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t't +áí .
Y fror t¿rilcr. l¿i ir-rerz¡ r¿rs¿trite y la terrsión [:trrgerrcial niílxinla
valon
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Tnrax
7 z.br0l
(T.
FJx-¡t¿-
Fig 8 l5 Sccción [iSurada con relaci<irr iincal entre:er]siL\nc! \'ciet¡rrrr¿ci¡ttes.
La posiciórr de la tibra rreutra de I¿t secc itit¡ l.r f ijamt-rs igLr.rl.ln- \ sec.iax
rEcrAn6u LAR
do el momento estático dcl área comprinrida ;rl cle la arnlaclur¡l clc
tracción, honrogeneizándola por el factor = Esi F-, Dicho f¿¡ctor
n
\
n es variable en el tiempo cotr la naturaleza clc las ( ¿rgas' dtrtlcl clr.re
depcnde del rriódulo del hormigón E..
é.+++
En sccciones dondc predotrtitietr las cargas rro colrstarltes ttlr Fji:. I lfr .\5ut-'1.:. ilLle '.:c:lc11 l¡¡s ftlerzas r¿ls<llttes v las lettsiortes Iangen-
: lcr :iÉ(: i: ó', rer. : :rrlqu l.it
valor razonable para el factor de horrrogetreiz¿ción ¡-rucclc oscilar ¡lt-rr; CrIr
(- j-r
i
dx Y -
l¡ .b{yr ' I.
Los fbrl,rdos re¡icul¡¡¿s
L,o dudoso, lo que, sin ser falso, sólo constittlye rlna verdad a
o")
medias, se produce ct¡ando, partiendo de lvl : z ' C estatrlc--ccrrros
que:
dM=z'clc=V'dx
para expresar el equilibrio de las fuerzas horizont¡¡les:
)'
¿C = Yz .dx = rn,o* .b(Ol.clx = R.clx
y deducir, finalmcntc, que el valor cle l¿i terrsicin coftarttc r,,',.,* a lil
altura de la fibra neutra es: bJ
L¿ continuidad se ha roLo.
= z ' dC presuponc, de un rrlt'¡do inrplíci-
La simplificación dM
to, hacer que el brazo mecánico z sea un factor invari¿¡ble y, por
En las proxintidacles incluso dc una microfisuración, el hormi-
tanto, dz :
0. Al admitir este supucsto, henlc'ls cl¿rdo un salto erl gón ha deiado cle cstar sórnetido a los alargamierrtos impuestos
nuestro razonamiento ace¡>Larrdo corrro válido algo qr.re r.leileríatrtos por l¿r ¿rnna<.irir¿r err tracción. L-os puntos a y b tFig. 8.20). antes muy
expresar con cautela. próximcls, esL.il'l ahora scparados p<.:r la atrchttra a* de una griela,
Aceptamos la hipótesis de que los dos materiales, el hormigórr al ¡rrincipio difícilmente perceptible a simple vista, y que se mide
y el acero, se deforman coniuntarnente sitr soltlción algurra cle con- en décinras cle ntilítlletrcl.
tinuidad y que en uno y en otro las tcnsiottes son proporcionales En csos plintos. la tensión del hormigón es nula. La separación
a las deformaciones experimentadas. cntre los trorcles dc la fisura impide al hornrigón transmitir esfuer-
Es en estas cotrdicioncs cuando el br¿rzo rttecánico es el co-
zos tanto longitudinales conto tangenciales. Todo el csfuerzo de
eficiente que resulta de dividir el rllorncrtto clc' itrercia cle la sec- tracciórr eslá alror¿ ('rtenido por la armadttra. Dada la proxinridad
ción homogeneizada por el momento estátjco cle la zona cle l.rs ['larr.rs ¿ los pr]ntos a y b que los circundan. forzosamente
comprimida. ha dc: haber un deslizamiento relativo entre el acero, que trabaia
a una tensión on. y cl hormigórr, que está ahora a una tensión nula.
l¡
'- r\4,(o) Pero, tal vez, la consecuencia más importante de estas consi-
cler¿ciorres es el hecho de que, entre los labios de la grieta, la ar-
El brazo mecánico z es así una propicdad geonrótrica, una dis- madura cstá scparada dcl liormigón, como deserrvainada de su
tancia invariable con el momento flector. Todo cs cicftr¡ con una alc:jamiento prcl'io,
condición: que no se produzcan rlovirnientos relativos cntre el
Si ahora iclenlific¿unos la anchura clcmcntal dx tfig. 8.20) de la re-
hormigón y el acero. Dicho de otro modo: la aclherencia es perfecta
banacla corr esa ¿rnchura an cle la grieta, rcsultará que a uno y otro
en un sólido continuo. Uno y otro matcrial sc defornian conjun-
lado, t¡lntrr en cl punto "a" como en el "b", la tensión de la armadura
tamente.
es la nlisrlr¿r.
l.
L¡s loriados ttttillür¿s
I
I (c.t e)
Fig. 8.21. Mecanisnro resistente err 1.rs Vigas pol (] lccto'.lrco tltlanclo l¿r r, rqa st | 'i')I¡ \' 5r' 'r¡rroxittra a la rotur;r
hormi-
convertirsc en ul'l¿t reter<-'rtcia obligada detrtro del mundo del
l-ogicamente,lavercladprobablementeestaráellrjl1üconiunciót] los traba-
dc expre' gÓn etl todas sus !'arrialltes; así como también recibimos
sabia áe ambos mecanismos, iunto a otros más difíciles
sar c inluir: rozamielltos, efectos pasadores de las armaduras' etc" io, ¿e investigación v cnsayos sobre vigas prefabricadas
que'
que pro¡rcrcionan toclos ellos a nuestras estruclllras los resortes pretensaclas cle- A. C. Aparicit:1. J' Calavera y F' l' dcl Pozo' en los
banas que sigtle la analogía de
n".er"rio, para resistir cl corl"af'lte de forma rrrucho nlás hiibil de lc> particrrclo clc un l|oclelo sirnple cle
se introducen las ba-
que sabenros c\¡antificar, siempre y cuaf'ldo no las nraltraten'los c'x- Ritter-Mórscl'r que VCreIl\os a continu¿rción,
plano
cesivamente con nuestros diseños y esfuerzos desnresurados' rras corn¡rlctnlelrtarias qlre sillulüll el efecto-arccl dentro dcl
cle la viga .n ntcclirirrte \rn progranla cle ordenador, se calculan
los
Estando escrito todo lo anterior, ha llegado a f]osotros cl rrragní-
(INTE- esfucrzos en el cordÓn comprimido, arco, estribos y bielas incli-
fico y nuevo libro Progecto g Cálculo de B,lructuras de Hoflrrigdn
que sin lugar a cluclas pasarÍr a rradas r:omprinr icl¿is.
MAC, 1999) del profesor I. Calavera,
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I i,l ) ¿ \8
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(A. C. Aparicio, F. l. del Pozo y l. Calavera, Haruigón gi Accro, trc 209, 199¡i).
Los /¡rla¡los r(litular,':
L-+f lv
/ @tl /Áti / @l
1 iclealizar cónlo trabai¡r intenraulclltc una viga de horniigón, cuan-
do se ha sr-rperaclo Ia capacidad rcsistente del hormigórl a trac-
ción \¡ se cn(uenLr¿i fisurada, despreciando Ia resistencia al
cortantc cJel lrorrrrigón, la prc:¡xrrciona el modclo conocido como
500 kN
Pvalog¡ía d¡r J¡ C¡/.r-sti¡ cle Rittc:r-Mórsch.
lri€. 8.23. Resultados cit-'l arrálisis estrucl-uri¡l cicl rrlrrde:o ¡nierior Ntifese Se su¡)orrc- que, intentatrlentc, la viga gettera un nrecanismo de
córno casi l.r totalidad dcl cortante es resisLida por lo-' cerc:os. lA C A¡rari- cclosía conslstente en r.rn cordón supcrior cle compresión, fulncla-
cio, F. l. del Pt¡zo y J, Calavera, HormigónlAdero. ni 209 ls98). rlcntalmenle cle hontrigón y eventualmcnte auxiliado por armadu-
ra de corrrpresiórr. un corclón inferior dc tr¿rcciÓn constituido por
la armadur¡ clc flcxiórr, r-rnt¡s L'rielas itrclirradas y articuladas traba-
1 00 Trt janclo ;r conrpresión a travós del hornrigórr del alma y unos rion-
2450 kN fl (10c0 kN)
l--
I I r,.7 kN
V t.?l'rtes quc pucdcrl corrsiclerarse verticales o irrciinados trabaiando
18.7 kN 37.4 kN 56.0 kN
-o.- ^[:l- -ú- a tracciórr, rllre se corrc--s¡lonclcn a los estribos o barras inclinadas
'-l!-
7500 kN de cortante.
"*'r%
_-)-
c+> -2500
-trl- -tr" kN -cl*
kN -2440
-Ll-
6.13 cñ
-2460 kN
lig. 8.24. Resultados del análisis estructur.'rl del ;¡ocle.c, ¿r:.ie:.ü: l.)¿rtct Lrrt
segundo cscalén dc carga, otros 1000 kN, tr¡s haber p,;rs::f'r:;do ios estri-
bos. Nótese cómo el incremento de esfuerzo c()rl¿rtr'.c c5 ¡cs:tlielo frlncla-
ntentalmente, por el mecanismo de los ¡:tttrf.:les á¡rr.i: l;,(]r.r! f :rrr-'r-;¡nisrnL:
arco).1A. C. Aparicio, l:, J. del Pc¡zo y f . Calavera. H.rrnri.lr¡r r .'\,t'r¡. rr:' 20!),
19981.
I-iS 8 15 .Analogfa de la celosía de Rlttcr-Mórsclr
Como puecJe verse cn los resulLados anteriorei., l¡¡ cclosía clc [:st¿i r:l¡ro, ¡rtres. t-l rllccarrisrno c:¡rre pretende la analogía de ce-
Ritter-Mórsch refl e ja espléndida nrerrtc el I I reca n s m o r(rs stL- n tc y i i
losía: rcsistir la flexjón con kls c'orclones lrorizontalcs y el cortante
es el esquen'la protagonista (cfecto-viga) en el comportanliento cle con los nont¿it-ltes i,diagonalcs dcl alma exclusivamente.
hr viga, siempre y cuanclo existan cercos y la viga se encLlenLre le-
jos dc la rotura: estribos sin plastificar. Resulta evjcl]ltÉ qLle p¿tr¿l quc cste ntecanisrno funcione co-
rrectan'lcnte, l¿rs ¿r nrtadr¡ras tra nsversales deben estar adecuad.r-
A medida que las cargas aumentan y los estribos itrn cecJien- nlente ancl¿clas eli .rnltr¿rs cabczas.
do, o en caso de que uo existan, cl nlecanismo arco se corrvierte
cn cl protagonista rcsislerrLe y resrrlta rrna L¡uena sirrrll.rciórr clcl Este n're(;rniErlo rcsult¿-r l¡;¡sl¿¡nte conscrvador por varias razo-
corlante resistido por el hormigón, sierrrpre quc cxist"] suliciente ncs, iustificaclars er¡tc:rirrrertt¿tltnente, como se ha expuesto en el
arrnadura longitudinal de tracción. apartado antcrior fn ¡.lrinrer lugar, porque prescinde totalmente de
la cap;rcicl;rtJ resistcntc ciel horrnigórr a tracción; en segunclo lugar,
El sencillo modelo que los investigadorcs han plarrreado per- porque el corclcln sr.r¡:erior de hormigón no fisLrraclo posee una
mite comprerrder nruy bien cl compoftamiento cle las l,igas cle hor- cierta capilci(l;rcl resistcntc al cortante; en tercer lugar, porque las
migón a cortantc tras la fisuración diagonal al rienrpo clue ¡ternrite bielas cle conrpresieirr no se et'lcuentran ¡lrliculacias; cn cuarto lu-
interpretar muchos ensayos a cortante en los qrtc las vigas que gar, porqlre la c¿beza conr¡:rirnidir no cs dcl todo horizontal sino
delreríarr rompetse a urta dclcrrrrirrada carg;:, ¡lc¡lrz.rn en diciros inclin.rcl.r ¡' ;rbsorLrc pirrle ciel esfuerzo cortante; y, finaln]ente, r'lo
ensayos cargas m¿¡yorcs gracias al esquenra arco, escasantcltte es posiblc inragin.rr rrncr vig¿ en la clue su alma trabaie indepen-
considerado en Ias normativas vigentes. rlientenrr.rntc clel resto olvicl.rnclo el efecto arco cxpucsto anterior-
ntente.
Los forjados ralitulurcs
Conscientes dc todo lo expuesto, las rronn¿¡s dc. horrnigón, si Estc ¡rlano está ¿tr¿¡\,esanclo por armacluras inclinaclas un án-
bien aprovechan la analogía de la celosía, introducen factc;res de gulo u de sec ción resistentc A, separadas entre sí paralelamentc
corrección tratando de paliar su conscrvadurismo, aLln(lue sin ru"la d¡slancia s.
abandonar del todo la filosofía conservaclora que t-.nvuelve Lodo
lo relacionado con el análisis del coftante. L¿ rlirección cie las ttielas cJc corlpresión y, por consiguientc,
la dirección de las posibles fisuras dc tracción que pucdan origi-
Teniendo presente la analogía, y recordando lo expucsto ante- narse, forn'an un át)gLllo e con el plano donde acnjan las tensio-
rionrente sobrc cl análisis del cortantc, doncle plarnteárbanros su lles tangen(:ial(ls
estud¡o irrdirectamente a travós dcl equilÍbrio de bloquc: c':orrr¡rri-
mido haciendo intervenir el csfuerzo rasante R, podcnios desarro.. ARVIADOgAS F(Éoc.A s g(eu¡¡s oe conrresío'u
llar la Regla cle Cosido en la que se basa el dinrt-.rrsiorrirrrrienlo ¿t
cortantc de la lt'rstrucción Española dcl Honnigón y otras Normas <'b-- p'
r. ñ--------,C.
del mundo. eoo(r"(cqil. /
x\á*
C - T - TRAcc¡'dN
C - covr?&Gtror{
-.) R - gAsANfá
Fig. 8.28. Rcp,l¿ ck Cosido y equilit_rrio phrnteado.
T cosrr+C (<-¡s0=R:¡.b
T'sen cr : C .sen e
T.s.ntr f coscr*tnt3)=r
Dicha regla constituye una teoría gencral o moclelo de compor-
o
tamiento de una superficie, en principio plana, someticl¿ ¿ terrsio- |. sen ( cr sen
nes tangenciales cn su plano, situación que se producc elt c¿isos
nruy diversos. T.sen c.(cotang q +cotang 0)= t. b
slcrrcft-¡.
Sca pues un plano donde actú¿rn unas tcnsiones tirngenci¿lles
r en un ancho b y en una longitud unidad rledida en clicho pla- A' Área cle .'rce:o cic t¡:l,r cie los ¡rlarros cle arrnaduras separados entrc sÍ
lto. una diilani-ia rsr
A,r, Área clcl accro nor uniclacl cJe longiturl
o.: Resistenci.l cle cálculo clcl acero < 4200 Kp/¡¡¡2 {400 N,lmm2, tllE)
Los lor¡ados rctículares 245
Err las vigas cle alrna mr.ty cstrccha, las tensiones reales medi-
Reenr¡rlazando la compresión por unidad cle longitud cn la ex- das en los estribos y tr;rrras irrclinadas son las que más 5e pare-
presión anterior (C = oc .b'sen 0 ) resulta: cen a las qLle se obtienen con el modelo de Rittcr-Mórsch, aunque
siempre los valorcs experintentales sc mantienen inferiores a los
teóricos.
oc'sen2 0'(cotang 0+cotang cr)= t
Las diferencias entre los rcsultados teóricos y experimentales se
acentúan consider¿rblernente por el lado de la seguridad, a mc'dida
Y reemplazando t por su valor máximo en el plano neutro: que el espcsor de las ¿rlrrras de las vigas aumenta. Por consiguien-
[e, parecc rluy ruzonable, ¿il ciintensionar las armaduras de conante
con el rlodr.lo dc 1a ;rnalogía de Ritter-Mórsch, contar con una cier-
oc .sen2 .(cotang 0+cotang ta cc¡ntribución del hormigón a restar al cortante de diseño, antes
")= ¡rJ ¿
e Vl
de ¿¡plicar la fórrrrrrla l3l
En todo lo cxpuesto, el ángulo o viene fiiado por el proyectis-
Dicha contribución parece evidente que debeía ser mayor en
ta, puesto que él diseña la colocación de las armadllras: estribos,
las vigas planas ¡, en losas. y menor en las vigas muy peraltadas
L¡arras levantadas a 45", ctc. Sin enrbargo, el árrgr-rlo 0 st de¡arro-
del tipo prefabricado.
lla en el mccanismo resistente sin que conozcanros con precisiótt
su valor en todos los casos que pueden presentarse en nucstros Los ensayos y nrodelos más refinados que complementan la
diseños constructivos. analogía con cl efecto-arco, ponen de manifiesto en las bielas de
La elasticidad bidinrensional, si en el ¡rlano neutro sólo cxiste
conr¡rresión tensiones claranrente inferiores a las que proporcio-
na el Modelo de Celosía de Riner-Mórsch, en tomo a un 30%.
un esfuerzo rasante puro, nos dice que 0 = 45n. Ensayos efectua-
246 Los lorjados reliLalares
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Fig. 8.29. R<lsr:lt¿¡dos t(x')ri(:()s y cxpcrirTl(:n1;llcs rlc :c:rrriont::, cxiste¡lLe:; en e:;!rlbos 190'r. i¡;,lr :ri' r4)- r ! brel¿is cle compresiór'r (Co,lst/"rii,"c c,r lJ{'fo,l, R. W.¡lther,
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Fig, ti.:J0. Difcrürcia entre los valores teórcos r cxl)crinrenlilles clc las compr(jsionc's tlblici;¡i, e: l ,,gas r1e irorniigórr Sotnetidas ü cor[cltrte. tA. C. Aparicio,
F. I. clel Pozo y l. Calavcra, Horm[gón g Acero. rr' 20e l9qB).
\_
Los /trriado-r re ! k u I tt r*'s 247
8.7. Fórmulas para el dimensionamiento Sin enrrrargo alóiese cr.rarlclr.rier Lemor cie quc sc está caminan-
clo cle [orrr'L.r irrsergrrra accrptando para e un v¿rlor de 4 5", dado quc
práctico de las armaduras de cortante en las precar-rciones adicionales que se acloptan, al margen de otras
los elementos lineales consideraclones físicas sobre el ángulo 0, ncls sitúan ampliamen-
te clel laclo cle la seguriclacl como vcrcmos a continuación.
8.7.1. Referencias básicas previas (EH-91,
NBR7l97, REBAP, ACI-318 y EC-2) L¿ Nonrr¿r est)(iriola en su versión EH-g1, para reducir riesgos
de nlicrofisL¡raciones por esta causa, limita todavía más la e[ica-
. Antes de proceder al dir¡rcnsiotraclc-r cle l.rs .:rnr¡dur¿rs. clcbc- cia tlel horrnlgón c:n un ó07o aF¡roximadamentc, con lo cual se ob-
rnos con'lprobar que no se rompe cl hormigón a corltpresión tra-
tiene fin¿rlnterrte la condición corrterrtplada oficialmcnte en la
misrtta par.l el no a¡ri:rst:rrllieuto de las bielas cle compresión:
balando con sus bielas inclinadas: análisis clc l;r contpresión
oblicua.
0,3'b d f ,1>V¡1 l2l
Partiendo del cortante de servicio, sc procede a su ntayoración
por yr obteniendo el corlante de discño \',r L¡ Norma br.isileña antigtra, NBR 7197, basada cn elCEB, da
la nrisnla tormul¿rcitirl clue'la española, considerando un línlite su-
En principio, supoildremos las seccioncs de c¿tllto consLar'lte perior al v¿ilor 0..J f,,1 < 4,5 MPa (45 Kp/cm2). En su nueva versión
y sin pretensar, obviando los efcctos beneficiosos cltie sc derivati la lromra Brasilcria NB 2000 estüblecc una llLleva formulaciórr:
por ambos mQtivos, tal y como ex¡'londrentos posleriorlrlente en
u nos apü rtados es¡:ecíficos. V¡S0,27'0u'b'd'fc¡
Partiendo de la ecuación l4l del apartado ¿¡nterior: f
sictlclt cl = I -'--,f.-, en MPa)
250
No entendemos la tendencia extraña y pendular que impera en No obstantc. la valoración de V.u puede ser discutida, como
nuestros legisladores tecnicos, de ir penalizando sistemáticamente veremos posteriormcntc.
todo, cuando cl comportamiento real de las estructuras parece
canlinar en sentido contrario, cncarecicndo e hipotecando la in- E,l :
v.rlor resiclual Vs, Vct - V.,., introducido en la fórmula 3l f
Superada la fase anterior y en supuesto de c¡ue las tensiones ción ciei ho'-¡irtón.
en la bielas de compresión del hormigón sean aclnlisiblcs, cl di- :
Para un horrrrigón C25 lf.¡ 25 MPa):
mensionamiento de las armaduras de cortantc se deduce de la fór-
mula siguiente:
VcL¡
... 0,21.2i] i ,. =o'77'b'd
o'ó'"'''r,lo''b'd l['u = 0,77 MPa)
=
.serr a¡ -(cotang g)
z = i+.clq¡
Y
-s;
cr¡ +coLnng l3l valor c¡ue, cor-rlo veremos a continuación, c<¡incicle prácticamente
i=l con clvalor t¡ de Ia norma REBAP (0,75 para ttn C25).
En principio, al valor del cortante V¿ lc rest;lmos el coftatrte que Irodclnros ver qLte la contribución del horrnigón a cortante et't
absorbc la sección de hormigón, que denominarerTlos V.u, y crtyo Brasil se encllcntra por encima del valc¡r considcrado en la vieia
valor más frecuentemente considerado viene dado por, EH-g I algo ntás cle un l0o/o.
V.u:fcu'b'd . L¿r Nornl¿ portugl¡esa REBAP plantea utla formulación seme-
sicndo, j¿lnLe coll:
h =O,5rE (en Kp/cm2) segrin la antigua )'1or.mr Es¡rariola EH-91 V,;,.,: V¿ -Vq,,
Vcr.r : Tl 'b'd
[" = 0,1óú.-,t {crr MPa)
Los /br¡rdos rclit.ularcs
Tabla 8.2
Sin cmbargo, nosotros crcemos que Calavera hace un transpo- La corr jurrción de estribos verticales y barras inclinadas con-
sición de la fórmula algo conservadora, pudiénclose tomar para ducc a la su¡.rerposición algebraic;r dc las fórrnulas f4ly l5l.
Vct,: 0,145 . b . d baio un control
fr; de eiecución norm¿rl,
Nótcse, obsen'ando i¡is fórmulas l4l y l5l, quc la separación
. El EC-2 adopta para V.u la siguientc ex¡:resión: n'táxirna loneitlrclin¿¡l .rdnri::ible entre cstril.ros y barras inclinadas
ai 45ó ¡rara c¡ue no cxista una posible grieta de cortanl.e sin coscr
V., = h,,t .k.(0,t 2+40. p)+ 0,t 5.o. ]. b. cl por las misnlas, es ar¡lroximad¿rrnente 0,9 d para los prinreros y
0,9 Jl 'ci ¡rara las segrndas.
k = l,ó-d 2l
Para el resto cle nomlas es aplicable la misma formulación con
<t : Tensión dc compresión en el horrrrigón, en el c.tso {lc' ¡riczas conr c¿¡ráctcr general para dctern'linar la armadura de refuerzo frentc al
primidas. cortar.rte,
250 Los foriados reliculares
a separarse ri
y Pilares). ¿lnii:.
levalrtaclas a 45'r debe lle- práctic'rntentc siernpre V'6 cs igual
l¡ eC:i c¿clóiL collvencional
' Todo elemento lineal con barras la
L:',
capaces de absorber al nrenos
i;;nb"t ¿\-.
var un mínim"
tercera Parte de Vt'.''
ABM¡()uRAOE
CORTANTE
-T_'
'ü1
t-d4 ., -L'-.-
J-
ü4
b^ -¡I
ü4
_ ._t .-_.
j*".,¡-*| t-l .qlE!4q.o."E=
COMPRESION a cortante
b = bo' ancht¡ eficaz' de cálculo
0,5 I cotang 0 -< 2 sr:s
Fig.S.3l.Consicie'r¡i:ionesgt-'ornélricasalcnerprc'sentet:nelcl::'lel¡s:o:r'l:'Jicnloacorlante(FHEI
Los loriarfos r¿liular¿s 25t
. La norma REBAP portugues especifica: "acotaciones", es decir, simplificaciorles que, superpuestas entre
sí. pueden co¡rclucirrros, como de hecho así sucede, a sitttaciorres
en las que el tÉclrico pierde el sentido físico de la realidad y no
s < 0,90 .d S 300 mm si V',1 sf .vu¡
s¿lbe clónoe se cncuenLr¿t, itllnerso en un conjunto de reglas y cri-
terios, r'r'rlrchas veces incompletos y algunas vcces contradictorios,
si vr¡ <
2,
s .vr¡ frecuenren'lentc lcjartos a sLl experiencia coticliana, observando el
s10,50.d<250mm
I V,,1
colTlportarTliertto real tle la estructura que proyecta y construye.
s S 0,30.c1 < 200 mm si V,.1 > { Vr, Cuando l.l nomra EHE habl¿¡ cle estado límite de agotamiento
frcrrtc al cc)rtürrte, en str art. 44, acota cluc se refiere a slq¡¡sntos
line¿rles y a plac;rs o losas qrle trabaian unidireccionalmente. Cuan-
. L¡¡ vieia nomta brasileña establecía cotr carácter gtlneral: clo consulLanros el art. 5ó, relativo a placas y losas, buscarrdo cómo
calcu la r a cortár nte sus elentelttoS trabaiando rnultidireccionalmen-
s < 0,5d < 300 mm te, nos remitc de nLlevo al aft.44, suponicrrdo quc los nervios de
un reticul¿rr, ¡rorejcrrrplo, solr elementos lineales y aislados que tra-
. La nueva lrorma brasilcña NB-2000 indica: baian r-rrricli rcccic.¡rta ltlente.
s < 0,ód I 300 rnrrl si V'a < 0,ó7 Vul r.Cónro cs posiblc qr-re el lcgislador haya permitido la presen-
cia siniultánca c1e la nomta est'lañola de forjados EF-96, con un tra-
s < 0,3d S 200 mm si V'¿ > 0'ó7 V,,1 tamiento tan ¡:rivilegiacio del cortante de sus vigttetas
uniclirecciorralcs. frentc ¿rl tratamicnlo tan cxigente y penalizador
. El código ACI-3 1B establece:
que proplrgrra para sus cstructuras competidoras, como puedert
scr las losas relicularcs? Menos ntal quc la nueva EF-2001 matiza
más las cLlestiones rclativas al corlante, con el obieto de mininli-
s ( 0,50.d I ó00 mm zar las clifercncias resistentes tan abismales que existían entre los
nervios sentiprefabricados y los construidos irt sifu.
s < O,25.cl < 300 nurl si V*, > 0,34 Ll 'b <l Q
Con el ,rfárr que existe ett el ¡rresente dc tralar de normalizarlo
([¡ cn MPa; 0 = 0,85) tocio, comierrz¿ a resultar imp<;sible compatlbilizar la Norma Eu-
ropcil cot-l la Norrla Espaitola, con la Nornla Específica dc tal o
cual terl¿, con l;r Norma de la Colnunidad, con la Nonna Provin-
Existen otras cspecificaciones cotnplemenlarias relativ"rs a djá-
metros mínimos de estribos, separación transversal de estribos y cial, con la Nornra Local y con la Nontla Personal de Control que
superyis.t nllest ro trabaio,
ramas, etc., que no detallamos y que se pucden consLlltar en las
rcspectivas normas. L¡s cliferent:ias clc' criterios sol'l a veces Latr disparat;:das en las
clistintas Nornr¿is ct-lnsult¿tcl¿¡s, quc media Espalra constn¡ida con
viguelüs i,'foriaclos reticttlares debería encontrarsc cn el suelo si
8.7.2. Crlterios y fórmulas propuestas en la fucsen realmentc cierl-as todas las teorÍas que legislan ntlestros
provectos.
nueva Norma EsPañola EHE
f.g: Resistencia de cálculo en la biela dc compresiÓn del hor- doncle Ar cs el área de la sección por r.rnidad de longitud
migón del alma, dada Por f.6 = 0,ó fcd cle las arm¿¡cluras que forman un ángulo cli con el eie de
l;r pieza. F.xpresándolo nrás cómodamente:
b: Anchura mínima del elemento, es decir, descontando hue-
cos si los hay; viene dado por bn. Si en la sección considerada
5 n¡ 'A'''
la anchura del alma no cs col'lstante, se adoptará p.lra b,,
urla ahllra ./- ... "'a,
cotang cfi
1b = b6) el menor ancho que presellte la seccrÓu en (oiat'lg Cr =
igual a los tres cuartos del c¿rrrto útil contados ¡1 [rijftir cle I¿r ar- n O,r,-
madura de tracción, siguiendo la Fig. 8.31 .
L¿ S¡
pecialmente la atención el salto tan brusco qlre se da en E.7.2.2. Estudio de las piezas que no necesitan armaduras
ia capacidad resistente de las bielas cle conrpresión scgún
de coÉante según la EHE
existan estribos o barras a 45o: óNo parece excesivo?
picza no nece-
Conlo v'enimos rcpitiendo reiteradamente' una
que se gcne-
\éamos ahora una reflexión en la línea expllesta cn la introduc- silará annadr.lras cle cortante, cuando las tracciones
rL.n por sLl c;lrisa en el alma de sus secciones perpendiculares a
ción cje cste apart-ado 8.7 2.
las bielas cle cOrrrpresiól'r, se encuentren por ciertraio de la capaci-
EnlosbonadoresinicialesclelaEHE,siguierrdolafilosofí¿dcl dad resistente del honnigótr para resistirlas'
las
EC-2, el valor de la resistencia aclmisible para el horntigón en
bielas de compresión del alma cJe las vigas frente al cortante' sc Por tanlo, si, cott c¡rráctcr general, se cumple que'
encontraba limitado a valores en tonlo a: V¡¡1 < V,r : Vt-ir (capacidad resislente de la sccción
clc ltornrigón frcnte al cortantc)
(en MPar scgún cl EC -
r.n = - *., t. 2
de una pie-
El csfuerzo conante que agota en tracción el alma
u =(o z-ht) i:=[o'-*1) f; = I 4.25 MPa
za siti amraclltras viene dado según la nueva EHE
por la fórmula:
. L¿ evaluación de la resistencia del hormigón a cortante se- Mcrece la pena observar el gráfico cle I. Calavera de
gun la nueva EHE, como puede observarse en su formulación, va la Fig. 8 32 ad¡unta, para ver las difcrcncias tan considerables
íntimamenle ligada a las armaduras de flexión que posca la pieza cn los criterios dc las Normas más sobresalientcs, y el
en la zona donde sc esté analizando el cortante. Resultaía, por tan- carácler tan pesimista que ofrece la EHE, en los rangos
to, que en una viga con armaduras de flexión negativa y positiva baios de cuarrtía tlue habitualmeute se rnanejan cn la edifi-
diferentes, comprobar el cortante con una carga puntual y una so- car:iórr.
brecarga repartida actuando sobre la misma, puede converlirse en L¿ scnsatcz del Código ACI-3 l8 americano, basado en infi-
una tarea considerablemente ardua y pcnosa si no se dispone de nidacl cle ensa!,os, yir concluce a valores suficicntemente con-
un programa de cálculo adecuado. servadorcs y ¡rcertados si los contrastamos con ntlestra
expericncia ¡lersonal, como par¿¡ tener que aceptar sin pro-
.Una sección de hormigón H-25 (250 Kp/cnr2)que no tenga
testar los nucvos planteamicntos de la EHE, que su¡x)nen un
armaduras de flexión, según la EHE implica autonláticamcnl-e cltle paso atrás !¡ Lrn ell('arccimiento innccesaricl tle nuestr¿ls
f.u : 0; lo cual, obviamente, resulta una simpleza, puesto qu(l su- obras. absLrttcción hecha dcl murtdo dc los puentcs, doncle
pondría deiar fuera de sewicio todos los elementos clc hormigón los rangos cle ctrantí¿rs son elevados.
en masa.
.Si opcramos con un neruio dc l2 x 30 cm, donde se ha dis- CoRTANTE EN LOs¡ls stt{ AtilrADURrA DÉ GORTE m
puesto un redondo del Q l2 como armadtrra dc flexión:
rQr2 -+ o= i: -lti'lr=o,oo35
resulta una f.u = 0,46 Mpa = 4,ó Kp/cm2 Con l<-rs vieios
Una vez más, los americanos nos dan una lección príict¡ca o, meior aún, con f..u =0,145'..'f.t en MPa, siguiendo el
operativa, permitiendo calcular cl cortante resistido por el ACI-318, sin asumir riesgos de ningun tipo, dada la conside-
hormigón en los elementos lineales mediante sencillas ex- rable experiencia sin patologías conocidas por esta causa'
presiones, cuya formulaciórr más córnod¿r y simple es: . Y cle ¡rcuerdo a lo arlterior, no será necesario colocar arma-
- cluras de cortante, salvo las mínimas exigidas, cuando se
[v =Q.0,55.. I en KPi cttt2 cumpla que:
f., =0. j.r f. en MPa ACI-318 {991 8.7.z.7.Cáculo de las armaduras de cortante según la EIIE
Vsu:V,l-P'V.u
que, incluso, podía aumentarsc hasta un límite máximo de:
\'.,, lierre daclo en esLc caso Por:
''
u-- =[o l0 i {to0 p,f6¡tr +0,11 o,,¡] o a
[v =0.0,93. t en Kp i6¡1]
tv =0.0,30. I en NlPa
fuera por 1a prescncia cle un coeficiente p, que hace variar la con'
[ribución cJeJ hormigórr a rcsistir el esfucrzo cortante según se en-
0: 0'85 cuentre traccionado o comprimido y por la i¡rclinación de las
hacietrclo intervenir oLrd fc.¡rltrulaciÓn nrás corn¡;icia hipotétic;:r.; fi:;uras de cortante que pudieran ¡rparecer'
*rzr'p t$:]
Lo más práctico para las situaciones habituales en las piezas
¡, =q.[0,r,. d en Kpi cm2 ACI-3lB (95)
sometidas a flexión y cortante cs considerar F = I y para aquéllas
que se cncuentren totalnlente traccionadas, operar con p : I'
si dimensionamos exclusivamentc con estribos verticales 8.7.2.4. Criterios mínimos generales sobre la separación de
gric- estribos en la EHE
o = 90o y aceptando con un criterio tradiclonalista quc las
la fórmrrla ya
tas de cortante se clesarrollan a 45Ó, obtendríanros
Al tnargetr cltl considerítciones nunléricas sobre los cálculos
a
corrocida clc dimensionarniento: una
cortante en los clerltentos lincales, Norma la EHE est¿blece
scrie cle r:cttlgicjer¡cion e< adiciorra les ¿rlrtóntic:¿r r¡telrte rcvolt ¡cior la-
vsuÉo,e.9.n At,-f,cr l2l iio, ,,r.,*, sin llrgar ¿ ducias serán obietos de anplias discusiones'
45" rest¡lta:
. En prinrer lug;rr se establece una cuantía mínim¿i en estribos,
Y si dimerlsionamos con barras inclinadas ¿r
qtrc viette dacla ¡ror,
0 en la forrrrlrlir-
l, \-ri' :; jt ¿ l.i. '¿ ¡r'"s.derado al cortatrte
Un simple comentario a propósito clel árrguio -, \ú^.::q' ite:¿i:, ;s "(]n5',els.lle5 gjtuddas ctr el misnro Pl¿no
Establecer el iuego de
quc si las secciones sc encrren:l::-t':
. convenciotral queV"1
V¿' las -
tanto. Acef)tanclo para Ia eclificación concepto
y, por siguiente
bredimensionadas en
hor*igon 1p-"1:.::-l-::tl: linritaciones nr¿s novedosas "u'vienen del
tt'n'niu' interesa elegtr 0 -
45" como an-
o"|ñ' nf i,namie nto del hormí-
;r;;;;;adura de
lo contrario' interesa un ángulcr irrtrodu c i cio : " 0"
"
oanu oA.o. c,o
por cor-
gulo de proyecto; r;;;;";de para las situaciones sorrtclitio o t"'up*ii" oá
licua en las bíelas de compresión
q.," cun.pti'.las siguientes separaciones
4cirr
0 igual a 30" Ó :f" en et dinrensiorrarrlierlto; el'\ lltrestra taltte.. se tenclr¿jrr
erl la edificación'
que habitualmente se io'-o'"'"n'utt *nir" tu, an¡aciuras transversales
de cortante:
excesivamente serio
sencilla opinión' no parece
L
L,os Ioriatlos relitularcs
E.7.2.5.1. lntroducción
En edificación, Vr¿ :V¿ y sen ü = scn 90' = I (estribos)' Si bierr los etrsayos fueron realizados en cl Dpto de Ingenie-
ría cle la Constnlcción por los profesores y doctorcs
D' Pedro Ser-
n'At' Sosa' asícomo
l' se convieftc err na, D. JrligLrcl Ángcl Ferniindcz y D' Pedro MigLrel
Con A., - S
la expresión <le
por el invéstigacior D. Osama A' R' Debb, el análisis' la interpreta-
mismos y se
cion 1, tas coriclLrsiones tlue pueden deducirse de los
s'(V,1-3!cul N r'ml
cn a cortlitrt¡ación, es rcsponsabilidad exclusiva del auLor
^- ll' 46 'O "*poil"n Ia de
dci presc'nte tr;rbaio c¡ue, si bien se encuentran en lhea con
quc recoge los rnencionados ensa-
los autorcs err la pr.rblicación
yos, no coincidc Plenanlente.
una etromte vi-
i" en N/mnr2 Separación etrtre':itr:lj¡rs' :Ttt'tl En cl rnundo cle la eclificaciÓrr espairola tierre
gcncia, hasta el punto de haberse convertido en la viga reila de los
de vigas bautizada con el
ion,,¿ot uniciireicionales, una tipología
La viga plana rlo deja de ser nlás
,ro,,''bre gcnérict: cle vigars ¡rlanas.
vulgar y corriente, cuya característica básica es la de
qu" r-tno i'igo
que tiene quc soportar' por lo
Oot"", nilr.n*.uito clcl foriacJo
"t
cual se ef.rcLterltra er|1>c-bic.la cn el espesor del foriado sin nlanifes-
T;¡bla 8.4 L¿¡r de form.r ¿¡crlsada su presencia,
plartas' cuando éstas son honnigoncs cjefinidos cn el proyecto de unas estructuras cill-
estribos, que deben disponerse en las vigas las rcsisten-
ser V., '< V¿' claclosanrerrtc arrrri¡cl¿r:, y construidirs. En la rcaliclad,
tien€rn r'¡eccsidad dc los rnismos irl
c:ias te<irici¡: scríitrr algr-r rncnores, a l¿¡ vista dc los v¿llores
clue se
en la que dicha apreciaciórl
Obsérvese que tod¿ls las especificacioncs establecidas nraneiiirr en la práctic.l ctlrriente; pc'ro claclo
y armadur¿rs a cortanle' que cacclellacjodclase¡¡rrridaclenlaintcr¡rretacióncjelosresultaclos,
disposición de los estribos restantcs
hcnros visto cn el apartaclo anterior, trütan (ie rcsolvcr el proble- hcmos o¡llaclo ¡ror nrirrimrz-ar l¿ls cliferencias elrtrc las rcsistent:ias
dcl hormigón
ma del contport;rnricnto longituclinal, pero la ttornra
[HF(99) y la crrtre cl homlig,ón real de lirs probcttrs y de las vigas'
nrayoría cle las normas del munclo obvian la
problemática clel rc- enrpleaclo crr los cálculos tcóricos (f.¡)'
punn ,r"nauorsal dc los cfectos cortantes cu¿llrdo los ¿urchos cle
err las . (.on el obje'.o de garanLizar plenanrelrtc la rotura por (:ortan-
ias vign, superarl claranlentc sll carlto, tal y corno srlc:eclc y
tc en l;rs Vig;:s. ::e clisptlso un¿l ltlefte i¡rtll¿¡citlra de tracciÓrl de
vigas planas.
corrr presitin ¿ clct. i;¿cla nrelltc a l'lcla(la en los extrernos' proporc io-
senlido corllún'
Etr nt¡estros proyectos, guiánclonos por el
cad¿l rrando un c¿rlrttl útil cle 20ó mm.
los 40 crn' du- .t
vez que el ancho de nuestras vigas planas sLlpera Vigirs r'nsaL';rdas: Sección 750 x 250 mm; - 20ó mtn
plicamos lransversaltnente los cslribos' diviclienclo ell tres
partes
Atnt sr-t1)e:iu'r 70 ló; p: 0,91 I ",¿,
E.7.2.5.2. Descripción de los ensayos realizados . L¿is (¡r'g¿t.r sL ir¿illsnriLíalr segút.t cl siguicn[e t'SQu€111é:
. Lr.rs enseryos sc rcalizarOn gobre L:n¡ serie cle ,.'i.I;rs t)l¿n¿is. ttl-
cu)/¿r c¿i- Coes gn no-o.
clas ellas de 750 x 250 mm, fabricaclas con LlIl irort'rigcin
liclad ft¡e estinlacl¡¡ por las probetas cilírldricas corresi)orrclicnles
. Ia viga D4 tuvo problemas durante los ensayos y sus resultados deben considerarse con reservas.
