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Es momento de que definas tus metas académicas y ejecutes actividades que te lleven a

conquistar tus objetivos. Sobre todo, esto es indispensable en un mundo como el actual,
cambiante y competitivo, donde se requieren de profesionales preparados académica,
profesional y personalmente hablando para enfrentar los retos futuros.
En este sentido, es vital que adoptes desde ahora buenos hábitos durante tu etapa
universitaria que te lleven al éxito, para que después puedas destacar entre la multitud.

¿Por qué es importante establecer metas académicas?


Las metas son necesarias para darle dirección a tu crecimiento personal, más si eres un
estudiante de educación superior con el fin de especializarte en un área.
Cuando estableces objetivos, tus acciones y esfuerzos se dirigen a lo que deseas conseguir y
las posibilidades de éxito aumentan. Por otro lado, definir esas metas te genera la
motivación académica necesaria para avanzar con mayor determinación y conocer con
precisión tu posición para lograr cada etapa.
En consecuencia, pon atención a las siguientes metas académicas y aplícalas para tu vida
escolar:
1. Mantén un buen promedio académico
El promedio es un elemento determinante porque es tu primera carta de presentación ante el
mundo, de tal forma que al revisarlo las empresas u organizaciones y demás asociaciones
puedan darse una idea de tus conocimientos sobre el área donde te formaste
profesionalmente.
Entonces, tu promedio es parte fundamental para alcanzar tus metas profesionales. Algunas
universidades también prestan mucha atención al promedio del estudiante al momento de
otorgar becas o cuando deben elegir candidatos para intercambios estudiantiles
internacionales.
Inclusive, si deseas continuar y extender tus estudios académicos mediante una maestría o
posgrado, los institutos universitarios exigen altos promedios a sus nuevos ingresos.
2. Busca el equilibrio entre tu vida personal y la académica
Aunque el ambiente universitario puede ser muy social debido al contacto con tus
compañeros, es importante que no pierdas la perspectiva. Para ello, puedes agendar los días
de actividades estudiantiles con un color y con otro los días que destinarás a tu entorno
personal.
También será una buena práctica salir con la familia o amigos a lugares al aire libre. De
hecho, puedes involucrarte en proyectos familiares que te comprometan a estrechar lazos
con tu entorno y te desvinculen por instantes de la faceta universitaria.
Ahora bien, la práctica de deportes es funcional para llevar una vida serena. Asimismo, si te
atraen los pasatiempos pasivos, puedes leer o ver películas de contenido distinto a lo que
estudias. Recuerda que, al mantener este equilibrio, podrás apoyar tu crecimiento personal
siendo emocionalmente estable.
3. Aprovecha las actividades extracurriculares
Por lo general, las universidades cuentan con equipos deportivos, grupos teatrales,
musicales, programas de voluntariado, entre otros. ¿Por qué no intentas formar parte de
alguno de estos?
Mientras das lo mejor de ti en estas actividades, estarás aprendiendo habilidades, creando
vínculos con diversas personas y aportando valores a la comunidad. Por supuesto, elige
actividades que te gusten y disfrutes.
Cabe destacar que las actividades extracurriculares pueden reforzar tu autoestima y
confianza, lo que por extensión será una motivación académica en tu entorno universitario.
Establecer metas será de gran ayuda para ir definiendo tu futuro y aquellos objetivos que
quieres alcanzar, por ello, esperamos que este artículo te sea de gran utilidad.

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