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ANALISIS DEL CAPÍTULO 3 DEL LIBRO SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN

CURRICULUM Y SU DIMENSIÓN SOCIO HISTÓRICA

No se puede concebir el currículum desconectado del contexto en el que nace y se desarrolla,


y en gran medida, depende. Más que tratarse de un objeto técnico, se trata de un objeto social
e histórico.

El Currículum supone la concreción de los fines sociales y culturales de la educación del país, es
el reflejo del modelo educativo actual, y por ende, tiene que ver con la instrumentación
concreta que hace el Ministerio de Educación del sistema socio político del país. Desde esta
perspectiva, el aprendizaje de los alumnos se organiza en función de un proyecto cultural, que
se realiza bajo determinadas condiciones políticas, administrativas e institucionales que lo
modelan y crean a la vez, un currículum paralelo u oculto.

El currículum cambia en cada período o etapa del proceso histórico. No existe un conocimiento
escolar entendido como una esencia, como un contenido válido de una vez para siempre. En
cada momento histórico se enseñan determinadas cosas y no otras, se enfatizan ciertos
elementos del saber, ciertas disciplinas por ejemplo, o ciertos temas en el interior de ciertas
disciplinas. No puede decirse que existe un ajuste automático entre lo que sucede en la
sociedad y lo que se enseña en las escuelas. En especial en los sistemas educativos “maduros”
que han alcanzado una cierta expansión y complejidad, muchas veces se siguen transmitiendo
contenidos (actitudes, conocimientos, informaciones, modos de hacer las cosas, etc.) que ya
no tienen vigencia fuera del sistema educativo y que sirven y tienen un valor exclusivamente
escolar. Esto quiere decir, que determinados saberes, una vez que se han institucionalizado,
que han adquirido un lugar en el programa oficial de la escuela, tienden a permanecer más allá
de las condiciones sociales que justificaron su inclusión.

Algunos ejemplos históricos de cómo “lo que se enseña en las instituciones escolares” tiene un
sentido fuera de la escuela, es decir, en la sociedad como un todo, son:

Por ejemplo en el Medioevo, en una sociedad de guerreros, sacerdotes y campesinos, cada


grupo social debe asegurar la reproducción de una cultura, es decir, de un determinado saber
necesario para el desempeño de la función social que el grupo cumple en la sociedad. El
principal conocimiento que es preciso inculcar a las nuevas generaciones de guerreros tiene
que ver con el arte de la guerra. El ejercicio físico, el uso de las armas, la capacidad defensiva y
de ataque se constituye en el elemento central del “programa” de formación. El aprender a
cultivar la tierra y criar animales domésticos no requirió de un proceso educativo separado de
la producción, hasta épocas relativamente recientes del desarrollo de las sociedades
occidentales. Las primeras escuelas dotadas de recursos tales como maestros, espacio y
tiempo, específicamente orientados a las tareas de formación tuvieron que ver con la
formación religiosa y militar. Luego viene la formalización de ciertos oficios que suponen el uso
de conocimientos relativamente complejos y formalizados, que tienen que ver con la
producción de bienes y servicios estratégicos para la reproducción de la vida: producción de
armas y herramientas, oficios de la salud, etc. En una sociedad donde la religión es el principio
estructurador de toda su cultura, como la de la Europa medieval, la Iglesia Católica instituye el
convento como una institución pedagógica formal, es decir, como un lugar destinado a la
formación religiosa de los individuos.Allí se aprendía una misma doctrina. La creación del
convento indica una voluntad del cristianismo por “educar” explícitamente la personalidad del
sujeto, es decir, para formar en él una disposición general del espíritu y de la voluntad que le
haga ver las cosas en general bajo una perspectiva determinada.

En un contexto donde la necesidad de propagar la doctrina cristiana no se resuelve


únicamente con las cruzadas y conquistas militares sino que también requiere de la
argumentación, en especial contra otras creencias y heterodoxias (las herejías), es preciso
desarrollar el arte de la dialéctica, la discusión, el razonamiento lógico. De allí la importancia
de determinadas materias en el programa de formación religiosa tales como la retórica, la
oratoria, la gramática, la dialéctica, etc.

