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P 3270
Richard Cohen
BLa,ndi,r l,a,espada
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Lu esgñlita fn-cl dtve lian, nhí estabcl trt co\a. La esgvtmu {na
LelñbleY}e:ylte (}.{tlertida.
aconsejando a N'máximo(RussellCrowe)
én G¿czd¿a¿oK 2000
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La grt\nautoridad en las primeras armas, Ewart OakeshoLt,spin¿t
Ex librasque Archibald Corble d señá para su famosa b blioEecade esgrima. que las espadas hicieron su aparición entre 1500}' ll 00 t\meesde Cris-
to en la Creta minoica } la Bretaña celta.' Con iitcreíble rapidez.se
coi)vinieron en iilsLrumento del deporte: la representación más ant-
igu¿t cono('ida de un combate de esgrima en sí es un relieve en el
templo cleN'ladiilatHabu. erigido por Ramsés111alrededor del 1 190
a.C.. cerca de Luxor en el Alto Egipto. (A su derecha ha} un alabado
dc un montón de penes a modo de trofeos, cortados de los muertos
enemigosl practica bien. sugiere la secuerlcitt, }' ésta será tu recom-
H pensa.) Claramerlte, los hombres no están batiéndose en duelo: pa-
@
recen lle\ar caretas; acolchadas sobre las orqas y atadas a las pelucas.
} las puntasde sus armas se han cubierto. .\ cada It\(lohayjueccs que
©
sostienen bastoilcs (le malldo cmplumados, } cl tanteo sc lleva en un
@
25
Esta narracióll dc diez mil versos. escrita segtln se dice [)or u]] tal
pedazo clepaf)ir{). tlila itlscl-il)(ióítdeja constaii(ia de ]o que está (di-
ciendo un (ontendicnte: «f.!] guttr(lia } t\diílii-;t lo qttc T li \ \lernsa \rxasaen torno al 500a.C., n)e'ncionacon [íecuencla combatesdc es-
!11a110\a a hace'l-» padas }' técnicas de esgririla} es una cle las priJneras obras en cxami
El mérito poi tlabct (lesattolladoIt\ essi'lIvIa(omo deporte foinl- nar dos aspectos básicos dcl arte del mando de la espada: la feroci
al stt(-le(once(térsele ¿\Nínive. ic} (lc ,\siti2t. Fue además el ptime- dad v ia caballerosidad.
to e!] utilizan iTlaestros(te esglilna píotesionalcs pat;t instl uir }t sus l,os griegos cl'Fiar que el de manejar la espada ilo era lin arte es
tropas : [ os chillas..Japoneses. persas: babilorlios } rom¿\nos practi('aba- Facial. Ulla razón [)ara ello era que las armas que elegían Clan gcrle
d en ocasionesla csgíima coni{) pasan('mpo pero Utilizabanprillci- rtliílente cortas. de (lohle filo } con pt]ñoo guarnición t i] cruz, v est-
palmeilte l¿lsespada\spall\ entren \rsc p;tia el conlt)aLe. l.a Lt'adición ab¿\ll babra(tascle l¿\punta a la empuñadura (para endui-ecer las
hilldtl sostieneque Bltihma enseñaba a slik cltx{)roscjcr(idos lnarc- }lolas.l:básiczutenleclan instrumentospara ha(er talos.Un gueric
it\les ('on ia espn(l;t (Ins st\('erdot(-s ('ran por enron('t's Suel'l'er'os). lr' io la empleaba para el coítlbate cuerpo a cuerpo sólo después dc' tla
en la oían épica lliil(tú, cl l\Ía/ir/óñ/zra/fl.
leemos: ber arrolaclo la Ittnzao si ésta\se tlabía rolo: era cl úlLirrlorecurso-
Los griegos lc con(e(lian una imp{)itancit\ tun(lamenEal a la ins-
ti ucción clc los hombres pala que mailiobraran en íorína(ión. v
Sus espn\d;tsrefttlgeil como ray'os} dcstellkinal alinearse en el c¿\inÍ)o
listado. t)ien po(a a la enseñanza elel combate (-uerpo a cuerpo- Puede re
Valen)sels } [ei{)ces so ] slik a(( íoiir-s. \: í;ípidos \ tigilt's bits mo\inlieiltns. quererseuna desueza especiai para arrojar ]a.jabalina. pero con una
Diestíl\s } ct'rtertts boli las esíí)(;tci is v l)aia(las (lc bits;lljllk\s. cl\ie flatllt'2tn espa(la era imposil)le fallar desde muy cer('a. El historiador y solda-
> fulgtlrai}. do griego.jenofontc se muestra des(leñoso en stl relato de cómo los
persas cntienaball a sus fuerzas. Tal como él lo veía. la destreza e]] el
manejo de las armas de filo le era Lan ntttllral al hotnbrc como el res-
parar:
En cHUnli) a los (ti(hallo\. desde que erl\ una( riatuia los aterraba e'll
(tlarlt{) lí)s vela, v nIttI('¿l af)rr'tl(li (le nadie como laabti\(lc sostent'rlc)s. exc-
epto tal (ohlo digo de la ntttuí¿lle/a mi\mtt... Os 1o ploineto. cí)lr2\t)a
con nti cuchillo ti)cloaquello que podía sin que nadie lo ad\-irtieía. No
sólo lo hacía de fornltt natural, colita (alnlilar }'(olrcr. sino que a mí sc
me ailí¿jaba placcnteio además cle natural.
i: ::11s!#:lli:$
11:11gl
lilii ;i. 27
Inscitttir€:lilas disputas ell armadtlra dc lino('onLr2\ lmo, } dos con u'a
.q.lcontrario que Ins griegos. los romanos admirahan y apreciaban
dos. \ así su(esivamente hasta diez conti a diez. En cucu)LOa qué no ha de la esgrima. El amigo(le Hoi'acto. S}'ba]'\]s,era esgri]nisLa. y Ovidio; er]
pttdecer o ha(ei un hoirlbie > hasta qué l)un ío coll vi\t2\s a {)btetlet It\ \:icto-
su.slastimerasreflexiones (desdesu exilio en las costasdel mar Negro.
