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Capítulo 4

Mestizaje y matrimonio de la población


africana y afromestiza en el Curato de
Coronda 1750-1779. Una aproximación a su
estudio a partir de los registros parroquiales

Eliana F. Monti

Introducción

Durante los últimos años los estudios sobre la historia de la esclavitud y


la emancipación en Santa Fe se han visto renovados y enriquecidos. Objeto
de este interés, que centra la atención sobre la vida y las experiencias de la
población libre y esclavizada, africana y afromestiza y les devuelve su cen-
tralidad como agentes sociales activos, son los trabajos de Baravalle (2001;
2018) y Cáceres (2019a, 2019b) para el siglo XVIII y de Candioti (2016b,
2018), Candioti et al. (2019) y Viola (2019) sobre la primera mitad del siglo
XIX. Tendientes a contribuir a la historia de los esclavizados y de la presen-
cia africana en Santa Fe, ellos comprenden temáticas sobre la vida cotidiana
y las estrategias de supervivencia y reproducción, sobre las manumisiones y
las diferentes formas de acceso a la libertad, sobre el mercado esclavista y la
circulación de esclavos así como sobre los vínculos tejidos entre estos, sobre la
militarización y participación en las luchas de la independencia.

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Este trabajo es el resultado del intento de aportar a la construcción del


conocimiento sobre la esclavitud y la emancipación en la Santa Fe colonial del
siglo XVIII. El objetivo es comenzar a indagar sobre los rasgos de uno de los
procesos demográficos más significativos del período virreinal: el mestizaje.
Para ello se estudiarán las prácticas matrimoniales y configuraciones familiares
de la población africana y afromestiza, tanto libre como esclavizada, del Cura-
to de Coronda entre 1750 y 1779.
La metodología empleada fue cuantitativa y cualitativa. Primero se hizo un
relevamiento de los archivos de la Parroquia de San Jerónimo, disponibles en
FamilySearch.1 Luego, se realizó la transcripción y análisis de actas de matri-
monios y bautismos y, complementariamente, de informaciones matrimoniales.
La periodización se recorta desde el momento de erección del Curato rural de
Coronda (1750), y con ello el inicio del archivo parroquial, y se extiende hasta
1779 cuando fallece el primer Cura Párroco responsable de llevar los libros.
El capítulo inicia con una descripción, por un lado, del origen del poblado
de Coronda, vinculado al traslado de Santa Fe y la ocupación de tierras en el
sur cercano, hasta su definición como curato rural. Por otro lado, da cuenta
de la continuidad en la ocupación del espacio por sus pobladores, así como
de la temprana presencia africana en la región. El segundo apartado reseña la
designación de Manuel Rodríguez como cura rector de la Parroquia de San
Jerónimo y da cuenta de las características de los libros que llevó adelante.
Ellos son a la vez la fuente que posibilita el estudio de la población africana y
afromestiza como registros con una serie de limitaciones que serán señaladas.
El tercer apartado refiere a las características y posibilidades de contraer ma-
trimonio y las particularidades que adquiere el mestizaje en el Curato rural de
Coronda. Finalmente el trabajo se centra en un análisis y detalle pormenori-
zado de las prácticas matrimoniales y las configuraciones familiares de la po-
blación africana y afromestiza, esclavizada y libre. Se describen las relaciones
interétnicas, las familias de composición mixta, los matrimonios desiguales y
la integración social de los extranjeros.

El espacio corondino y sus vecinos, 1660-1749

En el área de frontera del Virreinato del Perú, a diez leguas al sur del nuevo
emplazamiento de la ciudad Santa Fe de la Vera Cruz, en la vía que la unía

1 www.familysearch.org.
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con Buenos Aires, se originó el poblado de Coronda.2 Desde el año 1660 –por
motivo del traslado de Santa Fe– las tierras del gran sur santafecino,3 desde el
Paso de Santo Tomé hasta el Arroyo del Medio –límite con Buenos Aires–,
fueron objeto de petición por parte de los vecinos españoles para la cría de sus
ganados o para instalar allí establecimientos productivos (Barriera y Moriconi,
2015). Como producto de una reasignación de tierras, el 2 de enero de 1660
el Sargento Antonio Vera y Mujica concretó –a favor de Melchor Martínez,
heredero de Antón Martín– la permuta de tierras que tenía en Rincón por una
legua “arroyo abajo de Coronda” (Marioni Berra: 1998). El acto de toma de
posesión efectiva de las tierras se produjo el 28 de marzo de 1664 y fue ejecu-
tado por el Alcalde de Hermandad, Juan Fernández de Calzada, comisionado
por el Cabildo de Santa Fe quien estuvo a cargo de poner a Melchor Martínez
en “quieta posesión” de una legua de tierra.4 Según recoge Cervera –citado por
Barriera y Moriconi (2015)– Martínez se hallaba poblando el lugar desde ha-
cía dos años con alguna hacienda y su posesión se extendía del segundo arroyo
Coronda al sur, quedando este arroyo al norte de su casa.
Durante la primera mitad del Siglo XVIII, por motivo de la guerra con el
“enemigo indio”, el pequeño poblado de Coronda funcionó alternativamente
como una válvula de escape para quienes abandonaban el norte santafesino
–Rincón, Saladillos– y como una retaguardia para impedir la llegada de los
pueblos nativos a la ciudad de Santa Fe. La resistencia de los pueblos nativos al
enfrentar la conquista española así como el robo de ganado por parte de veci-
nos de la jurisdicción de Córdoba contribuyeron a su virtual despoblamiento
y a la diáspora de sus vecinos a los de pagos de la otra Banda y a Los Arroyos,
sitios en crecimiento que habían sido erigidos como Curatos con Parroquia
en 1730.5
Tanto Cervera (1979) como Marioni Berra (1978-1998), describen al pri-
mer cuarto del siglo XVIII como una constante puja entre los intentos de nu-
cleamiento de los vecinos y los procesos de despoblación del pago producidos

2 Desde su origen en 1660 y hasta 1776, Coronda perteneció a la Tenencia de Gobernación


de Santa Fe, dependiente de la Gobernación del Río de la Plata con capital en Buenos Ai-
res y a la jurisdicción eclesiástica del Obispado de Buenos Aires.
3 Para un análisis del poblado y la población de Coronda, es preciso reconocer que este
espacio perteneció políticamente a la jurisdicción del Pago de los Arroyos, lo que aquí
denominamos el gran sur santafecino, desde su origen y hasta 1784 cuando fue desagregada
como entidad separada con su propio Alcalde de Hermandad
4 El 28 de Marzo es considerado como el día de la fundación de Coronda, contando la ciu-
dad con más de 350 años de historia. Melchor Martínez es considerado el primer vecino.
5 Para un análisis detallado y descriptivo del equipamiento político del territorio de Coronda,
desde su origen en 1660 hasta su erección como Curato, ver Barriera y Moriconi (2015).

