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Objetivo General
Identificar las atribuciones de los miembros de la pareja respecto a los conflictos maritales en
el municipio de Aipe y Neiva, a través de la aplicación de un instrumento técnico de medición y
análisis.
Objetivos Específicos
Determinar los aspectos sociodemográficos en las parejas del municipio de Aipe y Neiva.
Establecer los motivos de la última discusión y el causante de la misma en las parejas del
municipio de Aipe y Neiva.
Conocer la causa más frecuente de discusión y el causante de la misma en las parejas del
municipio de Aipe y Neiva.
Identificar los aspectos que se presentan con mayor frecuencia en los conflictos de pareja.
Analizar los resultados obtenidos por cada una de las variables (municipio, número de hijos,
estrato socioeconómico, estado civil y nivel académico).
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METODO
Tipo de Estudio
El presente estudio es de carácter descriptivo. Esta clase de estudios buscan especificar las
propiedades importantes de personas, grupos, comunidades o cualquier otro fenómeno a investigar.
Por lo tanto, según Kerlinger (1997; citado por Hernández, Fernández y Baptista, 1999), esta clase
de investigaciones es de tipo no experimental, ya que no existe manipulación deliberada de las
variables, sino que se observan fenómenos tal y como se dan en su contexto natural para después
analizarlos.
Sujetos
De un universo de 3.300 parejas aproximadamente en el municipio de Aipe, y 80.000 parejas
aproximadamente en el municipio de Neiva, se ubica la población de estudio, correspondiente a
todas las parejas que presenten algún tipo de relación legal o de hecho. De esta población se ha
tomado una muestra conformada por 150 parejas de los municipios de Aipe y Neiva. Se aplicaron
300 encuestas a 150 parejas, 75 en el municipio de Aipe y 75 en el municipio de Neiva, muchas de
éstas parejas fueron contactadas en el Colegio Básico Contraloría General de la República en la
ciudad de Neiva, en el Colegio Municipal de bachillerato del municipio de Aipe y en la Universidad
Cooperativa de Colombia de la ciudad de Neiva. El instrumento se aplicó por separado a cada
miembro de la pareja, donde se explicó individualmente el motivo de la investigación.
Instrumento
Para el desarrollo de la investigación se creó un instrumento, denominado “Cuestionario de
Atribuciones a los Conflictos de Pareja”; el cual se describe a continuación:
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Cuestionario de atribuciones a los conflictos de pareja


Este cuestionario ha sido diseñado para evaluar las atribuciones a los conflictos de pareja,
que incluye tres preguntas básicas: ¿Cuál fue el motivo de la última discusión y el causante de la
misma?; en esta primera pregunta se encuentra desde el ítem 1 hasta el ítem 17, así: (1. Diferencias
en las pautas de crianza, 2. Actividades del hogar no compartidas, 3. Distribución o manejo del
dinero, 4. Infidelidad, 5. Desacuerdo en las decisiones, 6. Adicciones, 7. Inadecuado seguimiento de
reglas en el hogar, 8. Agresividad, 9. Diferencias en el temperamento, 10. Deficiencia en las
demostraciones de afecto, 11. Irrespeto en los espacios de la pareja, 12. Celos, 13. Tiempo reducido
con la familia, 14. Desorganización, 15. Intolerancia, 16. Irresponsabilidad y 17. Inadecuada
priorización de situaciones importantes); de las cuales cada miembro de la pareja debe marcar con
una (X) el aspecto que a su consideración indique la ultima discusión con su pareja, en la casilla que
indique el causante de la misma, que se encuentra descrito así: causada por esposo, causada por
esposa, causada por los dos, causada por los hijos, causada por terceros. En la segunda pregunta:
¿Cuál es la causa más frecuente de discusión y el causante de la misma?, se continua con el ítem 18
hasta el ítem 37, así: (18. Diferencias en las pautas de crianza, 19. Actividades del hogar no
compartidas, 20. Distribución o manejo del dinero, 21. Infidelidad, 22. Desacuerdo en las
decisiones, 23. Adicciones, 24. Inadecuado seguimiento de reglas en el hogar, 25. Agresividad, 26.
Diferencias en el temperamento, 27. Deficiencia en las demostraciones de afecto, 28. Irrespeto en
los espacios de la pareja, 29. Celos, 30. Tiempo reducido con la familia, 31. Desorganización, 32.
Intolerancia, 33. Irresponsabilidad, 34. Deficiencias en la comunicación, 35.Orgullo, 36. El Rencor
y la Venganza y 37. Falta de Sinceridad); en esta segunda pregunta cada miembro de la pareja debe
marcar con una (X) el aspecto que indique la causa mas frecuente de discusión en la pareja, y como
en la pregunta anterior, en la casilla que indique el causante de la misma.