liit (pues carlo en la luché\. en que los maesti'os de ese alte han esLrt- inlag[naba a ]os.Jóvenesde Roma pra(Ligando e] manejo de ]a espada.
blt'ci(loqué es.Justo> qué no es.alisto.ha (le succdei en el combtLteen Los combates de gladiadores --un in'ü'ellloromano-- se ieíilontan al
al m2\dula), tiernos cle iecttlrir a personas habiliclosas: que.jlizgaílín por 264 2\.(=.Empezaron como lula floe-ilusaque se añadía o('asional-
nosotros serát} nuesuos tscsores en It\ obra cle la legislación; ellos di- mente a }as celebraciolles funerarias aí-istocráticas: esclavos, o a veces
rlu} (lucen nle'icce salir vice)iiosn en conn)L\tes (te esla (l2\se, \ qué no de- prisiorlcrosde guerra. luchaban en honor de los muertos. Con los
be tiacei o no det)cl t at)Clic heck o. } de rllaneia \entrante (lué regla años: los combates. que podían llegar a trescientos asaltos, se exten-
derctmirla quien ha sido (teííoEado.'
deííaíl a las celebraciones generales. Nada menos quie.Julio César es-
tableció normas especiales para esos.juegos rnnrtífet'ns: los comentó
Los contendientes llevaban escudo: peto casco } espinillelas }' como medio de distra(cien para un pueblo que cn in delTlásse mos
portaban tanto lanza como espada. La competición era esencialmen- tinha descontento(así cnnlo de ganan'see] apoyo político)} hasta ten-
te una prueb¿\de clcstreza,ílexibili(lad }' resistenciafísica, una imita- ía sli propia escuel:t en Compania. a la que ahora se reconoce como
ción toima[ (]e ]a gticira genuina. Mientas que los instru(Lotes pro' la cima del sistemaglacliatorio»
fesionales cn)pezaban a recibir pagas coJlsiderables } a ocupar puestos ¿Puede ulla actividad considerarse deportecu2tndosólo los esp-
destacados, no tlabía maestros de esgrima propiamente di(-hos. tam- ectadores [a vel como ta]) Por supuesto que ]os gladiadores luchab-
poco existe relato alguno de los ejercicios ctcesgrima griegos como el an l)or su vida. pero antiguos grafHti revelan que se les pagaba por
(te F'la\lo \,'Crecio Renato. que escribiera uil ti atado completo sobre el caclítacrttación v que pndít\n convertirse en el equivalente popular
entrenamiento de los legionarios romanos. El arte del manejo de la de las e\trellas (tel rock: irn¿trenes de gladiadoresfamosos adornab-
espada ei] sí ntismo no se valorar)a, pues se creía en general que aque- an lámparas ctea('Cite. frascos>'jllguetes: y sus hazañas eran regis-
llos que sobrcsalíttn en losjuegos dc atletisn)o. en las Olinlpiaclas, }' en [í'acltts por crnnistas contemporáneos. (:rticiales en todo ello eran
todo lo demás se clisLinguiríande mariela natural cn la guerra\.Poi' los /anís//zf,operarios indispensables que ejercían de entrenadores:
tanto el «alte» del combate filmado rara vez se abría\paso hasta los fes- comerciantes de es(-lavas,mat]agers y c]] l)íesatios. Endoa un tiem-
tivales públicos, con !a posible excepción de losjuegos funerarios. po. Compraban. alqtiilaball o coRrI-Ural)an gl2tfliadoi'cs l)ara Ins com
Un medio de preparación se presentó en la forma (lc danzas de bares. rii \})ail el precio de las lo(alidtldes: con(clint)an la publio(lad
guerra, que se representaban con frecttenci¿ten lbstivalesreligiosos y }' emplean)anmúsicos. (;eneralmeníe gozaban de muv mala reputa-
que imitaban los mo\lmieíltos y lasposturas de soldados que arrojaban ción:/an/lsrízsignifl(-aba a su vez «asesino» > «bandido»
primero sus lanzas }' luego recurrían a las espadas- Losjóvcnes espar' Los gladiadores pnclían sei' ngttras foimiclables: la rebelión cle es
danospracticaban esas danzas desde inui temprana edad. Sócrates clavos lidera(la por el famoso glttdiador F.spatt2\(ologia sustentarse
opinaba que aquellos que más honraban a los dioses en lasdanzas eran canita las poderosas feet-zasromanas durante tres años. } nn se trata
los mejores en la batalla. mientras que Platón, en sus /,OP.s,(lucía. asi- de un ejemplo ;tislacto.Clean(in los gladiadores [í'iunfabar] sister)áti-
mismo, que las danzas tenían el \alor de combates. El objetivo era de- camente er] la propia arena, no er:t retroque los padres les transmi-
sarrollar más la agilidad que la fuerza. aunque la normativa griega de tieron la profesión a sus hijos, }' había hasta familias cle gladiadores.
reclutamiento todavía hacía mayor hincapié en el peso }' la talla que en Ocasionalíilente. como un acn) novedoso.hacían su aparición mtljer-
la habilidad gimnástica. Sólo en casosde monomaquia --una tradición es Ittchttdoras --el Museo Británico ('tienta ('on un relieve en pie(Ira
en que los comandantes de ejércitos contrarios se enzarzaban en com- de dns gladiadorescon los pechos desnudos--. aunque fRIesenciien-
bate singular-- ui\ individuo sc batía abierLanlcnte con otro. Lros se (.onsiderabitn espn(t;i('filos exóticos. eqttivalenres a los combat-
es de enanos, v acabarían por prohibilse en e1200d.(:.