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en 1725. En contraposición, Barriera y Moriconi (2015) sostienen que tal


despoblamiento nunca fue total y que los vecinos se comprometieron activa-
mente en la defensa armada del espacio porque efectivamente lo ocupaban.
Una serie de fuentes y datos permiten corroborar ello y conocer de for-
ma aproximada la cantidad de vecinos que habitaban el pago y la temprana
presencia de población africana y afromestiza en este espacio del gran sur san-
tafesino. En 1728 se realizó una expedición de castigo a los indios del Valle.
En esa ocasión la compañía de milicias de Coronda participó de la entrada
aportando 45 hombres. La nómina de milicias de la Compañía de Coronda
(1728) fue recuperada por Cervera (1979: 480-481) y puesta en relación por
Barriera (2014) con el padrón de propietarios de estancias y ganaderos con-
feccionado en 1738.6 En este último se contabilizaron, a partir de la memoria
de dos Alcaldes de Hermandad, los bienes que poseían los propietarios de las
121 estancias establecidas en el Pago de Coronda y Los Arroyos. A partir de
este cruce de fuentes se observa que de la nómina de los 45 integrantes de la
compañía de Coronda, diez años después, 17 hombres también fueron em-
padronados como propietarios de estancias. Además, fueron registrados como
propietarios: Dionisio, indio, con labranza con ganados mayores y menores;
y Pablo Vera y Agustín Caraballo, pardos libres. Pablo tenía estancia poblada
con casa, labranza, ganados mayores y menores. Agustín, contaba con pose-
sión de estancia con un corto número de ganado. También participó en la
expedición a los indios del Valle como integrante de la Compañía de Mulatos.
Poco tiempo después de la elaboración del padrón, en 1743, de acuerdo a
lo expresado en un informe del Teniente Gobernador Antonio Vera Mujica al
Gobernador del Río de la Plata “en la ciudad [Santa Fe] habitan 142 vecinos
jefes y empleados y 63 soldados, en el Pago de los Arroyos 248 vecinos españo-
les, en el Pago de Bajada [La otra Banda] 148”.7 No resulta sorprendente que
el Pago de los Arroyos doblara en población a Santa Fe y La Bajada, teniendo
en cuenta que el espacio corondino pertenecía jurisdiccionalmente al primero,
y podría haber aportado una suma considerable de vecinos en la estimación
de este informe. Afirmación que cobra más sentido aún si se considera que el
día 24 de julio de 1749 el mismo Vera Mujica hace presente que, mediante la

6 El padrón se encuentra transcripto en Barriera (2014). Su origen es el siguiente. En la


noche buena de 1734 un incendio devastó el Real Alcázar, el Rey Felipe V ordenó levantar
allí un palacio y para sufragar los costos redactó una Real Cédula donde exigía la contri-
bución de todo el cuerpo de la Monarquía. Como consecuencia, el Cabildo santafesino
ordenó en 1738 al Alcalde de Hermandad del Pago de Coronda y Los Arroyos, y a su
predecesor, levantar un padrón de los pobladores del territorio bajo su jurisdicción.
7 Carta al Rey conservada en el Archivo General de Indias, trascripta en Álvarez (1910).
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“divina Providencia”, se ha logrado recuperar más de 24 leguas de terreno en


el partido de Coronda, en donde está “poblado un crecido número de vecinos”
con estancias y chacras, por lo cual se hace necesario solicitar al Obispado la
provisión de un Teniente Cura.8
Hacia 1749, comienza a registrarse un aumento numérico la población esta-
ble de vecinos españoles, indios, africanos y afromestizos9. Además, las fuentes
citadas en los trabajos de Suarez y Tornay (2003) señalan la llegada de nuevos
habitantes, sin identificación étnica precisa, provenientes de Santiago del Estero,
Corrientes, Córdoba y Tucumán. En algunos casos ellos se encontraban en trán-
sito hacia Buenos Aires, pero también se asentaban en la ciudad de Santa Fe y en
los pagos de la campaña (Suárez & Tornay: 2003). Con estas transformaciones,
el espacio de frontera de Coronda adquirió la categoría de Curato, lo que supuso
la erección de una capilla y el registro canónico de la población.

La Parroquia, el párroco y la particularidad de las fuentes

El 4 de agosto de 1749 el Cura de Naturales, Vicario y Juez Eclesiástico,


Antonio de Oroño, hace saber mediante un exhorto que el Deán y Cabildo en
Sede Vacante, por despacho del 26 de Junio último, declara que la feligresía
del partido de Coronda no pertenece al Curato de Santa Fe ni al de Los Arro-
yos, estableciendo uno “nuevo y separado”.10 De inmediato el ministerio de
la parroquia fue otorgado de forma interina y luego efectiva al Maestro Don
Manuel Rodríguez, presbítero, natural de Santa Fe, que por entonces oficia-
ba como interino en el Curato de Españoles de la ciudad. Además, se había
desempeñado como Cura en la otra Banda del Paraná, como Capellán de la
Compañía que en defensa de la patria comandaba el Gral. Francisco Javier
de Echague y Andía, en seguimiento de los Abipones y Mocovíes que hosti-
lizaban Santa Fe (Marioni Berra: 1978). Manuel Rodríguez era un párroco
con experiencia, conocía el oficio tanto en los Curatos de ciudad como en los
rurales y era reconocido por su servicio en la frontera contra el enemigo indio.
La Parroquia era la porción de territorio que se encontraba bajo la jurisdic-
ción del Cura Párroco, en la cual administraba los sacramentos de su feligresía,
los casamientos, bautismos y defunciones. La conservación del registro de es-
tos actos sacramentales resulta fundamental, ya que a partir de estos es posible

