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Nombre: Matías Fuentes Vásquez

Cátedra: Antropología de la memoria

Londres 38: Viviendo y construyendo la memoria


Sin duda, el concepto «memoria» no es simple ni mucho menos estático, ya que, más
allá de una meta, debe entenderse como un proceso, en que el «recuerdo» – personal y
colectivo –, y sus elementos, confluye e interactúa con la multiplicidad de fenómenos
históricos, sociales, cognitivos, etc., los cuales generan una constante – y quizás
interminable – dinámica de construcción y asimilación. En este sentido, lo anterior,
varía según: 1) lo que se busca recordar; 2) cómo se busca hacerlo; y 3) para qué se
hace. Cuando se trata de procesos caracterizados por violencia sistemática que, por lo
demás, fue tratada de ocultar durante y posterior al periodo de conflicto, los espacios
físicos y los testimonios adquieren un rol clave en la creación de la memoria; lo físico y
sus experiencias se transforman en un testimonio más cuando el archivo material –
escrito, iconográfico o sonoro – no está disponible o son escasos. Es la cuestión anterior
la que me motivó a escoger la página web de Londres 38 como el sitio a analizar, pues,
es un claro ejemplo del dificultoso trabajo de «hacer memoria» sobre la dictadura
chilena y los cruentos actos que estos tuvieron en materia represiva.
En respuesta a la primera pregunta, hay que señalar que la información
proporcionada por la página web es desglosable en – sin contar el inicio – cinco grandes
puntos: 1) “Que hacemos”: Esta sección evidencia quienes son los encargados de
organizar las actividades, producciones, campañas, investigaciones y mantenimiento del
centro; básicamente, es una muestra del trabajo a nivel pragmático factual-material de la
organización autónoma que organiza. Esto es clave para comprender el tipo de memoria
latente en este espacio, pues, esta es esencialmente humana, por ende, es igualmente
variable y diversa. 2) “Historia”: En este punto se da cuenta del trayecto seguido por el
sitio para transformarse de un Centro de represión y exterminio a un, en sus palabras,
Espacio de memoria, por ende, es una información cuya utilidad se circunscribe en las
lógicas del punto pasado. 3) “Víctimas”: Esta es una de las informaciones más
importantes de la página, puesto que aquí se visualiza y recuerda a las personas que
sufrieron tortura y represión, y, al mismo tiempo, reconfigura el concepto víctima
mostrándolos como protagonistas. Esto es importante porque, además, el hecho de
acercarnos a su historia permite acceder a su lado personal; la humanidad reemplaza la
categoría/etiqueta. 4) “Actualidad”: Se obtiene información de las actividades
contemporáneas realizadas en torno a la vivencia y producción de la memoria, así como
también, hay noticias de la realidad sociopolítica con relación a las temáticas de DD.
HH. 5) “Archivo digital”: Este espacio ofrece acceder a la producción material del
periodo dictatorial, así como también a la contemporaneidad del pensamiento y la
acción en torno al recuerdo de Londres 38 y los DD. HH.
Ahora bien, para responder la segunda pregunta di ciertas reflexiones de la
información y su potencialidad práctica para la memoria, pero ahondaré esto mediante
mi percepción como visitante del sitio web. Los elementos a disposición me dieron a
entender que el sentido memorial aquí trabajado sobrepasa los límites de la
conmemoración, pues, trabajar el recuerdo – y las materias contemporáneas similares –
se está luchando desde el pasado para el presente y el futuro. El hecho de que parte del
comité organizador esté compuesto por “familiares de las víctimas, sobrevivientes de la
represión, compañeros y compañeras de militancia” evidencia que, a pesar del dolor que
conlleva este lugar, las experiencias en él generan, como plantea Stern, una
reorganización de la vida en torno a la idea de la memoria y de la ruptura. Además, la
existencia de este tipo de espacios refuerza la idea de que “los tiempos de persecución
[y represión] también fueron tiempos de un despertar más positivo: un fortalecimiento
de los compromisos sociales, una revitalización y validación de la identidad de los
valores”1
Al acceder al listado e historias de las víctimas de este centro, era posible sentir
una sensación de vacío e impotencia ante el conocimiento del cruel destino al que
fueron llevados. Este sentimiento aumentaba con el material fotográfico, el cual
fomenta el sentir de la empatía al no sólo nombrar a las víctimas, sino que también al
verlas a los ojos y saber que no están allí; era posible ver su humanidad y reconocerse
en ellos/as. Es posible que, como plantea Agamben, nunca podamos llegar a
comprender lo sucedido en aquel lugar, pues, sólo el testigo integral, quien ya no está
con nosotros, puede hacerlo, no obstante, los testimonios de los testigos directos
permiten un acercamiento a estos hechos debido a que el hacer memoria no es sólo
recordar la experiencia, “es también el significado que nosotros asociamos a esa
experiencia”2. Un ejemplo de esta significación, capaz de permitir el acercamiento y
empatía – claves para que el hacer memoria tenga efectos en el presente –, es la
visualización del trauma y el dolor que implicó Londres 38 a través del característico
suelo con baldosas en blanco y negro. Muchos de los testimonios de quienes estuvieron
en este centro entre 1973 y 1975 aluden a estas como un signo icónico, lo cual
transforma la subjetividad del espacio con relación a la represión, la tortura y la

1
Steve Stern, Recordando el Chile de Pinochet (Santiago: Editorial UDP, 2009), 97.
2
Giorgio Agamben, Lo que queda de Auschwitz (Valencia: Pre-textos, 2000), 146.
inhumanidad. Es decir, a partir de lo anterior, se evidencia que nuestro acceso a los
traumas históricos “está mediado por diversas huellas, remanentes o residuos: la
memoria, el testimonio, la documentación y las representaciones o artefactos”3.
Londres 38, sin duda, no sólo busca conmemorar un hito doloroso para la
historia nacional y humana, sino que es un intento porque el recordar se transforme en
un ejercicio colectivo, con el fin de evitar la reproducción de prácticas similares en un
futuro. Asimismo, vela por la justicia y la verdad, condenando la impunidad del pasado,
ya que, como afirman ellos, está asegura la impunidad en el presente.

3
Dominick LaCapra. “Estudios del trauma: sus críticas y vicisitudes”, en Historia en tránsito.
Experiencia, identidad, teoría crítica (México: FCE, 2006), 161.

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