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a la creciente sofisticación rorliana, }' mucho a una (tcrrota lililiíai
[.os g]ac]iac]oics email Rigor entrenados qttc el sol(lado nic:(lio, }'
sus métodos de instrucción se leían inflltíando lentainer)te en cl ciér- que condLljo a una revisión exhattsEiva(te cómo debía arnlaise a los
soldados.
cito, para gran indignación clc los puristas acérrimos: Plinio cl.Joven
(62-1]4 aprox.) clogió a un oficial cle alto rango por abasLecclsede
armas adiestrán(tose en su uso en lugar de dqái-selo 2tun instructor
En el año 378 dos tercios de un ejército romano entero qtledaroil
profesional; uii histol'iztclotbajo Adriano criticó al qérciro poi prac'
ticai con armas cleentrenamiento en Iugar de con espadas leales. destruidos en Adriarlópolis(la actual Edirnc cn la Turquía europea) -
El ¿\cliestranlientomilitar difícilmente suponía lina diversión. \b- F'uc una derry)ta aplastante: el emperador. todos sus ohcittles de alto
rango } unos cuarenta mil horilbres resultaron muertos en et espacio
gecio. que escribiera en el siglo iv d.(-:., describe cólllo «cada reclu- de una tarde. «Ninguna batallaen nuestrahistoria--declaró el his-
ta planeaba una estaca en la tierra, de tal manera que se alzabaseis
toíiadoí coetáneoAn)lana M.arcelino,él mismo oflcittlromano--. li
pies }' que no oscilara. Contra es2testaca practicaba el recluta con su
escudo de mimbre } su tabla cle mztdera,exactamentecomo si lu- excepción de la de CannasÍla grttn victoria dc Aníbal en e1216 a.(.l.l ,
chabacontra iln enemigo leal.. . Se tenía buen cuidadode que c'l rec- supuso ulla denota semcjanLe.»Oakeshott sugiere que después de
luta no ai-iemeticia con tanta precipitación para infligió lina herida Adrianópolis «los \ iejos tiempos de la sttpiemacía de It\sleglotleshab-
íaíl acabado para siclnpíe, }' cl golda(lo de c¿i})allcríacon arniadtira
que se expusiera abiertamente a un conn'aataque desde' cual(luger
luchando coll lanza } espada sobre una buena montura se convertiría
punto».6 Una vez que e} recluta dominaba esas armas susututivas. pa'
durante [os siguientes 1.]00 años en árbitro de ]a guerra».''
saba a las espadas con filo. El acliestranliento formal culnaiilaba en el
combate individu:tl o armrzZl¿rri, un préstamode ll\s escuelas de glad- Varios historiadoreshan sostenido que el simple } revoluci{)nabo
iadores. invento detrás de tan terrible } aplastarle denota [ue e] de] estribo:
En tiempos dc Plinio. 1ossolct t(los ion)anos que luchaban en Espa-
un arEefhcLOhastaese ii\omento desconocido pata los romanos, que
les proporciotiaba a losjlnetes la capacidad de maniobrar con rapi-
l\tt empezaron it acloptal las stet)ci-lotesarmas de hiei ro dc selsene-
dez y de hacel palanca para imprimir mayor fuerza a los golpes, una
migos. De los españoles t\Í)i'et)(lieroil tailll)iéit l ts vet tuyas (le utilizarl-
ventanaformidable. Lo más probable es que el estribo htese lm in-
a punta dc ulllt espada. Ir empczai')il a practicar la estocada. láciro
vento más Lar(líos pero en cualqtlicr caso cl reslllta([o de ]a masacre
pronto describiría cómo las legionesdc ,\grícola desp?tchaíonrápi-
damente a l{)s celtas británicos: con dllsespadas romas y toscas.; l.os fue bien claro: por prirnela vez en la liistotiala esptt(lano tenía leila
celtas de la Galia. íeiton)br2idos c:spt\dt\chilles,seiíai} un 2tsunlobien importancia secundaria respe(to a la It\nza} la picot.
distinto. Enatbolabaíl la espada haciéndola gi!-ai dobiela cabeza ant- Despuésde A(Irianópolis la espada de estocadaperdió [erieno
es dc aíicmetci de at-iibttabajo para píopinal el tajo, un cspe(Lá(u- ante las espadas (lestinact¿tsa golpettr de filo } las picas (le los eneirli-
lo aterrador. Los ionlanos apien(lcrítul ktlfln a recibió el primer gol- gos de Roma de las grandes llanur¿ts. En los siglos siguientes se uniría
a tales arrllas todo un arsenttl más: la danza(pala su liso a caba]]o), cl
pe con el bot-declcl cscuclo. La débil hoja celta (on frecuencia se
cuchillo cle brecha(de hoja ancha sulcEa a un asta nlecliana) , el az.cÓn
doblaba en clos. perinitién(loIC al legionario conuaatacal. «Sosteni-
(una lanza aríojadiza ligera) . el })act)a de guerra, la gttisaíina (priilla
endo la espadiu-actaante sí --escribió de los romanos Dionisio de
[lalicarnaso--: go]pcaban a bitsoponentes cn la ingle. les atiavcsa- del hacht\), la mltza. la dial)arda, el baidichc. la /arzgtfdé'óoezdo«len-
gua de buey» (lanza de hoja larga y ancha), el rilartillo de alinits, cl
ban los costados >'dirigían entonces los golpes al pecho pala llegar a
«hisopo de agua bendita» (eufemismo) para lma maza con púas). el
los óigalos vitales. \ si veízln a alguno que tuviera ptotegiclas esas par'
tes del cuerpo, les cortaban los ten(Iones dc ro(lillas o tobillos para látigo de guerra, la segur o hacha franca (cuyo objetivo ei'a partir la
hacerles caen al suelo rugiendo }' afenaildo [os escudos }' plot]riendo cabezaen clos), la corcesc¿t(elelfrancés «lanzaalacl2t»),cl inaltillo de
guerra, el i\lo?lqerz.s¿í'tri(garrote con púas) , cl ,4/i/s/)¿e.s.s(una temiblt}
gritos que scmdz\ban los aullidos cle bestias salv¿ives.»'La evolución
elelarte del manejo (te la espada. sin en)bt\rgo. le debería bien poco !alza de más de cinco rrtetros de largo) , cl P/aricorz ¿ /'iron ( una porra
de madera de metro }' ITaedio de longitud) , el Pan,zms¿echar ( una espn' guna fuerza rtlaligila puede aprovecharse de sus po(Ieres. /if'ou/u/ges
tablece una distinción crucial entre un soldado {«el sirviente a suel-
da q\te penetraba la cota de malla, de punta sólida } resistentepero
dode un.jefe». uno que íccibe .só/i(/o.s.
