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IMMANUEL KANT

CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA

Traducción, notas
e intruduccién:
Mario Caimi

COLIHUE ({ CLÁSICA
vu
Kant, Immanuel
Crrtica de la razón pura I Jmmanuel Kant coii prologo de
Marro Ca1m1 lª ed - Buenos Au es Cohnue 2<-.\0í
1040 p, 18xl2 cm (Cohhue Clasu al
Traducoon de Marro Ca1m1 INTRODUCCIÓN
ISB~ ll78 Q'i() 563 O t9 3
l Filosofra Kant I Mano Ca1m1 prolog II ¡\[ano Ca1m1,
trad lll Titulo
EL Cü1\TE\.ro u Ju \Jl,h\Hl
CDD 190 43

T1tL1lo ongmal Kntt!.. der remm T'frnunft


V
d1f1c1J de
1sro desde las onllas onentales del Mar Belnco el mundo
ofrecia, en el s XVIII. un aspecto que hov no, resulta
imaginar La exploracion de los mar es del Sur
Coordmador de coleccion L1c \,fanano S" erdloff
reservaba mcogmtas, qmza hubiese alh toda, 1c1 ,tlg1.1n gran
F qmpo de producción editonal Cristina Amado, Cecilia Esposito, continente que descubnr «La regron de l\ue\ a Hol-inda hace
Juan Pablo La, agmno r LPc1nd1 o Av alos Blac ha sospechar fuertemente [ J que alh se ericuentra una extensa
t...1..l::. r¡r¡a ~J.._\~tr;~ t~~ ' l
« ~ ... S\!..'i'. <!~ B ..\~\\0s
1 ~1.i1:;:~s,, l¡í.\ r;: -;::J~:l..ii ~t'c. ~WL?).1t,._,2l

Diseño de tapa Estudio Lima+Roca estaba «enteramente despoblada» 2 .:Vlas al'a, la Isla de los
Estados, por el aspecto «desierto ) terrible» de sus montañas
)' por la lluvia y la rnev e casi perpetuas, presentaba «Pl pai~d]P
LA FOTOCOPIA
MATA AL LIBRO mas tnste del mundo» Las maravillas que relataron Plnno v
Y ES UN DELITO Marco Polo se habran perdido en su rnavoua de ellas queda
í~~ ban solo unas pocas rarezas la descripcion de un arbol que
\ 1 ~,
' \ t¡ estaba en l,t isla Hisparnola (Haitil, tan venenoso que dor rrur
\~ w.J!J
a su sombra producza la muerte," una extraña noucia sobre las
ITIUJeres afncanas (probablemente \ estigro de algun relato sobre
la horrible practica de la circuncision fernemnal un informe
l S B N 10 g50 563 049 2
I S B N 13 978 950 563 049 3 sobre hombre, caudados en el mtenor de Borneo I Pero el
\ erdadero prodigio, que deslumbraba a las personas cultas)
[ Ediciones Cohhue S R l que inquietaba, a la vez, a los soberanos absolutistas, ocun ia
Av Diaz Velez 5125
(C 1405DCG) Buenos Aire, Argentina
7 Kant Neue Anmrrkungrn rur Erlauterung dir Theoric der W111dr Ed
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Acad I, 501 '
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2 Kant Ph}mrhr Geogro¡,h,r Ed Acad IX, -Hl
Hecho el deposito que marca la ley l l 7'.23 3 Kant Phyasch» Geogranhie; Ed Acad IX. -!bl
!il!PRE50 EN LA ARGENT!;\'-\ PRll\rTED li'I '-\RGE01Tl\/.\ :/ Kant Phwtschr Gmgtoptuc; Ed Acad !\'.. -ll,
v111 IN l l{U[)L;("('JO'.i,
MAKlu C.'\1~11 IX

en el continente europeo. Era una corriente de pensamiento j~sticia penal en la que el castigo fuese proporcional al crimen,
basadu en la. razón y en ideas humanitarias y republicanas, la srn consideración del rango social del reo ni del de la víctima."
Ilustra, 1011 u el Iluminismo.' El pensamiento -de raíces lute- A la_ teoría del ori'?en divino del poder político se opusieron
ranas- ele servirse cada cual ele la propia razón como criterio teorías contra~tual1stas que enseñaban que el origen del poder
último de la \ erdad, había sido desarrollado largamente por estaba en los individuos comunes;" y se propuso la división
Desuim•<,:, por Spinoza. En el s. XVIII, e~e pensamiento llegó de los poderes del Estado, corno medio para contrarrestar el
a ser un modelo y un programa ele cultura, que incluía la crítica absolutismo.': En consonancia con estas ideas, la Asamblea
racional de toda doctrina que pretendiera ejercer autoridad constituyente francesa declaró los «derechos del hombre y del
absoluta en materia de conocimiento teórico, de metafísica, ciudadano» el 26 ele agosto de 1789; antes, en 177h, el E;tado
de mo: di, de juri,prudencia, de interpretación de los textos de Virginia había hecho una declaración similar, que sirvió de
sagrados. de pulílica o ele arte." El conocimiento racional (no modelo a la francesa.
escolasrico) de las ciencias, las técnicas y las artes tenía, para También en otros campos· en la ciencia, en la técnica, en la
el Ilunuuismo, una función social; prometía a la humanidad medicina, en la educacion, en la teología hubo innov acrones de
la líber ación de las ataduras de servidumbre y un progreso enormes consecuencias. La confianza fundamental en la razón
incesante en la doruiuución ele la naturaleza. Con ello se al- condujo a una creencia optimista en el progreso indefinido ele
canz.rría u11 cumplimiento pleno del destino humano. Este fue la h umaniclad.
el espiritu con el c¡ue Diderot y D'Alembert publicaron, entre El racionalismo de los ilustrados no es solamente aquel
1751 y 177:2, la Encydopéd:« ou Dictionuaire Raisouué des Sciences, rano1:ahsmo escolástico que procede por deducciones a partir
des ,1,-ts, et des Xletiers. de pnncrpios abstractos; sino que toma su comienzo en ios
Pcll ticul.urnente innovador fue el Iluminismo en los terrenos conocimientos concretos que ofrece la experiencia, y procura
jurídico v social. La convicción de que el Derecho y la organi- establecer las leyes racionales que rigen los hechos.':' J unto
zación social se fundan en lü razón se opuso a la concepción COII filosofías estrictamente racionalistas y sistemáticas, corno
de c¡ue las leyes y la estructura de la sociedad se basan en un la de Wolff, abarcó también otras empiristas, o escépticas, o
decreto divino. Las leyes racionales ele la sociedad y de la moral m~renal1stas, corno las ele Locke, Hume, Bayle, Condillac,
se extraen del estudio empírico del hombre natural. 7 Rousseau D Alernbert, Holbach, Larnettrie, y muchos más. Kant se in-
explicó la desigualdad social como una mera consecuencia de la
institución de la propiedad privada y de la división del trabajo."
El libi u de Beccai ia sobre los cielitos y las penas promovió una
9. Beccaria: Dei delitti e dtlle pene, Ji(j *·
70. JloLbes: Leuiathan or tlu Mattu, _Fu, 111 and Poum ufa Comntonurealth,
5. Sobre el Ilumirusmo ver Ernst Cassner: Die Plulosoplue der Auf Ecclesiastical and Ciuil; Londres, Iti.i l , traducido al latín en !66tl v al
llarung. Tubmgen. 103:2. Citaremos por la edición de Hamburgo: alemán en 179-L Locke: liv0 TreatiJes on Cwil Gooernment; lü!JU :u·,i.Ju-
Meiner, l99K. cido al alemán en 1718). Rousseuu. Du contt at social 011p1i11,ip,, ,Lu droi!
6 Voltaire: Dutionnairc philosophiqu« portati], Ginebra, 176-L poliuque, Amsrerdam, 176:2.
7. Cassirer. op. cit., p. 330. 71. Montesquieu: De I'espri: do luis, 1748. También Locke en los ; a
citado, tratados sobre el uobierno.
8. Rousse.iu: Di,co111J su¡ l'ongine et ÜJ [ondements Je l'inégalité pui ini les
lw111111e,, Arnsterdam, 1755. 12. Cassirer, op. cit., p.~~
X MARIO CA!M! INTRODl.'CC!ON Xi

teresó por casi todos los aspectos del Iluminismo;" en política Federico II, el «rey filósofo», reinó entre 17-1-0 y 17811, que
simpatizó con la revolución francesa v con la independencia son los años en que se gesta y se realiza buena parte de la
americana, y sostuvo el sistema republicano de gobierno;" en filosofía transcendental; pero la parte oriental de Prusia fue
filosofía, su evolución personal muestra que pasó por etapas territorio ruso entre 1758 y 1762, solo recuperado por el mo-
en que predominaba el influjo del racionalismo leibniziano- narca prusiano tras el final de la ruinosa Guerra de los Siete
wolffiano, y por otras en las que prevalecía el empirismo de Años. Los rígidos estamentos sociales y el espíritu militar se
origen inglés. Él mismo, en sus años maduros, concibió su notaban fuertemente en Konigsberg, la ciudad natal de Kant.
filosofía transcendental como una síntesis de empirismo y de Un viajero ruso que la visita en 1789 la describe así:
racionalismo. y a la vez como una superación de la oposición
Konigsberg. la capital de Prusia, está enu e la, ciudades más
de ellos."
g1andf', de Europa. puP, su pet imcrro <urna m.is ,k quinientas
verstas. En otro tiempo fue una de las famosas ciudades dr-
K\:--1T EN Ko:-sIGSRERG
la Liga, } aún ahora su comercio sigue siendo significati. o.
La historia de Europa, en el siglo XVIII, está marcada por El río Pi egel. junto al cual yace. no tiene más de 150 é, 1 GO
las tensiones que provocaba el Iluminismo en las instituciones pies de ancho. pero su profundidad es tan considei ablc. que
políticas. Inglaterra, crecientemente industrializada, tolerante lo navegan los grandes barcos mercantes. Se cuentan más dP
en las ideas, avanzada en las ciencias, se presentaba como un 4000 casas. Y aproximadamente 40.000 habitantes. [ ... 1 La
modelo de civilización." Holanda seguía siendo, por su tole- guarrnción de aquí es tan numerosa. qu<c ,w
ven urnfo: mes
rancia, el lugar donde se editaban muchos libros que estaban por todas partes. [ ... J Había oído qne e ntr <" Jn, I" usianos no
prohibidos en otros países. En Francia la monarquía absolu- había oficiales jóvenes [ ... ] pe10 aquí he visto por lo menos
tista se encaminaba hacia su terrible final, con la Revolución diez. que no tenían más de quince años l . J. Lo, unifot mes son
y el Terror. Tres emperadores se sucedieron en este siglo en el azul oscuro, azul celesre v verdes, con solapas v bocamanga,
Imperio Romano Germánico, una institución política hoy casi de color tojo. blanco v anaranjado."
olvidada, pero que entonces daba su configuración política y
jurídica a la Europa central. Dentro del Imperio las guerras En una sociedad tan estratificada y tan militarizada como
eran incesantes. En el pequeño Estado de Prusia Federico aquella, no debió de haber sido fácil que el hijo de un artesano
Guillermo I Hohenzollern, el «rey sargento», destinaba dos llegara a tener estudios universitarios. Kant fue el cuarto hijo
tercios del presupuesto nacional a gastos militares." Su hijo, del maestro talabartero Johann Georg Kant y de su mujer.
Arma Regína. El bisabuelo paterno. Richard Kant, era oriundo
del distrito lituano de Prokuls, al norte de Memel, cerca de la
73. Kant· Beantioortung da Frege: Wa( ist Aufklarung? Berlín, 178-L Der península de Curlandia, y tuvo una taberna. El abuelo, Hans
Stieit der Fnkultatrn; Konigsberg, 1798.
Kant, se hizo talabartero en Memel; murió en 1715, como
74. Kant: Zum ,wigm Frieden. Ein Plnlosophischer Entu-ur]. Konigsberg.
l7!l5.
75. Kant: Fortschrttte da Met(lf>hpik. Ed. Acad. XX, ~81 y 293. 78. Nicolai Kararnsin: carta del 19 de junio de 1789. En: Cartas de un
76. Voltaire: Lrttrcs philosophiques, Amsterdarn o Rouen, 1734. vza;rro ruso: citamos por la u aducción alemana de Johann Richter:
17. Johannes Ha1 tmann: Da¡ Grscluchtshuch. Von den Anfongcn bis rur Briefi etnes russisrhm Reisendrn; selección y edición de Cudr un Ziegler.
Grgenu·mt. Frankfur t, Fischer , !(l5.'i, p. J.J.7. Stuttgart, Reclarn. l98ti. p. 25.
MARIU CAIMI INTRODUCCION XI//
XII
ciudadano respetado y pudiente. Su hijo menor (el padre del condesa Charlotte Arnalie Keyserling es la autora del primer
filósofo) emi(!.ró a Korugsberg, y ;,e casó allí, a los 33 años, con retrato ele Kant que poseemos (aprox, 1755). Pero en 1755 Kant
d abandonó esa actividad docente. Presentó en la universidad
Arma Regma Reuter, 01iginaria de Nürenberg, cuyo pa re era
V •

también t,d.1b.utero de oficio." A su c.uai to hijo le pusieron una tesis doctora] acerca del fuego, y el 27 de septiembre ele
de nombre Emanuel, corno correspondía segim el calendario. ese mismo año publicó otro trabajo en latín sobre los principios
El pastor Franz Albert Schulz, de cuya grey formaba parte la del conocimiento metafísico." Con eso obtuvo la habilitación
t.uuiha Kant, lo hizo ingresar, a los ocho años, en el Colegio para enseñar filosofía, en forma privada, en la universidad de
Frider ic ia no , una institución de enseñanza secundaria de Korugsberg. El cargo no incluía un sueldo. Dio lecciones de
marcada orientación pieti:,La No se e:,tud1aban allí las ciencias matemática, de ciencias naturales, de antropología, de lógica,
de la uatmaleLét. ni !<1 historia; pero si matemática, griego, he- de geografía, de metafísica, de filosofía moral, de teología
breo, francés natural y de otros temas, en el tiempo ele la ocupación de la
1 polaco. veinte hot as ,emanales se dedicab~n ciudad por tropas rusas dio también lecciones ele pirotecnia y
al estudio del latín El JO\ en Kant se sintió inclinado al estudio
de los clá,1cos de la Antiguedad A los dieciséis años, el 27 de de construcción ele fortificaciones. En 1765 obtuvo su primer
,t:¡Jtiembre de 1710, ingresó en la universidad. Había c~atro empleo fijo, como subbibliotecario de la biblioteca del pala-
farnltctdb en la universidad ele Konigsberg: la de Teología, la cio real. Más tarde, en 1770, fue nombrado profesor titular
de [ui i,pniclencia, Lt ele Medicina y la de Filosofía. Kant siguió ele lógica y metafísica, y se dedicó por entero a la enseñanza
cursos de ciencias naturales, de matemática, de filosofía y de universitaria.
teología. Marnn Knutzen, pietistct y seguidor de ~Volff, fu_e uno Podemos establecer con alguna precisión el momento histó-
ele los profesores que tuvo mayor influjo en la [ormación del rico del nacimiento de algunos de los elementos ele la filosofía
j0v en e:,tucli.lllte y quien le hizo conocer la: obras ele N~wton. transcendental, En especial, la valoración de la intuición como
En 17.H5 Kant teruunó sus estudios u111ve1:,!la11os. Un t10, que un complemento indispensable del conocimiento racional, e irre-
era zdp<1te10, ayudó prob.1.blemente al financian'.i_ento de los ductible a este, parece haber ocurrido hacia el año 1769: «El año
estudios v pagó la edición de la tesis, que aparecio publicada ó!J me trajo una gran luz»." A eso le sigue casi inmediatamente
'
en 17 ~c¡.c,·
, "' la tesis de que el espacio y el tiempo son los principios formales
En 17.!fi murió el padre ele Kant. Ese mismo año, el recién del mundo sensible; que son representaciones que no se obtienen
graduado se empleó corno preceptor, primero en_la casa ~el por medio de los sentidos, s1110 que están presupuestas siempre
pa~lor Andersch, en la aldea de Judtschen; clesp1'.es, en 17,,0, por estos." Al mismo tiempo, y en el mismo escrito, enseña
en la casa del Mayor van Hulsen, en la proximidad ele Os-
terode ; y finalmente, en la casa del conde ele Keyserling; la
2 7. Véanse los títulos de las obras y las fechas de publicación en
nuestra Cronología.
22. Kant: Reflexión 50.J7, Ed. Acad. XVIII, ti9. Otros entienden
-79 Tudu ,eoun F,1tz Game v .Ju1gen Lebuhn: Kant und Ko~tig,berg que esta «gTan luz» consivuó eu el descubrimiento de la rdeahd.id del
!,1; hcuie l.re~, Raurenberg, l(!K'), p. 78. También en Arseruj Gulyga· espac1u y del uempo. Seguimos a Grorgío Tonelli: «Die Umwalzung
¡..,,1111, \h"ru. ]()77, qué 1..1tc11110, pu1 la iraduc. .. ión alemana de Sigrun von l,t,!J bei Kant» en: Kant Studieu, s.1, 19b3, pp. 369-375.
B1clfeldt. fi,uiJ.JuiL, Sulu k.nnp, l!lt\l 23. Kant: De mundi sensdnlis atque intelligibilis [orma et principiis, ( 1770),
20. Todo ~e¡,rtm Ai seiuj Gul~·¡;a, op. ut., P 23. También en Fi rtz Cause pa1 i1grafo 1-!: «La idea del tiempo no ,urge de los sen ti dos, smo que
) Jürgen Lebuhn, op. cu .. pp. 8-L está supuesta por ellos», Ed. Ac ad. JI, 398.
XIV "!ARIO CA!iv'l INTR0DL1CC!()'. XV
Kant que el entendimiento, en su «uso real», produce origina- alcanza un conocimiento simbólico a trav és de la analogía
riamente ciertos conceptos que sirven para conocer la realidad Los elementos de esta nueva concepción se desar rollaron en
inteligible." Los diez años siguientes, hasta 1780, están dedicados las obras sucesivas de Kant, especialmente en los Piolcgomcnos;
a entender cómo es posible que estas representaciones originadas en la Cntico de la ranin prtutica y en la Critica de la [ocultad de
en el entendimiento puro, y no en los objetos, puedan aplicarse jltz:ga,. La exposición sistemática de la metafísica crítica se en
legítimamente a objetos." Por los apunte~ de Kant en ese tiempo cue ntra en el te xto inconcluso de los Progresar de lo Metofisica:
(entre los que se destaca el llamado «Legado Duisburg» de 1775) Desde l79h trabajaba Kant en una magna exposición de todo
se pueden reconstruir las etapas de esta laboriosa meditación. su sistema, para la que había pensado el título provisorio de
Esta desemboca en la Ctiuca de la ra;,:ón pura, que es a la vez la Tránsito de los prmnpwí metafisiro: de la aencia de la naturalera,
culminación del Iluminismo y el fin del racronalismo dogmático, a la fisica. Esta obra quedó también inconclusa; se la conoce
es decir, el fin de aquella corriente de pensamiento que suponía como el Oj111s postumum.
que mediante el empleo exclusivo de la razón, de sus conceptos Kant murió el l'.2 de febrero de 180+ a las l l de la mañana.
y principios, y de sus reglas de funcionamiento se podía obtener En sus último, días lo acompañaron y asistieron su hermana
conocimiento de los objetos puramente inteligibles, y se podía Barbara Theuerin y su discrpulo :,· amigo Ehregott A. Christo-
alcanzar, en general, conocimiento de objetos cualesquiera, sin ph Wasianski, quien dejó un emotivo relato de la muerte del
que fuera para ello necesario recurrir a los sentidos. filósofo. Su discípulo, colega)' biógrafo Ludwig Ernst Borowski
Guiado por la investigación de estos problemas del co- en su Relato de fa inda y rl carácter de Immanuel Kant (180.t) narra
nocimiento, Kant desarrolló [a filosofía transcendental, con los detalles de las honras fúnebres, en las que tomaron parte
la que llegó a una profundidad nunca antes alcanzada en la miles de ciudadanos de Kónigsberg.
exploración de los fundamentos del pensamiento y de las
fuentes de la conciencia, y de las leyes primeras que rigen el Jp;TRODUCCION A L..\ LECTCRA
universo sensible y le dan su peculiar modo de ser. Al explicar DE LA CRITICA DE LA RAZON PUR,J
como es que productos de la mente, tales como, por ejemplo,
la matemática, se aplican necesaria y universalmente a los En esta introducción no intentaremos exponer en detalle tema,
objetos. que son productos de la naturaleza, dio una funda- de la filosofía transcendental, ni tampoco trataremos de resolver
mentación filosófica a la física de Newton y, en general, a las problemas de interpretación de pasajes del texto. sino que nos
ciencias naturales. propondremos la tarea, menos frecuentada, de poner a la vista la
La Critica de la razón pura tuvo pm consecuencia el final estructura de la obra en su conjunto, la articulación de sus partes
de la metafísica racionalista; pero no ,ignificó el fin de la y la función de estas en la argumentación general. Trataremos
metafísica en general En la misma obra se encuentran los también de explicar algunos conceptos fundamentales, para que
fundamentos de una metafísica nueva, teórico-práctica, que el lector no , ersado en el tema pueda emprender por si mismo la
lectura. Naturalmente, ese lector deberá buscar el auxilio de los
comentarios, tanto de los que presentan exposiciones de conjunto,
24. Kant: op cit , parágrafo 6, Ed. Acad 11 1()-l como de los que resuelven problemas singulares: )'ª que es casi
25. Ve1 sobre esto la famosa carta de Kant a Mai cus Herz del 21 de imposible adentrarse en la Cnuca sin una guía.
febrero de 1772
XVI MARIO C.".lMl {¡\ muDUCCION XVII

DEL TÍTL'LO DE L.-\ OBR,\ científico. La intuición intelectual y la deducción a partir de


axiomas, definiciones ) P' incipios parecían ser todo lo que se
La Critica de La 1a¿ón pura (Kntzk der remen Vernwift) se publi- necesitaba para alcanzar un conocimiento exhaustivo y cierto
có en 1781 en Riga. Su autor tenía cincuenta)' siete años. Una del universo. Si acaso había algunas verdades que solo podían
segunda edición, con considerables modificaciones, apareció conocerse por experiencia y no por razonamiento puro, ello
en 17t>7, en Id misma ciudad, y con el mismo editor: Johann se debía más bien a la estrechez y finitud del espíritu humano,
Fnedrich Hartknoch. Llamamos respectivamente A y B a estas que a limitaciones de la razón misma.
dos primeras ediciones. Esto era la razón pura.
El libro lleva cifrado en el título su contenido. Se trata de Estas convicciones optimistas permitían al investigador
un examen crítico de la razón, para establecer si acaso esta, sin aventurarse en terrenos donde la expei imentación y la obser-
apo) arse en otra cosa que no sea ella misma, puede alcanzar vación no podían auxilrarlo de ninguna manera: en el terreno
un conocimiento que sea digno de ese nombre. de las cuestiones puramente metafísicas. El mundo de los fenó-
Esta empresa se revela en toda su novedad y audacia cuan- menos obedecía a las le) es de L.1 razón matemática tanto como
do se la considera en relación con la metafísica racionalista obedecía a esas mismas leyes el mundo que estaba detrás de
dominante en su tiempo. Para los cultivadores de esa metafísica las apariencias fenomóuicas, que era el mundo donde residía
-es decir, especialmente para quienes seguían las enseñanzas el fundamento de estas. ,\lás toda vía: el conocimiento obtenido
de Leibniz y de Wolff- la razón era un instrumento de cono- por medio de la obseiv ación y de íos sentidos resultaba ser
cimiento tan perfecto y autárquico, que bastaba con aplicar un conocimiento confuso; si se lo reducía a la debida claridad
cuidadosamente las reglas de su uso, para alcanzar todos los y distinción, se volvía un conocimiento P'!' ··111r·nle racional,
conocimientos posibles. Descartes había mostrado que las ideas pero entonces sus objetos resultaban ser entidades metafísicas
claras y distmtas eran verdaderas; ahora bien, las ideas simples solo accesibles a la razón pura.
no pueden contener ni oscuridad ni confusión de sus elemen- Esta manera de pensar se llamó, por entonces, dogmatismo.
tos (pues no los tienen), de manera que son necesariamente Hoy esta palabra evoca en nosotros un sentido casi peyorativo:
claras y distintas, y por tanto, verdaderas. Quien tuviera ~n parece que con ella nos refiriéramos a una manera de pensar
repertorio suficiente de estas ideas y supiera combinarlas segu~ obcecada, poco receptiva a las objeciones. Pero en aquel tiempo
reglas válidas (que no eran otras que las reglas de la materna- se entendía que era dogmático un pensamiento que procediese
tica) podía estar seguro de llegar a proposiciones verdaderas. a partir de principios, definiciones y axiomas, progresando
Por eso, si se lograse hacer un catálogo completo de las ideas mediante meros conceptos, de manera deductiva. Este dog-
simples, codos los problemas filosóficos podrían resolverse matismo alcanzó logros muy notables en la exploración de los
mediante un cálculo similar al del álgebra." El cálculo lógico, fundamentos últimos de la realidad. Leibniz consiguió explicar
que se identificaba con el matemático, era suficiente ~ara con él todo el mundo real como una estructura de mónadas o
resolver cualquier problema que pudiera interesar al espmtu substancias simples, pertecuunente armonizadas entre sí por el
Creador. Con ello, cuestiones metafísicas como la de la relación
26. Leibniz (Cuilíelrrn Pacidii Lubsntiani): Aurora, en: Carl lrnmanuel del alma y el cuerpo parecían resolverse de la manera más sa-
Gerhart: Die philosoplusdien Sdu iflm uon Goufued Will1tlm Leibniz, Berlín, tisfactoria. El mundo natui al y el mundo moral, la Naturaleza y
1875-1890, t. VII, P· ti-! SS.
XIX
XVIII '-1ARIO CAIJvíf

1'
la Gracia, revelaban obedecer a los mismos principios ultimas, los racionalistas desde Descartes hasta Wolff) Volv eremos
; estos principios eran accesibles a la razón. sobre este asunto del método de la filosofía, porque es impor-
La Critica de la razon pura nace de la conciencia de la ne- tante para la correcta comprensión del texto de la Cr_zt~ca de
cesidad de fundamentar la legitimidad de estas pretensiones la razón pura. Pero Kant no adhiere sin reservas al emp11:1smo.
del dogmatismo y. sobre todo, de la necesidad de explicar las En particular, no comparte el escepticismo de los filosofas
disonancias y contradicciones que, en el interior de él, dejaban empiristas; y precisamente en aquellos temas centrales para
perplejo, a los pensadores. Esa Crittca no es, sin embargo, la la filosofía racionalista: en la cuestión de la causalidad : de la
primera expresióu de desconfianza en el optimismo dogmático substancia, disiente del empirismo y encuentra que no solo es
Ya desde el Renacimiento, filósofos emptristas prefieren atenerse posible, sino también necesario, fundar estos dos concepto,_ ~e
a los datos observables como si estos fueran la unica fuente válida manera firme v definitiva. aunque tenga que ser una fundación
del conocimiento Co11 ello se ponen a salvo de los abusos en nueva que torne en consideración la crítica empiusta a esos
los que parece haber incurrido el dogmatismo, quizá demasiado conceptos, para supera1 la Por eso, Kant concibe su propia
estrechamente asociado. en ocasiones, al poder político. El empi- filosofía, el criticismo. como una ,uperación tanto del dogma-
rismo puso pronto de manifiesto su escepticismo en cuestiones tismo como del escepticismo. La concibe como un momento
de metafísica; lo que es comprensible. ya que estas cuestiones completamente nuevo en la historia de la razón '" ~e_spués
escapan, por definición. a la observación empírica, que es la del criticismo, aquella oposición enconada de dogmat1cos y
única fuente segura de conocimiento para estos filósofos. escépticos debería perder toda su fuerza.
La oposición de dogmatismo racionalista y escepticismo Kant concibe, entonces, su propia filosofía como algo ente-
empirista llegó a ser enconada, y pareció insuperable. Los ramente nuevo, nunca intentado hasta entonces. Si la metafísica
filósofo, empiristas pronto descubrieron que algunos de los estudiaba las primeras causas y los primero, principios que
conceptos fundamentales del racionalismo, como los con son el fundamento de todo lo demás, el criticismo estudia los
ceptos de substancia y de causa. carecían de fundamento en fundamentos de la metafísica misma. La razón pura era, con
la experiencia, y los declararon obra de la imaginación. Y lo sus conceptos y sus leyes lógicas, el instrumento para construir
que es peor, encontraron en los sistemas racionalistas con- la metafísica. Ahora se trata de examinar los fundamentos de la
tradicciones insalvables. Kant, que era lector de los grandes razón pura misma Kant tiene clara conciencia de que llega así
empiristas ingleses, reconoce que les debe a ellos su abandono a una profundidad nunca antes alcanzada; a un terreno entera-
del dogmatismo. En 1783 escribe. «Lo confieso de buen gra- mente nuevo; y lo expresa repetí id amente en sus tex t os. "'
do: la advertencia de David Hume fue lo que hace muchos Es necesario formular este provecto de examen crítico de
años interrumpió 1111 sueño dogmático»." Ya hacia 1764 había la razón pura de la manera más precisa La tarea de examinar
descubierto Kant que 11110 de los postulados fundamentales
del racionalismo dogmático debía set abandonado: ese año 28 Kant: Untrnud11111g ubrr die Dmthchkrü dcr G11111d<at;:_r der uaturhchen
publica su descubi imiento de que el método de la: filosofía no Thrologir un d der Moral (lnr-rrtrgnoon sobre la d11t~1'.nm1 de los prrnnJ>tn< rlr
debe confundirse con el método matemático (como lo sostenían la teologta natural) de lo 111010/), Ed Acad. II. 21h S5
29. Kant: Los Progresos de la Metaf111ca, Ed Acad XX, 263 , 2(i4 Tam
bién Prolrgnmeno< § -J., Ed. Acad ; 273 ss
27. Kant Prolrgomcnos. E.d. Acad J V, 2h0 30. Kant: Prnfeg~mmo<, Ed Acad IV, 2h2, 'J.77. 279 ss
XX "lAf<IO CAIMI INTRODUCUO", XXJ

la razon puede ser m eahzable, de tan amplia Y aunque Id logreas construidas con independencia de l,1 e,penenc1c1 (e,
contuiuararnos mdefirudamente, en un progreso sin terrruno, decir, COI1\l1 urdas a pi io¡ 11 ~e refieran, :,111 embargo, d objetos
la razón que nos P' oponernos examinar podna tener aspectos de la e>..penenc1a
que se ,11,t1,1Je1<.1n d 11uu,t10 111,1, cuidadoso exameu, y que qmza Hemos presentado asi el sentido general del mulo de la
fuesen decisiv os para resulv et el problema de la validez de los obra El desar rollo de la argumentacron llev ara entre otros
conocnrnentos racionales Pu1 eso, Kant da a su problema una resultados soi prendentes, a del, erur que el ne vo que man
tor rnulacion lo61cc1 tal, que tocio, los elementos del problema tiene unidos los conceptos en el JlllCIO smtetico a pnon es el
estan conterudos en esa l01muL1 de manera explicita Como mismo nexo que forma l.t u abazon del univ erso Pero .idemas,
,e ti <1tc1 de establecer ,1 son , alidas las pretensiones de conoci la re,pue:,t.t d la p1c.,unt,, de corno son posibles lo, JUICIOS
miento que povtul.i l<.1 razón pu1a, reduce su examen de esta so smteticos a pi toi I nos pe1 rrutira establecer hasta donde llega
lamente a c1c¡uellu en lu que esas p1 etensroues de conocurnento el uso legrnmo de la razón pura como facultad cognosc1t1\ a
"e e,p1 esan a los JlllUo, Como son JUIUOS enunciados por la (uso que solo puede e'>presarse en tales JUtuo,) Por canto, no,
razon purct, son uidependientes de la e,penenc1a, a estos JUJuos pe11111t1rd JUzgar con h.. ndarnento dce1 ca de lds pretensiones
independientes de roda expe11encia los llama Kant JU1uos a de la hlosofia dogrnauca en cuestiones de metafisica Dicho
p1w11, )' corno son JU1uos en lo, que no solamente se explican de otro modo la respuestd a aquella pregunta no, mostrara
conceptos, ,1110 yue SP enuncia algo acerca de los cbjetcsv en cuales son lo, caminos que el espH1tu humano puede seg11Jr,
ellos se pretende ,dcdllLdJ conocuruentos nuevos, esto, JUICIOS para mtent,u resolver los emgmas de sr rrusmo del unrv erso
no son me: amente anahucos, ,1110 sintéticos El problema ) del Creador
gene1d! de e varrun,u aquella escumdiza facultad de la razon,
para , t r ,1 acaso es , alida como m,L1 umento de conocinuento, Et I\IODO DE l:.\.POSICIO'l U'<-\ Gl 1\ DE lEC!LR.A
se Iounula asi de manera mas ngurosa, con la pregunta e como
son posibles los JlllCW!J suuctuos a p1101 i' De esta manera, lo que La C11/1w dl la iaran puia; donde se plantean v se resuelv en
cousutuy e nuesu o asunto no e" ) ,1 una facultad nusteriosa (la e!:>tds cuesuoues, es un libro bastante d1fJC¡J Lna de sus mayo
i azon), 51110 una esu ucrura logrea (el JUICIO smtetico a pno12), re, dificultades se allana, sm embargo, si se tiene presente el
cuyo" elementos todo, estan exphcitamente expuestos en la modo de e'\.pos1c1011 que Kant mismo dice haber aplicado en
Ior mula del problema Este tema lo encontrara desarrollado la redaccion de la obr a ll Este no es otro que el método que
el lector en !<1 mn oduccion de la obra (especialmente en la en una obra anterror expone Kant como el metodo propio
segunda edrcion, B 1 a B -30), ) en los Piolegomenos
Preguntarse como son posible, esos JUICIOS significa dos 37 J>.aut P10/e6011ienw, I'd <\e id IV, 26-l <!et obra misma debio ser
cosas en p¡¡me1 lug<.11, corno es que se puede unir, en ellos, el compuesta entei ameme ,Lgun el mudo suüeluu de upu11uo1l pa1a que
SUJetO ) el p1 edicado , cual es el fundamento que hace valida la cienc ra pu,1e,e c1 lc1 , 1,tct tod<1, ,u, c11 ttcul<1uones en ,u, cone,1ones
la suuesis de unos v otros conceptos en e,to, JUJUo!:> Ya he lldlUtdlb,

mos \ isro que los ernp111stds sosteruan que ese nexo sinteuco 32 L, ) a uldda U11/nrndu111~ ubei dte Deullllhk,11 du Prrnz1pu11 der
na/111/lllien T!ttolog1. wul dll IJJ1al, ob1.t 1edctLWdc1en 17(,2 \ puuhuda
se basaba solamente en !ct ¡¡nagmdcJOn En segundo lugar, en 17b-l l:.d Acctd Il 2íl ,,, El lt!ma fue 1e1om<1do en l 1 C,zltca d, la
la prcg1mta se refiere <1 como puede ser que esos JUCJOS sean ia¿vn pura <.,1p1tulo , la d1;uplm,1 de l<.1 1 azoi. pu1 , en el u,o clugm.t
JlllC10, cognosc1u, os, es decir, corno es que esas esti ucturas ¡¡co , A 712 "" , B 7 IO ,,
XXII MARIO C/\IMI INTRODLCCf()o. XXIII

de la filosofía en general. Este método de exposición, al que razón pura." En concreto, ese conocimiento, como todo cono-
se llama aquí «sintético», puede describirse como un método cimiento, consiste en una representación. Por eso, es necesario
de aislamiento e integración. A diferencia de la matemática, empezar por la representación. No se la debe entender aquí a
que pone al comienzo las definiciones. los axiomas y los prin- esta como un hecho psicológico, sino como un hecho lógico."
cipios, y deduce de ellos los demás conocimientos. la filosofía Como lo primero que se puede aislar dentro de este concepto
comienza por proponerse, como asunto de su investigación. vago e impreciso es su presencia en la receptividad de In con-
algún concepto que se presenta oscuro y confuso. Su primera ciencia, el estudio de la representación conduce, en primer
operación no es definirlo (lo que sería imposible en esa primera lugar, a aislar la sensibilidad (la receptividad pasiva), que es lo
fase de la investigación), sino aislar dentro de ese concepto que se hace en la Estética transcendental.": La sensibilidad no
oscuro y confuso algún elemento que pueda ser llevado a cla- puede explicar, por sí sola, la unidad de las múltiples repre-
ridad y distinción. Por tratarse de un elemento, es decir, de una sentaciones contenidos en ella. Remite, pues, necesariamente
parle de algo mayor, ese elemento remitirá a otros que están a alguna facultad activa (y no meramente pasiva, como es la
en necesaria conexión con él. Estos elementos nuevos no se sensibilidad). '7 Así se introduce después un elemento !1\JPvo:
introducen nunca de manera caprichosa, sino que tienen una el entendimiento. La introducción de este elemento nuevo ~e
relación necesaria con el elemento estudiado primeramente, efectua en la «Segunda parte de la doctrina transcendental de
ya sea por ser condiciones de este, o porque de alguna otra los elementos», que es la Lógica transcendental, es decir, la
manera resulten necesarios para el análisis completo de él. doctrina del entendimiento. Luego, en el capítulo correspon-
Será oportuno, entonces, llevar claridad v distinción también diente a la facultad de juzgar, se efectuará la síntesis de estos
a estos elementos nuevos, e integrarlos con el primero, y entre elementos (síntesis de sensibilidad y entendimiento). Tal e;; el
sí. Se obtienen de esa manera síntesis cada vez más complejas,
hasta que finalmente, cuando todos los elementos del concepto
estudiado se han tornado claros y distintos, y cuando es clara y 34. O bien de «filosofía de la razón pura» (A 84,, B 875).
distinta también la vinculación que los une, se puede, al final 35. Benoist,Jocelyn («Lnnpensé de la représentation: De Leibniz á

del trabajo de investigación (y no al comienzo, como en la Kant», en: Kant-Studien, 89, 1998. pp. '.-l00-317. aquí p. 300) sostiene
matemática) formular la definición del concepto estudiado. «que la aportación propia de la Cruuo de la razón pura[ . . ] es la dilur i-
dación dr-l concepto de "representación"». Ver también p. 301: «En el
Este e~ el orden que sigue la exposición en la Critica de la ra- principio era la representación». Ver también p. 31 l.
;:_ón pura. Ese es_ el motivo de la introducción de ca pirulos cuyos 36. A 22, B '.-l6: «... en la Estética transcendental aislaremos primera-
temas son motivo de perplejidad para el lector desprevenido, mente la sensibilidad ... ».
j cuya conexión mutua no se advierte siempre fácilmente. Esa 37. Así también Bonnet, Christian: «Kant et les limites de la science»,
es la razón por la que la parte mayor de la obra lleva el título en: Les phdosophn et fo science. Sous la d11 ertion de Pie11 e \\.-agne1. Paris,
«Doctrina [ ... ] de los elementos». <J PUF, 2002. pp. 349--102, aquí p. 365: « ... este "objeto" o esta "mate, ia ",
a~í dado, en las fo1 mas de la sensibilidad, no podrían. por 5Í nusrnos.
El concepto primitivo al que se le aplica este método de
suministra, ningún conocrrniento ni ciencia alguna .. Sobre la I elación
aislamiento es, en esta obra, el concepto de conocimiento por de pasividad) actividad, centi al pa1 a este problema rlP \;1 introduccion
de una facultad espontánea. ver: Dufour, E1 ic: «Remat ques sin la note
du paragi aphe 26 de l'Analytique tr anscenda.uale. Les inte: pr étatio ns
33 A 17, B 31. de Cohen et de Heidegger -, en: Kont-Studicn. 9-l, 2un:-i. pp {i()-7()
XXIV ~1'\RIO C."'.IMI
11' rRúDLCCIO'\ XXV
orden general de la exposicion en la Critica de la razón pura. cirle a abrazar el partido de esos filósofos, o a rechazarlo, por
Ese mismo orden se observa en el interior de cada uno de los una mera elección personal. Era necesaria una fundamentación
capítulos de la obra;:" por ello, estos ofrecen también la misma racional que mosti .u a que las pretensiones de la sensibilidad
esu u. tura, desc.oncertarue a primera vista, de aislamiento de son necesarias e ineludibles; una fundamentación que mostrara
elementos y de síntesis progresiva de sus ternas." que la sensibilidad tiene una función necesaria en el cono-
Tener en cuenta esta peculiaridad del texto puede allanar cimiento, independientemente de l.t opción personal por el
algunas de las dificultades que presenta la lectura. empirismo o por el racronahsrno.
Ese reconocimientc de la función necesaria de la sensibi-
L. Dl:.SCCBRL\1IENTO DEL\ SENSIBJLID.\D lidad en el conocimiento se fue formando desde temprano en
el pensamiento de Kant Algunas ele las estaciones de ese reco-
El método de aislar elementos para después sintetizarlos nocimiento son el descubrimiento de que el método filosófico
nos conduce a aislar, en primer lugar, la forma sensible de la no puede ser el uusrno que el de la matemática, porgue esta
representación, y con ella, la capacidad receptiva que llamamos constru ye sus concepto- en la sensibilidad (en la ya citada Unter-
sensibilidad. Kant entiende por sensibilidad la capacidad de sudwn¿/uber die Deutluhl.eit der Priueipien de: natui luhen Theologie
tener representaciones (y no solamente, por ejemplo, mag1t- und dei .Ho1al, lnuestigacuin sobre la distinciáu de los puncipios de
llones, o movimientos reactivos), cuando uno es afectado por la teología natural y de la moral, lí6-!); el descubrimiento de que
objetos.:" La detección de la sensibilidad como uno de los una descripción puramente conceptual no es suficiente para
elementos que resultan aislados al aplicar este método se basa dar cuenta de toda, !.t, determinaciones de ciertos fenómenos,
en la suposición fundamental de que hay sensibilidad (lo que como poi ejemplo de Lis diferencias entre la mano izquierda y
queda demostrado al haber representación), ~ en la tesis de que la derecha, o entre algunas figuras ) sus imágenes especulares,
el con, ,cimiento sensible no constituye, como quería Leibniz, de modo que hay que recurrir a la intuición sensible (en el
un mero conocimiento confuso que se volverá no-sensible tan artículo Von don ersten Grunde des Uuterscluedcs de¡ Gegcnden un
pronto como ~e torne claro y distinto. La sensibiiidad plantea Raume, Sobre elfundamento prunero de la diferencw. de las regiones en
la pretensión legítima ele ser tenida en cuenta junto con el el espacw, !7G8); 11 la misteriosa «gran luz» Je 1769, mencionada
entendirr.iento. y en igualdad con este, como condición del en la reflexión 5037, [d. Acad. XVIII; ó9;'2 y sobre todo, el
conocimiento. reconocimiento de que el mundo sensible tiene por principios
Es claro gue Kant conocía las pretensiones, y si se puede formales al espacio y a] tiempo, que son principios indepen-
decirlo así, los derechos de la sensibilidad, por su lectura de los dientes de la experienc id (en la Dissertauo de mundi seustbilts
filósofos empiristas. Pero ese conocimiento solo podía condu- atque intelligibihs [orma et principsis, D1Sertal!Ó11sobie los principios
formales del mundo sensible y del inteligible, 1770).
38. ,-\ 62. B 87. «En una Lógica transcendemal aislamos el entendi-
miento (tül como antes, en la Estétn.a transcendental, habíamos aislado
.a sensrbilrd.id)».
39. Este e, el u1 igen de buena pai Le de las drficultades de la Deducción +7. Ver la Biblwgrafíü sobre este tema en el apartado sobi e «Contra-
u ansc endenral. partida, mcongi uentes».
40. A 19, B J3 42. Ver sobre esto el ap.u rado c orrespondiente en l<t Bibhogr.ifia
X,'(\IJ MARIO CAJMJ J, TRODUCCION XXVII

L\ EsrÉTICA TRANSCE0DENHL el contenido es t ecibido lo determina a él también, de modo


que el contenido debe adoptar necesariamente esa forma Hay,
El primer elemento del conocimiento puro a prion que se por tanto, buenos motivos para suponer que tenemos aquí uno
logra aislar, según lo exíge el método, es J;1 sensibilidad. Sensibili- de los fundamentos de la posibilidad de conocimientos (o de
dad es la capacidad de tener representaciones al ser afectados por juicios) sintéticos a p11orz; )'ª que si conocemos la forma de la
objetos. No sabemos qué objetos serán esos, ni sabemos tampoco sensibilidad, podremos conocer, antes de toda experiencia, algo
cuál será el mecanismo de la afección " Pero sí sabemos que del objeto: su forma sensible Conviene, entonces, establecer
de ese encuentro primero con el objeto -encuentro en el que la cuál es la forma de la sensibilidad.
mente se comporta pasiv amente- resulta una representación. La forma de la sensibilidad no puede establecerse por vía
Como la mente es finita, no puede o ear objetos con solo empírica. Ella no es un dato más entre otros, sino que es la
representárselos. El pensamiento conceptual se refiere a los receptrv idad que permite que ha) a, en general, elatos. Además,
objetos solo indirectamente. por medio de otros conceptos y la forma de la sensibilidad no puede ser un concepto; pues
de otras represenrac ionss. Un contacto intuitivo. inmediato, en ese caso la sensibilidad no sería lo que es: la capacidad de
con los objetos reales, solo se produce cuando el objeto afecta recibir inmediatamente los objetos (el concepto se refiere a los
de algún modo a la mente Para tener objetos reales, la mente objetos solo mediatamente, a través de otras representaciones;
tiene que esperar que estos les sean dado-s, y ante esa donación nunca se refiere directamente al individuo singular) Ahora
se comporta pasivamente. La receptividad pasiva es la sensi- bien, ha) dos representaciones que satisfacen, cada una, estas
bilidad. En ella nos son dacios los objetos, que son recibidos, dos condiciones negativ as.!' Son la representacion del espacio
entonces, como representaciones empíricas. y la representación del tiempo. En los breves teoremas que
Por supuesto que esto no resne]v e e! problema de justificar constituyen la «Exposición metafísica» del espacio) de tiempo,
nuestras relaciones con objetos metafísicos, suprasensibles, que Kant demuestra c¡ue espacio y tiempo no son conceptos, sino
no nos son dados en la sensibilidad, ni pueden serlo: almas intuiciones, )' que no son representaciones de origen empírico,
simples e incorpóreas, Dios, los componentes monádicos del sino que su origen es independiente de toda experiencia: son re-
universo. La relación con estos objetos es el principal problema presentaciones a pnori. No tienen su origen en los sentidos, sino
de una crítica de la razón pura. Pero solo se podrá intentar su que son supuestas por estos. Para poder recibir los objetos como
solución mucho después, cuando ha) amos adelantado más en el objetos externos, exteriores unos a otros, hay que presuponer ya
conocimiento de los elementos del concepto de conocimiento. el espacio; de modo que no se puede aprender lo que es espacio
Una representación de origen indeterminado es, pues, lo a partir de la percepción de objetos exteriores unos a otros Y lo
primero que nos es dado. A ella aplicamos nuestro método de mismo ocurre con el tiempo: para poder recibir los objetos, o los
aislamiento, y eso nos permite distinguir una materia de ella, y estímulos sensoriales, como elementos de una serie sucesiva, es
una forma. La materia depende de! ohjeto Es el contenido ele necesario presuponer) a el tiempo; por tanto, tampoco se puede
la representación empírica: la sensación. Con respecto a ese
contenido la mente es enteramente pasiva La forma en la que
44. Conviene ad, ei hr que no todos los comentaristas de la Estética
transcendental la entienden como la hemos presentado aquí Sobre la
Estética ti anscendental véanse, además de las expos1c1ones geneiaJeq,
43. Sobre afección vei el apartado correspondiente en la Bibhogiafia, las obras citadas en el apa1 tado correspondiente de la Bibhogr afia
XXVIII \\AKIO C;..l\il IN l RODUCC!Óc. XXIX

aprender lo que es el nempo, a partir de la percepción empírica la intuición sensible, configurado por la forma ele la sensibilidad.
de series de objetos sucesivos; sino que para tener tales series, Y como tenemos acceso a objetos solo gracias a la sensibilidad,
se debe contar de antemano (a prwn) con la representación del resulta que no tenemos acceso a las cosas en sí.
tiempo. Espacio ) t1ernpo son representar iones a prw11, con Podemos, entonces, decir que espacio y tiempo, como
eso, cumplen el primeru de los requisitos para ser formas de la formas de la sensibihdad, son reales en la experiencia: todo
sensibilidad. Por otra parte, las representacines de espacio y de objeto empu íco lleva necesariamente esa far ma; aunque no la
tiempo no contienen bajo sí infinidad de ejemplares de espacios tenga por sí mismo, sino que la adopte necesariamente al ser
y de tiempos, tal corno el concepto de caballo contiene bajo sí acogido en la sensibilidad. Pero podemos decir también que
infinidad de ejemplares de caballo. Mas bien, lo que parecen espacio y tiempo son ideales y no absolutamente reales: son
ser tiempos singulares o espacios ,ingulctres no son sino porciones solo en el sujeto y por el, sujeto, y no tienen ningún significado
del espacio o del tiempo únicos, i\:o podemos decir lo mismo ni entidad para las u)scts consideradas en sí mismas (es decir.
de lus caballos singulares: ninguno ele ellos es una porción del consideradas con independencia del sujero)."
concepto de caballo. Espacio y tiempo son, pues, unicos, y no Espacio y tiempo, cts1 entendidos, permiten la enunciación
se los conoce a tra \ és de , unceptus, sino por contacto mrne- de juicios sintéticos a ¡11 w11 en las cien cid, que se basan en ellos:
di.uo con ellos (por intuic ióu). fales son las características de en la Ceorneu ía y en la Ar rtrnétíca. Son condiciones de esos
la intuic ion. De modo que e,p,1c10 y tiempo son intuiciones, y conocimientos a prion. Porque como son formas ele la sensi-
no conc eptos. Con esto. cumplen el segundo de los requisitos bilidad que necesariamente todos los objetos sensibles han de
para ser formas de lci sensibilidad. adoptar, se pueden hacer enunciados acerca de esas formas,
;\o hay, por otra parte, ninguna otra representación que que serán enunciados válidos para todos los objetos sensibles,
cumpla esos requisitos de manera universal. Espacio y tiempo enunciado, que no se ouginaran en comprobaciones empíricas.
son. por tanto, la, formas de la sensibilidad; y dan forma a los Así, por ejemplo, ele todo objeto espacial se podrán afirmar
contenidos de la sensibilidad. La forma que les dan es la de la todas las verdades que Li Ceornen ía enuncia para el espacio en
dispersión: dispersión en la exteuoridad rec ípi oca, o dispersión general: será infirutamente divisible; si es un objeto triangular,
en la sucesion. Corno fo unas a p, ton de la sensibilidad, espacio y se cumplirán en él la, le) e, yue rigen para los triángulos, etc.
tiempo pe1 teuecen, no a los objetos, sino al sujeto sensible. Los Espacio y tiempo resultan, h,Í, ser origen de conocimientos a
contenidos de la sensibilidad se acomodan necesariamente a prion. A la exposición de espacio y tiempo que muestra que
esas formas. Conocerlas d ellas permite, pues, un conocimiento a ellos dan origen a conocimientos a pnori la llama Kant «expo-
p, un z de todo posible contenido de la sensibihdad. Pero el precio sición transcendental» del espacio y del tiempo."
ele ese conocimiento a pnon es altísimo: todo lo conocido en la
sensibilidad se habrá adaptado siempre ya a unas formas que
-/.5. Se ha discutrdo también una tercera posibilidad. que espac10 7
pertenecen al sujeto; y por tanto, lo conocido en la sensibilidad no
tiempo se ongmen en el ,u¡cto,) que tumbién pei tenezcan a los objetos
se presentará tal como es en sí mismo, sino solamente tal como se mismos, como caracteristu.as de estos entendidos como cosas en sí
apa1ece al sujeto. Ningún objeto de la sensibilidad se presenta al Sobre e,to , er Fr ancois X.,t\ iei Chenet: «Que sout <lonc l'espace et le
conocmuento tal como es en :it 11w11w (corno una cosa en sí misma), temps? Les hvpoiheses cum1déi ées p,u Kant el la lan, uiante objecuon de
sino que todo objeto ele la sensibilidad es solo [enonuuo. dato ele la "u orsieine possibrhté"». en: lí.unt-Stud1en, 8-l, 1993, pp 129- Lí3.
-/.6. B -!01-11 (pai a el e,p,H..10), B -18/-19 (para el tiempo).
~1ARIO CA/MI INTRODl CCI01\ XX'(/
Si bien con esta teoría del espacio y del tiempo Kant se independientemente de la relación que tienen con nosotros; es
ha presentado como innovador y como superador de las dos decir, no podernos conocer las cosas en sí mismas.
teorías que entonces se oponían la ne wtoniana y la leibnizia Las formas de la sensibilidad dan origen a conocimientos.
na," no profundiza en el tema. El asunto de la Estética no es Pero no podrían obtenerse conocimientos con la sensibili-
ni el espacio ni el tiempo, sino la sensibilidad. Al tiempo y al dad sola. Esta es solo receptividad pasiva, e imprime en sus
espacio se los trata allí solo en la medida en que contribuy en contenidos la forma de universal dispersión ;'\o hay, entre
al conocimiento de la sensibilidad, que es el elemento del co- los múltiples contenidos de la sensibilidad, ningún nexo; por
nocimiento que hasta ahora hemos conseguido aislar. tanto, ningún nexo puede ser conocido de manera sensible
De la Estética transcendental nos quedan, como resultados: (esto lo había advertido ya Hume). Por eso, ni siguiera podría-
1) la posibilidad de juicios sintético, a [mor: basados en las mos llamar «múltiple» al contenido de la sensibilidad, si no
formas de la sensibilidad, el espacio y el tiempo, acerca de hubiera alguna facultad que no fuera pasiva. sino activa, y que
objetos sensibles; con esto, queda fundamentada la posibilidad nos permitiera reunir y conectar entre sí los datos dispersos e
de ciencias enteras, como la Geometría y la Aritmética, y sus inconexos, para percibirlos así corno un múltiple La sensibi-
aplicaciones. 2) La autarquía de la sensibilidad como fuente lidad -el primer elemento de nuestro estudio- nos conduce
de conocimiento; la sensibilidad no puede ser reducida a un así. por sí misma ) necesariamente, a un elemento nuevo: a
mero momento de confusión dentro del conocimiento inte- la espontaneidad o factor ac/11•0 ele la mente. Este factor lle, a
lectual. :~) La necesidad de que todo objeto nos sea dado en el nombre de entendimiento. La ciencia que estudia al enten-
la sensibilidad; esta es la única manera como podernos tener <limíento como facultad de pensamiento es la lózica: \' la que
contacto inmediato con un objeto efectivamente existente (y estudia al entendimiento en la medida en que este0es, ;;ediante
no solo pensado) . .J.) El carácter subjetivo (idealidad transcen- el pensamiento, una facultan de conocimiento de objetos, es
dental) de las formas de la sensihilidad, el espacio y el tiempo. la lógica transcendental.
5) (Consec.1encia de los puntos 3 :' 4) el universal carácter
fenoménico de todos los objetos de la sensibilidad, es decir, de
L\ LóGJC \ TRANSCENDENL\L
todos los objetos que puedan sernos dados en la experiencia.
La sensibilidad solo nos presenta fenómenos: es imposible para Nuestro estudio de la sensibilidad nos ha conducido a un
nosotros conocer lo interior de las cosas, lo que las cosas son, nuevo elemento del conocimiento· el entendimiento. Siguiendo
las prescripciones del método, lo aislaremos ahora a este, para
estudiarlo por separado. El estudio de la contribución del en-
4 7. Leibniz defendía el carácter puramente 1 elacional de los conceptos
tendimiento puro en el conocimiento de objetos (la lógica del
de espacio y de tiempo. Considerados en la clandad de la razón pura,
no son más que 1 elaciones entre las substancias. Newton sostiene la pensar puro de objetos) se llama lógica transcendental.
realidad absoluta de espacio y de tiempo. recipientes infinitos que Por supuesto que así como la sensibilidad era insuficiente
contienen todas las cosas Leibniz v Samuel Clarke (un amigo de para producir, por sí sola, conocimiento, así ti1mh1én el enten-
Ne« ton) intercambiar on con espondencia sobre este punto en 1715 ; dimiento es insuficiente para ello. Conceptos sin intuiciones
1716. Las cartas fueron publicadas por Clarke después de la muerte
son vacíos, intuiciones sin conceptos son ciegas." Si estudiamos
de Leibniz. en Londres, 1717. Pueden r onsultar-se en la edición de Car!
Irnmanuel Gerhart: Die plnlornphwhrn Si/11,jirn Pon Gottfried Wilhelni
Leibnie, Berlm, 187S-Jfül0. t. VII, p. 3.J.7 ss 48. A 51, B 75.
XXXII '-'!ARIO CAlr,,ll 1, 1 RODLCllO'. XXX///

ahora al entendimiento aislado y en su pureza, es solo para En efecto, las acciones del entendimiento en lospt-ttw:, se pue-
cumplir las exigencias del método, y para establecer qué parte den establecer de tal manera, que todas ellas queden registradas
le corresponde al entendimiento en la producción de conoci- en una tabla, sin que se pueda añadir ni quitar rnnguna. Esto
nueruos suuéucos a pnort. es lo que hacen los lógicos cuando confeccionan una tabla de
La fundamental contribución del entendimiento e, la acti- la, posibles formas Je los juicios. Y esto e, lo que puede hacer
vidad que se añade a la pasividad de la sensibilidad, y la com- el estudioso del eutendumento, a partir del concepto ele enten-
plementa. Esa actividad -que Kant llama «espontaneidad»- se dimiento como facultad de los juicios. ;i Con algunas pequeñas
e>..presa en síntesis con las que se impone unidad a lo múltiple modificaciones (que se reducen a la enunciación explíuta de
de la sensibihdad. formas de juicio que para la lógica formal son desdeñables por
La investiaacióu del entendimiento se dirige, en consecuen- estar implicadas en otr a,, como en el caso ele los juicios infinitos
º
cia, a estudiar estas acciones de síntesis de las que el entendi-
. y los juicios singulares) la tabla lógica de los juicios sirve ele
miento es responsable. En primer lugar, conviene estudiar la «hilo conductor» para el descubrimiento de todas las funciones
síntesis misma. Esta pre~upone: 1) una multiplicidad que debe sintéticas del enteudinuento. '2 Estas funciones pueden enun-
ser sinteuzada (multiplic rdad que la sensibilidad suministra); 2) ciarse mediante conceptos que son entonce, conceptos puros:
una acción de sintenzar, es decir, de añadir un elemento a otro conceptos que se originan en la naturaleza misma del encendi-
(acción efectuada poi la illlaginación);"'l 3) una unidad que sirve miento y no tienen origen em¡ 1í1 ico. Toda síntesis efectuada por
de regla, o de meta. a esa acción de sintetizar (esta unidad es el entendimiento podrá clasificarse como un caso de alguna de
suministrada por el entendimiento en sentido estricto). estas síntesis fundamentales; por eso, estos conceptos puros del
Dado que el entendimiento es, en general, la facultad de entendimiento reciben e] nombre de «categorías».
la síntesis, esta síntesis tiene la misma estructura cuando se La tabla de las categorias contiene necesanarnente, en con-
la efectúa en d pensamiento puro, produciendo, a partir de secuencia, tantas categorías como formas del juicio contiene
una pluralidad de conceptos, la estructura única que llamamos lc1 tabla de las formas del juicio. En ambos casos se trata de
«juicio» y cuando ,e la efectúa en la sensibilidad, unificando tablas de las funciones sintéticas del encendimiento, a las que
una 1m:liiplicidad de representaciones intuitivas sensibles se considera ya como funciones de síntesis lógico-formales
en la estt uctura única que llamamos «objeto». «La misma que operan en el pensuuuento fil general; }a como funciones de
función que da unidad a las diversas representaciones en un síntesis lógico-transcendentales que operan en el pensamiento
juicio, le da también unidad a la ~era síntesis de diversas de objetos. E,la~ síntesis esran e onsideradas aquí. por ahora, en
repre,entaciones en una intuu.ion»:" Esta identidad de las aislanuetüo metódico (e5 decir, separadamente de los objetos a
acciones sintéticas del entendimiento nos presta una ayuda los que pudieran referirse].
inesperada cuando nos plantearnos un segundo problema: el El entendimiento, entonces, ya solo por ser el qne '"" (por su
de establecer cuáles son las funciones sintéticas de las que la misma naturaleza] produce estos concepto, fundamentales, puros
espontaneidad es capaz . y 11 prton; que le ,11 ven para pensar lo, objetos. Como estarnos

..J.9. El concepto de m1<1gmac1ón ,e desarrollará más adelante. 51 .. -\ 69, B 9-L


50. A 79, B l0-!/105. 52. A 70, B 95.
XXXIV "!ARIO (' Al'11 INTRODUCCIO"< XXXV

estudiando aquí al pensamiento en su aislamiento, como pensa- tecai io en Konigsberg, las bibliotecas de los pi íncipes solían
miento puro, podemos 1 eferirnos a estos conceptos originarios del contener colecciones de deducciones, que eran alegarosjuridi-
entendimiento corno conceptos del pensm puro de objetos." cos pi esentados ante las cortes del Emperador para sostener )
El origen a pnon. : no ernpmco, de esto, conceptos puros justificar pretensiones en el Dei echo internacional Algunas de
del entendimiento plantea un problema difícil Ellos intervie- las reglas de elaboración de tales alegatos se observ an en las
nen en el conocimiento de objetos. pues son la contribución de! dos Deducciones contenidas en las verxioues A; B de la Cuttca
pensamiento a ese conocimiento. Pero qué garantías tenemos
é de la ranin pura: la argumentación se repite desde, a110s puntos
de que esos conceptos, originados en el entendimiento sin la de vista, en nuevos comienzos; se desarrollan argumentacio-
menor participacion de los objetos, con espondan \ erdadera- nes parciales. concurrentes al mismo fin; se ofrece un brev e
mente a los objetos? Cómo es que estos conceptos a priori
é resumen a manera ele cierre."
pueden fundamentar su pretensión ele referir se a objetos? éNo La pretensión que se trata de justificar aquí ha siclo J a
set án, acaso,\ anos engendros del entendimiento destinados a presentada· es la pt etensión de tener una referencia a objetos,
permanecer vacíos. sin objeto que les corresponda? referencia que está pt esente en lm concepto, puro, a ¡,1 ion del
entendimiento. Si se considera esta pretensión en su máxima
L\ DU>l"C( 10, 1 RA,SCENDEi\T \L generalíclad, aparece corno el antiquísimo problema de exphcar
las relaciones del pensamiento con sus objetos; problema que
Nuestra exploración del entendimiento nos condujo al Parménides había planteado como el ele la relación entre el
descubrimiento de los concPptos puros que constituyen su pensar y el ser. El pensamiento puro se enfrenta a algo que no
estructura fundamental Como hemos considerado al entendí- es pensamiento: a los objetos reales. Y como los conceptns del
miento aislado (según lo disponía el método), nos encontramos pensamiento puro han sido generados con total independencia
con que esos conceptos remiten, dP por sí, a algo que les sirve de esos objetos, no se \e bien cómo justificar la validez de la
de complemento necesario: se refieren a Jmo11 a objeto, Pero conexión ele esos conceptos con los objetos. «A la exphcación
esa referencia podría ser solamente una pretensión unilateral e de la manera como conceptos se refieren a pnorz a objetos, la
infundada Para que se reconozca su legitimidad, esa referencia llamo la Deducción transcendental ele ellos» (A. 8.'í. B 117;
requiere una «deducción» '1 Este problema de la conexión de conceptos a p11011 con
Buscaría en vano quien pretendiese encontrar en la De- sus objetos venía ocupando a Kant por lo menos desde 1772
ducción transcendental de las categorías una estructura lógica Lo formula ya en su conocida carta a Markus Herz del 21 ele
deductiva que organizase todo el argumento. El término febrero de ese año, e intenta resolx erlo desde entonces. Posee-
«deducción» debe entenderse aquí más bien en el sentido de mos textos que documentan los pi ogTesos de Kant en esa tarea.
«alegato». que aún conserva en español Así lo entendían los Entre ellos se destaca el llamado «Duisbut gischer Nachlass»
lectores del s XVIII Por el tiempo en que Kant era biblio-

53 Ve1 sol» e Logica transcendental p] ap,11 rado correspondrente en 55. Drerer Hennch «Kants ~ot10n of a Decluctron and the i'dethoclo-
la Bibhografia logical Backgi ound of the Fu st Cr itique». en- Eckart Foi stei (r ompi-
5-f.. Sobre la Deducción transcendental en su C011Jl!1l!o.; sobre aspectos ladoi )· Kant s Transcendental Dedurtions The Three Cntiques and t/11 Cpu«
parciales de ella., et el apa1 tarlo mu espondiente en la Bibhogt afia postnmum. Stanlor d. Cahfoi nia L'ruv er sitv P1e5". 198'l, pp '.,!(1-+b
xx.n1 I\ TRODUC'CIOI\ ,\...\XVII

1" Legc1du Duisbui g,, 1 de 177.'í. "Aqur ya se eucuentr a Id nueva alcanza es independiente del sujeto particular. Por tamo, es
conr epc ión del objeto: la ob¡etiv1dad e, cohei encra de l_as objetiva. La síntesis caregm ial e, lo que constituye al objeto (lo
repi e,elltM·10nes ~egún una regla que no depende de ld ~ubJe· que le presta objetividad a ese cúmulo de representaciones que
ti, 1dacl Per o sol" ru.i-, tai de el filósofo descubre la r o nchcrou llamamos «objero»). En consecuencia, como los objetos no son
petrel la ie~olm.1U1t completa del pruble111cr, lll,t1tdo Ie((l!10Ce objetos si no es gTacid~ c1 esa sintesis a la que obligatoriamente
la necesidad de abandonar la concepción sub,tauciahsta del deben someterse las mulnples representaciones, las categorías
)'O. La nueva concepoón del objeto y la nueva concepcion del se aplican necesariamente a los objetos. Que era lo que había
)"O penrnten la Deducción de 1781, es decir, la de la versión A que demostrar.
de la Cntu.a de la ,a::.on pura. Kant no quedó mm conforme con la primera versión de
El pensarniento fundamental de la Deducción transcenden- la Deducción de las c,1tego1 ias, publicada en 1781 en la Critica
tal de las cateouría, es que el elemento intelectual acuvo delco- de la ,-a¿ón pura Pi ocui hacer más clara y distinta la argumen-
ó

nocirnieruo 1~1 yo, tiene que api opiarse Je la multiplicidad que tación, en una nuex a , ersión publicada dos años después, en
le ofreced elemento sensible; esa apropiación ocurre mediante lo, Prolegomenos, basada en la distinción de juicios que poseen
una compleja s intesi« que la espontane1dad_del entendimienLO carácter meramente subjeti vo (meros registros del contenido
aplica sobre l<1 muluphr idad sensible Esa smtesis (recoleccion de la sensibilidad) que el llama allí «juicios de percepción», )
de los elementos de la multiplicidad sensible; retenc10n de esos juicios que poseen objetividad, a los que él llama allí «juicios
elementos en una adición progresiv a; instauración de la unidad de experiencia»; la objetividad de estos últimos se debe a que
ten la acumulacion así producida) solo puede producirse por en ellos intervienen la, categorías; por tanto, las categorías
medio de las tune tone, de suuesis que ) a hemos estudiado. intervienen como condiciones necesarias en la experiencia,
Hemos , isro que el catálogo o repertorio de esas func!ones y se aplican a prtori a objetos. Una tercera versión de la De-
se elaboralJa sobi e la base de la tabla lógica de los JUICIOS, Y ducción apa1ece en 1781i en los Jletaplty:,w/u: Anfang:,g1ünde der
con,i<,!ia en la tabla de las categorías. En consecuencia, para Nt1.t111 unssensdiaj: (f'unwoj pnuapios metofisu os de la ciencia de
que el vo pueda aprop1ai se de la 1nultipl1ud~d sensible, esta la natuialenú, se basa en Id estructura de los juicios en gene-
debe ser sintetizada ele acuerdo con las categot 1<1~. Poi tanto, las ral. Luego, en 1787, en la segunda edición de la Crítica de la
categorías se aplican necesariamente a la multiphcidad semible. ra¿ón pura, presenta una nuev a versión 'de la Deducción, cuya
Esto era lo primero que había que demostrar. , argumentación, rigurosa y ordenada, se basa en el principio
Ahora bien, la síntesis categorial (en la que la, categonas de que la conciencia de sí mismo (el «yo pienso») debe poder
operan como regla, necesaria, que guían el trabajo sintético acompañar siempre a todas las representaciones; de modo que
de la nnagmación) produce una unidad de represen:ctuones las condiciones para que se produzca ese acompañamiento
que es con1plecamente indeµendiente de la subJet1v1dad: es (las síntesis categor iales) se aplican necesariamente a todas las
algo opuesto a la asociaoón subjetiva de 1epresentac1ones, representaciones. Estas quedan así unidas en una experiencia
que depende de l.i, caracterí,tica, peculiares de. cada sujeto única (objetiva). Los objetos que puedan ser dados en la sensi-
particular. Aqui, en la síntesis categorial, la unidad que <,e bilidad ,e integran en esta experiencia única, y por tanto a ellos
también se les aplican necesariamente las categorías.

