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- Análisis estructural
- Análisis transaccional
- Juegos psicológicos
- Guiones de vida
- Las caricias
- Dinámicas de grupo
https://doi-org.udep.basesdedatosezproxy.com/10.1037/11495-000
Sinécdoque: (retórica del pensamiento), consiste en designar una cosa con el nombre de otra
con la que existe una relación de inclusión (utilizar el nombre del TODO por la parte o LA
PARTE por el todo) → trabajador - hombre / acero - espada.
http://www.teocripsi.com/ojs/index.php/TCP/article/view/179 CRITICA
ANALISIS TRANSACCIONAL
- Teoría de la personalidad y de las relaciones humanas
- Concebida originalmente para el trabajo en equipo, pero se aplica para la psicoterapia
y el crecimiento, cambio personal u organizacional y en diferentes cambios.
- Caracteriza por su condición contractual y decisional por medio de la cual se conciben
los objetivos y direcciones del proceso.
- Cabe destacar que por ser un ejercicio respaldado por la psicología, los sujetos y
pacientes involucrados asumen que los analistas detentan cualidades benefactoras
atribuidas casi siempre de manera automática y acrítica en el contexto teórico y
práctico del propio análisis. Esto permite que la ayuda presentada actúe de manera
rápida como respuesta a las demandas de atención, propias del malestar inmediato,
postergando con ello la oportunidad de permitirse espacios de introspección que
puedan promover en el sujeto, por sí mismo, la elección de alguna otra alternativa que
proporcione una solución integral a sus conflictos. Sin embargo, pareciera más fácil
casi siempre aceptar la guía de algún tercero por el hecho de ser profesional y contar
con un método.
HISTORIA
- Eric Berne (1910-1970) fue el principal fundador, creador e innovador del Análisis
Transaccional. Canadiense de nacimiento, se formó como Psiquiatra en la
Universidad de Yale en 1941. Posteriormente estudió Psicoanálisis bajo la dirección
de Erik Erikson (Coles, 1975) en el Instituto Psicoanalítico de San Francisco y más
tarde en New York. Interesado en la psicoterapia de grupos, estableció relaciones con
diversos teóricos, entre los que se puede destacar Nathan Ackerman (1961), quien fue
pionero en el campo de la terapia familiar.
- Durante los años cincuenta, Berne configuró un sistema de intervención psicológica
basado en sus observaciones en la psicoterapia de grupos, otorgándole el nombre de
“Análisis Transaccional” (en adelante “AT”), el cual expresaba contradicciones con el
método psicoanalítico, sin lograr evitar, no obstante, la influencia de éste en la
conformación de sus fundamentos teóricos.
- De esta manera, en 1958, Berne trabajaba en el seminario de Psiquiatría Social en San
Francisco que posteriormente se convirtió en la Asociación Internacional de Análisis
Transaccional, distinguiéndose desde entonces por implicar en su quehacer un
enfoque terapéutico que no se concentraba dentro del esquema de la enfermedad y
de la psicopatología, sino más bien, en aspectos cognitivo-racionales y conductuales
de la personalidad, orientando todo el proceso hacia la toma de conciencia de las
personas en relación con su capacidad de decisión y con la posibilidad de cambiar de
manera significativa el curso de su vida.
- Las influencias del surgimiento del AT tuvieron base inicialmente en las explicaciones
de origen freudiano, complementándose cada vez más y mejorando a la par de nuevos
conocimientos y sucesos que fueron ocurriendo a través del tiempo, como la crisis del
conductismo cercana a los años 60 donde le llegaron sus máximos cuestionamientos
como método eficaz casi universal, el surgimiento de la teoría computacional de la
mente o Procesamiento Humano de Información aunado a la aparición de los primeros
computadores, así como colocándose la Psicología Cognoscitiva como una de las más
influyentes e importantes (León et al., 2012).
- Uno de los objetivos principales del AT es proporcionar recursos que faciliten la
expresión emocional plena, así como la satisfacción de diversas necesidades
psicológicas a través de la concientización del estilo de transacciones que la
persona ejecuta, entendiéndose transacción como: “La unidad base de medida de
los intercambios entre las personas” (Chandezon & Lancestre, 2001, p. 40); dando
pie con ello a hacer posible el estudio de transacciones psicológicas, sociales e incluso
internacionales.
- Mediante un modelo esencialmente racional, de vínculos y de aprendizajes nuevos,
apoyándose en un lenguaje sencillo, el AT basa su filosofía en premisas
humanísticas que parten del principio de que todos nacemos bien y que después en
las relaciones que establecemos con los demás tomamos decisiones autolimitadoras
con las cuales incorporamos muchas veces de manera inconsciente aprendizajes
nocivos (Rogers, 1972), los cuales en su mayoría asimilamos desde la niñez en el seno
de nuestra familia y del contexto socio-cultural, conformando con ello parte de la
estructura y el funcionamiento de nuestra personalidad.
