Está en la página 1de 5

Escuela de Psicología Social. Quilmes.

Profesora: Lic. Claudia A Suárez

Titulo de la clase: Conceptos de Salud/Enfermedad. La OMS. Salud Mental

Material: Recopilación de fuentes bibliográficas

Tema: Conceptos de Salud y Enfermedad para la OMS.

La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social; y no solo la ausencia de


enfermedad o dolencia.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la salud es la condición de todo


ser vivo que goza de un absoluto bienestar tanto a nivel físico como a nivel mental y
social”.

Es decir, el concepto de salud no sólo da cuenta de la no aparición de


enfermedades o afecciones sino que va más allá de eso.

“En otras palabras, la idea de salud puede ser explicada como el grado de eficiencia del
metabolismo y las funciones de un ser vivo a escala micro (celular) y macro (social)”.

• La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Constitución de 1948, define salud como


el estado de completo bienestar físico, mental, emocional y social, y no solamente la
ausencia de afecciones o enfermedades.

La salud implica que todas las necesidades fundamentales de las personas estén cubiertas:
afectivas, sanitarias, nutricionales, sociales y culturales.

• Una definición más dinámica de salud podría añadir que es el logro del más alto nivel de
bienestar físico, mental, social y de capacidad de funcionamiento que permitan los factores
sociales en los que viven inmersos el individuo y la colectividad.

• La salud y la enfermedad forman un proceso continuo, donde en un extremo se encuentra


la muerte prematura, muchas veces prevenible, y en el otro extremo se encuentra un elevado
nivel de salud, al que difícilmente llega todo el mundo. En la parte media de este continuo o
equilibrio homeostático se encontraría la mayoría de la población, donde la separación entre
salud y enfermedad no es absoluta, ya que es muy difícil distinguir lo normal de lo patológico.

• La definición de salud es difícil, siendo más útil conocer y analizar los determinantes de la
salud o condicionantes de la salud.

• La salud, en términos físicos, forma parte de uno de los pilares de la calidad de vida,
bienestar y en definitiva de la felicidad.
La enfermedad es el desequilibrio entre lo físico psíquico y social.

El objetivo de alcanzar la salud, no solamente corresponde a la medicina, sino también a los


políticos, a la sociedad y al individuo. En los países en vías de desarrollo, la salud empezaría a
conseguirse cuando se satisfagan sus necesidades de alimentación, infecciones, vivienda,
trabajo y, en definitiva, sus problemas económicos, mientras que, en los países desarrollados,
la salud se consigue previniendo los efectos secundarios que la riqueza produce como la
obesidad, la ausencia de ejercicio físico, los accidentes de tráfico, el tabaquismo, la depresión,
la contaminación, etc.

La Psicología Social, como disciplina, plantea el concepto de “adaptación”, como la


coherencia de las respuestas que puede tener el sujeto a las exigencias del entorno en el que
se encuentra. Esta capacidad de respuesta puede establecerse de forma más o menos
operante a la realidad.

La capacidad de adaptación hace referencia a los conceptos de Salud y la


Enfermedad.

En palabras de Pichón Riviere, la adaptación activa, salud, es parte de un proceso dialéctico


en donde el sujeto se modifica y se transforma al igual que modifica y transforma el medio en
el que el encuentra inmerso.

En cambio, en la adaptación pasiva, enfermedad, el sujeto intenta resolver situaciones


cotidianas a través de la repetición de conductas que fueron operativas en algún otro
momento de su vida, pero que frente a este nuevo acontecimiento se transforma en una
estereotipia, en conductas rígidas.

Pichón Riviere establece que “En la práctica psiquiátrica, es frecuente observar que muchos
pacientes son dados de alta, tomando como índice de curación, el hecho de que comen bien, e
visten correctamente, etc., es decir, presentan una conducta aparentemente normal, han
llegado a construir una estereotipia en el cual se manejan en forma casi automática en su vida
cotidiana. En este estereotipo, el medico, la familia y los allegados se integran como contexto.
El sujeto puede comer, puede dormir, etc., pero no se dan en él modificaciones profundas, ni
tampoco actúa como un agente modificador de su medio. Se convierte así en el líder alienante
de toda estructura, merced a la situación de impostura grupal…”

Se designa a la Salud Mental como al estado de equilibrio que debe haber entre una persona
y el entorno socio-cultural al cual pertenece, es decir, cuando este estado de cosas se
manifiesta positivamente, la interacción que esta persona mantendrá con quienes lo rodean y
su participación, ya sea laboral o intelectual en la sociedad que le haya tocado vivir,
provocarán que logre sin dificultad el bienestar y la calidad de vida todos los seres humanos.