La tercera pregunta: Marcar con una (X) en cada uno de los aspectos, si se presenta con
mayor o menor frecuencia en los conflictos de pareja, así: (Siempre, Muchas veces, Pocas veces,
nunca). Esta es una pregunta de control, la cual corresponde a los mismos aspectos descritos en la
segunda pregunta, iniciando con el ítem 38 al 57, así: (38. Diferencias en las pautas de crianza, 39.
Actividades del hogar no compartidas, 40. Distribución o manejo del dinero, 41. Infidelidad, 42.
Desacuerdo en las decisiones, 43. Adicciones, 44. Inadecuado seguimiento de reglas en el hogar,
45. Agresividad, 46. Diferencias en el temperamento, 47. Deficiencia en las demostraciones de
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afecto, 48. Irrespeto en los espacios de la pareja, 49. Celos, 50. Tiempo reducido con la familia, 51.
Desorganización, 52. Intolerancia, 53. Irresponsabilidad, 54. Deficiencias en la comunicación, 55.
Orgullo, 56. Rencor y Venganza y 57. Falta de Sinceridad).
Para obtener el instrumento definitivo, fue necesario construir una prueba piloto aplicada a
treinta y cinco parejas (35) de los municipios de Aipe y Neiva (Ver anexo A); el cual permitió
detectar, organizar y analizar las principales atribuciones que las parejas consideran como causantes
de conflicto (Ver anexo B).
A partir de esta prueba piloto, se diseñó el instrumento definitivo el cual fue validado por
cinco jueces quienes con sus opiniones fueron pieza fundamental para unificar variables y lograr la
estructura final del mismo (Ver anexo C).
Procedimiento
Fase 1
Partiendo de la elección del tema de estudio, el cual surgió por nuestra inclinación hacia el
trabajo en ésta área y al gran número de parejas que acuden a consulta por ésta problemática; se
recolectó la información para elaborar el marco teórico. Seguidamente se creó un instrumento de
pilotaje, el cual se aplicó a 35 parejas de los municipios de Aipe y Neiva, con el fin de construir el
instrumento final que midiera las Atribuciones a los conflictos de pareja.
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Fase 2
Como estrategia de validación del contenido del instrumento: Atribuciones a los conflictos
de pareja, fue sometido a consideración de cinco jueces expertos en el tema, quienes hicieron
observaciones, coincidiendo en que efectivamente el instrumento definitivo contenía las variables
necesarias para la investigación.
En general las sugerencias ofrecidas por los jueces coincidieron en algunos aspectos como:
el uso inadecuado de preguntas abiertas y claridad en la terminología; además fueron pieza
fundamental para unificar preguntas y variables; así mismo para lograr la estructura final de la
encuesta.
Fase 3
Se aplicaron 300 encuestas a 150 parejas, 75 en el municipio de Aipe y 75 en el municipio de
Neiva, cuarenta (40) de éstas parejas fueron contactadas en el Colegio Básico Contraloría General
de la República de la ciudad de Neiva, setenta y cinco (75) en el Colegio Municipal de bachillerato
del municipio de Aipe y treinta y cinco (35) en la Universidad Cooperativa de Colombia de la
ciudad de Neiva. El instrumento se aplicó por separado a cada miembro de la pareja, donde se
explicó individualmente el motivo de la investigación.
Los colegios antes mencionados fueron elegidos para recolectar la muestra, debido a que las
investigadoras se encontraban realizando la práctica profesional en esas instituciones y eso facilitó
la recolección de los datos.
Fase 4
Se procedió al análisis de los resultados, con la ayuda de herramientas estadísticas apoyadas
en el software Stats versión 1.0, calculándose Estadísticas Descriptivas como: t student, tablas de
frecuencia, desviación estándar (o variabilidad) y Estadísticas Inferenciales como: prueba de
hipótesis apoyada en la distribución ji – cuadrada (para evaluar significancia entre variables).
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RESULTADOS
Con la aplicación del instrumento: Atribuciones a los conflictos de pareja y las respectivas
herramientas estadísticas, se logró realizar un análisis detallado entre las atribuciones hacia los
conflictos de pareja.
Las 30 tablas que se presentan, corresponden a los datos arrojados en la primera y segunda
pregunta del instrumento, las cuales se describieron en el método. En la primera y segunda
pregunta, cada miembro de la pareja debía marcar un solo aspecto, en la casilla que indicara el
causante; de la siguiente manera: A (causada por esposo), E (causada por esposa), I (causada por los
dos), O (causada por los hijos) y U (causada por terceros).