- Respecto a ello, este dispositivo tiene su definición de constructos propios
-mensajes, caricias, mandatos, prohibiciones y permisos- con los cuales se
pretende explicar cómo las personas reciben y adquieren conocimientos
instructivos sobre quiénes son y cómo deben ser, adoptando determinadas
percepciones sobre si mismos, las otras personas y la vida.
- Posteriormente, el trabajo de Berne ayudó al desarrollo de otros enfoques del AT,
pudiéndose mencionar por ejemplo el trabajo de Muriel James (1977) donde trabajó
con Dorothy Jongeward en “El libro de Todos” y explicaron ahí las supuestas vías
adecuadas a través de las cuales cualquier persona pudiese lograr la comprensión de sí
misma y la de los demás, para ampliar las posibilidades de éxito motivadas por el
seguimiento de pautas específicas para obtener cambios en menor tiempo y con larga
duración.
- Tiempo después Jongeward también trabajó con Dru Scott (1991) en su libro “Mujer
triunfadora”, en el cual se aprecia una canalización de la teoría transaccional
enfocándose a utilizar los cuentos infantiles como ejemplos acerca de la manera en
que los libretos pueden inculcarse de manera inocente desde épocas tempranas de la
vida y con ello seguir reproduciéndose en la vida adulta. En este libro también ellas
apuestan a exhortar a los lectores a que lleven a cabo aquellas elecciones
significativas reprimidas que la sociedad, las circunstancias y ellos mismos no han
permitido.
- En resumen, a partir de las influencias globales del entorno y de las decisiones que
el sujeto tome respecto a su identidad y de las posiciones existenciales que asuma,
éste tendrá la oportunidad de ir elaborando y viviendo lo que Berne (1974)
denomina guion de vida, ya sea de manera positiva, o bien negativa, al hacer surgir
problemas con el desarrollo de mitos en el libreto que el sujeto asume para sí mismo,
mitos basados en mensajes falsos y negativos provocadores de situaciones
automáticas destructivas sostenidas por aprendizajes nocivos previamente
incorporados, todo lo anterior mientras participa en juegos psicológicos que le
permiten mantener o reforzar sus subjetividades (Berne, 1976).
CRITICA
En este mismo sentido, plantear el momento más significativo de los vínculos y relaciones
sociales en términos de transacción constituye de algún modo un planteamiento que propende
al reduccionismo
BUENA
Sin embargo, a pesar de los vacíos argumentativos en sus fundamentos, el AT sigue
funcionando con flexibilidad como instrumento terapéutico que moviliza al cliente hacia la
apertura a un diálogo más o menos directivo que mantiene una constante motivación por
parte del terapeuta en la búsqueda de una presunta verdad del sujeto, vinculada a la solución
supuestamente personalizada de cada caso. Esta misma flexibilidad es lo que permite que el
AT pueda considerarse como un planteamiento intermedio entre la terapia conductual y el
psicoanálisis, dándole con ello mayor auge a aceptarse como una mejor opción. De la primera
se toma el cuidado por poseer el mayor control de resultados y de la segunda acepta las
teorías y principios a pesar de que en algún momento se aceptó estar en desacuerdo con ella.
El AT ayuda a los individuos a pasar de un estado a otro sin profundizar con más cuidado en
cada uno de ellos, incluso si fuese necesario en primera instancia (Chandezon & Lancestre,
2001).
Por ello, el AT existe como un dispositivo del control al que cualquier individuo puede
acceder fácilmente, independientemente de la situación en la que se encuentre, esto por el
sencillo lenguaje que utiliza y el fuerte impacto que genera en el sujeto. Estas características
aunadas a otras especificadas anteriormente hacen del AT un poderoso instrumento de
cambio, de comunicación adaptativa e incluso de eventual manipulación entre las personas a
pesar de las carencias teóricas que presenta.
En tanto ya se han podido ubicar las diferentes concepciones de los estados acerca de cómo
puede funcionar una persona en determinado momento, es posible abrir también una nueva
visualización que reconoce las diferentes posibilidades de existencia personológica del sujeto.
Con base en lo anterior se fundamenta que un analista transaccional pueda identificar, por lo
tanto, en el sujeto los distintos aspectos de su personalidad a través de los cuales podría
influir en las transformaciones de su realidad, convirtiéndolo de hecho en algo parecido a un
ente plástico susceptible de moldearse.
Aun a costa de los desbordamientos de imaginación, creatividad y del apasionamiento por
parte de los sujetos, para que determinadas acciones de manipulación puedan concretarse,
siguiendo a Fromm (2006), se sugiere la explicación de una presencia de miedos por parte de
los individuos con referencia a qué hacer con su libertad, motivados a vincularse a sujeciones
que vayan acorde a sus deseos de evadir su responsabilidad respecto a su albedrío,
sujetándose a estas relaciones de manera precipitada como una nueva forma de sumisión y
dependencia.
