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¿MIEDOS O REALIDAD?

MISTERIO
Estaba corriendo en un bosque, sentía la necesidad de huir, aunque no sabia de
qué o de quién. De pronto me caí al sentir que alguien me tomaba del pie y…

Desperté, llevaba dos semanas teniendo el mismo sueño, siempre me despertaba


en esa parte. Se sentía tan real que las emociones estaban presentes todo el
tiempo, creía que alguien me observaba, e incluso llegué a sentir que estaba
detrás de mí, pero no.

Lentamente me estaba volviendo loca, pero no quería que nadie lo supiera. Me


preocupaba lo que los demás pensarán de mí, odiaba la soledad. A pesar de estar
rodeada de gente en clases, la inseguridad y los nervios eran mis fieles
compañeros, aun así, nadie lo notaba lo que me pasaba.

Al cursar la preparatoria en turno vespertino llegaba el momento que odiaba, salir


entre las pequeñas, oscuras y tenebrosas calles. Me coloqué los audífonos y traté
de ignorar mis miedos.

Tenía la sensación de que no podía respirar, me temblaban las manos, cerré los
ojos un momento y comencé a correr, a casa. Al llegara mi habitación me sentí
más tranquila, pero no del todo, y aunque parecía que exageraba, era algo que no
lo podía controlar.

Por mas que luche por no caer, me quede dormida, hasta que sentí una mano
acariciar mi cara, me senté los más rápido que pude y vi una silueta negra, no
logre identificarla o verla con claridad, dado a que era de noche. Quise moverme,
pero parecía que estaba congelada, quería gritar, llorar, hacer lo que fuera, pero
no pude, en eso logre ver una sonrisa que me erizó los vellos antes de que se
diera media vuelta y saliera de la habitación. De repente sonaron las alarmas de
seguridad y por fin reaccione, trate de llegar hasta la salida, al tomar el pomo de la
puerta me jalaron del cabello y me tiraron al piso. “La próxima vez no será tan
fácil” dijo para soltarme y salir como si nada.

Fui a casa de una vecina y empecé a tocar la puerta desesperadamente hasta que
abrió, al ver mi estado en su gesto se visualizó la preocupación, me dejo pasar y le
explico lo que sucedió. Decidimos llamar a la policía, al contarles los hechos se
molestaron “Hay mejores maneras de hacernos perder el tiempo” pronunciaron, la
frustración se apodero de mí, y le pedí a mi vecina que me dijera que me creía,
que de seguro ella también había escuchado la alarma, bajo la cabeza y se
disculpo para decir que jamás se escuchó algo.

Sabía que lo había visto y escuchado, no podía ser parte de mi imaginación, o al


menos eso creía. Pero lo que no me dejaba en paz era el hecho que había
expuesto mi situación, todos se alejarían de mí, y no quería, me negaba a que
algo así pasará.

Al día siguiente me hice la enferma para no ir a clases, mis papás ni siquiera


prestaron atención a lo que les dije, como siempre estaban enfocados en su
trabajo y no en mí.

La voz de mi cabeza empezó a hablar y no paraba, “¿Qué pasaría si dejará de


existir? ¿Crees que los demás sufrirían si murieras? ¿Cuánto se tardarían en
olvidarte?”. Me dolía la cabeza, era una punzada constante, quería que se callara,
pero no lo hacía, las preguntas no paraban, una tras otra, cada una me hacia
sentir peor y de nuevo lo vi de reojo a mi lado para susurrarme “No te preocupes,
pronto todo terminará” …

Pasé toda la tarde pensando, pero no entendía a que se refería y me asustaba,


me esperaba cualquier cosa, así que decidí no salir de casa, y preferentemente
estar la mayor parte del tiempo en mi cuarto.

Y así fue, aunque seguía viendo la silueta y escuchando las voces, no había
pasado algo relevante, hasta hoy.

Todo empezó cuando tocaron a mi puerta, abrí y eran los oficiales de policía, lo
primero que dijo uno de ellos fue que necesitaban pasar para revisar la propiedad,
y dado a la orden que tenían en la mano acepte un poco confundida, de pronto
uno de ellos se acercó y dijo “Arréstenla” “Se le acusa del asesinato de sus
padres, tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga será usado en su
contra”

Empecé a llorar, habían muerto, se que no pasaba tiempo con ellos, pero eran mis
padres y los quería. A pesar de la situación no lograba pensar en otra cosa que no
fuera el que ya no estuvieran, las lagrimas no cesaban, no escuchaba las
preguntas, ni veía con claridad, solo se que me tomaron de los brazos y me
llevaron a un cuarto blanco, reaccione cuando alguien aplaudió en frente de mi
cara.

Me hicieron unas preguntas, las contesté lo más rápido que pude, quería irme a
casa y verlos ahí, sabiendo que ya no iba a ser posible.

Lo único que supe es que me trajeron a un hospital psiquiátrico, me habían


diagnosticado con esquizofrenia. Descubrí que había sido la asesina de mis
padres, dado a que me enseñaron pruebas de mi ropa con sangre y mis huellas
en el arma homicida no quedaron dudas, pero no recordaba nada.

Me drogaban con medicamentos, me sentía como si solo mi cuerpo estuviera


presente, estaba volando en un mundo gris, sin color, ya nada tenía sentido,
entonces una idea fugaz vino a mi mente y la tome, espere a que una enfermera
viniera a inyectarme mi medicamento y se distrajera, en cuanto lo hizo tome la
inyección y me corte las venas, ella salió corriendo en busca de ayuda.

Empecé a ver borroso per distinguí a alguien frente a mi “Gracias por encubrirme,
lástima que ya no podre devolverte el favor”, fue lo ultimo que escuche antes de
que todo se volviera negro.

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