56 Rell. .i b7h. Ed .Acad X\'11, b51i ss.


XXXVIII \l,-\PJO CAl"II 1, TRODL'CCl01\ X.XXIX

EL ESQl1E\IAI IS~IO pensar puro. La lógica sabe ele afirmaciones ) de negaciones,


de inclusiones y de exclusiones, pe10 no de simultaneidad ni
Esta solución del problema de las relaciones entre el pensar de sucesión, ni ele la div isíbilidad que permite partir lo extenso
}' el ser, o del problema de la posibilidad de que conceptos en infinitas partes. ni de las construcciones au .... iliares que se
puros se refieran a priou a objetos, di~ta todavía de ser una pueden añadir, en la intuición. a un concepto, para averiguar
solución completa. Es manifiesta /a heterogeneidad entre los propiedades del objeto al que ese concepto se refiere. El pensa
conceptos, originados en el pensar puro, y los objetos que se nos miento deberá proceder. pues, de manera peculiar, no e,~,lusi-
presentan en la sensibilidad. Los objetos tienen características vamente lógica, cuando se refiera a lo sensible. A esta función
como la temporalidad) la extenvion espacial, que son entera- del pensamiento. por la cual este procede de acuerdo con ou a,
mente ajenas al pensamiento. Por mm sólidos fundamentos leyes, además de las le; es de la lógica, la llamaron Descartes )
que tenga la pretensión de los conceptos, de referirse a objetos. Spinoza «nnaginación». v- La imaginación es la manera como el
habrá que, er si esa pretensión es realizable; habrá que ver si entendimiento se dirige a lo sensible. que )e es ajeno. Poi ella,
la señalada heterogeneidad puede s11perar5e de algún modo. se logi a superar la heterogeneidad de entendimiento ) sensibi-
Las categorías tienen su origen en el entendimiento puro. lidad,) en consecuencia. la heterogeneidad ctc entendimiento y
Nada, en ellas. pertenece a la sensibilidad. Los objetos, por su objeto." La imaginación produce un elemento mediador entre
parte, son dados en la sensibilidad; y en este darse (o en este el pensamiento puro j la mera sensibilidad: el esquema." Este
ser dados; no interviene en nada el entendimiento (como tam-
poco inter viene el entendimiento en la sensibilidad pura, que es
completamente independiente de el, y que debe. sin embargo,
ser acogida en la universal síntesis riel entendimiento). Para que 51 Descartes: 1lled1tat1nnn de pruna pl11/n.<aph10, V : VI. Spmoza:
haya conocimiento de los objetos, sin embargo, es necesario Ira¡ /0/11< de uitellcrtu« emendattone. § 8-L
que el entendimiento y los objetos se pongan en contacto; lo 58. \'o es así como define la imagmación Kant mismo. quien se atiene
a la definición de \\'olf!. segun la cual la imaginación es la lacultad ele
que supone un contacto del entendimiento v la sensibilidad. rep1 esentar lo ausente. agi egancln solamente que esa I epi e sentación
Siendo pasiva la sensibilidad. no se puede e~perar de ella que se produce en la intuición '.Christian Wolff: l'rrn1111ft1gr Gcdanckrn von
emprenda las acciones necesaria, p,ua ese contacto. Esta ini- GOtt. der Hélt und dcr Seele des Mrnsrhen, a11rh a/len Dmgen 11hrrhr111pt.
ciativa pertenece al entendimiento, que es precisamente, como 17'.W. § 235. En la ed ele 17.i 1, p. 130). Pe1 o ) a en la ver sió n de 1787
ele la C, ituo de la ra¿iín ¡,1110 reconoce Kant qtie esa facultad es una
hemos visto, la facultad activa o espontaneidad. A esta facultad
función del entendirmento Algunos comentaristas han ad, ertido desdé'
le toca, entonces, superar la heterogeneidad que la separa de temprano -:\lellm yn en 1799: Ennrln¡,arf,,rhr, vV01tnh11rh der krttischrn
los objetos reales, y que la separa de la sensibilidad. Phdornp!m, 11. Band, 1 Abtheil, 1799, p. 218- la conveniencia ele en-
Este problema ele superar una heterogeneidad radical puede tender la imaginación como la pi esentarnos aquí; , et Dusmg, Klaus:
plantearse de la siguiente manera: eu la medida en que el pensa- «Scherna unrl Embrl lungsk, alt 111 Kants Kntik dcr reinen frr111111ft .. , en:
Krermenrlahl. Loth:u corn¡»] «Ior]: ,11ifl.la11111g 1111d S!1p11< St11d1111 -:_111
miento,se mantiene dentro de la esfera de las proposiciones y los
Plulosoptnc und Gri<fe<gr<rh1,h1r drs 77. und 78.johrlnmrlot< Guntcr Gmd,ck
conceptos, procede de acuerdo con las leyes de la lógica formal. rum 65. Grh11rt,tag. Koln, Fi ornmann-holzhoog. l~lD5. pp. -17-71. aquí
Pero cuando se enfrenta a lo sensible, el ponsarniento no puede pp 66) 70. Sobre el concepto de imaginación v er en la Bibhogi afia.
operar solo con las reglas) le; es de la lógica, porque lo sensible el apartado «Esquemanvrno e imaginacrón».
tiene sus reglas propias, muchas de ellas ajenas a las leyes del 59 A 138. B 177.
XL ~l-\R!O CAl'11 I", 1 HODUCCJOi'<
Xl/
elemento mediador garantí.ca cierta hornogeneidad'" entre los decir ele algún objeto sensible que es posible, porque puede
dos extremos de entendimiento y sensibilidad, y hace posible alguna vez presentarse como acontecimiento en el tiempo;
así la aplicación de los conceptos puros a objetos." y así con las demás categorías. De este modo, las categorías
No debe pensar,e que incui rimos con esto en la falsa muestran que a pe:,ar de su heterogeneidad con los objetos,
explicación que consiste solo en suponer una facultad nueva pueden traducirse (adaptarse) a las condiciones sensibles de
para resolver el problema. La introducción de la imaginación estos, y pueden, por tanto, aplrcárseles a ellos.
aquí es solo una manera abreviada de decir que aquella he- Las síntesis categoriales, modificada su acción sintética de
te1 ogeneidad se supera porque el entendimiento traduce en acuerdo con la::, condiciones del tiempo, se llaman esquemas.
términos de sensibilidad sus propias acciones sintéticas. Es El esquema no es más que «la síntesis pura de acuerdo con
decir, amolda su actividad sintética a las condiciones propias una regla general de la unidad según conceptos, gue expresa
de la sensibilidad. Así, por ejemplo, la síntesis expresada en el la categoría»." Los esquemas pueden entenderse, por tanto,
concepto puro de cantidad; (concepto que en lógica indica la corno P' ocedimientos par,t conectar esos conceptos puros con
univet salidad, pm ncularidad o singularidad) tiene un esquema los objetos: «Esta repr esentación de un procedimiento general
que consiste en la representación de la síntesis como adición de la imaginación para procurarle a un concepto su imagen,
sucesuia (en el tiempo) de unidades; este esquema es el número. la llamo el esquema de ese conceptov."' Estos procedimientos
Así también aquella síntesis que se expresaba en el juicio con- sirven, aun cuando los objeto, se dan en la sensibilidad de
dicional corno si (jundamento) entonces (consecuencia), cuando se una manera inexplicable '.que llamamos «afección»), ajena por
la traduce a las condiciones del tiempo, produce la estructura completo al entendimiento Por que comoquiera que se den los
sintética sensible: si (causa) entonces (efecto), en la cual la causa objetos, se dan en Id sensibilidad, y deben amoldarse a las leyes
precede a su efecto en el tiempo.j podemos aplicarnos a buscar de esta, que son las misma, leyes a las que el entendimiento
causas y efectos entre los objetos sensibles; así también aquella atiende al convertir sus categorías en esquemas.
estructura sintética que dio lugar a la categoría de substancia, y Si un concepto está contenido en otro, la relación que
que se expresaba en el juicio Ses P, cuando se la traduce a las guarda con él ,e llama relac ión de subordinacion; si, en cambio,
condiciones del tiempo, produce la estructura sintética sensible un objeto resulta contenido bajo un concepto (por aplicársele
por la cual las representaciones que forman el fenómeno de un el concepto al objeto) se dice que el objeto está subsumido bajo
objeto se entienden como propiedades mudables de un subs- el concepto. La diferencia de subordinación y subsunción
trato permanente e inmutable, y podemos decir «la manzana dese: ibe c lararnente el problema del esquematismo, al hacer
es roja»; así también el concepto pmo de posibilidad (que en notar la fundamental heterogeneidad de objeto real y concepto.
la lógica formal significa ausencia de contradicción) se traduce El problema del esquematismo es el de explicar la posibilidad
corno concordancia con las condiciones del tiempo, y podemos de la subsunción.

60 Ac ei ca <le e,te peculiar wncepw de homogeneidad no, perminrnos


rermnr a nuestro u abajo: «Dei Tellei , die Rundung, da, Schema Kant
ubei <len Beg1 df der Gleicharugkeu» (ver Brbliogi ,tf1a).
61. Sobre el e,quemat1,mo ver el apartado correspondiente en la 62. A l.J.2, B 181.
B1 bhografia. 63. A l.J.0, B 179 '180.
MARIO C\1~11
I'\ TRODL1CCIO'\ XLIII
XLII
Juicios, a pi zori o empíricos, acerca de los fenómenos, e'<p1 csan
Los PRINCJPIOS DEL [,'\T[f',;[)L\IT['H(l
la subsunción de todos los fenómeno, bajo la, categonas ,,, A,1,
Una vez explicada la posibilidad de la subsunnón de los podemos decir que las categorías de cantidad se aplican a tocios
objetos bajo conceptos puros, nada se opone a c¡uP adnutarnos los fenómenos· todos los fenómenos tienen una cantidad, son
que las funciones sintéticas del entendimiento (las categorías) extensos, en el espacio y en el tiempo Al ser dado, en la innn
tienen validez sobre todos los objetos sensibles Podemos es- ción, forman una multiplicidad empírica q11e debe ser unificada
tablecer el principio general que sirve de fundamento a todos poi las categorías, y entre ellas. p01 las de cantidad («A xiornas
los juicios sintéticos: «todo objeto está sujeto a las condiciones de la intuición. El principio de ellos es. Todas las mturciones
necesarias de la unidad sintética de lo mulriple de la intuición son magrntudes extensrvas»}." También las categorías; ele la
en una experiencia posible»;": esas «condiciones necesarias de cualidad se aplican necesar iarnente a los fenómenos, como lo
la unidad sintética» son las categorias. que se aplican así a todo ha demostrado la Deducción tr anscendental Si recordarnos
objeto, porque de ellas depende la unidad de lo múltiple de la gue las categorías son funciones de síntesis, entonces podemos
intuición, unidad de la que depende, a su vez, la posibilidad considerar las cualidades sensibles de los fenómenos como si
de la experiencia: ) todo objeto es d.ido en la <,ensib1hdad, es fueran resultado de una acción sintética, ) podemos enunciar
decir. es dado como una intuicion sensible. cu7a forma es la el juicio sintético a puon o principio del entendimiento que
multiplicidad, c¡ue necesariamente h,1 de ser u111ficada por aque- Kant llama «anticipaciones de la percepción», ; que dice
llas funciones de síntesis. Hemos demostrado, en la Deducción que aunque las cualidades sensibles de los fenómenos solo
transcendental, que el yo debe apropiarse de esa multiplicidad, puedan conocerse a postcnon (por e xperieucia L se puede sin
) que esa ap1 opiación tiene la forma de la unificación sintética embargo anticipar, a pnori; que esas cualidades tendrán una
de lo múltiple de la intuición Hemos demostrado también que cierta intensidad, medible en grados («Anticipaciones de la
precisamente aquello que hace objeto al objeto, la objetividad, percepción. El principio de ellas es: En todos los fenómenos, lo
no es otra cosa que esa unidad sintenca necesaria. De modo real, que es un objeto de la sensación, tiene magnitud intensiv a,
que podemos decir que «las condiciones de la posibilidad de es decir, un grado»).''' Todo, en el mundo fenoménico, debe
la experiencia en general (es decir, las funcione, sintéticas de obedecer a leyes de la síntesis de las percepciones, porque de
unidad, sin las cuales no habría experiencia, porque el ) o no lo contrario la experiencia no sería posible («Analogía, ele la
podría apropiarse del multiple sensible] son a la v ez condicio- e-cperiencia. El principio de ellas es· La experiencia es posible
nes de posibilidad de los objetos de la experiencia».": Tomando solo mediante la representacion de una conexión necesaria
como fundamento estas condicione, univ e rsa le s, se pueden de las percepciones»}?" Obtenemos así otros principios del
enunciar juicios sintéticos a prun¡ \ álidos pRra todo, los fenóme- entendimiento, que son también JUICIOS sintéticos a pnon: l -a
nos. Estos juicios son principios en los que se basan los demás

66 Proieeomrnos, Ed. Ar ad IV. 30h Sobr e lo, p11nc1p1os del entendi


ó.J :\ 158, B 1117 miento ver el apartado correspondiente en la Bibhogiafia
65 A 158, B ]!l7 P1 obablemenre ha) ;i que entender aquí '<expe- 67 8 202
uencia- como se la delme en P10!rf!,nme11111 ~ 22, Ed Acad. IV, 30:i·
68 B 207
como -conevión smtéuca de los r;nñmf''10S \pe1ce1ir1ones; en una
conciencia»
69 B '.218.
XLIV "-'L'"'R'O ( .\fvJI I fl l DL lllO\. \/\
analogia las percepuone, se urulican de acuerdo con la ca concue: da con lc1, iones 101 male s de l 1 t \.pe, re-ru 1<L
cu1 d1,
rego11a de substancia, es decir, como accidentes mudables de ,fetti,amentc real e, aque.lo CU)ª e\1,ttnuc1 t ,ta ,trbt10c1 tcLi
un substrato permanente," («P1mc1p10 ele la permd1WI1C1d de pm la sensacron, ncu.sa tu es lc1 existenc ia dt. ,tquello qut t ,ta
i<L substanc.ia Ln todo c,1111bw de lo, Ienonu nos pe1111c1nece la conectado po, l,i, coudn.ione-, uru, ers.iles de l,1 e,pe, tt 11L ia , 011
substancia, y el quantum de ella no se acrecienta m d1,m111u) e algo efectiv amente e xistente Lntre lcb rnuc has cOtbE c ueru.ia-,
en la naturaleza»] 1 2<1, analogia Los cambios de los fpnomeno5 que pueden evn aerse ck e,to, pnnup10:, ,e de,taca l,1 «refuta
obedecen a le) es de causalidad, que conecta CdU5d y electo ) cion del rdealismo», una demostrucion ele que l,1 , 011L 1E ne 1,1
hace que la e>.penenc1d transcurra en un tiempo uruco irre de la prop1c1 evisrencia demuestra \ a lc1 e\.1,ttcrn ia de obje.ros
\ ersible («P11nc1p10 de la sucesión temporal segun la lev de en el espacio
la causalidad Todas las alteraciones suceden segun la le) de Estos pnnop1os e xphr cm I dernuesu.m de manera detallada
la conevion ele la cama y el efecto») 1 3r, analogia Todas las lo que ante, ,e e\.pt eso en gen et al que «l.1, e ond« iones ele pu
substancias que puedan percibirse en el espano están mterco sibihdad de una e,fJet!Cnc 1c1 en gene red son al 1 \ e,: condu tones
nectadas por acción ) 1 edLCIOn simultaneas, ) lorrnan asi una de posibilidad ele lo, obj. tus ele la evpeuencia» [ o qut. en c.>I
comunidad l «Principio ele la snnultanerdad, ,egun la le) ele prologo de lct obi et estaba expresado COI11u un postulado qm clc1
la aceren reciproca, o comunidad Todas las substancias. en aqrn detmJLn aI11ente de 111, >,tr c1elu y estableudo Id 1 e1 CJJ u non
la medida en que pueden ser percibidas en el espac10 como cope1 m<..,uJcl del modo de pern,c1r ' Segun lo ha c!Lmostrdclo Id
simultaneas, estan en uruv ersal acción reciproca»; • Por fin, en Deducuon tran:,cenclent,d w ubj,IO ,1g1 utica e,t,u ,rnletiL,tdd und
lo, «Postulados del pensamiento empu reo», • incluso conceptos nmluphudad ,em1l>le, ele dt uerdo con lcts le\ e,
nec e,a11a, de Jd
como posibihdad, realidad efecnv a ) necesidad se definen conoenuct , no de dLue, do con 1eglas ,ul>1et1\ d5, L<tpnchosd,
con respecto a la posibilrdad de la expenencia, povib]« no es Las le, es nece,a11d, cit. Lt L nnuu1ud ,on <1quell<1, pCJt la, cualc, el
solamente lo que esta libre de conrradiccion, sino aquello que ) o puuJe ap10p1,u,e de l.i mulupltucl<1d ,en,1ble ~011 por tanto,
!", condic10nes que ,e dt l1( 11 cumplu necesanc1me11te pc1r,1 que
se<1 po,1ble la e>.penenuct \:,1, lc1s cond1c 1u11e, de pos1l>d1ddd de
70 Lo per rn.uiente e,rn ,1emp1e ausente de la pe1Lepc10n, pe10
la e\.pe11enoa ,un a lct , e,: LoJ1d1uo11es de lob uli1etu, de lc1 c:\.pt'
0 1ac1as a ello lo <lema, du, c1cudente,) ,e concibe lomo lo mudable
objeuv u La t<LLOn p,ua adnutu aquello pern1c111cnte ausente e, que 111:~nc1c1 La trabazon ,u1teucc1 que une lo, ob1etu, \ ,ont1gu1a el
es necesario p,ua la posrbilidad de l.i e>.pe11enc1d, en este e aso pata Unt\ erso, e,tcl tom1,1dc1 poi los 111151110, ne\O, ,mtet1c o, que h<1cu1
J,1 po,1bd1d<1d de l<t npeneuau ubjlliea de Lt mutacron, poi up(»lUOll a poó1bJe la co11ue11u<1 lc1 wuJad del) o, ) Id e,penenua
la uu t a poupuoll de mutacion
71 B .U-!
72 L1 sucesión objeuv a de la, pe1 cepuune:, no puede fundamen
t,11 se en I , ,e11e subjeuv a de ellas la se11e ele la ,1p1 ehension e, en 76 B 271 ,;, Ve1 ,ubtt e,t. tema d d}J<ltt<1do cu!le,pc,nclte111e en h
si misma, mdifer ente al orden objeuvo La categoi ia de causahdad Btlilwg1 ,lf1<1
surnuusu a un nevo 111 e, ei sible mdependienre del 01 den subjeuv o de 77 -\ ! '58 B l <J7
l.i ap1 ehension 78 B \. V J ,,
73 B 232
79 ~egun los Pru!t:gomow, !11'> pi 1 1C1p10, , 1enen 1 ,t'1 el lt ,w de l,
7-1 B.!. )h Cie!lU<l Ul1i\ e1,cd \ }Jlll l Ue !ct l1dlU!.llt'L l \ SOil it'\ t', lllol\ LI, ¡j,, dt
7:J -\ .!.18 B 2b:i ss !d n<1tu1 alez,1 .l:,d -\e.id J V ,Oti
XLVI MARIO CAll\.11 I'\ fRODUCCIOI\ XLVII

LA DISTINCION DE FENOMENOS Y "JOU:.!ENOS LA ,\NFIBOLOl;I.\ DE LO::, CONCEIT05 DE L.\ REFLE \JO'-:

Estos resultados de la Analítica transcendental (la primera Entre los resultados de la Analítica transcendental se cuenta
parte de la Lógica transcendenta 1) permiten ya una primera críti- también un apéndice, «L, anfibología de los conceptos de la
ca de la metafísica dogmática. La validez de los conceptos puros reflexión», que contiene una discusión de ternas de metafísica
y de los principios del entendimiento solo pudo demostrarse leibniziana.": La reflexión transcendental consiste en ciasificar las
en relación con la posibilidad de la experiencia; tal validez se representaciones según las facultades en las que tienen su origen.
limita, por tanto, a los fenómenos, es decir, a los objetos que son La introducción de la sensibilidad, como fuente de conocimiento
dados en la sensibilidad. Nada se puede establecer con respecto de igual rango que el entendimiento, vuelve ambiguos los con-
a objetos de una intuición que no sea sensible («noúmenos en ceptos de la reflexión: les da un doble sentido; pues ahora hay
sentido positivo», 'objetos de una intuición intelectual). Si bien dos«lugares transcendentales- adonde referir cada representación,
el carácter fenoménico de los objetos dados en la sensibilidad según su origen, en una reflexión transcendental;" las represen-
remite por sí mismo a algo que no es fenómeno, de este algo no taciones pueden originarse en la sensibilidad, así como en el
podemos saber nada; no podemos atribuí, le existencia propia, entendimiento. Por no haber advertido ese doble sentido de los
ni propiedades perceptibles por algún intelecto intuitivo.?' Solo conceptos de la reflexión, Leibniz «intelectualizó los fenómenos»"
podemos pensar en ello como un «noúmeno en sentido neza- al suponer que había un único origen del conocimiento legitimo:
tivo», es decir, como algo que no es objeto de nuestra intuición el intelecto; pretendió así «determinar objetos sin el auxilio de los
sensible; es un «algo= x»s1 que aparece. sentidos»;" Locke, a su vez, creyendo también que había un único
Por eso, no es exacta la ontología que distingue entre fenóme- origen de los conceptos: la sensibilidad, «sensificó» los conceptos
nos y noúmenos; ya que el concepto de estos últimos no pertenece del entendimiento." En cambio, si se adv ierte y se reconoce este
propiamente a la ontología, sino a la gnoseología: es e] concepto doble sentido, se puede resolver el conflicto de empirismo y
de un límite de nuestro conocimiento. Como concepto de objetos, racionalismo, mediante una filosofía crítica."
es un concepto Yacío;82 no tiene significado ontológico propio."
Por eso, «el orgulloso nombre de una ontología que pretende
suministrar, en una doctrina sistemática, conocimientos sintéticos
a prtortúe cosas en general [ ... J debe dejar su lugar al más modesto
ele una mera analítica del entendimiento puro»."
85. Ver sobre este tema el apartado correspondiente de la Brbliografia,
80. Willas_chek, Maicus: «Phaenomena/Noumena und die Amphibolie Ver también la importante discusión del tema en la sección correspon-
dei Ref1ex1m:sbegi iffe», en: Mohr, Georg y \,\iill.1>check, Markus (corn- diente del libio de> Béatrice Longuenesse: Kant et le p(l111•01r de ¡uga,
piladot es): ll!arr1',rr A11drgrn. lmmannrl Kant: Kriti), dcr reinen Vrrnrmft, Pai is, I'resses Univ. de Franco, l!l93
Berlin, Akadernie, 19D~, pp 32 'i 3.S L nquí p. 327. 86 :\. 2riR, B l'.l l.
81. A 2.JO. 87. A 271, B 327.
82. A 2'iq, B 315. 88 A 280, B 33fi.
83. \\iillaschek. op. cit., p. 327. 89. A 27L B 827.
84. A 247, B 308. 90. Willaschek, Mai c us: op. cit. p J-Hi.
XL\, /JI "1,-,RIO C Al\11 1 \ 1 J\(l[Jl C e 10 , x: IX

L\ Dt,lH llL\ la P' opu,ic1on «Seer ate, es mOI tal» se conv ier te en conoanueuio;
es pu1que esa ptupo,1c1011 ha salido cid domuuo ele l.t i azon pu1c1
:-.fed1dnte el concepto de nourneno, la A.11cd1t1cc1 mdica 1 ~e ha pasado ,d J01111 Hu de l eurendmuenro Lste, en Looperc1
su pi o¡Ho hrnue I Pt ro al hacer esto, 1 emite d lo t¡ue queda e.ion con Id sensibilidad put de h,« er que es<1 fui ma Jog1c.ct llegue
del on o lado del hrrute, - e, dec 11, el lo mcond1ulH1<1do, ) d Id a se1 conoumiento JL lllld pu,011<1 (o de un ob¡eto1 Ld ra,:on,
facultad de lo mcondn.ionado, es decu , d l,t razon Esta es el en cambio, no operd con personas, ru con objeto,, ,1no ,olo ron
nuev o elemento que Lene mm, que aisl,u ) estudi.n , ) que tene pwpwuwnej del entenJmuento lnsu 1be e,as p1 opo:,1uones en
mes que pone1 en conexión smtetica con todo lo pi ecedente estrncrw <1s logKct:, 11 jJllOt t I egu!dJas poi p1111up10, Esto quiere
En pi 1111e1 lug.u , h,1b1 a que aisla. \<1 i azon, p,trc1 , e1 ~1 ella es clec1r que las msu 1be o lct, 111tcg1 d en e,u uctu1 d:, :,1,lernatic<1s
fuente \ 011ge11 dP conceptos )' JU!Clü, a p1 w11
1
El pnmer eJemplo de PS<t, e,tn1llu1<1s e, el ::,1lug1srno En este,
«La razon, en senudo est: teto, e~ la lacultad de deducu de Id p10po,1uon «Sou dLC, t,11101 t,d,, se mtegw b,tJO un p1 mup1u
lo gene1,d lo fldlllLUl,ll, 1 de 1ep1esent<1tlo a esto ultimo, por rel<1t1\ <1t1wnle µumetu , ludu, los ho1nb1 es son mu1 t<des»
11
cousigureute, segun p1mup10,, ¡, como necesario» A diferen La\ e1d<1d de J.1 p10¡,o,1uon «Soudtc, e, m0ttdl», cons1deia
u,t del e.utendunu.nro , cdpdl de hacer inferencias nunediatas, d,t de,de Pl punto de\ 1,tct de Id 1ctzon, dEpende de la\ erdad de
Id i.izou LS ILt Iacult,«! de hacer inler encias mediatas, g1dUdS c1 su, µrem1,d::, E~tds, d ,u 11e,:, h.tn de ,er deJuuda, de OtldS, en un
Id 111tc1 \ eucion de un Let nuno medro Los silogrsmos consisten regreso que ticne poi met<11LcJuu1 J.1, c11wJ,,d dt- tonoum1enlu~
µ1 ccis.unenre L u ]d ded uu ron de un e onocinue nto d partir de )' de I egld, del u1tencl1miento ,l lc1 111eno1 c,11rndc1J po,1ble de
u11 pi111up10 1 L1, pre1111,c1s mayores de los ,1lug1,n10, Iuncio p1rnup1os E,te propo,llo se <1lcd11,:.u1d pluMmente :,J ~e lograia
nan como pr lllCI ~,ios lül1l p,u au v amen le pi imeros] llegctr c1 unct p1em1~a ¡n une1" \ u cfade1 dlllu1te um, e1sal, que
Poi es« luncrouanuento logreo p,uece que la razón pudiera h1e1<1 po11up1u en se nudo <1b,oluto, ) 11Ll L1J111pJ.1<1lt\ u, de lJ.
llegar, solo por conceptos, al conocumento e"\pre,<1do en un CUd] ,e pud1e1<111 deduu1 todo, lo~ conoumwmos smgula1es S1
¡u teto corno «Soci ates e~ mor tal», 111ed1<111te el procedurneuto de Id tdlon e,tuviern en p,i,e,1011 de e,e p11nup10, podna eJe1ce1
deducu lo lug1c,mier1te de sus p1em1~a, Pero e11 verdad !et razon s,1t1,facto11,u11ente ,u 11c1t1u diL Ld, t,d comu lc1 huno, defirnJo
no lkgc1 nunca ,1 t.~e <-U11oun111..,11to singular de Socrates Cuando Por eso, en id nc1tu1<1le¿c1 nmmd ele la 1azon e,ca mscnptc1 e!>ta
busquedd de p11nupw, t1bwlutos pct1.i decluu1 de ellos tocio lo
co11dH 1011t1do En e,te ,Pnudo, la rd¿on es facult.J.d de lo mcon
91 Piolcgomcuos, S ,') Ld c\Lc1d IV, lbtl «L ,l expenencra, que conuene d1uonado Busca, putd tudo umchuonaclo, und cond1uon, y
tod.i lo q~1c pe I u nt..ct' .ti 1Hu1Hlo sensible. 110 se pone lu111Le, d. si m1,111<1
luego la cond1uo11 di> e,c1 Lü!ld1uu11, ace1 c,mdose mhmtameme
[ J A.qu, llu c¡,1e debe poner le lunue- debe est.u lue1ct de ella, \ este
c1 una pi m1e1ct cond1uon c1b!>olutd Pe1 o estct ma'-1ma que g111d l<1
o el Lc1111¡;u dL lo, :.t'1t', 1ntelig1blt', pu10,»
<1) Proi: u111u1u, Ld \ü1d IV H,tl «1111 lumu, e', el 1111,mo, ,ilgo po acuo11 de la ra,:on ,,solo c>..p1e:,d und le) mterna de lü 1,tLon, ,m
,,1~1, o q11; ¡ u 1, 11<.LL tan lo c1 lo que lsl,t denu o de el como al e,pctc10 pietendc1 deu1 r1t1dct ,uh1 e L1 e!>t1 uuuia de lc1 ub¡et1v1ddd» 1'

que e,1,1 [uL!" \, 1 1,11,1u1u, Ld \"1d I\' 3 i(i, 1 i7


91 \ Jo, Ll ,11..! 'iub,LI,li1d,clJt,tl1,t11,ccmlt'nl,d) sus pi obk m,»
1,.c111,,il
u c s ,,1 el i¡,1111,I, t..U<ll,pu11d1ullé tll l 1 B1bl1u¿i.d1,t ,¿,
<t6 Rt>t1dut, A.tun "f¡ ,u1 ndu1t, le D1,tlt>J...uJ..., 1: mlenung une! Buch ¡,,
() ¡ \ k 11 11 (, ', \ uopudis.lus 1 t o,
-\ l /11 bu. Ji &, Ant isdu.u i'lulovophu, en \loh1 G 1 \\ dld->lhll J... \I wmpil,tdu1t.;,I A/m;1Au 4wl1gen /111111<u111d
t \ Jt•Jl \ \ l , 1¡ el-, Jt,(),
0 l ' 7t,..! lwnl A111tA ilu llllllll l i11w1ij~ Bu ltn, .\h.,1dt>m1t. l 'J'l8 pp 3 í l J70, <1qu1
<J 1 \l, lhu u¡; e u ¡' ,t, 1 p l5'l
IN rRODL CCIO, u
L MARIO C'/\l,\tl

En resumen: la razón es una facultad que se aplica a dar La premisa mayor de un silogi<;mo categór_ico:_ «Todo Ses
unidad a los conocimientos del entendimiento No se aplica P», obtiene su validez universal gracias a un silng1,mo que la
a los objetos mismos, sino a lo, conceptos y juicios del enten- precede, y del cual ella es la r onclu sión. Ese silogismo podría
dimiento, para procurarles unidad sistemática. Esta unidad e,presarse como «Todo A es P; todo Ses A_; luego todo S_es _P".
sistemática se obtiene cuando se considera lo singular como Decimos entonces que este silogismo previo e, la «condición»
subsumido en lo universal, es decir. cuando se considera un de aquella premisa mayor del silogismo categórico: «Todo S
juicio como derivable de un principio Por eso define Kant es P». Esa condición tiene a su vez una premisa mayor, que
la razón como la facultad dC' los principios "7 «La razón es a su vez es condicionada por un silogismo precedente; ) así
la facultad de la unidad de la, reglas del entendimiento bajo sucesiv amente. La razón, en su búsqueda de las condiciones,
principios»." La unidad racional de lo, conocimientos del en- retrocede así hacia una primera premisa que no sea, a su vez,
tendimiento se alca.hza cuando se puede considerar todos los condicionada: hacia una premisa cuyo sujeto no sea, a su x ez,
conocimientos singulares y contingentes como reunidos bajo predicado, y de la cual se puedan deducir todo, los dem~,
un principio absoluto que permita ver que esos conocimientos silooismos categóricos. No alcanza nunca esta pnmera P' erm-
pueden deducirse con necesidad lógica a partir de ese princi- sa, ;ero se dirige siempre hacia ella. Ella es la _expresión de la
pio primero. De aquí resulta que el uso lógico de la razón está consumada unidad de la razón, lograda por via del s1log1,mo
dirigido por la máxima de «encontr ar lo incondicionado para categórico. Si esa premisa lógica hacia la cual se dirige la razón
el conocimiento condicionado propio del entendimiento, con en su retroceso prosilogístico H"' se entiende -erróneamen-
lo cual se consuma la unidad de este conocimiento»." te- como si fuera una cosa, entonces esa cosa vendría a ser un
sujeto efectivamente existente que no es, a su vez, predicado;
eso es el concepto racional de alma. Así, la idea de alma surge
L\S !DE:\S DE Lr\ R.\ZÓi': PCR.r\
del funcionamiento lógico normal y legítimo de la razón (surge
La unidad de los múltiples conocimientos del entendimiento, del retroceso hacia condiciones cada vez más altas) cuando ese
producida por la razón, es una unidad colectiva: todos esos co- funcionamiento lógico se combina con una equívoca afirma-
nocimientos quedan abarcados por esa unidad, sin que ninguno ción de la existencia efectiva de una cosa. Esto ocurre cuando
pierda su especificidad. También en este caso, la unidad de lo el principio de la razón: que tocio lo condiciona_do. r~mite a
múltiple se logra integrando todo lo múltiple en un concepto una condición, se cosifica, y se convierte en el pnnc1p10: st lo
que lo abarque: los conceptos de la unidad racional colectiva se condicionado es dado, entonces tiene que estar dado también
llaman ideas de la razón. Como la razón tiene solo tres maneras lo incondicionado que es su condición última.
de _producir su unidad (según las tres especies de silogismos Algo análogo ocurre con el silogismo hipotético. S~ premis~
registradas por la lógica), habrá tre< concepto, racionales puros mayor: Si p entonces q, solo resulta válida, como prmctpro, ,1
que suministren (o impongan) esa unidad colectiva. Veamos la cumple con la condición de ser la conclusión de un silogismo
génesis de esos conceptos en la naturaleza ele la razón. precedente. Utilizando los parentesi, cnrno ,P usan en las
expresiones simbólicas, podemos e:-.presar este s1log1smo ast:

97. A 29!.I, B 35ti.


98. A 302. B 359. 700. Se llama «pro,dog1,mo» al i ac iocuuo que ietrocecle hacia las
99 A 307, B 36-l. condicione s pre, ias a sus pi ernivas.
L/J \L-\RIO C..11~11 !,THl,DUL'Cl01\ Lf II

S1 t,entonces 1,,t p entonces qJ; y he aqut que \, poi tanto: si de la totalidad ele los p1 edicados como si fuera una substancia
p entonces q. Esro a su vez remite a ulreriores condiciones, efectivamente e vistenre. tenernos el concepto racional ele Dios,
en un 1egre5o hacia una piernisa que conruvier a en ,1 la serie el «Ente realisimo», suma de toda realidad
completa Je: 1<1, u indicioncs de tocios lo, ,tlo°'1,rnu, hiporéuc.o-, Vernos asi cómo en L\ nauu aleza rnisma de la razou, \ en su
1-m~il>le,, )' que tuera la consumación de la urud,id de la razón. exigencia ele totalidad inc ondrcionada de las condicion~, para
Si ahora «hipostasiamos» esa prem1,a, es decir, ~1 entendernos todo lo que es condicionado. se encuentra el oi igen de aquellas
la totalidad de la sene de las condicione, corno una sub sranc ia ideas que formaban los temas de Id metafísica dogmática.
efeL ti\ amente e\.1stente, tenemos el concepto r<t( wnal de mundo. Esa exigencia de la 1 azón no es una necesidad objetiva
E,ti: contiene la ,ene completa -y por eso mcondicionada- de las propia de las cosas. DP l':,te requisito subjetivo no se puede
causas y los , leuu,; t-S el «ruJ~¡ que no es parte» de otra cosa 1''1
0 inferir \ álidarnente una necesidad objeuv amente \ álida. Las
11u11b1e11 la Idea rnet<1fbiL<1 de mundo nene, ¡.me,, su ongen en llamadas «metafísicas especiales» (la P,1culogía racional, la
un funcionarnt-nto lógico legnimo de la razon, qui: se ha vuelto Cosmología racional ) la Teología racional, se constituyen a
engañoso poi la arnbución ilusoria de exisrencia. priori a partir de la manera de func.ionar de la razón.''- Pero
El silogismo di:,; untiv o, por fin, da origen también a un de esos c.oncepros de alma, ele Dios, de mundo, no se puede
conce~,tu i acioual pu10 capaz de producir. en la variedad de los extraer conocimiento \ aledero; poi que son solo expresiones
conoc.iruieuu.s, u11<1 unidad colec tiv a, e, decir, una unidad que de la estructura de la razón, ) de sus exigencias. La confusión
reúna lo, couocunieutos en uu.i totalidad de ellos Este silogis- de los requisitos subjeuv o, del pensamiento con la necesidad
mo tiene la foruia: u bien p. o bien q (p1 ernisa mayor); he aquí objetiva es la «apariencia ilusoria transcendental», origen de
que 110-p .pr ernisa menor); por LOJt;,iguiente, es lj .c oriclusióri). las demás confusiones ) engc111os ele la razón. La «apanencia
La db) unción que constuuy e la pt ernis., m,l) or tiene su legiti- ilusoria transcendental» consiste en «c¡ ue la necesidad ,, ibjenva
midad, corno principio racional necesario, si ,e la considera a de: cierta conexión de nuestros concepros convenienu, r·ara el
su vez corno couclusión de un silogismo anterior. Utilizando entendimiento t•, tenida poi una necesidad objetiv a de la de-
los paréntesis couio ,e usan en !et, expresiones simbólicas, le1 minación de las cosas t'n ,í rnismas»."" .Aquí tienen su origen
podemos e,p1e,ar este silogismo asi, O bien x, o bien (o bien las metafísicas especi,de~. P01 e,a equivocación fundarnenral,
p, o bien q); he aquí que no es x; por consiguiente, es: o bien p. ,urge una dol.lrÍlld raciun,tl del alma que:i<l presenta como una
o bien q A su \ ez, lc1 premisa rn,,yor ele e-,te silogismo previo ,ub,tancia simple, urnt,u 1a ) personal, capaz de relac10narse
pudría fut mar p,u te de dio) unciones mclusiv ª" aun mayores. La con otras co,as, peio d!lerente de esras (dou1ina expuesra
unidad colecuva buscada por la razon ,e alcanzaría, en este caso y examinada en lo, «Paralogbmos»); surge una co~rnología
del pi o,tlogi,,rnu d1,, 1 unuvo, si ,e ruv iera una pt ernisa fl!d) or tal, racional en la que in u1npi:n lc1, contradicciones expresadas
que contuv ier a e11 ,í L1 totalidad de los predicados posibles, en en la «Antinomi<L de la razon pura»; ) surge fin,ilmente una
u11c1 di,) un. ion completa, tuera de la cual no quedara níngun
pi edu ado posible qut' pudiera ser agregado. Ahora bien, ,1
«lupo st.isi.unos» e,a premi',a, es decir , ,¡ entendemos la suma 702. Reman, A.Lun. op. ( 11 , p 3ti7.
103 A :2'.17, B 3 "i.:í. Vc:1 t<1rnb1én la def101c1on de A 3!)(,: «Tod,\ ap,,
nenud tlu,ona ,e puede h<1e ,·1 llllloi>llt en que la Lond1c1ón rnb;c111•a
IUI Dtsscrtutro. Ed .Ac ad 11, 31:F del pen,ar es tenid.i poi cu110u1111enLO del ob¡eto"
LV
INTRODL'Cl [(),
L!V MARIO C'\l:VII

teología racional basada en un concepto de Dios que no es más en estructuras de complejidad ~ de e'<tens1on crecientes. Y
que la expresión de los requisitos subjetivos de la I azón en su siempre coherentes entre sí· en sistemas .
silogismo disy untivo, sin que podamos saber si ese concepto co- Esto significa, por ejemplo. que todos los cononmtent~s de
rresponde o no a algún ente div ino efectiv amente existente. · ·~º han de e11tenderse corno conocim1ento5 parciales
l as c1enc1c.., " · · bl
Tras la apariencia de cuestiones técnicas solo interesantes e incompletos de un único mundo. a11nq1IP este sea .naccesi e
para los estudiosos, estos resultados de la Dialéctica transcen- como tal para el conocimiento. Esos conocimientos paroale~
dental esconden unas consecuencias enormes para el espíi itu (las ciencias particulares) será.n, pues, rom~c1t1_hles entre si
f ~ un mundo único) \ nndran 111teg1 arse. al
humano en general. Demuestran quP todos los seculares esfuer- ( pues se re ier en cr r
,1
,

zos por resolver mediante la razón J)Ura los o arandes enizrnas menos idealmente, en sistemas de romplej1dad sctente. Esto
o
de la metafísica -aquellas doctrinas del alma inmortal, de la es lo que la razón e'<ige mediante su idea de mundo. De igual
constitución última rnonádica de la natura leza , del univ erso idea de Dios como suma de toda reahrlad nos
mo el o, aque l l a 1 e 1
del Primer Motor inmóvil- desembocaban solo 'en ilusiones d~ obliga a considerar siempre romo defectuosa e l!lcomp eta
conocimiento. y no en conocimiento ver dadei o Esto no quie- cualquier suma parcial de realidade, que encontrem?s o que
re decir que haya que renunciar a plantearse esas cuestiones \oQTPmos efectuar entre \os objeto, de nuestro rnnonm1ento
metafísicas: qué es el alma, si acaso está destinada a perecer Al considerar incornpletc1s las realidades efectr- amente cono-
con el cuerp0; cuál e, la riaturaleza ultima v fundamental del cidas, evitamos ponerlas en el Jugar de lo zib,o\uto, >. a la vez
universo; si hay un Dios creador \ 1 ector del universo. Es recibimos el estímulo, 0 el mandato. de progresar mfimmmen_te
imposible dejar de hacerse esas preg1111tc1,; pero es imposible en la determinación de lo real (ya quP cada dete1 mmaoon
responderlas con la razón teórica sola (pura) En el «Canon de parcial se re\ elará como incompleta, al cnmpararla con el
la razón pura», que se verá más adelante.'?' se encuentra un Ente realísimo). .-
desarrollo de esta cuestión. De este modo se alcanza un segundo aspecto de _la funoon
Los resultados riegativ os de la Dialéctica transcendental reoulativa de la razón; según este, la función de la razon consiste
no deberían llevarnos tampoco a desdeñar por completo e;"poner límites al entendimiento; a la e,penenoa Pues «[l]a ex-
aquellas ideas que la razón genera por sí misma. Ellas tienen . · qtie contiene todo lo que pertpnece al mundo <,en,1ble,
penenoa, · · el d
una función propia, que Kant llama «función t egulativa». Con- se pone límites a sí misma» 11" Librada a ,í misma. 1 a artl\'1. a
110
siste en mantener despierta la conciencia de que cualesquiera del entendimiento tiende a desarrollar pretenstones ab,olut1c;ta,
sean los resultados que alcancemos en los conocimientos de (tiende a actuar como si pudiera afumar que no hay nada mas que
objetos parciales, ninguno de ellos puede sustituir al corioci- el mundo de la experiencia) sus leyes; Si bien la razon no puede
miento del objeto total, pensado en la idea. Este queda como afirmar nada positivo acerca de lo que está fuera de ese rnu_ndo de
algo inalcanzable que relativiza, por decirlo así, cualquier la experiencia,:ª el mero fracaso ele la razonen la metaf1s1Ca da
logro pa1 cial. Al mismo tiempo, las ideas. precisamente por testtmonio acerca de esa otra dírnenvón no ernpmca en la Cjl:e el
proponer estas metas inalcanzable s al esfuerzo coe noscitiv o ·
mgTeso n 0.~ esta·e vedado
e ,
de manera c¡ue el enlc'ncl1rn1rnto tiene
del espíritu humano, hacen que evre esfuerzo s/ orgarnce que reconocer aquí su límite. Por eso dice Kant. en otro te-ro. que

704 A 795 ss . B 823 ss 705 Prolrgómmo1, Ed Acad IV. 3hll


LVI '.'-HRlü ~ Al.\11 I'. 1 HODl1CCIOf\ LVII

la funcion de la razón e~ también «rechazar las [ ... ) pretensiones «Disciplina de la razón pura».?" Hay, a continuacion, un ex a
del entendimiento, cuando e~te (por ha her pochclo establee er a rnen de las posibilidades de un uso positivo de la razón pura:
p,ion las condiciones de la posibilidad de todas las cosas que el el «Canon de la razón puru».1•1'• La reconstrucción sintética
puede c onocer ) [pretende] h,1bc1 enc cirado dentro de estos límites del conocimiento racional se hace en la «Arquitectónica de la
la posibilidad de todas las cosas en gene1al».'"' La razón viene a razón pura».'!" Allí se traza el plano de un sistema ele Id filo,ufi,1
ser así una especie de guardiana de lo absoluto, que impide que transcendental. Finalmente, en la breve «Historia ele la razón
ese lugar de lo absoluto sea usurpado por conocimientos o por pura»:" se refiere el nacimiento de la metafísica a partir de una
ideologias que pretenden erigirse en doctrinas metafísicas, sin teología primitiva, y se presenta la crítica como la superación
tener los rundamenn» para ello. de las oposiciones de sensualismo e intelectualismo (por lo
que respecta a los objetos del conocimiento); de empirismo y
neologismo (por lo que se refiere al origen del conocimiento);
y de naturalistas (que se valen de la razón corno instrumento
Una vez recurridos así todos los elementos del concepto metódico único) y cieuuiiciscas (que poseen un métudo siste-
de conoc.inueruu posible por razón pura, se puede proceder a mático). «Solo el camino de la crítica queda abiei ro».
r,·construir sintéticamente este concepto que al comienzo se Veremos ahora estos temas con mayor aproximación.
presentó vago y confuso, y que ahora se ha tornado distinto. En el apartado titulado «disciplina de la razón pura» la
Esta reconstrucc ión se realiza en la «Doctrina del métodov.!" argumentación se desarrolla en cuatro secciones. En ellas se
No se debenu tratar e,td parte de la Crutca corno si sus ternas exponen las consecuencius i estrictivas ele la, investigaciones
hubiesen ,idu P' upue,ros de manera caprichosa por el autor. crítica, precedentes; pero la exposición apunt,1 a extraer, de esas
Se trata más hien de temas reclamados imperios.unente por el restricciones, resultados positivos para el uso electivo de la razón
sistema )' por el método. Habíamos est..blecido que el método pura. En primer lugar, la I azón, en cuestiones de metufisica, no
de e.>..po,t( ión de la C1 ituu ei d sintético, y este método exige debe adoptar el método de la matemática. Expresiones corno
4ue al final del aislamiento ele los elementos se reconstruya el «definición», «axioma», «demostración», tienen sentidos diferen-
Lonceplo. Te11emm, pues, buenas razones para esperar aquí tes en la matemática y en la filosofía. Esto cquiv ale a reconocer
e:,d I ecousu ucción del concepto de razón pura. que la razón pura (y con ella la filosofía) tiene un campo propio,
En la DoLL1 ina del método se estudian las efectivas posibi- que exige un método propio pai a operar en él. En segundo lugar,
lidades de ope1 ación de la razón en su uso legitimo, aprobado ante los embates del escepticismo, el filósofo no debe procurar
por la crítica. Este uso tiene una parte negativa. la razón debe oponerles una refutación, ,ino que -amparado, preu,arnente,
ante todo limitarse a sí misma, sujetándose a los límites que
la crítica le impone como necesarios. Esto se desarrolla en la
708. A 708 SS., B Tlb ss.
/09. A íYS ss., B 823 s,. ~egu1mos a Xlolu , Geo1g. v \\-dl«,chek,
:-IMcus: «Einleiuma. Kant, Ki iu], de1 1e111e11 Vernunlt», en. \lolu. G.
106. K, ¡1¡J,, der U,tczúk111ft; Criuca de la (multad de /11{!!,a,1, prologo, Ed. y \',tll.1,chel k, x 1 '.rnmpd,id01 es). Klassika A.11;/eg,11 Iuunanuel A,m/:
. \l<ld. V, J(jí lll~. Knul: der reinen Va nuujt; Be1 lin, l!J!J8, pp .. >· fü . .tc¡111 p 21i .
107 A 71).í ,, . B 733 ,, Sobre l.t DoL lt ma del método Y ,u, p1uble111<1> 710 .. -\ 832 SS., B 8b0 ',S.
p.t1l1Lula1e, \l'J el <1p.111,1do c ou espoudrente en !.1 G,l.Jliug1alia. 7 T ! .. -\ 8.i'.l ,s , B 880 SS.
LV/// vtARIO CAl\11 INTRODl cc10, ux
en los resultados restrictivos de la in, estigación crítica- puede Los resultados positivos de la im:estigación crítica ,e e,ponen
limitarse a observar que el hecho ele que ciei tos conocimientos en el «Canon ele la razón pura». Para explicarlos. se hace necesario
metafísicos sean inalcanzables tiene por consecuencia no sola- introducir en la argumentación algo que hasta ahora no h,1hía siclo
mente la imposibilidad de una afirmación dogmática acerca de clesarrollaclo: el concepto de la razón entendida com? una_facultad
los objetos de esos presuntos conocimientos. sino también. a la cuva tarea o destinación es la acción. Esta es la razón practica: la
vez, la imposibilidad de cualquier negación escéptica acerca de fa¿ultacl de hacer que ciertos conceptos se tornen efecti,·amente
esos objetos. En tercer lugar, el filósofo crítico no debe estable- existentes mediante una causalidad por líbertad.!" La razón pura
cer, a capricho, hipótesis metafísicas para la explicación de los 110 puede sostener sus pretensiones de efectin) conocimiento en
fenómenos (hipótesis que son siempre iuve rific.ables}; sino que el campo de la metafísica teórica. Pero eso no quiere_ decir que la
solo puede arriesgar «ficciones heurísticas» con el fin de oponer- facultad de la razón carezca de una tarea o destinación qne le sea
las a las pretensiones dogmáticas transcendentes, Las hipótesis. propia, a la que pueda aplicarse satisfactoriamente Esa de,tinacion
empleadas así como «armas de guerra», permiten mostrarle al de la razón es la de regir la acción.
adversario que él también carece de un saber definitivo; pues La razón tiene su destinación natural en el mundo moral
no puede demostrar la inviabilidad de esas ficciones, así como (en el mundo que obedece a leyes mornles1.1'1 Este mundo es
tampoco se puede demostrar su acierto. finalmente, el filósofo una idea, pero tiene realidad objetiva práctica:_ tiene ,,mfli~o
crítico no debe aventurarse a ofrecer demostraciones por razón sobre el mundo sensible».11' El interés e,peculat1vo de la ra?on
pura, sin haber procedido previamente a justificar, mediante no puede satisfacerse mediante la_ mera espe~ulaci_ó1~ te~nca
una «deducción», cada uno de lo, conceptos empleados en esas (como lo hemos visto): pero los objetos de ese mtet es 1la liber-
pruebas, Esa justificación o deducción debe mostrar siempre la tad ele la voluntad; la inmortalidad del alma. y la e xistenr ra
vinculación de los conceptos empleados, con las condiciones de Dios)11" pueden alcanzarse por la vía práctica. La conside-
de la posibilidad de la experiencia. De esta manera se evitan ración conjunta del uso especulativo de la raz on, y de su uso
pruebas caprichosas acerca de las ideas. Del principio general práctico, permite abarcar toda, la~ .cue,tin!1e<; de la en:!~~11
que dice que una demostración legítima debe basarse en que lo tres preguntas: 1) ¿ Qyé puedo sabei ! 2) <. Qyr debo haceri 3; e: Qye
demostrado es necesario para la posibilidad de la experiencia se
siguen tres reglas: 1) debe haber una deducción de los principios
de toda prueba; 2) si se trata de pruebas de cuestiones concer-
nientes a la razón pura (que procede solo por conceptos). solo como si fuera una prueba racional pura en gene1al iCe1ha1dl, Voll.er:
será posible una única prueba para cada proposición transcen- «Die Disziphn der reinen Vernunft. 2. bis -1-. Abschnitt». en: '.\lohr. G.
dental. a saber: aquella prueba que conecte esa proposición con
, Willascheck, ;',.!. (compiladores): Mm11:!r ._lu~lrgm _Im~1~11'.1el /ant.
Ífr1t1kdcr remen Vcrnrmfi. Bei hn, 19!)8, pp ,,, l-.,(l,,, agu1 P .i.l:-l!:. \e1 sm
la posibilidad de la experiencia; y finalmente, 3) la razón pura emba1go la definición de esa prueba en Logik. Ed Acad. l.\, 11..
no debe ofrecer demostraciones por PI absurdo («apagógíca,»), 713. Me lliu, G S. A.: Enryrlo¡,adll(ht< Hrntrrh1uh dr¡ knttsrhen Philoso-
sino solo demostraciones que muestren las fuentes de las que phic. t V, p. 778.
pueden deducirse los conocimientos demostrados (pruebas 774. El mundo moral se define en A 808, B 83h.
«ostensívas») 112 715. A 808, B 836. Sobre la i eahclad objeti,a práctica ver el ejemplo
del comerciante de gTanos, en Los p,ogrcsos de la nutatrssca. Ed .. \cad.
XX. 298.
772. Se ha interpretado de oti o modo la prueba «apngógica-, a saber. 116. A 7(l8, B 826
L\ 'vhRIU LAl'il l\l

31 ,J!}u puedo espetar 11' La p11meia pregunta atiende al mteres cienc ia «et Id v ez prMt1ca \ teouca», en la que lo pr actu o «solo
de Id razón pura especulanva , lc1 sc.gunJd, al rnteres de la razon ~u\ e Lomo hilo t onductor p,t1 a responder d l,1 cuesnon teorn.a
pur,t pt at.tu.a , ~ l.t tei cer a e~ a Id\ e¿ p1act1Ld \ especulaux a o [ \ e-pec.ulaüva- [,t..1 merahsica practico especul.inv a ha
teo11cd \ pun11lc íundur unu rnel<1lb1ca cunea ,idu pucü e ,pkH,td.1 poi los Lt,menransca,, a pesar de c onsuruir
Ln el inundo mor di, la feln.idad ele los seres racionales es pro una uo , cddd m1purtc1nte lllll oduc 1dc1 pot la filosohu U nu.a
poi cional a -us mer ecmuenros morales Esto permite concebir H<tbrd qut 1eLL1rr1t pau i espouder l.1~ c ue suones metalrsicas
un caso ~mgul,u 1dt.c1J de «una mrehgencia en ld cual esten com a pl,lnteo, mas dilereuciados ) mas sutiles que rengan en
binudos e n e,,Lcta pwpo1c1on la mas perfecta voluntad moral, cuenta ld 111e\ ll<1ble deror m.u.ion que la perspect1\ a humana
con la su.na lt hcidad» 1 -, Lste es el ideal del sumo b1e11 El mundo impone et su-, ubjt tu,, e, decn , a planre-o., gue tengan en cuenta
11101,d t->ll el CJllL lct te liudad es proporcional a los merecimientos que el pu11Lu dcc \ i,ta dr. iuo, absoluto, no e, el nuestro, \ que
,ol,i e, concebible paic1 la 1d201i pura si se lu considera como no pode mos alumz,u lo Habr a que res1gna1 ,e a que solo esta
ob1,1 ele e~.,t mtehgeJ1uct que reune en si la suma felicidad j la a nuesu o dt ,\JlLe un,1 111LL.tfi,1Lc1 diferente dt aquella uenua
, «luntad mor almeute pei lecta Solo en un mundo moral creado t.1uon,d ptt1,, ttot tLd qu, h,t~tct c1hora ,e L Ultl\ ctba L1 .rnalog1,1,
, rLglllo poi 1111 C1 e.idur sabiu )' bueno puede euconu arse un la 1el,1t1\ 1cic1d,) el urnc.o ab,oluto ctsequ1ble p..11,1 11osot1os el
sistema racroual que unifique mor ahdad y felicidad de la le') 11101 ,ti, fui llldll Jus elementos de la ntie\ a rnerahs1ca
).u u.ne mos w11uu1111e11to de este D10,, pe1 o t..trnpucu tenemos Kant Ll de,,u1ulld en olJ1ct, pu,lenore~ en lo~ pa1agrafo, 'i7)
una rnei t1 upul!on acerca de su e-astencia (pues esa existencia es ,11:,rnLnte, de l,1s P,oligumuw, · \- especialmente en el e~u tto
e"\.1g1dc1 µ01 la r azon moral), w10 que tenemos una creenua (o ll,1rnado «fortschntle dt 1 ;\let<Lph) sil», ( «Lo, progreso5 dl lc1
fe¡ 1 ' L,;1 fe mor al tiene un fundamento fu me en la necesidad merah,JLa», ap10,1mddamen,e 1793, pulJlJLddo po,tumo en
mcoudic tonada del mandato moral 1--' • .\ su vez, la fe en la exis 180 l \ 1

tencia de Dwb) en lc1 \ 1d<1 futura del alma es condu.ron pa1a que En ]d « \.H¡111tedon1c,1 de l<L razon pw d» se reconstnn e
sea con1p1 ensible !et unidad de los fines regida ¡:ior el mandato finalmente el concepto que nos ,n \ 10 de punto de pct1 lldct
moral, \ d(tlll encueun a su JW,t1hcauoll metódica .\que! wncepro vdgú \ e.le duc.loba leg1tllrndc1d, que era el de
En lugar de la meldh!:,!Ld dogmatica teoi Kd se P' esenta aqu1 una «filo5oh,t Je la rctl<>n pu1 ct», --1 se h,\ co11v e rudo c1hora en
una meiausn.a e11te1d111e11te nueva, obra de la i azon pura, pero un co!l< epto cl,11 o\- di,untu g1..tuas al estud10 de sus elernen
con tund.unento mm al Lsta ruetahsu.a no depende unuameute tos nwd1ante el rnrtodo del ,u5lc1m1ento Al s1ntet1zar ,1ho1 a
de la razon P! acuca -esta no se interesa por la especulaciou, e,u, ele111eutu, ,e puede I econst1 Uir el conLepto en su urndad
sino pll1 L1 le, - pero s1 ,e basa, en parte en ell,t, pues obtiene ,1,tenltll1cc1, ahora ,e puede comp1 e11de1 que c,tdd uno de esos
de Id 111 or alidad toda !et solidez de sus fundamentos Es una elementos era nece,,lllü ¡Mra el concepto, que cada uno de ellos
ren11t1,t c1 los utros, en nnc1 di l!L uldc10n leg1t1ma) no Cdp11chci,,1

717 \do, 88-l-l


us \1110 138Hl 127 A tlO'i, B 83 3 (ün 1e!e1• nua d lct p1egunu, cQ_ue puedo e,pe1,u '»
179 (. .111011, c.ipuulo 111 «Del opm,,r, el saber y el c1ee1»,-\ 820 ss , 722 Ed -\L,t<l l\, -Ji 1 ,.,
H h-1-ti ,, 123 [d A1..,1<l \.\., 25 i ;,
IZO -\ 82h B h iu 12.J. A K-!í, B t-\íí
LXI//
LXII

El conocimiento por razón pura rec obra aquí su valor, después como se explicará más tarde, en los Progresos de la mrtafiqm·_
de ser depurado por la crítica En particular, se ex.pone aquí «no es la hi stor ia de las opiniones que surgen casualmente aqu1
allá sino la historia de la razón que se desarrolla a partir
el concepto de «filosofía en sentido cósmico», en el que se v a
aun más allá de la metafísica como t iencia teórica: se alcanza
O
de co; 1ceptos».12" El desarrollo de la historia de la filosofía se
el concepto de sabiduría.':" Según t•l «concepto cósmico». la puede ordenar así en oposiciones ~ue ~o~ otras tantas fases de
filosofía es «la ciencia de referir todo conocimiento a los fines un despliegue necesario de la razón. S1 bien_ s~ e.xprn1e11 en el
esenciales de la razón humana»!" Pero eso precisamente es texto tres pares de oposiciones, se pueden d1st111gc111 tr~s-fase,
la sabiduría: «La idea de la unidad 1wce,aria ele todos los fines fundamentales: el dogmati,mo, el escepticismo,: el cntícismo.
posibles».':" La depuración racional y crítica de la metafísica Este último recoge en sí y sintetiza las dos fases anterior es
da por resultado una sabiduría que tiene esti uctur a sistemática
y rigor científico. Tanto la filosofia práctica como la teórica
contribuven a ella. La filosofía de la razón pura culmina así
en la sabiduría.':" A esta la llamanamos hov probablemente En su inmensa riqueza, la Criiica de la rozon plfra abar ca
conocimiento del sentido de la vida hurna1;~ Las metafísica~ todos los temas filosóficos. Por eso ha sido intt>rpretada de
tradicionales ofrecían diversas deter minaciones de ese sentido. muy di versas maneras, ,eg1ín dónde haya puesto el_ ~cento el
La crítica advierte que para determinar lo positiv amente se lector. Se la ha entendido como una funcla1m'ntac10n de las
requiere un conocimiento que no está a nuestro alcance. Por ciencias físico-matemáticas (Cohen. Cassu er': corno una obra
eso, lo determina solo negativamente, al establecer las condi- de metafísica (Paulsen, Paton. v\:undt), o como una lógica (To-
ciones gue no deben dejar de ser cumplidas, en la búsqueda nelli). Aun un breve examen como el que hernn, ofrecido hace
de la felicidad: el cumplimiento del deber y la conservación resaltar, inevitablemente, alguno, aspectos del te xto y pre.sta
de la dignidad. menos atención a otros. Solo una lectiu a directa y reílex1va
La «Historia de la razón pura», con la que concluye la permitirá formarse un juicio sobre_ la obra. Ojalá que nuestra
obra, no debe confundirse con una historia de la filosofía. Tal traducción contribuva a hacer posible esa lectura.

