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SÍNTESIS POR CAPÍTULOS (ÉTICA PARA AMADOR DE FERNANDO ALVAREZ)

CAPITULO 1 DE QUÉ VA LA ETICA.

En este capitulo nos empieza a decir que se puede vivir sin saber muchas cosas pero que por
no saber esas cosas no nos va afectar que debemos saber que nadie sabe todo, pero sin
embargo no hay nadie que trate de tomar una ventaja sobre los demá s sabiendo mas.
También nos habla acerca de las decisiones las cuales nos convienen o no. Las que nos
convienen el autor nos dice que es lo que solemos decir “bueno” y a las que no es a lo que
llamamos “malo” y que todo mundo trata de adquirir el conocimiento sobre lo que le conviene
y no. El autor habla de que las personas tienen libertad de escoger sus propias decisiones no
como los animales que actú an por instinto y por que lo tienen que hacer no tienen mas
remedio así fueron programados, sin embargo nosotros también fuimos programados
comemos, bebemos agua pero a diferencia de los animales nosotros tomamos decisiones
siguiendo un patró n se nos presenta el problema, pensamos las soluciones y elegimos la que
mas nos convenga, eso es lo que nos hace diferentes tomamos decisiones libremente estén
mal o bien. Nos pone el ejemplo de Héctor a la hora de enfrentarse a Aquiles el toma la
decisió n de enfrentarlo sabiendo que tenia pocas probabilidades de ganar, pero el fue libre a
la hora de tomar su decisió n.

CAPITULO 2 ÓRDENES, COSTUMBRES Y CAPRICHOS.

En este capitulo el autor nos empieza a decir que hay cosas que nos conviene para vivir y
otras no. No podemos elegir lo que nos pasa pero si podemos elegir lo que debemos hacer
para enfrentar las cosas. Cuando queremos hacer algo lo hacemos por que queremos hacer a
no hacerlo. El autor también nos habla de que por lo general uno no se pasa pensando que nos
conviene hacer y que no nos conviene hacer por lo general la mayoría de nuestros actos los
hacemos casi automá ticamente por ejemplo ya no pensamos ¿me pongo primero el zapato? ¿O
me pongo primero el calcetín? Ya lo hacemos automá tica ya sabemos que se pone primero el
calcetín luego el zapato. Todas las decisiones que se toman se toman por algú n motivo el cual
es la razó n que tienes para realizar una acció n. Hay diferentes tipos de motivos:

Orden: es cuando alguien arriba de ti (tu papa, maestro, director, etc.) te dice que hagas
algo.las ordenes sacan su fuerza, en parte al miedo que se puede tener a algú n tipo de castigo
o regañ o. Costumbre: es lo que se suele hacer por rutina o por ver que todo mundo a tu
alrededor lo hace. Capricho: es cuando lo haces por que quieres por gusto por que se te da la
gana. El capricho normalmente por seguir la contra a una orden que no te gusta.

CAPITULO 3 HAZ LO QUE QUIERAS.

En este capitulo el autor nos empieza a decir de que la mayoría de las cosas las hacemos
porque nos la mandan, por que se acostumbran a hacerlas así, por que son un medio para
conseguir lo que queremos o sencillamente por que de capricho las queremos hacer así.
La libertad es el asunto del que se ocupa propiamente la ética. Libertad es poder decir si o no.

Como lo vimos en el capitulo anterior existen diferentes tipos de motivos los cuales ya
conocemos bien, pero no crees que para ser libre es necesario pensar las cosas a hacerlas por
hacerlas. Es necesario pensar las cosas o tus motivos má s de 1 vez:

La primera vez que piensas el motivo de tu acció n la respuesta a la pregunta es ¿Por qué hago
esto? En la segunda vez la cosa ya varia. Esto lo hago por que me lo ordenan pero ¿Por qué
obedezco lo que me mandan? Lo mismo sucede con las costumbres ¿Por qué siempre tengo
que hacer lo que hacen los demá s?

La palabra moral tiene que ver con las costumbres y también con las ordenes, pues la mayoría
de los preceptos morales suenan así “debes hacer tal cosa” o “ni se te ocurra hacer tal otra”.

La ética de un hombre libre nada tiene que ver con los castigos ni los premios repartidos por
la autoridad que sea, autoridad humana o divina, pero el caso es igual. Moral es el conjunto d
comportamientos y normas que tú , yo y algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como
vá lidos; ética es la reflexió n sobre por qué los consideramos vá lidos y la comparació n con
otras morales que tienen personas diferentes.

En el capitulo también nos aclara que es muy difícil definir como debe de ser una persona
buena y no pone un claro ejemplo sobre la escuela: hay una muchacha que en su casa es muy
ordenada y muy modosita para s mama es buena pro en a escuela ella es chismosa y cizañ era
es claro que para sus compañ eros es mala.

Al final del capítulo nos habla sobre un capitulo de la novela Gargantú a y Pantagruel en la cual
había un letrero que decía “haz lo que quieras”. Y nos dice que la ética bien entendida es eso
“haz lo que quieras”

CAPITULO 4 DATE LA BUENA VIDA

Lo que cada uno debe hacer debe de preguntá rselo a si mismo, dado que la libertad es algo
innato y de lo que no podemos prescindir. Cualquier decisió n que tomemos, ya sea entregar
nuestra vida como esclavos, o no depender de nadie, lo haremos mediante nuestra libertad.

