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Calidad y preferencia alimentaria 28 (2013) 361–369

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Calidad y preferencia de los alimentos

página de inicio de la revista: www.elsevier.com/locate/foodqual

Evaluación de correspondencias transmodales en jugos de frutas exóticas: el caso de la forma

y simbolismo sonoro
a, b, ÿ C C a a a
María K. Ngo , Carlos Velasco , Alejandro Salgado , emilia boehm , Daniel O´Neill , charles spence
a
Laboratorio de Investigación Crossmodal, Departamento de Psicología Experimental, Universidad de Oxford, Oxford, Reino Unido
bDepartamento de Psicología, Universidad Estatal de California Long Beach, Long Beach, CA, EE. UU.
C
Faculty of Psychology, Pontificia Universidad Javeriana, Carrera 7 #40-62, Bogota, Colombia

información del artículo resumen

Historial del artículo: Presentamos una serie de experimentos diseñados para investigar el simbolismo de la forma y el sonido, o lo que a veces se denomina
Recibido el 20 de diciembre de 2011
correspondencias intermodales, en una variedad de pulpas/jugos de frutas comerciales. En el
Recibido en forma revisada el 6 de septiembre de 2012
experimentos informados aquí, los participantes británicos y colombianos probaron una serie de jugos de frutas (incluyendo
Aceptado el 15 de octubre de 2012
piña, lulo, guanábana, maracuyá, mango y feijoa) antes de rellenar una serie de papel y lápiz
Disponible en línea el 24 de octubre de 2012
escalas de línea. Los resultados revelaron que aquellos jugos que se consideraban dulces y bajos en acidez eran
coincidieron consistentemente con formas más redondas y sonidos del habla, sonidos con un tono más bajo, y fueron
Palabras clave:
en general me gustó más. Mientras tanto, aquellos jugos que fueron calificados como amargos fueron consistentemente emparejados
Simbolismo de forma
con formas angulares, sonidos del habla más nítidos, sonidos con un tono más alto y les gustaba menos. Estas
simbolismo de sonido
Empaquetado del producto
Los resultados tienen una serie de implicaciones potencialmente importantes para el envasado y etiquetado de zumos de frutas,
Nombre del producto especialmente en aquellos países donde los jugos de frutas pueden ser actualmente desconocidos para los consumidores.
Investigación alimentaria intercultural 2012 Elsevier Ltd. Todos los derechos reservados.

1. Introducción varias empresas están considerando la viabilidad de exportar

Tome los nombres de las siguientes frutas sudamericanas: Guana bana, lulo y
feijoa. ¿Qué atributos de sabor evocan estos nombres?
en la mente de alguien que nunca ha probado esos frutos, y
¿Quién puede estar completamente familiarizado con ellos? ¿Sugieren los nombres,
por ejemplo, frutas cuya carne/pulpa probablemente sea dulce? O son
estos nombres quizás sean más consistentes/congruentes con una fruta que tiene un
sabor más agrio (o fuerte) (piense en kiwi)? Investigación en los campos
del simbolismo sonoro, la relación sistemática entre el habla
sonidos y significado (Hinton, Nichols y Ohala, 1994; Nuckolls,
1999), y marketing, ambos sugieren que el sonido 'suave', 'redondeado'
de estos dos nombres se combinaría mejor con un alimento de sabor dulce (p. ej.,
véase Abel & Glinert, 2008; Dichter, 1971; Spence,
2012). Sin embargo, mientras que el sabor de la primera fruta (guanábana)
es ciertamente dulce, lulo, cuando se sirve como fruta o más normalmente como jugo
de fruta (diluido de la pulpa con agua o leche),
normalmente tiene un sabor mucho más fuerte o más ácido. De acuerdo a
las reglas del simbolismo sonoro, entonces, el nombre guanábana es apropiado a su
gusto/sabor, mientras que el nombre lulo no lo es.
¿Por qué podría ser esta incongruencia (en el caso de una fruta como el lulo)
problemático en el mercado? Bueno, los jugos de frutas exóticas son muy
Popular en países sudamericanos como Colombia. Corrientemente
ÿ Autor para correspondencia en: Departamento de Psicología, Universidad Estatal de California
Long Beach, 1250 Bellflower Blvd, Long Beach, CA 90840, EE. UU.
Dirección de correo electrónico: mngo1028@gmail.com (MK Ngo).
estos jugos a nuevos mercados en otras partes del mundo donde
las frutas (y por lo tanto los gustos/sabores asociados) son en gran medida
desconocidos. Puede surgir un problema potencial cuando el nombre de la fruta
(o producto) establece expectativas sensoriales equivocadas en la mente
del consumidor (cf. Abel & Glinert, 2008). Esto se debe a que a los consumidores les
suelen gustar más los alimentos y las bebidas cuando se encuentran con
su expectativa sensorial que cuando no lo hacen (es decir, cuando
experimentan una 'desconfirmación de la expectativa'; Schifferstein,
2001; Spence, 2012; Yeomans, Chambers, Blumenthal y Blake,
2008). De ahí que cualquier empresa que esté pensando en exportar productos tan exóticos
y sabores desconocidos en el mercado internacional
probablemente sea aconsejable tratar de establecer las expectativas apropiadas con
respecto al contenido del empaque a partir de la información que aparece en la
etiqueta. Ahora bien, en aquellos casos en que el
el simbolismo sonoro del nombre de la fruta es inconsistente con el
sabor/propiedades de sabor del jugo de fruta, cualquier empresa interesada
en la exportación de estas frutas tal vez debería considerar cambiar
el nombre de la bebida, o bien añadiendo otra información a la
envase del producto, que deja en claro cuáles son las propiedades gustativas reales
de la bebida.
Un creciente cuerpo de investigación ahora muestra cómo diferentes sensores
modalidades como el sonido, el color, la forma, el olor y el sabor interactúan
e integrar para crear la experiencia del consumidor (Crisinel &
Spence, 2012; Ngo y Spence, 2011). Sin embargo, las elecciones de los consumidores
no sólo depende de qué tan efectivos sean los atributos sensoriales para crear
expectativa hedónica, sino también sobre cualquier correspondencia transmodal

