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2.2.2 El análisis de realidad y la recuperación del tejido social.

Se refiere a aquellas relaciones que es necesario restablecer o, dado el caso,


crear, para lograr el desarrollo humano integral y solidario. Con esto da
sentido esperanzador a alas realidad que las afecta como sujetos de cambio y
fortalece sus capacidades y habilidades para el relacionamiento social y
organizacional.

En ocasiones esta fractura del tejido social lacera la confianza entre los
habitantes, causa distanciamientos y polarizaciones y hace más difícil la
construcción colectiva, pero en otras la destrucción es total y se generan
hechos que conllevan al destierro de los habitantes y, con este, a la perdida de
aquellos referentes y a la imposibilidad de reconstrucción de esas redes que
permitían habitar el territorio.

En esta fase, el análisis de realidad se convierte en una herramienta muy


útil para varios aspectos: en primer lugar, para identificar los imaginarios, las
actitudes y las practicas que generan la ruptura y debilitamiento de las
relaciones comunitarias que han llevado a la perdida o a la ausencia de la
confianza entre los actores de la comunidad o que legitiman la construcción de
relaciones de violencia, exclusión y discriminación.

Así como en la fase anterior, diversos textos bíblicos pueden apoyar el


discernimiento de acuerdo con el contexto particular de la comunidad; sin
embargo, dos relatos resultarían muy valiosos para orientar la reflexión. En
primer lugar, esta la carta de San Pablo a los Corintios 12, donde el apóstol los
recuerda que dios a través de su espíritu, nos ha dado diferentes dones y que
todos formamos parte de un mismo cuerpo. También están los pasajes que dan
cuenta de las relaciones fraternas entre las primeras comunidades de fe en los
Hechos de los Apóstoles-

Ambos textos iluminan el sentido de la solidaridad, la convivencia y el amor


que deben caracterizar las relaciones correctas y justas en nuestras
comunidades.

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