Está en la página 1de 13

Diferencias entre derecho civil y penal

/ Derecho Penal

Las principales diferencias entre derecho civil y penal. El derecho civil organiza las
relaciones entre personas físicas y/o jurídicas, en cuanto al derecho penal, pone al
imputado cara a cara con la sociedad cuando ésta infringe la ley.

Por un lado, el derecho civil es un derecho privado en el que no habrá sentencia que
dictar contra el imputado, por otro lado, el derecho penal enfrenta al imputado y la
sociedad, representada por la fiscalía, con el objetivo de sancionar las infracciones.

En el derecho penal, un acusado condenado generalmente puede ser condenado a


multas elevadas, incluido el encarcelamiento. Mientras en el derecho civil, la disputa
se resuelve mediante negociación económica o una sanción impuesta por el juez
si no hay acuerdo mutuo, no obstante, incluso si es declarado culpable, el acusado no es
condenado a prisión..

¿Cómo podemos establecer las diferencias entre el


derecho civil y el derecho penal?
El derecho civil y el derecho penal se encuentran entre las muchas ramas del sistema
legal en su conjunto. Junto al derecho civil y penal, está el derecho administrativo, el
derecho comercial, el derecho constitucional, entre otros.

El derecho civil rige las relaciones entre ciudadanos y entidades en sus relaciones
privadas, como sociedad civil, en gran medida económica, pero no solo. De hecho, el
inicio de un procedimiento judicial depende de la solicitud de las partes lesionadas o de
las partes interesadas, si no hay controversia.

Por otro lado, el derecho penal rige con el objetivo de sancionar los actos cometidos
por ciudadanos o entidades que se consideren lesivos no solo para otros ciudadanos
o entidades, sino en última instancia también para el resto de la sociedad. En este
contexto, el Estado actúa en la mayoría de los casos de derecho tratando de aplicarlos,
aunque las víctimas no los denuncien.

Robo, violencia, asalto y algunos casos de asesinato son ejemplos de casos de


derecho penal. Con respecto al derecho civil, algunos ejemplos son los casos de
negligencia y mala conducta profesional.

¿Cuál es el objetivo del derecho civil?


El derecho civil se diferencia del derecho penal en que rige las relaciones privadas
entre personas, mientras que el derecho penal es parte del derecho público por la
naturaleza de los actos delictivos, incluso cuando solo se trata de personas. La ley penal
castiga los delitos y para que una persona sea declarada culpable de haber
cometido uno, la fiscalía debe demostrar que sus acciones corresponden a la
descripción del delito.

El delito se considera un delito contra todos los ciudadanos y no solo contra el individuo
involucrado, el derecho civil es el heredero del derecho romano inscrito en el Corpus
Iuris Civilis, una colección legislativa publicada por el emperador Justiniano. Incluye
varias ramas, como el derecho de las obligaciones, el derecho de las personas, el
derecho de la familia, el derecho de la propiedad y el derecho de sucesiones.

No debe confundirse con el derecho penal, porque son bastante diferentes. Es una rama
del derecho privado para resolver mejor los casos como matrimonio,
divorcio, contratos de compraventa y arrendamiento, sucesiones, entre otros.

En resumen, el objetivo del derecho civil es crear obligaciones mutuas entre las
personas dentro de una sociedad, ya sea de forma consciente o no. Por ejemplo, un
proveedor puede presentar una queja ante el tribunal sobre una disputa con su cliente
que no ha pagado el precio de un producto entregado dentro del plazo, corresponde al
juez civil intervenir para arbitrar a los dos.
¿Cuál es el objetivo del derecho penal?
El derecho penal generalmente hereda de los códigos penales de la tradición
napoleónica, que buscaba consolidar todas las penas impuestas por el estado en una
sola ley. Sin embargo, el estado utiliza otros medios para castigar a los ciudadanos que
cometen delitos.

Entonces, por ejemplo, existe el derecho penal administrativo. Es por ello que el
derecho penal se conforma con las sentencias impuestas por los tribunales.