es decir. monedas) } un gtterie-
ro. Este último responde a su propia motivación >' Llenesu propio
programa de lo que del)e haccíse }' su propia imagen de la compos-
una; estáahí no sólo para íílaLarsino pata elegia-una fauna adc(Ha-
íueronlosmenosilnportantes- . . .. ' - '.,.
da ctevictoria. [l guerrero se distingue de] asesinoa sueldo poi aque-
Tras }a caída del Imperio ron)ano. la espada aaquii io uii.' n"-:~' llo a lo que no se rebajará.
importancia simbólica }l se la consideró un emblema de poden }' ma- b/Ibso menos en la li\irina época: bandos }' [iovadores empeza-
ron a entonar- el Cízrz¿rzrd¿' /To/dri7z,
el gran poeír)a épico medieval
-=1:,' li :l:==:'=::.='=.:\l=:
:=='«:;:::11'1==:.=1:1=::1i: fran(és, casi un cianotipo del código de esa cultura de la caballería
(dcl Lérnlino francés r/zez/a//erie, «destrezaa caballo»). Relato dra-
portancia se vería s\tbraJ'adapor }a conducta de reyesy etnperadores.
(Carlomagno. por templo, nun(a iba sin una espada; hizo que sus máticode la acción cle icLagtiardia heroí(';tmente condenada al fra-
tres hijos fueran instruidos en su manejo } les dejó séistres mqores caso de tino cle los capitanes (le Carlomagno en ta España de 778,
illcorpora. como /broz¿lLÍ/7.vai'iossiglosde historia. En un momento
Inicialmente. con el copie } el estaño tan escasos.sólo los.jefes c[ásico. cuando Ro]dán ve aproximan\e e] ejéíciLO sarraceno, le (h-
(«chzuer¿ Áde¿». nobles con espacl:\) podían lle\ar espadas. (;on el ce a su amigo Olivier: «,\Laca con [u lanza }' }'o golpearé con Di¿rrztz
tiempo, a los hombres libres } a las [lllÜercs nacidas libres en "edad dczr/e,
la buena espadaque me dio C;arlomagno.Si muero, aquel
que la herede dirá: "Era la espada (le lm \:asallonoble"». Román cn-
de espada» se les (tarta derecho a tales armas. Las tribus teuLonicas.
con stt preferencia por la utilización del lilo, fregaron el avance del cari\a Eocloslos i(lealesy aspiraciones de la época caballeresca } se
manejo de la espada como aima de estocada; peto tan\bién dieron con\ierLc en su emblema para los tiempos venideros, ayudarldo a
sentar las bases para el romántico deseo de plenitud en que ha flo-
=li:=¿.==:::: ::'::=::;"'':::'ll.T=:::.r:i:=::1''=::.1:: recido la CSaFi mn
""':"''ll'11111';'illll:l''
I'"l'l'I'l 'T'll'l'" :::i:!::
L'n caballa) (entero). sllnox qttt' no esté ciela) . . . . . . . . . . 6s(lliclí)s
podían utilizarse aún para aplastan, })ero atravesar las zonasimásvuln-
erables de litarmadurade un oponenterequeríanuevasaptitu-
Pt)t tanto. una esplt(lacon \nina costal)aimásíluc'un t)uen cl\b2\llo.posin)letelle-
des. Los armeros respondieron con crea(ior]es aúr] más eficaces:
lo de la escasez de forjadores de espadas.'" discos circulares que se deslizaban er} su lugar }, protegían la axila
potencialmente mortífero. Un caballero de armadura era como un
tanque. prácticamente sin capacidad de oír }' con la visión limita-
da. Aun así, un caballero podía correr: saltar. tcnderse boca abajo o
boca arriba y levantarsesin ayuda. y montar >'desmontar de su ca
ba[[o(sietnpre lln sementa]). Era agotador. pero perfectamente po-
st ble . -''
cual cra parte esencia\lcnelideal caballeresco.»i ' Una opinión íilás es-
céptica es que preservaban el sabor dc la capt\llcría cristiana ante la
realidad del poderíopolítico. l.a lglesia iíltenró en nlnnel-osasocasion-
es que ílicran prohibidos, perú)ademásde sli valorsocialv inilitai sup-
onían lma signiflczttiva fuente de inga-esos. Un caballero (te éxito pod-
ía llegal\e consigo c'uantiosos trofeos en ai'mas >'cttballos.
En toda Europa: l{)s torneos sc convirtieron en la ocupación trás ab..
sorbenre p¿\ralas clases caballerescas aparte cle la caza } la cetreiía. y de
la gtteira. Si]] duda: cl ct)nsllillo de bcbidt\ } el.jllego Hite tenían lugar en
tabes fbsti\-edades eran Lmo c]c ]os motivos pal'a ]a oposición c]e ]a Igiesia.
pero [ambién ]o cra e] núlllero de muertes. Un conl])ate ell particular,
en 1] 80, atrajo a más de tres mil caballeros arriiados y montados. Enlo-
quecidos por la sed dc sarlgie. galoparon sin piedad sobre los hombres
a pie, cargando salvajemente contra todo aquello que se n o\lt?ía. Los
cuerpos alfonlbrai'on el suelo. F.l comi)aLe en ltn torneo hnalizaba
cuando se daba una señal dc deleners(' o cuando lin caballero, próximo
al (le.lOl:teejl sí.ito. francés de romances (aballt:restos. Ct)iétien clc
a la astlxia en urlll armaduitt t¿ui ti'emcndamcnte abollada que sólo po-
aves ofrece \tna vaida descripción de un tot-neoe]] freí). Ert;dr?,es-
dría quitársela lin heiiero. era inca\pazde perinancceí ei] pie.
crita en torno a] ] 170:
(}radlialrnente. cl nú]nero de participantesen rt\lesei](llenrros se
redLljo a pequeños equipos. Los desafíos foinlalcs a eFlu&i('il «liza»
evolucionaron hztstaexprcsalsc en lenguaje decoroso por p¿true(lc
unos caballeros que actual)an poi propia iniciaEivt\.Esi\sj ucla\ seguían)
siendo condenadas por la lglesia por el elevado íiidi(e de bajas. Eil
.'\lemania se desarrolló lm código està'actocle honor. de manetti que
no podía particlparse sin piesentat ai)tcs prucbt\s de alcen(lencia no-
ble. Cuando un caballero se encontlltba con ouo sc esperaba que se
levantese la visera } revelara su ideilLidad; el saludo militar es un lega-
do de ello. In(luco ho} en día, en la esgrima de competición, está pro-
hibido salir a }a pista con la careta }a puesta o iniciar un :asaltosin sa-
ludar primera al oponente.