La información se organizó teniendo en cuenta las variables estipuladas al inicio del
instrumento y la población establecida por cada variable, como son: I Municipio (con 75 parejas del
municipio de Aipe y 75 parejas del municipio de Neiva); II Numero de Hijos (18 parejas sin hijos,
84 parejas con 1 y 2 hijos, 41 parejas con tres y cuatro hijos y 7 parejas con cinco, seis y siete
hijos); III Estrato Socioeconómico (58 parejas con estrato 1 y 2 y 92 parejas con estrato 3 y 4); IV
Estado Civil (70 parejas en unión libre, 75 parejas en matrimonio católico y 5 parejas en
matrimonio civil); y V Nivel Académico (24 mujeres y 28 hombres con nivel académico primaria,
82 mujeres y 68 hombres con nivel académico secundaria, 23 mujeres y 25 hombres con nivel
académico técnico, 21 mujeres y 29 hombres con nivel académico profesional).
Las respuestas al interior de cada pareja indican que de las 75 parejas de Neiva, (33
parejas), es decir el 44%; coinciden al afirmar cual fue el motivo de la última discusión y el
causante de la misma. El 11% (8 parejas) están de acuerdo tan sólo con el motivo de discusión y el
7% (5 parejas), están de acuerdo con el causante de la discusión; y un 39% (29 parejas) no
coinciden en nada. En el municipio de Aipe un 31% (23 parejas) coinciden plenamente, un 20%
(15 parejas) tan solo en las atribuciones y un 19% (14 parejas) en el causante; y un 31% (23 parejas)
no coinciden en ninguna de sus respuestas.

En la segunda pregunta de las 75 parejas de Neiva, el 33% (25 parejas) coinciden al afirmar
cual es la causa mas frecuente de discusión y el causante de la misma. El 7% (5 parejas) están de
acuerdo tan solo con el motivo y el 16% (12 parejas) con el causante; en tanto 33 parejas
equivalente al 44% no coinciden en nada. En el municipio de Aipe un 29% (22 parejas) coinciden
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plenamente, un 11% (8 parejas) tan solo en las atribuciones y un 19% (14 parejas) en el causante;
un elevado 41% (31 parejas) no coinciden en ninguna de sus respuestas.
Por último se presenta la tabla 31, la cual la conforman los mismos aspectos descritos en la
segunda pregunta y corresponde a la tabulación de la tercera pregunta: Frecuencia con que se
presentan los conflictos de pareja. Teniendo en cuenta el escalamiento tipo Likert se le otorgó un
valor a cada frecuencia así: S (siempre) valor (4) puntuación máxima 80 puntos; M (Muchas veces)
valor (3) puntuación máxima 60 puntos; P (pocas veces) valor (2) puntuación máxima 40 puntos;
N (nunca) valor (1) puntuación máxima 20 puntos.
Los aspectos que conforman esta pregunta, también fueron descritos en la sección del
método.
En las tablas siguientes, hay aspectos que no se describieron, puesto que no fueron
marcadas por ninguno de los miembros de la pareja; así mismo en las columnas que indican el
causante de la discusión.
A continuación se presentan los resultados:
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DISCUSION
La ubicación geográfica, el vínculo legal o de hecho, el estrato socioeconómico, el número de
hijos y el nivel académico; son escenarios que influyen en la relación de pareja, así como en sus
miembros la percepción individual presente, pasada, futura, heredada o construida.
En la presente investigación “Atribuciones de los miembros de la pareja hacia los conflictos
maritales en los municipios de Aipe y Neiva”, se aprecia cómo hombres y mujeres responden a las
preguntas: ¿Cuál fue el motivo de la última discusión y el causante de la misma?, ¿Cuál es la causa
más frecuente de discusión y el causante de la misma? y en una tercera pregunta identifican de
acuerdo a un listado de aspectos, con que frecuencia se originan los conflictos en las parejas.
Los resultados globales señalan que las dos primeras preguntas presentan resultados
similares; sin embargo se hará énfasis en la segunda pregunta puesto que en principio, la última
discusión no siempre está relacionada con la causa más frecuente.
Las principales causas de discusión en las parejas son: Diferencias en las pautas de crianza
(no hay acuerdo para educar a los hijos), Desacuerdo en las decisiones y Diferencias en el
temperamento. Otras causas importantes que se presentan son: Los Celos, La Infidelidad, El Manejo
del dinero, Las Adicciones y la Intolerancia. Para las mujeres la causa más frecuente de conflicto
corresponde a Desacuerdo en las decisiones; mientras que para los hombres está en las Diferencias
en las pautas de crianza; mutuamente responsabilizan al esposo de ser el causante del conflicto.
En el mismo sentido, para mujeres y hombres la mayor frecuencia de conflicto se da por
Desacuerdo en las decisiones, Diferencias en el temperamento y Diferencias en las pautas de
crianza; situación expresada en especial por las mujeres. Es decir para las mujeres con mucha
frecuencia ocurren los conflictos.