0950-3293/$ - consulte el material preliminar 2012 Elsevier Ltd. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.foodqual.2012.10.004
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que pueda existir entre esos atributos (es decir, empaque, marca
nombre) y la experiencia de consumir el producto. Una estrategia
que el cerebro utiliza para producir estimaciones vincula la entrada
información disponible para diferentes modalidades sensoriales; esto proporciona
el consumidor con una percepción más precisa del producto
(Spence, 2011; Spence, 2012). Si el desajuste entre los sentidos
atributos que indican las expectativas de los consumidores (por ejemplo, color, sonido,
forma, peso) y la experiencia de consumo (sabor, en este
caso) es lo suficientemente grande como para ser perceptible, entonces las posibilidades de que
un consumidor volverá a comprar el producto disminuirá. En este sentido,
entonces, las correspondencias intermodales pueden proporcionar un buen predictor de
cómo un consumidor interactuará con un producto después de la primera compra y
puede ayudar a determinar si durante consumos futuros los atributos del producto
mejorarán la experiencia general de consumir un
product (Piqueras-Fiszman, Harrar, Alcaide, & Spence, 2011;
Spencer, 2012).
Curiosamente, los investigadores ya han intentado desarrollar
métodos para evaluar el impacto del color, sin mencionar diferentes
formas, en el empaque del producto en el caso de otra fruta exótica –
maracuyá (conocido como fruta de la pasión en el Reino Unido; ver Deliza, MacFie,
y Hedderley, 2003; véase también Wei, Ou, Luo y Hutchings, 2012). Más
en general, las últimas investigaciones demuestran que el color de la
El empaque puede jugar un papel importante en impulsar las expectativas de las
personas con respecto a los gustos/
sabores de una variedad de productos alimenticios (ver Spence & Piqueras-Fiszman,
2012, para una revisión; Piqueras-Fiszman, Velasco, & Spence,
2012; véase también Shankar et al., 2009, 2010, para investigaciones relacionadas
que analizan las diferencias transculturales en las expectativas relacionadas con el
sabor en función del color de una bebida); por ejemplo, Rebollar, Lidón,
Serrano, Martín y Fernández (2012) demostraron que el formato y el color del empaque
pueden influir en las expectativas de atributos funcionales y de textura, y en las
expectativas de sabor y sabor, respectivamente.
Por supuesto, uno también podría querer utilizar etiquetas descriptivas en
el envase con el fin de informar al consumidor sobre la probabilidad
contenido del producto en los casos en que pueda ser ambiguo, o cuando
el nombre de la fruta puede ser engañoso en términos de la probable
perfil de sabor/sabor. Sin embargo, la evidencia del mundo del vino sugiere que un
número sorprendentemente grande de consumidores no lee
tal información (Charters, Lockshin, & Unwin, 1999, aunque ver
también Bender & Derby, 1992). Además, incluso aquellos que leen
la información en la etiqueta a menudo les resulta muy difícil coincidir con la
etiquetas verbales que describen el sabor (al menos en el caso del vino) con
el sabor de los contenidos (ver Charters et al., 1999). Dada tal evidencia, uno también
podría querer pensar en poner una imagen de la
producto en el envase (Mizutani et al., 2012; cf. Sakai, Imada,
Saito, Kobayakawa y Deguchi, 2005; Van Ittersum, Candel y Meu lenberg, 2003), ya
que eso podría proporcionar un medio más eficaz para transmitir información sobre el
sabor y/o sensaciones sensoriales.