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l.os forjados retkulares
8.7.2.5.7. Análisis e interpretación de ¡esultados L¿ limitac:Ón c1e clue f,,¿ s€ mantenga por debalo de 400 MPa
resulta un critcrio conscrvador. pudiéndose elevar claralnente a
La fórmula que establece la EHE ¡>ara la cietermin¿ción de la 500 MPa, si l¿¡ fisr.rr¡cjcirr rrc) es ut'l condicionante del proyecto.
resistencia del hormigón a coftante (f.u) cuando las piez.rs no lle--
En cuantcr al tamaño de los apoyos dc las vigas planas, se ob-
van armaduras de tipo alguno frente al mismo {0.12( en vez dc
serva con claridacl cómo cjescierlde el cocficiente de seguridad y
0, 10 E) ha proporcionado un valor mí¡rimo dcl coeficierrte cle se-
cuando en vez cle apoycir l;rs vigas apoyadas con su ancho total,
guridad globaly = 2,14 t>ft .[ = 1,95 l, pesc a oper¿ir corl Lrna
st: reduce el :nínimo a 300 nlm, aunque se superen siempre los
f.u muy por encima de lo habitual coeficientes de segr-rridacl exigidos sin problemas de tipo alguno.
Dado que en la serie de ensayos realizados no se clispclne de
Los autores cie ltts c'nsa¡'os proponen una fórrnula que tiene
resulL¿:doscon cuantías dc armadt¡ras cle tracción diferentcs a las
prcsentes los efe-ctos beneficiosos que sobre el cortante posec la
establecidas (p = 2,2 7o), nada más puecle decirse al respecto
reclucción de l;r se¡:aración transvers¿l errtre las ramas de los es-
Si hubiésemos etnpleado el vieio criterio cle f' - 0 lÓ ,[¿ err tribos y la influenci¡r dci tar¡año dc los apoyos en el mismo.
MPa, para comprobar con los resultados de los ensayos, el coefi-
ciente de seguridad y más baio obtenido, hubiesc sido de 2,98 en
vez del 2,14 de la viga sin estribos con el actual criterio cle la nuc-
va norma EHE(99),
V'.r = V.u + K'P \/-.,r r(= .1,. u=(B)'
sielrclcr,
Ll eficacia de un único estribo en las vigas planas de bases res- Lc evaluación tradicicln¿rl cle la resistencia dcl hormigón a cor-
petables, como las ensayadas, configurado cotl 2 ramas exclttsi- ó f;r = 0 I 3 en MPa para las piezas litrea-
vamcnte, deia bastante que desear, dado que los coeficierrtes dc
tante i-,. = 0.1ó J[l J[
les tvigas) cletrerÍa scr considerada corno una cota inferior de la
seguridad l obtenidos para las mismas son menores, aunclue gra- rcsisterrcia del homrigÓn a cortante, que podría experimentar un
ciasal comportamiento resistente del hormigón sigucn cunipliendo
ir'lcrenento. pero nunca urra disminución, en función de la cuan-
sobradamente los coeficientes de seguridad esperados. Cabría
tía dc la arrnaclura de tracción, con una fórmula semeiante a la pro-
decir en descargo del resultado antcrior que los estribos ensaya-
puesta por la EHE. Un v¿rlor más aiustado a la rcalidad para f.u
dos longitudinalmente no cumplían la separación rrtítxinla ¡rcrmi-
tida por la norma que, al margen de otras consideraciolles' se podría venir <l;rtltt por 0,14t J[
o rcdondeaclo ¡ror seguridad a
encuentra fiiada en 0,8 d : ló0 mm < 170 mm de los cnsayos. 0,14!6envczcle 0.13J[
Para idéntica separación longitudinal entre estribos, cl coefi- De esta fornra. la resjstencia a cortante que proponemos po-
ciente de seguridad aumenta a medida que el núntero de ramas dría scr conlo nrítrinro el mayor de los siguientcs valores:
que posean también aumente, disminuyéndose la separación
transversal entre las mismas.
Lvr = 0,14 ' [a lerr N'lPa)
Lr" = r", {si f.u, > f.u, )
Aunque sin disponer de información suficientc cn nLlestros
[u = t'", (si f.u, > f.u, )
proyectos, desde siempre hemos estado aplicancio el criterio ya f.u, =o,l2E'lloo'pr'[rl
I
] {enMPa rJ
expuesto, relativo a la separación transversal de las rarnas de los
estribos: dada una viga de B x H si su base B era rnayor que H y
variando l¿¡ misma en furnción de las tcnsioncs de tracción o com-
ésta superaba los 400 mm, disponíamos sicmprc al mcnos dc
presión (¡ue exislan en las zonas que se analiccn, tal y como ex-
4 ramas transversales en la disposición de los estribos; es decir,
poncmos en el apartado 8. I 0.
que la separación nráxima transversal entre ranlas dcbe ser ntetlor
o igual a 350 mm. A la vista de los ensayos realizados con las for- . L¿ separación longitudinal entre estribos estipulada por la
mulaciones oficiales, siempre que se respete el criterio anterior y nornra EHE(99) (s < 0.80 dl parece apropiada o incluso conserva-
la separación transversal entre las ramas no sLlpere el canto úrtil, dora, sin que seá ¡rreciso reducirla por otras consideraciones que
y al menos existan cuatro ramas, podría incretnen[arse ¿r efeclos sólo platiteatt ertc¿rrecinrientos y problemas constn¡ctivos innccc-
de proyecto el conjunto (V., * Vrr) un l0 % mÍnimamente. sarios.
Los loritrdos rrrticuiar¡s
. Parece razonable fiiar una separación transl'ersal entre las ra- El cort¿n¡e de diselio Vd es realmente resistido y equilibrado
mas de los estribos, que no debería super¿r ntrtrc¿ los 35,'40 cm. por las siqr-rierrtes fr.rerzas, refleiadas en la Fig. 8.3ó:
Una separacién entre ramas del orden del canto ú¡til cle la secciórr
proporc¡ona magníficos resultados. \/.: Coñ;rnte resistido por el hormigón contprimido no fisurado
Tambión podría ignorirrse el línlitc de nr¿n:ener lr¿ < 400 lvlPa, C: Resr-rli.rntc cjcl bloqr-¡e cc¡nrprinticlo en la Sección 2 (S-2)
pudióndose eievar hasta la cota de j00 \f P¿ cuanclo l¿ fisuración
no sea un condicionante del proyccto
T: Esfurcrzo rle tr¿rcción en la armadur¿ rJe la Sección I (S-l)
seefdn-l
<- c
lig. 8.?5. Decalaje dc las lcycs de ntonrenio' ,Fr-l-Ql F.l lLt Vc,t
Con todo lo expuesto anteriormente, \'e¿rnrc): lina ex¡rlic.lci<irt \4.'<otn3o<
justificativa de dicho decalale. Supongarnos la pieza fisuracla con 3
I
armadura transversal:
-eT (ocs.om¡.csta en
Vs" Vs.^. cc,htr3x )
¡
Reemplazando Vcu = V6 - Veu: Para r-tna secciól¡ dc r¡na viga dc abcisa x donde se calculc a
flexión, debc coloc.rrsc la ar¡naclura que resulte de calcularla des-
s¿ \l.cotans plazando la ley cJe motllentos una longitud igual al canto d en el
r= .[", - vsu).cotans e - cI
senticio más clesf"¡r'orable; cs clecir. en el sentido en cl que crczca
la ley de morlentos llectorcs.
lo que nos indica que a la armacjura longitudinal de flcxión en la (x
Sección l, calculada para el momento de diseño M¿ ' debcmos Nt,1ix r+dM¡ _ .d- _ tvt¿ tx + d)
I
tracción en la armadura de tracción es tanto mayor cll¿¡r'lto mcllor tes cargas pr.;ntuales: prlares apeados, etc.
sea la armadura de corte dispuesta y cuanto nlás ortogonal sca, L¿ nucva EllI simplifica el proceso y demanda que las arma-
aumerrtando también cuanto más tendida sea la fisuración clefinicla clLrras longitLrclinaies cle flexión deberán scr capaces de soportar
por el ángulo 0. de tracción rcspecto a la producida por M¡ igual a:
un incrernento
Para hormigón armado, tomando 0 : 45", el increnretrto dc:
tracción en la armadura calculada erl ur'la sección de referelrcia AT =
I
,.V.,¡
.lcotirng o-cotang c[) lll
para un M¿ y Va dados, sería:
No sc c¡lvide .i ,* .,n la cclificación convencion¿¡l' sin pretensado
y con piezas de sccción constante y estribos vertlcales
AT=V¿-b,'+cotangd,l = Vl, col¿tng e =, I !'cotang (l = 0, la ecuación ll I se trans-
Vrci
forma en l2l.
Y si colocamos como armaduras de coftante úrticatlrente estri-
bos a 90tt: -rr= jvo t2l
v-..
¿t=V¿- Esta prc*<cripción sc cumple cle forma autonrática, decalando
i,, la lcv cle lnoutcntc)s flectorcs una magnitud igual a:
z cos c/-,-
lil+GWW
que el cortanLe reducido o efectivo scría:
Vrd:Vcl -P'sencr
el ditnensiona-
lo que podría suponer un ahorro importante en
(:uenta qile las fuer-
rnierrto'cle las armaduras de conante' hatlicla
zas de pretensaclo suelen ser considerables' EI axil \ es Lli-;r¿..ie:'ili.. ., ;:::::['.lu ¡"t*' (:ncor]trarsc mavt'rracl.'
c¡rracterísticas georrré-
nlento cstructural a ott de las
"ni'nciÓn
taly como potrt-:n clc nr;¡rrificst. los de tratlción' puc'den se-
i;i;;;;; los mismos'
o.sean 5i el axil e\i<telrlc en la sc'cc:ión fuesc
ensayos rc'alizados' q;rrirsc clos r'Í;is.
y cs corrsiderar
lo que posee una gfaIl ' L¿ pritlrcr;r' ia más práctica recontenclada' :
Fero, indepencJientenlente de lo anterior, homrigón ¿r cortante $tu 0) y
cle las piezas cs qtre ós- nul¿r 1¡ corltrit¡Lición clcl
importan.i" en ta ,eslsüncia a cortantc
c.mo sucede corr e-l prctensad.' abrodlet los cortalltcs exclusivamente con artnadLlr;rs'
tas se encucnnan .o*pii*idas,
anteriores l2l
o traccionadas.
' L¡ segurrria col'lsiste en aplicar las fórmulas
l\'1., y opcrarrdcl coll Nd cn vcz
Ett el lrrimer caso, tal y cotllo herrtos
clicho,err ct
"lt¡1]l-l'{l-],1- l' 3l. <-.anrbi"rrrtlo el sigrro a
f
tv =0,r. r.* (r*H, )= [.¿ tK¡rrcrn2) l2l Vul = K '(0, ó' l-.¡ )' b 'ct
sicndo,
Md: nlomerl[o cle cálculo concomitallte
col] Vd .1. l4l
cxis-
M.: momerlto ntínimo que, actttattclo con el axiL cie conrprcsión *=; 9. r
,"Á," y aon.ontitantc con V6' anula las tellsiones dc ctlm¡lresiótt
que trata de tracciottar'
exis-
[,- tal
tentes etl las fibras
Los loriutlos retkulares 265
Y en cuanto a la contribución dcl lrc.rrtrtigón (V.',1 para rcsistir 5i n,¡ rrecesitanlos estribos y quisiéramos tencr erl cuellta el
el cortantc-, puede versc que mejora clarantente cu¿rnclo la sec:ciórr efecto belreficioso dc las tetrsiones dc compresión, la rcsistencia
se encuentra comprimida, aunque se indique con una fonnulación virtual clel hormlgórt a cortilnle podrÍamos elevarla a:
más compleia y que, siguiendo los criterios traclicionalcs' podría-
mos expresar así:
f,-, =t"1 +0,15'o. =0,71+0, l5'5=1,46
%,, =(Lu ) final'Ai Si neccsitamos colocar unos cstribos ligeros porque fuesen
necesarios, cicbernos operar con fcv3, que vicne dado por:
f.u (final) = ([.u + o,l 5'oc )'P
Lul = Lu2 'F
N¡ lPosjLil'o si e. ax I eE .lc c:otlrprcsión
6.=A: inchrt'endo -¿ .icción rJel preLc:nsadol
cotang 0-2
^P = .otongQ
-z
si cot.rng 0. < co:at:g e < 2
cota.s e(' = l;.c = i* rto = t'ut
0 = 45'1 cotattg 45o=
= t* -> I
cotang e(. .90
lct
R: 2'l--l = I =0,43
m
tLtLt¡.uJ,.l, T t
a
corte debe hacerse en las secciones A-A y B-B con V¿2, sado lracj;r ¿rrriba, sobres¿rliendo de las placas horizontales que
cor)stituyen los foriados; o el caso dc tirantcs quc parten del fon'
Nuestra expericncia personal nos induce a scr mtlv cónserva- clo cle las piczas suspenclienclo determinadas cargas.
dores en este punto y recontettdar que se dinrcnsione el cortantc
a partir del borde del apoyo; es decir, en las secciones C-C y Cuando se somete tina viga a una carga colgada de str parte
D-D con V6¡ en ambos casos, puesto que en dich¿rs zollas ptle- inferior, aplicada a un nivcl tal que quede fuera de la cabeza de
den existir cargas puntualcs de efectos muy peligrosos' corrrpreslótr, los riesgos de provocar un dcsprendimietrto puntual
del horrrtigón clonde clicha carga se sus¡rende son elevados y cle-
Llamamos la atención sobre el l"recho de que todas lats cargas ben clisponcrse las o¡lor"lr r tl;ts a rmaduras trallsversales (armaduras
puntuales que se encrientren cntre A-C y D-B induccl'l lJllos ll'le- cle susperrsiónt coltvenictrtemente ancladas para transferir el es-
canismos dc corle típicos de ménsula cort¿r, invalidando toclas las fuerzo corrcsponclientc a la zona superior de la misma.
L¿s ftrrlados r¿ti¡ulares
d'n. A¡'
= l\',, +0 e.d. (q *pz ).rrl < 0,9. fv¿
.s
A tinal --^ T,(q+P2)'1¡
.-- rryd
^ir ^[l rr
siendo,
! de¡ccl-'a armadLlra trans-
inferior a V,-'-,' sc prescitrdía dc la
izclu'ercl':t
n' ÑJ.t". cle barras cle acero clispuestas 'l Y si V,-¡ et'.r
45n
A1,; Árca dc trna balra rnclinada
versa l.
[u=0,5'tl (enKP/cm2)
t' = 0'5 tn il: ). [a {en Kp/cm2}
[r*
Lu = 0,1 ó'' fd (en MPa)
siendo,
. -b
r - -A.
.,
b.d 4100
Ísistema MKS)
jYS
o = lh tsistenra srt
. Los nervios configurados con viguetas y semiviguctas preten- servadores, como se empcñan en demostrar los ensayos que se
sadas (sin especificar sus tamaños) puden resistir a conante. realizan, existan o no amraduras transvcrsales.
Vcu = 0' ló ' [¿ 'b'd (en MPal L: Luz cic l.: It e.¡¡
k:1.ó-ci>l
éTan importante es la industria de los prefabricados de foria- q=lt 501rSl5
dos en España como para que siempre consiga ciertas ventajas uk<175
frente a los forlados in silu, simplemente por incorporar a los ner-
vios unas semipiezas que en infirtidad dc ocasii¡nes sólo sirven
que, si lc.r aplic:arlros ¿i los c¿sos más frecuerrtes:
para transportar las armaduras dc flexiÓn positiva?
Cuando en la edificación española los ltormigortes ¡:oscían cl :0, 17rrr L.:5rn r-4=0,9
L
ak: r,5o
unas resistencias características entre l5 y l8 ]vlPa, tal vez pudie-
ran existir razones para iustificar los privilegios de los foriados prc- resulta V¡ = 0 2l \i Por l-anto:
fabricados frente a los construidos in silu. Pero, en la actualidad,
con unas f.¡ de proyecto entre 25 y 30 MPa y corl lir su¡rcrvisión \tu =V+ [ U.cl=0,21. (enMPa)
de los organismos de control -puestos por Lcy- a las Direcciones
[.b.cl
Técnicas de las obras en la construcción de los edificios, esas ra- Recordarrdo que, en elenrentos lineales, la NBR 7197 conside-
zones carccen de sustentación racional y las venta¡as que divul- ra que f,.,. = 0.l5 t[ rf,tnat. nos encoutral]'los tlna relación en-
gan no tienen, en nuestra opinión, razón de ser.
tre t., tlosasr 1.,. = 1.4, es decir, queen una losa seacepta quelas
Nuestra experiencia personal nos dice, tras proycclar y cons- secciones dc hornrrgón resisten del orden de 1,4 veccs más cor-
truir millones de metros cuadrados de fonados unidireccionales y tantc clrle resisten idénticas secciones cn los elementos lineales,
reticulares, por un cúmulo de circunstancias toclas cllas favc¡r¿ibles de ¿rcuerclo cr¡n los critericls españoles expuestos en la EF-96. Si
(piezas aligcrantes dotadas de una cierta resisterrcia quc se incor- bien esto es cier1o, en la nomta brasileña, por otro lado, se impo-
poraban a los mecanisrnos resistentes, anchos reirles y formas ne una condiciórr geonrétrica a las losas nervadas bidireccionales
cle nervios troncopiramidales en los qtre sc nrinusr'¿tloraba su an- a etectos cle c¿ilculo a cortartte, debiendo dimensiottarse como vi-
cho real y eficaz, resistencias baias del hornrigón en los ¡:roycc- gas si la clistancia enlre neryios es mayor que 50 cm y con la for-
tos (fck < l8 MPa), etc.) que el criterio de considcrar una
rnulacióll clc losas si es menor que 50 cm. Sin embargo, nos
rcsistencia a cortante para el hormigón dc V., = 2 f,." b'd en vez
so4rrenden lncom¡lrensiblementc los criterios portugueses.
de %u : f*'b'd podía ser un cr¡terio válido, cuando se dan las
circunstancias mencionadas entre paréntcsis ¡r la calidad En cl c;rsc¡ cie la norma portuguesa REBAP se inclica en las lo-
de los hormigones limitaba el valor f.u prácticamente a I lüPa sas que slrr armadura transversal el hormigón es capaz de rcsistir:
( l0 Kp/cm2).
V.':0,ó'll ó-d) r1 'b ci (enMPa),siendo l,Ó-d2l (denmeLros)
Nunca nos hemos encontrado patc.llogías ¿tribuibles ül corlallte
en los nervios de los foriados unidireccionales 1' cle los retictrl¿¡res, y aun el'l el caso de los¿rs clc poco espesor d : 0,12 rn,
bajo ninguna circunstancia, dimensionárldolos toclos ellos colr los
criterios recogidos en la vieiísima EH-73 y, lógicantentc, [an]poco lc,, = 0,(r' (1,ó-0,12)'rr =0,9rt (enMPa)
cortante y olvida la contribución de las arnladuras longitudinales nlotivó a realizar urr plan cJe investigación experinrental, en cola-
frente a dicho fenómeno' sin <¡ue podartnos erttender la razón de boración t:t-rn el lnstitnto]'écnico de la Construcción cle Alicantc
placas reticulares [:aio
{l.T.C.), (:onsisLente erl cnsay¿rr una seric de
dicha actitud. para con-
condiciorlcs pésimas frcrlLe al coftante, que nos sirviera
que hemos ve-
La norma ACI-3 l8 aplica la nlisma fonnulación tanto para ele- firmar, neg.rr o nlatiz¿ir, los criterios sirnplificados
y los cuales hemos
mentos lineales como en losas, admitiendo
las dos fórntulas ya nido aplicanclo cn nuestros proyectos' con
estructuras con for-
mencionadas. constn,¡clo nlillones cle metros cuaclrados de
ninguna patología cono-
otl*lurc's, sin haberse detectado
lineales y losas'
El EC-2 tampoco diferencia entre elenlc'rrtos 'r.fotpor cst¿t caLlsil-
cicla
aplicando la tlisrna forrnulación'
Nuestros e:n Lerios t-ran :
clamos?
Los foriutlos relitulares
que poseall
- Cuando se empleen bloques aligerantes perdiclos
una cierta resistencia, tal y como pueden ser los de horrni-
górr, y se opcre con nervios troncopiramidales como los ttrue
áxistán en ios foriaclos reticr.¡lares de casetones recr.rpcrables
consiclerando el ancho mínimo dado por stls bascs' el valor
de f.u puede elevarse sin problemas a I lvlPa para los hormi-
gones usualmente empleados en la edificación'
- En los rcstantes casos, como pueden ser los nen'ios de los
reticulares con bl<¡ques de policstiretro aligerantcs' etc' de-
bemos opcrar con el valor que resulte de ll I sin nrás
Fi{l 13.,1ó. $r-¡¡'rf irr ,lÉ L:¡r:l¡ (lJe afe(tá al cort.rntcl clc los nervios en su ttlrión
con lcrs .ilr¿lr¡:
. L¿ detcrminación precisa del coftantc de diseño ell cada uno
de los nervios que abandona un ábaco, sobre todo si existen car-
gas puntuales, resulta imposible de precisar manualtrtetrte y es q
preciso acudir a programas compleios dc cálculo que permitan o;=K I L .BI+BD)
=f .r.B q L
hacerlo.
El con.rntc q.le ielrerárr resistir los nervios que dircctamente
La aproximación que realizamos a continuación, basacl¿¡ en el
acometen .¡. ¡O¿;,: Sería,
nrétodo de loi pórticos virtuales, lienc- url carácter pedagógico y
de estimación orientativa, y para los casos ordinarios resulta su-
ficiente. Q' 'L
Q. = = l'*'B'R
En aquellos casos de luces elevadas y cargas pLrntuales fuer- 2
tes, como por ejemplo las producidas por un posible tráfico pe-
sado, se requiere un estudio nlás cuidadoso y prcciso. :ie r:clt-r
r-- L 2
clccltLcir el cc'rrt'rtrtc de los
+Lr Np = ts'L'Pt
Dc forma tnás aproximacla' poclerrtos
n"Jot ábacos tettienclo preserlte la l'ig 8 4Ó'
qu. abandonan los
i;/r¡lr r,'ri i¡L/f
-)
¡' f i'r':t'¡ l- 5(:ic'iol-l i,:,'1 .r..r. l,,r'.,,1-)i .r<:ai5 5cl h¿lll cle(lllcjclcl cotrscru¿lcior¿il'llcllte,
Si traz¿inlos nlarcos iclc¿¡les paralt'lcrs l)t')l L¿r
I r r l - - --1..--.-.-.
(ri l-LLr'' j()i clLCl .:1. -..-r -rr " a)_ ajtSnUeSIOS a ,//. Ue lcis tl.l( r\ ctLt\clL('t-
cloncle se dcseai conocer el cslilelzo L{-rl'la1:-ll:a L'rl
(Fig.8 47t restar'lclo a N,-, )a carg;j il-lirlnor \ ', iil' tii'-rrclo rror ei nú- ies ¡ los rti.rl'r,--r :i r--,i,: c Ll¡lquicr c¿rusa los ábacos se cliseiiarr o
(.of stlr;',crLi-li l--,i¡..-.r i.:lll;iñc¡, el cortante qLlc afect.l a l<ls nt'n'ios
rr'te:ro clettervios seleccitlrlacloS. rll¡left{'r-o- =' t-'-'t-;':l''t ':ir-'cll:ct'ti-r
I I - ¡i---
rerr.lll¿ cit -,: ..,..:':' :: rr:rl( )l (-lLle t:l qlte prc-r¡ltlrci6,rt¿tn l¿ri; Iurnrllld!
cn los l-ltisnros, stlpclttienclo qLle Cl :ired ltllc:::crr i-r{ ll-r¿¡ 3 citr l'i lilz
L y clel ancho B par.r lbacos Irorn-¿lú; ' *-
t'¡11ñ I :i..-:: :r-.- ','.¡nd(1(), VCarllOS Cl' C()rLtil lle ell lo: lLllchos
tic l),trdr ri..r i: .'ll irilr-r-rtTlLe cJortcle ¡lodet.Ilos Lencr probletttirs
t-rt;is ¡L-rr-tri (,lr.i' i:-, ,¡;': t'cru'ios, al 5upertr)onersc crr
eilos efectos tor-
;Cfi: (la LljT,i l:: : --l--r'-f lá
clr acltrellos
t)Éf rr--tlL-r'.-';.-.,'-i-liil 'l'-ie l;¡ ¿lrnr¿iciur¿l de c()rtal'lte'
'-'j F --.É:: r',¡,1.r-,á, clel¡c ar]icionarse;l la ¿lrrllclchlr;i trans-
t-l
cl cliánle-
rlfLr-:.,1-.:i rr(r: .¡, ior:;iórr para clegir corrLlct¿irllenle
"r:r'iai,
(]t ..i r sep;rr¿tción'
n'-$!'ÁÉ¡o l-l'(:) ltl\ ¿ ¡-r' i- '-
'Fr a/ uoco.
I
6
t
g
comportamicnto global de la ¡llaca cn su zon¿] cle contacrto corl los Pr"\ t_ l l K : I lclr v.lntl:; cctltr.¡lesl
o=*
I
x [--x Á-
02 ol -
Qa -Q
['-*)
llg li i2 Diilo:; refercrrc'i¡rles
Q¿z -Q
['-*) En Ia seccirin clt- reiercncti.r s - s'dc la l-ig. 13 52 I)¿ra
cl dilrcn-
cliseño vendía daclo por:
sienclo $ el factor dc asignación' el port:ettt;rie cicl
(:Óndr:tc t¡r''al clel sion¿irlier'tt) clcl ¿urrchcl, el cortante cie
pórtico virtual quc cleberá ttsignarst: al zuttclr'l dc t'x:rrtit
)
'[tF.?)
',)
/\
-
.t 1
f =- K
Dicho factor 6 puecie ser el misnlo (ltle cl enlpleado ell
la lt 3
rlrr, nr'.;!-rtl ¡!
I __.
> H (canto de la losar)
t
; i
para cargas ordinarias de edificación, pretende tanrbién dar res-
puesta segura a los riesgos del punzonanriento.
los nue-
Corrlo verenros en un apartado específico completo
y
voscriteriosclelaElJErelativosalpunzonamiento,limitémonos
que el nuevo pe-
dc rnonrento a clecir, sigr'rierrdo al Código Modclo'
de apoyo'
rímetro crítico lo sitúa la Norma a 2d de los bordes
it
LOSA oe ci tr¡'¡rr¡cíórt El tcn'ra tlel ptttrz-onatrric-nto, incltritlo en el contexto
del cortan-
y nlayores cs-
tc, goza t¿mbiéti de un oscurantismo similar' exigc
típi<:os de
Fig. 8.56. Punzonanllentos inversos en cletttentos estrrrc:ruralcs tudios e investigacioncs quc los reali¿ados hasta el momcnto'
la edificación.
El pltrnteantiento cle los Códigos Europeos no deia
de ser una
El estudio del punzonamiento se centra cn los siguientes pequoiio aftimaña, c¡ue pretencle compatibilizar un planteamiento
puntos: uniiario cn l¿ fomrulacici. clcl conante y punzonamiento' a sabien-
clas de que etl t_-ste últinro la concentración y acumulación de las
o Determifiación de la superficie de punzorramiento nl¿is des-
bielas de compresión alrecledor de los soportes producen un cfec-
favorable alrede<lor dc los pilares, dcfirlida simplificadamente
to favorable frenl-e a las tensiones tarrgenciales que tiene quc re-
por su perímetro crítico-
sisLir cl hclrniigón, pucliénclose permitir L¡n incremento en las
. Determinación dc los esfuerzos pésintos que scgÍn las for' rnismas cle fonlra considerable, casi hasta el doble de los valores
mulacionesoficialespuedenproducirpunzonanricntocnla asumidc¡s en los elemclttos lineales con toda la tranquilidad'
losa.
t tts lorjatlos relidar$ 271
En los escasísimos casos de rotura por punzonamiento obser- levantarlos ¡' rcsultan inclinacioncs mayorcs a las qr.re parecen ma-
verdos por nosotros, la superficie crítica teórica que proponí¿rn las nei¡rse teóric¿llre¡rte en el ¡rresente, ot:teniclas de errsayos con pla-
v¡eias Instrucciones EH y proponen otros códigos, seccion¡t orto- c¿rs de cantos rlrry reducidos (< l5 cm).
I
g fuera del lamaño de un punto, todas las l<tsa,< /trrirrdos rcttculados, cu-
rlls cantos cumplen flecha, salen airosos de la comprttlittcrtitr tltt puuzonado 5in enrbarglo. c:l ¡rcrímctro crítico no sienrpre es fácil de intuir
en el perímetro crítico, y en cuanto el s\p1rte \1cnga Lut |údt''t úl n1üt0S ontI €l en algunos casos singlllarcs; y nos vemos obligados, como suce-
canto de Ia losa también satisface la condición de compresüin d¿ las bielas. dc en alg.rn,rs casos recogidos en las Figs. 8.58, 8.59 y 8.ó0, a te-
Ninguno necesita precauciones especiales en el tantatitl de sttpttrt( t¡ arnatlu' ner que tantcar cuál cs su trazado pésimo.
ra de punzonado."
5 6' st*g
sic I E TsR raA
n cut{As ¡r tl r*o
- }l tuñe6nÁhtexro f¡ci. ¡ l'¡Al * hhi¿naFislttc
^i.:ñJ"
\.\J) ? Además, las condiciones de borde puedcn originar perímetros
\ _z críticos cornpleios, especialmente cuando se superponen huecos
en sus proxirnidacies que reducen la eficacia rcsistcnte de las sec-
- :, ciones útiles.
Fie. 8.59. Posibles perírnetros críticos (1. Calavera - ACll-l l8) 2+yr 2
P.=E *t -xi -Y¡
L{NÉA x2
mrinerqO cRm?o
tr d-j.rt'. g€6nEHr0 I
se6heHtoS oTr'LE5
rRdTrL !€L i
¡EL PrAirr€TRO cRlil'có
tEA.ihErro
(:C\TÉó !
-,
Fig. 8.ó0. Perímetro crítico compleio, pero muy re'll rto content¡rlado en los Y[+) '''
códigos ügentes.
(4,
En general, establecer el perímetro crítico en tomo a un soporte I uixsl yr
(0'5d'
de forma cualquiera, una vez fiiacla su distancia de refcrencia
L5d, 2d), resulta más tln eiercicio de sentido común qtle tellcr
qLle
seguir necesariamente las directrices de tal o cual normativa, cotr l:ig.8.ó1. Segnrei-.'.i.:SLitile5ci!lútiles(lel perírlletrocrÍLiccl¡:orlapresencia
dc huercs.
,riiler., itnpropias que a nada consistente conducen' Par¡¡ hacer-
L¡lS l()r/drf()5 ré,lt(tidr¡S
X(; =
rf\''';*' Xf -Xt
2
+
P.
y(v'+vr xi -xi
Y<l = Pc
Tambión es evidente que cn un nudcr cle una csirtlctur¿i clebe [3icn t:s r"erc]¿rcl clr-re E--l criterio expuesto, por su serrcillez, resltlta
existir equilibrio rle fucrzas y momentc)s. Sj eletrtu¿ttros un corte ligerilrn(-:r'rte cLrnsen'¿lclor. r!acjo que tod¿ls las clürgas que se en-
entre dos plantas dc un pórtico cualquicra, lrodtnros represcntar cltenrrer en el intcrior clel períntetro crÍtico no producen punzo-
las leyes de esfi¡erzos tal y como sc indic:a err l¿ Fl-!, E.ó2 n¿rnrientc-1.
Los forjatlos roti(ular$
antiguas EH para determinar las tcnsioncs tangenciales, resulta l.r)s nr<'rrrrenlt-ls cle irrercla combinados dc los clcmcntos planos
compleia, y obliga a efectuar unos cálculos prcvios bastante que configuran ia sr.rperficie crítica situados en la líneas xl y xz
tccliosos. con relaciórr a los eies tx6, !61 vienen dados por:
Uno cle estos cálculos previos consiste en l¿ detertninación de . Corr rel¿ción rrl eje x.;:
las inercias combinadas de la secciór'l crítica con rclación a los
eles principales de inercia dc dicha sección.
x¡__+L o ,"
[[r ]r,
= r X(,,,r ,2,
)- ]'
. Con relación al ejc y'¡,:
I ¡
\/-
.t(r
l
'r'r
tl
.l L: .11_ J
I
t¿
,1 d+, .r [(^ ;-')-,."1'=
_t
- t, j!i !11 !i1
Sumando ambas expresiones resulta finelmentc las inercias El ángulo 0, que nos proporciona la situación de los eies princi-
combinadas: pales de inercia, puede ser obtenido mediante la expresión:
En principio, los ejes elegidos (xc, yc) paralelos a los situados En principio, si ic*y -
o, entonccs e =o{ii:[E ambos siste-
en el centro del soporte, si bien se encuentran etl el centro de gra- mas cle referencia son coincidentcs; y ello sucdderá siempre en los
vedad de la superficie crítica, pueden no ser los principalcs de iner- pilares centrales y de meclianería cuando tro exista reduccién del
cia y es necesario calcular también el producto de inercia
perímetro crítico.
combinado, para poder referenciar los c.ílcr¡los a dichos eles.
En los pilares de esquina los eies principales de inercia no se
mantienen paralelos a las caras del pilar, sino quc se encuentran
v
(xf, Yfl
'""'l?
un
g:${,T;S*.,; [- =
"+ giraclos. Y ¿rclemás, cuando cxista una indcterminación en la deter-
xrl x'
s:
v
i,1";:''.arnie*o lr=Y
minación clel ángulo 0 porque se produzca Que ixc = ¡t6, dicha
indeterminación se resuelve dc la forma siguiente;
.^ u li.r>o+o=45'
"' -
'"*='tt1 ^.. *o
Yt-;
[-t"o-r 1'o";.0-+o=-45o
x
Efectuando un catnbio del sistema dc referencia a los eies,pnn-
f ig. 8.64. Ce¡rtro de gravedad clc los segrnenros ritilcs a fJUllzilllámicnto
rcferenciado a los cjcs xc e Yc;. cipales, tendríarnos:
El producto de inercia dc los segmentos planos clel perímetro u=x'.cclse+y'.scn0 [x'= x - x,,
siendo t ,
crítico con relación a los ejes (xc, yc) es, v=-x'.sen0+y''cose ty =y_yc
i6r, =f x''Y''Li 'd De esta forma, las coordenadas iniciales (x,y) de cualquier pun-
to del perímetro crítico referidas a los ejes iniciales centrados en
el pilar paralelos á sus caras, se transforman referidas a los ejes
principales de inercia de la sección crítica en'
i-r
rcfiriéndolos finalmente a sus eies principales dc inercia, +_
E Morán se pregunta si la fracción o debe multiplicar a los rno-
rnentos transnlil.idos del foriado al pilar:
M* actuando en el Plano OX
M, actuando en el Plano OY
o a esos mismos momentos ya lrasladados al centro de gravedad Fig. 8.ó7. Fr¡rcció' :: ifu .cs llornentos que se trünsÍrlitcn por torsión.
de la secció¡r críüca de punzonamiento (Mxc, N{r6). las diferencias
son notables en los casos de soportes de borde y de esquina. Pa- l,'r verdi¡ci cs c¡.re setrtintos curi<¡sidacl ¡ror saber dc dónde
rece razonable considerar la segunda illterpretacióIl, dad<¡ qL¡e to- procederr las fónir-rlas anterjores, ya que los ntanuales nlás habi-
dos los autores, ACI y EH también, se están refirierrdo sierrt¡lrc a
Lualtlcnte enr¡rleaclos no respondían a nuestro interés.
los ejes de referencia de la secciórl crítica de punzonartietlto, con
lo cual, sólo tendremos en cuenta la fracciólr de los momentos Fles bicn, I)arece ser que el coelicientc detcmlinado ba-
cr fue
que se transmiten <le la placa al soporte por Ia excentricidad del sándose en r-btuciios cxperitttentales efectuados por Hanson N W
cortante como iesponsable de las tensioncs tangenciales adicio- y Harrison 1.Nl. en los laboratorios de investigación y desanollo de
nales motivadas por la torsión.
la Portlancl Cen'tent A:sociation (PCA) en el airo 1968' La mayoría de
los datos en 1os c1r,re sc bas¿rrt, ftleron <¡btc:rridos de pruebas cJe lo-
si¡s cor'] sc)[.)()rtes de sección cr.lacJrada y no parece qtlc exista ma-
yor inforni.rciórr ;il respccto. Así que, asumarnos con resignación
clichas fórmr-rlas ¿ falta de otras para seg.rir adelante, teniendo
prc-
Siempre que nos hemos planteado de qué pafte del filomento N1,. = u" ' Mru cÓs 0 + ct! ' lvl\c sen 0
total de ia ptaca sc tr¿rnsmite al pilar p.r torsi(rn y qr;é pa.te direc- Nl! = -u'' M¡1, ric-ll0+ ov Nl\r-, 'cos e
tipo: \t
tanlente por flexión, nos hcmos encontrado expresiones clcl
Por torsión: g' M (Exccntricidad dcl cortante) Fig, ti.68, \'lorlrcrrios tortores en la lrlaca, obtenic{os
multilllicanclo los flec-
tores pof (al f¿rcLc)r (1..
Por flexión: tl-c) 'M(l'frtlotúi)
Con todo lo anterior, las tensiones tangenciales cn tln punto las oblicuas dentro del hormigón. L¿ sección diseñada es ma-
genérico P (u , v) del perímetro cítico, vienen d;idas por la fórmu- nifiest¿rnlentc insuficiente, por lo quc se debería procder de
la generalizada de Di Stasio y Vln Buren. alguna de las formas siguientes:
. Aunrentar la resistenci¿l cJel hormigón. Esta fomla de ac-
tuür e9 nruy poco agradecida, ya qlle ¿¡l estimarse la resis-
rru,v,=X: .\u*Mi,, tcncia cle cortartle en el hormigón por expresiones del tipo
ya r,'istas i., = 0,5'fi en Kp/cm2, ó 0,1ó'r[ en MPa, los
L¿fórmula anterior proporciona unas leyes, qllc en perspect¡- porccntaies dc aumento dn la calidad del hormigón, sc
va, podrían representarse como se esquematiz¿¡ en la Fig. li ó9' traducen en iln aumento menor de la mitad de dicho por-
calculando los valores críticos de las tensiones tangenc:iales en los centaje en l¿ resistencia de f.u.
extrenlos dc la superficic teórica de ptrnzonamiento. . Aur'rlentar el tatnaño del pilar. En este caso también nos
encontranlos cn unas condiciones similarcs al caso ante-
rior, aunque ligerarrrente meioradas.
Planos de tensioncs
. Aumentar el canto de la placa. Esta solución es la que pro-
porciona resultados más brillantes, aunque también resul-
ta la más costosa, Descolgar ábacos o colocar capiteles
c-lásicos, pLlede scr la solución más convenientc y econó-
nric.l. a(.¡¡'l a costa de encarecer los errcofrados.
. Colocar perfiles metálicos cruzados sobre el soporte, em-
trebicjos en el espesor de la placa y pese a las dificr¡ltades
que proporciona su hormigonadcl, puede resultar una so-
lución línrite.
. Cc¡llarines metálicos que ensanchen artificialmcnte el so-
pone
_a-=¡-[;
La formulación del volumen l-otal de esfuerzo V.u clr'rc debe
ab-
-\r:;_-j
y salvo que tros plalltce-
sorberse con armaduras es muy simplista,
las
mos operar individualmcnte por caras, conduce a estatlleccr
en cl perfnlerro críl-ico de urra man€-
armadüras c]e punzonanriento
que pueda.
ia uniformemente distribuida, independicntemcnte clc
que otras' *--r¡---+
existir caras que requieran más annaduras
fi{, 8.?2 Fl:,:ci ;¡rl'r.n;lllilnrcrlte eqrrivalentcs 'r E:lcctos rle
el pro-
No queremos entrar en el iuego de scguir complic¿¡Irdo ¡rr¿li¿.r' \: Pr-l-;1:\l-:itr- (r:-:l
de perder teóricamentc rigor' porque tene-
blema, áun a riesgo
para el
;;; ü firme convicción de que el camino práctico
tr¿ttar qr're pueden
Tanrpoco varllos a cr\trar en las singularidades
el expuesto por nosotros siguien- pueda presentarse pt¡n-
il;;";;';nto, no debe laservieia procluciise cn aqueilos casos raros' clondc
do la vía det código ACly EH-g1' que ell ciertos casos de: va-
zorramiento inverstl; t¡¡n sÓlo aclr"erLir'
vanos lrluy cortos' pilares
y sencillos, cuya bondad nos muy largos e-il contilrtlidad con
Existen otros ciltefios máS Simples etc'; cl
avalada por la práctica cotidiana.y
el conrportanrienl-o ;;";;; sotr""e losa:. forlaclos luertenrente posterlsados'
prtede ser tan Fleligroso como el
r;* *.u"nou sobre pilarcs qt'tc:' purrzorranrit::tttt-: ln','er-co existe y
m2 de placas apoyadas puede seraplicada resrrltando
aoir.ato de milloncs dc directo. l-a tecrrÍa gcn*rol **puósia
una nayor sirnplicidad
nese a su escasa brillan[ez teórica' aportal] cle tipo negativo'
del,punzonamiento Err est¿ últi- leyes de tellsiollcs tarlgcrlc¡ales
ffictic-al=n-ii.?r."f" ll á"álisrs en los casos tltenciotrados en
el
desenvolverse los nuevos l:lanteanlictt- Las ann¡iclur¿ts tr'rnst'ersales'
ma lírrea descrita tienden a por punzonatnien-
del mundo' colocar.
y
toi A" EHE otras nornas pá;;; ;".üor, .1u. fuesctr neccsarias
que se
¡" opuesto al habitual' salvo
c<'rn la to inversr: reqtrieren un lrazado
cle alguno's de-cstos criterir¡s' tanto en el punzona-
Hablaremos más adelante y corlstruc- disponga en pLlnos vcnicalcs útiles siempre
diserlo
¡"i." i.,t.".ión de facilitar la operatividad del
Pc'ro arrtes de h¿rcerlo mietrto clirecto cc>tlro int''erso'
ción de las losas tt*"il p"*namiento
"f la conrplelidad hasta alrora apaftado, que Ia comproba-
hablaremos. por ri noiu.á suficiente Finalrrrente clecir, lrara acabar este
con los sopones aparl- termirra en el primer perímetro crítico
l*puur,n, de una particularidad adicional ción a t:urrzonanrie'rto no
salvo qr're el resultatlo de
iutt.¿ot que las normas suelen introdtrcir' situado a 0,5d A* fc:* H"ttl*t it
'poyo'
ciicha contprobación sea satisfactorio'
armaduras en el primer pe-
'. .; CuantJo c:l .rnáiisis obliga a colocar
que comprobar oe'{-
¡: *'i rímetro crítico, no, u*toJobligados a tener
|-'-
primero separaclos entre sí medio
nretros ltonlotéticos con el
I
'¿
g¡1 56c)qrtes aparrtall:rdos
lig' lt.7l. Períntetro senri-eficaz
t*
I
f.r
I'
f"k lrd f.d
l)o I,E t) 0. tti
lóo 2,2 ló 0 t.)