:,,l.\RIO Cxtxu
125. A 839, B 867. Ver Reflexión U-i'i:2, Ld. Acad XVI, füi: «Se podría Buenos Aires. julio de 200ó
distinguir Iilosofía científica y sabiduría: la primera es er urhción: la
segunda es conocimiento de la de stinnr ión del hombre por lo que
concierne_ al entendimiento y a la voluntad. [ .] Nadie pi egunta poi
la sabiduria, porque ella pone en .ip1it•to, a la ciencia, que E'S un ms-
trnmento de la vanidad».
726. A 839, B 867. Ve1 también l opk, [el. Acad. IX. 2--1.
727. A 328, B 38.,.
728. Reflexión --1--ILí, Ed. Acad. XVII, í ·,2. «Todas las dernás ciencias
s?n órgan_os de la habilidad, o cuando n1<1,. de la sagacidad. La meta-
físrca [es órgano] de la sabiduría» Ver t.unbién Logica; Ed. Arad. !.X,
2--1: :,fHosofía es la idea de una sahrduun pP1 freta, que nos muesn a el
fm ultimo de la razón humana». 729 Fortschnlle (Progresos de lo Merofnirol, Ed. ,\cad X.X. 3--13.
LXIV l'ITROúULCIO\ LXV
NOTA '\ 1 A TRADlJCCION la filosoha c.ontemporanea, un sentido ªJeno a la filosofia de
Kant Pero ese no es el urnco sentido de una palabra de \ ieJa
El texto traducido es el de la edrcion de R.i) mund Schrrudt tradición latma, nos ha parecido prudente ) posible, para un
Imrnnnuel Karu K11td. du reinen Vernunfi I\"<1d1 de: c rsu.n und texto del s XVIII, att:.ne111os al uso latmo, moderno) kantiano
t\\ eiten Ongmal -\usgabe neu herausgegeben \ on Rct; mund del termmo
Schrmdt Hambui g Felrx Meiner, 1971i Cuando Iue necesario, La e xpresion « Wirkhchkeit» se traduce por «realidad efec
se co111p<11 o e::.le texto con el ele Id~ ediciones de l<1 Academia tt\ a», para disnnguirla de «Reahtat», que a su vez se traduce

Pi usiana de las Ciencias I Ecl Acad ) ele W We1scheclel) de [ por «realidad» Esta regla admrte, sin embargo, alguna~ pocas
Heide mann Í\ eren la Bibhograha la ::.ecc1011 «Ob1 as ele K,mt excepciones, sancionadas por el mismo Kant, qmen hace uso
) ediciones cousultadas») hbre de estas equivalencias (p eJ en Fortschrute der !Ietaphysil-..
Fn c asos de eluda, hemos consultado las traducciones Ed Acad XX, 322)
mencionadas en Lt Brbhogr ah.. en E.! apartado «Tr.rduc ciones En el texto surrnmstramos la pagmac10n de las edicrones
ele la ( ruu a de la raron puia consultadas» Adoptamos d \ ece~ de 1781 (conocida corno edición A) y de 1787 (wnoc1da como
las soluciones piopuesta::. p01 ellas edicion B) En razon de las diferencias de la smtax1s alemana
Para e, 1tc11 un evcesiv o numero de notas, mtercaiarnos en } la españold, el señc1lan11ento de la diHs10n de las pagmas es
el texto uusino, entre corchetes [ 1, las palabras o Ir ases que solo ap1 O\.rmado
creuuos nt ces.u ro ctg1egdf p.11 el completar el senudo de nlgunas Las notas de Kant se d1stmguen con la md1cac10n «[l\uta
pi op,1,1uune, en español de Kant]» Las notas que no llevan md1cac10n de autor son
Iraduc m.os «Cemut» por «mente» Seguimos ( on ello una nuestras
111dJC,H 1011 de Kant «Cemuth (mens, atumuú» en Opw postumum; Siguiendo a lc1::. e<lH 10nes ongmales, no hemos puesro
Ed Ac,id X\.II, p 112 Ln favor de esa n aduccion se han acentos en las e.>..pre~1011e5 en gnego
p1 onuuciado \ aleuo Rohden, Mic.liae l \Volll \ F1 anc ois '{,l\ ter
Chen- r Fs verdad que el ter nuno «menn,» ha cobrado, en

!30 Valcuo Ruhdt n «( l sentido do te: me Cermu em lv.un», en


Analyu:« \ ul I l R1L• de J.ine110, )l)~ 5, pp bl 7, Rohden dice que
son 1"'u,t!mullt.. «éep1<1hle,, 1 .uuouz.ulos po1 Kant mulle,) «amrno .
.P h2 .tunque le ¡> ut.Le meno, equ1,ou, «,u111110, p (, ¡ Fn l<t101
d, L u adur.c.ion de, ,Cumn, poi nu nte . ,e p1ouunc1.in tan.bien
\lidMel \\ulft Du lu!lita11d1,)ut der kuutsclu n U1ü1ltajd I F1.incu1,
\.J.11e1 ( henet l UJ>tU d. I onlulo"'u oiuqu: ! f: stlu.ttquc transcuulantali
Lille, lll<J-, P _¿q¡.: On In c ommuuc nu ut que !e te1111e de Gwwln e,t
que I equiv alem du Le1me lauu mmsc1uquel a r ecoui - la Disvcrlatum»
V,uh1n¡,e1 hace not.u que Ix.uu LI>d el Let rumo co1110 equ1\ .ilente de lente del mgle5 «muul,, empleado poi Hume P01 el conrrano tanto
«Iac ultad de 1 epi event.icron 1, que fo emple 1 pi de1 enu.rnenre p01 \!ellrn corno Bo1 n, como mas recientemente "\01 be1 t Hmsl-..e, prehe1 en
su neuu alnl.id rnerahsrc.i 1 I ¡ V,ulun"'et Konuuent.u t 2 P lJ , senala t1aducn «Gemut» por el te1mmo latmo «ammui),, que tdmbien esta
adenias que los pnmeio, k.mu.inos usai un el iemuuo como equna cert1ÍJC<tdo en Jo; texto~ 1-..anl:!anos
LXVI LW/J

AGRADECIMIENTOS CRONOLOGÍA

Este trabajo no habría sido posible sin la colaboración de 22 DE. -\BRIL, a las cinco de la mañana: nacimiento
1724
mu~h~simas personas. A todas ellas va nuestro agradecimiento. de Emanuel (luego lmmanuel) Kant. cuarto hijo
Qms1e~m~s agradecer en particular a los profesores Mariela dejohann Georg Kant, de profesión talabartero,
Paolucci, Lic. Marcos Thisted y Esteban Amador, de la Universi- de origen lituano, y de Anna Regina Reuter. ori-
dad de Buenos Aires, por la confección del Índice analítico; a la ginaria de Nurenberg. El lugar de nacimiento, la
profesora Dra. María Julia Bertorneu, de la Universidad Nació- ciudad de Konigsberg, pertenecía en ese tiempo
n~l ~e La Plata; a l_a profesora Ileana Beade, de la Universidad al reino de Prusia, regido por Friedrich Wilhelm I,
Nacional de Rosario: y a Eduardo García Belsunce, del Centro el «Rey Sargento». Se integraba en el imperio de
de ln:'estigacione~ filosóficas, quienes han leído partes del ma- Carlos VI.
nuscnto y han hecho oportunas sugerencias v observaciones· a
la profesora Adela Carabelli por su asesoramiento en cuestion e,
1
1727 Muerte de Newton.
Christian Wolff publica la Philosoph:« ratumalis ,we
estilísticas de lengua española; al profesor Dr. Antonio Tursi 1728
de la Universidad de Buenos Aires, por su respuesta a nuestras logzca. Su obra metafísica es anterior: Vermmft1ge
consultas sobre textos latinos; a Cecilia Caimi, Liliana Canelo Gednncken von GOtt, der Wélt und der Seele des
Y R~quel Saldivia por la revisión integral del manuscrito, y a Mensrhen, audi allen Dingen uberhaupt había sido
Adnana Luengo por su constante t olaboración, su consejo y publicada en 1720.
su apoyo. 1730 Kant comienza a asistir a la escuela primaría.
1731-1754 Zedler publica el Grosses 110/ütimdzges [tnniersalle-
xikon aller Wissenschajten und Künste, antecedente
de la Enciclopedia francesa.
1732 Kant ingresa en el Collegium Fridericianum,
escuela secundaría de orientación pietista. Se
interesa especialmente por autores antiguos pory
el latín. Permanece en esta escuela hasta 1740.
Wolff: Psyrhologw empmca
1734 Wolff: Psychologza mtionalis.
1735 Car! von Linné: Systl'mn naturae.
1736 Maupertuis comprueba el achatamiento de la
Tierra en los polos. Woltf: Theologia naturalts
(1736-1737).
1737 Muerte de Anna Regina Reuter.
1739 Alexander Gottlieb Baumgarten: Metaphynra. David
Hume: A Treallse o/Human Nature (1739-1740).
I JH0[JL,( C 10 ,
LWI/J
~EP 1 u, Kant se mscnbe en la urnx srsidad de
lb RE puede , erificarlu] Die Fiagc, ob die Erd. ,, iul¡«
17 .j.()
Ko.ugsbei s Esiudu pi u 1up,1lmeJ1te ciencias natu php1!..a!mli uu.ogw [la cuesuon de ~1 la l 1l r. a
rales matern,1l!c a, filosoha y teologia Fedei ico Il, en, eJece, considerada desde u11 punto de , bl,1
\!..tmddü «El L1ande,, sube al trono de Piusia físico] V uelv e a Korugsberg Rousseau Dt,CJ 11:;
Prusia comienza la pnmera guerra de S1le;,1c1 su¡ L 011g11u ti lo [ondemuus de L'111t"<1!tte p,n ,,11 !,o
honunis M uerte de Chnsuan \Volff
17-1--1- Seo1.111da sue n a de Silesia
o o
17'55 Pubhca la, obras Allff,e/ltelfll l\11tu1[!esih1tht: 1111d
Muerte de Johann Georg Kant Kant da a la 1111
17-1-b I7zeo11e de, Ilinunels od;1 Vetsud: 0011 de, Té,f11.1,un6
pienta su Le,i, Gedunken 1 on der u ahren Schatrung
und dem mcchuntsihen lh!,j11u11ge dr:!, gan:w Hé't,~t
du lobwdtgw Kiafte lPemam1entos sobre la, er
baudcs, uach N, totonischen G' 1 u11J:,aL..cu ab.ilc: i.Ll:
dadei c1 estunac1on de las tuerzas viv as], editada
[Histou.i 1:,u1e1a! de Id naturaleza ) tcvo11cc del
luego en 17-1-9 cielo, o ensa yo acerca de la consutucron ) del
Kaut trabaja como preceptor en las casas de tres ungen mec.uuco de todo el umvei so, e,pL,esw
!7-1-7 l7S-!-
taimhc1s, en Lo5 alrededor es de Ko111gsbe1g segun p1rn( 1p10s newtoruanos], Mulu auonur«
Hume Plulu10phw.1.! Essa»s Concenuug Human quarundam d, 1g11e succtuta dcluu.auo [Bi ev e e,po
]7-1-8
Undu standing 5JCIOn de ,tl¿unc1, meditaciones acerca del !uegoj
Bufton couuenza la publicauon de Histoue natu (tesis doctoral) Punapiouun p11mo1u111 ,u¿,utw1w
17-1-0 metaplivsu ae 1w1 a diluculatio [Nuev a elucioacion
ielle oeneialc et p111tuulwe (-1- i tornos, pubhcacion
terrn~nada en Ú,U lJ,) publu.a también Theu,ze de de los pnmuo, p1 mc1pio, del conocuuu-nto
metahsico] Con este ultimo ese nto obtiene la
la Ferre
habihtacron p<.11,1 la docencia urnv ersitaria
Rousseau Discours sui les sciences et les arts
l7SO 1756 Publica lü~ obr as Vúrz den Uisuclu.n J,1 l:rdr,
Didcr ot ) D' Alernbei t editan la Emyclopedie ou
1751 1772 schuüerungen bu Gclegeuñeu des Ungluclw, «elch«,
dntw,uwu e ra isouue des sucuces, des ai ts et des me
du. u.cstliclte 1 ande¡ uon Europa gegw das l:nd, ¿;
tiets vo11gen}aft111 b, truffen ftat [ \cercct de las ._,afüas
17'í2 Fr.uiklm mv enta el p,udnaycb de lo~ te11 emotu~ en ocas10n de la clesgraua quf'
K.,uit publica las obras Untu;udwng de, Fiage, ob su!uei on lu, ¡ ,,u;,u OLudenr.ale~ de Eu1 opd a hne~
175-1-
die Eidc in ilu ei Umdnhung um che Adise, 1.wdu1ch del ctüo pctsddu], Gesdmhll und Nc1tu, bndllllbung
su. da Ab1udDdung des Tages utul de, Naclu luiuoi der mu J..w1od1g:,tw Vu1falle de!, E1 dbebrn:, u. elchej
In uzo/ einige Ve,anduung sut den e u ten zau» ihres an dem Eud( do 7755!,trn}ahr,s eu1i11 grussen 17,ei!
U,:,p,'urtg!, eslittui liabe und iooruus man sub ihrei da E1de cwhutttrl !tal [H1stond) de~L1ipuon de
u.rsulu: n koune llnvesttgauon de la cuesnon los aconteum1entos mas notable~ del te1 remoto
de si la Fierra, en su giro alrededor de su eJe, que a fines del <tno 175'í ~acucho una grdn par
pui el que produce la altemauoe del dia ) la te de la Tierra!, Fortgeset¿te Betwchtung dcr ;e1t
noche, ha sufi ido alguna alteracion desde los ern1ge1 Zezt u alu¿wom11urw1 Eulujcftutterungen
tiempos p11meios de su ongen, ) de como se [ Cont1nuduo11 de las ob,ei v acwnes aLei ca de
¡
L _
fNTRODUCCfO\I LXXI
LXX MARIO C'i\lMI

1762 Die [alsche Sp1tefind1gke1t der tner íylloglítmhen


los temblores de tierra observados desde hace
Figuren ertmesen [La falsa sutileza de las cuatro
algún tiempo], lv!etaphy11cae cum geometna tunctae
figuras silogísticas, demostrada] Herder asiste
usus tn J1htlorophia naturalt, cutus speamen I conttnet
a, las lecciones de Kant (hasta 17h-!-) Rousseau
monadologiam phynram [Acerca del empleo de la
Emile ou de l'educatum; Contrat social: Nacimiento
metafísica unida a la geometría en la filosofía de
de Fichte.
la naturaleza, cuyo primer espécimen contiene
la monadología física), Neue Anmerkungen rur 1763 Der emng moglrcheBetoetsgrundru etner Demonstratum
Erlauterung der Theorte der Wmde [Nuevas obser- des Dasems Gottes [El único argumento posible para
vaciones para una explicación de la teoría de los una demostración de la existencia de Dios J. Versudi
vientos]. Guerra de los Siete Años (hasta 1763). den Begriff der negatwen Grossen in die Weltwezshrit
ein¿ufuhren [Intento de introducir en Filosofía el
1757 Entmur] und Ankundigung etnes Collegu der phy-
concepto de las magnitudes negativas] Paz de
sischen Geographte nebst dem Anhange etner kurzen
Hubertusburg entre Austria, Prusia y Sajonia
Betraditung uber dte Frage. Ob die Westunnde in
(fin de la Guerra de los Siete Años) Federico II
unsetn Gegenden darum feucht seten, ioetl sie uber em
organiza Prusia en rígidos estratos sociales
grosses Meer streuhen [Bosquejo y anuncio de un
curso de Geografía Física junto con un apéndice 1764 Beobachtungen uber das Gefuhl des Schonen und Erha-
en el que se considei a brevemente la cuestión de benen [Observaciones sobre el sentimiento de lo
si los vientos del Oeste, en nuestras comarcas, bello y de lo sublime]; Vmudz über die Krankheuen
son húmedos porr¡ue atraviesan un gran mar] des Kopfes [Ensayo sobre las enfermedades de la
cabeza]; reseña del escrito de Silberschlag· 17ze011e
1758 Neuer Lehrbegnf] der Bewegung und Ruhe und der da-
der am 23.}uli 7762 e; sduenenen Feuerkugel [Teoría
mtt verknupften Folgerungen zn den ersten Grunden der
de la bola de fuego que apareció el 23 de julio
Natumnssenschafi [Nueva teoría del movimiento
de 1762); Untersuchung uber die Deutluhkeu der
)' del reposo v de las consecuencias que de ahí
Grundsatre der naturluhen Theologie und der Moral
derivan en los fundamentos de la ciencia de la
[Investigación sobre la precisión de los principios
naturaleza] Rusia ocupa Prusia oriental. Kant es
de la teología natural y de la mora!J; este último
súbdito del Zar (hasta 1762).
escrito recibe un premio de la Academia Prusia-
1759 Versudi emzger Betrarhtungen uber den Optzmzsmus na de las Ciencias. Kant declina la cátedra de
[Ensayo de alguna, consideraciones sobre el Poesía gue la universidad le ofrece Hargreaves:
optimismo]. Adam Smith: The Theory of Moral la máquina de hilar
Sentiments. Inglaterra conquista Canadá Naci-
1765 Nachruht uon der Emrtchtung temer Vorlewngen rn
miento de Schiller.
dem Wtnterhalbrnjahre oon 7765- 7766 [Noticia del
1760 Gedanken be, detn frithze1t1gen Ableben des Herrn programa de sus lecciones en el semestre de
}ohann Fnedridi uon Funk [Pensamientos con invierno de 1765-1766] Se publican los Nouneaux
ocasión de la prematura muerte del señorjohann essats sur l'rntendement humaui de Leibniz José II
Friedrich von Funk] emperador
rv1.;Rk) l Al~ \1 1 1 hul.Jl e c101 L\.\1//
!.>..XII

17bb
Iiaunú ewo Gasuisehas eilautert duidi '[iaunie der 1776 Aufsat;«, das Philaruluotnn bdnjjend [F ,cntu, c1u:-r
Hr:tup/zy:,11., [Suenos de un visionario, explicados ca de la Plulantlu opm], son dos ensav c.s ctCE'Ild
niechaule suenos de la rnetahsica] En 1: J:.,BRERO de de un instrruto filantropico de Dessau Vluerte.
eblt ano Kaut e~ nombi ado subb1bhotecano del de Dax id Hume Independencia de lo, Estados
palac io real de Koiugsberg. es su prune1 empleo Unidos de Ameuca Adam Srmth ,-111 Inquu¡
h¡o tnto tite Natu¡e and Causes oj the H'éaltlz oj Nutums
Vim dom eisten Giunde des Unllnllztede:, dei Gegendeu Se funda el \'1I I ernato del Rio de la Plata, con
1768 capital en Buenos Aires, regiones mencionadas
un Raume [~ob1 e el pnrner fundamento de la
difei enoac1on de las reg10nes en el espac10] por Kant en Phvstsche Geogiaplue (Rio de la Plata,
Ed Acad IX, 278, 280, Buenos Aires, Ed .\c.<1J
Es el año de la «g1 an luz» La universidad de
IX,--Ul)
Eilangen le ofrece a Kant un cargo de profesor
1778 Kant es nombrado miembro del senado de la
que el no acepta
universidad de Ixorugsberg El rrnrustro Zedlitz
[] il DE. \l'\RLO Kant es nombrado profesor de
1770 trata de lle-, .u lo a la umv e1 sidad de Halle
Metahsica ) 1 ogica en la uruversrdad de Komgs
bei o Antes habia recibido un of1eum1ento de la 1780 Lavoisier L011l1c11za a sentar las bases de l I c¡m
urn~ ersidad de Jenc1, que no acepto Su lección nuca
inaugural sostenida con d1~putctc1on publica el 21 1781 En mayo, se publica lct Kuul. der reuieu í'e, nunft
DE «sosio, ,e pubhca con el titulo De mundi senstbilu [Critica de la razón pm a], (edicron llan.ada
atque nuclligibilss forma et pnnapus [Sobre los pnnc1 «A»)
pio, Iot males del mundo ,em1ble) del mtehgible] 1782 Kant publu.a un <111unc10 de la edicion de la
Co1ruenLct \d llamada «decdda silenciosa» correspondencia de Larnbert
1771 Resena de un libro de Moscan acerca de la, 1783 Piolegomena za cuto jeden lwnjttgen \letaph):,zl, die
pnnop,de, diferencias físicas en la estructura de als Wz:,JutJchajt unid auftreten kounen [Prolegome
lo, animales y del hombre nos a toda metafísica futura que haya de poder
1772 21 Dl:. H .. BRERO carta a Markus Herz en la que ex p1 esentai ,e l orno ciencia] Re sena de la obra de
pone los pensanuentos fundamentales de lo que Schulz Intioducuon a U/la teona mural para todos
sera la Cntua de la raeon pura En mayo de este los seres humanos sin disunaon de ieligum; junto con
año deja el empleo en la biblioteca del palacio un apéndice sobre la pena de muerte Kant adquiere
Vim den iewh1edenen Racen der Meusdien [Acerca una casa propia, en la Pi mzessin Strasse [ Calle
1775
de las div ersas razas humanas] En este año, de la Princesa] de Komgsberg Paz de Versailles,
probablemente, escnbe el rnanuscnto conocido con r econocimiento de la mdependencia de
como Duuburgsche! Nachlass [legado Duisburg]. los Estados I 111do5 de Amenca Los hermano,
en el que sxplor a diversas soluciones para el pro Montgolher l onstruyen el globo aerosratico
blerna de la Deducción transcendental Jenner 178-! Idee ru eme, allgemeuien Gesdudue 111 u dtbUJgul1
la vacuna anuvanobce cher Absuhi [Idea para una lustoi ia uinversal en

l
LXXIV INTRODI lCCION
MARIO CAl"'II

sentido cosmopolita] Beantwortungder Frage Was publicar la revista Plnlosoplusches Magazm; en la


que critica la filosofía transcendental.
tst Aufklarung? [Respuesta a la pregunta: ¿ Qué es
la Ilustración?]. 1789 El viajero ruso Nikolai Karamsin visita a Kant
1785 en la casa de este Revolución francesa. Se pro-
Gmndlegungrur Metaphvs1kder Sttten [Fundamenta
ción de la metafísica de las costurnbresJ; Ueber die mulga la constitución de los Estados Unidos de
Vulkane tm Mond« [Sobre los volcanes en la Luna], América
Van der Unrechtmri.ss1gkell des Budiemndulmrk: [So- 1790 Kntik der Urthetlskrafi [Crínca de la facultad de
bre la ilegalidad de la copia de libros]; Besttmmuns juzgar]. Uebei eme Entdeckung, nach der al/e neue
des Begrzf!s einer Mrnsdienrare [Determinación del Knuk der remen Vernun_ft durrh eme altere entbehrluh
concépto de raza humana] Reseña de la obra gemnrht ioerden soll [Sobre un descubrimiento se-
de Herder: Ideas para la filo,oftrz de la historia de gún el cual a toda nueva crítica de la razón pura la
la humnnidad. Prusia aliada con Hannover v con torna superflua una anterior]; tercera edición de
otros estados, contra Austria. ' la Crítica de la razón pura Salomon Maimon Tler-
1786 Mrtaphymche Anfrzngrgrunde der Naturunssensdmil such uber die Tiansemdentalplnlosophie: Leopoldo I I
[Primeros principios metafísicos de la ciencia de emperador
la naturaJezaJ; Muthmassluher Anfang der Mensdien- 1791 Ueber das Misslingen aller phdornphrschen Versudie
geschzrhte [Comienzo conjetural de la historia hu- zn der Theodicee [Sobre el fracaso de todos los
mana]; Was hetsst: Stdt tm Denken orientiren? k Qué ensayos filosóficos en la teodicea]. Fichte viaJa
significa orientarse en el pensamiento?J. Otras a Konigsberg para conocer a Kant. Mozart: La
publicaciones: reseña de una obra de Hufeland flauta mágica.
y comentarios a un trabajo dejakob sobre la obr~ 1792 Vom radtkalen Bosen [Del mal radical] (obra reco-
de Mendelssohn Morgenstunden: Kant es nombrado gida después en el hbro sobre la religión) Fichte:
rector de la universidad, y miembro externo de Versudi einer Kruik aller Offenbarung [Ensayo de
la Academia de Ciencias de Berlín. Asciende al crítica a toda revelación]. Prusia, aliada con
trono de Prusia Federico Guillermo II. Austria, entra en guerra con Francia. Francisco II
1787 Krtti]: der remen Vernunft [Crftica de la razón pura], emperador.
segunda edición (llamada «B»). 1793 Die Reltgum innerhalh der Gieneen der blossen
1788 Ueber den GebMurh telealogtscher Prtnapien in der Vrrnunft [La religión dentro de los límites de la
Plulosophie [Sobre el uso de principios teleológi- mera razón]; Ueber den Gemeinsprudi: Das mag zn
cos -~n la fílosofia]; Knuk der praktischeti Vemunft der Theone rzrhtzg sein, taugt aber nuht fur die Praxts
[Crítica de la razón prácticaJ. Reseña del libro de [Sobre el dicho corriente: Eso puede estar bien
Ulrich Eleuther10log1r Kant es designado rector en la teoría. pero no sirve para la práctica] Jakob
por segunda vez. El profesor de la universidad Sigismund Beck escribe, a pedido de Kant, un re-
de Halle Johann August Eberhard comienza a sumen de la filosofía transcendental· Erlautcrnder
LU\/ '-'!ARIO L \lvll l'ffRODlkCIU L\XVII

1us¿ug aus den krtuschen Silu iften deo Herm Prof 1797 Die tlLLapltp1Á der Sitten [La nietahsica de las cos
Kant au] unatcn dessclbeu [Resumen exphcativ o tumbi es] [ lebu un z e, meintes Redu aus vleuschenliebe
de los escritos cnticos del p1 otesor Kant por ¿u luguz [::,obre un presunto derecho a mentir por
iudic.acron dt el nusmo] (u e, tomos) Schiller amor al pi opmo] Mue rte de Federico Gmllerrno
ab I uimut und Wurde [Sobre gT<lUa y d1gnrdad] II Ascie.ndc al u ono Federico Gmllermo III
comentado por Kant en Die Religion , Ed Acad 1798 De, Sueu du Fakultaten [El conflicto de lc1s facul
VI l. -3) Ll Ierroi en F1 ancia, eJecuuon de L uis tades univ r.rsuauns], Aiuluopologie in pra¡jlWlücher
A VI Reparto de Polonra entr e Rusia) Prusia Hiusuht [ '\ntropolopa en sentido pragmaticoj
Eta.as ubu den E11iflujo des Mondes auf die fVít Uebc: du. Buchnuuhetet [Sobre la confeccron de
te.ung [ Algo sobre el influjo de Id Luna sobre las hbros] Prologo a Uebergang ion den llttaph}md1e11
condiciones climaucas], Das Ende aller Dmge [El Anfangsgrundcn der Nauan issensdiafi ¿111 PhptÁ
final le todas las cosas] El rey ordena a Kant [Tramito de los pnmeros pnnc1pios metafisicos de
no escubn 111as sobi e 1 ehgion La Academia de la ciencia dL ld naturaleza a la fisica] obra en Id que
Ciencias de San Petersburgo elige a Kant como Kant trabajo en los ultnnos anos de su v ida \ que
miembro e xtranjer o Fichte Ueber den Begrzff dei de JO inconclusa (conocida como Opus pUJtumum)
H isscnsch.ajislch:e odei der sogenannteu Plulosophie Kant es nombrado miembro de la Academia de
[Sobre el concepto de la doctrina de la ciencia, Ciencias de Siena Napoleon en Egipto Ocupa
o de lo que se llama hlosofia] cion de Roma por tropas francesas
I;C) ) Zum ewzgen Fnedi:n [Por la paz perpetua] Prusia Declaracion contra Fichte Napoleon depone
sale de la coalicion y firma con F1a11C1d la Paz de al Drrector io Charles F1<ln<,01s Dornnuque de
Basilea en una negocldc!On que fue cuneada El V1lle1s publica el articulo Cuuque de la raisou pure
e~u no de Kant se ha tomado como una respuesta (expos1C1011 de la obra)
d este hecho pohtico Prologo de Kant d la obra de J achmann Prnfung
1800
17% Vi!ll etneni neuei dmgs ethobeuen oornehmeu Ton in de, Kauuschen Religionsplulosoptue [Examen de la
,:u Philosopluc [.':iob1e un tono altanero que se ha hlosofia kantiana de lct religion], epilogo a la obra
alzado uluniamente en la filo~oh<l], Ausgleuhung de Chnsu.in l, Mrek.ke l utautsch deutsches uncí
eitus au] Jtlooz ctstand bcruhcnden mathcmauschen deutsdi littauLJd eo TV01tubud1 [Dicoonano lituano
Stu u, [ \11e6lo de una disputa maternanca que ~e alunan 1 aleman lituano], LogzA Ezn Handbuch
L to<l cu un .ualenrcndrdo], VetAundzgungdes nahen ¿u Vinlrnwgw [Logrea l\fanual de lecc10nes]
lb hlusscs cines Tractids ¿11111 lWlf!,lfl F¡ ieden in der (ed1uon p1epatdd<t por Gottlob BenJammJaesche
Phtlu!..Jphll [ Anuncio de la pr oxuna conc.lusion de <l pedido de Kant)
1111 ti arado de paz perpetua en la filoso ha] Carta 1802 Physwlze (1wgwplue [Geog1af1a hsica] (ed1c10n de
a Sonuue 1 mg sobre d organo del alma El 23 l<ts lecciones de l\.ant, preparada, a pedido de
DE ¡t \1u de este ano dio Kant su ulnrna leccion este, p0r } ¡¡educh fheodm Rmh.J
uruv et <uana [sobt e Jopea) Traducción al latm
dt lc1 Ci uu.a de la raron pura pm Born
LXXVJ/1 MARIO CAIMI
LX.XIX
1803 Ueber Padagogzk [Sobre pedagogía] (edición de
BIBLIOGRAFÍA
lecciones de Kant, preparada, a pedido de este,
por Friedrich Theodor Rink).
1804 El 12 DE FEBRERO a las 11 de la mañana Kant La bibliografía sobre la Crítica de La razón pura es muy gran-
mur!ó. En sus últimos días lo acompañaron y de. La selección que ofrecemos a continuación se ha regido solo
asistieron su hermana Barbara Theuerin v su dis- por nuestra experiencia personal con los textos, y no constituye
cípulo y amigo Ehregott A. Christoph W¡sianski, una evaluación objetiva de la totalidad de estos
quien dejó un emotivo relato de la vejez del filó-
sofo: Immanuel Kant tn semen leteten Lebensjahren
ÜBRAS DE KANT Y EDICJONES CONSULTADAS
[Immanusl Kant en los últimos años de su vida].
Se le tributaron importantes honras fúnebres. El Kants gesammelte Schrifien. Herausgegeben von der Koniglich
prof. Friedrich Theodor Rink publica un traba- Preussischen Akademie der Wissenschaften. Berlín, 1903111,
jo inconcluso de Kant: Ueber die uon der Kbnigl. (ahora en: Kants Werke. Akademie Textausgabe. Berlín, Walter
Akadernie der Wissensrhaftm eu Berlm fiir dasjahr de Gruyter, 1968). (Se cita como «Ed. A;ad.»).
779 7 ausgesetne Preisfrap«: Welrhes sind die unrkltchm Immanuel Kant: Werke in zehn Blinden. Herausgegehen von Wil-
Fortschrittr, die die Metaphysik seit Leibnirens und helm Weischedel. Darrnstadt, Wissenschaftliche Buchgesell-
Woiffi Zeiten in Deutschland gemacht hat? [Acerca schaft, (1960) 1975. (Se cita como «Weischedel»).
de la pregunta propuesta por la Real Academia Irnrnanuel Kant: Kritik der reinen Vernunfl. Herausgegeben von
de Ciencias de Berlín para el año 1791: e Cuáles Ingeborg Heidemann: Stuttgart, Philipp Reclamjun., (1966)
son los efectivos prog1 esos que la metafísica ha 1995. (Se cita como «Heidernann»}.
hecho en Alemania desde los tiempos de Leibniz lmrnanuel Kant: Krittk der reinen Vemunfi Nach der ersten und
y de ~olff?J obra eser ita alrededor de Ií93, y zweiten Original-Ausgabe neu herausgegeben von Raymund
conocida como Fortschritte der Metaphysik [Los Schmidt. Hamburg, Felix Meiner, (1926) 1976. (Se cita como
progresos de la Metafísica]. «Schmidt»}.

Traducciones de la Crítica de la razón pura consultadas


Immanvelis Kantii Critica rationis pvrae (en: lmmanvehs Kantii
Opera ad Philosophiam Cnticam. Volumen Primum) Latine
vertit Fredericvs Gottlob Born. (Lipsiae, MDCCLXXX,"'(Vl)
Frankfurt 1969. (Se cita como «Born»).
Kant: Critica de la razón pura. Traducción de José del Perojo,
(Madrid, 1883) revisada por Ansgar Klem: Buenos Aires.
Losada, 1967.
Kant: Crítica de la razón pura. Versión española de Manuel García
Morente y Manuel Fernández Núñez. (Madrid. 1928). Méxi-
co, Porrúa, 1976. (Se cita como «García Morente»).
\\MRIO CAMI
'. 1 Hl)DL,1.,l to-, LX.\XJ

Critique de la iatson puie p.11 Emmanuel Kant T1 aducuon Fi anearse .en su edicion de Knuk da tunen í emun]: Harnburgo i\lemer
avec notes pai A Irernesaj gues et B Pacaud Paus, Pi esses 197h, pp \ X)
Urnv ei sitaires de France, l 950 (Se cita corno « In.rnesay gue, Vaihinger. Hans «S1ebL1g rextkriusche Randglossen zur
) Pacaud ,J A11dl}t1k» en Kant Studun IV, 1900, pp -Lí2--!b3 (Serna
Irnmanuel Kant Lriuca da iarao puia h aducao Je VJ.!euo Ro~1 como «\a1hmge1 Randglossen»]
den e Udo Bd!Ju1 i\1uosburoe1 Sao Paulo, Abi il, 1983 (Se
o \
crta como «Rohden \ :-.Ioo,bu1ger»¡ E'\PO:i!C[U'\l:.~ DE Cü'\JU'\10 'r (011:.U JU'\!:.:, DE rR-\B-\)m
Imrnanuel Kant «Deducción trascendental de las categona,
Cr iuca de, ].11<1Lon pu1d versión de 1781», traduccion mtro Allison, Henry Kant's Iranscendeutal Idealism An Intcrpietauon
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L ..
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tton of Modern Log,r A Commenta+; on tts H11tory Ed from the
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Revistas (dedicadas a temas de filosofía kantiana)


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1896).
Stud: Kantiani (Pisa, Italia, desde 1988).
Kanttan Reuietu (Cardiff, Gran Bretaña, desde 1997).
Studta Kantiana (Sao Paulo y Rio de Janeiro, Brasil, desde
1998).
CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA

POR
h!~L\NL!::L K>\1'T

PRüfbOR EN KON!G~BLR(,, MIEMBRO DE LA REAL ACADEMIA


DE LA~ Ctt1'CIAS DE 8ERUN1

StGUNDA EDICIÓN, CORREGIDA


EN ALGUNOS PASAJES2
RIGA,

EDICIÓN DE }üllANN rRlEDRlCH HARTKNOCH

17873

l. La expresión «miembro de la Real Academia de las Ciencias de


Berlín» es agregado de la segunda edición (B) y no figura en la pn-
mera (A).
2. Agregado de la segunda edición (B).
3. En lugar de ,<1787», en la primera edición se lee «1781».
3

[B II]

BACO DE VERULAMIO

Instauratio magna. Praefatio.

D<' nolns 1ps1s s1/m111S· De te 011tn11, q11oe ag1t111, pd1r1111, 11t hommr: mm
non Opimonem, sed Opus esse rag,tmt, ar p10 ceito habrtmt, 11011 Secta:
11or aluums, 011! Plaatt, sed unhtans et omplih1d11m !111111anae fi111dm11mt11
mohn. Dnnde uf 11m commodis arq111 111 rmnmune consulant et 1pr1111
partnn rrmant. Praeteiea uf bene rj)flflll, llfq11r lnstaumttonrm nostunn
uf quiddam irfimtum ff 11ft10 mm tale Jinganf, et ammo conripiant. q1111111
rerera sit 17ifimh enonsfinis et trnmnus feg,tm111r 1

4. Desde donde dice «Baco de Verulamio» hasta donde dice «et termi-
nus legitimus» es agregado de la segunda edición (B), y no figu1a en la
primera (A). El texto de Bacon dice: «Sobre nosotros mismos callarnos.
Pero acerca del asunto de que se trata, pedimos que los hombi es no
piensen que él es una opinión, sino una obra; y que tengan por cierto
que nosotros no trabajamos en los fundamentos de alguna secta, ni en
los de doctrinas, sino en los de la utilidad y de la grandeza humanas.
Pedimos además que, atentos a sus intereses. tengan en cuenta lo que
es común ... y vengan a favorecerlo. Además, que tengan buena esperan-
za y no imaginen que nuestra instauración sea algo mfimto y que está
más allá de lo mortal, y que no la conciban así en su mente; cuando
en verdad es el fin y el término legítimo de un infinito error».
5

[ .\ srn numero de p.igllla J [B I I Ij PRÓLOG07


A su Excelencia el Mirustro de Estado del Re)

BARON DE. ZEDUTZ L-\ razón humana tiene, en un genero de sus c.onocirmentos,
el singular destino de \ e1 ;e agobiada por preguntas que
no puede eludir, pues le son planteadas por ]<1 natui aleza de la
[ \ l\ 1 [B \ 11füm x ulo -eñoi '
razon 1111;,ma, ) que empero tampoco puede respouder , pue;,
lo1nu1t.1r (c,1Ja uno] poi su p,u le el UtL1!11l(llto dt la, c ien- sobrepasan toda facultad Je ]<1 r azon humana
U,ls ,1grnhra rr.ibaj.u e.n el mte.i es p1op10 de ! Evcclauia pue,
Ella cae sm culpa suyci en esta perplejidad Comienza por
e,tt esta urndo del modo 111.i' 11101110 ton aquel no solamente
pnnc1pw;, CU\ o uso e, iuevuable en el cui so de la e;,..penenc1a
m, d1,111le el c lev ado pue,ro de un protector ,1110 poi el mucho
} esta a la vez suficientemente acreditado por esta Con ellos
111,1:, mnmo de un ,ll10011,1do \ ele u11 rlu-n ,ido conocedor Por
asciende (tal como su prop1ct naturaleza lo requiere) cada vez
e-o me -uvo también del unu.o medio que en ue1 t.i 111ed1d,1
mas alto, hacia condiciones mas remotas Pe10 puesto que [A
esta en 1111 poder p,lra te,t1mor11,u rru gr autud poi la benev o-
lt n«, confü111L<1 con b que ¡ E\ltkllllil [ \ \ 1 me ho111<1 como VIII] advierte que de esta manera su negoc10 debe quedar
,1 )O pudiera LOnL11buu en algo a e,e p10po,1to siempre mconduso, po1que la, preguntas nunca se acaban,
se ve poi ello obligada a i ecurru et pnnup10s que sobrepasan
l B \ fJ \ Lt 1111,ma benévola ateucion ron que f 1:, \ieknlw ha
todo uso posible de la expenenc1a y que sin embargo parecen
hom .rdo la pi uuei a e dicion de e::,ld obi a dedico ahora tarnbien
e,t,\ ,egu11da ) ton ella a l.1 vez wd,11'11c,t,u1te ctct1,1dad de 1111
c.u i cr.i lnei aua > quedo t.Ll l,t mas profunda veneracron
su lugar, en la prnnei a edición, ha) un texto que dice -Para aquel a
el mas obediente v hunulde ,en ido: de T E\cthncw quien agrada la v 1d<1 especulauva, l.i api obacion de un JUez ilusti ado
) valido es, entre [,u,] moderado, deseos, una poderosa mcrtar.ion a
ht'v!A.'\L EL I(,,.,,ff l1.1b.:tJO, cuy et unlidad es g1aude, pew 1emot<1,) por ello, enteramente
Komg,berg, 23 de abnl de 1787" 1gnoiad<1 poi la mirada \ ulgar
A alguien tal,) a su benevolente atenc ion, dedico este escnto, 1 d su
pioteccion [AVI] [dedico] toda Id r e st ante actividad de rru carrera
luei ar ia v quedo, en l,t mas pi otu nda v e nei ación,
:J len lug.u de «poi el mucho mas 111t1mo» decla1a Kant, en una carta el mas obediente j humilde ser v idor de V Excelencia,
a Biestei del 8 de JUn!O de 1781, que debe coneg11,e «poi la relación lmmanuel Kant
mucho mas mt1111.:t» (~egun Erdmann «Les-u teu», Ed Acad IV, p Korugsbei g, 2~ de rn ai zo de 1781»
.:,88) 7 Prologo de la pnme1a edicion No hgura en la segunda (B) de 1787,
6 Ll texto que comienza «A la 1111,md benev ola atención » y que en l,1 que fue susutuido poi oti o que n ansc.nbn emos a couuuuacion
rei nuna «23 de abnl de 1787» pe1tenece a la segunda edición (B) En de este
6 CRIT/Cl\ DE LA RAZON Pl'PA
7

tan libres de sospecha, que inc luso la común razón humana' pronto se halló que aunque el nacimiento de aquella presunta
está de acuerdo con ellos. Pero a,í ,e p1 ecipita en oscuridad )' • reina se deducía del vulgo de la experiencia común. : así su
en contradicciones, a partir de la s : uales puede. ciertamente, pretensión debía, con Justicia, hacerse sospechosa, sin embargo,
concluir que en alguna parte, en el lundarnento, debe de ha- puesto que esa genealogia; en efecto, se le atribuía falsamente.
ber error es escondidos, que ella ernpero no puede descubrir, ella seguía sosteniendo sus pretensiones, !A XJ con lo cual todo
porque los principios de los que se sirve, pues sobrepasan los recayó otra vez en el viejo y apolillado dogmatismo; y ele ali! en el
límites de toda experiencia, no reconocen ya ninguna piedra de menosprecio del cual se había querido sacar a la ciencia. Ahora,
toque de la experiencia. El campo de batalla de estas disputas luego que todos lm caminos (según la persuasión corriente)
sin fin se llama metafisica. han sido intentados en vano, dominan el hastío v el completo
Hubo un tiempo en que a ésta ,f' la llamó la ll'lnade todas la, mdzferentmno, la madre del caos y de la noche en las ciencias,
ciencia s; y si se toma la intención l orno un hecho, ella merecía pero a la vez el origen, o al menos el preludio de una próxima
ciertamente este título honorífico, en \ irtud de la eminente regeneración y esclarecimiento de ellas. cuando, por un afán
importancia de su objeto. Ahora, el tono de moda de la época mal aplicado, se han vuelto oscuras, confusas e lnutiie s
lleva a mostrarle un completo desprecio; y la matrona, repu- , Pues es en vano pretender afectar 111dzfemwo con respecto
diada v abandonada, se lamenta romo Hécubn: modo maxtma a tales investigaciones, cuyo objeto no tmede ser mdiferentc « la
rerum. [A IX] tot genens natisque potens - nunc trahor exul, mops naturaleza humana. Y aquellos presuntos mdtferrnnstas, por
- Ovidio Metam: '' mucho qne quieran hacerse irreconocibles gracias a la mutación
Al comienzo, su dominio. bajo la administración de los dog· del lenguaje escolástico en un tono popular, recaen también
maticos, era despótico. Pero como la legislación todavía guardaba -en la medida en que piensan, en general, algo-'" inevitable-
el rastro de la antigua barbarie, poco a poco fue degenerando, mente en afirmaciones metafísicas, ante las que tanto desdén
por guerras internas, en una completa anarquia; y los escéptior; afectaban. No obstante, esta indiferencia que acontece en medio
una especie de nómades que abominan de todo cultivo estable del florecimiento de todas las ciencias,)' afecta precisamente a
del suelo, desgarraban, de tiempo en tiempo, la asociación civil aquélla cuyos conocimientos, si estuviesen disponibles, serían.
Pero como, por suerte, eran pocos, no podían impedir que de todos [los conocimientos posibles], aquéllos a los que [A XJl
aquellos intentaran reconstruirla siempre de nuevo, aunque uno estaría menos dispuesto a renunciar, es un fenómeno que
sin planes que concordasen entre ,í Una vez, en tiempos más merece atención y reflexión. Es manifiesto que no es efecto
recientes, pareció, ciertamente, que a todas estas disputas iba de la ligereza, sino de la madura [ocultad de ;u;:gor11 propia de
a ponérseles un fin mediante cierta fisiología del entendimiento
humano (del célebre Lorke), y que iba a decidirse completa-
mente acerca de la legitimidad dr- aquellas pretensiones; pero 70. Los guiones en la fiase «<en la medida en gue piensan, en general.
algo-» son agregado de esta ti aducción
11 De vez en ruando se oyrn gur¡o, acet ca dr la superficiahdad del
pensamiento de nuestro nernpo, y de la decadencia de la ciencia ngu, o
8. La expresión «común tazón humana» equl\ ale ap1 ovimadamente sa. Pero) o no veo que aquéllas cuvo fundamento está bien establecido.
a nuestra expresión «sentido común» como la matemática, la ciencia de la natui aleza, etc, merezcan en lo
9. «Hace poco [era) la más importanre dr- todas. poderosa por tantos más mínimo este reproche, sino que más bien mantienen la antigua
familiares e hijos, ) ahora ando vagan le, deslen ada :, desposeida- fama de estar bien fundamentadas. , en la última. incluso la sobi epa
CH! I ILA D]; LA MZO, PlJRA
8
[\\~l '\l\l LL KANl 9

la epoca, {epuLa] quL 110 :,e de¡d entt etener mas con un saber el exaltado afan dogrnauco de saber lo habia esperado Pues
ilusorio, ) e:, u11<1 c>.1genud planteada d la razon, de que esta este no pod1a ser satisfecho de otro modo que mediante po
\ iu.lva a emp1ender la mas fatigosa de toda, sus tareas, d ,,t deres magrcos, de lo, que yo nada entiendo Pero ello no era
bei , el conourniento de, :,1, ) de que mstituya un u ibunal de tampoco ld mtenuon de la dere rrrunacion natural de nuestra
¡mtiua que la asegui e en sus pi etu1:,1011e:, leg1l1ma5, ) que poi razón, ) el deber de Id ñiosofia era disipar el espeJ1,mo que
el LOl1liai10 pueda despac.har todas las [A Xll] airog,lc10ne:, nacia de la mala mterpretacion, aunque con ello se aruquilase
mfund,tdd:,, no mediante actos de autoridad, sino segun sus tarnbren 111uch,1 ilu,1011 esumada y encomiada En esta tarea
leye:, eternas e 111\a11<1\Jle:,,) e,te [tribunal] no es otro que la preste gTan aterieron a la t xhausuvrdad, y me atrev o a decir
que no debe de haber m un solo problema metafrsico que no
cntu.a ch la iaron p111a nusma
No entiendo por esta una cnt1ca de los Iibros y de los siste este aqm resuelto, o pai a e uyd resolucion, al menos, no se haya
mas, sino la ele. la focult<Ld de la razón en gener,11, en lo tocante a ofreCido la cla\ e La ra¿on ptua es, en efecto, una umdad tan
todos los co11oum1é'nlo:, poi los cuales ella pueda esfoi ¿a1 :,e ll! perfecta, que s1 el prnH 1p10 de ella fuera 1muhue11te aun solo
dependtentemwll de toda upe, tatua, por tanto, la decisión acerca para una Ul11Ld cue:,t10n, de todd,, las que a ella le pldntea su
Je la po:,1b11idad o 1mpo:,il.J1ltddd de una 111etdhs1ca en general, propia natu1 aleza, solo se podnd rechazado, porque en ese caso
'J la detennm-« 1011, tanto de sus fuentes, como del alcance ) de el tarnpoLO e5ta11a en coud1uones de hacer frenre a nmguna
los lnrutes Je ella, pe1 o todo a partir de prmup1os de las restantes con enterd confidbd1dad
Este carruno, el unico que todavía queddlia, es el que he Al decu esto, creo pe1ubn en el ro:,L10 del lector un d15gusto
tomadov y me lisonjeo de haber encontrddo, en el, el remedio mezd,tdo con desden, [A XIV] dnte preten:,10ne~ que pMecen
de todos ]05 e1101 es que hasta ahora habrán puesto a la 1 azon tan mmodestd:, y vau<Lglo110sa~, y sm embargo, ellas son, sm
en discordia com1go 1111:,ma, en su uso fuera de la e>.penenoa compdrauon, ma, moderddds que las de cualquier auto1 del
No he eludido las p1 egunta:, de ella, J1:,culpandome con la mas comun de los progrdma,,, que en el pretende demostrar,
mc,ipaud,1d de la I azon humana, :,1110 que las he especificado por ejemplo, la natu1aleLa :,imple Je! alma, o Id necesidad de
completdrnente ,,egun p11nc1p10:,, y luego de haber descubier un pwner comwt¿o del mundo Pue~ el se compromete a ensan
to el punto en que la razón be entiende mal consigo misma, char el wuocmuenlo humano por sobre toµo~ los lumtes de la
las he resuelto p,ua entera sausfaccion de ella [A XIII] La expenenc1a posible, c1nte lo, Udl ~ o hunuldemente confieso que
respuesta a aquellas preguntas no resulto, por cierto, tdl como eso sobrepasa enteramente 1111 poder, y en luga1 de lo cual yo
solamente me ocupo de la I azon misma y de su pensar puro,
cuyo couoc1m1ento n11mK10,o no tengo que busc<1do muy leJOS
-;:11 y e~i:;110 espu itu dunmL1a11J. esta: acuvo también en ouas
de 1111, porque lo encuentro en m1 mismo, de lo cual, ademas,
especies de LU11uu1rnt-nlo ,1 ,utte tudo se tornar a cuidado <le cou egu
lo, pt mc.ipios de dla, i\ !,.tita de e,La coi i ecnon, la rn<l1ferenc1a, \ la }ª la log1ca comuu me da el eJemplo de que todas sus acc10nes
duda ) íin .lnu.uu. una u 111L,l e,L11Lla, son mas bien p1 uebas de una simples se pueden enume1d1 de mdneia completa y s1,,tematica,
m.mei a de pem,11 nguw,a Nuesu a epOLJ. e,, pwp1amente, !J. epoca ,olo que dqu1 se planted Id p1egunLa de LUdnlo puedo esperar
de la cuuc.a a la que todo debe someterse L.1 ieligion pu1 su rnnttdad, alcanzar con ella, s1 me ,on sustrd1dos toda matena y todo
) l,t llgtJlaltOI~ por su 11taJe,tud, pi cienden, por lo cornun, sustraer Se a
auxilio de la expenenua
ella Pe1 o entonces ,u,utdll una jusufic.ada sospecha conn d ellas, ) no
pueden P' etendei un 1 espeto ,u1ce1 o, que la 1 azon solo <1Lue1 da a quien Eso es todo acerca de l,1 l!lteg¡¡dad en el logro de cada uno
ha podido su,tene1 su LX,trnen hbi e y publico [Nota dL Künt] de los füws, y aLe1 l d de lc1 eilwwtwzdad en el log1 o de todos los
u
CRITICA DE LA RAZON PURA
10 IMM1\Nl 'Fl KANT
. . - de \as reglas v límites de su uso,
fines juntos, que no nos han sido propuestos por un desigmo la vez, para la determmac1on b I gu'ndo capítulo de la
h I] vado a ca o en e se
caprichoso. sino por la naturaleza riel conocimiento mismo, [co- que aquellas que e e ' 1 titulo de Dcdumon de lo: conrrpto1
nocimiento] que es la materia de nuestra investigación critica Anahtica transcendental, con e bi - lc1~ que me costaron
[A XV) Hay que considera¡ todavía a la certera y la dtsttncum;
P 1110, del rntrn d 1m1rn
. ¡
°,t . y el\a5 son tam ien
zún espero, no 1,
¡ a quedado sin recorn-
dos piezas que conciernen a la forma de ella," como exigencias mayor trabaJO, e que, seo . t profundidad, tiene dos
ue alcanza cier a
esenciales que se pueden plantear con justicia al autor que se 1
P ensa Este examen, 11
q
e refiere a os o Je
bi tos del entend1m1ento
atreve a una empresa tan escurridiza. lados. Uno d e e os s l lidez obietiva de \os conceptos a
Por lo que concierne a la certera; he dictado, para mí mismo, de demostrar a va 1 J
P uro, y' preten
- h ¡ comprens1
bl 14
e; por
eso mismo pertenece
'
la sentencia de que en esta especie de estudios no está de ninguna prwn de el, y acer_a El t
D propone considerar al en-
. l mis fines o ro se -1
d. d a la po~ib1hdad de e Y ª
manera permitido opinar, y que todo lo que en ellos sea aun sólo t
esencia men e a ·
semejante a una hipótesis, es mercancía prohibida, que no puede . . ismo aten 1en o '
tend1m1ento puro m ' -1 se basa· v por tanto.
iti as en Ias cua 1 es e ',
ser ofrecida en venta ni aun al mas reducido precio, sino que las potencias cognosc1 .la . , bjet1\la· v aunque esta explica
debe ser confiscada tan pronto corno sea descubierta. Pues lo considerarlo en una reacio~ su 'e'cto a mi fin principal,
· portanc1a con resp .
que anuncia a todo conocimiento que haya de ser cierto a pnon; ción sea de gran im . rite: or ue la cuestión principa 1
es que pretende ser tenido poi absolutamente necesario," y aún no pertenece a él ese~ci~lme , ,tp p~Pden conocer el entendi
más [lo pretende] una determinación de todos los conocimientos . d · rnpre ¿que y cuan o, . -
sigue sien o sie - oiados de toda expenencia, y no rcomo
puros a p1 ton que ha de ser la medida, y por tanto, el ejemplo, miento Y la razón, desp J . , Como esto último es, en
de toda certeza apodíctica (filosófic al Si yo he cumplido, en este e5 posible la famltad de prdnsodrmi i,rnuasa de un efecto dado.y por
punto, lo que me comprometo a hacer, es algo que queda librado d b'sque a e a ca
cierto rno o, una u . hipótesis (aunque, corno
1 emeJanza con una
enteramente al juicio del lector, porque al autor le corresponde tanto, tiene a guna s .. o es efectivamente así), parece,
solamente presentar fundamentos, } no, empero, Juzgar acerca lo mostraré en otra ocas1on, n 1 que me permito opmar, y
del efecto de ellos sobre sus jueces Pero para que no haya nada fu este un caso en e
entonces, que era bi 'n libre de onmm de otro
que, sin culpa, sea causa de un debilitamiento de [A XVI) ellos,
11 tor deba ser tam ie r
q ue por tanto e ec d b delantarme al lector con
séale permitido [al autor] que él mismo indique aquellos pasa- id · - n de eso e oª
modo En consi eracio d . dedución subjetiva no
jes que, aunque sólo conciernen al fin accesorio, pudieran dar la advertencia de que en caso_ e_ ~ue me1yo espero que adquiere
ocasión a alguna desconfianza, para que así prevenga a tiempo -¡ d la convicoon qu '
haya obrado en e to a . , ob.etiva en la que me ocupo aqm
el influjo que en este punto aun el más mínimo recelo del lector toda su fuerza la [deducnon] J ' . o puede ser suficiente
pudiera ejercer sobre su juicio. en lo tocante al fin prmcipal. ·ncipalmente; para lo cual, si es preos3 ;;
pn , · 92 y 9
No conozco investigaciones que sean más importantes, para solo lo que se dice en las pagi~as I d1st11won el lector tiene el
. t r ¡0 que atarte a a ' ( . )
la indagación de la facultad que llamamos entendimiento, y a Fina 1 mene, po . t 1 d11tmoón d1sc11n11•a lógica
derecho de exigir prnneramen e a
72 Es decir: «a la Ioi rna de nuestra inv estigacrón cntica» También
podría entenderse «a la Iorrna del conocirmento». etrnde demosh ar a pnor1 la
73 También puede entenderse «Pues todo conocirmcnto que haya de 1 t Tarnb1~n podlÍa entendP1 se ~'" .f\
hacerla cornp1 ens1ble»
ser cierto a priori anuncia que pretende ser tenido por absolutamente validez objetr- a de lo, concrptos e!' dr 1: pnrnr1 a ed1c10n (A)
necesario». 75 El autor se iefie1e a la pagmanon '
12 CRITICA DE L~ RAZ0, PURL\ 13

pu1wnupto\) luego tambien una [-\ XVIII] distinaon intuitu.a el lector llegue a aban ar el etmJU1,to con sufiuente rapidez, y
(estencai, por uuuuiotus es decir, mediante ejemplos u otras al hacer irreconocible la articulacion o la estructura del sistema
E- xphc.u.iones 111 ionauo He prestado suficiente cuidado a la encubnendola con todos ,u,, colme, brillantes, aunque esta
pt1111era Lso conceuua d la esellUd de mi proposuo, pero fue [estructura] es, empe10, lo mas importante paia poder 1uzg,1r
lc1mb1en la causa contrngente de que no ha) d podido satisfacer acerca ele la unidad e idoneidad de el
ltt ,egunda ex1gencitt, no tan ngu1osa, pe10 JUsta Casi siempre, Me pa1 ece que puede sen u de no poco estimulo al lector,
en el curso de mi trabajo, he estado indeciso acerca de como para umr sus esfuerzos d. los del autor, si tiene la per spectn a de
debía maneJdl esto Los e¡emplos y las explicaciones me pa1ecian tJecutar por completo, y de manera duradei a, una obra grande e
siempre necesanos, r pm eso, en el pr1me1 bosquejo, efectiva importante, :,egun el plan quE !ctqm] se p1opone [-\ XX] Ahora
mente ac.udian con opu1 tumdad a sus lugares Pe1 o mu) pronto bien, la metafísica, segun lo, conceptos que daremos de ella
adv erü la magnitud de 1111 tarea ) la rnulutud de Objetos de los aqm, es la uruca ciencia que puede prometerse tal acabamiento
que tendua que ocupd1me, v corno me d1 cuenta de que estos perfecto, y ello en breve tiempo, } con solo poco esfuerzo,
solos, en un discurso ,eco) meramente escolastuo, ya extendenan aunque uruhcado, de manera que no queda pc1ra la postenclad
bastante la obra, me parec10 puco aconsejable engrosada todavía nada mas que disponerlo toJo de manera didaaua segun sus
mas con ejemplos y exphc.aciones que solo son necesarios pc1ra propo~Itos, sin que con ello pueda aumentar el contenido en lo
fines de popularidad, sobre todo, porque este trabajo no podna mas rrurumo Pues no e& nada mas que el inoeutario, sisternatica
en modo alguno adecuarse al uso popular, y los verdaderos mente ordenado, de tocias nuestras poses10nes por i azon pura
conocedores de la ciencia no tienen tanta necesidad de esta Aqui nada puede pasarnos madverudo, porque lo que la razon
tduÜldcIOn durn¡ue ella siempre sea agradable, pero aqu1 hasta produce enteramente et partir de s1 misma no puede esconderse,
podia acarrear algo contrano al fin Bien podra decir el abate smo que es llev ado a la luz pm la i azon misma, tan pion o como
in rasson y ue si se nnde [-\ .X.IXJ el tamaño de un hbi o, no por se ha descubierto el comun pnnc1pw de ello La per feu" L .udad
el numero de sus p<1g1nas, sino por el tiempo que se necesita de esta espeue de conocirmentos a pa1 tu ele meros conceptos
p<11ct entenderlo, de mas de un libro se podna decir que seria mm puros, sin que sobre ellos pueda tener influjo alguno, para en
bni e, sz no fucs« tan breve Pero por otro lado, si la mtencion esta sanchailos y aumentarlos," nada de la expenenc1a, m tampoco
du 1g1dd a la compi ensibilidad de una totalidad ele conocuruento una mtuicion particular, que hahna de conducir a una expenenc1a
especulanv o, dilatada, pero concatenada toda en un prmcip10, deternunada, hace u que estc1mteg11dad mcond1uonada no solo
con el rrusmo derecho ,e podna decu mas de un libro habria sula sea factible, smo tc1mb1en llel esdf1<1 Tecum habita et nons, quam
mucho utas distuuo, :,1 no hubiera tenido que llegar a :,o tan distuuo u s1t llb1 curta supellu O
PmzUJ
Pues los medios auxiliares de [a distmcion, s1 bien ayudan' en
la, partes; muchas vece, distraen en el conjunto, al no perrninr que
78 Pod11a entende1se tamb1en [ tlcanuda] por medio de conceptos
puws, ,m que sob1 e elld [e; decn ,ob1 e esa espeue de conoc1m1entos,
lb Como ,1 dijera «mas dL u11 libio habi ia sido mas mtehgible ,1 no o bien sobre e,a rnudadj puedcL tene1 mfluJO dlguno paia en,dncku]d
hubte: 1 debido llu¡,,u d set tan mtehgible» Aqu1, ) en todo el p,1sa3e y aumentada»
drsun..ron» se entiende como uua pi opredad del conocrrmento (en el 79 En el 011gmdl «hdceu» Segmmo, una enm1end-1 de Hartenslem,
sentido del prnne1 p1ecepto del metodo cartesiano¡ rewg1da por Schm1dt
17 En el 011,,mdl :,1 bien faltan ::iegunnos a Ed Acad 20 ,.\Io1a en t1 mismo, y ,-101,h cuan e;ca;o es tu mena3e"
'"""""' "'"'
[A XXI] Espero ofrecer yo mismo un sistema tal, de la razón t
[ 15

pura (especulativa), con el título· Met,a(ís,ca. de lo naturaleza; [sistema] !


que, sin [tener] ni siquiera la mitad de la extensión de esta critica,
ha de tener empero un contenido incomparablemente más rico
que ella, que debió exponer previamente las fuente, y condiciones IB VII]
de la posibilidad de ella," y tuvo que limpiar y allanar un suelo
PRÓLOGO
completamente invadido por las malezas Aquí espero de mi lector
la paciencia y la imparcialidad ele un ;uez., allí, empero, la buena
DE LA SEGUNDA EDICIÓN
disposición y el auxilio ele un colaborador; pues por muy comple-
tamente que hayan siclo expuesto, en la Crítica todos los prmapws
del sistema, para la exhaustividad del sistema mismo se requiere
todavía que no falte tampoco niguno de los conceptos deduados,
que no se pueden incluir a p11011 en una exposición preliminar,
S I acaso la elaboración de los conocimientos que pertenecen
al negocio de la razón ha tomado, o no, el andar s~guro
de una ciencia, pronto se puede ver por el resultado Si_ [esa
sino que deben ser encontrado, poco a poco; e igualmente, puesto elaboración,] después de hacer much~s intentos) prepara ti\º:·
que allí" fue desarrollada exhaustivamente toda la síntesis de los ueda atascada tan pronto como esta por llegar a la meta, o si,
conceptos, se exige aquí" que ocurra lo mismo también con el '. q ara alcanzarla a ésta, debe volver atrás muchas veces y tornar
análisis; todo lo cual es fácil, y más entretenimiento que trabajo ~tro camino; y también, si no es posible poner de acuerdob:
Sólo me queda observar algo concerniente a la impresión. los diferentes colaboradores acerca de la manera como de
Como el comienzo de ella se retrasó un poco, sólo pude recibir, ponerse en obra la intención común, entonces se pu:de :star
para revisarlos, aproximadamente la mitad de los [A XXIIJ plíe- convencido de que un estudio tal no ha tomado todavia, rn con
gos,14 en los cuales encuentro algunas erratas que no perturban, ucho el andar seguro de una ciencia, sino que es un mero
empero, el sentido, excepto la que está en la p. 379, renglón 4 tanteo; y es ya un servicio prestado a la razón, el hallar, si es
contando desde abajo, donde debe leerse especficamaue en lugar osibl~, ese camino, aunque se deba abando~~r, por vano,
de escépucamente. La Antinomia de la razón pura, desde la página ~ucho de lo que estaba contenido en el propos1to que antes
425 hasta la 461, está dispuesta a modo de tabla, y así, todo lo que se abrazara sin reflexión d
pertenece a la tests se desarrolla siempre de manera continua del [B VIII] Que la lógica ha tomado este curso seguro y~ des e
lado izquierdo, y lo que pertenece a la antítesis [se desarrolla de los tiempos más antiguos, se nota en _que desde ~nstotele~ tar
manera continua] del lado derecho; lo que dispuse así para que la ha tenido que retroceder ni un paso, si no se le quieren con
tesis y la antítesis se pudieran comp,uar entre sí más fácilmente. como mejoras la supresión de algunas sutilezas superfluas, ~
la determinación más precisa de lo expuesto; las et~ales, ern
ero forman parte de la elegancia de la ciencra, mas que de
ia se~undad de ella T,nnbién es notable en ella que no haya
27. Habrá que entender aquí· «de la posrbihdad de esa metafísica» odido tampoco, hasta ahora, avanzar ni un solo paso, y ~ue
22. Es decu, en la Critica. por tanto parezca, según todas las apariencias, estar concluida
23 Es decir, en el sistema de la metahsrca. y acabada. Pues si algunos modernos creyeron ensancharla
24. Literalmente «de las capillas» (e¡emplares de los pliegos).
16 l:'-1,vl-'lf'.Ut.L K.'\NT UÜl ICA DE LO. RAZÓN PlJRA 17
introduciendo en ella, ya capítulos psicologicos acerca de las efutivamente real. El primero es el conocimiento racional teórico;
diversas potencias cognoscitivas (la imaginación, el ingenio); ya el otro, práctico. La parte pma de ambos, ya contenga mucho o
[capítulos] metajisuos sobre el origen del conocimiento o de las poco, a saber, aquella [parte] en la que la razón determina a su
diversas e,peue; de certeza según la diferencia de los objetos objeto enteramente a pnon. debe ser expuesta previamente por
([según] el 1deah,1110, el escepticismo, etc.}; ya [capítulos! antro- sí sola, sin mezclar con ella lo que proviene de otras fuentes;
pologu»: acerca de los prejuicio, (acerca de las causa, de ellos, y pues constituye una mala economía el gastar a la ventura lo
de sus remedios), esto viene de su ignorancia de la naturaleza que ingresa, sin poder después distinguir, cuando aquella se
peculiar de esta ciencia. No hay aumento, sino deformación estanca, qué parte del ingreso puede soportar el gasto, y de
de las cíe ncias, cuando ,e confunden los límites de ellas; pero qué [ingreso] ha de recortarse éste.
el límite de la lógica esta determinado de manera muy exacta, La matemática y la fisica son los dos conocimientos teóricos
poi ser ella una ciencia [ll IX] que no demuestra estrictamente, de la razón que deben determinar a priori sus objetos; la primera,
ni expone detalladamente, nada más que las reglas formales de manera enteramente pura; la segunda, de manera pura al
de todo pensar (ya sea a p1 iori o empírico; cualquiera que sea menos en parte, luego empero también de confor midad con
el origen o el objeto que tenga; ya encuentre en nuestra mente otras fuentes de conocimiento que aquélla de la razón.
obstáculos fortuitos o naturales). La matemática, desde los tiempos más antiguos que alcanza
El que la lógica haya tenido tan buen éxito, lo debe mera- la historia de la razón humana, en el admirable pueblo de los
mente a su limitación, poi la cual está autorizada, y aun obliga- griegos, anduvo por el camino seguro de una ciencia. Pero no
da, a hacer abstracción de todos los objetos del conocimiento se ha de pensar que le haya sido tan fácil como a la lógica, en la
y Je las diferencias+ Je ellos, y [por la cual] el entendimiento, que la razón sólo tiene que ocuparse consigo misma, encontrar
en ella, 110 se ocupa de nada más que de sí mismo y de su for- ese camino real, [B XIJ o más bien abrírselo a sí misma; creo,
ma. Para Id razón, naturalmeute, debía ser mucho más difícil más bien, que durante mucho tiempo (especialmente entre los
tornar el camino seguro Je la ciencia, si no tiene que ocuparse egipcios) no hizo más que tanteos, y que esa transformación hay
solamente de sí misma, sino también de objetos; por eso tam- que atribuirla a una revolución producida por la feliz ocurrencia
bién, aquélla, como propedéutica, constituye algo así como la de un único hombre en un ensayo a partir del cual ya no se
antesala de las ciencias, y cuando se habla de conocimientos, podía errar el rumbo que se debía tomar, y la' marcha segura de
se pre,upone, ciertamente, una lógica para la evaluación de una ciencia quedó trazada y emprendida para todos los tiem-
ellos, pero la adquisición de ellos se debe buscar en las que pos y hasta las infinitas lejanías. La historia de esta revolución
propia y objetivamente se llaman ciencias. del modo de pemar, -que fue mucho más importante que el
En la medida en que en éstas haya de haber razón, en descubrimiento del camino en torno del famoso Cabo-é" y la
ellas debe conocerse algo a priori, y el conocimiento de ellas del afortunado que la llevó a término, no nos ha sido conser-
puede ser referido a su objeto de dos maneras: o bien mera- vada. Pe1 o la leyenda que nos transmite Diogenes Laeicio, quien
mente [par a] [B X] determinarlo a éste y al concepto de él (que
debe ser dado por otra parte), o bien [para], además, hacerlo
26. Los guiones en la frase «-que fue mucho más i111p01 tante [ ... ] el
famoso Cabo-» son agi egado Je esta traducción. El «Cabo» es pro-
bablernente el Cabo de Buena Esperanza, como parece indicarlo Ed.
25. Litei almente: «de la diferencia». Acad. 11, 11.
-
•8 '""'"" M'°
nombra a los presuntos descubudores de los más pequeños ¡
! CRITICA DE LA RAZ0" rt 'RA

"' . , t [B XIII] otra vez en metal, qmtándoles algo y


en ca ! - ) es a " d \
19

-
elementos de las demostraciones geométricas, [aun de aquellos ¡ dándoselo de nuevo," se encendió una luz para to os os :n
elementos] que, según el juicio vulgar, no requieren dernostra- ! vesti adores de la natui aleza Comprendwron que la ra~on sólo
ción, demuestra que la memona ele la transformación efectuada I entie~de lo que ella misma produce segun su !prop_iol p.an, que
por la primera traza del descubrimiento de este nuevo camino \ ella debe tomar la delantera con principios dC' su, JlllCIO, 5eg1.m
debe de haberles parecido extraordinariamente importante a v debe oh ligar a la natur aleza a responder a
I eyes cons t an t e S ,as1 no debe sólo· ¡¡