En derecho civil, el Estado actúa sin su carácter soberano, por tanto, se comporta
como un ciudadano, que no tiene derechos ni prerrogativas especiales sobre otros
ciudadanos. Por ejemplo, cuando el estado firma un contrato de alquiler de una
propiedad, si no paga, puede ser expulsado como cualquier otro ciudadano o entidad.

En cambio, en el derecho penal, el Estado utiliza este carácter soberano, no solo para
recurrir a prerrogativas especiales como el monopolio legítimo de la fuerza, sino para
castigar a quienes han violado las leyes vigentes. Es decir, privar a una persona de su
libertad por haber cometido un delito.

El principal objetivo del derecho penal es castigar a la persona cuyo


comportamiento perjudica a la sociedad, se estableció para mantener el orden público
y garantizar la seguridad de las personas y sus propiedades. Es cierto que en cualquier
sociedad el crimen es una realidad social, por lo tanto, tiene sentido que todos respeten
las reglas y valores para que la empresa funcione correctamente.

En otras palabras, el derecho penal se ve como un derecho de condena para quienes


cometen delitos como multas, delitos menores y delitos graves

¿El derecho penal es un derecho represivo?


El propósito del derecho penal es mantener el orden público y la seguridad de las
personas y los bienes. El derecho penal, en cuanto se constituye en guardián de las
reglas a observar, es un derecho represivo porque viene a castigar las infracciones.
Hay tres grados de infracción según su gravedad: las multas por exceso de velocidad,
amenaza de violencia. Los delitos menores como el acoso o el robo y los delitos
mayores que incluyen los homicidios intencionales o involuntarios.

Un juicio penal pone al acusado cara a cara con la sociedad, la cual es representada por
la fiscalía y no al acusado cara a cara con su víctima.

El juez es responsable de verificar si el imputado ha cometido efectivamente los


actos de los que se le acusa, y luego, si es necesario, de fijar una sentencia adecuada a
las circunstancias y a la personalidad del imputado, donde las principales sanciones son
multas y prisión.

¿El derecho civil es un derecho privado?


Sí, el derecho civil es un derecho privado que se opone a las personas físicas y/o
jurídicas, para satisfacer mejor las expectativas de los denunciantes, esta área del
derecho tiene muchas ramificaciones. La cual comprende el derecho de las obligaciones
incluido el de los contratos, los derechos personales, los derechos de propiedad y el
derecho sucesorio.

La idea subyacente es que la relación entre individuos genere obligaciones,


contractuales o no, donde el demandante y el demandado son iguales ante la ley.
Además, el juez no tiene capacidad para condenar al culpable a una pena, pero puede
obligarlo a reparar el daño causado a otros, bien sea corporal, material o moral,
mediante el pago de daños o intereses, cumpliendo con una obligación.

¿Cuál es la unión entre responsabilidad penal y


responsabilidad civil?
Si el objetivo de la responsabilidad civil es, en particular, indemnizar a la víctima
de una falta, el hecho es que esta falta puede encontrar expresión concreta en la
comisión de un delito. Por ejemplo, la víctima de violencia intencional necesariamente
ha sufrido un daño como resultado de la comisión del delito.
Por tanto, el Código de Procedimiento Penal le ofrece la posibilidad de buscar
directamente una indemnización por su daño ante los tribunales penales mediante
la constitución de parte civil.

En otras palabras, el juicio penal se dividirá en dos fases, la primera es la acción pública
que estará a cargo del Ministerio Público quien podrá solicitar la condena del imputado
a pena. Mientras que la acción civil podrá, durante el proceso penal, que se reconozca su
condición de víctima y, al hacerlo, se le asigne una suma de dinero en compensación
por los daños económicos, corporales o morales.