3,0 fq 0.30
250
400 4.1 40 0 4l
quc no sea necesario coltrcar armaduras de ¡lunzonamien- Sop::i ¡t,: :it b"::: ¡:1=
Para
ci-¡n bord,-- (le lii9a
to, se habrá de cumPlir que: paralel,r-: al ei: i
r¿ lrr¿'k'(1,2+40'p¡¡ lzl
S:pcrte r'l: L'-.¡ r'cie
Sea la carga total del foriado por metro cuadrado igual a l'?8,75. 4r4,32=
v., = 393,98
I kN/r¡2. " 1.6
Vd =Nd -8.(0,40+2'd)2 =4r,0,8-8.(0,40+2 .0,25'f = Los cálcuios condr.lccn a unos resultados rnuy similares, ya
que según cl EC-2 las cargas rnayoradas son menores, pero tam-
:46O,8 -6,48:454,?2 kN bién lo son l¿s terrsiene5 ¿drrrisiblcs.
\a
EH-91 - tu =-A._ 454,32.1 .000 MPa = En el caso de que haya que reforzar a punzonamiento, se co-
locarán armaduras transversales que resistan 3l4Y¿; sin que la fy¿
o,ó5.r0ó
superc los 350 NlPa r3.500 Kp/cm2).
= 0,70 MPa < tu¿ = t,3 MPa
L¿ Norrria REBAP resulta bastante más conservadora que Ia
54% dela tensión ac]misible Norma española.
=
[H ) .Según la Norma brrasileña NBR ól l8 se considera que no es
prcciso rcforz¿r a purrzotramicnto si:
Sioperamos con el EC-2:
(Kp/cm2)
8 "
kN/m'i
Io tN / m2 cargas permanentes +=+
lz tN I r' sobrecargas
lns lorjados relkular¿s 287
rccordándose que se maneian coeficientes de ponderación infe- el planteamicnto clcl código ACI que se venía adoptando en el
riores a los españoles: punzonarliento y (¡ue, en nuestra opinión, rcsulta difícilmente
digerible y po(:o práctico. Por consiguiente, bienvenidos sean
cril-erios nrás sirnples, aunque vengan desnuckls de teorías
T =1,4 Y lc = 1,4
iustificativas que en el fondo no justifican nada por su carácter
No se admiten cargas que produzcan tensiottcs tangenciales surrarrrente engañoso, pese a su aparicncia de rigor y brillantez.
superiores al límite:
Otra cucstión será, si el enrpirismo en el que se basan los
nuevos criteric.rs puecla scr o no un falso espcio obtenido de unas
2!E pocas ex¡leriencias cle laboratorio, leianas del comportamiento real
yc cle las cstructuras que construintos, y quizá una vez nrás, se
ignorerr las exprriertcias auténticameht.e realcs que continuamentc
En aquellos casos cn que sc necesiten armadur¿s dc pttnzo- e-stán obtcnienclo los profcsiorlales que día a día se encargan dc
que la
namiento, éstas deberán resistir el75%de la carga' igtral sostener los cclificios con sencillas formulaciones, que se
portuguesa; y la tensión del acero se limita a 300 MPa' fllUestr¿¡t] eficaces y ecottómicas. lalta en nuestras Normas un
"buztirr clel lector" clorrde se rt:coia la ingentc experiencia de esos
l¿ Norma brasileña conducc a valores ¡rrácticanrente coinci-
9l en cuanto a las terls¡orlcs admisi-
dc-rites con la española EH- ancinimos c¿¡lcLrlistas de eslructuras, que a veces de espaldas a los
blcs se refiere para no reforzar a punzonamientc¡; rlo obstante, criter¡os ofici¡¡les y pese a sus mucllos defectos, han levantado y
arlrr'¡ite tensiones límites por encima dc la misma. hecho posible el parquc de viviendas que posec nuestro país.
"k'o'"('-$)
t rdl l\l
8.17. El punzonamiento según la Norma
il
ff,,
EITE
rr+r D
8.17.1. Introducción
;
"'I 'o
en la normativa española EHE apuesta firmemente por criterios de <0.5c, ó 1'4--l <o.sc.' ó r.sdl
{r---+
I
Seda deseable que en futuras verslones adoptase los trazados Ouizás por ello, la versión definitiva de la Norma EHE, optó con
rectos tradicionales cle la EH-91, aunque se cncuentren situados buen criterio por no tneterse en el bosque y dejar quc cacla cual
a 2d de la cara del soportc, y aplicara un coeficierrte recluctor del siga su propio camino crr situtrci<¡nes cemo las rnencionadas.
perímetro crítico en torno a un l57o que es, operativarnentc, a lo
que puede suponer con un carácter suficicntemente aproximado
Li¡ea <ie cortante de la losa 2 con relación
los redondeos propuestos.
d medio:
(a+2clr +2dr )dr +(b+2dr +2dr )dr +(a+2d:¿ )dr +2dr 'clr+lb+2d¿ )dz +2drclr
- (a+2dr +2dl)+(b+2dr +2dr )+(a+2d2 +2d¡ )+(b+2d¡ +2d1 )
LVX ]
Carrto H1 ldl)
Fig. 8.77. Indefiniciones que aparccen en la propuest.l
del bonaclor cle l¿ ironna.
(b+2d2+ Perínretro
b iríticr¡
El bor¡ador de la Norma en sus comenl,arios nos decía que la
t 2d1 t- 2d¡ rotura real es tronco-cónica y va desde el borde del soporte
atravesando el foriado con una inclinación de 250 a 30o. L¿s
prirneras fisuras aparcccn cntrc cl 5O"/"y eI 70o/ode las cargas de
L. rotura.
El borrador de la Norma decía textualmente: En nuestra crpirtión, un plano dc rotura tan inclinado sólo
puede iustificarse en losas de muy pequeño espesor, cantos en
"El canto útil de Ia losa se considera conslantt e iqual a torno a los l5 crr; err losas dc cantos mayores, la inclinación no
d: (dx + drl 12, donde dr,drson los carrtos ritiles de Ia losa en es LiJn acLrsacla. lo quc nos inclina a pensar que las
dos direcciones perperuliculares" .
extra¡'rolaciones de los resultados del laboratorio a losas reales dc
for¡ados reticulares y losas de cimentación se han realizado con
Dicha redacción podía carecer de sentjdo v no rcspoltder a
r:xcersiva alegría. Nosotros creemos que los ángulos reales se
ninguna realidad física, como se deduce cle la Fig. 8.77. Sin
lnllevel'l en tonto a los 40".
cornenLarios añadidos.
I
los foriados rcticulares
No será necesaria armadura de punzonanricnto si: p : Resuira ser'¡n coeficiente que toma el valor l,l5 para el caso de
soporLeb inLeriores, lr¡nra cl valor 1,40 para los soporLcs rJe
nledianería i'el ,,,¿lor 1,50 para soportes de esquina. El factor p tiene
F..,
Tscl ( Td rrcd--- <' en cuen'-a las lcrsioncs tangcncialcs dc torsión quc se cngendran por
5uperl¡cle cnLrca lob lnr)r:rt'iiLL)5 c.ris[errtcs cn ja placa.
F.6: Esfr-rerzo cle ¡runzonanriento de cálculo, que rrorrnalnrerrte
F"¡: Esfuerzo efectivo de punzonamienro de cilc:r¡iil coj¡rcjcli¡á con ia reacción del soporte al menos en una prinrera
aproxin.rción.
t.,¡: Terrsión langcncial n<¡minal de cálcu]ü en r: )erirff ct.rc) crÍticc)
En cl caso de losas ¡'rretensadas, debcrá incluirse la componente
tr6: Tensión máxima resistentc clcl hormigón ¿ efec¡rts rjel
r,,enical qrrr. rr rlc.rive cle ia inclinación dc los cables de pretcnsado
l)rj¡rzonamiento, que coincldc con la resis:ercr.r tiiacla lrara el cort¡nte
de las piezas linealcs
r[). tünq üj.
Tarlbién es ¡:osiblc. descontar de Fr.1 las cargas exteriores que actúen
deniro de r:n pcrittc.tro lr/2 semejante a corno se hace siemprc que se
rrcr=0,12.6,.(too.p'6¡)l'3 tr{Pa lll piante; u!'r crnálisis cleJ punzonamiento clásico, tal y conro sc dice en
los corilcnLdr:os de la norma y en contradicción con lo que en nuestra
siendo, ooinión ref.ej.'r el afiiculaclo cle la misma al hablar cle la reacción del
5c)pc)r[c
Resumen Práctico
Trd = 2'fv
Cc.rn el obieto cle rro perdernos y encuadrar la propuesta de la
td=2'f.u =2'0, ló'v4; (err lvlt)al
nueva tHE, nruclro más simple y sencilla de aplicar que las
antcriorcs, crr cl contcxto dc nucstra cxposición y rcfirióndonos a
7r,l =2'f." =2'0,5'fi¡ lcn K¡'r'' cnr2)
los casos nornrales de losas sin pretensal el nr¡evo camino a
seguir rer;i,
puesto que las cuantías de arnladuras son b¿jas, v se nlartLiene
idéntica formulación para el cálculo de la resistenci¿¡ a . Deternrirl¿r el perír'netro crítico a 2d con las fonnas geomé-
punzonamicnto, que la empleada para deterrninar la capacidad lmcntc (Vcr a partado 8. I 4 .3. Su pe r-
trica s csta l'llccicla s habitua
rcsistcnte del cortante en las p¡ezas lineales. lkie Tcórir:a Crítica dd Punzonamiento), reduciendo su perímelro
L¡n I 5% p¿lr¡ tener en cuenta los redondeos del nrisrno que
El esfuerzo efectivo F"¡ dc purrzonilnliento cie cálcr-rlo tiene
la nucva EllE irrtroduce en las esqu¡nas con r:l ot:jeto cle
presente las cargas verl,icales, los posibles rr]onterttc)s cll¡e se
trasfieran entre l¿r losa y el soporte. y el posiblt_. efccto cle ulr cl Irroceso c.rperativo.
sinr ¡:l ítir:a r
pretensado que pucJiera exist¡r en la losa, a trav'és de un parámetro . Deducir los hr-rccos situaclos a menos de 6d y calcular el
rnuy simple llamado B. área crític;r: \
Los loriudos retiulares
St pu
, Cuantía geométrica longituclinal cle la los.r, quc p.rra orjacJos f
A,,: Área trt:¡ rj.-: ,as ar:lr¿cltr.ts clc punzonanficnto en un pcrírnetro
pucde estimarse en 100 p = 0,35, y para losas de cimenracirin en Cr)ncén:::cO ¿i \irnol.te. coloCada en plarros separacjos entrc sí Una
100 p - 0,25. disu¡nci¿t:r .Ai:-..\-
tt: Ángulr-r n:t. jit:::L.1ri .cs ¡t.anos de arrnaclur..ls Corr el plano <Je la
Itls¿. Sl st: (-,:i.i-'-¿T i,SLriuos o l)Arras VerticAles u= 90,'V si
e = f* (d en mm): Para los casos habituales cle foriacJos pLreclc Se
1@ cctloc.tt', b;r¡'¡ l-rc.i::aclas ct = 45,:,.
tomarsc estimativarilente 0,12 l=0.23 y ¡.)ara losas clc Cirnentación, f,,,¡: RcSi:r-t:.ct; ,:it.
lá.c:ler del .¡cCro de las ;rrrnaduras Ir.l¡sversales,
variando errtrc. 50 y I 00 crn dc cantr:, O, I 2 ( oscil,-:r;i c:rrr:re 0,20 y linrit.¡tlc ii 4lr-l !iP;,
0.t8.
0' r\rrp.L¡ Lr (if, .rt:; i) ar: a: ile r()rUtc-r que recotttcnd¿nlOs COns¡defaf a
4 5r.
l¿ fórmula anterior admitiría una simplificación práctica ri \ljn'ero c:e r:;:1.¿: (it cacla r¡no dc los pl.rnos separ.rdos cntre síuna
aproximada para el caso de forjados conro, clislarcr.-l r,
[p =0,2+.(r.oI" MPa,
-!s(l _- F.v,r
Ac ^
6-
o
o
b
cl
I
t_
o'
I
E
úl o
.f
frd = st
tp 2di
i
-t-
sicndo.
F : l,l: para los soportcs interiores y de borclcs
Aplicando la fórmula con banas inclinad¿s a 45'' nos quedaría 8,17.r. Zona exterior a la armadura de
asr: punzonamiento
\/vtl -- \/vcu+r,273.9.n .Au .f, .. Fucra rle l¡ zclna cubierta por armaduras y dc manera similar a
s
como sc hací¡r irntes, la nueva Norma propone comprobar a una
Y si opcramos con barras verticales: distancia 2d de la ¡rrisrna, siguiendo los ¡rcrímctros marcados por
un,ef en la Fig. 8.78, que no existe punzonamiento si se verifica
que:
dt Fu¡ Nuelo cofi.¿rntc clcctivo, clue en este caso sólo tiene en cuenta
'
+ bs cargas ,.,enicales exleriores y la cornponcntc vertical del Írosible
preterrsado. La áccjón dc los momentos se considera despreciable.
I I LONGITUD DE Para que no hayrr rolura por comprcsión oblicua del hormigón
f-__t
ANCLA.'E cn strs biel¿rs inclinacJas, sigr-riendo el mccanisrno resistcnte que
Fig. E.79. Dispclsición de arm.:duras cle punzola:liento coio- se clesarrolla, la Norrna propone una última comprobación que
cadas a partir de 0,5d de las caras del soponc seer.jn EHE. debcrá r,'eriticarsc v cumplirse siem¡:re para evitar patologías
peligrosas
Podemos apreciar una reducción de la resistencia clel hormigórr
al punzonamiento cuando se agota su ca¡taciciacl rcsistente y es En toclos los c¿scls el esfuerzo de punzonamiento queda
necesario colocar armaduras, de manera setreiantc a corno sc con- limitaclo ¡:or:
templaba anter¡onnentc en las nonnas. pero en una rl.rgnitud bas-
tantc rnenor.
Vl = Fef < 0,3. f.¿ . uu .d
L¿ reducción qlre se proponc deV.' oscila entre un l0 y un
más razonable que los criterios de las norrnas El-l antcriores,
I 5olo, clclnde rr., es el perírnetro consicjeraclo a efccto cle las
que lo reducían a la nlilad, conr¡lresioncs .[rlicuas, qrrc lto coincide con ninguno de los
perímetros .r nteriomrente nrencionados.
La nueva propuesta sigue sin conternplar la colocación clc un
único plano de armadr.¡ras, lo qtre obliga a efectr-rar cle nr¡evo una Pilar centr¿il Lr., =2.C1 +2.c2
interpretación de la formulación propuesta, si queremos quc ten- Pilar nlecli¿tnero Lr., :- C¡ + 3'd < c.l +2.c2
ga un caráctcr generalista en el caso de optar por Lln único plano Pilar de esrluina uo =3.d<c¡ +c2
de armaduras, como ha sido la costunlbrc extenciicl¿ cn la cons-
Lrucción española en las losas.
292 Los foriados reticulares
t
t-t a) No se admiten cargas tales que conduzcan a valores de
nrayores quc 3 f..r, cn la superficie crítica de punzonarnien-
Lo siluacl¡¡ a 0.5 ci, es decir:
ql
I
1,5d > c2
V,¡ 13.f, , .A.
r--i-<?.f
' A _ 'L.
-
^..
t t''
Fig. 8.80. PerÍmetro uo para las contpresiorres ot¡licu¿s tEHEI
^.
en caso contrario dispóngase annadura transversal cubrien-
:
do V.,'., \','1 - f, ,\,. .
c) En los pilares cenlrales no es preciso reforzar a punzona-
8.18. Una aproxlmación personal y |nierrto si
práctica al punzonamiento
\¿,
mediante una formulación muy simple: criterio para no reforzar a punzonamiento sería:
Esle c rttcrio lo herrtos vellic.lQ ;i l) j (.., r,-1,-)'-.r l t't t-rit' r a't-l ]rLle!Lr¿i:;
I'ir)V.¿ t
__________-!:l_
\ .' :
-l
- -'\
I r0. V.,
A 't'
V' =V.-(r's; t
Experimentalmente en las obras hemos podido constatar que Creenlos <¡ue ¡rr"rcdc resr¡ltar sumamente interesar'lte analizar
la presencia de huecos en las proximidades de los pilares bajo la óptic;r cle l¿r lrornra cspañola EHE los ensayos realizados
aumentan las deformaciones de las placas y, pcse a teller óstas los por Ehab F. El-5¿laka,,^,r', \{;rría Ana Polak y Manir H. Soliman sobre
cantos aclecuados para las luces de la obra, se producían clarlos plac;is con hr-iecos frente .rl ptrnzonamiento cn las zonas de bordc
en las tabiquerías, duñ<¡s clue no se preserrtitt)arr y (¡re, por tanto, y puhrlicado en .\Cl Slruclirrnl lt¡urnal, vol. 9ó, rr':' I (1999), con el
no existían en otras zonas de similares características, salvo quc
ob¡eto cle contrasiar lor resultados con las lorrriulaciorres teóricas
no tenían huecos dc instalaciones bordearrdo los apoyos, Nr-rrlca
anteriormente exl)Llcstas cn los apartadc¡s 8.1 7 y 8.18.
hcmos podido apreciar pttnzonarnientos erl los forialdos
reticulares construidos que hayan tenido su origen por la Los cnsai,rs re¡rroducen tlna cstrllctttra cle varios pisos
presencia de huecos cn las uniones, realizados a ¡rosteriori, por
rcsuclta cort r-rrlct ¡llaca nr;rc:iza de I2 cm dc cspcsor errlpotracla
olvidos en los proyectos y durantc la construcción.
en ¡rilarcs de 2i x 25 cnr. qrre poseía los huecos indicados eti la
Fig ti.tJ3.
0.0 30 I 27.5 i 6
oo _ 28 | zLL) 6
29 I 27.5 I ()
28 I
-zr=L. zt¡--], 27.5 I
i I
s{*
I
d bdúr ¡bar
(u) -lF!9us¡¡ r ¡s---f 3q---uso r ssl l-3o
a¡5-od.'rffi;-
'd¡acocc fffiio
Irbm& | t¡dada 160
ñúilñ lmmn Iro
11 s I 9{.4
-
_70 _.1... 23.5 fI
6
:
6
I
Ditn¡oto
.+
I
rm
11 .3
F.s I ,34 Posición clc l¡¡s .rrnraduras clc tracción ¡' cle
ior':'rnlesitin.
Tabla 8.I l. CaracterísLicas cle las artnachtras etttl:lcacJas.
Los foriados retkulares 295
No se dispuso armaduras transversales de tipo alguno frente La formación de las fisuras inclinadas se observó en el borde
a los esfuezos cortantes y las armaduras cortadas por los huecos, libre y en el intcrior de los huecos, iniciándose las misnras al
tal y como es costumbre habitual, se ariadían a izquicrda y 50 % dc 1a carga última cle rolura.
derccha de los mismos como se contempla en la figura 8.84. y cs
costumbre en estos casos. Las fisuras inclinadas generalmente empezaron a consecuen-
cia dc las fisur¿rs de flexión.
Las cargas transmitidas a las losas, carga venical y mofttento,
se han mantenido en una relación constante en los scis cnsayos Las bases dc los conos de punzonamiento han resultado
realizados: similarcs, salvo en aquellas losas que poseían huecos en contacto
con los prlares que han resultado ser menores. Lo antcrior
M significa que el efecto de los huecos que se encuentran separados
Ñ=U'J de los pilares sobre la capacidad y corlrporlarrriento cle las losas
a punzonamicnto ha sido relativamenl"e pequeño.
. Estado l: A velocidad de 2,5 kN¡min se ha aplicado la car-
ga hasta llegar a la situación de servicio. L:¡s deformacioncs vcrticales rnedidas en los soportes frettte
. Estado ll: Manteniendo la carga correspondierlte al peso a las cargas vcrticales aplicadas cn los mismos han sido similares
propio se ha colocado y quitado diez veces la sobrecarga de para todas las losas. Se observó un aumento del l4 al l9 7o en la
uso. nláxima deformación verlical de las placas después de completar
. el décinlo ciclo dcl estado de carga repetitivo.
Estado III: Finalmcnte, se han incrementado las cargas en
escalones de 1,5 kN/ min hasta la rotura.
'iI
Jzsol.-zzo-J L-¡e29--J
elcvation plan
tEÍ!i\.-
¡H"¡^ -*'s
097
I 940
917 7t0
sFo 733
t tLr ,48.5 59)
SF] 877 820
qFl 942 8r5
Tabla 8.14. Resultaclcs corr)párarivos entre los ensayos y los valores pror)Lrestos por la EHE y el autor (F.R.T.)
Tabla 8.15. ResultadoE compa:'a::ics entre los realmerte obtenidos de los ensayos y lo que
realrltente sc prcdicc co:-r :-r€s:ros c.teros 1F.R.T.t. opera:do con los \/¡rlores reales de resis-
tencias, sin coeficienles de se{.;-d:d ¿ñ¡didos.
Los [oriados reLkulares
# + l,l E h
Longitud total = 0,40
Punzonamlento Tlpo P
Punzonamlento Tlpo PP
f ll-l_ru
puede rcsultar la más recornendable
y segura si c¡ueremos adaPtarnos a
lfm,i:i*.:"*ri:* Ios criterios cle la FHE.
Vsu =0,9'*'n'^n'!o
Los lor¡ad,os rcliulares
Fig. 8.98. Al¡aco corr crLlcet¿l¡j, cle prlrlz()r-r¡rrlir¡r'rIi:) Ér' rrr: fr:,ri;clo rcitctll¡:r
con casetone5 perdidos.
En l;r llq.,3. l01 ¡rotier:ror vcrcn Ltna obr.i real, una cJis¡tosición
mL¡\'ciL-rls.i cle l¡.r:r;i; i'erl ic;¡lcs cn fo:nt¡r cle z, sicuienclcl cl último
es(luenr¿r rlr,'i.,r-. t,i¡ttriogÍ;ts itrciic¿rdas en la Fi¡¡. 8,c38.
Ar.tttr-¡Lie I.1,-) >icj .t:t.t trrjr ii¡¡ llltly fteCue¡Le, ¡l<tdcnto5 CltCOlt-
trarn(l-i i-rit:c air:l-!l) i ¡{(ts .lL- Cclrll¿ts L.rn eler,¿ldas qUC nO lt.ty.l
tltás st¡li.¡c.jór' ,.1.1!-'t\-'t-lr-l C¡,-ie tliseit;ir,r,(:Olo(-¿r ¿llll¿rS llrel.1lic¿rs cle
espesores ¡citcL;¡,cloi c.i f).tccs cle resislrr por :í nrisnras toclL-r el
Fig. 8.c.)9 At¡¿¡co con crucetas cle punzonalnlicnLJ t:t u: ¡¡i¡1.;,1 - 'o-,- . :'' l-rurr¿on.ir:rie:-r:o ¡r'('s{ilt(iia't'iclo de la c,ol¿boración a cr--ttt.¡nte clel
con c¿setones recLlperab]c5. hormigón
oe
t-A.n T<
J4
siendo,
A : b . h;Áea de una de las almas metálicas coloc.:clas
n: Número de almas dispuestas radialmerrte
Tal vez la tendencia creciente a las grandes luct:s, y los cam- lncluso err las :ituacioncs aparenterTrente más sirnples' conro
bios que puedan darse con los conluntos de los volútllcnes edi- puedetr scr los zr"rnchtrs perintetrales que vat'l dc pilar a pilar, la pre-
ficados, posibilita que welvan a las eslructuras de eciificacióti las tensión clc l¿r ril¿rvoría de los códigos oficiales de asignar a los mis-
vigas de canto, cuya presencia actual cs l)tiramente atrecdÓtica' mos la responsabilid.rd de resistir las cargas de ccrranliento
pcrinretralcs, prrescincliendo cle los nervios adyacerltes, en modo
Es tal la ausencia dc vigas de canto cn los bordes dc l¿s es- algun<.r res¡roncle a la rc¿rlidacl física del comportamiento mecáni-
tructuras de edificación, que incluso renunci¿ttlrt)s ¿r sr.r arrálisis co del foriedo.
simplificando la exposición de nuestro tr;rbalo; rec:c'nlcnclatldo
que, si puntualmente por exceso dc hiz y de cargas rcsulttrsc ot¡li- Urra anécclou, r'eal pucde clarificar lo quc tratamos de expresar'
gado materializar una viga dc canto acus¿icla baio r'tna losa nraci-
Acab¿rcl¿ la L-stnl(tura c,le rrn bl<-lc¡Uc de r,rtr colegio, constrtlida
Ia o reticular, se resi¡elva y calcule como si clc utt¿r viga cle torluclcr y
unidireccional se tratara, si no se dispone dc urr prQgran'l¿l espa- con un foriaclo reticular (le cascLones aligerantes de hormigón cle
Los loriadas retkulams
canto 24+3 cm, una pieza prefabricada del cerralll¡cl'lto de la fa- y nccesarja con el obic--to de asegurar la eficacia resislerrte de es'
ctrada de unos l2 kN de peso sc dcsprendió de la gríra que la tas piezas cn cl contexto clel foriado reticular dorlde se encucntren
transportaba dcsde una altura aproximacla cle rrnos I0 n'l y, cll sLl r-rbicaclas, pre:;to c¡ue posecn utta rcsponsabilidad bastatrtc sr'rpe-
caída, impactó contra el zuncho de trorde cluc tr-ní.r ltna lrrz de rior a l¿i cle los rrervios del mismo, aultque sólo sea por cuestio-
unos ó,5 m. I)es oe Ldtltdno.
Por otra parte, y si bien los rnétodos cle' cálculo tlsp'rci;r)es per-
miten una aproxirnación mejor a los tner:¿trismos resistentes dc las
estructuras y a [a intenelación resisterltc que existc t--ntre los dis-
tintos elemcntos, distribuyendo los esfuerzos clcorde con las rigi-
cicces y la situación de las piezas en el corrtcxto estrtlcl'ural,
también es cierto que toclo lo anterior exige un correcto etrsanrblaie
constructivo del coniunto, y que un fallo en un clcnlento detemri-
nado puede sobrecargar a los restantcs sin que se ellctlentrerl pre-
¡xr rados para dicher circrJrlsta ucia. clesencaclc:rr.l 11dó u 11 colapso
progresivo por efccto dominó.
cruces y las zonas de anclale, resulta absoluL¿ntelrte con'.'eniel'ltL-- erlLre sí, tal conro ¡totre clc nraniliesto la l:ig. 9.2.
30ó Los foriados rctiulues
I ig. 9.2 'l ipologi;¡ cle zrlrrchos dcrrLro dc tttr fori':dc> :e"lcr;'"
genéricas estable-
Nunc¿ nos lran g-rstaclo las es¡:ccificaciones
Loszunchosubicadosenlosbor(lcs,entrepilares,sol]los obietivas' puesto que suelen
ciclas al urargen de cuantificaciones
zunchos que lnás sc ven afectados por todo tipo de solicitacio- bizantinas entre los técnicos que
punto dc vista resis- acabar ¡rr.ruocanclo clircusiones
nes y esfuerzos, y los más delicaclos balo el
proyectan y )os LécnicCrS quc COntro[an.
tente.
Un zt¡ncho cie borcle colocado en un voladizo continuo de fa-
Al margcn de los esfuerzos flectores y cort¿rlrles qt¡e solicitan
a los zunchos entre pilares, cotrto sucede ell todos los demírs, en chacla a 2 nl clc la lírre¡r de pilares, y lógicamente pcrteneciente a
este tipo de elemcntos se acentúan dichos esfuerzos por ser el una banda central, apenas posee esfuerzos dignos de considera'
nervio de mayor rigidez del pórtico virtual paralelo a la f:rchada, y ción que iLrstif iquen su razón dc ser y su presencia como tal, bas-
por recibir de forma directa las posibles cargas adicion¡¡les debi- tancJo prtsible¡lrente l¿¡ ¡lresencia de un nervio nrás de la placa sin
nr¿ryores problerrras ¿ñaclidos. Por razones de tradición y dc ruti-
das a los cerramientos.
na constructiva rJe recoger cle fonna cómoda las patillas dobladas
y
cle los negativos, y permitir los anclales de las barandillas demás
Por otra parte, los zunchos de bordc, al encontrarsc en los ex-
como un
tremos de las placas cioncle se cierran los circuit()s cle las t<;rsio- piczas cle las f¿rchaclas, solcmos colocar t-lichos ¿utrchos
y Sin cmbargo' si des-
nes que tienen lugar en las misrnas, acllnlulan urlos csfuerzos val<-:r añacljclo en los borcles de los foriados.
estaios tensionales adicionales que tienen qtle ser considerados aparcciese cl volaclizo y el rnismo zuncho tuviese que colocarse
en el dimensionado de los mismc-rs. entre pilares, l<.rs csfuerzos qire lo solicitan se irrcrementan con-
siderablernente f rente ¿l anterior:
Por todo lo anterior y sin cuantificació¡r ntrmérica de tipo
al-
guno, la norma EHE en los comentarios de su artículo 5ó 2 cxpre- iDebemos colocar los estribos en ambos zunchos a 0'5 d'
ia "En Iu nen¡ios de borde de las plaus aligeradas se díspondrán
cercos co'l criando en cl primcr c¿iso sobra hasta el propio zuncho?
' n0 matlor de'0,5 d' capaces de at¡sorber lss ten'
una separación entre ellos de
i.Es lógico que Llrt zuncho cnt're pilares salvando una luz
siones a esfuenos cortantes que se produzcan" ' que otro que salva
8 metros teng¿ que llevar los mismos estribos
que po'
r:na luz de 4 rlretros al nrirrgen de los esfilerzos propios
sean?
en vez
Si se opta por colocar estribos del Q8 en los zunchos
cle estribos ciel óó, alguna consideración diferente deberá contem-
pese a
plarse en su reparación baio el punto de vista resistente'
que la eficacia áe los estribos sea mayor cuanto más iuntos estén;
sin embargo, la especificación de 0'5 d no tiene en cuenta para
nacla ni el calibrc ni el número cle ramas
que posean los estribos
El argrmenlo esgrimido por los dcfensores ck-r las nornlativas bl Aclrnr.is, c['l c air¡rclírsclc l;¡s arrrladLlras necesarlcls pf,r;r le-
burocraLizadas quc dice que las cspecificacionc¡ est.rblcciclas en r jst ir l¡r¡ cilrul¡lr cle cerrantierllo que graviterl directamcnte
las rnismas dcben irlterprctarse al pic dc: l¿¡ letra, :r-rt¡re todo' s,tl,¡re Los mismos,
estr¡llos, capa clc compresi<irt, <:Llantías rltítlinl.rs. nl¿tll;-ru cls, c.álcu- Lo ;rntc:ior sr.rfx)rrc, obvi¿ttltetltt:, tclrer clue calctllar el ¡rórtico
los y diseños rt-'glanrentatrios. ulc; \r .lclenl¿i!, ¡rorfi.rnclo r-1rre e:l ha- si:r la:. c;rg.¡s de cerr¡rrlricntos, si tto 5t,: tlc:st-an dr.rplicar los
<:erlo así, sin cx<.epciottes, no supotle un coste arl¿iclicio digno de esllrÉrzn5 deriv¡clos clc dichas cargas ell zt¡n(:hos y lleruios
consideraciórr, sólo result¡r r.rn¡ r.'erdad a nlr'dja;, [)tlesto (]tlL-, 6) r\l nrar.gerr cle l,rs arnraduras arttcriores, adiciorlalmcnte es
como y¿r se ex[)uso t:rr capítulos ¿rIrte:iorcs. l¿ nornr.i Il ll: h¿ c-rr- necesrtrio arriaclir unas arrnadL¡ras latcralcs (lue :,e supone
carec¡do las cstn¡ctrlr¿ls de ioriados rcticr¡larcs ert l()rrro ¿i Lln lO'lb
5iruen para la torsiótt, [)uesto que nada sc clice en las NTE
con relación a la EH-9 I . Sin enrbargo, lo pcn trso {le tocl¿l csla :i- sol)re su r'¡zón de ser cort el criterio re,x:ogido en la Fig. 9.5.
losofía no radica cxclusiv.rttlettte erl lln rrrr-¡bler¡].¡ ec<Lt]cinrico, que
sierrclo tln ¡lro[rl<-'rrr;r irr)[)orl¿lrtte trt¡ lt: e:; t.]ntc). lo rcLtltttt:t'tte ¡let'
vcrso dc csta cultur¿r ya lo exÍ)uso €s¡tlt-inrlidatlr-rrte en L¡rt¿i re' H.70 c:ut H.25/5Oa.
flexión sobrc sLr vida y su <¡bra el genial ingeniero urLtE"tclyo Eladic)
Dieste:
los (rjLefjrr-i tle l¡s Nl'F. ttLrecJetr caer clel lacjrt cle l¿¡ inser¡rriclacl.
I-ic¡. 9.4. Ll¡('jiC, [)ie5re.
EI ¡r'.ilrsis ', c.Ílculos de las estructuras con forjacios retic:rla-
res, r'e;rii¡.rri,ts lt¡s¿incJctse err los pórt.i<:os virtualcs, incapaces cle
. IJno cie csos canrirros Lrazac]os a tt,:ne¡ f_rrr,sar'r:r l;ts ¡i]¡5¡¡¡¡1,.s generalizaclas que ¿ic()ntecen global-
]t¡ctl_rósitrl c1e ios zLtncltos
dc borclt: ttst¿í dcfirricl<¡ en las Norr.'..rs Tec.,rlógic.r. \TE_LHR cle lr(-f rte elr l.,> :rec¡nl:;nrL):i rcsislelrt(]s <le l¿rs ¡.rl;rcas, al ril;lr.qen clc
l9ti8 espairol¿ts, que se cn(iuentran err r,:gr¡r !i¡t tent.r. r.trr caráCter lcri rr-rrsii¡r-;¡r'-. .rcli'. idLr¿iiz¿rclas r¡ue ¡rucclen exisrir o no en las
.bligatorio. Dich;ls Norrnas Tecn.lógici;s rr.colrrie'ci.rr-. c1Lre la gco- ¡rie-
zas aisl¿ti¡s, :rLir) srielen i.rlror;rrse no h¿c:iónclolas illtervenir e.n
nlttría dcl los zunchos cunrpla la si¡lLrienttt t;rl_r,.i: "
r:l ecluilibri-r rJr.lconlr-rnro; h.r sicjo la caus.i cie Ia cre¿rción cle nru-
chir! ..lc i¡rq c:.pccilic.rcioner rcglanrentacl¿rs crr ios clócligos oficia,
lcs, rnrt¿, r.i r.'i¡ >r-:it i'li': cfertos qLle J)roclucerr las nl¡sm.rs
.-_-----1
'- __l Lt-r5 ¡1¡¡i'.¡5 rlr:'i ltrc¡fesc-lr L C¿rlavc:r¿¡, bas¡rl.s err el CócJigo
I
,Aal- ji l,Y , ,,lqL,r':.i- ;;poltctcii)r)es .rislarias, corrr.
-l ¡ltteclc. ¡er l.rs clc:
nucstro l.lrr¡ \l.i¡ilr,ii Pniili¿o st'¡bre los fttrjados reticular¿s,
'l'ai¡l¿ 9.1 ljases rccor¡leÍtcl'tclas par.t li¡s ¿;r,, !r) !i ¡,..a (, I (-:i. ¡rerrlitieron
c¿ntt-r clel fori.rrlrt clonde sc.utric¡uen .;(,!:r.l:'.TF-i l-ll 1 lisqr l'rrcler al¡¡rcl¿:r t.r' rr.is o r'r"rcnos rlgor, lir lclrsión en l.s ztrrrc]ros
clr: llorcic i"-r:rc i-)i.,'rrfr5, suplenrcrttanclo krs esfr-¡erzos clerivar.los cie
eli¡ cttlr lr): ¡-rii-.g1¿,.¡r c.lc flexici¡ y cort.¡rLc obteniclos a tr¿rr,és del
En cuanto a las armaduras con las que dotar los zunchos ntélorll sl-r'ltijiic¿icitr cle l,-rs pórticcts viftuales. Tcnclrerrros ocasión
segun las NTE, deben ser las siguientes: frriri ¡ciel¡::'.'i-iÉ '.er l¿rs iorr'rtr-rl¿rcic)l'rcs cle cálculo clue ¡.lr-reclcn apli-
c¡r',<d er el .ir;irsis ¡runrririco cle l¿i torsión en los zunchos de bor-
a) Arr.lladuras de flexiírn conto si el zr.;ltcho iL;rrlc r_.t- nen o lrás -t-
dc la banda dc s<ll.rorle dc-l ¡t<irtico i,jrrLr,r] clc tc:-¡-iij,i ali. \-L)11¡l{,iL r,:r r.lL-rlq¡ r\rrtr() ril¿t ¡rieza aislacla clel rc:Stc-r cle la plaCit
:irrr¡tlifr;,i', :,-', . t.r,:'r.rlcl¡r.,
30E Los loriados reliulares
4020
-t-
t7,40 17,ó0 I 7,90 1q,20 73,47
\t70,52t t172.48t tl75,42t (I ¿t8 lór ( 720)
4$ ró
4Q ló ')(I l^ 20,36 20,ó(¡
+ 2 2,00 8ó.00
801ó it97,57\ 1199.53r \202.47 t (2lt ó) {842.81
X puede ser A, B, C ó D
A-e0óa20cm C -eS óa l0 (li3 Lt va 20cnr
B -e 0 6 a 15 (ll3 L) y a 20 cnr D- e0 8a l0 (1,/3 i.r ya 20cnr
9.2. Tipificación posibL'y cstandarizada dr:r zlmcl'r(ls de br--¡rcle ellue IJiLtres ccrlr arnt¡duras de f]cxicin y t()rsión.
T¿¡blu (l¡s
armaduras intemtedias vercnlos que se erlcuentran sobredimensionadas).
Los foriados retkulares 295
No se dispuso armaduras transversales de tipo alguno frente La formación de las fisuras inclinadas se observó en el borde
a los esfuezos cortantes y las armaduras cortadas por los huecos, libre y en el intcrior de los huecos, iniciándose las misnras al
tal y como es costumbre habitual, se ariadían a izquicrda y 50 % dc 1a carga última cle rolura.
derccha de los mismos como se contempla en la figura 8.84. y cs
costumbre en estos casos. Las fisuras inclinadas generalmente empezaron a consecuen-
cia dc las fisur¿rs de flexión.
Las cargas transmitidas a las losas, carga venical y mofttento,
se han mantenido en una relación constante en los scis cnsayos Las bases dc los conos de punzonamiento han resultado
realizados: similarcs, salvo en aquellas losas que poseían huecos en contacto
con los prlares que han resultado ser menores. Lo antcrior
M significa que el efecto de los huecos que se encuentran separados
Ñ=U'J de los pilares sobre la capacidad y corlrporlarrriento cle las losas
a punzonamicnto ha sido relativamenl"e pequeño.
. Estado l: A velocidad de 2,5 kN¡min se ha aplicado la car-
ga hasta llegar a la situación de servicio. L:¡s deformacioncs vcrticales rnedidas en los soportes frettte
. Estado ll: Manteniendo la carga correspondierlte al peso a las cargas vcrticales aplicadas cn los mismos han sido similares
propio se ha colocado y quitado diez veces la sobrecarga de para todas las losas. Se observó un aumento del l4 al l9 7o en la
uso. nláxima deformación verlical de las placas después de completar
. el décinlo ciclo dcl estado de carga repetitivo.
Estado III: Finalmcnte, se han incrementado las cargas en
escalones de 1,5 kN/ min hasta la rotura.
'iI
Jzsol.-zzo-J L-¡e29--J
elcvation plan
tEÍ!i\.-
¡H"¡^ -*'s
097
I 940
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sFo 733
t tLr ,48.5 59)
SF] 877 820
qFl 942 8r5
Tabla 8.14. Resultaclcs corr)párarivos entre los ensayos y los valores pror)Lrestos por la EHE y el autor (F.R.T.)
Tabla 8.15. ResultadoE compa:'a::ics entre los realmerte obtenidos de los ensayos y lo que
realrltente sc prcdicc co:-r :-r€s:ros c.teros 1F.R.T.t. opera:do con los \/¡rlores reales de resis-
tencias, sin coeficienles de se{.;-d:d ¿ñ¡didos.
Los [oriados reLkulares
# + l,l E h
Longitud total = 0,40
Punzonamlento Tlpo P
Punzonamlento Tlpo PP
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puede rcsultar la más recornendable
y segura si c¡ueremos adaPtarnos a
lfm,i:i*.:"*ri:* Ios criterios cle la FHE.
Vsu =0,9'*'n'^n'!o
Los lor¡ad,os rcliulares
Fig. 8.98. Al¡aco corr crLlcet¿l¡j, cle prlrlz()r-r¡rrlir¡r'rIi:) Ér' rrr: fr:,ri;clo rcitctll¡:r
con casetone5 perdidos.
En l;r llq.,3. l01 ¡rotier:ror vcrcn Ltna obr.i real, una cJis¡tosición
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es(luenr¿r rlr,'i.,r-. t,i¡ttriogÍ;ts itrciic¿rdas en la Fi¡¡. 8,c38.