Lo anterior se hace presente también dentro del trabajo terapéutico que se convierte en un
escenario donde disminuye la angustia por los conflictos, al menos de manera temporal,
dejando al sujeto con cierta tranquilidad y sensación de alivio consigo mismo a costa de
seguir las indicaciones del analista, situación que acrecentará en su imaginario la efectividad
del camino trazado por el propio terapeuta. Este proceso habrá de ampliar y reforzar el deseo,
o incluso la necesidad, de continuar en el trabajo del dispositivo terapéutico, mostrándose
más dispuesto a recibir instrucciones del analista.
Las posibilidades de manipulación aparecen en forma de diálogos predeterminados con el
sentido de promover que la persona acceda a cierto esquema de comprensión aceptable,
aparentemente sustentado en sí mismo y en sus propios recursos de entendimiento, dirigidos a
producir soluciones autónomas a sus conflictos y a implementarlas desde cierta forma de
convencimiento. Con todo esto, el AT busca ayudar a las personas a que aprendan a manejar
los estados del yo, convirtiéndolas sutilmente en individuos que pueden (o deben) ser
manipulados en función de su propio beneficio adaptativo o que devienen dependientes en
nombre de un supuesto crecimiento personal basado en logros transaccionales que los llevan
a constituirse en términos de una supuesta personalidad integradora. Esta puede estar
fundamentada, según Berne (1976), en la adquisición de autonomía, la cual se piensa como
posibilidad de liberación subjetiva que aparece cuando el individuo es capaz de demostrar
conciencia, espontaneidad e intimidad en ciertos momentos específicos de su vida, en los que
decide cómo va a enfrentarlos y gestionarlos, sobrellevando las diversas demandas
normativas de la sociedad y sobreponiéndose a las eventuales ventajas derivadas de su círculo
social inmediato para ejercer libremente las decisiones que resultan de su propia voluntad.
Sin embargo, semejante liberación subjetiva parece ser posible sólo a través del propio
dispositivo terapéutico, sin el cual no serían necesariamente reconocibles acciones
congruentes de transformación de las relaciones interpersonales del sujeto.
Bien se entiende que el dispositivo que creó Eric Berne fue generado para fines de beneficio
psicológico y social hacia la persona participante, se trata de un planteamiento en el que la
persona misma crea su propio ritmo de avance y aprendizaje dentro de su proceso personal,
no obstante es posible señalar que a pesar de las nobles intenciones del dispositivo su puesta
en práctica reproduce en la persona implicada una serie de elementos de sujeción tales como
ciertas metas o propósitos implícitos vinculados a otras personas e instituciones que operan
como una maquinaria de relaciones sociales al servicio de un sistema inmanente de relaciones
de poder, invisible ante las miradas y conversaciones cotidianas pero que se encarga de
generar individuos funcionales, dóciles en buena medida y simultáneamente susceptibles de
sentirse satisfechas y felices con su realidad existencial.
PAG 12
Eric Berne utilizó, por sinécdoque, el sintagma Análisis Transaccional para designar a todo
su sistema: Análisis Estructural, Transaccional, de Juegos y de Guiones.
NO ENTENDER,
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/http://com.aespat.es/Revista/Revista_
ATyPH_61.pdf Parece un libro
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5614080
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/http://com.aespat.es/Revista/Revista_
ATyPH_71.pdf Creo es igual al libro de arriba. Análisis transaccional, libertad de expresión y
pseudocomunicación. 249 (revisar)
SEGÚN BERNE
Análisis estructural de primer orden
- El individuo se separa en 3 niveles de estados del yo: Yo padre, Yo adulto, yo
niño, estados que se deben tener siempre presente.
- Los estados del yo se definen: “patrones constantes de sentimiento y
experiencia directamente relacionados con correspondientes patrones
consistentes de comportamiento” (p. 34). Fue Berne (2001) quien los definió y
clasificó en tres grupos según los pensamientos, sentimientos y actitudes que
se tienen en cada momento y en la manera en la que nos conviene manifestar
nuestra personalidad en un momento determinado
- El estado del yo Padre: es la información que tenemos interiorizada
casi desde que nacemos y está relacionada con nuestra ética y nuestra
moral, con todo aquello que creemos que está bien o está mal hacer.
Recibe este nombre porque representa lo que sería una figura parental
(una madre o padre). Son pensamientos o sentimientos que surgen en
una determinada situación, como por ejemplo cuando nos disculpamos
por hacer algo mal o cuando decimos “te acompaño en el sentimiento”
cuando alguien fallece.
- El estado del yo Niño/a: este estado se basa en los pensamientos o
fantasías de cuando fuimos niños, como ocurre por ejemplo con las
emociones desmesuradas de alegría o de tristeza que puede tener
cualquier niño en un momento dado. Este tipo de actitudes se
clasificarían dentro de este estado.
- El estado del yo Adulto: es la capacidad de adaptación de una persona
a su entorno de una manera adecuada y actualizada. Si el ser humano
no se va actualizando continuamente hay muchas más probabilidades
de no poder superar una crisis o afrontar una situación de emergencia.