Otro ejemplo es el Capitalismo como civilización, un nuevo modo de vida, de un nuevo modelo
de comportamiento y de un nuevo modelo de relación entre los hombres. Sobre la base de
estas transformaciones van apareciendo nuevos modos de relación entre los hombres, cuyas
principales características son:

a) La división del trabajo se vuelve más compleja, se desdoblan y multiplican las funciones
sociales vitales; el guerrero, el sacerdote, el campesino dan lugar al despliegue de nuevas
funciones y funcionarios sociales y a sus estructuras correspondientes.

b) Aparecen nuevos vínculos de interdependencia entre los hombres; lo que unos hacen y
producen va dependiendo cada vez más de lo que hacen y producen otros.

c) Los comportamientos ya no pueden obedecer a visiones unilaterales, sino que tienen que
tomar en cuenta las acciones de los otros.

d) Por lo tanto, los comportamientos se vuelven más predecibles y por lo tanto más
calculables.

Cuando un individuo cambia el modo de producir, pasa del campo a la ciudad, por ejemplo,
vive una experiencia que transforma su modo ser. La vida en las ciudades es educativa en sí
misma. La experiencia del trabajo en la fábrica capitalista también no puede menos que hacer
sentir sus efectos en la psiquis humana.

La civilización fue el resultado de un proceso planificado y consciente de civilización. La


institucionalización de sistemas nacionales de educación básica obligatoria es la manifestación
de esta voluntad de las clases dominantes de construir subjetividades adecuadas a las
necesidades propias de los nuevos sistemas de relación social emergentes.

En los albores del desarrollo del Estado nación de la Argentina moderna Alberdi y Sarmiento
expresan dos estrategias típicas para impulsar el progreso social. Mientras que Sarmiento
confiaba en la capacidad del sistema de educación popular para desarrollar la "civilización", es
decir, el conjunto de visiones del mundo (conocimientos, actitudes, valores, etc.) y los
comportamientos propios del modo de vida industrial y urbano, Alberdi confiaba en el poder
educativo de la experiencia. En otras palabras, Alberdi privilegiaba el desarrollo del trabajo
moderno como un nuevo sistema de relaciones sociales que terminaría por transformar las
mentalidades y las prácticas en el sentido del progreso.
CATEGORÍAS INTERPRETATIVAS

En las sociedades divididas en clases, como las sociedades capitalistas la acción pedagógica es
doblemente arbitraria: tanto en su contenido como en los modos de inculcación. El concepto
clave aquí es el de arbitrariedad. En primer lugar, porque lo que la escuela se propone enseñar
con su currículum no es una “cultura universal y necesaria”. Los conocimientos constitutivos
del programa escolar no se deducen de "la naturaleza de las cosas”, no son “únicos” ni
“obvios”. Por el contrario, son un subconjunto de la cultura total acumulada y disponible en la
sociedad. Son el resultado de una selección. En otras palabras, podrían enseñarse otras cosas,
es decir, otros conocimientos, otros valores, otras concepciones del mundo, etc. El programa
escolar oficial se corresponde, de manera mediata y compleja con los intereses materiales y
simbólicos de los grupos sociales dominantes. El concepto de arbitrariedad supone introducir
una distinción entre los saberes disponibles: unos son los saberes legítimos y dominantes y
otros son saberes subordinados. Esta dominación, en las sociedades modernas, socialmente
diversificadas (según criterios de nivel socioeconómico, etnia, cultura, regiones, religiones,
etc.) no tiene una manifestación simple, sino que adquiere una existencia extremadamente
compleja.

Pero la acción pedagógica es arbitraria también en un segundo sentido: el modo de inculcación


(el método o modelo pedagógico didáctico) también es arbitrario y no “natural”. El modelo
dominante en un determinado momento histórico también es un modelo entre un conjunto de
estrategias posibles. De este modo, saberes y modos de inculcación que en un momento
histórico aparecen como dominadas, dadas ciertas transformaciones en las relaciones de
fuerza en la sociedad y en el sistema educativo, pueden convertirse en dominantes.

Cuando el trabajo pedagógico se realiza en el ámbito institucional de la escuela, el currículum


adquiere algunas características particulares. Bourdieu y Passeron sugieren que dado que los
sistemas educativos de los Estados Nación modernos deben garantizar las condiciones
institucionales de la homogeneidad, existe una serie de procesos de transformación del
conocimiento que se convertirá en currículum escolar. Como efecto de estas
transformaciones, el conocimiento escolar adquiere una forma ritualizada y tiende a la
“rutinización”.