Ar.tttr-¡Lie I.1,-) >icj .t:t.t trrjr ii¡¡ llltly fteCue¡Le, ¡l<tdcnto5 CltCOlt-
trarn(l-i i-rit:c air:l-!l) i ¡{(ts .lL- Cclrll¿ts L.rn eler,¿ldas qUC nO lt.ty.l
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espesores ¡citcL;¡,cloi c.i f).tccs cle resislrr por :í nrisnras toclL-r el
Fig. 8.c.)9 At¡¿¡co con crucetas cle punzonalnlicnLJ t:t u: ¡¡i¡1.;,1 - 'o-,- . :'' l-rurr¿on.ir:rie:-r:o ¡r'('s{ilt(iia't'iclo de la c,ol¿boración a cr--ttt.¡nte clel
con c¿setones recLlperab]c5. hormigón
oe
t-A.n T<
J4
siendo,
A : b . h;Áea de una de las almas metálicas coloc.:clas
n: Número de almas dispuestas radialmerrte
Tal vez la tendencia creciente a las grandes luct:s, y los cam- lncluso err las :ituacioncs aparenterTrente más sirnples' conro
bios que puedan darse con los conluntos de los volútllcnes edi- puedetr scr los zr"rnchtrs perintetrales que vat'l dc pilar a pilar, la pre-
ficados, posibilita que welvan a las eslructuras de eciificacióti las tensión clc l¿r ril¿rvoría de los códigos oficiales de asignar a los mis-
vigas de canto, cuya presencia actual cs l)tiramente atrecdÓtica' mos la responsabilid.rd de resistir las cargas de ccrranliento
pcrinretralcs, prrescincliendo cle los nervios adyacerltes, en modo
Es tal la ausencia dc vigas de canto cn los bordes dc l¿s es- algun<.r res¡roncle a la rc¿rlidacl física del comportamiento mecáni-
tructuras de edificación, que incluso renunci¿ttlrt)s ¿r sr.r arrálisis co del foriedo.
simplificando la exposición de nuestro tr;rbalo; rec:c'nlcnclatldo
que, si puntualmente por exceso dc hiz y de cargas rcsulttrsc ot¡li- Urra anécclou, r'eal pucde clarificar lo quc tratamos de expresar'
gado materializar una viga dc canto acus¿icla baio r'tna losa nraci-
Acab¿rcl¿ la L-stnl(tura c,le rrn bl<-lc¡Uc de r,rtr colegio, constrtlida
Ia o reticular, se resi¡elva y calcule como si clc utt¿r viga cle torluclcr y
unidireccional se tratara, si no se dispone dc urr prQgran'l¿l espa- con un foriaclo reticular (le cascLones aligerantes de hormigón cle
Los loriadas retkulams
canto 24+3 cm, una pieza prefabricada del cerralll¡cl'lto de la fa- y nccesarja con el obic--to de asegurar la eficacia resislerrte de es'
ctrada de unos l2 kN de peso sc dcsprendió de la gríra que la tas piezas cn cl contexto clel foriado reticular dorlde se encucntren
transportaba dcsde una altura aproximacla cle rrnos I0 n'l y, cll sLl r-rbicaclas, pre:;to c¡ue posecn utta rcsponsabilidad bastatrtc sr'rpe-
caída, impactó contra el zuncho de trorde cluc tr-ní.r ltna lrrz de rior a l¿i cle los rrervios del mismo, aultque sólo sea por cuestio-
unos ó,5 m. I)es oe Ldtltdno.
Por otra parte, y si bien los rnétodos cle' cálculo tlsp'rci;r)es per-
miten una aproxirnación mejor a los tner:¿trismos resistentes dc las
estructuras y a [a intenelación resisterltc que existc t--ntre los dis-
tintos elemcntos, distribuyendo los esfuerzos clcorde con las rigi-
cicces y la situación de las piezas en el corrtcxto estrtlcl'ural,
también es cierto que toclo lo anterior exige un correcto etrsanrblaie
constructivo del coniunto, y que un fallo en un clcnlento detemri-
nado puede sobrecargar a los restantcs sin que se ellctlentrerl pre-
¡xr rados para dicher circrJrlsta ucia. clesencaclc:rr.l 11dó u 11 colapso
progresivo por efccto dominó.
cruces y las zonas de anclale, resulta absoluL¿ntelrte con'.'eniel'ltL-- erlLre sí, tal conro ¡totre clc nraniliesto la l:ig. 9.2.
30ó Los foriados rctiulues
I ig. 9.2 'l ipologi;¡ cle zrlrrchos dcrrLro dc tttr fori':dc> :e"lcr;'"
genéricas estable-
Nunc¿ nos lran g-rstaclo las es¡:ccificaciones
Loszunchosubicadosenlosbor(lcs,entrepilares,sol]los obietivas' puesto que suelen
ciclas al urargen de cuantificaciones
zunchos que lnás sc ven afectados por todo tipo de solicitacio- bizantinas entre los técnicos que
punto dc vista resis- acabar ¡rr.ruocanclo clircusiones
nes y esfuerzos, y los más delicaclos balo el
proyectan y )os LécnicCrS quc COntro[an.
tente.
Un zt¡ncho cie borcle colocado en un voladizo continuo de fa-
Al margcn de los esfuerzos flectores y cort¿rlrles qt¡e solicitan
a los zunchos entre pilares, cotrto sucede ell todos los demírs, en chacla a 2 nl clc la lírre¡r de pilares, y lógicamente pcrteneciente a
este tipo de elemcntos se acentúan dichos esfuerzos por ser el una banda central, apenas posee esfuerzos dignos de considera'
nervio de mayor rigidez del pórtico virtual paralelo a la f:rchada, y ción que iLrstif iquen su razón dc ser y su presencia como tal, bas-
por recibir de forma directa las posibles cargas adicion¡¡les debi- tancJo prtsible¡lrente l¿¡ ¡lresencia de un nervio nrás de la placa sin
nr¿ryores problerrras ¿ñaclidos. Por razones de tradición y dc ruti-
das a los cerramientos.
na constructiva rJe recoger cle fonna cómoda las patillas dobladas
y
cle los negativos, y permitir los anclales de las barandillas demás
Por otra parte, los zunchos de bordc, al encontrarsc en los ex-
como un
tremos de las placas cioncle se cierran los circuit()s cle las t<;rsio- piczas cle las f¿rchaclas, solcmos colocar t-lichos ¿utrchos
y Sin cmbargo' si des-
nes que tienen lugar en las misrnas, acllnlulan urlos csfuerzos val<-:r añacljclo en los borcles de los foriados.
estaios tensionales adicionales que tienen qtle ser considerados aparcciese cl volaclizo y el rnismo zuncho tuviese que colocarse
en el dimensionado de los mismc-rs. entre pilares, l<.rs csfuerzos qire lo solicitan se irrcrementan con-
siderablernente f rente ¿l anterior:
Por todo lo anterior y sin cuantificació¡r ntrmérica de tipo
al-
guno, la norma EHE en los comentarios de su artículo 5ó 2 cxpre- iDebemos colocar los estribos en ambos zunchos a 0'5 d'
ia "En Iu nen¡ios de borde de las plaus aligeradas se díspondrán
cercos co'l criando en cl primcr c¿iso sobra hasta el propio zuncho?
' n0 matlor de'0,5 d' capaces de at¡sorber lss ten'
una separación entre ellos de
i.Es lógico que Llrt zuncho cnt're pilares salvando una luz
siones a esfuenos cortantes que se produzcan" ' que otro que salva
8 metros teng¿ que llevar los mismos estribos
que po'
r:na luz de 4 rlretros al nrirrgen de los esfilerzos propios
sean?
en vez
Si se opta por colocar estribos del Q8 en los zunchos
cle estribos ciel óó, alguna consideración diferente deberá contem-
pese a
plarse en su reparación baio el punto de vista resistente'
que la eficacia áe los estribos sea mayor cuanto más iuntos estén;
sin embargo, la especificación de 0'5 d no tiene en cuenta para
nacla ni el calibrc ni el número cle ramas
que posean los estribos
El argrmenlo esgrimido por los dcfensores ck-r las nornlativas bl Aclrnr.is, c['l c air¡rclírsclc l;¡s arrrladLlras necesarlcls pf,r;r le-
burocraLizadas quc dice que las cspecificacionc¡ est.rblcciclas en r jst ir l¡r¡ cilrul¡lr cle cerrantierllo que graviterl directamcnte
las rnismas dcben irlterprctarse al pic dc: l¿¡ letra, :r-rt¡re todo' s,tl,¡re Los mismos,
estr¡llos, capa clc compresi<irt, <:Llantías rltítlinl.rs. nl¿tll;-ru cls, c.álcu- Lo ;rntc:ior sr.rfx)rrc, obvi¿ttltetltt:, tclrer clue calctllar el ¡rórtico
los y diseños rt-'glanrentatrios. ulc; \r .lclenl¿i!, ¡rorfi.rnclo r-1rre e:l ha- si:r la:. c;rg.¡s de cerr¡rrlricntos, si tto 5t,: tlc:st-an dr.rplicar los
<:erlo así, sin cx<.epciottes, no supotle un coste arl¿iclicio digno de esllrÉrzn5 deriv¡clos clc dichas cargas ell zt¡n(:hos y lleruios
consideraciórr, sólo result¡r r.rn¡ r.'erdad a nlr'dja;, [)tlesto (]tlL-, 6) r\l nrar.gerr cle l,rs arnraduras arttcriores, adiciorlalmcnte es
como y¿r se ex[)uso t:rr capítulos ¿rIrte:iorcs. l¿ nornr.i Il ll: h¿ c-rr- necesrtrio arriaclir unas arrnadL¡ras latcralcs (lue :,e supone
carec¡do las cstn¡ctrlr¿ls de ioriados rcticr¡larcs ert l()rrro ¿i Lln lO'lb
5iruen para la torsiótt, [)uesto que nada sc clice en las NTE
con relación a la EH-9 I . Sin enrbargo, lo pcn trso {le tocl¿l csla :i- sol)re su r'¡zón de ser cort el criterio re,x:ogido en la Fig. 9.5.
losofía no radica cxclusiv.rttlettte erl lln rrrr-¡bler¡].¡ ec<Lt]cinrico, que
sierrclo tln ¡lro[rl<-'rrr;r irr)[)orl¿lrtte trt¡ lt: e:; t.]ntc). lo rcLtltttt:t'tte ¡let'
vcrso dc csta cultur¿r ya lo exÍ)uso €s¡tlt-inrlidatlr-rrte en L¡rt¿i re' H.70 c:ut H.25/5Oa.
flexión sobrc sLr vida y su <¡bra el genial ingeniero urLtE"tclyo Eladic)
Dieste:
los (rjLefjrr-i tle l¡s Nl'F. ttLrecJetr caer clel lacjrt cle l¿¡ inser¡rriclacl.
I-ic¡. 9.4. Ll¡('jiC, [)ie5re.
EI ¡r'.ilrsis ', c.Ílculos de las estructuras con forjacios retic:rla-
res, r'e;rii¡.rri,ts lt¡s¿incJctse err los pórt.i<:os virtualcs, incapaces cle
. IJno cie csos canrirros Lrazac]os a tt,:ne¡ f_rrr,sar'r:r l;ts ¡i]¡5¡¡¡¡1,.s generalizaclas que ¿ic()ntecen global-
]t¡ctl_rósitrl c1e ios zLtncltos
dc borclt: ttst¿í dcfirricl<¡ en las Norr.'..rs Tec.,rlógic.r. \TE_LHR cle lr(-f rte elr l.,> :rec¡nl:;nrL):i rcsislelrt(]s <le l¿rs ¡.rl;rcas, al ril;lr.qen clc
l9ti8 espairol¿ts, que se cn(iuentran err r,:gr¡r !i¡t tent.r. r.trr caráCter lcri rr-rrsii¡r-;¡r'-. .rcli'. idLr¿iiz¿rclas r¡ue ¡rucclen exisrir o no en las
.bligatorio. Dich;ls Norrnas Tecn.lógici;s rr.colrrie'ci.rr-. c1Lre la gco- ¡rie-
zas aisl¿ti¡s, :rLir) srielen i.rlror;rrse no h¿c:iónclolas illtervenir e.n
nlttría dcl los zunchos cunrpla la si¡lLrienttt t;rl_r,.i: "
r:l ecluilibri-r rJr.lconlr-rnro; h.r sicjo la caus.i cie Ia cre¿rción cle nru-
chir! ..lc i¡rq c:.pccilic.rcioner rcglanrentacl¿rs crr ios clócligos oficia,
lcs, rnrt¿, r.i r.'i¡ >r-:it i'li': cfertos qLle J)roclucerr las nl¡sm.rs
.-_-----1
'- __l Lt-r5 ¡1¡¡i'.¡5 rlr:'i ltrc¡fesc-lr L C¿rlavc:r¿¡, bas¡rl.s err el CócJigo
I
,Aal- ji l,Y , ,,lqL,r':.i- ;;poltctcii)r)es .rislarias, corrr.
-l ¡ltteclc. ¡er l.rs clc:
nucstro l.lrr¡ \l.i¡ilr,ii Pniili¿o st'¡bre los fttrjados reticular¿s,
'l'ai¡l¿ 9.1 ljases rccor¡leÍtcl'tclas par.t li¡s ¿;r,, !r) !i ¡,..a (, I (-:i. ¡rerrlitieron
c¿ntt-r clel fori.rrlrt clonde sc.utric¡uen .;(,!:r.l:'.TF-i l-ll 1 lisqr l'rrcler al¡¡rcl¿:r t.r' rr.is o r'r"rcnos rlgor, lir lclrsión en l.s ztrrrc]ros
clr: llorcic i"-r:rc i-)i.,'rrfr5, suplenrcrttanclo krs esfr-¡erzos clerivar.los cie
eli¡ cttlr lr): ¡-rii-.g1¿,.¡r c.lc flexici¡ y cort.¡rLc obteniclos a tr¿rr,és del
En cuanto a las armaduras con las que dotar los zunchos ntélorll sl-r'ltijiic¿icitr cle l,-rs pórticcts viftuales. Tcnclrerrros ocasión
segun las NTE, deben ser las siguientes: frriri ¡ciel¡::'.'i-iÉ '.er l¿rs iorr'rtr-rl¿rcic)l'rcs cle cálculo clue ¡.lr-reclcn apli-
c¡r',<d er el .ir;irsis ¡runrririco cle l¿i torsión en los zunchos de bor-
a) Arr.lladuras de flexiírn conto si el zr.;ltcho iL;rrlc r_.t- nen o lrás -t-
dc la banda dc s<ll.rorle dc-l ¡t<irtico i,jrrLr,r] clc tc:-¡-iij,i ali. \-L)11¡l{,iL r,:r r.lL-rlq¡ r\rrtr() ril¿t ¡rieza aislacla clel rc:Stc-r cle la plaCit
:irrr¡tlifr;,i', :,-', . t.r,:'r.rlcl¡r.,
30E Los loriados reliulares
4020
-t-
t7,40 17,ó0 I 7,90 1q,20 73,47
\t70,52t t172.48t tl75,42t (I ¿t8 lór ( 720)
4$ ró
4Q ló ')(I l^ 20,36 20,ó(¡
+ 2 2,00 8ó.00
801ó it97,57\ 1199.53r \202.47 t (2lt ó) {842.81
X puede ser A, B, C ó D
A-e0óa20cm C -eS óa l0 (li3 Lt va 20cnr
B -e 0 6 a 15 (ll3 L) y a 20 cnr D- e0 8a l0 (1,/3 i.r ya 20cnr
9.2. Tipificación posibL'y cstandarizada dr:r zlmcl'r(ls de br--¡rcle ellue IJiLtres ccrlr arnt¡duras de f]cxicin y t()rsión.
T¿¡blu (l¡s
armaduras intemtedias vercnlos que se erlcuentran sobredimensionadas).
i(,ri!l(1,)\ f, 1;rll ilr
Iloy clia los moderrtcls proglaill-i( s clr'c;llerrlur, l.1l )'colrro !e \ cl ;:.',1:-r:Í: ¡ i,(,):-riirllativo cle la Fig. A.¿, tr;,isl¡ti¿clt:r cl ul'l¿l o[]r¿t
expllso crr el capitulo ó, ¡'a tierten pr€stl-.L-'l;r I.or'ió:-t cll la pla(¡i rr'.!l I)rrr-:: --t-.]-l-1t- ir':r cr' l.r ljrg.9,7.
¿¡l convertirla t:n flc:ricirr erl las cJit. cJi'r't I i¡rtes lle ¡irtrl¿ldo.
r:c:rr.ltlclo los circi.litc-l'-. tle e"lt¡e't:,r-c tltiú :ri illt:il .l.rrl tr l,-rclili lLlS
l-t nraterializ¿lciótl t:onstructir'¿¡ cic i,r. - ;' - r '-ri (rit.lllci¿irizil(l(-)! ¿'lL¡ ilc Lln ltlrtcl)o lit)iiic¿clcl del ti¡:ro Z I 1-(" r'tt trrr':
entre pilarcs qtreda recogi(l¿ c:tln clet¡,it ':. .: Fr.- 'r ¡
REFUERZOS OPCIONALES
+
I
I
INTERMEDA
I_
L- /
NOTA:
I¡ ARMADUM INTERMEOIA PUEDE
PRESCTNDTRSE DE EL|-A A L/3
[rg q6
3t0 Los lorjados rctiruldrcs
. Un zuncho de bordc cntre pilares correctamcntc dir¡lension¡- En los krrjatlo5 reticLtlares (:orr nlnchos de borde estribados,
<io y construido aporta a las placas reticu¡ares rncnorcs clefornta- kts circuitos cle lorsiírn sc cicrran a lravés dc los llisrllos, sin c¡uc
ciones si se pueden transmitir mayores csfr.rcrzos cle flexicin ¡tor sea necesarir:. sah'o c;rsos extr;lorclinarios, que t.engan que refor,
torsión a los pilarcs, aumenlándose los moment()s extren'los quc zarse dichos circLritot con las patillas cle las barras de flexión po-
hacen disminuir las flechas. sitiva y negativ;r.
l)or otr.t p¿lttc t.dl t' ( ()nt(.) se expLlso i:rr t:l c;t¡rítulo ó, los nlc¡-
delos clc cálcLrlo b¿¡s¿lci-rs or ios errr¡:arrillaclos plirnos y los elc-
mentos finitos intrrlclr:ciclos en los programas de cálcLrlo
es¡r;rcialcs, '/¿i tierten prcsc'ntes las t<lrsioncs que se ¡lroduccn en
la pl¿ica ¿¡l transfornl¿rrla en flcxión posiLiv¿ y ncgativa, cerranclo los
circuitos cle csfuerzos qLte sc prcsentan en todos los nervios del
foriado
Lrs patillas de extremos en las barras cle las los¿s rrracizas, quc
no lleven urr zurtclrc.t cie bordc aclecuadan¡t-:n[e e:lnbardo, sofl ab-
solutarnentc neces¿irii¡s para cerrar los circuitos cle l;r torsión que
tienen lugar en las losas, y es ésta la r¿¡zón de ser de las sr_rsocli-
chas patillas, que pueden ser recmplazaclas por una b.:rk1 recL¿rrl-
gular de tres lados sin cerrar, solapándose con los m¿llazos
cómodamente, tal y como sc refleia en la Fie. 9 9
f( tG nm
Algunos proyectistas se empeñan en colocar en los nervios Los zurtchos dc transición etitre diferentcs orientacioltes tle
ortogonales a los bordes que fornran parte <Je las bandas cerllra- ncrvios y k-rs zutrchos rnteriores qltc ptteden verse reprcscntados
les, banas de Q20 y Q25, creyendo que, prlesto que las colocan, ya en cl esr'¡rretrla de la FiS. 9.2, collstitLlycn tlrl c:laro elemplo dc lns
funcionan, y nada más leios de la rcalidad. piezas a las que nos estamos refiriendo.
Fig. 9.1 l. éAlguien con sentido conrútr puede !rccr:ii'ilLrl trl IX)l(:n( i¿ y
banas pueden resultar efic¿ces si e ii)ri¿clo rr,litul.¡r 5c cncltcn-
rrrirrrcr<.r clc
tra a¡>oyado r-.n rrrr sirrr¡rlcr pilar clc cxtrenro, pot i.t):er:e (¡r(, !cc) cl zu¡rcircr o [rs] cr ¡2 Zunciros intcric¡res en f¿se de nrontale.
v¡ga (je tx)rde ctue se coloquc?
9.3. Vigas o zunchos interiores en los los rnismos, dificultan srr rnontaie y lo encarecen; [)or consiguicn-
foriados tc. recomerrcl¿rnros acucjir a eilos con pnldencia y solamente cuan-
do se dcmLrr-stre clar¿ntenLe r¡ue los csftlcrzos existentes superan
las capacidades resistentes dc los nervios.
Rcsr¡lta frecuente en los forjados reticul¿rres dr: vjvic-.ndas la
ncccsiclacl de tener que resoivc-r sitr-r¿rcioncs sinctrl¿res, t.:les corno
lncludablenrr-ntc. los zunc:hos embebidos cn c.l inl-erior de los
cl arranc¡ue de una cscalera, un pilerr apcacJrt (lue sc)stiene el foF
foriaclos se ven solicitaclos por esfucrzos idénticos a los de los
faclo de cubierta que Se relranqlrea, un¿] lul exccsil'a, c¿irgas linea-
les debidas a cerramicntos especialcs, rnuretas rlutt sirverr c.le nervios, increrrrcntados por su ¡nayor rigiclez, pcro al igual quc su-
Iil
apoyo a forjados interrnedios, etc, que cngendran r-n los nervios cecle con cllos, los esnicrzos torsores qLle poseen son los prclpios
dc^l forjado donde se apoyan esfucrzos que nccesitan una clensi_ cle l.s nrcc¡nisrt)os resiste.Les dc las placas, y al .o ccrrarse los
dad de armaduras de tal calibre quc, físicamcnte, no pucden alo- circllitos cle l¿r torsión cn los rnisrnos por no cncontrarse en los
jarsc en las secciorres geométricas qrie poseen los rlisr.nos. bordes, prreclen ¿lm).rrse con las sirnples armadur¿rs cJe flexión y los
estritros propios (lel cortantc, sin c¡ue sc-an (le temcr problemas
Par¿r solucionar proitktrrras de la natr.rraleza clc:scril-¿¡ sc proce-
derivaclos por cstii c¿usa.
dc a trazar vigas ernbebidas dentro del espr.sor cle forj.rclo, retiran-
do las piezas de aligeramiento quc sc vean afcct.lcl¿rs por e-l al.lcho Si bien, t¿into los nrnchos de borde enlre pilares como los
de las mislnas, colocándose cn cllas las armacluras que los nervios
zunchos lnteriores puc'den ¿.¡rn'larse de forma individualiza<la sc-
rro pueden absorber; y aunque lo nornlal es que va!,;Jn r.strjba(J¿ls
gún l.r magnitucl cle los esfucrzos que los soiicitan, restrlta posi-
para facilitar su montaie y construcción, si los csfllerzos cort¿tn-
bie estanci¡rizarlos con el objcto de sirnplificar la elaboración cle
tes lo penniten, no sería estrictatllerrtc necesario tcner c¡ue colo-
c¿¡rles cstritx.rs. Arrnquc- rcsulta deseable {lll€ €stc1s vig;:s r,;ryan dc-
la fe-r¡¿rll¡¡ ¡, los ¡:roc:rtscts constructivo$,
pilar a pilar, no siempre será posiblc, y rrrec:ánicarnente,
l-lrcclcn Una serie ¡tosible dr: zunchos inleriorcs, que podría tenerse
dejarse sus cxtrentos e¡nbcbidos dentro de los ábacos o interca-
presente en los ¡troyecto¡ rlc: los forjados rcticulares, la hc:mos re-
lados entre los nervios transvcrsalcs que con srrs .lr¡lacJur¿ls laS
cogicJo en l¿ T¿itrla 9
cruz¿ln y sostienen. lJ
?10 Los lorjados reliculares
Fi¡t .l iO ..t , ¿ ¡ cir :,:' i;r'l'rirt-i.r'ái cle ¡lt.'n'io:; :cll.)le los zLtnchos dc lftlrde'
Algunos proyectistas se empeñan cn colocar en los nervios Los zunchos tle transición cntre difercntes orientac:iones de
l.tcrvios y los zunchcts intcriores quc puedcn verse rcpresentados
ortogonales a los bordes que forman partc de las bandas crentra-
en el .r.1.,e,,ra cle la Fig.9,2, constituyen un claro eienrplo de las
les, lxrras cle Q20 y Q25, creycndo c¡trc, puesto que las colocan'
ylr
piezas a las quc- nos estamos rcfirielrrio'
firncionan, y nada nlás leios dc la realidacl'
Fig. 9,I L iAlguien con sentido conrún puede i 'ecrsr qlle :¿r polL'ncla y
núiltCrO de banaS pUCden reSUltar CfiC.¡Ces s ei i-.: aliO reiit u'¿r Sü (-llCtlen-
Firl. 9.12. lunchos interiorcs clr fase de rrlc)ntaje
tra apoya<Jo en ltn simplc pilar de exl-rcrrro, ixrr i\-aii:rie qJ!' se¿ el zuttcho o
viga de bordc qtie se colc.rquc?
SERIE
PESo EN kp/nrry N/rrrl \ ..# luJfrl
Z3n-X,
P-A P-B tlc P-D I Yt
: t ,15 en t Y kN
2,80 3,00 3,30 4,ó0 7 ,17
408 127,441 (29,4\ t32,94) r45,08) t70,27\
40.ró
-t- 9,30 I,50 9,80 ill0 36,73
2Ot2 t9l,l I ) r93. I ) t9ó.04) il 08,78) 659,95t
Xpuede serA, B, C ó D
A-e0óa20cm C-eQQa lQ{tlSLty a-20cm
B-eéóa l5(ll3Llya20cm D-e08a l0(ll?Lly a20cm
Tabl¿ 9.3
bs Íoriados retirulares ll3
Fig.9.l6.Vig.',,r,..;'i',.r:" a'i.,¿:l.i:::endr:de¡rii..]tes..Aurtc¡trel.rs.rr¡r¿-
dr"tras ¡rr-reClen ;1n(:.;1r';i :irri;:. :.rl s; .o:.gitud cle anclaje li conespondiente,
clC()flStl<ll'l()1> r¡..- c¡.:: r! j-..:.- : r :l<ltLlL.l:' t)C till()'r ltr ( rll. O¿lO() (lllC (ll¿ll-
quicr crror cic lrrúi,ii ,.1 ,::' is:*.i :¿-.ls c.-iedc tener qraves consecuencias.
ANCI.¡.JE EN
NERTíO ADY¡CENTE vrc{ s€_ BoE0L
PARA WELOS ¡ 1.2m. VER EL ARXADO
A}ICIAR EN EL Z NERÚO CORR€SPOiIOENIE
I vlGA 0€
' rrtoo-
30 12 <
¿.1tt¡ 5 Ái ó.9 i 12,10
+ r50,08r t52,04t rid ?{, ó7,72 I1 18,58)
20lo
q 4,34
2ó ró ;' . (-f-l a,^, ó, I0 / , ¡+!/ t
+ ri4 88l r 5ó,84 ¡ r59,73 '/'t.il t 1140,53)
2+ t2
3ó ró 7.7 :^
701 8.:: 9. )J 2r,50
+ r7:.óól t77.62 r60.iór ¡93,)Dt t2lo,7)
2q12
4ó ló
+
ji.l9 t0,39 10,í:9 il99 28.67
r99.8ór ILrI,82r i104.7é'r I I 7.50i r280,e7)
3012
Xpuede serA, B, C ó D
A-e$óa20cm C-eS óa l0,li3 L, li a 20 cm
B- eÓ 6a I 5 ll13 L' Ya :O cnr D-e$8a lrJtl I Lr"'a 20cn1
Iori.rtlo. CLlt Irtl;lliv.t ffeCltCn< ia, l¡ntl¡iófr tti-): .rri:'.-,- !,ri)l l¡ll():..1 tlÉni: i.l i(. .
tener clttc rc.lftlrzitr it-rS t-lt-tvitls lraills\'( rl;¿ri(r-'-l= I ' I'ir-:r -'-'rl r-rl.r(ii ¡rt tt'cle
..:.
zutrchcts,cli'lticloalosclslrlerzclsqrtt'.rtlrorr'.1,, 'ljr':rr ii(-i(-lilJcilal tir cicl t,r ,
:¡r crtllLlrotlt¡l¡ll rll'1 (,)tI()5, V atrll-¡cl:. relt¡,'r;¡il' t':: I ir, 'r'r r 1''tl it-)l,t¡t'
r Ll.tllr.lr.\ (;sl t ls >e llll l('\l I cll I itl:Lllir rcl rt c-
-+-
' L,/1 . .ou.e r'mJo:
I
-t,,¡o.
1,.,t,,
al -,4' l,-
us forjados retiulares
l;: car¿¡ vist;¡ infcrior del lateral cle la losa de conexión se en-
9.6. vlgas (zunchos) para desniveles y contrará normalmenle traccionada, con un momcnto sensiblemen-
cambios de cota en los foriados le igual al momenLo que exista cn el punto de quicbro
consiclerancjo el clintcl virtual plano, por consiguiente, la losa de-
Lás plantas baias de los edificios' debido a las pendicntes -qLle
berá llevar transvcrsalntellte cn sus caras las armaduras suficicn-
prescntan las calles que rodean el solar dondc se ubican, suelen
tes para rcsistir y transmitir tlicho momento y las tracciones de
presentar desniveles con cambios de cota de cierta entidad para
'podcr suspensión lcortantes) que existan en el mencionado quiebro'
acoplar los locales comerciales situados en las mismas a las
iasantes qu. pot""n las calles perimetrales Los accesos a los En la cjirección dc la losa de uniÓn, nuestra experiencia nos
bloques de viviendas, con sus rampas para rnintrsválidos' etc'' dice que basta colocar unas armaduras de morltaie razonables
t.tÜién suelen diseñarse mediante desniveles que rompen
la
(201ó .supcriores y 201ó inferiores) para garantizar un conecto fun'
planeidad delforlado. cionamiento lortgitudinal de la conexión'
y poner todo nr¡estro
En estas situaciones, debemos procurar quiebros en los
Nuestra recomendación, siempre que existan
a" plantear los cambios de cotas sobre las líneas de nervios perpendiculares a los mismos
"tpano cómodamente diseñando vanos, es la cle armar los
pilares, ya que estos casos se resuelven pilares paralelas y adyacentes a la conexión
foriados salvando el desnivel sin sobre las lÍneas cle
una viga de canto que una ambos banas, prolongando la más fina en todo
el desnivel sca de cierta entidad' ueni.ol. con al meno.s dos
,nryor?t y
problemás; cuando el conlunto'
pongamos un metro como referencia' siempre resulta
posible el vano, sobreclimensionando ligeramente
!r*-Uf".", un zuncho o viga de borde al nivcl superior y otro Los detalles collstructivos básicos a tener
presente para estas
similar al nivel inferior.
situaciones se adiutttan a continuaciórl'
una viga
Los foriados con desniveles unidos entre sí mediante
(zunchol de canto entre pilares, funcionan mecánicamente meior
ii!10
t-
,"
il;:i í.t foriados otras untu"nttan resueltos con eunchos foR.!.r@'l*
lar^zo
+ NEG¡TIIOS
-
ri
CASEION
P0sÍnos, RECUP€NABIT
¡ 0_40
üs$rs-
¡o¿o l_
clcntro clc
(()r1sl ruirse r-rn forjado reticul;ir sin los ¡trccc'ptivos ztln-
chos ncrinrclr¿rlc;
5in áninri-¡ cie .:¡:'.-..- :l '.:ilr;, c-xpondretttos una serie cie re-
flexioncs v eiÉtt'rnLo: o.;¿ il iL-citn ien'ir dc ¡rarrta al lector sobre al-
Fo*-l
- 2ol/2*m.l
gur]os aspectos i:r.:. : .¡t';.iilr¿mos de mayor interés en el proycctc)
lo y [rat.tntienLo.i. .,:':t 'ic¡: ctltl zttnchos llerin]ctrales, que nos
han clatlo e).f (:r:':É: :':-:.t¡rclos ell las c-'strllctLlras que hcnros
Fig, r¡.2t, cambio dc cota cotl desnivel mayor quc el
(.Ir:o clel lori¿rckl ell
corrstnlido
zona intcrmedia vatro.
Urt l)rlt:rr :r:l-r' - ':)ci::1 r-Lo tetler problelllas con iOS huecoS' qtle
rccclrnenclar''.rs : J,'il,rovrl(listas qtle se acclrc¿tll cle tarde en tar-
csla t F¡|.-r':i- :sil.r.ictul¿il, es la dc prolongar los zuttchos que
cie a
borc['an l(.]s:-i.lr:'..r> ir.lst¿r los l>ilares si resltlta posibic: y. si no lo
fuera, al mür ui ,-ti:'t'rir¡ .rlrclarlos .lntpliamente en los áb¿cos o erl
zonaS de I'il,.,l: :'1 ,'i:-L:1,\.
Fig.9.2ó. Cambio cle cota sobre ¡lil.res cn iúsr (.ir r:iLrriLi L'
A¡ÍADORT NE6A:IVA
P¡r,LONáADA IIASTA ¡I r..NERr¡O !
NERTúO I
I
.ri
'.. NERVIO 2
d-OOUE PEROIDO
OcsEoN
RECUPffiABLE J
I
NER'IO
E{HE^PostrlvA
Fig 9.28. Hueco solucionado con las armacit'¡ras del ¡:roplo foriadcr
EN LOS NER/IO6 1 Y 5
En el hueco de la figura 9.28 se ha optaclo por rcforzar los 50 PARA CADA U]{O. DE IA
negativos del foriado haciéndolo trabaiar prácticanlente en ', INTERRUI¡PIOA g{ EL }¡EFINO 2.
LO MISI¡O PARA l¡ qIRA OIRE@ION.
voladizo, reforzando también ligeramente los nervios adyacentes
al hueco,
Con esta solución el lrucco reqrrierc unos ztlnchos de escasa Fig. ct.29 DL-]I¿llr: cr-)iistrllclivo sirllple resc¡lvicnclo ult lrtleco no previsto cn
cuantía {4 ó @12 - eQó a l5 ó 20 cm)
t/,
/!
'i-:-l-: -'-,':- - ¡-L-
Fi.' tr :i 1 .'
) 1\
i r: .---- Ll )---l-
() .t l. Trazacio y rnonlaic cle la ferrall¿r clel coi-riort ntO_i (:;i-,
Fiq.
dan¡enti: rer'ucito. [rtt f;¡ ll -r. ¡
[rertLe a l¿r solución ado¡ltada elr l¿r figl]r;1 ill'l'' r rrl' l)r¡]-)i-)lr''lrlo5
jo,'lc iil:. ¿r,trrt.hos,
Lllta cieiilri(.ión nrás ¡trr:cisa y lirrt¡ ia ell cl fr¿rlai(
zollas sitt jr Ll -'É i)l lillell r(l5ol-
¡tunL]Lle 5c cltlcclert ¡lcqtteñas 'Jrlll'
cort Srleltas (trLle CorllOrl¡t'cl.l t-'l I)Élíll1eLrc
uerSal fáCiln,"ntc b¿lrr¿rS
()
clel httcc:o o clcl borcle, tal y ccltlro se ilrcJjc'r el l;r J':r'r 'il
:
AO'C'O XEUUL A
,z px,^,¡ t tt¡':' ¡;
/ r¡¿^'-v¡ :E&r--at ¡
1,r l; l
t:.t..,-:
- :..- I '.,
:'
Fig u 3r Tr¿z.rcl,¡= L\.'rrr.-'ir'.1:
li,rlcl*,.rrlt tl"ír' 11r¡r'; (. :.i '.'
tlirli,rr.e' r¡.r ¡rr¡t¡cluuil; cle lo, li.nt,-': Li',i1 :...: r1 i r ,, - 1¡r¡11,-¡1 r.rr tle .: t t . - .. ,
', 'r'.
c)tr¿ jrrferior del Q l0 ii l2 r¡r:c cr-rl-r¡.ri li¡: llij: q '-- ¡¡ ¡:¡1,. ;¡r:r:r r alÉ lr)! p'l:rrÉ.: l :: - - ,-:,. I :,
tes .; l¡uec o. f.)r.l::i- ci lcr LriJ::l- - .l:.l .: , l'
-¡j
'- r rj{irrr_ ¡f ililtdrr'l !,!l
i_ I \l¡-.
lig 9.i7 T¡az¿do correcto clt lr:'!:::-:' '. ¿_-- ,
',
,
. ñER\10 I
¡-rrr-:-L' --L Ir.ÉS'i-r t.;nclcsnjvei clcl for¡ado; csclecir'realizan(ioLlna
PIZAS AI]GERAIITES .LL'_-" (.r.tr-.
'' ' :r - 1¡.ll {¡!¡L¡ )ras a través cle ]¿rs los¿ls laterales r dc
fon-
FN FUNCION DE LA
-i'-
"'";rl,
NER{!O 6EOMETRA DISPONIgLE clo (i:rn:,-¡ :,: i-:' '. islo en el al)altaclo anterjor'
' NEftlOl
L.rS all ¡r-l-.t.¡! (lLle sc coftan, no obstánte, pueclen concentrar-
i-l /r;i r-: ri:,5 lreri|-retr¡les, scrlrreclimensicl¡ranc']() col'lservador¿l-
gCAS
PEROIoO
-:/fREt- PFRIMETRALES
ARH¡il :-.-.q:.LL i: Il..i'-¡r ]-ilr,i lL-sistir Cl peso clLl(r eier(( cl va:t¡ de
Elg)uE CORRESPONDIENTE
0 cAsEroN
R€CUPERABLE
ito,rr jgri:.: i,i:,; zt-inchos cmf.)ebidos crr el forjacjo conviene alargar-
,trs'r;er.- clcl¡r: l¡.to ettricto del httcco, llevando los esfuerzos ¿r
¡!ER,4O 5
FORJADO rrjrri:: -'-..i: a1- l-r-1.);.rLL¿i5 clel forjado para que se clifunlinen sjn con-
cc'r.Lr¡f s=.r,. .t(.',aIlrel'lte cn stl ámbitct local, ciaclas las cargas de
ciert¡i lt-lr'. 'i.it- ¡.ir ttL,e cxisten cn estas 5ittl;jcioncls'
Bg!E_PERqlqq
o cAsÉtoN
RECUPER/ABLT
NOTAi
L\S VIGAS INfROOUCIOAS OESEN LLEGAR
CORI^RSE CON LOS NEFnOS
SIY3ENCADAO¡RECCION
JUMA OE HORMIGOMDO
clros IrerimctraLas: :os ri!.tl)rintitrntos 50n Ltn cies¿istre, l:is patillas
."-, RUGOSA UMU Y
HUUEDECIOA NTES
cstár] nral c(lnstn.iri(:! ! itLr: Lolocddas. cxisten clralro planos de
OE HORUIGOi{^R
arrn¿rciriras sL.rptlj\rrar'; rio:-rcl¡t sólr) cieberían exislrr clos, el renrate
FOSO
ASCENSOR rebaiaclo clel ioti¿rcii,r iltl ¿r -r,l rl¿r-irLl e5 un (.j()s constnrc:tivo, etc:.
--...POS|BL"ES PAOE.-
EN TAS ARhDURAS
DE roXON
!U-qE REPARTo (súp.)
lOAl5 m (eup.)
Fig. 9.41. L)cL¿rlle (:onstructivo tlcl fostl cle a:;cerl:,-r: :r.l¡lx:'.lido clcl ir-rri..rdtl
ARMADUM (¡r.Le-{scp') DE
-F^a*á¡^r,1'$'¿rJEu*
EOCOE INTERRUMPIDA
- :- ' rriF: ¡r _i', ,dll: rl'¡:; ::l: ::': i'ri': ':r'IÓl en utin vigA tle tlcl¡Clf
I-ig. 9.45. Det rlle t.trrL:-i r:-c
l.¡-. io¡l¿d¡. /f¡i, rrL1rr:i
1
Y
I
BAR,RA !E REFUERZO
Frr¿ q 47 Zuncho cle borrle p.rrcialnrenie irLter::::'L':, :i.' Cf,:c::,',r. .l ,l- -a: L.-r- -: i cf :rr- C\lJL¡e\L()\ en ejte .tD:ll-t¿tda) es
l:r'l¡ nrénsul¿ nretálit:¿ unicl¿ ¿ lrrs ¡rrl;rre: cle 1-:o'^' --,' '
f\ r::j-:r'.
llos y rriortrro clc cpoxi. ltosiltlr ¡1lltL-1i,jr'r-rirl:-.-,: j.r:,:rr'..1itlallL-nte llien ¿i i¿i solrrciÓllcLrltstrurc-
ir'..r ili.¿t r-ll¿1 ,lr.r ¡¡,- 1,-r¡ 1'¡¡¡¡.15 que pLleclell plesent¿lse ell'.1rr
Y para acabar cstc apartaclo dcciic.rclo .r lLri hLira¡i reiLrtr¡r':iL)i iotiat.itr taijrLll..r:.:. ::-1.::'r':'-r iiar':tllo clue pLlerlerr ser\ jrn()) (ie ¡\rr-
ttnas rerllas (le tipo ilener¿rl recollidas clc l¡> Irr,r:r-:-,.r> ir.1ra(:'s.ri \ ,;l'.- li: tCSLtltaClLrS cit-l cálcLrltr alLltr rtLrS ltro
il.l r:jr l.r ilrlr..l-lIt:':.r,.r,..¡'r
antericarnas, (lue han cierrlostraci<t ser ntLiv rit.tlc: . ¡." ¡¡ 111 .1: rrr -\r llolciLrl'lc tlrl ail'..i1.¡.¡ i-r.-rl
':,lclatlildor, ptlcliéllclt)Se coll'llllerrlellt.rr loS
cliseñc¡ y cL)nsIrticcióll, es[.)eciillilrer][e (r.).il](.1(-t t 1i-t ¡-'r,¡il. ,ill ltls nrjsnro:j con clt:i.r lr:- !r..'-irjilr-lcti\'o:i cle buen¿t llráctic¿l tlLic:re h¿irl
actualcs progranras cle- orcle-rraclor cápc1cc:r clt rr:r.rl', cr'1os cn l¿1:i tt(-):,Lf¡(li) <1. - .-.,.- . 1 '-'r ",.1,i e'r (:Lllr\-11.,I,1r q'-.' rLnri
"llirri<l,ltl(le
placas, scan ós[as clel tip<-t c]ue sean. clas co¡r c-ilos
bs Iorjados relículares 725
9.8.1. lntroducción general Por consiguicntc, nada impide, pues, que nuestros cr¡terios
puedan servir también como henamienla de comprobación a los
result¿rclos que puedarr proporcionar unos cálculos más comple-
El modelo de cálculo general descrito cn el Capínrlo I I propror-
jos de ios zunchos dc bordc a través del ordenador, con lo cual
ciona todos los esfuerzos que solicitan a los zunchos quc exis-
cubrimos de forma aceptable uno de los objetivos trásicos del pre-
tan en el interior o en el peímetro del forjado reticular, ya se
scnte trab¿rio.
encuentren ernbebiclos o descolgados; Fror tañto, remitimos al lec-
tor al menc¡onado capítulo si desea realizar el análisis de los mis-
mos a través del ordenador.