En este estado se usan todos los recursos y experiencias que se han ido
adquiriendo a lo largo de la vida y sirve para dar o recibir información.
- Valbuena (2004a) detalla cuatro formas de reconocer el estado del yo de una
persona en un momento determinado:
1. Por la conducta
2. Por el efecto que la persona analizada causa en otras personas
3. Por el recuerdo o el pasado
4. Por la experiencia interna de la persona
- Oller-Vallejo (2002) enumera tres funciones o necesidades básicas requeridas
por la personalidad: recibir cuidados, dar cuidados e individualizarse. Las
manifestaciones de la conducta que se pueden observar desde fuera se estudian
mediante el análisis de esas funciones en los estados del yo. Con este análisis
se hace una división según los comportamientos que se tengan en los
estados del yo, que pueden ser los siguientes:
1. Comportamiento como Padre:
a. Padre Normativo, Crítico o Controlador, es decir autoritario,
rígido y sin capacidad de aceptar ninguna crítica.
b. Padre Nutritivo o Cuidador, paternalista, es comprensivo y
tiene responsabilidad aun siendo permisivo.
2. Comportamiento como Adulto:
a. Adulto con actitud adulta o adulto individualizador que, según
Oller-Vallejo (2003), planifica y es capaz de evaluar diferentes
opciones y objetivos antes de tomar la decisión adecuada.
3. Comportamiento como Niño:
a. Niño adaptado sumiso, no decide, solo quiere formar parte de
los suyos.
b. Niño adaptado rebelde, es impulsivo y no se conforma.
c. Niño adaptado retraído, no mantiene relación con otros.
d. Niño creador, es creativo e imaginativo.
e. Niño espontáneo, es innovador y sabe manejar bien las
decisiones que toma para resolver las situaciones en las que se
encuentra.
- Es importante recalcar que ningún estado del yo es mejor o más importante que otro,
todo depende del entorno, contexto y situación. También es importante ser
conscientes de cómo estamos actuando para que podamos elegir nosotros en qué
estado del yo basarnos según la situación y que no sea la emoción la que elija por
nosotros, porque puede perjudicarnos.
- Según Berne (1975), “cuando dos personas se enfrentan, hay seis estados del ego
involucrados, tres en cada persona. Como los estados son tan diferentes como lo
son las personas en realidad, es importante saber qué estado del ego está activo en
cada persona” (p. 33). Lo que sucede entre los dos estados del yo de los dos
individuos implicados es lo que en análisis transaccional se llama una transacción.
- El análisis estructural de primer orden es útil, pero Valbuena (2004b) indica que no
es suficiente para todas las situaciones, porque no tiene el suficiente nivel de
profundidad. Por ello los estados del yo pueden ser subdivididos a su vez, ya que en
cada uno de los estados se encuentra a su vez el recuerdo de sus estados del yo. Por
ejemplo, en nuestro estado del yo Padre reproducimos comportamientos o actitudes de
nuestros padres, pero en ellos a su vez están los tres estados: Padre, Adulto y Niño,
por lo que en nuestro estado del yo Padre hay recuerdos del estado del yo Padre,
Adulto y Niño de nuestros padres.
- Este estudio es lo que se denomina análisis estructural de segundo orden o análisis
estructural avanzado (Berne, 2001). En la Figura 1 se puede ver la estructura del yo de
segundo orden, en la que el yo Padre se subdivide en los tres estados del yo de cada
progenitor.
ANÁLISIS TRANSACCIONAL
Las Caricias
- Como ya se ha indicado, Berne (2010) define la transacción como “la unidad de
relación social” (p. 10), es decir que es la unidad de intercambio. Pero este
intercambio no implica solo información, sino también lo que Berne (1975) llamó
“caricias” (del inglés, stroke).
- Berne (1975) define la caricia como la unidad de reconocimiento y es cualquier
contacto o mensaje que pueda transmitir una emoción al receptor. Todas las
transacciones llevan asociadas intercambio de caricias. Las caricias son esenciales en
el ser humano para que pueda aprender a expresarse desde su primer año de vida y
para poder comprender la emoción que esta recibiendo de su emisor en forma de
mensaje, subliminal o no. Las caricias tienen un gran valor en las relaciones humanas,
ya que de alguna manera nuestra conducta está siempre condicionada por la idea de
conseguirlas de los otros.
- Las caricias pueden ser de muchos tipos en función de los parámetros que se analicen.
Una clasificación habitual se hace en función de cómo las caricias hagan sentir al
receptor, como la que hacen Martorell & Ortigosa (2000):
- Caricias positivas, que tienen como principal objetivo hacer sentir bien a la
otra persona. Para ello normalmente lo que hacen es halagar al receptor
resaltando sus cualidades.
- Caricias negativas que, por el contrario, tienden a hacer sentirse mal al
receptor haciéndole sentir desprecio, destacando sus defectos.
