y en el
instinto de su amor.

Su padre al escribir este libro se refiere que en los pueblos antófagos abrían el cráneo de sus enemigos
para comer parte de su cerebro, intentando apropiarse así de sus conocimientos y de su coraje, usando
esta referencia donde quiere compartir algo de su conocimiento con su hijo y al mismo tiempo
aprender un poco sobre él.

Capítulo primero
De qué va la ética

Hay personas que estudian Las ciencias por solamente el simple interés de saber nuevas cosas u
obtener una nueva destreza en su caso. La mayoría lo hace para ganarse la vida u obtener un trabajo. Si
no sentimos curiosidad ni necesidad de realizar tales estudios, podemos prescindir tranquilamente de
ellos. Abundan los conocimientos muy interesantes, pero sin los cuales uno se las arregla bastante bien
para vivir: yo, por ejemplo, lamento no tener ni idea de astrofísica ni de ebanistería, que a otros les
darán tantas satisfacciones, aunque tal ignorancia no me ha impedido ir tirando hasta la fecha. si no
me equivoco, conoces las reglas del fútbol, pero estás bastante pez en béisbol. No tiene mayor
importancia, disfrutas con los mundiales, pasas olímpicamente de la liga americana y todos tan
contentos. Con esto quiere decir que se puede vivir sin saber astrofísica ni futbol, incluso sin saber leer
ni escribir se vive peor, pero se vive hay cosas que, si debemos saber porque en ellos se nos va la vida,
debemos estar enterados que saltar de un sexto piso no es bueno para nuestra salud o una dieta de
clavos y acido no nos permitirá llegar a viejos, cosas como estas son tan importantes en nuestra vida
cotidiana. Se puede vivir de muchos modos, pero hay modos que no dejan vivir en que ciertas cosas
nos convienen y otras no.

Saber lo que nos conviene, es decir: distinguir entre lo bueno y lo malo, es un conocimiento que todos
intentamos adquirir, todos sin excepción por la cuenta que nos trae. es necesario saber lo que
debemos comer, o que el fuego a veces calienta y otras nos quema, así como el agua puede quitar la
sed, pero al mismo tiempo ahogarnos. O cuál pasa con las relaciones humanas se da con mayor
frecuencia, La mentira es algo en general malo, porque destruye la confianza en la palabra y todos
necesitamos hablar para vivir en sociedad, podemos distinguir entre lo bueno y lo malo

a primera vista todos estamos de acuerdo es en que no estamos de acuerdo con todos. Pero hay que
fijarnos que también estas opiniones distintas coinciden en otro punto: a saber, que lo que vaya a ser
nuestra vida es, al menos en parte, resultado de lo que quiera cada uno de nosotros. Si nuestra vida
fuera algo completamente determinado y fatal, irremediable, todas estas explicaciones carecerían del
más mínimo sentido. Nadie discute si las piedras deben caer hacia arriba o hacia abajo: caen hacia
abajo y punto. Los castores hacen presas en los arroyos y las abejas panales de celdillas hexagonales:
no hay castores a los que tiente hacer celdillas de panal, ni abejas que se dediquen a la ingeniería
hidráulica. En su medio natural cada animal parece saber perfectamente lo que es bueno y lo que es
malo. No hay animales malos ni buenos en la naturaleza no hay animales malos porque los
depredadores no tienen conciencia para decir que está mal o no.

un ejemplo claro de las termitas estas hormigas blancas que en áfrica levantan impresionantes
hormigueros de varios metros de alto y duro como las piedras esto sucedo porque el cuerpo de las
termitas es blando las cuáles no carecen de un caparazón como los demás insectos, y por esto el
hormiguero le sirve de caparazón contra ciertas hormigas enemigas, Pero a veces uno de esos
hormigueros se derrumba, por culpa de una riada o de un elefante (a los elefantes les gusta rascarse
los flancos contra los termiteros, al ocurrir esto las termitas rápidamente se ponen a trabajar para
reconstruir su dañada fortaleza las grande hormigas se lanzan al ataque para defender a su tribu e
intentan detener a las enemigas, pero ¿No merecen acaso una medalla, por lo menos? ¿No es justo
decir que son valientes?