9.E.2. Análisis de la flexión de los zunchos de
:tl
'i-l borde
l¡
L¿ nueva EHE, al igual que las anteriores, deia al proyectista la
iii responsabilidad de enfrentarse al cálculo de los zunchos de bor-
ili de, y tan solo le advierte que tenga en cuenta las posibles torsio-
i'j nes y cortantcs quc sc produzcan en los mismos, sin decirle cómo
l''i calcular dichos esfuerzos, habida cuenta que con el método de los
pórticos vjrtualcs que recoge en su articulado resulta imposible
lt
lp F hacerio.
o.A,/2 > I
L
Cuando se opera con los nervios que físicamente existen en Porcent¿ies t6l de la flcxión que deberán asignarse a los zunchos dc
la realidad del pórtico, incluido el zuncho como ttn nervio ntás, los bordé tipo Zs. particncjo de los monlentos ql¡c sc oblertgan etr-las seccioncs
de tos_pÉ4tg9!_yI!lE.]g¡___
problemas de asignación de esfuerzos se complican considerablc-
mente. Las consideraciones establecidas anteriormente conducen A¡r}nrEL I tr^'nt.Ntx¡c6 7o del M total %cljMKxal
RLL1IADRO{A| rrÓmcsr NE,GATIVO (- ffill\,Q(+)
necesariamente a tener que aplicar a los zunchos un porcentaie
67 "A 67 "/"
directo de la totalidad del momento que exista en las distintas sec-
CiOneS del portico virtual, y será sobre el resto
del momenlo resi-
4 3.5
dual, una vez descontada la fracción asignada al zuncho' cuando ___!; 3,81 3 49 "/"
deban aplicarse los porcentaies de distribución conespondientes 5 \, 4,t3_ 4 40 "/o
1,5 4,44 ?9 0/"
a la banda de soporte y a la banda central'
32
ó. i 4.75_ 38"A Vo
ó,5 28%
7 I\
Si no se hace de esta forma, se dará con toda seguridad
la in- 5.0Ó 33 7o
n-l ., n+l
a_*r= 2
conesponde una
:--:-
'J
Si a la banda donde se encuentre cl zuncho le
fracción del momento obtenido en el pórtico virtual igual a B;
al i o.s ) '3,25 19
ó/"
n+l
Algunas de las situaciones recogidas en la Tabla 9'7 sólo tie-
Y será a cste valor al quetcndretllos que adicion¡rr los porcen-
nen una valiclez puramente teórica, ya que los zunchos que les
taies recogidos en la Tabla 9.5 para tener en cucnta su tttayor rigi-
corresponcJen por geometría se encontrarán embebidos en los
dez, y las cargas que directamente graviten sobre los misrllos'
ábacos y clt-rtrerán ser trataclos como zunchos tipo Zs de la banda
Los resultados que se obtienen de aplicar la práctica-operati- de soportes.
va expuesta, queclan recogidos cn la T¿rbla 9.6 par;r las vigas o zun-
Para cl cálculo normal dc los zunchos de borde se proponen
chos que formen parte de las bandas de soporte y la Tabla 9.7 para
cn la Fig. 9.51 unas fórmulas prácticas y directas que permiten de-
las vigas o zunchos que formen parte de las bandas centrales'
terminar los tnomentos de flexión a considcrdr en su dimensiona-
miento.
Los lorjados reticulares
proyectos reales sin que hayam<.rs [e¡lido constancia de patologías F:g o 5'
lrqr/r¿ cie referencia pdr.r l¿¡ estitn¡(:¡ón
debidas a su uso y por ello, y también porqt¡c hemos podido com- dell cori¿rn[t en los zunchos de borcle.
probar con cl programa de cálculo CYPECAD quc los rcstrltados
que proporciona son ligeramente conseñ-adores, nos atrcvcmos En la sección de referenci¿ s-s', el cortante de diseño a consi-
a mantenerlas dado que son sumamente prácticas y sencillas de derar ¡:uede evalLlarse por:
usar.
zunchos de base 40 cm y, por consiguienle, con una base algo K = l. l0 Ptl !'aiIi),i rj\lr(1rra)s
mayor que la contcmplada por las mismas de b¿se 30 cnl, velt'los P¡; Carg.r de cilculn pof nretro t:u,'lclraclo re¡r.r11irl.r sol.rrc cl loriad<->
que los resultados admiten comparación si no efectualnos reduc- P;: Carga ,irrc;i ccb:d¡ ¡l cenarniento sobre el zr¡ncho
6: Factor clc ¿s:qr¡c:ón del cortanle al zuncho de borde, idéntico al em-
ciones en los momentos debidos al tamaño de los pilares.
¡:le;rdo en l¿r clis'.rjbr¡ción clc los nronrcnLos clc llcxión lrcgal-iva, claclcr
efl l¡i l.it)l.l '/ '?
L¡s lonados reticuk¡r¿s
más
c() ürtual tle fachatl'¡ ¿l zun< lro de txrrde zas se prcscincl;r de srts rigicleccs de torsión o, lo c¡uc resulta
(segúrr F. Regaladot
razonablc. se rccltlzcan considerablementc las nlismas' cn torno
a un 80"¡, pcro sin prescindir totalmente de ellas'
Obsérvesc que la sección de referencia considerada para el
cálculo del cortantc de los zunchos y ligas de borcle, no l¿¡ lrenrcls Sin t'mb;rrg,o, la existcnci¿t cle ios mecanisntos torsores en las
establecido en la unión con los pilarc; sino cn el punto doncie se placas, !'a scan éstas rnacizas o reticulares, origina que vayan im-
unen con los ábacos. cxactamcnte igual corrto lo h¿¡remos etr cl plícitos neccs¿lrjaniellte erl su cotltportamiet'lto, por lo que resul-
análisis dc la torsión en el apartado siguiente. tan inevitables, incluso nos ¡'rtreveríanlos a decir que
im¡rrescirtclitrlt:s, si cluc'rcmos iustificar la resistencia y el cquilibrio
La explicación rcsulta fácil de ccxnprendcr si Lenenlos prescn- cir: los forjador en situaciotles de diseño irregulares y comprome-
tc que estamos analizando una placa plana cn la quc la viga o ticJ¡s,.
zuncho de borde se encuentra embebida ciertlro de la lllisnra sin
manifestar su presencia física individualiz¿lcla, solanrente cuando l-.stas torsiorles dc las placas son las que pueden scr analiza-
abandona e[ ábaco. Por lo anterior. los esfucrzos c]tle existall en das v tenidas qn cuenta por los modernos progranlas de cálculo
la viga de borde fuera del ábaco lc correspottclerr c¿sj plertatretr- espirciales, convirtiénclolas cn flexiones tle d i tnension¿¡nliento en
te, pero cuando el zt¡r¡cho penetra en lt>s áb¿cos dicllc:rs c'sfr-¡er- l.rs clirr:cr:ior're's de ¿lrnl¡rclo que se est¿rblezcan cn las mislnas, si'
zos se difuminan y pasan a ser del donlinio exclusivo de lcls ipienclo por cierrrplo el mótoclo de Wood, tal y cortlo se explicci ert
mismos, transformándose el cortante en Llrl ¡rroblema cle pltnzo- el Capítulo ó.
t'lan'liento y las torsiones locales en tlnas torsiones generirlizadas
dc placa, en cuyos bordes se cicrrarl los circtlitos cle la torsi(:rr sr-r- Cuanclo cl r:¿ílculo dc una estructura proyectada con foriados
perpuestos a las tensiones parciales de cortarlte deLridas iil ¡ltlll- reticulares se re.rliza por el método de los pórticos virtuales, inca-
zonamiento, cuyo cálculo ya fue expuesto al trat¿lr el misnrcl. paces por sí ntisrrlos dc terler en consitleración las torsiones gc-
ncralcs nt€ncic.rn¡clas clLle exislcrI en los misnlos, ¡leces¿riarltcnte
nc.rs ol':liga a telter c¡trrt cuestiotlarnos: si significa que poclemos
ignorarla tol¿ilnlentc o si clebcmos lenerla presen[e de algrrna for-
9.E.1. Valoración simplificada de la torsión en nla en dr:tr:rrrrirl.rclos cler'rrentos de los forjados'
los zunchos, vlgas de borde
Nuestr¿l experienci;t rtos pcrmite responcler que, cn gerteral,
Las torsiones en las estructuras de edificaclón dcscJe siempre,
para el anttcl(lo cje lcls neruios, salvo sitttilciotres anótnalas, pode-
se han considerado utt tema algo ¡¡risterioso, erl el scnticio cle'que
mos prescirtclir de los ntecanisttlos torsores, siempre que cubra-
todos hablamos de ellas baio un punto de t'tsta cu¿lit.ltivo, pero
Iltitativo. rlos plerrirrttente los Irr()tllelltos clc flcxión etttrer lcls puntos y líncas
escasa mente cLlil
cle a¡royo cc¡ri l.r totalid¿rcl cle las cargas clc forma indepcndiente,
l:t razóncvidenle de la situación nrcnciott.lcl.l r¿dica en quc la cn las clos clrrccciotles cle ¿irtttado qLle se hayan cstablecido.
torsión es Lln mecanismo que no restllta imprcscirtclible, c:n getre-
ral, para garanlizar la estabilidad de la mayoría de las cstructuras Cuando las i'ig;rs y zrlnchos estón situados en el irrterior de los
quc se proyectan en la edificaciótt y, ¡ror tanlo, sc ignor;r; lo qtre foriaclos o en los irt:rcles volatlos, también prrede prcscirldirse de
no significa en nlodo alguno que no tenga Llna preserrcia física t¡ la torsión en clichos elenlentos sin asutnir ricsgtls dignos de con-
real en las estructuras que construilllos. sideración,
330 Los lorjados reliulares
Sin embargo, cuando las vigas o zunchos sc encuentren en los Mto: (l - ¡"1 N'l ttt
bordes de huecos interiores y en los perímetros de las placas, si-
tuados entre pilares, sí creemos necesario tener presente la torsión .l
de alguna manera de estas piezas y ferrallarlas adecuaclamentc. . (l-"t -t
l+;1 c- , i-
Unos zunchos de borde bien dimensionados a flcxión, y pre-
parados para resisLir unas ciertas torsiones, empotran rnelor cl for-
y
iado en los pilares reduciendo sus deformaciotrcs elásLicas
diferidas.
P L.A2
Sin ernbargo, llamamos la atención una vez ¡rrás sobre los as- rvl = I¡l-
pectos constnictivos expuestos en el inicio del prescnte capítu-
lo, y sobre el hccho de que se tenga y deba dinlensionar y tener l, : 0,ó2
presente la torsión en los z-unchos de bordc, no quicre decir que
siendo.
físicanlente pueclan ser preparados para rcsistir cle form¿r indiscri-
minada todos los anclaies de las armaduras rregativas que pr-redarr A, l.uz cic. \'a:'o extrerrlo del pórtico ortogonal al borde.
tener los nervios del reticular perpendiculares a los mistlros, en un L: Lltz rjcl zurtclio clt¡'i; llrrgión 5(: pretende evaluar'
cálculo elástico convencional. P: Carga ¡r:"iforme pot nr) cortsicler¡da ett cl cálculo.
Una printera aproximación al problema la pocJcnlos reirlizar si- Nl,. = j 'J\1,- = j rr-o,ozr't i# =0,010ó'P'L'A2
guiendo el código americano ACI-3 18. Aceptando ctrue el tlonren-
to extremo del pórtico ürtual es M, segun ACt-318, la fraccjón dc N\"=0,0106P'L'A2 l2l
dicho mbmento que se transmite por torsión al pilar de bordc viene
dada por la fórmula:
I ns [orjados reti(uldrts
))
lvI, =i.M," =1.0,010ó'P'L'A2 =0,007 P'A2'L
Mt : 0,007 P'A2 .L l3l
Fi6 a 5ó Prt>puesta de la Cátedra de Hormigón de la E.T.S.
de lngcnicrr:s de Camjn<¡s cle Barcelona A.T.E.P. 82.
. La Cátedra de Hormigón de la E.T.S. de lrrgertieros cle Canri-
nos cJe Barcelona presentó una porrencia en cl Congreso ciel
.Antes de que sc conociesen las formrtlacictrtes at)teriores y
A.T.E.P 82, buscanclo tlna formulación de la torsión cn los zun-
sc soña¡a siquiera en disponer de las modernas herramicntas de
chos de borde de los foriados reticulares. Dicha poncncia se tra-
cálcLrlo que proporcionan los programas y ordenadores actuales,
saba en un análisis mediante emparrillado plano de un"r casr.tística
de forlados reticulares, donde se consider¿ba que la ¡:laca se unía optamos ¡>or dimensionar los zunchos de b<lrde a torsión medi¿n-
a los pilares nlediante empotramiento perfecto ¡r donde se despre- te una formulación intuitiva, deducida del método de los pórticos
virtualcs.
ciaba la rigidez a torsión de los ne¡¿ios.
Transformando por el lado de la seguridad los criterios y J)a- Si tenerlos en cucnta los porcentajes cle clistribución de las
rárnetros de dicha ponerrcia a una expresión rnarre:jablc a efc.ctos bandas correspondientes del pórtico virtual perpendicular al zurr-
prácticos, podemos resumirla en la fórmLrla l4l. quc nos proporcio- cho donde queremos estinrar sus torsores, nos encontramos con
que, antiguamente, el 207o se tcnía que asignar a las bandas ccn'
na los momentos torsores en los ¡luntos Bl y B'l de la placa,
trales y un 80% a la banda de soportes.
M¡" : 0,018 P'A2 'L I4l En la actualidad, con la EHE debemos asignar el 1007o a la ban-
cla de soporte, pero Larnbién tenernos que considerar un 207o en
Como puede apreciarse, la fórmula (4) proporciona v.rlores de las baridas cenLrales, p<.lr lo que nada ha cambiado en nucstro
los torsores extremos sr,rperiores a lo dcducido del cc'rdigo ACI-? 18, purrto dc partid;r.
debido a la hipótesis estimada en la ponencia de considerar la pla-
ca perfectamente empotrada en los pilares. Si rnultiplicarnos la ex- Aceptando que los ábacos transmiten sin problemas por
presión propuesta en [4], por un factor quc dc algrna fomra simule flcxión a los pilarcs, l¿ fracción del momcnto total asignado a las
un empotramiento elástico más realista de la placa en los pilares bandas dc soportcs (un 80o/,:); la fracción restante (un 20oÁ), debe
cxtremos, como puede ser el considerado anteriornrente de un poderse trarrsrlitir a través de la torsión del zuncho; por cons¡-
Pl2l18, obtendríamos un valor sensiblemente idéntico al propor- guiente, el nlomelrto torsor con el que debe ser dimensionado di-
cionado por el código ACI. cho zuncho ticne que venir dado por la fórmula l7l.
i3'¿ Los Íoriados reliculares
__l_ conrprobaciónt,re-ferenciaclecálculosrealizadosmedianteprogra-
y y también para re-
mas de análisis nrás compleios sofisticados'
de aquellos zunchos
ntt-o'zoffi'u solverel climcnsionarniento en los proyectos
los foiados
qu" L.ren contempjados en los mismos' Básicamente'
cle vivierrclas, lc¡caies comerciales con
sobrecargas de uso de
Ma-|'zo'ffi'u 3 kN/rn2 y pavirr'letttaciones no rnayores cle I kN/m2' y los techos
el ámbito cle aplicación de las
los
cle los aparcamlerrtos' po<Jrían ser
l'ig,.9.57. Fílrmulas.para eslimar l¿ torsión cn de los cenamientos se
zunchos de borde, basándose ett los trlomentos tablas siemprc 1,' cuando las cargas lineales
extremos que proporciorlan los pórticos
virttralcs
movieran clr tonlo a los 7 kNiml'
(F. Regalado).
.Sef.lospoclríacriticarelhechocleque,disponiendodemo-
.con relación a nuestra fórmula para la estimación de la tor- el de CYPECAD'
clelos rnás precisos cle cálculo, como puede ser
anterior a la pre- urr método dc
sión en los zunchos de borde, en ulla publicaciórr hayamos enl¡rleaclo en l¿ elaboración de las tablas
sente, habíamcls escrito lo siguientc' razones que nos han movido ha hacerlo
cálculo aproxiniaclo. Las
a torsión muchos metros lineala son varias, y pueclen ser explicadas perfectamente'
"Con fórmuta se han dimensionado
gsla
puede ser debído a tres causasl
de zunchos sin problemas detectados, Io cual tablas con el mé-
Err primer lugirr' ht:mos preferido elaborar las
que
lezLa fórmula sobredimensiona la armadura de tonión' toclo aproxilriaclo porque al contrastarlas con los resultados
2e; Los zunchos no han pasado por una lase crítica de urga;
hipótesis ofrece el rnoclclc..r CYPECAD, han resultado ser conscrvadoras'
6taimprobabledadalagrancantidaddezunchosqueseet'tuentran RrstarLr elinrinar las armacluras intermedias de los zunchos estan-
clarizacios propuestos, para que los resultados de ambos
mode-
en sen¡icio.
cuando publicamos lo transcrito, no teníilmos una respuesta A título merarnente cle eiemplo, si consideramos un foriado re-
consultando la tabla
fiable sobre las tres causas mencionadas, entre otras riizones, pof ticular r)e 24+4 cm y luccs Cle óXó metros,
veil1os quc nos ofrcce como solución para los
no disponcr de una herramienta potente que nos permitiera correspon<liefrte. para los
zunchos ce trorcle cle los vanos extremos el tipo z l7-D y
aborclar el cálculo generalizado de las estructuras espacialmente;
preserrte, tras abordar el cálculo cle suficiente ttúnrero de vanos illtcriores cl tipo
Z-l6D'
en el
proyectos con métodos espaciales, estamos convencidos dc qure
k¡s arnraciuras específicas de las vigas de borde que nos ofre-
nuestra fórmula (Mt : 0,005 ' P ' A2 L) sobredimensiona las
'
quedan recogidas en Ia Fig' 9 58'
que tttás ce el nloclelo CYPECAD
armaduras de torsión ¿e los zunchos y posiblemettte, la
se aproxinte a la verdad sea la de la Cátedra de Hormigón de la
'
E.T.s. de Barcelona (Mt = 0'003 ' P'A2 Ll'
Lt)\ /l)f lL¡dd! lCll(tlldli!
..f*
I
,:.
3Q16L=27O 3ot6L=rEC I
fi16L-270
:FFj--
' 'ri-r 2fr191;-6,4d
I
2A1OL=625
-llP
¡..r1'.
-,:i::.,.1
zga2L=65l lt?
I
lc. 1ú12L=4'lO
d ,aa- j
15 2A12L*#O
--95
iqlir
fii l¿i.'l
3A12L*22O 2912L822O
N12La14 ** l10*a
PÜ.?- 2A1OL=55C
a¡r¡-
..*. I 1n*r
oí-
grl- 3a ¡( ¿S
lüP -T
ii m,mo"'JZrJ'Íi1"'3 '(r¡B,-rs
i':¡ñ--7--E'- t
)
-
E@ 1ñ1DL=34
141AL=375 2612L=5ñ 1 :':
eQBcll2 4úx1e@6c/12
4Ox1 ---_-*.--
1_;1:i
--..-.. .,.-*...,-......\¡.¡+'''.--*--...
'1t:i J I
l-ie 9.59 Resu It.¡ clo:; aLr:r-. Ir.1 : : .' ¡T¿r:'.;r aII CYPECAD l)r'rr,i ii' irr ¡ilrrl0 1ictltclciuccs 5x5nr
Los Íoríados reticulares
?61ü L"28fl
:=rTilf-
(-Tx'Fr I. jg4-:i1..¡
üxt¡00 gxteg8
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;-;iil- ort"ga 30xles0c/r7
8rtc86 i Ctt."g
.c/to.'
olll frrltüal17 --**lri-*fiffi¿'-'-
--.-1
o¡tl7
-erú'lTXTT5-
Como puedc versc ell la figura 9'ó0, las armaduras de flcxión No obstanle, cl cleiar lateralmente al menos 2Q6 o 2Q l0 en los
en los vanos extreulos que ofrecen las tabl;¡s se elrcLlenlran zunchos prc)[)trestos, reerrr¡rlazancJo a las que figuran err la Tabla
ert
ligcramente por encima y, en los vanos interiores conlo sucedía 9.2, puecle ser un criterio resistcnte y constructivo adicional fren-
cl caso anterior, a efectos prácticos son coinciclentcs te a la torsiórl recomendable; pucliénclose reemplazar dicha
tabla,
por la nlreva Tabla 9.10 reducicla y equivalente'
I 'r¡ rrl.. ' ,r.rr
,,:l
-a.a
a.a
a..?
l.
a..a
,,11,
+,
l''i::l
3i6 Los loriados rctiularcs
4m 5m 4m 5m
zt2-B zt2-B
ónr
zl4-D 7.ti-B
5m
7m :--
ZI7-D zt6-D
llm
ZI9 D zt9-E z')o-E 1.t9-E zl9-E-
zl8-D R-8a7','15 R-8 a 5 y l0
R-E a 7 y l0 R-8a7y15 R-8 a 5 y l0
7m i3 rrr _-l
órn | /m 8m
zM il 0óó kN) zM (l I84 kN) 7 )o-E I z.:0-r zM(ll09kN)
R-8 a 6 y l0 R-Ba4y l0 !-81sy rl ln.*aoi ro R-8a4yl0
Tabla 9.1 I
5m óm 7m 5m óm , tIl
Tabla 9 12
l¡s foriados reticulares 737
FORIADO RETICULAR 27 + 4 cm
CARCA TOTAI,; 9
ZUNCHO BLOOUES ALIGERANTES PERDIDOS
CERMMIENTO:i
(P.P. + 4 kNlmll
5m
20 R-ó a l0 y 20
óill 7nt
__l
5m I o*
ó 7.t5< ZI6-D 7.17-E zt{-D I Z ló-D zt7-D
R-óa 10y20 R-8a 10y20 R-8aBy 15 R-óalov2Oln-Satol R-8aliyl1
óm 7m Em óm I z*
7 zr8-D zt9,E zl9-F. zl8-D I ZtA-n
R-8a 10y20 R-8a7Yl5 R-8 a 5 y l0 R-8aroy2qLR"gjjf
óm 7m 8m óm I i rll
Tabla 9.13
5m Ónl _ _ 7nr ) n1
_ óm 7m _
_
6 LI5-D zl6-D zl7-E zl4-l) zll-D zl6-t-
R-8a 10y20 R-8a 10y20 R-{ta9y20 R-E¡ 101 20 R-8a 10y20 R-8aQy20
ón] _ 7nr ll nl óm 7m_ ái nl
'l¿bla t). l4
Los foriados rcticulotes
FORIADO RETICULAR 20 + 5 cm
CARCA TOTAL: 7,8 kN/m'
ZUNCHO BOVEDILLA RECUPEMBLE
(P.p. + 4 kN/m?) CERMMIEN.TO: 7 KNiML.
3m 4m 5m 3m 4nl 5m
4
zt2-A z|-A zt2-B zt2-A ZII-A zt2-B
R-ó a 20 R-ó a 20 R-óa 15y20 R-f¡ ¡ 20 R-(r a 20 R-óa 15y20
4m 5m óm 4m )m óm
5m óm 7m 5nr ónl 7m
6 zt6-c zl7-D zl7-¿ zt5-c 7.1(yf) zt7-E
R-óa 10y20 R-8a10y20 R-8a8y 15 R-óal0y20 R-8a 10y20 R-6a6y15
óm 7m 8m óm 7nr tim
7 zt9-E zt9-E Z2O-E zl8-D 7.t8 E zt9-E
R-8a 10y20 R-Ea l0y I5 R-8a5yl0 R-8a 10y20 R-6a l0y 15 R-Ea5yl0
óm 7tn 8rn óm 7m 8nr
I 220-E zM t053 kN)
( zMil ról kN) Z2O-E- | Z.z}-L zM (l0tJ9 kN)
R-Ea6y l5 R-Ea6y l0 R-8a4y l0 R-8aByl5 I R-8aóvl0 R-8 a 4 y l0
Tabla 9. l5
LUZ
(m) ANCIIO DEL RECUADRO ANCHO DEL RLCUADRO
5nt 3m 4nl 5m
3m 4m
zll-A zl2-B zt1-A zll-A zt2-B
zt2-A R-óa 15Y20
4 R-óa 15Y20 R-ó a 20 R-ó a 20
R-ó a 20 R-ó a 20
4m 5nt óm ¿ rtr inl óm
óm 7m
_i_ _ó-t--
zl6-D zl7-E
5nr
zt4-c zl6-D zt7-E
6 zl5-c R-8a lOy20 R-8aEy l5
R-óal0y20 R-Ea 10Y20 R-8a8yl5 R-óa 10Y20
Em óm 7rn Em
óm 7m
718-E zt9-E ZIE-D 218-E zl9-E
7 ZIE.D R-E a 5 Y l0
R-8a7yl5 R-Ea5Yl0 R-Ea 10Y20 R-8a7y 15
R-8a10Y20
8m 6rn 7m 6m
6m 7nr
I 220-E 220-E zM rl0ó4 kN ztg-E 719'F, 7.20-E
y l0 R-Ba5Yl0 R-8a9y20 I R-8aÓY'lo R-8aFy l0
R-Ea9y20 R-8 a ó
Tabla 9.1ó
L¡s foriodos r¿liculores 339
FORIADO RETICUL\R 35 + 5 CM
I 0,4 kN/rn'?
C,ARC;A TOTAL.:
ZUNCHO BO\EDILL{ RECUPERABLE
CIRRAI\llENTO: 7 kN/ML.
IPP +4k\ mr
v'.{\io LxTRf\1c) \ANO INTERIOR
Lltz
(m) ANCHO DEL RECUADRO ,\\CHC) DEL RECUADRO
4
zn-A ZI ¿-A ¿t3-B ZII-A 7.12 A ZIJ-B
R-6 a 20 R-ó.r 20 R-óa 15y20 R-ó ¿ 20 R-ó a 20 R-6a15y20
4 ¡tt 5nr ónl 4m 5nr óm
T.rbla 9, lB
140 Los foriados reticulares
FORIADO RETICTJIAR 40 { 5 CM
CARGA TOTAL: 17,5 kN/mr
ZIJNCHO BOVEDILIA RECUPI:RABLE CERRAN{lENTO, 7 kN/ML.
(P.P.+4kN/m'])
LUZ
(m) ANCHO DEL RECLJA DRO A\CHO DEL RUCUADRO
zl4-D zl6-E
R-óa 10y20 R-8a 10y20 R-8a9y20 R-óal0l'eO n-Aa10Y20 R-6a9y20
óm 7m 5m l,¡ rrt IM
5m
6 zl7-D 7.18-E zt9-E zl7 -I) ZIE-E zt9-E
R-8a 10y20 R-8a7yl5 R-8a5yl0 R-Ea 10y20 R-8a7yl5 R-Ea5yl0
óm 7m 8m ónr 7m 8m
7 220-E zM{t08ókN) zM il 2ó3 kN) 220-E 220-E zM il ló0 kNl
R-¿3 aó y l0 R-l0a6y l5 R-l0 a 5 y l0 l0
R-8aór R-lOaóY l5 R-l0a5yl{)
óm 7nr 8m ól¡ 7 rrr 8nt
8 zM il 220 kN) zM {13ól kNt zM 0 5rJ5 kN) zM t1095 kNr I
z\r rl23l kN) zMtr444kN)
R-8a5yl0 R-l0aóy l5 R-10 a 5 y l0 R-8aiil0 lR-l0aóVl5 R-10 a 5 y l0
Tabla 9. l9
Los lorjados reliillares
La llegada de la Revolución l¡rdustrial con la irnrpción en las líbertad tJ sLts rlarLtmentos adntítían recortes q rasgaduras como Ia
estructuras de edificación dc los foriados nretálicos, redrrio drás- revolttcionttríu'fenitrc en langeur'. En las plantas, los elementos que
ticamente el problema de las deformaciones difcridas hasta prác- conli1rran ei es¡rticio, los cenamienlos vertiules, se libttraron de las nigencias
ticamente hacerlo desaparecer dc la cultura constrtictivista de los del orden eslnrclur¡1
arquitectos e ingcnieros responsables de l¿s construcci<tnes. Toclo
.,, Desgraciudanrd,r¡c ¿-(¿rs prometedoras sugerencias no se desanollaron
lo más, se encontraban con un problema de vibracioncs que, tlna
rcmo mer¿tLan. L(rs ¿pú0,r0s del Estilo lnternaúonal utilizaron sus dsp¿ctos
vez asumido por el usuario, pasaba al olvido al nlanifestarse cn
mris renlttblts ¡l¿s¿i¿ ¿l punto de vista inmobiliario. Los elementos tectónicos
conbdas ocasioncs, o se incorporaba como un elcmcnlo desagra-
perdieron trrdas lr¡s balallas de Ia guerra entre el orden de la estructura y el
dable adicional al ruido ambiental que existía en las naves y eclif i-
de los espacrrrs úrlr'rior¿s t1 han terminado subordinándose a los cenamientos
cios destinados a fábricas, sin que las mismas tuvieran nayores
que definian lor¡les q fturt:ittntts.l.tt jácena se disolvíó en el techo a los pilares
censecuencias sociales puesto quc, los conceptos cle estados lí-
se loca/i:¿rrtrri siqr¡ri(',r¿lo Ia huella de los labiques u ocupando los rincones más
mite últimos en scwicio lodavía estaban nruy leios de ser introdu-
murgrnalts dt la planla.
cidos en el mundo de la construcción.
...P¿ro ¡d¿¡rris estaDa ¿sa ínquietanle exigenda de untinuidad.El edificio
tenía que c:fu¡r ¡¡n'u¿llo plr una superlicie antinua y tersa que sc tompagina
ntal cttt't ltt rettlidttd tecnológica del momento. Los tendidos de mortero de
cemcrüL1.4rrc los rrrciorralislas t:olocaron sobre la helerogénea divenidad d¿t sus
- Gimnasios y edificios deportivos
- Salas de baile y salas de cortcicrto sin asierttos fiios c( rrr¡rri¡c,riLrslttdrillo htteco, canttts de hormígón, dinteles colgados q pilares
t1¿
- Salas de concierto ccxr asientos fiios iflnrer-sos e¡¡ c/ ¡¡rrratrti{tlto de fachadu, no han soporludo Ia prueba del
- Estructuras para pcatones y ciclistas. tienrpo. L¿is rir/irn¡acio¡es diferenciales de ese variopinto soryrte han explicado,
En este lipo de estructuras debcn evitarsc frecuencias entre I 'ó y d trar'¿s ijc i(rs DLrrl¿ros , Ia variedad de una construccíón que no puede ser
2,4 Hzy entre 3,5 Y 4,1 Hz larr crrrrtirtLr¿i ni fuirt lcrsa.
- Estrucl.uras para corredores a pie.
En este tipo clc estructuras deben evitarse frecuent ias entre 2'4
y AÉi¿rl¡ ii¡ tttia tle Patñora, Ia construccíón no ha cesado de diveni[íurse.
Los c¿lilrcirrs 4rrc (¡rl¿es estaban construidos casi solo can un material,
la
ceranticttpt)r i]t'|fif|/lo, estan formados hog por cenlenaru de ellos. ada nuwa
Tabtal0.l.Vibracioncscríticas.Datosobtenidosdcc..E'B.t]tr]etírrn..209, exígentrtt t1e\:0¡liürt 0 dc Ia moda introduce una capa más' un malerial más'
l99l por J. Calavera. una funciótl' frente a
Materit¡l¿s ¡-sp¡ci¡li:a¿los qutt sólo sirven para cumplir
krs rrr¿¡l¿ri¡i¿'s ¡r¡diciorl¿¡les de amplío especlrl'
indis-
El descubrimiento del hornrigón arm¿rdo y srr imposición
cutible como rey absoluto de las estructr:ras dc edificación en '.'E¡ldslt.(d,ltflldlacontencíótle5d¡fkil.Enlosedificiossitlgulareslas
todo cl sigloXX, y casi con probabiliclacl absoluta también en el mas modas de carácter capnchoso
lornras c¡rlstr¿rcli|cis siqucrr ltrs riictados de
pretensaclo' in- ..) Ia ausleridad de las
siglo )(X, áyudánáose cada vcz nrás del hormigón U, drl rlrtirfids casos. superficial. { Recordando
algunosgrands principios ordenadora del unximiento técnico que rigen sus seqmentación en bandas horizontales apogadas en los sucesivw foiados- En
de aplicación a la arquitectura de nuestros días. lunto a ellos un ese plano tprjl r! dparentemente tectónico se inscribe el dibuio de Iw huecos,
formas
univeno de detalles de oficio completarán el wreelatlo cottocimiento técnico si a que existen.
q agudarón a resolver innumerabls problemas.
..,Eslos e/eclos se consiguen pasando por delante de Ia testa del foiado
... El umbio más significativo ha süo sin duda la ñeterogeneización de unos lrozos de ladnllos que fingen la continuidad de los paramentos superior
urgas, 0 para aislar térmimmente, o para lormar baneras estancas elc. clmporldmiento de cada uno de ellos que no es f'ácil de conseguir en una
conslntcciótt que todo [o une g empastq V en una arquitectura que todo lo
El rrultndo a un mmpleio de sistemas conslruútllus que se diferencía wlo unifica q geometnza. Si los acabados exteriores se mueven con los umbios
ese ttso intensivo de natmalr' rwcialiudos, en el grado
lo leios que lla¡an
en térmicos, las estructuras se deforman nn Ia anlución reológiu o las auiones
de exhíbición de ca
evolución g en la manera de relacionar enlre sí las diversas honzontates, kómo podremos encomehdar a unls uniones amorteradas la
capas o envolvenles de materiales tan diversos. *
trata siempre de formas
estanqueidad del edificio o la estabilidad de los aplacados?. La bondad de
construct¡vas multicapa, de cerramientos insertos dentro de estructuras nuestrls climas t1 la infinita mísennrdia divina pareu que han estado afavor
portantes diferenciadas, pero es posible que todav[a se usen materiales
de luarquitectw, wro no son estos argumentos suftcientr para seguir llanndo
tradicionales cnmo acabado exterior o que, wr el contrario, se usen solo
fuera de su marco de posibilidades unos sístemas conslruclivos muy deliailu.
materialr ligerw, uros g modemos, ensambladu o u¡tidos con fiiaciones cada
La lrecuenria de los accidentes, que está impulsando una tanera alcista de
vez más nftstiudas. las tarifas de Asentas la compañía de seguros de los arquitectw, parece indicar
scrán responsabilidacl de la estructura; lo cual choca frontalmen' Si lo aplicarnos a luces de 4 y ó metros, como luces más re-
te con los plantcamicntos tradicionales y obliga al hoyectista y al presentativas de l<.rs ¡.rroyectos arquitectónicos pasados y actua-
Director de Obra del Edificio, a establecer una estrategia de Pro- les, nos errccnlrümos que, sólo por el concepto de aumentar las
yccto y Construcción de cara a las deformaciones, que hasta ahora luces entre pilares, las flechas se han incrementado del orden del
dclegaban en el autor del hoyecto de la Estructura sin exccsivas l00o/o, es decir el doble.
consideraciones bajo el punto de vista de la conce¡lción general
de la misma, y sin pararse a pensar mínimanrente en córnc¡ van a , J.75
Elementos Elementos
Sistema estructural fuertemente armados débilmente armados
(p= Atbsd= 0,012) (p=Atbod=0,004)
Viga simplemente apoyada. Losa uni o
bidireccional simplemente apoyada 14 20
Voladizo 6 I
i Un exlremo se considera cont¡nuo sr €l momento corr€spond¡ento es rguai o supenor al 85 o¡i del momento de empo'
tramiento perfeclo.
2 En loeae unid¡r€cc¡onales, las esb€lieces dadas se relisr6n a la luz menor.
3 En losas sobre apoyos aislados (pilares), las esb€lteces dadas se refieren a la luz mayor.
Tabla 10.2. Relaciones a cumplir p.'rr¡ no calcular flechas se'gún EHE. tLra,c: Cc .a :¿blat > d tcanto útil de la placa)
La tabla, al hablar de losas, no distingue si son macizas o ali- nos resulta ei criterio
geradas, pero dado que en España las losas macizas apcnas tie-
nen penetración en el mercado, deberemos interpretar cllle se
refiere a las losas aligeradas, bien sean de tipo r.rnidireccional o re-
tr> lr+3 {L en cm)
ticular.
.Así, ¡:or ejer:rplo, si tenemos un foriado con luces dc ó00 cm,
Aceptando lo anterior, también aceptaremos que nuestras lo- nuestro criterio persorral nos permit¡ría iugar con un canlo com-
sas entran de lleno en la columna de cuantías de annaduras ba- prendido entre
jas, es decir, de elementos débilmcnte armados:
ffi=3ocm>H>ó,oo=2s..
A
p=;:<0,004 20-24
Y para no Lener que calcular las flechas scgún EHE, tendíamos
pero para ello debemos considerar, que el ancho dc los ncrvios no que proyectarlo con un canto mayor o igual que:
puede ser el real (10 ó l2 cm), sino el virtual relativo a la z.ona que
cubre, en otras palabras, que b :
entreeies.
n='2,
^0-Q*l=30.3cm=30cm
. En estas condiciones, para no tener que cak:ular las defor-
maciones en los forlados reticulares y, dado que todas las plantas Para un¿i luz de 700 cm, la aplicación de la tabla 10.4.1 de la
de edificación suelen tener más recuadros exteriores y clc esqui- Norma conducirí¿¡ ¿r r.rtt canto de,
na que interiores, nos veremos obligados a elegir un canto del for-
jado tal que: r-':: +3 =34,Bcm = 35 cm
"
\ =zz
d
(d: canto útil ctel forjado) y con nuestrO criterio:
y aceptando que el canto útil sea por término rnedio iglal ;r f!9=¡lcm>H a#=29,2crn
d:H-3
Los lorjados reltcular¿s
Como puede verse, la EHE proporciona un criterio para fi¡ar el 10.5. Influencia de la calidad resistente de
canto de los foriados que obvia el cálculo de las flcchas, situado los materiales en el control de las
en la frontera, en el límite superior de nuestro criterio, qtre ya fue
publicado en nuestro libro Los Foriados tuficul¿¡res {lr,larrual Prdclicol deformaciones
en 199 I , cuando en España el criterio qlle se aplicaba con carácter
general era el de elegir el canto igual a U28, tllotivo por el cual, se . El hormigón
han producido muchas patologías debidas a las deforrrraciones en
los foriados reticulares, atribuyéndoles una cierta e inrrlerecicJa
5i conrcnzanros por el hormigón, como material básico y fun-
fama de ser forjados problemáticos. cu¿ncio result¡in ser, y son,
damental, quc tiene la responsabilidad directa de crear la rigidez
unos magníficos forfados, a pesar de proyectarsc con un criterio
necesaria (E.l) que se oponga a las deformaciones, resulta evidente
de incomprensión total en las peores estructuras, de calcularse
que cLlanto más compacto y resistente sea, mayor módulo de de-
mal y de construirse peor,
form.rciones tenrlrá y, por tanto, menores flechas sc derivaran en
. No obstante, la soL¡ción a los problernas de flechas no se las ¡riezas construicJas con el misrno.
debe tratar de resolver Írnicamentc con el canto, ya clue superar un
canto de L/20 para un edificio de viviendas nos parcce L"a lnrposición de utilizar un H-25 mÍnimo para las obras de
absolutamente desmesurado, los casos anteriormente edificación en España por la EHE, haciéndonos olvidar los tradi-
mencionados, en un contexto formal y estructural mínjmamente cionales l7 5 \fPa il 75 Kp/cm2), sin duda resultará beneficioso
razonable, los hubiésemos proyectado con 24+4 cm y 27+4 cm para las cicformaciones, puesto que en idénticas condiciones po-
respectivamente, aunque nos veamos obiigaclos demos encontrarnos una reducción dc las flechas que podría es-
¿¡ tener que
calcular la flecha, puesto quc son valores más r¿zonables que los timarse alrededor de un l07o por esta causa.
proporcionados por la Tabla 10.2 de la Nomra
Para asegureirnos de que esto sea así, y tras un conecdá posi-
EI proyectista no debe olvidar que más canro en un forjaclo cionado de las ¿nnad¡.¡ras, dcberernos esmerar la puesta en obra del
reticular supone más peso y, por tanto, nlás flecha difericJa de horrnigón compactándolo adecuadamente mecliante un vibrado
difícil control; téngase presente esta idea y olr'ídese que los cantos cuidadoso, para posterionxente proporcionarle un curado digno.
clevados constituyen la panacea, puesto que resultan pesaclos y
Sin embarso, ia reducción de las flechas a través de la resis-
c¡ros, y larvarr y oct¡ltan el problerna de las deforr-¡r¿rciones
poniéndolo de rnanifiesto al cabo de los 4_5 años de su tencia del homrigó'¡ro resulta econórnicamente rentable, dado que
ios incrementos clel nlórjulo de cleformación no van parejos
construcción, cuando ya el proyectista sc habí¿ oir,:da<Jo cle la a los
existencia de su edificio. aumentos de la resistencia, al venir dado el módulo de deforma_
ción secante, (rue es el h.rbitualmente empleado en ros cárcuros
de
Los cantos fiiados para los forjados reticulares se encuentran las deform¿ciones, por Ja expresión:
en la adualidad al mismo niver que ros empreados en ros forjacros
unidireccionales, al abandonar estos últimos los cantos suiciclas Eci = 8500 I t; en Mpa ltl
de los años 50-70 y regirse su elecciólr por tablas co¡rio la obtenida
de la Norma de Forjados española que se adiunra: De dicha expresión se deduce que incrementar la resistencia
del hormigón un 209¿ pasando de un H-25 a un H-30, se traduz_
ca únicamente crl una disminución cle las flechas en no más del
6o/o
&t l;* I""*
Forjados Con tabiques. 18
dc
F
122 125
Los parámetros que habitualmente empleamos en el cálculo de
tt,m = o,3"l.f:k N/mm2 l4l Los aceros en l¿¡s estn.rcturas han pasado de tener un límite
elástico de 220 N'lPa, a tener una fy¡ malor o igual a 400 MPa des-
La resistencia a tracción del hormigón, trabaiando en flcxo- puós dc l9ó0; con lo cual, las cuantías geométricas de las arma-
tracción, podemos estimarla por la expresión: duras se han reducido
Valor de p
Tabla 10.4. Coeficiente corÍcctor p del módulo cle deformación en h.rnción cle la edad.
