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Universidad de Los Andes

Facultad de Medicina
Escuela de Enfermería
Enfermería Integral a la persona con
trastornos mentales

Trastornos
Mentales
Orgánicos
Mérida, Septiembre 2021
¿Qué son los Trastornos
Mentales Orgánicos?
Los trastornos mentales
orgánicos se definen como
aquellas enfermedades que
cursan con déficit global de las
funciones mentales superiores
englobadas en el concepto
clásico de demencia,
compromiso de conciencia,
trastornos de la conducta y
personalidad originados en
alguna causa demostrable de
compromiso cerebral,
incluyendo la epilepsia y los
tumores cerebrales.
¿Qué son los Trastornos Mentales Orgánicos?
También pueden ser definidos como el conjunto de signos y
síntomas psíquicos y comportamentales (síndrome mental
orgánico), cuya etiología es demostrable y se refiere a una
disfunción transitoria o permanente del cerebro. Esta disfunción
puede ser primaria o secundaria. En el primer caso se trata de
enfermedades, lesiones o daños que afectan al cerebro de un
modo directo o selectivo. En el segundo, enfermedades y
trastornos que afectando a diversos órganos o sistemas tienen
una consecuencia disfuncional del cerebro.

De igual forma se pueden definir como las afecciones o


síndromes psíquicos y comportamentales, radicalmente
opuestos a los propios de los individuos que gozan de buena
salud mental. En general, son causa de angustia y deterioro en
importantes áreas del funcionamiento psíquico, afectando al
equilibrio emocional, al rendimiento intelectual y al
comportamiento social adaptativo.
Características
Las características de manera general son:
• Presencia de graves trastornos en el pensamiento,
sentimiento y acción.
• Marcada interferencia para distinguir entre realidad y
fantasía.
• Interrupción en las relaciones con las otras personas y con
el medio ambiente.
• Presencia de afecciones patológicas, que disminuyen el
bienestar general.
• Disminución de la orientación.
• Inestabilidad emocional

Pueden comenzar a cualquier edad, excepto quizás durante la


primera infancia. En la práctica, la mayoría de estos trastornos
tienden a empezar en la edad adulta. Algunos de estos
trastornos son aparentemente irreversibles y progresivos y otros
son transitorios o responden a tratamientos específicos.
Clasificación
1.- Delirio
2.- Demencia Vascular
3.- Trastornos mentales relacionados con Epilepsia
4.- Trastornos mentales relacionados con enfermedades
degenerativas :
 Enfermedad de Alzheimer.
 Enfermedad de Pick.
 Corea de Huntington.