Fig. 1. Las formas rojas angulares son un atributo destacado del empaque/logotipo de muchas bebidas gaseosas, incluidas (A) San Pellegrino (Italia), (B) Apollinaris (Alemania) y (C)
Saskia (Reino Unido/Alemania) aguas minerales carbonatadas. La angularidad también es una parte integral del logotipo de varias marcas de cerveza, incluidas (D) Bass and Co. (Reino Unido), (E) Heineken
(Holanda) y (F) Sapporo (Japón), en la foto (ver Spence & Ngo, 2012). (Para la interpretación de las referencias al color en la leyenda de esta figura, se remite al lector a la web
versión de este artículo).
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expectativas para el consumidor que puede ser bombardeado por varios
cientos de artículos por minuto en los estantes mientras deambula por el pasillo
de su supermercado local (ver Spence & Gallace, 2011).
Sin embargo, no está claro si, para las frutas con las que el consumidor no
está familiarizado, puede inferir la dulzura simplemente a partir de una imagen
de la fruta (es decir, antes de que la haya probado por primera vez).
Sin embargo, hay al menos un par de otras formas en las que se pueden
influir las expectativas de un consumidor con respecto a los atributos
sensoriales de un producto. Por un lado, los sonidos presentes en el producto
o la marca pueden establecer implícitamente expectativas sobre un alimento o
bebida (ver Spence, 2012, para una revisión reciente). Por ejemplo, Yorkston
y Menon (2004) demostraron que es más probable que las personas crean
que un helado tendrá un gusto cremoso si se llama 'Frosh' que si se llama
'Frish' (ver también Klink, 2000). De manera similar, Ngo, Misra y Spence
(2011) informaron que es más probable que las personas combinen una trufa
de chocolate con leche cremosa con los sonidos del habla "redondeados" de
la palabra/marca "Lula" en lugar de los sonidos del habla "más agudos". de
'Koko'. Este último resulta ser el nombre real de la marca de la trufa de
chocolate que
Fig. 2. (A) La hoja de respuestas (en inglés) entregada a los participantes colombianos en el Experimento 1. La flecha debajo de cada línea representa el punto medio de la escala,
correspondiente al valor de 0. (B) Imagen de la seis jugos muestreados en el Experimento 1.
363
participantes probaron en este estudio y por lo tanto inapropiado desde una
perspectiva de simbolismo de sonido (aunque ver también Klink, 2001).
Otra forma de influir en las expectativas de un consumidor es mediante el
uso del simbolismo de la forma en el empaque del producto (ver Spence, 2012;
Spence & Gallace, 2011; Spence & Ngo, 2012, para una revisión).
Aparentemente, este enfoque ya se usa, por ejemplo, en agua carbonatada
donde la carbonatación a menudo se señala mediante el uso de formas
angulares (sin mencionar el rojo): piense en San Pellegrino, Apol linaris,
Saskia, etc.). Lo mismo parece ser cierto para las cervezas y lagers amargas
y carbonatadas: piense en el triángulo rojo en el logotipo de Bass and Co., o la
estrella roja en el logotipo de Heineken y, hasta hace muy poco, en la etiqueta
de la cerveza japonesa Sapporo. también (ver Fig. 1).
Aunque hay poca evidencia en las revistas académicas que sugiera que
las compañías de alimentos y bebidas actualmente están haciendo mucho uso
del simbolismo sonoro en la denominación de nuevos productos, otros
mercados altamente competitivos, como los automóviles y los medicamentos
recetados, ciertamente lo están haciendo (p. ej., véase Abel y Glinert, 2008;
Spence, 2012). Por ejemplo, la investigación de Abel y Glinert (2008) ha
demostrado que los medicamentos de quimioterapia norteamericanos
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contienen significativamente más consonantes sordas (/p/, /t/, /k/, /f/, y (jugos) son muy populares. En el Experimento 2, probamos la misma fruta
/s/) y significativamente menos consonantes sonoras (/b/, /d/, /g/, /v/ y / pulpas/jugos en participantes del Reino Unido, donde no todos estos
z/) de lo que cabría esperar dada la incidencia de estas letras en los jugos son populares. Intentamos evaluar las correspondencias transmodales
El idioma Ingles. Su sugerencia es que las consonantes sordas entre estas dos poblaciones, donde presumiblemente, la familiaridad con las
son más consistentes con lo que la gente quiere en un medicamento contra el pulpas/jugos de frutas difiere considerablemente.
cáncer, es decir, algo que sea rápido y ligero. Por el contrario,
las consonantes sonoras se perciben como lentas y pesadas. Por eso,
2. Experimento 1
intencionalmente o no, parecería que el simbolismo sonoro
de hecho está presente en el mercado competitivo, como el de los
2.1. Métodos
medicamentos recetados.
La investigación del Laboratorio de Investigación Crossmodal aquí en
Veintiún participantes (13 mujeres) con edades comprendidas entre los 18 y
Oxford ha demostrado recientemente que, el arándano, un sabor ácido
39 años (edad promedio = 25 años) de Colombia recibieron seis
los participantes asocian la fruta con tonterías que suenan agudas
Jugos endulzados para degustar: Mango, Guanabana, Feijoa, Passion
palabras (p. ej., véase Gallace, Boschin y Spence, 2011; Spence y Gallace,
fruta, lulo y piña en ese orden. Los jugos se prepararon utilizando
2011). La pregunta específica que abordan los dos experimentos informados
SAS, marca colombiana de pulpas de frutas, las cuales son comercializadas
en el presente estudio es qué tan general es esta tendencia, tanto cuando
por la empresa Alimentos SAS SA, Bogotá, Colombia. Se agregaron dos
se evalúa una variedad de jugos de frutas diferentes, y cuando se prueban en
cucharadas de azúcar por cada 500 mL de jugo de fruta. Los participantes
participantes de diferentes países. En el Experimento 1, investigamos si se
tenían los ojos vendados mientras probaban cada jugo. Después del muestreo
podían obtener asociaciones simbólicas de forma y sonido en una muestra de
el jugo, el experimentador quitó el líquido de la vista del participante y luego
participantes colombianos, donde estos sabores
instruyó al participante para quitar el