8 Archivo General de la Provincia de Santa Fe, Actas Capitulares. Tomo XII A, XII f 76v a f 77v.
9 Los informes de Félix de Azara, recuperado por Suárez y Tornay (2003) indican que para
fines del siglo XVIII Coronda contaba con una población de 2000 habitantes.
10 Archivo General de la Provincia de Santa Fe, Actas Capitulares Folios XII f 78 y f 78v
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estudiar las prácticas de conformación de familias y con ellas del mestizaje


de la población africana y afromestiza. Pero al utilizar esa fuente es preciso
identificar sus limitaciones. Novillo (2008) señala que una de estas es el gran
sub-registro de la calidad o marcación étnica de los individuos, lo que deriva
en una sub-estimación de la población afromestiza. Este hecho se ve agravado
en los medios rurales, donde movilidad geográfica y jerarquías sociales más
laxas contribuyen a la vaguedad de la marcación étnica.
Un interesante ejemplo de ello lo encontramos en la historia de Manuel
Valdivia. Manuel Valdivia, era un pardo libre, hijo legítimo de Calixto Val-
divia, pardo libre, y Petrona Balderrama, parda libre, natural de Pica de la
provincia de S[ilegible]. El 4 de mayo de 1773 declara ser soltero para casarse
con María Luisa Leiva, india libre del partido de Coronda, y firma la petición
él mismo, que sabía escribir.11 Pero el 17 de mayo de 1773 cuando Manuel
Rodríguez celebra el casamiento, Manuel Valdivia (sin marcación racial) de la
jurisdicción de Lima con María Luisa india.12
Otra de las inconsistencias advertidas por Novillo (2008) respecto de los
registros parroquiales es, precisamente, el descuido de los curas encargados de
realizarlos o la dificultad de llevarlos con continuidad, sobre todo en los Cura-
tos rurales. Esto implica que hay un gran subregistro, representando los libros
sólo una fracción del número real de los casamientos o bautismos celebrados.
Los libros matrimoniales del Curato de Coronda padecen estos mismos des-
cuidos y son en gran medida fragmentarios e incompletos.
El archivo parroquial fue iniciado por Manuel Rodríguez, con el Libro I
de matrimonios, en septiembre de 1749, sólo un matrimonio fue celebrado
ese año.13 A partir de 1750 los registros se mantienen de forma regular hasta el
1 de julio de 1764. Allí se produce una interrupción en el orden cronológico,
luego las actas se retoman en 1787. Este corte en el año 1764 podría deberse a
la visita realizada, en el mes de octubre, por el Obispo de Buenos Aires Manuel
Antonio de la Torre. Durante la misma, el notario que acompañaba al Obispo,
deja constancia de la precariedad con que fueron registrados hasta entonces
los sacramentos, la escasa información que en ellos se detalla y el incumpli-

11 “Argentina, Santa Fe, registros parroquiales, 1634-1975”, las imágenes de FamilySearch.


(https://FamilySearch.org: 15 Mayo 2020). Parroquias católicas, Argentina, Santa Fe, Co-
ronda, San Jerónimo, Información matrimonial 1752-1806, imagen 13 de 171.
12 “Argentina, Santa Fe, registros parroquiales, 1634-1975”, las imágenes de FamilySearch.
(https://FamilySearch.org: 15 Mayo 2020). Parroquias católicas, Argentina, Santa Fe, Co-
ronda, San Jerónimo, Matrimonios 1764-1828, imagen 37 de 300.
13 La enumeración de los Libros Matrimoniales es propia y fue determinada por la fecha en
que inicia el primer registro. Son enunciados como Libros I, II y III.
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miento de las fórmulas cristianas: “no teniendo la foliación debida para la


autoridad que piden los libros parroquiales, además de otros defectos que por
lo diminutas de sus partidas se han notado”.14 A raíz de ello, y temiendo que
lo precario de las partidas podía deberse a la escasez de papel, el Obispo de la
Torre obsequió a la Parroquia San Jerónimo un nuevo Libro de Matrimonios
y otros de Bautismos y Defunciones. En ellos hizo copiar las normas a las que
debía ajustarse desde entonces Manuel Rodríguez y los sacerdotes venideros.15
En el nuevo Libro de Matrimonios los registros comenzaron en enero de
1765 y se extendieron hasta abril de 1779, donde se produce un nuevo corte,
para recomenzar en 1782. No sólo no se conservan registros de los posibles
matrimonios celebrados en la segunda mitad del año 1764, sino que tampoco
hay registro de las actas matrimoniales correspondientes a los años 1772, 1774
y 1775. ¿Cuál podría ser la razón de este descuido? Como fue mencionado,
el Maestro Manuel Rodríguez fue el cura rector de la Parroquia San Jerónimo
desde el momento de la creación en 1749 y hasta 1779. Durante 20 años
atendió de forma regular los sacramentos y los registros de la Parroquia, pero
en este punto no es posible conocer si por causa de vejez, enfermedad, falta de
recursos o voluntad en 1770 Manuel Rodríguez dejó de completar los libros
de la parroquia y 9 años después falleció en Coronda el 5 de marzo de 1779.16
En el acta de defunción no hay ningún detalle sobre las causas de la muerte, las
exequias fueron celebradas por el Cura Francisco Antonio de Vera y Mujica.
Francisco Antonio de Vera y Mujica, quién se desempeñaba como clérigo
presbítero de la ciudad de Santa Fe, Juez de Diezmos y Teniente de Cura de
Naturales, fue comisionado por el Obispo de Buenos Aires, Don Fray Sebas-
tián Malvar y Pinto, para ordenar y completar los registros de la Parroquia
San Jerónimo, que fueron desatendidos durante el período 1770-1779. De
eta forma, los Libros de Matrimonios, Bautismos y Defunciones fueron com-
pletados por Vera y Mujica en Santa Fe, con casi 10 años de retraso y a partir

14 “Argentina, Santa Fe, registros parroquiales, 1634-1975”, las imágenes de FamilySearch.


(https://FamilySearch.org: 15 Mayo 2020). Parroquias católicas, Argentina, Santa Fe, Co-
ronda, San Jerónimo, Matrimonios 1749-1792, imagen 11 de 21.
15 “Argentina, Santa Fe, registros parroquiales, 1634-1975”, las imágenes de FamilySearch.
(https://FamilySearch.org: 15 Mayo 2020). Parroquias católicas, Argentina, Santa Fe, Co-
ronda, San Jerónimo, Matrimonios 1764-1828, imagen 4-5 de 300. Entre ellas el libre
consentimiento y voluntad de los cónyuges, y la justificación de libertad especialmente de
los extranjeros y de los indios vagos no establecidos definitivamente en el pago, a quienes
se debe tomar un prolijo interrogatorio, entre otras.
16 “Argentina, Santa Fe, registros parroquiales, 1634-1975”, las imágenes de FamilySearch.
(https://FamilySearch.org: 15 Mayo 2020). Parroquias católicas, Argentina, Santa Fe, Co-
ronda, San Jerónimo, Defunciones 1764-1828 imagen 72 de 360.
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de las anotaciones no oficiales de Manuel Rodríguez. Por ello, para los años
ausentes, Vera y Mujica señala que “se dejan hojas en blanco, para anexar las
partidas que se hallen entre papeladas en apunte suelto y que se encuentran
en gobierno del cura interino”.17 Era posible que no todos los manuscritos
de Manuel Rodríguez fueran entregados a Vera y Mujica quien, además, no
conocía al detalle la feligresía del Curato que estaba registrando y no hacía
sino cumplir una orden de registro. Como señala Judith Farberman no sólo es
importantes considerar quien escribe, sino a partir de qué saberes y con qué
fines lo hace (Farberman, 2016).

