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1. Título
2. Introducción
3. Desarrollo o cuerpo
4. Cierre o conclusión
5. Referencias (opcional)
La estructura del ensayo no es rígida; las partes o secciones son una manera de organizar
internamente el contenido.
De hecho, en los ensayos no es necesario indicar las partes con subtítulos, sino que cada
una da pie a la que le sigue, teniendo el tema como hilo conductor.
Los ensayos pueden ser de distinto tipo: expositivos, argumentativos, descriptivos, reflexivos,
críticos, académicos o escolares. También pueden ser de distintos temas: literarios,
filosóficos, científicos, o, incluso, sobre una película.
1. Título
El título del ensayo es un enunciado corto que identifica el texto y procura atraer al lector.
2. Introducción
Es una sección breve que inicia el tema y procura captar el interés del lector.
Esta sección no debe abarcar más de 10 o 15% del texto. Podría ocupar un párrafo o varios,
dependiendo de la extensión total del ensayo.
Por ejemplo:
La contaminación es hoy en día uno de los problemas ambientales que más afectan a las
poblaciones de las grandes urbes.
En esta parte, se explica cuál es el entorno o contexto del problema que se irá a abordar y el
alcance del asunto.
Por ejemplo:
En Ciudad de México, una de las ciudades más pobladas del mundo, debido a la existencia
de un parque motor tan numeroso y otros factores atmosféricos, la contaminación del aire es
particularmente alarmante.
Los carros que usamos actualmente emplean combustibles fósiles, que liberan toda clase de
sustancias contaminantes (monóxido de carbono, hidrocarburos y óxidos de nitrógeno). Todo
esto produce el llamado smog fotoquímico.
Enunciado de la tesis
Por ejemplo:
3. Desarrollo o cuerpo
Es la sección más extensa del ensayo, ya que abarca 75 u 80% del texto, porque allí se
explican los argumentos que sustentan la tesis.
En esta parte, el autor procede a indicar el argumento o los argumentos en los cuales se
basa.
Por ejemplo:
Se ha comprobado que los carros eléctricos a lo largo de su vida útil contaminan menos que
un carro que se alimenta de combustibles fósiles.
Explicación de los argumentos
En este punto, el autor realiza una exposición en torno a los argumentos sobre los que se
sostiene su razonamiento.
Por ejemplo:
Si pensamos que en Ciudad de México existen unos cinco millones de vehículos circulando
actualmente todos los días, podemos hacernos una idea de lo tremendo que sería el impacto
si todo el parque automotor pasara a ser eléctrico.
Identificación de objeciones
Por ejemplo:
Sin embargo, los críticos de los carros eléctricos sostienen que su fabricación llega a ser
hasta dos veces más contaminante que la de un auto normal debido al tipo de materiales
que son necesarios para la fabricación de su batería y motor.
Además de eso, señalan que si la electricidad que los alimenta proviene de energías
contaminantes, producto de la quema de combustibles fósiles, el impacto en el ambiente
seguiría siendo elevado.
Refutación de objeciones
Una vez identificados, los cuestionamientos pueden rebatirse para dar más fuerza a lo que
se quiere sostener en el ensayo.
Por ejemplo:
Pese a todo eso, hoy en día sabemos que considerando incluso su proceso de fabricación,
los carros eléctricos pueden llegar a ser hasta 30% menos contaminantes que un carro
normal.
5. Cierre o conclusión
El cierre o conclusión del ensayo consiste en unas pocas ideas que ponen fin al tema. Igual
que la introducción, ocupa un 10 o 15% del texto.
En esta parte, se comienza a cerrar el asunto sobre el cual se reflexiona retomando algunos
de los argumentos previamente esgrimidos.
Por ejemplo:
Reafirmación de la tesis
Por ejemplo:
Una ciudad con un parque automotor de las dimensiones de Ciudad de México requiere que
se tomen medidas urgentes para disminuir la emisión de sustancias contaminantes a la
atmósfera. Los carros eléctricos podrían ser parte de la solución.
Por ejemplo:
¿O será que tal vez no existe voluntad entre nuestros dirigentes para fomentar políticas
orientadas a mejorar la calidad de vida no solo de sus ciudadanos, sino también de las
futuras generaciones?
5. Referencias
La contaminación es hoy en día uno de los problemas ambientales que más afectan a las
poblaciones de las grandes urbes.
En Ciudad de México, una de las ciudades más pobladas del mundo, debido a la existencia
de un parque motor tan numeroso y otros factores atmosféricos, la contaminación del aire es
particularmente alarmante.
Los carros que usamos actualmente emplean combustibles fósiles, que liberan toda clase de
sustancias contaminantes (monóxido de carbono, hidrocarburos y óxidos de nitrógeno). Todo
esto produce el llamado smog fotoquímico.
Se ha comprobado que los carros eléctricos a lo largo de su vida útil contaminan menos que
un carro que se alimenta de combustibles fósiles.
Si pensamos que en Ciudad de México existen unos cinco millones de vehículos circulando
actualmente todos los días, podemos hacernos una idea de lo tremendo que sería el impacto
si todo el parque automotor pasara a ser eléctrico.
Sin embargo, los críticos de los carros eléctricos sostienen que su fabricación llega a ser
hasta dos veces más contaminante que la de un auto normal debido al tipo de materiales
que son necesarios para la fabricación de su batería y motor.
Además de eso, señalan que, si la electricidad que los alimenta proviene de energías
contaminantes, producto de la quema de combustibles fósiles, el impacto en el ambiente
seguiría siendo elevado.
Pese a todo eso, hoy en día sabemos que, considerando incluso su proceso de fabricación,
los carros eléctricos pueden llegar a ser hasta 30% menos contaminantes que un carro
normal.
¿O será que tal vez no existe voluntad entre nuestros dirigentes para fomentar políticas
orientadas a mejorar la calidad de vida no solo de sus ciudadanos, sino también de las
futuras generaciones?