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ESCUELA DE PSICOLOGIA

Tarea 3

PRESENTADO POR:

Kenia castillo

MATRICULA:

05-0719

ASIGNATURA:

Práctica profesional (pasantía)

FACILITADORA:

Yasmin de la cruz M.A

María Trinidad Sánchez, Nagua


5 Diciembre 2019
República Dominicana
Introducción
La ética debe convertirse en un proceso planificado, con plena conciencia de
lo que se quiere lograr en la transformación de nuestras vidas. Debemos
desarrollar al máximo el juicio práctico y profesional para activar el
pensamiento ético, reconocer qué es lo correcto de lo incorrecto y contar con
el compromiso personal para mantener el honor y el deber.

Los principios éticos en el desarrollo profesional del psicólogo, se refieren a


que la práctica profesional de esta rama; es una actividad que coloca a los
psicólogos en situaciones en las que se ven comprometidos a tomar
decisiones sin tener toda la información necesaria, circunstancias por las que
este se debe plantear si se actúa de manera correcta y cuáles podrían ser las
consecuencias de su actuación sobre las personas.
Esta es la Unidad V del curso denominado: Ética Profesional del Psicólogo, lo
cual tendrá la oportunidad de conocer acerca de:

1. Definición de Ética del Psicólogo.

Todas las profesiones implican una ética, puesto que siempre se relacionan de una
forma u otra con otros seres humanos; unas de manera indirecta, que son las
actividades que tienen que ver con objetos, y otras, de manera directa con los seres
humanos, como son los casos de educadores, periodistas, psicólogos, médicos,
abogados, contadores, etc. Para estos últimos son más evidentes las normas éticas
de su profesión, puesto que deben tratar permanentemente con personas en el
transcurso del desempeño de su profesión. Los principios éticos en el
desarrollo profesional del psicólogo, se refieren a que la práctica profesional de esta
rama; es una actividad que coloca a los psicólogos en situaciones en las que se ven
comprometidos a tomar decisiones sin tener toda la información necesaria,
circunstancias por las que este se debe.

2. El profesional como ciudadano.

La palabra profesión deriva del latín, de la preposición pro y con el verbo fateor, que
significa manifestar, declarar, proclamar. De estos vocablos surgen los sustantivos
profesor y profesión. En este sentido, la profesión tiene como finalidad el bien común
o el interés público; nadie es profesional para sí mismo, pues toda profesión tiene
una dimensión social de servicio a la comunidad, que se anticipa a la dimensión
individual de la profesión, la cual es el beneficio particular que se obtiene de ella.
Resulta absurdo buscar el propio beneficio sin importar el beneficio comunitario,
porque lo que pase en cualquier colectividad siempre afectará para bien o para mal
a todos sus integrantes.

3. ¿Que son valores humanos?

Para evitar en gran medida los problemas de índole ético moral que surgen en el
ejercicio de una profesión o de un oficio, se deben poner en práctica principios éticos
que establezcan los parámetros y reglas que describan el comportamiento que una
persona puede o no expresar en determinado momento. No es difícil poner estos
principios en práctica, pero el omitirlos redundará en perjuicio propio y en el de las
personas con quienes se interviene o se interactúa. “Una decisión en la que está
envuelto el comportamiento ético de una persona, siempre va a estar enmarcada en
uno de los principios y valores aquí señalados”.
Honestidad. Aprender a conocer sus debilidades y limitaciones y dedicarse a tratar
de superarlas, solicitando el consejo de sus compañeros de mayor experiencia.

Integridad. Defender sus creencias y valores, rechazando la hipocresía y la


inescrupulosidad, y no adoptar ni defender la filosofía de que el fin justifica los
medios echando a un lado sus principios.

Compromiso. Mantener sus promesas y cumplir con sus obligaciones y no justificar


un incumplimiento o rehuir una responsabilidad.

Lealtad. Actuar honesta y sinceramente al ofrecer su apoyo, especialmente en la


adversidad y rechazar las influencias indebidas y conflictos de interés.

Ecuanimidad. Ser imparcial, justo, y ofrecer trato igual a los demás. Mantener la
mente abierta, aceptar cambios y admitir los errores cuando se entiende que se ha
equivocado.

Dedicación. Estar dispuesto a entregarse sin condición al cumplimiento del deber


para con los demás con atención, cortesía y servicio.

Respeto. Demostrar respeto a la dignidad humana, la intimidad y el derecho a la


libre determinación.

Responsabilidad ciudadana. Respetar, obedecer las leyes y tener conciencia social.

Excelencia. Ser diligentes, emprendedores y estar bien preparados para ejercer su


labor con responsabilidad y eficacia.

Ejemplo. Ser modelo de honestidad y moral ética al asumir responsabilidades y al


defender la verdad ante todo.

Conducta intachable. La confianza de otros descansa en el ejemplo de conducta


moral y ética irreprochable.

