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SAP La Rioja 90/2016, 26 de Abril de 2016

Ponente: MARIA DEL CARMEN ARAUJO GARCIA

ECLI: ES:APLO:2016:165

Número de Recurso: 149/2015

Procedimiento: CIVIL

Número de Resolución: 90/2016

Fecha de Resolución: 26 de Abril de 2016

Emisor: Audiencia Provincial - La Rioja, Sección 1ª

Id. vLex VLEX-648141357

Link: https://app.vlex.com/#vid/648141357

Texto

Contenidos
 ANTECEDENTES DE HECHO

o PRIMERO

o SEGUNDO

o TERCERO

o CUARTO

 FUNDAMENTOS DE DERECHO

o PRIMERO

o SEGUNDO

 FALLO

Sentencia citada en: una sentencia

AUD.PROVINCIAL SECCION N. 1
LOGROÑO

SENTENCIA: 00090/2016

AUDIENCIA PROVINCIAL DE LA RIOJA

LOGROÑO

Domicilio : VICTOR PRADERA 2

Telf : 941296484/486/489

Fax : 941296488

Modelo : SEN00

ROLLO: RECURSO DE APELACION (LECN) Nº 149/2015- JC

ILMOS/AS.SRES/AS.

MAGISTRADOS:

DOÑA CARMEN ARAUJO GARCÍA

DON RICARDO MORENO GARCIA

DOÑA MARIA DEL PUY ARAMENDIA OJER

SENTENCIA Nº 90 de 2016

En LOGROÑO, a veintiséis de abril de dos mil dieciséis

VISTOS en grado de apelación ante esta Audiencia Provincial de LA RIOJA, los Autos de
JUICIO ORDINARIO nº 1593/2010, procedentes del JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA
Nº 5 de LOGROÑO, a los que ha correspondido el Rollo nº 149/2015, en los que aparece como
parte apelante, DON Casimiro, representado por la Procuradora de los Tribunales DOÑA GEMA
MUES MAGAÑA, y asistida por el Letrado DON ALEJANDRO GOMEZ ROJO, y como partes
apeladas, DOÑA Rebeca y OTROS representados por la Procuradora de los Tribunales DOÑA
REGINA DODERO DE SOLA NO, y asistidos por el Letrado DON CARMELO IRAZOLA
SAEZ, siendo Magistrado Ponente DOÑA CARMEN ARAUJO GARCÍA .

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO

Con fecha 27 de enero de 2015, se dictó sentencia por el Juzgado de Primera Instancia nº 5 de
Logroño, en cuyo fallo se recogía: "Desestimo la demanda presentada por la representación de
Casimiro y, por lo tanto, absuelvo a los demandados de las pretensiones formuladas frente a los
mismos. Cada parte deberá abonar las costas causadas a su instancia".

SEGUNDO

Notificada la anterior sentencia a las partes, por la representación de la parte demandante se


presentó escrito interponiendo recurso de apelación ante el Juzgado contra la sentencia dictada
en la instancia. Admitido éste, se dio traslado a las demás partes para que en 10 días presentasen
escrito de oposición al recurso o, en su caso, de impugnación de la resolución apelada, en lo que
le resultase desfavorable.

TERCERO

Seguido el recurso por todos sus trámites, se señaló para la celebración de la votación y fallo el
día 21 de abril de 2016.

CUARTO

En la tramitación del presente rollo se han observado las prescripciones legales.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PREVIO: Hemos de expresar inicialmente que en cuanto al documento adjuntado al escrito de
interposición del recurso de apelación (folio 884 bis), dadas sus características y contenido, su
aportación es, desde luego, extemporánea, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 460 de
la Ley Procesal Civil ; y, en todo caso, no consta solicitud alguna de prueba para la segunda
instancia en el escrito de formulación del recurso.

Por tanto, en las circunstancias expuestas no procede la admisión del documento aportado por la
parte apelante junto con el escrito de interposición del recurso de apelación.

