Está en la página 1de 3

https://www.ucn.edu.

co/Biblioteca%20Institucional%20Cemav/Curso-basico-investigacion/
11Tema7.html

El marco de referencia teórico

En el conocimiento científico se procede siempre considerando el conocimiento


previo, los desarrollos teóricos existentes sobre el objeto o problema de
investigación, es decir reconociendo el conjunto de categorías, conceptos, ideas o
proposiciones teóricas que otorgan un lugar al tema de investigación en el ámbito
del conocimiento científico. Al iniciarse una investigación, el investigador cuenta con
un acumulado teórico que retroalimenta, amplia y profundiza con el acercamiento a
los textos teóricos propicios para la delimitación teórica del problema. La
producción de los referentes teóricos constituye entonces un paso necesario en el
que se identifica y se opta por las definiciones centrales que orientarán la
configuración del problema de investigación, las decisiones metodológicas, el
trabajo de campo, la interpretación de las fuentes de información y de los hallazgos
investigativos.

El conocimiento que se genera en una investigación resulta de la confrontación


permanente entre el saber teórico y la construcción de los datos o información
empírica que emerja del proceso investigativo; en la investigación que busca la
producción de teoría a partir de información exclusivamente documental la
confrontación o diálogo no se hace con datos empíricos sino entre los conceptos y
proposiciones teóricas enunciadas en los textos. No es concebible un proceso de
investigación sin referentes teóricos, en primer lugar porque conforman el mapa de
significaciones que permiten la comunicación en una comunidad científica y dan
cuenta del conocimiento acumulado como explicación o interpretación de un
fenómeno y en segundo lugar porque precisamente toda investigación busca
aportar nuevas descripciones, explicaciones  e interpretaciones sobre el objeto de
indagación y esto sólo puede hacerse fundamentándose en la teoría producida. Es
posible que las realidades que se investigan requieran de nuevos conceptos y
categorizaciones, de producir otros significados, y es éste uno de sus sentidos y
propósitos, pero no es probable su producción sin apropiar y reconocer las bases
explicativas e interpretativas preexistentes o acumuladas.

El marco teórico consiste entonces en la explicitación de un “corpus de conceptos


de diferentes niveles de abstracción articulados entre sí que orientan la forma de
aprehender la realidad” (Sautu, Boniolo, Dalle, Elbert, 2005, 13), puede incluir
categorías y conceptos tomados de diferentes niveles de teorización, por ejemplo
en ciencias sociales, de la gran teoría y sus modelos teóricos –funcionalismo,
estructuralismo, interaccionismo -, de teorías informales de rango medio, que
explican determinados comportamientos sociales como las teorías del desarrollo o
de la comunicación; o de la teoría fundada o sustantiva donde se parte de datos
sistemáticamente capturados y analizados para hacer proposiciones teóricas (Torres
y Jiménez, 2006). El investigador puede optar por la utilización de uno de estos
niveles de teorización o puede moverse entre los tres niveles explicitando en cada
uno su opción garantizando coherencia y relación teórica entre uno y otro. De
alguna manera todo investigador de manera implícita o haciéndolo explícito se
ubica en un nivel general de teoría conocido como paradigmático, es decir, se
instala desde un lugar de la gran teoría, algunos buscarán centrarse en aportar a
este nivel teórico. Mientras que para hacer  abordajes más específicos del problema
de investigación el investigador debe optar por un modelo teórico de rango medio o
por la teoría sustantiva que “está conformada por proposiciones teóricas específicas
a la parte de la realidad social que pretende estudiar” (Sautu, Boniolo, Dalle, Elbert,
2005, 14).

En la producción del marco de referencia teórico se propone la perspectiva de la


tradición teórica en investigación de la que se parte para dar cuenta del problema,
por ejemplo si se propone desde el positivismo, la hermenéutica o la perspectiva
crítica. La tradición teórica investigativa por la que se opta, que debe estar en
consonancia con el problema y los objetivos de investigación, marca y determina el
enfoque o perspectiva metodológica desde la cual se originarán los resultados y
hallazgos de la pesquisa.

El marco teórico “permite mirar los hechos de cierto modo, organizarlos y


representarlos conceptualmente, facilita la organización de la información y hace
explicita la simultaneidad de factores determinantes y de posibilidad de un campo
problemático específico” (Torres y Jiménez, 2006). Es entonces un lente que
permite una representación de la realidad, una mirada, una manera de
comprenderla desde diferentes niveles de abstracción; significa la trascendencia del
sentido común, de las visiones corrientes y socialmente fabricadas sobre los hechos
sociales y naturales; expresa la profundidad alcanzada en la problematización de
una realidad determinada y en la generación de significación sobre la misma desde
la aplicación de métodos de conocimiento científico.

Para realizar el marco teórico es importante destacar dos momentos: la revisión de


la literatura y la adopción de una postura teórica. En el primer momento hay un
esfuerzo significativo de búsqueda y clasificación de información, de tal forma que
exige un ejercicio dedicado a identificar los textos que pudieran sustentar
conceptual y teóricamente el problema de investigación, para lo cual se acude a
bibliotecas y centros de documentación donde se considere puede haber la
literatura pertinente, así como se puede rastrear información vía internet. Es
valioso tener previamente conversaciones con personas que conozcan del tema,
estén investigándolo o tengan algún tipo de relación con el problema de
investigación desde la reflexión o la acción, pues muy probablemente  permitiría
obtener luces y orientaciones sobre autores y títulos posibles a rastrear.

Posterior a identificar la literatura posible para leer, es necesario hacer una


clasificación de la información que será leída y analizada, pues lo más probable es
que no toda sea de utilidad para los propósitos investigativos, por lo cual se
requiere un primer acercamiento a los textos leyendo los contenidos, el prólogo o la
introducción. En el caso de que haya una recomendación significativa de un autor o
un texto por parte de otros investigadores que se haya acercado al tema o aparece
insistentemente citado en los textos que nos vamos encontrando, se constituye en
una lectura obligatoria.

En vista de que la literatura es fuente de información, ésta se clasifica en primaria,


secundaria o terciaria. Las fuentes primarias “constituyen el objetivo de la
investigación bibliográfica o revisión de la literatura y proporcionan datos de
primera mano…por ejemplo libros, antologías, artículos de publicaciones periódicas,
monografías, tesis y disertaciones, documentos oficiales, reportes de asociaciones,
trabajos presentados en conferencias o seminarios, artículos periodísticos,
testimonios de expertos, películas, documentales y videocintas., los artículos
científicos” (Dankhe, 1986, citado en: Hernández; Collado; Baptista; 1997, 40-41). 
Las fuentes secundarias “consisten en compilaciones, resúmenes y listados de
referencias publicadas en un área de conocimiento en particular (son listados de
fuentes primarias). Es decir procesan información de primera mano (Ibidem). Las
fuentes terciarias consisten en “documentos que compendian nombres y títulos de
revistas y otras publicaciones periódicas, así como nombres de boletines,
conferencias y simposios; nombres de empresas, asociaciones industriales y de
diversos servicios…títulos de reportes con información gubernamental; catálogos de
libros básicos que contienen referencias y datos bibliográficos; y nombres de
instituciones al servicio de la investigación” (Ibid, 42-43).

También podría gustarte