¡
I de¡·arse conducir por e él corno
los matemáticos, y que así se volvió inolvidable. El primero , sus prerun tas, m ' b r

que demostró el triangulo isosreles" (ya se haya llamado Thales, si fueraºl\evada del cabestro; pues de otro modo o sen, anones
o como se quiera) tuvo una iluminación; pues encontró que [B ¡ . h h - . inzun plan prevrnmente tra7ado, no
contin"entes ec a, sm m o I
XIIJ no debía guiarse por lo que veía en la figura, ni tampoco I e arti~ulan ~n una ]ev1 necesaria, que es, smpero, lo que_ a
s . - 11 do en una mano sus
por el mero concepto de ella, para aprender, por decirlo así, 1 razón busca y necesita La razon, evan . . ,,
las propiedades de ella; sino que debía producirlas" por medio l principios, sólo según los cuales los fenómen~, comodente~l
de aquello que él mismo mtroducia a prton con el pensamiento [ ueden valer por ley es, y en la otra. e~ expenmen:º· ~ue ~ a
según conceptos y exhibía (poi construcción) [en ella J, y que, Pha concebido se21.Ín aquellos [prinop10,], debe dingirse el la
o id - t pero no en
para conocer con seguridad algo a pnon, no debía atribuirle a la naturaleza para ser, por cierto, instruí a por e, a, .
' d , ¡ t O le diga cuanto
cosa nada más que lo que se seguía necesariamente de aquello Ii dad de un escolai que eJa que e rnaes r
que él mismo había puesto en ella según su concepto. ca .' . [ calidad] de un J·uez en eje1 e ício de su cai go,
qmera, sino en t ue él
La ciencia de la naturaleza tardó más en encontrar la ca- ue obliga a los testigos a responder a 1 as pregun a, q
rretera de la ciencia; pues hace apenas un siglo y medio que la ~s plantea. y así, incluso la física tiene que agrad:cer la tan
. , d 5U manera de pensar urncc1mente a
propuesta del ingenioso Baro de Verulam en parte dio ocasión a rovechosa revo 1 ucton e b · l
P . [B XIV] de bmcar en la naturaleza (no atn uir e
este descubrimiento, y en parte más bien lo estimuló, pues que la ocurrencia ; ,
ya se estaba sobre el rastro de él; [descubnmiento] que también d manera infundada). de acuerdo con lo que la razon misma
puede explicarse por una rápida revolución del modo de pensar i:troduce en ella, aquello que debe aprender de ellla, de lo cuela!
, el S -¡ por e,to a ciencra e
Aquí sólo tomaré en consideración la ciencia de la naturaleza en ella 32 por sí misma, no sa b na na a. o o . .
la medida en que está basada en principios empíricos. la ~aturaleza ha alcanzado la marcha segura_ de _una o_encrn,
Cuando Galileo hizo rodar por el plano inclinado sus esferas, mientras que durante muchos siglos no había sido mas que
con un pe5o que él mismo había elegido; o cuando Torncelli hizo un mero tanteo.
que el alfe sostuviera un peso que el mismo había pensado de
antemano igual al de una columna de agua por él conocida; o
[cuando], en tiempos más recientes, Stahl transformó metales 29 No se trata del ó'<1d~ de calcio que ~tualmtt~t~fr e:;
sino de un nombre genenco que se da a en e s
i~::~e~
un metal d l h l d la rustoria del método e x
27 En el original «el tnángulo equilátero» Seguimos a Ed Acad . 30 No sigo aquí con e'<act1tu e t o e b d
que mcorpora una col! ección de Kant, en carta a Schutz del 25 de e~~ental, CU) os pnme1 os comienzos tampoco son ien conoci os
jumo de 1787
28. Es decir. producir las mene tonadas propiedades Pero también
fi3Nota de Kant]
7 En luzar de
Ed Acad trae «concoi dantes»
«comer d entes»,
·
podría entenderse «producirla», es decir. producir la figura. 32. «Ella» es aquí prohablemente « 1 a razón»
o -
20 J.\!Mr1, ,UE.L K.A. 'iT CRITICA DE L.'.\ RAZO~, PURA
21

La metafisica; un conocimiento racional especulativo ente· para nuestra a, idez de conocimiento, no solamente nos aban-
ramente aislado que se eleva por completo por encima de las dona, sino que nos entretiene con ilusione, y finalmente nos
enseñanzas de la experiencia, y que lo hace mediante meros engaña! O bien, si sólo e~ que hasta ahora no se ha acertado
concepto, (no, corno Id marematu.a, pur aplicación de ellos a la con él, n qué seúal podemos utilizar, para tener la esperanza
é

intuición), [conocimiento] en el cual, pues, la razón misma tiene de que tras renovada búsqueda seremos más afortunados de
gue ,er su propio discípulo, no ha tenido hasta ahora un destino lo que otros antes que nosotros lo han sido?
tan favorable que haya podido tornar la marcha segura de una Yo_ ten~ría que presumir que los ejemplos de la matemática y
ciencia; a pesar de ser más antigua que todas las demás, y de de la ciencia de la naturaleza, que [B XVI] han llegado a ser lo que
yue subsistiría aum¡Lte todas las restantes hubiesen de desapa- ahora son mediante una re, olución llevada a cabo de una sola vez
recer devoradas por una bar barie que todo lo aniquilase. Pues serian suficientemente notables para que se reflexionara acere~
en ella la razón cae concinuamente en atascamiento, incluso de los elementos esenciales del cambio del modo de pensar que
cuando quiere entender a prion (según ella pretende) aquellas a ellas les ha resultado tan ventajoso, y para imitarlas, al menos
leyes que la más común experiencia confirma. En ella hay que a manera de ensayo, en la medida en que lo admite la analogia
deshacer incontables veces el camino, porque se encuentra de ellas, corno conocimientos racionales, con la rnetafísica. Hasta
que no llevaba adonde se quería ir; y por lo que concierne a la ahora se ha supuesto que todo nuestro conocimiento debía reairse
concordancia <le sus adeptos en [B XV] las afirmaciones, ella33 por los objetos; pero lodo, los intentos de establecer, mediante
está todavía tan lejos <le ella;" que es más bien un campo de conceptos, algo a puor¡ sobre ellos, con !o que ensancharía
batalla que parece estar propiamente destinado por completo nue~tro conocimiento, quedaban anulados por esta suposición.
a que uno ejercite sus Iuei La, en combate, hechos por juego, Ensaye~e, por eso, una vez, si acaso no avanzamos mejor, en
[un campo de batalla] en el que ningún combatiente ha podido los _asuntos de la metafísica, si suponemos que lo, objetos deben
tocLw1a nunca adueñarse de la más mínima posición ni fundar regirse por nuestro conocimiento, lo que ya concuerda mejor
en su , ictoria posesión duradera alguna. Por consiguiente, no con la buscada posibilidad de un conociuiienro de ellos a priori
hay duda de que su proceder ha sido hasta ahora un mero que haya de establecer algo acerca de los objetos, antes que ellos
tauteo, y, lo que es lo peor de todo, [un tanteo] entre meros nos sean dados. Ocurre aquí lo mismo que, con los primeros
conceptos. pensamientos de Copérmco, quien, al no poder adelantar bien con
é Cuál es el motivo de que aquí todavía no se haya podido la explicación de los movimientos celestes cuando suponía que
encontrar el camino seguro de la ciencia? Será acaso [un carni-
é todas,las e~trellas giraban en torno del espectador, ensayó si no
no] imposible? e De donde viene, en ese caso, que la naturaleza tendi~a mepr resultado si hiciera girar al espectador, y dejara, en
ha ya afligido a nuestra razón con la tendencia a buscarlo sin cambio, en reposo a las estrellas. Ahora bien, en la metafísica se
descanso como 11110 de sus asuntos más importantes? Aún más, puede [B XVII] hacer un ensuyo semejante, en lo que concierne
icuán poco fundamento tenemos para depositar confianza en a la uuuicián de los objetos. S1 la intuición debiese regirse por la
nuestra razón, si ella, en una de las cuestiones más importantes naturaleza Je los objetos, no entiendo cómo se podría saber a p1 iori

33. E,1e «ella» se refiere a «Id metafísica» de la que se está hablando. 35. Como si dijera: «si es que hasta ahora no se ha atinado con el
3.J Es derii : ,<]" metafísn a e,ta todav ia tan lejo, de tal concor dancia», cammo de la ciencia».
CRITICA DE LA RAZÓN PURA 23
22 IMMANUl:L KA>-;T

algo sobre ella; pero si el objeto (corno objeto de los sentidos) se Este experimento alcanza el resultado deseado. y promete
rige por la naturaleza de nuestra facultad de intuición, entonces a la metafísica, en la primera parte de ella, a saber, en aquella
puedo muy bien representanne esa posibilidad. Pero como no [parte] en que ella se ocupa de conceptos a pnon cuyos obje-
puedo detenerme en esas intuiciones, si ellas han de llegar a ser tos correspondientes pueden ser dados en la expenenoa de
conocimientos. sino que debo referirlas, como representaciones, manera adecuada a aquéllos, la [B XIX] marcha segura de
a algo que sea [su] objeto, y debo determinarlo a éste mediante una ciencia. Pues con esta mudanza de la manera de pensar
ellas, entonces puedo suponer, o bien que los conceptos mediante se puede explicar muy bien la posibilidad de un conocimiento
los que llevo a cabo esa determinación se rigen también por el a prwn; y lo que es aún más, se puede dotar de sus pruebas
objeto, y entonces estoy nuevamente en la misma perplejidad en satisfoctoria, a las leyes que sirven a prwrz de fun<lamento de
lo que concierne a la manera como puedo saber o prior, algo de la naturaleza considerada como el conjunto de los objetos de
éste; o bien supongo que los objetos, o. lo quP es lo mismo, la ex- la experiencia; dos cosas que eran imposibles con la m_~nera
periencia, sólo en la cual ellos son conocidos (como objetos dados). de proceder [adoptada] hasta ahora. Pero de esta deduco_on de
se rige por esos conceptos; y entonces veo inmediatamente una nuestra facultad de conocer a pnon se desprende, en la pnmera
respuesta más fácil, porque la experiencia misma es una especie parte de la metafísica, un resultado extraño y aparentemente
de conocimiento, que requiere entendimiento, cuya regla" debo muv contrario a todo el fin de ella, '9 [fin] del que se ocupa la
presuponer en mí aun antes que me sean dados objetos, y por seimda parte: a saber: que con ella tti nunca podemos salir de
tanto, a prton; [regla] que se expresa en conceptos a priori según
los cuales, por tanto, todos los objetos de la experiencia [B XVIII]
necesariamente se rigen, y con los que deben concordar. Por lo por consiguíente. en buscar los elementos de la razón pura en aquello
que concierne a objetos en la medida en que pueden ser pensados que se purdr confirmar o rif11tnr mrdinnfr 1111 rxperm;cnfo Ahora bien, para
la rnmprobación de las propos1c10nes de la ra~on pU!a, espenalmente
meramente por la razón, y de manera necesaria, [objetos] que, cuando se aventuran más allá de todos los limites de la expenenc1a
empero, no pueden ser dados en la experiencia (al menos tales posible, no se puede hacer experimento alguno ron los oh1et~s de ella
como la razón los piensa), los intentos de pensarlos (pues pensarlos (como en la ciencia de la naturaleza); por ronsiguiente, ello sera factible
debe ser posible) suministran según esto una magnífica piedra solamente con conceptos v con pri11rip10H111e suponemos a prior~ a saber.
:i los disponemos de t;I manera que los mismos objetos puedan se~
de toque de aquello que suponemos como el nuevo método de
considerados desde dos puntos de vista diferentes, por un Indo como o_b
pensamiento, 37 a saber, que conocernos a priori de las cosas sólo jetos de los Sf'ntidos [B XIX])" del entendimiento, para la expenenc1a;
aquello que nosotros mismos ponemos en ellas." y por otro lado, sin embargo. como objetos que solamente se p1ensa:1,
[objetos,] a lo sumo, para la razó_n aislada que sf'_ r-sfuerza por ir mas
allá de los límites de la experiencia. Ahora bien, st _se encuentra quf' al
36. Hay que entender que la expresion «cuya regla» se refier e al considerar las cosas desde aquel rloble pnnto de vista se produce una
entendimiento, como si dijera «debo presuponer en mí la regla del concordancia con el principio de la razón pm a, pero que SI ~e tomam1
entendimiento». único punto de vista. surge un inevitablf' conflicto de la razon ~om1g~
37. Litera)mente: «el ;11étodo transformado de la manera de pensar,»
misma, entonces el expei;mento decide en [avoi del ar ierto de aquella
como si dijera: «el metodo de pensar, después de los cambios intro- distmción. [Nota de Kant].
ducidos en él por la re, o lución de la rnanei a de pensar a la que antes 39. Hay que entender aquí: «contrano al fin de la metafísica». No es
se aludió». posible gramaticalmente interpretar: «fin de nuestra facultad».
38. Este método, copiado del inv estigador de la naturaleza, consiste, 40. Hay que entender: «con esa facultad».
JMW1,lA:.L l\'1\/T CRITIC' ~ DE L--\ RAlü' DL R-; ) -
-.:,

los lurures de la expeJ1enc1a posible, lo que es, empero, prec1 sido denegado a la razon especulan, a tocio progreso en este te
samente el mas esencial uueres de esta ciencra Pero en esto [B rreno de lo SUfJfct:,en:,iblt_ nos queda toda, ia el intento de f \ er]
XX] reside preC1samente el expei imento de una contraprueba si acaso no ,e encuentran, en el conoc irruento practico de ella,
de lct \ et dad del I esultado de aquella pmnerc1 e, aluacion de datos para detei rrunar aquel concepto 1 acional t1 ascendenre de
nuesu o couocuinento racional a priori, a saber, que este solo lo mcond1uonc1do, y pa1 d llegar de esa manera, cumpliendo el
:,e du ige a fenornenos, mientras que deja de lado d la cosa en deseo de la metafisn.a, m,is alla de los hrrntes de toda ex penen
:,i 1111,rna como [una cosa que es], por crer to, efectivamente eta posible con nuestr o co noc.muento a prion, [conocrrmento
real en si, pero desconocida pa1a nosotros Pues aquello que que] solo [es] posible, empero, en la rurenciou pi acnca 'r con
nos empt1J,1 nec es.u rarnente a u aspas,u los limites de la expe tal proceder, lc1 razón e speculanva nos ha procurado, para
neucia y de todo, los fenomcnos es lo tnconduionado, que la tal ensanchamiento, al mello, el lugar, aunque debio dejarlo
razon reclama, con todo derecho, necesanamente en las cosas 1aoo,) nada no s unpidc por consiguiente -ante, bien, ella
en :,i 1111:,rna:,, pMct todo condicionado, [reclamando] con ello no, lll\ ita a ello-._ [B XXII] que lo llenemos, sr podemos, con
que la seue de las condiciones sea completa Ahora bien, ,i los datos practu o, de ella "'
cuando :,e :,upo11e que nuesn o conocnrnento de expenencia En aquel enSd) o de reformar el proc.eduruenro que la me
~e I ige por los objetos [ tomados! como cosas en si mismas tafisica ha seguido hasta ahora, emprendiendo una completa
:,e encuenti a que lo mcondicionado no puede ser pensado revolucion de ella, seg1m el eJemplo de los geomet1as, de los
sin contradtccion, y ,1, poi el c011t1 auo, cuando se supone que Ul\ est1gadore, de la 11dtur aleld,
1'
consiste la tarea de esta cntJca
nuestra 1epre:,ent<1uou de las cosas, como nos son dadas, no
se nge por ellas [tomadas! como cosas en si mismas, smo que
estos objetos, como fenomenos, ,e ngen mas bien poi nuestra 12 Los guwne, en la frase , dlltes bien, ella nos 111v1ta a ello-» son
ag1egado de estd L1dducuon
I11c1TH''r<1 de representauon se encuenti c1 que la contiadicaon se
elunina, )' que, en consecuencia, lo incondicionado no debe ./3 De esct nldnera l~ le) es ceutrdles de lo, movumentos de los cue1
pos cele,te, le p10Lu1.i.1un cei teld defimtiva a .iqudlo que Copantco al
enconu ,u :,e en lus cosas, en la medida en que las conocemos cormenaJ hab1..i ,upue,tu ,olo tomo h1pote,1,, y demostraron a !<1 \ et
([en la medida en que] nos son dadas), pero :,1 en ellas, en la la fuerza mv1,1ble que eula¿a ld fal.J11ca del umve1,o (la atracc1011 de
medida en q11e no lct:, conocemos, como cosas en :,1 1111:,mas, Newton), que h.1bna qued<Ldo pa1,L s1unp1e oculta, s1 el pnmero no ,e
entonces es 111c1111fie,to q11e lo que al corruenzo solo supu:,unos hulne1 c1. atJ e\ ido a buscar lo, mo\ 1m1enlos ob,en ddo,, e.le una mc1.ne1 a
conti,ui.i. d los ,entrdos, peto ,111 eml.ic1.1go ve1dddera, no en los ob3eto,
como ema) o, [B XXI] esta fundado '1 Ahora, después que ha
del uelo, ,mo en el e,pectac.101 e.le ello, En e,te p1ologo p1esento la
1elonna del modo de pemc1.r, expue,t.1 en lc1 C11t1ld,) ,rnc1loga a aquella
h1potes1,, taml.J1en wlo Lomo lupote,1,, ctunque en el lrdlaJo 1111,mo
/! Este expeurneruo de lu i azon pu1,t tiene mucho en cornun con el de est,t demostrctdc1. no de ma11c1<1 h1potet1( a, smo apod11.,ucc1., a pa1 t11 de
lo, q1111111wj que ello, a \ eces llaman enSJ.) o de ieducaou; pe1 o que en l,111dtlll aleta ele nuest1 .i.s 1 epr e,encac,ones de espauo y de t1em po, \
gene1,d ll.uuan pioccduruento stutcuco Ll analtsts del metafisuo ,ep.i.1 o el [a pMtu] de los concepto:, eleml"'nt.tles del en1end1m1ento, [lo hago as1]
conocmueuto pt11 o a pnou en do, elementos muy heterogeneos, a saber, ,olo patd hace1 nota1 lm p11me1 o, em,11 o, de t<1l 1efo1ma que s1emp1 e
el [l onucinuento] de Id, cosas como fcnomenos, \ el de las cosas en ,1 sun h1potet1cos [\/ot,\ dt. K<1111j
mrsrnas La dialauca v uelve ,l eulaz.u lo, d ambos p,ua su coucorduncui .¡.¡ Se ha ,uge1 ido que aqu1 pod1 Id f.il1<1r un 1englon, que, 1 est1tu1do,
con l<t 1ded i ac.roua] nec esan.i de lo uicondiuonado, y encuentra que esa ddna «ensa1 o de t1 an,fonndI el pi oced1m1ento que la metahs11.,a h<t
couc.oi d.mcra nunca ,e produce Je ou a mJ.He1<1 que mediante aquella seguido hd->t.l aho1c1, \ de da1le d el!ct !et marchct segu1c1 de una cien
dtlu enci.u 10!1 !,, cual poi tanto, e, , e1 dadei d [Notd de Kant] CIJ, d} onp1ender una completa 1e,oluc10n de la metdfo,t(d, segun
IMMA\!lJEL KANT
CRITICA DE LA RAZON PURA
27
de la razón pura especulativa. Es un tratado del método, no un
sistema de la ciencia misma; pero sin embargo traza todo el uso de ellos, que están determinadas poi aquélla misma." Por
contorno de ella, tanto en lo que respecta a sus límites, como eso, también está obligada, romo ciencia fundamenta], a esta
también [B XXIII] [en lo que respecta a] toda la organización integridad, y de ella se debe 'poder decir: ni! ar/11111 reputans, si
interior de ella. Pues eso es lo que tiene de peculiar la razón quid superesset agendum. "'
pura especulativa: que ella puede y debe mensurar toda su Peros~ preguntará: ¿Qué tesoro es este que queremos legar
propia facultad según la diferencia de la manera como elige a la posten?ad con una metafísica depurada por la crítica, pero
objetos para pensar; y también [puede y debe] enumerar por ello mismo llevada a un estado inmutable) Al hacer una
completamente incluso las varias maneras de proponerse a sí rápida inspección de esta obra se creerá percibir que su utilidad
misma problemas, y así [puede y debe] trazar todo el esbozo es sólo negativa, a saber, [la de] no aventurarnos nunca, con la
de un sistema de. Ia metafísica; pues, por lo que concierne a ~azón especulativa, más allá de los límites de la experiencia; y
lo primero, en el conocimiento a priori no se puede atribuir a esa es, en efecto, su primera utilidad. Pero ésta se vuelve post-
los objetos nada más que lo que el sujeto pensante torna de sí tuia; tan pronto romo se advierte que lo, principios con los
mismo; y por lo que toca a lo segundo, ella es, con respecto c_ua!es la razón especulativa se aventura a traspasar sus propios
a los principios del conocimiento, una unidad enteramente l'.mites en verdad no tienen por resultado un ensanchamiento,
separada, que subsiste por sí, en la cual cada miembro, como smo que, al considerarlos más de cerca, tienen por resultado
en un cuerpo organizado, existe para todos los otros, y todos inevitable un estrechamiento de nuestro uso de la razón, pues
existen para uno, y ningún principio puede ser tomado con amenazan con extender efectivamente sobre todas las cosas
seguridad en un respecto, sin que a la vez se lo haya investi- los límites de la sensibilidad, a la cual ellos propiamente per-
gado en su integral referencia a todo el uso puro de la razón. tenecen, [B XXVJ y [amenazan! así con reducir a nada el uso
puro (práctico) de la razón. Por eso, una crítica que limite a la
Pero para eso la metafísica tiene también la rara fortuna, de la . ,-
que no puede participar ninguna otra ciencia racional que se pr_1mera ' es, por cierto, en esa medida, negativa; pero al supri-
ocupe de objetos (pues la lógica sólo se ocupa de la forma del mir con ello a la vez un obstáculo que limita el último uso o
pensar en general), de que si ha sido llevada por esta crítica a que incluso amenaza con aniquilarlo, tiene en verdad una
la marcha segura de una ciencia, puede abarcar enteramente utilidad positiva y muy importante, tan pronto romo uno se
todo el terreno de los conocimientos que le pertenecen, [B convence de que hay un uso práctico absolutamente necesario
XXIVJ y por consiguiente, puede consumar su obra y puede de la razón pura (el [uso] moral), en el cual ella inevitablemen-
ofrecerla para el uso de la posteridad como una sede princi- te se ensancha por encima de los límites de la sensibilidad;
pal que no puede nunca ser acrecentada; [puede hacerlo así]
porque sólo se ocupa de principios y de las limitaciones del
45. «Aquélla misma» es aquí, probablemente, la crítica recién mencio-
nada. También podría entenderse «determinadas por aquéllos mismos»,
es decir, por esos mismos principios.
46. Como si dijera: «considera que no hay nada hecho, si todavía
el ejemplo de los geómetras y de los investigadores de la naturaleza» queda algo por hacer».
(sugerencia de Erdmann en: «Lesarten», Ed Acad. III, 5fi8 ss., recogida 47 Probabl_emente haya que entender aquí que «la primera» se 1 efie-
por Schmidt). re a '.<la razon especul_at1va,, antes mencionada. Pero también podría
refenrse a «la sensibilidad».
CRíflC A ')t. , __,. RAZO,, Pl R ;
29
para Jo cual no requiere, por Cierto, ayuda alguna de la esp_e- ello la proposición absurc.a de que [B XXVII] hubiera feuo
culanva, pero debe a:,égurar:,e, sin embargo, contra la reaccion meno sin que hubiera als,.::_,' > que apareciese . ,,, _,..,¡,0 , 1- a b 1en,
. ~11
dé esta, para no caer en concraclicción consigo misma. Dene- pongamos que no se hubiese hecho la distinción que nuestra
garlé a e:,le sen u.io de la U ÍUCél la utilrdad pootllVa :,ería c_orno critica torna necesar ta, enu e las rosas, corno objeto, dt· lc1
decir que la policict no produce nmgi.rna utilidad posrnva, experiencia, y las mismas cosas, como cosas en sí nnsrnas
porque su principal ooupacron es solamente poner fren~ a la entonces el principio de causalidad, y por tanto, el mecani,m;
violencia que lo, ciudadanos tienen que temer de otros ciuda- de .la naturaleza
. en la determinación de ellas(. ~, i. de · l)e r1c:-1 ,tener
danos, para que cada uno pueda atender a sus asuntos c?n vahdez integral para todas las cosas en general, corno causas
ti ,mquihdad y segundad. Que el espacio y el t~empo son solo efic1_entes. Por consiguiente.y o no podría decir del mismo ente,
formas de la muución sensible, y por tanto, solo cond1oones p. eJ. del aln_1a humana, que su voluntad es libre, y que sm
de la existencia de las cosas como fenómenos; que nosotros, embargo esta sometida, a la vez, a la necesidad de la natura-
además, no tenernos conceptos del entenchmiento, y por tanto, leza'. es decir, que no e:, libre, sin caer en una manifiesta con-
tampoLO elementos para el conocimiénto de las cosas, salvo tradicción; pues en ambas proposiciones he tomado al alma
en la medida en que [B XXVI] pueda serles dada a estos con- en precisamente la misma significación, a saber, como cosa en
ceptos una intuición co1re:,pondiente; en consecuencia, [que] general (como cosa en sí misma); y tampoco podía tornarla de
nu podernos tener conocmuento de ningún objeto como c_osa otr~ modo, sm gue precediese la crítica. Pero si la crítica no
en si misma, sino solamente en la medida en que sea objeto esta err_ada cuando enseña a tomar al ubjeto en una doble s1g-
de la intuición se nsrble, es decir, como fenómeno, se demues- tuficacion; a saber, como fenómeno o como cosa en sí misma:
tra en la parte analítica de la CrítICa; de lo cual, p~r ciert~, se si la deducción de sus concepto, del entendimiento es acerta'.
sizue la limitación de todo conocimiento especulativo posible da,)' por tanto, también el principio de causalidad se refieie
de la razón a meros objeto, de la experiencia. Sin embargo, se solai_nente a cosas tomadas en el primer sentido, a saber, en la
hace siempre en codo ello -lo que debe notarse bien-"' la m~d1da en que son ~bJetos de la experiencia, mientras que esas
salvedad de que a eso, mismos objetos, si bien no podemos mismas [cosas] segun la segunda significación no le están so-
conocerlos también como cosas en si mismas, al menos debemos metidas, _entonces la misma voluntad [B XX.VIII] es pensada
poder pensados como tales." Pues de no ser así, se seguiría de en el fenomeno (en las acciones visibles) corno necesanarnen-
_. _ te concordante con la ley de la naturaleza, y en esa medida,
como no libre: y _por otra paire, sin embargo, al pertenecer a
.f.8. Lo, guiones en la frase «-lo que debe notarse bien-» son agregado
una cosa en si misma, [es pensada] como no sometida a aque-
de e,ta u aducción lla [ley], y por tanto, como libre, sin que con ello ocurra una
.J9 Para conocer un objeto se requiere que yo pueda demos_trar su
po,ibilidad Iva sea poi el testimonio <le la expenencia, a partir de la
ieahd"d efectiva de el, ya sea a priori; poi la razón). Pero pensar puedo
[pen,ai] lo Cjlle qmera, con tal que 110 me c.ontiadiga a rru ,mismo, es
deciI, con tal que mi concepto sea un pensanuento posible, aunque_ro empero, no precisa se~ buscado en las fuente, teóricas del conocnnien-
1~, puede estar también en las prácticas. [Nota de Kant].
no pueda a,e~1.1i .u que en el conjunto de todas las pusib1lid,1d_es a este
[mi concepto] le c01 i e,pon<le, O no,_ un objeto. Pero pai a at11buu le a :;O. Juego de palabr as en e_l 01 ig1mtl; como si dijera: «la P' oposu.rón ab-
t,d concepto \ ahdez ob¡euva (posibilidad real, ) ,1 q~e la primera e_ra surda de que hubiera apanenua sm que hubiera algo que apareciese».
,olamenLe la [pm1bilidad] lógica), se requiere algo mas. Este algo mas, 57. L decir, en la determinación de las cosas.
CRITICA DE LA RAZÓN PURA 31
30 IMMAMJEL KANT

contradicción. Ahora bien, aunque yo no pueda conocer me· pensada v no necesito entenderla más; v [sólo necesito! que
<liante la razón especulativa (y aun menos mediante observa· no pong~: pues, obstáculo alguno en el ca~ino del mecanismo
ción empírica) a mi alma, considerada desde esta última natural de una y la misma acción (tomada en otro respecto),
perspectiva, y por tanto tampoco [pueda conocer] la libertad entonces la doctrina de la moralidad consen,a su lugar. Y la
como propiedad de un ente al qut> atribuyo efectos en el rnun- doctrina de la naturaleza también [conserva] el suyo, lo que
do sensible, porque a tal ente debería conocerlo como deter- no habría ocurrido si la crítica no nos hubiera enseñado p1 e-
minado en lo que concierne a su existencia, y sin embargo no viamente nuestra inevitable ignorancia en lo que respecta a las
en el tiempo (Jo que es imposible, porque no puedo poner cosas en sí mismas, y no hubiera limitado a meros fenómenos
ninguna intuición bajo mi concepto), puedo, sin embargo, todo Jo que podemos conocer de manera teórica. Esta misma
pensar la libertad, es decir, la representación de ella no contie- consideración de la utilidad positiva de los principios críticos
ne, al menos, contradicción alguna en sí, si queda establecida de la razón pura se puede mostrar con respecto al concepto
nuestra distinción crítica de las dos maneras de representación de Dios y de la naturaleza simple de nuestra alma; lo que por
(la sensible y la intelectual) y la limitación que de allí se sigue, brevedad no hago aquí. Por consiguiente, ni siquiera puedo IB
de los conceptos puros del entendimiento, y por tanto, de los XXX] suponer a Dios, la libertad ni la inmortalidad, para el uso
principios que de ellos dimanan. Ahora bien, si la moral pre- práctico necesario de mi razón, si no le sustraigo a la vez a la
supone necesariamente la libertad (en el más estricto sentido) razón especulativa su pretensión de cogniciones exuberantes,
como propiedad de nuestra voluntad, al aducir a priori princi- porque para llegar a éstas ella debe servirse de principios t~les,
pios prácticos originarios que residen en nuestra razón, como que, por alcanzar, en realidad, sólo a objetos de una expenen-
data de ella, 32 [principios] que sin la presuposición de la [B cia posible, cuando se los aplica, si_n e1:1bargo, a ~quello_ que
XXIXJ libertad serían absolutamente imposibles; [y si] la razón no puede ser un objeto de la expenencrn, lo convierte~ s1e~-
especulativa hubiese probado, sin embargo, que ésta no se pre efectivamente en fenómeno; y así decl~ran que es m~pos1
puede pensar de ninguna manera, entonces aquella presupo- ble todo ensanchamiento práctico de la razon pura Debí, por
sición, a saber, la moral, necesariamente debe ceder ante tanto, suprimir el saber, para obtener lugar para la fe; y el dog-
aquella otra cuyo contrario contiene una contradicción mani- matismo de la metafísica, es decir, el prejuicio de avanzar en
fiesta, y en consecuencia, la libertad, y con ella la moralidad ella sin crítica de la razón pura, es la verdadera fuente de todo
(pues lo contrario de ellas no contiene contradicción alguna, el descreimiento contrario a la moralidad, que es siempre muy
si no se ha presupuesto ya la libertad) deben dejar el lugar al dogmático. - Por consiguiente, si no puede ser difícil, con _u_na
mecanismo de la naturaleza. Así. empero," puesto que para la metafísica sistemática compuesta según la pauta de la crítica
moral no necesito nada más, sino sólo que la libertad no se de la razón pura, dejarle un legado a la posteridad, éste no es
contradiga a sí misma, y que por tanto pueda al menos ser una dádiva poco estimable; ya sea que se tome en cuenta el
cultivo de la razón mediante la marcha ~egura de una ciencia
en general, en comparación con el tanteo sin fundamento y
52. Habrá que entender que «de ella» se refiere aquí, bien a la «liber- [con] el frívolo [B XXXI] vagabundeo de la misma [razón] sin
tad», bien a «la razón especulativa» antes mencionadas. Una'referencia
a «voluntad» no es posible gramaticalmente crítica, o [que se tome en cuenta] el mejor empleo del tiempo
53. Como si dijera: «de la manera como lo explica rrn doctrina, en por parte de una juventud ávida de saber. que en el habitual
cambio».
32 CRlf/C',-. DE L-'\ f<AlO\ PUR.;
. 33
dogmatismo recibe tanta estimulación, y tan temprana, para P?r la meptitud del entendimiento cornú
sutilizar cómodamente acerca de cosas de las que nada entien- especulación tan sutil· si ant bi n humano para una
• , , < es ren por lo
de,)' sobre !et, cuales tampoco entenderá nunca nada, así como pnmero, la disposición que tod ,h que respecta a lo
nadie en el mundo [ha entendido], o para dedicarse a la inven- raleza, [di~posiciónJ c¡ue h· o ser umano nora en su natu
ci011 de nuevos pensamientos y opiniones, descuidando así el <tce que no pueda -
con lo temporal \'corno [· 1 J fi . contentarse nunca
a go insu ciente , ¡ d ·
aprendizaje de ciencia, bren fundadas; pero sobre todo si se de su completa determinación)", ha debido. dS i~posiciones
toma en cuenta la inestimable ventaja de poner término para ducír la esperanza de u , .r . o, por si sola, pro-
na oiaa futura, si e I
siempre a todas las obJec1une~ contra la moralidad y la religión segundo, !a mera [B XXXIII) , '. . '. n o que respecta a lo
de manera socratu.a, a saber, mediante la clarísima prueba de • • expos1c10n J el ¡
en contraposición a tocias las p t . c ara e os deberes,
Lt ignorancia de los adversarios. Porque alguna metafísica ha [ha debido, por sí sola PI'O,d -r~ elns10ne_s de las rnclinaciones,
, ucu / a con · ¡
habido siempre en el mundo, y siempre se encontrará quizá si finalmente, por lo ue to , ' nencia e e la libeuad; y
c1lg1111a en él mas adelante; pero con ella se encontrara también la belleza y la provid~nc1·a cu a ¡~ tercero, el magnífico orden,
una dialecuca de Id razón pura, porque ella le es natural. Es, que ~e presentan el
en l a naturaleza por sí sol /h d bi por ro as partes
poi consiguieute, el primero y el más importante asunto de la ' os, an e ido JJ d . J l
un sabio y grande Creador del mundo. [ t o ucir a fe en
filosofía, el de quitar le a ella, de una vez para siempre, todo han debido producir po - l l o, si todos estos motivos]
r Sl so os a convi , · - .
mllu¡o pe1Jud1cw.l, cegando la fuente de los errores. el público, en la medida e11 ll iccion extendida en
A pesar de esta importante mudanza en el cctrnpo de las · que e a se basa f' d
racwnales, entonces nos O-1 O el . en , un amentos
ciencias, y ele la perdida que debe sufrir la razón especulativa, que d mdemne esa ·, .
que a d emás gana estimación l < poses10n, sino
en las posesiones que hasta aquí imaginaba tener, todo lo que adelante, aprenden a 110 d ,dporque as escuelas, de ahora en
a ~u 1carse as' ·,
concierne a los [B XXXII] asuntos humanos universales y al que concierne al interés huma . r rnismas, en un punto
provecho que el mundo extrajo hasta ahora de las doctrinas de . no umversa] u , · t ¡· .
supenor v más arnpl¡ , na m e igencia
/ ' ia que aquella q 1 ¡ .

r .
la 1 azón pura, peunanece en el mismo estado ventajoso en el para nosotros ele] ue a mu titud (diana
. , mayor respeto) ued 1 "'. _ '
c¡ue -iempi e estuvo, y la pérdida atañe sólo al monopolio de las con la misma facilidad· fa rende e. a canzar tambren
escuelas, pe1 o de ningún modo al tnterés de la humanidad. Le pre· entonces, al cultivo de' eysa p 1 n a hm1_t?[se IÍnicamente.
s e emoslrac10 ·
g1111to al dogmático más inflexible: da prueba de la perduración comprensibles y suficientes P l nes umversalrnente
ara os propós't ¡
de nuestra alma después de la muerte, por la simplicidad de danza toca entonces meramente a la I os_ mora es. La mu-
lit substancia; la [prueba] de la libertad de la voluntad en con- de las escuelas que en este (, ' s pretensrnnes arrogantes
' J como por otra , .
n aposición al universal mecanismo, mediante las distinciones en muchos otros asuntos] . . ' < pai te, con Justicia,
qu1s1eran ser te id ,
sutiles, dtmque impotentes, ele necesidad práctica subjetiva y conocedoras y depositarias d t I d ni as por las únicas
e a es ver ades el ¡ ,
objetiva; o 01e11 la [pr ueba] ele la existencia de Dios a partir del e I uso comunican al públ' , e as que solo
concepto de un Ente i ealísimo ([a partir] de la contingencia de reo. conser vando para sí la clave de
lo mudable y de la necesidad de un primer motor) han llegado
}lll1ás ,d público después que salieron de las escuelas, y han
podido tener la más mínima influencia sobre la convicción de
5.J. Como si dije1 a: «(Lomo a] 'º, i.e I10 . l . .
ble! S1 esto no ha ocun ido, 111 puede tampoco esperarse nunca, damence todas las piedi,po- g 1 a c anza p.ira 1e,d1za1 cumpli-
·¡ StCJUJlt'S a¡Jt,tudes · j
que e es y en lo que él debe ,ei )» , ) e o tes presente, en lo
34 IMMANlJEl KANT CRITICA DE LA RAZON PURA
35

ellas (quod mecum nesctt, solus uult sare tnderñ. s; Sin embargo, se La crítica no se opone al proceder dogmático de la razón en
ha atendido también a una [B XXXIV] pretensión más justa su conocimiento puro como ciencia (pues ésta debe ser siem-
del filósofo especulativo. Él sigue siendo siempre el depositario pre dogmática, es decir, estrictamente demostrativa a partir
exclusivo de una ciencia que es útil para el público sin que éste de principios a priori seguros), sino al dogmatismo. es decir, a
lo sepa, a saber, la crítica de la razón; pues ésta nunca puede la pretensión de progresar únicamente con un conocimiento
llegar a ser popular, pero tampoco necesita serlo; porque así puro por conceptos (el [conocimiento] filosófico), de acuerdo
como al pueblo no le entran en la cabeza los argumentos con principios como los gue la razón tiene en uso desde hace
sutilmente elaborados en apoyo de verdades provechosas, tiempo, sin investigar la manera y el derecho con que ha
así tampoco se le ocurren las igualmente sutiles objeciones llegado a ellos. El dogmatismo es, por tanto, el proceder dog-
contra ellos. Por el contrario, como la escuela, e igualmente mático de la razón pura, 1mprevia crütca de fa [acuitad propia de
todo hombre que se eleve a la especulación, incurre inevita- ella. Esta contraposición, por eso, no pretende favorecer a la
blemente en ambos, aquélla está obligada a prevenir de una superficialidad verbosa que lleva el nombre pretencioso de [B
vez por todas, mediante sólida investigación de los derechos XXXVI] popularidad, ni menos al escepticismo, que condena
de la razón especulativa, el escándalo que tarde o temprano sumariamente toda la metafísica; antes bien, la crítica es un acto
tocará también al pueblo, originado en las disputas en las que, provisorio necesario para la promoción de una metafísica rigu-
sin la crítica, inevitablemente se enredan los metafísicos (y rosa como ciencia, que necesariamente debe ser desarrollada de
como tales, al fin, también los eclesiásticos) y que terminan por manera dogmática y sistemática ,egún la más estricta exigencia,
falsear sus doctrinas mismas. Sólo por ésta puede cortárseles y por tanto, conforme, al uso escolástico (no popular); pues esta
la raíz al materialismo, al fatalismo, al ateísmo, al descreimiento de exigencia que se le impone. de que se comprometa a ejecutar
los librepensadores, al fanatismo y [a la] superstición, que pueden su tarea enteramente a priori, y por tanto, a entera satisfacción
ser universalmente nocivos, y por fin también al ulealtsmo y de la razón especulativa, es [una exigencia] indispensable. Por
al escepttctsmo, que son peligrosos más bien para las escuelas, consiguiente, en la ejecución del plan que la crítica prescribe,
y difícilmente puedan llegar al publico. Si los gobiernos [B es decir, en un futuro sistema de la metafísica, deberemos"
XXXV] hallan conveniente ocuparse de asuntos de los literatos, seguir alguna vez el método riguroso del célebre Wolff, el
sería mucho más adecuado a su sabio cuidado de las ciencias y más grande de todos los filósofos dogmáticos, quien dio, el
de los hombres el favorecer la libertad de una crítica tal, sólo primero, el ejemplo (y por ese ejemplo llegó a ser el fundador
por la cual las elaboraciones de la razón pueden ser llevadas del espíritu de precisión en Alemania, [espíritu] que aún no se
a un suelo firme, que patrocinar el ridículo despotismo de las ha extinguido) de cómo, mediante el establecimiento de los
escuelas, que levantan un ruidoso griterío sobre peligro público principios de acuerdo con leyes, [mediante] distinta determi-
cuando alguien les desgarra sus telarañas, de las que el público, nación de los conceptos, [mediante] comprobado rigor de las
empero.jamás tuvo noticia, y cuya pérdida, por tanto, tampoco demostraciones, b mediante] prevención de saltos temerarios
puede nunca sentir. en las conclusiones, se haya de emprender la marcha segura
de una ciencia; quien, también, precisamente por ello, fuera

55. «Aquello que no sabe cuando está conmigo, pretende que se crea
que lo sabe cuando está solo». 56. Literalmente: «debemos».
CRITIL-, DE L'I R'llU'. f'l RA
37
3b
lo, neo, 11111111110, pct1a llegar al todo de i zon pura
">p1..u,d,1 u lle .tplo pai d ponei en e,e e~tado d une, ciencia
cierne la a v a

t
,e retroceda desde el tudu [pues cambien e~te e.sta dado en ,,1
lülltu t., Id I11d.tlh1u1 ,1 ,e le hubiera ocurrido piep,u,tr,e el
por la mtenuon ultuna dL ella en lo pracru o] hasta e ada una de
lt: 1, ~ no pi L \ .uncnu. mediante la cntu.a dt l 016.tno, a saber,
las partes, pue, el em,l) u de carnbiar aun solo !et ma, pequend
d, 1" i<11<1n pu1<1 [ti\.\.\.\ l l] 1111,rna, dcücienc ia que no ha}
pa1 te mt1 oduLe 111med1c1tctmente contr,td1cc1ones no solo del
que au iuuu it. tanto a el cuanto ,d mudo de peih,ll dogmat1co
de ,u epoL,, \ <ob: e la cual lo, filósofos de su tiempo, asi s1,tema, ,1110 de la razon Lumanct U!11\ et 5dl Pe1 o en l.1 erpmu wn
ha\ toda\ 1a mucho que hacer, ven e5to he mtentado, con e~ta
< ,,11HJ lo- de todos los tiempos p1eledente~. no nenen nada
ed1c10n mejoras que tienen por finalidad remedrM, \ala mala
L1ue icpttH h.u se. unos a otros Quienes rechdzan su metodo y
comp1 ens1011 de la EstetKa, especialmente ld del concepto
ti uJ "LLdn j "rnpeto c1 la \ eL, el p1 ocedirrueuto de la c r iuca de
del tJempo, ) a la oscundad de la deducuon de lo, concepto,
t,1, 11011 tJlll .:t 11u putdLn tener otra inrenc ion quL la de librarse
del entendm11ento,) a la presunt.1 carencia de una e,1denua
Lle 1,,, uc1c1,11 1, d, l.t t,lllllW) con, ertu el ti abajo en 3uego, la
,uhuente en l,t, p1 ueba, de lo, pi mc1pws del entendun1ento
L, ru.z.. en o¡,1tum, , la filosofía en filodoxra
puro \- a, por hn, la mctlc1 l!lterp1 etac10n de lo, paralog1smo,
Pu, Lo 1¡11t locu a esta '"bunda edu ion; no he querido como
q..1c preceden a la p,1colog1a rc1c10nal Hastd .1h1 (a ,aber, ,olo
e, JlbW d-J'll º"" 11 la ocasión de c.orregrr, en la medida de lo
hcLsta el final del prnne1 Ldp1tulu de la [B XX-XIX] d1alect1Ca
pu,1 Jle la d•fiuilt,ides \ las o,CUI idade-, de las que puedan
trau,cendent,d\ ) nu mas llegan 1111, cc1mbw, del modo de ex
h.. ,, 1 ,ui ,.11, d01111,1, mte i pi etc1uones erradas que han hecho
po,1uon '' porque [B XI J !:'! uempo me era esca,o,) [porque]
t,u¡;eLcll LJcl'Lcl no s111 culp,1 nua, el hombres pe1sp1c<1ces, al
¡u¿0M e-ie hbr» r-o e.ucontre nada que cambiar en las p1opo
,1u,H,e'- n•1,n1--t,, 111 en sus deu10,trctc10ne,, ni tctmpoco en la J8 Cumo ad1oon prop1ame1llL tal, <1unc¡ue ,olu en el modu de demos
¡(11t,hl m ,u l 1 •1ceg11dctd del plan, lo que ha de atnbuuse en tlduon ,olo puedu menuun.ir Lt que he heLho en la p 2í) con una
nue," rdutauon del tdealDmú ¡i,1cologico \ con una p1 uebd n¡,uros t \
p<1tlL 21 1,1,¡,,, L'-...u11Lll ,1 que )O las habia ~umeudo antes de segun u eu uruLa po,1ble del 11 ecthddd obJetn d dc Id mtmc1on e,teind
pi t,cut"du d 1 ¡.,ublico, \ en pJ.1 te ,1 la pe.culiai cousutucion Por mu> mocuo que pueda ,e1 c.ons1derado el 1d< ctlt,mo con 1especto
de l.i c ,,et 111 srna et saber, a la naturaleza de una razón pura d h, fines e,eIH..Idle, de la metafü,1ca lo que en, e,dad el no e, ,1oue
t,1H ud,lll\ 1 Lllll Lo11ne11e UB<L \e1d,1dera estructura orgarnca siendo un e,Landctlo de lc1 filowha,) de lc1 1 <1.LO!l hµmana um, ersal que
det .u o d1.. l.i LU,d u.do e, org,rno, e, decu , (donde] todo e,la para deb<lmo, adm1llr solo wb1 e l t b.;.;.e de una 17eencza la ex1stenoa de !d.S
co,ctS fue1c1 de nowtro, ,de lcl> que obtenemo, toda lc1 mdtella de los
1111,, v [B \. \. \. \ 111] Lada lelementol singular e,ta pa1ct todos, y conoum1e11lu;, mdu,o pc11 c1 uue,u u senlidu 111terno1 > que s1 a dlgmen
pu1 t.uuu .um l l mas mu urna debihdad, 7a sea un enor (yerro) se le ucun e poner!d en duda no pudc1mu, opuuerle nmgunc1 pn1eba
o u11 1, ,11u1uct 111e\ 1tctblemenle debe ponerse de maiufiesto en ,,tt1,fctUona Comu en lc1, e><¡nes1one, de la p1ueba de,de el renglon
d uso l, n l I c1 rn11JLHc1l.i1hd,1d ,e aíu mara este sistema, e~pero, te1Le10 hd.Sta el sexto, ,e enLuentrd dlguna o,Lundctd I uego camb1a1 ese
pa,a3e <le e,ta mane1,1 <EJo pt1manente no puede empuo jeJ u,w wtwuon
t.u nb u- n de aqu1 en adelante 0,0 e, la vanidad l.t que JL1,t1fica
eu 11u Puo tudw lvs fundameutu1 1il dttemu1w1w11 dt mz t wtenua que pu¿Jo,
t~,a u mhc1111 , nua sino la mera e, idencia, producida por el enwntrane en 11u ;on representa110ni;j ) Wl!W tales requieren a su , e::., alf!,o
L ,pet une 11tu ele lc1 1611,1\da<l de lo, re,ultado,, ) a se partct ele permanente diferente de ellm 1011 nferrnaa a lo wal pu,da Jet dete11nuwdu el
cambw de ellaJ y por tanto 1111 e\1..1temia rn el lielllpo lll d qul ellas w!llbwn,
Conua est.t p1uLbc1 p1esu1111blementc. se dua tengo cum1enua de mane1a
1nmed1c1l.i solo de c1quello qUt e,u e'l mt, es deui ele 1111 rep1esmtauon
JI I'i uu 1bkm, rue h l\ 1 que entender iqu: <dnte, de p1e,entct1 el
de cusc1, ex1crnc1s en cun,ecu, m 1,1 sigue qued,llldu ,rn dec1du ,1 dCdsO
lrot u ,u..,uu1u t de l,uil uid 1elu;::,1dd poi ''llhm1dt
38 IMMANL'EL KANT
CRITICA DE LA RAZO\ PL·RA
39
con respecto a lo restante no se me había presentado tampoco
hay. o no, fuera de mí algo que le corresponda. Pe10 yo {B XL) tengo ningún error de comprensión de los examinadores entendidos
conciencia de mi extstmaa en el tiempo (v por consiguiente, también de e [B XLI] imparciales, quienes, aunque no pueda mencionar-
la deterrninabilidad de ella en éste) gracias a una experiencia interna, y los con los elogios que merecen, [B XLII] apreciarán por sí
esto es más que tener conciencia meramente de mi representación, y mismos, en los debidos lugares, el cuidado con que he tomado
es idéntico, empet o. a la conciencia empnica de mi existrnaa; la que sólo
sus observaciones. Con esta mejora está enlazada, empero,
es determinable mediante una referencia a algo que, [estando] enlazado
con mi existencia, está fuera de mí. Esta conciencia de mi existencia en una pequeña pérdida para el lector, que no se podía evitar sin
el tiempo está, pues, enlazada idénticamente con la conciencia de una hacer al libro demasiado voluminoso; a saber, que diversas
relación con algo fuera de mí; y es, por tanto, experiencia, y no ficción. cosas que no eran esencialmente necesarias para la integridad
sentido. y no imaginación, lo que conecta de manera inseparable lo del conjunto, pero cuya falta algún lector, sin embargo, podrá
externo con mi sentid~~ interno; pues el sentido externo es, ya en sí,
referencia de la intuición a algo efectivamente existente fuera de mí v la lamentar, porque podrían haber sido útiles en otro respecto,
realidad de él. a diferencia de la imaginación, se basa solamente en q;t~ él han debido ser suprimidas o expue,tas de manera abrev iada,
está inseparablemente enlazado ron la experiencia interna misma, romo para hacer lugar a mi exposición actual, que espero que sea
condición de la posibhdad de Pila; 10 quP ocurre aquí. Si con la conciencia más comprensible; [exposición) que en PI fondo no cambia
intelectual de mi e-cistencia, en la representación Yo SO)', que acompaña absolutamente nada en lo que concierne a las proposiciones e
todos mis juicios y todas las acciones de mi entendimiento, yo pudiera
enlazar a la vez una determinación ele mi existencia mediante mtuirion incluso a las demostraciones de ellas, pero que en el método
inteledual. entonces no se precisaría necesariamente para ella {para la de exposición se aparta tanto, aquí)' allá, de la anterior, que
determinación de mi existencia, Trae! ] la conciencia de una relación con no se la podía intercalar [en ella]. Esta pequeña pérdida que,
algo fuera de mí. Ahora bien, aquella conciencia intelectual precede. por de quererlo, se puede subsanar mediante la comparación con
cierto, pero la intuición interna, sólo en la cual mi existencia puede ser la primera edición, queda compensada con creces, espero, por
determinada, es sensible, y está ligada a una condición de tiempo; pero
esta determinación, ) con ella la experiencia interna misma, depende la mayor comprensibilidad. En diversas publicaciones (a veces
de algo permanente, que no está en mí, y [que] por consiguiente, [está] en ocasión de la reseña de algunos libros, a veces en tratados
sólo en algo fuera !B XLI] de mí con respecto a lo cual debo pemarme especiales) he observado, con agradecida satisfacción, que el
en relación; por tanto, la realidad del sentido externo está enlazada ne- espíritu de profundidad no se ha extinguido en Alemania, sino
cesariamente con la del interno, para la posibilidad de una experiencia
que sólo ha sido tapado, durante breve tiempo, por el griterío
en general; es decir, la conciencia que tengo, de que ha)' cosas fuera
de mí, que se refieren a mi sentido, es tan sPgurn como la conciencia del tono de moda, [que es el] de una [B XLIII) libertad de pen-
que tengo, de que yo mismo existo determinado en el tiempo A cuáles
intuiciones dadas les corresponden efectivamente objetos fuera de mí
que pertenecen, por tanto, al sentido externo, al cual, y no a la imagi-
nación, han de atribuirse, [es algo que] debe establecerse en cada caso, embargo a algo permanente, quP debe, por tanto, ser una cosa distinta
sin embargo, según las res-las por las que se distingue la experiencia de todas mis representaciones, y externa, cu:va existencia está incluida
en general (aun la interna), de la imaginación, teniendo s1emp1 e por neresanarnente en la drterminacuin de mi pi opia existencia, y constituye,
fundamento la proposición de que hay ef ectivarnente una experiencia con ésta, sólo una única experiencia, qtH' no tendría luga1 ni s1qu1e1 a
externa. Se puede añadir aquí todavía esta nota: la representación de en lo interno, si no fuera [en parte) a la vez externa. El úómo;, [con
algo permanente en la existencia no es lo mismo que una representación mayúscula y sin bastardilla en el 01iginaL Trad ] no tiene aquí ulterior
permanente: pues ella ruede ser muy mudable y cambiante, como todas explicación, así corno tampoco [la tiene] cómo es que pensamos, en
las {representaciones nuestras, incluso las de la materia, y se refiere sin general, lo estable en el tiempo, cuya simultaneidad con lo cambiante
produce el concepto de alteración. [Nota de Kant].
CRfTIC.; ()[ LA q,;zo,\ PL,RA
41
samieuto con visos de genialidad; y que los espmosos senderos escrito, e,pecidlrnente en el que procede e11 d. lib .
de la crítica, que llevan a una ciencia de la razón pura que es · ,· · ¡ 1~curso 1 re sr
pasdJes ais «dos, arrdncddos de su contexto ce c·ci111p ,
[, rencia] conforme al uso escolastico, pero corno tal es la única , [ , , v aran unos
con otros, estas apdrentes contradicciones) arrojan sobre el es
duradera, y por eso, sumamente necesar ia, no han impedido cuto una luz des , t'lltdJOsa a oios Jl' quien se fía d l . . .
c1 los espíritus animosos )' esclarecidos adueñarse ele ella. A , • . J e jurero ajeno;
pero son muy fáciles de resolver para quien se ha adi - do
e~tos hombres rner itorios, que enlazan con tanta felicidad la de la relea en su conjunto. Con todo si tina t
t ·. , .. , ., ,
e, . "?"
eona tiene consis-
o
profundidad de la inteligencia con el talento de una exposición 1.
encia, a c1cc10n) la reacuon que al comienzo la amenazaba
luminosa (que bien sé que no poseo) les dejo [la tarea de] per- con grave pelroro c ¡ · , . ' ,n
. o , on e tiempo solo sirven para limar sus
Iecc ionar mi elaboración, aquí y allá todavía defectuosa en lo
~s~ere~as; y ,in en también para procurarle en breve tiempo
que atañe a la última; pues en e:,te caso el peligro no consiste
a eseable eleganua, si hombres imparciales, mteli entes r
en ser refutado, sino en no ser entendido. Por mi parte no pue- verdaderamente populares se ocupan de JI g )
do, de aquí en adelante, entregarme a controversias, aunque . b
Kontgs e o.
eig, en el mes de abril de 1787.
prestaré cuidadosa atención a todas las indicaciones, ya sean
de an11go5 o de adversarios, para utilizarlas en el futuro desa-
110110 del sistema conforme a esta propedéutica. Como durante
e~tm trabajos he llegado a una edad bastante avanzada (este
mes entro en mi sexagésimo cuarto año), ;,, debo ser ahorrativo
en el uso del tiempo, si quiero realizar mi plan de publicar la
metafísica de la naturaleza y la de las costumbres, corno con-
firmación del acierto de la crítica de la razón especulativa y de
l<t [razón] práctica; y tanto el esclarecimento de [B XLIV] las
oscuridades que en esta obra son casi inevitables al comienzo,
como la defensa del conjunto, [debo] esperarlos de los hombres
meritorios que la han hecho suva."" Todo discurso filosófico es
vulnerable en pasajes aislado" (pues no puede presentarse tan
acorazado como el [discurso] maternatico}; mientras que la
esti uctura orgánica del sistema, considerada como unidad, no
corre con ello ni el menor peligro; sólo pocos tienen, cuando
[el sistema] es nuevo, la destreza de espíritu [necesaria] para
cousider arlo en su conjunto; y aún menos tienen gusto en
hacerlo, pmque a ellos toda novedad les resulta importuna.
También es posible espigar aparentes contradicciones en todo

39. Como si dijera: «en este mes cumplo sesenta) tres años».
60. Habrá que entender: «que han hecho suya esta obra».
f 43

1
1 {A XXIII)

CONTENID0''
1

1
!!
Introducción 1

I. Doctrina elemental transcendental 17


Primera parte. Estética transcendental 19
1 ª sección. Del espacio 22
2ª sección. Del tiempo 30

Segunda parte. Lógica transcendental 50


l ª división. Analítica transcendental en
dos libros, y los diversos capítulos y
secciones de ellos h4

2ª división. Dialéctica transcendental en dos


libros, y los diversos capítulos y
secciones de ellos 293

{A XXIV)

II. Doctrina transcendental del método 705


Capítulo 1 ~ La disciplina de la razón pura 708
Capítulo 2~ El canon de la razón pura 795
Capuulo 3~ La arquitectónica de la razón pura 832
Capítulo 4~ La historia de la razón pura................. 852

67. Este índice se encuentra solamente en la primera edición. Los rnime-


ros de las páginas aquí mencionados son los de esa edición de 1781.
45

f.\ I /
INTRODUCCIÓN62

L -\
IDL nr t x r n oson , tR.-\,~cE,DE1'.I-\l

e.:>-pe1ienud es, sin duda, el pnmer producto de nuestro


entendimiento, l uando el elabora l,t mate na bruta de las
sensaciones sensibles Pi ecisamente por eso, es la pnrne1 a
instruccion, y, en bu] p10greso, es tan inagotable en nuevas en
señanzas, que las \ idas con. arenadas de tudas l,ts ge11erdc1011es
!u turas no sufiu an nunca l.t Ialt., de nuev os l onocnrnentos que
puedan ser cosechados en e~te suelo Sin embargo, ella 110 es,
ru con mucho, el uruco c.tmpo éI1 el que se puede encerrar?' a
uuesu o entendnmento Nos dice, por cier to, lo que e\.1ste, pero
no, que ello deba ser nece san.unente ,b1,) no de otra manera
Por eso mismo, no nos pruporuona verdadera uruversahd .d,
) la razon, que es tan av 1dd de esd especie de couor.uruentos,
[Al] con ella queda mas excitada que Sd~1;,fecha Ar,01d bien,
esos conocinneutos universales que tienen a la vez el carácter
de la necesidad mtema deben ser clai os y ciei tos por st mismos,
independientemente de Id e\.penenua, poi eso, se los llama
conocurnentos a prum, mientras que por el coutr aI10, aquello
que simplemente se torna de Id eY¡:>tcne11c1a, como se suele
der ir, se conoce solamente a po:iíu tou; o emp1ncamente

62 E,, L, uiu oduccron de l<l pnme,a edrcion, que en mucha, pMtes


concuercla con la de la st>gund<L l.idic.u ernos esus conu.idencras en
l.i> notas
ó3 Lne: almente «en el que ,e ¡,ued.i lzm1t,u »
IMMANUEL KANT CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA 47

Ahora bien, se muestra -lo que es extremadamente no- el entendimiento en el campo de los fenómenos. Allí, aun co-
table-t>4 que incluso entre nuestras experiencias se mezclan rriendo el peligro de errar, preferimos arriesgarnos a todo: antes
conocimientos que deben tener su origen a priori y que quizá que abandonar investigaciones "" i~p~rtante_s, Eºr motivo de
sólo sirvan para darles coherencia a nuestras representaciones algún reparo o por menosprecio o md1ferenna. ..
de los sentidos. Pues aunque de las primeras se elimine todo lo Ahora bien, por cierto que parece natural que no se enJa
que pertenece a los sentidos, quedan sin embargo ciertos con- ensf'guida, tan pronto como se ha abandonado el suelo de ~a
ceptos originarios, y ciertos juicios generados a partir de ellos, experiencia, un edificio, con conocimientos qu~ ~e posee~ s1'.1
que deben de haber nacido enteramente a priori, independien- saber de dónde proceden, y confiando en el crédito de pnnc1-
temente de la experiencia, porque hacen que uno pueda decir pios cuyo origen se descono~e, sin_asegi~rars: previa~ente d~
-o que, al menos, crea poder decir-,'-; acerca de los objetos que los fundamentos de él'" mediante mvest1gac1ones cuidadosas,
se aparecen a los se1;tjdos, más de lo que la mera experiencia y [parece natural] que por consigiüente se haya plantea?º _hace
enseñaría, y que [algunas] afirmaciones contengan verdadera ya mucho tiempo la pregunta de cómo ~uede el ~ntend1m1ent~
universalidad y estricta necesidad, que el mero conocimiento llegar a todos esos conocimientos a przort, y que alcance, que
empírico no puede suministrar. validez y qué valor puedan ellos tener. !A4] En efecto, no hay
Pero lo que es aún más significativo es esto: que ciertos nada más natural, si por esta palabra?" se entiende aquello
conocimientos incluso abandonan el campo de todas las [A3] que debería acontecer de manera justa y razonable; pero si Se
experiencias posibles, y tienen la apariencia de ensanchar, entiende por eso lo que habitualmente sucede, ent~nces nada
mediante conceptos a los que no se les puede dar ningún ob- es, por el contrario, más natural_ ni más com_rrens1ble que el
jeto correspondiente en la experiencia, el alcance de nuestros que esta investigación haya debido quedar sm hacer durante
juicios, más allá de todos los límites de ésta.?" larzo tiempo.7º Pues una parte de estos conocimientos, los
Y precisamente en estos últimos conocimientos que se salen ma~emáticos, está desde antiguo en posesión de la confia-
del mundo sensible, [conocimientos] en los que la experiencia bilidad, y por ello permite también a otros [conocimientos]
no puede suministrar ni hilo conductor, ni correctivo alguno, una expectativa favorable, aunq~e éstos s~an de n~turaleza
residen aquellas investigaciones de nuestra razón que consi- enteramente diferente. Además, sr se ha salido del círculo de
deramos, por su importancia, las principales, y cuyo propósito la experiencia, se está seguro de no ser contradicho_" ~or la
final tenemos por más elevado que todo lo que pueda aprender experiencia- El aliciente de ensanchar uno ~us conoc1m1entos
es tan grande, que uno sólo puede ser detemdo en su progreso

64. Los guiones en la frase «-lo que es exn emadamente notable-» son
agregado de esta traducción. 67. Aquí se inserta en la segunda edición (B 7) un breve pasaje que
65. Los guiones en la frase «-o que, al menos, crea poder decir-» son daremos en su lugar.
agregado de esta traducción. 68. Es decir, de los fundamentos del edificio recién mencionado.
69. En lugar de «si por esta palabra», en la ~egunda edición (B 7) dice
66. El pasaje que comienza «Pero lo que es aún más significativo»
(A 2 al final) )' que termina «El añadido de un predicado tal produce, «si por la palabra natural». _ ._
entonces, u_n juicio sintético» (A 7 al final) coincide con un pasaje 70. En lugar de «durante largo tiempo», en la segunda edición (B 8)
correspondiente de la edición de 1787 (B), salvo pequeñas variantes dice «largamente».
que se registrarán en notas. 77. En Jugar de «contradicho», en la segunda edición dice «refutado».
IM:v!AM,EL l<ANT
CRITICA DE LA R;\ZÓr, f'URA
49
por una clara contradicción con la que tropiece. Pero ésta se
consiste en la descomposición de los conceptos que ya po-
puede evitar, si uno hace sus invenciones con cuidado; sin
seemos, de los objetos. Esto nos suministra una multitud de
que por ello dejen de ser invenciones. La matemática nos
conocimientos que, aunque no sean más que esclarecimientos
da un ejemplo brillante, de cuán lejos podemos llegar con el
o explicaciones de aquello [A6] que ya había sido pensado
conocimiento a pnon; independientemente de la experiencia.
en nuestros conceptos (aunque de manera todavía confusa),
Ahora bien, ella se ocupa de objetos y de conocimientos, sólo
son apreciados como cogniciones nuevas, al menos, según la
en la medida en que ellos se puedan exponer en la intuición.
forma, aunque según la materia, o el contenido, no ensanchan
Pero esta circunstancia fácilmente pasa inadvertida, porque los conceptos que tenemos, sino que sólo los despliegan. Puesto
la mencionada intuición puede ser ella misma dada a priori, que este procedimiento surnirustra un efectivo conocimiento
y por tanto apenas se diferencia de un mero concepto puro. a priori; que tiene un progreso ~eguru y provechoso, entonces
Estimulado" por semejante prueba del poder de la razón, (AS] la razón, pretextando esto," introduce subrepticiamente, sin
el impulso de ensanchamiento no reconoce límites. La ligera advertirlo ella misma, afirmaciones de especie muy diferente,
paloma, al surcar en libre vuelo el aire cuya resistencia siente, en las cuales la razón añade a prior1.,¡; a los conceptos dados,
podría persuadirse de que en un espacio vacío de aire le podría otros enteramente ajenos, sin que se sepa cómo llega a ellos,
ir aun mucho mejor. De la misma manera, Platón abandonó el
y sin pensar siquiera en plantearse esta" pregunta. Por eso,
mundo sensible, porgue opone al entendimiento tan variados quiero tratar, ya desde el comienzo, acerca de la diferencia de
obstáculos." y ~e aventuró en alas de las ideas más allá de él, estas dos especies" de conocimiento.
en el espacio vacío del entendimiento puro. No advirtió que
con sus esfuerzos no ganaba camino, porque no tenía apoyo
De la diferencia de los juicios analíticos
resistente sobre el que afirmarse, como si fuera un soporte, y al
y los sintéticos
cual pudiera aplicar sus fuerzas, para poner al entendimiento en
movimiento, Pero es un destino habitual Je la razón humana En todos los juicios en los que se piensa Ja relación de un
en la especulación el acabar su edificio lo más pronto posible, sujeto con el predicado (aunque yo sólo consider e los afirmativos;
y sólo después investigar si el fundamento de él estaba bien pues la aplicación a los negativos es fácil) esta relación e~ppsible
asentado. Entonces se aducen toda especie de pretextos para de dos maneras. O bien el predicado B pertenece al sujeto A
conformarnos con su buena construcción, o para evitar una como algo que está contenido (ocultamente) en' ese concepto A;
pi ueba tardía y peligrosa. Pero lo que durante la edificación o bien B reside enteramente fuera del concepto A, aunque está
nos libra de cuidados y de sospecha, y nos adula presentando- en conexión con él. En el primer caso, llamo analítico al juicio;
nos una aparente firmeza de los fundamentos, es lo siguiente: en el otro, [A7] sintético. Los juicios analíticos (los afirmativos)
Una gran parte, y quizá la mayor, de la tarea de nuestra razón son, por tanto, aquellos en los cuales la conexión del predicado

74. Es decir, con el p1 etexto de que el procedimiento de análisis


72. E11 lugar de «estimulado», en la segunda edición {B 8) dice «ar i e- suministra efectivos conocimientos a pruni.
barado». 75. En lugar de «añade a priori», en la segunda edición (B 10) dice
7J. En lugar de «opone al enteuduniento tan variados obstáculos», en «añade, -y lo hace a priori-»,
la segunda edición (B 9) dice. «impone al entendimiento hrnuaciones 76. En lugar de «esta», en la segunda edición (B 10) dile «una tal».
tan esti echas». 77. Literalmente; «de esta doble especie».
CRITICA DE LA RAZO'- PURA 51
50 IMMANliEL KANT