4. La ética y el comportamiento en la sociedad.

El cuestionamiento ético es inherente al actuar humano, por lo que resulta cotidiano


enfrentarse a situaciones que requieren de la toma de decisiones en el orden
individual y social. La toma de una decisión en lo general puede afectar a otras
personas o algún elemento del entorno, no es tarea sencilla. Lo anterior exige tener
en cuenta los principios éticos y obliga a plantearse una serie de preguntas que
deben ser respondidas por un trabajo de reflexión del individuo antes de tomar una
decisión, pues cualquiera de ellas, por simple que parezca, puede ser fuente de
conflicto. Actuar con inteligencia exige que consideremos bien la mejor manera de
lograr nuestros objetivos y también el valor de esos objetivos, de manera que nos
propongamos sólo objetivos éticamente aceptables. Las organizaciones públicas
tienen la responsabilidad y la conveniencia de actuar según las normas de la ética y
hacer prevalecer los valores que se correspondan con la ética vigente. Ello le
proporciona buena reputación, autoridad, confianza y credibilidad por parte de la
ciudadanía.

5. Los dilemas éticos de la sociedad actual.

Por lo general, las leyes cambian constantemente de acuerdo con las nuevas
realidades. La sociedad tecnológica ha abierto nuevas zonas en las que es posible,
y de hecho así ocurre, la proliferación de nuevos tipos de violaciones de la ética y de
los valores sociales, que en ocasiones caen en el terreno de la delincuencia:
espionaje tecnológico, incluido el informático, chantaje informativo, tráfico de
información privilegiada, robo de base de datos, los que se suman a los delitos ya
tipificados en la sociedad industrial, vinculados a la esfera económico-financiera,
como el fraude, la corrupción y otros. Existe una enorme responsabilidad que recae
en cada uno de aquellos que desempeñan una función pública, tanto desde el punto
de vista de su ejemplo personal de conducta intachable, como en su accionar con el
resto de la sociedad para que se cumplan y respeten los principios éticos y los
valores que deben prevalecer. Es por ello que la lucha contra la corrupción, como
expresión de uno de los grandes dilemas a los que se enfrenta la humanidad actual,
es un tema que convoca al debate y a la reflexión internacional, y exige la búsqueda
de soluciones radicales ante estos problemas. Existe el consenso de que ésta ha
llegado a tales dimensiones que se presenta como un obstáculo para el desarrollo
económico y social en muchos países, por cuanto ha llegado a minar todos los
ámbitos de actuación que comprometen la confianza pública, donde el funcionario
utiliza su cargo o investidura para provecho personal. Son millonarias las sumas que
se desvían del beneficio público a los bolsillos y las cuentas particulares, en
detrimento de la vida del más necesitado y legítimo dueño, que es el pueblo.

6.La ética del profesional.

Los trabajadores profesionales contribuyen al desarrollo de los seres humanos por


medio de su aceptación de los siguientes principios básicos:

1. Todo ser humano posee un valor único, lo que justifica la consideración moral
hacia cada persona.

2. Cada individuo tiene derecho a la autorrealización, hasta donde no interfiera con


el mismo derecho de los demás y tiene la obligación de contribuir al bienestar de la
sociedad.
3. Cada sociedad, independientemente de su organización, debe funcionar de
manera que proporcione los máximos beneficios a todos sus miembros.

4. Los trabajadores profesionales tienen un compromiso con los principios de la


justicia social.

5. Los trabajadores profesionales tienen la responsabilidad de dedicar sus


conocimientos y técnicas, de forma objetiva y disciplinada, a ayudar a los individuos,
grupos, comunidades y sociedades en su desarrollo y en la resolución de los
conflictos personales y sociales y sus consecuencias.

6. Los trabajadores profesionales deberán proporcionar la mejor atención posible a


todos aquellos que soliciten su ayuda y asesoramiento, sin discriminaciones injustas
basadas en diferencias de género, edad, discapacidad, color, clase social, raza,
religión, lengua, creencias políticas o inclinación sexual.

7. Los trabajadores profesionales respetan los derechos humanos fundamentales de


los individuos y los grupos reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos de las Naciones Unidas y otros acuerdos internacionales derivados de
dicha Declaración.

8. Los trabajadores profesionales tienen en cuenta los principios de derecho a la


intimidad, confidencialidad y uso responsable de la información, en su trabajo
profesional. Los trabajadores sociales respetan la confidencialidad justificada, aun
en los casos en que la legislación de su país esté en conflicto con este derecho.

9. Los trabajadores profesionales deben trabajar en estrecha colaboración con los


clientes y usuarios y en interés de los mismos, pero prestando el debido respeto a
los intereses de las demás personas involucradas. Se debe motivar a los clientes y
usuarios a que participen lo más posible y deben ser informados de los riesgos y
posibles ventajas de las propuestas de actuación que se les ofrezcan.

10. El trabajo es incompatible con el apoyo, directo o indirecto, a los individuos,


grupos, fuerzas políticas o estructuras de poder que destruyan a otros seres
humanos con el terrorismo, la tortura u otros medios violentos similares.