En todo caso, conviene señalar que la víctima de una falta, culpa que puede ser
tipificada como delito, se beneficia del derecho a elegir si se interpondrá una acción
civil ante los tribunales civiles o ante los tribunales penales. Si la víctima opta por la
acción civil ante los tribunales penales, se beneficia de numerosos mecanismos que le
permiten resarcir su daño, en particular a través de la intermediación de fondos de
garantía

Finalmente, cabe señalar que la cuantificación del daño responde a reglas estrictas
que permiten la mejor indemnización posible. Por este motivo, la asistencia de un
abogado es especialmente esencial.

Responsabilidad civil y penal en la práctica de enfermería


Responsabilidad Civil
Desde el punto de vista del Derecho (civil y penal), se considera “responsable” a un individuo,
cuando de acuerdo al orden jurídico, es susceptible de ser sancionado. La responsabilidad jurídica
siempre lleva implícito un “deber”. El deber u obligación legal es una conducta que, de acuerdo a la
ley, se debe hacer u omitir.
La responsabilidad legal señala quién debe responder ante el cumplimiento o incumplimiento de tal
obligación. Por ejemplo, la enfermera (o) tiene el deber de no dañar, y cuando no cumple con ello,
comete un acto ilícito, por lo tanto, será responsable del daño y deberá pagar por él. Así, la
responsabilidad civil es la obligación de indemnizar los daños y perjuicios causados por un hecho
ilícito o por un riesgo creado (Bejarano Sánchez).
Causas de Responsabilidad Civil
Responsabilidad por los hechos propios: Cada quién es responsable de su propia conducta.

Responsabilidad por hechos ajenos: Se refiere a la responsabilidad de las personas de evitar que
otras cometan hechos dañinos. Al respecto, hay dos grupos por los cuales se debe ser responsable:
En el primero están los niños y los incapacitados (por ejemplo: Los padres son responsables de los
actos de sus hijos).
En el segundo están los daños causados por empleados y representantes. Tiene que ver con la
selección del personal y con la supervisión técnica o administrativa del mismo, entre otros.
Responsabilidad por obra de las cosas: Se considera que, si el daño fue causado por cosas u objetos,
el dueño de ellos será responsable de las consecuencias.

Responsabilidad Penal
El ejercicio profesional de enfermería conlleva el riesgo de incurrir en conductas que constituyen
infracciones a la normatividad jurídica. Este tipo de faltas en su mayoría, están establecidas en el
Código Penal Federal y en las leyes reglamentarias, relativas al ejercicio de las profesiones, y en un
momento dado, aunque no haya una legislación específica, pueden aplicarse a la enfermería.
Debido a la naturaleza propia de la práctica de enfermería, los casos legales en los que con mayor
frecuencia puede involucrarse el profesional de enfermería son:
Revelación de secretos: Se trata de una falta grave y se refiere a la revelación de información de tipo
confidencial, confiada a la enfermera (o), por parte del paciente (Título Noveno).

Responsabilidad profesional: Se refiere a la comisión de actos delictivos, ya sean dolosos o


culposos, durante el ejercicio profesional (Artículo 228).

Falsedad: Se refiere a la falta de veracidad en el manejo de datos, información, documentos o al


rendir declaraciones ante una autoridad (Artículo 246).

Usurpación de profesión: Se aplica a aquellos casos en que, sin tener un título y una cédula
profesional para ejercer una profesión reglamentada, se atribuya el carácter de profesionista, realice
actos de esa profesión y ofrezca públicamente sus servicios con el objeto de lucrar (Artículo 250).

Lesiones y homicidio: Es el punto más delicado y trascendente del trabajo en que el profesional de
enfermería puede incurrir. Puede tipificarse como culposo o doloso, dependiendo de las
circunstancias ya mencionadas anteriormente (Artículos 288 y 302).

Aborto: Es uno de los hechos que se pueden encontrar altamente relacionados con el trabajo de
enfermería. El artículo 331 (Código Penal Federal) establece la suspensión del ejercicio
profesional por un período de 2 a 5 años, además de otras sanciones.

Abandono de personas: Se refiere a la no atención de personas incapaces de cuidarse a sí mismas


(niños, ancianos, etc., o a las personas enfermas), teniendo obligación de cuidarlos (Artículo 335).

