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I La venta
A) Planificación de la venta
C) Venta
D) Cierre de la venta
I. La venta
A) Planificación de la venta
En el proceso de la venta, uno de los puntos más importantes es la planificación y
organización del trabajo, ya que no sirve de mucho tener buenas habilidades para la relación
con el cliente cara a cara, si casi nunca llegan a producirse esos encuentros, debido a una
mala planificación y organización del comercial.
Una buena planificación del trabajo se traduce en citas productivas y, por lo tanto, en
buenos clientes, mientras que una mala planificación lleva asociada una gran pérdida de
tiempo.
1. Definición de objetivos:
Definir los objetivos es la base para conseguir una venta exitosa. Estos van a ser los
que la persona se marque.
Los objetivos que se marcan las personas van desde donde se encuentran en este
momento hacia donde quieren estar.
Una vez se tengan los objetivos, el siguiente paso es plantearse qué debe ocurrir para
alcanzarlos, es decir, qué pasos debo seguir para conseguir esos objetivos.
Para ello, hay que dividir cada objetivo en un máximo de siete tareas que se deben
realizar para su consecución, trazando un plan de acción en un tiempo aproximado.
3. Fijar prioridades:
Tareas urgentes:
Tareas no urgentes:
Tareas importantes:
Tareas no importantes:
Las tareas importantes y no urgentes son las que proporcionan a la persona mejores
resultados con el menor esfuerzo, es decir, las acercan a los objetivos. Aquí entrarían
actividades como definir los objetivos, construir una buena relación con el cliente, planificar a
largo plazo, preparar reuniones, etc.
Las tareas urgentes y no importantes son las que hacen perder más tiempo a las
personas. Suelen ser actividades a muy corto plazo y casi siempre están relacionadas con
asuntos que otras personas esperan que se haga. Entre ellas están:
El teléfono.
El correo electrónico:
o Contestación urgente.
o Contestación no urgente.
o Contestación importante.
o Contestación no importante.
En este punto la PNL tiene mucho que aportar, ya que no todos percibimos el tiempo
de la misma manera, y esto es debido a que las personas experimentan subjetivamente el
tiempo.
En PNL se habla de las líneas del tiempo para referirse a que la mayoría de las
personas experimenta el tiempo como una línea que conecta el pasado y el futuro. La línea del
tiempo determina una relación entre el tiempo y el espacio.
Para comprobarlo, se puede ver que en nuestro lenguaje existen multitud de metáforas
para referirse a esto, como por ejemplo: “El pasado ha quedado atrás”, “El futuro se proyecta
ante nosotros”, “Caminando por la senda de la vida”, etc.
Esta manera de hablar corresponde a una codificación espacial del tiempo en nuestro
cerebro, es decir, situamos las imágenes mentales de nuestros recuerdos en un determinado
orden que se corresponde con la cronología de los acontecimientos de la historia una persona.
Les resulta fácil fijar plazos límites, cumpliéndolos y esperando que los demás
también los cumplan.
Les gusta establecer citas precisas.
Generalmente, suelen ser puntuales a las citas.
Son las personas que defienden la doctrina de la administración del tiempo.
Esta tendencia es más útil a la hora de organizar, planificar y definir objetivos,
dividir las tareas y establecer prioridades.
Ninguna de las dos tendencias es mejor que la otra, va a depender de la actividad que
se realice. Eso sí, la persona puede cambiar su línea del tiempo para realizar una determinada
actividad, pero no podrá cambiarla de un modo general.
Una vez que la persona tiene sus objetivos, tareas y prioridades, es importante
colocarlos a lo largo de la línea del tiempo de la persona, para así administrar las tareas y
marcarse plazos.
Hay que tener cerca el plan de trabajo y consultarlo durante el día. Cada vez que la
persona mire el plan, se tiene que imaginar su línea del tiempo. En ella, algunas tareas las verá
en la parte de la línea que representa el pasado, ya que están terminadas y otras, las que
están sin realizar, las verá en el futuro.
Uno de los primeros pasos dentro del proceso de la venta es la prospección, ya que
consiste en buscar un recurso precioso, es decir, buscar clientes.
La prospección es la clave del éxito de las ventas de hoy, ya que dicha venta es el
resultado de la prospección realizada hace semanas, meses o incluso años. Por lo tanto, en
ventas es importante asegurarse de que cada día el comercial toca diferentes puertas para
abrir nuevos espacios de mercado.
Además, para que la prospección sea exitosa, es importante conocer bien el producto o
servicio que se está vendiendo, y esto incluye:
De arriba abajo:
Consiste en intentar contactar primero con el nivel más alto de la empresa, es decir,
con el consejo de administración, el director gerente, etc.
Además, es más probable que desde la gerencia se tenga una visión global de la
empresa, lo que crea mayor oportunidad, para el comercial, de encontrar áreas de necesidad.
Los principales inconvenientes de contactar con este tipo de personas son que es muy
difícil establecer contacto con ellas. Además, las citas las dan con mucha antelación y el tiempo
del que se dispone para la presentación, en muchos casos, es muy limitado.
La ventaja principal es tener a alguien, sin ningún interés, dentro de la empresa que
trabaje a favor del comercial cuando este no esté.
El mayor inconveniente es que puede que el vendedor interno no tenga una visión
global de los objetivos y la política de empresa, por lo que sus criterios de compra no se
equiparan a los de la persona que toma la decisión.
De abajo arriba:
Este enfoque consiste en vender el producto-servicio al nivel más bajo. Por lo general,
suele ser el usuario final del producto.