6. Criterios generales de conducta ética profesional.


 Tratar de comprender a cada cliente individual y su entorno, así como los
elementos que afectan su conducta y el servicio requerido.
 Mantener y defender los valores, conocimientos y metodología de la
profesión, absteniéndose de cualquier comportamiento que perjudique el
desarrollo de la misma.
 Reconocer las limitaciones profesionales y personales.
 Promover la utilidad, a través de los canales adecuados, de forma
responsable.
 Promover y compartir las oportunidades de conocimientos, experiencia e
ideas con todos los colegas, profesionales de otras disciplinas y voluntarios,
con el propósito de beneficiarse mutuamente.
 Llamar la atención de los organismos adecuados, dentro y fuera de la
profesión, en los casos de violación de los principios y criterios éticos
profesionales, asegurándose de que los clientes afectados sean
adecuadamente involucrados.
 Defender a los colegas contra actuaciones injustas.

7. Ley 22-01 del Colegio Dominicano del Psicólogo

El Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI) presenta el conjunto de principios


éticos que regulan la práctica de la psicología en la República Dominicana, conforme
a la Ley No. 22-01, de fecha 1ro. de febrero del año 2001, que crea el CODOPSI y
regula el ejercicio de la profesión de psicólogo.

Los principios éticos que conforman este Código de Ética y Disciplina fueron
elaborados por una Comisión designada por el Comité de Estructuración.  El
presente Código fue conocido y aprobado en sesiones de Asamblea realizadas
desde el 28 de octubre de 2001 hasta el 12 de enero de 2002.

El Código de Ética y Disciplina del CODOPSI provee a los profesionales de la


psicología los principios éticos que le permitan conducirse y enfrentar situaciones de
su competencia, procurando siempre el bienestar y la protección de los individuos y
de los grupos con quienes interrelacionan en su quehacer profesional.

Antecedentes

El presente Código de Ética y Disciplina se basa en el Código de Ética de la


Asociación Dominicana de Psicología, Inc. (ADOPSI), el cual fue aprobado en
sesiones de Asamblea realizadas desde el 25 de marzo al 9 de abril del año 1980.

Del ejercicio profesional

Art. 1.  Todos/as los/as psicólogos/as deben estar provistos/as del exequátur


correspondiente, tal como lo prevé la Ley No. 111, sobre ejercicio profesional, y la
Ley No. 22-01 que crea el Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI), en su
artículo 3 y sus párrafos.

Párrafo I.  Los/as estudiantes que estén cursando asignaturas que les requieran
desempeñar la función de psicólogo/a sólo podrán hacerlo bajo la supervisión
estricta, directa e inmediata de un/a psicólogo/a debidamente registrado en el
CODOPSI de la institución académica superior que otorgue, por lo menos, el título
de Licenciado en Psicología.  En esas circunstancias, los estudiantes se regirán por
este Código, siendo dichas partes (estudiante, supervisor e institución), susceptibles
de las sanciones correspondientes frente a violaciones al mismo.

Párrafo II.  Los egresados pendientes de título y/o exequatur sólo podrán


desempeñar la función de psicólogo/a bajo la supervisión estricta, directa e
inmediata de un/a psicólogo/a debidamente registrado/a en el CODOPSI.  En esas
circunstancias, ambas partes se regirán por este Código y serán igualmente
susceptibles de las sanciones correspondientes frente a violaciones al mismo.

Art. 2.  Los/as psicólogos/as no deben denigrar a otros profesionales ni hacer uso de


aspectos de su vida privada que puedan ir en detrimento de su prestigio.

Art. 3.  Los/as psicólogos/as no deben hacer uso de técnicas ni procedimientos en


las que no estén debidamente entrenados.  Debe reconocer las limitaciones que su
entrenamiento les impone y referir su cliente o paciente a colegas de la misma u otra
profesión, cuando el caso lo requiera, a la mayor brevedad.

Art. 4.  Los/as psicólogos/as deben denunciar al CODOPSI a cualquier persona que


ejerza la psicología sin cumplir con los requisitos establecidos por las leyes que
rigen la materia y por el presente Código.

Art. 5.  Los/as psicólogos/as no deben ofrecer sus servicios profesionales a ninguna


persona, a sabiendas de que está recibiendo asistencia profesional de otro
colega.  En casos de extrema necesidad, en ausencia del/la psicólogo/a a cargo,
deberá prestarle sus servicios hasta tanto regrese el titular, comunicándole de
inmediato su intervención al primero.

 
Art. 6.  El/la psicólogo/a no debe prolongar su intervención profesional
innecesariamente.  La intervención sistematizada debe de estar en consonancia con
el progreso del cliente o paciente.

Art. 7.  El/la psicólogo/a que participe en situaciones de conflicto frente a segundas y


terceras personas debe definir la naturaleza y dirección de sus responsabilidades,
así como mantener informadas a las partes sobre su posición.

Art. 8.  El/la psicólogo/a debe llevar un registro preciso, claro y objetivo de la labor
profesional que realiza.

