Está en la página 1de 5

¿Cómo

saber si tu
niña interior
está herida?
10 formas para
reconocerlo.
En este ebook te compartiremos diez formas de reconocer cuando
nuestra niña interior no ha crecido con el amor, afecto y atención que
necesitaba.

Existen muchas maneras de empezar a ser conscientes de que


tenemos una niña interior herida, la cual necesita nuestra atención.

A veces creemos que es un tema lejano o excepcional, sin darnos


cuenta que nuestras heridas no sanadas de la infancia afectan en
nuestro día a día mucho más de lo que pensamos.

El exceso de control, el perfeccionismo, el incesante vacío que muchas


veces sentimos, nuestra falta de energía, el criticarnos y juzgarnos
constantemente, el ser duras con nosotras mismas, el pensar que
nunca es suficiente, la dificultad para poner límites, nuestra
dependencia emocional e incluso nuestra ansiedad por la comida, son
reflejos que necesitamos mirar nuestra infancia y comenzar a sanar.

En este artículo te queremos presentar diez formas que te ayudarán a


reconocer si tu niña interior no ha crecido con el amor, afecto y
atención que necesitaba. Existen muchísimas más, con lo cual, puede
ser que tengas algunas de estas o no, lo que sí, con cuantas más te
sientas identificada, más te invitamos a que trabajes con tu niña
interior.
1.- Nos decepcionamos una y otra vez de las distintas
relaciones, tanto a nivel de pareja, amistades, compañeros
de trabajo, etc. En algunos casos se debe a como hemos
creído sin la atención ni contención suficiente y esperamos
que los demás suplan nuestras necesidades no cubiertas e
incluso, hasta de manera inconsciente, esperamos mucho
de las personas y, cuando no cumplen lo que
esperábamos, nos decepcionamos. También, como
muchas veces sentimos falta de amor, nos entregamos por
completo a los demás y esperamos que ellos hagan lo
mismo por nosotros, pero no todos somos iguales y a
veces creemos que si no hacen lo que nosotros haríamos,
es porque no nos quieren lo suficiente, en lugar de aceptar
que son simplemente otras personas y que tienen su
propia forma de relacionarse.

2.- Otro síntoma bastante común es que confiamos ciegamente en los demás, incluso cuando
recién hemos conocido a una persona, y luego nos decepcionamos, ya que no ha cumplido con
nuestras expectativas. Creíamos que sería el príncipe azul o la amiga de cuentos, formándonos una
imagen “ideal” en lugar de permitirnos conocer a la persona real. Esto también nos lleva, con el
paso del tiempo, a aislarnos y no nos abrimos realmente a nadie o a muy pocas personas, pese a
parecer sociables, ya que nos hemos sentido tan decepcionados que no queremos volver a pasar
por lo mismo, cerrándonos incluso a comenzar nuevas relaciones.

3.- Somos más propensos a adicciones como la comida, las compras, las relaciones, el alcohol, el
juego e incluso los pensamientos repetitivos. Esto suele suceder porque al tener dolores tan
profundos, queremos huir de ese dolor y buscamos alternativas que nos generen anestesia y
distracción.

4.-Tenemos un anhelo insaciable de amor, atención y afecto; independiente de cuanto amor


recibamos, nunca nos será suficiente. Lamentablemente hasta que no nos demos el espacio para
desahogarnos y lamentar lo que no recibimos en nuestra infancia, y entender que hoy, desde los
adultos que somos, podemos sostener a nuestro propio niño interior, nada nos será suficiente, ya
que nosotros mismos no nos sentimos suficientes, puesto que crecimos creyendo que nuestros
padres tenían asuntos más importantes que realizar que estar con nosotros.
5.- Buscamos tener todo "bajo control", ya que si lo
controlamos todo nadie podrá pillarnos desprevenidas y
herirnos; así creemos sentirnos más seguros, pero
realmente es un sufrimiento constante, ya que la vida es
incertidumbre y tener las cosas bajo control es una ilusión.
Lo que sí podemos controlar, y es donde las invitamos a
trabajar, es en nuestra gestión emocional y gestión de
pensamientos, para así tomarnos la vida de la mejor
manera.