Las respuestas al interior de cada pareja de Neiva, indican que cerca de la mitad, hombres y
mujeres, afirman el mismo motivo de la última discusión y el causante de la misma; sin embargo
tan solo una tercera parte de las parejas están de acuerdo respecto de la causa más frecuente de
discusión y el causante de la misma. Situación similar se presenta en las parejas de Aipe, aunque
existen en este grupo muchas más parejas que están de acuerdo tan solo en el causante o la
atribución. Estas diferencias indican que pese a que exista una convivencia de pareja, cada
individuo tiene percepciones, expectativas y prioridades en muchos casos diferentes, como lo
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indican Epstein, Baucom y Rankin (1993; citado por Christensen y Pasch, 1993), que tanto el
conflicto como la insatisfacción son resultado de expectativas discrepantes en la pareja.
El análisis que sigue corresponde a los resultados de la evaluación por sexos en cada uno de
los escenarios o variables: Municipio, Número de Hijos, Estrato Socioeconómico, Estado Civil y
Nivel Académico.
Los resultados con parejas de Neiva y Aipe, indican que las características socioculturales
influyen en el comportamiento. En este caso se presentan marcadas diferencias; toda vez que las
cifras en cuanto a población, nivel de desarrollo, de educación, economía, entre otros, difieren
significativamente por ser Neiva capital de departamento.
Para las parejas de Neiva generan mayor conflicto la Crianza de los hijos, quizás porque al
ambos trabajar, les dedican menos atención; como una segunda causa se ubican los Desacuerdos en
las decisiones. Para los hombres una tercera prioridad esta en los Celos de su pareja, que denota
estados de desconfianza e inseguridad. Por su parte las mujeres indican en tercer lugar las
Diferencias en el temperamento. En cuanto a los responsables del conflicto las mujeres lo atribuyen
al esposo y luego a los dos; y los hombres asumen la culpa aunque en menor proporción, seguido de
una responsabilidad compartida con la pareja. El nivel de ocurrencia expresado en la tercera
pregunta indica que para los hombres la mayor frecuencia de conflictos se dan por los Celos,
Desacuerdo en decisiones y Diferencias en temperamento; para las mujeres se presentan los
conflictos por las Pautas de crianza y Desacuerdo en decisiones.
En parejas del municipio de Aipe, no se encuentra unanimidad entre opinión de hombres y
Mujeres respecto a la causa más frecuente de conflicto; para las mujeres la principal causa está en
Desacuerdo en las decisiones provocado por sus esposos, en tanto que no expresan problemas
significativos con Pautas de crianza porque la mayoría están dedicadas al hogar. Para los hombres
primero están las Diferencias en el temperamento y en Pautas de crianza; adjudican lo del
Temperamento a la esposa y los problemas de crianza a los hijos. Como tercera causa para ambos
están las adicciones al tabaco, alcohol o juego; provocado por las menores oportunidades que para
la diversión tiene el esposo. Resalta la escasa presencia de celos e infidelidad, que expresa mayor
compromiso de la pareja. La frecuencia de conflicto expresado en la tercera pregunta corrobora las
respuestas de la primera y segunda pregunta; para hombres y mujeres la mayor frecuencia de
conflicto se da por Desacuerdo en decisiones y Diferencias en el temperamento.
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En parejas sin hijos, las causas más frecuentes de discusión difieren de parejas con hijos. En
este caso la pareja se encuentra en una etapa de adaptación y afirmación de su propia
individualidad. Para las mujeres la principal causa de conflicto está en el Desacuerdo en las
decisiones y señalan como causante a sus esposos; mientras que para los hombres lo que más genera
conflicto es el Temperamento de los dos. Una segunda causa son los Celos especialmente de las
esposas, quienes lo atribuyen a su pareja.
Con el nacimiento de su primer y segundo hijo las percepciones y actitudes sufren un giro
importante en el pensamiento. Para los hombres la causa más frecuente de conflicto se da por
Desacuerdo en decisiones y en segundo lugar continúa con Diferencias en el temperamento;
inversamente para las mujeres priman los Desacuerdos en decisiones (aunque con menos intensidad
continúan reclamando mayor poder de decisión en la relación); en segundo lugar se presenta
conflicto por Diferencias en el temperamento. Con los primeros hijos, empieza a tomar fuerza las
diferencias en las pautas de crianza, causada por la pareja y los hijos; mientras que pierden terreno
los celos, especialmente en las mujeres, al sentirse mas seguras de la relación; tal como lo señala
Papalia y Olds, (1998) al referirse que el nacimiento de un bebe señala una transición fundamental
en la vida de los padres.
En parejas con tres y cuatro hijos, se refleja un mayor compromiso de su condición de padres
en el conflicto, si se tiene en cuenta que sus dos primeros hijos están llegando a la etapa de
adolescentes. En este sentido la principal causa corresponde a diferencias en las pautas de crianza,
la cual relega a un segundo plano el desacuerdo en decisiones y temperamento del grupo anterior.
