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El objetivo del presente ensayo es identificar los aportes de tipo metodológico que el
materialismo histórico, el positivismo y la teoría de la complejidad le brindan a la idea de
investigación que se pretende desarrollar en el doctorado, la cual gira en torno al estudio de
las tendencias que describe la dinámica demográfica del departamento de Nariño en el
periodo 1951-2014, así como su relación con los procesos de modernización y desarrollo
que viene experimentando la región desde la segunda mitad del siglo XX hasta el presente.
Se han seleccionado estas tres corrientes para orientar la metodología con que se va a
desarrollar esta idea de investigación, especialmente por la pertinencia de sus aportes en
aspectos como la misma concepción del método, el control de las ideologías y los valores
en el trabajo científico, la observación relacional, la necesidad de definiciones conceptuales
precisas, la explicación, el análisis, la formulación de leyes y la construcción teórica del
objeto de estudio. Aspectos que le dan claridad a la forma como se debe abordar el objeto
de estudio, y que anticipan algunas consecuencias metodológicas futuras que deben ser
asumidas con compromiso por parte del investigador.
De igual manera, por la naturaleza del objeto de estudio, el cual comporta dimensiones
teóricas y empíricas, objetivas y subjetivas, estructurales y agenciales y sincrónicas o
diacrónicas, los tres enfoques mencionados ofrecen las perspectivas metodológicas más
adecuadas, por el momento, para la ejecución de este proyecto, y para sus propuestas de
intervención y transformación social
Antes de pasar revista por los aportes de cada una de estas tres corrientes a la idea de
investigación que pretende desarrollar en el doctorado, es preciso hacer algunos
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Estudiante de primer semestre. Doctorado en Estudios Social. Facultad de Ciencias Humanas. Universidad
Externado de Colombia. 2013
comentarios, con el propósito de darle un mejor entendimiento al contenido de este ensayo:
los aspectos metodológicos sobre los cuales estas corrientes metodológicas realizan sus
aportes, no han sido elegidos arbitrariamente por el observador, sino que han emergido del
estudio de las fuentes consultadas. Para identificar su contribución se las ha presentado sin
un criterio de orden o jerarquía, con lo que desde ya se colocan en práctica algunas
enseñanzas metodológicas aprendidas del materialismo histórico y de la teoría de la
complejidad.
Por otro lado, para complementar las contribuciones del positivismo de Comte frente a los
aspectos mencionados, se ha acudido a algunas reglas metodológicas desarrolladas por unos
de sus principales seguidores, el sociólogo francés Emile Durkheim. Su trabajo es una
interesante adaptación del método científico de las ciencias naturales a las necesidades de
conocimiento y generalización de las ciencias sociales. Este autor, diferencia de la vanidad
y las especulaciones que caracterizaron las posturas epistemológicas y metodológicas de
Comte, aplicó su método en el estudio de problemas reales como el suicidio, las formas
elementales de la vida religiosa y el cambio social, entre otros, lo que le permitió posicionar
las ciencias sociales al nivel de las ciencias exactas.
Para el materialismo histórico lo metodológico no tiene que coincidir con el orden de las
observaciones y de los interrogantes. Las etapas metodológicas secuenciales no tienen
importancia en el proceso de investigación; la significación de las etapas de investigación
no se define por el momento y el lugar que ocupan en una secuencia lógica (Zuleta, 1972:
76), su orden depende de las categorías y problemas que la estructura social considera
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determinantes, y determinadas. Así que no siempre se comienza por el origen, sino por lo
que resulta determinante.
Las tres corrientes en su conjunto, aportan una visión del método que precisa la manera
como se debe ejecutar la observación del objeto de estudio de la presente propuesta de
investigación. De acuerdo a la teoría de la complejidad y el materialismo histórico la
investigación no siempre comienza por una pregunta de investigación o una serie objetivos,
depende de la manera cómo llegue la idea de investigación y la información al investigador,
y de la capacidad que tiene de asumir y sistematizar la realidad. En el caso concreto de la
investigación en curso, su origen se encuentra en las necesidades y vacios de conocimiento
que han dejado algunos trabajos previos, y de algunas hipótesis que se ha derivado de ellos.
