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Antes de comenzar a hablar sobre las demencias corticales tenemos que conocer el concepto de

demencia, pues se definen como un deterioro crónico de las funciones mentales superiores, es un
síndrome adquirido y se da en presencia de un nivel de conciencia y atención normal; principalmente
afecta a las 5 esferas cognitivas más importantes: el lenguaje, la motricidad, la memoria, la percepción
y la función ejecutiva.
Otro concepto es el brindado por Domínguez, neuropsicólogo geriátrico, el cual dice que es un
síndrome caracterizado por el deterioro progresivo de las funciones cognoscitivas: memoria, lenguaje,
habilidades visoperceptuales, de razonamiento, etc., vinculados a cambios emocionales y
comportamentales generales; además debe cumplir con 4 características principales para ser
considerada una demencia cortical:
1) El nivel de conciencia debe ser normal
2) Debe ser adquirido
3) Debe ser persistente por un periodo de tiempo
4) Debe afectar al menos a 3 áreas cognitivas de las mencionadas anteriormente
Proviene del latín dementus que quiere decir “sin mente”; otra definición importante es brindada por
la OPS y la OMS en el CIE-10 que dice que es un síndrome debido a una enfermedad del cerebro,
generalmente de naturaleza crónica o progresiva, en la que hay déficits de múltiples funciones
corticales superiores…. que repercuten en la actividad cotidiana del enfermo; por su diversidad
etiológica puede aparecer en distintas edades, pero es frecuente que aparezca a los 55 años.
Un dato relevante es que las demencias son un problema severo de salud pública a nivel
mundial, ya que actualmente 46,8 millones de personas en el mundo están viviendo con
demencia, lo que para 2050 se proyecta que sean 131,5 millones de casos, la mayoría de estas
personas recibe un diagnóstico tardío, lo que genera un retardo del inicio de tratamiento; es
así como la demencia constituye un estadio final común de un grupo de noxas que confluyen
en un daño neuronal que supera los mecanismos de defensa y la compensación funcional
estructural del sistema nervioso
Localización:
La demencia es una afección que incide principalmente en la sustancia blanca de córtex
cerebral, debido a la desmielinización difusa del cerebro; dependiendo del tipo de demencia
puede depender de varios factores desencadenantes como: esclerosis múltiple,
leucoencefalopatía multifocal progresiva, encefalitis por virus HIV, deficiencia de vitamina
B12, efectos a distancia de la radioquimioterapia, encefalopatía postraumática, enfermedades
de Alzheimer y Creutzfeldt Jakob.
Las demencias corticales se presentan como uno de entre dos síndromes solapados: el
frontotemporal o el temporoparietal; principalmente afectan a las funciones cognitivas
esenciales y, aunque existen mayormente evidencias de afecciones a nivel de sustancia
blanca, las cuales se enfocan en daños principalmente en las hiperintensidades de materia
blanca que reducen la velocidad de procesamiento de la información y la disfunción
ejecutiva. Estudios más recientes de neuroimagen demuestran que la sustancia gris también
se ve afectada, ya que mediante pruebas de neuroimagen se puede evidenciar el
adelgazamiento cortical más rápido en áreas cerebrales como la ínsula, el lóbulo temporal y
el lóbulo parietal, generando mayor tasa de deterioro cognitivo en menor tiempo.
Clasificación:
Ardila: Las enfermedades neurológicas degenerativas que se asocian con la pérdida progresiva de las
funciones cognoscitivas (lenguaje, memoria, atención, pensamiento, habilidades espaciales y
construccionales).
Gregorio y Sánchez: Es un síndrome que ha de entenderse como un declinar de las funciones
superiores, entre ellas la memoria, se suelen sumar también alteraciones psicológicas y del
comportamiento, produciendo en el sujeto una discapacidad progresiva.
Domínguez: Se caracterizan en general por manifestar alteraciones cognitivas como afasia, apraxia y
agnosias tempranas, alteraciones precoces del lenguaje, y afectación conductual y de funciones
ejecutivas más tardías.
Si bien es cierto las 3 definiciones de los autores se refleja una similitud en que comparten que las
demencias tienen un carácter neurodegenerativo y se relacionan principalmente con la pérdida
progresiva de las funciones cognoscitivas. POR ELLO CONSIDERAMOS IMPORTANTE LA
CLASIFICACION QUE REALIZA ARDILA ACERCA DE LAS DEMENCIAS CORTICALES:
Demencias corticales degenerativas:
Enfermedad de Alzheimer: es un trastorno cerebral que destruye lentamente la memoria y la
capacidad de pensar y, con el tiempo, la habilidad de llevar a cabo las tareas más sencillas. Además,
se incluyen tres etapas en la evolución de la enfermedad: 1) la amnésica, 2) la confusional y 3) la
demencial. Alteraciones neuropsicológicas: Alteraciones en la memoria o en el lenguaje, agnosia,
síntomas psicóticos, trastornos del sueño, cambios en la actividad motora o desorientación.
Enfermedad de Pick: es una enfermedad hereditaria poco frecuente que afecta la capacidad del cuerpo
para metabolizar las grasas (el colesterol y los lípidos) dentro de las células se caracterizan por tener
alterada la proteína tau. Inicia con cambios comportamentales, como irritabilidad y desinhibición,
actividades compulsivas y repetitivas y falta de iniciativa (apragmatismo). Alteraciones
neuropsicológicas: Desinhibición, conducta antisocial y apatía; incluyen una conducta social y sexual
inadecuada, impulsividad e irritabilidad, en muchos casos acompañado de conductas violentas.
Demencias corticales vasculares o multiinfartos: Significa que más de una zona en el cerebro se
lesionó debido a una falta de sangre. Si el flujo de sangre se detiene por más de unos pocos segundos,
el cerebro no puede obtener oxígeno. Las células cerebrales pueden morir, causando daño
permanente. Alteraciones neuropsicológicas: Problemas de memoria. Desorientación en tiempo o en
espacio. Apatía, depresión y cambios de humor (labilidad emocional). Irritabilidad y conductas de
agresividad.
Demencias corticales traumáticas:
Hematoma subdural crónico: es una acumulación "vieja" de sangre y de productos de la
descomposición de la sangre localizada entre la superficie del cerebro y su capa más exterior
(duramadre). Alteraciones neuropsicológicas: pérdida de la memoria, ansiedad y dificultad de
concentración.
Pugilística: es una degeneración progresiva de las neuronas causada por varios traumatismos
craneoencefálicos. Alteraciones neuropsicológicas: Pérdida de memoria, alteración cognitiva, cambios
de ánimo y demencia.
Demencias corticales infecciosas:
Jakob-Creutzfeldt: La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob es un trastorno cerebral degenerativo que
provoca demencia y, en última instancia, la muerte. Alteraciones neuropsicológicas: Cambios en la
personalidad, ansiedad, depresión y pérdida de la memoria.
Demencias corticales obstructivas:
Hidrocefalia: es la acumulación de una cantidad excesiva de líquido cefalorraquídeo en el cerebro.
Normalmente, este fluido protege y amortigua el cerebro. Sin embargo, demasiado líquido ejerce una
presión dañina para el cerebro. Alteraciones neuropsicológicas: dificultades cognitivas,
incontinencia y pérdida de la coordinación.
Demencias corticales neoplásicas:
Tumores frontales: es un término general para un grupo de trastornos cerebrales que afectan
principalmente los lóbulos frontal y temporal del cerebro. Estas áreas del cerebro se asocian
generalmente con la personalidad, la conducta y el lenguaje. Alteraciones neuropsicológicas:
alteraciones en el pensamiento y la conducta.
Evaluación
El DSM V define la demencia como un trastorno neurocognitivo mayor, en el que existe evidencia
de un declive cognitivo significativo comparado con el nivel previo de rendimiento en uno o más
dominios cognitivos (atención compleja, función ejecutiva, aprendizaje y memoria, lenguaje,
habilidad perceptual motora o cognición social)