Existen dos cuadros característicos útiles para comprender


los fenómenos que intervienen en los trastornos mentales
orgánicos, éstos son el Delirio y la Demencia.
Delirio
El delirio es una disfunción cerebral global de etiología no específica,
caracterizada por perturbaciones concurrentes en el nivel de
conciencia, atención, pensamiento, percepción, emoción, memoria,
conducta psicomotora, y ciclo de sueño-vigilia. La desorientación, la
fluctuación, los altibajos de los síntomas mencionados anteriormente,
así como el inicio agudo o abrupto de tales perturbaciones son
características críticas del delirio. El delirio es a menudo reversible
(comparado con la demencia), aun en personas con enfermedad
avanzada, sin embargo, es posible que no sea reversible en las últimas
24 a 48 horas de vida (agotamiento terminal o agitación terminal)
debido a la influencia de procesos irreversibles tales como el paro de
múltiples órganos.
Demencia
Es el deterioro progresivo e irreversible de las capacidades
mentales de un individuo que interfieren en el desarrollo de las
actividades intelectuales, sociales, laborales acompañado de
deterioro de la memoria, del juicio y modificaciones de la
personalidad. La demencia es un síndrome debido a una
enfermedad del cerebro, generalmente de naturaleza crónica o
progresiva, en la que hay déficits de múltiples funciones corticales
superiores, entre ellas la memoria, el pensamiento, la orientación,
la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje
y el juicio. La conciencia permanece clara. El déficit cognoscitivo se
acompaña por lo general, y ocasionalmente es precedido, de un
deterioro en el control emocional, del comportamiento social o de la
motivación. Este síndrome se presenta en la enfermedad de
Alzheimer, en la enfermedad vasculocerebral y en otras
condiciones que afectan al cerebro de forma primaria o secundaria.
Demencia
La etiología y clasificación varía según la zona de alteración
funcional pueden ser corticales o subcorticales; y, según la
etiología, vasculares o no vasculares. Tomando en cuenta
estas 4 condiciones, se puede clasificar todos los tipos de
demencia. Las más importantes, por su mayor frecuencia
son: Enfermedad de Alzheimer, demencia vascular,
demencias debidas a otros trastornos médicos y Epilepsia.
Diferencias entre delirio y demencia
Distinguir entre delirio y demencia puede ser extremadamente difícil
ya que ambos frecuentemente comparten características clínicas
tales como desorientación, alteración de la memoria, el
pensamiento y el juicio. La demencia, sin embargo, aparece
típicamente en individuos relativamente alertas con poca o ninguna
alteración de la conciencia. El inicio temporal de los síntomas en la
demencia es también menos agudo (es decir, crónicamente
progresivo), y el ciclo de sueño-vigilia parece menos deteriorado. Lo
más prominente en la demencia son las dificultades en la memoria
de corto y largo plazo, juicio y pensamiento abstracto deteriorados,
y alteraciones de las funciones corticales superiores(p. ej., afasia,
apraxia). Ocasionalmente, el delirio se sobrepone a una demencia
subyacente, particularmente en personas ancianas o personas con
cáncer, SIDA o con síndrome paraneoplásico.
a) Enfermedad de Alzheimer
Es una enfermedad degenerativa de las neuronas,
probablemente, la causa más común del deterioro
psíquico grave en personas mayores de 65 años.
Considerada como una demencia cortical no vascular
(más o menos un 50% de todas las demencias) cuya
etiología, aún no bien comprendida, lleva a un trastorno
degenerativo primario cortical con lesiones
histopatológicas muy características, a veces con un
factor hereditario importante (las de inicio precoz y
evolución más rápida). Se inicia en las edades presenil y
senil, y su frecuencia aumenta en relación con la edad; su
curso es progresivo e irreversible y lleva a la muerte; al