Fig. 3. (A) Calificaciones promedio de los participantes para cada tipo de jugo y escala en el Experimento 1 (participantes colombianos). (B) Calificaciones medias de los participantes para cada jugo y tipo de escala en
Experimento 2 (participantes británicos). Los valores negativos corresponden a la forma orgánica, los sonidos del habla 'redondeados' (maluma y bouba) y bajos niveles de dulzura, acidez y
tono, mientras que los valores positivos se corresponden con la forma angular, los sonidos del habla 'agudos' (takete y kiki) y un alto nivel de dulzura, acidez, tono y gusto. Las barras de error representan
los errores estándar de las medias.
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vendar los ojos y calificar el jugo en siete papel y lápiz diferentes
escalas de línea: forma orgánica-angular, takete-maluma, bouba-kiki,
dulzura, acidez, tono y gusto (ver Fig. 2A). Además,
los participantes debían indicar de qué color les parecía el jugo
podría ser y si el jugo era de una fruta pequeña o grande
(no se proporcionó más información al participante). Cada línea
la escala medía 9 cm de largo con una flecha centrada en su punto medio. los
participantes probaron una muestra y luego la calificaron marcando una línea en
cada una de las escalas de respuesta para indicar qué ancla
pensé que combinaba mejor con el sabor del jugo. Después de hacer su
calificaciones, los participantes se enjuagaron la boca con agua antes de
pasando a la siguiente muestra. Este procedimiento se repitió para
cada muestra. El color real de los jugos se muestra en la Fig. 2B.
Se otorgaron valores positivos a aquellas calificaciones que cayeron a la derecha.
del punto medio de la escala, mientras que los valores negativos se asignaron a
calificaciones que caían a la izquierda del punto medio. Por el primero
y tercera escala, las respuestas de los participantes a la izquierda del punto medio
correspondía a la forma orgánica y la palabra redondeada (bouba), pero
para la segunda escala, las calificaciones a la izquierda del punto medio
correspondían a la palabra aguda (takete). Esta inversión fue incluida,
según nuestra investigación previa (Ngo, Misra, & Spence, 2011), para
para evitar que los participantes respondan siempre de un solo lado
la escala, en caso de que, por ejemplo, muestren alguna forma de pseudo negligencia
(ver Jewell & McCourt, 2000). Dicho esto, para hacer
los resultados con respecto a las respuestas de los participantes en los tres primeros
escalas más fáciles de comparar, el esquema de codificación se invirtió para el
segunda escala. En consecuencia, los valores negativos indicaron más
respuestas redondeadas, independientemente de la escala de respuesta específica utilizada.
Para las escalas de dulzura, acidez, tono y gusto, los valores negativos indicaron
calificaciones bajas de dulzura, acidez, tono y gusto.
mientras que los valores positivos indicaron alta dulzura, acidez, tono,
y gusto
3. Resultados y discusión
Se realizaron pruebas t de una muestra separadas para cada muestra de jugo y
escala para probar si las calificaciones de los participantes diferían
significativamente desde el punto medio de la escala (ver Fig. 3A). Las calificaciones
medias de los participantes para cada escala y jugo se muestran en la Tabla 1
por completitud. Los análisis revelaron que esos jugos (mango
y piña) que fueron calificados confiablemente como orgánicos, también fueron calificados
como significativamente bouba y bajo en acidez. El mango también se emparejó
significativamente con el tono bajo, mientras que la piña se calificó como
maluma y alto en dulzura. Por otro lado, lulo se emparejó significativamente con una
forma angular, la palabra kiki, y se calificó
como alto tanto en acidez como en tono. se debe notar que
feijoa fue calificado significativamente como de tono alto y no fue
gustó mucho mientras que no hubo patrones significativos en los resultados para el
jugo de maracuyá.
También probamos las correlaciones entre las siete escalas (órgano ic/forma
angular, takete/maluma, bouba/kiki, dulzura, acidez,
tono y gusto) para cada jugo de fruta. Las correlaciones significativas
se destacan en la Tabla 2. Parece que los sabores agridulces/fla
tabla 1
Calificaciones medias para cada escala y jugo en el Experimento 1. Los números se calculan (en cm) en relación con el punto medio de la escala (valor = 0; los valores negativos significan que las calificaciones fueron
más cerca de la primera de las dos anclas presentadas en la parte superior de cada columna) y las calificaciones significativamente diferentes del punto medio están en negrita.
Forma: orgánica/ Maluma/ Buba/ Dulzura: para nada/
angular caja kiki muy
Mango 2.10 Guanábana 0,21 1,94
1.00 Feijoa Pasión 0,71 1,80
0,44 0,88 0,77
0,33 0,44 0,39
Fruta
Piña 2.08 0.56 1,95
Lulo 1.63 1.22 1.27 1.00
365
Los vors comparten alguna forma de correspondencias intermodales con lo orgánico.
formas, palabras redondeadas y sonidos graves por un lado,
y formas angulares, palabras agudas y sonidos agudos en el
otro, respectivamente.
Se contaron las respuestas de los participantes a las preguntas sobre el color y
el tamaño (véanse las Tablas 3 y 4, respectivamente). La mayoría de los participantes
eligió amarillo para jugo de mango, blanco para guanábana, verde para fei joa,
amarillo para maracuyá, verde para lulo y amarillo para jugo de piña. La mayoría de
los participantes juzgó que el mango y
jugo de guanábana provenía de frutos grandes, mientras que la feijoa, pasión
Se juzgó que todos los jugos de frutas, lulo y piña provenían de
una fruta pequeña. Se realizaron pruebas de chi-cuadrado en el tamaño de los participantes.
respuestas para determinar si sus elecciones diferían significativamente de un
resultado esperado (10,5 para cada tamaño de respuesta). Los análisis revelaron
que las respuestas de tamaño de los participantes
difería significativamente del azar solo para la feijoa, v2 = 17.19,
p < .001, maracuyá, v2 = 5.00, p = .03, y jugos de lulo, v2 = 7.20,
p = 0,007.
Estos resultados demuestran que para los participantes colombianos, las formas
orgánicas, las palabras que contienen sonidos del habla más "redondeados"
(p. ej., bouba y maluma) y los sonidos graves comparten algunos
forma de correspondencia transmodal con gustos/sabores que son
clasificado como bajo en acidez. Mientras tanto, formas angulares, palabras
que contienen sonidos del habla más 'agudos' (kiki y takete), y los sonidos agudos
comparten alguna forma de correspondencias intermodales
con gustos/sabores amargos en su lugar. El objetivo del Experimento 2 era
explorar si las correspondencias observadas entre los participantes colombianos se
mantendrían en una población diferente que
presumiblemente, no estar familiarizado con algunos de los jugos de frutas exóticas,
como el lulo o la feijoa. El experimento 2, por lo tanto, pasó a replicar
los hallazgos del Experimento 1 con un grupo de participantes británicos.
4. Experimento 2
4.1. Métodos
Dieciocho participantes (9 mujeres) con edades entre 19 y 31 años
(edad media = 23 años) de Oxford participó en el Experimento 3. El
jugos de frutas muestreados (Mango, Guanábana, Hinojo, Maracuyá, Lulo,
y piña en ese orden), el diseño y el procedimiento eran idénticos
a los utilizados en el Experimento 1.
5. Resultados y discusión
Se realizaron pruebas t de una muestra separadas para cada muestra de jugo y
escala para probar si las calificaciones de los participantes diferían
significativamente desde el punto medio de la escala (ver Fig. 3B). Calificaciones
medias de los participantes para cada escala y jugo utilizados en el Experimento
2 se muestran en la Tabla 5 para completar. Los análisis revelaron
que esos jugos (mango, guanábana y piña) que fueron
calificados de manera confiable como de forma orgánica también fueron calificados como significativamente
maluma, bouba, alto en dulzura y bajo en acidez. Piña
también fue calificado como significativamente bajo en tono, y tanto pineap
Acidez: nada/ Tono: bajo/ Gusto: nada/mucho
muy alto mucho
0,21 2,46 1,19 0.50
1,60 0,61 0,81 0.49
0,82 0,09 1,14 1.11
0,83 0,42 0,13 0.06
1.37 2.08 1.33 0.42
2.27 0.15 0.32
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366 MK Ngo et al. / Calidad y preferencia alimentaria 28 (2013) 361–369