PRIMERO

Como señala la sentencia de la Sección 6ª de la Audiencia Provincial de la Coruña nº 297/2015,


de 11 de septiembre: "Con respecto a la cuestión relativa a la responsabilidad civil derivada de la
caída de árboles, en la sentencia de fecha 21 de diciembre de 2011 dictada por esta misma
sección decíamos que " la doctrina jurisprudencial es reiterada en el sentido de que la
responsabilidad que establece el art. 1.908 del Código Civil, tiene carácter objetivo o
cuasiobjetivo, siendo su única causa de exención, la fuerza mayor". También recuerda dicha
sentencia la doctrina del Tribunal Supremo acerca de los ámbitos de aplicación de los artículos
1902 y 1908.3º del Código Civil señalando que " el art. 1902 tiene un sentido general y se
extiende a toda acción u omisión que causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia,
mientras que el artículo 1908-3º tiene un sentido específico, por cuanto se refiere al propietario y
a un evento determinado ("caída de árboles.."), con lo cual el supuesto generador del deber de
resarcir el daño reside en la creación de un riesgo previsible y evitable de mediar por su parte la
elemental diligencia de cuidado. En el supuesto contemplado en el art. 1908.3, continúa
señalando el Tribunal Supremo, no se exige directamente la culpa del propietario, lo que le
diferencia del supuesto general del art. 1902, y esa diferencia, no carece de interés dado que,
pese a las doctrinas sobre la inversión de la carga de prueba, riesgos aportados, etc., que tienden
a una aproximación de la culpa extracontractual con la responsabilidad objetiva, en aquella no
puede faltar el reproche culpabilístico, mientras que la responsabilidad que deriva del artículo
1908-3º se considera, junto con otros casos, como ejemplos dentro del Código Civil de
responsabilidad objetiva..., con lo cual la acción que confiere el art. 1908 otorga al actor un plus
de facilitación del éxito de su pretensión, superior al reconocido por el artículo 1902 " y
añadíamos " el caso que nos ocupa es un claro ejemplo de responsabilidad objetiva, que opera
automáticamente ante la situación de riesgo que la plantación del árbol conlleva. Estamos ante
un "árbol corpulento que se cae de modo que causa perjuicios en una finca ajena" como reza en
los arts. 390-391, al que por imperativo legal, es de aplicación el 1908: "responderá el
propietario de los daños causados: 3º por la caída del árbol". Basta el hecho de caer y de causar
con ello daño a otro para que surja la responsabilidad. La inversión de la carga de la prueba que
ello conlleva es de tal magnitud, que hace que sea la demandada quien para librarse de tal
responsabilidad deba probar que ha mediado una fuerza mayor ".

Pues bien, en el caso enjuiciado se ha apreciado la concurrencia de fuerza mayor alegada por los
demandados, que señalan haber sido arrancados los chopos por el vendaval que se produjo en la
madrugada del día 24 de enero de 2009, y así se estima en la sentencia recurrida. Y, como entre
otras muchas, expresa la sentencia de la Sección 8ª de la Audiencia Provincial de Cádiz nº
93/2015, de 29 de junio : "La fuerza mayor es en nuestro derecho causa de exención de la
responsabilidad, estableciendo el artículo 1105 CC que "nadie responderá de aquéllos sucesos
que no hubieran podido preverse, o que, previstos, fueran inevitables". Se aplica tanto en el
ámbito de las obligaciones contractuales como extracontractuales" ... "y alude a sucesos o
eventos ajenos a la voluntad del deudor que hacen imposible el cumplimiento de una obligación
previamente contraída o impiden el nacimiento de la que conforme a los artículos 1093 y 1902 y
siguientes del CC pueda sobrevenir, debiendo existir entre el daño producido y el evento que lo
produjo un nexo de causalidad eficiente"... "Conforme al artículo 2.1.e ), 4º del Real Decreto
300/2004, de 20 de febrero " (por el que se aprueba el Reglamento del seguro de riesgos
extraordinarios) "se entiende por tempestad ciclónica atípica el tiempo atmosférico
extremadamente adverso y riguroso producido por:"... "4º Vientos extraordinarios, definidos
como aquellos que presenten rachas que superen los 120 Km por hora" (redacción Reglamento
Vigente desde 2011, con anterioridad rachas superiores a 135 km/h) "se entenderá por racha el
mayor valor de la velocidad del viento, sostenida durante un intervalo de tres segundos"... Y en
este punto no podemos dejar de señalar que si bien todo riesgo consorciable puede considerarse
constitutivo de fuerza mayor, a la inversa no sucede lo mismo, pues ciertos riesgos, aún no
siendo consorciables, pueden integrar igualmente un caso de fuerza mayor por resultar
imprevisibles y, en cualquier caso inevitables. Ahora bien, no puede desconocerse que tal dato
puede servirnos de referencia orientativa para valorar la posible concurrencia de fuerza mayor a
falta de mayor actividad probatoria al respecto ( sentencia de la Audiencia Provincial de
Barcelona, Sección 4ª, nº 395/2014, de 7 de octubre ) [Ver].