Los dominios sintomáticos estudiados para el diagnóstico serán: atención, función ejecutiva,
aprendizaje, memoria, lenguaje, funciones visuoperceptivas y visuoconstructivas y cognición social. El
trastorno neurocognitivo mayor y el menor se diferencian en función de la intensidad de los síntomas y
su repercusión en la funcionalidad del paciente.

• Evidencia de un declive cognitivo modesto desde un nivel previo de mayor desempeño en uno
o más de uno de los dominios cognitivos referidos:
1. Preocupación del individuo, de un tercero informado o del facultativo con respecto a un declive
modesto en las funciones cognitivas
2. Declive en el desempeño neuropsicológico, implicando un desempeño en los tests del rango de
una a dos desviaciones estándares por debajo de lo esperado en la evaluación neuropsicológica
reglada o ante una evaluación clínica equivalente
• Los déficits cognitivos son insuficientes para interferir con la independencia (p. ej., actividades
instrumentales de la vida diaria, tareas complejas como manejo de medicación o de dinero),
pudiendo ser preciso esforzarse más, utilizar estrategias compensatorias o hacer una
acomodación para mantener la independencia
• Los déficits cognitivos no ocurren exclusivamente en el contexto de un delirium
• Los déficits cognitivos no son atribuibles de forma primaria a la presencia de otros trastornos
mentales (p. ej., trastorno depresivo mayor, esquizofrenia).