comienzo hay una precoz alteración del lenguaje (afasia)
que es, quizá, anterior a los trastornos de memoria y al
deterioro intelectual; el diagnóstico se hará descartando
otros tipos de demencia, sean de origen vascular o
asociadas a otras enfermedades sistémicas,
intoxicaciones, etc. No tiene tratamiento específico.
Durante muchos años se creyó que la pérdida de la
memoria era parte del envejecimiento normal; pero ya no
se tiene tal perspectiva.
Enfermedad de Alzheimer
Existen varias teorías que tratan de explicar su origen, pero algunas
de ellas no están demostradas aún. Los investigadores en la materia,
opinan que entre las causas se puede citar:
• a. Herencia.
• b. Alteraciones bioquímicas.
• c. Vestigios de metales.
• d. Proteínas anormales.
• e. Exceso de calcio intracelular.
• f. Suministro de sangre y oxígeno en el cerebro.
Enfermedad de Alzheimer
Los primeros síntomas de la enfermedad comienzan por una disminución de la
memoria con pequeños olvidos que poco a poco se van agravando. Otros son:
disminución de la atención, problemas con la matemática simple, dificultad para
expresar pensamientos, humor variable o imprescindible y desmotivación para
conocer nuevas cosas o personas. A medida que pasan los años todos estos
síntomas progresan. Los enfermos presentan emociones como: Confusión,
frustración, ira, temor, y duda. Físicamente esta enfermedad es indolora, pero el
dolor emocional que provoca es inmenso. El Alzheimer se puede diagnosticar no
solo mediante una autopsia sino también por pruebas neurológicas o por pruebas
psiquiátricas.
Enfermedad
de
Alzheimer
Enfermedad de Alzheimer
● Pruebas Neurológicas: Electroencefalograma,
tomografías computarizadas e imágenes por
resonancia magnética.
● Pruebas Psiquiátricas: Una entrevista clínica
completa, pruebas para determinar la memoria para
números u objetos fuera de lugar, y la salud
emocional en general.
En cuanto al tratamiento una actitud positiva por parte del
paciente y de la familia es un aspecto importante de todo
plan de tratamiento, una buena dieta, medicamentos,
mucho ejercicio, y por supuesto mucha aceptación dará
una atmósfera de apoyo en el hogar y la ayuda a estas
personas puede aliviar el curso de la enfermedad.
b) Demencia vascular
Ocupa el segundo lugar en frecuencia. Es una demencia
vascular, cortical y subcortical. Anteriormente se le llamó,
impropiamente, arterioesclerótica. Para su diagnóstico es
necesario evidenciar, por exámenes auxiliares de neuro imagen,
un daño cerebrovascular, principalmente múltiples infartos que
comprometen la corteza y también la sustancia blanca; por
ejemplo, tromboembolias de las pequeñas arterias penetrantes
de la cerebral media que van a los ganglios basales y lóbulos
frontales y que determinan signos y síntomas focales
neurológicos. Clínicamente, el inicio es brusco y el deterioro
escalonado y desigual (recuperación de los episodios iniciales
pero acumulación gradual de déficit neurológicos hasta llegar a
la demencia) la conciencia de enfermedad y la capacidad de
juicio y personalidad pueden estar relativamente conservadas.
c) Demencia vascular
Suelen presentarse, además: hipertensión arterial y
soplos carotídeos; labilidad emocional y estados
depresivos (especialmente si los infartos son más en
el hemisferio izquierdo y en el lóbulo frontal); y
episodios transitorios de confusión o de delirium. Las
demencias tipo Alzheimer y la vascular resultan muy
difíciles de diferenciar sólo por el examen clínico.
Ambas entidades pueden coexistir en un mismo
paciente.
Demencias debidas a otros trastornos
médicos
Pueden comenzar en cualquier período de la vida, pero rara vez en la edad avanzada. Deberá,
descartarse las demencias de Alzheimer y vascular así como la existencia de una depresión
mayor. Está asociada temporalmente con el comienzo, exacerbación o remisión del trastorno
médico del cual depende y cuya etiología puede ser debida a:

