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La salvación “eclipsada” o el cazador cazado

en Josué 10, 12-14

Piedad (Kaethe Kollwitz en el Meister Drucke)

Alumno: D. Antonio Arribas Lastra


Profesor: Dr. Pablo. M. Edo Lorrio
Asignatura y curso: Cristo mediador y salvador - 2022
INTRODUCCIÓN

Comenzaré delimitando el ámbito del trabajo: No es el objetivo hacer justicia a un


texto bíblico que ha sido muy polémico, para los objetores de la inerrancia de la
Palabra de Dios, y que derivó en incomprensiones entre la ciencia y la fe, en el
quehacer teológico, por el caso Galileo1, hasta fechas muy recientes.
Siguiendo el esquema de trabajo, propuesto por el profesor, comenzará este periplo
deteniéndonos en varios términos y en el contexto histórico y literario de Josué y de
la perícopa seleccionada. Desde ahí ya podremos pasar al comentario cristológico y
la conexión con el momento que prefigura. De esta manera, pasaré de puntillas por
la interpretación teológica tradicional que se derivaba de una primera lectura: Dios
es todopoderoso y realizó el milagro; también de una segunda lectura que abunda en
que el Creador puede hacer que se detengan los astros del cielo, divinizados en la
antigüedad2. Obviaremos la opinión extendida en la hermenéutica que infiere una
mera prolongación del día, ya sea real o poéticamente3. Y desde una tercera lectura
con un sentido más profundo o espiritual, apoyado también en un estudio reciente
sobre este pasaje que atribuye el milagro a un eclipse solar anular –que elaboró un
equipo multidisciplinar que demuestra la viabilidad de esta interpretación–, ver la
tipología de la Piedad 4 como deíxis donde María ve palidecer a Cristo y el anillo que
la rodea es la prefiguración de la Resurrección.
La segunda parte del título del presente trabajo –el cazador cazado– pretende
concluirlo como broche con un acercamiento, desde el Magisterio de la Iglesia
reciente (homilía del 14/09/2018 del Papa Francisco “La Santa Cruz”), al misterio del
Calvario, donde se sumieron en tinieblas (¿un eclipse lunar parcial?) y la falsa
seguridad que estas le dieron a quien se cree vencedor –el demonio– pero ignora la
fuerza del Amor. Con Josué el pueblo venció y poseyó la tierra. Ahora será Cristo,
nuevo Josué, quien conduzca al pueblo a la victoria sobre la muerte: la Resurrección.

1
López Guix, Juan Gabriel. “Biblia y traducción (50): «El sol se detuvo en medio del cielo». Provee un
histórico de las interpretaciones del pasaje en cuestión y su relación con Galileo Galilei. doi:
https://cvc.cervantes.es/trujaman/anteriores/diciembre_13/20122013.htm
2
En el comentario de la Torres-Amat podemos leer: «una interesante imagen poética: El Sol y la Luna
no son los astros, sino las divinidades de los enemigos a quienes se les ordena callarse y quedarse
quietos hasta la victoria del Señor». Una explicación insuficiente, puesto que reducirlo a un simple
recurso poético es fijarse solo en su forma literaria. Tampoco es suficiente la que ofrecía el Obispo
Colenso a mediados del siglo XIX –y que se recogía en Macdonald, James Alexander (1863) Colenso
and Joshua. Princeton– que lo refiere a unas emanaciones luminosas que prolongasen el día sin parar
la marcha del sol, una explicación menos controvertida físicamente, y sin un recurso tan teológico, al
más complejo conjunto de milagros encadenados –que Dios podría hacer, por otra parte y que, desde
Nemesio de Emesa al archidiácono Pratt, ven algunos autores como única explicación–. Sirva este
extenso comentario para ahorrarnos en lo sucesivo discusión sobre esto mismo.
3
Es la interpretación tradicional de los Padres: Ambrosio, Agustín, Juan Crisóstomo y Orígenes.
4
Soy consciente de que no aparece en los Evangelios mención alguna, pero se podría replicar el
argumento de San Ignacio para la aparición del Resucitado a María: “la Escritura supone que tenemos
entendimiento” y sea una expresión artística que toma carta de naturaleza en el gótico y que, si goza
de una extensión tan profusa, ha de ser porque revela la verdad [Cfr. González, Montserrat (2017) De
la Piedad y sus iconografías. doi: http://www.pasionensalamanca.com/2017/04/piedad-iconografias.html].
La Piedad que protagoniza la portada de este trabajo no es tradicional. Su simbolismo lo enmarcan las
manos de la Virgen… ambas sostienen. La más visible podemos imaginar que acaba de tapar los ojos
de Cristo, como en gesto protector materno –sacando del campo visual lo temible– para después
ahogar el grito en que podría rasgarse la oración. La inferior sostiene la mano con la que Cristo a tantos
bendijo… es la que parece recibir un regalo o un misterio inerte sobre el que todo pivota.