Mestizaje y matrimonios en el Curato de Coronda

Al introducirse en el estudio de las prácticas matrimoniales de la población


africana y afromestiza, es preciso reconocer las condiciones de posibilidad de
estas uniones. Como señala Guzmán (1997), en la sociedad colonial éstas
estaban condicionadas por la calidad de las personas, esto es, el aspecto racial,
estatus social, edad, sexo, especialmente para los esclavizados, quienes se en-
contraban sujetos a una vida familiar muy frágil.
Otro condicionante de los vínculos matrimoniales era la normativa virrei-
nal. En la Real Cédula del 26 de octubre de 1541 se establecía que los negros
debían casarse con personas de igual condición. La Corona se oponía a las
uniones entre indios y negros porque consideraban que al mezclarse la “sangre
limpia” de los indios con la estigmatizada de los negros la prole solía resultar
resentida; y, desde un punto de vista económico, porque al dejar de ser indios,
no tributaban (Novillo, 2008).
Pero, si bien la Corona se oponía a la unión de negros con indios, no tomó
una actitud concluyente debido a que la Iglesia estaba a favor de la libertad de
matrimonio, incluido el de los esclavos, y no establecía nada en contra de las
uniones interétnicas, que además apoyaba para desalentar el pecado del concu-
binato afro-indio. Desde fines del siglo XVI y hasta 1776, la Iglesia aplicó la ley
canónica y lo esencial de ésta era que el matrimonio podía tener lugar solamente
entre dos personas que libremente consintieran en compartir el sacramento y
que podían hacerlo aún sin el consentimiento de los padres (Socolow, 1990).
Es así que el matrimonio será entendido como un vínculo entre individuos
que por propia voluntad deciden unirse para conformar una familia legítima,

17 Argentina, Santa Fe, registros parroquiales, 1634-1975”, las imágenes de FamilySearch.


(https://FamilySearch.org: 15 Mayo 2020). Parroquias católicas, Argentina, Santa Fe, Co-
ronda, San Jerónimo, Matrimonios 1764-1828, imagen 36 de 300
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pero también como un mecanismo o estrategia de inserción, ascenso o no en


la estructura jerárquica de la sociedad colonial. Generalmente, las uniones ma-
trimoniales comprendían relaciones endogámicas o intraétnicas desarrolladas
entre personas que poseían una riqueza material o prestigio similar entre sí, es
decir, es un intercambio entre familias socialmente semejantes (Olivero, cita-
do por Valenzuela (2015)). Pero existieron muchas excepciones a esta norma.
Sea por deseos personales o necesidad de resguardo y protección, amparadas
por la ley Canónica, las relaciones matrimoniales exogámicas o interétnicas,
no fueron infrecuentes. Estas implicaban tanto una pérdida o ganancia para
los grupos cohesionados y un intercambio desigual, en términos materiales o
simbólicos. Para conocer el desplegue de unas y otras en el espacio colondino
es importante analizar los registros parroquiales.
Los archivos de la Parroquia San Jerónimo del Curato de Coronda muestran
que los actos sacramentales de matrimonio, bautismo y defunciones fueron ins-
criptos allí en libros parroquiales únicos, es decir, que no hubo una separación
entre libros de Españoles y Naturales y Castas. Esta convergencia en un mismo
libro del registro y ordenamiento de la población, estuvo acompañada por un
relativo descuido o desdén por la asignación de etiquetas socio-étnicas. En más
del 70 % de los matrimonios registrados, Manuel Rodríguez, no asignó ninguna
marcación étnica para los contrayentes, y en muy pocos casos anotó el origen
geográfico y la filiación. Las actas de bautismo son igualmente opacas en este
sentido: la condición étnica los infantes bautizados no fue determinada y sólo
en algunos casos se registró la de su padre y/o madre. Con muy poca frecuencia
–y sólo en casos de hijos de progenitores españoles– se asentó la filiación de los
niños bautizados, por ello no es posible comprobar si los hijos de progenitores
marcados étnicamente eran fruto de uniones legítimas o si se trataba de hijos
naturales. Se releva sí, una significativa cantidad de niños/as hijos/as de “padres
no conocidos”, con y sin marcación étnica, como también descendientes de
“padre no conocido” con la identificación de la madre.
Por lo señalado hasta aquí, a los fines de esta investigación, los individuos
no-marcados serán tenidos por españoles, a sabiendas que esto supone una
sobrevaloración de esta población y una sub-valoración de la población india
y afromestiza. En el caso de la población marcada, se percibe que la población
indígena fue clasificada como Indio/a, India Abipona, Indio/a Criollo/a, así
como como Indio/a Libre o Libre al servicio de... Para la población africana
y afromestiza se observa una combinación de categorías étnicas y jurídicas:
pardo/a libre, pardo/a doméstico al servicio de, pardo/a esclavo/a, mulato/a,
negro/a, negro/a Angola esclavo/a, esclavo/a. En el caso de la clasificación de
criollo/a, utilizada en un reducido número de casos, se contabiliza a los fines
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de este estudio como “españoles” como categoría socio-étnica.