Los caballeros Ittchal)ail entre sí o bien á nriflalzfr' («a tiltranza»
por tanto «hasta la ;\l)sotttta ren(loción») obien (} P/rz¿sarzce(por cliveísi-
ón) en tres clasesde encucnu'o: Ittliza ojusta a cat)ello;la gresca ge-
:::lii:lilllBI
li:l'1111
;lll:lllllllil
Felipe 11,ie} de L.spañtt
Filllll'l:.ll
:1111:.lll 8
neral como se ha (descrito }a; }' el combate singular }i pie, (O]] espada.
hacha, h:taha franca o daga. .'\l principio cte cada Iucha con espada.
:}9
Los combatientes más animosos acabaron por sentirse frustrados
con unas.justas tan sólo ocasionales e inErodLljeron el país(/'arme.s.en
el que un caballero anunciaba su intención de ocupar un terreno de-
signado, habitualmente un paso natural de alguna clase. durante
cierto período frente a quienes quisieran atravesarlo. Para el siglo xv
ya se retaba en desafío individual a un caballero er] particular: del erzi
d'armes al duelo no había sino un corto paso-
Durante la segunda mitad del siglo xív casi toda Francia y gran
parte de Italia se enfrentaron a lma muey:aamenaza: los gobernantes
podían requerir un ejército luchador, pero no tenían medios para
dar \m nuevo destino a ese ejército en tiempos de paz. Miles de sol-
dados se quedaban sin trabajo al ütnalde cada guerra, con lo que se
inclinaban al saqueo como forma de vida alternativa. Una sucesión
de papas empezó por dictar indulgencias para aquellos que se opti-
sieran a tales rou/im:s,tal como se les llamól entonces, temiendo que
el bienestar de la comunidad cristiana por entero escu't'ieseenjuego.
organizaron cruzadas en su contra.8 Finalmente optaron por una es-
trategia rnqor, convenciendo a los veteranos dc Iuchar al servicio de
una guerra santa. }' de \lamaral Mediterráneooriental. a Htmgría y a
España para luchar contra e] avance de los musulmanes. Los inicios
de semejanteestrategiase remontan ya a ]a Primera Cruzada (]095-
1099)y en mayor o menor grado continuó hasta !a Octava Cruzada
de 1270a ] 272y ta pérdida de la última fortaleza cristianaen Siria en
1291, utilizando así de manera eficaz a UTIOShombres cuyo único pro-
pósito era el de luchar para obtener ganancias. Estos mercenarios
formaron compañías disciplinadas y bien organizadas con sus pro-
pios tesoreros. secretarios y consejeros. Los roufimstenían mucha ex-
periencia en las artes del manejo de la espada, y de sus filas salieron
muchos de los primeros instructores de esgrima.
#;E] temor papa! era palpable. UTI edicto de 1364ordenó a los mercenarios que
diéól+ieransus compañías: abandonaran las zonas de que se habíala apropiado y re-
:Páfasen:]os daños que habían hecho, todo en e] término de un mes; o sufhrían la ex-
Caüuüióñ,, A clérigos}' laicos se les prohibió unirse a las compañías, faxorecerlaso
emplear a sus miembros; cualquiera que les proporcionada comida sería anatemati-
zado hasta el extremo de que sólo podría eximirles la absolución papal. Un edicto del
áñd :si©iíenteagradó rajes sentencias. Como comenta con agudeza ur} historiador:
cuenta años no habría ul} can\bio correspondiente en las espadas «Todolo que quedó fue la cruzada».':
al'ma que u klizt\sela Í)ól\oía. pue\ era a un tleillÍ){) nl;is f)re('is{)} irás
Para cuando iiegó la guerra (te los Cien .\ñns (] 337-]453) e] t\r eficaz. Los cañones se utiiizabaT]coit eficacia ei] bateé-íasv asedios,
ma preferida entre las de pi'oy'ectiici-ae] arco, } fue ta maestría en esa peio cuando se prohl\ban cn el campo de batalla c{)sectlaban bien
tecnología (además (le unas tácticas francesas suicidas de tan valien-
pocos éxitos: al pi-in(ipla sc los (onsicleíó más una t)ponla Í)csaclaque
tes) to que le (lio l t victoria a los ingleses cn las decisivos batallas cle una amenaza. colmomucho t\rretactosútii(losas que astisrabana los
Grécl' ( 13461 , Poitiers(1356) }' Agh(otttt(14[5) . F] arco medía casi
(aballos. l,a disponibilidad de pistolas >: revólveres hizo t)ic'n po('o
dos lnelros de Intro }' algo !Henos de ocho centímett'os de cii'cttnte-
por alterar la forma militar'de pensar. pues su uso el-araro.
i-cncia. estaba hecho de tejo }' se teqttería una tuerza de quinientos
l.as arm¿tdttrltsHill cilL&rotlde gins{)r. } se miná piá(Lich c{)i lún
quelos !) tla pensarlo. Sc le Emitía su prima: ia ballesta. un in\esto ita- «pt'near» un peto dispaítindole a bocajarlo. [.t\abo]]aduJ'a resti]tante
liano c;Ipaz de perforar una malla desde mu(hos n\eu-os(le distancia.
no sc deparabaa golpesde martillo. sino que sc dejaba v confrec-
.lutltos, la ballesta y el arco significarían el fin de la supienlacía del uencia se embellecía, como prueba de la calidad de la armadura.
soldado a cabaiio.
