Resumen Leviatan 3

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Estructura del Leviatán de Thomas Hobbes

En su obra más importante, el Leviatán, Hobbes analiza la


naturaleza del se humano, que como ser social, necesita un
Estado que lo dirija. Parte de la idea de que los individuos,
poseedores de pensamiento y emoción, son capaces de modificar
la naturaleza, de distinguir entre el bien y el mal, y además, han
desarrollado un lenguaje.
El individuo, dice Hobbes, en estado de naturaleza, es malo, el
hombre es un lobo para el hombre, y por lo tanto, necesita un
poder superior que lo dirija, que lo gobierne, que coarte parte de
su libertad, a cambio de seguridad. Y este, en la obra, es
Leviatán, el monstruo de la biblia Leviatán, de inmenso poder, del
que se dice:
"Nadie hay tan osado que lo despierte... De su grandeza tienen
temor los fuertes... No hay sobre la Tierra quien se le parezca,
animal hecho exento de temor. Menosprecia toda cosa alta; es
rey sobre todos los soberbios".

El libro se divide en 4 partes:


1.Parte I: Del hombre
2.Parte II: Del Estado
3.Parte III: Del Estado cristiano
4.Parte IV: El reino de la oscuridad

A continuación, explicaremos brevemente cada una de las partes


de las que se compone la obra.
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Resumen de la primera parte del Leviatán: Del hombre

Para abordar este resumen de Leviatán de Thomas Hobbes nos


adentraremos ahora en la primera parte.
Hobbes empieza estudiando la naturaleza del ser en cuanto a ser,
es decir, comienza haciendo un análisis ontológico del ser
humano, para continuar con un estudio del individuo como ser
social, como miembro de una sociedad, y de como, a través de
sus vivencias en el seno de la misma, se va haciendo a sí mismo.
El lenguaje, la razón e incluso, la sensación, son entendidas por
Hobbes como productos de esa sociedad, que constituye al ser
humano. La sensación, afirma, afecta a los sentidos y al cuerpo
entero, por lo que es capaz de producir aspectos distintos. En
efecto: no existe ninguna concepción en el intelecto humano que
antes no haya sido recibida, totalmente o en parte, por los
órganos de los sentidos. El ser humano, sería para el filósofo, el
conjunto de sus sensaciones y es a través de los sentidos como
el individuo conoce la realidad.
La imaginación, procede de la sensación, solo que debilitada. La
imaginación, asegura Hobbes, no es “sino una sensación que se
debilita; sensación que se encuentra en los hombres y en muchas
otras criaturas vivas, tanto durante el sueño como en Estado de
vigila”.
La experiencia se va construyendo por la repetición de hechos
que se almacenan en la memoria, y a partir de una serie de
combinaciones mentales, el ser humano es capaz de adelantarse
a los hechos, de predecirlos. Conoce la prudencia. La razón
humana, se caracteriza por la capacidad de medir las
consecuencias.
Para Hobbes, la voluntad humana, así como su conducta, es
movida por el deseo y la pasión. Y en esta búsqueda incesante
consiste vivir. El problema surge, cuando son muchos los que
desean la misma cosa. Es entonces cuando empieza la “Guerra
de todos contra todos”. Dice el autor, la vida del hombre es
solitaria, pobre, malévola, bruta y corta.
Tres son las causas de las guerras, para el filósofo, a saber:
la competición, que favorece la invasión; la desconfianza, por
seguridad; y la gloria, por el honor. Este será el punto de partida
de las 19 leyes de naturaleza de Hobbes, siendo las dos primeras
las más importantes y de las que se siguen todas las demás.
La primera ley de la naturaleza de Hobbes, dice: Buscar la paz y
seguirla, y autodefensa total. Esto significa que todo individuo
ha de buscar la paz en la medida que le sea posible y cuando no
lo sea, entonces ha de buscar la guerra para conseguirla. La
segunda ley, consiste en: Renunciar al derecho natural en pro
de la paz. Que quiere decir que, en favor de la paz, es necesario
sacrificar el derecho y la libertad, propia del ser humano.
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Parte II del Leviatán: Del Estado

Continuamos el resumen de Leviatán de Thomas Hobbes hablado


de segunda parte de la obra donde Hobbes desarrolla su idea
del contrato social. Este consiste en un acuerdo entre los seres
humanos a fin de garantizar la seguridad de los individuos. Esta
es la garantía de la seguridad y la única manera de acabar con la
guerra de todos contra todos. Las pasiones naturales del ser
humano, genera intereses individuales, y van en contra de la
moral.
El Estado es la suma de las libertades individuales, que, llegan
a un acuerdo, renunciando a ciertos derechos, por el bien común.
Así, el individuo cede parte de su libertad, a cambio de seguridad.
El poder del Estado es absoluto, si bien es cierto que los
individuos pueden rebelarse cuando el soberano suponga un
peligro para la seguridad de los mismos o rompa el contrato
social. Hobbes defenderá tres tipos de Estado: la monarquía, la
aristocracia y la democracia.

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Parte III: Del Estado cristiano


La tercera parte del Leviatán, la dedica Hobbes a hacer un
análisis de las relaciones entre al Iglesia y el Estado, entre el
poder espiritual y el poder temporal, defendiendo la sumisión de la
primera a la segunda, ya que el Estado, tiene un poder
absoluto e indivisible.
El Estado, para el filósofo, no puede ser un Estado cristiano, ya
que, a falta de pruebas, no es posible creer lo que dicen las
sagradas escrituras, porque no se puede saber con seguridad, si
lo que dicen es cierto o si son un fiel reflejo de la palabra de Dios,
o quizá es posible, que su palabra no se haya entendido bien. Por
lo tanto, solo existe la obligación de obedecer al soberano del
Estado, que únicamente tiene poder legislativo.
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Parte IV: El reino de la oscuridad


Y concluimos este resumen de Leviatán de Thomas Hobbes para
centrarnos en la cuarta parte que constituye una dura crítica
contra la Iglesia, a la que acusa de mitificar el cristianismo e
incluso llegó a denunciar cierto grado de ateísmo en su seno. Y
no, por oscuridad no se refiere al infierno, ya que, evidentemente
no cree en esto.
Cuando habla de oscuridad, está hablando de ignorancia, falta
de conocimiento, a la hora de entender las sagradas escrituras.
Esto estaría detrás de la falsa creencia de que la Iglesia es el
reino de Dios, lo que supone someter el poder del Estado a la
misma.
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