Art. 9.  La información que aparezca en el directorio telefónico y/o en anuncios debe
limitarse a: nombre; dirección; número de teléfono; el más alto grado académico
obtenido en el área de la psicología; áreas de especialidad; servicios profesionales
que ofrece; y horario de oficina.

Art. 10.  Cuando el/la psicólogo/a, en su condición de tal, participe o aparezca


públicamente en promociones comerciales donde se recomiende el uso o compra de
artículos, productos o servicios debe tomar en cuenta su responsabilidad moral y
social ante la comunidad, a fin de prevenir situaciones que puedan general
trastornos de comportamiento.

Párrafo: Cuando el/la psicólogo/a labore en los medios de comunicación debe estar


igualmente consciente de su responsabilidad moral y social ante la comunidad.

Art. 11.  Cuando el/la psicólogo/a deba evaluar el trabajo profesional de un colega, a


solicitud de un organismo o autoridad competente, está obligado a rendir un reporte
escrito verídico y objetivo.

9- Ley de Salud Mental 12-06.

CONSIDERANDO: Que la salud es un derecho de todo ciudadano y ciudadana, y un


bien público que como tal debe ser promovido y respetado por el Estado Dominicano
el cual tiene la responsabilidad de preservarla y protegerla, garantizando el acceso a
los servicios de salud con calidad y equidad.

CONSIDERANDO: Que de conformidad con los términos de la Constitución de la


República, la finalidad principal del Estado consiste en la protección efectiva de los
derechos de la persona humana y que la salud constituye un bien de importancia
social y un factor básico para el desarrollo de la persona en todos sus aspectos.
CONSIDERANDO: Que la salud constituye un derecho humano inalienable que
debe ser promovido y satisfecho por los gobiernos y Estados mediante el desarrollo
biológico, social, psíquico y moral de cada ser humano.

CONSIDERANDO: Que la salud mental es parte integral del estado de bienestar


físico, psicológico y social de las personas y que tanto los factores biológicos como
los sociales de la salud, están debidamente representados en la estructura
organizativa de la Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social.
CONSIDERANDO: Que las instituciones encargadas de velar por la salud y
bienestar de la población dominicana así como de prestar los servicios de salud
mental, requieren de una efectiva modernización, y que para el logro de tales fines
deben elaborarse políticas de Estado en materia de salud mental, de acuerdo a los
requerimientos de la sociedad.

VISTA la Constitución de la República.

Disposiciones Generales

ARTÍCULO 1.- La presente ley tiene por objeto regular el derecho a la mejor
atención disponible en materia de salud mental de todas las personas en el ámbito
de lo dispuesto en la Ley General de Salud, en su Libro I, Artículo 3, atención que
será parte del sistema de asistencia sanitaria y social. Se entiende a la salud mental
como un bien público a ser promovido y protegido por el Estado a través de políticas
públicas, planes de salud mental y medidas de carácter legislativo, administrativo,
judicial, educativo y de otra índole que serán revisadas periódicamente.

ARTÍCULO 2.- La autoridad de aplicación de la presente ley será la Secretaría de


Estado de Salud Pública y Asistencia Social, a través de la Subsecretaría de Estado
de Salud Mental, creada por la presente ley para tales fines.

ARTICULO 3.- La autoridad de aplicación debe contemplar los siguientes


lineamientos y acciones en la conducción, regulación y organización del Subsistema
de Salud Mental:

:
Análisis sobre la Ley 22-01 del Colegio Dominicano del Psicólogo (CODOPSI),
como Organismo regulador del Ejercicio de la Profesión de Psicología en el
País. EL CONGRESO NACIONAL.

EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA

Ley No. 22-01

HA DADO LA SIGUIENTE LEY:


Capítulo I

Del ejercicio de la psicología


Art. 1.
Se crea el Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI). El ejercicio de la
profesión de psicólogo en la República Dominicana queda regido por la presente ley
y por el Código de Ética y Disciplina del Colegio Dominicano de Psicólogos
(CODOPSI).
Art. 2.
Se define como ejercicio de la profesión de psicólogo la utilización del conocimiento
adquirido mediante el estudio científico de los procesos cognitivos y del
comportamiento humano y animal, tanto en la realización de trabajos de
investigación y de docencia, como en la prestación de servicios profesionales a
personas físicas y/o morales, en cualesquiera de sus áreas especializadas.
Art. 3.
Sólo pueden ejercer la profesión de psicólogo en el territorio nacional las personas
graduadas en esta disciplina, en el país o en el extranjero, con un nivel académico,
por lo menos de licenciatura, siempre que los títulos de las personas graduadas en
el extranjero sean revalidados y/o reconocidos por una universidad de la República
Dominicana que otorgue el título de licenciado en psicología y que las mismas
cumplan con las leyes y reglamentos que rigen la materia.