Cambiando de escenario homero cuenta la historia de Héctor el mejor guerrero de troya el cual tiene la
facultad de eleccion, tenemos acciones que nos convienen una más que otras y otras que serán
imposibles de hacer o realizar, pero dentro de estas opciones somos libres de escoger, aunque esto no
quiere decir que por tener la opción de elegir tengamos que conseguir todo lo que queramos, con esto
quiero decir que elijamos pero que elijamos bien.

Cuando hablamos de libertad es a esto a lo que me refiero. Lo que nos diferencia de las termitas y de
las mareas, de todo lo que se mueve de modo necesario e irremediable. Cierto que no podemos hacer
cualquier cosa que queramos, pero también cierto que no estamos obligados a querer hacer una sola
cosa. Y aquí conviene señalar dos aclaraciones respecto a la libertad:

Primera: que no somos libres de elegir lo que nos pasa (haber nacido tal día, de tales padres y en tal
país, padecer un cáncer o ser atropellados por un coche, ser guapos o feos, que los aqueos se empeñen
en conquistar nuestra ciudad, etc.), sino libres para responder a lo que nos pasa de tal o cual modo
(obedecer o rebelarnos, ser prudentes o temerarios, vengativos o resignados, vestirnos a la moda o
disfrazarnos de oso de las cavernas, defender Troya o huir, etc.).

Segunda: que seamos libres para intentar algo no tiene nada que ver con lograrlo dejar de ser. No es lo
mismo la libertad (que consiste en elegir dentro de lo posible) que la omnipotencia (que sería
conseguir siempre lo que uno quiere, aunque pareciese imposible).
cuanta más capacidad de acción tengamos, mejores resultados podremos obtener de nuestra libertad.

En nuestra realidad existen muchas fuerzas que limitan nuestra libertad, desde terremotos o
enfermedades hasta tiranos. Pero también nuestra libertad es una fuerza en el mundo, nuestra fuerza.
Si hablamos con las personas y les preguntamos por la libertad nos dirán que La libertad no existe que
nos manipulan, que nos comen e coco desde la televisión que los gobernantes nos engañan y que los
terroristas nos amenazan y que las drogas nos esclavizan que no hay posibilidad de que se puedan
comprar o que quieran. Sí nos fijamos un poco, hablan y parece que se están quejando, pero en
realidad se encuentran muy satisfechos de saber que no son libres. En el fondo piensan: «¡Uf! ¡Menudo
peso nos hemos quitado de encima! Como no somos libres, no podemos tener la culpa de nada de lo
que nos ocurra. nadie acepta que funcionamos como un mecanismo inexorable de relojería o como
una termita. Uno puede considerar que optar libremente por ciertas cosas en ciertas circunstancias es
difícil (entrar en una casa en llamas para salvar a un niño, por ejemplo, o enfrentarse con firmeza a un
tirano) y que es mejor decir que no hay libertad para no reconocer que libremente se prefiere lo más
fácil, es decir, esperar a los bomberos o lamer la bota que le pisa el cuello, pero siempre algo nos dirá:
«Si tú hubieras querido ...»

La libertad no es una filosofía y ni siquiera es una idea: es un movimiento de nuestra conciencia que
nos lleva, en ciertos momentos, a pronunciar dos monosílabos: Sí o No. Nosotros podemos elegir en
parte nuestra forma de vivir ya sea malo o bueno esto es a lo que nos referimos ética
Capítulo segundo

Órdenes costumbres y caprichos

Tenemos caramente que hay cosas que nos convienen para vivir y otras no, pero siempre teniendo en
cuenta que cosas son las que nos convienen. Aunque no podamos elegir lo que nos pasa, podemos en
cambio elegir, hacer frente a lo que nos pasa nuestro caso se parece más al de Héctor que al de las
beneméritas termitas. Cuando vamos a hacer algo, lo hacemos porque preferimos hacer eso a hacer
otra cosa, o porque preferimos hacerlo a no hacerlo en ocasiones las circunstancias nos pone a elegir
entre dos opciones que no hemos elegido y en ocasione elegimos, aunque preferiríamos no tener que
elegir. Uno de los primeros filósofos que se ocupó de estas cuestiones, Aristóteles, imaginó el siguiente
ejemplo. Un barco lleva una importante carga de un puerto a otro. A medio trayecto, le sorprende una
tremenda tempestad. Parece que la única forma de salvar el barco y la tripulación es arrojar por la
borda el cargamento, que además de importante es pesado.

