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Acompañamiento Terapéutico y Discapacidad

SECCIÓN: Acompañamiento Terapéutico y Discapacidad

AUTOR: Viviana Bálsamo

(Córdoba, Argentina)

“Lacan decía: el sentido está entre líneas. Pero entonces, ¿qué es lo que hay entre las líneas?
Es el enigma. Y tiene absolutamente razón, ya que si no tenemos acceso, incluso sin saberlo,
a aquello que es el enigma, estamos completamente desorientados.” (Oury.J; 1998)

La discapacidad como una construcción social, focaliza la impronta que tienen las
representaciones en la construcción subjetiva del sujeto. A medida que el individuo va
creciendo y descubriendo el mundo se va apropiando de representaciones sociales. Esas
representaciones guiaran en ese individuo una singular forma de comunicarse, de relacionarse
como también de ir representándose el mundo.

Silberkasten, plantea una pregunta que ubica a esta hipótesis a un marco teórico referencial:
“¿Que define en la subjetividad que alguien sea representado como discapacitado y que otro
no? Discapacitado es aquel individuo que no puede insertarse plena y fácilmente dentro del
sistema de producción de bienes y servicios de una comunidad. La noxa no define. Si lo hace,
su lugar en el sistema social”. (Silberkasten, M ; 2014)

Al decir de (Horstein. L: 2003) : “Las representaciones no es un correlato psíquico de lo


corporal, supone un trámite de los ruidos del cuerpo y de los ruidos de la cultura, de la
historia, del lenguaje. Trámite que transforma el ruido en representación. Entre el cuerpo
biológico, el erógeno y el mundo representacional hay heterogeneidad y metabolización. Y su
transformación en representaciones es efecto de un encuentro”.

El encuentro sobre el que intento reflexionar es el de Acompañante terapéutico y la personas


con diversidad funcional (o discapacidad) condensando la diferencia, lo ajeno, lo desconocido
no en una certeza dicotómica que tienda a simplificar y excluir al acompañado de la escena
vincular. Un ejemplo de esto podría ser pensar que la discapacidad es del otro y por lo tanto
algo a rehabilitar, cuida o controlar por parte del Acompañante. La apuesta es ubicar en este
encuentro el enigma, la pregunta y sostener su metamorfosis.

Goffman nos recuerda, cuando nos encontramos en la vida cotidiana con un extraño portador
de un estigma inevitablemente recurrimos a ubicarlo cartográficamente en algún lugar que
nos sirva para aquietar aquello que nos moviliza, esa diferencia. El autor define al estigma
como un atributo que vuelve a una persona diferente a las demás, ubicándola en un lugar
negativo, lo que constituye un serio obstáculo en las relaciones interpersonales e intergrupales
de las personas que lo poseen. Pero también señala que no es necesariamente un atributo
desacreditador. El atributo que en apariencia identifica a una persona como discapacitada lo
que hace en realidad es confirmar la normalidad de otras personas. (Goffman E. ; 1963)

Por lo tanto, si entendemos que el vínculo entre el AT y su acompañado con diversidad


funcional (discapacidad) como un dispositivo en sí mismo, y pensando esta interacción como
constructora de otredad, de sentidos que hacen a la subjetividad del otro. En esta dirección es
relevante elucidar las construcciones sociales a cerca de la discapacidad que tiene el AT y que
a la vez se ponen en juego en la interacción simbólica con su acompañado. En relación a ello
podríamos preguntarnos: ¿Cuándo el estigma que se pone en juego en el vínculo es
estigmatizaste?

Históricamente las actitudes y posiciones que se construyen sobre las personas con
Diversidad Funcional (Discapacidad) son en su mayoría atravesadas por un complejo corpus
de textos en repuesta a determinados momentos epócales. Tomando el aporte del
interaccionismo simbólico Blumer H (1969) plantea que para comprender la experiencia
subjetiva de los individuos hay que buscar en los significados que los seres humanos tienen de
sus propias experiencias. Los factores externos pueden existir, pero hasta no ser interpretados
e interpelados por la persona, éstos carecerían de significado.

Invito al Acompañante Terapéutico a revisar, trabajar y someter a análisis sus construcciones


sociales respecto a la discapacidad e interpelar su posicionamiento subjetivo frente a la
demanda de su acompañado o el entorno. Invitación que supone visibilizar el enigma en juego
en ese vínculo, el cual puede obturar o habilitar el vínculo transferencial y por ende el proceso
terapéutico. Una pregunta guía podría ser: ¿Dónde se posiciona al acompañado, en el discurso
cotidiano del AT? ¿Cómo un sujeto de deseo o como un objeto a cuidar, a controlar y
rehabilitar? En el campo de la diversidad funcional, las indicaciones sobre cómo cuidar,
controlar y rehabilitar el cuerpo del otro abundan. Lo que a veces se desconoce es que el
deseo no se rehabilita y que sin la circulación del deseo no habrá rehabilitación ni inclusión
posible. Posicionarnos implica preguntarnos sobre la manera de nombrar, de alojar y actuar
frente al acompañado, si en esta ruta vincular el AT logra localizar algunas señales que
sostengan su enigma, éste podrá armar una cartografía que lo oriente.