Párrafo I.
Para el ejercicio de la psicología clínica se requerirá, además, haber completado
estudios de post-grado en esa área con un nivel académico, por lo menos de
especialista, expedido y/o revalidado por una universidad dominicana debidamente
autorizada por los organismos competentes; y estar inscrito en el CODOPSI como
psicólogo clínico. Los profesionales de la psicología que, al momento de
promulgarse la presente ley se encuentren en pleno derecho de ejercer la psicología
y no cumplan con este requisito, tienen un plazo máximo de cinco (5) años para
realizar los estudios de especialidades.
Párrafo II.
Para que los profesionales de otras áreas ejerzan la psicología clínica es
imprescindible que tengan el título de especialidad en psicología a un nivel de
doctorado. Para las demás áreas se requiere un título en el ámbito de maestría.
Párrafo III.
Los profesionales de otras áreas que realicen estudios de especialidad en psicología
sólo quedan autorizados a ejercer como especialistas en esa área.
Párrafo IV.
Quedan exceptuados de las presentes disposiciones los psicólogos graduados en el
extranjero, debidamente autorizados a ejercer la profesión de psicólogos en su país
de residencia, que sean contratados como docentes o consultores técnicos, para
realizar servicios específicos por tiempo determinado, por personas físicas o
morales, pública o privada, nacionales e internacionales.

En el caso de las instituciones públicas y autónomas del Estado, se deberá consultar


al Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI), antes de concertar el contrato.
Dichas instituciones estarán en obligación de informar al CODOPSI su decisión al
respecto. Cuando se trate de personas e instituciones privadas, esta contratación
deberá estar sujeta a la aprobación previa del CODOPSI, en el caso de que en el
país no hubiere personal calificado disponible.

Art. 4.
Para ejercer la profesión de psicólogo en el país, es necesario que la persona
titulada, esté o no colegiada, cumpla los requisitos siguientes:
a) Estar amparada en un exequátur expedido por el Poder Ejecutivo;
b) Estar registrada en el Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI); y
c) Tener residencia permanente en el país.
Párrafo.
Los psicólogos sólo podrán depositar la solicitud de exequatur en el Colegio
Dominicano de Psicólogos (CODOPSI) quien, a su vez, lo tramitará al Poder
Ejecutivo, vía la Secretaría de Estado correspondiente.
Art. 5.
Para prestar servicios como psicólogo en la administración pública o en las
instituciones autónomas del Estado, es obligatoria la celebración de un concurso
público con la participación del CODOPSI, con derecho a voz y a voto, tanto en la
elaboración de los términos del concurso, como en la elección de los candidatos. Se
exceptúan de este concurso los puestos puramente administrativos.
Capítulo II
Del Colegio Dominicano de Psicólogos
Art. 6.
El Colegio Dominicano de Psicólogos queda investido con personalidad jurídica y
patrimonio propio, de una duración por tiempo indefinido, y su domicilio legal estará
en la ciudad de Santo Domingo, capital de la República Dominicana, y funcionará de
conformidad con los fines establecidos en la presente ley, el Código de Ética y
Disciplina y los estatutos del Colegio.
Art. 7.
El Colegio Dominicano de Psicólogos tiene como función:
a) Velar por el cumplimiento de la presente ley, el Código de Ética y Disciplina y el
correcto ejercicio de la profesión de psicólogo en el país;
b) Realizar actividades que coadyuven al ejercicio legal de la psicología;
c) Actuar como asesor del Estado en materia de psicología;

d) Regular que el uso, la aplicación e interpretación de psicoterapias, tales como:


terapia familiar, de grupo, conductual, sexuales, psicoanalíticas, asertivas y de
modificación de conductas, entre otras; pruebas psicológicas y otros recursos y
procedimientos, sean ejercidos por profesionales de la psicología calificados y
debidamente autorizados por el CODOPSI;
e) Regular la distribución y venta de equipos, programas informáticos,
exclusivamente a profesionales autorizados, así como cualesquiera otros materiales
relacionados con la psicología, de conformidad con las disposiciones establecidas
en el Código de Ética y Disciplina del CODOPSI;
f) Propugnar por el establecimiento y desarrollo de servicios públicos relacionados
con la psicología;
g) Propugnar por la defensa y mejoramiento de procedimientos técnicos legales.
Especificaciones y leyes que rijan los nombramientos, funciones y permanencia de
los psicólogos en las instituciones privadas, públicas y/o autónomas del Estado;
h) Velar por la buena formación y entrenamiento de la profesión en la psicología,
junto con las diferentes universidades del país, el Consejo Nacional de Educación
Superior, así como cualesquiera otros organismos equivalentes que puedan existir;
i) Realizar actividades que incrementen los conocimientos y la proyección científica
de los profesionales;
j) Representar a los colegiados ante las organizaciones nacionales e internacionales
que se relacionen con el ejercicio de la psicología;
k) Colaborar con la comunidad, a fin de prevenir situaciones que puedan generar
trastornos de comportamiento;
l) Designar a los representantes del CODOPSI ante los organismos públicos y
privados de los cuales el Colegio sea miembro;
m) Cualesquiera otras funciones que prevean las leyes y/o el Código de Ética y
Disciplina del Colegio.
Capítulo III
De los colegiados
Art. 8.
Para ser miembro del Colegio Dominicano de Psicólogos se requiere:
a) Estar amparado en un título académico expedido, revalidado y/o reconocido por
una institución universitaria dominicana que, por lo menos, otorgue el título de
licenciado en psicología;
b) Hacer una solicitud por escrito dirigida al Colegio, anexando su currículum vitae y
los documentos que justifiquen el título de psicólogo;