Se diagnostica demencia cuando hay síntomas cognitivos o conductuales que:

1. Interfieren con la capacidad de funcionar normalmente en el trabajo o en las actividades


habituales
2. Suponen un deterioro con respecto a los niveles de rendimiento y funcionamiento previos
3. No se explican por la presencia de un delirium o de un trastorno psiquiátrico mayor
4. Se detectan y diagnostican por la combinación de la historia clínica obtenida en la entrevista
con el paciente y un informador que lo conoce, y la valoración objetiva del estado mental, bien
sea una evaluación neuropsicológica formal o una evaluación cognitiva en la cabecera del
paciente
5. La alteración cognitiva o conductual involucra al menos dos de los cinco siguientes aspectos:

a) Capacidad alterada de adquirir y recordar nueva información

b) Alteración o cambios en el razonamiento, manejo de tareas complejas o capacidad de juicio

c) Alteración de las capacidades perceptivas y visuoespaciales

d) Alteración de las funciones del lenguaje e) Cambio de personalidad o en el comportamiento.


Existen múltiples técnicas imagenológicas que apoyan el diagnóstico, que están en etapa de
investigación o que se utilizan actualmente en el aspecto clínico. Protocolos estándar de imágenes de
resonancia magnética, escalas de evaluación visual de la atrofia, técnicas de volumetría cerebral,
paradigmas de resonancia magnética funcional, técnicas de conectividad funcional de reposo, SPECT
y PET.

Escalas de evaluación visual de la atrofia= A cada región se le otorga un puntaje: 0 = ausencia de


atrofia cortical, 1 = atrofia leve (ensanchamiento de los surcos), 2 = atrofia moderada (pérdida de
volumen de las circunvoluciones) y 3 = atrofia grave (en hoja de cuchillo).

Técnicas de volumetría cerebral= Esta técnica utiliza las propiedades de los distintos tejidos que
existen en el cerebro para dar obtener información sobre la morfología cerebral. Con este tipo de
resonancias podemos observar patrones de atrofia concretos o ver alteraciones en los diferentes tejidos
que conforman el cerebro.
El protocolo en Resonancia Magnética= nos sirve para aplicar una serie de secuencias ya sea
potenciadas en T1 o T2 las cuales nos permitan valorar las diferentes patologías que existen y que
mediante la aplicación de secuencias específicas nos permitan identificarlas mediante imágenes.

SPECT= La tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT) es una prueba
diagnóstica de Medicina Nuclear que utiliza radiofármacos que se distribuyen por todo el cuerpo

PET= La tomografía por emisión de positrones (PET) utiliza pequeñas cantidades de materiales
radioactivos denominados radiosondas o radiofármacos, una cámara especial y una computadora para
evaluar las funciones de tejidos y órganos.

Algoritmo diagnóstico de demencia


Rehabilitación

Terapias farmacológicas: antipsicóticos

1. Antipsicóticos típicos (primera generación)

Los antipsicóticos han demostrado eficacia en el control de los síntomas psicóticos, el uso de
antipsicóticos típicos está disminuyendo en la práctica clínica debido a una mayor tendencia a inducir
efectos secundarios. Los principales efectos secundarios de los antipsicóticos típicos son: agitación,
confusión y, sobre todo, en población con demencia, deterioro de la función cognitiva, y efectos
periféricos, como sequedad de boca, estreñimiento, retención de orina y glaucoma.
2. Antipsicóticos atípicos (segunda generación)

Tienen una eficacia similar se le añaden un mejor perfil de efectos adversos y una menor repercusión
sobre la capacidad cognitiva como en la funcionalidad global de los pacientes con demencia
avanzada. Recientes informaciones que apuntan la posibilidad de que los neurolépticos aumenten el
riesgo de accidente cerebrovascular

Clozapina

Ha demostrado gran eficacia en el control de síntomas psicóticos, pero que presenta importantes
efectos secundarios que pueden afectar en un mayor porcentaje a la población anciana. Entre estos
efectos se encuentran la presencia de neutropenia, agranulocitosis y acciones anticolinérgicas.