Como podemos ver, son múltiples las causas por las cuales el profesional de enfermería puede verse
involucrado en un problema legal. La primera línea de defensa al respecto, es conocer el marco legal
y ejercer una práctica ajustada a la legislación en materia de salud, laboral, en la prestación de
servicios, etc.
Una práctica disciplinada, argumentada jurídicamente y cautelosa, disminuirá el riesgo de tipo legal
para el profesional de enfermería.

Mala Praxis

Al referirse a la mala praxis, su concepto la define como cualquier conducta


profesional incorrecta debida a la incapacidad excesiva o la falta de fidelidad a los
deberes profesionales. En un sentido más específico, este término se aplica a un
tratamiento desfavorable, erróneo o perjudicial que provoque lesiones, sufrimiento
innecesario o muerte de un paciente debido a ignorancia, despreocupación, impericia
profesional, incumplimiento de las reglas, protocolos, principios o procedimientos
establecidos, desatención, o una intención maliciosa o criminal.

Por tal motivo, es obligación legal del profesional de enfermería prestar una
atención competente y razonable a sus pacientes. Para garantizar que así sea, el
profesional de enfermería debe conocer las normas asistenciales, desarrollar unos
modelos consistentes de práctica que satisfagan dichas normas y registrar sus acciones
de forma precisa y completa. El número de acciones legales contra profesionales de
enfermería se ha incrementado a lo largo de la última década.

Las acciones de enfermería que infringen una norma asistencial y pueden


ocasionar lesiones a un paciente incluyen la colocación incorrecta de un catéter de
Foley; no tomar las medidas adecuadas para reducir la temperatura corporal de un
paciente; no comunicar un estado inusual o empeoramiento del paciente al médico
responsable del mismo, y no evitar caídas. Todas estas actuaciones pueden dar lugar a
demandas por mala praxis profesional.

Cuando un acto de la enfermería produce como consecuencia una lesión o la


muerte de un paciente, no es porque ella hubiese actuado con esa intención, sino porque
a pesar de que pretendió mejorar su salud, por culpa se produce un resultado dañoso
para éste. La culpa se genera por cuatro factores a saber:

* LA IMPRUDENCIA; la cual se presenta cuando se hace algo que no se debió realizar,


lo cual genera consecuencias nocivas. En el caso de los profesionales de Enfermería, la
imprudencia se configura cuando la enfermera actúa injustificadamente en forma
apresurada, sin realizar un juicio previo respecto de los posibles resultados que
comporta el acto de enfermería cuestionado. Un ejemplo de imprudencia se observa en
el caso de una enfermera quien por necesidad del servicio debe aplicar una inyección de
penicilina a un paciente, omite la realización de la prueba de sensibilidad previa a dicha
aplicación y luego de aplicar este medicamento el paciente presenta una reacción
anafiláctica y fallece.

* LA NEGLIGENCIA. Es una omisión, se presenta cuando se deja de hacer algo que se


tenía la obligación de realizar y que conlleva la producción de consecuencia nociva. En
enfermería existe negligencia cuando la enfermera no despliega la conducta que le era
exigible dados sus conocimientos y posibilidades frente al acto de enfermería en
cuestión. Es decir, ocurre en el caso en el cual, la profesional de la enfermería, teniendo
los conocimientos necesarios para la realización de un procedimiento determinado y
estando posibilitada materialmente para realizarlo, no lo hace. Un ejemplo de
negligencia se presenta en el caso de una enfermera que teniendo conocimiento de la
necesidad de un medicamento requerido para la prestación adecuada del servicio de
salud, por haber recibido una orden médica al respecto y sabiendo de la disponibilidad
del mismo en la farmacia, no lo reclama y por la carencia de ese medicamento, ocurre
un daño que hubiese podido ser evitado con la administración de ese medicamento.