c) Tener residencia permanente en el país;


d) Estar amparado o tener en trámite el exequátur correspondiente y
e) Obtener la aprobación del Consejo Directivo del Colegio.
Art. 9.
Son derechos de los colegiados:
a) Ejercer profesionalmente la psicología;
b) Elegir y ser elegidos en cualesquiera de los organismos del Colegio; y
c) Participar de los beneficios del CODOPSI.
Art. 10.
Son deberes de los colegiados:
a) Defender el bienestar de los psicólogos miembros del Colegio;
b) Denunciar ante el Colegio las intromisiones que, en ejercicio de la psicología,
hagan personas y/o profesionales no amparados por la documentación
correspondiente;
c) Participar en todas las actividades que organice o delegue la asamblea y/o el
consejo directivo;
d) Mantenerse al día en el pago de la cuota establecida por los estatutos del
Colegio;
e) Cualquier otro deber que establezcan los estatutos del Colegio, la asamblea y/o el
consejo directivo.
Art. 11.
Los colegiados están regidos por la presente ley, por el Código de Ética y Disciplina,
y por los estatutos del Colegio, y deberán acatar las disposiciones que adopta la
asamblea y/o el consejo directivo del Colegio.
Capítulo IV
De los organismos del Colegio
Art. 12.
Son organismos del Colegio: la Asamblea General, el Consejo Directivo y el Consejo
de Ética y Disciplina. Se podrán crear otros organismos que la Asamblea General
considere necesarios, sin necesidad de modificar la presente ley.
Capítulo V
De la Asamblea General Ordinaria
Art. 13.
La Asamblea General es la máxima autoridad del Colegio y estará integrada por los
colegiados que estén al día en el pago de sus cuotas. Se considerará legalmente
constituida cuando estén presentes más de la mitad de sus miembros.