En esta etapa se observa un desgaste en la relación por intolerancia y celos expresada por los dos
pero principalmente por los celos de la mujer, quien aduce estos problemas al esposo, mientras que
el esposo cree que el problema está en la mujer o en los dos.
Para el último grupo de parejas con cinco, seis y siete hijos, una vez más deja entrever el
proceso evolutivo de los padres, con mucha más experiencia en la educación de sus hijos, algunos
de los cuales han alcanzado la edad adulta. Para la mujer las perspectivas giran más en torno a su
propio bienestar psicoafectivo, si se tiene en cuenta que expresan mayores conflictos por la
intolerancia de sus esposos, es decir reclaman afecto y comprensión. En los hombres se presenta un
incremento significativo en los celos y por las pautas de crianza como primeras causas, que prevé
una tendencia de acercamiento a sus hijos y esposa. Una tercera causa importante radica en el
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temperamento en opinión de los dos. En este caso mujer y hombre asume gran parte de la
responsabilidad del conflicto; se resalta que en la mujer se da la misma responsabilidad que en el
esposo.
El comportamiento de la pareja dependiendo de la situación sociocultural de la que
provengan y en la que actualmente se desenvuelva, sin lugar a dudas ejerce notable influencia en la
generación de un conflicto.
En Estratos 1 y 2 se observa en las parejas un elevado nivel de incomprensión, por sus
diferencias en el temperamento y diferencias en las pautas de crianza desde la óptica de los esposos;
así mismo, las mujeres le otorgan mayor origen de conflicto al desacuerdo en decisiones,
intolerancia y diferencias en el temperamento, también indican las mujeres conflictos por
adicciones de sus esposos como alcohol, drogas y el juego. Es importante resaltar que en este nivel
socioeconómico no se presentan “los celos” ni “infidelidad” como una causa frecuente de conflicto,
por lo tanto se concluye estabilidad afectiva y compromiso, tal como lo indica Rojas (1997) al
expresar una baja tendencia a tener relaciones paralelas en este tipo de estratos; dice: “En la escala
social, a mayor estrato más proporción de hombres declara relaciones paralelas durante la unión”.
En este grupo las mujeres hacen responsable de la problemática a sus esposos. Los hombres por su
parte creen que sus esposas son las responsables del conflicto.
Para el caso de parejas de Estratos 3 y 4, los conflictos se centran principalmente por
desacuerdo en decisiones, diferencias en pautas de crianza en opinión de hombres y mujeres. Una
tercera causa de conflicto lo constituyen los celos en la pareja. Se observa que en menor grado se
presentan las diferencias de temperamento expresada en el grupo anterior, la cual ocupó el primer
lugar. Además los cónyuges tienden a equiparar sus opiniones al afirmar que el causante es el
esposo o ambos.
En las parejas de Unión Libre se observa que al no existir un vínculo legal o religioso
consolidado, le genera al individuo inestabilidad afectiva y una actitud de desconfianza. Para las
mujeres la principal causa de conflicto son los Celos y el Desacuerdo en decisiones, además de
considerarse responsables en primer término a sí mismas, luego a sus esposos y por ultimo a los
dos. Por otro lado, para los hombres priman las diferencias en las pautas de crianza, seguido de los
celos y diferencias en el temperamento. Otorgan responsabilidad a los dos y luego a sus esposas
como los principales causantes de conflicto.
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Para el caso de Matrimonio Católico, se perfila mayor estabilidad afectiva por la ausencia de
los celos o la infidelidad; dando paso a diferencias en el temperamento como causa importante de
conflicto. En este caso la causa mas frecuente de conflicto esta en el desacuerdo en decisiones,
pautas de crianza y temperamento, como también que el causante sea el esposo y luego los dos.
En cuanto a Matrimonio Civil, se distingue de los dos anteriores al presentar cuatro causas en
igual proporción e importancia en ambos sexos, estas son: diferencias en temperamento, pautas de
crianza, intolerancia y adicciones (tabaco, alcohol, juegos). Otras causas muy importantes para
mujeres son “Los Celos” y para hombres “Deficiencias en la Comunicación”. En este caso existe
una tendencia de ellas a culpar a los esposos y ellos a sus esposas e hijos. Es de aclarar que este
grupo estuvo conformado solamente por cinco (5) parejas, las cuales expresaron cada una causas
diferentes de conflicto.
Otra de las condiciones que ejercen gran influencia en la generación de conflictos,
corresponde al nivel académico de cada uno de los cónyuges; para el análisis se han dividido en:
Primaria, Secundaria, Técnico y Profesional.
Los resultados obtenidos indican que no existe relación entre el nivel académico respecto a:
Desacuerdo en las decisiones y los Celos, que hasta el momento en otras variables han sido causas
importantes del conflicto. Por tal razón el nivel educativo es indiferente a que se presenten estas
causas en mayor o menor grado.