En los juicios empíricos, o de experien_cia, no hay con esto


con el suje~~ es pensada por identidad; pero aquellos en los que
dificultad alguna. Pues esa X es la expenenoa completa del
e_sta_c?nex10n es ~ensada sin identidad, deben llamarse juicios
objeto que pienso mediante un concepto A, {concepto] en el
smte~1co~-- Los pnmeros podrían llamarse también juicios de
que consiste sólo una parte de esa experiencia. Pues aunque
exp~1cac10n, y los ot~os, juicio, de ensanchamiento; porque
yo no incluya en el concepto de un cuerpo en general el
aq_uellos.' con el predicado, no añaden nada al concepto del
predicado de la pesantez, ese [concepto] designa empero la
sujeto, srno que solamente lo desmtegran, por análisis, en sus
experiencia completa por medio de una p_arte de ella. [parte] a
conceptos parciales, que estaban pensados ya en él (aunque de
la cual, por tanto, yo puedo añadir todavia o~ra_s partes de esa
mane~a confusa); p_or el contrario, los últimos añaden al concepto
misma experiencia, que tienen su lug~r propio Junto a aquella
del S~Jeto ~n predicado que no estaba pensado en él, y que no
primera [parte]. Puedo conocer pre~·iamente el concepto del
h~bna podido obtenerse mediante ningún análisis de él; p. ej. si
cuerpo de manera analítica por medio de las caractensticas de
digo: todos los cuerpos son =xtensos, éste es un juicio analítico.
la extensión, de la impenetrabilidad. de la figura, etc , las cuales
Pues no necesito salir del concepto que enlazo con la palabra"
cuerpo, para encontrar conectada con él la extensión; sino que todas son pensadas en ese concepto. Ahora bi:n, ~o emancho
mi conocimiento, y al volverme hacia la expenenoa, de la cual
[necesito] solamente descomponer aquel concepto, es decir, sólo
había extraído ese concepto de cuerpo, encuentro, conectada
!ne~esito] hacerme consciente de lo múltiple que siempre pienso
siempre con las características anteriores, también la pesantez.
en e~, _para encontrar en él ese predicado; es, por tanto, un juicio
Por consiguiente, la experiencia es aquella X que reside_ foern
anahtJc~. Por el contrario, si digo· todos los cuerpos son pesados,
del concepto A, y en la cual se funda la posibilidad de la síntesis
el predicado es algo enteramente diferente de lo que pienso en
el mero concepto de un cuerpo en general. El añadido de un del predicado de la pesantez, B, con el concepto A. . .
[A9] Pero en los juicios sintético, a pnon este ~auxilio falta
predicado tal produce, entonces, un juicio sintético. 1
por completo. Si he de salir fuera del concepto A, para cono·
~~ora bien, de aquí resulta claro:" 1) que mediante juicios
cera otro, B, como enlazado con él, ¿qué es aqué!lo en lo qu~
analíticos no se ensancha nuestro conocimiento, sino que !AS]
me apoyo, y por lo cual se hace posible la síntesis. pu:s a~u~
s~ despliega el concepto que ya poseo, y se lo hace compren·
no tengo la ventaja de buscarlo en el campo del~ expenenoa.
sible f;lfª mí mismo; 2) que en el caso de los juicios sintéticos
Tómese la proposición: Todo lo que acontece tiene_ su causa.
debo tmier, además del concepto del sujeto, algo diferente (X)
En el concepto de algo que acontece pienso, por cierto, ':ma
en lo cual se apoya el entendimiento para conocer un predica·
existencia, a la que le antecede un tiempo, etc., y de alli se
do que no reside en aquel concepto, como perteneciente sin
embargo a éPn pueden extraer jutcios analíticos. Pero el concepto ~e una causa
indica algo diferente de lo que acontece, y no est~ contemdo
en esta última representación.~2 ¿Cómo llego a dec1r, de lo que
78. En lugar de «con la palabra cuerpo», en la segunda edición (B JI) en general acontece, algo entnamente diferente de ello, )' a
dice «con el cuerpo»
79. El pasaje que comienza· «Ahora bien, di' aquí resulta claro» {A 7
al final), y que termma «en la cual se funda la posibilidad de la síntesis
de p1edicad? de la pesantez, B. con el concepto A» (A 8 al final) se aquel concepto, pertenece, sin embargo, a él».
encuentra solo en la primera edición En la segunda (B) aparece en 87. En lugar de «si he de salit fuera_ del ~oncepto A», en '.~ segunda
su lugar otro texto. edición (B 12/13) dice «s1 he de IT mas alla del concepto A_ · ,
80. Como si dijera: «para conocer que un predicado que no reside en 82. Esta frase fue corregida por Kant en la segunda ed1oon (B 13).
( 101 tl A U!: L-\ R..;zo,, rL R.-\ 53
52
conocer el concepto Je las e ilusas como perteneciente a ellos, propio género) por medio de una somera Circunscripción, sino
aunque no este contenido en ellos?"! ¿Qué es aquí la X sobre determinarlo, de manera c ornpleta y suficiente para cualquier
lc1 que se apo) a el entendimiento cuando cree encontrar, fuera uso, en un sistema, de acuer do con sus fuentes originarias, sus
del concepto de A, un predicado ctjeno d él, que sin embargo di. isiones, su alcance ) su-, luuites. Baste lo c!11. ho, por ahora,
esl,l conectado con el :"" No puede ser la e xpei ieucia, porque acerca de lo peculiar de lo, juicros sintéticos. '"
el principio mencionado añade esta segunda representación"; a De todo esto resulta ahor a la idea de una ciencia particular,
la primera, no solamente con mayor universalidad de la que _la que puede servir de ci ític a de la razón pura. [.'\11] Se llama
expe1 iencia puede suministrar, sino también con la expres1on puro todo conocimiento que no está mezclado con nada
Je la nec.esidad, ) por tanto, enterarne11te a pno11) por meros extraño. Pero en par ticul,l! se llama absolutamente puro un
conceptos '"Ahora bien, en tales principios sintéticos'. e_s decir, conocimiento en el que no ha} mezclada n111g1ma experien-
prmcipios de ensanchamiento, descansa todo el propos1to final cia ni sensación, el cual, por tanto, es posible enteramente a
[.\ 10] de nuestro conocimiento especulativo a prwri; pues los priori. Ahora bien, la razón es !et facultad que suministra los
analíticos son, por cierto, sumamente impoi tan tes y necesarios, principios del conocimiento a prion;" Por eso, razón pura es
pe1 o solamente paia alcanzar aquella distinción _de los concep- aquella que contiene lo, pi incipios para conocer algo absolu-
tos que se exige para una síntesis segura y amplia, [entendida] tamente a priu,i. Un u1gano1t de la razón pura sería el conjunto
corno una constr uccióu" efectivamente nueva. de aquello, priucipios segun los cuales se pueden adquirir y
P01 consiguiente, hay aquí cierto misterio escondido," y sólo pueden ser efectiv amente establecidos todos lo, conocimientos
lc1 solucron de él puede hacer seguro y confiable el progreso en puros a priori. La aplicación detallada de un tal organon propor-
el ilnrutado campo del conoumiento puro del entendimiento; clonar ia un sistema de la razón pura. Pe1 o como esto es pedir
a saber, descubrir con la debida universalidad el fundamento mucho, y toda vía no ,e ha establecido si acaso, en general, es
de J.1 posibilidad de los juicios sintéticos a prunt; entender las posible semejante ensanchamiemo'" de nuestro conocimiento,
condiciones que hacen posible cada una de las especies de ellos; y en cuáles caso, e, posible, entonces podemos considerar a
y no car actenzar todo este conocimiento (que constituye su una ciencia del mero enjuiciamiento de lct.rc,tzón pura, de sus

89. El p.isaJe que comienza «Poi c onsrguieute, h.iy aquí ciei lO misterio»
83. Esta piegunt,t se modificó en la segunda edición (B 13). y que termina «Baste lo dicho, por aho: a, acei ca de las peculiaridades de
8../.. Esta piegunta fue modificada en la ,egu11da edición (B 13). lo, JUiuo; sintéucos-, lue sustituido en la segunda edición por un largo
85. En el origiual. «rep1e,entacio11es». Seguimos a Ed. Acad. pa,aJe que corrueuza en B 11 con el utulo «V En roelas las ciencias teóricas
86. La h ase que comienza «No puede ser la expe1 iencia ... » fue modi- de l.i razón .. »)'que termina ell B :n con las palabras «un ci ecirrnento
fiLa<l.i en la ,egunda edición. próspero )' Iructífei o» Después de esto, do, pasajes diferentes vuelven a
87. En lugar de «consn ucción», la segunda edición (B l-í ) dice «ad- coincidu las dos ediciones, salv o que la segunda añade títulos e inri educe
quisición». otras pequeñas mcdificaciones que indicaremos en su lugar.
88. S1 a alguno de lo, <1ntiguo, se le hubiera ocurrido aun tan sól.o 90. El pasaje que comienza «De todo esto resulta ... » y que termina «que
pl.uuear esta p1 egunta, ella sola habi ía ofi ecido poderosa res1stenc'.a sumuustra los principios del couocinuento a p, iori» fue mu} acortado
a todos lo, sistemas de la razón pura, hasta nuestro uernpo , )' habría y modificado en la segunda edición (B '.2-!).
ahou ado así muchos mtentos vanos que fueron emprendidos a ciegas, 97. En lugai de «es posible semejante ensanchamiento», la segunda
,111 saber de qué se ti ataba propiamente. [Nota de Kant]. edición (B '.2.5) dice: «es posible .rquí un ensanchamiento».
54 IMMAM 1EL KANT CRrrtCA DE LA RAZOI'< rURA
55

fue~tes Y de sus límites, como la propedeullca del sistema de la exponerse, tanto analítica como sintéticamente, el sistema
razon pura. Una [ciencia] tal no se debería llamar doctrina [de completo de la filosofía de la razón pura, ya consista en la
I~ ra~~n p~raJ, sino solamente crüu a de la razón pura, y su uti- ampliación o en la mera limitación de los conocimientos de
lidad sen~ verda~era~ente sólo negativa; serviría, no para el ella. Pues que esto es posible. e incluso, que un sistema tal no
ensanchamiento, sino solo para la depuración de nuestra razón puede ser de gran extensión, de modo que se puede esperar
~ la mantendría libre de errores; con lo cual ya se gana muchí'. acabarlo por completo. [e, algo que] se puede ya de antemano
simo, Llamo transcendental a todo conocimiento que se ocupa evaluar. considerando que aquí el objeto no es la naturaleza
en general, no tanto de objetos, como de nuestros conceptos de las cosas, que es inagotable, [A 13] sino el entendimiento
a =: de [A~ 2] objetos.
0~
Un sistema de tales conceptos se que juzga sobre la naturaleza de las cosas, y aun éste, a su vez,
sólo en lo que respecta a su conocimiento a priori; objeto cuyas
llama na filoso.fin transcendental Pero ésta, a su vez, es demasiado
para el comienzo. Pues, como una ciencia tal debería contener riquezas" no pueden permanecemos ocultas, puesto que no
~e r:ianera com~leta tanto el conocimiento analítico, como el precisamos ir a buscarlas afuera; y según todo lo que se puede
smte~c_o a ~rzorz, " ella, en la medida en que se refiere a nuestro presumir, ellas son suficientemente pequeñas como para que
propósito. tiene demasiada extensión; ya que nosotros podemos se las recoja íntegramente, se las juzgue según su valor o falta
llevar el_ análisis solamente hasta donde es imprescindiblemente de valor, y se las aprecie correctamente."
nec_esan_o parn entender en todo Sll alcance los principios de

1~\
~mt_es1s -~ prwn, que son el motivo de nuestro trabajo. Esta Il. DIVISJÓ;'\; DE LA FILOSOFÍA TRANSCEN[)ENTAL
est~gac1~~' que no podemos llamar propiamente doctrina,
sino solo cnti~a transcendental, porque no tiene por propósito La filosofía transcendental es aquí sólo una idea.?" para la
el e~sanc_~armento de los conocirmentos mismos, sino sólo la cual la crítica de la razón pura tiene que trazar todo el plan
rectíficación de ellos, y debe suministrar la piedra de toque arquitectónicarnente. es decir, a partir de principios, garan-
del valor o de la falta de valor de todos los conocimientos a tizando plenamente la integridad y la seguridad de todas las
priori; es aquello de lo que nos ocupamos ahora. Una crítica piezas que constituye.'?" ese edificio.'?' Esta crítica no se llama
tal es, por cons!guiente, una preparación, si fuera posible, para ya ella misma filosofía transcendental solamente porque para
un organo!z; y si esto no se alcanzare, al menos para un canon
de ellos;" según los cuales," en todo caso, alguna vez podrá
26) dice: «según el cual».
97. Literalmente: «cuya provivión». Seguimos a Trernesaygues y
92. En la segunda edición (B 25) se explica: «su utilidad en lo que Pacaud.
respecta a la especulación». 98. En la segunda edición {B 27) se inserta aquí un breve pasaje que
93. Esta_ frase, con la definición de «conocimiento transcendental» daremos en su lugar. Después de él, el texto sigue igual para las dos
fue modificada en la segunda edición (B 25). ' ediciones, excepto por las diferencias que señalaremos.
94. También podría ente:1d:rse: «deber ta contener a priori; de manera 99. En lugar de «es aquí sólo una idea», en la ~egunóa edición (B 27)
completa, tanto el conoc1m1ento analítico, como el sintético». dice «es la idea de una ciencia».
95. Probablement: haya que entender aquí· «de esos conocimientos a 700. En la segunda edición se corrigió: «constituyen»
priori». Pero también se podría entender: «de la razón pura». 101. En la segunda edición (B 2i) se intercala aquí la frase: «Ella es el
96. Es decir: segun ese organon o ese canon. En la segunda edición (B sistema de todos los principios de la razón pura».
CRII IC, , E L.\ RALO\ Pl R.\
57
ser un sistema completo debeua contener tarnbren un analisis una filcsofia de ]d r,1L.011 pu1 a meramente especulan, a Pues
tod I
detallado de todo el Lonou1111ento humano a prw, 1 Ahoi a
refier o P' acnco, en la medida en que contiene 1110\ de, e ' se
bien, nue,t1 a cnuca, por cieno, debe pone1 a la v ista cambien e a senruurentos, lo, cuales se cuentan entr e I f
una e nurne.i auon completa de todo, lo, conceptos pnm1t1\ os empn icas del conoc umenm as uenres
que con~t1tu) en el rnenuonddo conoum1ento puro Pero ella
,e absucne, razonablemente, del anahsis detallado de estos
conceptos mismos corno también de la reseña completa de los
destth:t;l~:~~d~ ~~5~1:~~~ ::::r~: ~~
tonces aquella [di\ 1,1011] t 'que ahora
dr, ision de esta ciencia
sistema edn general, en
exponemos ebe co t
det \\ ad o, de ellos, en parte, poi que ese anahsis no [A 1-lc] sena primeramente una doctruui de los elementos d 1 11 enei
en ¡ l e a razón pura )
o por tu no, '> d que no presenta la dificultad que ,e encuentra en segunc O ugar, una doctrina dlf nuiodo [de ell I C d '¡
la ,u1te,1s, poi motivo de la cual, propiamente la cnuca entera estas partes prmcipales tendna su, subdiv i,1011;~ cu: o: ~lnadc e
e,1,u. ', en pa1 te, porque sena r.ontrai io .:t Id umd,td del plan Pmemos, ,111 em bar 1,0,
u
no pueuen.1
exponerse aqm ' roda1 \ ld mSoloa
el a;,u11111 l<.1 re,po11sdbil1ddd de la integridad de un anahsis ) ~1rt>ce ser necesauo, como uitr oJucc1011 o adv ertenua reh
de una decluc cion ,emeJantes, [1espomc1btl1dad] de la que uno mar, esto que ha, dos t1 onces del conocmuento hu!an
podr Id estar e xmudo en lo que respecta a su p1 oposito Esta que qmza broten de una raiz con.un, dUJ1que desconocida e o,
mtegndad, tanto del analisis como de l.t deduccion a partlí de ~lolwtlros, ab5dber sens 1bd1Jad) enundmuauo, por el p1 nn:r~::
coru.epu» a p11011 que se ,um1111,t1aran en lo futuro, es, por su ~ 0~ os o jetos nos son d. d
pa1 te faul de Lompletar, con tal que, ante todo, ellos existan Ahora bien en I d da os, 'y por el segundo, son pensados
' d me i a en que la sensibihdad
corno pnnup1os detallados de la sintesis, y no les falte nada
~;J~et:ntac;~:1es a p1 w11 en las qt e consisten las co~~1:~~~!:
Je lo que concierne <t este P' opmito esencial cua nos son dado, ob¡etos ella erte
A !u cnuLa Je la razon purd pertenece, ,egu11 esto todo lo que filo,of1a t1<tnsce11Jental La 1 :-\. 16J d ' p necera a la
1 • uu1 ma t1 a11scendental d
const1tu) e l<t hlosotia t1 anscendental.y ella es la idea completa de does tent\dos debend pertenecer a la pnme1 a parte de la c1e11c1 ~
l,t filosofía n anscendental, peto no es, todavia, esta ciencia misma,
los ~~ e ementos, por que ld5 cond1uones, solo bclJO las cual e:
prnque en e l anahsts solo llt·gc1 hasta donde es preC1so para el ~etos ,on (ictdu, ,d couoc1m1ento humano d
en¡u rciauuento e ompleto del conocirmento smtetico 11 prw11 aquellas baJo lc1s cuc1le, ello, ,on pensc1dos ' prece en a
\quello a lo que p11nup,tlmente ha) que prestar atención
en la J1\ 1,1011 de 1111<1 ciencia tal, es que no deben introducirse
Loncepco, que c.orueugan nada emp111co, o bien, que el co cer I que le1 mma ,debe1 ic111 sei e t
modificada en la ,egund.1 ed1uo11 ; ~~1,';,sJ)p1 esupue;to; en ella, fue
nocinuento a pnou ,ed enteramente puro Poi eso, ,t pe,<L1 de
103 L a [Mldb1 a «mO\ de;» ,e e>.p1 e, i en - Id
c¡uic lo, pi mc1p10, supremos de la mor ahdad, )' lo, Lonceptos
tundarncruales de ella, son conocuruentos a pr Wll, [ \ 1.5] no per
tenecen a ld filosofía L1 ansc oudental, porque lo, concepto, de
pal,,b1a Lllld t1aduu.wn lue l
segunda ed1uon con u11.1 c11\t1
010101 es"
:ein
'1 d p11me1d ed1c1on con u11c1
"~11 «memo, mulo1e;",} en la
p ' ' ( 1..) '' 'aducuon hte1 al send «1 e,01 tes
placer) d1spldLU, de lo, apetito, e rnd111<1.uone,, del albedno, 10./ Con la e>.p1 e,1011 en te ¡ d
etc , que son todo, de 011gen emp1nco, deberian ser entonces 1u1ade Ruhden, \Iou,bu coi\iete; « i,t;wn" ,eguuno; una con1e
c11t1ca que ú1u1c1 e>.ponem1og;~1 ,unu1en pod11,t entende1,e «..tquella
p1 esupuestos en ella tu. Por eso, la filoso ha trdn,cendent.:tl es
IOJ L1te1dlmente una duct1111a elemental
1~6d En lug<.11 de «l.i, cond1uo11e, b<1JO ¡ t cu,tl, J
/02 L<.1 f1,t,t que cormenz.i po1qut lo, cullLLplm d, pl<1Le1) displ : 2 ~ Ke , ]d condiuon b,ljü l.i cu,tl d ;egunda ed1uon 1B
59

!BIJ
INTRODUCCIÓN107

l. DE L1\ DlFERFNCL\ DEL CONUCll\llF~Tn


PURO Y EL DIPlRJCO

N
o hay duda de que todo nuestro conocimiento comienza
por la experiencia; pues si no fuese así, ¿ qué despei ta ría
a nuestra facultad cognoscitiva, para que se pusiera en ejercí·
cío, si no aconteciera esto por medio de objetos que mueven
nuestros sentidos, )' en parte producen por si mismos repre-
sentaciones, y en parte ponen en !TIO\ imienro la actividad de
nuestro entendimiento para compararlas a éstas, ronectnrlns
o separarlas, y elaborar así la materia bmta de las imp: e:,101w,
sensibles )' hacer de ella un conocimiento rle obJelos, que se
llama e x periencia? Segun el /7emj)o, pues, nmgun conor irnicnto
precede en nosotros a la experiencia, y con ésta comienza todo
[conoomiento).
Pero aunque todo nuestro conocimiento comience ron la
experiencia, no por eso stuge todo él de la experiencia Pues
bien podría ser que nuestro conocimiento de experiencia fuese,
él mismo, un compuesto formado por lo quP recibimos median-
te impresiones, ) lo que nuestra propia facultad cogno,citi\ a
(tomando de las impresiones sensibles sólo la ocasión pa1 a ello)
produce por 5Í misma; ) este añadido no Jo distinguimos de

707 E, la mn oduccion de la segunda edicion, que en muchas par-


tes comcide con la pnme1a En Ja5 notas mdicarnos c omcidenc ias 0
d1, et genc1as.
CHJ I ICA Dl I A RAZON PURA 61
60
- f 1d·u11ental sino cuando un prolungado no está mezclado nada empírico Así, p. ej., la proposición:
aquell,1 [BLj rnate11,1 lll ' . . . bre él )' nos ha dado lc1 toda mudanza tiene su causa. es una proposición a priori, pero
eje re icio nos h,t llamado Id atencion so e , no pura, porque mudanza e, un concepto que sólo puede ser
h<1lilltcl.1d para separarlo. pm ¡0 menos 1equiere extraído de la experiencia.
Pu1 con,13rne11te, es una cue~t1on 4ue o . e puede eles-
. . · · más preosa, Y que n ,
tud.1, ia UtM 111ve5ltgduon . . .· encia la [cuestión] de lI. EST..\~105 E.'i PO~l:.Slt lN DE CIERTOS CONOC!'.!IENTOS
id ,uulap1nneraapan ,, .
¡.1ad1ar en ,egu1 . d ~ég , t O mdepen
di t de la experiencia y aun
1en e ' , A l'RIOJU, Y AUN EL ENTENDI~l!ENTO
,1 hay tal cunuurn1en I tidos Tales WIWlL//tW!lOS se CU.\!l "\
1
SO C ..\RECE NU.'iCA DE ELLOS
nes de os sen 1 · '"

ele todas las impres10 º de los enipu uos, que tienen sus
llaman a p1w11, y se d1,Lmouen . .: Se trata aquí de una característica gracias a la cual poda-
aber en la expenencia.
fuente, ti po:,te, un 1, · a s, , d· ia sttficientemente rnos distinguir, con seguridad, un conocimiento puro de uno
0 no e5 to a, 1c
Aquell,1 e"p1e,1on, empelr , t l 'on1pldo de manera ade- ernpn ico. La experiencia nos enseña, por cierto, que algo está
. d, 1onar e ,en ll o" . .
deLenn111a d a p,u .i t., o d '"º p de ale unos conoc1m1entos constituido de tal o cual manera; pero no, que no pueda ser de
· l tea a · ue, " ' o
cuc1da a L1 l ue5uon P an · .. , suele decir que somos on a manera. Por con'>iguiente, si ~é encuentra, en primer lugar,
. - de la expenenc1a ~e
denv,1do, Je tuentes ·t· ipamos de ellos a prton, una proposición que sea pensada a la vez con su necesidad, ella
el llos O que pai 1c1 , .
a p, w11 c.i paces e e ' . i' t nc11te de la experiencia, es un juicio a pno1 i; ,i ademús no es derivada sino de alguna
d ,J · nos mrnec ta ai id
oornue no 1 os e ucu . bargo hemos obtem o que a su vez es válida como proposición necesaria, entonces
r -1 l · sal que sin ern u ,
sino de una reg a umvers
. · ..\ , de a gu1en qu
l : e socavase los cimientos
e
es [una proposición] absolutamente a priori. En segundo lugar. la
de la experiencia .. ,1, l b . lndo a tn iori que ella se experiencia nunca le~ da a sus juicio5 universalidad verdadera,
d -e oue pudo 1a er '>d r . .
de su casa, se re ·1 .
. . . de 'lf no
.
p1eu,<1
.• b: eSfJerar la expenenoa
a
o estricta, sino sólo supuesta o comparativa (por inducción);
'end1 iu ,1 1 )ajo' e5 e ' P - ta npoco no día saber esto, de modo que propiamente debe decirse: en lo que hemos [B"4]
. . te -1yera ero I r
de que elect1v,unen ec . Pu ie los cuerpos son percibido ha,ta ahora, no se encuentra excepción alguna de
ente a prwrl. es 4l ·
sin embc11 go, entera1D 1 , trae el apoyo, e~lo tendua esta o aquella regla. Por tanto, ;;i un juicio es pensado con uni-
oe'>ado,, )' qut' caen cuando ,e e~ sus_ -·· ver.,alidad estricta, es decir, dt• tal manera, qµé no se admita,
r bi ¡ . l poi expenenci,L
q ue haber losa. . le o an e'>, ¡0 que ,1,rue . no enten<le1emos por como posible, ninguna excepción, entonces no es derivado de
Pur con,1gu1ente, en 11 . ~L1euen luaar independien· la experiencia, sino que es válido absolutamente a priori. La
. .
conoc11n1enlo~ a
pi 1011 aque os que .
o
. . [B::l] sino los c¡ue uenen
.
universalidad empírica es, pues, sólo una incrementación arbi-
d ella expe11enc1.1, A
ternenle e esta o ,tqu d d· ·neriencia en absoluto. traria de la validez, a partir de aquella que vale en la mayoría
d. t nente e lo a ex,
lugar in depen ie n e1 . . . píricos o sea aquellos que de los casos, a aquella que vale en todos ellos; corno p. ej. en
, ¡ . conocunrntos ern , . E
ellos ~e oponen o, d -·. poi· expe1ienc1a. ntre la proposición: todos los cuerpos son pesados; por el contrario,
stenon e, ecir, '
sólo son pos1 b l es a P o 11: e puros aquellos en lo, que mando la universalidad esL1icta pertenece esencialmente a un
. .
lo, conoorn1ento, a p, w1 ¡ arnans
juicio, ella señala una particula1 fuente de conocimiento de él,
a saber, una facultad del conourniento a prwn. La necesidad y
------- la untu"ción, pod1í,1 entende1se
1011. S1 ,e nwdd1ca1 a hge1 amentJe· p l el ;,entiull rnmpleco de la
. d d l aJecud amen e
rarnbién: «pa1 a e;,ic,u .
O
ad 109 Como si dijera «el sentido común».
cuesuóu p1'rntead,1». As1 Ed. Ac .
62 IMMANL'FL l<A 'IT
CRÍTICA DE LA RAZON PURA 63

la universalidad estricta son, por tanto, señales seguras de un las cuales ella procede fueran siempre empíricas, y por tanto
conocimiento a priori, y son también inseparables una de la contingentes? por eso, difícilmente se les pueda otorga1 a éstas
otra. Pero como en el uso de ellas'!" a veces es más fácil mos- el rango de principios primeros. Aquí podemos, empero, con-
trar la limitación empírica de los juic ios, que la contingencia formarnos con haber expuesto el uso puro de nuestra facultad
en ellos, o también a veces es más convincente mostrar la cognoscitiva como un hecho.junto con las caracte risticas de él.
universalidad ilimitada que nosotros atribuimos a un juicio, Pero no solamente en juicios, sino incluso en conceptos, se pone
que la necesidad de él, por ello es aconsejable servirse por de manifiesto un origen a priori de algunos de ellos. Eliminad
separado de los dos criterios mencionados, cada uno de los poco a poco, de vuestro concepto empírico de un cuerpo, todo
cuales es, de por sí, infalible. lo que en él es empírico: el color, la dureza o blandura. el peso,
Es fácil mostrar que hay efectivamente, en el conocimiento incluso la impenetrabilidad; queda, sin embargo, el e,pacio que
humano, tales juicios .necesarios y universales en sentido es- él (que ahora ha desaparecido por completo) ocupaba; y a éste
tricto, } por tanto, juicios puros a priori. Si se desea un ejemplo [B6] no lo podéis eliminar. De la misma manera, si elimináis
tomado de las ciencias, basta considerar todas las proposiciones de vuestro concepto empírico de cualquier objeto. corpóreo
de la matemática; si se desea uno tomado del uso más vulgar o no corpóreo. todas las propiedades que la experiencia os
[BS] del entendimiento, puede serv ir para ello la proposición enseña, no podéis quitarle, sin embargo, aquellas por las cuales
de que toda mudanza debe tener una causa. Y en esta última lo pensáis como substancia o como inherente a una substancia
[proposición] el concepto mismo de una causa contiene tan (aunque este concepto contiene más determinación que el de
manifiestamente el concepto de una necesidad de la conexión un objeto en general). Así, constreñidos poi la necesidad con
con un efecto, y [el concepto] de una estricta universalidad de la cual este concepto se os impone, debéis admitir que él tiene
la regla, que (ese concepto de causa] se arruinaría por completo a priori su sede en vuestra facultad cognoscitiva.
si, como lo hizo Hume, se quisiera derivarlo de una frecuente
concomitancia de lo que acontece con lo que [lo] precede, y Il I. LA F!LO~OfL\ TIENE NECESIDAD DE l'NA CIENCIA Ql'E
de la costumbre (y por tanto, de una necesidad meramente DETERMI:,.;E L-\ POSIBILIDAD, LOS PRINC'!PIOS Y El. ALCANCE
subjetiva) allí originada, de conectar representaciones. Y aun DE TODOS LOS CONOCI~IIENTOS A PRIORI
sin tener necesidad de tales ejemplos para probar la efectiva
realidad de principios puros a prwri en nuestro conocimiento, Pero lo que es aún 11L más significativo que todo lo precedente i 1.i
se podría exponer el carácter imprescindible de éstos para la es esto: que ciertos conocimientos incluso abandonan el campo
posibilidad de la experiencia misma, y por tanto [se podría ex- de todas las [A3] experiencias posibles, y tienen la apariencia
poner] a priori [aquella realidad efectiva]."! Pues éde dónde iba
a sacar la experiencia misma su certeza, si todas las reglas según
772. El pasaje que comienza «Pero lo que es aún más significativo» (B
6) v que termina «El añadido de un predicado tal produce, entonces,
770. Es decir. de esas señales; pero también podría entenderse: «de un'juicio sintético» (B 11) coincide con un pasaje co11r,pond1en_te de
ellos», es decir, de los criterios que se mencionarán enseguida. la edición de 1781 (A), salvo pequeñas variantes que SP rpgistraran en
notas, Para facilitar la comparación, damos en el texto la paginación
777. El añadido «[aquella realidad efectiva]» es conjetura de esta
de la primera edición junto con la de la segunda.
traducción. También podría entenderse· «se podría e,poner a priori la
7 73. La expresión «que todo lo precedente» es agregado de la segunda
necesidad [(es decir, el carácter irnprescmdiblel] de esos principios».
edición.
CRll lLA Dt. lA RAlOi\ PURA 65
IM!ViAi'<ul:L KA~T

de ensanchar, mediante conceptos a los que no se les puede dar cómo puede el entendimiento llegar a todos esos conocimientos
ningún objeto correspondiente en la experiencia, el alcance de a priori, y qué alcance, qué validez y qué valor puedan ellos
nuestros juicios, mas allá de todo, los límites de ésta. tener. [A-!] En efecto, no hay nada más natural, si por la pa-
Y precisamente en estos últimos conocimientos que se labra natural!" se entiende aquello que debería acontecer de
salen del mundo sensible, [eünocimientos] en los que la expe- manera justa y razonable; [B8j pero si se entiende por eso lo
riencia no puede summistrar ni hilo conductor, ni correctivo que habitualmente sucede, entonces nada es, por el contrario,
rllguno, residen aquellas inve&tigaciones de nuestra razón que más natural ni más comprensible que el que esta investigación
(B7] consideramos, por su importancia, las principales, y cuyo haya debido quedar largamerue sin hacer.11" Pues una parte de
propósito final tenemos por más elevado que todo lo que pueda estos conocimientos, los matemáticos, está desde antiguo en
aprender el entendimiento en el campo de _los fenómenos. Allí, posesión de la confiabilidad, y por ello penmte también a otros
aun corriendo el peligro de errar, preferimos arnesgarnos a [conocimientos] una expectativa favorable, aunque éstos sean
todo, antes que abandonar inve;,tigacione!:. tan importantes, de naturaleza enteramente diferente. Además, si se ha salido
por motivo ele algún reparo o por menosprecio o indiferencia. del círculo de la experiencia, ,e está seguro de no ser refutado!"
Esos problemas inevitables de la razón pura misma son Dios, por la experiencia. El aliciente de ensanchar uno sus conoci-
Libertad e mmortaltdad. Pero la ciencia cuya intención última, con mientos es tan grande, que uno sólo puede ser detenido en su
todos sus preparativos, está dirigida únicamente a la solución progreso por una clara contradicción con la que tropiece. Pero
de ellos,'!' se llama metafísica; cuyo proceder es, al comienzo, ésta se puede evitar, si uno hace sus invenciones con cuidado;
dogmático, es decir, que sin previo examen de la capacidad o sin que por ello dejen de ser mvenciones. La matemática nos
incapacidad de la razón para tan grande empresa, emprende da un ejemplo brillante, de cuán lejos podemos llegar con el
confiadamente su ejecución.11; conocimiento a prioi i; independientemente de la experiencia.
Ahora bien, por ciei to que parece natural que no se erija Ahora bien, ella se ocupa de objetos y de conocimientos, sólo
enseguida, tan pronto como ;,e ha abandonado el suelo de la en la medida en que ellos se puedan exponer en la intuición.
experiencia, un edificio, con conocimientos que se poseen Pero esta circunstancia fácilmente pasa inadvertida, porque
s111 saber de dónde proceden, y confiando en el crédito de la mencionada intuición puede ser ella misma dada a priori;
principios cuyo origen se desconoce, sin asegurarse previa- y por tanto apenas se diferencia de un mero concepto puro.
mente de los fundamentos de é!l1" mediante investigaciones Arrebatado!" por semejante prueba del poder de la razón,
cuidadosas; y [parece natural] que por consiguiente se haya [AS] el impulso de ensanchamiento no reconoce límites. La
planteado, más bien,": hace ya mucho tiempo la pregunta de ligera paloma, al surcar en libre vuelo el aire cuya resistencia
siente, podría persuadirse de que en un espacio vacío de aire

//.t. Es decn , de aquellos problemas.


//5. El pas.:tJe 4ue conuenza «Eso, problemas inevitables» y que 778. En lugar de «;,1 por la palabi ,1 natural», en la primera edición
ter mrna «empi ende lOnfiadamente su ejecución» es agregado de la
dice «si por esta palabra».
segunda edición, y no se encuentra en la pnmera. 779. En lugar de «largamente», en la P' irnera edición dice «durante
t 16 Es deur, de los fundamentos del edificio i ecién mencionado. largo tiempo».
17 7. La expresión «mas bien» e, ag1 egadu de la segunda edición Y no
720. En lug,tr de «refutado», en 1,, prune1a edición die.e «contradicho».
721. En lugar de «arrebatado», en la primera edición dice «estimulado».
se encuentra en la primera.
66 IMMA 'iUEl KANT CRÍTICA DE l/\ R/\7-0N f'l'RA.

[B9] le podría ir aun mucho mejor De la misma manera, Platón la razón añade -y lo hace a prurri-; 11; a los conceptos dados,
abandonó el mundo sensible, porque impone al entendimiento otros enteramente ajenos, sin que se sepa cómo llega a Pilos, y
limitaciones tan estrechas.!" y se aventuró en alas de las ideas sin pensar siquiera en plantearse una pregunta tal.12" Por eso,
más allá de él, en el espacio vacío del entendimiento puro. No quiero tratar, ya desde el comienzo, acerca de la diferencia de
advirtió que con sus esfuerzos no ganaba camino, porque no estas dos especies!" de conocimiento.
tenía apoyo resistente sobre el que afirmarse, como si fuera
un soporte, y al cual pudiera aplicar sus fuerzas, para poner
JV.11~ DE L\ DlfI:Rf:NCI ,\ DE LOS JL'ICJOS \N, \Lh l<'OS
al entendimiento en movimiento. Pero es un destino habitual
de la razón humana en la especulación el acabar su edificio lo
r LOS SINTU l('O~

más pronto posible, y sólo después investigar si el fundamento En todos los juicios en los que se piensa la relación de un
de él estaba bien' asentado. Entonces se aducen toda especie sujeto con el predicado (aunque yo sólo considere los afirmativos;
de pretextos para conformarnos con su buena construcción, o pues la aplicación a los negativos después'?" es fácil) esta relación
para evitar del todo, preferentemente,':" una prueba tardía y es posible de dos maneras. O bien el predicado B pertenece al
peligrosa. Pero lo que durante la edificación nos libra de cui- sujeto A como algo que está contenido (ocultampnte) en ese
dados y de sospecha, y nos adula presentándonos una aparente concepto A; o bien B reside enteramente fuera del concepto A,
firmeza de los fundamentos. es lo siguiente: Una gran parte, aunque está en conexión con él. En el primer caso, llamo analí-
y quizá la mayor, de la tarea de nuestra razón consiste en la tico al juicio; en el otro, [A7] sintético. Los juicios analíticos (los
descomposición de los conceptos que ya poseemos, de los ob- afirmativos) son, por tanto, aquellos en los cuales la conexión del
jetos. Esto nos suministra una multitud de conocimientos que, predicado con el sujeto es pensada por identidad; pero aquellos
aunque no sean más que esclarecimientos o explicaciones de en los que esta conexión es pensada sin identidad, deben llamar-
aquello [A6J que ya había sido pensado en nuestros conceptos se juicios sintéticos. [B 11] Los primeros podrían llamarse también
(aunque de manera todavía confusa), son apreciados como juicios de explicación, y los otros. juicios de ensanchamiento;
cogniciones nuevas, al menos, según la forma, aunque según porgue aquéllos, con el predicado, no añaden nada al concepto
la materia, o el contenido, no ensanchan los conceptos que del sujeto, sino que solamente In desintegran, por análisis, en
tenemos, sino que sólo los despliegan. [B 10] Puesto que este sus conceptos parciales, que estaban pensados ya en él (aunqu<'
procedimiento suministra un efectivo conocimiento a prior~ de manera confusa); por el contrario, los últimos anaden al
que tiene un progreso seguro y provechoso, entonces la razón,
pretextando esto.!" introduce subrepticiamente, sin advertirlo
ella misma, afirmaciones de especie muy diferente, en las cuales 725. En lugar de «añade, -y lo hace a tnion-,», en la primer a edicion
dice «añade a priori» Los guiones en la frase «-1 lo hace a p1 iorí-» son
agregado de esta traducción.
722. En lugar de «impone al entendimiento hrmtaciones tan estrerhas», 726. En lugar de «una pregunta tal», en la primera edición dice «esta
en la prirneia edición dice: «opone al entendimiento tan variados pregunta».
obstáculos». 727. Literalmente: «de esta doble especie»
723. La expresión «del todn, preferenternente,» es agregado de la 728. La expresión numérica «IV.» es agregado de la segunda edición,
segunda edición, y no figura en la pi imer a. y no figura en la primera.
724. Es decir, con el pretexto de que el procedimiento de análisis 129. La expresión «después» es agregado de la segunda edrr ión, \ no
suministra efectivos conocim,entos a priori. figura en la primera.
68 JM,'1Ai'<LIEL KA 'H lR/l lC:A UE LA RAZO~ PL'RA

concepto del sujeto un predicado que no estaba pensado en él, de la experiencia por medio de una parte de ésta, [parte] a la
y que no habría podido obtenerse mediante ningún análisis de cual puedo, entonces, anadrrle todavía otras pa1 tes de la misma
él. p. ej sí <ligo: todos los cuerpos son extensos, éste es un JUICIO experiencia, dife¡ ente, de las que pertenecían al primero.'1'
analítico. Pues no necesito salir del concepto que enlazo con el Puedo conucer ptevümt:>nte el concepto de cuerpo de manera
cuerpo,':" para encontrar conectada con él la extensión; sino q_ue analítica, por medio de las características de la extensión, de
[necesito] solamente descomponer aquel concepto, es deor: solo la impenetrabilidad, de l,t figura, etc., que son pensadas todas
[necesito] hacerme consciente de lo múltiple que siempre p_1en50 en ese concepto_. Pe10 ahora ensancho mi conocim ianro y,
en él, paia encontrar en él ese predicado; es, por tanto, un JUICIO volviendo a considerar l<t experiencia, ele la que había extraído
anahtico. Por el contrario, si digo: todos los cuerpos son pesados, ese concepto de cuerpo, ad, ierto que enlazada siempre con
el predicado es algo enteramente diferente de lo ~ue _pienso en las anteúores cai acterrsncas está también la pesantez, y por
el mero concepto de un cuerpo en general. El añadido de un com1gmente la añado stulettcumente; como predicado, a aquel
predicado tal produce, _entonces, un juicio sintético. _ . concepto. Es, pues, la experiencia aquello en lo que se basa
1,1
Los juicios de expenenc1a, como tales, son todos smteucos: la posibilidad de la sinresis del predicado de la pesantez con
Pues sería absurdo fundar un juicio analítico en la expenenc1a, el concepto del cuerpo. po1que ambos conceptos, aunque el
porque no preciso salir de mi concepto para formular el j_uicio, un~ no esté contenido en el otro, se pertenecen sin embargo
y por tanto, no necesito ningún testimonio de la exp~~ienc1a recíprocamente -aunque de manera sólo contingente-/1• como
para ello. Que un cuerpo es extenso es una proposte10n que partes de un todo, a saber, de la experiencia, la que es, ella
consta a priori; y no es un juicio de (B12] expenencia. Pues misma, un enlace sintético de intuiciones.
antes de ir a la experiencia tengo todas las condiciones para [:\9] Pero en los juicios sintéticos a priori este au xiho falta
mi juicio ya en el concepto, del cual puedo solamente extraer por cornpleto.1" Si he de ir más allá del concepto :.\,1:,, para
el predicado segun el principio de contradicción.!':' y co_n_ello conocer a otro, B, c.umo enlazado con él, équé es aquéllo en lo
puedo, a la vez, Lomar conciencia de ~a ~eces1dad del JU1C10, que_me apoyo, y po1 lo cual se hace posible la síntesis'; pues
lo que la experiencia nunca me ensenana. Por el contrano, aqm no tengo la venta¡d de buscarlo en el campo ele la expe-
aunque yo no incluya en el concepto de un cuerpo en general el neucia. Tómese Id proposición: Todo lo- que acontece tiene su
predicado de la pesantez, aquél designa, sin embargo, un objeto causa. En el concepLO de d!gu que acontece pienso, por cierto,

733. Es decir, d1fe¡eute,_ de l.i., qlie pertenecían al concepto. T1 eme-


130. En lugar de «con el cuerpo», en la pnme1a edu.rón dice «con la sa)gues y Pacaud .nota » <lL lo, ti aductores, p. 577) señalan aquí un
palabi a cuei po». c.i111b10 notable de sentido i especto de la prunei a edición.
731. El p<1,aJe que conuenza «Lo, ju1uo, de experiencia, como tales» y 13-1. Los gu10nes en lc1 f1a,e «-<1u11c¡ue ele manera sólo contmoente-»
que te1 mina «la que e,, ella misma, un enlace sintético de intuiciones» son ag1 egado de e,t<t ¡¡,1d uc.ción o
susutuye, en la segunda edicion, .il pa>aJe Je la primera que comienza 135 El pa,.iJe que co1111enú1 «Pei o en los juicios smtéticos a p nori»; y
«Ahora bien, de aquí resulta cidro» ,A 7 al final),) que termma «en la que te11n111:, «como una adqursicion e lectivamenrr. nuev a» es común
cual se funda l.i posibilidad de la síntesis de pr edicado de la pe;,antez, a las edicrones A y B. Señ..i.L1111os en notas la, div e1 aencras Inc lunnos
B, con el concepto A» (A ll al final). Ambo, pasaJeS uenen muchas l<t numei ación ele L" págm", de la pnmera ed1c1ó"n, para faullldf el
fr<1,e, en común. COleJO de los textos.
132. Quiú haya que entender aquí: «del cual puedo extraer el predi- 136. _En lugai de «;,1 he ele 11 lllá, allá del concepto A», en la pnmer<1
cado valiéndome solamente del pt inc ipiu de conuudrcción». ed1c1011 dice «si he de salu fuera del concepto A»
1
IMMi\NUEL KANT { CRI f!Ci\ DE LA RA2'0N Pl 'R/\ 71

una existencia, a la que le antecede un tiempo, etc., v de allí V. EN TODAS LAS CIENCIAS ffOR!Cr\S DE 1 \ R,\70N
se puede_n extraer juicios anaiiticos Pero el concepto' de una ESTAN CONTENIDOS, COf\10 PRINCIPIOS,
c~usa reside enteramente fuera de aquel e oncepto, e indica algo
diferente de lo que acontece, ) por tanto, no está contenido en
11 JUICIOS SlN1rTICOS A PR!OR!

esta última representación 117 e Córno llego a decir, de lo que en 1 1) Los ;u1no, matematicos ,on todo, stnteticos Esta propos1c1Pn
general acontece, algo enteramente diferente de ello va conocer t parece haber escapado hasta ahora a la, observ nerones de los
que el concepto d~ causa le pertenece a PSO [que ac~ntece], y le 1 analistas de la razón humana, y hasta ser contrana a todas
pertenece necesanamente, aunque no esté contenido en ello?Hq las sospechas de ellos, aunque es irrefutablemente cierta 7
éQué es aquí eso desconocido = X sobre lo que se apoya el muy importante en lo que sigue Pues como se hallo que las
entendi~iento cuando cree encontrar, fuera del concepto de A, mferencias de los matemáticos procedían todas segun el prin-
un predicado B ajeno a él, al que sin embargo considera conec- cipio de contradicción (lo que es requendo por la naturaleza
ta d o con e-¡;,1•·•N
. o pue d e ser la experiencia,
. . porque el principio de toda certeza apodíctica) se llegó a la conv icción de que
mencionado [haJ añadido esta segunda representación!" a la también los principios se conocerían a partir del prmop10 de
pnmera, no solamente con ma) or universalidad, sino también contradrccrón; en lo cual se equivoca¡ on; pues una proposición
con la expresión de la necesidad, y pnr tanto, enteramente a sintética puede, por cierto, ser entendida segun el prmcipio
!110:1 y por mer?s co_nc~p_tos.141 Ahora bien, en tales principios de contradicción, pero sólo si se presupone otra proposic10n
smteticos, es decir, principros de ensanchamiento, descansa todo sintética de la cual aquélla puede ser deducida, nunca, empe1 o,
el propósito final [AIOJ de nuestro conocimiento especulativo en sí misma.
o p11011: pues lo~ analíticos son, por cierto, sumamente impor- Ante todo hay que notar: que las proposiciones propia-
t~nt_es t_necesanos, pero solamente [B 11 J para alcanzar aquella mente matemáticas son siempre jmcio, a pnon y no ernpíncos.
d1stmc1?n de los c~nceptos que se exige para una síntesis segura porque llevan consigo necesidad, la que no puede ser tornada
)' amplia, [entendida] como una adqutsición"! efectivamente de la experiencia [B JSJ S1 no se quiere conceder esto. pues
nueva 141 bien, limito mi proposición a la matemática pura, cuyo concepto
ya lleva irnphcito que ella no contiene conocinuento empírico,
sino mero conocimiento puro a pnon
737 Esta fiase contiene modificnrrons-, respecto del pasa¡e paralelo Al comienzo podría pensarse que la pi oposición 7 + 5 =
de la pi imera edicron
12 fuese una P' oposición meramente analítica que se s1gu1era
738 Esta pregunta fue formulada de rnariei a difer ente en la pt irnei a del concepto de una suma de siete ) e.neo segun el pnncipio
edrcrori
de contradicción Pero si se lo considera mas de cerca, se en
739 Esta pregunta fue formulada ele manera diferente en la pnme1a
edición (A 9) cuentra que el concepto de la suma ele 7 y S no contiene nada
140 En el Ollgmal «representaciones» Se6'"111mos a Ed Acad más que la unificación de ambos nmieros en uno urnco , con
747 La frase que comienza «No puede ser la experiencra » fue foi-
mulada de manera difei ente en la pnme1a edición
7-12 ~n luga1 de «adqursrcion», la primera edrcion (A JO) dice «cons- cien poi el largo p.isa¡e que comienza" 1 En Ir .'1' lar arm ias tronras
uucción»
de la 10¿011 (B 1-1) ) que teirruna « Uf Idea ¡ du : r n de 11110 ""'"'1
»
--' 1\ contmuacron, en la p111ne1 a edrcion ha , un pa,aJe que hemos
1-1' portirular » (B L+) C<1s1 todo el texto comercie con Fio- .''""""', '
dado en su lugai (A 10), ) que ha sido su-tuuido en la segunda ed: Acad IV, ¿()8 ss
Cf(I I ICA l.)[ L'\ RAZOI'< PU{A
72
IM{l,L-'.NL,LL KANT 73

lo cual no se piensa, de ninguna manera, cuál sea e~e número nada de magnitud, sino solamente una cualidad. Por tanto, el
único que los abarca a ambos. El concepto de _doce no está concepto de la más corta es enteramente añadido, y no puede
en modo alguno ya pensado, sólo porque yo piense aquell~ ser extraído del concepto de línea recta mediante ningún aná-
unificación de ,iete y cmco , ) put mucho que yo analice 1111 lisis. _Aquí debe recurrirse ,ti auxilio de la intuición, sólo por
concepto de una suma posible tal, no encontraré en él el_ doce. medio de la cual es posible la síntesis.
Se debe salir fuera de estos conceptos, procurando el auxilio de Algunos pocos principios que presuponen los geómetras
la intuición que corresponde a uno de los dos, por ejemplo los son, por cierto, efectivamente analíticos y se basan en el prin-
c inco dedos, o bien (como Segneren su aritmética) cinco puntos, cipio de contradicción; pero, como proposiciones idénticas,
)' agregando asi, poco d poco, las unidades del cinco dado en sólo sirven para la concatenación del método, y [B 17] no como
la intuición, al concepto del siete. Pues tomo pnmeramente principios; p. ej. a= a, el todo es igual a sí mismo, o (a + b) > a,
el número 7 ) , tomando como ayuda, corno intuición, para es decir, el tocio es mayor que su parte. Y aun estos mismos, sin
el concepto de S, los dedos de mí mano, añado ah_ora poco a embargo, aunque posean validez según meros conceptos, son
puco al número 7, en aquella imagen mía, ~as u111dad_es qu_e admitidos en la matemática sólo porque pueden ser exhibidos
antes [B lli] reuniera para formar el númet o ~l, ) veo asi surgir en la intuición. Lo que aqu1 comúnmente nos hace creer que
el número l'.2.1 ·' Que 7 tenia que ser añadido a 51'' ya lo hab~ el predicado de tales juicios apodícticos reside ya en nuestro
pensado yo, ciertamente, "' el conce~to de u,na suma= 7_ + :1; concepto, y que por tanto el juicio es analítico, es solamente
pe10 no que e;,ta suma fuese igual al n~11:nero 12. La propos1C10_n la ambigüedad de la expresión, Pues tenemos que añadir con
aiirmética es, poi tanto, siempre sinteuca; lo que se torna mas el pensamiento, a un concepto dado, cierto predicado; y esta
nítido cuando se toman números un poco mayores; pues en- necesidad está ya en los conceptos. Pero la cuestión no es: qué
tonces se polle de manifiesto claramente que por más vueltas tenemos que añadir con el pensamiento al concepto dado; sino:
que demos a nuestros conceptos, nunca podemos encontrar qué pensamos efecuoamente en él, aunque de manera oscura;
la suma mediante el mero análisis de nuesu os conceptos, sm y allí se pone de manifiesto que el predicado está, por cierto,
recurrir al auxilio de la intuición.'!" ligado necesariamente a aquellos conceptos, pero no porque
Tampoco es analítico cualquier principio de la geometría esté pensado en el concepto mismo, sino P.<?T medio de una
pura. Que la línea recta es la más coi ta entre dos puntos, es_una intuición que debe añadirse al concepto.' '7 • •
pi oposición sintética. Pues mí concepto de recta no contiene 2) La cienc ia de la naturalera (physiw) contiene en si, como princi-
pios, juicios sintéticos a prwn. Quiero presentar solamente un par
de proposiciones, como ejemplos, como la proposición: que
/.IJ. Con, icne , e1 sobre esto la car ta de Kant et Schulz del :2:i de en todas las alteraciones del mundo corpóreo la cantidad de
no, rcmbi e de 1788 materia permanece inalterada, o que en toda comunicación ele
/-15. [d. Ac.id con 1ge: «Que j tr,w, .1Le ser añadrdo a 7 », movimiento, acción y reacción deben ser siempre iguales entre
//6 Aqui ckbc1í,1111,e11a1,e un pasa¡e que Iigur a en B l?_ (y qut se
n.il.u emos en su lug,ul, ,egun l'aul Hoy nuigen llu~ne: "Eu;e weuei e 1
lcxt, t't,clm•buJJL(5h) poihese zu K,tnh l'1ulegn111e1M (uud zur 2. Auflage 147. El pa,aJe que cormenza: «Lo que aquí comúnmente nos hace
dl I K, V,,, en. /(.1111 Studien, 8~J, l\J<l8, p¡,. 8 1 8Y. Iambieu Vailungei c1eer») c¡ue termina «una intuu 10n 4uc debe <1ñ,1d11,e al concepto» es
el que, según Y,tihinger y Ho1 rungen-Huene, debería ser desplatado
,,,d ,,, .,,,1 1,, l••,1,L1 pu1 Sdu111d1'. 1t•c,Jrn1enda esa ruodrficacion
1 di lugar que indicamos en nuestra nota anterior.

l, 1
CRITICA DE LA RAZO"l Pl 1R/\ 75
71 IMM/\Nl'El KANT

sí. En ambas no solamente está clara la necesidad, y por consi- ello no solamente se facilita uno a sí mismo su propia tarea,
guiente, el origen a prum; sino [que está claro] también que son al determinarla exactamente, sino que también [se le fanl'.l"]
[B 18] proposiciones sintéticas. Pues en el concepto de la materia el juicJO a todo otro que quiera verificar si hemos_ cumplido
no pienso la permanencia, sino solamente la presencia de ella en siltisfactoriamente nuestro propósito, o no. Ahora bien. el pro
el espacio mediante el llenado de éste. Por consiguiente, salgo blema propio de la razón pura está contenido en la pregunta:
efectivamente del concepto de materia. para añadirle a pnon a ¿ Corno son po¡¡b/es p11001 stntéttcos a pnon? .
él con el pensamiento, algo que no pensaba en él Por tanto, la Oue hasta ahora la metafísica haya permanec1d_o ~n un
proposición no es pensada analíticamente, sino sintéticamente, estado tan vacilante, de incertidumbre y de contrad1coo~es.
)' sin embargo [es pensada] a priori; y así en Ja5 restantes propo ha de atribuirse solamente a esta causa· que no ha,~ 'emd_o
siciones de la parte pura de la ciencia de la naturaleza. antes a las mientes este problema, y quizá incluso J¡¡. ~1ferencia
3) En la metafisica; aunque se la considere solamente una de los juicios nnalütcos y los smtéticos En la H'5ol~ci-~n <le este
ciencia [que] hasta ahora sólo [ha sido] intentada, pero [que] problema, 0 en una prueba suficiente de que la po51b1hdad rny¡¡
sin embargo [es] indispensable en v irtud de la naturaleza de la explicación él exige no tiene lugar t>1: _los hechos, se funda la
razón humana, tienen que estar contenidos conocimientos sintéticos estabilidad O el derrumbe de la metaf1s1ca. Dotnd Hume, qrnen,
a prion; y la ocupación de ella no consiste meramente en des- entre todos los filósofos, más se aproximó a este pr ob lerna.
componer conceptos que nos hacemos a przo11 de las cosas, y aunque 110 lo pensó, ni con mucho. de ~anern s11ficientemente
explicarlos así analíticamente; sino que pretendemos ensanchar determinada, ni en su universalidad, smo que se detuvo sola-
a priori nuestros conocimientos, para lo cual debemos servir mente en la proposición sintética de la con~x10n del efet to
nos de aquellos principios que añaden, además del concepto con sus causas (prmripmm causalüattsi. creyo [B201 obtener
dado,':" algo que no estaba contenido en él, y que por medio [por resultado] que tal proposición a pnon era complet¡¡mente
de juicios sintéticos a pnori llegan tan lejos, que la experiencia imposible; y según sus conclusiones, todo_ lo que [larnarnos
misma no puede seguimos tan lejos; p. ej. en la proposición: metafísica vendría a reducirse a una mera quimera rle pres:mtas
el mundo debe tener un primer comienzo, y otras así; y así, la intelecciones de la razón [acerca! de aquello que, en I eal1rl~d,
metafísica consiste, al menos en lo que rerpecta a su fin, en puras es meramente tomado de la expenencia ) ha sido 1 C'\e_stido
proposiciones sintéticas a prum por la costumbre con la apariencia iluso, ia de la nece51d~d,
nunca habría caído en esa afirmación de5tructora de toda filo-
sofía pura, si hubiese tenido a la vista nuestro problema en ~u
universalidad; pues entonces habria comprendido _que segun
[BI9]
su argumentación, tampoco podría haber ~~tematic.a ?:ira,
\'J. PROBLEJ\L\ GENERAL DE LA RAZON PCRA porque ésta contiene, ciertamente, propo~JC10nes sintéticas
a prwrr una afirmación de la que su buen entendimiento lo
Se gana ya mucho, si se puede reunir una multitud de in- '
habría apartado entonces muy proba hl emente '""
vestigaciones en la fórmula de un unico problema. Pues con

7-19. Como si dijet a: «su buen sentido lo habría apai tado de hacer
748. Así en el ongmal; como si dijera: «añaden al concepto dado» esa afirmación».
CRll lLA 'll LA ~AlC', PL,R-'\
77

Lu l<t solución del problema ptecedente esta uu.huda a la v ez umv ersal, las p1egunta!: > C)lle la r ezon pura se plantea a 51 mis
!et po,1b1!JJL1d del uso puro de id i azon en la hmdamentacron y en ma, \ a l<t, que ella es unpuls.rda por su propia necesidad a
el des.u rollo de todas J,1::, ciencias que con llenen un conocimiento responder como meJOI pueda,
teonco a p11011 de objetos, e, ULLll, 1'1 respuc sta ,l la, P' eguntLt, Puesto que, empero, en todo, los intentos que ha habido
"Lomo es posible la muicmulu.a puia? hasta ahora, de responder d estas preguntas naturales p eJ
e ( OlllO n pu11bli la c1wcw pura de La natuiuleru? ,1 el mundo tiene un comienzo o existe desde la eterrndad,
Puesto que e,td, uenc 1c1, es tan efecu \ amente dadas, se puede etc , siempre se han hallado contradicciones mev ltdbles no se
legitunamente preguntar de ell.t, como son posibles, pue, que ella, puede dar por termmada la cuest10n con la mera d1spos1oon
son posible, e,t.t demostrado poi su etectiva realidad 1 '' Pero en natur,tl pard ld metdhs1ea, es deur, con la pura tdcultad de la
lo 4ue Ie,peua c\ la metujtsica; [B.21] el dehciente pt0gTeso que ha rawn rmsma, de lc1 cual, uertamente, siempre brota al6,una
tetudo hasta aho: a debe hacer Jud<11 d cualquiera, con fundarnen metafo1ca (sea Id que fuere ,1110 que debe ,er posible llegar a
to de la posibilidad de ella, ademas, prnque de 111ng111J<\ de la, la certe¿a con ella, yd ,ed sobre el saber o [,obre) el no sc1ber
[rnetah~lL.1!:>] ha:,t,l ahora de,a1rolladas se puede decir que, en lo acerca de lo~ objetos, es dern, (debe ,er po:i1ble llegar], 'l c1 sea
que concierne d su hn esencial, :,ea etectivamente real a una deu,wn acerca de lo~ obJeto~ de las p1 eg-unta, de ella, o
Ahora bieu hay que e onsrde: ar esta especie de conoumiento acerca de la capacidad o mcapac1dad de la raLOn, de JUZgar algo
tarnbren, en ue1 to senudo, corno cL1Jc1 y la metahsu.a e, efect1 c.on re!: >peLto a ellos, 1 poi t ,Jm1gu1ente [debe ser posible], \ a
v.unenre I eal, ,1 IlO como ciencia, ,1 empe10 como disposicion ,ed ensanc ha1 cunfiadame11le nue,tra razon pu1 a, o imponerle
natural \metaphy:,na natu1afo) Pues la razon humana, acicateada hrn1tac.10nes determmadas y :,eguras E~ta ultuna pregunta, que
por su prop1.1 nec.estdad , sin que la mueva a ello la mera, aru naLe del pwblerna um, ersal p1 ecedente, sena, con Jll5t1crn,
dad de [pretender] saber mucho, pt og1 bd 111contt-111blemenlr esta (., Como eJ poszbh la 1mt11.fi 11w wuw czenaa,.,
hd;,lc1 aquellas pi eguntas que no pueden ser respondidas poi Lc1 cnt1ca de la 1azon condm e pue:,, en ult11110 tPt mmo,
rungun mu empmco de lct r azou ru poi pnnc1pw, to111<1dO!:, de nece,anamente a la uenu<1 en c,trnb10, el u:io dog1natico de
alh , asi, en todos lo- hornbi es, tau prontu como l,1 IdZOn se ha ti!.! ,m u1t1,:i fconcluce] a ahnnctc.10ne, ,m tu11<lMnemo, [B23]
ensanchado t: n ellos hasta la especulacion, ha habido siempre a la~ que pueden oponer!: >ele~ lotr.h] 1gu,dmente \ ero!: >1m1le,, v
electiv amerite alguna melafr,1c,1,) ,eg1.1H a estando c11\1 s1emp1 e ¡.,or tdnto, !conduce} dl esuptuwnu
\ ahora, también de esta, ,e preg1.mta Y e!:>la c1e11eic1 tampoco puede ,,e¡ de una exten,mn grande
[B.22¡ "Como e, po:,1/JL, la m1.lajww como dopo,uwn natural? ) desalentadoia, porque no 11atd de ob3etm de la razon, CU)ª
es deut, e corno sur gen, de la uanu aleza Je la I azon h11111c111a mull1phuddd es mhmta, ,mu meramente de ~1 misma, ele
problemas que nac.en enteramente de su seno, ~ que no le son
planteados por la natu1dleLct de }ds co,,as que ,on cliterente,
750 A.lgllnu puJ11<1 dud.u de e,u, ultuno t. • lo qut 1e,peda" l<1 crencra de ella, smo poi la [naturc1lezc1j !>U) d prop1c1, pue, entonce!: >, s1
pu1 1 de J" n 11u1,ilL.L<l Pe10 b 1.1 con lu111<11 ._ , cuusuier.u.ruu las drle i e.n
tes pi upüs1uone., que :,t' p1 t>,ent,u d corruenzo d1 l.i ti,1c,1 ¡.n opi.rrneute el!d ha llegado previamente c\ e onocer por completo ~u propia
di, b,1 emp111u1 como l.r de l,1 ¡.>t111, 1 cnu,1 dt I.r m1;,111.i c.mud,«] de facultad con 1especto a los ob¡eto, que puedan p1e!::>enta1sele
111lle11<1 J,1 de l.t 11w1u.1 l.1 de!" 1g11,tld,HJ de dLuon 1 1e.icuo,1, etc Y en l,l expe11encc1, debe torna1 !: >e faol deternmur p01 completo,
pi 01110 ,e \\u~,u ,1" \ 1 COil\-ILU011 Lit que i.onsuui-, e n u11<1 ph):,IWJII pwum ) LOll ,egu11clad, el c1kance \ lo~ lumte, de ,u uso efüa) ddo
\U ,alwrwlwi) que como c iencra rndepi.udrentc bien rnci tce ,u e,¡.,u,,;l.i
mas ,lila de tocio, lo~ limite, dt la expe11enoa
pu1 sep.u ad» en tu<l,t su e vrension esu ech lo .impl1,1 [\iut,1 de J,,mtJ
79
CRlllCA DE LA R '\ZO, PI RA
78 IM'vli\ \1 [L Ki\ 'H
\\a ue contwne los pnnci
nort, ' Por eso razón pura e, aque teqa pnon l. n 01 ganan df'
Por consiguiente, se puede y se debe considerar como no P l abso\utamen \ 15
acaecidas todas las tentativas hasta ihora hechas, de producir p1os para conocer a go t de aquello, pnnnp10, segun t
I razon pura sena el conJl\11 o den ser efert1, amente
dogmaticamenteuivs metafisica, pue, In analrtico que ha) en una u
otra [de ellas], a saber, la mera descornposicion de los conceptos ;ia\ec; \B2SJ se pueden adq~:::e~1t~~epuros a ¡n1n11 La apli
que residen a pr1011 en nuestra razón, no es toda, ia el fin, smo establecidos todos lo, co1~0 11011 proporuonana un qstema
solamente una preparac1on pard la metafmca propiamente dicha, cacion detallada de un ta ~;:sto es pedir mucho \ toda, ia
a saber, [para] ensanchar a priori smteucarnente sus conocrrruen de la razón pura Pero co en c,eneral, es posible aqui un
e ha estableodo si acaso, o ento ) en cuales casos
tos,} [aquel anahsis] no es apto pa1d esto, porque meramente no S d t O conocimi d l
muestra lo que esta contenido en eso, conceptos, pero no, como ensanchamiento' e nues r s considerar a una ciencia e
llegamos a priori a tales conceptos, para poder deterrrunar luego es posible, entonces po~emo pura de sus luente,) de c;u,
también su uso v ahdo con respecto a los [B2 t] objetos de todo ro mero enJu1Ciam1ento de a razots1ste1~a de la razón pura l Tna
nocirruenro en general Tampoco es necesaria mucha abnegaoon hmites, como la proprdeut1c~lde ar doctnna \de la razon pu1 a\
\ciencia) tal no se debena am ura " su utilidad, en lo
para renunciar a todas esas pretermones, pues las contradicciones
sino solamente critica del la raz~~ s~na ~ erdacleramente solo
de la razon com1go rrnsrna, qut> no pueden negarse } que en el
proceder dogmatice son adema, inevitables, han despojado de que respecta a la especu a~1~;~ancham1ento smo solo para la
negauva, servtna, no para e la mantendna libre de erro: e,,
todo su prestigio, hace ya mucho tiempo, a toda metafrsica qur
depuracion de nuestra razon.Y {ttmo tramcendental a todo
ha) a existido hasta ahora Mas firmeza se necesitara para no
con lo cual ya se gana much1s~:o en;ral, no tanto de ob1etos,
dejarse detener por la dificultad interna y la resistencia externa
que se oponen a procurarle, por fin, mediante otro tratamiento conocimiento que se ocupa, co1~ocer lo, \Al21 oh1etos, en la
como de nuestra manera de os1ble a puon, Un ,Vitema de
enteramente opuesto al hasta ahora [aplicado], un crecumento
medida en que ella ha de sejir rnfia transcendental Pero esta, a
prospero y frucufero a una ciencia indispensable para la razon
humana, [ciencia] a la que se le puede cortar todo brote que le tales conceptos se l\amana d~ para el conuenzo Pues, com~
su vez todav1a"' es demas1a d manera completa tanto e
crezca, pero cuva raiz no se puede desarraigar
una o~nna tal debena conten:I s:tetico a Jmon,' t>l\a, en la
conoomiento anahtico, como
VII lDE \ 'r DIVISION DE UN\ CII:NC'l \ P-\Rf!Cl L \R QUE
LLEV \ EL NOi'v!BRE DE CRJTICA DE L '\ R \701\¡ Pl R,\ 1 1 asa e en el que se explica
a edic1on se añade aqui un P J
752 En la pnmer d al conoc1m1ento Ia
De todo esto resulta ahora la idea de una ciencia particular, el termmo «puro» refen o «es os1ble sernepnte ensanc 1
que puede llamarse eritrea de la razon pura [Al l J Pues la razon 753 En la pnmera ed1c1on dice P
no fi01.11a en
es la facultad que surmrnstra los prmctp10, del conocimiento a miento» t, a la especu I acron- e:
ue respec ' '
754 La expreswn «en I o q
n ndent,1 es
la pnmera e d 100 r. del conoc11n1ento transce
enmc1on
757 Hasta aqm el texto que pe1 tenece sohmente ah ,pgunrla edicion
755 Esta frase, con l ea d
diferente en \a pnme1a ed1c1on li a en \a pnmera ed1cion
Lo que sigue, hasta el final de la mtroducuon es un texto comuna las
156 La expres1on «toda, ia» no igudrb, a contener a ¡man de mariet a
ediciones pnmera , segunda excepto por diferencrrs menores quE' t ndeise « e e11
mdrcat ernos en las notas Par a facrhtai la compa1ac1on indicarnos la 157 Tarnb1en po d na en e t anahtico como el sintPtJCo,
tanto el conoc1m1en o'
paginacron de la pnmera edicion \ l I de la segunda comp \ e ta,
So CRÍTICA DE LA RAlÓN PlcRA 81

medida en que 5e refiere a nuestro propósito, tiene demasiada libros ni de los sistemas de la razón pura, sino la de la misma
extensión; ya que nosotros podernos llevar el análisis solamente facultad pura de la razón. Sólo cuando esta [crítica] sirve de
hasta donde es imprescindiblernente necesario para entender fundamento se tiene una piedra de toque seg11ra para apreciar
en todo su alcance lo, pt incipíos de la síutesis a prio¡ i, que son el contenido filosófico de obras antiguas y nuevas en esta rama
el motivo de nuestro trabajo. [B'.l6J Esta investigación, que no [del saber]; en caso contrario, el historiador y juez, sin autori-
podemos llamar propiamente doctrina, sino sólo crítica trans- dad ninguna, juzga las infundadas afirmaciones de otros por
cendental, poryLte no tiene por propósito el ensanchamiento medio de las suya, propias, que son igualmente infundadas."!
de lo, conocimientos mismos, sino sólo la rectificación de ellos, La filosofía transcendental es la idea de una ciencia, iw
y debe suministrar la piedra de toque del valor u de la falta de para la cual la crítica de la razón pura tiene que trazar todo
valor ele todo, los conocimiento, a pnon, es aquello de lo que el plan arquitectónicamente, es decir, a partir de principios,
nos ocupamos ahora. Una crítica tal es, por consiguiente, una garantizando plenamente la integridad y la seguridad de todas
pr eparación, si fuera posible, para un organon; y si esto no se las piezas que constituyen 1'' ese edificio. Es el sistema de todos
alcanzare, al menos para un canon de ellos,':" según el cual,"? los principios de la razón pura.'?' Esta crítica no se llama ya
en todo caso, alguna vez podrá exponer,e, tanto analítica como ella misma filosofía transcendental solamente porque para ser
sintéticamente, el sistema completo de la filosofía de la razón un sistema completo debería contener también un análisis de-
pura, ya consista en la ampliación o en la mera limitación de tallado ele todo el conocimiento humano a priori. Ahora bien,
los conocimientos de ella. Pues que esto es posible, e incluso, nuestra crítica, por cierto, debe poner a la vista también una
que un sistema tal no puede ser de grnn extensión, de modo enumeración completa de todos los conceptos primitivos que
que se puede e,perar acabarlo por completo, [es algo que] se constituyen el mencionado conocimiento puro. Pero ella se abs-
puede ya de antemano evaluar, considerando que aquí el objeto tiene, razonablemente, del análisis detallado de estos conceptos
no es la naturaleza de las cosas, que es inagotable, [A 13] sino mismos, como también de la reseña completa de los derivados
el entendimiento que juzga sobre la naturaleza de las cosas, y de ellos; en parte, porque ese análisis no [A 1--1 J sería oportuno,
aun é,te, a su vez, sólo en lo que respecta a su conocimiento [B28] ya que no presenta la dificultad que se encuentra en la
a p1 t01 i; objeto cuyas riquezas'?" no pueden permanecemos síntesis, por motivo de la cual, propiamente, la crítica entera
ocultas, pue,to que no precisamos ir a buscarlas afuera; y se- existe; y en parte, porque sería contrario' a
la unidad del plan
gún todo lo que ,e puede presumir, ella, son suficientemente el asumir la responsabilidad de la integridad de un análisis y
pequeñas como para que se las recoja íntegramente, se las
juzgue según su valor o falta de valor, y se las aprecie correcta-
mente. !B'.D!Aun menos hay que esperar aquí una crítica de los 767. El pasaje que comienza «Aun menos .. .» y que terrruna «igualmen-
te infundadas» pertenece sólo a lc1 segunda edición, y no figura en la
pnmera. En su lugar, en la pi nuera edición fig1.11 a el título «Il. Dioiston.
158. Probablemente hay" que entender aquí. «de esu;, conocimiento; de la filosofw transcendental".
a priori», También podría entenderse: «de la razón pura». /62. En lugar de «es la idea de una ciencia», en la pnmera edición
/59. E, decir: según e,e orga11011 o ese canon. En la primera edición dice «es aquí sólo una idea».
du.e: «;,t:>gún lo, cuales», 763. En la primera edición decía: «constituye".
lb() Líternlmente. «cuy,1 provisión». Seguunos a Ti ernesaygues y 764. La fiase: «Ella es el sistema de todos los principios de la razón
Paca ud. pura» no se encuentra en la p1 imera edición.
82 l'-1"'1AM 'fl hA ,T CRITICA DE Lr\ R '\?ON Pl RA

de una deduccion seme1antes [1e,ponsab1hdad] de la que uno practico, en la medida en que contiene rnov iles.' se refie: e a
podna estar exrmrdo en lo que respecta a ,11 proposito Esta sentmuentos, los cuales se cuentan entre las fuentes emp111c a<;
mtegndad, tanto del anahsrs corno de la deduccion a partir de del coriocuruento
conceptos a priori que se surmrustraran en lo futuro, es, por su Ahora bien, si se qme1e efectuar la div JS1on de esta ciencia
parte, facil de completar, con tal gue, ante torio, ellos e xistan desde el punto ele vista universal de un sistema en general, en
como pnnc1p1os detallados de la smtesis, ) no les falte nada ton ces aquella ld1v1s1on] 11' que ahora exponernos debe contener
de lo que concierne a este proposito esencial pnmeramente una dottnna de !01 elementos" 'df' la 1 azon pu1 a, \
A la critica de la razon pura pertenece, segun esto, todo en seg1mclo lugar, una dor/11110 dr! metodo fde ellaj Cicla una de
lo que constituye la filosofía transcendental, ) ella es la idea estas parte, prmcrpales tendría sus subdiv isronev, e u, 05 funda
completa de la filosofia transcendental, pero no es, todavia, rnentos, sm embargo, no pueden exponerse aqu1 todax 1<\ Solo
esta ciencia m151rn1, porque en el <111nhs1, solo llega hasta donde parece ser necesario, como mtroducnon o adv ertenr ia preh
es preciso para el enjuiciarrucnto ( ompleto del conocnrnento rrunar, esto que ha) dos tronco, del conor irmento humano,
smtético a pnon que qu1za broten de una rarz comun, aunque descnuocrda para
Aquello a lo que prmopalmenfe hay que pi estar atencwn nosotros, a saber rem1b1!,dnd; entrnd mnrnt o. por el pnnH'r<i de
en la drvrsion de una ciencia tal, e, que no deben mtroducrrse ellos los ohJeto, no, son dados. y por el ,egundo, son pensado,
conceptos que contengan nada empmco, o bien, que el co Ahora bien, en la medida en que la sem1bil1dad rnntPnga
J n,
nocirmento a pnon sea enteramente puro Por eso, a pe5ar de representaciones a pr1011 en I as que e onsisie f a conrncion
que los pnnc1p10s supremos de la moralidad, 1 los conceptos [B30] bajo la cual nos son dados objetos, e lla P'" tenecera a la
fundamentales de ella, son conoc uruentos a przon, !A l.J] no filosoha transcendental La [Alb] doctnna t1 .msr.endenta! de
pertenecen a la filosofía transcendental, porque aunque ellos los sentido, deberia pertenecer a la pnmer,1 pa1 le ele l,t ciencia
no ponen por fundamento de sus preceptos los !B20] concep de los elementos, porque las condiciones, ,olo bajo la, cuales
tos de placer y displacer, de apetitos e mclmaciones, etc , que los objetos son dado, al conocmuento !1t1111d110 preceden il
son todos de ongen empírico, sin embargo, con el concepto aquellas bajo las cuales ellos son pensados
del deber deben incluirlos necesar mm ente (como obstaculos
que deben ser superados, o como estimules gue no deben
convertirse en rnov1le,),"' en la redaccion del sistema de la
moralidad pura 1' '' Por eso, la filosoíía transcendental es una
filosofía de la razon pura meramente especulanv a Pues todo lo 767 La palabra «rnoviles» se exp1esa en la pnrne,a ed1cion con una
palabra cuv a tr aducrron htei a] ser ia «fundamentos motores- "en la
segunda edrcion con una palabr a cuy a ti :irlucr1nn lite1 al sr-na «1 eso: tes
motores»
765 Los pa1 entesis en la frase « e orno ob-táculos [ J evtimulos 1ue no 16R Con lc1 e,p1 csron ente rorrhete, «dr- rsion» seguimos una rnn¡e
deben conver tn se en moviles)» son aQ;H'gado de esta traduccion En tui a de Rohden y l\!oosb111ge1 Iambren pod11a entendei.se «.1q1wlh
el ollgrnal dice en singular «como obstaculo que debe ser superado, cnnca que ahora exponemos»
o como estimulo que no debe con, et t11 se en movil» 169 Luer alrnente una doctrina elemental
766 La frase que comienza «porque aun1ue ellos» y que teirnma 770 En lugar de «comiste la rondicton bajo la cual- l;i p11mera erl1r1nn
«sistema de la moralidad pura» es drlerente en la p!Imera edrcron dice «consisten las condrcrones bajo la cual»
1 \i-l jB-11¡
CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA

