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Escuela Superior de Formación de Maestros

“SIMON RODRIGUEZ “
Cosmovisiones, Filosofía y Psicología

LA EDUCACIÓN
INSTITUCIONALIZADA

Materia:

Pedagogas en los procesos Educativos

Estudiante:
Quiñones Alvarez Leticia Carolina
Año de Formación:
Primer año de Formación
Gestión:
2021

Cochabamba – Bolivia
LA EDUCACIÓN INSTITUCIONALIZADA

La Educación es la formación práctica y metodológica que se le da a una persona en


vías de desarrollo y crecimiento. Es un proceso mediante el cual al individuo se le
suministran herramientas y conocimientos esenciales para ponerlos en práctica en
la vida cotidiana. El aprendizaje de una persona comienza desde su infancia, al
ingresar en institutos llamados escuelas o colegios en donde una persona
previamente estudiada y educada implantará en el pequeño identidades, valores
éticos y culturales para hacer una persona de bien en el futuro.

Por lo que la educación institucionalizada se basa en un proceso dirigido y


convencionalmente establecido en el grupo social, con valoración de los resultados
por quien lo imparte. Las funciones del sujeto que transmite la educación y del que
la recibe están claramente determinadas y el mayor peso recae sobre la enseñanza.

los procesos de institucionalización de la educación como campo disciplinar si bien


están estrechamente ligados al surgimiento de los sistemas educativos nacionales y
a las demandas de calificación profesional de los docentes, dichos procesos
adoptaron formas específicas en el marco de la conformación de los Estados
nacionales que están en la base de lo que hemos denominados las configuraciones
nacionales.

En este sentido, las nociones de campo disciplinar y proceso de disciplinarización


derivadas de la historia y sociología de las ciencias sociales constituyen un marco de
referencia que posibilita captar no solo las dinámicas de diferenciación internas y
externas que atraviesa el proceso de estructuración de la educación como campo
disciplinar sino también mostrar su especificidad que radica en constituirse a partir
de un conjunto de saberes elaborados previamente en el campo profesional
(disciplinarización secundaria). De manera complementaria a esta perspectiva, el
aporte de la sociología de las profesiones predominante en los estudios del caso
norteamericano coincide en la centralidad de la disputa entre diferentes actores que
recorre la conformación del campo, el cual también constituye el motor de la
delimitación de fronteras que son, a la vez, cognitivas y profesionales.

Ciertamente, estas aproximaciones conceptuales no están exentas de limitaciones y


críticas que cuestionan, por un lado, la idea de internacionalización mundial de los
procesos de emergencia del campo que tiende a subsumir y aplanar las diferencias y
particularidades nacionales que se observan, por ejemplo, en las distintas
periodizaciones utilizadas en cada país o en el peso diferencial de ciertos actores e
instituciones en la conformación de la disciplina. Y, por el otro, esta mirada
internacional no está desligada de cierto sesgo comparativo que obliga a
interrogarse respecto de cuáles son los objetos de comparación (relaciones,
procesos, problemas) así como también considerar los riesgos y limitaciones que
conlleva la perspectiva comparada si la misma no está acompañada de una reflexión
teórica y conceptual.

Con todo, y pese a las limitaciones, pensamos que estas perspectivas ofrecen
conceptos e hipótesis que pueden potenciar y profundizar el estudio de los procesos
de emergencia del campo disciplinar de la educación en América Latina, el que como
hemos señalado en la introducción, está aumentando su presencia en la agenda de
investigación de la historiografía educativa.

Desde una mirada global, este conjunto de trabajos da cuenta de un avance en la


reconstrucción de la historia de la educación como campo disciplinar, enlazada y
articulada a las historias "nacionales" que tienden a mostrar las influencias y/o
apropiaciones selectivas de ideas pedagógicas y corrientes de pensamiento
educativo generadas en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, son todavía escasos
los estudios que intentar explorar los procesos de circulación y difusión de ideas y
experiencias educacionales generadas en el contexto regional, como también es casi
nula la producción de los que analizan desde una perspectiva comparada la
emergencia y configuración del campo en diferentes países. En este sentido,
consideramos que las nociones y categorías presentadas, así como la apretada
síntesis de los procesos de institucionalización mundial de la educación pueden
estimular y enriquecer la producción académica sobre esta problemática que,
superando las historias nacionales, se proyecte hacia un programa de investigación
regional.

La educación cumple una función ideológica, que ha desembocado, desde el punto de


vista de las reflexiones, en el planteamiento de que es uno de los aparatos ideológicos
del Estado.