Respecto al sexo masculino el nivel educativo es decisivo para que exista armonía con su
pareja en la educación de los hijos. A mayor nivel educativo, menores dificultades se le presentan
en las pautas de crianza de sus hijos, si se tiene en cuenta que para los de primaria se convierte en la
principal causa de conflicto, a medida que pasa a secundaria, técnico y profesional esta causa pasa a
una tercera categoría. A si mismo a menor nivel educativo mayores problemas de adicción al
alcohol, drogas o juego por igual al interior de la pareja.
En las mujeres un ascenso en el nivel educativo y por ende laboral, le genera mayores
problemas de temperamento con su pareja, al disminuir su grado de dependencia del esposo. En las
mujeres con nivel académico primaria, los problemas relacionados con el temperamento inician en
quinto lugar; pero al pasar a secundaria, técnico y profesional, las diferencias en el temperamento se
convierten en las principal causa de conflicto; en tal sentido Rojas (1997) afirma, que debido a la
presión social y económica, la mujer empieza a ingresar cada vez en mayor número al campo
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laboral, pero este desarrollo cuestiona en forma directa el equilibrio establecido en la pareja
tradicional.
En cuanto al responsable de generar estos conflictos, a mayor nivel educativo de la mujer,
menor grado de responsabilidad le otorga a su esposo. En forma similar mientras más preparado
esté el hombre, menor responsabilidad le otorga a la esposa. Directamente, mientras más nivel
educativo tenga la pareja, se hacen más responsables (los dos) de generar el conflicto.
Por lo anterior se establece que el estudio del conflicto de pareja, evaluado desde diferentes
escenarios (en nuestro caso: ubicación geográfica, vínculo legal o de hecho, estrato
socioeconómico, número de hijos y nivel académico); arroja unos resultados de mayor profundidad,
que permiten definir con claridad recomendaciones para mejorar el vínculo marital.
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CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
La presente investigación determinó los siguientes aspectos sociodemográficos
correspondientes a la muestra analizada: I Municipio (con 75 parejas del municipio de Aipe y 75
parejas del municipio de Neiva); II Número de Hijos (18 parejas sin hijos, 84 parejas con 1 y 2
hijos, 41 parejas con tres y cuatro hijos y 7 parejas con cinco, seis y siete hijos); III Estrato
Socioeconómico (58 parejas con estrato 1 y 2 y 92 parejas con estrato 3 y 4); IV Estado Civil (70
parejas en unión libre, 75 parejas en matrimonio católico y 5 parejas en matrimonio civil); y V
Nivel Académico (24 mujeres y 28 hombres con nivel académico primaria, 82 mujeres y 68
hombres con nivel académico secundaria, 23 mujeres y 25 hombres con nivel académico técnico, 21
mujeres y 29 hombres con nivel académico profesional).
Los motivos de la última discusión en parejas de los municipios de Aipe y Neiva, fueron en
opinión de las mujeres: diferencias en las pautas de crianza, desacuerdo en las decisiones,
diferencias en el temperamento, celos e inadecuado seguimiento de reglas en el hogar. Para los
hombres la última discusión se presentó por: desacuerdo en las decisiones, diferencias en el
temperamento, diferencias en las pautas de crianza, celos e inadecuado seguimiento de reglas en el
hogar. Es decir la pareja manifiesta los mismos aspectos, aunque con diferencias en el orden de
importancia. Respecto a los causantes de la ultima discusión, las mujeres opinan que son los
esposos y estos a su vez confirman en alta proporción su responsabilidad en el conflicto. Los
hombres expresan que las mujeres también presentan responsabilidad en haber generado la ultima
discusión.
Las causas más frecuentes de discusión en parejas de los municipio de Aipe y Neiva, fueron
en opinión de las mujeres: desacuerdo en las decisiones, diferencias en el temperamento, diferencias
en las pautas de crianza, los celos, y la intolerancia; mientras que para los hombres: diferencia en
las pautas de crianza, diferencias en el temperamento, desacuerdo en las decisiones, celos y las
adicciones. Se concluye que la última discusión en los miembros de la pareja, no siempre es la
causa más frecuente de conflicto, porque existe la posibilidad de que cada uno de los miembros de
la pareja seleccione una situación que recuerden, sin ser esta la causa más frecuente. Igual que el
anterior, los causantes de la última discusión, las mujeres opinan que son los esposos y estos a su
vez confirman su compromiso en el conflicto. En segundo lugar expresan que son los dos los
causantes de la última discusión.