I ps loriados reliulares
10.ó. InflUenCia de IOS aVanCeS "E-l apartado anteriar ha puesto de manifiesto los efectos negativos que
Ett los oriqenes tle las eslructuras modernas de accro y hormigón,la menor
La i¡rfluerrcia del ordenador cn los proyectistas, tanto cn el di- ttpacid¿td resístpyttp dp los matorialos, Ios criterios generalos dc diseño
:;cr-r() cclmo en el cálculc¡, ha hecho Fr,rsitrlc que se extierrda y arrai
(utilización de fornas 'fwticulares' o 'antifuniculares, cantls elevados, etc.¡,
gue la idea crrónea de que todo es posiblc, puesto quc ya toclo lo ,
lo rudimentttrto de los modelas y herramientas de aruirisis utilizados, así como
podemos dibuiar e introducir en un programa de cálculo que apa-
los márgenes de sequridad adoptados, justificaron ignorar o relegar los
rcntemente lo calcula, puesto que salen unos ¡rli-:rros de gcome- crilerios de nnrrol de d.eformaciones respecto a los puramente resistenles. En
trías y arrnaduras por doquier, olvidándose dc la realidacJ que tlerre lales tircunstatrci¿rs, 1a [nvestigación g el proqecto de eslructuras se centró en
quc ser construida. garantizar su seauridad frente a la rotura (Eslados Límite Ukinos), en
detrintenttt dt' lus camprobationes relativas a su comportamiento en senicío
L,os criterios dc proyecto cn la actualidad son sirnples: si hay
Itrslados Lin¡te de 5¿nú'iol.
que colgar un forjado del siguiente. porque así se evita una viga
que parece molestar estéticamente, pues se cuelga; si hay que co- En el caso de las estructuras de acero laminado, lo reducido de los
locar un<-rs huecos de servicios errfrente de un ¡tilar para así irrter- dimensionantientls rconst..cu,'ncia de la alta capacidad resistente del matenall,
ferir nlínilramente erl la cjistribución del t-¡¿riro, pries sc coloc¿, crc. 91 la sinpliddad del nodelo de comportamiento Lensodeformaciona! de! auro,
han contribuido a introd,cir en la prrictica der progecío la comprobaciói
ii
Si ya resulta problemático estimar las flechas en las cstructu- fleehas.
ras simples y moduladas: éOué fiabilidad podenros dar a ltls v¿r_ Por el otürario, en lüs estruüuras de hormigón armado, el complejo
lores teóricos de las deforrnacioncs que nos l)roporcionan un c],nportamientL) tertsodelornacional del malerial (instanttineo y en el liempo),
cálculo matricial, si analizamos una cstRlctura prol,ectac.la y cc)ns_ la dilicultad de nn¿lelizur adecuadamente la interacción hormigón-acero en
truida con los criterios de proyccto antes ntencionacJos, amplia_ el proceso de clefomación, así como los díseños propios de Ia primera mitad
mente extend¡dos incluso en los sirnples y senc¡llos bloques cle del presente síglo, basados en escuadrías de gran canto poco afectadas por
viviendas? proftlcmas de J'lecha. lian llevado en la práctica a ignorar la comprobacíón
de deformaciond-( 0 ¿i sil realización a partir de criterios simplistas.
La prudencia en la valoración de los resultados dc los cJespla_
zamientos, especialmente en situaciones rje clisenos problemáti_ El protlresiv, rtfinamienro de los modelos de anárisis en Estados Límite
cos, por muy sofisticado que sca el program.r dc. c¡ílcr-¡lo ttnr¡tle.rdo. LJ/túr¡os, la nutjora tle la capacidad resístente de los maleriales estructurales
rjebería ser la actitud más razonal:le qire deberíarn's acroptar en $in unu ,ne¡orLt siüilar de s,s características rleformativas), la disnínución
nuestros proyectos. La evaluación experimental dei com¡ronarnicn_ de los nuírgenes o ctteficientr de seguridad, q la reducción del canto g
untidad
to real de situaciones comprometidas parecicias a lo que prcten_ de ntattrial fu las p¡eiLls, han rerminado por hacer cuesríonables ios
diseños
ba s ttdt¡s e n rc m p r0 [).t i i 0 ne s p u ra me n te resiste ntes.
dcmos construir, supone la mejor fucnte cle infornlac:ión
complementaria a los resultados teóricos que proporciona, las EI ejemplo recogido en Ia figura ro.r ilusrra er alcance que er incremento
nuevas tecnologías de cálculo, especialmentc en lodo ro de resistenda de los ntatenales estructurales g Ia modificacián
rclacio- de los criteriis
nado con las deformaciones. de dimensionantísnto de estuadría prescntan sobre ti deformabiuaaa ie tii
elemenlos a t'leúin. En ttl ntismo se analízan ias leges caraa-ftecha, para
El tratar dc exprimir lá potcncia resistc-.te dc los nratcri¿les c¡uc difercntes solr¡¡irrrrcs tlt tlisañtt, de una mísma viga de-úormigón'or^uái, ,oi
la industria dc la construcción pone a nLrestro arc¿rrce. olvicjánáo- seccitín u arnüdur(t onslante, de i,5 m de tui , biempotiatla, y sometida
sc de que para conseguir el máximo cle sus capacidacles han cle a urga uniformenretütt repttrtida. EI dimensionamiento de Ia misma se
ha
experimentar unas defonnaciones que ¡rueden resulta¡ incom¡ra- elecluado supc'uúendo diferenles materiales estructurales y condicíones de
tibles con otros clementos construicios sobre los rnismos, rcpre- diseño que pretemlen rtfhtjar la evolución de usos en tares íeüidos,
hablidos
senta unos de los errores más frecuentes en los proyec-tos en los últintos 40 ó 50 rtñas. En todos los casos se han consider'io los
toeficientes de mttqorutión de acciones g minoración de resistencias
estructurales que realizamos. marrndos
en la a(tual EH-88 para niveles de contro! norma!. r,-a escuadría se ha
Alfonso del Ríc¡ Bueno y Jesús Ortiz hicicron un.r valor¡t-i<irr cic dett'rminúcll iauaktndt¡ el ntúxinta momento de ¡liseño al momento límile de
la secciótt 1nodell rutLlnqulan, previa imposieión de una condición de diseñl.
esta problemática cle forma simple, sencilla y ciirecra, qLle resunte
Hag que señalar qut un dimensionamiento en base a criteios de tensiones
espléndidanrente lo quc hemos prel.endido dccir antcriorrlente, y
admisibles aplicado st¡bre ltts canfiguraciones primeras, llevaría probablemente
que con su autorización reproducimos a cont¡nt¡¿rciórr
I)c)r su in- a escuadrías uüLror$ tlue ttcrecenrarían las dit'erencias que se pre.tenden poner
du¡dable interés:
de nanifiesto.
Los lorjados relículares
-Yiga de cantl, con ancho íiiado en 25 cm.Hormigón de. lJl Kplcm) rlllffiffiEIIIIIIIIIII[Inr
de resislencia característica a compresión U acero liso de 2.200 Kplcm2 de L.trsr
tímite elástico. Resul¿a un unto de 55 em y unas armaduras ae tracción de
17,9 cm2 en extremos, frenle a negativos, g de 8,2 cil corrida a Io [argo del
vano, frente a posilivos.
l+ET
,-?,5 *ll*-
I I lFrñ¡
slÉ*.ec
ll
lrs **pee=
- i-l rsoo
si a las consideraciones anteriores se une el refinamíento habído en los . Si a título nlerametlte indicativo y cualitativo, tomamos un
modelu de análisis (frente a wtados límite últinros) g la progresfta redurción pórtico conro el de la Fig. 10.2, típico de un edificio de apartamen-
de coeficientes de seguridad, se comprende la ímportancíu obrada por el tos aislaclo lrien clinlensionado, y lo sometemos a un empule ho-
control q ta timitación de deformacíones en los úllinos tiempos fuí, urt rizontal <lel viento cle l0 kN por planta, la deformación elástica de
problema práctiumente inexistente en las estructuras g códi91os de los años prinrcr orclerr que puede experimentar en stl coronación se puede
5O a 60, ha pasado a ser determinante en la actualidatl. Ert ¿slus condiciones, estirnar e-n 52.2 rrrnr l6 < H/500 : 34000/500 : ó8 mm). Si a con-
resulta urgente considerar muchas actitudes. (¡ r'eces profundamente tirruació¡r s[]ponemos que las plementerías entre vigas y pilares sc
arraigadas en ta filosofía de las normativas y en el prorcder de los encuenLran reilenas con un tabicón de ladrillo hueco de 70 mm
proyeclistas". enfoscaclo a clos c¿ras, cLlya presencia a efectos del comporta-
n.liento nrecírnico horizontal de la estructura podemos idcalizar
(*) El cálculo se ha efectuado adoptarrdo una inr.rcia efcctiva dc la viga rnínimanteltte ¡ror bielas inclinadas de 0,3 x 0,3 m, y módulo elás-
aplicando la llamada Fórmula de Branson a la sección ccntral del
vano tico aproxinaclo unas 20 veces inferior al dcl hormigón empleado
(sección determinante), EIlo pemlite Una cotlsideraCión su[icierrtentetrte y realizanros de nr.revo el cálculo teniéndolas presente' nos encon-
iiguroru del efccto de la fisuración en l¿s defornracioncs itlst¡rnLáneas, it"*ot que la clefomt¿'rt:ión etl la c<¡ronación se recltlce a l7'7 mnl'
u"n tocto caso, la aclopción de urto u olro méLodo no afecta casi a la [ercer¿t lrarte, tal y col]]o se observa cn la figura l0'3'
cualitativanrentealestudiocompar.-]tivoqueaquíseTjfetenclc'
t ¿s foriados r¿ticulor¿s
*--- -' ñÉ - --.-. Si dimcnsionamos los soportes del pórtico anterior buscando
l0 *r1 S¿, ¿ ,_
T.
.''- ------i-¿-6¡¡z-r¡ -rA
el línrite tolerable dc dcformación admisible para el pórtico de hor-
I t
nrigórr s¡n la presencia de las tabiquerias (6 : H/500) y luego re-
lo.¡oro.¡o
calculamos el ¡Énico hacicndo intervenir las mismas, consegtirttos
i oca'otl_1,f
a," de nucvo rcducirlas a I¿r tercera ¡rarte, pasándola de 52,2 mm a
- o lo¡¿oo ,
19,8 mm. {Véase la figrrra | 0.4).
-oa,ótll*
-: 'a35xoas
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fo v'igas D.a:as cle óo x 2ti cm
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Fi€. 10.2. Pórtico de hornrigón sometido a la acc;ón del vierto con su dc-
formada x 300.
\ 6oo ----*--6,0o -....r- . La prescncia de las tabiquerías en los eclificios puede redu_
Fig. 10.3. El pórtico anterior somcticlo a la accjón ciel vien- cirnos las deformaciones horizontales teóricas obtenidas
to con intervención de la tabiqueía y su deforrtrada x 300.
sobre las estructuras desnudas, valores que pueden oscilar
l-os lotiados reticularcs
triplican fácilmente.
.Veamosahora,aunqueseaconplanteamientostansinplis. I
tascomolosantcriormentereal¡zados,cómoinfluyenlast¿¡bique-
,'.
f
rías verticalmente frente a las cargas gravitatorias' ., .
??,1! ,' !,,:
rea-
Paniendo del pórtico de referencia de la Fig' l0'5' hemos
que nos ser-
lizado una serie de cálculos elásticos de primer orderr
virán para tomarle el pulso a la influencia de los cenamientos' E¡ 9,t ',- tt: ¿a,l I
sobrecar-
considerando que se cargan todas las plantas con una t, I
Baio las consideracioncs cxpucstas, se deducen las siguientes . Los esfuerzos nrÍ¡s ¿lrmónicos y uniforrnerrrentc distrihr¡idos
consecuencias: en las tabiqucías se consiguen con un cliseño y tamaño de
los pilarcs razonable y generoso en sus geometrías. No obs-
. Los esfuerzos en la primera planta, que carece cle tabiquería tantr:, l;is zon;¡s m¿is pcligrosas por csfucrzos para las tabi-
infcrior, pucdcn cxperimentar il'rcrenlL.lrtos del orden de un quc'rias se encuentran en las proximidadcs dc los pilares
l0 ó l5 %, aunque dependiendo del comportamiento dc la (ZONAS D y C), sobre todo en la primera fila de los rnisrnos
rigidez de la tabiquería verticalrnente, pueden llcgar a ser ady'acente a la exLeric;r.
mayores. Estimar unos incretnentos adicionalcs cle nlomen- Dichos csftrerzc)s de compresión, en 6¡enerirl, las tabiqucrías
tos dcl orden de un 25o/o, po<1ría const¡tuir una rcfererlcia a haL'ritualmcnte ern¡rleadas en España puetlen soportarlos fá-
tener presente en el diseíro y cálculo de las cstn.¡cturas de cilmcnte. esoecialmentc los t¿itricones; no así las tabiquerías
edificación por esta causa. de panclerele, que si bien tensionalmcntc podían resistirlos,
. las .:mplificacioncs c¡ue expcrirnentari las tensiones por pro-
Los incrententos de esfuerzos que tiencn lugar etr l¿¡s restan-
blcm;ts rJe irrt--st.rbilicl¿rcl vcttical y errorcs en la plancidad cle
tes planurs carecen de trascen(lerlc:i¿. [odo lo rrrás cn la plarr-
los tlismos, acahran parliénclolos horizorrtalmertte en las
ta segunda considerar unos incrementos erl los mclrnentos
platruts baias. Pero bast.a quc la eslructur¿¡ se haya proyec-
del orden de un 107o, podría ser también un criterio razona-
taclo c:c¡tr cicrta cohcrencia bai<-r las hipótesis de carga habi-
ble a tener presente en los cálculos. tu¿¡les, y se construya a tJn ri[t'no norrnal-lcntcl, para que
. El tamaño de los pilares iuega un papel considcrable cn [oclo nada les succda a las tatriquerías y al printer foriado, pesc a
produzcan por
el proceso, por lo que resulta sumamente
importante dotar- los esfuerzos adicionalcs ilnprevistos que se
los del tamaño y rigidez adecuacla a los esfuerzos qtte ios transnrisión de cargas a travós de las misnlas'
solicitan y las luceslue soport¿n' Por ciernplo' si ert el pór- . I:l criterio cle ;lume¡rtar la rigidez de )os espesores de los
for'-
climensionado todos los so- planta, quc ciescle el pulllo de vista dc las
tico cje refcretrcia hubiésemos iaclrrs cic la ¡:rinrera
punto
erl baio el de
portes en 0,30x0,30 en vez de hacerlo corllo se rccogc clcforrlaciorrc, po,lrio rcsultar interc$¿ll'lte,
en las qr]e inducen en el propio foriado y
Ia figura 10.5 acordes con sus c¿rgas' los esftlerzos vi:ta clc los csfr-rerzos se
parecc que sea una política a seguir
tabi[uerías pocJrían experimentar increrrlcntos del
orderl del en I¿s tabiqLrerías, tto
con-
las interiores' L¡s fle- recornendable, pucsto que los momentos se amplifican
507o enalgunas ,onur, especialmente para las tabique-
increrllentos de cicrta cn- sider.¡blemcrlle y las zorlas más ¡:eligrclsas
chas, c¡bvianlente, experimentaían
rías cieirrrr cle ser la D y C y pasan a scr la E 8'
y que son
tidad también. peor frente al
cJo.cle i,rs tat-riques se encucntra. arriostrádOS
¡randc<-r.
,O (:ü O i 1\\
/:\
i i. -ri l
Por elemplo, si el canto de las vigas de la primera planta pasase
de 28 cm n ál ct, los axiles dc compresión en la tabiquería de la
-t,.
' 'lr: I' zona central E, que oscilaban cntre 9 y 4 kN, pasaían a estar
comprendidos entre 20 Y 3 kN.
o lgr que srlccde realmente cn las tabiquerías, conro puedc irl-
url
tuirse, cs ir.,rtun¡" más ct>mpleio e imposible de rcproducir con
puede ser
moclelo tan senciilo comcl el propuesto, que tan solo
uáilao, ]'con clucJas, en tirla primera etapa del proceso' pero al
menos, corllo 5(: ha clicho, rtos pttede scrvir para demostrar' como
todos conocell'los por nucstra experiencia, c¡ue las tabiqucías iuc-
gan un papcl tle cierta inlportancia en el contcxto mecánico de las
estructti ra 5.
Sin entrar en el clominio de los elementos finítos, todavía es tico de primer ordetr, deberán multiplicarse por los factores que se
posible establecer en las tabiquerías un esqucma de biela dentro inc{ican a corrtir\raciórr, ¡:ara estimar las flechas que habitualrtten-
tc se maneian en la práctic.r con mayor realismo y precisión'
del pórtico que nos ayude a comprender lo que puede suceder en
la segunda fase, en la que comienzan a presentarse traccioncs in- ¡ Flecha instantánea = Dcfornración x I ,ó0
toleráblcs dentro cle las mismas, con la aparición de fisuras y la
formación de los arcos de descarga, tal y como se reflcia en el cs- ' Flccha activa - Dcfonrrirción x 2,20
quema de Ia figura 10.8. . Flcc:h¿ ntáx, a iargo plazo - Deformación x 4,00
ri.-
1; .
\1
.'L_ ¡i" -
I lr-
I
,i--
i'
I
li-..
Fig. 10.8. Modelo de bielas que puede explicar la fomr¿ciótt cie las fisuras y
aréos de descarga cn las tabiqucrías de los pórticos de edificación
lr
l I ig lll c P)anta i1¡:r: clel nrodelo dc cdif icio analizado
,
10.8. Análisis de las variaciones que Así, ¡xlr ejerlplo, si se desea obtener la flecha activa en un vano
pnesentan las deformaciones verticales de intcrior tle un fonádo reticular dc 25 cm, con luces de 5 m para una
I
I
los puntos medios de los recuadnos básicos carga cje cálculo cle 8 kN/m2 y pilares de 40x40 cm, entrando en
el gráfico n'' I la obtenenlos haciendo:
:
de una planta reticular, en función de las
luces, cantos y tamaños de los pilares F acti va= 8-.176.2,20=3,09¡nm (1,7órlel Cráficono l)
l0
En el Capítulo 7 ya pusimos de manifiesto' y pudimos detnos- El modclo cc¡rrsiclcrado ha sido un edificio de cuatro plantas,
trar, la enorme influencia que puedcn llegar a tener cl tarnaño de con alturas libres cle 3 m, tomándose las lecturas en las plantas
los soportes en las leyes de momcntos de los dintcles virtuales: segunda y cuarta, con lo cual se tienc la representatMdad suficien-
pretendemos exponer a continuación cómo influycn los mismos t"'prru o'bt*n"t conclusiones de carácter general Para cada mo-
en las deformaciones verticales de los foriados reticulares,
en los cleio anali¿aclo, los pilares se han considerado de tamaño único'
recuaclros más re¡rresentativos de las plantas, situados cn Llna haciénclolos Variar 25x25 a 75x75. [-os cantos teóricos cmplea-
planta intermedia con pilares aniba y abaio y en la pl:rnta donde dos en los forjiitlos retictllares calculados han sido de 2l+4'
se acabart los mismos; es decir, en la última 26+4,31 +4, 3Ó+4 y 4l +4 cm, con nervios básicos de l0 cm
cle cspesor; por cclrrslguiente, en el caso dc operar con reticulares
cle c¿lsetones recuperables, los valores
que proporcionan lgs grá'
Parapocleraveriglarlo,hemoscalculadorciteradasveces(140)
de estos
la cstructura de un édificio cuya planta básica'
replanteos de lrer- ficos podríarr cstitnarse conservaclores al ser los newios
las deformacio- ,it,irnát rton.opirarniciales cle base mínima I 2 cm y capas de com.-
uioa y a"r"aones y los puntos donde se cvalúan
ór.sión mínima cm, aunque tras los ensayos que hemos reali-
cie i
nes se expone en la Fig. 10.9. de
zado, hemos pocliclo averiguar que los casetones aligerantes
p.r.ii.io rigiclizan lu plaiu cle tal forma' que los resultados
[-oscálculclssehanrealizadoconelmodeloespacialCYPE. h,rrrnigón
y pLleslo que cle ¿mboslorlaclos ¡lueden considcrarse equivalentes'
CAD que ticne en cuerlta el tamaño de lc¡s nt¡tlos; óiáitilot
a todas las estructuras'
se ápfica dicho modelo sistemáticamel"lte g¡áficos como re-
y relativamente entre sí, Con ei objeto cie que puedan emplearse los
los üsultados que se obtienen cualitativa las flechas que figuran
como información en l¡l toma de de- ferencia cle cara a estimar deformaciones'
tLrnn un consl'clerablc valor en los n.,ignos se han obtenido en todos ellos para una carga uni-
proyecto. valores absolLttos que refleian los
.irion.. para el Los
forrn"n'an,. repartida cle l0 kN/m2, independientemente de sus
gáficos, para una carga genérica empieacla de l0 kN'¡mr' <ladas las
elás- pesos propios,
ñgd"."r'qr" maneiael programa emplcado con un cálculo
Los Íoiados reticulares
Variación de las flechas en el punto medio (P- I I de un recuadro lnterlor en funclón del tamaño de los pllares y los cantos de los
forlados en una planta lntermedia (Pilares por enc¡ma y por debalo) para una car€a total unlformemente repartlda de lO klVm'¡.
GRÁFICO N" I
s9ff
H€á l5lloC¡r6cñ.
II ,á
fú-btütff.ü.
J)ó L(,{ ¡)rTddds rtlrculilrt'i
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(36 + 4)
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(41 +4)
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T¿maño orla, ¿n cm
GRAFICO No 4 (¿i)
OEFORMACIONES PUNTO 1 PI. ANTA 2 LUZ 8 MEIROS
1¿
ti'-:i¡i''^
t!¿ t?:'.
¡r¡r¿ño Prl¡r cn Cm3
l¡s íoiados reliculares 157
\rarlaclón de las f,echas en el punto mdio (P-2) de un recuadro de nedianería en funclón del tamaño de los pilares y los
cantos de los forlados en una planta intermedia para una carga total unlformemente repartida de l0 kN/m2.
I
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r,5 (26+.)
I (gt +4)
0.3
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:
Flccha instantánca = Dcform. (6) . l,ó0
Flecha ¿ctiv¿ :
Deform. (6) '2,20
l:lecha máxima = Dcform, (6) .4,00
I
I
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I
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J5E Los loriados rciituitircs
GRAFICO No 7 (6)
DEFORMACIONES PUNTO 2 PLANTA 2 LUZ 7 METROS
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l- ie¡i,,¡ - ,ri;r- i,i: e.¡ - f)eforni. t6t I ,ó0
fltcir; "r: .,, = [)eír.:'rnr (ól 2.20
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flmtño P¡|" cn cffi
bs foriados reticulares
rrbrlaclón de las f,echas en el punto medlo (P-3) de un recuadro de esqulna en funclón del tamaño de los pllares y los cantos de
los forlados en úna planta lntermedla para una carga total unlformemente repartlda de l0 ktVm'?.
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Los [oriados rüiillar$
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lu lorjados reticular¿s iól
rrlariación de las flechas en el punto medio (P-l ) de un recuadro interior en función del tamaño de los pllares y los cantos de
forlados en úlüma planta (pllares sólo por debalo) para una carga total uniformcmente repartida de I o kVm".
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l¡s Íonados ret¡cularcs
rrtariación de las f,echas en el punto medio (P-2) de un necuadro de medianería en función del tamaño de los pilaresy los
cantos de los forlados en la últlma planta para una carga total uniformemente repartida de l0 ktVm2.
I
¡ eE+4
1.6
Fl+¡f)
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(S+¡1)
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Fle'clr.r instantárrea :
Defortn. (6) ' l,ó0
flccha activa = Defomr. (6) ' 2,20
Flcch.r nráxinra = Defontt, (6) '4,00
l'¡
I' -*___:_.-*-_
I
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164 Lds lor¡d.los r¿titulür$
cRÁFtco No l9 (d,
DEFORI'ACIONES PUNTO 2 PLANTA ¡¡ LUZ 7 mETROS
12
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1! .,
N
f¡m¡rio qlf, F cG
8 UETROS
DEFORHACION€S PUNTO 2 PLANTA LUZ
¡I
GRÁFICO N" 20
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Los Íorjados relicular¿s
Variación de las flechas en el punto medio (P-3) de un ¡ecuadro de esqulna en función del tamaño de los pilares y los cantos de
los forlados en la últtma planta para una carga total unlformemente repartlda de l0 kN/m'z.
Flecha instantánea :
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Flecha acriva = Deforln. (6) ' 2,20
Flecha máxinla = Deform, (6) '4,00
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Los foriados r¿tiaularcs
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Los lorjados reticulares 367
Fiiado el ta¡naño de los pllares, varlación de las flechas en un recuadro lnterlor, de medlanerfa y de esqulna e.n una planta
lntermedla en funclón de los cantos para una carta total unlformemente rcpartlda de l0 lN/m¡.
(6)
O€FOINACIOIIES PUNTO I PLANTA 2 LUZ 5 ffiTROs
GRAFICO NO 25
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Los lorjadqs reticulares
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GRAFICO NO 28 (6)
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770 Los lor¡ados reticulares
y una planta
Ftlado el temaño de los pllares, varlaclón de las flechas en un recuadro lnterior, de medianería de esquina en
lntermedla en funclón de los cantos para una carga total unlformemente repartida de l0 klVm':.
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l-os loriadu reticuleres 37t
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772 Los lorjados reticulares
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lts lorjados reticulares 1at
Fiiado el tamaño de los pllares, variación de las flechas en un recuadro lnterior, de medianería y de esqulna en la última planta
en funclón de los cantos para una carga total unlformemente repartida de l0 KlVm,.
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374 Los lofiados reticularcs
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Los loriados reticulares
Fiiado el tamaño de los pilares, varlactón de las flechas en un ¡ecuadrc lnterior, de medianería y de esquina en la úldma planta
en funclón de los c¿ntos para una carga total unlformemente repart¡da de l0 kFüm¡.
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GRÁFICO NO 59 (ti)
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F{ado el tanaño de los pllares y el canto de tos forlados, varlac¡ón de las flechas en funclón de las luces en el punto medlo
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un recuadro de esqulna (P-3) para una carga total unlformemente repartida de l0 klVmr.
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Los foriados reticulares 391
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Flecha instantánea :
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Los lorjados reticulares
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Lls forjados reticular¿s 395
Fiiado el tamaño de los pilares y el canto de los foriados, varlaclón de las flechas en el punto medio de un recuadro de
medianería de la últlma planta (P-2) para una carga total uniformemente repartlda de lO KlVm2.
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402 Los foriados ntícular¿s
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t0.9. Estlmaclón de las flechas en los cados us¿dos habirualmente poseen un carácter conservador. las
forfados reticulares flc,chas medidas dr¡rante las pnrebas de carga resultan ser bastante
menores que las estimadas en los cálculos, dado que se prescin-
las flechas que normalmente resultan rclativamente sencillas den de muchos factores imposibles de parametrizar.E¡t nuestros
ensayos de placas reticulares pudimos constatar que construh un
de evaluar, dentro de lo posible, en las estructuras de hormigón
foriado reticular con bloques perdidos de hormigón frente a otro
armado, son las flechas instantáneas para niveles baios de carga,
construido con bloques aligerantes de poliestireno conduce a unas
dado que son situaciones donde los niveles de fisuración son
flechas instarrtárreas del orden de 1,25 veces inferiores, pese a que
relativamente moderados y el comportamiento general de la es-
ambos forjados presentaban idénticas secc¡ones estructurales.
tructura se encuentra en un nivel elástico suficientemente gene-
ralizado. . El método manual que nos permite obtener una est¡mación
A medida que intervienen fenómenos como la retracción y la de las flechas en los forjados reticulares se debe a Scanlon y Mu-
nay, y se encuentra amparado por ACI, desde que lo hicieron pú-
fluencia, y se incrementan los niveles de fisuración, la exactitud en
la evaluación de las flechasdiferidas resulta ya bastante proble- blico sus autorcs cn 1982.
mática, y debemos conformarnos con una estimación suficiente
El método consiste en partir de los esquemas que se estable-
de la misma que nos permita situar las piezas que proyectamos y
cen en el método de los pórticos virtuales, siguiendo la figura
construimos en unos niveles de deformación tolerables, aceptan'
10.10; V considerando las bandas de dicho método, obtener unas
do incluso errores de cierta entidad en dicha cvaluación, qr-re al-
gunos autores estiman entre un 25 y un 50%. cargas ficticias q I y cl2 que hipotéticamente conespondeían a las
distintas bandas en función de los momentos asignados a las
Nuestra experiencia personalen la estimación de flechas en mismas, partiendo de los momentos proporcionados por elcálculo
los forlados de edificación, que luego contrastamos en pruebas dc general de los pórticos, o en su defccto de la estimación de dichos
carga, nos permite decir que los criterios de estimación simplifÉ momenros por el NlÉtooo DELcÁLCULo DIRECTo.
l-os Iorjados r¿titu]ures
5.qzr'Lx 0,25.(Mly+MDr)'Li,
tt' = r¡ L[----ló'r.tK
36a.
Para el cálculo dc flechas, recome¡ldanros considerar C:ol].Io Si ello nrt iucra ¿rsí, no queda rrlás rcmedio que esiablecer los
banda de soportes el ancho correspondierrtrl y excltrsivo de los pórt¡cos virtu.rles y operar cle la forma indicada, obtenicndo dichas
ábacos. k>s momentos globales del pórtico virtual qllc tr)odemos llechas err ¿nrbas dirccciortes.
consiclerar como referencia, figuran cn el esquema adjunto'
La flecha instantárle¿ en el punto 5 vendría dada ¡'ror:
. [,,, + ir,,
fl =-JJ--:r+f5* t!+fi
f5 (f inal) =
L_-l
0,75.(MIy+MDy)+0.ó
ffir1' I
i
2 ii:-'lrl
lyl
0,25.(Mly +MDy)+0 o ¡.. .L..
I .:uu.
. -l--+
I
4 M,,
2
=4
I | I I
siendo,
Qty: Carga de la banda de soPorte -Y
I-: Luz libre segúrr -Y
L-J i'
q2u; t--argu dc l.r banda central -Y I-ip. l0.l2.5itu.¡ciónclc, l¿sarrnaduras¿lahoratlclcalcularlasinerciasfisu-
t", Luz libre scgún r'.,á"s; l.rs lratrdas ftlera dc'los ¡ibacos
-y ",'
Los loiados reliculares
ftt'tl"* 'lb .E
¡¡',yl
= ") : --------:-
l+50.p'
siendo, siendo.
lo: Momcnto dc incrcia cquivalcntc cn cada sccción dc las hanclas p': (:uerrtia bnr)r" i':.,i ¿ cic: l¿s armaduras dt: t:onr¡lresión en las
establecidas. Si M1 > Mo se tomará.le = lb. sección út.r de '=:=:e:,-r;;.
I ill€^-; o,7
Una vez calculados los momentos de
inercia equivalente en 0,5
2 senar,as:
del vano donde exista el illon¡ento
extreÁos, y en el punto medio se calcula multiplican-
con el obieto de operar corr r¡na inercia Obtenido el .''¿Lc¡r cle l', la flecha clifericla
áitri*. J" n"Xón positiva' propone operar con tllla inercia por dicho valor'
única para cada tramo, Branson do la flech¿ irlstarrtárre¿r
para los tramos continuos de las
media generalizada, qiie
de edificación viene dada
por:
FLECHA TOTAL
"rtt.*i"t un üempo
(lc - ext izq + le - ext'clch) flecha total que puede esperar a
t1e la
lc- meclia = 0'50'
le-uantl + 0'25' L¡ estirnación
flecha instantánea y
la suma de la
dado en la pieza analizaJa será
la flecha diferida.
cuando sc opta por prever que los usuar¡os pucdan canlbiar de . cálcr¡lo dc la flccha inst;¡rrLÉlne¿t
lugar las mismas, cosa que sucede con rclativa frecttencia. dclpeso ¡rropio: ...........,.. f¡pp
. rtálctul<-l clc la flet:har instanLánea
Por consiguientc, cn cl caso gerteral, debelrlc-ls cstablec:er
cuatro fracciones cle Ia carga,
clcbicl¿ a las tabiquerías: .............,. .........,.....ftr
. c¿ilculo de la llecha instantánea debida al solado: ... ....... fi.
. Carga dcbida al peso de la estructura. . cálculo de la flech¿¡ irrsL¿rntánea clebida
. Carga debida a las tabiqueías. a la sc.lbrecarga cle usc¡: .........firu
. Carga dcbida a las pavimentaciones (soladosl. . cálculo de l.r flecha diferida dcl pcso propio
. Carga debida a la sobrccarga de uso. ciel loriado a partir de la flccha dc constnrcción
de las t;rbiqLrerías:.,.......... ... f¿pp
Deseamos llamar la atettción sobre el ltechc-r dc qtle, erl ios cál-
culos cie los momentos dc incrci¿¡, detrenros áctuar en cada ins- "'"¡-- ((-)- ((t. ,)
l+50.p'-
en el Capítulo l2 dedicado a la cclnstntcción dc las estruclur¿ts.
f¡1¡:1"¡ ' f¡¡
lo anterior supone que los rlron)entos nláxinros scrán los
debidos casi con seguridad al proceso constnrcrtivo, y conto orden . flec:ha diferida debida a la carga del solado
dc magnitud, a 1,9 veces los pesos propios dc los foriados. Los a ¡rartir rle l¿ corrstrucción del mismo: ........ht
valores que proporciona cl profesor Calaver¿ de 2,25 para clos
plantas cimbradas, 2,3ó para tres y 2,43 para cuatro, cottlo
., _ 6(-)-É(rcs)
^2 - l+50.p',,,
factores multiplicadores de los pesos propios dcl foriado, en
nuestra opinión y como explicaremos en el L-a¡:íttrlo 12, creemc¡s f¿r:1.2 ' f¡c
qr¡e son c-"xcesivos.
. dc trso (perso-
flech¿r difericla cle la fracción de la sobrecarga
Por consiguiente, a cfcctos prácticos, en ias cstn¡crttlras de nas y nrrrebles) a partir de la fecha que entre en servicio el
edificios y con el obieto de no complicar el problema inneccsaria- edificio que se estime va a actuar de forma pcrmanente (es-
mente, bastará calcular las incrcias de tsranson entrando con los tiniar en la edificación 500 N/m'? podría ser un valor a tener
rnonrentos Mu que proporcione el c¿íl<,rrlo habitual, pLlesto quc en [)rc-serlte): ...'.'...f,r.u
general se cumple que:
^^_-- El-l-Ett.,)
''t - l+50.p',.,.,
1,9 ' Pescr ¡rropio = peso prc''pic) +
*sobrecarga pernranentc * sobrec;:rga cle uso
f¿r,,:l'j ' f¡.u
Si ambos valorcs no son serlsiblementc pirrecidos, debcmos FLECHA ACTIVA: f¡¡ + f¡s * f¡.u * f,1pp + f.1¡ + f.1, * f,lru
operar cr>n el nrayor; pero iatcnciórr!, con los monrent<::; resultalt-
tcs en situación de servicio, cs decir, sin rllayorar por cl f¿rctor Yf.
Rcsulta lógico y prr-rdente, cn cierto rnodo, contar con las fle-
Si puecle sir.npliflcarse el problerna de la fornr¿¡ inclicacitr, ¡ltrc- ch¿rs i ns.a rrtáne¿ls clLre prodtrzca n las terbic¡r-rerías. espccialmente
dcn sumarse las st¡cesivas flcchas que se vayatr ¡lroduciendo, r:on los prulc€Sos corstructlivos seguidos en Es¡raña al corlstruir-
puesto que operamos con una le consl-ante y conscrvador¿1, resul- las de m¿¡ner.r ¿lscetrdcnte. En aquellos c¿rsos que las nlismas se
tando todos los cálculos absolutamente lineales. construyan de forma dqscendente, puede prescindirsc de l¿: flecha
instantárrea que procluzcan cn el cótnputo de la flecha diferida.
Así, el cálculo de la flecha diferida, aceptando tlue las tabique-
rías se construyen antes dc pavinrentar, se haria de l¿ siguientc Para cstilrráciones rápidars y para percibir si la flech;¡ ¿tctiva se
forma: encuentr¿t lcjos, cr:rca o slrpera los límites recomcndados en la
Los foriados reliculares
fi=fipp*f¡,+f¡r+f¡ru
es posible realizar una estimación de la flecha activa, sin más quc
multiplicar f¡ por clfactor gn.¡ cxtraído dc la tabla 10.5.
factiva : gact fi
Fig. l0 l3 D:c!':' ::.ü-einái1co ¡-rara c,valuar las flecIras por el nrodelc¡ em-
Fbclr. r.a¡aclo.l¡ h¡i¡taa.I. l¡ c.I!.5lJ (t. ' l.06) pleado er ei l:,:4:;r-; CYPECAD {vc:rsión 2000.1).
dr¡
n¡tmo rb l¡|[ Nonnal RAtó L!ñ6 |¡oilnrl Fápfto
W\JqdA- (drÉó) ¡r{ytl tn/ln2 ü2añ t/y.,tl t/6/!vta u¡r]t Fitado e 'ecr.;;idro donde va a calcularse la flecha mediante un
q, porrotrttnro 0.FÍn¡) CoabarL t€
zoom, sr'soli.ita .¡l Drogranra que nos muestre en pantalla el ma-
llado de cálc,¡lc¡ enrpleado y se elige el punto deseado (C.R.), que
380 2OO¡@rt@r?S q?0 0,8{ 0,91 l,0l t,o5
6ú0 230rt6+lüh2ü) 0.t5 o.tl 0.9t t.ol r.05 nonrralnlente'si r:rcontrará en el punto mcdio dc una alineación
tO &rt2ortü)r200 o,t¡l 0,C? 0.S 1.02 t.o7
?2O An+l20rl(Dr¿00 0.tl¡ 0,02 0,9i] 1.02 1.6 diagonal crtrc p;larcs. pxrr elernplo de AB; a continuación se le pide
S S+t9+051).3(n ' O,n 0,ot 0,9a I,OS |.09
O O,7? q86 0,94 I,O. que mue;tre rodos los desplazamientos que ha experimentado
glio 30o1t¡o.06r&ao
!@+t$+l@@ O,n O,¡i O,ei t.O2
r,0E
r.06
dichc,¡ pur:ro S-r: ¿r'iclo todos los desplazamientos verticales, se
r0@ $O.tS.l6+¡¡5O O,e O,tO O,9É r.6 r.o7
llo a6+l5orl@r{5o O,7l o,8tt 0.6 l.oz r.o5
obtiene e1 cJe,pl.ri;rrrilento bnrto quc ha sufrido el putrto conside-
rado tC.R.,
m.üaGrr¡a.afÉlb Coldrt tF
(.JFÉrü,nóF!.!cof l¡0 l,{o l.s t.2o l..o l,5o
üH: 6pp + 6sp + 6su
r Cdr.únm rwnorúada por F. Rsg
Si los forjados son losas nracizas, los desplazar.nientos quc Crfn el nrencionaclo r.nodelo se han calculado tres tipos de ecli-
proporcionir el programa, teniendo presente la ¡tarticr-rlariclad [icios clt, Ire5 \¿rnos por tres v¿lltos. y lr-rces sctg(tn -X de (¡, 7,50
recogida en la Fig. 10.13, permiten rapidísirrrt¡ntcntc pasarl<>s a y 9 nretros, t' :egtin -Y clc ó rltetros. las al[uras de los ¡ ilares han
flechas con notable precisión, tal y conro pudimos cjemostrar en sicjo de 3 nretros v se supone quc existe empotranriento pcrfecto
el Capítulo ó constrastando resultados en cl cxtre nro oÍ)ueslo al forjado.
