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Manzanilla
Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México.
Resumen
En este trabajo hago referencia al caso de la sociedad corporativa de México Central. Después de
las erupciones volcánicas que desencadenaron desplazamientos de población en el sur de la Cuenca
de México durante los siglos I y IV dC, Teotihuacan se convirtió un asentamiento multiétnico. Gru-
pos provenientes de diferentes contextos se asentaron principalmente en la periferia de la metrópoli;
sin embargo, alrededor del centro, las elites intermedias fomentaron activamente el movimiento de
bienes suntuarios y la llegada de trabajadores de diversas tierras para un rango de tareas especiali-
zadas. Algunos de estos artesanos habilidosos adquirieron estatus y quizás poder económico como
resultado de la competencia dinámica entre los barrios para mostrar los bienes suntuarios más lujo-
sos, así como para fabricar símbolos específicos de identidad que distinguían a un barrio de otro,
tales como vestidos y tocados elaborados. La indumentaria de algodón usada por la elite de Teo-
tihuacan puede haber sido uno de los bienes que garantizaba importancia económica a los centros
de los barrios como Teopancazco, un recinto que mostraba fuertes lazos con la Costa del Golfo
donde se hacía la ropa de algodón. La elite gobernante controlaba la materia prima que venía de
áreas lejanas, mientras que la elite intermedia puede haber sido más activa en proveer otros bienes
suntuarios: pigmentos, cosméticos, pizarra, piedra verde, travertino y cerámica extranjera. El con-
traste entre la organización corporativa en la base y en la cima de la sociedad de Teotihuacan y la
organización exclusionista de los barrios encabezada por la elite intermedia altamente competitiva,
introdujo tensiones que armaron el escenario para el colapso de Teotihuacan.
Discusión
Había tres grupos presentes en Teopancazco: una población de la Cuenca de México, mi-
grantes de regiones cercanas (Puebla, Tlaxcala, Hidalgo), y migrantes más lejanos (Costa
del Golfo, Oaxaca y Chiapas). Basándonos en los análisis de isótopos de estroncio,28 sabe-
mos que los migrantes que habían retornado (migrantes inversos) también estaban presen-
tes. De los análisis de isótopos estables,27 parecería que la gente provenía de diferentes alti-
tudes, principalmente de las Tierras Altas Centrales, pero algunos de altitudes más bajas, y
unos pocos de altitudes más altas. Algunos individuos pueden haber consumido una por-
ción sustancial de recursos marinos en su dieta,53,54 porque Teopancazco estaba provista
regularmente con 14 variedades de peces marinos, principalmente de las lagunas costeras
de Veracruz.36,37 Sin embargo, la investigación de isótopos estables27 muestra que la princi-
pal comida de muchos de estos trabajadores era maíz y animales domésticos alimentados
con maíz (perros y pavos), así que quizás el sistema de racionamiento de tortilla que el cen-
tro del barrio proveía a sus trabajadores21 era un medio fundamental para obtener provisio-
nes regulares de comida.
El análisis de ADN antiguo55 muestra que los 4 haplogrupos mesoamericanos (A, B, C y D)
estaban presentes en Teopancazco, constituye una evidencia de que, desde el principio, este
recinto era un centro de barrio heterogéneo. La mayoría de las poblaciones pre-hispánicas
de México Central que fueron analizadas basándose en el ADN antiguo tenían la mayoría
de los haplogrupos, con un énfasis en el haplogrupo A.
Veintinueve individuos decapitados pertenecientes a un solo evento ceremonial del final de
la fase Tlamimilolpa (aproximadamente 350 dC), cada uno con su cabeza decapitada puesta
en una cavidad y cubierta con un cuenco o plato,5,22 representaba una nueva práctica en
Teotihuacan (aunque estaba presente en Cerro de las Mesas, Veracruz). Estos individuos,
principalmente hombres adultos jóvenes, venían de distintas altitudes y sitios del corredor
de la Costa del Golfo. La mayoría de los entierros decapitados no eran hombres del área de
Teotihuacan: algunos eran de la región costera y dos eran migrantes retornados.19,20,27,28
Un gran número de individuos enterrados en Teopancazco eran migrantes. Muchos de ellos
mostraban indicadores de actividad que sugerían que habían tenido roles importantes como
mano de obra del centro de barrio. La vestimenta fabricada en Teopancazco5,19,22,39 era la
única en Teotihuacan que llevaba referencias claras al océano, en la medida que incluían
conchas de mar37 adheridas a la tela de algodón, de esta manera aseguraban el reconoci-
miento de sus portadores en la ciudad.