I
DOCTRINA TRANSCENDENTAL
DE LOS ELEMENTOS171

171 Literalmente «doctnna elemental u anscendental»


(Al!!] [B.33]

Parte primera de la doctrina transcendental


de los elementos 172

LA ESTÉTICA TRANSCENDENTAL

§ 11,1

C UALESQl'IERA sean la manera y los medíos por los que un


conocimiento se refiera a objetos, aquella f manPrnJ n por
la cual se refiere a ellos inmediata1:1ente, y gue todo pemar
busca como medio, es la mtuicián. Esta, empero, sólo ocurre
en la medida en gue el objeto nos es dado; pe10 esto, a su
vez, sólo es posible -al menos para nosotros, los humanos-1"
en virtud de que él afecta a la mente de cierta manera. La
capacidad (receptividad) de recibir representaciones gracias a
la manera como somos afectados por objetos, se llama senst-
bilidad. Por medio de la sensibilidad, entonces, nos son dado,
objetos, y sólo ella nos suministra mt111c1011r,, pero por medio

772. Literalmente: «doctrina elemental transcendental».


773. La división en parágrafos, y la conespondiente numeración. se
encuentran solamente en la segunda edición.
174. Con el añadido de la palabra entre rnrdJPtPs «[rnanera]- segnimm
una indicación de Vaihmger, quien señala qup la f1 ase e,tá irnper fec la-
mente construida, y reprocha además el 11,0 dP la expresron «medro»
en dos sentidos diferentes Vaihmgei: Kommentar, tomo TI. p. l
175. La expresión «-al menos p,ira nnsort o«, los hurnanos-» es aña-
dido de la segunda edición Los gnion<?s en esa misma expresión son
agregado de esta traducción
IMMA,lc.L !v.,T CRíl le A Dt; LA F -.LU\ Pl '<.A 89
88
Je! entendnmento ellos son pensados, y de el ~u1gen conceptos un cuerpo aquello que el er t1 ndumento p1ensd en ella, 'corno
ludo pensar, ernpe10, Jebe relenrse en ultimo termino, sea lct substancia, la luer za, lü dr. isibihdad, etc , e igualmente, lo que
du sctameute (Jllecle) o poi un rodeo, por medio de ciertas ca en ella pertenece c1 Id sens.u.ion, como la un penen abihdad, la
i acte nsuc.as 1 (znti1Tecte), a mtuu.ionesv y poi tanto, en nuestro dureza [ -\.2 l J el color etc , me queda todax ia, de esta mtuicion
caso, a la sensrbihdad, pmque nu1grn1 objeto nos puede ser empmca, algo, a saber, l<t e,ru1,ion) la figu1a [,ta, pertenecen a
dado de otra manera Id uiturcion prna, la que, como u11<1 mera forma de la sensibihdad,
[B3.J] El efecto de un objeto sobre la capacidad 1epresen ocurre a pnon en 1,, mente, incluso sin un objeto efecnv amente
tati\ ,1, en Id medida en que somos afectados por el, es [A20] r eal de los sentidos o de la sensac.on
Jt11..Jauo11 Aquella rnturcion que ~e refiere al objeto por medio A una ciencia de todo, los pnnc1p10,- de la sensibilidad a
de sensacion se llama empmca El objeto mdeterrmnado de una p1 ion la denomino estetua transcendental 1'º Por consiguiente,
111twuo11 ernpuica ~e llama [enomeno debe haber una ciencia t,d que [B3(i] con~tltu) e la pnmera
Ln el Ienorneno llamo mateua de el a aquello que corre~pon parte de la doctnna transcendental ele los elementos.'>' en
de a la sensac.ron, pero a aquello que hace que lo multiple del contt dpo,1c10n a c1quellc1 que connene los prmup1os del pensar
fenomeno pueda ser ordenado en ciertas relaciones, lo llamo puro y que ,e llama logrea u auscendental
la Jo1111a del Jenomeno Puesto que aquello solo dentro de lo
l 11,d las sensaciones se pueden ordenar y pueden ser dispuestas
eu ciei ta forma, no puede ser a su vez, ello mismo, sensacion, /7!:J F, decu , en la r epr esent.i 1011 pe10 tarnbien podua entendei se
entonces la materia de todo fenomeno nos es dada, ciertamente, -en el», e, decu, en el cue1po
solo a posterion, pe10 ]<.1 forma de todos ellos debe estar presta 780 Los alemanes son los urncos q1.e se sin en ahora de la palabra
II prion en la mente, y por eso debe poder ser considerada
cstctuo pa1<1 designar con ella k que ou os llaman C11t1ca del gusto
H.:i; aqm, en el fundamento, u11.1 esperanza fallida que concibiera el
aparte de toda sensacion
excelente analista B,1urng,111e11 de I educu a pnnc1p10s de la 1 azon el
Llamo pura:; (en senudo n anscendental] a todas las represen
enjuicianuento cnuco de lo bello ) de ele, ar a ciencia la, reglas de e,e
taciones en las que no se encuentra nada que pertenezca a la enjuicranuento Pero ese empeno es vano Pues las mencionadas reglas
sensacion ~egun esto, la forma pura de las mtuiciones sensibles o c11te110, son, ,egun sus fuente, [B ,egun sus p1 mcipales tuentes],
en oener,d, en la cual todo lo mulnple de los Ienornenos e~ intui rne1,U11ente emp111Los) poi t,u,to no pu1:den nunc,1 se1 \ 11 pa1a le\e, a
e l
do en ue1 tc1~ 1 elaciones, ~e enconu ara a pnon en a mente
i, E
sa prwn [B p,u <1 le) e, a prw11 dete m111ada;J, por las cu.iles deb1e1 a 1egu se
nut.,t1 o JUICIO de gu,to, antes b1, n e,lL ultimo comlltll\ e, p1 op1c1mente,
loi ma puia de la sensibilidad se llamara también, ella misma, lc1 p1ed1" de toqL1c p,u" [ e, ctlu,u j l.:i e>..<1ctm1d de es,1, 1 egl,t:, [B3b] Por
intutuou [ B3 S] pura Asi, cuando separo de la repi esentacion de e,o e, acomej<tble dep1 que e;,t 1 denom111<1<.10n ,e p1e1da [B o bien de
Jªl que esta denom111ac1on ,e p1e1,lc1] 1 1ese1 vai la pa1 a aquell<1 doct1ma
que es\ erdade1,1 c1enuct (<.on lo t uctl ,e esta11a tamb1en mas ce1 ca del
/ 76 i a Ii .i,e «poi medio de ciei La, cai actei isticas» e, agreg,ido de la lengu<1Je v del ,ent1do Je lo, antiguo, enll e qu1ene, e1 a 111U) fcunosa
,egun<l.i edn.ion la di\ 1,wn del conourmento en waüri,o. 1sw \ Of\1(..() [pa1 en tesis solo
/ 77 J:.11 lug,u Je «pueda ser 01 Je11,1Jo en ciertas relaciones», en la p11 en B] o b1c.n comp,u t11 l.i denomm.iuon con la filo,oha e,peculatl\ a
mera edicion dice ,,e<L inundo como 01 de11,1Jo en ciei tas 1 elaciones» ) toma, la estet1ca, en pc11 te en ,ent1do t1 .111,cendental, \ en pa1 te, en
/78 Lunbien porh i.i entenderse «Id Ioirna pu1a de las uuuu.roue s ,1¡,111fic,1do p,Kologico ["-<ota tie Kant La fiase ,o bien compa1 tu [ J
sensible-, en general ,e euconu c11 ,\ a prion en la mente, en la cual todo s1gmfic,1do ps1culog1LO» se encllent1<1 ,olo en Bj
lo muluple de lo, íeuomeuos e, mundo en crei t<1, 1 elaciones» 187 L11e1d!meute «ld dou11u,, e1ement,il uan,cendental»
90 IMM1\NL EL Kf\', T CRÍTICA DE LA RA?ON rt. R·\ 91
[A22] En la estética transcendental, pues, en primer lugar determinada, sólo en la cual es posible la intuición del estado
aislaremos la sensibilidad, separando todo lo que el entendimien- interno de ella; 1'' de modo que todo lo que pertenece a las
to piensa con sus conceptos en ella, para que no quede nada determinaciones internas es representado en relaciones de
más que la intuición empírica. En segundo lugar separaremos tiempo. El tiempo no puede ser intuido exreriormente, asi como
de ésta, todavía, todo lo que pertenece a la sensación, para tampoco el espacio [puede ser intuido] como algo en nosotros
que no quede nada más que intuición pura y la mera forma Ahora bien, qué son el espacio y el tiempo' ¿Son entes eferti-
é

de los fenómenos, que es lo único que la sensibilidad puede vamente reales' ¿Son sólo determinaciones o relaciones de las
suministrar a prwrz. Con esta investigación se hallará que hay, cosas, pero tales, que les corresponder ían a éstas también en sí
como principios del conocimiento a prion, dos formas puras mismas, aunque no fueran intuidas' ;o
son [determinaciones
de la intuición sensible, a saber, espacio y tiempo, en cuyo o relaciones] tales, que sólo son inherentes a la mera forma de
examen nos ocuparemos ahora . la intuición, y por tanto, a [B38] la constitución subjetiva de
. ·.
nuestra mente, [constitución] sin la cual estos predicados no
podrían ser atribuidos a coso alguna' Para instrnirnos acerca de
[B37J esto, vamos a exponer, en primer lugar, el concepto de espacio
Entiendo por cxpositum ( rxpositio) la representación distinta
Sección primera (aunque no detallada) de lo que pertenece a un concepto; la
de la estética transcendental exposición es metafísica cuando contiene lo que representa al
concepto como dado a prwri.18i
DEL ESPACIO 1) El espacio no es un concepto empírico que haya sido
extraído de experiencias externas. Pues para que ciertas sen-
§ 2. Exposición metafísica de este concepto!" saciones sean referidas a algo fuera de mí (es decir, a algo [que
Por medio del sentido externo (una propiedad de nuestra está] en otro lugar del espacio que aquél en que yo estoy), y
mente) nos representamos objetos como fuera de nosotros, y también para que yo pueda representármelas como contiguas
a éstos todos [nos los representamos] en el espacio.183 En éste y exteriores18" las unas a las otras, y por tanto. no solo como
es determinada, o determinable, la forma de ellos, su tamaño, diferentes, sino como [situadas] en diferentes lugares, para
y la relación [que guardan] entre sí. El sentido interno, por ello debe estar ya en el fundamento la representación del
medio del cual la mente se intuye a sí misma o [intuye] su espacio. En consecuencia, la representación del espacio no
estado interno, no da, por cierto, ninguna intuición del alma
misma como objeto; pero es, sin embargo, una [A23] forma
. 784. Es decir, del alma .
785. El pasaje que comienza «Para mstr mrnos m er ca dr- esto» v que
termina «representa al concepto romo dado o ¡man>' pe1 ten ere sola-
782. La expresión «§ 2» y el título «Exposición metafísica de este mente a la segunda edición. En su lugar, en la primera edición dice:
concepto» están solamente en la segunda edición. «Para insn uimos acerca de esto, vamos a considei ar primeramente
783. Como si dijera: «nos representamos a algunos objetos como si el espacio».
estuvieran fuera de nosotros; y a todos eso, mismos objetos externos 786. En lugar de «como contiguas y exteriot es», en la primera edición
nos los representamos en el espacio». dice: «como exteriores»,
[\ l l Ll h
Lfll l ll ~ lJL l ~ K ,¿(!, PL F~
puede :,u obtenida pu1 c:\.per tenu<l a pctt tu de l,io I elaciones
del lenonieno e xtcmo, ,moque e sta e\penenud externa eo, unnersc1J de espacws en general, ,e bas 1,1mplunt't1te u1 lur1
.mte tudu pu,ible dlct nusrna solo mediante la meuc ionada raciones De aqu1 ,e :,Jgut yue, con 1espeuu a el tll1d 111wH.1<,r1
rep1 l",LI1t,u 1011 ap11un [que nu es empul( 11 ,ll,e de fundctment1> de todo, lu,
[ \21] _¿ Ll e,pc1uu L, una 1 epi esentacion a pnon necesaria concepto~ de el " -\;1, !cJdu~ Jo, pr 111op10, geomeu 1co,, p
L¡Ul ,,11, e Je íund.unenro ele todas la, mtuu.ioues e vtei nas e3 que en un trld11guJu, du, Lidu;, ,umado,, son Illd\ ore, que
0>U,lld puLLle uuo hacerse una 1ep1e,c11t,1uon de que no el tercero, nuncci ,e dedl!cen de los concepto, u111\ e1,c1le:, de
ha, d e,pc1uu, aunque si se puede pensa1 mu, bien que no Jmea \ de t11dngLilo, ,1110 dt- Lt mtu1uon, ) d]u a p,zou cun
certeza c1pod1Lt1ca
:,e ,ellllltlltJe en el objeto [B "llJJ ,dgLmo Pur con,1gu1ente, [el
e,pc1uu] b considei ado como lci coudicion de pu,1biltdc1d de 1) El e,pc1c10 es repre,ent<1do como una rnagmtud mhn1w
los Ienomenos ) no corno una detei nunacion dependiente de dada Aho1d bien, todo [B JOJ concepto se debe pen,ar corno unc1
t !lu, \ e, una I epic,u1tc1uun a p1w11, que necesanarnenre ,1n e
repre,entauon yue esta t unternd<1 en una m ultnucl mfimta ele d1
de !u nd.uue nto de los lenoruenos externos ' ferentes representc1uone, posibles komu Li ca1auensncc1 comun
1 [ l t-::>fMUU 110 e, un cunct-pto drsc ru siv o, o, ~orno ,e de ellas),} gue por tanto lcts contiene a esta, ba¡o jJ, pew nmgLm
,uL Je t!t e u u 111, er,al, de relaciones de las cosas [-\...! ,j en ge wm epto, l umu tal, puedL ,e1 pen,ado como s1 contu\ Ihe ,11
JJ una multitud mfimta de 1ep1esentauones 'i. ,111 ei11ba1~0, <1s1
ne: ,d ,11u, una mtuu ion pm ,t Pues en pnmer lugar uno puede
Il fHt",entcti ':,P solo un uruco e,pc1uo, ) cuando se habla de
es pensddo el espacw (pue, toddo lds pdr te, del e,p<1uu, ha,rct tl
mue hu, e >J>dLW,, ,e enuende por ellos solo partes de uno ) el mfimto, son s1multanec1s) Poi ldnru, lar epresentc1uon 011g1nc11 u
1111,,1110 espduo uiuco \ estas pcirte,, tdmpoco pueden preceder
de espauu es 1ntu1cw11 a pr In 1, ) , concepto 1 ''
,d L ,pctuu uiuco cnuuabar cadoi , como ~1 fuer an elementos de
el 'et par tu ele )0,, c u.ik s fuese posible la compu,,1uon de el), § 3. Exposición transcendental del concepto
,mo ljU( solo en el pueden ser pensadas El e, esencialmente de espacio
uruco , lu mulnple. en el, ) por tanto, también el concepto
Entiendo poi npo:iuwn t1a1wundental la e'l.phcac 1011 de un
concepto como p1111up10c1 partu del cual puede »er entt:-nd1clc1
¡¿;7 A. conunu.u.iou, ]d pumerd edu.iou u ae el ,1guienle p,baJe «i) En la po~1b1lrddd de ot1u~ conuunuento, smtetJLos a pr w11 P,u a
c,t 1 ne. esidad u p11011,t lM;d ld ce.rteza apodu.uc., de todos lo, pi mupw:,
georneu ices , ld posrbrhd.id de su» con,Lt uccioues a p, 1011 Pues si e,td
11 pi L:oeIJl<1uon del t'spc1uo fuese un concepto .ulquiud« a puJlu ion, e\ 789 En luga1 de «co11tepto, de el" en l.i p11me1" ed1uon dice «con
cepto:, de ello,,,
u .udo de l.t expe11enllct e\.tu lld gllll l a] entonces lo, p1 uiu.i os fJ1lllC1pw
dl l., cktei rrunacron ru.uemauc a no ,e1 ian n.id., 111,1, que pe1 cepc1one:, 190 1:.1 p<l,,lje que corn1ent<l [! t spc1c10 es 1 epi e,ent.ido » \ que
1t ndn.ui, 1101 tanto to<l,1 ]d lllntmgem td de ld perctpcwn, ) no seria te1mrna «es 111tu1uon a prw11, \ no concepto" ,e e11u1ent1.1 :,olo en
]H ecrs.mu.n« neie,.ti to que euu e du, punto, solo pc1:,,11 d una hnea 1 ectt, la ,egund,1 ed1uo11 Su,tltuye 1 un p<1,,1Je que e,lc1 ,olctmLnle en L,
suro que lci e,peiiu1ud lo tlbtn,u1,t,1empie clo l lo que e, tornado de d. pnme1.J. ed1cwn \- que dice ~ )) 11 e:,p,1uo es 1cp1 eselltc1du cL1do
1,pl l tt'llU,l tu.ne c1dun.i, um I ei salidad ;u lo LlHllpa1,!l1, a, a s.ibei , poi como unct mc1g111tud mfirntct l n conteplo u1111 t 1 s d dL t ,p.iuo ljllL
uiduccron I'o: tanto solo se podn.i decu ,egun lu que ,e ha observado es cornun t,1nto <l un pie como 1 una , ,tra) no puede dete1 mrn,u ,Mda
li,t,Ld .ihor a, tlO ,e ha encouu.rdo e,pc1uo alguno que tengct ma., de l1es wn 1especto d lct mctgrntud .::i1 no fue1d pot Lt au,,·mLI dt> hrnne, <'11
dimemionc:,, I:,te pc1.>,lje tue ,up1 mmlo en !., ,tgu11d.t ed1c10n el p1 og1 eso de la mlu1c10n llllll,u,1 con e epto de 1 eLt, lOll<é, ence1 t dl ld
/88 l::.n Ll pumerd ediuon t!l lugd1 ck d » dice ctqu1 41» en s1 un prmup111111 ele la rnhrntt,d de ellc,s» E,te p,bdJe esta ,olo en L1
pnme1c1 ed1uon,, no hgu1a en!, ,egundc1
IMM/\MJEL K1\NT CRfTICA DE LA RAZÓN Pi 'RA 9S
94

este propósito se requiere 1) que tales conocimientos procedan [A.26] [B42]


efectivamente del concepto dado; 2) que esos conocimientos CONCLUSIONES A PARTIR DE LOS CONCEPTOS PRECEDENTES
sean posibles sólo bajo la presuposición de una manera dada
de explicar ese concepto. a) El espacio no representa ninguna propiedad de cosas
La geometría es una ciencia que determina sintéticamente, en sí, ni [las representa] a ellas en la relación que tienen entre
y sin embargo a priori., las propiedades del espacio. ¿Qué debe ellas, es decir, [no representa] ninguna determinación de ellas
ser la representación del espacio, para que sea posible tal cono- que sea inherente a los objetos mismos, y que subsista aunque
cimiento de él? Él191 debe ser originariamente intuición; pues se haga abstracción de todas las condiciones subjetivas de la
de un [B4l] mero concepto no se pueden extraer proposiciones intuición. Pues ni las determinaciones absolutas ni las relativas
que vayan más allá del concepto, lo cual, empero, ocurre en la pueden ser intuidas antes de la existencia de las cosas a las que
geometría (Introducción, V). Pero esta intuición debe encon- les corresponden, y por tanto no pueden ser intuidas a pium.
trarse en nosotros a priori; es decir, antes de toda percepción b) El espacio no es nada más que la mera forma de todos
de un objeto; y por tanto debe ser intuición pura, no empírica. los fenómenos de los sentidos externos, es decir, la condición
Pues las proposiciones geométricas son todas apodícticas, es subjetiva de la sensibilidad, sólo bajo la cual es posible para
decir, están enlazadas con la conciencia de su necesidad, p. ej. nosotros la intuición externa. Ahora bien, como la receptividad
el espacio tiene sólo tres dimensiones; fWro tales proposiciones del sujeto para ser afectado por objetos necesariamente prece
no pueden ser juicios empíricos o juicios de experiencia, ni de a todas las intuiciones de esos objetos, se puede entender
pueden ser deducidas de éstos (Introducción, II). cómo la forma de todos los fenómenos puede estar dada en la
Ahora bien, écómo puede estar en la mente una intuición mente antes de todas las percepciones efectivamente reales, y
externa, que precede a los objetos mismos, y en la cual puede por tanto, a priori; y cómo ella, siendo una intuición pura en
ser determinado a priori el concepto de estos últimos? Manifies- la que todos los objetos deben ser determinados, puede con
tamente, no de otra manera, sino en la medida en que ella tiene tener, antes de toda experiencia, principios de las relaciones
su sede meramente en el sujeto, como la constitución formal de de ellos.
éste, merced a la cual es afectado por objetos recibiendo por Según esto, sólo desde el punto de vista de un ser humano
ello una representacuin inmediata de ellos, es decir, una intuición; podemos hablar de espacio, de entes extensos, etc.'?' Si pres-
por tanto, sólo como forma del sentido externo en general. cindimos de la condición subjetiva, sólo bajo la cual podemos
Por consiguiente, sólo nuestra explicación hace compren- recibir intuición externa (a saber, así como seamos afectados
sible la posibilidad de la geometría como conocimiento sintético por los objetos),I'i; entonces la representación del [B43] espa-
a priori. Toda manera de explicación que no suministre eso,
aunque tenga, en apariencia, alguna semejanza con ella.!" cepto de espacio» y que termina «por estos signos de la manera más
puede distinguirse de ella por estos signos de la manera más segura» se encuentra solamente- en la segunda edición.
segura.'?" 794. No debe entenderse esto como si las conclusiones acerca del
espacio se basaran en hechos empíricamente conocidos. El «punto de
vista de un ser humano» es el punto de vista alcanzado hasta ahora. en
797. Es decir, el espacio. la progresiva aplicación del método sintético, mediante el mal, poco
792. Rohden y Moosburger conjeturan: «semejanza con la nuestra». a poco, ,P reconstruyen el conocimiento y su objeto
793. El pasaje que comienza «§ 3 Exposición transcendental del con- 795. Como si dijera: «a saber, esa condición subjetiva consiste en que
l Rll lC-; •JE- L-; ·lAZO'\ Fl F,-
9,

uu no ,1gnd1LJ. 11c1LL1 [ -\27] L~Le p1ed1cddo ,e au1uu) L d lc1, con 1especto a la, LO,,t,, cuando son considei ada-, pu1 L1 iuzon
LU,,t, solo en la rned1d.t en que ,e nos apa1ecen, e, decir, [en en si mismas, es decir, ,111 pi estar atencion c1 lc1 e ousntuc ion de
l,t nu d1cL1] en que ,ú11 uu¡tto, de lc1 ,en,1bil1d,1d La Ioi ma nuestra sensibilidad \fü mamos po1 tanru lc1 1,1dul,1tl lll(J;1, ua
< onst.mre de. e,a I tu pl1\ idad qut. llamamos ,en,1uil1Jad, e, del espauo (con respecto ,1 tudc1 po,1ble e .. pe1 It'nua t. '\lel nct
t111,t condicion ne(e,d11,t de roelas las 1elauone, en las cuales aunque d la , eL 1" !et idwlu/aJ tran.JcendwtaL de el e, dt l Ir que
son mtuidcs obJel05 corno tuu c1 de nosoti os, 1 si se hace !el] no e, nada, tan pronto como ,up11rn1mo, lc1 LOnd1uo11 ele
c1b,L1 accion de e,o, objetos, [e,c1 101 uia b) una mtuu.ion pura la pos1b1hdctd de toda e\.pe11enua \ lo to111<1111os como ,dgo
que lk, \ a el noml» e de t.,µc1uo Corno no podernos hacer, de que ,1n e de fund,unento de las Losa, en ,1 rn1,ma,
l<1, c oudu.ioues pMtlLUl,ue, de la ,ens1b1hdad, condiciones de Pero ademd,, ,tpai te del espacio no ha, nmgun.i ut1,1 repi e
l.1 pu,1bil1d.id de Id, co,a,, sino solamente de los tenornenos ,entduon sub Jet!\ a)' 1elend,t a d!0o nte1 no, que ,e puedd l1<1ma1
dt ellas entonce, podemo, decu que el espacio abarca todas a pnon ubJel!, a Pues de nmguna de ella, se pueden dc·n, ai
la, c(),,t, que puuLrn p1 L,entM,enos extenorrnente, pero no propo,1uone, ,mtet1cd, a prwrz corno [,e pueden de11, ar! de la
todas las cu,<1, en ,1 mismas, )ª sean inundas o no, m tampoco mtu1uon en el e,pac10, (~ 3) Poi eso, pard h,iblM con p1 t'u,1011,
< u.ilqurci .t se,l e.l sujeto que las mtuj a'" Pues de Id, mtuiciones
a ellds no le, cuire,ponde mngunct 1dealidad c1w1que comndan
de ou u, euu.s pe11,.inte, no pode mu, Juzgar sr estan hgc1das a con la 1 epre,ent<1c1ou del esp.tcJO en que pei tenecen ,ul,unente
1'1, rn1,111,b cond1uone, que In nuan nuesu a mtuicion y que son a l..i con,tituuon ,ub1et1, a del modo de ,e1 del ,ent1do, p e1 de
uruv c i s.rlmeute \ alid.t, p,uc1 nosotros S1 la hrrutacion de un la, 1sta, del 01do, del t<1Lto, p01 med1u ele las ,ens<1cwnes de los
¡u1uo la ullegTamus en el concepto del sujeto, entonces el JUICIO LOlo1es, somdo,) Ldlor, lus cuales, ernpe10 como ,on nw1as
Lwnt. validez 1ncond1uoH.tdc1 La p1opos1uon 1odas las cosas sensac10nes ) no mtrnuones en s1 mi,rnas no d,tn d conoct·r
estan unas JU11tu d lc1, ou as en el e,pauo, vale solamente!' con nmgun objeto,) mucho J11l 110, a p,wn
l,t hnnt.u iou ,1 e,J.~ cosas ,e tornan como objetos de nuestra in
uuciou '>t'n,1ble ~1 aqm aú.idu 1.t Loncltuon al concepto.y digo 798 En su e1empl,u )el unp1e,u (0111g10 Kant <pe10 1,uub1éu c1 Id ,e¿
I ud,b lc1, co,c1, corno tenorueuos e>,ter nos, estan unas JUnto a 799 FI p,bdjé que <.om1enL.1 «Pues ck mngunc1 dL e!l.t, 1 que le1 m111,1
lc1, ou as en el e!,p,1Ltü entonces e,t.t reglc1 \ ale urnversalrnente y •I mud10 meno, a pno, i ,usl!Lu; e, e11 t1 ,egund<t ed1uo11 ,d s1c u1e11te
I
sin ln iuracron [ B t-t I\ uesiras e'-Pü,1L10t1es enseñan, segun esto, pa,a¡e de L1 plllne1d ed1uon , l'o1 éSO e,lil cond1uo11,ubJetJ\ c1 d~ tocios

I Ubj la 1udulad \es dccu , la v alice.z ubJetJ\ .t) del e,pauo con
lo, fu10meno, e,te1110:, no puede cumpa1,u ,e LOn mnguna oB a El
buen sc1bu1 dL un , mono pe1 te11ece a ias dete1 mmauune, obJel1, d5 del
te,peLLu c1 tocio d(¡L1ello que pueda p1esentarseno, exteuounen 11110,) poi tc111to de un OUJelll, mn :,1 ,e lo con:,1du .i LLJlllU tuwmcno,
te corno objeto, pe10 ,L l.t ,ez [emenall] la 1dealtdaddel espacio ,mo d l.t com,t1tuc10n p,u l1t.u!d1 Jel sentido en el ,uJeto que lu sc1bme,,
Lo, Lolo1e, no son p1op1edade, de lo, cue1pos a LU\ct 111tu1c10n e,tan
hg-.ido:,, ,moque [t.llm] l..imli1ell ,un ,olo mod1hc.,uuue; del ,enudu de
,c.unu, ,tllLl 1Ju, p,,1 lo, UUJélü> , solo podemos i ecibu mtuu.ion ex la, 1sl,l que e, afeuado poi l.i luz de c1e1 ta mc1nera Pu1 el conn a110
L, 111 1 en l . ni, .hd 1 e11 c¡ue se.unos eíe. nv amente afeuc1do, poi ello,' el espdClO, como cundKJOll <l, 1 )S objetos e .. te1no:, neucSdllilmente
l u- ¡> utlllLs1, de t.sl I l!.i,e son ..igi<-.t,,tdo de e,L<1 u aduccion pe1 lenece al fenomenu de ello, o a ,u mtuiuon Sdbo1 ; rolo1 no ,on
f 'l(J l d j¡ 1se l '>e rn nuurd.rs v no fue tachad« po1 Kant en su cuml1uone, necL,,li i.t> [ <\..!~] ,olo b,lJO las cu,des lo, obJetus pued,m
e1empl.t1 u11p1e,o coi r c ci.ron \. \.11 ,egun Vailuuge: Kommentar, llegar a ,e1, pc11a no,uuo, OUJPlos de lo, senBdo:, Estan enJa¿ado,
con el fenomeno solo como efecto,, contmgencemenle ,tnMhdos de la
torno 1 p J 13
/ 9 7 L 1 pctl .ln d ,ol,1111eu Lt. fue ,u pi muda en la :,egund l edicion lJ1!5dlllUUOn p.t1 l1LuL11 Poi eso 1,1mpuco son 1ep1 e,elllc1uones a prw, 4
98 IMM1\NL'EL KANT CRITICA DE LA R,~ZÓN r1 IRA
99

[B45] El propósito de esta observación no es sino impedir [B4bJ


que a alguien se le ocurra explicar la [aquí] afirmada idealidad Sección segunda
del espacio mediante ejemplos que están lejos de ser suficientes,
de la estética transcendental
como, a saber, que por ejemplo los colores, el sabor, etc., con
justicia no son considerados como propiedades de las cosas,
sino solamente como alteraciones de nuestro sujeto, que in- DEL T!El\!PO

cluso pueden ser diferentes en diferentes seres humanos. Pues


§ 4. Exposición metafísica del concepto de tíernpo-"
en este caso aquello que originariamente es, ello mismo, sólo
fenómeno, p. ej. una rosa, vale, en sentido empírico, por una El tiempo 1) no es un concPpto empírico que haya sido
cosa en sí misma que, empero, [A30J a cada ojo puede apare- extraído de alguna experiencia. Pues ni la simultaneidad ni la
cérsele diferente por· lo que respecta al color. Por el contrario, sucesión se presentarían en la percepción, si no estuviera a pnon;
el concepto transcendental de los fenómenos en el espacio es en el fundamento, la representación del tiempo. Sólo si se la
una advertencia crítica de que en general nada de lo que es presupone se puede representar que algo sea en uno y el mismo
intuido en el espacio es una cosa en sí; y de que tampoco el tiempo (a la vez) o en diferentes tiempos (sucesivamente).
espacio es una forma de las cosas quP les fuera propia a ellas en [A3 l] 2) El tiempo es una representación necesaria gue sirve
sí mismas; sino que los objetos en sí no nos son conocidos en de fundamento de todas las intuiciones. Con respecto a los
lo más mínimo, y que lo que llamamos objetos externos no son fenómenos en general, no se puede suprimir el tiempo mismo,
nada más que meras representaciones de nuestra sensibilidad, aunque muy bien se puede sacar del tiempo los fenómenos. Por
cuya forma es el espacio, pero cuyo verdadero correlatum; es consiguiente, el tiempo está dado o priori. Sólo en él es posible
decir la cosa en sí misma, no es conocida por medio de ella,'?' toda la realidad efectiva de los fenómenos. Éstos pueden todos
ni puede serlo; [cosa] por la cual, empero, tampoco se pregunta desaparecer; pero él mismo (como la condición universal de
nunca en la experiencia. la posibilidad de ellos)2º2 no puede ser suprimido.
[B47] 3) En esta necesidad a pnori se funda también lapo-
sibilidad de principios apodícticos acerca de las relaciones del
tiempo, o axiomas del tiempo en general. Éste tiene sólo una
dimensión; diferentes tiempos no son simultáneos, sino sucesivos
(así como diferentes espacios no son sucesivos, sino simultáneos).
sino que están basados en sensación, y el buen sabor incluso en senti-
miento (de placer y displacer) como un electo de la sensación. Tampoco Estos principios no pueden ser obtenidos de la experiencia, pues
podría nadie tener a priori ni una representación de un color, ni la de un ésta no daría ni universalidad estricta, ni certeza apodíctica.
sabor_cualq_1:iera; pero el espacio concierne solamente a la forma pura Podríamos decir solamente: así lo enseña la percepción común;
de la intuición, y por tanto no encierra en sí ninguna sensación (nada
empírico); y todas las especies y determinaciones del espacio pueden, e
mcluso deben poder ser representadas a prior~ si es que han de originarse 201. La indicación del número de parágrafo«§ 4»,) el título -Exposi
con_ceptos tanto de figuras, como ele relaciones. Sólo por medio de él es ción metafísica del concepto de tiempo» son agregados de la segunda
posible que las cosas sean objetos externos para nosotros». edición ..
200. Quizá haya que entender aquí: «por medio de la sensibilidad», 202. Los paréntesis en la frase «[corno condición universal de la posi
o bien «por medio de la forma de la sensibilidad». bilidad de ellos)» son agregado de la segunda edición.
CRI 111 \ JE L-, R'\Lü\ PL,R.; /0/
ic«
debe ,p1 Estos pnnc1n1u,, ,1le11 como 1eglas bajo l,b p1üp1amente e, n anscendc utal Aqur solo c1gTego que el con
~1,0 ru 110 ,1 :,1 c. J r
l uc1k,, en generdl son pu,1ble, Lb e'-pe11enuc1s,) nos mstrux en cepto de mudanza.y con e] el <.oncepw de rnov irruento (<.orno
mudanza del lug,tr) solo e, posible mediante la rep1 esentauon
,lil te, esta, \ no !lled1<tnle e,ta
dt.
I l l tu rnp<l 110 e, un cunceptu d1,u11,1, o, o, con10 se suele del tiempo,\ en ella , c¡11e ,1 esta rept eseutacion no tuera 111ru1
.lecu [uii c,iuu .. pto] unr, ersal, sino una 101 rna pw ,t de L111llu1uo11 e 1011 (uuer na] a p1w11, l1lI\!,ll11 concepto, sea el que fuere, podna
,, ii\iblL Dih 1u11e, uempu, sun ,ol,w1u1te p,utes [ ..\.31] del 1111s hacer comprensible la posrbihdad de una mudanza es decu, de
mu ue.mpo Pero la 1ep1e,entc1u0n que solo puede sei dada pm un enlace de predicados opde5tos coutrad« tori.unenre (p eJ el
un UllllU objlld e, mtuicWll \ t,1111pOUl se podna den, ar de un ,er [de una cosa] en un lugar, ) el no ser de la misma cosa en
LO!lu:>¡>lu Lu11,er,,tl lc1 piopo:,1uon de que dtle1ente, tiempos no ese rrnsmo lugar) en uno v el 1111,1110 objeto Solo en el tiempo
¡m, den set ,imultc1neos Lsta p.oposicivu e~ ,mLelll.ü,) no puede pueden ambcts [B..ic)J deternll'1ac1ones Lont1 ad1ctonamente
!ld( ei " p,u tu de concepto, solamente Lsta Lontemdet nimediata opuestas encuntra1,e en un<1 co,a, a sdber, una dopue:, di la olla
rue nte, poi tanto, en la innucion , rcp1cseulc1uo11 del tiempo Por tc111to, nue,LIO lOnceptu de tiempo e'\.phca l,1 po,1b1hdad de
La inhmtud del tiempo nu ,1g111ficd 1lddc1 mas, sino que tantos conourmemo, s1ntLl1LOS a p110, z corno e,pone la teona
11
tud,t calltidc1d deterrn111c1dd del ucmpo e, posible solo mediante gene1 al del mo, 1m1cmu c¡ue 11<) e:, poco fertil
p; it)\ lunitaciones de un tiempo uuu.o 4ue ,1n e de fundarnen
Lo p Jt eso, !et 1epie,etltetuon o¡¡g111cu1a tiempo debe ser dada § 6. ' Conclus10nes a partir de estos conceptos
é, )¡ no ilmutade Pe1 u cuando las pa1 tes 1m,md, de algo, ) toda
a) El tiempo no es al¡;u lJLlt. subs1,ta por ,1 mismo, o gue
c,1.iit1d,1<i de un objeto, solo pueden ser 1epre,ent,1das deterrm
sec1 mherente c1 l,t, co,ct,, L orno deter m111ac1on objetl\ a, ) que
u,« ti!llL ute mediante lin11t,,uon, en e,e caso la representac10n
poi tanto pennaneLLa s1 5e hace c1b,tracuon de todas ]a:, con
é omph tct \de t..~e ,ligo] no puede e,ta1 dadd poi concepto,, (pues
d1( llme~ subJetl\ ,i:, de la 1i.Lu1uu11 de ellüs, pue, en el pnme1
, tu' solo conuL11c111ep1esentac1ones pa1uale,) 'smo que una
'' ~ d 11 OJ caso, c1un sm objeto efeu1,etn1tme real, ,e11a algo que ,ena
utLU,Ul,!1 uaned1atct debe ,eJ\H de lundamento e e as
efectivamente red! h Pu() poi lo que conuerne a lo [ -\33]
segundo, el, como un 01 dt·n u ,ma dete1111mac10n rnherente
§ 5. I:xpos1c1óntranscendental del concepto d las co,c1s 1111,nus, no pud11d preLeder a los objetos, corno

de tiempo cond1uon de ellos, 111 ser 1ntu1do) conocido a prwn mediante


Puedo 1uiutnme, p,ua esto, al 11º 3 donde, paia 5e1 bi eve, proposiuone~ smtenld, Pm el contrano, esto ultimo ocm re
he pue,Lu enne lo, arLiculo, de !et e'-po,1uon met,1fi,1ca lo que mu7 bien, ,1 el nempo no e, nadd mas que la cond1c10n ,ub
Jt::tl\ d betJO la cud! µueden tene1 lugar en nosot1os todas las

-;;)-> t, Lkui-,no, 111,t1uyc;n antes de l.1 t,peuenc1a, v no poi medio


206 El pd;dJe que com1enu Ǥ ' [ ,po,1uon u ,m,cendentdl del
de .n.. wnu,pw Je tiempo ) quL te1111111<1 c¡ut- no L, pocu fe1 ti! e, anctd1do
lt) t LH lll::,,li dL
pue, estos solo co ntu, nen 1ep1e,entac10ne:, p,uc1,1
le;:,¡ en l.. pi diuun dicc. (puc;;, en e,e L<i>O l<1, 1ep1 e,entauone, de la seg1.md<1 ed1c1on
1111u",
207 L1 e,p1e,1on ,,§ h ;olo 'L' ( 11Luenl!a en b se6und<1 ed1c10n
jl ilU dó ¡>lt'LtdLII
201 l ll ¡110,u tk de dl<1,, ¡p!Ob,,blt'l11E.llte «le l,b p,u tes» o bien' de 208 Como ;1 J1Je1d «ctunque IH> hub1u ,1 nm¿un ubJLIO elecl1,dmente
¡ 1, iepie,enuuollL> p,Hu,1k, J, en l,1 p11me1,1 ed1uon deua «de ella» 1cc1l el t1unpo ;euc1 dl5o ckLl1\ unente 1e,il,
102 l'v!MANl EL K,\",T CRITICA DE LA RAZO, Pl'RA 103

inruiciones.s'" Pues entonces esta forma de la intuición interna inmediata de los (fenómenos] interno, (de nuestras alma,)21")
puede ser representada antes de los objetos, y por tanto, a priori. precisamente por eso, mediatamente, también de los fenorne-
b) El tiempo no es nada más que la forma del sentido in· nos externos. [B51] Si puedo decir a pnon todo, lo, fenómeno,
terno, es decir, del intuir a nosotros mismos y a nuestro estado externos están en el espacio.y están determinado, a pnon ,egun
interior. Pues el tiempo no puede ser una determinación de las relaciones del espacio, 211 entonces, a partir del principio del
fenomenos externos; no pertenece (R.50] ni a una figura, ni [a sentido interno, puedo decir de manera enteramente universal
una] situación, etc., y en cambio determina la relación de las todos los fenómenos en general, es decir, todos los objeto, de
representaciones en nuestro estado interno. Y precisamente los sentidos, están en el tiempo, y necesariamente están en
porque esta intuición interna no suministra ninguna figura, relaciones de tiempo.
procuramos nosotros subsanar esa carencia mediante ana- Si hacemos abstracción de nuestra maneta de intuirnos inte-
logías, y representamos la sucesión temporal por medio de riormente a nosotros mismos v de abarcar en la facultad rep1e
una línea que se prolonga en el infinito, en la rual lo múltiple sentativa, mediante esta intuición, también todas las intuiciones
constituye una serie que tiene sólo una dimensión; y de las externas, y si por tanto tornarnos a los objetos como puedan ser
propiedades de esa línea inferimos todas las propiedades del en sí mismos, entonces el tiempo no es nada Solo tiene validez
tiempo, excepto una: que las partes de ella son simultáneas. y objetiva con respecto a los fenómenos. porr¡ue éstos son ya cosas
las de él, empero, son siempre sucesivas. De ahí resulta clara- que suponemos como objetos de nuestros ,enhdor,212 peto deja <le
mente también que la representación del tiempo es, ella misma, ser [A35] objetivo si se hace abstracción de la sensibilidad <le
intuición, porque todas sus relaciones se pueden expresar en nuestra intuición, y por tanto, de aquella manera de represen
una intuición externa. tación que nos es propia,213 y se habla de cosas en general. Por
[A34] e) El tiempo es la condición formal o pnorz de todos consiguiente, el tiempo es solamente una condición subjetiva de
los fenómenos en general. El espacio, como la forma pura de nuestra (humana) intuición (que es siempre sensible, es decir, lw
toda intuición externa, está limitado, como condición a pnon, produce)214 en la medida en que somos afectados por objetos),
sólo a los fenórnenos externos Por el contrario, como todas
las representaciones, ya tengan por objeto cosas externas o no,
en sí mismas pertenecen, como determinaciones de la mente, 270. Es decir: de los fenómenos del alma
277. También podría entender se· «todo, los fenómenos externos
al estado interno, pero este estado interno debe estar bajo la
están determinados a prwn en el espauo, ) según la, relacione, del
condición formal de la intuición interna, por tanto, [bajo la espacio».
condiciónj del tiempo, entonces el tiempo es una condición 272. Quizá pueda entenderse también aquí «porque esto {r, decn ,
a pnon de todo fenómeno en general, a saber, la condición fenómenos) es lo que son ya las cosa, que ,uponrmo, como obJP'"'
de nuestros sentidos».
273. Es posible entender aquí· «)' pm tanto, ,1
,E' hace ahstra; < ion ~lr
aquella manera de representar ion que nos es propia». pern tarnbién
209 En vez de «condición subjetiva bajo la cual pueden tener lugar puede entenderse: «y por tanto, si se hace abstracción de la sensrbi-
en nosotros todas las intuiciones», se ha sugerido que habría que leer hdad (o del carácter sensible) de aquella manera de rept esentacton
«condición subjetiva sólo b<IJO la cual pueden tener lugar las mtuicio- que nos es P' opia-.
nes en nosotros» {«allem» en vez de «alle»; sugerencia de Erdrnann, 274. La expresión enu e corchetes «[se pr oduce]» es sugerencia de
recogida por Schrrudtl. Tremesaygues y Pacaud.
104 l,\\,\\AM,EL KA'.\ T
CRITICA DE U\ RAZÚN Pl·RA
105
y en s1, fuera del sujeto, no es nada. No por ello deja de ser fenómeno mismo, en el quP son inherenres estos predicados,
necesai iameute objetiv o con I es pecto a todos los fenómenos, tiene realidad objeti\ a; la cual falta aquí por completo, excepto
) por canto tarnbien con respecto a todas 1'1s cosas que puedan en la medida en que es meramente empirica, es decir, [en la
presentársenos en la experiencia. No podernos decir: todas las 1:1ed1da en que] se considera al objeto mismo meramente como
cosas están en el tiempo; po,que en el concepto de cosas [B52J fenómeno; acerca de lo cual ha de consultarse la prececlenre
en general se hace abstraccion de toda especie de intuición de observación de la primera sección.
ellas; pero ésta es, propiamente, la condición para que el tiempo
pe1 tenezca a la I epreseutaciou Je los objetos. A...hora bien, si la § 7.w Explicación
condición se integra en el concepto, y se dice: todas las cosas,
corno fenómenos (objetos Je lc1 intuicióu sensible), estan en el . Contra esta_ teoría que lt:> ot01ga al tiempo realidad empí-
tiempo, entonces el principio tiene su genuina exactitud objetiva nea, pero le niega la absoluta y transcendental, he recibido,
y su universalidad a pnori. de hombres inteligentes, una objeción tan unánime, que por
Nuestras afirmaciones euseñan, por tanto, la realidad e111- ello supongo que debe de pre~e11tar,,e naturalmente en todo
purea del tiempo, es decu .u validez objetiva con respecto lector a quien estas considei aciones no le sean habituales. Dice,
a todo, los objetos que puedan jamas set dados a nuestros pues: Las 1~1~1clanzas son efectivamente reale, [esto lo prueba el
sentidos. Y puesto que nuestra intuición es siempre sensible, camb10 [A.31] de nuestras propi";, representaciones, aunque se
nunca puede sernos dado en lct experiencia un objeto que no quieran '.1egar todos los fenómenos externos y sus mudanzas).
tenga que estar l)aJO la condición del tiempu. Por el contrario, Ahora bien, las mudanzas sólo son posibles en el tiempo; por
le denegamos ,d tiempo toda pi cteusióu de realidad absoluta, consiguiente, _el tiempo _es <dgo efecti\'amente real. La re5puesta
aquella, a s..ber, por la que él, aun sin tener en cuenta la [A.36] no encierra mnguna dificultad. Concedo todo el argumento. El
forma de : . uestra intuición sensible, sería inherente a las cosas llempo e,,, por cierto, algo t'fectivamente real, a saber, la forma
de manera absoluta, corno condición o corno propiedad. Tales efectivamente real de la intuición interna. Tiene, nor tanto rea-
propiedades, que corresponden a las cosas en sí, no pueden hdad subjetiva con respecto a l<1 experiencia in·c~r na; es decir,
nunca sernos dallas por los sentidos. En esto consiste, pues, tengo efectivamente la [B5-!J representación, del tiempo y de
la idealidad transcendental del tiempo, según la cual éste, si se nus determinaciones en el. Por tanto, él ha de ser considerado
hace abstracción de las condiciones subjeti vas Je la intuición efectivamente real, no como objeto, sino como la manera de
sensible, no es nada. 1 no puede contarse entre los objetos en repr esentación de mi mismo como objeto.?" Pero si yo mismo,
sí mismos (sm la relación ele ellos con nuestra intuición) ni u otro ente, pudiese intuirme a mí mismo sin e;,ta condición
como subsistente ni como inherente. '1' Pero ni esta idealidad, ele la sensibilidad, entonce.;, esas mismas determin.icivnes que
ni IBS3J la del espacio, han de wrnpararse con las subrepciones
de la se ns.uiou , purque en este caso-": ;,e presupone que el
dauas que se presentan, engaño,amente, como pertenecientes a los
objetos mismos.
217. La expresión «§ 7» se encuentra sólo en la segunda edición.
215. Ti emesaygues v Pac aud expln.au. «ui c11 L,diJaJ ele substancia,
218. Según fa puntuar ión ongrn,tl, habria que leer aquí: «Por tanto, él no
111 en e uhd.id Je accidente».
ha de ser considerado, efecti vaiuente, como objeto, sino como el modo
Lib. E, decu. en el caso de l.1 ,e11,..1ciú11 ) de ¡.., cu.rlid.rcles secun- dé rep.esentación ele mí mismo e orno objeto». Seguimu, d Ed. Acad.
106
llvllvl/\"ll'El. K,~I\ T
CRÍTICA DE LA R/\ZÓN PURA 107
ahora_ nos representamos como rnud
conocimiento en el que anzas, producirían un raciones, pertenecen empero solamente al fenomeno, el cual
tiempo, y por tanto, tampn:c~elprdesentadría la representación del tiene siempre dos lados, uno por eJ cual se considera al objeto
1 a d empírica de él ;1<> ª e rnu anza · Ou
la rea lid d
~ P a, por tanto en sí mismo (prescindiendo de la manera de intuirlo, por lo
· . , como rondic· - d d '
expenenc1as. Sólo la realidad b J ion e to as nuestras rual, precisamente, la naturaleza de él sigue siendo siempre
- 1 a so uta no pued ¡
segun o explicado más a ib E-1 e ser e concedida, problemática); y el otro, por el cual se mira a la forma de la
d . . . ' rn a. no es nada - 1
e nuestra mtu1c1ón interna ~20 s· . mas que a forma
J

intuición de ese objeto, [forma] que no debe ser buscada en


tic I d . , J se qurta de él la c di .-
u ar e nuestra sensíb 1ilid d d . on rcion par- el objeto en sí mismo, sino en el sujeto a quien [el objeto] se
del tiempo )' éste222 ~ i'· esaparere también el concept0n, aparece, y que sin embargo corresponde efectiva y necesaria-
. ' . no esta ígado a los /A3RJ bi
sino solamente a] suieto 1 . l o ~etos mismos mente al fenómeno de ese objeto.
, que os intuye ·
Pero la causa por_la cual esta ob.Pc: _ El tiempo y el espacio son, por tanto, dos fuentes de conoci-
t~n unánime, y por. parte de a ue)lo ion es h_echa de manera miento, de las cuales se pueden extraer a priori diversos conoci-
tienen nada convincent q s que, sin emhargo no mientos sintéticos: [A39] especialmente la matemática pura da un
dad del espacio [B55} e que ·ºNroner a la doctrina de la id~ali- ejemplo brillante (de ello], con respecto a los conocimientos del
- , es esta. 0 esper b d
apod1cticamente la reaJ1·dad b I a an po er demostrar espacio y de sus relaciones. [B5fi] A saber, ambos, juntamente,
1 a so uta del ·
es opone el idealismo, se - n es~ac10, porque se son forma, puras de toda intuición sensible. y por ello hacen
los objetos externos gud el cual la realidad efectiva de posibles [las] proposiciones sintéticas o prwn. Pero estas fuentes
no pue e ser dem t d d
gurosa; en cambio, la del ob¡ t d os ra a _e manera ri- de conocimiento a priori se determinan a sí mismas pt ecisamente
(de mí mismo y de rn¡I t d~e o e nuestros sentidos internos por eso (porque son meras condiciones de la sensibilidad) sus
es a o) es clara · d. ·
conciencia. Aquéllosm p dí mme iatamente por la límites, a saber, que se refieren a objetos meramente en la me-
o ran ser mera · ·
pero éste, 224 según la opinión de ell . apanencia ilusoria, dida en que éstos son considerados como fenómenos; pero no
efectivamente rea] Pero no t . os, es mnegabJemente algo exhiben cosas en sí mismas Sólo aquéllos": son el campo de la
· uv1eron en c t
que sea preciso negarles su efe ti Iidar a que ambos, sin validez de ellas; si se sale de ahí, no tiene lugar ningún otro uso
c iva rea idad como represPn- objetivo de ellas. Esa realidad226 del espacio y del tiempo deja
intacta, por lo demás, la seguridad del conocimiento de expe-
279. Es decir, del tiempo. riencia; pues estamos igualmente ciertos de él, ya sea que estas
220. Por cierto puedo de . . . formas sean necesariamente inherentes a cosas en sí mismas, o
l ' cir: mis represe t;
as otras; pero eso significa solament n H iones se siguen las unas a solamente a nuestra intuición de estas cosas. Por el contrario,
ellas como [de algo que está) en una e que_~osotros somos conscientes de aquellos que afirman la realidad absoluta del espacio y del
forma del sentido interno. No or e:uces1on tPmporal, es decir, según la
una determinación objetivame~te . : es el tiempo algo en sí mismo ni tiempo, ya los supong,m como subsistentes o solamente como
227. Probablemente haya qu d ml eH.'1~te a las cosas [Nota de Ka~tj.
i o e «representación". e ar e aqu1 a la expresion
sent d d · - «concepto,, el
222. Es decir, el tiern o. No
«este concepto». p es posible, en el origina], interpretar 225. Es decir, sólo los fenómenos.
226. Vaihinger (Kommentar ... tomo 2, p. 412i dice que la expresión
223. Es decir, los objetos externos
224 E d · . · «realidad» que aparece aquí «es evidentemente sólo un error de = scri-
. s ecrr, el objeto del sentido interno. tura, o de imprenta, en lugar de idealidad». Pero también la traducción
latina de Born trae aquí «realitate».
108 CRI I ICA rr L,, RAZO, PGRA
109

mhererues, c.k lx.u t.11cu11[1 ai ,e en conflicto con los pnnc1p1os rmentos maternaucos a p1 un t tal faltarles una mruicion a p110, 1
Je IJ. e,pem.nuJ. nusma Pues ,1 ,e deuden pu1 lo prnne10 (que objeuv amente valida) , erdadera) ru poner las p1 oposiciones de
e~, poi lo común, el p,11 udo de lo, mv esugadores marernancos la e\.penencra"' en [-\-!l] concordancia necesaria con aquellas
de !et nauu alez.i deben ,upone1 dos no cosas '511bs1stente, poi afirmaciones En nuestra [13')8j leona de la v erdadera naturaleza
s1 nnsrnas, ete1 lld, e inluutas (el ópaoo ) el uempo) que e\.1, de estas dos formas de la sensibilidad ong1nanas se remedian
ten (srn que ha) a, empc10, nada efectr, amente real) solo pctra ambas dificultades
ab.u c.ir en ,1 tocio lo efectivamente real S1 abrazan el ,egundo Finalmente, que la estetu a transcendental no puede con
parudo 1,ll [ -\-!U] que pertenece11 ,tlguno, que profesan una teo tener mas que e!,OS do, elementos, a saber, e!>p<1c10 ) tiempo,
n.r J1H:'l,d1>1Lc1 ele la naturaleza ) llenen al espacio y al tiempo queda claro, porque todos los ou os conceptos pertenecientes
por relaciones ele lo, íenomenos unos JUnro a los otros, o uno, a la sensibilidad, incluso el Je ITIO\ uruento, que reune ambos
después de lo, on osj c1b,l1,ud<1, de l.1 e,pet1e11u.t, <1unque [1357j elementos, p1esuponen algo emp1nco Pues este w p1e,upone
repiescntad.is, e.u lct absu accion, de mauei a confusa, entonces la percepc1on de digo 1110,11 Pero en el espac10, considerado
tienen que. nt.g,u les a lc1, docn uias maternaticas a pnon, en lo en s1 mismo, nada es 1110\ il, por eso, lo movil debe ser algo
Ieferente et !et, cosas e.íec u, amente Iec1le, (p eJ [las que estan] en que ,e encuentra en el espacio solo por expe¡ ienc1a,) por tanto, un
el espacio , su , ahdez, o al menos, la cer teza apodictica, puesto datuui emp1nco De la nusrna manera, la estetica transcendental
que esta no tiene lug,u a posteuon i los concepto, a pnon Je no puede [tampoco] contar entre 5US data a pium el concepto
c,pciCJO i tJempo, segun esta opmwn, son solo cnaturas de le! de mudanza, pues el tiempo mismo no se muda, sino algo
mi.1g1nauon cm c1 tueute eíecuv amente debe ,e1 buscada en la que esta en el tiempo Por ( onsiguiente, para ello se requiere
e,pe11enc1a, Je las relaciones abstractas de esta, la 1mag1naoon la percepc10n de alg1.111a e\ble111.-1a, ) de la suceswn de las
ha hecho J.l¡¡,o que conuene, si, lo UD!\ e1 set! de ellas, pero que determma:::10nes ele ella, y por tanto, e\.pe11enua
no puede oc.ut r 11 dt.Lt1, amente sin las restncciones que la na
tui ak.za ha er.lazudo con ellas Lo5 p11rne1 o, salen g.mando, en
la medida en que. hacen accesible el campo ele lo, fenomenos
[81!.IJ
pct1 a 5l!S aln ruacioues maternatu.as En cambio, se enredan en
gTan LOnlu,1011 p1eu,,1menle poi moti, o de e,c1, condiciones, § 8.131 Observaciones generales sobre la estética
L uando el eutendinueuto qu1e1e u mas alla de ese campo Los transcendental
,eg1111do, ganan, ciertamente, con 1espeuo a esto ultuno, a saber,
I '3 P11mero ser et necesanu e\.plicar tan J1,lmtamente como
la, repi eseutaciones ele e,pacio) tiempo no se les atraviesan en
sea posible cual es nuest1 c1 opm10n con respecto a la [A..J.2]
el carruno, cuando qme1 en ¡uLg,u acei L,t de los objetos, no como
comtituuon fundamental del c.onoum1ento sem1ble en general,
íeuomenos smo meramente en relacion con el entendimiento,
pa1a prevemr toda mterpretac10n erronea de ella
pe1 o no pue de.n 111 d.u 1ctL011 Je lct posibrhdad de los conoc:

229 Qmza ha1 a que entende1 <1c¡u1 <lo:, pnnc1p10:, de la e\.penenckl,


.L!7 ÍlLlllt!><11guL!> 7 P.1c,,ud 1me1p1et,m «v a lo, enueud.in Lomo 230 E, deu1, el mo, m11emo
subst 1tH..M, o corno accidentes» 231 Lt expre;1on ,§ 8, pertenLLe ;olo a la ~egunda ed1c10n
228 Corno :,1 d1J1..I ..t do, ,d¡,u; que no son cosas- 23:! La e\.p1e;1on «l,, e; "g1eg tdu de la segunda ed1cwn
110
IMMANUEL KANT
CRÍTICA D[ LA RAZÓN PURA ,, 1