Tabla 2
Correlaciones (r de Pearson, valor p) entre las diversas escalas de calificación para cada jugo de fruta en el Experimento 1. Para todas las correlaciones, la dirección fue tal que la forma angular y
los sonidos del habla se correlacionaron positivamente con la acidez, el tono alto y entre sí (consulte el texto para obtener más detalles). Las correlaciones significativas (p < 0,05) se destacan en negrita.

Escalas emparejadas Fruta

Mango guanábana feijoa Maracuyá Lulo Piña

Shape-maluma/taxi .21, .37 .21, .38 .30, .19 .48, .03 .08, .73 .41, .07
Forma-bouba/kiki .66, .002 .69, .001 .47, .03 .89, <.001 .91, <.001 .47, .03
Forma-dulce .35, .13 .67, .001 .17, .47 .37, .11 .08, .73 .06, .80
Forma agria .39, .09 .87, <.001 .41, .06 .75, <.001 .33, .15 .26, .26
Paso de forma .45, .04 .36, .12 .48, .03 .49, .03 .40, .07 .02, .92
con forma .21, .37 .05, .84 .18, .43 .33, .17 .22, .33 .07, .76
Maluma/takete-Bouba/qué .30, .19 .22, .34 .48, .03 .61, .004 .01, .95 .04, .86
Viejo/takete-dulce .61, .004 .37, .10 .36, .11 .49, .03 .26, .25 .24, .29
Maluma/takete-sour .18, .44 .23, .32 .09, .71 .09, .70 .09, .70 .07, .76
Maluma/takete-pitch .26, .25 .20, . 38 .02, .93 .12, .60 .21, . 36 .50, .02
Techo/como techo .30, .19 .23, .32 .68, .001 .36, .12 .002, .99 .47, .03
Bouba/Kiki-dulce .42, .06 .64, .002 .35, .12 .32, .16 .18, .44 .23, .31
Bouba/kiki-sour .55, .009 .69, <.001 .50, .02 .66, .001 .51, .02 .13, .56
Campo de Bouba/Kiki .36, .11 .50, .02 .04, .87 .53, .01 .54, .01 .17, .46
Bouba/lo que sea .21, .37 .24, .29 .17, .46 .38, .10 .14, .55 .21, .36
Agridulce .21, .35 .79, <.001 .30, .19 .13, .57 .57, .007 .16, .50
brea dulce .37, .10 .34, .13 .19, .42 .06, .80 .64, .002 .06, .79
Dulce como .71, <.001 .03, .90 .25, .27 .22, .36 .26, .26 .21, .37
tono amargo .51, .02 .54, .01 .22, .14 .55, .01 .45, .04 .14, .55
amargo .15, . 51 .21 , .36 .14, .55 .46, .04 .12, . 61 .10, .66
como un tono .09, .72 .48, .03 .04, .87 .23, .32 .16, .48 .21, .36

Tabla 3
Recuento de las opciones de color de los participantes en el Experimento 1 (N = 21 participantes). El color más popular para cada sabor está resaltado en negrita.