Sin embargo, ese “haz lo que quieras”, esa libertad, no es dejarse guiar por los caprichos de
cada uno. A veces queremos cosas contradictorias y hay que establecer prioridades, hay que
esclarecer lo que realmente uno quiere, lo que no es otra cosa que “darse la buena vida”, una
buena vida humana, lo que implica relaciones con el pró jimo. Sin relacionarnos con los demá s
es imposible esa buena vida, no tendríamos ningú n aprendizaje cultural, ni llegaríamos a
desarrollar el lenguaje. Debemos desarrollar la relació n con los demá s para desarrollarnos
nosotros mismos, por eso darse la buena vida es también dar la buena vida… porque en
definitiva, cualquier riqueza, cualquier don, cualquier cualidad, en la má s extrema soledad, sin
nadie má s que la envidie, reconozca o alabe, no nos sirve.

Aquí el autor nos brinda el ejemplo del ciudadano Kane, quien es multimillonario y que todo
lo que ha deseado siempre lo ha obtenido por medio de su fortuna, comprando a los demá s y
todo tipo de situaciones… sin embargo, al final muere murmurando una sola palabra
“Rosebud”. Intrigado un periodista intenta adivinar lo que significaba, y era el nombre de un
trineo que Kane tuvo de niñ o, lo cual significaba para el algo mas que un simple juguete, lo
importante era que fue, en su época de niñ o, símbolo de dulces y relaciones afectivas
desinteresadas completamente, la “buena vida” que en ese entonces disfrutaba, aunque al
conseguir millones, la gente lo envidiaba, sin saber su triste realidad.

Un hombre libre en nada piensa menos que en la muerte, y su sabiduría no es una meditació n
de la muerte, sino de la vida.

CAPITULO 5 ¡DESPIERTA BABY!

No basta con querer la buena vida, hay que saber lo que es ella. No es algo simple, pues la vida
está llena de complicaciones: no parece bueno desechar el dinero, no parece bueno tampoco
buscarlo por encima de todo. Esto ú ltimo puede llevar a ver a las personas como cosas, eso
sería una simplificació n, huir de la complejidad de la vida, y ni siquiera sería darse la buena
vida, sino que al fastidiar a los demá s, al intentar dominarlos, no disfrutaremos de la relació n
con ellos, y nos fastidiaremos a nosotros mismos. Eso es precisamente porque los hombres no
somos cosas, necesitamos “cosas” que las cosas no tienen, “cosas” que só lo las personas
pueden aportarnos (amistad, respeto, amor) cuando las tratamos como iguales. Só lo el tratar
a los demá s como personas nos aportara esto, o cuando menos, nos respetaremos a nosotros
mismos al defender el derecho a no ser cosas para los otros.

El obtener bienes materiales, aquello que los demá s envidian, no sirve, hay que descubrir lo
que nosotros queremos, en que consiste el fondo de la buena vida. Para descubrir ese fondo
hace falta atenció n, reflexionar sobre lo que se hace y precisar el sentido que nos mueve, hasta
llegar a comprender por qué algo nos conviene y otra cosa no.

No se puede contentar uno con ser tenido por bueno, hay que hablar con los demá s, dar
razones, escucharlas, aunque irremediablemente el esfuerzo de tomar las decisiones es
propio.

Sin embargo, quedan cuestiones por concretar: ¿Por qué está mal lo que está mal?, ¿En qué
consiste tratar a las personas como personas?

El ser humano tiene que ser libre por si mismo, no por nadie ni en lugar de nadie mas.

CAPITULO 6 APARECE PEPITO GRILLO

El autor en este capitulo nos dice que la ú nica obligació n que tenemos en esta vida, es no ser
imbéciles, palabra que nos describe como: el imbécil segú n el latín baculus, significa una
persona que necesita bastó n para caminar.

Nos da varios modelos de imbécil a elegir:

1) El que cree que no quiere nada, el que dice que todo le da igual, que vive en un perpetuo
bostezo y en siesta permanente.
2) El que cree que todo lo quiere, que vive en la indecisió n, si marcharse o quedarse, bailar o
seguir sentado.

3) El que no sabe lo que quiere y no se molesta por averiguarlo.

4) El que confunde la buena vida con aquello que le va a destrozar.

Para evitar caer en cualquiera de estos u otros ejemplos, lo que tenemos que hacer es
esforzarlos por aprender.