2
1. Análisis terminológico

‫ֶֶשֶׁמשׁ‬ (shémesh)
de una raíz que no se usa que significa ser brillante; el sol; caída del sol, nacimiento
del sol, occidente, oriental, oriente, puesta del sol, sol, ventana.

‫ֶיֵרַ ח‬ (yaréakj)
luna, mes

Estos dos primeros conceptos se refieren a los sujetos del milagro del Sol, Son los
cuerpos celestes que en muchas culturas han sido divinizados5.

‫ֵֶחֶצי‬ (kjetsí)
medio o mitad:- media[noche], medio, mitad, dos, parte.

La montaña de Gabaón (al este) y el valle de Ayalón (al oeste) funcionan orográfica y
geográficamente como extremos. Por ello se nos abre semánticamente la posibilidad
de que sea en medio o mitad. Un medio o mitad de los cielos cuyo uso en otras
culturas puede referir a la morada de Dios6.

‫ֶעמד‬ (amád)
raíz primaria; estar, en varias relaciones (literalmente y figurativamente, intr. y
trans.):- afirmar, […] callar, cesar, colocar, comparecer, confiar, confirmar, conservar,
constituir, consultar, cumplir, dejar, descansar, desempeñar, designar, detener, […]
parar, parecer, permanecer, persistir, estar de pie, poner, […] reposar, resistir,
restaurar, restituir, señalar, servir, sobrevivir, sostener, subsistir, suceder, venir.

‫דֹּום‬ (dôm)
callar, silencio, quietud. Podría interpretarse como “dejar de brillar” en este caso.

‫בֹוא‬ (bo)
ir o venir (en una variedad amplia de aplicaciones):- acercar, acometer, acompañar,
acontecer, acudir, albergar, aplicar, atraer, avanzar, ayudar, cabalgar, caer, caída,
[…] encerrar, engolfar, entrada, entrar, enviar, frecuentar, frontera, […] introducir,
invadir, invasor, […] refugiar, resistir, retirar, […].

Estar detenido y avanzar son dos acciones contrarias. De alguna manera podríamos
ver ahí la lucha de las dos acciones que se implican en el detenerse la luna y avance
del Sol. Todo ello nos puede ayudar a entender la comprensión del posible eclipse
donde ambos permanecen juntos y pareciera que descansando el uno en la otra.

5
En las culturas circundantes: Egipto con Ra e Iah; Mesopotamia con Shamash y Sin.
6
Vainstub, D., Yizhaq, H., & Avner, U. (2020). The Miracle of the Sun and Moon in Joshua 10 as a Solar
Eclipse, Vetus Testamentum, 70(4-5), 722-751. doi: https://doi.org/10.1163/15685330-12341412.
Estudio publicado originalmente en hebreo a comienzos de 2017 en la revista Beit Mikra.