- Caricias mixtas que, aunque en un principio parece que pertenecen a la
categoría de caricias positivas, finalmente resultan ser negativas. Para ello se
suele usar el doble sentido de las palabras o la ironía.
- Cuando una persona no suele recibir ni emitir caricias positivas las acabará
sustituyendo por caricias negativas. Lo paradójico es que, desde el punto de vista del
análisis transaccional, es mejor una caricia negativa que nada, porque nos sirve para
entender algunas circunstancias de la relación, aunque claramente es mucho mejor
una caricia positiva.
- Otra clasificación interesante de las caricias la hace Sáez (2001), en función del
motivo por el que se hace la caricia:
- Caricias condicionales, que se hacen por alguna razón específica, como
recompensa a una acción determinada, una conducta, etc. Por ejemplo, cuando
decimos "muy bien explicado”.
- Caricias incondicionales, que se emiten a una persona por lo que es, no por
algo que haya hecho. Un ejemplo es cuando decimos “te quiero”, ya que se lo
decimos a una persona por lo que es, no como respuesta a una acción puntual.
Los tipos se pueden complementar, es decir puede haber caricias condicionales positivas o
negativas, incondicionales mixtas, etc.
Dinámicas de grupo
- La terapia de grupo era un campo en el que Berne estaba especialmente interesado,
incluso antes de desarrollar el análisis transaccional, con atención en particular en las
dinámicas de grupo (Berne et al., 2016). Con el análisis transaccional buscaba un
nuevo enfoque para la terapia de grupo que no utilizase los mismos métodos de la
terapia individual, que no fuese útil solo para los individuos, sino que lo fuese
también para todo el grupo y que se centrase en analizar las transacciones en el marco
del grupo, intentando superar los conceptos clásicos en la psicoterapia de grupos de
identificación con el líder (el terapeuta) y la consideración del grupo como una
familia (Berne et al., 2016).
- Para cualquier terapeuta es muy importante comprender la dinámica de grupos y tener
bases de conocimiento sobre el grupo que va a tratar y el tipo de transacciones,
relaciones y de intercambios que hay en el grupo. Por ello para el terapeuta es útil
apoyarse en una serie de herramientas, en forma de diagramas, que permiten facilitar
la aplicación del análisis transaccional en la dinámica de grupo y que nos pueden ser
útiles por diferentes motivos (Berne et al., 2016):
______
https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=HbepDwAAQBAJ&oi=fnd&pg=PT9&dq=Eric
+Berne+y+la+teor%C3%ADa+del+An%C3%A1lisis+Transaccional&ots=kbej7BisC8&sig=
0G1XwuqzMP9b4-9J6knMnFgzr0w#v=onepage&q=Eric%20Berne%20y%20la%20teor%C
3%ADa%20del%20An%C3%A1lisis%20Transaccional&f=false EL hombre guionado, libro
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m/10201/96062/1/tintero-1-laborda_analisis.pdf
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Dropbox_DEL-DESPACHO-A-LA-SOCIEDAD.-ABRIENDO-PUERTAS-CON-EL-ANALI
SIS-TRANSACCIONAL.pdf
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.redalyc.org/pdf/440/440
18789004.pdf PH (Naranjo, 2011)
Valores Base del Análisis Transaccional
RESPONSABILIDAD
- Con su teoría de los estados del ego el análisis transaccional permite abrir las puertas
a nuestro interior y poder entrar así en las instancias de nuestra vida inconsciente. Nos
permite apropiarnos y responsabilizarnos de nuestras vivencias excluidas, reprimidas,
escindidas o disociadas. Poder entender los diferentes aspectos de nuestra
personalidad e integrarlos.
- Lo mismo ocurre con el concepto de guion de vida. En la aplicación práctica del
análisis transaccional buscamos nuestra verdad, aquello que es genuino, pero está
oculto a nuestra mirada, y la verdad de los demás, aquello que no está dicho o que se
esconde. Pero esta verdad que buscamos no tiene que ver con una regularidad
estadística. La verdad que buscamos tiene más que ver con un “estado de excepción”
a la manera en que los filósofos utilizan la filosofía como una “forma de espionaje”
(Innerarity, 2004).
- Para nosotros son más informativos los aspectos no verbales en la comunicación que
los verbales, las incongruencias, el “ruido” más que la información (Berne, 1953). Lo
que resulta demasiado evidente es engañoso y probablemente oculta otras cosas. La
repetición del guion de vida genera seguridad, evidencia, identidad y carácter. Los
sentimientos de tipo racket producen regularidades dolorosas en nuestra experiencia,
pero confirman nuestra identidad. Sin embargo, estas regularidades encuentran a la
larga su excepción y generan desadaptación.