* LA IMPERICIA. Es la falta de conocimiento de una determinada ciencia o arte. Se


dice que en la impericia se presenta cuando la enfermera realiza un acto de la profesión
sin tener los conocimientos, la habilidad o la experiencia necesaria para llevar a cabo en
forma adecuada el tratamiento o el cuidado requerido. En principio, la pericia se
presume gracias a la acreditación de idoneidad que comporta el título profesional; sin
embargo, dada la naturaleza evolutiva del conocimiento científico, la enfermera debe
acreditar su idoneidad mediante la realización de cursos, seminarios u otras actividades
pedagógicas tendientes a la actualización y perfeccionamiento de sus conocimientos.

* OMISIÓN O INOBSERVANCIA DE REGLAMENTOS: No observar las normas


jurídicas de la actividad (legislación vigente del ejercicio profesional, etc.), así como
también las normas éticas aceptadas por los Colegios y Organizaciones profesionales
(código de ética, código deontológico, etc.) Finalmente, la violación de reglamentos se
presenta cuando la enfermera por acción u omisión, viola las disposiciones legales y
reglamentarias que gobiernan el ejercicio de su profesión y que exigen de ésta un
comportamiento específico dentro de un contexto normativo, el cual se haya integrado
básicamente por la Ley, por el manual de funciones, por los protocolos y guías de
manejo.
Sanciones

Cuando la imprudencia, negligencia, impericia e inobservancia son atribuibles a


varias personas cada una responde en la medida de su culpa, la de uno no excusa la del
otro, no hay tampoco complicidad. La complicad exige una misma intención criminal.
Ahora bien, los elementos de la culpa son:

1) La acción u omisión que realiza el sujeto sea voluntaria.

2) El sujeto, por tanto, no debe haber tenido la intención de realizar el hecho


constitutivo de delito.

3) Que sea contrario a las normas o reglas de conducta que imponen al hombre.
Contrario a Derecho.

Aunado a esto, la conducta de la enfermera puede ser culposa, cuando en ella


concurren a su vez alguno o algunos de los siguientes factores: la impericia, la
negligencia, la imprudencia o la violación de reglamentos. Estos delitos están
establecidos en el Código Penal, y se expresa en los siguientes artículos:

Artículo 60: “La ignorancia de la ley no excusa ningún delito ni falta”.

Artículo 61: “Nadie puede ser castigado como reo de delito no habiendo tenido la
intención de realizar el hecho que lo constituye, excepto cuando la ley se lo atribuye
como consecuencia de su acción u omisión. El que incurra en faltas, responde de su
propia acción u omisión, aunque no se demuestre que haya querido cometer una
infracción de la ley. La acción u omisión penada por la ley se presumirá voluntaria, a no
ser que conste lo contrario”.

Artículo 409: El que por haber obrado con imprudencia o negligencia, o bien con
impericia en su profesión, arte o industria, o por inobservancia de los reglamentos,
órdenes e instrucciones, haya ocasionado la muerte de alguna persona, será castigado
con prisión de seis meses a cinco años.

En la aplicación de esta pena los tribunales de justicia apreciaran el grado de


culpabilidad del agente. Si del hecho resulta la muerte de varias personas o la muerte de
una sola y las heridas de una o más, con tal que las heridas acarreen las consecuencias
previstas en el artículo 414, la pena de prisión podrá aumentar hasta ocho años.
Finalmente, el Artículo 420 reza: “El que por haber obrado con imprudencia o
negligencia, o bien con impericia en su profesión, arte o industria, o por inobservancia
de los reglamentos, ordenes o disciplinas, ocasione a otro algún daño en el cuerpo o en
la salud, o alguna perturbación en las facultades intelectuales será castigado:

1. Con arresto de cinco a cuarenta y cinco días o multa de cincuenta unidades tributarias
(50 U.T.) a quinientas unidades tributarias (500 U.T.), en los casos especificados en los
artículos 413 y 416, no pudiendo procederse sino a instancia de parte.
2. Con prisión de uno a doce meses o multa de ciento cincuenta unidades tributarias
(150 U.T.) a un mil quinientas unidades tributarias (1.500 U.T.), en los casos de los
artículos 414 y 415.