En un caso de daños causados por caída de árbol, como consecuencia de fuerte viento, el mismo
día 24 de enero de 2009, la sentencia de la sección 6ª de la Audiencia Provincial de Alicante,
expone que ..."la realidad del daño y el origen del mismo, a tenor de lo dispuesto en el art. 217
LEC, es prueba que incumbe a la parte actora que ejercita la acción, mientras que la prueba del
caso fortuito o fuerza mayor recae sobre la parte demandada, pues al oponerse aquél se alega la
extinción de la obligación, y quien excepciona ésta debe probarla. Como establece la STS de 8
de febrero de 2000, para la aplicación del art. 1105 del CC, la parte que lo invoca ha de acreditar
los presupuestos de hecho para su aplicación, es decir, los constitutivos de fuerza mayor, y que
estos han sido los únicos causantes del daño, en este caso, el fuerte viento. En el mismo sentido
las STS de 26 de julio de 1996 y 29 de julio de 1998, entre otras, señalan que la imprevisibilidad
o inevitabilidad del resultado son cuestiones de hecho, cuya existencia corresponde acreditar al
demandado"... "En el presente caso la actora reclama, en concepto de responsabilidad
extracontractual, una indemnización por los daños ocasionados en su vehículo por la caída de un
árbol sito en el jardín del demandado, como consecuencia del fuerte viento y ante la falta de
mantenimiento del mismo, falta de mantenimiento que debió acreditar la demandante. Y no
siendo objeto de controversia, ni la existencia de los daños"... "como tampoco la relación de
causalidad entre la caída del árbol y los daños, la cuestión se limita a determinar si concurrió un
supuesto de fuerza mayor del art. 1.105 del Código Civil opuesta por la parte demandada y que
la exima de responsabilidad. En aplicación de la doctrina anteriormente expuesta, la carga de la
prueba de la concurrencia de la referida fuerza mayor recae sobre la parte demandada, que funda
la misma en la existencia de un viento que califica como extraordinario en la zona. Y la prueba
practicada en el presente caso, es contundente, al calificar la tormenta que hubo en Jávea, lugar
en que acaecieron los hechos, de extraordinaria. Se trató de un caso de ciclogénesis explosiva
extraordinaria, con vientos que alcanzaron en la zona los 143 Km/hora el día 24 de enero de
2009. Sin que el mero hecho de que el árbol caído tuviese bastante ramaje, como resulta de las
fotografías, determine que el mismo careciese de mantenimiento o poda; por cuanto, que como
se evidencia de dichas fotografías se trataba de un árbol de gran porte, basta para ello observar el
diámetro de su tronco, sin que se aprecie la existencia de enfermedad, defectos o debilidad en el
mismo que pudiera hacer preveer que el mismo podía caer ante un viento fuerte o extraordinario
para la zona.

En base a lo expuesto entendemos que no concurre error alguno en las conclusiones que alcanza
la juzgadora de instancia, la resolución recurrida no resulta arbitraria, injustificada o
injustificable, la Juzgadora a quo razona suficientemente el resultado de las pruebas con
argumentos que no pueden si no ser respetados por este Tribunal, que hacemos nuestras, con las
consideraciones recogidas anteriormente. Remisión admitida por la jurisprudencia del Tribunal
Supremo ( STS de 5 de octubre de l998, STS de 30 de abril de 2002, STS de 5 de octubre de
2006, STS de 2.10.09, STS de 20 de abril de 2010 y ATS de 15.6.2010 ). Lo que ha de
determinar la desestimación del recurso".