- En ese sentido las excepciones son reveladoras. En análisis transaccional la búsqueda
de contradicciones, incongruencias, sorpresas y excepciones nos acerca al misterio
qué es cada uno/a para sí mismo/a. Nos permite hacer evidente lo que está oculto
dentro de nosotros/as. La verdad en análisis transaccional y en psicoterapia es
distinta de la verdad que se persigue con la aplicación del método científico. Tiene
más que ver con la toma de conciencia de los aspectos ocultos de uno/a mismo/a, de
los/las demás o del grupo. Mientras que la verdad científica se confirma con la
repetición, la verdad personal se oculta con la repetición compulsiva (Groys, 2004).
Para ello es necesario hacer las preguntas acertadas que permitan que las cosas
puedan revelarse
El análisis transaccional abre las puertas en las relaciones utilizando algunos principios
derivados de los valores de base arriba expuestos (Tabla I). Entre estos principios figura el de
utilizar una comunicación abierta que ponga sobre la mesa de forma clara los factores de la
relación y de la situación que nos afectan. También el utilizar un método contractual que nos
permita apropiarnos de nuestra responsabilidad y clarificar tareas y compromisos mutuos
(Tabla II).
Con su teoría de los estados del ego el análisis transaccional nos permite abrirnos a nosotros
mismos y poder entrar en las instancias de nuestra vida inconsciente, apropiándonos y
responsabilizándonos nuestras vivencias rechazadas, reprimidas, escindidas o disociadas.
También el poder entender los diferentes aspectos de nuestra personalidad e integrarlos. Con
su teoría de los grupos y las organizaciones podemos entender y actuar para que las
colectividades abran sus puertas a la cooperación y el desarrollo
En nuestros días la sociedad parece muy abierta y el mundo interconectado a través de una
red global constituida por los medios de comunicación, los transportes e internet. Sin
embargo algunos autores piensan que la visibilidad de nuestra sociedad, en la que parece que
todo está a la vista a tiempo real, incluso los conflictos bélicos, es solo una visibilidad
aparente (Innerarity, 2004). En realidad los poderes y los procesos que determinan el
resultado de los acontecimientos sociales permanecen ocultos a la mirada general. Se ha
producido una desubicación de los centros de poder y se dan procesos difíciles de identificar,
comprender y manejar. Estos procesos en algunos casos son autónomos, sin dependencia de
personas concretas que los puedan modificar. Los medios de comunicación son el a priori de
la percepción social pero la describen desde una ideología previa o intereses de mercado.
También se observa una pérdida de significación de los límites en términos de poderes
múltiples, una territorialidad difusa con pérdida del significado de las fronteras, destrucción
del medio ambiente, etc., que genera pérdida de estabilidad, certeza y orientación (Innerarity,
2004). Hay una profusión de información e imágenes que más que saber generan
sobreestimulación en la audiencia y ruido informativo. El mundo es más impredecible, el
destino de la sociedad no depende de nadie en particular y hay riesgos y oportunidades
difíciles de prever. Quizá en una situación así es esperable que la búsqueda de certezas y
seguridad reavive a nivel mundial las antiguas identidades colectivas a la búsqueda de la
seguridad que proporciona la identidad grupal, por imaginaria que ésta sea, y con el riesgo de
olvidar la necesidad de defender intereses comunes entre clases desfavorecidas. Sin embargo
la subjetividad ha sufrido cambios sustanciales como efecto de un mundo globalizado.
Jameson (2012) denomina “plebeyización” al proceso por el cual los privilegios subjetivos
desaparecen, así como las élites y aristocracias, igualándose los sujetos humanos en
función de su conciencia post individualista
Quizá en este momento es más vigente que nunca el utilizar lo que Berne llamaba el
“pensamiento marciano” y aplicarlo al análisis de los grupos, las organizaciones y las
sociedades pensando conceptos destrivializadores y desrutinizadores. Esto es, necesitamos
examinar la sociedad desde una perspectiva desacostumbrada, no descontar aspectos de la
realidad y tener en cuenta lo que no tiene que ver con nuestro grupo, estimando siempre el
impacto que las acciones del nuestro tiene en otros (Innerarity, 2015).No dar las cosas por
sentadas y hacer visibles nuevos aspectos de la sociedad valorando lo que pasa inadvertido.