3. Con arresto de uno a cinco días o con multa de veinticinco unidades tributarias (25
U.T.), en los casos del artículo 399, no debiendo procederse entonces sino a instancia de
parte.

En el capítulo VIII de la Ley de Ejercicio Profesional de la Enfermería, se refiere


a las Sanciones correspondiente a este campo laboral
Artículo 27. Sin perjuicio de la responsabilidad penal y civil en que se pudiera incurrir
en el ejercicio de la profesión de enfermería, las sanciones establecidas en esta Ley son:
1. De carácter disciplinario.
2. De carácter administrativo.
3. De carácter penal.
Artículo 28. Las sanciones disciplinarias son las siguientes:
1. Amonestación escrita.
2. Exclusión o privación de honores, derechos y privilegios de carácter gremial o
profesional.
Artículo 29. Las sanciones administrativas son las siguientes:
1. Multa de diez unidades tributarias (10 U.T.) a cincuenta unidades tributarias (50
U.T.).
2. Suspensión del ejercicio profesional de la enfermería hasta por dos años.
Artículo 30. Las sanciones disciplinarias y las administrativas se aplicarán sin perjuicio
de la responsabilidad civil o penal a que haya lugar, como consecuencia de la acción,
omisión, impericia, imprudencia o negligencia en el ejercicio profesional.
Artículo 31. Son competentes para la aplicación de las sanciones disciplinarias, los
Tribunales Disciplinarios de los Colegios de Profesionales de la Enfermería, y de la
Federación de Colegios de Profesionales de la Enfermería, de acuerdo con las
disposiciones previstas en esta Ley y en su Reglamento.
Artículo 32. Son competentes para la aplicación de las sanciones administrativas, el
Ministro con competencia en materia de salud, o el funcionario a quien éste autorice
expresamente mediante resolución especial.
Artículo 33. El Colegio de Profesionales de la Enfermería al tener conocimiento sobre
infracciones de las disposiciones contenidas en esta Ley, así como de las normas de
ética profesional, lo remitirá al Tribunal Disciplinario respectivo, el cual procederá a la
apertura de una investigación a los efectos de establecer la responsabilidad del caso.
Cuando el resultado de la investigación concluya con la existencia de indicios de
responsabilidad penal, el Tribunal Disciplinario deberá remitir el expediente
correspondiente a las autoridades competentes. En todo caso, el procedimiento a seguir
deberá quedar claramente establecido en el Reglamento de esta Ley, aprobado por la
Federación de Colegios de Profesionales de la Enfermería de Venezuela.
Artículo 34. A los reincidentes podrá imponérseles hasta el doble de la sanción prevista
en el artículo 29 de esta Ley.
Artículo 35. En los casos de presunto ejercicio ilegal de la enfermería, el Tribunal
Disciplinario del Colegio, en cuya jurisdicción se haya cometido el hecho, abrirá la
averiguación de oficio o a instancia de parte interesada, substanciará el expediente y
remitirá copia del mismo a la Federación de Colegios de Profesionales de la Enfermería
de Venezuela para que decida sobre el caso.
Artículo 36. Los o las profesionales de la enfermería que incurran en infracciones al
Código de Ética, al honor, a la verdad o a la disciplina profesional, serán sancionados de
conformidad con lo establecido en el Reglamento de esta Ley.
Artículo 37. Quienes ejerzan la profesión de enfermería sin cumplir los requisitos
establecidos en esta Ley, serán sancionados de acuerdo con lo establecido sobre la
materia, en el Código Penal y el Reglamento de esta Ley que dicte el Ejecutivo
Nacional, oída la opinión de la Federación de Colegios de Profesionales de la
Enfermería de Venezuela.
Cuando el resultado de la investigación concluya con la existencia de indicios de
responsabilidad penal, el Tribunal Disciplinario deberá remitir el expediente
correspondiente a las autoridades competentes.
Artículo 38. Los o las profesionales de la enfermería que se nieguen a cancelar la multa
prevista en el artículo 29 de esta Ley, serán pasados al Tribunal Disciplinario
respectivo, para que éste en un término perentorio determine la sanción disciplinaria a
aplicar.
Artículo 39. Quien sin ser profesional de la enfermería se anuncie como tal, se atribuya
ese carácter o quien ejerza la enfermería sin llenar los requisitos legales, será
sancionado de conformidad con lo establecido en la jurisdicción ordinaria penal.
Para concluir este aspecto, se puede expresar, que la enfermera tiene
responsabilidad legal por las acciones, decisiones y criterios que se aplican en la
atención de Enfermería directa o de apoyo, considerando que enfermería es una
profesión independiente, que contribuye con otros profesionales a fines de proporcionar
los cuidados de salud necesarios