Si bien al respecto de aquello que se necesita para decretar que alguien tiene o no tiene salud
mental puede haber variaciones, ya que la misma a través de la historia fue definida a partir de
diferentes ópticas, lo cierto es que se ha convenido que la mejor manera para determinar la
salud mental de un individuo es la observación de su comportamiento en su vida diaria y si
en lo que respecta a esto, que incluye entre otras cosas: el domino de sus temores
personales, capacidades, competencias, responsabilidades, superación de obstáculos,
respuesta a sus necesidades básicas, el manejo de sus relaciones interpersonales, el
individuo responde de manera satisfactoria, entonces, podemos determinar que la salud
mental de esta persona se encuentra en perfectas condiciones y estado.
También resulta insoslayable destacar al respecto de esta cuestión que aunque comúnmente y
un dicho muy popular lo reafirme: mente sana, cuerpo sano, la salud mental no es una
cuestión que se encuentra totalmente separada de la salud física como muchos sostienen o
se sostuvo durante largo tiempo, porque como se ha podido comprobar a través de
innumerables casos, existen evidentes conexiones entre las enfermedades mentales y las
físicas, aún más, se suele decir que muchas veces las preocupaciones, las tragedias personales
y las frustraciones, entre otras cuestiones.

En este sentido es que muchas terapias que persiguen el bienestar mental hacen hincapié en
esta cuestión interrelacionada con el físico y por ejemplo también recomiendan acompañar la
terapia mental con algunas actividades físicas que se sabe reportan notables beneficios para
ambos: cuerpo y mente, tal es el caso de salir a caminar, hacer yoga, meditación, entre otras.
Como bien dice el popular y sabio dicho: es mejor prevenir que curar y en este sentido
también tenemos que incluir a la salud mental porque sin dudas es necesaria para gozar de
ella promoverla desde varios niveles, en la casa, como punto de partida de la socialización
del individuo, contribuyendo en cuestiones tan determinantes a futuro como ser la
autoestima, la vinculación social. Y claro, luego en la escuela, otro espacio importante desde y
en el cual se moldean comportamientos. Pero ojo que no se agota aquí esa difusión y
promoción sino que debe seguir de manera ininterrumpida a través de los años y todos los
actores sociales (padres, amigos, escuelas, trabajo, medios de comunicación) deben estar
comprometidos con la misma para lograr su estabilidad.

Abonando y confirmando esto que expresábamos, los psicólogos, que son los profesionales
encargados y más idóneos a la hora de determinar y controlar la salud mental de los
individuos, consideran que esta debe ser promovida desde tres niveles, individual,
motivando a la persona a través de estímulos; comunitario, asegurando la integración social
del sujeto; y a nivel estatal, implementando y diseñando planes que faciliten el acceso a la
salud pública.

Lamentablemente en la dirección mencionada aún falta mucho por hacer ya que es


importante que señalemos que en la mayor parte del mundo los recursos económicos que se
destinan para la salud mental están orientados a tratar a enfermos mentales ya declarados y
con serias patologías y no a prevenir como veníamos proponiendo. O sea el foco está puesto
en el tratamiento una vez aparecida la afección y no en su prevención.

El concepto de prevención hace referencia a evitar que algo suceda, a anticiparse, a actuar de
antemano para que no ocurra un daño o un perjuicio. Existen diferentes tipos de prevención,
según los objetivos que se intenten lograr.

Kornblit y Mende Diz, sostienen que, “Prevenir es promover la salud, diagnosticar y


tratar oportunamente a un enfermo, y rehabilitarlo evitando complicaciones o
secuelas”.
Prevención primaria: incluye el conjunto de actividades sanitarias que deberían realizar los
gobiernos y la comunidad en general para evitar que aparezca una enfermedad en individuos o
poblaciones sanas. Este tipo de prevención se direcciona hacia el bienestar integral de la
población. E intenta impedir daños biológicos, psicológicos y sociales.

La prevención específica se presenta cuando la acción está dirigida a evitar un problema o


una enfermedad en relación a la salud, como por ejemplo, campañas de vacunación,
información sobre la gripe, etc.