No hernos dc olvidar que los dcls¡rlazanrierrtos dc los rruclos en Los nri:rros cclificios con lros plantas harr sido calculados por
un análisis cspacial se encuentran íntrrlarlente rei¿icionaclos err- CYPECAD ¡.rero sin sinr¡rlificaciones de tipo alp-uno clebidas a las
tre sí, y las flcchas rcpresentan des¡rla;ranrientos clifr-rcnciales re- sirrreLrías, \' col-tsiclerando el orj;rdo intcrnreclio conto refercncia
f
@clnlodelodeclcnrentosfinitosdeI.l..CarcíaDutari
Ritmo constructivo ' ráPido Y lento
Valorcs dc 6 proporcionados Flecha instantánea Flecha total Flecha activa
por CYPECAD (mm) (mm)
(n'lml f nrn'r I
Véase Fis. 10. l4)
Tipo R.E. R.M.X R.M-Y R.c R,E. RMX RMY R.C R,E R\!X R \,f Y RC R.E. R.M.X R.M Y RC.
t,&t .¡ 5,(ú .t r.83 ,8E .., 7,0E 7,00 4,7 t..,'' t ,>t lO,00z/ ),17./ t,53/
6xó 4,'t0 4,00 7,90 3,?5
," 7,O8 ...' 6.4 ,77 '' 6,4 .. 16,67 ló 7c. t5 67 ./'14l') ,/í.' ,/a.tt
8.75 ,/t.zs
x6 4,7' 4,00 4,40 3,60
7,9O¡ i.33 . ' 7.92 ...' ,06, 9.17 ¿,7 l"'{ l? 7 O(¡.'' oy' l2,oo/.' tu ." t'2/
7,5
;" J, 'ló"ó .; ót 17.00 ' // 9,17 ,/'n,r, ," E,6i ./ 706
,/1,u,
tt:7' ,Y
/.UÓ ,.." 7.Ot 14.7
Tabla 10 7
No obstante, la comparación de resultados, operando con . C¿lo¡lando ci criif icio con clprograma CYPECAD, nos situa-
valores medios, nos permitc deducir unos valores prácticos mos en cl forlado segunclo y miramos los desplazamientos
operativos del factor F, que multiplicándolos por los rcsultados de lertic¿ies de las dos hipótesis.
las defonnaciones verticales 6 que ofrece el programa CYPECAD Feso nropio 3,502ó mm
versión 2OOO. I
para los forlados reticulares, nos posib¡lita Sobrecarga 1,0258 mm
est¡mar las flechas instantáneas, totales y activas con una
precisión razonablemente bucna. To:¡l 4,52284 mnr
Sin cmbargo, (luerenros advertir que es mlly probable que los . Dado que el acortamicnto de los pilares en un edificio de tres
valores de p sean algo conservadores y, por tanto, las flechas plantas es clespreciablc, nos qucdamos con una dcformación
deducidas se encuentren por cncima de las reales, debido a que rnicial rie 6 = 4,5 mm.
el método empleado por Dutari fisura los foriados por encima de .
la realidad, al sobrecargarlos excesivamente durante el proceso
Debiio a l¿ discretización rcalizada y a la posible fisuración
del foriacjc¡ la flecha instantánea real que posiblemente se
constructivo, por cuestioncs que tienen que ver con los cimbrados
produzca en el recuadro de esquina será:
sucesivos de las plantas, y los valores que puedan dcdr.¡cirsc de
aplicar el criterio simplificado de J.L. de Miguel se encuerrtren más Flcch¿ jrrstantánea total : .
Fi 6
: l,ó 4,5 = 7,2 mm
ajustados a la realidad.
. Siguiendo la Tabla 10.5 de I. L. de Miguel, la fle<;ha activa que
cabe esper¿rr en el mencionado recuadro será:
Resumen op€ratfuo:
Flecira activa (1. L. de Miguel) :
6r Desplazamiento vertical de un punto del mallacjo clel foriado : Ft . gact = 7,2 ' l,l8 : 8,5 mm
reticular calculado por el programa CYPECAD.
Y si aplicanros directamente el factor p correspondiente:
Flecha=p.6 : Fi 6 : :9,9
2,20 . 4,5
- Flecha instantánea fji : | ,óo
Fleclr¿r acrir'¿ {Dutarit rnnr
- Flecha máxima a largo plazo pn, = 4,00 . Y la flccha máxima a largo plazo
bles, por no decir inadmisible el seguir aurtentándolos y cntrar en continuac:ión, sin intención alguna de pretendcr zaniar el problema,
una espiral sin fin de: Mayores pesos, mayores carg¿rs, pilares y existen reclrrsos y posibilidades de plantear una estrategia de
cimentaciones mayores, nlayores deformaciones tliferidas, esfuter- gestión global de las deformaciorres que llos evite emplear como
zos nrayores, empuies sísmicos mayores y rlrilyortls costes; cltle únic<; recurso aumentar los cantos de los foriados
necesariamente nos obliga ya a cucst¡onamos de L¡t',¿ vez: Y todo dcsnrcsu rad¿rnler l le.
esto, ipara qué y por qué?
requerían la atención prioritaria de los proyectistas, pásanclo a El analizar tnírrilt'lanlente cótno están dispuestas las tabique-
ocupar un puesto secundario, al considerarse que básicamcnte se rías y las puertas quc las perforatr permite visualizar los puntos
cncuentran superados. conflictivos de las rnismas qtic presumiblemente pueden verse so-
tl"":
En su rugar, dos problemas han pasado a ocup¿rr el lugar de los ::",':1':iffi":l'J:::T::T;:i'Tfl1ilil;::":l';',::::T:
antcriores y se encttentran pendientes de subsarrarsc, exigiendo tabiquerías con iuntas elásticas vcrticales tapánclolas con algú.
un cierto cambio de mentalidad en la gestiórr del Proyccto, tipo cle molclura.
Resulta obvio que, en función de las luces básicas estableci- El añadlr a Los enlucicios de
las tabiquerías de las primeras
que clefinirse <le ¡rlantas u¡,¿s :--rallas cle fibras compatibles corr los yesos, puede
das entrc los pilares, los cerrarnientos tendrían
maneraexpresay,sincmbargo,nosólonosehace,sinoquein-al'dooaresisiirlaspet¡ucñastraccionesquelosfisuran.
:lr ;r ::ru,:n:'lTl;:ffi'::
truirse.
Jtr *lil:T: Hi:,.,l,lTxT,ff ts:3:,"¡**n:TffTlx:5
que
, ;"",:HlT
induce la misma'
:;
¿eclr el prohlenra psicológico y estético
en la actualidad y
Una buena gestión de los proyectos clemanda El i|te:pc,ne: entre las tabiquerías interiores
más sensibles
posible' de los elementos de que parcialmen-
una dcfinición, lo más exhaustiva peligros;rs , iot ¡c<hc,s, un material elástico' anule
..rt"ti"n,", precisando su ubicación' su aspecto formal' la dis- de carga por las tabiquerías'
de apo'
i" iJs .feclns clc las transmisiones
puol" ,., otro factor adicional a tener en cuenta en los proyectos'
posición de las iuntas horizontales y verticalcs' la fonrra
y rematarlos en los techos la manera de
yarlos en los suelos
y secuencias Toclos los a5pectos mencionados y algunos más'
fruto de las
unirse y trabarse entre sí; y, sobre todo' los ritmos
constrúctivas con los que deben ser construidos
El Director de .rp"nan.,r, peisonales de cada cual o de ensayos a escala real
que hacer' debe-
obradeberárespctartoclaslasespecificaciorlesquescestablez- sistematizacios clr.le necesariamente tendremos
va bagaie rutinario cle los proyectistas a la hora
can en el proyecto relativo a los cenamientos'
consultando con el rían fomrar rkrlte ciel
:r l.r problenrótica de las defomlaciones' incorrrorán-
presentarsc durante el pro- J" *ntorte
Proyectista las variaciones que puedan "nt .l otro bagai* ya
Jáf"t cle los aspectos puramente estructurales
ceso constructivo relacionado con los mismos resumimos de nuevo a con-
expuestos, \' que por stl irnportancia,
la estructura pro- gestión integal del
Por otra parte, el Proyectista deberá diseñar iinuación pára configurar entre todos ellos una
se encLlentren prolecto:
curando en todo momento que las deformaciones
en los
ho*ogéne".ente distribuidas, evitando los puntos negros . Elecciórr cle un canto razonable'
por puntos negros' aquellos purrtos singl-
foriadós; entendiendo .Proyectarconhcrrmigonescompactosybiencurados,dere-
excesivas. Por
lares dondc pueclen existir flechas diferenciales
que setrsiblemellte sorl s¡stenci.l nrayor o igual a 25 MPa'
elemplo, las ficchas entre pilares paralelos'
<Jiferencias brusc¿ls si delanle de .ProyectarConacerosdelímiteelásticonomayorde400MPa
¡áeniicas, puederr experimetrtar
un hueco de instalaciones, por pcque- {B400St.
r¡no de los pilares se ubica
perder rigidcz y empotranliento dando .Enlaszonaslrrássensibles,ensancharlosnervioseintro-
ño que éste sea, que hace
tugur a flechas diferenciales muy dañinas
para las tabiquerías' ducir armaduras de comPresión'
.Elegrruntamañodepilaresgenerosoyacordeconlasluces
Las formas irregulares, los entrantes y salientes
en las placas
planteadas pensando en las deformaciones al margen de los
dispares en-
feticulares, etc., engendran unas deformaciones muy esfi¡erzos que ios soliciten.
tresíqt¡e<rriginancsfr¡erzostorsionalcsenlastatliqtreríasdecon. .Proyect¿rrunaestrucRlrahomogéneaycompensadaalmáxi-
secuencias nefastas para las mis¡nas'
mc¡ Posible
L¡s foriados retkuldres
Y lo que es más importante en la gestión de todo el proyecto, sol'rre los pav¡r]lentos cJespués; tan solo hay que tener la precau-
y es que por lo que lo hemos deiado para el final, para que no se ción de dotar a los solados de las jurrLas de dilatación adecuada,
olvide y sea la guía de todo lo expuesto anteriorn'lentc: la cstima- ya quc cs la úrnica fornla dc cvitar fisuraciones en las piezas cerá-
ción de un valor de las flechas en los vanos más peligrosos que, micas y abombanrientos en los pavimentos de terrazos, debidas
aunque se realice dc forma simplificada y aproxinrada, resulta im- a la rctracciones de los rnorteros de agarre en las primeras y las
prcscindible para :rmpli[icar o minimizar todas las consiclc'racio- dilata<:io¡res irnpeclidas en los seg¡untJos-
nes anteriores en sus lustos térmirlos, coll una ntleva actitud y
Cuando no se dcsca t¿¡hicar sobre los solados siempre resul-
mentalidad, buscando más allá de los aspectos pural]'lentc fr¡ncio-
ta posible coloc.rr l.rs dos primeras hiladas de las tabiqtreías se-
nales y resistentes en nuestros edificios, cosa que en definitiva tie-
ilalando ios espacios y divisiones y colocar a colltinuación los
ne que ver con la durabilidad y la calidad.
pavimenl"os ¡rara volver posteriormcnte y acabar la construcción
de las nrismas.
lO.lO.3. La gestlón de las deformaciones y el 5i el proceso construct¡vo adccuado de los acabados debe ser
el descenclerlte, lo cual supone retrasar la construcción de los so-
Promotor de la Obra
lados y tabiquerías hasta tener completada la estmctura, y no se
hace así t)¿ira acort¿r los plazos y los costes de construcción, el
Aunque pueda parecer poco creíble, nuestra cxperiencia único beneficiario de dicha decisión es el hornotor, y el resto los
personal en el mundo de la edificación nos perniite afirmar quc pagamos.
muchas de las patologías que experimentan los edificios tienen
que ver, directa o indirectamente, con la figura del Promotor de los Si se reclucen los cantos cle los foriados y el tamaño de los pi-
mismos. lares, el bcncticjario en dinero y cspacios útiles disponibles es el
Protnotor, aul'lque sea a costa de itrcrementar las flechas de los
Todas las decisiones que se toman durante Ia fase de Proyecto' forjados, etc.
y posteriormente durante el proceso constructivo' se desarrollan
unos obietivos en un tiem¡ro daclo y a un coste
Portoclo]ocr.¡al,elPromotordebeasumirelpapelqueleco.
b"*n
en alcanzar y malas'
v
rresponde corr toclas sus consecuencias' las buenas las
mínimo. Y así debe ser.
Los loriados reliularcs
reticulares
I 1. Una introducción al fuego en los foriados
al tema
I l.l. Breve aproximación filosófica
del fuego
áIKUYU Har gWi 6 St/CfifS|TD ru?n
Bnr/sH üsr,'trRlCA
w
ü G¿,ts\vhty'ry¿ár¿
l2luchacontraelfuegoescasitanantis¡acomolavidamis- glta, v/tlrt6:t' 'rlar
han evolltt:ionado cort- eüope
tuluuno"u los mcdiosiara conrbatirlcl qrre de a oa,alt
curioso collstat¡ir clucl el matcrial
siderablemerlte, resulta
el hombre para sofocat'-" nart4]
forma masiva siguc empleando -:].t'':l:
lras
que cntplt:atra etr los tiernpos ?LFtTJ
resulta ser el mismo n¡aterial
rcmoto5. t1J-ft-4.8.
Así,cuandoelhomtlreprirnitivo<Jescubrelaagrittrltur'r\st-sir't
:anl-
bosques 1' ¡11¿;1r¡¡¡'s5
del ftrego para desbrozar la ticrra cle
clescuicic 'v el ftlegct se ciescon-
bién descubre que a poco quc se
elemento que lc servía de a¡nrda en
:us queirace''er
trole, el tnismo
todo su ¡roblaco r io:
poain tt"u"rr. por clelantc en un santiamérr
bietres contenidos en él'
Ouc- rluc.l,- t;rbe tlLlc tienetr quc hatrer trormas y lcyes (ltlc llos
L¡s tócnicas de cubnr kls tcchc¡s clc ¡la!a cle ia: cal-r¿rñ.rs v slls
r)!.ot{.t¿r.r, D{,r*1 ,,.i ;rttrcl¡ }tor.r (llle 5c cenLrcn de verciacl ert la Qsert-
parecles clc barro, tenían la noble intcnciórr cie eVilar clue Ltn fue-
go extcrior hicicse mella rápid.rrnentc erl l.ls nilst'lla¡; pero ¿r Ille- cia cie los prc,blelu¿: r ¿rb¡ndclnen el camino fácil cle penalizar todo
¿l(.lUc'llO (l-lt L:- .¡(.LcrL't
'- - --'-*'o v scctlndario, centránclose plertarncnte
Jialu q,,. el honlbre corrrenzó a pensar clLic c5o cle cttrttlt.tttir sr.t
I
caza y su comida conlur'rit.lriamentc cr¿r Lrn.r i.r1¿r, t)o[(l:.e sr I rrci- cr'r el rli(la) J.rlclii¡:',r:r clr.' ,x problenias.
no se comía las partcs rn¿is sabrosas del irntí1ope c¡t,c til l'al-ría ca-
zaclo, cleciclió me[ers(] con su familia elr tllr¿i cll(\-; i'rLtrlr(it-r'sL¡
fuegrt. cocirtar stt antílopc y (c)l')lersc sr-l (:.\r'l'\l(-j; ¡lc¡¡l l.rr'inciÓrt: ¿rl
c.lescutrrir que el t-r;rrr<t (lxterior c¡trc: lc protegi;,¡ ltr'ri,r c:';e l:e-rrte rltl
tambié¡r ¡:or cJcntro, ct-t¡lnclo una rloche fría qtlt: cie'ó t. ft,r'qi¡ t:rl-
cendicio, las chispas c1e l¡¡ cocina hicierc)Il (c:L:¿i E;,i:i.:rLcr:a.i5
pcrtenencias y su cobijo, c()rt el alllargo sclltir qilr locl,i Éll l¿i vida,
hasta Ia intimidad y cl deseo iusto de comcrsc'c'i c¡tltili-r'rle t1r-ie 1-ril-
bía cazado, tiene un precio y, clse l)rec¡o, .gusl:c .r :Lo, (,i| alglrrr¿
I'nancra hay qr-re p¿ig¿rrlo.
tar, sin conSegllirlo, al lrlL'flos qtle sL¡ viil.-r :rf a'.--ir., :lL igrL) v
lregánclose hi¡rócfitar.t]Cnte ¿¡ rertr-ttlcial c1 ttltlrl:. -'¡ :- r:',- i¡',lr-r cli-
rcctos e inclirectcrs clcl riesgo asllmicJo. (.tlancl'l lE:;,-'-i.'.i:ll:'r't.'ill flil I i j r'.-,r:'1:r :. .-' f -rr ,.1 i.".. rluÉ ¿1 rrt€cliaclos clcl rig,lc> XVil todavía cr¿t, t-'tr
gri:- ¡:';::e r ,.-r-i..-,:r '. ,,. ;j , ; litr¡roblacla, y crI 5r.15 calles v callejortes sc
lLrcgL) [)(-lsa.r los honrl¡res sus corrcs¡)t-rllci,.:l'.:r' ]:. - : ' ''':a apri;b;f .¿¡ L ., ..; r ,. i: r':!¡1:ll¡1aló:: Cle nlit(lclil.
ntiran ultt-rs a otroS y cotxlcnzan ¿t itlcrel-r¿tr>c .. .: :.-; .::r: ;;: '.:¡,-
[)¿]s enlre: sí. y acabatr gc-trcratrclo llás nornr¿,s ¿r:i¿,rl:.:.,. :tt. c-lr-re
ello sr-rpong:r ianrás elinrinar toclas las rrorrr¿s .i' f ' ' ,'.. rl ra ia 5i en l¡ Lcl;rr.l \itrli¡ k-rr i¡1qerrrr.¡¡ot ¿rlc¿rrrz¿rrc;rr urras ¡.rro¡torcicr
nrestraron inútiles, porqLre simplenrente !c irr:,,,i.' :,. ,.':r't''ir
rres lerrtlrífir¡! lr¿"CCC 5urr"lantcl]te SenCillO acl¡v¡n¿r l¿¡S causas:
Ilasta el sigLlente irrcendio r:on víctjrnas, lo r:1..r. set'.-:'¡1 []e n.ie','o
,\r]]or',ton¡n-iento rle c¡s.is, calles estrechas y toftuosas, una tipo-
()lr() ( ()rril,rntc) r,le norm¿is, qL¡e poco r-r n¿cja: I iel tr L-i -:tr . r: ltllt ,¿t\ 1o¡tÍa i-ttnstr-rct,'. ¡r l-r¡rs¡r-l¿r en l¡ rnacler¿1, y trna vicla dontéstica que
(.rir5¿5 clLte ¡-rrocir-rjeron reallllcrrtc- víctinl¡ts ijr, ',ilLi,.r- ,t- -!-,:'ltLilc)5. grabai en t(f r:-(., ¡ l-L.L'q() eli sLl est¿iclo más prtro.
De n¡ci¡, <t:-. ía lc¡:is1.rr sobre el Llso cicl fr-tego. ¡tr_resto quc cra
esenciai r-1r ,r', i.l,: i.lc.tr,lr-iel tierl¡ltt; ¡tc:ro lt;rStci str:;titr-rir los sO¡tOr-
lc:. cle ri-,¿r,-l'-rL:: :\\',' 'r .ri-rs r-le pieclra y ladrillo, y el material dt.: rrr.r-
bcrtr-rr¿r ler-tr.-.i I i;ir, l-elai\ ár¿ltres, para qLle los incctnclit-ls se
li
lL (i - l\q'l , r-: .- -:1 -',_: _i
[:ll ]¿l ¿tc¡i r,rliir-r.l :t fi:t {i) 5utge clc f(trrrt¿i i¡tdirccta, pltesto qrre
érLc i'a ailie.c¡> st,r': ¡:r.ii-i cn su estaclo trtrrro y los rrt¡tcriales cluc
SOI)O11¡rn l¡S,:¿t..i* :.,ri: ..ililitgOS, t)Of lo Ctral, de ¡¿lcl¿ tl l¡Ljv poco.
sitletc'llrrll't r(_r:i.I'l,_r,:r'ri:l'r-ros<,.<,rrncrsi cstt.tviéral¡.sen]aEci.rcl
\ler-ll¿, cL;,ll1i.l,-, ,.- Jr'.,ii-r q¡¡¿t alLt(. c¿ir-¡sa laS vícLintaS, tielte q,C ver
cotl l.r Lt¡t-lr rr-r!,i:crr,1 rJ,., L_rS r-lirc.ñc¡S y el crinrUlo clC nl¿rlcrjaleS COrn-
bLlstiblcs r-lL.r : ,.1-: ,-,=' ert nL¡CStrO\ lrogares, ccnto ¿lUtitntj-
"1'.rci,)
Cas l)(irlilirs ,-lr r,, 1,,, i'i.r (l(-,ntrO rlCt la viCl¿l f.rmili¿r: Botellas Cle
---l-li
que otros, pero en general, y cn nueslr¿t opinión. toclos i;i ctlnlplen tl:
-- .-:
I
51 rl',i:,.1 -: r t,Jf nllSOn, lnClUSO SOII Cclpcl(C5 Ue III(lll-
razonablcmente bien.
t('tlf!rr i. l. -r -: ,-::l: rr'rti elr toclas las situaciol]cs. dando tier|-
r.:i- l,-
trr
L>16 ,,-. l.r r.1!e [)¿rrccc Ccs¡rrctrclcrsc c]c una rccicn-
--_ -
te e''i, .É:: - ' .'),r ar-ltrc Ios st--lvicios c.lt-: bc-rrrrI,crrcts clc,,"¿rias
cir.ri;, i . .:
r,'-.::'
,':i¡ o rlir:ho, nrts venros son'relidos .r Lrna nor-
r e irraciolral qLtc pcn¿rliza graverrertle el
',-:r,,1¿r
i:il:: -::
- -:l-;¡¡ cl-- ¡rerseguir los c:onLeniclcs
' r; : :--r .. irie l.¡ ev.rcr-r¿lciórl cle l.1s lti:'rsort.l5 i,'n los tietn-
.- ., -': ::.É'r-.cla lrtts dcnrueslr¿r (¡ue err l¿i dur¡ición dcl
.: : ::ll .. -: l';¡\ oc Ilorllll{loll ll() ( \)l(lli:cill, se Ilcl}cl C)
,::'* ,- .:- ,,-icnla ia norrilal-iva dc irrcctrtliil.
.f
¡
*: \\\\i +?
¡:'\*i
,ii ,!'..t *¡l
$,iiii,,i
va en el año
ciudad de Santander:
,'Con mi iuicio, strfi¡ic¡¿k'rlt¿r¡l¡
¿irrrilosfrc¡do 4tr¿
aquel siniestro quedó, a
una re:püici;tón del mismo en la parte reclnstruítlLr d¿' S¡¡rt¡ri¿lcr u
tlonde se I 1.2. Criterios y normas sobre el proyecto
ha em'pleado el hormigón armatdo es muq difío! ¿rilr i¡0 ¿ic'lr intposible' la de estructuras frente al fuego
r,t
,iprt¡r'¡¿n ao un inrcnáío como el de l94l ,
pues (r l4's¿ir {lc .,rd(r¡rlr?rrsd e/
irt
riio' ¡irrrn:a¡io tos edifkios de
tJberna, o/orürd[t Lirpi.irr, /os dos crr /r¡ c¿r/lc
. Cuanclc-r técrlico se cnfrenta al proyecto de una estructu-
c
'teal¡aa, qLt€ (rLtil ¿íc itor¡rlioorr L1rnuldl' rcsistencia frente
IJ parte det de Pérez d,ll Motitto io it.' t'tonu,gC,n que cleba Let rer urra cierta
Nor-
quedaron en Pie" al friego err Esp¿lria' clel¡e tener presente las siglientes
n"ras:
líneas generalcs' los
Como resumen podría decirse qLie' crr . Condiciones de pro-
básicos clc la nornativa conira cl fucgo
son Norrrra Bírsjt.r cle la Eclificación NBE-CPIi9Ó:
,igui*ta, obietivos frrc(ili,r f!)irrrri irlc¡ildios de bs edílkios
los correctos Y adecuados' pova la proteuiort adicio'
. Ntfn:r¿r EHE {Anex() Tl llecomendaciottes
l. Evitar pérdidas cie vidas hunranas ilfrJ aaril/ii Jl firr4o dc ¿lenwttlos estructurales'
clerivaclos tle1 problema clel . Ettr¡lócligo 2. P¿rrle l-2' Reglas Cenerales Proqecto de estruttu-
2. Minimizar los gastos económicos
f¡reon
rulbv¡ f,l\ l/i'l;lL' rj, rllil/cr
Los Ioriados rcticuldt¿s
e"c I
pro-
ca un incendio etl un edificio, sea éste del tipo qLte sea' I'lo se
I
11!!
y,
duzcan víctimas si es posible, reducir al mínimo las pérdidas I
c
I +
materiales, tal y como expresábamos en el punto anterior'
t
g
4
._ ¡.. I
"-Ti
I
á
Para conseguirlo, y en fu¡rción de las características c¿c
i
I
constructivas y funcionales clc cada edificio, la Nc'rrnra establece !i i I
a aai: I
"porüuI--'
a. Diseños de espacios y vías de evacuación ventilados y pro-
tT=l-f,=745Logl8r+ll
tegidos, cumpliendo unos requisitos geométricos ¡uficien-
tes quc permitatr el rápido tránsito de personas. r -! ir J -:s tt: irl T,: tcillpcratllr¡ jnicial; L: tie¡npo de exposición al
b. Dispositivos añadidos a la construcción para l.l detección I' . *'-üi,
control dél fuego que minimicen al máximo la .lcción del mis-
mo sobre las personas por los circuitos de evacuación pre- i.¡ t I I (:una palróttlSOtemperatttra-tienpo.
vistos: extintores, detectores de humos, rociadores, puertas
especialcs, etc.
c. Elección de materiales de construcción acorde con los tiem- . E, tienirro rláximo de exposición hasta qtrc resulta
inminen-
pos previstos de evacuación para el edificio construido, que te la pérdid.: cle capacidad para satisfacer las filnciones requeri-
limiten la propagación del fuego (llarnas, gases calientes. ca- períoclo dc "resistencia al frrego normalizado" y
cl¿s. s(r cL-nomin¿r
lor exccsivo) fuera de las áreas concretas lfunción separado-
se expresa err nlintltot.
ra) y que no contribuyan a la alirnentaciórr del fuego,
d. Diseño y construcción de estructuras capaces de sostencr Los períoclos nomin¿les se aiustan a tlna serie de minutos, an-
los edificios sin que se produzcan colapsos prematr-rros lfun- tecedidos por urr¿s siglas que varían según se aplique a diferen-
ción portante), pcrmitiendo que todos los criterios alrtcrio- les elelrentos, l¡rs nrús gertéricas son RF (resistencia al fucgo) EF
res pueden desarrollarsc plenarltente en los ticmpos de testabilidaci al furcgo).
evacuación establecidos.
-+
-j-li_l
llil
l -..J. .. -¡. .¡
,t" lr¡, lnil !lr, :ll,r
r ll i,l.l;t t)f{l(,1.1'\ rrr¡i¡' I
(1) EF-180 si la altura de evac\¡ac¡Ón cs > 28 rrl qobre fasarlie (lc fues)'
con n¡i ce i?es Dl¡^rAq Fig. I I 9. C11r1'.r:' '.Ér-¡pcr"1tlira-l-iempc) en clistil'Itoi; L¡pos
\2) F-F LzO en cdrfiqlog de t'so Hospital€r¡o
(l.Nl l/ tlL¡:cl(l(' ll',:i trr¿¡cl
T¡¡bla I l.l
r000
^ 9C0
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I rco
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i ooo
ñ ¡oo
r 300
. Elcmentos protegidos: Elementos en ios quc sc torrlan llle- Si los recubrint l¿Ilos lit'il¿rt un $pes\r que excede los 5 cm, es precisa
didas para rcducir en ellos el incremento de la temperatura debi- adoptar m¿didtts ¡di¡i¡¡¡¿/¡s tlue ü>€Qurü su íntegridad, como puede ser la
da al fuego, mediante recubrirnientos y capas protectoras. colomcititt dr r¡rnr¡uli¡r¡-< s¿rp/t'ntc¡tl¿¡nas lipo lela de gallinero".
Tabla I I .3
Los /oriados rttícular¿s 42t
Fuerza Ncwton ll kN = 1000 \t intensicl¡d del incendio hasta su extinción debido alagotamiento
del conrbustiblc existente en el local o a la eficacia de los scrvicios
Tensión Pascal = -lI tl r{l-tr = I 0¿' P¡sc.¡ii:st
n'l- de lucha conlra cl fuego ¡rrrestos cn iuego.
Trabaio/Er'¡ergia h:lio= IN I rrr= I Ksr r)-s4-
: trabaio I lulio
tiemÍ)o-
1¡¡"¡¡,,
Potencia I scg
Tcrrnperatura
{i[ - ". - "K - 273 lr.,
I
.a
I iulicr 0.2?t) calorías tr
:)
F
I cak¡ría 4,1855 iulios
E
I ETIJ 2lr2 cak¡rLrs U
,
A
U
Tabla I 1.5
Fig I l.ll. Fascs cle clesarrollt¡ clc un fuego (l.M Fernández Cánovasl'
Wo'S*
'- :J.sn . n
siendo.
t: Tiempo transcurrido para alcanzar la máxima temperatura en
minutos.
Wo: Potencial calorífico unitario existente en cl recirrto
Fl material
cJmbustible cxistente se transforma en su cquivalettte en madera y,
3e ex[)resa por su
así, el potencial calorffico unitario del combustible
potencial de madera por unidad cle superf icie en <j¿Nim,. Fig I n l4 ,J:-á'ru:-..".'n"llu,, al"nlpo para SnlS*
: 0'50 segtrrr ensaycrs
"quiu"i"nt" realuad<,'s :¡3l' - F.:ír Rescarch Station'
S,'r: Superficie del recinto en metros cuadrados
que puede vcntilar el
S¡: Superficie de huecos en metros cuadrados reduc-
recinto. Corno se cleciuce dc los ensayos, puede versc el efecto
máximas tiene el dotar de ventila-
H: Altura media de los huecos que existen en el recinto
tor que sobre Ias iernpcraturas
ción a los retirrios.
al in-
La Fire Research inglesa, completa la fórmula de Kawagoe 5e apreria t¿nrbiétr que las curvas de los ensayos sorr
diferen-
dicar que si: patrón ISO ll-834, pero si tenemos en cuenta que
tes a la teóric¿
del fuego tie-
la tr¿nsrnisiorl de calor entre dos puntos el efecto
y
w^ < I ro.!h ne que \¡er con la lemperatura y el tiempo de exposiciór]
al mismo'
"5* posible encolltrar'
es decir. al áre;'r clue encienan dichas curvas, es
el
la elevación cle la temperatura dependerá únicamente de
la canti- mediante eq,Lrivalcncia cle árcas, las duraciones equivalentes'
que el tiempo no exccda efecto que pioduciría el fLrego rcal <¡ el ensyado sobre una dcter'
dad de combustible en el local, siempre
los 3O minutos. minada pieza c'stnlctural si siguiese la curva patrón R-834'
T (ecii
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Fig.l Ll5, L)iferencias crrtre un,l hip<-:tética curva real y.la curva patrón, apli-
DURACION DEL FUEGO, l(¡¡n ) caáa al honrrigótt en la que suele realizarse la e.valuación de las áreas par-
lienclo clc los'300uC quc es cuando cl hormigón comienza realmcnte a
Fig. I I .13. Cráficos temperatura-tiempo para 5n/5* : 0,25 segrin ensayos experinlcntar ¡lteracjolrcs rntportantcs en su cof llportamiento rc$istente.
realizados ¡ror la Fire Research Station.
ll.M. !crn¿incjez Cánc;l ast.
l,.os forjados reticulares
olo2030405060 l(mi¡)
Sr=SlrPERFlClE Ot PARED .A rrieclicia que aumenta la temperatura hasta los l00oC, el
T IEMPO agua libre que forma parte de) hormigón en sus capilares absorbe
$an pane del calor al evaporarse, retrasando el aumento de la tem-
Fie.I I.ló. lnfluencia del pOtencial calorífico y su¡:erficies l rrecr:s-¡Jared so- peratura en el interior del hormigón. Debido a este fenómeno el ca-
bñ las curvas reales temperatura-tiempo
lor específico del hormigón se incrementa hasta un tercio de su
valor inicial.
Comparando las curvas reales con la cun'a patrón' se deducen . Entre los 200 y 300'1C la pérdida del agua libre capilar es to-
algunos aspectos intcresantes, segun I M F Cárlovas:
tal; sin embargo, el horrnigón apenas sufre alteración alguna en su
. Si Wo < 20 daN/m2 y existen huecos normales' la duración estructura y ias pérdidas de resistencia que tienen lugar en el mis-
equivalente "t"" es menor que la conespondiente a la tempe- mo son despreciablcs.
ratura máxima "t", siendo igual o menor que la Curación efec-
tiva. La duración, como se puede apreciar' no depende de la Sin embargo, el aspecto positivo de la humedad contenida en
ventilación y la temperatura disminuye con ella los poros y capilares, tjene un aspecto negativo y contraproducen-
. Si 30 < W., < ó0 daN/m2, se puede considerar aproximada- te. ParLe clel agua contenida en su interior, al tratar de evaporarse'
mente que te:t, La cluración no dependerá de la ventilaciórt; engendra r-rnas fuertes presiones intemas que pueden provocar un
y la temperatura disminuye con ella. clesprendimiento explosivo de los recubrimientos 9pallinql' El efec-
. Por últ¡mo, si Wo > ó0 daN/mr, que corresponde a rrna po- to spal/irg suele producirse en aquellos incendios que se desarro-
tencia calorÍfica muy fuerte y raramente alcanzada en vivien- llan a plena potencia, muy deprisa y elevan muy rápidamente la
das, aunque sí en almacenes y depósitos, se tienen los temperatllra en el honnigón.
siguientes tientpos mínimos aproximados en alcanzar la tem-
peratura máxima "t" y la equivalente "t ". según la tabla I l.ó. .De 300 a 400oC se producen pérdidas de agua del gel de ce-
mento, apreciándose ya descenso de la resistencia que puede lle-
sb gar a a)carrza r un 25"/o con las primeras fisuras del hormigón.
j
e(@) t..(r.l
Sw . A los 450-'C el hidróxido de cal procedente de la hidratación
. f¿qf¡nalr -( 16¡ f¡
't+2'3'10-r I ' t3
lrrrcialr
0.8 ..
\ tttll t < 700'rC --) = 1l = 1,8'10-a +9'lO-ó
0,6
\ t> 700¡C -) ..=l,l=14'10-j
I
&t,l 0,f \ sielrdü ! e :l:l' ueritillra
\
\ P¿ra cáicr-rlos sinrPlificados:
0.2
\ Ec=18'10-ó't
0;
200 ¡,00 ó00 too r000 l 200 - Honr:gón dc áridos calizos'
I en'f-
ll
t', = l = 1,2'10-a +ó'10-Ó 't+1,4'10-ll
' t3
a ccmpresión t < 80i:C -r
Fig. I I .17. Influencia de la temperatura sobre la resistencia
del hormigón (EC-2). \l
t>80i C --+ €. =-l - lo'lo-3
menor
l-a conductiüdacl térmica del hormigón es baja sicmpre
ligeros, aumenta corl los hornigoncs calizos y P¿ra cá.culc's sinrPlificados:
en los hormigones
Por lo a|rtenor' la
es mayor con los hormigones de áridos silíceos
norm;tiva penal¡za más (en tomo a un l07o) a los hormigoncs de €. =12'10{'t
áridos silíceos, que los hormigones fabricados con áridos calizos.
. Calor especiie-o delhanjgon tválido para hormigones silí-
Las dilatacioncs de los hormigoncs calizos. son sinrilarcs ¿r las ceos ¡' calLzost.
del acero hasta temperaturas del orden cle los 900'-C, l]lientr¿is que
son mayores si el hormigón está confeccionado con árido silíceo' 20ü<t<1200"c
.
Debido a la baia conductividad térmica del liormigón, éste
se resiste a que el calor y la temperatura penetrell en stl interior;
por consiguiente, la forma de las piezas adquiere una gran
relevancia en las pérdidas de rcsistencia que l'raya qrre cotrsiderar
6s=eoo.8o(*)-,(#l
tffi)
Debiclo las hunrecl¿dcs que puedc tener el hormigón, entre
¿r
en el interior de las mismas.
100ú C y' 200" Ci, puecle cxistir urr pico de ,
Los incrementos mayores de temperatura, por t¿irr[o' tienerl
lugar en las esquinas de las piezas, al incidir el calor por dos caras' ce rHunreciacl del 2eo en pesot = 1875 ( #::a )
en vez de incidir por una solamente.
en peso) : 2750( tüLt:. )
. Al incrementarse las temperaturas, la resistencia del Ce rHunredad clel 4ou,
proclr'rcc su
horrnigón dcsciende, pero la deformación a la qrre se
rotura aumenta espectacularmelttc' al dismintrit asinrisntcr . Corrdqc!_úiclAd_Lé r nUC¿
- Hormigón de áridos calizos, Arttílogamettrt, si la deformación últina del acero viene condicionada
a
tenperatura anúimte en una pieza trabajando a
flexión por Ia prolundidad
del bloque rcntprimido a ,alores en torno al 0,3ó/o, el agotamiento de la pieza
rc -r,ó-o,rn (fr).o,oot t#l -------::-:
t'tl '',L al aluttzarse ltrs 400" c en la armadura se produce por compresión del
honnígón rt tltfutnctciout's en el acero en torno al O,i%, g por consiguiente
Para cálculos rápidos: al 75o/" de stt tttptttidad última, con el consiguiente descenso en la capaeidad
de ld pie:a."
lc (silíceos) = l,ó
l. (calizos) = 1,3 -I¿ ¿in
I
M0DUr..i ú1,
I
il EC,)
€. LASI rC ' DA i)
i
r ASTrCü
! 2()c
Las propiedades mecánicas de los aceros disnrinLry,en corr el
aumento de la temperatura y debemos tenerlo n'luv presente. ¡t
Fi{!r¡()R i iofta L I
I CCO
:,A'
deformación cle los aceros, en cl componanlicnto de las ¡riezas de Fig. | 1.20. CLtn'ar rotrtp.tt.rtjvas tlcl las recuperaciorltls de resistencia t:ntre
hormigórr arnlado: un accro l.lnrinado ¡ t-rlro e:;tirado en lrio.
"En el casl de pilares de hormigón, resulla que la deforntación tle rotura . En clranto a los.rccros del hormigón pretensaclo, mucha aten-
de un hormigón a 40OQ C es próxima al 0,7"/", A p6t a que el acero conto
(tltima, ción y cuiclaclo con k-rs tltisnros, porque su sensibilidad al fuego
lal a esa temperatura no tiene una pérdida notable de w capacidad
cs rnucho nás elevada cltte la que poseen los aceros de dureza
a Ia delormación del O,7o/o, la tensión de trabaio es dttl ortlen del 80o/o de la
natural lanrinados.
rotuta, A se produce el agotamiento prematuro de ltr pie:a a conryresiótt-
Los loriados retkulares
. La intensidad del fucgo que viene dada por la ct¡r¡a ISO tcm-
sjeldo i l; :e!':'i)er.ltLrr.¡ .itc.tnzada por el acero.
peratura-tiempo.
Para los cálculos timplificados:
. la masa dc la picza, es decir, la relación volumen-superficie
cxpuesta al fuego. (Cuanto mayor sea la masa más ciespacio €, = 14 l0-Ó t Aceros de armar
se calentará el hormigón armado).
ss:12 l0-ó [ Acerodepretensado
. Lá presencia de pantallas que aseguren la protección del
acero frente a la elevación de temperatura. tEl horrnigón del
recubrimiento forma una pantalla natural muy import¿rnl-e y
nrucho rnás si sobre él se ha dado un guarnecido de yeso.
Hay quc exigir espesorcs dc rccubrimicnto talcs quc Ias ar-
maduras permanezcan por debaio de la tenrperatLrra crítica
durante tiempos determinados de duración del fuego),
Los frrrlndns rclrtnir¡r¡s
E
\l ,1.t++:
accro y es el que exige que el hormigón se sacrilique ¡lrotcgiórr- zl
=l
- 15 lri*l
dolo con unos recubrirlienlos adccuaclos, i
tr' I
. l0l
En primer lugar, tenemos el efecto ,1a1 "¿¿.5¡.rnclirrdo", que aun- I
i
qLle es es¡rccífico del hormigón, conlleva el nesgo cle clLrc si sc pro- i
.,i
ducc prernaturanlente, reduce los rccr¡bnmicntos cle l¿rs ¡lrntacluras I
.
lan¡bit-'l.r cleberrros terler prcscntc, qttc cuartdo las Letllpera-
turas elevacl¿rs c1c las secciones alcal'tzal't a las armacLrras, los ftter-
tL-s incrcllentos trirnrversalc-s quc sc prodr-tcen ert l¿¡s rttistll¿ts,
ex¡:r-rlsiirr ;.r lc-r: rt.'t. ulrrinrlt:trtos deiánd<¡las erl situac¡(ilr indefens¿r,
por sL'r el ¡r:erc) un gr¿1r'l transmisor c¡rlorífico f rerlte al ltormigón,
rluclro rlás incne.
ffi;:,,t;
r¡t ' t.
rx.. -ahr
. lnde¡rencJientenrente
del efecto ¿nterior. ¡ruecie producirse un
desconch.rdo general del lrorniigón en I.ls zc¡n.rs cLrn'rpriri'liclas con
la sección s<.lmetid¿¡ al fuego por efecto dc l.r tc:nrpo.rtrrr.r y las
tensiones de conr¡'lresiór'r.
lig. I 1.24. r.l¡,;É-,:',,: l¡s consecirencias, cuanclc'¡ sc ¡ricrclc cl rccubrinticn-
to qUe pIóre!-:É d J,i rrlil'rr(1lilt15.