Por su parte, el legado del positivismo se convierte en una guía para no perder el carácter
sistemático, racional, normativo y operativo que la observación del vínculo entre las dos
variables debe comportar para no rebasar los objetivos propuestos.
Por otro lado, los tres enfoques hablan de tener precauciones con las apariencias, los mitos
y la ideología. Esto es de gran utilidad para la investigación, porque según las enseñanzas
del materialismo histórico, las apariencias nos muestran los hechos separados de su
contexto histórico y de su dinamismo (Zuleta, 1972: 2). Por lo general, las ideas tienden a
ocultar lo que existe más allá de los fenómenos observados. Con seguridad, la relación
entre dinámica demográfica y modernización social y económica en el Departamento de
Nariño en el periodo 1951-2014, no es una relación evidente que se explique por sí sola,
sino que detrás de ella están latentes una serie de tensiones, conflictos, interacciones y
consensos que estas variables establecen con el contexto histórico y social de la región, del
país y del mundo, algunas conocidas y otras desconocidas, que pueden ayudar a una
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interpretación más amplia y dialéctica de esta relación. Otra invitación de este enfoque es a
no conformase con saber que la realidad se presenta como apariencia, sino explicar por qué
se presenta de ese modo, y por qué es necesario que se presente así, lo que significa todo un
reto y nuevas posibilidades de conocimiento, porque el tratamiento teórico de los datos
pude dar lugar interrogantes que pueden suscitar reflexiones y posibles hipótesis que
extiendan el trabajo investigativo.
En este sentido, el positivismo manifiesta una postura similar. Para esta orientación en el
trabajo científico hay que descartar sistemáticamente las prenociones, las cuales son una
especie de velo que se interpone entre quien observa y la realidad observada (Durkheim,
1986). La ciencia no trabaja con conceptos que se han formado por fuera de ella. Esta regla
es pertinente para el trabajo de investigación para no dar por supuesta la relación entres
estas dos variables ni su dirección de sentido. Hay que estudiar el fenómeno, como dice
Durkheim, como si se partiera de cero, sin supuestos previos.
Por otro lado, un hábito metodológico que buscan promover las tres corrientes
metodológicas es observar la realidad en términos relacionales; el materialismo histórico y
la teoría de la complejidad son baste amplios en este sentido, mientras que el positivismo es
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un poco restringido. Sin embargo, este último énfasis, con sus oportunidades y las
restricciones, es muy funcional para el análisis que se pretende realizar en esta
investigación.
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La necesidad de definiciones precisas y empíricas en la ciencia genera una serie de
compromisos intelectuales para la investigación. La primera de ellas, es que de aquí en
adelante las definiciones de los conceptos “dinámica demográfica” y “modernización
social” ya no se las puede encontrar en las significaciones metafísicas de los diccionarios,
las enciclopedias físicas y virtuales, y en la imaginación del investigador, hay que buscarlas
en las investigaciones previas que se realizado sobre el tema, o acudiendo a la teoría y sus
categorizaciones, o lanzándose a proponer nuevos significados a partir de los hechos
observados, asegurándose de poseer un amplio bagaje teórico. Después de encontrarlas, es
oportuno resignificarlas y operacionalizarlas constantemente a medida que se las aplica.
Segundo, no hay que olvidar que las definiciones no comprenden realidades extremas y
absolutas, de ellas también se puede deducir definiciones intermedias o subcategorías que
pueden darle mayor poder de análisis y explicación a la investigación, como se desprende
de la teoría de la complejidad.
Por otro lado, los tres enfoques ofrecen elementos para entender la explicación. Para el
materialismo histórico, la explicación es una operación lógica y metodológica, que nace de
la crítica de los teóricos que defienden la explicación multicausal. Para este enfoque, los
fenómenos que son explicados por varios factores son hechos falsamente interpretados,
mientras que la explicación que requiere la ciencia es determinista, tienen como única causa
el modo de producción y de cambio (Zuleta, 1972: 35).
