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Hipótesis explicativas para docentes acerca de

la ansiedad en niñas/os y adolescentes

En las líneas que siguen, enunciaré diferentes hipótesis explicativas

subyacentes a diversos enfoques clásicos en el ámbito de la psicología,

que sin duda pueden servirnos de gran ayuda en la práctica docente.

Como primer paso para la comprensión de la ansiedad en niños/as y

adolescentes, hemos de señalar los principales síndromes clínicos

relacionados con la ansiedad. Éstos serían:

- Trastorno de pánico.

- Trastorno de ansiedad generalizada.

- Trastorno de ansiedad fóbico.

- Agorafobia.

- Fobias sociales.

- Fobias específicas ( aisladas).

- Trastorno mixto ansioso-depresivo.

- Trastorno obsesivo-compulsivo.

- Reacciones a estrés grave .

- Reacción a estrés agudo.

- Trastornos de adaptación.

Hallamos cuadros clínicos relacionados con la ansiedad desde la infancia a la

vejez, variando el diagnóstico que se hace de los mismos dependiendo del

momento de la vida del individuo en que se analicen los síntomas. Así, por

ejemplo en niños de 4 años se considera no patológica la existencia temporal

de angustia por separación de la madre.


Por lo tanto, distinguimos entre ansiedad patológica y no patológica,

considerando a la patológica como desadaptativa, coartadora de libertad, y

vital.

Así mismo, también resulta necesario distinguir entre ansiedad y angustia

(esta última más física que la primera) y miedo y ansiedad (esta última más

permanente, indiferenciada y global).

Como docentes, podríamos basarnos en alguna de las siguientes hipótesis

explicativas, procedentes de diferentes enfoques teórico-prácticos en el

ámbito de la psicología clínica:

- Psicoanalítica: Según esta hipótesis, la ansiedad se origina en los impulsos

y deseos que entran en conflicto con la realidad. Es decir, la ansiedad sería

fruto del conflicto entre la realidad y el deseo del individuo.

- Conductista: Según la cual la ansiedad es resultado de un proceso de

condicionamiento por el cual un estímulo neutro adquiere la capacidad de

desencadenar conductas de ansiedad.

- Cognitiva: Que pone el acento en la interpretación que hace el sujeto de

los estímulos internos y externos a él.

- Biologicista y fisiopatológica: Que estudia la predisposición orgánica a

desarrollar cuadros de ansiedad, estudia las alteraciones fisiológicas

producidas en el organismo, y hace especial hincapié en el papel de los

neurotransmisores (hipótesis gabaérgica, hipótesis noradrenérgica,

hipótesis serotonérgica, etc.).

Cada uno de estos enfoques, al mismo tiempo, nos podría conducir a

diferentes líneas en lo que a eficacia explicativa se refiere.


La histórica hipótesis psicoanalítica, cobraría especial interés para la

explicación de las conductas tanto visibles como no visibles. Freud, ya

consideró la ansiedad como base de la neurosis, y aunque ésta fue

transcurriendo por distintas redefiniciones, distinguió entre ansiedad

realista (miedo a los peligros reales del mundo) y ansiedad libre flotante (no

vinculada a un estímulo exterior presente). Además, al introducir el

concepto de inconsciente, y proporcionar material teórico y vías para

acceder en la práctica a éste, supuso la apertura de una vía para el

tratamiento de trastornos de ansiedad cuando se desconoce su causa

observable en el momento actual. Un ejemplo serían los trastornos por

estrés postraumático, en los que el sujeto puede no recordar el incidente

traumático, o las obsesiones y compulsiones de las que se puede desconocer

su desencadenante.

La hipótesis conductista, por otro lado, parece haber demostrado su valía

fundamentalmente respecto al tratamiento de las fobias. El conductismo

considera la conducta ansiosa (inadaptativa) como originada por los mismos

mecanismos de aprendizaje que la conducta normal (adaptativa). Debido a

esto el conductismo se erige como un instrumento para comprender y

erradicar los aprendizajes responsables de las conductas fóbicas así como

también del trastorno obsesivo-compulsivo.

La hipótesis cognitiva pone el énfasis en el procesamiento que el sujeto

hace de la información que recibe. Desde este enfoque los trastornos de

ansiedad generalizada y el trastorno mixto ansioso-depresivo serían muy

susceptibles al cambio y mejora tras una modificación de los modos de

procesar la información interna y externa por parte del paciente.


La hipótesis biologicista y fisiológica ha aportado importantes datos

explicativos. Parece que los trastornos de angustia, y concretamente las

crisis de angustia así como los trastornos obsesivos-compulsivos y algunas

fobias (agorafobia y fobia social) muestran una participación genética

importante, mientras que en la ansiedad generalizada ésta parece ser

irrelevante. Dentro de las teorías explicativas de este corte, también

destacaríamos las aportaciones que ponen el énfasis en la función nerviosa

de autores como Gray y Eysenck. Así, diríamos que aunque a un nivel

práctico psicológico de intervención sobre síndromes clínicos relacionados

con la ansiedad resultan insuficientes los hallazgos biológicos y fisiológicos,

éstos aportan importantes datos explicativos.

Estas serían únicamente algunas de las nociones clásicas que la psicología

clínica utiliza y ha utilizado al afrontar el tratamiento de niños/as y

adolescentes.

Cada docente, en su práctica diaria, puede sin lugar a dudas, recurrir a las

mismas para conceptualizar y hallar estrategias en el manejo de la ansiedad

con diferentes colectivos de alumnado.


Bibliografía:

Bunge, M. y Ardila, R.(1988): “Filosofía de la Psicología”. Ariel

Castillo J.A. (1991): "La efectividad de la psicoterapia". Hogar del libro.


Barcelona.

Pérez Ríos, J (1990): "El análisis histórico en psicología como un proceso


complejo". Revista de historia de la Psicología, nº 3-4.

Pérez Ríos, J. (1988): "Criterios de evaluación de teorías en psicología". En


Psicología e historia, Ediciones de la Universidad Autónoma de Madrid.

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