3
2. Contexto histórico
Los textos del Pentateuco, entre los que se sitúa algunas veces también el libro de
Josué (Hexateuco7) –por ser continuación de la entrada en la Tierra Prometida y su
conquista, o del paso de la promesa de la tierra a la posesión de la misma– son su
preludio o el punto de partida desde el que la historia continúa, ciertamente narrada
por una tradición que nos provee datos de carácter teológico, más que científico.8.
Escritos durante la deportación a Babilonia, un momento especialmente traumático
para el pueblo. Pertenece a la tradición deuteronomista, que se comenzó a escribir
hacia el 550 a. C. Toda exageración contenida se entiende como refuerzo de la propia
historia ante el peligro, real, de que el pueblo perdiese su identidad propia, motivados
por el derrotismo o un affaire con las costumbres y prácticas babilónicas en las nuevas
generaciones que parecen ya no querer volver.
Los hechos se recogieron en manuscritos en el s. II-I a. C, por ello forman parte de los
fragmentos más antiguos del libro de Josué, aunque lo narrado sucedió en torno al
1150 a. C (s. XII a. C.) 9. Basándonos en el nuevo estudio, que servirá de base para este
trabajo, la fecha sería previa: el atardecer del 30 de octubre de 1207 a. C.10

3. Contexto literario
El libro de Josué consta de tres partes: 1ª la conquista de Canaán (caps. 1-12), 2ª la
distribución de los territorios conquistados (caps. 13-21) y 3ª la unidad de Israel
fundada en la fe (caps. 22-24). Por lo cual nos encontramos llegando al final de la
primera parte. Es un texto narrativo en que el hagiógrafo busca rememorar estos
acontecimientos –donde se remarca la fidelidad a la promesa: Dios cumple y Él mismo
es facilitador de la victoria– como un modo de reafirmar la fe en el poder de Dios, que
podrá volver a repetir sus proezas y devolverles a la tierra de la que fueron sacados.
Precisamente el capítulo, al que pertenece el texto analizado, nos señala cómo el
pueblo avanza para tomar Jerusalén desde Guilgal (Josue 10, 9), la parte más
vulnerable –tras culminar un ascenso de 1000m. de desnivel, que iba a proveer
después unas condiciones de batalla mejores, al ser el desnivel favorable–, avanzando
hacia el sur.
Una campaña militar compleja, pero… como quiera que estas campañas están asisti-
das y dirigidas por el mismo Dios, hasta detener el sol resulta sencillo. En las tradiciones
sobre el éxodo de Egipto no se ahorran imágenes maravillosas, como la del mar que se
abre para dar paso a los israelitas y se cierra tragándose al faraón y su ejército.11
Dentro de los géneros literarios, parece que un paralelismo nos refiera al poético: Hay
otras explicaciones valiosas que entran dentro de la imaginación desde la que hablan
los poetas: tal vez no se ordenaba al sol que se detuviera, sino que detuviera su luz;
facilitando con esto su golpe imprevisto.12 Algo que se repite cuando Gedeón (Jue 7,

7
Cfr. Von Rad, Gerhard (2000). Teología del Antiguo Testamento vol. I,. Sígueme. p. 182.
8
Ravasi, Gianfranco (2014). La Biblia en un fragmento. 200 puertas al A. y al NT. Sal Terrae. p. 47.
9
Gil, Jesús y Domínguez, Joseángel (2021). El Pórtico de la Biblia. Saxum Int. Foundation p. 40
10
Ibid. 6.
11
Comentario de La Biblia de nuestro Pueblo a Jos 10, 1-43.
12
Cfr. Comentario de la Biblia Latinoamericana al pasaje concreto que analizamos que posiblemente
recoge lo contenido en Wallace, G. P. (1922). Joshua and the Miracle of the Sun. The Expository Times,
33(4), 187–189. https://doi.org/10.1177/001452462203300408 para hacer la afirmación de la oscuridad.

