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Tema: Anestesia
Tipos de anestesia:
Anestésicos tipo éster:
Su uso es muy limitado en la actualidad. En la odontología se ha descontinuado su empleo
parenteral por la gran cantidad de reacciones alérgicas que se reportan, debido a que
durante su metabolismo producen un producto altamente antigénico, como lo es el ácido
paraaminobenzoico. El único anestésico tipo éster que aun se usa en la anestesia bucal es la
benzocaína para administración tópica en gel. A este grupo pertenecen la procaína, la
cloroprocaina y la tetracaína. La procaína se caracteriza por su baja unión a proteínas (6%)
y su baja liposolubilidad, lo que le da una baja potencia y corta acción; además es menos
estable a la luz que los anestésicos tipo amidas. Su metabolismo es plasmático y son
excretados por via renal. Son biotransformados por la pseudocolinesterasa, por lo que en
los pacientes con deficiencia genética de esta enzima deben usarse con precaución.
MEPIVACAÍNA
El clorhidrato de mepivacaína es una amina terciaria usada como anestésico local, es
cristalina, soluble en agua y muy resistente a la hidrólisis ácida y alcalina. En solución no
es irritante con los tejidos y, al igual que la lidocaína tiene un período de latencia corto,
pero su duración es más prolongada. Su principal ventaja es que posee un ligero efecto
vasoconstrictor, por lo cual su toxicidad es menor que el de la lidocaína cuando se
administra sin vasoconstrictor.
La dosis dependerá del sitio donde se utilice, de la técnica anestésica y la edad del paciente.
En infiltraciones en pacientes pediátricos, cuando se usa sin vasoconstrictor, se recomienda
que ésta no supere un cartucho (1,8 ml, en concentración al 3%). En adultos la dosis
máxima recomendada de mepivacaína al 3% simple es de 5.3 cartuchos (286 mg). Cuando
se calcula la dosis para niños, es necesario tener en cuenta que no se debe de superar los 6.6
mg/kg de peso.
Indicado en px diabeticos, Enf. CV, asmaticos.
PRILOCAÍNA
Produce una vasodilatación más intensa que la mepivacaína, pero menos que la lidocaína y mucho
menor que la de la procaína. Su latencia en de 3 a 5 minutos y su durabilidad es de 1,9 horas.
PROPOXICAÍNA
ARTICAÍNA
El clorhidrato de articaína con epinefrina es una solución acuosa estéril, que contiene
articaína en una concentración al 4% (40 mg/ml) y un vasoconstrictor como la epinefrina en
concentraciones 1:00 000 o 1:200 000. La articaíana es un tercio mas potente que la
lidocaína. Es considerado como un anestésico de potencia y duración intermedia (60 – 75
minutos de anestesia pulpar), larga duración de anestesia residual en tejidos blandos (3 a 6
horas) y rápida velocidad de inicio. Su toxicidad es equiparable a la de la lidocaína y la
mepivacaína.
BUPIVACAÍNA
Técnicas infiltrativas
La anestesia infiltrativa, también llamada anestesia terminal o periférica, permite el bloqueo
de las terminaciones nerviosas de los nervios sensoriales en una zona específica.
TÉCNICA SUBMUCOSA
Consiste en inyectar entre 0,5 y 0,9 mL de solución anestésica o un cuarto de cartucho por
debajo de la mucosa que se pretende anestesiar, a la altura de los ápices cuando el
procedimiento es dental y entre el epitelio y el conectivo en procedimientos de tejidos
blandos. En la inyección periapical, el bisel de la aguja no debe tocar el hueso, de modo que
se logre anestesiar los tejidos blandos peridentales, el hueso subyacente, el periostio y la
pulpa dental. Se punciona en el fondo del surco vestibular del diente sin buscar contacto
con el hueso adyacente. Se utiliza una aguja de 0,30 x 10 mm o una aguja corta de calibre
delgado. El cuerpo de bomba y la aguja debe tener una angulación de 45 grados con
respecto al eje axial del diente.
Es eficaz para exodoncias de dientes temporales anquilosados, operatoria dental, cirugías
menores de tejidos blandos (frenillectomias, escisión de lesiones patológicas epiteliales o
de tejido conectivo), remoción de espículas óseas o dentales, cirugía de reposición labial y
cirugías gingivales.