Esta ciudad capitalizó el conocimiento, la artesanía y la experiencia que los extranjeros tra-
ían a ella como parte del sistema de caravana de la elite intermedia del barrio para competir
con otros centros de barrio en la producción de las artesanías más finas, las materias primas
más raras y los bienes suntuarios más diversos. Algunos de estos habilidosos artesanos ad-
quirían estatus y tal vez poder económico, dada la competencia dinámica entre los centros
de barrios para disponer de los bienes más exóticos, así como de símbolos específicos de
identidad tales como vestimenta y tocados elaborados. La ropa de algodón que usaba la eli-
te de Teotihuacan pudo estar entre los bienes que aumentaban el estatus económico de cier-
tos centros de barrio, como Teopancazco, con fuertes lazos con la Costa del Golfo.
Teopancazco es el único centro de barrio con una importante variedad y concentración de
elementos de la costa. Las figurillas sacerdotales de los rituales de siembra ilustrados en
otros recintos de la ciudad tienen otros atributos en sus ropas. A diferencia de Teopancazco,
en el centro de barrio de La Ventanilla 92-94 se enfatizaba el trabajo lapidario.58
La elite gobernante de Teotihuacan controlaba las materias primas que provenían de lejos:
jadeíta de la región de Motagua en Honduras-Guatemala, y mica de los valles centrales de
Oaxaca, como se ve en estructuras palaciegas como Xalla;51,59,60 pero las elites intermedias
eran altamente activas, proveían un amplio rango de otros bienes suntuarios a la sociedad
de Teotihuacan: pigmentos, cosméticos, pizarra de diferentes fuentes, piedras verdes, tra-
vertino, piedra caliza, pedernales y cerámica extranjera.
Se ven dos formas diferentes de organización (corporativa y exclusionista) en la sociedad
de Teotihuacan.61 El contraste entre la organización corporativa en la base (los recintos de
apartamentos)5,25 y en la cima de la sociedad de Teotihuacan;59 y la organización exclusio-
nista de los barrios, encabezada por la elite intermedia competitiva,5,19 introduciría tensio-
nes que fueron exacerbadas con el tiempo, estableciendo el escenario para el colapso. Si,
como sostiene Feinman,62 el modo corporativo estaba basado en la construcción de consen-
so y la dependencia económica en la producción básica, y los arreglos exclusionistas esta-
ban apoyados en redes personales y expresiones más ostentosas de las desigualdades y ri-
queza, así como en un lazo económico de redes de larga distancia, entonces en Teotihuacan
vemos ambos modos: el corporativo en la elite gobernante y el exclusionista en los centros
de barrios manejados por la elite intermedia.5 A pesar de esto, dentro del corazón de los
centros de barrio multiétnicos, también vemos lo que Carballo63 describe como indicadores
de cooperación y de actividad colectiva: la importancia de símbolos materiales para la iden-
tificación de grupos y filiación (la relación con el océano),5,19 la importancia de la arquitec-
tura ceremonial (el templo principal, el altar y la plaza ritual)5,19 para fiestas y rituales del
barrio, y la posibilidad de que cada comunidad humana en cada centro de barrio puede
haber constituido una sociedad de casas.29
Las construcciones rituales más importantes y las administrativas a lo largo de la Calzada
de los Muertos fueron incendiadas en el 550 dC,24,64 y las esculturas dentro de las estructu-
ras palaciegas, como Xalla, fueron destrozadas.65 No hay rastros de invasión extranjera en
el sitio. Interpretamos este evento como una revuelta contra la elite gobernante, quizás una
respuesta a una intervención tardía de parte del Estado para controlar los movimientos em-
prendedores o ambiciosos de la elite intermedia. Y en este escenario multiétnico, la organi-
zación exclusionista prevaleció y se convirtió en el contraste con los siguientes períodos
Epiclásico y Postclásico.