4
19-22) vence en la oscuridad de la noche que, al tener de aliado en el otro bando al
miedo, impidió a aquellos distinguir al atacante.
Por abrir el abanico, y ahondar desde una lectura canónica –que devuelva aquello
que se arrogaron los protestantes con su principio "Scriptura Scripturae Interpres"–,
queremos mencionar algunas referencias, que otros libros de la Sagrada Escritura
hacen, y consignaremos así cómo lo han entendido estos hagiógrafos posteriores:
- Is 60, 20: «No se pondrá jamás tu sol, ni tu luna menguará, pues Yahvé será para ti
luz eterna, y se habrán acabado los días de tu luto».
- Hab 3,11: «Sol y luna se paran dónde están, a la luz de tus raudas saetas, al fulgor
deslumbrante de tu lanza».
- Sir 46,4: «¿Acaso no se detuvo el sol ante su mano y un día se convirtió en dos?». 13
Las dos primeras, desde un marco profético, conectan con la esperanza mesiánica;
pero la tercera referencia es la que nos da más problemas –con el enfoque que se
pretende en el presente trabajo–, la sapiencial, que refleja una interpretación
moralizante que no queremos obviar en este estudio pero que, por honradez y
fidelidad a la Palabra de Dios, al menos la consignamos.

4. Comentario cristológico
El título del libro de Josué coincide con el actor principal. Orígenes de Alejandría
refiere que es prefiguración de Jesucristo, o dicho de otra manera: Josué nos provee
un modelo en el Antiguo Testamento del Mesías. No es baladí que el nombre Jesús
en griego es equivalente al nombre Josué en hebreo, el cual significa: Dios salva.
Así como Josué destruyó a los enemigos de Yahvé e introdujo a su pueblo en la tierra
prometida, de la misma manera Jesucristo, después de librarnos del yugo del pecado,
nos introduce en el reino de los cielos. Pero hay figuras cuyo sentido espiritual nos
puede resultar reconfortante y que se desprenden al relacionar este pasaje con el
momento cenit de la salvación: la Pasión y Resurrección desde la deixis de la Piedad.
Si nos detenemos en el texto propuesto en este estudio, podemos acercarnos desde
distintas vertientes y llegaremos a variadas conclusiones, ya expresadas en la
introducción. Aquí me gustaría desarrollar la figura del eclipse solar anular, que
físicamente se produce cuando se alinean en su movimiento la luna y el sol,
interponiéndose la luna entre la Tierra y el Sol –lo que hace que se proyecte su sombra
que, dependiendo de la proximidad de nuestro satélite, deja o no una refracción que
es incapaz de tapar–. Pero, ¿qué es lo que nos hace pensar que existe una relación
entre el milagro del sol y la representación de la Piedad, que nos lance a no aceptar
sin remilgos una lectura teológica propia de una epopeya o mito, con la que
podríamos afirmar, sin entrar en explicaciones empíricas, la verdad de fe?14 Pues la
realidad que trasciende cada pasaje en particular y que lo interconecta con el Verbo:
única Palabra pronunciada por el Padre –además de la imagen de S. Pablo en Rom 8,
22 que descubre el vínculo existente entre creación y la palabra que la informa–.
El eclipse en que nos fijamos, mirando la tabla15, se produjo en la tarde del 30 de oc-
tubre del 1207 a. C. Podríamos detenernos en que el momento de apogeo del eclipse
fue a las 16:28. Alguien podría pensar que sería esto estirar mucho la interpretación, y
utilizar de modo sincrónico los datos, como al tuntún, pero prefiero presentarlo como

13
El estudio de Ibid. 6 p. 741, propone que los dos días se refieran más bien a los dos tramos luminosos
que enmarcan un eclipse solar anular, que suele ser más frecuente antes de la puesta del sol.
14
Ibid. 11
15
Ibid 6, p. 743.