- Alteraciones estructurales en el cerebro, focalizadas o difusas, tales como en las


enfermedades de Parkinson, Huntington o Pick, en tumores cerebrales, hematoma
subdural, hidrocéfalo de presión normal u otros.
- Infecciones por virus (SIDA) y otras debidas a parasitosis cerebral.
- Abuso de alcohol y drogas.
- Traumatismos encéfalocraneanos.
- Otros trastornos médicos generales, endocrinos, nutricionales, renales o hepáticos.
Enfermedad de Pick
Las manifestaciones clínicas se caracterizan por un deterioro
intelectual progresivo, característico de un compromiso de los
lóbulos frontales y/o temporales. La forma de comienzo
habitual es con un cambio en el comportamiento y en el
carácter de la persona, con una merma en su capacidad para
criticar, y conductas sociales y sexuales impropias. Muchas
veces se encuentran desganados, desinteresados por todo lo
que los rodea y muy desinhibidos para expresar sus
sentimientos. Es muy frecuente también que hablen
continuamente, repitan automáticamente y sin sentido alguno
las frases o palabras emitidas por otras personas y/o que
repitan la misma palabra cada vez con mayor rapidez,
generalmente al final de una frase.
Enfermedad de Pick
Es un trastorno que produce deterioro de la función
mental, ocasionado por pérdida de tejido cerebral en
áreas discretas (lesiones focales), marcada por la
presencia de anomalías en las células cerebrales
(cuerpos de Pick) que se pueden encontrar en las áreas
afectadas y en otras partes del cerebro. En esta
enfermedad el cerebro presenta una atrofia acentuada
de los lóbulos cerebrales mencionados anteriormente,
la cual es habitualmente asimétrica entre ambos
hemisferios cerebrales. Característicamente se produce
una pérdida de neuronas, asociada a la presencia de
cuerpos de Pick e hinchazón neuronal ("neuronas
balonizadas").
Causas, incidencia y factores
de riesgo
La enfermedad de Pick es un trastorno poco común similar a la demencia senil tipo
Alzheimer. Lo que la diferencia de la enfermedad de Alzheimer es que parece afectar
predominantemente áreas circunscritas del cerebro, no todas las regiones. La
enfermedad de Alzheimer es un proceso más difuso que puede afectar cualquier parte
del cerebro a medida que progresa. La enfermedad de Pick afecta alrededor de 1 de
cada 100.000 personas de ambos sexos, pero es más común en las mujeres que en los
hombres. Puede presentarse hacia los 20 años de edad, aunque generalmente aparece
entre los 40 y 60 años. La edad promedio de su inicio es 54 años. El inicio generalmente
es lento e insidioso. Esta condición involucra el encogimiento de los tejidos (atrofia) de
los lóbulos frontal y temporal del cerebro, "demencia fronto-temporal". Las neuronas
(células nerviosas) de las áreas afectadas contienen material anormal (cuerpos de Pick),
que son nudos compuestos de proteína tau. La causa exacta se desconoce.
Corea de Huntington
La enfermedad recibe el nombre debido a que fue descrita por
George Huntington en 1872, también conocida como Corea (del
griego danza) por el movimiento característico de las personas
afectadas. Durante mucho tiempo ha sido conocida como “Baile de
San Vito”.

De acuerdo a Salud y Discapacidad (2002), es una enfermedad


neurológica degenerativa (afecta a determinadas zonas el cerebro
donde las neuronas van degenerándose y finalmente mueren)
caracterizada por:
● Movimientos involuntarios incontrolados.
● Desarreglos psíquicos.
● Pérdida de las funciones intelectuales (demencia)
Corea de Huntington
Específicamente las células afectadas son las del ganglio basal, una estructura
profunda del cerebro que tiene importantes funciones, incluyendo la
coordinación de los movimientos. En el ganglio basal, la Enfermedad de
Huntington ataca específicamente a las neuronas del striato especialmente a
las núcleo caudado y palido. También está afectada otra parte del cerebro que
es el cortex, que controla el pensamiento, la percepción y la memoria.
Causas
Se trata de una enfermedad hereditaria,
autosómica y dominante, por lo que cada
hijo de un padre o una madre con la
enfermedad tiene un 50% de
probabilidad de heredarla. Si el hijo no
hereda el gen causante de la
enfermedad, no la tendrá ni la transmitirá
a su descendencia.
Corea de Huntington
Síntomas
En esta enfermedad no son válidas las generalizaciones, pues cada caso es
diferente a otro, aunque hay algunas características que generalmente se
cumplen:
● Edad de comienzo entre los 30 y los 50 años.
● Los primeros síntomas pueden reflejarse en forma de deterioro físico,
intelectual o emocional. Los síntomas físicos pueden consistir inicialmente
en cierta actividad nerviosa traducida por movimientos o tics o una agitación
excesiva. Estos síntomas iniciales se convierten progresivamente en
movimientos involuntarios más marcados, con espasmos y tirones de la
cabeza, cuello y extremidades, con gran dificultad para caminar, hablar o
tragar. Todos estos síntomas pueden variar mucho de unos pacientes a
otros.
● Disminución de la memoria reciente y dificultad para ocuparse eficazmente
de las tareas nuevas.
● Síntomas emocionales: puede haber periodos de depresión, apatía,
cansancio, irritabilidad o impulsividad.
Corea de Huntington
Generalmente lo primero que aparece son sutiles cambios en la
personalidad o en la estabilidad emocional, con irritabilidad,
agresividad, mal carácter, conductas sexuales o sociales
inadecuadas. Son frecuentes los trastornos del humor, con todas las
características de la enfermedad maniaco – depresiva.
Las enfermedades psiquiátricas (generalmente trastornos afectivos)
afectan, aproximadamente, al 50% de los pacientes, siendo
frecuentes las ideas suicidas.
Los trastornos cognitivos precoces suelen consistir en una
disminución de la fluidez verbal y dificultades en la memoria que va
evolucionando hasta llegar a una demencia generalizada. El deterioro
intelectual progresivo sigue el patrón de todos los tipos de demencia,
con agnosia (pérdida de la facultad de transformar las sensaciones
simples en percepciones propiamente dichas, por lo que no reconoce
las personas u objetos) y apraxia (pérdida de la comprensión del uso
de los objetos ordinarios, por lo que da lugar a actos absurdos).
Trastornos Epilépticos.
La epilepsia es el estado de perturbación de la función cerebral
caracterizado por un trastorno paroxístico (máxima intensidad de un
acceso, ataque o síntomas de una enfermedad) recurrente periódico
de la función mental, con alteraciones concomitantes de la conducta
o del pensamiento.