A partir de esas consideraciones, para el período 1750-1799 fueron releva-
dos 247 matrimonios. De estos, 191 corresponden a contrayentes considerados
españoles/criollos. En los restantes 56 al menos uno de los contrayentes fue
marcado de acuerdo a su calidad o condición jurídica. En este segundo grupo,
hay 37 matrimonios en los que al menos uno de los contrayentes era africano
o afromestizo. De estos últimos, en 22 uniones al menos uno de los cónyuges
era esclavizado, pero sólo en 1 caso ambos contrayentes lo eran. Fueron 15 los
hombres que se encontraban en condición de esclavitud y 7 mujeres.
Los 19 restantes matrimonios en los que la calidad de los contrayentes
fue señalada involucraban a indígenas. En 14 de estas celebraciones, ambos
contrayentes eran indios/as. Otras 4 uniones fueron entre indios y, presu-
miblemente, españolas. Mientras que un enlace se produjo entre un indio y
una mestiza (Ver Cuadro 1). La observación de las cifras de los matrimonios
asentados permite vislumbrar algunas regularidades. La población española o
desmarcada, en su mayoría, mantuvo un comportamiento matrimonial endo-
gámico. La población india habría combinado prácticas matrimoniales endo-
gámicas, con una cierta predisposición hacia la exogamia.
Si se presta atención a los padres y madres registrados en los bautismos
realizados entre 1764 y 1779 se comprueba una tendencia similar en relación
al predominio de españoles o progenitores desmarcados y en la mayor exoga-
mia de las personas marcadas. De los 476 bautismos registrados, 461 eran de
progenitores tenidos por españoles y 15 por indios (Ver Cuadro 3).
En las prácticas matrimoniales y de configuración familiar de la población
africana y afromestiza primaron las relaciones interétnicas. Estas dieron forma
a uno de los procesos demográficos más significativos del período colonial: el
mestizaje biológico y cultural. En términos de Florencia Guzmán (2010) la
elección sexual estuvo sometida culturalmente a las estrategias y posibilidades
sociales de cada individuo como mecanismo de ascenso social y blanquea-
miento. Es decir, el potencial biológico estuvo gobernado por las racionalida-
des culturales y por las opciones socialmente dadas a cada individuo.
Recapitulando, el Curato de Coronda tenía sus especificidades socio-de-
mográficas. Era un territorio rural y de frontera que se convirtió en un espacio
receptor de población migrante libre “sin identificación étnica precisa”.18 En

18 Esta población migrante, principalmente de Corrientes y Santiago, podría ser objeto de


la advertida subestimación étnica. Hay evidencia que señala que provenían de antiguas
reducciones. Valenzuela (2019) sostiene que un proceso demográfico que se dio en la cam-
paña correntina fue la desarticulación de los pueblos de indios fundados en el Siglo XVII.
Esclavitud, emancipación y ciudadanía en el Río de la Plata (1776-1860) | 97

el que, además, los indios y pardos libres –como los mencionados Dionisio,
Pablo Vera y Agustín Caraballo– tenían la posibilidad de acceder a una parcela
de tierra y dedicarse a tareas agropecuarias, de conformar una familia libre o
de participar en las milicias locales y, con ello, la oportunidad de ascender so-
cialmente. Coronda contaba con una población estable y creciente de vecinos
españoles, propietarios de chacras y estancias, que a su vez eran propietarios de
esclavos.19 Sumado a esto, las marcaciones étnicas, que si bien eran constituti-
vas de una sociedad de castas jerarquizada, no fueron asignadas con rigurosi-
dad. Es factible, entonces, proponer que estas características funcionan como
indicadores de una forma particular de mestizaje, posibilitado por relaciones
interétnicas más laxas que en las ciudades, en donde las uniones de la pobla-
ción africana y afromestiza, libre y esclavizada, junto con la población india,
permitieron el surgimiento de familias “mixtas” y/o libres, que a largo plazo
construyeron mecanismos de ascenso social (Valenzuela, 2015).20
Cuadro 1. Relaciones matrimoniales endogámicas

Año 1750- 1755- 1760- 1765- 1770- 1775- Total


Conyuges 1754 1759 1764 1769 1774 1779 215
Pardo-Parda/Mulata 1 1 1 1 4
Esclavo-Esclava 1 1
Español-Española 26 38 21 46 18 42 191
Indio-India 3 1 4 5 1 14
Indio-Mestiza/ Española 3 2 5

Elaboración propia. Fuentes: Archivos Parroquiales, Libros I y II de Matrimonios. 1750-1779.

Además Suárez y Tornay (2003) afirman que los pueblos de indios de Santiago fueron pro-
veedores constantes de esta población migrante, bajo la forma de migraciones familiares,
como bajo la forma de migrantes individuales que abandonaban la unidad doméstica para
insertarse en circuitos productivos de la campaña litoral.
19 Cáceres (2019b), en un minucioso trabajo de investigación, identificó la procedencia de es-
clavos llegados a Santa Fe en el período 1750-1810, 12 de ellos provenían de Coronda. Tam-
bién estableció el destino de esclavos que salieron de la ciudad de Santa Fe, 2 de ellos hacia
Coronda. En concordancia con esto, en las actas de bautismo del Curato de Coronda del
período 1764-1799 fueron registrados 2 bautismos de esclavos adultos “Negros Angola”.
20 Se entiende por familia “mixta” aquella conformada por un cónyuge libre y otro esclavizado.
98 | Magdalena Candioti y Orlando Gabriel Morales

Cuadro 2. Relaciones matrimoniales exogámicas de africanos y afromestizos

Año 1750- 1755- 1760- 1765- 1770- 1775- Total


Conyugues 1754 1759 1764 1769 1774 1779 32
Indio-Parda 1 1 2
Indio-Esclava 2 1 3
Pardo-Esclava 1 1 1 3
Pardo-No A.* 1 2 3
Pardo-India 1 1 2
Esclavo-Parda 1 1 2
Esclavo-India 1 1 5 1 2 10
Esclavo-Mestiza 1 1
Esclavo-No A. 1 1
No A.-Mulata 1 1
No A.-Esclava 1 1
Criollo -Mulata 1 1
Español-Parda 1 1
No A.-Mestiza 1 1

Elaboración propia. Fuentes: Archivos Parroquiales, Libros I y II de Matrimonios. 1750-1779.


(*)
No se le asignó categoría étnica (en adelante No A.).

Cuadro 3. Clasificación de los progenitores de los bautizados


de acuerdo a marcación étnica o social

Grupo étnico Progenitores N° de casos


Españoles 461
Indios 15
Pardos 11
Esclavos 6
Interétnico 22
Padres no conocidos 66
Madres conocidas 20
Padres conocidos 2
Esclavos 3
Total 605

Elaboración propia. Fuentes: Archivos Parroquiales, Libro de Bautismos. 1764-1779.


Esclavitud, emancipación y ciudadanía en el Río de la Plata (1776-1860) | 99

Cuadro 4. Clasificación interétnica de los progenitores de los bautizados

Padre Madre N° de Casos


Esclavo India 12
Esclavo Parda 1
Pardo Esclava 1
Pardo No A. 1
Indio Esclava 2
Indio Parda 2
Indio No A. 1
Español Mulata 1
Total 21

Elaboración propia. Fuentes: Archivos Parroquiales, Libro de Bautismos. 1764-1779.