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Los aspectos que se presentan con mayor frecuencia en los conflictos, confirmaron su directa
relación con las causas más frecuentes de estos. Para mujeres y hombres la mayor frecuencia de
conflicto se da por el desacuerdo en las decisiones, es decir que “siempre” y “muchas veces”
ocurren estas causas cuando se genera un conflicto al interior de su hogar. En segundo lugar, se
encuentran las diferencias en el temperamento y como tercera causa de conflicto se genera por
diferencias en las pautas de crianza en hombres y mujeres. Otras causas importantes de conflicto en
la pareja, corresponde a los celos e intolerancia en hombres y mujeres.
Las variables analizadas (municipio, número de hijos, estrato socioeconómico, estado civil y
nivel académico), indican unas más que otras, que la condición o situación de cada miembro de la
pareja influye en la causa de conflicto y su nivel de ocurrencia.
Por Municipio, se concluye que en Neiva las parejas presentan conflicto por la crianza de los
hijos y desacuerdo en decisiones; sin embargo en Aipe, las mujeres citan como problema
desacuerdo en las decisiones y los hombres diferencias en el temperamento y pautas de crianza, una
tercera causa se da por adicciones al tabaco, alcohol o juego.
Respecto al Número de hijos, se establece que en parejas sin hijos la principal causa de
discusión se da por desacuerdo en decisiones y celos en las mujeres causadas por los esposos,
mientras que para ellos lo que genera conflicto es el temperamento de ambos. Para las parejas con
uno y dos hijos, se presenta conflicto por desacuerdo en decisiones y diferencias en el
temperamento; pierden terreno los celos de las mujeres. En parejas con tres y cuatro hijos, se
presentan conflictos en especial por diferencias en las pautas de crianza. En parejas con cinco, seis y
siete hijos, se expresan conflictos por la intolerancia de los esposos. En los hombres se presenta un
incremento significativo en los celos y por las pautas de crianza como primeras causas.
El Estrato socioeconómico ejerce una notable influencia en la generación de conflictos. En
estratos uno y dos se observan diferencias en el temperamento y en las pautas de crianza desde la
óptica de los esposos; mientras que en las mujeres se presentan los conflictos por desacuerdo en
decisiones e intolerancia. Para el caso de parejas de estratos tres y cuatro, los conflictos se centran
principalmente por desacuerdo en decisiones y diferencias en pautas de crianza.
De acuerdo al Estado civil, se observa básicamente que en parejas de unión libre los
conflictos se presentan por celos y diferencias en las pautas de crianza. En el matrimonio católico,
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las causas frecuentes de conflicto se dan por desacuerdo en las decisiones, pautas de crianza y
diferencias en el temperamento. En el matrimonio civil se presentaron diversas causas.
En cuanto a nivel académico se concluye que a mayor nivel educativo, menores dificultades
se le presentan al hombre en las pautas de crianza de sus hijos; así mismo a menor nivel educativo
mayores problemas de adicción. En las mujeres un ascenso en el nivel educativo y por ende laboral,
le genera mayores problemas de temperamento con su pareja, al disminuir su grado de dependencia
del esposo.
Como autoras de la presente investigación Atribuciones de los miembros de la pareja hacia
los conflictos maritales en los municipios de Aipe y Neiva, consideramos importante formular
recomendaciones en beneficio de las personas interesadas en mejorar su convivencia marital; así
como a los profesionales especializados en el trabajo con parejas.
Las diferencias en las pautas de crianza se constituye en la principal fuente de conflicto en
las parejas, en razón a la corta experiencia que se tiene con el trabajo en ésta área; las quejas más
frecuentes de los padres son: que la pareja contradice cuando éste aplica un correctivo a uno de los
hijos, que cuando castiga, el niño se sale con la suya antes de que se cumpla el castigo, que se hace
lo que el niño diga, entre otras. Los padres están preocupados por la crianza de sus hijos y cada vez
recurren más al servicio de Psicología en las escuelas, colegios y entidades de salud. Para esto se
recomienda a los padres sentar reglas claras en el hogar, que el niño sepa que todos en la casa tienen
reglas que cumplir y que tanto sus padres como ellos deben cumplirlas, ante todo los padres deben
estar de acuerdo en éstas reglas y en la forma como van a educar a sus hijos; enseñarles a los hijos
que sus actos tienen consecuencias, por ejemplo, si se comporta bien tendrá el reconocimiento y la
atención de sus padres mientras que si se comporta mal tendrá que asumir un castigo o compromiso
con sus padres o con quien se haya cometido la falta, el niño debe aprender a cumplir horarios y
rutinas diarias, que le permitan organizar su tiempo y actividades y a la vez aprenda a predecir lo
que viene, los niños necesitan sentir que sus padres siempre serán sus guías, esto les permite no
salirse del camino correcto. El niño debe aprender a respetar a sus padres para que puedan
aprender a respetarse a sí mismo. Los padres deben ser siempre orientadores y la fuente de
seguridad de sus hijos, donde ellos encuentren apoyo sin esto querer decir que los padres asuman
las responsabilidades de los hijos.