Para Colmenares M. (2.004), la epilepsia:


● Es un trastorno provocado por el aumento de la actividad
eléctrica de las neuronas (células nerviosas) en alguna zona del
cerebro. La persona afectada puede sufrir una serie de
convulsiones o movimientos corporales incontrolados de forma
repetitiva. A esto se le llama "ataque epiléptico". Para considerar
epiléptico a alguien, los ataques deben repetirse con cierta
frecuencia (ataques recurrentes). pág. 1
Trastornos Epilépticos.
La epilepsia tiene su origen en unos cambios breves y repentinos del funcionamiento
del cerebro. Por esta razón, se trata de una afección neurológica, la cual no es
contagiosa ni está causada por ninguna enfermedad o retraso mental. Algunas
personas con retraso mental pueden experimentar ataques epilépticos, pero tener estos
ataques no implica necesariamente el desarrollo de una deficiencia mental.
Fisiológicamente, la epilepsia puede considerarse como un trastorno en la actividad
electro fisicoquímica de las células del cerebro que producen descargas; trastorno que
puede ser producido por gran variedad de estímulos irritativos que afectan a dichas
células y se originan dentro o fuera de ellas. Este trastorno fisiológico puede expresarse
a través de :
a) un cambio en el potencial eléctrico que se registra en el electroencefalograma
b) diversos trastornos de la conciencia
c) funcionamiento alterado del sistema nervioso autónomo
d) movimientos convulsivos o trastornos psíquicos
Trastornos Epilépticos.
Existen varias formas de presentación de las crisis epilépticas. Las crisis
generalizadas pueden manifestarse con pérdida brusca de conocimiento
con caída al suelo, contractura de los músculos de las extremidades y
de la cara seguidas de sacudidas rítmicas. En otras oportunidades,
especialmente en niños y adolescentes, las crisis se presentan con una
pérdida de conocimiento, sin caída al suelo ni convulsiones, de
segundos de duración, con rápida recuperación.

Las crisis parciales pueden presentarse con sensaciones subjetivas


extrañas o difíciles de describir o con fenómenos auditivos, visuales,
sensación de hormigueo, etc. Estos síntomas pueden aparecer en forma
aislada o dar paso a una pérdida de conocimiento con movimientos
automáticos de la boca, de las manos o de otra parte del cuerpo. En
otras oportunidades las crisis parciales pueden presentarse con
sacudidas de una extremidad o de la mitad de la cara, sin pérdida de
conocimiento
Trastornos Epilépticos.
Los distintos signos de alarma que advierten que se está produciendo
un ataque epiléptico pueden ser los siguientes:
● Períodos de confusión mental.
● Comportamientos infantiles repentinos.
● Movimientos como el de masticar alimentos sin estar comiendo, o
cerrar y abrir los ojos continuamente.
● Debilidad y sensación de fatiga profundas.
● Períodos de "mente en blanco", en los que la persona es incapaz de
responder preguntas o mantener una conversación.
● Convulsiones.
● Fiebre.
Trastornos Epilépticos.
3 tipos principales de crisis clínicas