El sistema educativo es visto como un órgano del Estado encargado de la difusión de


una ideología hegemónica que reproduce las estructuras sociales. Es decir, como el
nivel en que se concretiza proyectos educativos.

En cuanto a fines y contenidos en los modelos pedagógicos que busca la actividad


educativa, que consignan los modelos pedagógicos se puede apreciar una
determinada ideología está ampliamente comprobada en la historia de la educación.
Según Luzuriaga la historia de la educación muestra en la educación de
determinadas sociedades el reflejo de una situación histórica, el carácter de la
cultura, la estructura social y la orientación política de esa sociedad, por lo que se
considera a estos últimos como factores de la educación. Por ello nos es posible ver
en las particularidades de la educación griega las ideas centrales y aspiraciones de
esta sociedad: la educación del cuerpo y el alma, la enseñanza de la oratoria y de la
filosofía para formar los mejores ciudadanos. Una educación casi opuesta, en la
ciudad estado de Esparta que socializaba el sacrificio en defensa de la patria como el
más alto honor y buscaba formar a los mejores guerreros. Y más claramente, en el
periodo pos revolucionario francés la difusión de los ideales que promovieron la
destrucción del absolutismo en la educación.

En suma, es en los fines de la educación que podemos ver reflejados una determinada
ideología, que tiene mucho que ver con el carácter de la cultura, la estructura social
y la orientación política.
Otro de los aspectos importantes de los modelos pedagógicos son los contenidos,
entendidos como programas de estudio que estructuran temas en función de
objetivos. En lo que hace a los contenidos, es posible ver en la selección que se hace
entre ellos para su distribución una reproducción de las diferencias sociales. Yapú
señala que, en el caso de la educación indígena de principios del siglo XX en Bolivia,
se planteaba unos contenidos.

En cuanto al sistema político, el cambio y la educación, según Luis Bouza, el


desarrollo de la teoría de sistemas ha permitido en el campo de la ciencia política el
desarrollo de modelos de análisis que engloban al campo político y sus elementos.
Partiendo de que las actividades humanas son susceptibles de ser diferenciadas, este
enfoque afirma que las actividades políticas son diferentes al resto, ya que se
caracterizan por su intención de participar en el gobierno de grupos humanos. De lo
que resulta que el sistema político es el conjunto coherente de elementos que
interactúan entre sí y con el medio ambiente en el que se encuentran, cuya función
es el gobierno de la sociedad, paro lo cual cumple con distintas funciones, entre las
que se encuentra la asignación de manera autorizada de las cosas valiosas para la
sociedad. Por otro lado, Luis Bouza señala como una de las fortalezas del enfoque
sistémico, en el campo del estudio de la política, su capacidad para explicar que en
su funcionamiento el sistema político interactúa con su medio ambiente. Esta
interacción asume la forma de necesidades cuando parten de la sociedad y producen
una respuesta del sistema que asume la forma de decisiones. Además, el enfoque de
los sistemas aplicado al campo político ha permitido el análisis del fenómeno del
cambio en el campo político que no se pueden obviar, sea que ese cambio se deba a
la interacción del sistema político con su ambiente o al cambio de uno de sus
elementos, por ejemplo, el gobierno. (Bouza-Brey, 2006, págs. 63-72) Esto es más
claro al considerar que este enfoque señala como uno de los elementos
característicos de todo sistema político o unidad mínima al conjunto de personas en
las que en última instancia recae la responsabilidad ejecutiva de la dirección de la
sociedad: el gobierno. Es esta responsabilidad ejecutiva última la que hace al
gobierno objeto de la condensación de las interacciones políticas. Y que nos permite
apreciar que las presiones que recibe el gobierno por parte de la sociedad asumen la
forma de demandas que tienen por respuesta políticas públicas del sistema político.

Así, el enfoque sistémico nos permite fijar la relación que guarda la educación con la
política. Ya que una de las funciones del sistema político es la de asignar y
administrar las cosas o recursos valiosos para la sociedad, la educación (un recurso
valioso para la sociedad en tiempos en que se habla de economía basada en el
conocimiento) es asignada y administrada por el sistema político, por tanto, los
cambios en el sistema político repercuten en el campo educativo. Un cambio en el
gobierno, por ejemplo, su composición, repercute en el campo educativo. Ya que este
cambio en la composición del gobierno puede cambiar la orientación en la política
educativa, implementando así un nuevo modelo pedagógico. En suma, el enfoque
sistémico nos permite relacionar los cambios en la composición y a su vez
orientación ideológica del gobierno con la implementación de políticas educativas
que buscan desarrollar un nuevo modelo pedagógico.

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