“Y, pues, fue con él” dice en el verso 24 “Con esta simple observación,
amadas danzarinas…Marcos nos da su testimonio de la disposición de Jesús
para cumplir con las necesidades humanas, con las necesidades nuestras y el
valor innumerable que el ser humano, que Ud., que yo, que nosotras todas,
tenemos para Jesús”
La multitud recibe a Jairo diciéndole “Tu hija está muerta; ¿para qué
molestas más al Maestro?” y aunque Marcos no describe cómo reacciona el
al escuchar esta noticia y ver a la gente lamentándose, nos podemos imaginar
la desolación, la aflicción que sintió al recibir tan dolorosa noticia y al ver que el
rito de los muertos en su casa ya había empezado. (aquí abro un paréntesis
para aclarar que Este rito de los muertos es un rito de luto que incluye gente
que lamenta, que gime y llora, se bate el pecho, se tira del pelo, y rasga sus
prendas. Tocan Flautas y canciones de lamentación. Y estas acciones avisan a
la comunidad de que ha habido una muerte).
Quiero decirles en esta mañana que no permitas que nada nos impida
acercarnos al Señor Jesús, “…y al que a mi viene, no le echo fuera” (Juan
6:37) dice el Señor, y él nos va a recibir con amor , Él está esperando por
nosotras , y podemos hacerlo con libertad creyendo porque ese es el deseo de
el para con Ud., conmigo, la palabra dice en el libro de Hebreos 4:16
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (aleluya, bendito sea el
Señor) y si estamos cerca que nada pueda alejarnos de él, ni los obstáculos,
tropiezos, malas noticias, que se nos levantan y se nos presentan en el camino
porque es para afirmar nuestra fe, porque el señor lo permite en nuestras vidas
no para derrota sino para Victoria.
AHORA ¿Que hay en nuestras vidas que está agonizando, que esta
moribundo, que está dormido o que ya murió? nuestro amor a Dios, nuestra
pasión por danzar, por servirle a Dios, las 3 horas continuas de oración que
debemos de tener delante dl Señor, nuestra hora diaria de oración por Jehová
Sabaoth?