Las crisis epilépticas producen una alteración momentánea del funcionamiento cerebral, debida
a la descarga súbita y desproporcionada de los impulsos eléctricos que habitualmente utilizan las
células del cerebro. Esta descarga puede afectar únicamente a una parte del cerebro (crisis
parciales o focales) o comprometer a todo el cerebro (crisis generalizadas). Los síntomas que
presente una persona durante una crisis epiléptica dependerán entonces de la o las zonas del
cerebro que estén siendo afectadas por la descarga. Por lo tanto, existen muchos tipos
diferentes de crisis epilépticas, pero generalmente se pueden distinguir 3 tipos principales de
crisis clínicas, a saber:

a.- Gran mal


b.- Pequeño mal
c.- Crisis psicomotoras.
Trastornos Epilépticos.
La crisis de gran mal

La crisis de gran mal es la mas espectacular de las manifestaciones


epilépticas; tiende a acompañarse de un aumento en la velocidad y el voltaje
de las ondas cerebrales, que se registran en el electroencefalograma en forma
de picos agudos, que a menudo se producen a una velocidad de 25 por
segundo, se presentan movimientos de las 4 extremidades tipo sacudidas, se
pierde la conciencia y el control de los esfínteres, dura segundos o algunos
minutos, cuando persiste se llama estado epiléptico. Las fases por las cuales
se sucede el gran mal son:
● Aura
● Fase tónica
● Fase clónica
● Coma postconvulsivo
● Status epilepticus.
Trastornos Epilépticos.
El pequeño mal
Se caracteriza por una interrupción transitoria de la corriente de la conciencia.
El electroencefalograma muestra una onda lenta y redonda, seguida de un pico
rápido y agudo en forma alternativa, que aparecen tres veces por segundo. Las
crisis se inician y terminan en forma abrupta (brusca) y no presentan aura ni
secuela. El paciente no cae y en ocasiones se pone pálido e inmóvil, con los
ojos fijos y la cara inexpresiva, pérdida del tono muscular, ligeras contracciones
rítmicas de los párpados, las cejas o la cabeza; segundos después la
conciencia regresa y el paciente reanuda sus actividades.
Trastornos Epilépticos.
Las crisis epilépticas psicomotoras
Se caracterizan por ataques en forma de trance y episodios de confusión que a
menudo se diagnostican equivocadamente como esquizofrenias. Las crisis
pueden durar de medio a 2 minutos y se acompañan de movimiento de los
músculos de la masticación, la deglución o el habla, de modo que el paciente
produce sonidos con los labios, mastica o emite verbalizaciones incoherentes.

Otras formas son las conocidas como ausencias frecuentes en niños. Los
síntomas de una crisis pueden ser muy variados y repetimos, no siempre se
altera el estado de alerta del paciente.
Trastornos Epilépticos.
La epilepsia es un trastorno con muchas causas posibles. Cualquier cosa que impida o distorsione el
patrón de actividad neuronal normal puede conducir a la aparición de una crisis epiléptica. Se ha
observado que algunas personas epilépticas tienen una cantidad más alta de neurotransmisores
activos (sustancias encargadas de conducir el impulso nervioso entre las neuronas), lo cual
incrementa la actividad neuronal. En otros se ha observado una cantidad baja de inhibidores de dichos
neurotransmisores, lo cual también aumenta la actividad neuronal.

En ambos casos aparece la epilepsia. Las crisis epilépticas son más frecuentes de lo que comúnmente
se piensa y afectan al 1 % de la población. Pueden comenzar a cualquier edad, si bien se inician más
frecuentemente durante la niñez y la adolescencia, en todos los grupos humanos sin distinción de
edad, sexo, raza ni condición económica.