Blanco Verde Amarillo Naranja Rojo Rosado Azul Marrón

2 – 19 –
Mango
– –– –

guanábana 13 2 5 – –– 1 1 11 1 3 –– – –
1 13 3 –
feijoa
Maracuyá – 1 17 –
Lulo 4 9 7 – –– 1 –
4 2 11 2 1– – –
Piña

Tabla 4
También probamos las correlaciones entre las siete escalas (órgano ic/forma
Recuento de las opciones de tamaño de los participantes en el Experimento 1. Las filas que se muestran en negrita representan
angular, takete/maluma, bouba/kiki, dulzura, acidez,
respuestas de tamaño de los participantes que diferían significativamente (p < .05) de una oportunidad
tono y gusto) para cada jugo de fruta. Las correlaciones significativas
distribución de respuestas.
se destacan en la Tabla 6 para el Experimento 2, parece que los dulces
Pequeña Largo y los gustos/sabores amargos comparten alguna forma de correspondencias
Mango 9 12 intermodales con formas orgánicas, palabras redondeadas y sonidos de tono bajo.
guanábana 9 12
por un lado, y formas angulosas, palabras agudas y sonidos agudos por el otro,
feijoa 19 2
Maracuyá 13 8
respectivamente.
Lulo 14 7 Se contaron las respuestas de los participantes a las preguntas de tamaño y color
Piña 12 9 (véanse las Tablas 7 y 8, respectivamente). La mayoría de los británicos
los participantes eligieron naranja para jugo de mango, amarillo para guanábana,
El jugo de manzana y mango fue del agrado de los participantes. Sobre el amarillo para feijoa, naranja para maracuyá, verde para lulo y amarillo
otro lado, aquellos jugos (maracuyá y lulo) que fueron maridados para jugo de piña. La mayoría de los participantes consideró que la
a la forma angular también fueron calificados significativamente como takete, kiki, jugo de mango y ananá provino de frutas grandes, mientras que el
y alto tanto en acidez como en tono. Aunque la feijoa no era Se juzgó que todas las frutas restantes procedían de una fruta pequeña.
coincidió significativamente con cualquiera de las formas o palabras sin sentido, Se realizaron pruebas de chi-cuadrado en las respuestas de tamaño de los participantes.
la feijoa fue calificada como significativamente dulce. para determinar si sus elecciones diferían significativamente o no.

Tabla 5
Calificaciones medias para cada escala y jugo en el Experimento 2. Los números se calculan (en cm) en relación con el punto medio de la escala (valor = 0; los valores negativos significan que las calificaciones fueron
más cerca de la primera de las dos anclas presentadas en la parte superior de cada columna) y las calificaciones significativamente diferentes del punto medio están en negrita.

Forma: orgánica/ Maluma/ Buba/ Dulzura: para nada/ Acidez: nada/ Tono: bajo/ Gusto: nada/mucho
angular caja kiki muy muy alto mucho

Mango 3,80 3,93 4,07 2.48 2,83 .88 2.47

guanábana 2,07 2,22 1,54 2.45 3,14 1.24 1.53
feijoa 1,51 1.14 1,65 1.27 1,56 1,59 .27
Pasión 2,85 2.28 3,49 .07 2,63 2,39 1.19
Fruta
Lulo 3.07 3.34 3.04 .69 3.05 3.05 1.03
Piña 3.38 2.85 1.80 2.45 4.14 2.03 2.53
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Tabla 6
Correlaciones (r de Pearson, valor p) entre las diversas escalas de calificación para cada jugo de fruta en el Experimento 2. Para todas las correlaciones, la dirección fue tal que la forma angular y
los sonidos del habla se correlacionaron positivamente con la acidez, el tono alto y entre sí (ver texto para más detalles). Las correlaciones significativas (p < 0,05) se destacanen negrita.

Escalas emparejadas Fruta

Mango guanábana feijoa Maracuyá Lulo Piña

Shape-maluma/taxi .73, .001 .60, .008 .92, <.001 .79, <.001 .47, .05 .84, <.001
Forma-bouba/kiki .84, <.001 .46, .06 .91, <.001 .86, <.001 .92, <.001 .24, .34
Forma-dulce .11, .67 .28, .26 .19, .47 .14, .58 .44, .07 .02, .94
Forma agria .51, .03 .79, <.001 .79, <.001 .73, .001 .46, .05 .23, .36
Paso de forma .26, .29 .22, .39 .75, .001 .70, .001 .71, .001 .50, .04
con forma .08, .76 .24, .34 .19, .48 .25, .32 .32, .20 .42, .08
Bocados/take-bouba/qué .54, .02 .67, .002 .89, <.001 .73, .001 .29, .25 .51, .03
Viejo/takete-dulce .33, .18 .13, .61 .18, .48 .11, .67 .40, .10 .22, .38
Maluma/takete-sour .22, .39 .49, .04 .82, <.001 .61, .008 .47, .05 .35, .16
Maluma/takete-pitch .11, . 67 .03, . 90 .85, <.001 .55, .02 .51, . 03 .61, .009
Techo/como techo .04, .87 .21, .39 .25, .32 .30, .23 .40, .10 .40, .10
Bouba/kiki-dulce .05, .86 .20, .42 .14, .58 .13, .62 .56, .02 .49, .04
Bouba/kiki-sour .49, .04 .50, .04 .79, <.001 .77, <.001 .46, .05 .06, .83
Campo de Bouba/Kiki .44, .07 .006, .98 .77, <.001 .75, <.001 .55, .02 .66, .004
Bouba/lo que sea .07, .77 .13, .60 .29, .25 .33, .18 .22, .38 .05, .85
Agridulce .13, .61 .30, .22 .07, .79 .20, .42 .26, .30 .01, .97
brea dulce .57, .01 .10, .70 .09, .72 .17, .51 .33, .18 .47, .06
Dulce como .52, .03 .21, .40 .66, .003 .48, .04 .25, .32 .28, .27
tono amargo .19, .46 .04, .88 .83 , <.001 .59, .009 . .31, .21 .36, .16
amargo .01, . 98 .09, . 73 .23, .36 09, .73 .11, . 67 .02, .94
como un tono .15, .55 .45, .06 .47, .05 .16, .54 .12, .63 .19, .47