Funciona cuando el precio del producto o servicio es tan bajo que el mismo usuario
puede tomar la decisión de compra, ya que encaja dentro de su presupuesto.
Por teléfono, solo se dispone de la voz y las palabras para transmitir una buena
impresión. Sin embargo, el contacto inicial puede resultar más fácil y eficaz, ya que
el comercial puede concentrarse en un solo canal de comunicación y dominarlo.
Para conseguir ganarse la confianza de la persona que se encuentra al otro lado
del teléfono, es importante establecer sintonía con su voz a través de lo que dice
y de cómo lo dice. Para ello, hay que modificar las cualidades de la voz, es decir,
igualar la voz con la de él. Habrá que escuchar lo que la persona dice y responder
utilizando algunas de sus frases o palabras clave, así como igualar la forma de
expresarse, la velocidad, el volumen y el tono.
Además, es importante crearse una imagen mental del cliente. De lo que se trata
es de darle forma de persona real a la voz que se encuentra al otro lado del
El propio punto de vista del comercial: ¿por qué llamo?, ¿qué quiero
conseguir?, etc.
El punto de vista del cliente: ¿qué siente?, ¿qué necesita?, etc.
El punto de vista objetivo: ¿estamos en sintonía?, ¿cuál ha de ser la
siguiente pregunta?, etc.
Fecha de la llamada.
Puntos principales tratados y acuerdos.
Otros puntos de interés.
Acción que se debe emprender.
Acción que aceptó el cliente emprender.
Fecha y hora del siguiente contacto.
C) Venta
Una vez el comercial ha contactado y concertado una cita con el cliente potencial, es
importante llevar una premisa clara a la primera visita: “La mayoría de la gente tiende a rehusar
ofertas ventajosas si no conocen a la persona que se las propone”.
Por lo tanto, en una relación personal con el cliente, la primera habilidad de venta será
la de construir una relación de confianza y sintonía. Para ello, el comercial intentará igualarse al
cliente a través del establecimiento de una sintonía con la voz, el lenguaje, la postura, los
movimientos, etc.
Eso sí, debe quedar claro que establecer sintonía con el cliente no es imitarlo, es un
claro ejemplo de compartir y unirse a la otra persona.
1. Primer acercamiento:
2. Primera visita:
4. Segunda entrevista:
El comercial tiene que procurar escuchar las objeciones o dudas que tiene
el cliente y argumentarlas o solventarlas.
Una vez realizados todos los pasos, el vendedor debe tener claro que no todos los
posibles clientes compran. Aunque se haga un buen trabajo, la gente llega a no comprar
porque no es el momento adecuado, no quiere o no necesita lo que le están vendiendo. No es
algo personal.
El problema es que a nadie le gusta ser rechazado, ya que en el comercial esto puede
generar inseguridad, miedo, baja autoestima, etc., y estas son barreras para la venta.
Por lo tanto, es importante que el comercial sepa manejar este rechazo, de tal manera
que no le afecte personalmente, ya que no es hacia su persona, simplemente es que no todos
compran.
D) Cierre de la venta
Lo primero y más importante que hay que tener en cuenta es que el cierre de la venta
es una elección que hacen tanto el cliente como el comercial, y supone el resultado de todo el
proceso anterior.
Antes de llegar al punto final, el comercial tiene que estar seguro de que:
Hablar con el cliente de algo agradable para él, para interpretar o calibrar los
mensajes no verbales que acompañan al estado de sentirse bien.
Hablar con el cliente sobre incertidumbres del pasado, para interpretar o calibrar
los mensajes no verbales que acompañan al estado de incertidumbre.
Una vez interpretados ambos comportamientos según el estado del cliente, podrá elegir
el momento más oportuno para cerrar la venta. Por supuesto, no será en momentos de estado
de incertidumbre del cliente.
El cliente necesita más tiempo para tomar una decisión. Hay que darle ese tiempo,
pero es importante no dejarlo en el aire, sino concertar otra cita para comprobar los
progresos.
El cliente quiere seguir mirando. Es aconsejable que el comercial averigüe quién es
la competencia.
Al cliente no le gustan ciertos aspectos del producto. Es importante que el
comercial conozca cuáles son esos aspectos que no convencen al cliente.
Al cliente no le convence el presupuesto económico. Puede ser porque:
Buena reputación.
Fiabilidad.
Relación comprador-vendedor.
Existen algunos puntos fundamentales en el cierre de la venta que hay que tener en
cuenta:
El comercial debe tener claro todo lo que el potencial cliente quiere. Es importante
realizar las preguntas claves y escuchar.
El comercial no debe vender lo que él quiera, sino vender lo que el potencial cliente
realmente necesita.
El comercial debe realizar buenas ventas para justificar la inversión que el cliente
potencial va a realizar. La compra-venta siempre tiene que estar justificada.
El potencial cliente debe entender la oferta que le plantea el comercial y el valor
que tiene para él dicha oferta. Debe quedarle completamente claro lo que está
comprando y lo que ese producto hará por él.
El potencial cliente debe creer y confiar en el comercial, y para ello se requiere un
alto grado de afinidad y armonía. Además, debe confiar en la empresa a la que el
comercial representa y que esta cumplirá sus promesas.
El potencial cliente debe disfrutar de las ventajas y beneficios de la oferta que le
plantea el comercial, además de anhelar lo que le está vendiendo. No es posible
cerrar una venta donde el potencial cliente no está interesado en lo que se le
ofrece.
El producto ofertado por el comercial debe ser apropiado para el potencial cliente,
ideal para sus necesidades, tiene que saber que adquirir dicho producto o servicio
es una decisión correcta.