La tendencia a la rutinización del currículum y a la autorreproducción de la institución escolar


(resistencia al cambio de toda burocracia instituida) se expresa en las dificultades que
encuentra todo proceso de cambio o actualización del conocimiento escolar. De allí que en la
mayoría de los casos tiende a observarse un retraso (variable según los casos, las disciplinas,
los momentos históricos, etc.) de la cultura escolar en relación con el estado de avance de los
conocimientos y la cultura socialmente disponibles.

LOS CONTENIDOS CURRICULARES EN EL CONTEXTO ACTUAL

Se supone que los niños van a la escuela, entre otras cosas, a aprender. O sea que la escuela
debe producir personas educadas, en el sentido clásico e integral que tenía este adjetivo. Una
persona bien educada es, al mismo tiempo alguien que sabe (que posee conocimientos,
capacidades para expresarse,comunicarse y resolver problemas) y al mismo tiempo ha
desarrollado criterios éticos, estéticos que le permiten distinguir lo que está bien de lo que
está mal, lo bello y lo feo, etc.

Más allá de las complejidades y tecnicismos, la escuela como institución pública, entre otras
cosas, se orienta por un currículum,es decir,una definición formal de aquellos saberes
(ordenados, jerarquizados, etc.) que tiene como función incorporar y desarrollar en cada uno
de los educandos.

Hay ciertos saberes que son básicos porque se deben aprender primero que otros por dos
razones: sirven para resolver problemas elementales (“educación para la vida”) y porque son la
condición ineludible para aprender otros saberes en un proceso que, en verdad, dura toda la
vida. Estos saberes básicos cambian con el tiempo. Por eso no pueden definirse sin tomar en
cuenta cuáles son los principales desafíos de los tiempos que vivimos.

Criterios de selección y ordenamiento de aquellos conocimientos, aptitudes y actitudes que se


deberían enseñar y desarrollar en los niños y adolescentes que frecuentan el nivel de la
educación general básica:

1. Habilidad para comunicarse efectivamente en forma oral y escrita, lo que supone capacidad
para expresar a los demás sentimientos,demandas,intereses,etc. y de comprender los
mensajes de los otros. Se trata de tomar al lenguaje como un recurso comunicacional y
expresivo.

2. Comprensión de los principios de la matemática contemporánea y capacidad para aplicarlos


a la resolución de problemas de la vida cotidiana. En la educación básica el dominio del
lenguaje lógico-simbólico no tiene valor en sí mismo sino como una herramienta de medición y
cálculo que se usa en situaciones determinadas.

3. Formación básica en literatura, música, plástica y otras expresiones artísticas y desarrollo de


capacidades de percepción, apreciación y producción estética.

4. Estudio de las ciencias humanas y sociales desde una perspectiva integradora donde la
estructura de las instituciones, la cultura y las relaciones sociales se comprenden situándolas
en el tiempo y en el espacio físico.

5. Conocimientos básicos en las ciencias naturales, incluidos aquellos relacionados con el


medio ambiente. Historización y contextualización de los principales descubrimientos y
desarrollo de una ética de la ciencia y la tecnología.

6. Familiarización suficiente con las computadoras y con las tecnologías relacionadas con la
búsqueda y utilización de la información.

7. Desarrollo de conocimientos básicos relacionados con el mantenimiento de la salud física en


lo personal y lo colectivo. Cuidado y respeto por la vida en todas sus manifestaciones.

8. Habilidad para definir problemas y para encontrar soluciones creativas haciendo uso de todo
el conocimiento y la información producida por las diferentes tradiciones disciplinarias.
9. Dominio de un lenguaje extranjero y de su cultura. Desarrollo de una actitud de
conservación y enriquecimiento de la cultura propia y de apertura y valorización de lo diverso y
universal.

10. Desarrollo de actitudes y aptitudes hacia la solidaridad, la cooperación, la


interdependencia y el trabajo en equipo.

Es importante que todos los sujetos que producen el hecho educativo (en la escuela y fuera de
ella) coincidan al menos en algunos ejes y criterios básicos que definen “lo que hay que
aprender” en la educación general básica obligatoria. Esta conciencia común es la base para el
desarrollo de conductas responsables por parte de funcionarios, administradores, maestros,
padres de familia, alumnos, etc. Si cada uno hace lo suyo en la medida de sus posibilidades y
recursos, estará en mejores condiciones para controlar y exigir el cumplimiento de su papel
por parte de los otros.

IMÁGENES DE LIBROS Y CUADERNOS EN DIFERENTES AÑOS


1982 SEGUNDO GRADO
2013 SEGUNDO GRADO

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