Tabla 7
Recuento de las opciones de color de los participantes en el Experimento 2 (N = 18 participantes). El color más popular para cada sabor está resaltado en negrita.

Blanco Verde Amarillo Naranja Rojo Rosado Azul Marrón

6 2– – 4 –3 – 2 4– 2 6 2– 1 –
Mango 2 3 5
guanábana 1 4 6 –
–
feijoa 1 2 7
Maracuyá 1 4 4 –
Lulo 1 7 – 4 5– – 1
2 2 9 3 –1 – –
Piña

Tabla 8 para los gustos/sabores de los jugos de frutas en dos poblaciones diferentes, una
Recuento de las opciones de tamaño de los participantes en el Experimento 2. Las filas que se muestran en negrita representan
más familiarizada con los jugos de frutas en cuestión que la otra.
respuestas de tamaño de los participantes que diferían significativamente (p < .05) de una oportunidad
otro. En ambas culturas, los jugos que se consideraban
distribución de respuestas.
dulces y/o bajos en acidez (es decir, piña, guanábana y
Pequeña Largo jugo de mango) coincidieron consistentemente con la forma orgánica,
Mango 4 14 los sonidos más redondos de maluma y bouba, y tendían a calificarse
guanábana 8 10 como de tono más bajo. Mientras tanto, los jugos de sabor más amargo (es decir,
feijoa 11 7
maracuyá, lulo y feijoa), se combinaron consistentemente con
Maracuyá 15 3
Lulo 12 6 la forma angular, los sonidos más agudos de takete y kiki, y
Piña 4 14 tendía a ser calificado como de tono más alto mientras que le gustaba menos
(ver Fig. 3). Algunas diferencias entre las dos poblaciones fueron

significativamente de un resultado esperado (9 para cada tamaño de respuesta). los aparente. Por ejemplo, mientras que los participantes británicos asociaron

Los análisis revelaron que las respuestas de tamaño de los participantes diferían
significativamente del azar para la piña, v2 = 5.56, p = .018, pasión
fruta, v2 = 8.00, p = .005, y jugos de mango, v2 = 5.56, p = .018.
Los resultados del Experimento 2 demuestran que, al igual que para el
claramente la fruta de la pasión con la forma angular y los sonidos agudos de
takete y kiki, los participantes colombianos no mostraron una preferencia clara por
ninguna de las formas angulares/orgánicas o los sonidos redondos/agudos.
Además, los participantes británicos calificaron la fruta de la pasión como alta

Participantes colombianos, para los participantes evaluados en Oxford, formas en acidez y tono, mientras que los participantes colombianos no lo hicieron.

orgánicas, palabras que contienen sonidos del habla más 'redondeados' Estas diferencias pueden atribuirse a la familiaridad con el
frutas, así como a las diferencias culturales entre los dos
(p. ej., bouba y maluma) y los sonidos graves comparten algunos
forma de correspondencia transmodal con gustos/sabores que son poblaciones.1

clasificado como dulce y bajo en acidez. Mientras tanto, angular Con base en las asociaciones simbólicas de forma y sonido destacadas por

las formas, las palabras que contienen sonidos del habla más "agudos" (kiki y tak los resultados del presente estudio, alguien desconocido

ete) y los sonidos agudos comparten alguna forma de correspondencias con estos jugos de frutas puede ver los nombres que suenan redondeados de

intermodales con gustos/sabores amargos. lulo y feijoa en el empaque de un cartón de jugo de frutas, digamos,
y espere saborear una bebida dulce, o al menos no muy ácida, cuando