En el caso que ahora nos ocupa, el informe pericial emitido a instancia de la parte demandada,
por el ingeniero industrial D. Mariano, obrante a los folios 670 a 716 de los autos, expresa: "En
los días 23 y 24 de enero de 2009 hubo ráfagas de viento superiores a los 125 km/hora; valores
que superaron las exigencias establecidas del citado Decreto 195/1963 en relación a la velocidad
de viento que debían de soportar las edificaciones construidas de esa época como son las naves
ganaderas objeto de esta pericia. Los chopos de la parcela colindante a las naves ganaderas han
servido para reducción de velocidad de vientos que les llegaba a las naves ganaderas, por lo que
de no haber estado los chopos, el viento de la noche del 23 al 24 de enero hubiese azotado las
naves ganaderas a velocidades de más de 125 km/h, muy superiores a las exigidas (102 Km/h) en
la norma que regía la construcción de las citadas naves ganaderas. Las rachas de viento de
velocidad superior a 125 km/hora, producen daños materiales en la edificación de las naves,
porque su construcción no están preparadas para soportar velocidades de viento superior a 102
km/hora"... "En los días 23 y 24 de enero del 2009 se generaron en La Rioja y concretamente en
el lugar donde se ubican las naves ganaderas, una climatología de viento fuera de lo común, con
velocidades de vientos que superan los 100 km/ hora, y existiendo rachas de vientos que llegan a
superar los 125 km. Los vientos tienen componente Oeste y durante estos días se producen
precipitaciones de agua. Según se desprende del informe Climatológico Especial de Vientos del
Ministerio del Medio Ambiente y Medio Rural y Marino del Gobierno de España. Las naves
ganaderas en su lado oeste lindan con la finca de los chopos en su lado este, y ambas lindan con
la orilla del río Iregua, siendo la zona de gran vegetación y con gran humedad de agua, dada la
naturaleza del terreno y la red de canales de sobrantes de riego que caen por la zona al citado río.
A ello hemos de añadir las precipitaciones de agua que caen los días 23 y 24 de enero del
2009"... "La climatología que se da en esos días, de fuertes vientos con rachas que superan los
125 km/hora con las circunstancias naturales reflejadas en el punto anterior, llevan a azotar
fuertemente los chopos hasta arrancarlos, cayendo en algún caso sobre la cubierta del edificio de
naves ganaderas que linda con la parcela de chopos"... "La causa del siniestro es el fuerte
vendaval climatológico que se produjo los días 23 y 24 de enero del 2009 donde se alcanzaron
rachas de viento 125 km/hora y produjeron abatimiento o arranque de los chopos de la parcela
del demandado que algunos cayeron sobre la cubierta de las naves ganaderas, produciendo daños
principalmente en la cubierta y pared lateral del edifico. En los días del vendaval, los chopos de
la finca presentaban Dn medio de 45 cm, y tras los datos recogidos "in situ", se puede asegurar
que los árboles formaban una chopera con cierto porte que servía de resguardo a las naves
ganaderas. La altura de los chopos y su gran desarrollo o ramaje, presentaban una cierta
resistencia al paso del viento. El paraje donde se ubicaban los chopos, las altas rachas de viento
que llegaron a los 125 km/hora, acompañados de precipitaciones lluviosas hacía que el viento
azotase fuerte a los chopos, con tal fuerza que en algunos caos fueron abatidos y arrancados de
raiz"... "La única causa de los daños producidos en las naves es el vendaval de viento habido los
días 23 y 24 de enero, en este caso se produce por la caída de los chopos, pero si no hubieran
estado los chopos, el edificio que no está construido para soportar rachas de viento de 125 km/h,
hubiese sufrido daños materiales, el estimar la cuantía de los mismos resulta imprevisible, desde
menos daños, a los mismos o más daños que los que se han generado"... "En el reconocimiento
"in situ" de la zona, se comprobó: Que el tallo de los chopos eran de unos árboles sanos, y no
enfermos o débiles para ser abatidos con velocidades de viento habituales"... "No se observó
intervención alguna en la parcela para que mediante actuación cualquiera los árboles se
debilitaran y cayeran encima de las naves ganaderas. No se encontró causa alguna de
intervención por parte de la propiedad de la parcela de los chopos para que los árboles cayeran
en las naves ganaderas"... ". No se discute que los árboles fueron arrancados por el viento, y no
se ha desvirtuado la opinión del perito de los demandados de que los chopos eran árboles sanos,
no enfermos ni débiles; por ello, ha de rechazarse el efecto que la parte apelante pretende atribuir
al hecho de que los demandados solicitasen a la Confederación Hidrográfica del Ebro
autorización para la tala de chopos lo que así efectuaron en dos ocasiones (folios 753 a 818), en
fechas 26 de octubre (folio 755 de los autos) y 19 de noviembre (folio 793 de las actuaciones) de
2009, expresando en las respectivas instancias, como "carácter de la corta", "limpieza/riesgo
daños a colindante".