6.- Sentimos culpa constantemente, por lo que comemos,


por lo que dejamos de comer, por lo que hacemos,
decimos, pensamos y muchas veces hasta por ser como
somos. Todo esto nos lleva a tener pensamientos
recurrentes de muchos juicios y críticas con nosotras
mismas. Además, si lo pensamos, ¿qué merece un
culpable? Un castigo. Y eso es lo que hacemos
habitualmente, nos castigamos de distintas maneras, ya
que inconscientemente creemos que somos culpables.
Esto se debe principalmente a nuestra infancia, a sentir
que molestábamos en nuestras casas, que nunca éramos
lo suficientemente buenas, que podríamos haber hecho
mejor las cosas, incluso en casos más extremos, que si no
existiéramos nuestros padres hubiesen sido más felices.

7.- Somos nuestras mayores saboteadores. Comenzamos algo y luego lo dejamos, nos sentimos
frustradas y más decepcionadas de nosotras mismas. Esto se relaciona directamente con el punto
anterior, ya que un culpable: ¿merece que le sucedan cosas buenas? ¿merece disfrutar de un peso
saludable y de una excelente salud? Con lo cual, nosotras mismas nos autosaboteamos, puesto
que inconscientemente al sentirnos culpables no nos permitimos ser felices.

8.- Buscamos constantemente el reconocimiento externo, tanto en lo personal como en lo


profesional, ya que al no confiar en nosotras mismas, necesitamos que los demás estén
constantemente reconociéndonos. Y claro, cuando hemos crecido con la sensación de soledad y
con la sensación de no ser importantes ni vistas por nuestros padres, ¿cómo nos sentiremos
confiadas de nosotras mismas, de la vida y de los demás? Constantemente creemos que no
seremos capaces, que fallaremos, que no daremos la talla, que no lo conseguiremos. Incluso, otras
personas confían más en nuestras capacidades que nosotras mismas.
9.- Somos de extremos, hay días que nos cuidamos
estrictamente con la comida y otros días que no paramos
de comer; comenzamos a hacer ejercicio y vamos muchas
veces por semana y luego otras temporadas que nadie nos
saca del sofá; somos tacañas hasta con nosotras mismas o
gastamos hasta lo que no tenemos. Esto, también es
reflejo de que nuestra niña interior necesita ser sanada y
comprender que la vida no es blanco o negro, sino que
está llena de grises.

10.- Pese a todos nuestros intentos y logros, seguimos


sintiendo un vacío interior que no sabemos como llenar.
Muchas de nosotras hemos intentado llenarlo con comida,
pero no existe comida suficiente en todo el mundo para
llenar un vacío emocional. Ese vacío se debe en gran parte a
la desconexión con nosotras mismas, ya que muchas nos
hemos tenido que adaptar a lo que nuestros padres
querían, actuando para agradar y ser aceptadas y
desconectándonos de nuestros deseos, muchas incluso
tenemos una mayor lealtad hacia nuestra familias que hacia
nosotras mismas, postergando lo que deseamos con tal de
ser parte de nuestro núcleo y sentirnos aceptadas. Es
importante que tu niña comprenda que puede ser quien es,
aunque sea diferente, y será igual de valiosa.

Se dice que al tomar consciencia, ya tenemos la mitad del camino hecho, con lo cual, si estás aquí y
te estás dando cuenta que tu niña interior necesita tu atención, es algo maravilloso, ya que sabes
por dónde avanzar y confía que la vida pondrá en tu camino todo lo que necesitas para ir
aprendiendo, sanando, creciendo y avanzando.

También es importante tener presente que nuestros padres o cuidadores lo han hecho lo mejor
que han podido, con lo que ellos han aprendido. El rencor, enfado y resentimiento más que
ayudarnos, nos hace sentir peor, aumenta nuestro peso emocional y no soluciona nada, con lo
cual también es importante comenzar a perdonas y soltar, ya que el perdón es un gran regalo,
especialmente para nosotras mismas y nuestra niña interior.
En nuestro Taller Online Nutrición Emocional Total
realizamos un proceso profundo de conexión y sanación
de nuestra niña interior y de cómo esto nos puede ayudar
a estar en un peso saludable, ya que aprendemos a
gestionar nuestra ansiedad y emociones y a dejar de
utilizar la comida para escapar de lo que sentimos o llenar
nuestros vacíos emocionales.

Si te gustaría conocer más detalles acerca de


nuestro programa online haz click aquí.

¡Te estamos esperando con los brazos abiertos!

También podría gustarte