Dicho descpnc:hado es improb.rble que se l)rocluzca si se curr')
ple, sigricrrdo al EC-2, clue l¿t ¡nenor dinrelrsió¡ ¡11,, l,r seccrórl rec- . En r:l r';r:o clc'¡rrl.rres, Ias barras se dilatalr, Il.ilt(le¿lt y lracen
t¿r, b o h, en las zonas comprirridas de rig.rs, los¿is, nru¡ros y saltar los recubrrnlicntos, clando lugar a c¡uer la rcsistencia de k'¡s
¡;ilarcs, satisface las condici<,xres dadas en la i¡eur.l I I 23 fl'lisl')tos cli:.lrrilrr;\'¿l t¿rnto qLtc pueda pro(fitc:irse rrlr colapso gene^
ral clc l.r e:,lnr( tL)ri). Lo:; rc-culbrinlicnl.os e¡l los pilares sicrlprt: t1c-
['¡err ser ge!]erili(ri i'no scilo en el caso c.1c-.1 fr.regr.r, sino tanrbión
p.lra er'i!;rr l;¡ ct¡rrc-rsrcirr, puesto r¡ue los brazos rnecánicos dc las
armaclLir¡r¡ r-'tr los ntislltos, ¿il esLar somctido básic:arrrente a csfLler-
zos de corr'iftrÉ!iórL nL) tiencn la relev¿rncia nrecáltica l'li el pr()t;r-
!,lonisnro (llrLr ¿trlr-lLlie ren err l¿¡s lclsas y forjados, donde nrts
ntovL.nros cr.)r1 ü>llLrsores est ric los.
l-os forjados reticulares
Las penalizaciones económicas estructurales dc doi¿r a los a la btlrrtt. \lrr'rt¡r¿ts ¡7(rr-ii-ile,¡ lus temperaluras altas, el acero sigue
pilares de un recubrimiento gcneroso en sus armaduras es insig- contprimitndtt r?l lii.rrrliid(írr, 1t cl dr-scertso en Ia capacidad del andaie puede'
nificante, y los beneficios añadidos al hacerlo son muy elevados resullar parcialmn¡te c,1rtt,¡-scarnd0, pero las rcndiciones de adíterencia han
quedad,.t inenrisiúii u tr(ir'É',rtcrlhr dt't¡ladas, g la capaddad residual I'ras el
y cornpensan sobradamente.
¿rrfrianit'rr¡tr rrsirli¡ c¡t irrrür ca-so ínferiOr a la de la pieza durante el incendio.
. Uno de los problenras más grave que se prestrrrta en las cs-
tructuras de hormigón armacJo sometidas a un incenclio, ticne Eslo irrtr¡ ¿ttrr' iil /ti tl¿terminación de la capacidad residual de la
que ver con las alteraciones que experimentan las rrdhcrencias y esln¡a¡&r¿¡ tr.rs il,1 ir¿,"¡,. conipl¿tamente desarrollado sean generalmenle
anclajes de las armaduras cn el interior del hornigón' tletenninúnr$ ir¡-i rri¡t!litio,¡ds de adherencia, que no lo sott, sil embargo, en
¿l il-<l¡rr¡¿'¡t u¡¡ilrtrl !¿ni[)t'rülLtü del gas, g conseilenteme,lle en Ia definición
Los efecios térmicos sobre la adherencia han sido cstudi'rclos rle l¿¡-< ¿o¡rdr,r¡¡iis fr")¿rrrld. Precisamente es por esta musa plr lo que el
'ii
por Hertz mediante ensayos de pull'out en calicnte. Los resultados rn¿lodo nrr¡,< r¿i;r'::,¡,1',¡ IrJrLl e\taluú[ión de las condiciones de la estruclura
lLt
obtenidos siguen una ley muy similar a la variación de las rcsis- tras ¿1 inrc¡rrCr,r ¡: .,¡ irl-c¡,¡cciorl por ultrasontdos, porque se da la círrunstancia
tencias a compresión de un hormigón hasta los 300 Ó 400('C. l)or ¿/e 4rs ¡rrirrii:i¿.¡t ¡.i-ri rr¡cl¿rntpnte las lemperaturas en que la
pérdida de
encima de estas temperaturas, la adherencia disminlrye rrrás que adh¿r¿¡tttut ¡s rr.'¡¡til¡ ,'ort las de caída residual en [a velorídad de
A título de eiemplo, hcmos calculado un pórtico muy simple comcl tclrlc,rs los pil.rres. l-a deformación queda recogida en Ia
de honnigón armado, dortde henlos simr¡lado trn incendio qlle cil- l-ig. I I 25 v la ley rle flectores con dos valores representativos en
lienta I¿¡s vigas AB y BC y eleva la cara inferior cle las mismas laFie ll2ó.
200oC, mantcrriéndose la cara supenor a temperatttra ¡rrrrtriente así
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Cuando actúa el incendio suele producirse un gradiente térmico nos vernos obligados a considerar para consegrrir el objetivo nrás
entre las caras de las piezas y por consiguientc, dcformaciones importante y priorit.irlo: Que las estructuras no colapscn; conro
diferentes en las distintas fibras de las secciones. Los alargarnien- afortunadamente parece que tjenden a hacer, si se respeta unos
tos mayores suelen producirse en los techos, al encontrarse los
criterios mínimos de diseño, cálculo y construcción, aunque no se
suelos protegidos por los pavimentos, que no se desprenclerl como haya tenido presente el luego para nada
ocu rre con .los revestimientos.
;
tig'i Ia nueva d'tstri'bución de momenlos flu.torts ltie:tt u ltt pttra r
Los \'¿rlores cle cálculo rle las
propiedades de los nrateria-
o"rf to que ta seútín podría se regirán por la sigr'tiente
les sorleticjcs a ia ¿rcción cltl fr'rego'
con
2;;r;,;;;;iir*iÁrn'o ai'Ál^in'rc" nesativos'
por nms qtr¿ ¿l e/¿rto
aattarse írágilme'nte p* oititito^¡nnro
det horniqót.t'
idad expresión.
que de p arcialmr ntn'¡c0^ p' ui''iao
por eI' mpor l o'''.1' ¡ ¿ ¡s nul t to d¿ d c t i l
í ¡ ¡
r¿
X.l - \tl 'Xk
positila (¡tre
del hormigón a altas t''ii*itu'ot'
dada Ia t'arittción
iier (lo.
su deformacíón de rotura' pro¡lie<iacl a tent¡>erattlra normal
\o !'¡ i;'¡L't:'ri:i
Y. . \;r'.\r
expenmenta lJe
'il ''r:'a
tertrperaLura
en cuenta otro efeclo' Dadir Ia tt'¿ia
cle
de ci;c:'¡ prer¡riedacl e¡r silr¡ación
l;'r
Por último, haq que tener K' . F;ictor:eCr-ir:tL¡l
(. .
térm¡caTetioi^¡g'ón' el gratlfu,nle
d¿ tentpt'rcilrrcis dist¿¡ (l;eqtnc:uc ''Lt'-- .Idcfuego
conductibilidad
mucho de ser uníforme, g no sólo
iso, s¡no que el eíecto ds l.¡s tcrllpdr¿1[tir¿ls ,X.1, \';io: cle' cí r "r¡ ;'1e a cropicclacl en Situaclor
Todo ¿rlo rierre
air hormígón tampoco es linear.
sobre er móduro ae aefornan¡¿i
las iilrr¡s est'irr sorll¿fid¿¡s
c0m0 consecuencia que"ii' to'go
a''
'*seccidrl' úiil¿ lr"ldriri,l_si ricIttartt y nrecánicas sc emplca como
a unas condíciones toirr- quí u
deform.ación
pkui¿l. corr(r 4¿r¡erd
Piira las t:rlo¡:ieclaclcs térmicas
sección delonnatkt Io
u una coeficiente de ses¡trriclacl l'r urriclad'
i^ü;;;;r;i;;^¡e nnduci,iía plnttas
qeo^¿t;i'i'le Ia sección obtíga a 4¿r¿ lrts s¿ccio¡rcs básicos' tene-
aue el equilibrio
A¡¡lir'¡rrrlo clicho critcrio a nuestros materiales
a la apancíón tor'¡s l¿r'\idrr¿s rdsúr'rl¿s
;;;;;;;rt:; ptaías, etto contduce -de
tas.defonrrari0rr¿s (,rltrd c/l(is.
L¡
entre las distintas t,ar*-iui ,qu¡libren l'11()s:
a la e¡isrerrcin tle utlr' iottct
ioiiir*il¡, dn este'efe'ct;ion el'anterior condtrct
Hormigón:
de tracciones importantÁii
ti a,ttma de la pieza, t'ute pttedett conductr un,a I
obxn'orión, ptro (1u! af,.daría a la,
mícrofisuración intrrni- ii' *r',1 di¡ícit
caparidad fiente a *fu,ii de elentenlos si¡t nrntad¿rra lmrisl'¿rsal L.i =K. ttt'I^t20ü(')
t! foriadosl,
'o'íoníu
a ,;;';;;;i;1;inrc crítka ¿rt las losas 4¡1's¡'tt¿1(1as'"
K,. {tl = I
20'rC<t<100''C
llosas
(1.M. lzquierdo). Ió00-t 100"c<t<400Óc
K. (tl = I 500
qrrerido t'on:l.q*
Con locio lo expuesto, simplemente hetltos
el análisis 900-r
n.r"nifi"riá ri imposibilld-al i"it
qu" existc de etcctr-tar
K. {tl = 400'rC<t<900t'C
sometida a un ucgo senera- 62)
;;;i;; l" ;structura de un edificio
clue
f
900oC<t<t200"C
ffrr¿"'l-i,*fi.", ü.rern" forma' los caminos simplifir:ados K,. (t)= 0
L..os /orlados r¿li¡¡rlar¿s
Acero¡ ((rr
0,{
Dado que en los foria<.ios reticulares ordinarios el acero es el
convencional del tipo 84005 <¡ 1350OS, l.rs v.rria<.:ic.rnes cle 0,2
resistencia viene exprcsada por'
Que Lr¡ > 2'% Fisl II JB tl-'ot:jciente Krtt) dc clisminuciólr cle la rt.rsistencia caracte-
K. (t)= 700nL-<t<1200"C
3?h' rística r:,., ,:lel ¡rc.errl clt.:.¡rrrrar a alt.rs tentperalr.¡ras (EC.2).
t }
zonas dc tracción 04
D
cuanclo Er1 <2olo
K, (t) = ó50rC<r<1200c'C
'??3;' 02
¡!
0t
0 200 r00 600 ¡00 1000 t?oa
t cnof_
1 ( un¡ .!l 8¡r¡¡.
(iurr¡ ,J) ¡¡ur,r6r"s. ta'.¿¡let y con¡ones
0
(00 600 t00 r000 1200
AnLe la irr¡:osibiiidad física de abordar un análisis global de la
estructura, sonletida a r"tn fuego normalizado, por la infinitud de
tcn o[ '- v¿rri¿rblcs )' situ¡( ioncs qLle nos son desconocidas y el grado de
fig. I I .27 . Coeficicnle lq (t) cje dislninución dc la re::s:e:-rc:¿i c.¡r.rc..eríltjca complejidacl quc. present¿r el cálculo de un foriaclo reticular e¡r si-
¿ cornpresión del horrnigón de áridos siliceos a ah.'lc itj¡rncl.:tu!"¡s rEC-2). Lllación clc h.lego, cr-rnsicleranros suficiente recomendar que se ev¿¡-
luen los esfucrzos por ei nrótr,rclo sirnplificado que contcmpla el
EC-Z y el Anexo n.'7 dc l.r EHE, it travós de la exlrresión,
4',)2 tos loriados reliculares
Sin embargo, dado que el propio EC-2 a¡tortar abunclanLe aclecu¿rdas justificarcioncs t)or p¿lrtc de los proyecList¿rs al alza y a
información para cl cálculo dc las piezas aislaclas y Ia EFI[, nos la baja
dice: "En goneral, Ios métodos simplificados suponen una rcmprobación rle
Ios distintos Estados tímite Úttínos considerando ¿l¿nrcltos ¿strurluralcs . L¿s tal-¡las están elabc¡raclas para hormigones silíceos y, daci<t
aislados (se desprecian las acciones indireclas debidas al fuego: tlilatacionas, que los hormigones c¿lizos Liencn mejor comportamiento a fue-
deformaciones, etc.l, distribuc¡lnes de temperaturct prrcsta[tlecidas, go, las geonretrías cspccificadas admiten las siguientes considc-
generalmenle para secciones rectangulares V, c0m0 rt¡riaciorr¿s ¿ri las racioncs:
propiedades de los maleriale,s por efecto de la temperatura, ntodelos asintísmo
simplificados g sencillos": Darcrnos por buenos y ace¡rt.rbles conro - Err r,'ig;rs y losas, LanL() las dinrensiones lnínir-¡tas corrrc¡
prlncipios básicos de partida las dos especiiicacjones ¡rrinrcras dcl ios rc-cubrrrlientos puecJen rcducirse un l0%. Si se
EC-2 y nos olvidaremos de la Lercera, con objcto dc- ex¡toner it er:t¡>le.rn hormigones ligcros las reclucciones pucden
corrtinuación los rnétodos y criterios sinr¡tlific;rrlos clel ¡:royecto dc .llc:¿rlz¿r hast¿r el 20"/".
estructuras que podantos considcrar resistentes al fucgo según la
norrlrativa vigcnte. - fr r.lttiros no rcsistentes (¡.nrticiones), pueclert rcducirse
los csp(,sctres un l0%.
Finalmcnte, tallto el EC-2 como la EH[, adrniten v'accptcll'l qLte
cl cornportánlient.() frentc al ftlego de los elenrc-ntos L-strLlctLlr¿rles, - f¡l nrurrls rL-s¡stelttes y pilares, no sc admite reducción
puedan scr cvaluados mediante ensayos. alguna según lir EHE. El EC-2 pernrite reducir los
recubrjmientos, p(1ft) rro l¿¡s dir¡rensioncs mínirnas de
De todas las vías tnencionadas, Ia vía dc los c.ns¿1's5 y la ex- los elenlentos.
perinrentación nos parcce la más razonable y, scnxta. ¡,cs la que
deberíamos aplicar con caráctcr fundanrerrtal en el mirndo clc la
. Las t¿rt)las han siclo elaboradas para cvitar los desconclrorres.
por tanto, Io rel¿icit¡n¿do con los rnisrnos pucdc ser ignorado.
edificación.
o Cuando s(' Lisan las tablas, en general, no se precisan corn-
Si nos paramos a pensar un instante, rros claríamos cuenta
que, en la industria de la conslrucción, cl nún]ero cle'-ip<>logías probaciones ulteriores corrcspondientes a las capacidadcs frente
estrucl-urales que venimos aplicando apenas superan la doccna. ¿r esfr¡erzo coüar'rtc) y tletalles cle ancliije.
I 1.9.1. Generalidades
l;¡s tablas dc discño tienen una base ernpírictr ¡,un criterio l-iC. I Li0. Seccinrres fI:(:t¿s (1stfl.tcturalcs, r¡rostrando qué se entiende f¡or
conservadrlr, ¡lclr lcl cual, pucdcn ser modificadas con las recubrinlientr: rlecárrict-r ¿ v ró¡llr.r se evalúa.
l.os foriados rcticulares
. Para la función de capacidad resistente (R) los requisil-os nrí- lll Aa = 0,1 (tc - tr) mm tc = 500 "C
nimos relativos al tamaño de la sccción y protección al c¿llor del (Armacluras pasivas)
acero (distancia al eie), ha sido cstablecido en l¿rs t¡bl¡s cle forma
que: tc : 400 c'C ('l'endones)
cn básc a: Eo t
E¿
=o.ó Zonasordinarias
E¿,t = 0,7Ect Ts = l,l5
fy¡: Límite elástrco del acero a 20 oC
Debiéndose penalizar los recubrirnientos de "a" establecidos
para las armaduras de pretensado con los siguientes valorcs: A,: Arrnaclura teórica necesaria en el
cálculo original para E6
- Cordones: Aa : 15 m¡n
Ar: Armaclurir realmente colocada
- Alambres: Aa : 15 lnrn
- Tensión prevista para elacero en situación de fuego: I1.9.2. Diseño de soportes mediante tablas
. Lir normit IHE establece dc forma nruy simplista, la siguien-
or,' =o'ó'# #=18ó MPa tl8óo kPi cm2)
te tabl¿1,
Rcsistenci.t al tuego
- Coeficiente reductor:
¡ 50$'/l 5
Por consigttiente, dado que el rect¡brintiento lnc<:átlico sisterrt:ia a fr,rego clel t-lrden clc 180 a 240 lnirrutos. Si los pilares
propuesto en la tabl¿r es de 50 mm, realnrerlte nos bastaría Se er.lcucntr¿in cxpuestos a la itrtcmperie, donde cl recubrimietttO
considerar 43,7 mm. físico nríninlr: exigrclo por cuestiones de clurabilidad ya se eleva a
los 30 mrn, ten(:rnos ya ;rseguraclo un recubrimicnto mccánico más
Finalmente, dado que el horntigón está confeccionado con
que suficierrtc p¿lr¿t P,¿rantizar una resistencia a fuego de 90 a 120
árido calizo, el recubrimicnlo mecárrico real qttc debc ser
rrrinutos, sllficiente partt cubrir la mayor parte de las situaciones
considerado en el ProYccto es:
realcs relativas ¿t los nlistl'tt-ls
Si las armaduras a disponer son del calitrrt: Ó lÓ' los recr't['lri- I)immionca nrinln¡es (mm):
ancho del vrporte á.,o/distanci¡ ¿l eie ¿
micntos físicos reales deberán ser del orden de 30 nrnr, err vez de Resislcncis
Soporles
los 50 mm inicialmente exigidos. rcrmalir¡d¡
al fueBu Solnra6 expuc$toi Por má.e de una cam cf,Pu6t6
P(r úd em
.
para los elementos en tracción o vigas en liis qtte el cálculo ln ' O'2 Fn - 0.5 9¡ = O,7 Pr = O'7
t'¡ (proyecto) : b (tablas) + 0,8 (400 - tc) R r80 E¡il/ftl flrorio I I ruvso ¡ Fm/6ol
R 241.) I loo/5o I J +oo¡:o I F¡qd Iroo¡ro I
Como altemativa, puede aiustarse la distancia al cie de la ar- ll\u¡hRtrlr !:l Er!¡nlnr(nF clJE¡fisd!' cn l¡ Noms ENV ¡99:-l_l et decmlBnE'
madura, cle forma que se obtenga la temperatunr requerida para la
'l
tensión real del acero. al¡i¿r I L9. Soportes (EC-2),
436 Los loriados reticulares
cuanclo el fuego sólo actúa sobre una de las c¿¡ras del pilar. Las labl¿ iI lCr )''l-.:ii i panLallas (t,l lll). Ilspccificuc¡orles rrtíninras para rllu
dilataciones diferenciales que se producen sobrc el pilar al actuar rosi p¿¡:d..dS ¡' ;l::aciótt clC fr.regO.
el fuego por una sola cara, puede inducir esfuerzos dc flexión
peligrosos, que no se producen cuando el firego aictúa por igual
en todas sus caras.
. Si los pilares se encuentran confeccionados con áriclos
. fl
EC-2 piantea una tabla más completa en línea con la
calizos se permite rcducir los recubrimienlos, pcro no las propuesta para los pilarcs.
dimensiones mínimas segun el EC-2, un 107". Tanlbién especifica
cl EC-2, que cuando el ancho real del pilar "b", sea al menos I '2
el valor mínimo propucsto en su [abla, cs decir si,
breal> 1,2'bmínimo
Dimenslones mínimas (mm):
Espesor del muro/distsncia al qie para
puede reducirse el recubrimiento hasta una Resistencia
al fuego ¡n = 0.35 Fn = 0r7
situación mínima fiiada por condicioncs de
normalizado Muro expu€sto
durabilidad y adherencia de las armaduras, Muro expuesto \luro erpuesto Muro exPuesto
por unr cara por ombas caras por una cara por ambos caras
especificado en otros artÍculos del mismo.
(2) (3) (4) (5)
0)
REI 30 E@ ñtiljol" ftro^f [@
REI 60 l110;Tdr [20,'ól* @ f
"r^f
REI 90 F76ñ1. @ luo/rsl Wrd
R.EI I2O ll50,?5.l Il6,),'asl I r60B 5l @
REI I8O fl8o/4t l roo/451 Fro/sll boo-/ssl
Obsérvese la contraclicción conceptual existentc cntre ambas o Por tanto, todo lo qrie se cxpone se encrjentra referido
a las
nornas, cuando se trata de fiiar los recubrinlientos mínimos cle los vigas descolgadas, expuestas parcialmente al fuego por tres de sus
muros expuestos a una sola cara; y entre ambas creemos que la caras, dado que la parte superior se encuentra normalmente pro-
línca aceftada es la del EC-2, por el peligo que encieran las dila- tegida por el paquete que configura el pavimento,
taciones diferenciales originando momentos descontrolaclos,
cuando el fuego sólo actúa por una cara. Si por cualquier rara circunstancia la viga se encontrara ex-
puesta en todas sLls caras, a todo lo expuesto deberemos añadir
las sigu ientes especificaciones:
I 1.9.4. Tirantes: elementos sometidos a tracción El canto de la viga no debe ser menor que el ancho
mínimo requerido para el periodo de resistencia al fuego
respectivo.
La resistencia al fuego de los elementos de hormigón armado
y pretensado en tracción puede considerarse adecuada si se El área de la sección recta de la viga en la zona
siguen las especificaciones dadas por la tabla I I .12. traccionada no debe ser menor que :
oa
Debiéndose cumplir, además, las siguientes reglas: ¡--i
. Cuando el alargamiento excesivo de un elemento ¿i lracción
afecte a la capacidad portante de la estrr-rcttlra, prlede ser
b) Ancho variable
necesario reducir la temperatura del accro en el elemento
traccionado hasta 400 oC. En tales situaciones, Ias dist¿¡ncias
al eie de las armaduras debc incremerl[arse en l0 ¡¡rm
. l-r sección recta de un eleme¡to a tracq:i(in no clebe ser in-
ferior a 2 ' (b¡¡¡)2, siendo b¡¡¡¡ el menor ancho dado en la
tabla ll.l2.
cl Sección cn I
I 1.9.5. Diseño de vigas resistentes al fuego F¡9. I l.3l. Deiiri:ción de dirnensio¡les para diferentes tipos de vigas.
T¿¡.¿ I I I J \ ¡¿i rE.l ltl. Especificac-iones para vigas acusadas bajo los ft:r'
i¿Cc': c-rr ,e';-; ¿. lrrcgo segirr EHE.
AB
. EL EC-l ros ofrece la tabla de especificaciones I I .14 para
las,jga: ,!:r': Dlen'lente apoyadas y otra para las vigas continuas
ttatl'a I I 1:rt
---t --{
A B
Dimc¡sioncs ¡¡íD¡rn¡s (ñm)
O, Sacirin eu ru¡um R..iqcir
d fqo Combin¡clones poslbles dc a y D*
Amho del
uuliado slendo ¿ l¡ distami¡ media sl
elmr á,
F'ig. I 1,32, Viga con sccción cn dohlc T. con ancha dc alma v.rri.r- cJe ¡' á* ol rncho de la vlga
blc quc satisf¿rcc los rcquisitos dc una sección recta imagnaria
I 2 3 4 s 6
.
R30
@ @ @ @ @
Cuando el ancho real del patín infcrior exce<le el v¿rlor
lÍmite 1,4'b, (siendo b* el ancho real del alrna). la
l-rTl ET r'o,T Le-f
distancia al eie de las armaduras activas o pasivas clebe
R60 b*.
@ @ @ @ @
incrementarse hasta: d
t,rol r3Tl t 3ol rril
R90
@ @ @ @ @
der = á
t; d fa5-l f.:l f4o-l l-5-l
[',*t- *: )="
R 120 b-..
frm I fr4o I t3ool tEt frt6-l
. >
o I ó51 fsTl @ t45t
b*
Si las alas tienen un ancho b
que la viga se encucntra expuesta en torias sus caras.
3,5. se consiclera R rto 0..,.
@ @ f4ml f,too-l @
u fso I I ?o"l I 65-l 160l
La norrna EHE establcce únicamente la tabla I I 13. R, 2JO
@ @ @ @ @
con carácter general, y expresa que para v¡g;JS continuas
y para resis[encia al fuego R-90 o nlayores, rcconrierrda
a r*l l-o-'-l [75-l T?o-l
dú = a + l0 mñ (véasc nota ab¡jo)
que las armaduras negativas se prolonguen hasta l/3 cje
la longitud del vano con una cuantía no infcrior al 25u/n de P¿ra viSas dc hom¡igón prercnsádo debc renersc en crrcota el itrcremcnro dc disra¡cia at cjc dc
las armaduras que exis[an en los apoyos. ¡cucrdo con el apanado 4.2.2 (4j de esra Panc 1.2.
Además, exige qr.re el ancho del alma de las vigas nc.r ar cs la distancia del pa¡amento al ejc de la armadura para barms (alanbr6, cordonca) dc
esquina en vigas cn quc cl rero sc d¡sponc cn utra $ola c¡ps. Para velorcs dc á., superio-
sea inferior al ancho míninio espccificado en su tabla , ¿¡l rcs a los dados en la columna 4. ño €s pfcciso irrcrcr¡ren¡ar o.
menos en dc¡s cantos a izquierda y dcrccha dc los a¡royos.
' Us¡lGnte cl EñbnñiÉilo.5fE(¡frrlo en h Nofr ENv 1992.1-1 6 d.€ñidñc.
R30 ,"" @ @ @ @
o ET E uü
RóO l-rrol lrool f sool I rool
r¡
td E' ti:-I
R90 tE-l kml lsool rrEl
a tlrl |_rTl f-rTl
R 120 b^
@ @ @ @
a @ E fiTl
R 180 b^,
@ @ fóooI @
a @ @ [_sol
R ?40 t6t l-5oo I f-ool I 160-l
@ @ lóol
as = a + l0 r¡rn (vé¿sc nota abqio¡
Psfavigasdehorm¡8ónprcleÑ¡dod¿b€tenerseencuentaeiincrcmentodedista¡ciaalcjede
acücrdo con el apar¡ado 4.2.2 (4).
f:\f.r-!,¡ i
.i tl,.'¡",,," l( innrn$ni.. ,lc!r('in! t¡r¡ l¡r ric¡oncl clrtrttÉ(ttutFtrtat r h irúacÉn
li !n.,l,r¡rr d. h¡h.n¡('s tucolas rcrlcñcr qft dcb{ 3ar ¡b$rttkl¡ por h ¡n¡rtuñ
Jr tn.'hh É$n l¡ Ndn'¡ EXv llrt:-l-l:
-il t:n'¡rr¡:r¡ {. ñeftrnüji llcclt'ral ñsrst nl.\ & riurfilo con l¡ lau¿ir/n l¡ lo)
Fig, I 1.33. Et¡volr,entc r.lc rnomentos f lcctores resistentcs de vigas sobre so-
IJorLcs en condicic¡ncs rie fLrego.
Los lorjados reliculares
I 2
i \i ' il:trln
R 120 @ -l I .¡ Jr l; rrrr:l;'r,
f. y f,son las luces de flerión de la losa, (con flexrón en dos dtrecciones onogonales). siendo
t"
la luz mayor.
Pa¡a losas prerensadas debe tenerx en cuenta el incremenro de dtstmcia
al eje especiñcado en el
apanado 4.2.2 (4)
se ref¡ere a losas apoyadas
I-a distancia al cje a. en las columna.s .1 y 5 para losas bitlircccronales
en todo el contorno. En olro c¡so, debcn ser rratadas como lcrsas unidireccionales.
. Us¡lmne. cl ccubnmicn¡o cr¡rctñcado ¡xrr la Nomr¡ FNV l99? I I es dctcrx)rntnlc
.
Las losas continuas con aooyos lineales continuos, se regi- míninlo ;il r-rrenos l0-15 rnrn y un pavimcnto formado por
rán por las columnas 2 y 4 de la tabla I l.l7 y no dcbc habcrsc cal- gavín *
mortero + baldosa de hormigón o cerámica, configurando
culado las losas con redistribuciones por cncima del l5%; y para un paquete er'i tonlo.¡ los 7 cm de materia incrtc por su ¡xrte sutrrrior
resistencia al fuego R-90 o mayor, el 20o,zo de la amraiura qtte exista
sobre los ¿lpoyos se recomienda disponerla en tocl¿ l;-r lorrgitud de
los vanos.
1
I .3
Rfrl l:0 ij
fr¡o1
RL-I r 8f) f-:*l l5
te usadas en España:
Al recubrrnlrento geométnco inferior de las armaduras que se
- Forjados reticulares con bloques perdidos tJe horrttigón considerc, ¡ruede ari;idirsc, si existe, el enlucido de yeso a efectos
- Foriaclos reticulares con bloqtres aligerarltr:s de poliestireno de estim¡r sri elpesor frente al fuego, unos 20 mm ec¡rrivr:lentes
- Forjados reticulares de casetones rertr¡xrablcs v nen'ios vistos. en horrrtigórr
.¡osé Ma lzquierdo nos ofrece unos esqrlertt¿s ttlu-v ilr-¡str¿rti- Scgún los ensayos clisponibles, cl ycso de los eniucidos co-
vos de cómo actúa el fuego cualitativanrenle sobre forj;idos en la mienza a degr;rclarse.i partir de los 120 minutos, tal vez por lo cual
flgura I 1.35. la EHE fija cl cnteno mencionado de equivalencia para una R-120;
clritlQLl€ no es¡recifica cónro se cclnsiclera para urtas exigencias nta-
. Teniendo presentc quc un forjado rcticulár de bloc¡ues yorcs, una t:stinlaciórr adicional de espesor de hormigón dei mis-
perdidos de horrnigón suele enrple:rrse de fornra gener:iliz¿rcl¿r en rlo orclc-n clLre terrg¿ e-l c-s¡rcsor de la capa dc ¡reso colocada,
viviendas, lo normal es que lleve r-¡n enh-rcicl<¡ cle veso cle es¡:esor podría ser considerado corr)o razonable y por tanto admisiblc.
Los foriados reticulares
reticulares con bloques perdidos, podemos contar cl enlucido' do, podrían valorarse como los recuperables con el problema aña-
más una capa de hormigón de unos 20 mm que constituyc el fon- dicio de cont¿r con un tnatcrial de aligerarnicnto quc es
do de los bloques y posteriormente otros 20 mm adicionales de combustible, allnque cuantlo se encuentra protegido por el ycso
hormigón sobre cl propio nervio; todo lo cual permite que poda- tiencle a fundirsc y gotear, inflamándose ¡rosteriormente fuera del
foriac.lo, emit¡ernclo partículas volátiles y un humo rregro y derrso'
mos cstimar a efectos prácLicos, que esta ti¡rr>lt-:gía cie foriados
puede tener un comportamiento a fuego similar al de la losa rna- Méasc la descripción dcl ensayo')
ciza para exigencias de tipo R-I20 segun Ia EHE y por enc¡ma de .
Para los ít>riaclos reticulares con moldes recuperables el
pos-
R- 180, si tenemos prcsente los ensayos quc se menciotran
EC-2 nos propc)tle la tabla I I .l 9.
teriormente.
dd=.¡rfi.J--l
Enlaslosas¡rewadaspretensadas'ladlstanciaalejcadebcincremcntarscdeacuertloconclaparta-
do 4.2.2 (4).
4s¡i¡¡rlicaladisralrcianledtdaentreelcledelaan¡rat]urar.cl¡raramenltrtlelncrviocxPuest()al
fuego.
(C recrr¡rcnrbrlt'sl (f-C-21
Tatrla I L 19. l'oriaclos reticulart's
Los loriados reticulares 443
Como puede deducirse de la misma, la tabla I I .19 invallda to- No obstante. las prescripciones geométricas tan drásticas que
talmente como tipología constructiva todos los foriados reticula- establecen las tablas para las losas nervadas bidireccionales de
res habitualmente empleados en España, que arrancan sus nervios casetones rccuperables, podrían tener una razón de ser en la par-
con una base mínima de 120 mm y se proyectan con 50 mm de te inferior dc los nervios, dado que se cncuentran ampliamente
capa de compr*;ión. expuestos a la acción del fucgo; sin embargo, cuando dichas pres-
cripciones se establecen tambión sobre la capa de compresión, no
Por consiguiente, el empleo de la tipología de forladns reticu- encontranlos una iustificación razonable para las mismas.
lares de casetones recuperables, mientras se mantengan las exi-
gencias legales actuales sobre los tiempos de resistencia al fuego, Si nos centramos en los cantos de esta tipología de fodados,
habitualmente empleados en Españat 25*5,30+5, 35+5 y
y pesc a haber demostrado su bondad y buen comportamiento
que 40+ 5, Ia geometía de los nervios queda refleiada en Ia Fig' I l '3ó'
iránt" u fuegos reales, su uso debería quedar proscrito' salvo
pueda demostrarse lo contrario mediante la vía analítica del cálculo
rea-
b me¡or aún, mediante una serie amplia dc ensayos fielmente
l¡zadás; o meior todavía, cambiando los absurdos tiempos de RF
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CUBETA DE 40 CM DE ALTURA
CUBEÍA DE 3' CM DE ALTURA
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Lo más habitual en los proyectos españoles de estructuras con con un ligero mallazo del Q4 ó 05 -20 x 20, no considerado en
esta tipología, consiste en disponer un mallazo muy fino en la capa el cálculo, garantiza un espléndido comportamiento de las mismas,
de compresión, que rara vez se hace intervenir en los cálculos, sal- si tenemos en consideración nuestra expericncia como proyectis'
vo para cargas muy elevadas, disponiéndose las armaduras de tas de esta tipología de forjados, en todo tipo de circunstancias y
flexión negativa en la mitad superior de los anchos de los nervios. condiciones. y'en cientos de obras.
En dicha situación, los recubrimientos geométricos laterales que
se obtienen para los nervios, superan ampliamente las previsiones
nrás pesimistas relacionadas con el fuego, cifrándosc estos recu-
brimientos laterales por encima de los 70 u 80 mm para los F.R. de
I l.l l. Diseño de foriados resistentes al
25+5, 80 ó 90 para los de 30*5 y así sucesivamente a medida fuego basado en ensayos
que crecen los cantos. Para nosotros, las armadltras de flexión
negativa, pese a las bóvedas de aligeramiento. se ellcuentran en . Frente a la compleiidad de los métodos de cálculo generales
una situación bastante parecida a las losas macizas' y las prescripciones tan duras establecidas en las tablas de diseño,
especialnlente para los foriados reticulares recuperables, la única vía
f¡or otra parte, no debemos olvidar que esta tipología de for- razonable ). sclts.rta que le qucda disponible a la indl¡str¡a de la
jados, en los puntos de máximos esfuerzos es totaltnente maci- consl-n.¡cción ¡xra dernostrar al organismo de control
(o.c-T')' y por
zo, dada la presencia de los ábacos sobre los
pilares' La capacidad que foriados son capaces de
tanto a la_* coml¡ñías de seguros, sus
de soportes
resistente a momentos negativos, al llevarse banda
la
mantener una estabilidad al fuego sin colapsar por encima de lo es-
757ode toda la flexión á*ittent" en el pórtico viftual'
resultará sistemáti-
un tablecido. ]¡ sin producir víctimas, es la vía de ensayarlos
muy similar a la que tenga una losa maciza' dado que, la experiencia acumulada en el
.- i, *.to¿i.amente;
.oÁpott"ti"nto real frente al fuego de las estructuras de hormigon'
que deben adop
Y en cuanto a las prescripciones geométricas
que están basadas no sin,e conlo detllostración burocráticamente'
tarse sobre la capa de compresión, estimamos
un diseño plano dc- las nris- . 7' relati-
V t. it"n declucido del
supuesto de Lá EHE dice textualmente en el punto 4 del Anexo
puenteando entre nemos rec-
hu, qr" sea resistente a la flexión, vo al fuego, "un métotlo altemativo a los expuntos, es la cnmprobactón fren'
alguna; lo cual oblig la
tos, sobre los que no se éspecifica separación te al Íuegi nvdíattte ensauos realizados e interprelados de acuerdo can
unos espesores idónlicos para ellas' tanto si al estructural estudia'
a tener que adoptar UNE-23-093- El ,
conespondientes tipo de elemenlo
corno si deian
los neruios deian entre sí una luz libre de 50 cm' do."
gené-
lr0 ; üq* invalida dichas prescripciones con carácter
Estructuras frente la
rico. El EC-2 . Parte | -2. Reglas Generales' Progecto de
al empleo de métodos de
luego dtceen cl punto
2.'4.5:"Como alternativa
'o¡,tiuto, en resulLados de
al puede basarse
'u*,io,t':el rlittrcttsiona¡niento frente fuego
eneyls'"
y "P'uetlut lambién usane nmbinaciona de aátculo rtr
establece como
Y finalmente, la NBE-CPI/9ó, en su aftículo l7
ante el fuego de los elementos
iustificación del comportamiento
constructivos y materiales: "Maru de mnfornidad a nlrmas UNE' sallo
técnicas de esta norma
i-rrii¡roao de conformídad con las especifiucíones
-oas¡ci.
los ensauos
r-n t¿r¡1t0 rro existan estos distintivos, se admitirán
para uda caso'"
realizatlos segtin las Normas IJNE especiftcadas
aproximada alcom-
Con el ot'ljeto cle ofrecer una idea' algo
' que pJ"tnot esperar de nuestros foriados frente
frortauliento real realizados según
cnsayos
al fuego, van'los a citar y describir ues
UNE-23.093 .8 I .
consisten en la construc-
losas sobre los pilares' En general' los ensayos básicamente orden
Fig. I 1.37. Secciones dc los foriados del mismo del
ciórr de ttna parte ael fo'iu& iepresentativa donde se sintula
de 3 x 4 m que se .ontJ to*"
lecho clel homo
los foriados reticulares españo- calcula para la carga prevista'
l-as capas de compresión de cálocado se
hormi- .itÁ.-.dÉ,al foriado
distribui'
bóvedas que trabaian en uniformemente
les recuperables, son tu-'á*it"'
sea cual sea la ft¡ del iu;; il;;¿iint" r"tÉi¿"át *nottigon
¿"oos
se distribuyen los medi-
gón en masa, con res¡siencia sobrada do sobre el nrismo.
titr'án v
hormigón; y, por constguiente'
bastaúa que tuvieran un espesor
dores cle temperarura
(t;; pares) en ios puntos deseados y Ios
un buen comportamiento mecáni-
mínimo de 3 cm pu'u oUt"n"' medidores de deformaciones'
para las capas de compresión
co. Los 5 cm que
"to*"iAt*os
ts
l,¡s |oriados reticulares
A continuación, comienza a simularse el incendio elevando la ' Hasta los 180 minutos, aproximadamente, no se
temperanrra del homo según una relación tiernpo-tempcrahlra que generaliza la pérdida dcl cnlucido balo las viguetas, quc
se ajusta a la curva ISO R-834, hasta el punto descado o hasta que es prácticanrentc total cuando se concluye el ensayo.
la pieza se considera que oficialmente deia de ctrmpli¡ que suclc
ser cuando se alcanzan deformaciones del ordcn de los 150 mm
- L¿s bovedillas no sufrieron desperfectos de ningun tipo
(U30). Para los foriados, la norma UNE considera que picrden su ni prácticamenl"e pérd¡da alguna del enlucido inferior,
pcsc a tcnc'r en su interior temperaturas de 4000 C a los
cstabilidad mecánica cuanclo alcanzan una flecha durante el
IttO min.
ensayo de U30.
FO REL
BASF
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(ll'e'¡' - ii'"': : I ¡'rl ¡ I
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Los fortddos rclr(nlarcs 447
L¿simulacióndelfuegoserealizósiguienclolacurvalSOR-834'
tal y como se refleia en la figura I I 4l
I0a'c'
aco -
t.)O -
,1CC-
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c-t_ ,-:. ¡b ¿!
.l
- T!ero.
lrnr,l_':'l-
rninuto 69
¡lsl ltor-
la tcnt¡le:a:-l¡-" r'rl l)ü '1¿¡¡¡¡¡
Frg. I I 4l Cráfico <lc la evo]ución cle
rro scgtirt ISO R-8J4
sÍguie¡tte:
El re:sult¡do <Jel cnsayo fi¡e el
intcrlr¿l oscil'rl'ite alcanzalrclo
- Se observó una presión
c1e los gases enlitidos
¿l
valores de 40 Pa por acciórr
piczas de poliestircntr err cl inlerior
combustionar las
l¿s concllciones
clel homo. Esta sobreprcsión t:nciurccló
90' cn doncle se rlornr¿iliza
clel ensayo hasta el mintlto
las cc>ncliciones cle presiórr
a l0 ' I P¿i
-Nose-cletectarrfallosc]ecst¿lll(lLleida(lcltlr.rrltetodoellas
ciarldo resultacltls rrcg¿¡ti\'(lc
toclas
ensayo,
comprobaciones hechas al respecto
;rl fuego
- 1.1tenlperatura nleclia etr l¿ c¿ira Ilo e-\f)Llestij
nunc'l los I i4"'C'
fue cle 72"C, no sobrepasánclose
cl':liticlos del
- Los gases y abr'tndancia cie irr'rrrlo:' 'l ¡;artlr
de estos
mirttlto 25 ¡ro son infl¿rnratrle's El c¿ráctL-r
hunlos era denso Y de color oscuro
err toclo ei
- Lá n)uestra miJrltuvo la cst¿ibilir-l¿rcl nlecárlica
cJel errsiryo (122 rninl' h'¡blénc]osc
¿ric¿nzado
[ransctrrso
una flecha cle l2l mm dentro cle los línrites cle
estabilirlaclprccs|ableciclo,cl¡icltlclilc-li;iclisl;rtrtiaentre
apoyos g¡¿ dq 44O crll y pol t¡rrto l'j fieclr"r r-l-rá'rirl¡ clc
ir-restabiliclt:t) L/3O : l4Ó rrrtr.r En l¿ inf<-rrtrracióti ::g I I clt: humos clutantcl t-'l ensaytr
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disponible no se itrstitica porc¡rl.: se ¡liit'-r'izii el cnsayo
al llcgar a los 122 rllin.