Risperidona

No tiene prácticamente efectos anticolinérgicos, por lo que no repercute de forma negativa en la


función cognitiva del paciente con demencia

Olanzapina
En la práctica clínica, tiene varias ventajas, como su bajo riesgo de efectos extrapiramidales o de
alargamiento del espacio ST.

Quetiapina

Presenta una acción bastante específica por el sistema mesolímbico, no aumentando los niveles de
prolactina sérica ni induciendo efectos adversos extrapiramidales en dosis bajas.

2. Ansiolíticos

El uso de ansiolíticos puede ser útil en pacientes con demencia y síntomas de ansiedad. Otros
síntomas que pueden mejorar son el insomnio, determinadas situaciones de inquietud y agitación y
algunas alteraciones conductuales de menor gravedad.

3. Antidepresivos

La indicación fundamental de los antidepresivos en la demencia es el tratamiento de los trastornos


depresivos que pueden aparecer en cualquier momento evolutivo de la enfermedad. Los efectos
favorables de los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS) sobre la impulsividad y la
conducta compulsiva observados en otras circunstancias clínicas pueden ser utilizados con relativo
éxito para tratar estados de agitación y agresividad.
Consejos generales

– Basta con el apoyo familiar. Se debe extremar la vigilancia por si aparecen síntomas de sobrecarga
del cuidador o disfunciones familiares.

– Revisar los fármacos prescritos valorando su eficacia y beneficios para simplificarlos, si se puede, y
evitar efectos secundarios. Hay que tomar especial atención con los que tienen efecto psicotrópico o
sobre el sistema cardiovascular.

– Debe cuidarse una hidratación y alimentación adecuada y variada, rica en vitaminas, fibra y
proteínas, procurando satisfacer los gustos del enfermo.

– Es fundamental realizar ejercicio físico: paseando, mediante actividades de la vida diaria, con
sencillas tablas de gimnasia y, si fuese necesario, con ejercicios pasivos.
Terapias no farmacológicas

Se basan en la creencia de que mantener a la persona con demencia, activa y estimulada, tanto desde
el punto de vista intelectual como físico

• Puede disminuir o ralentizar el declive cognitivo y funcional


• Estimular zonas que todavía estan preservadas
• Evitar el desuso.
• Actividades como leer, jugar cartas, visitar museos.
Programas de estimulación y actividad

Terapia de orientación a la realidad

Técnica para mejorar la calidad de vida de personas ancianas con estados de confusión, aunque sus
orígenes se remontan a los intentos por rehabilitar a veteranos de guerra seriamente trastornados.
Opera mediante la presentación de información relacionada con la orientación (tiempo, espacio y
persona), lo cual se considera que proporciona a la persona una mayor comprensión de aquello que le
rodea, y posiblemente produce un aumento en la sensación de control y en la autoestima.

Se aplica:
a) La Orientación a la Realidad en sesiones de entre 30 y 60 minutos de duración, donde se trabaja en
pequeños grupos de pacientes, generalmente varias veces a la semana. Las sesiones tienen un enfoque
cognitivo, comenzando habitualmente por la orientación temporal, espacial y siguiendo por la
discusión de eventos, generalmente del entorno próximo a los pacientes.
Programa de Psico estimulación Integral (PPI).

Las personas que participan en este programa acuden durante cinco días a la semana, ocho horas al
día, y participan en los siguientes talleres: psicoestimulación cognitiva donde se trabaja la orientación,
atención-concentración, memoria, lenguaje, cálculo, praxias y gnosias; taller de reminiscencia; taller
de cinesiterapia, psicoexpresión y musicoterapia; taller ocupacional y taller de mantenimiento de las
actividades de la vida diaria.

Las nuevas tecnologías como instrumentos para el entrenamiento cognitivo


Se están desarrollando nuevas técnicas de entrenamiento cognitivo mediante programas interactivos
con ordenadores. Los primeros en desarrollar este modelo fueron Hoffman quien diseño un programa
interactivo para personas con enfermedad de Alzheimer en estadios leve o moderado con el objetivo
de ayudar al paciente a manejar y controlar el entorno en el que vive. Utilizan fotografías del paciente
y su entorno y se simula en el ordenador una tarea cotidiana que tenga relevancia para el enfermo. El
ordenador informa de los éxitos o fracasos y da pautas para ejecutar la tarea cuando se solicita. Los
resultados de este programa muestran que los enfermos actúan cada vez con mayor rapidez y
necesitan menos ayudas para completar una determinada tarea.

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