La prevención, en este caso, inespecífica da cuenta de cuando se realizan acciones de


promoción de la salud en forma general, acciones para el mejor desarrollo de la calidad de
vida, etc. Aquí este tipo de prevención inespecífica coincide con la promoción de la salud.

La Prevención secundaria: son aquellas intervenciones específicas para prevenir el


agravamiento de problemas ya existentes. Comprenden las acciones del desarrollo de
programas que faciliten un diagnóstico temprano de las enfermedades y un tratamiento
adecuado.

Prevención terciaria: son las acciones llevadas a cabo una vez que la patología o el daño ya
sucedieron, para evitar las consecuencias y las secuelas graves o el fallecimiento de la persona.

La prevención terciaria, presenta tres etapas:

La recuperación, la cual necesita un tratamiento eficaz. La rehabilitación trata de lograr en las


personas las capacidades físicas, sociales y psíquicas que pudieron haber sido alteradas, por
una enfermedad o accidente. El sujeto debe tratar de recuperar las habilidades necesarias y
posibles para vivir con autonomía social, aún desde sus posibles secuelas causadas por el
problema. Y por último, la reinserción social, que necesita de la cooperación y de la
participación de la comunidad y de acciones y actitudes operativas para lograr esa reinserción
a los diferentes ámbitos por los que transita ese sujeto.

Para Pichón el sujeto es sano en la medida que aprehende el objeto y lo transforma,


es decir, que se modifica también a sí mismo entrando en un interjuego dialéctico
con el mundo en el que la síntesis que resuelve una situación dialéctica, se
transforma en el punto inicial o tesis de una antinomia que deberá ser resueltas en
este continuo proceso en espiral.

La Promoción de la salud:

La promoción de la salud es el proceso que permite a las personas incrementar el control


sobre su salud para mejorarla. Abarca no solamente las acciones dirigidas directamente a
aumentar las habilidades y capacidades de las personas, sino también las dirigidas a modificar
las condiciones sociales, ambientales y económicas que tienen impacto en los determinantes
de salud. La existencia de un proceso de capacitación (empowerment o empoderamiento) de
personas y comunidades puede ser un signo para determinar si una intervención es de
promoción de salud o no.

El empoderamiento es el proceso por el cual las personas adquieren los recursos necesarios
para gestionar sus necesidades y demandas. Este concepto se aplicó primeramente a las
mujeres para que fueran adquiriendo las habilidades históricas sociales necesarias para luchar
por sus propios derechos.

Mucho tiempo después se aplicó a la capacitación de todos los sectores sociales en


situaciones de desprotección para gestionar sus demandas.

El máximo objetivo de la promoción de la salud es el empoderamiento comunitario,


que son los recursos de la comunidad en actividades y prácticas preventivas, a partir
de la autogestión. La autogestión implica la organización, coordinación y acciones de
la comunidad de forma autónoma; no depende de terceros, d forma que el propio
grupo social es quién autogestiona y coordina las tareas y actividades a desarrollar.

Carta de Ottawa
“La promoción de la salud consiste en proporcionar a los pueblos los medios necesarios para
mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma. Para alcanzar un estado adecuado
de bienestar físico, mental y social, un individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar
sus aspiraciones, de satisfacer sus necesidades y d cambiar o adaptarse al medio ambiente. La
salud no se percibe como el objetivo, sino como la fuente de riqueza de la vida cotidiana. Se
trata, por lo tanto, de un concepto positivo que acentúa los recursos sociales y personales así
como las aptitudes físicas. Por consiguiente, dado que el concepto de salud como bienestar
trasciende la idea de formas de vida sanas. “La salud se crea y se vive en el marco de la vida
cotidiana”. La salud es el resultado de los cuidados de uno mismo y de los demás, de la
capacidad de tomar decisiones y controlar la vida propia y de asegurar que la sociedad donde
uno vive ofrezca a todos sus miembros la posibilidad de gozar de un buen estado de salud”

(Fragmento de la Carta de Ottawa, 1986).

Bibliografía

-Adamson, G: “Para un vocabulaio Pichoniano”


- Acerca de la OMS. Pagina Web.
-Cazau, P: Diccionario de Piscología Social.
- Definicion ABC http://www.definicionabc.com/salud/salud-mental.php
-Kornblit, na, Lía: El Estado y la Salud. Editorial Aique.
-Promosalud/conferencia.

También podría gustarte