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características y diferencias
POR SAÚL JOSÉ COCA GUZMÁN - 24 SEPTIEMBRE, 2020
Sumario. 1. Introducción, 2. Partes del contrato, 3. Prestaciones a cargo de las partes, 4. Carácter
temporal, 5. El comodato en el derecho comparado, 5.1. Diferencias y semejanzas entre el
comodato y el arrendamiento, 5.2. Diferencias y semejanzas entre el comodato y la donación, 5.3.
Carácter intuitu personae, 6. Nuestra definición, 7. Conclusiones, 8. Bibliografía.
1. Introducción
De acuerdo con el artículo 1728 del Código Civil (en adelante CC):
De esta definición se desprenden las partes del contrato de comodato (el comodante y el
comodatario), la prestación a cargo de cada una de ellas (la cesión en uso que debe hacer el
comodante de un bien no consumible y la restitución del bien recibido a cargo del comodatario) y el
carácter temporal del contrato que suscriben ambas.
2. Partes del contrato
Por un lado tenemos al comodante, quien se obliga a entregar de forma gratuita y temporal un bien
no consumible y por el otro tenemos al comodatario, quien está obligado a restituir dicho bien.
Con respecto a la prestación a cargo del comodante, el Código señala que este está obligado a
ceder el uso de un bien no consumible. ¿Qué entendemos por uso? Fácil, a uno de los atributos del
derecho de propiedad, y en el caso concreto el uso involucra utilizar el bien para lo que este fue
diseñado, es decir, se usa un bien inmueble viviendo en él; se usa un automóvil, moto o bicicleta
conduciéndolos o manejándolos. ¿Qué entendemos por un bien no consumible? Aquel bien que no
se extingue por su primer uso empero que se desgasta conforme pasa el tiempo.
Con respecto a la prestación a cargo del comodatario, el Código prevé que este no está obligado a
dar nada a cambio salvo devolver el bien luego de usarlo por cierto tiempo o para cierto fin.
4. Carácter temporal
Finalmente, el carácter temporal hace alusión al plazo de duración que tiene el comodato. Pudiendo
ser de duración determinada o duración indeterminada. Sin embargo, cuando no se hubiera
determinado la duración del contrato, el comodatario está obligado a restituir el bien cuando el
comodante lo solicite (art. 1737).
Asimismo, la temporalidad de este contrato está prevista dentro de una de las tantas obligaciones
del comodatario. Nos referimos a la obligación de devolver el bien al comodante al vencerse el
plazo del contrato o, en su defecto, después del uso para el que el bien fue dado. (art. 1738, inc. 5).
Para la doctrina mexicana, el comodato se caracteriza como un contrato traslativo de uso de bienes
no fungibles, gratuito, principal y bilateral, ya que engendra obligaciones recíprocas: en el
comodante, conceder el uso gratuito de una cosa y en el comodatario, la restitución de la misma.
Este contrato es siempre gratuito, no hay provechos y gravámenes recíprocos; exclusivamente el
comodante sufre los gravámenes y el comodatario percibe los beneficios. En el comodato se tiene
la demostración de que no hay siempre correspondencia entre el carácter bilateral y el oneroso,
como generalmente se cree. (Rojina Villegas, 2001, p. 219)
De acuerdo con una doctrina argentina, son elementos del tipo legal del comodato:
a) El comodatario no recibe el derecho de goce de la cosa, porque no puede extraer los frutos
o aumentos;
b) el comodatario no recibe las cosas en propiedad. (Lorenzetti, 1999, p. 481)
En el Derecho español, el comodato aparece definido en el art. 1.740 cc: «Por el contrato de
préstamo, una de las partes entrega a la otra, o alguna cosa no fungible para que use de ella por
cierto tiempo y se la devuelva, en cuyo caso se llama comodato…». El comodato, o préstamo de
uso, es de carácter esencialmente gratuito. Si se pacta una contraprestación o precio el contrato no
será de comodato, sino que se transforma en un contrato de arrendamiento de cosa (art. 1.741).
