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Juanjo tiene 25 años y trabaja como administrativo en una oficina de su pueblo natal.
Convive con sus padres y una hermana de 17 años. Su principal afición es tocar el clarinete
en la banda de música de su pueblo. Su familia lo describe como tranquilo en general,
educado, buen hijo y responsable, aunque más bien reservado e introvertido. En el mes
de marzo de 2011 su cuñado le llevó a urgencias del hospital Clínico después de
encontrarlo de madrugada deambulando por las afueras del pueblo, con aspecto sucio (el
pelo desgreñado, la ropa sucia, etc.,), y sin saber qué día era ni dónde se encontraba.
Había salido de su casa la mañana del día anterior para ir a su trabajo, pero no había
aparecido por allí. No fue capaz de decir dónde o con quién había estado durante esos dos
días. No opuso ninguna resistencia a ir al Hospital y se mostró aliviado al encontrarse con
su cuñado. En los últimos 2 meses había comentado a sus padres en varias ocasiones que
algo estaba cambiando a su alrededor, que no sabía qué era, pero que se sentía extraño, y
tenía como una sensación de miedo interior, “como cuando uno piensa que va a ocurrir
algo malo, aunque no sepa muy bien qué es”. Más adelante comenzó a despertarse
aterrorizado por las noches con la misma sensación y su padre tenía que ir a tranquilizarlo.
También se quejaba de que le costaba mucho concentrarse en el trabajo, y de que incluso
“se perdía” viendo una película porque (según relata su madre) Juanjo decía que era
“como si mi cabeza estuviera en otra parte…. Intento enterarme pero no lo consigo, no
consigo concentrarme…no me entero de nada… me pierdo… por ejemplo me quedo
colgado del nombre de un personaje y ya no sé lo que pasa después…”. Además su madre
informa de que cada vez estaba más inapetente, que prácticamente no comía nada, que
dormía poco, que muchas noches lo oía levantarse y deambular inquieto por la casa.
CONCIENCIA
PERCEPCIÓN
Alucinaciones auditivo – verbales: el paciente indica, son tantas las voces y los
gritos que me hablan, que no consigo librarme de ellas y no puedo pensar….”.
Cuando le preguntaron si se refería a las voces de las otras personas de la sala, dijo
“no, esas casi no las oigo, son las de dentro de mi cabeza, que me chillan y me
dicen cosas que no entiendo…pero me dan miedo, cualquiera tendría miedo en mi
lugar, ¿no le parece?...no es broma, no es ninguna broma, es horroroso….”
Alucinaciones somáticas; Decía que sentía la cabeza como si hubiera aumentado
de tamaño y le fuera a explotar.
ATENCIÓN
MEMORIA
AFECTIVIDAD
OTROS SÍNTOMAS
Anorexia