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RECURSO DE CASACIÓN INTERPUESTO EN EL JUICIO ORDINARIO DE

DIVORCIO

04/07/1985 - CIVIL

Recurso de Casación interpuesto por C.C.L.;n, contra la sentencia dictada por la


Sala de la Corte de Apelaciones de familia, en el juicio ordinario de divorcio
seguido contra M.L.C.P. de C..

DOCTRINA:

Para que prospere la demanda de divorcio, cuando se invoca como causal la


separación de los cónyuges por más de un año, es requisito indispensable probar
que la separación ha sido voluntaria.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: CÁMARA CIVIL, Guatemala cuatro de julio de


mil novecientos ochenta y cinco.

Se tiene a la vista para resolver, el recurso de casación interpuesto por C.C.L.;n,


contra la sentencia del catorce de febrero del corriente año, dictada por la Sala de
la Corte de Apelaciones de Familia, en el juicio ordinario de divorcio seguido
contra M.L.C.P. de C..

ANTECEDENTES:

El seis de febrero de mil novecientos ochenta y cuatro, C.C.L.;n, se presentó ante


el Juez Segundo de Familia de este departamento, demandado en vía ordinaria el
divorcio de su esposa M.L.C.P. de C., invocando como causal determinada la
separación voluntaria del hogar conyugal por más de un año, manifestando: que
contrajeron matrimonio civil en esa capital el tres de julio de mil novecientos
setenta y uno y que procrearon una niña de nombre M.C., nacida en esa capital el
once de febrero de mil novecientos setenta y dos, conforme a los atestados del
Registro Civil adjuntos. Que durante la unión conyugal no aportaron ni adquirieron
bienes y que el Juzgado Primero de Familia, le fijó pensiones alimenticias tanto
para su esposa como para su hija, el tres de mayo de mil novecientos ochenta y
tres.
Que con su esposa se encuentran separados desde agosto de mil novecientos
ochenta y uno en que ella voluntariamente abandonó el hogar conyugal; que el
veintitrés de noviembre de mil novecientos ochenta y uno presentaron con su
esposa demanda voluntaria de divorcio en el Juzgado Primero de Familia, pero
que ignora por qué motivo en agosto de mil novecientos ochenta y dos, su esposa
desistió del proceso. Que están separados desde la fecha indicada, tiempo
suficiente para demandar su divorcio por la causal invocada.

La demandada, contestó negativamente la demanda; manifestó que a su esposo


se le fijó judicialmente una pensión de cincuenta quetzales para ella y de ciento
cincuenta quetzales para la hija de ambos, M.C., las que ha cumplido
normalmente, que aunque en cierta ocasión tuvo que demandarlo ejecutivamente
en virtud de haberse retrasado. Que no es verdad que se hayan separado
voluntariamente, pues su esposo la echó de la casa golpeándola; que ciertamente
siguió juicio voluntario de divorcio en el Juzgado Primero de Familia, del cual hubo
de desistir por la promesa de su esposo de llevar vida normal con ella y su hija, a
raíz de haber sido asaltado en su negocio de restaurante. El doce de octubre de
mil novecientos ochenta y dos fue golpeada y humillada por su esposo, quien la
encerró bajo llave por lo que telefónicamente se comunicó con su abogado
G.E.P.G.;n, quien solicitó medidas de seguridad dentro del juicio oral de alimentos;
que el tribunal decretó el traslado de la manifestante a la casa de su hermana
O.C.P. de Zúñiga, y se ofició a la Policía Nacional para cumplir con las medidas de
seguridad. Que tales hechos los acredita con fotocopias legalizadas del oficio
dirigido por el juez y del informe de la policía al cumplir la orden, con fotocopia
igualmente legalizada del informe médico suscrito por el doctor S. Quirós.

Que es falso que no hayan adquirido bienes durante el matrimonio, pues


adquirieron la cafetería y restaurante "Espada de Oro", inscrita en el Registro
Mercantil de la República, bajo el número veinticinco mil ochocientos sesenta y
siete (25,867), folio doscientos sesenta y cuatro (264), libro treinta y cuatro (34) de
Empresas, negocio ubicado en la Avenida Bolívar, veintiocho guión diecinueve de
la zona número ocho de esta capital. Que aprovechando la separación, su esposo
vendió el negocio a Y.K.L.;n, sin liquidar el derecho de la manifestante a quien
corresponde el cincuenta por ciento del negocio, y que sobre el mismo constituyó
su esposo usufructo vitalicio a favor de la dicente, según escritura pública del
veintitrés de septiembre de mil novecientos ochenta y dos; ante el notario
G.E.P.G.;n, quedando su esposo como depositario de los bienes y enseres.