No ftle base¿lla década de 1450 o después que las armas de fuego
En Agincourl, un cjérciEOinglésclequinientoshombresse en- pasaron a sel' Lina [ueiza en c] c:ttnpo de baLa]]a. ttanscurrirían
contró con unas ftierz.asfrancesas Eles veces mayores }', sin embargo,
otros (illcuenra añ{)s antes de que se urilizttrttndc íll \nc~lltgctlcít\l.
sólo sufrió bajas dc cien soldados de infantería }, trece honabies de ar-
La referencia que h.lce Geoffrey Chaucer en /,rz(r/.íar/f /rl./}í//lrl l\ la
mas. Unos cinco mil franceses n)frieron: dos mil en acción. el resto
vcl-riglrlosavelo('iclacl de lin (disparo. «[an veloz (HUII) proyectil sali(lo
fueron masacradoscomo pt'isionerosen lugar de itltercaml)iadospot
cle (-tltlón,/ cuando el [ttego la pólvora at12wics:\».
po(tría icfbliisc
un t'escote--pese a rendí rse sin condicion\es-- cuando un último ata-
tanto a pistolas > iitle\ como a cañones. Sin embargo. una vez que los
que francés pareció peligt'osamentecercano al éxito. Fue: uno ctelos primeros entraron en juego. el efc( to fu(' ia(local. «Q.tlisieraDios
últimos con)bates inlpoítantes en que las espadas n)ás que las arenas
--escribi(3 B]aisedc MoilL]u( cn ] 523-- que eslaitir it desttfbttttlla(la
aírojadizas o de fuego, tuvieron lln papel p'incipal, el del apoyo fun- lluílca se hubiese {llveil tada.
dameT} [a} a;ios arcos.
E} 25 de febrero de ] 525. Fí'aílcisco { cie }'tanda se eilconiró con
Sin embargo, fue en los confusos campos dc batalla de Créc} que
el emperador(=¿trl{)sV en la «sen\ipcilunlbrl\(le un anl¿\llcccl-
de in
hizo su pain)era aparición significativa una nueva potellcia de guerra: vierno» ante los.jai'dimesclc lin noble cole¿tclc Pitví;\. Sus tropas slif-
ta pólvot-a.Mezclttde azufre. call)ón y ilitraLOde sodio o potasio, el rieron una del-rota coíltulldellte. «tino de {os lllomentos cruciales
explosivo más antiguo que se conoce en el mundo se inventó en
en la historia política --cs('rige Oakeshou-- fue a su vez lln hiro en
(;hiba, pero el ft'aliefranciscalloRoger Bacon (]2]4-1292) fue su }a historia de la armadura. . . La 111asacre
de {a.nobleza,ftarlcesaen esa
más famoso clerensoi-.:R[n ]91 1 un historiador esa-it)ió para variar
batalla solo fue igualada por l¿\ de Agln(Hurt.»i; [,l\ (ttb:t]]('íía bien
del '«salitreinfame de frac Bacon», que, mientras que «ahogaba el
pudo(onseixar su lugar en el afecto n iliuarhasta 1914. pero ili si-
sueno de Don Q.uüote.prodtljo el arte ctela esgrima».'' Con la pól-
quiera las arm¿\guías blanda(las po(lian obre('er proto(cien cn (.outra
vora, «la única excusapara una completaprotección dcl cuerpo se
de las balas. El.juego había terminado.
desvanecio». zXun así, fue una revolución cte })roceso lento. Hasta
Poco a poco, losguerreros desecharon la ¿trmadula}' se [oinaron
principios del siglo xvll. el ar(o continuó siendo superior a cualquier por tanto más vulnerables a Ins espadachines (liesLros.u'Las Lécni('as
:k l)ei siglo lx en adclanLe. los técnicos chinos clesatlollai'on nuevas fantilias eil-
[eií\s de armas basadas en la pól\t)ra: «lanzas de fuego» clttear iqaban ]lami\s. giana- # Los miembros (le las s{)cie(ltirlcs clc'clic:l(las Ito\ e-n día :i lit recio-lclí)n (le la es
íl2ts,bombas lanzadas con (aLapulLas.cohetes chii tian [es } el primer canon ailtenuco.
grim'a inedletal se muesulin apasionados con lcsp('cLr) a su airo ni\c-[ c]e ca]ic]ad. E]
Pero los burócratas gobernarlos chinos. inmutables en sli (íntíiaiizt\ en que el poder
historiador alistra]iano Sreptlen H¿\nd hi} cuado fc (]e c]]n: «E] \j]f) ptt\adn [2{)t) ] ] cm
siempre tendría sus raíces en los -inLiquísiiilos clásicos liteiatios: se maiitu\ ieton tlis-
?e:cé:á;investigar ]as técnicas nledieva]es para e] uso de] es(u({o grande. Et sistc'maque
[antes. pues la mecánica de la guerra quectab2\ por det)Lilocle sus intelcse\. Nadie sin- descubrí se basa en ltt utilizariói) del escuLIo cn IÍítca\ (Ollas cle ata(lrte. first:ianclo ll)s
tió lil tentación de replaíltearse lsunt{)smilitare's.
4R
(=AP{TUL0 2
CON\TRTIRSX EN MAESTRO
RO(}F:R ASCHAh{,
'/bxo/)/zÍ/rts. 1545
R
Cómo eligede.fendelsplcl geílte Tollna t)arte (IPI rrtráftt'T )irl
( ioTtnl en igual medida (!tLC lct lilo-aluru. la Jnrmrt (LP ilesli) o
l,rl, !rrlslronomt(l .
RICHARD F. BURL'ON
Ihe seTlliTiteTtl
o.llite sluolú, \q\ \
45
E[ invento deJohanncs (;utenberg, en ]450, de] tipo mó\il infla-
los ckttl(llores }' Lal)Gritas dc f-tropa. qttc con(tuyo a una rexolttcioíl
mó una explosión de libros sobre la «ciencia de la esgrima», desde
Perpignan (que entonces no era parte de Francia) a España, ltalia,
Francia }' Alemania. En la Inglaterra isabelina la tirada media de un
libro semejante era. sorprendentemente, de 1.250 ejemplares, el
ulla serie cte ellos Eiia(loi cs de csgiinlt\. Si tocaba cl tenla (tel ml\nell) equivalentea un importante éxito de ventas de hoy eii día. Hacia
]500 }'a podían encontrarse talleres de impresores en cada centro
de la espanta.Coi'ble estaba interesado e]] él.