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En la complejidad la explicación es, como su nombre lo indica, un asunto complejo. No se
centra en un solo factor sino en la integración de varios factores. En la unificación del
orden con el desorden puede encontrarse la razón de los fenómenos complejos. Para darle
un tono multicausal a la explicación, este enfoque desarrolla la siguiente fórmula:
“orden/desorden/interacción/organización”, en la interacción de estos momentos se puede
identificar las causas y los efectos de la complejidad. Esta lógica explicativa puede ayudar a
comprender que el proceso de modernización social y económica de la región puede incidir,
con sus avances y retrocesos, en la heterogeneidad de los patrones demográficos y en los
diferentes ritmos de la dinámica poblacional.
En el enfoque de la complejidad, por contrario, el análisis no tiene nada que ver con la
observación superficial de la morfología de los fenómenos observados, sino con la
búsqueda de aquello que no se puede ver a simple vista (Morin, 1990: 144). Para la
complejidad no hay análisis científico, sino análisis de lo oculto. Detrás de lo real se
esconde un “trans-mundo” que, según Morin (1990), es más real que el mundo real.
Las propuestas de análisis de las tres corrientes metodológicas son interesantes para el
ejercicio de investigación planteado. Desde la perspectiva del materialismo histórico, los
conceptos de estudio, “dinámica demográfica” y “modernización social”, son también
herramientas heurísticas de análisis, toda vez que permiten organizar y clasificar los hechos
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que en la realidad se encuentran desordenados, aislados y dispersos. Según el positivismo,
cada uno de estos componentes hay que estudiarlos por separado, descomponiéndolos hasta
encontrar los elementos básicos de su composición, y volver a configurarlos para entender
su estructura y su evolución. Por su parte, la teoría de la complejidad insiste en que hay que
escudriñar en profundidad la relación entre población y desarrollo, para encontrar aspectos
ocultos que no se manifiestan directamente a la observación.
Sobre las leyes científicas también hacen referencia las tres propuestas metodológicas.
Quizá el positivismo es la postura que más ha insistido que el conocimiento científico deber
convertirse en explicaciones universales. Para Comte, son reflexiones racionales
desarrolladas sobre relaciones relativamente constantes de fenómenos que el investigador
construye a través de la observación y la experimentación. Sin embargo, el autor sostiene
que no son tan absolutas e invariantes como se cree, ya que las transformaciones del
organismo social las tornan relativas. Las leyes abordan la generalidad pero también las
excepciones que se presentan en los fenómenos. Esta acotación es de mucha utilidad para
los propósitos explicativos de la investigación y su carácter relativo y provisional, pues la
teoría que se formule con este ejercicio, no solo verá amenazada su vigencia por los
cambios ocurridos en la sociedad, sino también por la crítica y refutación que reciba cada
vez que se contraste con la realidad. Siguiendo los consejos de Popper (1973), será una
teoría cuya pertinencia científica se soportará en la crítica y la falsación.
En el caso del materialismo histórico, las leyes están asociadas a la explicación, la cual,
como se menciono más arriba, depende de las determinaciones de los modos de
producción. Es decir, la generalidad de los objetos depende de las leyes que produzca una
forma de producción históricamente determinada. Con esto queda claro que la validez de la
teoría que resulte de la observación de la relación entre dinámica demográfica y
modernización cobrará legitimidad científica, si es compatible con las circunstancias
históricas y materiales imperantes en el momento de su formulación. Según este enfoque, la
validez de este ejercicio empírico será dada por su crítica a los antagonismos y conflictos
sociales e históricos que rodean su desarrollo y ejecución.
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Por otro lado, la complejidad asume una visión compleja de las leyes científicas: la ciencia
no está llena de generalidades, sino de particularidades y singularidades. El concepto de ley
al estilo positivo es bastante problemático dado que la realidad está compuesta por sujetos
muy diferentes. Esta anotación es fundamental especialmente para aquellos fenómenos que
necesitan un análisis en profundad, como los mismos sucesos históricos, los testimonios,
las historias de vida, con los cuales todo intento de formulación de leyes generales pierde
sentido.
Por último, los tres enfoques brindan elementos para la construcción del objeto de estudio.
Para el materialismo dicha construcción tiene un carácter crítico; para el positivismo tiene
un carácter teórico; y para la teoría de la complejidad un carácter complejo. Para los tres
enfoques metodológicos queda claro que el objeto se construye no solo acudiendo a los
hechos.
Bibliografía
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