BIOÉTICA Y ATENCIÓN A LAS PERSONAS MAYORES

La enfermera(o) juega un rol brindar un ambiente de confianza a la persona adulta mayor,

buscando su bienestar y pronta recuperación mediante el trato humano; aplicando los
principios bioéticos en el cuidado de enfermería
La bioética es una ciencia que combina el conocimiento biológico con los valores humanos

Nosotros como profesionales no hemos de olvidar nunca que hemos de ser profesionales
competentes, pero ante todo hemos de ser seres humanos, que a las personas mayores no hay
que imponerles las cosas ni dárselo todo echo, por mucho que esto pueda agilizar nuestro
trabajo en este mundo de prisas constantes.

En la atención bioética del envejecimiento, una cuestión insoslayable serán los costos de la
atención médica, para que ésta sea no sólo de calidad sino otorgada con equidad y justicia.

CALIDAD DE VIDA Y ENVEJECIMIENTO

El envejecimiento es un fenómeno mundial en crecimiento: cada año las tasas de fecundidad

disminuyen mientras que la esperanza de vida aumenta, a lo que se agrega que la población de
60 años y más crece aceleradamente y junto con ello el cuestionamiento de si estas personas
tendrán buena calidad de vida conforme avanza su edad, así como el riesgo de desarrollar
enfermedades crónicas. A nivel mundial, en el año 2015 la población de 60 años y más alcanzó
los 901 millones (12,3% de la población total mundial) por lo que para el 2050 se proyecta que
será de 2,092 millones (21,5% de la población total). Este crecimiento es debido a los avances
de la ciencia y la medicina, la higiene y nutrición y las condiciones y estilos de vida favorables.
Sin embargo, la longevidad creciente tiene exigencias propias que no pueden desconocerse y
se debe asegurar que el alto costo necesario para llegar a viejo se vea compensado con una
vida con calidad, en el adulto mayor.

La Organización Mundial de la Salud señala que las pérdidas físicas, sociales y emocionales
ocurren como situaciones propias de la edad, por tanto, el adulto mayor debe adaptarse a sus
nuevos roles cuando aparezcan, sin dejar de lado que la adaptación se debilita por el contexto
y las concepciones sociales, razón por la que es imperante reforzarla y favorecer que el adulto
mayor tenga un óptimo desarrollo de su vejez.

El proceso de envejecimiento se concibe como un proceso heterogéneo, irreversible, universal

que conlleva una disminución en las capacidades físicas. Dicha etapa no es sinónimo de
patología, aun cuando conlleva pérdida progresiva de funciones y un aumento en la
morbilidad.

La calidad de vida es el resultante de la interacción entre las diferentes características de la

existencia humana (vivienda, vestido, alimentación, educación y libertades humanas); cada
una de las cuales contribuye de diferente manera para permitir un óptimo estado de bienestar,
teniendo en cuenta el proceso evolutivo del envejecimiento, las adaptaciones del individuo a
su medio biológico y psicosocial cambiante, el cual se da en forma individual y diferente;
adaptación que influye en su salud física, fallas en la memoria y el temor, el abandono, la
muerte, la dependencia o la invalidez. La calidad de vida es una vida satisfactoria, bienestar
subjetivo y psicológico, desarrollo personal y diversas representaciones de lo que constituye
una buena vida, y que se debe indagar, preguntando al adulto mayor, sobre cómo da sentido a
su propia vida, en el contexto cultural, y de los valores en el que vive, y en relación a sus
propios objetivos de vida.