Art. 14.
La convocatoria será realizada por el presidente y el secretario general, previa
aprobación del consejo directivo, o a solicitud de por lo menos el diez por ciento
(10%) de los miembros del Colegio, con derecho a voto, en los plazos y en la forma
prevista en los estatutos del mismo. Si la asamblea no puede celebrarse por falta de
quórum, se procederá conforme lo disponen los estatutos.
Art. 15.
La asamblea estará dirigida por el presidente del Colegio Dominicano de Psicólogos
(CODOPSI) y las decisiones de las mismas serán adoptadas por mayoría absoluta
de votos de los miembros presentes con derecho a voto.
Art. 16.
Corresponde a la Asamblea General Ordinaria:
a) Elegir los miembros del Consejo Directivo, los vocales del Consejo de Ética y
Disciplina y los miembros de cualquier otro organismo permanente que fuere creado;
b) Establecer las cuotas de los miembros del Colegio y aprobar cualquier forma de
ingresos no prevista en la presente ley;
c) Conocer los informes y las memorias presentadas en la asamblea general
ordinaria anual;
d) Crear y asignar otras actividades a los miembros directivos del Colegio, a los
vocales del Consejo de Ética y Disciplina y a cualquier otro miembro del Colegio;
e) Conocer y decidir sobre las sanciones recomendadas por el tribunal superior a
cualquier miembro directivo o vocal de los consejos u organismos mencionados en
el acápite a) del presente artículo;
f) Resolver cualquier otro asunto no previsto en la presente ley, en el Código de
Ética y Disciplina o en los estatutos del Colegio.
Párrafo.
El procedimiento que deberá seguirse para convocar y efectuar las elecciones estará
establecido en los estatutos del Colegio.
Capítulo VI
De la Asamblea General Extraordinaria
Art. 17.
La Asamblea General Extraordinaria se reunirá mediante convocatoria hecha por el
presidente y el secretario general del Colegio, previa aprobación del Consejo
Directivo o cuando, por lo menos lo solicite el diez por ciento (10%) de los miembros
del Colegio, con derecho a voto, y se hará únicamente para conocer de los asuntos
de su exclusiva competencia previstos en la presente ley.
Art. 18.
La Asamblea General Extraordinaria estará dirigida por el presidente del Colegio
Dominicano de Psicólogos y las decisiones se tomarán por mayoría absoluta de
votos de los miembros presentes.
Art. 19.
Corresponde a la Asamblea General Extraordinaria:
a) Modificar los estatutos y el Código de Ética y Disciplina del Colegio;
b) Elegir miembros para ocupar los cargos vacantes del Consejo Directivo, del
Consejo de Ética y Disciplina y de cualesquiera otros organismos, por ausencia
permanente, renuncia, incapacidad o muerte de los titulares de los mismos, por el
resto del período que correspondía agotar a dichos titulares;
c) Disolver el Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI).
Art. 20.
La Asamblea General Extraordinaria, cuyos fines sean modificar los estatutos y/o el
Código de Ética y Disciplina, será convocada exclusivamente para tales fines,
requiriéndose la asistencia de las dos terceras partes (66%) de los miembros del
Colegio.
Párrafo.
En caso de no poder celebrarse la asamblea por falta de quórum, se harán otras
convocatorias en igualdad de condiciones.
Art. 21.
La Asamblea General Extraordinaria, cuyos fines sean disolver el Colegio
Dominicano de Psicólogos, será convocada única y exclusivamente para tales fines,
requiriéndose la asistencia de las tres cuartas partes (75%) de los miembros de
CODOPSI.
Párrafo.
En caso de no poder celebrarse la asamblea por falta de quórum, se harán otras
convocatorias en igualdad de condiciones.
Capítulo VII
Del Consejo Directivo
Art. 22.
El Consejo Directivo estará dirigido por el presidente, y sus miembros serán elegidos
anualmente por mayoría de votos, de acuerdo con las disposiciones contenidas en
los estatutos del Colegio.
Art. 23.
Corresponde al Consejo Directivo:
a) Cumplir y hacer cumplir la presente ley, el Código de Ética y Disciplina, los
estatutos del Colegio y las decisiones de la asamblea general;
b) Actuar como tribunal superior, integrando los vocales del Consejo de Ética y
Disciplina;
c) Aplicar las sanciones que recomiende el tribunal disciplinario y/o superior;
d) Administrar todos los fondos y bienes del Colegio, así como autorizar al
presidente y al secretario de finanzas a recibir cualquier donación que se haga al
Colegio;
e) Autorizar la admisión de nuevos miembros que hayan cumplido con los requisitos
establecidos en la presente ley;
f) Rendir un informe sobre las actividades realizadas en cada asamblea general
(ordinaria o extraordinaria);
g) Presentar una memoria a la asamblea general ordinaria eleccionaria correspondi
ente, sobre las actividades desarrolladas durante su período de dirección;
h) Convocar, de acuerdo con los estatutos del Colegio, las asambleas generales
ordinarias y extraordinarias;
i) Conservar un acta de todas las sesiones ordinarias y extraordinarias, tanto del
consejo directivo como de las asambleas generales;
j) Designar a los miembros de las comisiones de trabajo que fueren necesarias;
k) Adoptar cuantas decisiones sean necesarias para los fines del Colegio, que no
estén expresamente atribuidas a la asamblea general;
l) Cualesquiera otras actividades que le sean asignadas por la asamblea general,
ordinaria o extraordinaria.
Art. 24.
El Consejo Directivo se reunirá y funcionará de acuerdo con los estatutos del
Colegio.
Capítulo VIII
Del Consejo de Ética y Disciplina
Art. 25.
El Consejo de Ética y Disciplina del Colegio Dominicano de Psicólogos estará
integrado por un miembro del consejo directivo, quien lo presidirá, y los miembros
del Colegio que, elegidos al efecto, fungirán como vocales, de acuerdo a los
estatutos.
Art. 26.
Corresponde al Consejo de Ética y Disciplina:
a) Evaluar las denuncias hechas por escrito sobre las violaciones cometidas por
cualquier psicólogo a la presente ley y al Código de Ética y Disciplina. Se evaluarán,
además, las violaciones a los estatutos del Colegio y/o las disposiciones adoptadas
por la asamblea general y otros organismos del Colegio;

b) Investigar las denuncias recibidas contra los profesionales de la psicología por


violaciones del ejercicio profesional y/o al Código de Ética y Disciplina. Los
resultados de dichas investigaciones podrán ser hechos del conocimiento público si
a juicio del Consejo Directivo conviene a los intereses del Colegio;
c) Investigar las denuncias que sean recibidas contra personas no profesionales de
la psicología, por ejercicio ilegal de la profesión de psicólogo, y tomar las medidas
que correspondan de conformidad con la presente ley, el Código de Ética y
Disciplina, los estatutos del Colegio y cualquier otra decisión adoptadas por la
Asamblea General (ordinaria y extraordinaria);
d) Actuar como Tribunal Disciplinario.
Art. 27.
El Tribunal Disciplinario tendrá las atribuciones siguientes:
a) Juzgar a los Psicólogos sometidos al Consejo de Ética y Disciplina por las
violaciones cometidas contra esta ley y el Código de Ética y Disciplina o las
violaciones a los estatutos del Colegio.
b) Recomendar al Consejo Directivo las sanciones que considere de lugar, en el
caso de aprobarse que se ha faltado a la presente ley y/o al Código de Ética y
Disciplina, y a los estatutos del CODOPSI, de acuerdo a lo establecido por esta ley.
Art. 28.
De acuerdo a la gravedad de la falta, el tribunal disciplinario podrá recomendar las
sanciones siguientes:
a) Advertencia;
b) Amonestación privada;
c) Amonestación publica;
d) Suspensión temporal o definitiva como miembro;
e) Solicitar al Poder Ejecutivo la suspensión temporal de su exequatur;
f) Suspensión temporal o definitiva del CODOPSI;
g) Solicitar al Poder Ejecutivo la cancelación definitiva de su exequátur
.Art. 29.
El tribunal superior del Colegio es competente para conocer de las violaciones
cometidas por uno cualesquiera de los miembros del Consejo Directivo contra esta
ley, el Código de Ética y Disciplina, los estatutos del Colegio y las disposiciones
adoptadas por los organismos calificados del Colegio.
Art. 30.
El procedimiento a ser seguido ante el tribunal disciplinario y/o ante el tribunal
superior del Colegio será establecido en los estatutos del Colegio.