Por lo expuesto la demandada reconvino a su esposo de divorcio, con base en las


causales contenidas en los incisos segundo, tercero y séptimo del artículo
155 del Código Civil, por riñas y disputas continuas, ofensas al honor y en general,
por la conducta que haga insoportable la vida en común, y por la negativa
infundada de uno de los cónyuges a cumplir con el otro y con los hijos, los deberes
de asistencia y alimentación, ya que su esposo en los últimos tiempos se olvidó de
pasar las pensiones alimenticias a que fue condenado, por lo cual se le siguió
proceso ejecutivo en vía de apremio. Pidió que al liquidarse la sociedad conyugal
se le adjudicara la totalidad del negocio de restaurante, por corresponderle el
cincuenta por ciento por concepto de usufructo vitalicio y el otro cincuenta por
ciento, por liquidación del haber conyugal; pidió también, en cien y doscientos
cincuenta quetzales, respectivamente.

El actor C.C.L.;n contestó en sentido negativo la reconvención e interpuso las


excepciones de: caducidad, prescripción, falsedad de los hechos expuestos y falta
de fundamento para demandar por las causales invocadas, en memorial de fecha
seis de marzo de mil novecientos ochenta y cuatro. Que la reconviniente aseguró
que el doce de octubre de mil novecientos ochenta y dos tuvieron una riña, de
cuyo hecho transcurrió un año y cuatro meses, es decir, más de los seis meses
fijados por la ley para invocar una causal de divorcio, por lo cual es procedente la
excepción de caducidad; que lo mismo sucede respecto a la causal contenida en
el inciso 3o.. del artículo 155 del Código Civil, en que por el tiempo transcurrido
procede la prescripción. En cuanto a que se haya negado él a cumplir con la
pensión alimenticia es totalmente falso, pues lo que sucede es que devengando
un salario de ciento setenta y cinco quetzales mensuales, le es imposible cumplir
con la pensión fijada de doscientos quetzales, por consiguiente, son falsos los
hechos en que se funda la reconvención, y ofreció las pruebas del caso.
DE LAS PRUEBAS RENDIDAS:

Por parte del actor se rindieron las pruebas siguientes: declaración ficta de la
demandada; certificaciones del Registro Civil y del juicio de fijación de pensión
alimenticia; fotocopia de la demanda voluntaria de divorcio; declaración testimonial
de R.C.L., E.M.M. y M.L.C.O.; reconocimiento judicial en el juicio número siete mil
doscientos treinta y uno, del Juzgado Primero de Familia; ratificación de la
demanda de fecha veintiuno de febrero de mil novecientos ochenta y cuatro;
constancia del sueldo que devenga el actor y recibos de los pagos efectuados por
virtud de pensiones alimenticias.

De parte de la demandada y reconviniente: certificación del Registro Civil;


fotocopias simples de un recibo de la Tesorería del Organismo Judicial, del oficio
remitido a la Policía Nacional por el Juez Primero de Familia y del informe rendido
con tal motivo por la Policía; fotocopia legalizada del informe médico suscrito por
el doctor S.Q.;s y fotocopia simple legalizada de la escritura pública suscrita ante
el notario G.E.P.G.;n.

DE LA SENTENCIA RECURRIDA:

Con fecha catorce de febrero del corriente año, la Sala de la Corte de Apelaciones
de Familia, dictó sentencia en la cual confirmó la de primera instancia, en la cual
se declaró sin lugar tanto la demanda de divorcio de éste, como la reconvención
planteada por la demandada, por falta de pruebas. Consideró el tribunal
sentenciador que el actor demandó el divorcio invocando como causal la
separación o el abandono voluntario de la casa conyugal por más de un año,
cuando ambas causales son excluyentes; que si bien la demandada en la
confesión ficta aceptó estar separada y haber abandonado voluntariamente el
hogar conyugal, la causal de separación voluntaria no está probada, pues la
demandada no acepta que existe separación voluntaria, y tampoco el actor probó
que ambos convinieran en separarse voluntariamente. Con la prueba rendida y
declaración de testigos, se evidencia que las partes están separadas de hecho,
pero no consta que tal separación sea voluntaria, por lo cual se confirmó el fallo de
primer grado.
CIVIL:

Se interpuso el recurso por motivos de fondo: por interpretación errónea de la ley y


error de hecho en la apreciación de las pruebas. Arguye el recurrente que la Sala
de Familia interpretó erróneamente los artículos 155 inciso 4o.. y 156 del Código
Civil, pues este último dice que se presume voluntario el abandono e inmotivada la
ausencia a que se refiere el inciso 4o.. del artículo anterior; pero contra tales
presunciones se admite prueba en contrario, y que la acción respectiva debe
promoverse durante la ausencia o abandono del cónyuge demandado. La Sala
admite la evidencia de que las partes están separadas de hecho, pero que no
consta que la misma sea voluntaria, agregó que, es criterio reiterado de los
tribunales, inclusive de la Corte, que las presunciones que la ley establece no
necesitan probarse y que la demandada no rindió prueba en contra de la
presunción legal; dijo que la Sala afirma, que el actor tampoco probó que ambos
convinieran en separarse voluntariamente, pero se pregunta el recurrente, qué ley
exige ese requisito, pues entonces no existirían juicios ordinarios de separación y
mucho menos divorcios invocando la causal mencionada.