6. Discusión general
Los resultados de los dos experimentos presentados en el presente
el estudio demuestra asociaciones simbólicas confiables de forma y sonido
1
Tenga en cuenta que las ligeras diferencias en la longitud de la línea se debieron a que diferentes
experimentadores realizaron los dos estudios en diferentes países. Sin embargo, es importante destacar que este
la pequeña diferencia no debería tener ningún efecto sistemático en el patrón de resultados
obtenido.
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hojeando la sección de jugos de frutas del supermercado. Por lo tanto, algunas
frutas realmente parecen haber recibido el nombre 'incorrecto', al menos
cuando se trata de establecer las expectativas simbólicas de sonido correctas
(cf. Robson, 2011). Por lo tanto, se puede aconsejar a los comerciantes
interesados en la promoción de jugos de frutas desconocidos en los mercados
extranjeros que piensen detenidamente cómo responder a una expectativa tan
probable que no se confirme. La sugerencia más obvia de simplemente cambiar
el nombre de la fruta en cuestión parece poco probable que funcione.
En su lugar, entonces, se puede aconsejar a las empresas que utilicen las
descripciones/etiquetas escritas apropiadas o que utilicen algún otro medio
(por ejemplo, simbolismo de formas en el empaque/etiquetado, etiquetas
descriptivas, color del empaque o posiblemente también imágenes del producto)
para transmitir de manera efectiva el probable sabor/sabor de la fruta.2 En
particular, la fruta del lulo produce un jugo de sabor particularmente agrio,
incluso cuando se endulza según las instrucciones del paquete. Como muestran
los resultados presentados aquí, tanto los participantes británicos como los
colombianos lo califican como correspondiente transmodalmente con una
forma angular y afilada y un simbolismo sonoro.
El nombre 'lulo' podría, por lo tanto, al menos según la investigación existente
sobre el simbolismo del sonido, llevar a los consumidores desconocidos a
esperar una fruta que tenga un sabor dulce, en lugar de ácido (cf. Ngo et al., 2011).
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (DANE) de Colombia, de
las frutas evaluadas, el mango es la fruta más popular en Colombia, seguida
del maracuyá, guanábana, lulo y feijoa con las que se puede relacionar, al
menos en parte, a las expectativas generadas por el simbolismo del sonido y
cuán congruente es esto con el sabor real. Tales sugerencias, si bien son
admitidamente especulativas en esta etapa, ciertamente plantean una serie de
sugerencias interesantes para futuras investigaciones, cuando tales jugos de
frutas exóticas finalmente se lancen a nuevos mercados.
Cuando las expectativas sensoriales establecidas por cualquier señal
extrínseca del producto no coinciden con las propiedades reales del alimento
o la bebida cuando se prueban, es probable que se produzca una refutación
de las expectativas y es probable que las calificaciones del producto sean más
bajas de lo que serían de otro modo. lo han sido (ver Spence, 2012; Yeomans
et al., 2008). Entonces, en la medida en que los sonidos del habla presentes
en el nombre de un alimento o bebida pueden generar expectativas sensoriales
en la mente del consumidor, y esas expectativas no se ajustan a la realidad del
producto, entonces productos como Se puede esperar que el jugo de lulo tenga
menos probabilidades de éxito cuando se introduzca en un mercado extranjero.
Cualquier empresa que esté pensando en exportar un zumo de fruta de este
tipo debería, por lo tanto, hacer bien en comercializar la fruta de forma que se
asegure de que los demás atributos del envase/etiquetado ayuden a disipar
cualquier creencia de que este zumo en particular pueda ser dulce. .
Los mismos problemas que se han destacado aquí para los jugos de frutas
ya se han demostrado para los productos de chocolate. En particular, la marca
de chocolate Rolos o Aero (ambos de Nestlé), Wispa (de Cadbury), por
ejemplo, parece encajar adecuadamente con los chocolates blandos. Mientras
tanto, Toffee Crisp, Kit Kat y Munchie (todos de Nestlé) y Crunchie (de Cadbury)
parecen tener nombres que son más consistentes con el centro crujiente que
contienen estos productos de chocolate, y por lo tanto el ruido que se hará
cuando un consumidor muerde uno de estos productos de confitería. Dicho
esto, otras marcas parecen ser inapropiadas, al menos desde una perspectiva
de simbolismo sólido: piense en Koko, el nombre de una de las trufas cremosas
de chocolate con leche de Cadbury (ver Ngo et al., 2011, sobre este tema).
Aunque la familiaridad puede variar en Colombia y el Reino Unido debido
a una diferencia en la disponibilidad del producto en las regiones evaluadas,
aún encontramos que las correspondencias intermodales pueden ser similares
en ambos países. Esto sugiere que la integración sensorial y la correspondencia
2
En otros lugares, se ha descubierto que cambiar el nombre de 'naranjas rojas sangre' por otro nombre
también condujo a un aumento en las ventas.
la confianza juega un papel clave en la forma en que evaluamos los productos
y las experiencias; enfatizando el hecho de que, como especie, compartimos
un mecanismo común para procesar la información sensorial (Spence,
Senkowski, & Röder, 2009). También es interesante notar que la concentración
de azúcar en las frutas difiere según la región del mundo, y que el azúcar
podría influir en los atributos sensoriales percibidos de un producto. Esto
podría, a su vez, tener un efecto en las correspondencias intermodales y
debería tenerse en cuenta al desarrollar y lanzar nuevos productos.
Los hallazgos del presente estudio resaltan la importancia de utilizar los
estudios sensoriales en la investigación de mercado y el desarrollo de productos.
Es importante destacar que la investigación sobre las correspondencias
intermodales se puede aplicar no solo al desarrollo de sonidos y sabores
congruentes, sino también al desarrollo de productos completos, incluidos los
envases y las estrategias de marketing. Es importante señalar que, si bien las
correspondencias intermodales observadas en las dos poblaciones del presente
estudio fueron consistentes, los tamaños de muestra fueron relativamente
limitados. Como tal, los estudios futuros pueden beneficiarse del uso de
tamaños de muestra más grandes para encontrar diferencias más sólidas.
También sería interesante para futuros estudios incluir medidas de expectativas
hedónicas que evalúen el impacto de las correspondencias intermodales, como
nombre y forma o nombre y sabor, y el valor afectivo de una palabra y su papel
en la evaluación y selección de productos por parte del consumidor.
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