Recuerdo, en una reunión de equipo, el comentario de un AT que acompañaba a un joven con


síndrome de Down: Lalo en aquel entonces tenía 25 años, vivía solo con su madre. Asistía a
los talleres de Hora Libre y se encontraba realizando actividades pre-laborales con su AT.
Veamos el recorte que emerge del dialogo entre la AT y el supervisor:

AT: “Lalo se masturba cada vez que su madre se va y nos quedamos solos. Yo le digo que se
detenga porque se puede lastimar”.

Profundizando en el trabajo acerca del posicionamiento subjetivo del Acompañante, frente a


esta escena, se resitúa el siguiente dialogo:

AT: “En realidad lo que me pasa es que me incomoda esta situación pero me da pena, porque
es lo que Lalo puede hacer con su sexualidad”.

Superv:: No comprendo ¿vos estas diciendo lo que Lalo puede hacer con su sexualidad?

AT: No. Pero es la realidad él no puede acceder a tener relaciones sexuales pero a la vez lo
desea…

Superv: ¿Por qué Lalo no podría acceder a tener relaciones sexuales?

AT: ¿Por su discapacidad quizás…? Con la madre y el terapeuta pensamos en llevarlo a una
trabajadora sexual para que tenga la experiencia…pero mira si se enamora.
Superv: ¿Llevarlo? ¿Y si él no quiere?... ¿Y si se enamora?. Tendrá que desenamorarse como
a todos no ha pasado alguna vez ¿no?.

AT: Es cierto, tendríamos que preguntarle…

Superv: De todas formas en la escena de la masturbación no aparecen estas preguntas.


Tampoco sabemos si Lalo quiere hablar de este tema. Me daría la sensación que está siendo
un tema para vos, otro para la madre, quizás otro para el terapeuta y otro tema para Lalo…

AT:¿ Y qué tema es el de Lalo?

Superv: No lo sé… Por lo pronto si escucho que te incomoda que alguien se masturbe delante
de ti y quizás podrías empezar por decírselo…

En este recorte podríamos visibilizar como se pone en escena un posicionamiento del AT,
frente al enigma de la sexualidad de Lalo que es también la sexualidad de la AT. Sin duda, es
también material para el espacio de análisis personal de esta acompañante, pilar fundamental
de esta práctica clínica. Pero aquí trabajaremos sobre los señalamientos a la posición de la
AT.

Podríamos hipotétizar cuál es el mito de este AT en relación a la sexualidad de las personas


con Discapacidad. Carl Jung apostaba a la pregunta “¿Cuál es el mito en que vivo?”; dejando
entrever que todas las culturas, sociedades, familias, instituciones; poseen un mito. Cada mito
es ante todo; un lenguaje que valida un sistema de conceptos interrelacionados y
determinantes de cómo se percibe la realidad y se actúa sobre ella.

Si continuamos analizando la viñeta también se imponen las representaciones sociales de la


AT .Tomando el concepto de representaciones sociales como lo define Jodelet (1986: ) “ son
imágenes condensadas de un conjunto de significados; sistemas de referencia que nos
permiten interpretar lo que nos sucede, e incluso, dar un sentido a lo inesperado; categorías
que sirven para clasificar las circunstancias, los fenómenos y a los individuos con quienes
tenemos algo que ver...”. Por último, volviendo al recorte clínico podríamos decir que se
asoma el estigma de la AT que rápidamente pasa, valga la redundancia, a estigmatizar a Lalo:
Sujeto asexuado, por fuera de la lógica del enamoramiento: “No puede sufrir por amor” y sin
poder de decisión.

Es fundamental en nuestra práctica, como acompañantes, preguntarnos acerca de este enigma,


ya que a menudo habrá algo que descifrar de él. En la clínica cotidiana de personas con
Diversidad Funcional, la falta, la diferencia, lo inesperado nos interpela sin dar demasiado
tiempo a la teoría, ni a los objetivos; y a veces hasta el mismo encuadre se encuentra excedido
por el impacto del acontecimiento. Lo que emerge y se construye a mi criterio personal, son
posiciones subjetivas del AT. Por lo que preferiré usar como termino alternativo al de
“Función o funciones del AT”, el de posición o posiciones del AT.

El Acompañante en su construcción discursiva tendrá que revisar la manera de nombrar a su


acompañado con diversidad funcional, ya que detrás de todo nombre hay sentidos y
significantes que dan cuenta de una posición determinada frente a aquello que se nombra.

Como mencionan Romañach. J y Lobat (2005) -activistas con diversidad funcional motora
del movimiento de vida independiente-: “El lenguaje produce, modifica y orienta el
pensamiento. El acontecimiento vincular, el encuentro con otros, se anticipa o precipita
mediante la construcción subjetiva que armamos de cada persona.” Por lo tanto, una idea
posible quizás sería pensar que las construcciones sociales que cada sujeto tiene sobre “la
discapacidad” , se materializan en un leguaje que toma como vía de salida/expresión la
palabra y el cuerpo, a su vez estas se constituyen con el armado (no azaroso) de valores
culturalmente aceptados del objeto a nombrar.