Cuadro 5. Condición étnica de padres, madres, niños ilegítimos

Madres y Padres Grupo étnico


N° de Casos
de los bautizados progenitores y bautizados
Esclavo 3
Negro 1
No conocidos Mulato 1
Indio 3
Arrojado 1
Esclavas 8
Negras 1
Madre conocida Mulatas 3
Indias 5
Españolas 3
Esclavo 1
Padre conocido
Indio 1

Elaboración propia. Fuentes: Archivos Parroquiales, Libro de Bautismos. 1764-1779.


100 | Magdalena Candioti y Orlando Gabriel Morales

Matrimonios y configuraciones familiares de la población africana y


afromestiza

En virtud de lo expuesto hasta aquí, y a partir de la información que brin-


dan las fuentes analizadas, se intentará dar cuenta de cuáles fueron las prácti-
cas concretas de mestizaje y qué características asumieron las configuraciones
familiares de la población africana, afromestiza e india en el Curato de Co-
ronda. Se comenzará analizando los matrimonios que involucran a personas
esclavizadas y luego aquellos que implican a afromestizos/as libres.
Si bien los matrimonios legítimos entre esclavos fueron alentados por la
iglesia y bastaba la voluntad de los contrayentes para celebrarlos, éstos sólo po-
dían efectuarse con el permiso de los propietarios. De acuerdo a diferentes si-
tuaciones, un matrimonio esclavo podía resultar beneficioso o perjudicial para
el amo. Por un lado, podía entenderse al matrimonio como un mecanismo de
control social puesto que arraigaba al esclavo a la estancia y alentaba su buen
desempeño, como también aseguraba la reproducción de la mano de obra
esclava (Mayo, citado por Novillo (2008)). Por otro lado, en ocasiones:

los amos se resistían a que sus esclavos contrajeran matrimonio para evitar que
se distrajeran de sus obligaciones. A esto se sumaba el hecho de que la vida
familiar de los esclavos era siempre precaria, ya que la separación de los hijos o
de los cónyuges podía tener lugar en cualquier momento y era esperada como
parte de la vida. Otra dificultad se presentaba cuando los cónyuges pertenecían
a distintos amos, en esos casos se debían establecer permisos de “visita” y las
condiciones de pertenencia de sus hijos. Esta situación se agravaba en las áreas
rurales, cuándo los miembros de la pareja vivían en unidades productivas muy
distantes unas de las otras (Novillo, 2008, p. 88).

De acuerdo a los matrimonios documentados, tanto los hombres como las


mujeres esclavizadas tendieron a elegir una pareja libre y a conformar familias
legítimas “mixtas” e interétnicas. Con sólo una excepción para el período en
estudio, donde fue registrado un matrimonio en el que ambos contrayentes se
encontraban en condición de esclavitud y pertenecían al mismo amo.
Se trata de la unión entre Manuel negro proveniente del Río de Janeiro y
Josefa negra Angola, ambos del Sargento Mayor Bernardo Gasmendi.21 Si se

21 Argentina, Santa Fe, registros parroquiales, 1634-1975”, las imágenes de FamilySearch.


(https://FamilySearch.org: 15 Mayo 2020). Parroquias católicas, Argentina, Santa Fe, Co-
ronda, San Jerónimo, Matrimonios 1764-1828, imagen 16 de 300
Esclavitud, emancipación y ciudadanía en el Río de la Plata (1776-1860) | 101

observan las actas bautismales, entre 1764 y 1779 fueron inscriptos 6 niños
cuyos progenitores eran propiedad de un mismo amo y en ninguno de estos
casos es explícito su estado matrimonial. De éstos, 3 bautismos ocurrieron
antes de 1770, momento en el cual Manuel Rodríguez completaba con regu-
laridad el archivo parroquial, por lo que es posible suponer que los niños eran
hijos naturales, fruto de uniones consensuales. A raíz de lo planteado es dable
esperar que los amos se resistieran a consentir uniones entre esclavizados o que
estos aspiraran a contraer matrimonio con personas libres. Por último, en un
solo caso, ambos progenitores pertenecían al mismo continente, Juan, esclavo
Angola, y Josepha, esclava Angola, ambos de Manuel Gabiola.22
Este análisis contrasta con los resultados obtenidos por Cáceres (2019b) para
la ciudad de Santa Fe, quien relevó 502 matrimonios contraídos en el período
1750-1810 donde al menos 1 de los contrayentes era esclavizado. En ese caso
las uniones entre esclavizados fueron 80 y entre esclavizados del mismo amo
67, entre estos últimos el autor señala la preferencia de los africanos de casarse
con personas de su mismo continente. En ese mismo trabajo, Cáceres analiza
escrituras públicas de compra-venta, y señala que los propietarios no tenían
una preferencia por el sexo de sus esclavos y que existe una paridad entre los
mismos, con un leve predominio de mujeres. El autor atribuye esta simetría al
carácter doméstico de la esclavitud santafesina destinada a atender las casas y
trabajar las estancias de esos vecinos y a desempeñarse en pequeños talleres de
la ciudad (Cáceres, 2019b).
Volviendo a nuestro caso, en los matrimonios que involucraron a con-
trayentes esclavizados, 14 varones en esa condición eligieron a mujeres libres
para formar una familia legítima. Estas mujeres fueron marcadas étnicamente,
como indias (10), pardas libres (2) –una de ellas viuda casada en primeras
nupcias con un esclavo pardo–, una mestiza natural de Santiago del Estero, y
una mujer sin marcación étnica –presumiblemente india, también viuda de
un esclavo pardo–. Al prestar atención a los bautismos, encontramos en 12
oportunidades la unión de padres esclavizados y madres indias y en un sólo
caso un padre esclavo y madre parda libre.
Como se advierte, es posible que los hombres esclavizados procuraran contraer
matrimonio con mujeres libres como una estrategia para evitar la esclavitud de sus
hijos. Además al casarse con indias y mestizas, podrían conseguir que sus hijos se
“aclaren” e incorporen al mundo indígena, ascendiendo en la jerarquía social.