5
el juego infantil de añadir capas a una imagen fija, brindándole dimensiones. La
relación con el momento en que Cristo es bajado de la cruz, y se entiende es puesto en
los brazos de su madre16, es más visual –acercando parecidos lógicos– que basada en
la narración, quizás, pero le provee de un carácter interpretativo sugerente, al menos.
Si en torno a las 3 de la tarde fue la muerte en la cruz, siguió seguro un tiempo de
desconcierto, hasta que a los soldados se les conmina a que comprueben la muerte17
y ya la cercioran como un hecho18; puede ser que pasase ese tiempo y coincidiese este
particular eclipse no atribuido por ningún redactor final del Evangelio (sobre todo
podría ser en Mateo, que tanto enlaza con el A. T.) en sus anotaciones contextuales,
pero hacia el que se lanza nuestra mirada. El que si lo anticipa es el que presu-
miblemente sucedió: un eclipse lunar parcial que se prolongó de la hora sexta a nona.
Si se acepta el origen de las tinieblas, recurriendo a este fenómeno cósmico, –desde
la datación de la muerte de Cristo el 3 de abril del año 33 d. C.19– la oscuridad que
narran los sinópticos, y Juan no menciona, tiene sentido. Quizá la tipología de este
eclipse lunar nos ayude a ver ambos eclipses en una posible sintonía y sucesión: el
lunar simbolizando a María al pie de la cruz, rota de dolor –eclipsada, que no
desesperanzada–, y Cristo muerto en sus brazos después, que nos prefiguraría el solar
anular del milagro. Una circunstancia peculiar es que, siendo algo tan notorio, no sea
referido por Juan, pero puede ser que lo que narra, como ocurre con el lavatorio, sea
un acercamiento a este misterio de oscuridad desde otra vertiente, la de la fe de María.
Si en Josué las tinieblas fueron la circunstancia necesaria para vencer; aquí se da del
mismo modo. Son las tinieblas el caldo de cultivo de la seguridad del demonio, que
podríamos ver personificando –en quien determina la preposición ‫ ﬡﬨ‬en el texto de
Josué 10, 12 cuando dice que “Yahvé entregó al amorreo en manos de los israelitas”–
que muy sugerentemente el Papa Francisco, en una homilía, refiere así:
«Jesús, hecho pecado, venció al autor del pecado, venció a la serpiente. Satanás estaba feliz
el viernes santo, era feliz; tan feliz que no se dio cuenta de que era “la gran trampa de la
historia” en la que iba a caer. Vio a Jesús tan desecho y destrozado que, como el pez
hambriento que va al cebo enganchado al anzuelo, fue allí y se tragó a Jesús. Así lo dicen
los Padres de la Iglesia. Su victoria le cegó, se tragó ese “trapo”, ese Jesús destruido. Era feliz,
pero en aquel momento se tragó también la divinidad porque era el cebo unido al anzuelo.
En aquel momento Satanás fue destruido para siempre. Ya no tiene fuerza. La cruz, en aquel
momento, se convirtió en señal de victoria. Nuestra victoria es la cruz de Jesús, la derrota
del que había cargado sobre sí todos nuestros pecados, todas nuestras culpas; y la victoria
ante nuestro enemigo, la gran serpiente antigua, el gran Acusador. Por eso, la cruz es señal
de victoria para nosotros, en la cruz fuimos salvados, en aquel camino que Jesús quiso hacer
hasta lo más bajo, lo más bajo, pero con la fuerza de la divinidad».20
En el estudio base se analiza una expresión zəbūl21 que significaría la morada de Dios en los
cielos, que es donde se detiene el Sol para meterse en su “casa”, lo que no podría referirnos a
casa prefigurada mejor que los brazos de María. Ahí podría entenderse el periodo breve del
eclipse solar (5min14s que se pasarían como un suspiro) donde la Alianza definitiva se sella
con ese anillo que, al igual que otros signos atmosféricos revelaron sucesivas alianzas, nos
revela que, en la aparente oscuridad, la luz no ha sido vencida y por ello nos invita a releer
Jn 1, 5: “y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.”

16
Jn 19, 25 nos indica que al pie de la cruz estaba su Madre, y podemos entender que no se apartó de
ahí por si decía algo más (Cfr. Jn 19, 26-27).
17
Jn 19, 33-34.
18
Jn 19, 31: “para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado”.
19
El 3 de abril del año 33 d. C. se produjo un eclipse lunar parcial que duró 2h50m y que fue visible en
Jerusalén desde el mediodía. Para algunos la causa de la oscuridad que narran los sinópticos en: Mc
15, 33; Mt 27, 45; Lc 23, 44. En el apartado 5º del trabajo, que viene a continuación, he incorporado la
ficha que puede consultarse en la web de la NASA: https://eclipse.gsfc.nasa.gov/eclipse.html
20
Francisco. La Santa Cruz. doi: https://almudi.org/homilia-santa-marta/homilia/97403/la-santa-cruz
21
Ibid. 6, p. 731.