El foro de vida independiente, comunidad española constituida por y para la defensa de los
derechos humanos de las personas con diversidad funcional, plantean un cambio en la
denominación conceptual e implementan el término de “Diversidad Funcional”(2005). La
revolución y debate se plantea al pasar de la concepción de “Personas con Discapacidad” para
referirse al de “Personas con diversidad Funcional”. Con el término diversidad funcional se
propone una nueva visión que no es negativa, que no implica enfermedad, deficiencia,
parálisis, retraso, etc. con independencia del origen patológico, genético o traumático de la
diversidad en cuestión. No obstante, no se niega el hecho de que hay personas diferentes por
su condición singular (intelectual, motora o sensorial) y que por ello realizan algunas de sus
funciones de manera diferente a otras personas. Se intenta mover las etiquetas que,
históricamente, agrupan denominaciones que hacen foco en el polo negativo de este colectivo,
las mismas aluden al ser anormal (sin normalidad), enfermas (sin salud) o discapacitadas (sin
capacidad), como objeto de prácticas que han transformado su singularidad en una diferencia
que al ser rotulada negativamente excluye, deshabita; Siendo justamente el desafío proponer
espacios donde todos podamos habitar.

Heidegger (1991) nos invita a reflexionar y dice: “habitar implica construir” . Solo se puede
habitar un lugar en la medida que se construya ese espacio .Habitar la posición del AT
implica un construir permanentemente un espacio de circulación donde el acompañado pueda
caminar, descubrir, encontrar la oferta de múltiples puntos de referencia para que puedan
emerger multi-investiduras. Para ello no basta con funciones predeterminadas, ni encuadres
fijos, ni objetivos a largo plazo designados por personas externas al vínculo terapéutico sino
hay circulación, no hay movimiento, no hay encuentros. Habrá en todo caso la oferta de un
determinado dispositivo, ajeno a la producción subjetiva que emerge del “habitar”.

Finalmente, cuando me refiero al enigma de la discapacidad en la posición subjetiva del AT,


considero que este enigma no se intente suprimir o educar, de lo que se trata es que el AT
reconozca y visibilice: concepciones, mitos y representaciones que se filtraran en su
posicionamiento ético. ¿Por qué revisar el posicionamiento subjetivo del AT implicaría una
actitud ética hacia su acompañado con Diversidad Funcional?

Inicialmente de lo que trata es de habitar el espacio del acompañamiento, respetando al otro


como sujeto de deseo, como sujeto de derechos. Ounry.J ,Marty.C (1998) comentan al
respecto: “Un poco de ética hacia el prójimo, es en realidad, hacia su deseo inconsciente
inaccesible que justamente no podemos forzar, que debemos simplemente hacer emerger; se
trata de considerar al otro en su enigma mismo, y sobre todo no pretender suprimir este
enigma .Es ahí que hay que introducir los ejercicios de lo próximo y lo distante, que debemos
verdaderamente trabajar la dialéctica para estar justamente lo más próximo del otro, ¡pero sin
jugar al toqueteo!”. Por lo tanto, la apuesta será brindarle al acompañado la posibilidad de
revisar sus posiciones frente a los avatares de la vida; y quedará de su lado tomar aquello de lo
que es responsable por haber tenido la libertad de elegir. El AT podrá aquí vehiculizar
espacios donde esto sea posible, podrá devolver la palabra, el gesto, la decisión y aventurarse
alojar lo que de ese enigma emerja.

BIBLIOGRAFÍA
BLUMER.H (1969). Interaccionismo Simbólico .Perspectiva y Método. Barcelona, Hora.

FOUCAULT, M. (2000a):. Vigilar y castigar. Madrid: S. XXI.

HEIDEGGER, M. (1991 ) Conferencia y artículos. Barcelona, Sebral

GOFFMAN. E. (1963). Estigma: la identidad deteriorada. Buenos Aires, Amorrortu Editores.

HORNSTEIN, LUIS (2.003) Intersubjetividad y Clínica. Argentina: Editorial Paidós.

JUNG C.G (1977) Símbolos de transformación. Bs. As. Paidós


Silberkasten. M (2014. )La Construcción Imaginara de la Discapacidad: una excusa para una
articulación discursiva. Disponible en: https://www.topia.com.ar/editorial/libros/construccion-
imaginaria-discapacidad-0
OUNRY.J ,MARTY.C (1998) Libertad de circulación y espacio del decir. Conferencia
pronunciada en Tours. Disponible en: https://www.topia.com.ar/articulos/libertad-de-circulaci
%C3%B3n-y-espacio-del-decir
ROMANACH J y LOBAT. M. (2005) Diversidad Funcional, nuevo término para la lucha
por la dignidad en la diversidad del ser humano. Disponible en:
http://www.forovidaindependiente.org/node/45

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