(Arnau Moya, 2009, p. 309)
Puesto que la cesión del uso de una cosa a cambio de un precio constituye uno de los caracteres
del contrato de arrendamiento. Por tanto, es la ausencia de contraprestación lo que distingue este
contrato del de comodato. En parecidos términos, la ausencia de precio era la que distinguía entre
la permuta y la donación. (Ídem)
Estima una doctrina brasileña, que el comodato es un negocio jurídico gratuito. La gratuidad se
deriva del mismo nombre commodum datum, que importa una comodidad o provecho para el
beneficiario. Sin embargo, difiere de la donación, dada su temporalidad inherente, ya que el bien
infungible e inconsumible será objeto de restitución después de un cierto período de uso. Si hubiera
una retribución a favor del comodante, estaríamos frente a un contrato de arrendamiento. Incluso si
hubiera un cargo en el comodato (por ejemplo, que tenga el comodatario que entregar 10 litros de
leche por semana a una guardería) o deba el comodatario pagar ciertos gastos, la gratuidad
permanece, ya que estos gastos no constituyen contraprestaciones, sino simplemente restricciones
a la liberalidad. (Rosenvald, 2010, p. 616)
De la gratuidad también podemos inferir el carácter intuitu personae del comodato, considerando
que el comodante celebra el préstamo en consideración a las cualidades personales del
comodatario. Por esta razón, no se transfiere a los herederos, ni puede ser objeto de cesión sin el
consentimiento del comodante. (Rosenvald, 2010, p. 616)
Dicho carácter intuitu personae está contemplado en el artículo 1733 que reza lo siguiente:
Las obligaciones y derechos que resulten del comodato no se trasmiten a los herederos del
comodatario, salvo que el bien haya sido dado en comodato para una finalidad que no pueda
suspenderse.
El comodatario no puede ceder el uso del bien a un tercero sin autorización escrita del
comodante, bajo sanción de nulidad.
6. Nuestra definición
De las doctrinas expuestas, concebimos al comodato como aquel contrato en virtud del cual una
parte denominada comodante se obliga a ceder gratuita y temporalmente (plazo determinado o
indeterminado) el uso de un bien no consumible (mueble o inmueble) a otra parte denominada
comodatario. Debiendo el comodatario custodiar, conservar y devolver el bien sin más deterioro que
el de su uso ordinario o retenerlo (cuando no le hayan sido pagados los gastos extraordinarios) y el
comodante a comunicar oportunamente al comodatario si el bien adolece de algún vicio que
conoce.
7. Conclusiones
Con respecto a la prestación a cargo del comodante, el Código señala que este está obligado a
ceder el uso de un bien no consumible.
¿Qué entendemos por uso? Fácil, a uno de los atributos del derecho de propiedad, y en el caso
concreto el uso involucra utilizar el bien para lo que este fue diseñado, es decir, se usa un bien
inmueble viviendo en él; se usa un automóvil, moto o bicicleta conduciéndolos o manejándolos.
¿Qué entendemos por un bien no consumible? Aquel bien que no se extingue por su primer uso
empero que se desgasta conforme pasa el tiempo.
Con respecto a la prestación a cargo del comodatario, el Código prevé que este no está obligado a
dar nada a cambio salvo devolver el bien luego de usarlo por cierto tiempo o para cierto fin.
El carácter temporal hace alusión al plazo de duración que tiene el comodato. Pudiendo ser de
duración determinada o duración indeterminada. Sin embargo, cuando no se hubiera determinado
la duración del contrato, el comodatario está obligado a restituir el bien cuando el comodante lo
solicite (art. 1737).
La temporalidad de este contrato está prevista dentro de una de las tantas obligaciones del
comodatario. Nos referimos a la obligación de devolver el bien al comodante al vencerse el plazo
del contrato o, en su defecto, después del uso para el que el bien fue dado. (art. 1738, inc. 5).
Concebimos al comodato como aquel contrato en virtud del cual una parte denominada comodante
se obliga a ceder gratuita y temporalmente (plazo determinado o indeterminado) el uso de un bien
no consumible (mueble o inmueble) a otra parte denominada comodatario. Debiendo el
comodatario custodiar, conservar y devolver el bien sin más deterioro que el de su uso ordinario o
retenerlo (cuando no le hayan sido pagados los gastos extraordinarios) y el comodante a
comunicar oportunamente al comodatario si el bien adolece de algún vicio que conoce.
8. Bibliografía
ARIAS SCHREIBER PEZET, Max (2011). Exégesis del Código Civil peruano de 1984. Contratos–
Nominados. Tomo II. Lima: Normas Legales.
ARNAU MOYA, Federico (2009). Lecciones de Derecho Civil II: Obligaciones y contratos. Valencia:
Universitat Jaume I.
LORENZETTI, Ricardo Luis (1999). Tratado de los Contratos. Tomo II. Buenos Aires: Rubinzal-
Culzoni.
ROJINA VILLEGAS, Rafael (2001). Compendio de Derecho Civil IV. Contratos. Ciudad de México:
Editorial Porrúa.
Comentarios:
SAÚL JOSÉ COCA GUZMÁN
Bachiller en Derecho por la Pontificia Universidad Católica del Perú, estudiante de Comunicación y Publicidad en la
Universidad San Ignacio de Loyola, investigador en Derecho Civil y Procesal Civil, redactor y consultor independiente.
Contacto: scoca@pucp.pe; saul.coca@usil.pe