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Muchas discusiones se vuelven peleas descontroladas simplemente porque las parejas no


hacen acuerdos para tomar decisiones, ya los dos tienen una respuesta preconcebida. De esta
manera la discusión se convierte en una defensa de sus conclusiones, y no en la búsqueda de una
respuesta mutuamente aceptable. Los siguientes pasos pueden ayudar a proveer una base racional y
de comprensión que permita hacer decisiones en forma efectiva. Identificar el problema, pues a
menudo aquí es donde las discusiones pierden el rumbo, se debe descubrir la preocupación central,
seguidamente lo que se debe establecer es hacia dónde se quiere llegar, la pareja debe ser sincera
entre sí acerca de lo que espera y siente, y compartir tanto los sentimientos positivos como los
negativos. Luego se establecen las alternativas que cada uno de los miembros de la pareja encuentra
para llegar a un acuerdo. Por último se expresa la solución en términos específicos y concretos y se
realizan.
La condición temperamental como tercera causa de conflicto, se presenta por una
desigualdad en la forma de abordar las situaciones del día a día, al ponerse de acuerdo, ceder o
imponerse; al utilizar un tono de voz tenue o débil; al expresar mucho afecto o poco afecto; al ser
extrovertido o introvertido entre otras. Esta situación genera incompatibilidad entre la satisfacción
de necesidades y diferencias entre los intereses. Se recomienda asumir una actitud más de diálogo
en la forma en que se desea que la pareja proceda en situaciones concretas.
Para manejar el conflicto de los celos, es importante que la pareja del celoso (a) controle su
temor al conflicto y ayude a su pareja a pensar de forma más positiva y a disminuir su desconfianza
e inseguridad. Es necesario que le dé toda la información posible sobre las situaciones que le
generan inseguridad y valide las atribuciones de su pareja para confrontar sus pensamientos
erróneos. Además, debe ayudarle a verbalizar la situación que le produce la inseguridad, para que
se pueda dar cuenta que en realidad puede ser absurda.
En cuanto a la situación de infidelidad, como lo afirman Martínez y Ballesteros (1998), tiene
una serie de consecuencias negativas para el esposo o la esposa porque lastima su autoestima, su
confianza y su seguridad. Igualmente para los hijos si los hay, porque generan resentimientos y
desconfianza, además que dañan significativamente la imagen del padre o de la madre que han sido
infieles. Con respecto a esto, es importante que la persona infiel se cuestione acerca de la necesidad
de decidir con cuál relación quiere continuar, que busque la ayuda de un psicólogo para que pueda
orientarse y tomar la decisión más conveniente para los implicados. En cuanto a la persona afectada
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por la infidelidad de su pareja, recuerde que estar con alguien no es una obligación, es algo que se
desea de manera voluntaria, no presione a su pareja a que continúe con usted, esa es una decisión de
él (ella) y usted debe tomar la suya.
Con respecto al manejo del dinero, sugerimos a las parejas establecer cuáles son los ingresos
de la pareja, en caso de que ambos tengan ingresos o todo dinero que ingrese mensualmente;
restarle a éstos los gastos obligatorios (servicios, educación, alimentación, vivienda, salud), en sus
fechas previstas; redistribuir el recurso disponible, con base en las prioridades, y evaluar el manejo
que se le ha dado al dinero (mes a mes).
Con respecto a las adicciones, las más mencionadas por las parejas (tabaco, alcohol, drogas y
juego), aunque son comportamientos que dificultan la convivencia, es frecuente encontrar que no
hay conciencia de ello. Si se admite la existencia de problemas en su relación de pareja, puede ser
éste el motivo que dé pie al inicio de una terapia profesional.
Las diferencias en el temperamento, el desacuerdo en las decisiones y la intolerancia hace
parte de las deficiencias en la comunicación; aunque éste ítem no tuvo un porcentaje significativo
de respuestas, con haber marcado los tres ítems antes mencionados, se entiende que existen
porcentajes altos en problemas de comunicación en las parejas. La sugerencia para la pareja esta en
recurrir a la ayuda profesional para el entrenamiento en habilidades de comunicación y de
resolución de problemas. A menudo, los miembros de una pareja fracasan en su relación por culpa
de cómo reciben, procesan y se transmiten entre sí información.
Para futuras investigaciones sobre conflicto de pareja, se recomienda, incluir variables que
determinen con mayor profundidad, no solo la causa más frecuente de discusión, sino el
pensamiento, la actitud y las expectativas de cada miembro de la pareja; toda vez que los resultados
de este trabajo dejan por fuera la opinión individual y los por qué de haber escogido dicha
atribución. De esta manera permitirá la formulación de un plan de intervención y su respectivo
tratamiento.

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