El capitán del navío se plantea el problema siguiente: «¿Debo tirar la mercancía o arriesgarme a capear
(entretener hábilmente a las personas con engaños)? ¿Esperando que el tiempo mejore o que la nave
resista?» con el cargamento en el barco esperando a que lo tiempos mejoren o que el barco resista,
para el capitán lo más conveniente es llegar al puerto con la mercancía, su tripulación y su barco eso es
lo que más le convienen.

dadas las circunstancias el prefiere salvar su vida y la de sus tripulantes o salvar la carga por muy
preciosa que sea, son cosas que se le impone, cosas que pasa quiera o no, en cabio si puede elegir el
comportamiento a seguir en el peligro de a amenaza tirando el cargamento por la borda lo hace
porque quiere y a la vez sin querer. Quiere vivir salvarse y salvar a los hombres que dependen de él
vivan de igual manera, pero no quiere quedarse sin su mercancía a regañadientes (hace las cosas con
disgusto) prefiere no verse en el trance de escoger entre la pérdida de su vida el cuál no tiene más
remedio y tiene que rendirse.

No sería la ocasión propicia para entregarse a los caprichos. Si te dijeran que el capitán de ese barco
tiró la carga no Porque lo considerase prudente, sino por puro capricho (o que la conservó en la bodega
por el mismo motivo), ¿qué pensarías?: que estaba un poco loco el capitán. Arriesgar la fortuna o la
vida sin otro móvil que el capricho tiene mucho de chaladura, y si la extravagancia compromete la
fortuna o la vida del prójimo merece ser calificada aún más duramente. ¿Cómo podría haber llegado a
mandar un barco semejante antojadizo irresponsable? En momentos tempestuosos a la persona sana
se le pasan casi todos los caprichitos y no le queda sino el deseo intenso de acertar con la línea de
conducta más conveniente, o sea más racional.
¿Esto se trata de un simple problema funcional el cual es encontrar el mejor remedio para llegar al
puerto sanos y salvo? supongamos que el capitán llega a una conclusión de que su barco debe perder
peso ya sea peso en mercancía o sea peso en tripulación el cual podría convencer a los marineros más
inútiles entre ellos tirarse por la borda, esta podría ser la conclusión para que la mercancía llegué al
puerto. Sin embargo, esto resulta repugnante en tal decisión, ¿Será porque le han dado la orden de
que las cosas no deben de hacerse así, o porque no tengo costumbre de hacerlas o simplemente
porque no me apetece o porque no hay que comportarse de esa manera?

«No hemos de preocúpanos de vivir largos años, sino de vivirlos satisfactoriamente; porque vivir largo
tiempo depende del destino, vivir satisfactoriamente de tu alma.

Palabras No Comunes Y Su Significado

Prologo:

Persona que tienen por oficio trabajar en ébano y otras


Ebanistería
maderas finas.
Examen explicación minuciosa detallada y rigurosa sobre
Disquisición una materia, específicamente si se aparta de tema,
especialmente del que se está tratando
Estribas Apoyarse
Que es muy necesario y urgente
Imperioso
Omnipotente Persona que lo puede hacer todo
Persona que ejecuta retos de resistencia física y mental, sin
aparentes perjuicios, tales como introducirse cuchillos,
Faquires
caminar sobre el fuego, acostarse en camas con clavos, etc.

1. primer capítulo
Cometer actos incívicos para producir molestias,
Gamberro
o prejuicios a otra persona
Parricidio El hecho de asesinar a los progenitores
Zalamería Demostración de cariño, exagerada y empalagoso
Bocajarro Que algo se hace de improviso, sin preparación alguna.
Dícese de aquel o de aquello que se alimenta de carne
Antropófagos
humana.
Parricidios El hecho de asesinar a los progenitores.
Zarandear
Mover una cosa de un lado a otro con rapidez y energía.
(Zarandeando)

2. Segundo capítulo

Regañadientes Indica que una cosa se hace a disgusto.

Indefectiblemente Aquello que no puede dejar de hacer o faltar.

Entretener hábilmente a una persona especialmente


Capear para no cumplir con alguna obligación o una promesa.

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