Hemos querido decir, pues: que toda nuestra intuición no


es nada más que la representación de fenómeno; que las cosas - . mos Pues en todocaso conoceríamos completamente
ens1m1s · ibilid d
que intuimos no son, en sí mismas, tales como las intuimos; ni - nuestra manera de intuición , es decir ' nuestra semi. i l . a ,
solo
sus relaciones están constituidas, en sí mismas, como se nos aun ésta siempre sólo bajo las condiciones de e,pacw y nem-
aparecen; y que si suprimiésemos nuestro sujeto, o aun sola- y inherentes
po . . . . ente al sujeto: · lo que puedan
ongmanam . set. los
mente la manera de ser subjetiva de los sentidos en general, b:etos en sí mismos nunca llegaría a sernos conon~o, m a1111
[entonces} toda la manera de ser de los objetos en el espacio y :~diante el más esclarecido <;onocimiento del fenómeno de
en el tiempo, todas sus relaciones, v aun el espacio y el tiempo ellos ue es lo único que nos es dado. . ..
mismos, desaparecerían; y que como fenómenos, no pueden Po; eso [la doctrina que dice] que toda nuestra sensibilidad
existir en sí mismos, sino solamente en nosotros.213 Permanece no es nada,más que la representación confusa de las cosas, q11~
enteramente desconocido para nosotros qué son los objetos en contiene solamente aquello que les con esponcle a ella~ en si
sí y separados de toda esta receptividad de nuestra sensibilidad. .
mismas pero so-1 o en un amontonamiento de car d acter .isticas
No conocemos nada más que nuestra manera de percibírlo-, re re~entaciones parciales que no podemos iscernir con
que es propia de nosotros, y que tampoco debe corre,ponder yconciencia,
P . es una fa 1 siif c ación del concepto de sensibilidad
. ll y
necesariamente a todo ente, aunque sí a todo ser humano. Sólo de fenómeno, que hace inútil y vacía toda 1~ doctnna de e os.
de ella nos ocupamos. Espacio y tiempo son las [B60J formas La diferencia entre una representació_n _!Bti l] confusa _Y la r:¡
puras de ella; sensación, en general, la materia. Sólo a aquéllas resentación distinta es meramente lógica, y no concierne
podemos conocerlas a prton; w es decir, antes de toda percepción p id Sin 1 duda el concepto de Derecho de que se sirve el
contem o. ' d t de él
efectivamente rea], y por eso ella SP llama intuición pura; ésta,235 tid omún+" contiene lo mismo que pue e ex raer - .
sen I o c ¡
la más sutil especulación, sólo que en e uso vu "ar_ y
Jo- · practico -
empero, es, en nuestro conocimienlo, aquello que hace que se
lo llame conocimiento a posterior;,, es decir, intuición empírica. es C ons ciente de estas múltiples representaciones [con
uno no d d · 1
Aquéllas están ligadas a nuestra sensibilidad de manera absolu- tenidas] en ese pensamiento. No por eso se pue e eC!~ que e
tamente necesaria, cualquiera sea la especie de nuestras sensa- conce to vulgar sea sensible y contenga un mero fenomeno,
ciones; éstas [A43J pueden ser muy diversas. Aun si pudiésemos !A44] ~ues el derecho no puede aparecer, sino que su concepto
llevar esta intuición nuestra al máximo grado de distinción, no reside en el entendimiento, y representa una manert de se~
por eso nos aproximaríamos más a la naturaleza de los objetos (la moral) de las acciones, que les corresponde a e as en sr
mismas. Por el contrario, la representación de un cuerpo en la
. t . . - no contiene nada que pudiese corresponderle a un
m uicion l f - de algo y
233. No se ve cuál es el sujeto de la oración «y que, romo fenómenos, no obieto en sí mismo, sino meramente e enomeno ' .. '
pueden existir en sí mismos ... ». Va1hinge1 (Kommmtar ... tomo JI, p. 446) la ~anera como somos afectados por ello; y esa re~e_p_t1vidad
no trata el tema directamente, pero hace una paráfrasis en la que quedan
de nuestra capao idad cognoscitiva , . . sensibilidad,b · y
se llama
separados el espacio y el tiempo, y los fpnómenos: «la dPsaparic1ón de e.
y t. y de los "fenómenos" que "sólo puedPn existir en nosotros"». ermanece enteramente diferente del conocimiento del o _Jeto
p si- mismo,
en . aunque con la mirada se lo pPnetra,e a aquel (al
234. También podría entenderse: «a aquéllas podemos conocerlas
solamente a priori», Bom: «Ac forma quidem sola poterit ex antici- fenómeno) hasta su fundamento mismo.
patione cognosci».
235. Es decir, la sensación.
236. Literalmente: «el sano entendimiento».
112 CRITIC..'.\ DE L.\ RALO!\ PL,RA 113

Por eso, la filosofía leibmzo-wolfiana les ha asignado un nada que ataña a alguna cosa en si misma, entonces se pierde
punto de vista enteramente erróneo a rodas las investigaciones nuestra distinción transcendental, v en ese caso creernos cono-
sobre la naturaleza y el u11gt:>11 de nuestros conocimientos, al cer, a pesar de todo, cosas en si, aunque por todas partes (en el
consrderai ]<1 diferenc ia entr e ]<1 seusrbilidad y lo intelectual mundo sensible) aun en la más profunda [B63] investigación
corno meramente logrea; pues ella es, marufiestamente, trans- de les objetos de él, no tengamos comercio con nada, sino con
cendental, y no concier ne 111e1 amente a la fo1 rna de la distin- fenómenos. Así, ciei tarneute, llamaremos al arco iris mero
ción o indistmcióu, sino al origen y al contenido de ellos,"" de fenómeno que se presenta cuando llueve con sol; pero a esta
manera que no es que por la pr irnera!" conozcamos solamente lluvia [la llamaremos] la co,.i en ~1 misma; lo que es correcto,
ele manera confusa la manera de ser de las cosas en sí mismas, en la medida en que entendamos este último concepto sólo de
,1110 que no la conocemos de manera alguna; y, tan pronto manera física, como aquello que, en la experiencia universal,
como ;,upr unimos nuestra manera de ;,er subjeu va, el objeto aun con todas las diferentes situaciones con respecto a los
i epresentado, con las propiedades que la intuición sensible le sentidos, en la intuición está, empero, determinado asi, y no
atribuía, no ;,e encuentra en ninguna parte, ni puede encon- de otra manera. Pero si tomarnos esto empii ico en general
t1 arse, pues es precisamente esa manera de ser subjetiva la que y, sin volvernos a la concordancia de [A-16] ello con cada
determina la forma de él, e orno fenómeno. sentido humano, preg1mtamu;, si también esto representa un
[A-1. zij Por lo demás, distinguimos en los fenómenos aquello objeto en sí mismo (no las gotas de lluvia, pues éstas, en ese
que es esencialmente inherente a !et intuición de ellos, y que caso, son ya, como fenómeno", objetos empir icos), entonces la
vale pai a todo sentido humano en general, de aquello que les pregunta acerca ele la referencia de la representación al objeto
corresponde a ellos de manera solamente contingente, al no es transcendental, y no sólo esas gotas son meros fenómenos,
ser valido sobre [la base de] la referencia ele la sensibilidad sino también su fo1111a redonda, )' hasta el espacio en el que
e11 general, sino solamente sobr e [la base de] una pa1 ticular caen, no son nada en sí mismos, sino meras modificaciones
disposición u organización de este o de ague! sentido. Y en- o fundamentos de nuestra intuición sensible; pero el objeto
tonces al primero de estos conocimientos se lo denomina uno transcendental permanece desconocido para nosotros.
que representa al objeto en sí mismo, pero al segundo [se lo El segundo asunto importante de nuestra.estética transcen-
denomina uno que representa] solamente al fenómeno de él.rn dental es que ella no merezca algún favor meramente como
Pe10 esta diferencia es solamente empüica. Si uno se queda hipótesis verosímil, sino que 5ea tan cierta e indudable como
en ella (corno acontece comúnmente) ) no considera (como pueda exigirsele [que lo sea] a una teoría que debe servir de
debei ía acontecer) a aquella intuición empírica, a su vez, como 01ganon Para hacer enteramente e, idente e~a certeza, escoge-
111e1 o fenómeno, de manera que en ella no se puede encontrar remos algún caso, en el cual la , alidez de éste+" pueda tornarse
[B6-l] manifiesta y pueda contribuir a una mayor claridad de
lo que ha sido expuesto en el S 3.2''
.! 37 E, decu , de lo, conocuueutos. Pero rarubrén poJ1í,1 entenderse
«de ellas», e, decir, «ele Lt disuncrón o confusión»
23/J E, decu. ¡.,01 l.1 sensibihd.ul.
239. Tuubu-n pociua entenderse «,il p11mero Je e,to, conocunientos 2.JO Es decu, de e,1e orga11011.
-c !u denorruua uno que rep1e,en1,, al objeto en ;1 1111,mo, pero el 2.Jl. La frase «) pueda conu ibuu ,l una ma, 01 claridad de lo que ha
segundo [se lo denorruna] solamente el lenómenu ele él". sido expuesto en el § 3» e, ag1 eg,1do de la segunda edición.
CRITICA DE LA RAZON Pl.)RA
ns
ILf !Mf-<IANl IFL KANT

Suponed, pues, que el espacio y el tiempo sean objetivos


en sí mismos, y sean condiciones de la posibilidad de las cosas
suministrar ~lgo_
obieto en la mhuoon, y
~s:.- . . te debeis dar 17 pnon vuestro
Po~~~~:~~~~~ vt~estrn proposición sintétKct.
f ltad de mtuir a pnon;
en sí mismas; entonces se advierte, en primer término: que de J idi ·osotro~ una acu ,
Pero si no r:s1, iera e_n ~ .in la forma no fuera. a la vez la
ambos proceden, a pnon; proposiciones apodícticas y sintéticas si esta cond1non subjetiva se?'-¡ b . la cua 1 es posible el ohjelo
en gran número, especialmente del espacio, al que por eso . -- · sal a pnon so o aio ) fu
cond1c10n un!\,:er .. , ( , ra}: si el objeto (el triángulo ese
investigaremos aquí preferentemente, como ejemplo. Puesto mismo de esta intuicion exte1_1 'vuestro sujeto,¿ cómo podríais
que las proposiciones de la geometna son conocidas sintéti- algo en sí mismo, sin referenc1~ a te en vuestras condiciones
camente a prion y con [A47] certeza apodíctica, yo pregunto: ace necesauamen ·
decir que lo que y . ., 1 debía también convenir
de dónde sacáis tales proposiciones, y en qué se basa nuestro . . construtr un tnangu o, - . - dir
é
subjetivas para 1 - ísmo? pues no podríais ana
entendimiento para alcanzar tales verdades absolutamente ne- . lt · ángu o en ,1 mi )
necesanamente a n, (d tres líneas) nada nuevo (la figura , que
cesarias y universalmente válidas? No hay ningún otro camino, a vuestros conceptos e . mente en el objeto: ya que
sino por conceptos o por intuiciones; pero amhos, como tales
que son dados, o bien a priori; o bien a po,tmo11. Los últimos,
lB66] debiera encontrarse necesana . íento y no mPdi,inte él
t de vuestro conoc1m1
éste est.-í. da d o an es . ( . t bién el tiemno) no fuera
a saber, los conceptos empíricos, e igualmente aquello sobre . . t . el espac10 y as1 am r . .
Por cons1gu1en e, si . . . - l que contiene cond1C10nes
lo que se fundan, la intuición empírica, no pueden suministrar · de vuestra mtmoon, a
una mera forma ieden sei par,1 vosotros,
proposición sintética alguna, salvo que sea también meramente . -¡ b . l cuales 1 as cosas pi , ,
a priori, so o ªJº as . t ondiciones subjetivas, en 51,
empírica, es decir, una proposición de experiencia, que por tanto . los que sin es as c d
ob1etos externos, bl pr1or1.,· sintéticamente, na a
jamás puede contener necesidad y universalidad absoluta, que J d - · s esta ecer a
no son nada, no P? nai P s1·gu1·ente es indudablemente
son lo característico de todas las proposiciones de la geometría. bi t xternos or con. , .
acerca d e o ~e os e osible ni [A49\ probable, que espacio
Pero [con respecto a] lo que sería el medio primero y único, a cierto, y no meramente~ . ias de toda e"<nenencrn
saber. llegar a tales conocimientos mediante meros conceptos l ndioones necesan r d
Y tiempo, como .
as co
) son con
d. . es meramente subjetivas e
1c10n d
o mediante intuiciones a priori; está claro que <1 partir de meros ( externa e mterna , ., al 111 poi eso, to os
. · ·- elaoon con 1 a cu ,
conceptos no se puede obtener conocimiento sintético, sino toda nuestra mtu1oon, en r as dadas en sí de esta
solamente analítico. IB65] Tomad tan sólo la proposición: que f nómenos y no cos,
los objetos son meros e[f , ] también por eso, se puede
les enomenos ,
con dos líneas rectas no se puede encerrar ningún espacio, y manera; d e los cua ta a la forma de ellos, pero
por tanto, no es posible figura alguna; y tratad de deducirla del porlo que respec .
decir mue ho a P rwr I , - . de la cosa en sí misma
concepto de líneas rectas y del número dos; o también [tomad d d . ] ni lo mas mm1mo
nunca [se pue e ecir to de esos fenómeno,.
la proposición de] que a partir de tres líneas rectas es posible que pudiera servir de :1:1ndamena teoría de la idealidad del sen-
una figura, y tratad, igualmente, [de deducirla] meramente a II. Para confirmaoon de est t t de todos los obj·etos de
· t no y por an o, , .
partir de esos conceptos. Todo vuestro esfuerzo es inútil, y os tido externo Y d e l 111 er ' , iede servir muy bien
veis obligados a acudir a la intuición, como lo hace siempre la . l O meros fenomenos, P'
los sent1c os, com . d I e en nuestro cononm1ento
geometóa. Os dais, entonces, un objeto en la [A48] intuición; la observación [esta]: que to o o qu
pero e de qué especie es ésta? ées una intuición pura a prum; o
una empírica? Si fuera esto último, entonces nunca podría re- ., n la mtu1c1ón. pero tam biien
· p odría
sultar de ella una proposición de validez universal, y aun menos 242. Es decir, en relac1on el o I es decir en relación con e,a,
¡ · · con as cua es» ,
una proposición apodíctica; pues la experiencia nunca puede entenderse «en re acron bi t v » antes menuonada5
«condicione, meramente su Je 1 as
cR.IIICA t>E LA PAZO\. Pl RA 117
116

pe1 tenece a Id uuuu.ion (excepruados, por tanto, el sennrruenro puede preceder a tod.i aceren de pens<tr algo cualquiera, e~ la
Je plc1ce1 1 displacer , y la\ oluntad, que no son r.onocmuentos] mtuicion.j !:>I ella no contiene nada mas que relaciones, [es] la
no contiene nada mas que meras relaciones de los h1g<1res en terma de la mnncion, la cual como no iep1esenta nada, salvo
L111<.1 uituu.ro n (e:...ren~10111, [Bti7J (de la] mudanza de lugc11e, en la medida en que algo e~ puesto en !u menee no puede
[rnov nruento}, ' y le) e~ ~egun las cuales esc1 mudanza es de ser otr a cosa que la rnaner a corno la mente e, afectada por
ter nunada (fueu:c1s momees) -" Pero con ello no e~ dado que su propia activ rdad, a saber poi este [Bb8] poner las repre
es lo que estd presente en el lugar, ru que es lo qwe actua en sentaciones ele ella, •' y por tanto, por ,1 rrnsma. es deur, [no
!cts cosas l11billd,,-4' fuera de la mudanza de lugar Ahora bien, puede ser otra cosa que] un sentido mterno ,eg1m su forma
mediante meras 1el,1t 10ues no se COllOLC una cosa en si, por Todo lo que es representado poi medio de un sentido es, en
tanto, h.i) que Jt1tga1 qtw, puesto que por el sentido e xter no no e,a medida, ,rernpre fenomeno, 1 por cousrguiente, o bien
nos son dadas nada mas que mer d~ rep1 esentaciones relaciona no debena ser adrmndo en modo d!guno un -enudo intei no,
les, esté solo puede contener, en su representac.ron, la 1 elauon o bien el Sujeto que es OOJdO de el puede " ser representado
de un objeto con el sujeto, 1 no lo mteI101, que pertenece al por el solo como fenomenu, ) no como e\ JUZ,5ana acerca de
uliJt>to en si As1 oc.ui te tarnbien con la mtuicion rnter na No si mismo. si su mruicron fuese mera espontaneidad es decir,
solamente <-{lle en ella lct materra propiamente dicha, con la [1ntu1cwn] rntelectudl En e~to, todct la d1hLultad consi,te ~olo
que ocupamos nuesn a mente, consiste en Id, rep1e;,ent<1uones en como puede un ~uJeto mtuu ,e a s1 1111,1110 mte110rrnerne,
de los sc11L1Ju:, l vte: nos, sino que el tiempo en el que ponemos pe1 o estd dificultad es comun a toda teonct La conciencia de
es<1s rep1e,entduones, el cual preceded la coucrenc ra misma ~1 m1,mo (ape1 cepuon) es Id I epi esentduon ,imple del Yo, y
de ellas en la e"penencia, ) [le] su ,e de fundamento, como s1 solo poi ella fuerJ. dc1do, c,pontu.neamwít, todo lo mult1ple
c ondicron formal de la manera como la~ ponernos en la men en el ~UJeto, entonce, la mtu1uon mterna se11ct mtelectudl En
te, c onnene y et relacroues de sucesión, de sunulraneidad, ) de el ser humano esta concrencht requiere percepc1on mterna de
aquello que e~ simultaueameute con la sucesiou l[rel<LcJOne,]de lo mult1ple que es pre\rnmente dado en el ,u¡E:to, J la mane1a
lo permanente) Ahora bien, aquello que, como repre,entac1on, Lomo e,to lrnulnple] e, dadu en la mente srn espontane1elad,
debe ll,tmarse, en virtud de esta d1fe1enc1a, sfms1b1hdad Si la
farnltad ele h,1ce1 se wn~uentt.> de s1 nusmo ha de recoger (apr e
hender) lo que) ,He en la mente, esta [facultctd] 1' debe afectarla
213 La uuerpi erac rou de «mudanza de lugares- como un geninvo
dependienre di.' «r elacrones» e, ccnjeun al (,et Kant «Euuge Beruei a elld,-' ') solu ele t>sJ. rnanerc1 jt sa facultad] puede p1 oduc11 una
kuugen zu l ud vv 1g He11111cl1 Jakob S Pi ufung Je1 ;·'l!endt'bsohmchen mtu1uon de s1 misma, u1) ,1 tui rna empero, que reside pre, ia
;\loq~en,Lundeu», Ld AL<Ld VIII, 133, cit po1 Vailuugei Konuneutai
tomo II P I í-1 ss Es posible entender toda e,L,t 01 acion como «no
contiene 11.idd 111<1, que i el.u.iones de lo, lug.u es [ ], mud<LnLd de 2.J6 Es deur, de ld wtu1ct0n Ed Ac.id mterpret.i «de ],1 mente»,
lug,u e, ( l \ le> e,» mo1.hhL.1ndu el texto He1degge1 \Kant und dm Problun du \lttapinszJ.. ,
214 Ll l.u go p.t,dJé que conueuz.i «II Para confir rnacron de esta ed l,Jo,te1111,11m, l'J7J, p 18 í, not,1) dice que no df'be acept.irse es.i
ieor ia » ,B (J j ) que te1 nun.i ")' solo pueden tener , .ilulez p,u d objetos mod1fiuc10n
de una e vpe nencia posible- 1B 7.:l, ímal de la esteuca n anscendenral 2.J7 L1te1almente «podn,t»
e, c1g1eg.idu dé Id segunda ed1uon,) no figu1..1 en la p11me1a 2.JB E; decu, la c1pe1cepc1on (Vc11l11nset Ko11unwtar, 11, p -Hi-!1
.!-IJ Tambieu podna entenderse «Pe10 con ello no e, dado lo que esta 2.J9 fa cleu1, a lc1 mente Vathm~e1 \Ao111mrnta1, 11, p ~ 8-1 chce que
pi e,e11te e n el lug,u, 111 lo que .u.tua en la, cosas nusrnus» es "ª la parte pa,1\ a»
118
IMM/\NUEI 1{1\NT
CRrrJCA DE LA RAZOi\ PURA
mente en la mente det .
. · errnma en la .
tiempo, la manera como lo múlti re~resen_tac1ón {Bri9J del hiciera una mera apariencia ílusoría.v" [B70] Pero esto no ocu-
porque e1Ja2;o se intu)'e , . ple esta reunido en la IDf'nte· rre según nuestro principio de la idealidad de todas nuestras
, . a Sf misma no ·
si mi<ma inmediatament d , como se representaría a intuiciones sensibles; más bien, si se atribuye realidad objeuua
manera como , ., , , , . ,1 e e manera
d esp t - ·
' on anea, smo segu· 11 la
, . . a por entro ' a aquella, formas de representación, no se puede evitar g11P,
se aparece , .• , . .isrna ¡ J , Y en consecuencia, como por ello, todo se transforme en mera apariencia ilusoria. Pues
TTI s· . . , Y no como es.
. i digo. en el espacio y en el tie 1 . . si se considera al espacio y al tiempo como maneras de ser
la de objetos externos e bié mpo, a mtmción, tanto que, según su posibilidad, deben encontrarse en cosas en sí,"';
, orno tam ien 1 · .
mente, los representa a d f a auto-mtmción de la y se reflexiona sobre los absurdos en los que uno entonces se
'1)2"1
fe ., afecta nuestros senfd1 ca a uno
J
de
.
esto bi J
s o ~etos tal como enreda -pues dos cosas infinitas (que no deben ser ni substan-
· d os, es 1,ec1r com
quiere ecir que esos obi t ' o aparece, eso no cias ni algo efectivamente inherente a las substancias, y que sin
· p ~e os sean 1, ia m .
ria. ues en el fénómen I bi era opanrnna iluso- embargo deben ser algo !B 71 J existente y hasta la condición
d e ser que les atribuí o, os o netos · ¡
J ' • ·, e me uso 1 as maneras necesaria de la existencia de todas las cosas]?" quedan, aunque
l e rnos, son consm. r d .
a go eiectivamente dado· -1 a os siempre como se supriman tocias las cosas existentes->" entonces no se le
, so o que en la dºd
manera de ser depend l me I a en que esa puede tomar a mal al bueno de Berkeley c¡ue haya degradado
d e 1 sujeto . e so amente de ¡ . .
en la relació , . a especie de mtuición los cuerpos a mera apariencia ilusoria; y hasta nuestra propia
bi n que con el tiene J bi
o ~eto, comofenómeno se d1·ce . d e o ~eto dado, ese
, p , 1 rencia e él
en si: or eso no digo 1
1
mismo como obieto
, que os cuerpos J 254. Los predicados del fenómeno pueden ser atribuidos al objeto
es t ar_ fuera de mí, o que mi alma ,
e
meramente parezcan mismo en relación con nuestro sentido, p. ej. [B70] a la rosa be le puede
conciencia de mí rni solo pore¿ca estar dada en la atribuir] Pl color rojo, o el aroma; pero la apariencia ilusoria nunca
. 1smo, cuando fi e
espacw v del tiempo de d a rrno gue la cualidad del puede ser atribuida. como predicado, al objeto, pi er isamente porque
d 1 :' ' acuer o con la l ( ella atribuye al objeto rn n In que le corresponde a É'5lP solamente en
e a existencia de ellosp-;2 los cua c~rno condición
especie de intuición y pongo a ambos,2->l reside en mi relación con los sentidos, o en general, [en relación] c on el sujeto; p.
, · ' no en esos obiet - S ej. las dos asas que inicialmente se atribuyeron a Saturno. Lo qup no se
rrua si, de aquello que )'O d bí J os en si. ería culpa encuentra jamás en el objeto en sí mismo, pero sí se encuentra siempre
e la contar entre los fenó en la relación de él ron el sujeto, y es inseparable de la representación
menos,
del primero, [Ed. Acad : «del úlrimo»] es fenómeno; y así, los predicado,
del espacio y del tiempo se atribuyen legítimamente a los objetos de
los sentidos, como tales, y en esto no hay ninguna apariencia ilusoria
250. Probablemente hava Por el contrario. si le atribuyo a la rosa en n el rojo, a Saturno las asas,
c~n.sdente de sí mismo» (es dic~r e~t:1der aqu! «la far dtad de ser o a todo, lo, objetos externos en sz la extensión, sin considerar una
( Va1hmger: Kommentar II, p. 484¡_' percepc1onJ o bi-.n «la mente» determinada relación de esos objetos con el sujeto. y sin limitar a ésta
257. Probablemente hava ue ent - mi juicio, sólo entonces smge la apariencia ilusoria [Nota de Kant].
de la mtuición externa ~ e( de 1 ender aqu1 «tal como el objeto 'el 255. Como si dijera: «manei as de ser que, consideradas ya sólo en lo que
Vaihing:'r (Kommentar, lÍ, 486 ss.;1 mternaJ afecta nuestros sentido~». concierne a su posibilidad, deben encontrarse en cosas en sí mismas».
~5n2aparafras1s que parece confim1:; :;~~ ¡~ pr0po,1_c_ión, pero ofrece 256. Los paréntesis en la frase «(qne no rleben ser snbstaur ias I J
. Los paréntesis en la .- n P1pretnc10n.
d e e JI os ) » son agregado d oracion· ,,(como con d iwm .. , existencia de todas las cosas)» son agi egado de esta traducción.
de la exist ·
253 Es d . e esta traducción. encia 257. Los guiones en la frase «-pues dos cosas infinitas [ .. ] quedan,
. ecir, a los cuerpos ,val al ma. aunque se supriman todas las cosas existentes-» son agregado de esta
traducción.
120 ( Rll ll.\ Dé: l .\ RALUI\ Pl RA 121

e x rstencia, que de esa rnaner a se h.u ia dependiente de la no podemos establecerlo), pe1 o no por esta , ,didé¿ uruv er val
i e ..d1d<.1d, subsistente pm si, de una no cosa como el tiempo, lesa manera de mnncion] deja de ,e1 seusibihdad. pi eciva
debe na u ansloi rn.u se, LOn e,te, en p111J ,q)J11e11ua ilusoua, mente porque es deriv <1d<1 iuituuus Ju nalt~u;,) \ no 0I1g111anct
u11 absur du del qtLe h,1,u ,dw1 ,1 nadie se ha hecho culpable .intuüus ouguianus¡ r por tanto no e,, innuciou mteler tual, I"
I\' En la teologra uauuu], en la que 5e p1em,1 un objeto cual poi las razones que acabarnos de aducu , solo parece
que no solamente no puede ser, parc1 nosoti os, objeto de la couesponderle al Ente 011gm<1no, pe10 nunca el un ente [que
mtuicion, sino que no puede ser de n111g1ma manera, para el es] dependiente, tanto segun su existencia, corno ~egun su
1111,,1110, objeto de lct intuu.ron sensible, se ha tomado cuidado mtuicron (la r.ual deter rruua l.i existencia de el con I e,,peuo d
s.uuen te \c1 P' eCclllLIOJ1 de e xc.luir, de toda SU 111lUlCIOl1 (que tcd los objetos dadosj.:'" <1um¡ue esta uluma observ acion a nuestra
debe ser todo su couoc.uruento, y no pensar, el cual siempre teona estenca debe ser contada solamente como exphcacion,
demuestra lumtaciones), las condiciones del tiempo )' del pero no como fundamento de dernosu acion
e,,pctuo Pt'1 o c c.on que derecho se puede hacer esto, si antes
se ha hecho, de ambos, formas de las cosas en ,i mismas, )
aun tales, que, corno condrciones a prum de la existencia de
,B73j
las e u,:,,t:., pen11,tnece11, aunque ,e hay.m suprurndo las cosas
n11~111a,~ Pues corno condiciones de toda existencia en gene CcY\CJ L ::,101\ Dl L \ ¡::,1E11c \ JR.\i\:ilENm,1.1.1
ral, ele bu ran sedo tambren de la existencia de Dios Si no se
qu1t·re hac e: de ellos-' fo1111c1s objetivas IB7'.2] de todas las Aqui tenemos una de las pie.las necesarias p,11 ,t !et solución
co,<1,,, 110 queda on o recurso que hacerlos faunas subjetivas del problema general de la filosofia transcendental ccomo son
de nuesu a manera de intuicion, tanto exrei na como mterna, puitble:i las propusiuones suuetuas a p1 un l ~ a s.rbc¡, muuc iones
que ~e llama sensible prn qué no 1s o/lgt11u1 ta, es decir, [no e,] pu1,b apno,1, e,,pauo) tiempo, en !et~ Luales, :,1 queterno~ u,
tal, que ¡)01 ella ~ed dada la existe nc.ia misma del objeto de la eu un JUICIO a prwn, ma,, <tila del concepto dcLclo, enconl1 <111105
mtuicrou \) e,,tc1 [manera Je mtuuon],20i por lo que podernos aquello que no puede ~e1 de,\ ubier lo a p, wn en el LOncepto,
entender, solo puede con esponderle al Ente ongmano), sino peto ,1 en la 111tmuon que lt. tollesponde, ) puede se1 enla
que depende Je !et e visteucia del ob3eto,) por tanto, es posible Leido ,mtet1ca111ente con c1quel, Ju, cuales 3u1c10!:>, empero, por
solo g1 dlld, a que la capacidad I epresentativa del sujeto es e,e mot1\ o, nunca pueden llega1 rna, alla de los ob3etos de
alectuda poi .ique] los sent1c\u::,, ) solo pueden tene1 , ahde¿ paia ob3eto~ dé la
Iampoc o e~ necesa1w que h1111te111os nuestra manera de e>.pe11enchl po,rble
muucion en el e,pauo ) en el tiempo a la sensibilidad del ser
humano, puede ser que todo ente pensante finito deba con
COI d.u ue.ces,u i.uuente en esto con el ser humano \dunque esto 260 lLllHa gue entende1 gu,• l,t e,1,tent 1<1 del entt' es e1ta o ar¡u,L!a
eUJlt:ncw, segun la 1el,tuon que el l me tenga con lns obJelo, cL,do,, pew
esw. telauon depende <le l,t ll1tlt1u,,n,)" que ,olu nwd1.inte 1'1 1nnt1uon
son dddo, los obJeto, Es <>1,,m,,11udm~nle posible t,unbien '.c1ungue
1J8 L decu , del e,p,1uo \ el L1t.111po, pe1 o i.unbren podua entenderse ,ligo fo1zado) lee1 «1la u1al fintu1, 1c1n] l.1 ¿'\.1s1em 1.i de el due1muM con
Je ell.rs», e, decu , dt. l.,~ 101 mas u condu.iones de nuesu a mturcion 1e,peuo a lo, obJeLOs d.idus)", e1Jlend1e,1du dqu1 ,,]c1 e>-.1ste11u.i de el»
2J9 L, di.cir, la miuu.iou 011gH1<H1a c.umu SUJeto de la otacwn,} «la CL"il !mnuc1on! como obJelu dm,uo
122
IMM'\MJF'I 1<1\''ff
CRrTICA DE lA RAZON PURA. 123
r-\ "ºi lB74/
S1 llamamos sensibihdnd a la reccptttndad de nuestra mente para
Parte segunda de la doctrina recibir representac10nes en la medida en que ele algi ma manei a
transcendenta l de los elementos261 es afectada, entonces, en cambio, la facultad de producir ella
misma representaciones, o la espontaneidad rlel conocnruento, '
LA LÓGICA TRANSCENDENTAL es el entendtmtento Es propm de nuestra naturaleza el que la
mtuiaon nunca puede ser smo sennblr. e, decir, solo contiene la

INTRODl.JCCION
I manera como somos afectados por los objetos Por el contra
no la facultad de pensar el objeto de la mtuicron sensible es el
entendtmiento Ninguna de esta, propiedades ha de prefenrse a
Idea de una lógica transcendental la otra Sm sensrbihdad no nos seria dado objeto alguno, ) sin
l. De la logrea en general entendnmento, nmguno sena pensado Pensamienros vin conte
rudo son v actos, mtuicrones sin conceptos son ciegas Por eso es
de ]~:estro conocumento surge de do, fuente, fundamentalrs tan necesario hacer sensibles sus conceptos (es decn añadirles
- ente, de las cuales la pllmeia e, [la deJ I ecib 1 el objeto en la mnucion] como hacer inteligibles sus mnuciones
:aecnutaltc1dord1es(la receptrv1dad rle la, 1mpres10ne,),) la ':eguas;~r' ~ (es decir, llevarlas bajo conceptos) L< 'Tampoco pueden estas dos
1'
a e conocer un b t ' ' facultades, o capacidades, trocar sus funciones El entcudmuento
(la espontaneidad d l o ~e o mee 1 )iante esas representaciones
no puede intuir nada. y los sentidos no pueden pemar nada
nos es dado. por la :eos c~nceptos , por la pnmera, un obJeto
Solo de su umon puede surgir el [B76] conocnruenro Pet o no
aquella representacw;(lc:m~~t=r=~:;e:::0 e;::!ª~:t ron por ello es hoto mezclar sus contnbuciones.' "sino r¡uP ha, gran
naoon de la ment ) I errrn motivo [A52J para separar cuidadosamente [estas facultades]
tanto, los elemento: d/t::~~1~5tc~nreptos constitu;en, por
que l r conoom1ento de modo una de la otra, y para diferenciarlas Por eso distmguimos la
l m os conceptos, sm una intun IOn gue de alguna man ciencia de las reglas de la sermbihdad en general, es decir, la
es corresponda, ru tampoco la mtwuon sin canee t era estetica, de la ciencia de las reglas del entend uruento en gene1 a 1,
producir un conoc1m1ento Amb , b p os, pueden es decir, la logrea
emp1ncos EmpzricOí cuand o, son, o ien puros, o bien
o una sen,ac1on (que pre l
presencia efectiva del objeto) esta ali I t d supone a
l a representacwn no se l J
l
con eru a
'
pwos ,
cuand
oa 262 La palabi a «Erkenntrns» lle, a gene1 o femenmo cuando significa
llamar a esta ultima la m:~e7cda 7mgima sensacwn Se puede «ronnnm1ento",} lleva gene10 neutro ruando s12,mh( 1 hilo J11<l1u 1!
eso la [B 75) t
~7J
ena e lononm1ento ,ensrble Por sentencia» Ya Melhn senalo que Kant emplea la pal iln a a , eces en
cual alzo [A u1c10n pdura contiene solamente la forma en la gene10 neutro pero con sigrnficado de «c onorrrmento > cu uido qiuerP
b ~ es mtui o \ el cauce t O
mente la forma d ¡ ' ' P puro contiene sola significar el conocirruento en sentirlo obJPtn o (que 1 su v ez puede ser
e pensar un objet» en gene l U objeto del conocer) A,1 es en el nso p1esenlP (G 'Í A Mellm Fnrv
las mtmcwnes puras O 1 ra nrc,tmente
dopodische« T'vmtrrburh der krrttsrhrn Ph1/ornpl11e tomo Il ,e,uon 2 JPn 1
los empmcos, solo a po~;e~:~~eptn, puros son posibles a prro11, \ Leipz.g J7QCJ p 377, nota)
263 Corno si d11e1 a «es tan necesano qne uno haga <en-ibie« sus
conceptos, corno lo es que uno haga mtehgibles su s mturciones»
267 Literalmente «cl t ¡ 264 Tambien podr ra entenderse «Fer o pa1 a elln no se reqmer e mez
oc rma e ernental transcendental,,
clai sus contr ibuciones»
1 \\,~ l tL t ~ \ í CRI ílC-, D!: LA R-\ZO'< Pl R.;
12,¡ /
''"
-.)

\ su \ ez la lu¡,11...1 pu..dc. sr.r empi e ndidu con un doble p,1Lulog1ct no, en,ena f1ene pur tanto pnnop10, ernpn 1co,,
p1,,po,1to \d c omo lub1cc1 dd uso umvc i sal del entcudnmento aunque elld e, gene1<1l en ltt medida en que ,e 1ehere ul u~o
, d u>rnu lu¡,Kct dd uso pJ.1 tn uia: de el Lc1 pi irnet a contiene del entend11n1entu ,rn cli~unuo11 de objtto5 Poi eso tdmpoco
I,<> 1Lglc1, c1l1',ulut.inienle nc.c.e.s.u r.i-, del pen,dr 5111 Id, cuales no e;, l1l un ,anon del entc!ld1I1llento en gene1,il, m un orgauon de
l1d1 tb,i t1l::,unu J, 1 u1te11Jurnt.nto, \ se du rge, poi t.uitu, d e,te, [1378] uenua, p<11 tKu]d1 e;,, ~1110 simplemente un Cctta1 neo del
,111 tom,u en c ue.ut.i l<1 d11u,1dctd de los objetos a Ju, cuales el entendmuento eom un
p11eLk c st.u d111g1du l c1 lo¡,1ld del uso particular del enrendi Por t,mto, en la log1ea generctl la p,n te que debe comt1luir
uueuto c on ne ilL b, 1 e¡,,],1, p,n a pern,dl rectamente sobi e una u11cL cloc.tim,1 pu1 c1 de !et r<LLon ,e debe ,epdr,u completamente
, u.: td t. ,pcul de ub1etn, -\quelL1 puede dc norn mar se logica de c1que!L1 [p,u te] que con~l1tu'ye l,1 log1ca dplicada 1aunque
, k.rucnr.il e,Ld en c
arubto [pucdt dcnunun.u se] d 01g,111w1tde [ ,-\ 1-l] ,1t mpre gu1t r,d ~olti la p11me1c1 e,, p1op1cunente, uen
t ,t.i o de ,H¡uellc1 c ienc ia l .1 1ilt1111c1 ,e pone ul corruenzo, mu Ud, <llll1qut. b1L \ e } c111Lfa, \ tdl Lomo lo exige Id e\.pos1c1on
tli,1, ,etL'> cu la, e,t uelus, tomo pi opcdeunc a de las c renc ias, e,Lolaot1t et de llllcl doct11na t.lement,d del entend1m1ento " En
11111<p1e ,e¡,un lct m.in ha de l.i 1Mun humana e;, lo mas t.rrdto, e;tc1 lo, log1co, deben tener a !d \ 1sta ,1emprt> dus regla;,
et lu e ual lct 1 azou lle¡,u solo cuando Id ciencia \ ,t esta acabada 1) Como logKd gene1,tl, ella hace abstracuon de todo con
.l. ,de hctLL tu, mpo ~ solo uece,Jlct el ultimo 1etoque pata su te111do del conou1111ento rntelectu<1l,} de la d1, e1s1dad de sus
, tll le,, IO!l \ pe1 ieLuun PuL, uno debe conocer los objeto, objetos, \ ,olu se oui¡M de lu lllera founa del pensctr
1 ,1 c n un ,g1 ado L.1,r,1nlL alto ,1 [B í7) pi etende dictar ia 1 e¿,la 2) Como Jo¿;1cct pu1 <1, 1w uene prrncipws empinco-'>, ) poi
,el,1lll la e u.il ,t puede p1 oducn UJMciencia de ellos tanto no torna 11ddet (Lomo ,t \ ece, se ha ue1do) de la ps1colo
1 d log1c.c1 :_,t 11t.1,d ¡,01 <u p,nll í:, ,c1 lm¡1ca pura, va logrea g1a, la cuctl, por tdnto, no tiene mfluJO cdguno sob1 e el canon
,f,lttc1d,1 En lc1 JlltllleJd hacernos absu accion ["\5 lj de todas del é'nlendmuento l, una dod11na demo,lrddct,) todo en ella
l.i, t ondu.iones ern¡m u do lidjO las cuales se ejerce nuestro debe ~er cierto ente1 amente a p11011
t. nu ndinuento p e¡ [hau mos absu accron] del influjo de 1 o que ll,rn10 log1La apli< adtt ,contra la ,1grnficac1011 01 dr
loo seundos, dt..l ¡uego de lct 1mc1gmctuon, de lci;, le) e;, de la na!la de e,ta pctlc1bra, segun L1 cu<tl ella hct de contener uertos
memuu.i del pude 1 del habuo de !<1 111d111c1uon, ele , p01 e1eruuo, pdlct lo, u1ctle;, lct log1c<1 ptua da la reglct) e, Ltnd repre
i mto t,1rnb1L11 (k l.i, h« nLL, de los p1e¡u1uo5, \ en general ~entauon del cnte11Jun1t.nlll) de l,1s 1egldo Je ;,u uso nece,ano
dl todd', Lt., 1 <1u,,1, dt lc1, < 11alé., pudier.m su1~u, pc1ra nosotros 111 wncrelo, a ,aber, h,tJO l,i;, Lond1uone, cont111gentes del :,ujeto
, 1L I to, L 0110( 11 n1L nros o ,1 lc1;, cuales pudieran ,e1 le" imputados, [Bí0] que pueden 11npeclu o !et\ 01 eee1 e,te uso, !et:, cuctles toda:,
llldu•rn,>, ab-u.u.cron de ellc1,J pmque solo atañen al enten solo emp111camente ;,on dadd, Trata de L1 ctlenuon de lo l¡ue
duu« nto b.i ¡o c.iei lct-, cu e unstancias de la aphcacion de el, ) la obstaculiza \ de la;, COll'>í:'CUenc1c1s de ellc1, del ongen del
pc11 ,1 c o uoc.c i Id, c1 e,tc1, ,e necesna e vpe nencra Poi tanto, una e1ro1, del e~tc1doele duda de e,u u pulo, de eum 1cuon, etc , )
/1¿,ua gt11uu/ puo p11i11 ,e ucupct de meros p1111C1p10s a puou; la log1ca gene1al \ pu1c1 se <.ompu1la con rt,pec.tu a ella L.01110
, e, un u11w11 di! wtu11!11111u1Lu, de L1 razou, pe1 o so lamente en la mo1,d pu1et [ .\ "í.5] q11e cunt1en1: ,ol,rn1ente !u, le) e, morales
lo tjllL 1t,pul<1 a lu f,>1m,d dd u,u de ellu, see1 cual ftlt'1e el
lO!llu11du Llll]lllltU o u,ubeLndem,d¡ Puo una !u61w6w¿wf
26J E, deu1 dd ,u1ndo wmun l,:, \ \1dlm bn¡dvpadodtl> 11 ortcr
'< llc1111c1 up!nada, uc111do ,e d111s,e a lc1, n'gldo del LhO del en
h11d1 d,r Ánfo1ftw Plu/u;ophu torno VI, fena \ LetpLt!, tbO-l p 19
tc.11d1nuu1to bc1¡u Lt, L.011cl1uu11c, ,ul.ijL.ll\ do emp111Ld, que la 266 E, dLu1 de una dou1111,1 de lo, demenw, del entend11mento
126 JMMAN' JCL KA ';T
1 .-
CRITICA DE LA Rf\ZON

1 s otras cuan d o p1en


PL'Rt\

. sa: v por tanto. sólo tt ata de


, ,,
127

necesarias de una voluntad libre en general)1•·- [se comporta] re 1 ación con a . 1 d dar a las Iepresentaciorw,.
la forma intelectual que <e es pue e
con respecto a la doctrina de la virtud en sentido propio, que
considera esas leyes bajo los obstáculos de los sentimientos, cualquiera sea el origen de ellas: e extiende su influencia
de las inclinaciones y pasiones a las que en mayor o menor Y aquí hago una observanon qu v ue se dl'be tener

medida ]os humanos están sometidos; la cual nunca puede sobre todas las consideraciones qtueds1gto1en1~~i~iento a p, ton se
. 1 · t aber: que no o o e
redundar en una ciencia verdadera y demostrada, porque ella, bien a a vis a, ª s · . -¡0 aquél por el cual cono-
ndenta 1 smo so '
tal como aquella lógica aplicada, necesita principios empíricos debe llamar tra~sce "•" cier:as rcp1 esentaciones (intuiciones o
y psicológicos. cernos que (y como) . . -¡0 0 ¡mon son posibll's (es
conceptos) sólo se aplican a pnoHO SO l <;O de éJ a pnnn).P'
ibilid d del conoom1ento o e u
decir, la pos1 1 1 ª . entación tianscendental,
II. De Ú1 lógica transcendental · ¡ pano es una repres e •
Por eso'. ni e es [ ] nin na determinarión geometnca
La lógica genera!', como lo hemos indicado, hace abstrac- [B81] m tampo~o lo es sola~nte se puede llamar transcen
ción de todo contenido del cono. imiento, es decir, de toda de él a pnon, s'.rw que d e estas repi esentadone, no son
referencia de él al objeto, y considera solamente la forma d en t ª.1 e ¡ conoc1m1ento - .
e qu
v la osibilidacl [pot la cual se exp ir.a
1· J
lógica en la relación de los conocimientos unos con otros, es de ongen empmco, , de: ?,1 referirse a pnon a objeto, de la
decir, la forma del pensar en general. Ahora bien, [así] como -
como, siin embargo, pue en , bién transcendental e ] uso d e I
. · A ·mismo sena tam 1 ' . d
hay tanto intuiciones puras como empíricas (como lo expone expenenoa. si . al· peio si está limita o
. t d obJetos en gener , ,
la estética transcendental), así también podría encontrarse una espaoo respec .º e I tid se llama [uso] empírico. La
t bietos de os sen 1 os,
diferencia entre un pensar de objetos [que fuese] puro, y un so I amen e a o J d tal v lo empírico pertenece,
pensar empírico [B80] de los objetos. En ese caso habría una [ A:JI--1 difI eren cia de lo-¡ transcen 1
en ' ,
iti a de los conocimientos. y no
lógica en la que no se haría abstracción de todo contenido del or consiguiente, so o a a en ic .
p 1 . - d ellos con su objeto
conocimiento; pues aquella que contuviese meramente las concierne a la re acion el . t t. a de que pueda quizá
. · t en a expec a iv -
reglas del pensar puro de un objeto excluiría todos aquellos Por consiguien e, efieran a n um a objeto'i, no como
conocimientos cuyo contenido fuera empírico. Se referiría haber conceptos que se_b\ . ~eramente como acciones
también al origen de nuestros conocimientos de objetos, [A56] intuiciones puras o sensi es, sino
en la medida en que él no pueda ser atribuido a los objetos;
mientras que por el contrario la lógica general no se ocupa de ( , on aa: ezado de e~ta
1
ese origen del conocimiento, sino que considera a las repre- 269. Los pa1éntesis en la expresión « ;' corno », '"' "

sentaciones -ya estén en nosotros mismos, a priori, desde el traducción. , tender aquí la expresión «re-
comienzo, o ya sean dadas ernpíricamente-v'" sólo según las 270. Se ha sugE>rido r¡ue se d~bena stob:r::cm~it1, o corno. 5Í dqe1 a· "es
r los romp1eme1· os ' ' ' . ·
frrentP a». y pon e
leyes según las cuales el entendimiento las emplea las unas en
deriI, [PI conocirnienl_o que ~i:
fi . J 1. o,ibihchd del ronoc1m1Pn 1 o,
rr ~ ~;1 ;~~ckPs i ecog1d,1 por Schm1dl)
O al uso de él o pnon» (,ugPienc' ( d . [se llama transr€'ndental]
- ede entenderse: « es ecn • - ('
267. Los pa1 éntesis en la frase «(que contiene solamente las le) e, [. J Pero tarn b ien pu . de el a ¡nimi)». Vease .n 1 1111
la posibilidad del conor1m1ento, o e 1 u,o
de una voluntad libre en general)» son agTegado de esta traducción.
de la ra:on pura, A 11/1'2, B 25. . Ed A d
268. Los guiones en la frase «-ya estén en nosotros mismos [ ... ] o ya 271. En el original: «pueda». Segmmos a . ca .
sean dadas empíricamente-» son agregado de esta traducción.
128 ¡\J vt-'. ,l tl c-A,T Ufü/t 4 DE l-\ RAZU'< 1-'l R.._ 129

del pensar puro, que sean, por tanto, conceptos, pe10 no de t<1, mnecesar ias, tiene a v ece:, también l<t desv eura¡a -udernas
ungen emp1uco 111 estcuco, no, hacemos de antemano la idea de la \e1g11enza de quien la plc1ntect-1 de que mduce a quien
de una ciencia del enteudumento puro 1 del conocumento puto descuidadamente Id escucha, et dar respuestas absui clcts,} a dar
dt lc1 i azon, pu1 e l e ual pen,,lrnu, lo, objetos eutet amente a e l 1111,0110 e,pect,1udo de que uno [B83] ( como decian los anti
prun t L 11..t c.iencia tal que deter minase el 011gen, lct extension ~uu,) ordena el cluv o, ) el otro sostiene debajo un colador
1 Id , .ihdez objetr, ct de tales conocirruentos, debenu llamar se Si la \ et dad t onsisre en l<1 con cm danci.i de un conou
logica transcendental; poi que se ocupa mei amente en la, le) e, mu.nto con su objeto, ese objeto debe disturguu se, poi ello,
del eutendmuentu \ de l.1 1 azon, pe1 o solamente en la medida de ou os , pues un couocmuento es falso cuando no couc uerda
en que esta i eterida a J11w11 a objetos;' [B82] 1 no, como l<1 con el objeto al que se refiere c1unque contengc1 algo que qu1zc1
log1La general tanto et lo, conoc.mueutos t acionales empu reos, pudiera \ aler pctra otros objetos Ahora bien, un entena urn
como a los pm os, sin difei encia \ ersal ele \ e1 clc1d ,ena aquel que fuese \ ali do p,tra tocio, los
cunoum1e11tos, ,111 d1stmc1011 de su, objetos Pe1 o e,ta cldIO
III. De La du. IJIOfl de La logua gcna al en analuua y dialecttca que, puesto que en t,tl t 11te1 H> se hace abstracc1011 de todo
contemdo del rnnoun11entu (1ele1enua a su objeto),) [A,>()] la
La di1LJgua) lamosa pi eguntc1, con lü que se p1 etendia poner \ e1 dad conue1 ne precisamente d ese conternclo, es enter<Lmente
en ,1puew:, d lo, logicos y ,e procuraba llevarlos d un punto en unpos1ble} <1l.>,u1do ptegunta1 poi Ulla seíic1l de la verclc1cl ele
el ljllL u bien teman que dejai se ,01 prender en una miserable e,e contemdo de lo, cm1uumientos, } que por con,1gu1ente
dialexs, ' o bien te nran que i econoccr su 1gnoranc1a, [A58J y no es pu,1ble d,u unc1. Ldl acten,tlLd sufiuente, ) d la \ e¿ u111
poi tanto, ]d \ anidad de toda su di te, e, e,Ld "Q,ue es la »u dud? \ ersctl, de l,t verdad Puesto que nld, art tba al contemdo de un
LJ. defuucion nominal de la x erdad, a saber, que ella es la con conocumento lo hemos llamado) c1 !et n1c1te11<1 de el, se debera
cordancia del c.onocinueruo LOII su objeto, ,e concede .:i.yu1 ) dtur no se puede pedu nu1guna carc1cte11,t1ca um\ er,al de lct
,e pte,upone, pe10 ,e qu1e1e saber u1<,I e, el c nteuo univ ersal \ e1 dc1d ele Ull conocurnento, segun la mate na, porque ello e,
) ,egu10 Je la \e1dJ.J de lodo couocmuento co11t1c1cl1Ltouo en st nu~rno
E~ yJ. una g1 ande \ nec es.u ia prueba de prudencia o de Pe10 en lo que conue1 ne dl conouqnentu seg1m l<t mera
mteligencia el saber que es lo que r azonableuiente ,e ha ele lo1mc1 \depndu de l,1clo todo Lo11te111clo) esta igu,dmente cla10
p1 eg1mt,u Pu e, !:>1 la p1 egunlct es, en si, absui da, 1 exige 1 espues que una log1ec1, en l<l med1cld en que expone las reglas Ul1l\ er
,dles \ [B8..J J neces,1r1c1, del entend1m1ento, debe p1 e sentar en
e,<1, m1,mas I eglü, u 1te110, <le lü \ erd<1d Pues lo que l<1s con
27 2 Uuild pueda entenderse t.unbren «UIM cienc ra del LU1wum1en10 t1,tdice c1 e,t<ts e, lc1bo, pu, que el entend11111enro se opone alh
pu10 d~l eureudmuento y del conociuuento pu10 de !<1 i azon» (,égnn a ~u, 1egLts Ulll\LJS,tles (kl pem"tr, \ p01 t,mto, [se opone] a s1
un.1,u¡,ucnud de Ei dmann, recogida pm Schuudi)
11lbll10 Peto e,tu, u 1te1 ws cum ter nen solo d lJ forma de Id\ e1
27J Ls dcc n , ,e reher e a objetos solo en !<1 rm.did.i en que es flº"'ble
dad, es clecu, del pemar t'n gene1c1l,} en esa medida son mu\
pe ns.u los ,t e,to;, ,1 pnu11 ; no en ld medida en que ,e lo, c ouozva
em¡rn iL .unente Pe1 o t.uubieu pudria entenderse «en la medida en
que bid 1 t.felldd a ob¡t to, a pnon,
2 7-1 Ln Id p, 1111t>1,1 edn.run «Drulele», en [d Ac.id «Diallele» Se 27¡ lu, 0u1011e, tll l.1 f1c1,c ,ldtnM, dt J,, ,e,guenL,t de quien l,1
guuno, l,i, edicroues de Schnudt y de \Vei,Lhedel pl,1nlL.t-» ,un <1,,te".tdo de e,l,t ltddUC.LHln
130 IM:V1A '-11 EL J<,\ '-IT CRITICA DE L '\ RA?ON f'l 'R,\ ,31
acertados, pero no suficientes. Pues aunque un conocimiento examinarla,'?" simplemente. ,egun esas le) es. Sin embargo ha\
fuera enteramente conforme a la forma lógica, es decir, 110 se algo tan seductor en la posesión de esa aparente arte de da, le, a
contradijern a sí :nismo, siempre podría todavía, sin embargo, todos nuestros conocimientos la forma del entendirrncnro. aun·
contradecir al objeto. Por tanto, el criterio de verdad meramen. que uno esté mu) vacío y pobre, por lo que respecta al contenido
te lógico, a saber, la concordancia de un conocimiento con la, de ellos, [A61 J que aquella lógica general. que es un moro (1117on
leyes universales y formales del entendimiento y de la razón, para la evaluación, ha sido usada como si fuera un orgrmon para
es. por cierto, la conduro stne qua non; y por tanto, la condición la efectiva producción de afirmaciones objetrv as. o al menos pai a
ne~ativa de toda [A60] verdad; pero la lógica no puede ir más [producir] la ilusión de afirmaciones objetivas; y por tanto, en
alla; y el error que no atañe a la forma, sino al contenido, no verdad, con eso se ha hecho abuso de ella. Ahora bien, la lógica
puede descubrirlo la lógica con ninguna piedra de toque. general, como presunto organon; ,e llama dialedica.
Ahora bien, la.lógica general d<'scompone todo el negocio Por mu:y diferente que sea la significación con la cual lo,
formal del enrendimienm y de la razón en sus elementos v los antizuos empleaban esta denominación ele una cieru ia o arte,
presenta a éstos como principios de toda evaluación ló6~~a de b .
se puede comprobar con seguridad, por el uso efectivo que ellos
nuestro conocimiento. Por eso, esta parte de la lógica puede lla- hacían [de ella], que ella?" no era, entre ellos, [B8b] ninguna
marse analíti~a, )' es, precisamente por eso, la piedra de toque, al otra cosa que la logica de la apartencia iluso¡ ta I · n arte sofística de
menos, negati.va, de la verdad; porque con respecto a estas reglas darles apariencia de verdad a su ignor a ncia, y aun a 5\!S engaños
se debe exarrunar y apreciar previamente todo conocimiento, en intencionales, imitando el método de la meticulosidad c¡ne la
lo que respecta a su forma, aun antes de inve,tigarlo en lo que lógica en general prescribe, y empleando la tópica de ella p;:ira
respecta a su contemdo para saber [B85] si contienen27" verdad disimular toda ficción vacía 2'1 Ahora bien, se puede observ ar,
positiva en lo que se refiere al objeto. Pero como la mera for· como una advertencia segura y útil, que la lógica general, con-
n__1ª. del conocimiento, por mucho que concuerde con las leyes siderada como orgonon, es siempre una lógica ele la apariencia
logicas, no es suficient~. ni con mucho, para establecer por ello ilusoria, es decir, es siempre dialéctica. Pues no nos enseña nada
la verdad matenal (objetiva) del conocimiento,277 nadie puede acerca del contenido del conocimiento. sino únicamente las
aventurarse a Juzgar ace_rca de objetos sólo con la lógica, y a condicione, formales de la concordancia con el entendimiento,
afirmar cualquier cosa, sin haber recabado previamente, fuera
las cuales, por lo demás, son enteramente indiferente, en lo r:¡ue
de la l_ó~ca, información fundamentada sobre ellos, para sólo
respecta a los objetos; y por eso el atrevimiento de servirse ele
después intentar, según leyes lógicas, la utilización y la cone'Xión
ella corno de un instrumento ( nrgn11011), p<1ra (al menos como
de ella27H en un todo coherente consigo mismo; o mejor aún, para
pretensiónl'"" ensanchar y ampliar uno sus conocimientos, no

276. «Cont1Pnen» en plui al en el onginal 279 E, decir. pa1<1 e xarrnnar esa mforrnacion Pe10 también podria
entenderse. «pa1 a exarrnnarlos», e, dec 11, p,11 a exarmnar In, objeto s
277. En el original: «para el conocnmt'ntn» Seguimos una enmienda 280. Es decn , de la dialéctica
de G111!0, recogida por Schmrdt. Quiza haya qu¡, entender aquí «de
los conocnn1entos» 287 La construcción onginal de esta oración P, objetable Seguimos
enmiendas de E1 dmann ) de Vaihmger, recogidas por Schrmdt
278. Es decir. la conexión de esa información. Pero también podría
en ten de, se: «la cone><1ón de ellos», e, de cu, de los objetos 282 Los paréntesis en la frase «[al menos romo pretensión ),, son
agi egado de esta tr aduccrón.
132 133
puede conducu et 1t<1Ja !lid:, que el l.t d1<,1 l.uaner ia de ctl1rmar generc1J ser pen,<1do uL¡t 10 ,tlguno, es lc1 a11,d1t1u1 rr ausc.en
con [ \.tJ2] <1lguna d¡.><111enua ilusoria -o tambieu, de rebatu d dental, ) [esJ a !et \ el u11c1 logH ..1 de L1 , e: dad Pues mngun
c.ipud10--' rorlo lo que uno qu1e1a conocimiento puede couu.idcc n Jc1 sin pe1 der. c1 la \ ez, rodo
Una en,eií.,ll1LJ. ldl 110 concuerda, de !11d11u ,1 ,tlguna, con la [ \.b3] c outerndo, e, de«,n t,1dc11!:-tetencld d algun ob¡ero,, por
d1g111dc1d dt. ]<1 lilosoha Por e,u, ,d contar enu e lu que coi te,pon t.uuo, rod.i , crd.id Pt:10 u 1n0 e, lllll) c1l1 c1u1, o) ,uluU,H el
de J. l..i log1ea e~la dcuouunac.iou de dialectu.a, se ha prelendo ,e1 \ 11,e de estos e ouocun« nios puto;, del e nrendmuento, ,
[e ntendei la] como una u itu.a de L1 apa¡ u.nua i/11:,01 ta Jwfultlu,) de estos P' mup1us pu1u, lpo1 ,1J ,olo,,) aun mas alla ele lo,
t orno t,il yw,1er,t11Iü, nosou os que se lct enuenda dC[UI limite, de la t:>\per JC!llld q1n es, ,111 embd1 go, Id u111( a que no,
puede 5umm1,l1d1 lc1 llMlt:tld \ob¡ctu,1 IB88J d ld que pueden
,er aplicMios aquello, L ouLepto, pu1 o, del t11tend11rnento- "
el entend1m1elltu pu1 e;,u co11 e pelig, o de hc1(e1 medranre
[B~í]
,ofi,tu 1<1, , ,tua,, un u,o rT1ct!u1c1l de lo, pi u1up10, meramente
lV. D: la d1L,1:,w11 de ILZ loguo tiansuudeutal ' en analuua lorrn,des del e11te11d1me11tu puto, ¡u,:1:,ando 111d1strnr<1menre
r dtalcctica /1a111a11do1ta/1::, acerca de ub¡eto5 que 1w no, ,uu dddü,, , que qu¡¿a no puedan
,e1 nu, dacios de m11gu11<1 111,;ner<1 Pu1 con,1gu1ente, ¡Juesro que
En una logll<L u anscendental <tt,lümu, el cuteuduruenro
e!ld-' debe!ld ser ptoptc1meme ~olu u11 c<1nu11 JJdld Id e, c1lt1auon
l,d Lomo c1nte,, cu !et estcuca u ausc.cudent.u, lc1 sensilnhd.rd)
del uso ernpu1co, se h,tce un u,o mdeL1do de ella llld!1do se
) destacamos, ele 11ue;,L1 o couocumcntu, ,olu aquella parte del
k1 hace ,,;le1 corno el u1gu11u11 de un mo unl\e1,,d e 1l1m1tc1do
pen,.11 c¡ue lleue su ougen unicarnente en el eutcudnnrento
', con el solo enre11d11n1e11tu pu1 o ,e o,a JULgc11, <tfü 111,u , de
Ll uso de e,Le c.onoc muento pu1 o, empe1 o, se bas., en esta
c1d11 ,rntet1c<1111ente .ice1cd de ubJc.to, en genc1,tl Poi tamo
condn ron de el ' que nos ,e<t!l dados objetos en la mtuicion,
el u,o del entendurneulo puto ,e11a, en e,e caso, d1alecuco
c1 lu, cuales aquel pueda ,e1 aplicado -' Pues sin mtuu.ion todo
La segunda parte de id log1ca cr.imLeuclent,t! debe, pue,, ,er
uuestr o couoc rrruento cdíece de objetos, ) entonce, queda
una cutJCa. de t-'>!d ap<1ne1h..1,1ilu,01 v d1cdeu1cd, ) ,e Jl,11111
eute i ame-nte v acio La palle de la logrea u ansc eudeutal, poi
d1dlect1cd [fdllsl e11denL,d, no [poi que ,e !et t;\1l!enda] Lomo un
tanto, que e-..pone lo, eleuieutos del conoc.mnento pwo del
ctrte de 5u,utar dogmt1l1canwn1C t,1] c1pc111enc1<1 1lu,u11<1 un arte 1

entcudumento," ) los p11uup10s sm los cuales no puede, en


mu) usu,tl, lamentdblemente, en mucha, pt e,l!d1g1tc1uo11e,
melaf1s1cas), smo [porgue 5e la enL1endé] como una UltILd del
28 ¡ l us gu10rll, e11 lc1 hüse «-u L,,mb1e11, dc i eb.uu ,l L,tp11dw-» son entend1m1ento} ele la 1ctzon con 1e,pect,J a ,u u,o h1perft,1Lo,
dg1cgddu dL Lold u aduccrou para poner al d.:,< ubwrtu l<i f,d~d apctllenud du;,uua de las
.!8.J L1 edu.rou de Sc.hnudt l!de «lug1Ld 11,ubL" .::,eguunus a Ed -\cad [ \.b l] pt e"unuones 111tu11dctdd5 de elld, "' ) p,11 a I ebdjdf sus
l.cf J E:, dec ll «L 11 e,L.L coud.cion del c ouucuurento pu1 o» '\Ju t'S posible
Id Ier.un .i «cu esl,t condu.ion del uso»
280 Ln él 011g111,d d los <.u..tlt, aquellos puedan se1 aphcados» 288 Lo, gu1une, en tL f1,e>c, que e,, ,111 e1nl,.i1go, le, UnJLd [ ] con
::ieguunu, d 1 J Acad éeplo:, µuw, del er1temluu1entlJ ,, ,un ,tgt egddu de e,lct tr ,1dULL10I1
!87 fl genm, u h,1 de euu.udei se corno subp.u . u «el c ono, umeu«i 289 PwlMLlemente h,t) ,l Ljlll cntenJe1 que e,le , ell,t>> ,e t ehue d la
Jllll u yue el e11tend11111t.. nio ¡,u,ee o del que e l enteudunn.nto e, ldflclZ», log1ca, pe1 o lctmbren podr 1,t I eÍ<'lll se et }d an,d1t1Lcl
corno ,1 <l1Ju<.1 ,el conot.rrmemo u1teleuu,d pu10» .!!JU PiobctLlernenle lid),I qu, entendet <1c¡u1 «ele J,1 1c1t:on» Pe10
CRJl JC,\ DE LJ\ RAZON PI IR,-\ 13s
134 IMMANl 'El l,,\r, T

pretensiones de descubrimiento?" : de ensanchamiento (que vos; por eso, ella es posible sólo por medio de una idea de la
ella pretende alcanzar mediante meros principios transcen- ~otohdad del conocimiento intelectual a pnori1"• y mediante la
dentales}":' a mera evaluación y protección del entendimiento división, determinada a partir de allí,"" de los conceptos q~_e
puro frente a los espejismos sofísticos. lo constituyen;1'1" por tanto, es posible sólo por medio de l.'\(~'1]
su mterrone:oón en un «stema. El E'nlend1m1ento puro no solo
se separa completamente de todo lo empírico, sino incluso de
toda sensibilidad. Es, por consiguiente, una unidad sub,1,tenle
[BfülJ por sí misma, que se basta a sí misma, [B90] y que no se puede
División primera aumentar mediante ningún añadido que provengo de fuera. Por
de la lógica transcendental eso, el conjunto de sus conocimientos constituirá un sistema
que ha de ser abarcado y determinado baj~ una idea; [sisterna]
LA ANALÍTICA TRANSCENDENTAL cuya integridad y articulación puede ,nmu:1slrar a la vez una
piedra de toque de la legitimidad y autenticidad ~e todas las
Esta analítica es la descompoxición de todo nuestro co- piezas de conocimiento que se incluyan [en e,e_ conjunto]. Pero
toda esta parte de la lógica transcendental consiste en dos '.,/no,,
nocimiento a priori en los elementos del conocimiento puro
de los cuales el uno contiene los ,onffpto, del entend1m1ento
del entendimiento.'?' Lo que importa aquí son los siguientes
~untos: l) Que los conceptos sean pmm, y no conceptos ernpí- puro, y el otro, los pr111ápios de él.
neos. 2) Que no pertenezcan a la intuición y a la sensibilidad,
sino al pensar y al entendimiento. 3) Que sean conceptos
elementales, y que se distingan bien de los deducidos, o de los Libro primero de la analítica transcendental
compuestos de ellos. 4) Que la tabla de ellos sea completa, y
que ellos llenen enteramente todo el campo del entendimiento LA ANALÍTICA DE LOS CONCEPTOS
puro. Ahora bien, esta integridad do una ciencia no puede ser
supuesta de manera confiable sobre la hase de una apreciación Entiendo por analítica de los conceptos, no el análisis
aproximativa de un agregado producido sólo mediante ensa- de ellos, ni el procedimiento habitual en las investigaciones
filosóficas, de descomponer y llevar a distinción, según ~u
contenido, los conceptos que se ofrecen; sino la cle,romposwon,
también podría entenderse «de ellos», t'S decir, «de la razón v dPI menos intentada todavía, de la [ocultad misma del entendinuento
entendimiento». -
para investigar la posibilidad de los rnnceptos a p1ion (i\6(!]
29 7. Literalme_nte: «de invención» P1 obablernente haya qne entender buscándolos nosotros en el solo entend11rnPnto, lugar de nao-
«de descubrirniento de nuevos conocinueritos, v ensanchamiento del
conocimiento». ,
292. Los paréntesis en la frase «(que Pila pr etende [ ... ] principios 294. Literalmente: «del conocirn1ento a priori del pntendimiento», con
transcendentales)» son agregado de est,1 11 aducción
un aenitiYo subjetiv o.
293. El genitivo «del entendimiento- ha de entender se como subjetivo: z_9} Hay que entender: «deterrnmada a par tú de esa idea».
«con~c1m1ento puro quP P_I entendirmento posee, o dPI qne el entendí-
rmento es capaz»: como sr d1JP1 a «conor rrni=nt» intelectual purn» 296. Es decir, que constituyen ese rnnorimiento.
136 ¡v¡ l\\lLL 1<.A1'í
137