Capítulo IX
Del sello e insignia
Art. 31.
El Colegio Dominicano de Psicólogos tendrá una insignia o emblema distintivo, de
acuerdo a lo establecido en los estatutos del Colegio.
Capítulo X
De las sanciones
Art. 32.
Las personas que ejerzan ilegalmente la psicología, se atribuyan esa calidad
profesional, así como que usen, apliquen, interpreten y/o distribuyan materiales y
equipos psicológicos serán sancionados con multas de tres (3) a diez (10) salarios
mínimos promedio o con prisión correccional de seis días a dos años, o ambas
penas a la vez. En los casos más graves o de reincidencia, serán sancionadas con
multas de once (11) a treinta (30) salarios mínimos promedio.
Párrafo I.
Las personas físicas o morales que, a sabiendas, contraten a una persona que
ejerza ilegalmente la psicología para prestarles servicios a terceros, serán
sancionadas también con las penas establecidas en el presente artículo.
Párrafo II.
Además de las sanciones indicadas en el presente artículo, el infractor, así como las
personas físicas y/o morales que los contraten para atender a terceros, podrán ser
condenados al pago de reparaciones civiles a que hubiere lugar.
Párrafo III.
Los juzgados de primera instancia en atribuciones correccionales tendrán
competencia para conocer de las infracciones a la presente ley. El Procurador Fiscal
del Juzgado de Primera Instancia del domicilio del infractor será apoderado por
escrito, por el Consejo Directivo del Colegio, de las violaciones cometidas contra
esta ley, para lo cual se depositarán los documentos que comprueben la infracción y
el tribunal deberá conocer de los hechos y juzgar en materia correccional a los
presuntos infractores. El Procurador Fiscal podrá también actuar de oficio y someter
al presunto infractor al tribunal, en caso de flagrante violación al ejercicio de la
profesión de psicólogo.
Capítulo XI
Disposiciones generales
Art. 33.
El Colegio Dominicano de Psicólogos disfrutará de franquicia postal y cablegráfica,
nacional e internacional.

Art. 34.
El Colegio Dominicano de Psicólogos recibirá un cinco por ciento (5%) del valor de
importación de todo material psicológico (test, equipos de laboratorios, etc.).

DADA en la Sala de Sesiones de la Cámara de Diputados, Palacio del Congreso


Nacional, en Santo Domingo de Guzmán, Distrito Nacional, capital de la República
Dominicana, a los veintiocho días del mes de noviembre del año dos mil; años 157
de la Independencia y 138 de la Restauración.

Conclusión
Al finalizar este trabajo he llegado a la conclusión que, el psicólogo al conocer los
campos en los que aplicará sus conocimientos teóricos, debe estar consciente de
sus recursos, limitaciones y principios éticos que conlleva dicha profesión así como
la necesidad de una continua capacitación, de ahí la necesidad de plantearse una
serie de cuestionamientos éticos y filosóficos, puesto que la actitud que asuma dicho
profesionista dependerá de su eficiencia profesional y realización personal, cabe
destacar que el código ético es un instrumento que garantiza la protección para
quienes recurren a los servicios de estos, el cual ofrece un apoyo al psicólogo tanto
en la toma de decisiones como en los casos en que se enfrenta a dilemas éticos.
Algunos de los principios básicos que rigen el comportamiento ético son:

El respeto a la dignidad de las personas. Es en este principio en donde el


psicólogo reconoce que toda persona tiene derecho al aprecio de los demás.

Cuidado responsable. El profesionista muestra preocupación por el bienestar o


evita daños a cualquier individuo, familia, grupo o comunidad.

Integridad en las relaciones. En la cual se demuestra precisión y honestidad;


apertura y sinceridad; máxima objetividad y mínimo prejuicio, evitando de conflictos
de interés.

Responsabilidad hacia la sociedad. En la cual el psicólogo, profesionalmente y


como ciudadano, tiene responsabilidades ante la sociedad en la que vive.
Bibliografía
https://www.academia.edu/29057772/Estatutos_del_Colegio_Dominicano_de_Psic%C3%B3logo

https://codopsiorg.wordpress.com/179-2/

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