En este momento habríamos de potenciaren nuestro mundo globalizado el funcionamiento de
las sociedades como grupos cooperativos huyendo de la tendencia autocentrada que hace que
los grupos y las sociedades funcionen como grupos autoritarios y narcisistas (Innerarity,
2017). A este respecto los principios de funcionamiento igualitario del análisis
transaccional son muy relevantes y de enorme importancia en los procesos de nuestro
mundo actu
BIOGRAFÍA
- En su autobiografía Berne describa la gran influencia que en él tuvieron los
valores de su padre. Creo que esto puede estar en relación con su concepción del
Análisis Transaccional como una Psiquiatría Social en la que el peso de los factores
del entorno infantil temprano tiene un valor prioritario para explicar la génesis de los
problemas de salud mental en la vida adulta y para intervenir sobre ellos. El padre de
Berne mostró en su vida un gran interés por el efecto de las condiciones sociales de
vida y el medio ambiente en la salud. Fue un hombre seriamente comprometido con
los pacientes necesitados. Berne lo consideraba un precursor de la medicina
psicosomática, citando por ejemplo en su autobiografía la concepción psicosomática
que su padre tenía de la Neurastenia (Berne, 2010). Como autor el padre de Berne
publicó audaces propuestas para cambiar la organización social y el estilo de vida en
orden a mejorar la salud de los trabajadores (Bernstein, 1921). Más tarde Berne en su
obra priorizará la realidad social sobre la psicodinámica interna a la hora de ayudar a
mejorar la salud de sus pacientes. Algunos párrafos de su autobiografía son muy
elocuentes a este respecto
- Berne fue más allá del tratamiento individual de sus pacientes y siempre mostró un
gran interés por la organización asistencial y por los modelos asistenciales en
psiquiatría existentes en diversos países. Se dejó impregnar por la existencia de
valores y concepciones diferentes sobre la salud mental. Se mostró abierto a la forma
en que otras culturas y otras sociedades conciben los trastornos mentales. Investigó
la incidencia y el tratamiento de los problemas de salud mental en las sociedades no
occidentales. Viajó entre 1930 y 1960 visitando hospitales en Asia, Sur del Pacífico,
Islas Fiji, Tahití, Singapur, Hong Kong, Tailandia, India, Europa del Este, Rusia,
Hungría, Siria y Turquía. Recopiló estadísticas sobre trastornos psiquiátricos, formas
locales de tratamiento, etc. Estaba muy interesado en supersticiones locales y
actitudes ante la salud mental en diversas partes del mundo. Debido a estos viajes
sufrió persecución durante la era de McCarthy y fue investigado. Debido a ello perdió
su trabajo público como psiquiatra consultor del Ejército americano, le fue rescindido
su pasaporte y la CIA le pidió la lista de los mapas en su posesión
La empatía con el dolor de otros, producida por el rechazo y la exclusión, involucra los
componentes afectivos pero no los sensoriales del dolor físico como mostraron Singer y cols.
(2004). Sin embargo, en las situaciones de parentalidad anómalas se carece de la empatía
necesaria con las necesidades del infante en desarrollo. Este se encuentra en la tesitura de
tener que cumplir ciertas condiciones para poder recibir el reconocimiento que precisa. Berne
analizó bien estas condiciones externamente impuestas durante el desarrollo y diseñó
conceptos como el de “mandatos” para denominar la presión de los deseos y temores
inconscientes de los padres sobre el infante en desarrollo. Para evitar el dolor de la exclusión
o el rechazo ha de adaptarse a dichos deseos y temores parentale
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://racimo.usal.edu.ar/4294/1/P%
C3%A1ginas%20desde500024484-La%20relaci%C3%B3n%20padres%20e%20hijos%20en
%20la%20mitolog%C3%ADa%20griega.pdf Tesis
APA → quizás
Berne, E. (1961). Psychopathology. In E. Berne, Transactional analysis in psychotherapy: A
systematic individual and social psychiatry (pp. 44–51). Grove Press.
https://doi-org.udep.basesdedatosezproxy.com/10.1037/11495-004
EBSCO
Emancipation From a Fear of Institutionalization: A Case Study of Transgenerational
Hauntings. Novak, Edward T.
Das 4S+-Modell: Motivation im Spannungsfeld von Sinn und Bedürfnissen. (SOLO VER LA
PARTE DE BERNE)
Transactional Analysis, Intuition, and Mindfulness: How We Can Learn to Think Martian.
Waldekranz-Piselli, K. Cecilia
ULTIMOS
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Biografía
muchos
años después que supe que en esa
misma calle, habitada en su mayoría por judíos,
muy cerca de la calle Penfield y de la
Universidad inglesa McGill, había nacido en
el número 73 Eric Berne, medio siglo antes.
Y en el sótano de esa misma casa su padre,
el Dr. Bernstein, veía a sus pacientes
gratuitamente. Tanto su madre escritora como
su padre eran judíos emigrantes, llegados
de niños a Canadá procedentes de Polonia
y Rusia; ambos habían estudiado en
McGill University, en esa misma institución
se graduó Berne de médico en 1935. Falleció
en San Francisco de un ataque al corazón
y una noche antes dijo a un grupo de
colegas del Seminario de Psiquiatría de
San Francisco:”la carretera en adelante está
llena de curvas” (Steiner y Kerr, 1976)
DIFERENCIA Y SEMEJANZAS
el mismo Eric Berne, en su discurso
de presentación del Análisis Transaccional
(Berne, 1968), se refirió a la Terapia Gestalt,
sosteniendo que muchas de sus ideas
y las de Fritz Perls coincidían, aunque ambos
no estaban de acuerdo con el concepto
de cierre gestáltico; el AT lo considera
peligroso, y cree que conduce a la desesperación.
Por otra parte, Berne menciona el
interés del AT por la semántica y las manifestaciones
no verbales; también la TG atribuye
una gran importancia a la semántica
general de Korzybski (1941) y al lenguaje
no verbal de Reich y otros, siendo interesante
la noción que señala Berne de paciente
esfínter, paciente que retiene.