6
Desde ahí podemos unir, para finalizar, las dos partes del título: la salvación “eclipsada” es
manifestación de la fidelidad de Dios, frente al pecado del hombre, que encuentra en Cristo
la luz indeficiente, sin ocaso que en el anillo solar del eclipse nos recuerda que, así como la
piedra del sepulcro no fue capaz de ofuscar la vida, tampoco la nuestra. El demonio es
encerrado (representado en aquellos 5 reyes amorreos de Josué 10, 18), se le vigila y la táctica
para vencerle es aprovechar que se cree seguro vencedor para que cambien las tornas y sea
vencido (Josué 10, 19: “Y vosotros no os quedéis quietos: perseguid a vuestros enemigos”).
Por ello, aunque parezca lo contrario, el cazador vil, fue cazado, mordió lo único que no
toleraba: la salvación ofrecida por el Justo sufriente, oxímoron que nos reconcilia… ese es el
tesoro que la Virgen María, de la Piedad Kollwitz, recibe en su mano: la bendición que nunca
declina, la Resurrección. Y así la resurrección se nos presente como el eclipse de los sentidos,
donde, tomando la espiritualidad del seráfico, la razón deja de ver, y el amor ve.

5. Documentos

7
6. Bibliografía y doi

- Vainstub, D., Yizhaq, H., & Avner, U. (2020). The Miracle of the Sun and Moon
in Joshua 10 as a Solar Eclipse, Vetus Testamentum, 70(4-5), 722-751. doi:
https://doi.org/10.1163/15685330-12341412.
- Para los datos de los eclipses y las gráficas: https://eclipse.gsfc.nasa.gov/eclipse.html
- González, Montserrat (2017) De la Piedad y sus iconografías. doi:
http://www.pasionensalamanca.com/2017/04/piedad-iconografias.html
- Macdonald, James Alexander (1863) Colenso and Joshua. Princeton. doi:
https://archive.org/details/colensojoshuaorm00macd/page/n5/mode/2up
- Wallace, G. P. (1922). Joshua and the Miracle of the Sun. The Expository Times,
33(4), 187–189. doi: https://doi.org/10.1177/001452462203300408
- López Guix, Juan Gabriel. “Biblia y traducción (50): «El sol se detuvo en medio
del cielo». doi: https://cvc.cervantes.es/trujaman/anteriores/diciembre_13/20122013.htm
- Homilía del Papa Francisco. La Santa Cruz. doi: https://almudi.org/homilia-
santa-marta/homilia/97403/la-santa-cruz
- VV. AA. (2018) La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia. Ciudad Nueva.
- Para el texto bíblico Nueva Biblia de Jerusalén (2001) y los comentarios de las
Biblias: Latinoamericana, de Nuestro Pueblo y de Torres-Amat.
- Von Rad, Gerhard (2000). Teología del Antiguo Testamento vol. I,. Sígueme.
- Ravasi, Gianfranco (2014). La Biblia en un fragmento. 200 puertas al Antiguo
y al Nuevo Testamento. Sal Terrae.
- Gil, Jesús y Domínguez, Joseángel (2021). El Pórtico de la Biblia. Saxum Int.
Foundation.

7. Índice

Portada ________________________________________________ PAG. 1


Introducción ____________________________________________ PAG. 2
1. Análisis terminológico __________________________________ PAG. 3
2. Contexto histórico ______________________________________ PAG. 4
3. Análisis literario _______________________________________ PAG. 4-5
4. Análisis cristológico ____________________________________ PAG. 5-7
5. Documentos __________________________________________ PAG. 7
6. Bibliografía y doi _______________________________________ PAG. 8
7. Índice ________________________________________________ PAG. 8

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