Leyes Vigentes.

Ahora bien, con respecto a las Leyes vigentes, contra la Mala Praxis, existe en
Venezuela un anteproyecto de la Ley contra la Mala Praxis en Salud, en el cual se
expresa La responsabilidad de la mala praxis de salud, puede generar:

a) Responsabilidad patrimonial de la Administración Pública o Privada por


funcionamiento anormal, como norma en la prestación de los servicios de salud;
b) Responsabilidad individual penal y/o civil de los profesionales de la Medicina
cuando se compruebe que obraron de manera culposa, causando, según el caso,
lesiones culposas u homicidio culposo y,
c) Responsabilidad gremial del profesional de la medicina, prevista en la Ley de
Ejercicio de la medicina”.

Por otra parte, refleja en su Artículo 1.- Objeto: “La presente Ley tiene como
objeto garantizar y promover el Derecho a la Salud, el Derecho a la Vida, al Desarrollo
Humano y a la calidad de vida contemplados como Derechos Sociales fundamentales
consagrados en la constitución de la República Bolivariana de Venezuela mediante el
establecimiento de normas que rijan la conducta que deben asumir todos los
profesionales de la salud desde Instituciones Médicas y médicos hasta enfermeras y
auxiliares, que confluyan en la atención del paciente, a los fines de salvaguardar la
integridad física y mental del mismo, así como garantizar la observancia de los
procedimientos por profesionales de la salud, con fundamento en sus principios
médicos, así como la tipificación de los delitos que se derivan de la mala praxis en salud
y las sanciones que deberán aplicarse a quienes infrinjan estas disposiciones y cuyos
actos, hechos u omisiones causen daño al paciente humano”, y con respecto a quienes se
encuentran sujetos a esta Ley.

Expresa en su Artículo 2: “Están sujetos a esta Ley, todos los profesionales de la


salud desde médicos otros profesionales de la salud como odontólogos, bionalistas,
radiólogos hasta enfermeras y auxiliares, así como Instituciones Médicas que participen
o hayan participado en la atención del paciente en los términos que en esta Ley se
establecen”.

En conclusión y de acuerdo a lo expresado en dicho anteproyecto de Ley, es el


Ministerio Público la institución a la cual le ha sido conferida la atribución de ordenar y
dirigir la investigación penal de la perpetración de un hecho punible y ejercer en nombre
del Estado la acción penal en los casos en que para intentarla o perseguirla no fuere
necesaria instancia de parte, asimismo le corresponde garantizar en los procesos
judiciales el respeto a los derechos y garantías constitucionales, garantizar la celeridad y
buena marcha de la administración de justicia, el juicio previo y el debido proceso.

Es evidente entonces, que el Ministerio Público es el órgano competente para


conocer de las denuncias presentadas por mala praxis médica u otra circunstancia que
produzca una lesión, la muerte a un paciente, o el menoscabado sus derechos o intereses
en los procesos jurisdiccionales, a los fines de realizar las investigaciones pertinentes
para determinar las responsabilidades a que hubiere lugar.

De igual manera, la Defensoría del Pueblo puede dirigirse ante el Ministerio


Público con el objeto de solicitar información en el ejercicio del deber de investigación
asignado por la propia Constitución, para velar por los derechos del ciudadano que los
haya visto menoscabado.

También podría gustarte