El error de hecho en la apreciación de las pruebas, lo fundamenta en que probó la


separación y abandono voluntario del hogar conyugal por más de un año de parte
de la demandada, con el acta notarial levantada por el notario J.R.D.;azD.;nG.;a,
de fecha veintiocho de marzo de mil novecientos ochenta y cuatro, en donde se
hace constar claramente lo manifestado por ella ante el Juez Primero de Familia,
el veintidós de julio de mil novecientos ochenta y dos, en el memorial de demanda
de alimentos al decir: "Es el caso señor Juez que con mi esposa nos encontramos
separados del matrimonio desde hace diez meses". Lo que significa que existía
separación y abandono del hogar conyugal desde el mes de agosto de mil
novecientos ochenta y uno, y que a la fecha de la presentación de la demanda de
divorcio, el seis de febrero de mil novecientos ochenta y cuatro, transcurrieron dos
años y seis meses.

Que también existe error de hecho, porque la demandada ratificó su memorial de


contestación de demanda y reconvención, en donde acepta que en forma
voluntaria ante el Juez Primero de Familia, solicitaron su divorcio por mutuo
consentimiento, lo cual fue confirmado en la confesión ficta, respecto a haberse
separado voluntariamente de su esposo desde el mes de agosto de mil
novecientos ochenta y uno; que la Sala dio por probados los hechos afirmados por
la demandada en la reconvención, sin haber rendido prueba alguna, por todo lo
cual pidió se case la sentencia y se declare con lugar la demanda de divorcio.
Efectuada la vista, procede resolver; y,

CONSIDERANDO:

Que el estudio de los antecedentes, se deduce que el actor C.C.L.;n, demandó el


divorcio de su cónyuge M.L.C.P. de C., por "la separación voluntaria del hogar
conyugal por más de un año", en consecuencia estuvo obligado durante la
substanciación del proceso a probar que la separación habida con su esposa fue
"voluntaria", lo cual no efectuó. Al respecto, el inciso 4o.. del artículo
155 del Código Civil (versión auténtica publicada en El Guatemalteco de fecha
ocho de octubre de mil novecientos sesenta y tres), exige que la separación o
abandono que no se invoquen como causal de divorcio, deben ser "voluntarios",
de suerte que no basta el hecho de la separación para que se decrete el divorcio,
si se omitió la prueba de la voluntariedad de la separación que la ley exige para el
efecto. En tal sentido, no puede aceptarse que en la sentencia recurrida se hayan
violado las disposiciones contenidas en los artículos 155 inciso 4o..
y 156 del Código Civil, ya que la separación y el abandono son conceptos
distintos, y no como lo afirma el recurrente que éste es complemento de aquella.
Por este motivo, el recurso no puede prosperar.

II

En lo que atañe al error de hecho en la apreciación de la prueba, el recurrente


aduce que la Sala sentenciadora omitió la valoración de los siguientes
documentos: a) La ratificación de su memorial de contestación de demanda y
reconvención; b) Acta de fecha veintiocho de marzo de mil novecientos
ochenta y cuatro ante el notario R.D.;azD.;nG.;a, sobre que la demandada
manifestó ante el Juez Primero de Familia, con fecha veintidós de julio de
mil novecientos ochenta y dos, que se encontraba separada con su esposo
desde hacía diez meses y, c) La confesión ficta de la demandada sobre
haberse ido voluntariamente del hogar conyugal. Como se observa, en los
documentos relacionados, no consta nada respecto a la voluntariedad de la
separación, y en cuanto a lo confesado fictamente sobre el particular, cabe
advertir que aún la confesión lisa y llana de los cónyuges en materia de
divorcio, es suficiente prueba para declarar el divorcio en virtud del mandato
expreso de la ley contenido en el artículo 13 del Decreto Ley 218. De suerte,
que no estando establecido el error de hecho denunciado, tampoco puede
prosperar por este motivo el recurso sujeto a estudio.

LEYES APLICABLES:

Artículos: los citados y 2o.., 6o.. y 74 del Estatuto Fundamental de Gobierno; 26,
106, 126, 177, 619, 620 del Código Procesal Civil y Mercantil; 2o.., 27, 32, 38
inciso 2o.. y 87 de la Ley del Organismo Judicial.

POR TANTO:

La Corte Suprema de Justicia, Cámara Civil, con apoyo en lo considerado, las


leyes citadas y lo prescrito por los artículos: 66, 67, 88, 633 y 635 del Código
Procesal Civil y Mercantil: 143, 157, 159, 163, 169, 178 y 179 de la Ley del
Organismo Judicial, DESESTIMA el recurso de casación relacionado; condena
al recurrente al pago de las costas del mismo y a una multa de cincuenta
quetzales (Q.50.00), que deberá enterar en la Tesorería del Organismo
Judicial, dentro del término de cinco días, y en caso de insolvencia se
sustituirá por diez días de prisión. Notifíquese y con certificación de lo resuelto,
devuélvanse los antecedentes a donde corresponde. B.N.B. --S.T.A.B. -- L. De la
Roca P.-M. A.R.. -- L.R.;S.M.;nez. --Ante Mi: J.L.G.;nez.

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