TÉCNICA SUPRAPERIÓSTICA
La inyección supraperióstica se emplea para anestesiar el plexo nervioso del diente a tratar
y, por ende, el periostio, el hueso alveolar adyacente y la pulpa dental, En ella la solución
anestésica se debe difundir primero a través del periostio, el hueso cortical y el hueso
medular para alcanzar plexos nerviosos apicales. Se hace una punción en el fondo del surco
vestibular del diente que se anestesiara, llevando la aguja suavemente contra el hueso con el
bisel hacia este. Esto permite que la solución anestésica se difunda a lo largo de la cortical y
la medula ósea. Se recomienda usar una aguja de 0,33 x 10 mm. El cuerpo de la bomba
(jeringa) y la aguja deben tener una angulación de 45 grados con respecto al eje largo axial
del diente que se va a anestesiar. Se debe depositar entre 0,5 y 0,9 mL de solución
anestésica o un cuarto de cartucho, previa aspiración sanguínea en la zona donde se desea
realizar el procedimiento.
Es muy eficaz para las exodoncias de temporales anquilosados y la remoción de la caries
profunda y tratamiento de operatoria dental, pulpotomías y tratamientos de conductos en
dientes vitales, exodoncias simples y quirúrgicas en dientes permanentes maxilares, tallado
o preparación de pilares para prótesis fija en dientes vitales.
TÉCNICA INTRALIGAMENTARIA
Se refiere a la infiltración de la solución anestésica en el espacio del ligamento periodontal.
Generalmente se utiliza como una técnica secundaria, como complemento de una técnica
troncular. La aplicación de anestesia intraligamentaria antes de luxar el diente reduce la
propiocepción de las fibras beta en ligamento periodontal, evitando así que el paciente
perciba la sensación de presión inherente a esta fase de la extracción dental. Por ejemplo,
en los procesos de exodoncias, la aplicación de la anestesia intraligamentaria antes de luxar
el diente reduce la propiecepción de las fibras beta en ligamento periodontal, evitando así
que el paciente perciba la sensación de presión inherente a esta fase de la extracción dental.
La punta de la aguja, con el bisel hacia el septum interproximal, se introduce en el espacio
del margen gingival a expensas de las caras mesial y distal del diente. El bisel de la aguja
debe mirar hacia el hueso interseptal y no hacia la cara del diente, ya que el el trayecto que
sigue la solución es hacia los nervios intraóseos de la lámina cribiforme.Se inyectan 0,2 mL
de solución en cada cara del diente (o lo que corresponda a unas gotas de solución).
Esta técnica se utiliza como inyección primaria en pacientes que no pueden ser anestesiados
con las técnicas usuales, como en caso es el caso de los pacientes hemofílicos. En pulpas
dentales inflamadas, como complemento de un bloqueo troncular mandibular o del nervio
dentario inferior. Como técnica suplementaria, previa a la luxación, en las exodoncias de
dientes permanentes.
TÉCNICA INTRAÓSEA
La técnica intraósea consiste en aplicar entre 0,9 y 1,8 mL de solución anestésica a través
del hueso medular en el espacio interradicular, por distal del diente a tratar. Para lograrlo,
es necesario hacer una perforación del hueso cortical con los aditamentos que para este fin
encontramos en los sistemas o kits de anestesia intraósea o utilizar los equipos electrónicos
disponibles para anestesia osteocentral.
Técnica transcortical:
Con base en lo observado en el examen clínico y radiográfico, se escoge el sitio de
perforación y así se escoge el sitio de perforación y se aborda la cortical con el mandril,
perforándola a través de la banda de encía adherida y luego se introduce una aguja 30G
extracorta (0,30 x 8 mm) en el catéter guía, si se cuenta con él, o a través del agujero en la
encía y el hueso. La perforación no debe hacerse en mucosa libre porque se corre el riesgo
de lacerarla por enrollamiento en el mandril perforador.
Técnica osteocentral:
Previa evaluación clínica, se ubica el sitio de punción, que en este caso es el septum
interproximal mesial o distal del diente a tratar. La punción se hace en la papila gingival. El
sistema electrónico permite la perforación por rotación de la aguja y el deposito
osteocentral de la solución anestésica empleada. Se ´pueden utilizar desde 0,9 ml hasta 1,8
ml de solución anestésica.
Es recomendable en procedimientos dentales que requieran anestesia pulpar profunda, tales
como: remoción de caries profundas, pulpotomías y tallado de pilares en dientes vitales.
Molares mandibulares con pulpitis sintomática, en los cuales se ha demostrado que la
técnica mandibular o el bloqueo del nervio dentario inferior no producen una anestesia
adecuada y en cirugías orales que impliquen osteotomías u ostectomías.