- Trabajo funcional y no simbólico de ambas corrientes que ambas utilizan en la
intervención con sueños. Critica la Catarsis porque “no lleva a nada” (pueden llorar
toda su vida)
Muchos terapeutas de la Gestalt, en sus
inicios, incluyendo Fritz Perls, consideraban
o consideran que el paciente tiene la
vivencia en la terapia, e integra la experiencia
él mismo a medida que va saliendo
de los “impasses” o callejones sin salida y
no necesita ninguna información del terapeuta
para integrar. Los transaccionalistas
más puristas, incluyendo Berne en sus inicios
y los Seminarios de San Francisco de
Psiquiatría Social, creen que si el terapeuta
ofrece al paciente suficiente información
acerca de él mismo, relacionada con sus
estados del Yo, transacciones, juegos y
guiones, el paciente utilizará la información
para integrar, tomando decisiones con los
datos procesados (estado del Yo Adulto).
Estos ortodoxos del AT no creen que el paciente
necesite pasar por una experiencia
gestáltica para integrar y cambiar, no necesita
vivenciar experiencias en las que tiene
que pasar por los callejones sin salida.
Para los terapeutas de la Gestalt es bien
conocida la frase de Perls: “deja a un lado
la cabeza y vuelve a los sentidos”. Por otra
parte Berne trabajaba con las emociones y
las cogniciones. Considero que ambas, la
experiencia de la Gestalt y el material cognitivo,
son necesarias y la intervención terapéutica
será más eficaz con ambas que
con una sola de ellas. Otra forma de integrar
la TG y el AT es confrontando los juegos.
Un juego psicológico es una serie de
transacciones que terminan en un sentimiento
de displacer, se juega fuera del darse
cuenta del estado Adulto del paciente, al
final del cual el jugador dice algo acerca de
sí mismo y/o otros, como “Nadie me quiere”,
“Siempre dije que los hombres no eran
buenos”.
SEMEJANZAS
- Ambos enfoques están inspirados en el psicoanálisis.
- El AT se aparta del esquema de enfermedad y postula una función de un modelo de
aprendizaje. La TG se aparta del esquema de enfermedad y postula un modelo de
potencial. Ambas corrientes se oponen al patrón médico de enfermedad.
- En el AT: “La mayoría de las conductas humanas son el resultado de los aprendizajes
educacionales prejuiciados y de las influencias negativas a las que se encuentran
expuestas la mayoría de las personas en el seno de sus familias y de su entorno
sociocultural”. Corresponde al introyecto de la TG.
- En el AT los seres humanos, por naturaleza, tienden y son capaces de vivir en armonía
consigo mismo, con los demás y con la naturaleza. En la TG: La condición humana
básica, como en cualquier organismo vivo, es establecer y mantener una relación
nutritiva con el entorno.
- En el AT las personas aquejadas de dificultades emocionales y, por ende,de problemas
conductuales son, con todo, seres humanos completos e inteligentes. En la TG: las
resistencias son una forma de mantener el equilibrio.
- En el AT lo que se busca son las presiones intra y extrapsíquicas a la que las personas
se hallan expuestas. En la TG lo que se busca es la interrelación del organismo con el
ambiente. Ambos enfoques enfatizan el concepto de elección personal.
- En el AT la patología se identifica como la exclusión de alguno de los estados del Yo:
“Por medio de una actitud estereotipada y predecible que se mantiene con firmeza y
hasta donde es posible”. Berne (1961, 1981).
- En la TG la alienación de algunas partes de la personalidad, es lo que lleva a que la
persona no funcione de manera óptima: La neurosis es dar la misma respuesta ante
situaciones nuevas.
- En ambos enfoques se utilizan técnicas de dramatización procedentes del
psicodrama y se trabaja con sueños.
DIFERENCIAS
- En el AT la enfermedad proviene de decisiones infantiles reversibles. Todas las
dificultades emocionales son curables, los problemas mentales y emocionales tienen
como origen la perdida de la autonomía, como consecuencia de presiones culturales y
sociales. En la TG la enfermedad es consecuencia de patrones rígidos en las conductas
presentes.
- El AT separa el comportamiento en unidades simples fácilmente identificables y
comprensibles (análisis) y aplica dicho análisis a los intercambios de estímulos y
respuestas entre las personas (transacciones). La TG integra todo el comportamiento
de manera holística e incorpora el entorno como un todo con el organismo.
- El AT es un enfoque más cognitivo. La TG es un enfoque experiencial.
- El ATdefine la estructura de la personalidad como estados del Yo Adulto, Padre,
Niño. La TG identifica la estructura de la personalidad con el Self, id, y ego.
- El AT no utiliza ni mecanismos ni resistencias. La TG utiliza resistencias
(desensibilización, proyección, introyección, retroflexión, deflexión y confluencia).
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