Los cuadros epilépticos no son contagiosos, no constituyen una enfermedad mental, no afectan la
inteligencia y las personas que las presentan pueden llevar una vida prácticamente normal, una vez
que logran controlar sus crisis con el tratamiento apropiado.
Trastornos Epilépticos.
Cuidados de Enfermería ante una Crisis Epiléptica Los cuidados
que el personal de enfermería puede proporcionar durante una
crisis epiléptica varían de acuerdo al tipo de crisis, según Rincón
M. (2002), dichos cuidados son:
Durante la Convulsión
● Proporcionar intimidad; si el enfermo tiene un aura, quizá
tengamos tiempo suficiente para llevarlo a un sitio seguro.
● Mantener la calma y tranquilizarle si está consciente (tener
en cuenta que el paciente puede perder la conciencia de
repente o poco a poco).
● No abandonar nunca al paciente durante la crisis.
● Tenderle en el suelo con cuidado, si hay tiempo suficiente.
● Retirar muebles, elementos contra los que el paciente pueda
golpearse; durante la crisis proteger la cabeza del paciente
con toallas... para evitar lesiones por golpes contra
superficies duras
Trastornos Epilépticos.
Durante la Convulsión

● Aflojar la ropa que oprima, para favorecer la respiración.


● Colocarle en posición de seguridad; si no es posible, sujetar el
mentón hacia arriba y hacia delante con la cabeza inclinada
hacia atrás, para ayudar a abrir las vías respiratorias.
● Si el paciente está en la cama, subir las barandas y retirar
almohadas por peligro de sofoco.
● Si un aura precede a la crisis, y paciente no ha cerrado las
mandíbulas, introducir un objeto blando (abatelenguas) entre
los dientes para reducir la posibilidad de morder la lengua o los
carrillos.
● Si ha cerrado los maxilares por un espasmo, no forzar, no
intentar abrirlos para introducir algo, podríamos provocar una
fractura de mandíbula, lesionar dientes, labios, lengua…
Trastornos Epilépticos.
● Retirar dentadura postiza para tener acceso a la cavidad bucal.
● No moverle ni sujetarle durante la crisis, porque sus contracciones
musculares son potentes y podría romperse un hueso al
oponernos a su fuerza o movimiento.
Observar:
● Aparición de la crisis
● Duración
● Hechos que precedieron a la crisis (estímulo visual, auditivo...)
● Parte del cuerpo por la que empezó la crisis
● Expresión de los ojos (abiertos o cerrados), pupilas..., partes del
cuerpo implicadas, tipo de movimientos, actividades motoras
involuntarias (chasquido de labios, degluciones repetidas...)
● Incontinencia urinaria o fecal
● Pérdida de la conciencia.
Trastornos Epilépticos.
Después de la convulsión
● Cuando recupere la conciencia, tranquilizarle y reorientarle.
● Si se repite la crisis sin recuperar la conciencia, llevar urgentemente al hospital más cercano
● Ayudar al paciente a reconocer la necesidad de las relaciones, evitando que se aleje de la familia y
amigos.
● Proporcionar apoyo y decirle que sus sentimientos son normales: hay que ser conscientes del impacto
que tienen las crisis sobre la imagen corporal del paciente, el concepto que tiene de sí mismo y el
interés por las actividades sociales.
● Ayudarle a identificar actividades placenteras y no peligrosas.
● Recalcar la importancia del cumplimiento estricto del tratamiento farmacológico y de llevar
identificación de su enfermedad para ayudarle a evitar o reducir los ataques.
● Animarle a comentar el diagnóstico con familiares, amigos y compañeros de trabajo, ya que el diálogo
abierto con otras personas les previene sobre posibles crisis, pudiendo reducir el shock que supone
presenciar una y, posiblemente, permitir que proporcionen asistencia.
● Orientarle hacia grupos de autoayuda: hablar con otros pacientes en situaciones similares, puede
darle un punto de vista más realista sobre el ataque epiléptico y cómo lo toma la sociedad.
Gracias

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