mtmicipal importante de Europa. Como ha señalado Elizabeth Eisens-
[eitl, fueron los profesores en particular quienes «se beneficiaron de
la forma en que su carisma persot)alpodía verseaumentado y am-
Flauta principios del siglo xvi tltibo t)leti pocos principios sólidos
sobre cómo se Ittch2\bamejor conla espada. Los maese'os:may'orí- p[ificado por [a pa[abi'a impresa» ' Entre ]5]6 y 1884 se publicaron
nenLe veterai\oselelqército. transnlitÍan Lo(loun batiburrillo de técn- más de quinientas obras sobre esgrima. E} continente estabaconvul-
sionado.3
icas. mezclando la esgrima cn sí, el nlanqo de la daga } rnovlmien-
[os de lucha libre; cualquier cosa que ayudara a sobrevivira sus La nueva ciencia era lo bastante poderosa como para hacer que
}osmás importantes artistas acudieran en su ayuda: en 15] 2 Albrecht
discípulos l.a opinión de Egerton Castle era que «cada massu'oin' :'
Diirer preparó lma serie de 123 aguafuertes que ilustraban llaves }'
derribos de lucha libre y 58 grabados más de combates con espadas.
bierko. en el cuido de una vida ri(a en exÍ)eriencias, que en general
LetlÍ3D éxito eil enc\teneros personales. } que había practi(ad{) hasta\ venablos } dagas. Pero fueron los italianos quienes destacarían coho
teóricos, }' el maestro más ampliamente leído cn el extrae'jero sería
que la facilidad } ]a rapidez a(lquiridas en su clecucióii los tornaba
Achille Marozzo. Haciéndose llam2ir«el gladiador de polonia», pu-
moly'peligrosos para un oponente falto c]e ligar dei)Lírico». Todo eso
blicó su OPmíz/Valiaen ] 536. Marozzo ]ue el primero en establecer un
estaba a punto (le caine)lai.
La obra más antigua existentesobre esglim2\es un manuscrito sistem.tregular. Las paradas como tales no se habían inventado aún;
describe en cambio cómo rechazar un ataque bien con una daga en
ged)aRRo(le finales del siglo xiii. el «l::::»,aculalmcnte en cl \rscnal
la mano no am\ada de espada, con diferentes formas de escudos.
Real de Leeds, que cn treinta } (tos púgil\as nltlestl'zla ulla figura frai-
bien con un paño envol\iendo cl brazo defensor. Aconsejaba a los
lesca(salté'rans) que insuuye a un (liscípulo (on esf)ad2t }' broqucl. (on
brevescomentarios escritosen latín. Apalecetl tain})ién movinllenros maestros que les illsistiei'an a sus discípu]os en quejurasen no duchar
nunca contra su instructor y no transmitir lo que sc les había ense-
de l\tcha=en aquellos tiempos los monjes Grail famosos po' su excel-
encia colmoItichadores. La siguiente entra(la cn la biblioteca cle Gotbl- ñado sin permiso expreso. apela \rapaagotó cittco ediciones en los
cien años siguientes,y algunas de bits ilustracionesaún se plagiaban
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47
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B#HWlilll$ili'HTU
asentadopara entonces. El siglo xvi v los inicios del x't'ii ftleron tes-
tigos de que la gente respondiera a la idea renacentistade que el
hombre po(lía mejorar mediante el estudio }' la ávila asimilación de
nuevasformas dc combate.' l bastaN]artin ].Heerorecon)endaría ]a
esgrima (junto a las.lusLasy la lucha) para potenciar la huella salud,
Oakeshott está en lo cleito culta(lo afirma que' «el período desde al-
rededor de 1500hasta irás o meno\ Ifi2o diie e] más imf)ortante para
la espada como aima para todo ser hun)ano: sti uso Itabíit dejado de
ser un privilegio coll finado a la clase (itballeres(a»
W 53
a oficiai. } siete imásantes de poden con)batir poi ]a distinción dc
ron: \arios ctramat\ttgos ist\felinos hi(jernn (lel «tTlagniflco Garian- maestro.
za» el blanco de sus burlas.
Compctii- por la distinción» era Itt expresión utilizó\dapara las
pi'bebasde ac(eso. que íequerían gt-anesíueizo físico. Se esperaba
del aspirante que sc enfrentan'aa los mitestíosde una cierta.jurisdicc-
ión (ol] al menos seisarmas (distintasen lln cadalsoerigido en la pla-
za del mercado. El examen eia brutal; cltiraba dos o Erescrías} re-
quería por tanto resistenciaademás de dcstieza. Los documentos de
la (=in dc L,ondres muestran que cuando un discípulo se presentaba
pata ser admitido en la cot-poracióil. la multiLuclera taft nulnelosa
que los negocios cercanos cerraban durante la.jornada.
Pese a la popularidad de tales combates. el prestigio de los maes-
H'ossiguió siendo compañ;\bleal de mald)arisías, actores }' otros va-
gabundos. Eil i2tInglaterra dc la Edad Nledia sc había f)tiestofreno
a la práctica de }a esgíiilla. en especial cn las grandes ciltdades,
puestoque con delnasla(lafrecuencia conducía al derramamiento
de sangre. En época tan temprana como el reinado de Eduardo l
(1272-1307) habítt exista(lo una especie de escuelas de esgrima. Etl
1281, }' de nuevo en 1310, se piohil)feron tales estableciinienlos
dentro de Londres «bajo pena (te prisión durante cuarenta días»
Los instructoics eban plebeyos, nunca nol)les, } co]] frecuencia po-
co más que matones a sueldo. que ofiecíku) slik servicios a aquellos
que preferían no luchar por sí tílisiilos. [.n e] continente, a tabes
hÓiñbres;se }es ]!amaba }uc]3;adores iibres o ]a1lceros. Er} el caso de
que !as cortes insistiei'an en la (elebración de un duelo, lln apelan-
te podía contratar a un representante --un «l)útil» cll Inglaterra,
un Jerrai//eür en Francia, un ó/aun en Italia-- o procurad-se instruc-
ción profesional para aumentar sus probabilidades. .\noesde que
@ pasaramucho tiempo los dttclistasexpertos estaban cometiendo to
da clasede crímenes, segurosde que podrian «probar» su inocen-
$
57
oculttls en los portill.n de las iglesias.'*'' o(laEuropa n''*chísimas esu-
a ®
@
59
:'
:ill:.Blll:':'::==:'::=:=:=
}ai representa(iones cle Shakespeare, }' no hay' lma sola explicació11
6]
Han)lcl es un timadorexperto} (aunque con anteriotidaclen la
obie adtnitc estar mu} desentreitaclo, un posible desliz por paitc de
Shakespeare) espera gaiial':
s:.ll'lT:il .]].]X.:='..
lll;:[llTlill :::.1:=.::::«":, (V. li. 210-213)
(]APITUL0 3
Los hombT:es
bien {)up(leTIrnnsiderar n dwe\\o ulla cln.\e
honorable (Lesíltlslacción. ) sir etnt)aTEo llo es trás Hite linn
.farm(t be((tt7tttto\ao t Pta(}a (l(' (tsPstn(ttr}.
