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«Traten a los demás ¿qué gracia tiene? También EL VALOR DEL RESPETO
como quieren que ellos los pecadores obran así. Y si
prestan algo a los que les Es uno de los valores morales más
les traten a ustedes.
Porque si ustedes aman a pueden retribuir, ¿qué gracia importantes del ser humano, pues es
los que los aman, ¿qué
tiene? También los pecadores fundamental para lograr una
mérito tienen? Hasta los
prestan a pecadores para que armoniosa interacción social. El
estos correspondan con algo.
malos aman a los que los Amen a sus enemigos, hagan respeto debe ser mutuo y nacer de un
aman. Y si hacen bien a el bien y presten sin esperar sentimiento de reciprocidad. Tener un
los que les hacen bien, nada a cambio» gran respeto por uno mismo conlleva
tener un gran respeto hacia los demás
y también con la creación.
Enseñanzas del magisterio de la iglesia sobre el respeto a uno mismo, a los demás y a la creación
Citaremos algunos apartados de la Encíclica “Fratelli Tutti” (Hermanos todos); sobre todo, cuando afirma que: la
globalización nos hizo más cercanos, pero no más hermanos (N° 12), posteriormente en el N° 223, nos invita a reflexionar
las palabras de San Pablo cuando dice que un fruto del Espíritu Santo es, “jrestótes” en griego (Ga 5,22), que expresa un
estado de ánimo que no es áspero, rudo, duro, sino afable, suave, que sostiene y conforta. Es una manera de tratar a otros
que se manifiesta de diversas formas: como amabilidad en el trato, como un cuidado para no herir con las palabras o
gestos, como un intento de aliviar el peso de los demás. Por otra parte, “Amoris Laetitia” (sobre el amor en la familia) N°
208 nos dice que amabilidad implica decir palabras de aliento, que reconfortan, que fortalecen, que consuelan, que
estimulan, en lugar de palabras que humillan, que entristecen, que irritan, que desprecian. La amabilidad es una liberación
de
la crueldad, facilita la búsqueda de consensos y abre caminos donde la exasperación destruye todos los puentes. Laudato
Si’ (Sobre el cuidado de la casa común) El Papa nos convoca a cuidar la casa común, la Tierra. Pero ese cuidado tiene un
objetivo concreto y poco plazo, y por eso es dramático: mitigar el cambio climático que está poniendo en peligro no la
existencia de la Tierra como planeta de sistema solar, sino la Tierra como lugar donde ha sido y es posible la vida. Cuidar
la casa común es cuidar la vida en la tierra y esto implica salvar la humanidad y evitarle enormes sufrimientos.