Es necesario estar alerta, porque estos síntomas suelen darse en todos y pueden llevar a uno a
acabar mal. Lo contrario de ser moralmente imbécil es la conciencia, para la cual hacen falta
unas cualidades innatas, así como ciertos requisitos sociales y econó micos, pero partiendo de
estos, nuestra conciencia depende de la atenció n y esfuerzo de cada cual. Esta conciencia tiene
ciertos rasgos:

1. Saber que no todo da igual.

2. Fijarnos en si lo que hacemos corresponde a lo que queremos.

3. Desarrollar el buen gusto moral.

4. Renunciar a coartadas que disimulen que somos culpables de nuestros actos.

Hay que ser egoístas, querer lo mejor para uno mismo: esa “buena vida” basada en conseguir
de los demá s lo que no se puede comprar, lo que no se puede robar, porque cuando se roba
pierde su sentido y se convierte en veneno. El egoísta es aquel que sabe de verdad lo que
quiere y se esfuerza por conseguirlo, el que no lo sabe, só lo se hace dañ o a si mismo y no
puede considerá rsele realmente egoísta. Es en este caso, donde afloran los remordimientos al
haberse estropeado uno mismo voluntariamente. Este remordimiento viene de nuestra
libertad, de haber elegido y hacerlo mal, al igual que de ella viene ser realmente libre. Ser
responsable implica no defenderse en lo irresistible, en lo que no podemos evitar, en una
condició n ineludible que aprisiona nuestra libertad. Esto no es má s que una superstició n, algo
creado por los que tienen miedo a la libertad. Las condiciones nunca son favorables para la
buena vida, por eso hay que luchar por ella. El responsable es aquel que toma decisiones sin
que nadie ni nada por encima de él le dé ó rdenes, así se va haciendo la persona, se va
transformando y cada vez le será má s difícil obrar mal.

CAPITULO 7 PONTE EN SU LUGAR

La ética se interesa en como vivir bien la vida que transcurre entre humanos, pero por muy
semejantes que sean los hombres no está claro de antemano cuá l es la mejor manera de
comportarse respecto a ellos, aunque está claro que nos convienen. Sin embargo, lo que si es
evidente es que son relaciones frá giles que hay que cuidar y hasta mimar. Se nos tratará como
tratamos, esto hace importante el ejemplo que damos. Una persona que se sienta desgraciada
por el trato que recibe, probablemente llegue a ser una persona “mala”.
Así que, ¿có mo tratar a las personas? Intentando ponerse en su lugar, comprendiéndolo desde
dentro, llegando a ver que en cierto modo estamos dentro de nuestros semejantes. Esto
debería servir para tomar en cuenta sus derechos, y cuando estos faltan, sus razones. Se trata
de tomarlos en serio, tal como se toma uno a si mismo.

No se trata de sacrificar siempre nuestros intereses por los del pró jimo, pero si de
“relativizarlos”, es decir, de tener en cuenta que nuestros intereses son relativos, salvo uno, el
interés de ser humano entre los humanos, el interés en sentir simpatía por el otro, el de ser
justos con ellos, amarlos aunque só lo sea porque también son humanos.

CAPITULO 8 TANTO GUSTO

La inmoralidad suele ir unida al sexo, cuando esto no es má s que una enorme muestra de
ignorancia, todo lo que no dañ e a ninguno y nos produzca gozo no puede ser malo. El hombre
ha sabido llevar el sexo desde la simple procreació n hasta el disfrute, alejá ndose de los
animales. Se agazapa tras esa ignorancia el miedo al placer, miedo porque nos gusta
demasiado. Los hay que tienen tanto miedo a que el placer les sea irresistible que se
convierten en calumniadores profesionales del placer, olvidando que nada es malo por el
simple hecho de que te guste hacerlo. De hecho se deben de buscar todos los placeres de hoy,
encontrar el guiñ o placentero a todo lo que hay, teniendo siempre bajo control, sabiendo lo
que buscamos el mayor tesoro que redunda del dinero, prestigio, amor... la alegría.

Hay que poner el placer al servicio de la alegría, lo que suele llamarse templanza o una
amistad inteligente con lo que nos hace disfrutar.

CAPITULO 9 ELECCIONES GENERALES

El adjetivo de inmoral suele mencionarse en numerosas ocasiones al lado de “políticos” lo cual


demuestra que estamos en una democracia, y que nuestros representantes se parecen
demasiado a los que los votan. En realidad habrá de todo entre ellos igual que en cualquier
otro gremio, pero son cabezas visibles en la sociedad, sus defectos son má s pú blicos. Ademá s,
también nosotros solemos exigir má s promesas de las que pueden cumplir.

É tica y política se parecen en el sentido de que las dos tratan de conducir a vivir bien, pero la
ética se ocupa de lo que uno mismo hace con su libertad, mientras que la política intenta
coordinar provechosamente el conjunto de lo que muchos hacen con sus libertades. Para una
cuenta querer bien y para la otra los resultados de las acciones (hacer bien).

¿Có mo sería la organizació n política preferible desde el punto de vista de la ética?

1. Debería respetar al má ximo las facetas pú blicas de la libertad humana. 2. Debería tratar a
todas las personas como a personas, es decir, de ponerse en lugar de los demá s. 3. Simpatizar
con sus dolores, con las desdichas que pueden afligirnos a cualquiera. De hecho, cuanto
favorezca la organizació n de los hombres de acuerdo con su permanencia a la humanidad y no
por su permanencia a tribus, parece en principio políticamente interesante. La diversidad de
formas de vida es algo esencial pero siempre que haya pautas de tolerancia entre ellas.

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