SIR F'KANT:ISBACON.
tall lleno de aprtlnsión } amenaza: (;ízr'fías.} 614
Rr.x : \ztinos,('o1)\eriza(i.
\ xosotios,.Jueces, ret)ecl los o1')s bieil abiertos. La palabra «duelo» viene del latín du.r//o.forma(la a partir de /)I'-
Hahn,l:-i: V2\U)os, selaot.
/¿wm(«conflicto» ) }' atto ( «(los») . Noah Websíei dehnió al duelista co-
Lxii.K l li.S: \'2111}0s, sctlt)i'-
mo {<alguienque lucha en combate singular». Para cl filósofo escocés
Lnc lian .
del siglo xviii David Hume. till ctuelistaera «alguien que sietnpre se
valora a sí mismo bacán(lose en su Goldie. en su sentido(lel honor, ei]
sp fidelidad lr en la ;tenista(l»,conlo que curiosainenLedcjal)a de lad-
o cualquier alusión a la lucha.' Un cstlldio cle 1884 sobró: el duelo.
E¿ c'alnPode harol; opto poi' un «luchador profesional de duelos; lm
admirador y abogado dcl for/e(/ ¿e/lo».lTal \ez lo mqQT sea confor-
111iátse
con una combina(ión de los Lies.
;A diferencia dc los primeros torneos nle(llevalos, las rcfriegas ed-
ge individuosen peleasdc taba-na, o cl combate de claíi que sir Wal-
#$1; Scott describe con [an c{)[lxinccnte deLitlle er] La (/OllfeZ/a (Zr r'fi]/?..
63
tlglH:l11Hlt
il j; i:
; ill ;;; ,
63
Sin embargo, }a práctica seguía haciendo que a la lglesia le rc-
mordiera la conciencia. }' la vacilación iría dando paso gradualmente
a la más absoluta condena. Nuevos concilios --desate el de Limoges
en 994 hasta cl de I'rento en 1563-- pondrían más énfasisaún en
e] aboirecin\iento del duelo por parte de la lglesia, } una serie clepa-
pas elel pun\er Renacimiento --Alejandro 111, Celestino lll,Julio ll--
declararon que excomulgarían a cualquier soberano que lo permi-
tirse. Giegolio X]]t (1582), C]enleilte 'blll (]592), Alejalldro Vll
(1655), BenedictoX]V(] 752), Pío IX(18(}9) 1.León XIII(1891) ha-
rían declaracionessimilares. Ninguna tendida efecto; tal como lo exp-
resó un escritor, el espíritu l)ético se adaptaba al duelo del misrtlo
modo que a los cuerpos de caballosilluertos les salían gusanos. Era
evidente que el duelo le resultaba atractivo a una parte del combie
que no podía refienarse. ni siquiera mediante la amenaza de perder
su alma inmortal
Y semejante amenaza era real. Un famoso «campeón a sueldo»
fue el c/zma/ápr
d',\ndrieux, quien para cuando venía treinta años ha-
bía matado a setenta Ir un hombres. D'Andricux aumentaría su repu-
tación rnediantc la práctica de desarmar regularmente a sus opor\en-
tesy obligarlesa renuitciara Dios ante la puntade su espada>'
prometiéndoles que salvarías la vida. Entonces, una vez oído aquella
forzada blasfemia.}es atravesaba,con la intención, decía, de tener el
placercledespachar cuerpo y alma de una sola vez.:'
Eljuicio por combate continuó practicándose, hasta que en 1386
tendría ]ugat un duelo coll tan atroz resultado que hasta los más in-
condicionales empezaron a perder la fe. Jacques LeGris fue acusado
por su viejo amigoJean Carrouges de violar a lajoven y hermosa es-
1-
.;::'l' .'::: . .'.'-'.' .-.
H ®
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Perché (quien popularizó la contrarrespuesta) en 1676, Wernersson
.\ndré de Liancour en 1686y Le Sieur Labat en ]690. A medida que
el espadín evolucionaba, se desarrolló la técnica moderna de una so-
la mano. }' el brazo posterior, que se había utilizado unas veces petra
parar y otras para aferrar la hoja de un adversario. se utilizaba ahora
primordiajmente para equilibrar.
De todos esos maestros, Liancour sería e] más influyente. Su libro
en cuarto Lf' .Vczi.f¿tp d 'armé?s, ow: / 'exrvrisé? de /'ésPéf? seü//e siguió siendo
la obra clásica sobre defensa durante más de tres cuartos de siglo. .H
contrar-ioque ta mayor parte de grandes instructores, publicó e] libro
o después de haber obtenido la (alegoría de maestro y continuó
impartiendo lecciones durante otros cuarenta años. /,e /Wíz¿.v¿re d'ar:-
mesincluye catorce grabados cn cobre de tiradores que ejeclitan m{)-
vimientos con elas)osados atuendos dc cottesano disptte'stoscontra
algunosde ]os fondos más dramáticos en la literatura de la esgriítla
islascon castillosen lo alto de riscos por aquí. ciudztdcs>'puertos por
allá; en uno, un escuadrón de caballería abandona al galope lm pue-
blo en llamas: en otro, un ejército en pleno asedio hace saltLtrpor los
aires las dek d .dad. Erl ia ii
f
W
Extra'do del inquyente manual de André de rc 1686. Los til;adores ar
lós:movimientos míenEras detrás de ellos se ;d , la ,na aEronadora bal a
@
1:
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