22 Argentina, Santa Fe, registros parroquiales, 1634-1975”, las imágenes de FamilySearch.


(https://FamilySearch.org: 15 Mayo 2020). Parroquias católicas, Argentina, Santa Fe, Co-
ronda, San Jerónimo, Bautismos 1764-1798, imagen 55 de 393
102 | Magdalena Candioti y Orlando Gabriel Morales

Un aspecto importante a señalar es que en dos oportunidades mujeres libres


se casaron en primeras y segundas nupcias con hombres esclavizados. Podría
pensarse que este comportamiento era una estrategia de las mujeres para man-
tenerse o insertarse en una unidad productiva, donde entrarían en juego tanto
lazos afectivos, como de protección y subsistencia. Así, por ejemplo, el matrimo-
nio de Julio Carvallo, esclavo, con María Barrera, mestiza de Santiago del Este-
ro, le permitiría a la mujer incorporarse a la sociedad corondina y a su circuito
productivo. Esta práctica de matrimonio de mujeres libres que se encontraban
al servicio del mismo amo que sus esposos esclavos se visualiza en el matrimonio
celebrado entre Antonio, negro Angola esclavos de Bernardo Gasmendi, y Ma-
ría Rosa Ximenez, india libre, sirviente de Don Bernardo Gasmendi.23
Si bien las fuentes se muestran fragmentarias e incompletas, las mujeres escla-
vizadas presentan un grado de nupcialidad inferior comparada con los hombres,
situación que se ve agravada si se tiene en cuenta que no había una preferencia
por el sexo de los esclavos. Sólo se asentaron 7 matrimonios de mujeres esclavi-
zadas con varones libres. Entre ellos fueron etiquetados étnicamente 3 indios,
3 pardos y 1 sin identificación, presumiblemente pardo o indio. Las actas de
bautismo confirman esta tendencia, en dos ocasiones fueron bautizados niños
de madre esclava y padre indio y en una de madre esclava y padre pardo libre.
Al indagar en los bautismos, 8 mujeres esclavas se presentaron a bautizar
a sus hijos de padres “no conocidos”. No es posible determinar si estos niños
fueron fruto de uniones consensuales o del amancebamiento forzado de amos
y esclavas. Es válido suponer, por un lado, que los amos eran más permisivos
al casamiento de esclavos varones. La formación de familias podía actuar co-
mo un “mecanismo de control” al estimular la permanencia en las estancias,
y disuadir las fugas. Por otro lado, las mujeres esclavas difícilmente podían
oponerse a la voluntad de los amos y, eventualmente, al tener hijos con ellos
podían esperar el “blanqueamiento” de los mismos y por tanto su mejor for-
tuna, o incluso la posibilidad de que fueran liberados.
En algunos casos, los matrimonios de esclavas con indios o pardos libres
pudieron haber estado fomentados por amos que especulaban con que los
hombres se queden con sus mujeres y así se aseguraban mano de obra y a la
vez la reproducción de la condición de esclavitud de los hijos. Como contra
para los intereses señoriales, al contar con un miembro libre la familia cautiva
podía contar con recursos para comprar la libertad de la esposa o los hijos.

23 Argentina, Santa Fe, registros parroquiales, 1634-1975”, las imágenes de FamilySearch.


(https://FamilySearch.org: 15 Mayo 2020). Parroquias católicas, Argentina, Santa Fe, Co-
ronda, San Jerónimo, Matrimonios 1764-1828, imagen 22 de 300
Esclavitud, emancipación y ciudadanía en el Río de la Plata (1776-1860) | 103

Otros 14 matrimonios que involucraron a afromestizos se realizaron entre


contrayentes libres. Sólo 4 de ellos pueden clasificarse como endogámicos en
tanto se produjeron entre pardos/as y mulatos/as libres. Con mayor frecuencia
en las familias legítimas libres también primaron las relaciones interétnicas, es-
tas uniones fueron ponderadas como: (2) entre indio y parda, (2) entre pardo/
mulatos e indias, (3) entre pardo y mujeres sin marcación étnica, y (3) entre
españoles/criollos y pardas.
Resulta significativo tener en cuenta la procedencia geográfica tanto de los
indios como de los afromestizos libres que contrajeron matrimonio con mu-
jeres pardas libres o esclavas. Más de la mitad son migrantes que provienen de
regiones como Tucumán (2),24 Córdoba (1),25 Corrientes (1),26 Paraguay (4).27
Santa Fe (1), 28 Río de janeiro (1) 29 Rio de Salavina (1). 30 Esto sugiere que los
recién llegados buscaban asentarse, incorporarse como mano de obra en las
estancias y vincularse con la comunidad a partir del matrimonio. Ilustrativo es
el matrimonio de Ignacio Ariyu, indio, natural de la ciudad de Corrientes, que
se casó con Antonia Frutos, parda libre sirviente de Don Juan Ignacio Frutos.
Este fenómeno de movilidad geográfica e incorporación al mercado laboral
también fue apreciado por Candioti y otros (2018) y Cáceres (2019a), quienes
sostienen que, además de ilustrar sobre la movilidad geográfica de estos conjuntos
poblacionales, Santa Fe era uno de los lugares de concentración de la mano de
obra indígena y afrodescendiente libre destinada a labores en las casas y estancias
de la élite. También Valenzuela (2015) sostiene que en la campaña correntina se
observa una entrada de pardos libres desde el Paraguay y de otras áreas fronterizas.

24 En 1755, Bartolomé Acosta, indio del Tucumán, se casa con María Rosa, esclava de Fran-
cisco Javier Basualdo; En 1779 Francisco Figueroa pardo libre de Tucumán se casa con
María Dominga Leiva negra esclava de Justo Leiva. https://FamilySearch.org.
25 Agustin Ibañez mulato y pardo libre, de Cordova del Tucumán, se casa con Thomasa Al-
zogaray mulata libre, hija de Francisco Alzogaray Esclavo de doña Maria Cabrera y Ana
India. https://FamilySearch.org
26 En 1767 Ignacio Ariyu indio, de la Ciudad de Corrientes, se casa con Antonia Frutos par-
da libre. https://FamilySearch.org
27 Antonio Barbosa, pardo libre del Paraguay se casa con Valentina Barrenechea, libre y viu-
da; En.1765 Diego de Aquino, mulato del Paraguay, se casa con Margarita, india. 1759,
Juan Pablo Peñayos, del Paraguay, se casa con Francisca Javiera Sánchez, mulata. https://
FamilySearch.org
28 En 1760 Atanasio, indio criado en esta jurisdicción de Santa Fe, se casa con Potenciana,
parda esclava. https://FamilySearch.org
29 En 1768 Domingo Pereira pardo libre Rio de Ganeiro se casa con María Rosa negra
angola esclava Juan Bautista Sánchez Negrete. https://FamilySearch.org
30 En 1761 Ramón Pérez, natural del río de Salavina, se casa con Dominga esclava de Ma-
nuel Torres. https://FamilySearch.org
104 | Magdalena Candioti y Orlando Gabriel Morales

Hasta aquí, se puede afirmar que los Africanos y afromestizos, en general,


mantuvieron un comportamiento abierto a la exogamia y que la elección ma-
trimonial se dirigió hacia la población libre sea india, mestiza, afromestiza o
española, en la búsqueda del blanqueamiento de la descendencia, la libertad
individual o familiar y la inserción en la comunidad y el mercado laboral.

