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MISTERIO
Estaba corriendo en un bosque, sentía la necesidad de huir, aunque no sabia de
qué o de quién. De pronto me caí al sentir que alguien me tomaba del pie y…
Tenía la sensación de que no podía respirar, me temblaban las manos, cerré los
ojos un momento y comencé a correr, a casa. Al llegara mi habitación me sentí
más tranquila, pero no del todo, y aunque parecía que exageraba, era algo que no
lo podía controlar.
Por mas que luche por no caer, me quede dormida, hasta que sentí una mano
acariciar mi cara, me senté los más rápido que pude y vi una silueta negra, no
logre identificarla o verla con claridad, dado a que era de noche. Quise moverme,
pero parecía que estaba congelada, quería gritar, llorar, hacer lo que fuera, pero
no pude, en eso logre ver una sonrisa que me erizó los vellos antes de que se
diera media vuelta y saliera de la habitación. De repente sonaron las alarmas de
seguridad y por fin reaccione, trate de llegar hasta la salida, al tomar el pomo de la
puerta me jalaron del cabello y me tiraron al piso. “La próxima vez no será tan
fácil” dijo para soltarme y salir como si nada.
Fui a casa de una vecina y empecé a tocar la puerta desesperadamente hasta que
abrió, al ver mi estado en su gesto se visualizó la preocupación, me dejo pasar y le
explico lo que sucedió. Decidimos llamar a la policía, al contarles los hechos se
molestaron “Hay mejores maneras de hacernos perder el tiempo” pronunciaron, la
frustración se apodero de mí, y le pedí a mi vecina que me dijera que me creía,
que de seguro ella también había escuchado la alarma, bajo la cabeza y se
disculpo para decir que jamás se escuchó algo.
Y así fue, aunque seguía viendo la silueta y escuchando las voces, no había
pasado algo relevante, hasta hoy.
Todo empezó cuando tocaron a mi puerta, abrí y eran los oficiales de policía, lo
primero que dijo uno de ellos fue que necesitaban pasar para revisar la propiedad,
y dado a la orden que tenían en la mano acepte un poco confundida, de pronto
uno de ellos se acercó y dijo “Arréstenla” “Se le acusa del asesinato de sus
padres, tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga será usado en su
contra”
Empecé a llorar, habían muerto, se que no pasaba tiempo con ellos, pero eran mis
padres y los quería. A pesar de la situación no lograba pensar en otra cosa que no
fuera el que ya no estuvieran, las lagrimas no cesaban, no escuchaba las
preguntas, ni veía con claridad, solo se que me tomaron de los brazos y me
llevaron a un cuarto blanco, reaccione cuando alguien aplaudió en frente de mi
cara.
Me hicieron unas preguntas, las contesté lo más rápido que pude, quería irme a
casa y verlos ahí, sabiendo que ya no iba a ser posible.
Empecé a ver borroso per distinguí a alguien frente a mi “Gracias por encubrirme,
lástima que ya no podre devolverte el favor”, fue lo ultimo que escuche antes de
que todo se volviera negro.