TÉCNICA INTRAPULPAR
Cuando se expone la cavidad pulpar de un diente durante su abordaje o como consecuencia
de un proceso traumático sobre la estructura dental, es posible utilizar la inyección
intrapulpar como técnica complementaria para lograr un control adecuado del dolor
producido por el grado insuficiente de anestesia pulpar que se obtiene mediante un bloqueo
troncular. Es de gran utilidad en endodoncia, durante los tratamientos de conductos
radiculares en dientes vitales, como complemento de un bloqueo primario, y en cirugía
bucal cuando se requieren odontosecciones, en las que el paciente puede referir dolor
cuando la fresa se acerca a la cámara pulpar.
Luego de identificar la cámara pulpar o los conductos radiculares, se introduce una aguja
corta, de 0,40 x 14 o 16 mm. Se requiere una aguja de calibre hueso y lumen reducido para
evitar su torsión o ruptura, al abordar la cámara pulpar o el sistema de conductos.
La solución anestésica se inyecta vigorosamente en el interior de los conductos, a razón de
0,2 a 0,3 ml.
La anestesia intrapulpar esta indicada en los siguientes casos: Durante los tratamientos de
conductos en dientes vitales, cuando hay dolor pulpar a pesar de haber aplicado bloqueos
tronculares. En pulpotomías y pulpectomías, siempre que la pulpa dental este expuesta. En
exodoncias quirúrgicas o de dientes retenidos el paciente suele referir dolor durante la
odontosección cuando la fresa se acerca a la cámara pulpar.
TÉCNICA NASOPALATINA
Complementa la técnica que anestesian por vestibular y permite realizar procedimientos en
la premaxila que comprometan la región palatina. Se utiliza para procedimientos
quirúrgicos en el tercio anterior del paladar, como los quistes del conducto nasopalatino y
cirugía de torus palatinos, en los cuales se complementa con un bloqueo del nervio palatino
anterior bilateral. Se procede a la punción intraoral, que se hace a un lado de la papila
incisiva, teniendo en cuenta que el cuerpo de bomba forme un ángulo de 45 grados con el
rafe medio palatino. En esta técnica solo se introduce la punta de la aguja con el bisel
mirando hacia el agujero nasopalatino, ya que la mucosa palatina se encuentra bien
adherida al plano óseo subyacente. Se depositan de 0,2 a 0,5 ml de solución anestésico.
Esta técnica se utiliza en cirugías preprotésicas, exodoncias simples, múltiples y
quirúrgicas, exodoncias quirúrgicas o de dientes retenidos en posición palatina, raspados y
alisados radiculares a campo abierto, abordajes quirúrgicos de lesiones quísticas.
TÉCNICA INCISIVA
Permite anestesiar la región incisiva mandibular mediante el bloqueo de las ramas incisivas,
que son ramas terminales del nervio alveolar inferior.
Se identifica el frenillo labial inferior, entre los incisivos centrales mandibulares, y se aplica
anestesia tópica en la zona. Luego se punciona al lado de la banda fibrosa que conforma el
frenillo labial. El cuerpo de bomba se ubica en una angulación de 45 grados con respecto al
eje largo del incisivo central inferior, dirigiéndolo lateralmente. Se atraviesa el frenillo
labial inferior en el fondo de surco, desde el lado derecho, evertiendo el labio inferior para
lograr exponer la zona que se va a puncionar. Se debe evitar tocar el hueso. Después de la
aspiración negativa, se inyectan entre 0,4 y 0,9 ml de solución anestésica. Para finalizar se
masajea suavemente la zona anestesiada para mejorar la difusión de la solución anestésica a
través del trabeculado óseo en la zona.
PARESTESIA
La parestesia se define como una anestesia persistente (anestesia bastante más
allá de la duración esperada) o una alteración de la sensibilidad bastante mas allá
de la duración esperada de la anestesia. Además, la definición de parestesia
debería incluir hiperestesia y disestesia, en las que el paciente presenta tanto
dolor como acorchamiento. La respuesta clínica del paciente ante esta
complicación puede ser muy variada: Sensación de acorchamiento, inflamación,
hormigueo y picor. Puede asociarse disfunción oral, incluida la mordedura de la
lengua, el babeo, la disgeusia y dificultad para hablar. La parestesia es también
una de las causas mas frecuentes de litigio por mala praxis en odontología.
HEMATOMA
La salida de sangre a espacios extravasculares puede producirse por la laceración
inandvertida de un vaso (arterial o venosa) durante la infiltración de un anestésico
local. Un hematoma provocado como consecuencia de la laceración de una arteria
generalmente aumenta de tamaño de forma rápida hasta que se aplica el
tratamiento debido a la presión sanguínea significativamente mayor dentro de la
arteria. La laceración de una vena puede dar lugar o no a la formación de un
hematoma. La densidad tisular que rodea al vaso lesionado es un factor
determinante.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
Martinez A. (2018) Anestesia bucal. Bogota: Editorial Medica Panamericana.