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Por lo que para el Tribunal es imposible arribar a certeza jurídica positiva

suficiente y necesaria en relación a inferir que los acusados Isabel Cristina


Chacón García de Cordón, Fabian Daniel Marquisio Alfonso, Luswin Eli Arias
Lemus, José Eduardo Gravez, Cesar Alejandro Paz y Paz, Leonel Estuardo
Ramos Paz cometieron el ilícito penal de Cobro indebido en forma continuada
que se le imputa; por lo que en esa virtud no se puede tener por acreditada la
comisión de delito alguno en el presente caso por parte de Isabel Cristina
Chacón García de Cordón, Fabian Daniel Marquisio Alfonso, Luswin Eli Arias
Lemus, José Eduardo Gravez, Cesar Alejandro Paz y Paz, Leonel Estuardo
Ramos Paz. Lo anterior ante la evidente atipicidad relativa en relación al sujeto
(sujeto activo), no tener ninguno de los mencionados calidad de funcionario o
empleado público que requiere el tipo penal en referencia para su
encuadramiento, para fortalecer dicho razonamiento el Tribunal trae a colación lo
siguiente: “… la atipicidad es el fenómeno en virtud del cual un cierto quehacer
del hombre, aparentemente punible, no se adecua a ningún tipo legal y, por
ende, no es susceptible de sanción alguna en el ámbito del derecho penal.
(Reyes Echandía, Alfonso (1999). Tipicidad. Bototá, Editorial Temis. Pag. 263).
De esa cuenta el autor citado refiere sobre la Atipicidad relativa lo siguiente: “La
falta de adecuación típica, característica de esta especie de atipicidad, se refiere,
en últimas, a uno cualquiera de los elementos constitutivos del tipo legal, y como
tales elementos son: sujetos, la conducta y el objeto, … A) Los Sujetos…. a) El
sujeto activo. En este caso el profesor Jiménez de Asua habla de una “ausencia
de adecuación típica por falta de sujeto activo”; sin embargo, creemos que más
que de una ausencia de sujeto agente debe hablarse de falta de cualificación del
actor, porque en esta hiótesis de atipicidad no desaparece en realidad el sujeto
activo, sino que falta en él la calidad que el tipo exige. Necesario nos parece
puntualizar que este fenómeno soamente se presenta en los tipos de sujeto
activo cualificado (peculado, concusión, cohecho, prevaricato, etc.) ya que no
requiriéndose en los de sujeto agente común ninguna característica personal,
cualquiera puede ejecutar la conducta punible; de manera que si un particular
“no da cuenta a la autoridad” de la comisión de un delito del cual ha tenido
conocimiento y “cuya averiguación deba adelantarse de oficio”, estamos frente a
un hecho atípico porque el art, 153 C.P. que incrimina esta clase de omisiones
exige que el sujeto activo tenga la calidad de “funcionario o empleado público”;
como tampoco sería prevaricador el particular que, haciéndose pasar por juez
sin serlo, dictare un auto de llamamiento a juicio.” (Op. Cit. pag. 264, 265).
Por lo que en ese sentido ante la atipicidad relativa por el sujeto activo al no
tener la calidad los acusados relacionados de funcionarios o empleados
públicos, dicha atipicidad no permite desarrollar la totalidad de los elementos del
delito para la existencia del mismo en el caso concreto.

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