Matrimonios desiguales

Un apartado especial merecen los matrimonios desiguales, aquellos estableci-


dos entre personas que, de acuerdo a los criterios de la sociedad, no pertenecen a
una misma condición social. Como sostiene Socolow (1990), durante las gene-
raciones previas a la Real Pragmática (1776) y Real Cédula (1778),31 las uniones
y los matrimonios interraciales fueron comunes, aunque no muy aceptados.
Astiz (2008) brinda un ejemplo, en sus términos, único hasta el momento,
para el Pago de los Arroyos. Es el casamiento celebrado el 1 de noviembre de
1774 entre Jorge Montiel, estanciero, dueño de esclavos, funcionario de la
Corona, y Rosalía Zárate, mulata, ex esclava de Jorge. Para la autora, una deci-
sión errada en el plano matrimonial, como la de don Jorge Montiel, degradaba
socialmente a la familia, y sirve para demostrar que en la época virreinal el
quebranto social era mucho más difícil de superar que el económico.
Aunque el matrimonio entre individuos españoles, criollos o mestizos y
personas africanas o afromestizas no era raro, dependía de la posición social
respectiva de los contrayentes y de la aceptación al cambio social por parte
de la comunidad. ¿Era la sociedad corondina permeable al cambio? Al ser un
espacio rural de frontera ¿Eran más aceptadas las relaciones desiguales? Desa-
fortunadamente las fuentes parroquiales no permiten ahondar demasiado en
la posición económico-social de los cónyuges. Pero sí es posible dar cuenta de
comportamientos matrimoniales desiguales, que no necesariamente significan
una pérdida de la estima social.
Socolow (1990) señala que existían cuatro tipos de desigualdades entre los
contrayentes: de raza, de origen social, de moralidad o de posición económica.
La desigualdad por raza quedaba expresada si alguno de los cónyuges o sus
antepasados eran de raza negra, no así indígena. En Coronda estos matri-

31 La Real Pragmática y Real Cédula intentaban “contener el desorden” social en la pobla-


ción. Desde 1778 en adelante, el permiso de los padres, que nunca había sido solicitado
por la ley canónica, se convirtió en un requisito indispensable para que los españoles pu-
dieran comprometerse en matrimonio.
Esclavitud, emancipación y ciudadanía en el Río de la Plata (1776-1860) | 105

monios eran posibles: Por ejemplo, el 19 de junio de 1762, fue celebrado el


matrimonio de Vicente Ramírez, criollo, con Rosa Páez, mulata.32 Y el 1 de
julio de 1764, Ignacio Vargas Machuca, viudo, español de la provincia del Pa-
raguay, contrajo matrimonio con Josepha Celedonia Bilches, parda/mulata.33
Por otra parte, la desigualdad social incluía la desigualdad de nacimiento o de
linaje, cuando uno de los prometidos era ilegítimo o hijo de padre ilegítimo.
En Coronda, tales fueron los casos, por ejemplo de Joseph Paiva, criado en el
pago del Rosario, hijo de Mariano Paiva y María Josefa Duarte, ambos de la
Provincia de Paraguay, quien se casó con Valeriana Ximenez, mestiza, hija de
Inés Ximenez de Coronda y padre no conocido.34

Conclusiones

Hacia mediados del siglo XVIII la sociedad corondina, un espacio rural y


de frontera, distaba de ser puramente española en su composición étnica o en
la forma de vida. Era más bien una sociedad heterogénea, compuesta por ve-
cinos españoles, criollos, mestizos, indios, negros, afromestizos, con diferentes
formas de relaciones entre sí.
Los archivos parroquiales locales funcionaron más como registro de la po-
blación local que como un medio para el control y el ordenamiento social a
partir de la ponderación étnica. De los registros parroquiales se desprende una
forma específica de mestizaje que complejizó el perfil étnico de la población y
alimentó la estructura social heterogénea.
Al indagar en las prácticas matrimoniales concretas es posible concluir que,
en general, los africanos y afromestizos, a partir de uniones legítimas o consen-
suales con individuos libres procuraron trasponer la barrera de color, posibi-
litar la descendencia familiar o individual libre, construir lazos de protección,
que permitieran la subsistencia y la consolidación de vínculos con la comuni-
dad. Pero por sobre todo buscaron asegurar una movilidad social ascendente
alejándose progresiva y generacionalmente de la esclavitud.

32 Argentina, Santa Fe, registros parroquiales, 1634-1975”, las imágenes de FamilySearch.


(https://FamilySearch.org: 15 Mayo 2020). Parroquias católicas, Argentina, Santa Fe, Co-
ronda, San Jerónimo, Matrimonios 1749-1792, imagen 10 de 21.
33 Argentina, Santa Fe, registros parroquiales, 1634-1975”, las imágenes de FamilySearch.
(https://FamilySearch.org: 15 Mayo 2020). Parroquias católicas, Argentina, Santa Fe, Co-
ronda, San Jerónimo, Matrimonios 1749-1792, imagen 11 de 21
34 Argentina, Santa Fe, registros parroquiales, 1634-1975”, las imágenes de FamilySearch.
(https://FamilySearch.org: 15 Mayo 2020). Parroquias católicas, Argentina, Santa Fe, Co-
ronda, San Jerónimo, Matrimonios 1764-1828, imagen 21 de 300
106 | Magdalena Candioti y Orlando Gabriel Morales

Por último, cobra sentido destacar que, como sostiene Farberman (2016)
para el caso de Los Llanos de la Rioja, por remota que fuera la localización en
el vasto imperio colonial hispano (y el Curato de Coronda no era excepción)
las prácticas matrimoniales interétnicas en los Curatos de frontera seguían una
lógica de mestizaje distinta que en los casos de curatos de las ciudades, y es
preciso estudiarlos en su conjunto.

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