Consta asimismo en autos (folios 124, 125, 198 y 199) informe de la Agencia Estatal de
Meteorología, delegación de La Rioja, que expresa como en la madrugada del día 24 de enero de
2009 se produjeron rachas de viento que superaron los 100 Km/h en puntos de La Rioja Alta y
Ribera del Ebro, habiendo llegado en puntos en altitud como San Román (a 13 Km de Torrecilla)
o Ezcaray a superarse los 125 km/h. A los folios 126 a 130 de los autos obra informe de SOS
Rioja sobre las "incidencias relacionadas con el temporal de viento del 24 de enero de 2009",
señalando haberse producido 396 incidencias, 39 de ellas relacionadas con árboles con carreteras
y vías férreas cortadas por caída de árboles (folio 129), y una velocidad máxima registrada del
viento de 134,3 Km/h en Torrecilla en Cameros (folio 128), que es donde se produjo el hecho del
arrancamiento y caída de los árboles de la finca de los demandados, velocidad que se reitera a los
folios 131 y 132 y 205 y 206. También se aportaron (folios 133 a 136 y 207 a 210) artículos de
prensa que refieren las consecuencias "del fuerte vendaval", "el peor vendaval de las últimas
décadas" con numerosas incidencidas, entre otras, de árboles arrancados y caídos. Y se aporta,
además, la denominada escala de Beaufort (folio 137), que señala que a una velocidad del viento
de más de 117 Km/h (los peritos de las partes coinciden en afirmar que los vientos de velocidad
superior a 125 km/h son extraordinarios) se producen "grandes y extensos daños en edificios.
Muchos árboles arrancados"...

Conforme a lo expuesto, debe rechazarse la alegación de la parte apelante de haber incurrido el


juzgador a quo en error en la valoración de la prueba. Y al respecto hemos de expresar que en
nuestro sistema procesal la valoración de prueba pericial se sujeta a las reglas de la sana crítica (
artículo 348 de la Ley de Enjuiciamiento Civil ) y en modo alguno puede decirse que el juez de
instancia haya infringido sus reglas a lo que añadimos, por último, que el proceso valorativo de
las pruebas incumbe a los órganos judiciales exclusivamente y no a las partes que litigan, a las
que les está vedado toda pretensión tendente a sustituir el criterio objetivo e imparcial de los
Jueces por el suyo propio, dada la mayor subjetividad de éstas por razón de defender sus
particulares intereses debiendo quedar claro, por tanto, que dentro de las facultades concedidas al
efecto a Jueces y Tribunales podemos conceder distinto valor a los medios probatorios puestos a
disposición e incluso, optar entre ellos por el que se estime más conveniente y ajustado a la
realidad de los hechos. Las pruebas están sujetas a su ponderación en concordancia con los
demás medios de prueba ( Sentencia del Tribunal Supremo de 25 de enero de 1993 ), en
valoración conjunta ( Sentencia del Tribunal 30 de marzo de 1988 ) con el predominio de la libre
apreciación que es potestad de los tribunales de instancia ( Sentencias del Tribunal Supremo de
22 de enero de 1986, 18 de noviembre de 1987, 30 de marzo de 1988 )".

Por todo lo expuesto, el recurso ha de ser desestimado y confirmada la sentencia impugnada.

SEGUNDO

Que desestimado el recurso, se imponen a la parte apelante las costas de la alzada, de


conformidad con lo establecido en los artículos 394-1 y 398-1 de la Ley Procesal Civil .

Vistos los artículos citados y demás de general y pertinente aplicación al caso, en atención a todo
lo expuesto.

FA L LA M O S
Que debemos desestimar y desestimamos el recurso de apelación interpuesto por la procuradora
de los tribunales DOÑA GEMA MUES MAGAÑA, en nombre y representación de DON
Casimiro, contra la sentencia de fecha 27 de enero de 2015, dictada por el Juzgado de Primera
Instancia nº 5 de Logroño, en el procedimiento ordinario en el mismo registrado al nº 1593/2010,
del que dimana el Rollo de apelación nº 149/2015, confirmando dicha resolución impugnada.

Se imponen las costas causadas en el presente recurso de apelación a la parte apelante.

Se declara la pérdida del depósito constituido para recurrir al que se dará el destino legal.

Contra la presente resolución puede interponerse recurso de casación y, en su caso, por


infracción procesal para ante el Tribunal Supremo, si se cumplieran los requisitos legales, que
serían examinados en cada caso por la Sala.

Cúmplase al notificar esta resolución lo dispuesto en el artículo 248.4 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial .

Devuélvanse los autos al juzgado de procedencia, con testimonio de esta resolución,


interesándose acuse de recibo.

Así por esta nuestra sentencia, de la que se unirá certificación literal al rollo de apelación, lo
pronunciamos, mandamos y firmamos.

PUBLICACIÓN.- Leída y publicada fue la anterior sentencia por el Sr. Magistrado Ponente,
celebrando audiencia pública el Tribunal en el día de su fecha, de lo que yo la Letrada de la
Administración de Justicia, doy fe.

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