1111u1Lo de ello-, l <111c1hLctndu el usu pu1 o de este en general, sunumsn a una regla ,egu11 lci cual " cctdcl conu:pro puro del
¡rne;, e,le e5 el neguuu pi upio de una [B'Jl] filosoha u anscen cnu.udmuento le puede ,u deteunmado, a puon, su lug,u , \ a
ck nial, lo dcmas e, el lidtc11111e11Lo log1co de los conceptos en todos ellos junto, le, puede set dcu.i m111<1dd a P! to¡ 1 su mtcgndctd,
Id frlo:,olld en genet ,d Por e 011,1guret!lt\ persegua e mu, los todo lo c.ual, ele no ser <1::,1, d..pendeua del capucho o dPl azur
COJHt'jJto" pmo6 hctstc1 sus p1111ie10;, erubnones y pumorchos
t u el entendmucnto hum<1110, cu el c¡ue ') <Leen pi eparados hasta
que hn.ilmcute, con ocasiou de ld expenenna, ,e <le,,u101lctn),
hl«. l ctdu, de Lis condn rones en1¡n11u1, 111he1 entes a ellos, son Sección primera del hilo conductor transcendental
t•,pue,to, en "u purt'LcL por el m1:,1110 euteudmueuto para el descubrimiento de todos los conceptos
puros del entendimiento
Di.i L~n10<,I(tJDU 1:_,11:.'ml\llt,1u1,t,L,LR\l
Capítulo primero
de la analítica de los conceptos ~fas ai nb.r ,e dennio ,d enu-nduruc nro de manera meramente
neg,ttl\ a como una Iaculrad no sensible ele cunocurnento ,\hu1<1
Di : Hllt)(.(J\l1l(IORP.\R.\LI Dl~ClBRl,\llLi\lO bien, independientemente de la sensrbilrdad no podernos :oe1
l)L IU!HJ~/(J::,UJ,\lllYJ():,l'l'WhDLl I\JLJ\DJ\l!L.\10 pdrt1upe, de[. \iit\] mtllluon t1lgund Por tanto, el e11le11d11rnento
no es facultad de mtu1c10n Pero lueict de la !B93] mtrncwn no
Cuando :,e pone en ;:icuon uu« ÍdLldtad cog110sutn a, se des hay nmgufüt ot1a manera de conocer, smo por concepto, Pu1
tac di 1 ,eg1111 Lt,, dr, l t s.r-. uc a-iones, d1fe1 entes concept< i:, que dan tanto, el conocmuento de todo entendmne11to, [o] ,ti menos,
u, ouocer t:",d icll ult.id \ que ,e pueden i eumr en una lista mas o del hun1c1no, e;, un LOnoun11ent(, p01 conceptos, no llltllltl\ o,
smo d1~cuis1\ o fodc1, l<1::, mtu1uone,, como ::,e11:,1ble,, se: bdsan
Illl uos dct.rilada, ::,c:gun lc1 obse: \ ación de ellos se ha) a Ilev ado
en afecuone,, !os concepto, pu1 LOns1gL,te11re, ' en hmL iu,1e,
,1 l c1bu .hu.uu« un tu nipn mas [u menos] I..irgu, o LOl1 uiavo: [o
r
ni, not 1 pu:,plldl ld Nunlct se puede detei nun.u con stgu11clc1d,
J
f nt1endo por runuon lc1 urndc1d de ld acuon de ordenai di, er,cts
rep1 est•J1tL1uones ba¡o 1111,1 corn un Poi tdnto los couceprus ;,e
oegun e,te fllUl cdmuento put d',l decu, me. aiuco, donde estara
tuncl<Ln en la e,pontctllt'idad del pensar, cts1 corno lc1, 1mmuo
uH1qiletct e,tü 111\ l',tlgctuon Ademas, los [.-\li7] conceptm que
nes seib1ble, [,e !und,m] en l<t ieleptn1cl,1d de las 1mp1e;,1ones
ct,1 :,e encucnn au ,ulo L llcttidu hc1; O( asion, son desc.ubiertos s111
Ah01a bien, el entend11rnu1to no ¡,uede hace1 de e,tos concep
nmgun u1den iu [B'llj unidad srsternatrc.i, sino que finalmente
to, n111gu11 ot10 u,,o que Ju1g,u mediante ellos Como mng1ma
,t lo, c1grnpc1 solo ,pg1111 sus sellleJctnzcts y ,,e los dispone, seg11I1
rep1e,entc1uun ,e 1efit•1e dttt>Lldrnente al ob¡em, ;,c1h o ,,olu ld
lc1 magmtud del c onteurdo de ello,, desde los simples hasta los
mlU1L to11, un co11Lepto nunLú es r efelldo mmed1c1tc1rnentec1 un
rnc1, Lo111pueo1<J:,, cu ::,t 11e,, que no tienen nada de sistemáticas,
,1111 tq ul ,edn c':,Lcthlt·L 1d<1, e.n lWl t.i m.mei d, metodicarnenre oLJeto, ,mu d ,ilguna ot1 ,t 1 t ¡,1 e,entauon de este (sec1 mtu1u,1n,
o seci ell,1 rrnsma ; c1 COllLl'!Jl<l, Por cons16'1I1ente, el JlllUO es el
l d hlu:ouÍ!,t u ansc eudeut.rl llene la \entctp, pero tambieu la
1il,lt,,tc 1011 ck hu « .u sw, lUillL plus :,egun un p1111up10, po1qut
t, /Ju, <u: •;t 11, p111 o, } ;,111 mezcla, dd enu.nduuicnro , orno de
u,1,t u111d,td c1b,,nlurc1, \ por e:,u deben e,t,u • onc.uen.rdos unos
2'J7 :::ie h,1 ,u6e1idu que Lt t ,1J1e,1on ,,pm u,11,1¡,u1ente, deb1,1 ,e1
reernplctútd,1 dqu1 p,H "empu 1J» (,uge1 enud dt:" -\d1cl,u 1, u,g1dct
u,n ut1u, '>( ;;<111 1111 cuncepto o idea Pe1u tLd Ll,llLdtetlLH ion pu1 'iclurndL'
CRITICA DE LA RA70N PURA
139
138 ¡rv¡~11\ '\/l,El KANT
nera com leta las funciones de la unidad
conocimiento mediato de un objeto, y por tanto la represen- puede exponer de rna e ~ • bien poner en obra, lo
en los juicios. Que esto se pue e mu)
tación de una representación de éste En cada juicio hay un
concepto que vale por muchos, y bajo este muchos comprende mostrará la sección sigmente
también una representación dada, la cual, última, es referida
entonces inmediatamente al objeto. As], p. ej., en el juicio todos
los cuerpos son dunsiblesl'" el concepto ele lo divisible se refiere a [A,0] [B95]
otros conceptos diversos; entre éstos. empero, es referido aquí Sección segunda del hilo conductor
especialmente al concepto de cuerpo, [AG9] y éste, empero, a descubrimiento de todos los conceptos
ciertos fenómenos2"" que se nos presentan. Por consiguiente, puae l d". ~
puros del enten 1m1en
[B9.t-J esos objetos son representados de manera mediata por el
concepto de la divisi~ilidad. Todos los; juicios son, según esto,
funciones de la unidad entre nuestras representaciones, pue<; en § 9."1() De la función lógica del entendimiento
ellos, para el conocimiento del objeto, se emplea, en lugar de en los juicios .
una representación inmediata, una mm elerada que comprende .. n eneral de todo contenido de un
bajo sí a aquélla y otras muchas; y en \ irtud de eso, muchos Si hacemos abstracoon,; ~a rnei ~ forma intelectual, encon-
.uicio. y sólo atendemo,, en e, a
J ·¡ ede ponerse bajo cuatr o
conocimientos posibles son recogidos en uno. Pero todas las fr · del pensar en e , pu
acciones del entendimiento pod=rnos reducirlas a juicios, de tramos que 1 a mcio 11 1 ' ti ne bajo sí tres momentos
. d una de las cua es con e bl
manera que el entendimiento en general puede ser representado rúbncas, ca a • . . temente en la ,iguiente ta a.
Puede representárselos converoen
como una facultad depu:gar. Pues él, segnn lo precedente, es una
facultad de pensar. Pensar es el conocimiento por conceptos.
Los conceptos, empero, como predicados de juicios posibles, Cantidad de fo11111rws
se refieren a alguna representación de un objeto todav ía in- Universales
determinado. Así, el concepto de cuerpo significa algo, p. ej. Particulares
metal. que puede ser conocido por medio de aquel concepto. Singulares
Por consiguiente, él es concepto solamente porque bajo él están 3
2 Relarinn
contenidas otras representaciones. por medio de las cuales él Cuahdad Categóncos
puede referirse a objetos. Por consiguiente, es el predicado de un Afirmativos HipotétJCOS
juicio posible. p. ej. todo metal es un cuerpo Todas las funciones Negativos Di,yuntivO$
del entendimiento pueden, por consiguiente. ser halladas, si se Infinitos
-f
Mndahdad
Problemático,
298 En el original «todos los cuerpos son mudables». Adoptamos una Asertóricos
conección del p1op10 Kant en su ejemplar v a impreso. Así también Apodíct1Cos
Ed Acad.
299. En lugar de «a ciertos fenómenos». corngió Kant en su ejemplar
ya impreso «a ciertas intuiciones» (Según Erdrnann Narhtrage, número la se01mda PclIC10n
- ~ ll» se encuenti a so \ o en ' o·
XXXVI, citado por Schrmdt) 300 La exp1esion "- ,
J\¡\¡j'"\...,l U h...... .r

l13<Jt,J Pues«, que e,Ld d1\ ision, en ,ilgunu, puntos, dllttque de! precltcdclo aunque ,e,1 11egdtno)) solo atiende ,1 ,1 e,te e,
no [ut puuios] e:ieuu,dc,, pdtel e c1p,u Ldr,e de Id tec.nu.a usual c1t11bu1do al ,u¡ew o es opue,to c1 el Aquell<1, unpe10 con,tder,1
dt lus lug1cu:i [ \;-1 J no :ie1 dll llltJLLe:idlld, l.t, '>Jgutente:i pteldll al ¡muo Lambten ,egun el\ c1lor o u)nte111du de ód ahnnctuon
, 1unl, conu.i l.i 11He1 p1 ct<.1, 1011 t t I ulH .. <.1 qde ,t pudit ra temer lu61la [eleLttt<tdü] por medio de un p1edtLddo met.1mt: !11te
l Los logicos d1Lu1 con i azou, que en el uso dL los Jlltuo:i neg,ltl\ o, \ [cun~1dei,t] qllt g.1nc1nc1c1 aporta t lla con re,pt-..tn
t 11 :itlubhlll<>, :,e ¡.muk u.u.u d lu:iJLllUU:, óll161il,llt:i como [un.ros
al con1unro del c.u110c11n1e11lll 51 }º hub1e1a clJCho del alrnct
L,111\ Lt,dk, Puc, pteu,ctlll< llle porque no tlt nen extension, el que ella no e, n10rtdl, ü;,i, mediante un JU1uo negc1u, o, h:ibnd
¡ncd1L.1do de ellu:i no puede r elcru se solamente a ct!gund [parre] 1mped1do, al menm, un enu1 .. \ho1c1 bien, mediante la piopo,1
dL lo que t sta Lulllu11du L,,~u el concepto del sujeto, \ :ier ex.e hudo, non el ,tima e:i no n10!l,,I, he ,,hrmado efoun dmente :iegun
unpuo de ,d.;11nct ou a [palle] P.H consigmenie, [el predicado] la tot ma lu¿1cc1, punH"lldu ,il ,dm.t en l<1 e\.ten;,1on 1hrn1tdClc1 ele
, .ih, fMt c1 .iqut.l L Ull( eptu sm L \.L<efJUUll Ldl corno ,1 e:ite fuera un lo, ente:i que no mueren Pt:'10 como lo mo1 tc1l con nene una
L • n ll , ¡JLu de , .ihd, L c.ornu: I e¡ut ruv tt:,e una e>..Le11,10n, )' el p1 edi parte de la e\.tei1:,10n tot,tl de lu:i ente, po~11Jles, } lo que no
l ddll \ ,dtL ,t !-'dl d luc..ld l.1 '>l.:,lllÍIL,lUOll de e:,[d ~¡ LOlll/Jdl amos, en muere [c.onnene] la otra [p,u te/, entone.es con 1111 p1 opo,1uon
1 ..11111J1u u11 J un.io su 1511!,11 L o: 1 u no de , .ihdcz cornun, mcr d mente no ,e ha cl1cho ot1<1 co:ict :itno que el dlmd es una [c..o~ct] enne
corno c onocmucruo ,e_sun l.1 l«11l1d<1d, entonces se compo1ta, 1 l,, rnultllud mhmta de 1'1, l o,cts que qued,ni, s1 elunmo cocl() !u
Lu11 tespt.c..to c1 e,ll u1111u Lt uuid,id LOn rE:-~ptuo ,t la mfinitud, mottal Pew c..on ello l,1 e,il ld mfimta de todo lu postble solu
\ poi canto es, en ,1 1111,mu, e,enc ialmente diferente ele el Poi ha sido hm1tadd en lct med1dd en que ,e lic1 ,q.,<11c1do de ella lo
c..ull,1gllllºnte, sr "'' aluo un JlllLIU ,m_sul.u .judu.uun Jt11gula1e) no mu1 t<1l, [BlJ8] } :ie h,1 pue,Lo c1l ,tlma en l<t e\.ten:i1011 t estc1nte
,ol() p01 lo que 1bpec..ta et su v .1hdez mte.ma, :illlu t.unbien, corno de ,u e,pac10 1 Pe10 .tllll con e,ta tc\.du,1un, e,e i:,pac10 :i1g11e
umuum1u1lo en gt'ne1 ,¡J pu1 Ju que i espel ta d la umuclad que siendo mfirnto, \ :ie pued( n ,u:itrae1 Je el tod,n Id Jllucha,
l!L ne c11 , on1pc11.1u,m con on os couocu mentos, es uertamente m,i, p,tt te,, sm que pm ello d LOncepto del [ \.73 J alm , c1 ezcct
ddt 1 ente lk los juicios de \ ahdez c..0111 un \jlldtclll comnuauiu, ) en lo ma, rn111111w ) ,EJ. de,en!llnddo <1fir111au, amentt Por
rnueLt: uu lug<11 1·:iptu,il cu u11.1 tabla completa de los momentos to11,1gute11tt', e:itu, JlllL 10,, 111fü11tu~ en lo que Lonueme a ld
de I f>LlbdI t11 gu1u.tl 1 ..tunyue ue1 ldlllente no e11 l.t logu a, que be e\.ten,1011 logJLd, ,un efeLll\ <1rncnte wlu lmut<1L1\ o, en lu que
luuu.i vol.uueute ,¡J IB<Jíj uso de lo:i [urcros entre s1) conuerne ul LOntemdo del< <JllO< 11111e1110 en general ) en e5d
.!. ' De l.1 1111,m-1 rn.uu.r a deben d1,t111g1m ,e tarnbieu, en
1111ct lug1L,I transcendental lo:,puuw tnfuutos de lu:i afu matioos,
1 \ - ;¡ dl!IHJ11e en l.1 log1L,l gene1dl se cuenten, con razon, en el
3UJ ~egu11nus a Ed <\Lad En el 011g111al l.l 01<1c10n e,t,1 e,u ll:1 de ial
nuuu.i o de .iquellos , no cu11:ilHU) ,111 un nucmbi o paitrculai
u1.cnt:i .t, qut: pud1 t.t t:.mu1dt:1,t. ... urnu , el ,dll!.t no "" mu1 l,d pero cun
de l.1 d1, 1:,1011 Pues e,td h,u.«, absu accron de todu contenido tllu nu ,e tend11c1 !et üJ .tuon .chi llhlll\ .t que el te,to ,en,1L1 Vea,e h..tnl
, :-.!dd]Jll\ ,1k Volckm,mn», J::.d \utd \.A VIII p ..i()7 ,.rn1111<1 non e,r
mo1 tahs / <1rnma e,t non mm t,d1,> J\oLe;e que el téXlO no d1Lt' ,el
,()/ LI ollJLlu del, ubu el u1mpu1L.1 e, 11n¡..,1euau P uece ob,10 que ,lJnld e, ll1lllü!L.d ,, lllJ ,e ,IÍl\!111 JI e,e,lld \ida del dl.11a, oulL> ,e ,ilt1rna
,oe I LI 1u1u,i ,111..,1,l,11 ¡,, 1cJ Ll te,Lu Ull::,llld! ,u::,1e1e ma, bien que el que el p1 ed1L,tdu Lmpu 1cu «n101 L<LI, 11u le con, ttne .:\,1 ,e d" e ,il::,o
o ljt lu >t 1 < J < <!lll!Llll\!L!llU t) lJ1Ln J.i ldillld.td > ,ub1e el ,dm,1, u,n un p1t..dH . ,1du tom<Ldo del u1unJu ;u[j[bLt
>0' JI d>J I que cnt, 1H.lu ,1qu1 L¡ue e,1.1 > ,e 1d1e1e ., t, log1L,1 gene1,d, 30.J En lug,u de «en l,t exte11,1uu 1 e,t.u11e ele ,u e,pduo,, l,t p1 une1 ,
\ 11\l , L1 d11 lo\Ull , ,tunqlll lu ult1111u e, g1,111Ml1L,ti11Jelltl' po,iblr ed1uon dice «en el e,p<1C1ü 1 e,tdnte de ,u e,ten,1011,
143
( RITIC A DE LA RAZOf', PURA
IMI\J\A '\/1 IEL 1\,\ '\/T
d 1 esfera del conocimiento po,iblP
medida no deben ser omitido, en la tabla transcendental de en 0zeneral. una parte e a d . todas ·¡untas, la !:'sfna
todos los momentos del pensar en los juicios, porque la función ¡
acerca de a exis et
ist rcia de un rnun o,\
f 1 conocimiento, equ1, a let
del entendimiento aquí ejercida quizá pueda ser importante en . d na de estas es et as e 1
entera. Quitar e u . , or el cpntrario. poner o
el campo del conocimiento puro a pnon de él. a ponerlo en una de las re_stanl teds, )l Ps restantes. Poi tanto, en
3ª Todas las relaciones del pensar en los juicios son a) la en una es fera, sigm '
· ifica quitar .
o e a '
.d el de ¡05 conoc1m1en
. .
del predicado con el sujeto; b) la del fundamento con la cense- . d. f , ha, oerta comnm a
un J'tüoo isyun . l'- o e ) e se exc 1 u, en Int1tuarnenle , ,
pero por
cuencia; c) la de los miembros reunidos de la división. los unos tos. que consiste en qu l d d dJ t inan el conocimiento
con los otros (en un conocimiento di, idido). rn; En la primera . b su lota , a e erm1 le
eso, sm ern argo, en . d iuntos E'l contenido entero e e
especie de juicios se consideran en su relación recíproca sólo verdadero, al cons_titmr,dtod osyJ , lo 'esto es lo qne considero
dos conceptos; en la segunda. dos juicios; en la tercera, varios . · oom1E'nto a o. so
un uruco con . o·11 de lo c1ue sigue.
juicios. La proposición hipotética: si existe una justicia perfecta, necesano o · bservar aqrn
' en raz
. . . f ción muv pspeoa· 1 dee
el malvado contumaz será castigado, contiene propiamente la d lid d d ]osJU1C10S es una un , .
4ªLamo au a e .... d \RlOO]quenocontnbu;e
relación de dos proposiciones: Existe una justicia perfecta, y el l , .ter dishnt1vo e .
ellos, que posee e caradc1 · . .' ( es fuera de la cantidad, la cua h
malvado contumaz e, castigado Queda aquí sin decidir si acaso en nada a I con em ( t ido e JlllCIO pu, i,
stituva el contelll o e id d
.. hav nada mas que con. ,
ambas proposiciones son en sí verdaderas. Lo pensado en este dad y la re 1 ación, no e ' • 1 1 \e la cópul<1 con re,pecto
· 'Jo interesa a va ore '
juicio es sólo la consecnencia'?" finalmente, el juicio disyuntivo un juicio ) , sino que s;J . . p blemátrros son aquellm en los r¡ne
[B99] contiene una relación de dos o más proposiciones entre al pensar en genera. uicios ro amente po11hlr (arbitrano)
f ¡ negar como rner .
sí, pero no [relación] de secuencia, smo de oposición lógica, en se toma e l a rrnar o e , [ l firmar o negar] es rrrnsi-
· · · los ue e a
la medida en que la esfera de una de ellas excluye la de la otra, Asertóriro, [son los JlllClO~] en . ( q d l . \ [A7S] Apod1rt1ro, [son
aunque sin embargo, a la vez, [relación] de comunidad, en la
,¡; · te real ver acero, '
derado como e1ect111amc11 id 10 nrre,ano.'''; Así, ]05 dos
medida en que ellas juntas llenan la esfera del conocimiento , J ¡ se lo consi era con
aquellos en os q~~ . ·e el iuicio hipotético (1111teffdms)
propiamente tal; por tanto, una [A71) relación de las partes de \ücios cuya relaoon con,;t1hl1) . . } s] en cuya acción recíproca
la esfera de un conocimiento, en la cual la esfera de cada una
J ~ "'~ · alrnente l os JUJC10 ¡
comequms,, . e ign
· o ( .
;o. 1111em ros
b de la división) son, toe os
" · .,
de las partes es complementana de la esfera de la otra, con consiste el d 1syunt1_v?, En el e·emplo anteriot , la proposic1on:
respecto al conjunto completo del conocimiento dividido; p. ellos, sólo problematicos J unc·1a asert01icameute, sino
ej. el mundo existe por ciego azar, o por necesidad interna, o . . · fecta, no se en e • l
existe una JUStl.Cla per . . . hitrario que es posih e
por una causa externa. Cada una de estas proposiciones ocupa, que es pensada sólo con~f ~111 ¿~:~;c;;ncia es ~sertórica.'I" Pm
que alguien suponga; y so o a

305. En el 01 iginal dice: «e) la del conocimiento dividido y de los . . el rirnet ca,o, fuese una función del
miembros reunidos de la división. los uno, con lo, otros». Seguimos 307. Tal como ,1
el pr-nsar. en! pf r ióu J de [a [arultad de ¡11::¡,(lr, )
una corrección de Kant rmsmo, manuscrita en ,11 ejemplar impreso. entend1m1enlo, en el segunct, "u:~5e1~~ac1ón que solo en lo que s1g:\\P
(Según Erdrnann: Nachtrage, número XXXVII, citado por Schmidt). Lo, en el te, cero, de la rm::on. n, d K tJ
.. n [Nota e an · d
paréntesis en la frase «(en un conocirruento di, idrdo)» son agregado encontrará su exp 1 icacro · ' ( 1Cqu )» Así en Ecl Aca ·
. . 1 b e ·1· ado: « antec. \ rnn.
de esta traducción. 308 · En el orwina,
e,
ª
r v. ' ·· ·
Spinumos
.
a Fd, · A ca d
306. Conviene entender aquí poi «consecuencia» la forma de la con· 309 . E n el onzinal
o
«lo di,) unt1vo». , o . 1 l
. ( decir e en ace e
n forma
secución o ilación: el enlace entre el antecedente ) el consecuente. 370. Corno si dijera· «sólo la consecuc,on es ,
1,, /1 1' 1• 1 l t:l f..-, , 1 lhlllt, l l. ,_-'\ R,.,lO, Pl R-'I 145
l ,o, t>,th JLIILIUo p11c.>du1 incluso ,e1 !11'll1lhe,tamente Ialsos, \ sin [ll!O.!¡
, 11 dJc11 ~o tom.ulo-, pi obk.mauc anu r lle, pueden ,e1 Lu11d1urn 1, ,
de'! c onoc umeuto de lc1 \ Ll d,1d \,1, el ¡u1uu el mundo t\l1ll pu, Sección tercera del hilo conductor
, ui;u 11::111 t1u1t>, e11 el Jt11uo J1:,) unuv o un ,11,11if1cc1du solo pi oble para el descubrimiento de todos los conceptos
llldllLO ,1 ,,d>L'I qut ,dg11ien ,11po11gc1, dUl1ljllt' ,e<.1 pu1 [1310lj u11 puros del entendimiento
111t>11lt 1110, e,ld p1upo,1uun, v su . L, Llllpuo \LO!llll lc1 U1d1C,1uon
dt l c.uuuro e11011eu, c n d 1H1111e1u de tudu, lu, que uno puede § 10.' ' De los conceptos puros del entend1m1ento
un u.u ¡ ld 1,1e11cu11l1 <11 lu lpr oposu.iou] , e: dc1de1 c1 L1 propo,1t ion o categorías
Jllublt m,111rc1 t S, p,H t.uuo, uc¡uell,1 que Ls.prbd l,1 posibihdad
1 d logKc1 gen..:1,tl, comu , d \ <lnas \ ece5 ,e ha die h,J hal t
,11l<1111t 11Lt• log1t<1 \Cjlll 110 e, ubJelJ1 <1J, e, decu, [t:>s.p1e,<1I una hbre
ab,t1 .tLuon ele toclu Lonterndu del conoum1ento, , t: ,pE Id que
t !t t t 1,1n de fHL,ta1 le 1 ,tl1du ,l una p1opu,1( ion t.i], [o e xpiesa]
de otra pa!(e, cu.tlqu1e1d quL ,ect, le ,e,tll ddda~ rep1..,,,·11tc1un
1111.i .uluusron meramente arburaua de ell<1 é'll el cutendinuento
ne,, p,11 a L1 íl.n,fo1 rn,11 lc1, pr n,1eramente en u,ncept,>,, lo que
J d [¡Hupu,1uu1i] d\tltU!lL,I !idhl<1 de etectiv.; i calrdad log1La, o
ocu11e an,d1t1Laine11te Poi t'l Lonna110, l<t logll ,1 tr,llhLenclen
, t'l .l,id, t,d como, put ejernplo, < ll un s1lugi,mo lupoteuco !. \71,]
t,d uene a prwrt ,mte s1 un 1nult1ple de la ,eu,1LJ1!1tL1d, que l,1
t 1 ,1111L,ufu11 e11 lct p1em1,c1111<1\ur se presenta problemauc.uuen
eslet1c.t lran,cendcnt<1l [ \77] le t,f1ece, par,1 d,ule, et los con
lt , t 11 lü fJtLll11>,1 menor ,bi.;1lú11L<1111e1lle,) mucsu.i ' que la
cepto, pu1 o, del ente11d11111u1tú u11c1 matenct ,111 la u1,d ella'
pi u¡ , >~1, 1011 L>ld , .t e1 dc11<1dc1 t un el eutcndumento seg1111 las
no tend1 Id 11mg1.111 cunte111do, ) pm tan tu ,e11,1 ente1 amentt'
lt1t, de e,te ' L1 propll,ruon apodn.uc.. prell,,I d l,1 .iscuout a
1c1ua .-\ho1<1 bien, e,p,iuu ) uempo connenen un rnultiple
[, orno] tkte1 uunad.i por p,,1, lv, t•, m1:,111,1, del enlt'lldumento,)
de Id mtu1uon pu1 d a p1 w11 per u pe1 ten u en, ,111 emb,u bu a
f!"l , •;u, [l.i p1u hct corno pi opc J'>lllllll] que ,d11 ma a puon, , ele
la, Lond1uune~ de J,11eLepl1\ 1Jdcl de rn1c>,Lr,1 rnente ,olo b,yo
1,.1 111<111e1<1 t s.p1tc0.t l.i nccesidad lu~Kd Aho1,1 bien, puesto que
lc1, LLI,dc, elb puede ret 1b11 rcp1 e,entauune, de objeto,, lc1,
<1c¡111 tuclu ,t HluHpo1<1 giadu.ilmeure ,ti eruendinuento, de rna
cuale,, por lcLntu, deben afeUd1 ó1en1p1e l,l!nbren al LullLf'ptu
I ll Id q u. un, i ¡u¿gc1 p11111ero ,dgu p1 oblem.u« ame ure, ,·11 ,egwda
de ell<1 Pe1u L1. e,po11tc1lll 1dctcl de nue,t10 pensdr e,1gt' qu<'
lc1 tu1n.i u,e1 t011t amente, pur I vr dadero, ~ finalmente lo afir rna
, u111u ,tl¿o mscp.u ablcrncnte enlazado con t l cntendinuento, e,
d, t tt { orno [ ,1L,o] IltLL ,,uw c1pochct1t .unente entonces estas ti e, 313 Ld e,p1 c,wn , § lU pet 1, ,1t Ll ,olu ,l l.t ,t'gu1,da edtL!Ul1, 1 nu ,e:
ht1H tt111,, de l,1 mod.ihd,«! ,e pueden denouuu,u l,tt11b1en otros encuenu d en J,1 p11me1 a
l.i 1ll11, ruoun.utos dd pe11,a1 e11 getleI al 31/. E, deu1, lc1 lobtL,l t1,,ml, 11dccn1,d ~t- h<1 ,ugt:11du L Oll e¡,11 de
111,metJ. l\Ut. tttiedct,e «,111 I« u111 dlu, (e, clecll, los cunceptu, puiu,
no tend11<111 nmgun lOnlemdu I poi t,111tu ,e11,m eute1<tmentt: ,.iuo,»
(Lo11eLUOJ1 de\ lt'Li,u1 1cLOSHlc1 ¡.,rn ~ch1111dt1
l.k llunl une uro \ LlJlbtLUt.lllLJ e:: , d'-tUlUJl(d
J/:i L1 lltle1¡.,1e1.1uon de I" li,1,e, l,i., LU,tlL,, ¡.,u1 t,11,1u dLben ,,fel.l,u
,¡¡ LI ,111,tu dt 111ut,t1c1 "' pr obubh uu nu 1, p10¡,o,1uo11 «st'J siem¡.,1e t.1ml,1en d] Lu11c t ¡;tu de, 11,,», e, LLJJllJ o, L t Uda \'.ulimgu 1e,ume
lt)!!( 1 !\1l) pudtld ~ll t.u ub u Jl c l dt1lt..lt.dtJtk Cjl1L ,t.. f)lt:.t:Jlld
.i,1 el p1 uLluna , (si.t ,ilum,1 p1 o¡,u,1uon no put'do entencle1 L, , -:\ que
l>t i ll)J" un. lllt l u I, I" Llllb,l lllt lllil
,e 1 ehe1 e el de: elld" , -:\ 1 ec e 1,li\ 1clad" J t-:\ coud1uune, '' , \ corno
, I~ I . d,, 11 st·..,un l" l, \ l, dd L ltlt nd1111H lllu, ¡)lid, 1, t ,11, ,1dc..1,e pueden lo, obJUO> ,dcu,u <1l 1t n«ptu de elL1"' \o enuendu n,tcL, ,Leu
11111!.1, 11 ,l-,Ull 1" 1, 1,, de ell 1 ,,, dt't ll, de J,1 p1up1"Jl ll!l1 1111,lll,l ¡ma; bienJ · Lu, Lu"lc,, pu1 L.tlllt, deben .tfet t.til,1 ,1Pmp1_t' ,t 1:.ll,1 .t
I' l l! l., u1,,c 1u11 "!JlllL tllL 111, ,d1dc1 L>d po,1Gd1d,1d ellc1 , es dern, 'c1 lc1 ,1ente ',, ,v,111111 6e1 ,R,rndi,lo»tn' p -t, -l \u,otw,
CRITICA DE LA R,\Z()c- PL'RI\
147
146 IM"'l/\c-l 'EL Kf\ '> T
L da el concPptu
La sintevs pura. rrpmrnta da fil geno a,
este múltiple sea primeramente. y de cierta manera, recorrido, l B l O .t] di . ento Entiendo pl)r tal ,mteqs aquella que t'
de
acogido y enlazado, para hacer de el un conocimiento. A esta
puro del ent~n dm~ento ele la umdad smlética n p11011, asi, nue,t10
acción la llamo síntesis cansa en un m a ecialmente en lo, numero- rnav on-,1 e,
[B 103] Entiendo por sintesis; en la significacion más general, contar (esto se nota esp ' CL111e sezun un fundamento
la acción de añadir unas a otras diversas representaciones, ) de , , concepto: porque o · t>
una sintesn seg1111 , d ) B o este concepto se torna
comprender su multiplicidad en un conocimiento. Una síntesi« tal , n de unidad (p eJ la ecena . ªJ
comu l idad en la smtesis de lo rnultiple
es pura; si el múltiple no es dado empine-amente, sino a pnon ( corno · por tanto a um ''1 b
necesan~,. , llevadas diversas repre,entanone, a;o
el (que se encuentra] en el espacio y en el tiempo) Antes de todo AnahtICamente son l) p
d l ue trata la lógica genera ero
análisis de nuestras representaciones, éstas deben ser P' eviamente un concepto (un asun\~ r: ;esentacione,, sino la 1111/rm p1nn
dadas, y ningún concepto puede surgir analíticamente en lo que llevar a conceptos, no s P . ue] enseña la logi< a tranvc
respecta a su contenido Pero la síntesis de un múltiple () a sea dado de las representauones. [es algo q I onmiento
empíricamente, o a pnón) produce ante todo un conocimiento r¡ue . debe sernos dado a p11011 para e con
Lopnmero que l ltjJlede la !A7()] mtuicion puta. la
puede, por cierto, ser todavía tosco y confuso al comienzo, y r¡ue d e to d os I os objetos , .'
es o 11111 1
la irna ínación es lo ,egundo, pe10
por tanto requiere el análisis; sólo (Jlle la síntesis es aquello r¡ue síntesis de esto mult1ple por . ~ alguno Los conceptos. que
propiamente recolecta los elemento, pai a los conocimientos, y los todavía no sum1rn,tr~ con_ocmnaen)' que consisten solarneute E'Il
reúne en cierto (A78J contenido; por eso, ella es lo primero a lo ¡ d dad a esa síntesis pur , l
e an 11111 • d esta unidad sinti>tica nece,anil, hacen o
que tenemos que prestar atención. si pretendemos juzgar acerca
la represpeanrtaace1lo;on:ci~ientode un objeto (Jlle se pre,enta, '
del origen primero de nuestro conocimiento. tercero
La síntesis en general es, como veremos, el mero efecto de el entend1m1ento.
se b asan en .. d id d a las di, er,,l, representa
la imaginación, una función ciega, aun(Jue indispensable, del L . a función que a uru a e -
. a rmsrn I da también !B 1 OS] umdad a la rnei a smte,\~
alma, Ht- sin la cual no tendríamos. en general, conocimiento
oones en un ;mezo, e rtaciones en una mnuoon; [función] que,'
alguno, pero de la cual sólo raramente somos conscientes de diversas represer . , 1 llarna el concepto prn o del
alguna vez. Pero llevar esa síntesis a conceptos es una función d de manera umversa . se e •
expresa a . . nto piies , mechante
que compete al entendimiento, y mediante la cual él nos pro· . . t El mismo enten 0.1m1e , · ,
d
en ten irruen o. , . , . las cuales f1 producía, rn
porciona, sólo entonces, el conocimiento en la significación recisamente las nusmas acciones por . I' . a de
P medio de la urndad analítica, la forma ngic,
propia (de este término] conceptos, pord bié por mecho de la umdad ,mtetICa de
· · · · itro uce tam 1en, ¡
un JWCIO, u . . ., 1 111 conteiúdo rranscenc en
lo múltiple en la mtm~1on en ge1~~1 :;a\ ellas se llaman conceptos
suponemos que puede entenderse, en una lupotesis más arriesgada «las tal en sus rep1 esentaoones, por , w11 a nb do,. lo que
cuales [condrcrones de la receptividad], por tanto. deben afecta, siempre uros del entendimiento que ,e refinen a p J
también al concepto de ella» (es decir, al conc epto de la lógica transcen P . al no puecle llevar a cabo
dental) Pero también podría entender=e «h, cuales [condu 10né',J. poi la logica gener, te tantos \ nncqitos pu
tanto. deben afectar siemp, e también al concepto de ellos» (es decir, de los De esta manera surgen prec1samen ' ob etos de la
objetos) Y también: «los cuales [objetos] deben ,irectar <;iemp1 e también ros del entendimiento que sfe refierenl;1;~:,~=bía )en la tabla
a la representación (·'concepto") de la rereprr, idad» intuición en gener<1L como unciones º
376. Kant ccrrrgió en su ejemplar ya impreso «una función del
entendimiento» (Según Erdmann: Narhtragc, numero XLI, citado por
317 En Jugai de «[función] que>·, poch ia ¡,ntendPr,P «[1rn1dad] que»
Schrrndt)
fHeccdenlé, en tud,Jo lo, JlllLlu,, posibles, pue, el entenduruen en si a p,w11,} solo en vu-ud ciL los cuales 1' el es un entendi
lu ~e c1guld eutc r.uuen«, e.n Li:, rneuuuuc1d,is funciones, ) su miento prn u, pue~ solo pot ello, el puede entender algo en lo
l<t, ult.«l quulct Lull ell,L u1tua111t::lllL rueu-ui ada S1.smendo et muluple de la uuuu ion, , , decd, puede pemdf un objeto de
\1 t,lotL·ln llarn.u ornus 111!,-;011<1._1 ,t c",lu, LOlH L ptu, [ \80] pue, ella [;,t,r di, t:,1011 v hc1 s.;< nerc1du sisremam.amente a pd1t1r de
nue su o p1upu,1tu e, en o Ll LH1gen,ideuuco ,¡] de el, aunque en un p1mop10 cornun, c1 sabei , [ct p.u tu ] de la ttLudtad de JULgar
la u.ahzaciou ,,e ,de¡« uuu ho Je este la que es p1tcus,1mente lo mismo que Lt tacultad de pefüar), )
no ha surgido de manera 1c1p;,ucl1ctL, a pcut11 de una búsqueda
de conceptüs puros e rnpr- ndida al acaso, [LurKeptos] de Cll)d
[B Wiil enurnet acion completa [B !01] nunca se puede estar ,eg1uo,
pue;,to que ,e le! ruhei ; ,olo por induce ion, ,111 pensar que de
Tabla de las categorías e,td ulum.i manera nuuca ,,, llegt1 a entender p01 que Iesrden
en el enrendumento puro p1eu,cm1e1He esto, comeptu;, r no
otros Fue un mtento digno de un hombi e dP ctguclu mgerno el
De la cantidad: [intenro] de Au.itotd1:1, de busc,u é::,O:, con(cpto~ íund.unentales
l ,uJad
Pero como no po$eltl 11mi.;tu1 p1mup10, los fue I ecogiendo a
Plw il!idwf
luta!1dad medida que topaba con ellu~,) enc onn o p11rnero diez de ellos,
que llamo wtegu1 tas (p11::d1L,\l1\Llllo~) ..\ couuuu,« ion ere) o haber
l enconu ado otros eme o, cpie c1grego con el nombre de postpie
De la cuahda d, De la relacron: clH amentos Pe10 $U tdb]d \161110 siendo defectuosa Ademas, se
Ruilulad de uthcuncia ¡ subsistcnuu encuentran entre ellos tarnbieu algunos modi ele la sensibrhdad
\,,,lllú/1 (substantia et acudius) pura (quanc/o u/11, suu-; d,t corno puus, sunu], ') t.unbien uno
f l!li//cil/0!/ do unna!1J,ul} dLpcnJenc1a empu 1c o I motus), que no perténecen a este 1 e"'1st1 o basico del
tctu:,d) deLlu1 ent-ndmuento, o t.uubieu :,e cuentan lo~ con"epto~ cle!l\ ados
d; comunidad \tlcuon 1 euprnc,1 ( actw, passzo1 ent1 e los concepto, pm111t1\os, \ dlgimos de e~to:,
cnt1e tcl "gente\ el p,1uente) ultunos Ldtc1n enteramente'
A propo,tto ele e,tos ultimo,, [t oncepto,] ht1) que ob,en a1
r» l.t modalidad: toda\ Id que Id$ cJ.tt::g011«~ e omu \ er ddde10:, e unupto:, jn llllliwu:,
Pu11td1dad - nnpos.brhd.id del entendrnuento puw tJenen sus wnupto'> du 1u1du:,, 1gu,tl
E, tstuu.i.: no e xrstencra mente puws que no pueden ser omitidos de manerct alguna
\¿,u1dad - u>lltmgenua en un ~1:,tem,1cumpleto de l,t filo:,oha t1anscendental, [ \82]
pero en u11 en:,cl\ o rnu.tmLnte ultlCO puedo contentarme con
F ,t.t e, pt!L ,, Li lbt,t ele ludo:, los e 011Leptu, 011g111cu i.unente '
la rnert1 mt::nuon de ellos
¡rn1 "' dL !.t -'>lllle:,i, [L ülllt::pto,] t¡m ti entu1dm11enlo coune.ne

,1'J h 1ur Ll111111llJ en ,u cJ< uipLu '" ,rn¡Jie,u, L1 e\.pie,ion 011 31':J De,dc un punto <le 1111, g1,,1,1c1l1c,il tawb1en pudna entende1;e
c:,lll,llt,tmenlc 1::ie"un L1,lmd1111 \,llltiw~, n u m e i o ~l IV, c it.uio «[,ullc,1,J que d entcnd1m1u1l i tuuuene en ,1 ap,w11, ,oto en ,nrncl
jhH '>clu111dt de Lt cLI<d,
CRI l lCA DE LA RAZON f'Ulv'\
IMl'li\N! l[L J{¡\f\ T
. bles para ello no sólo sería
[B 108] Permítaseme que a estos conc eptos del entendimiento, con todas las dcfü:iºr~nelsde-xh1gi r Los compa;timento, t",tan
· t bien ao e ace ·
puros, pero derivados, los llame los pred,rab/esdel entendimiento post b l e. sino am . 1 . v- una tópica s1stemiit1Ca, como
puro (en oposición a los predicamentos) Si se tienen los con- va; sólo es nece,ano !lPnar os,, fa'cilnwnte f'l lugar en el
' mire que se )erre
ceptos originarios y primitivos, es fácil añadir los derivados y la presente. no per d cepto v hace notar a la
ue ertenece, propiamente, ca -ª c?n - ',
subalternos, y trazar íntegramente el ar bol genealogico del en-
~ez ron facilidad cuál [lugar] esta aun vacio
tendimiento puro. Puesto que aquí no me ocupo de la integridad
del sistema, sino solamente de la [integridad] de los principios
[necesarios] para un sistema, dejo esta complementación para § 11.w
otro trabajo. Pero se puede realizar bastante bien este propó
Acerca de esta tabla de lasdc~tegoríat1s1·z~ut:~:~ ~1~~::~~1:~~:~~
sito si se echa mano de los manuales de ontología, y, p eJ-, a . . t s que pu ieran q e
la categoría de causalidad se le subordinan los predicables de
vaoones mtnesan e · . íf de todo, Jo, cono
t de la forma cienu ca u
la fuerza. de la acción, de la pasión: a la de comunidad, los de importantes respec O t t hla en la p.irte tco11ca
. ¡ Pues que es a a , ·
presencía.?" de resistencia; a los predicamentos de la modalidad, cimientos raciona es ., . te útil v aun mchspensahle
de la filosofía, e5 extraord1:r:::ee~ plnn de la totahdad de 1111t1
los (predicables] del surgir, del perecer, de la alteración, ele.
P ara trazar de manera co PI! basa PI1 conceptos a p11on,
Las categorías, enlazadas con los modis de la sensibilidad pura, did ennueease ,_
nmaa en l a me l a - -~ t ICl!,!ÍII pm111pw1 detcrmmado1,
o también [enlazadas] unas con otras, dan una gran cantidad
v para dundtrla matemat1Came1_1 e. . a solo a partir de qtie
de conceptos a prion derivados; tomar nota de ellos, y, en la ' J ¡ ¡ por si mismo. \e e
[es algo que resu tac aro . d ra completa todo, los
medida de lo posible, enumerarlos de manera completa., seria '-' . d t bl contiene e mane
una empresa útil y no desagradable; pet0 prescindible aquí. la menc10na ª ª ª del enten dimuen . to , º' 1·nclu,o la forma
conceptos e 1 emen t al es
e
el · t humano Y
Intencionalmente me dispenso, en este tratado, de [dar] las . \Rl lO] de ellos en el enten muen o '.;,
definiciones de estas categorías, aunque pudiera estar en pose- de un sistema . . . - d los nwmmto1 ele una pro; ectada -
en consecuencia índica ~o os I d \e ello, de lo r.ual lw
sión de ellas. En lo que sigue descompondré estos conceptos . ¡ ti , e incluso e 1)1 en L
ciencia especu ª 1" a,
'
._ t arte 124 He aquí ahoi a
(A.83] hasta el grado que sea suficiente por lo que I especta a la dado una mue,tra tambien en o t a p .
doctrina del método que estoy elaborando [B109] En un siste- s observaciones d
ma de la razón pura ellas!" se me podi ían e xigir con justicia; algunas d e esa bl e contiene cuatro clases e
(I es· que esta ta a. r¡u
pero aquí sólo distraerían la mirada del punto principal de la
La Jmmrr d di -idir en primer 1 ugm,
conceptos del entencfüniento, se pue e \\ 1 t ,
investigación, al suscitar dudas y ataques que, sin menoscabo de
la intención esencial, muy bien se pueden posponer para otro
trabajo. Sin embargo, ya a partir de lo poro que he expuesto e dice «& 11,, \B lll9) ha,ta donde
322 El texto que va desde do1~d 1 , rlancia del cononm1entC1
sobre este asunto, resulta claro que un diccionario completo,
dice «1eglas lógic1~
cC1n,igo rrusrno» 1" ,
~1;~~ep1!~;!:irc\:r~~~,c~11 ,egunda edición,\ no ve
encuent1a en la pnmera I t, a nue uno se p1C1ponga obre
323. Es decn , de una ciencia especu a i -,
320 Varhmgei propone pone, «¡ eaccrón» '. (;egrml'1rk1mg' en lugar de
"P' esencia» ( Gegemoart; (Va1h111ge1 · «Randglovsen-, pp 453-45-!) ner, o pi overte elaboi ar fi de la r iencia de la natui ale La
327 Probablemente haya que entender aquí que «ellas- se refiere a 324 Pi imei os P' mc1p10, meta isicos '
«las definiciones». [Not.i de Kant]
152 CR!flc'I UE LA RAlON PURA 153
en do,, oeu_1011es,de !et, cuales la p11rneta se d1nge d objetos enlace el concepto de una Wil1a) el de una substancia, ya se puede
de L1 uiuucron llüntu de la pura, como de la empu rea), , la entender mrnedratamente el uiflu¡o, es decir, como es que una
;,cgund,t, a !et e\.btenu,t de es los objetos \ 1 ,l sea unos en 1 el etc 1011 substancia puede llegar a ser causa ele algo en otra substancia
c ou otro«, u [e111el,1uuu! con el enteuduu u-nto , De ah1 resulta que para ello es prec1~0 un acto p,u ucular del
l c1p11me1,1 c l.ise L1 llamana y o L1 de lcts c ,tlego1Ms materna entendumenro , )' asr con los restantes [conceptos]
ltut:i,) l,1 scgund,1, l,1 de las dinamicas Como se , e, la p111ne1 a 3,a obse íZJ En [el caso de) una uruca categorra, a saber, la
clase no tiene c oi rel.uos. que se encuentran solamente en lc1 de comunidad; que se encuentra bajo el titulo tercero, [B 112] no
,,eguuda clc1,,e L,,t,l dilerencia debe le11u un lundamcnto en es tan obvia como en las demas la concordancia con la forma
b Ilclllll,tleLd del enreudunu-nro de un JUICIO drscursivo, que le corresponde a el32' en la tabla
Zda obscn (¿uc e.n todos los casos lM) un mismo numero de de las funciones logreas
cc1tegouc1sen cc1dct e lase, et ;,c1ber, tres, lo que igualmente mcita Para evtar seguros de esta concordancia se debe notar que
et lc1 kfle;,.10n, ) d que todct dr, 1s10n a pr ton por conceptos debe en todos los jlllLIOS di") unrivos, la esfera (la multitud ele todo
St.L, poi lo ge11e1 al, m1<1 ihcotorrua Y c1 esto se ctgi egd todav ia aquello que eslct conterndo baJO el)32' es representada como un
que la tercer c1 c,ll, go1 lcl en todos lo, casos, ,urge del enlace todo dn 1chdo en partes (lo~ rnnceptos ~ubordmados),) pue,to
d.- lct segunda de -u l lase con Id pnmerct que uno [de e.,os concepto~] no puede estar contemdo bajo el
[13111] ,\;,1 lc1 totalidad torahdad) ' no e, suio la plu1 ahdad otro, se lo~ p1ensct corno wo1dmadvJ los unos con los otios, )
c onsidei ada corno uruciad, lc1 linutaaon no es ,1110 realidad no [como] :iub01dmados, de manera que se determman unos a
enlazada con negdcJOn, !et connuudad ' es !et causalidad de una otros, no untlatewlmente, corno en una :iene, smo reup1 owmente,
sub,tc1nc1cten l,1 deter nuu,« 1011 de la otra de manera reciproca, '2 como en un ag1¿gado (~1 un 1111emb10 de la d1v1s10n es puesto,
hn.ilmente !<1 necesulad uo es sino Id existencia que esta dada por quedan exclmdo,, todos lo,, ciernas, ) viceve1 sa)
lc1 posibihd.rd nusrna Pew no ,e p1en,e que por ello la tercera Ahora bien, una cone;,,.1011 ~ernepnte es pensada en un
( .uegoua e, 1 m conc epto rnei amente deuv ado, ) no un concepto todo de cosas,'i,i en el cual una [de ellas] no esta, como efecto,
p11mJtn o del entendumento pm o Pues el enlace de los concep ;ubordmada d la otra, cumo causa de su e>..1stenoct, smo que a
to, p111new v :,egundo, paia producir el tercero, 1equ1e1e un la vez, ) de manera reuproca, esta wo1duwda como causa en
.u.to pc1111cuL1r del entendumenro, que no es rdenuco et! eJerc1do lo que se rehe1 e a la de ter mmac10n de las otras (p eJ en un
l on el prn11e1 u\ el ,egundo .\si, el concepto de un numero (que cuerpo CU)ª" partes se atraen reuprocdrnente unas a otias, )' se
pertenece a Id c,1lego1ld de Lt totalidad] no es s1emp1e posible ofrecen tc1mb1enre,1,tenu<1¡, lo cual es una especie ele conex10n
e u.uido c::,tc1n los conceptos de multitud) de unidad 1p ej en la mu) diferente de la que ,e encuentra en la mera relac10n de
1ep1c,entauon de lo infimto). lll [t.unpoco], a pd1t1t de que)º lc1 cau.,a con el efecto (del fund,unento con la consecuenoa),

,l. J licbt,u d1Jl.1 l , ¡Mlciln a de 1 ,UL gerrllculc! ( 1l!/1ut, \ en ti e pa1 en


[ 11
lub pc1L,ln l ,k l uz l.iun.r \ Iotulitut \rnod:, ,1gmht .m «totahdad»
id 328 Debend decu «a ell,1» (..t lct Ldtegonc1), pwbablernente ha)a que
il.o l omunrd.rd . ,rn bast.u dill., en el uugu1,d entender d(JUI que «del» ,e ll fiere al concepto puro
:il. 7 I 1mb11 n pod11,1 e.nu, ndcrse ,en l-1 deier nunac ton dt> la, ou as» 329 «BJ.JO el», e, Jecu, b,tJO t l JUIC10 d1syunt1vo
l" d, ll t nun.u.iou c.rus.il Je Id, subst.uu.ias en 1 el.u.iou de comunidad 330 En el ongmd! «en un todo Je las cosas» ~egmmos unc1 conecc10n
e, 1eup1oc.1 de Va1h111ge1 «Randglo,,en» p -15-±
154
IMMANUE.l hJ\NT

CRITICA DE LA RAZOt\ PLRA


en la cual la consecuencia no determina .
\ ez, al fundamento v po ( e reciprocamente, a su
' /
con el mundo) no const t
r eso como el e d d
rea or el mundo ongen,:, justifica la sospecha de gue (quizá] tenga su fundamento
. itl\euntodoc 't El . ' en alguna regla del entendurnento , [fundamento] que, corno
cedimtento del entend ." on es e. mismo pro

cos~:i~:
1mwnto < uando · t ocurre a menudo, quizá sólo haya sido interpi etado falsamente
esfera de un [B l 13] co t d, es e se repre,enta Id
cuando piensa una
bros de la div isión e ¡ .
di~:f ~f~'i!i°ob~erva él también
e, Y asi romo los miem
Eslos predicados presuntamente transcendentales [B 11 l] de las
cosas no son nada más que requisitos y cnterios logicos de todo
. ne prnn!:'10 se ex ¡ ronoctmtento di' las rosas en general, \ ponen por fundamento de
sin embargo están enla d e uyen unos a otros '
• e za o, en una e i · ' él las categonas de la cantidad, a saber, las de mudad, plllml,dnd
el como enlazadas en un todo' 2 1 e s era, asr se repre,cnta
tales, cuva e"X1stencia (c b as parte5 de la última como ) totalidad; sólo que ellos, m a éstas, quP propiamente debenan
' orno su ,tnnc1as) le ser tomada, de manera material, corno perteneciente, a la po,1
una también con e'<clus1ón d l d , . corresponde a ( ada
e íl', emas bihdad de las cosas mismas, las usaron, en , erdad, solo en una
s1gnificac1ón formal, como pertenecientes a la e\.igcnna log1rn
§ 12.
con respecto a todo conocimiento, y sm embargo, descuidada-
Pero en la filosofía tramcendental d 1 mente, transformaron PS05 criterios del pensnr en propiedades de
cuentra además un ca ítuJo . e 05 antiguo, se en- las cosas en sí mismas Pues en todo conocrrrnento de un objeto
entendimiento gue au:gt1e que contiene conceptos puros del hav unidad del concPpto, gue se puede llamar unidad cuahtattoa;
e no se cuenten ent ¡ .
em b argo, según ellos deb . re as categonas, sm en la medida en gue por ella se entienda solamente la unidad
bi , en ser tenidos po
d e o ~etos, en cuvo caso
las categorías, lo g:1e no ~:;~~=~oE r conceptos a prior,
aumentarían el número de
expuestos en la proposi~ión t [; stos [conceptos puros] están
de la abarcadura de lo múltiple de lm cunocuruentos,
por ejemplo la unidad de tema en un drama, en un discur so,
en una fábula En segundo lugar, [lrn) J verdad con respe( to a
como

quodlzbet ens est unum oen ,b an arnosa entre los escolásticos· las consecuencias Cuantas más consecuencia, verdaderas [se
·
d e este principio resulto· tm, onum Ahora b
- r, ien, aunque el uso siguen] de un concepto dado, tantas más señas de la realidad
muv poure en l 0
consecuencias (gue sólo d ', gue respecta a las objetiva de él A esto se lo podría llamar la pbnahdad rualüattra
d e manera que en lo iltipro llJPron .
prop · ·
os1c10nes tautológicas) de las notas características gue pertenecen a un concepto como
s u irnos tiemf)OS SP s l d l ,
l a metafísica casi sólo . . ' ue e ar e un lugar en a un fundamento comun (no [notas] que son pensadas en él
por su prestig10 vene bl .
un pensamiento gue se h ra e, sm embargo como cantidad). Finalmente, en tercer lugar, [ha) j pe1ferrw11,
. a comenado ta t ti '
vac10 gue parezca ser mere . n ~ tempo, por muy que consiste en que inversamente esa pluralidad conduce todo
' ce siempre una mvpstigación de su de nuevo a la unidad del concepto, y rouc uerda en ter amente
con éste, y con ningun otro, lo gue se puede llamar la tntrgndad
337 Como si dijera «Cuando el P t cuahtattoa (totalidad). De lo cual resulta [B 1 lS) que esos r ntenos
dn,1s1ble, aplica el nlVimo P' oced n ercl1rn1Pnto piensa una cosa como lógicos de la posibilidad del conocimiento en general, a las tr e~
esfera
-9
de un concepto d l\ 1 d l d O» 'cm1ento
om
que cuando se J epi esenta ¡
e ti categor ías de la cantidad, en las cuales la umdad en la gene-
; = B 103 «El mismo e t d pai ese con el pasa,e de & JO '
n en irruenn, y d " ración del qunntum debe ser tomada de manera mtegramente
nusrnas acciones» ' me 1ante precisamente las
V , "

332 V h
ª1 mger e'<plica «corno enlazad
deterrnmac1ón iec1proca» Vaih Ras en un lodo mediante la
mger « an<iglos,Pn», P 454 333 Probablemente «ellos» se refiera a los autores antiguos mencio
nades al comienzo
l\\\h ,L l:.L KKf'<T
CRíTIL"> [Jf: LA R.'\Züf'< PURA
157
homogénea, las u a11::,Jo1 u1a11 dqu1, solo con el P' oposito de al dejar de lado enteramente Id relacion de esos conceptos con
( encetar en UJM conciencia, tambren, conocuruentos que son objetos, [B 11 o] el p1 oc t>J11111ento con ellos' e~ sorueudo a
huuogeneos, mediante id LL1<1liJdd de un conocmuento como reglas logreas Ul11\ ersales de id L011CO! dancia del LOHOCIITIJelltO
p11nop10 '" A,,1, e.l cuterio de la posibrlidad de un ,oncepto (nu con::,1go mismo '"
cid objeto de ello::,) ' es ld defnuciou, en ]d cual Id unidad cid
concepto, l.i .crdad de todo lo que inmediatamente puede ser
dcduudo de el, ) ün.umc rue Id uttegrulad de lo que de el se ha
c xtraido, consutuyen lo que ::,e puede ex1g1r pard la pr oduc.cion [ .\l:l-! l
de.l concepto completo, o bien tarnbien, el Ir üa to de una lupotesis Capítulo segundo de la analítica transcendental
e" la comprensibihdad del fundanunto di evplicaaon supuesto, o
la unidad de el (sin hipotesis auxih,u}, lu t.eulad (Lonc01d,rnua ÜE L.\ DEDUCCIUN DL LO:i CO'\JCJ:,Pl OS PL nos
e uu e ellas ) LOn Id expcnem.ra] de las consecuencias que se 01:,L L,!LND!Mll:,N!ü
deduzcan de el ) hualmente Id uucgudad del fundamento
de explu.acion con respello d ellas, las que no han de rermtir a Sección primera
nada mas, 111 a nada menos, lllle lo que ha sido supuesto en la
h1pote::,1s,) \ uelx en d su11111mt1d1 aualincaruente, a posteuou, lo § 13.3Jl De los prmcipios de una deducción transe. en
que l1c1b1<1 :,1Jo pensado sinteucame.nte a p1 w11, y concuerdan general
con ello Por consiguiente, mediante los conceptos de unidad,
, erdad ) perfección no ~e completa la tabla transcendental de Los JUn;tas, cuando hablan de der echos y de pretensiones,
Id, categonas, Lomo ::,1 fuera mcomplera, :,1110 que solamente, disunguen, en un p1oce::,o juudico, la cuesnon acerca de lo
que e:, de Derecho (quul ;111t) de Id [cuestion] que se refiere al
hecho (quid fa1t1), y e'\1g1endo pi ueba de ambas, llaman a la
p11mera [prneba], que tiene que mostrar el derecho o tambien la
J J t Se hd señalado que la consu uccron de ld n ase que comienza
De lo cual 1esulta que esos u ueuos» ) que terrruna «mediante la pretem10n leg1t1111a, la dlduwon Nos :,e1 ,1mo~ Je una multitud
cu.ihdad de un conocuruento Lomo p1mupw» es defectuosa, y se ha de conceptos empmco; sm opo;1uon de nac;l1e,} nos cons1de
p1opue,to uuei pr er.u la Lomo ;1 d1¡ud «En eso, cnterios logrees de ramos auto11Lados, aun;¡¡¡ deducc1011, a a::,1gnarle; un sentido
J,¡ posibilidad del l onocunieuro en gene1 al es tan aplicadas las u es \ Ulld ;1g111ficc1c10n 1mag1n.tlld,
1' 1
pmque ;1empre tenemos a
c.uegouas de l,1 cantidad en !.t;, cuales Id u111d.1d en la generauon del
quunuuu debe ser tornada de I11dne1 ,t mteg1 amente hornogene,i, de
m;111e1J que e,,1;, L,llegollct, solo con el p1opo,1to de conectar en una
( oncienci.i tarnbren c onocnruentos 11v homogcueos, son deterrnmadas 337 P10b.iblemente ha)a que entende1 aqu1 «el p1oced1m1ento con
pu1 l.i cualidad JL un couocurueuto corno pr1nup10» (,uge1enud de e,o, Lonc.eptos» G.i1u.1 Mu1e11te ad.ira «el maneJO de ellos,
~ 1 druann I ecog1d<1 p01 ::idum<lt¡ 338 Aqm te11nm.i el texto qUt pe1te11eLe ,olo ,l l.i ;egun<l,1 ed1uon, )
335 Qu1u hav .i que entendei «(uo del objeto de los conceptos]» que comenLo d1uendo «§ 11 » B JO()
::.e h.. suge udo !.t cor r ec c 1011 (no del objeto di. el) (con ecciou <le 339 La exp1 e;,1011 «§ 13» nu e,ta en la pnme1a ed1c1011
l L11 teusrein I l 1!,l '>t1 ad.. poi ::.dumdtJ
3-JO Va1hmge1 supone que en lu2,,11 de «1m.1g1nar1<t» (erngebt!Jete)
l lb Cs decu que ,e deduzcan del fundamento supuesto, puo tarnbien Kdnt debe de hdber e,u1to leg1t11ua» (ewe gtlt1,,l) H Va1hmger
pudna en len ele, ,t' «de ell.: -, e, deur, de Jc1 lnpotesrs «R,rndglo;;en», p -lc55
CRÍTICA DE LA RAZO"< rl Hi\
1.59

ambas se refieren enteramente o p, w11 a objetos; a saber. los


mano
va Pe h , [B 11-¡
la experiencia
de ellos b;. yara d ernostrar la realidad objeti- conceptos del espacio y del tiempo, corno formas de la <;emi
. ro ay tam ien conceptos . _J bilidad, y las categorías, como conceptos del entendimiento
de suerte destino . usurpauos, como los
' .,. 'que Circulan con casi universal indul . Pretender intentar una deducción empírica de ellos sería un
pero que a veces son inte elados . ., gcncrn, trabajo enteramente inútil; porque lo distintivo de su natur aleza
y entonces cae uno en no ~ - con layn gunta quid [urt:
reside precisamente en [A861 que se refieren a sus objeto, sin
la deducción de ellos I P qudena pde~leJ1.dad con respecto a
, a no po er a ucn ningú n [AR~] f d haber tomado de la experiencia nada para la representación de
mento preciso , ni a parti r d e 1 a expenenc . . · [ ' :J · ]un a- ellos. Por consiguiente, si es necesaria una deducción de ellos,
razón, que torne nítido el d h l ta, l1l a partir de la
P erec o a uso de ellos i+1 ella deberá ser siempre [una deducción] transcendental.
ero entre los varios conceptos f . Sin embargo, de estos conceptos. como de todo conocimien-
entremezclado d l . . que orrnan el tejido muv
. e conocimiento humano hav 1 , to, se puede buscar en la experiencia, si no el principio de su
están determinados tarnbié 1 ', a gunos que
posibilidad, al menos las causas oca5ionales de su gennacion;
mente independiente de /en para e. '"? puro a priori (entera-
de ellos-'" re u· . oda experiencia], y esta competencia en cuyo caso las impresiones de los sentidos dan la primera
ocasión para abrir respecto de ellos toda la potencia cognosci-
blecer] la le;ti:~:~;~e;:;:i una deducción; ~orquP para [esta-
[tomadas] de la ex . . uso no. son suficientes las pruebas tiva y producir la experiencia, la cual contiene dos elementos
. , penencia, pero sin embargo uno debe b muy heterogéneos, a saber, una materia para el conocimiento,
como es que esos co t d sa er [material procedente de los sentidos, y una cierta formo de
tomados de . ~cep os pue en referirse a objetos no
ción de la m expenenCia alauna
O -
p JI
or eso, amo a la explica- ordenarlo, procedente de la fuente interna del puro intuir y
anera como conceptos pued f . del puro pensar; los cuales, sólo con ocasión de las primeras,
objetos m la d d , en re erirse a priori a 1

deducción em;í~;cwn transcendental de ellos, y la distingo de la se ponen en funcionamiento y producen conceptos." Tal ras
ha sido adquiridoa,po;.:exmw~stra_ la manera como un concepto treo de los primeros esfuerzos de nuestra facultad cognoscitiva
penencrn y por reflexión s b . para ascender, de percepcíones singi1lares, a [B 1191 concepto,
que por tanto no concierne a la 1 . . . ,. o re esta, y universales, tiene sin duda su gran utilidad, y hay que agrade-
el cual se ha orizinad 1 . :git1m1dad, smo al hecho por
o o a poses10n cer al célebre Lotke que haya abierto, el piimero, el camino
[ B 118] Ahora tenemos ya dos cl~ses d para ello. Pero con ello nunca se obtiene una deducnón de los
enteramente diferente q d e conceptos de especie
, ue concuer an empero entre sí en que conceptos puros o priori, porque ella no se alcanza, de ninguna
manera, por este camino; pues en lo que respecta al uso futuro
347· En el original: «el derecho al •
de ellos, que tiene que ser enteramente independiente de la
Pero también podría en ten de . nslo de .eL ''· Seguimos a Ed. Arad. experiencia, deben mostrar un certifirndo de nacimiento muy
impersonal «uno» como . drse que el dgemtivo se refiere aquí al sujeto
' si 1Jera: «e erecho al diferente de [aquel que certifica] su procedenci,1 de J,1 expP-
42. Como si dijera: «y· t .. uso q11e uno hace».
3 ·
para ta uso a priori». '
es a pretensión de ello d
s, e ser competentes riencia. A esta derivación [A87] fisiológica [así] intentada, que
1
343 . T:am biien pouna
_, · entenderse· «la ma
pueden referirse a objetos». Véase ·el anera corno conceptos a priori 344. Probablemente haya gue entender aqui: «Los cuales [es dern. e\
dice: «solamente se pued 11 pasaie paralelo de A S6 = B 81 que pnro intuir y el puro pemar] sólo ron ocasión de las irnpt esiones sen so
e amar transcendental l · - '
que estas representaciones no son d . . : conocimiento de riales se ponen en acción y producen con,eptos». Pero t;imb1én puede
[por la cual se explica] cómo '. e ingen ernpmco, Y la posibilidad
entenderse «con ocasión de la primern», es dec n , de la materia
objetos de la experiencia». , sm em argo, pueden referirse a priori a
Cf(Í 11, ,\ D[ L" R."ZO.'< PL RA 161
160

no puede llamarse propiamente deducción, porque concierne contrario, con los conceptos pu101 del entendtnueuto comienza la
a una quaesuonetu [acti, la llamaré, por eso, la explicación de ineludible necesidad de buscar la deducción transcendental, no
la posesión de un co nocurueuto puro. Es claro, por tanto, que sólo de ellos mismos, sino también del espacio; porque, puesto
de éstos''' sólo puede haber LIIM deducción transcendental, que ellos hablan.'!" de objetos, no mediante predicados de la
y nunca u na empu JLd, y que esta última, con respecto a los intuición y de la sensibilidad, sino [mediante predicados] del
conceptos puros a pnon; no consiste sino en vanas tentativas pensar puro a priori, se refieren universalmente a objetos sin
en Ias que sólo puede ocuparse quien no haya comprendido la [atender a] ninguna de las condiciones de la sensibilidad; y no
naturaleza enteramente peculiar de estos conocimientos. estando fundados en la experiencia, tampoco pueden mostrar
Ahora bien, aullque se admita la única manera de una objeto alguno en la intuición a priori, en el cual hayan fundado
posible deducción del conocimiento puro a prion; a saber, la su síntesis antes de toda experiencia ;'?" y por eso, no solamente
[que ~e efectúa] por la vía transcendental, de ello no resulta, despiertan sospechas acerca de la validez objetiva y los límites
sm embargo, que ella rn, sea inevitablemente necesaria. Más de su uso, sino también toman ambiguo aquel concepto de espacio,
ar I iba hemos persegrndu los conceptos de espacio y de tiempo, porque se inclinan [B l'.ll j a usarlo más allá de las condiciones
mediante una deducción transcendental, hasta sus fuentes, y de la intuición sensible, por lo cual también fue necesaria, más
hemos [B l'.20] explicado y determinado su validez objetiva a an iba, una deducción transcendental de él. Así, pues, el lector
prw11.J·•7 Sin ernb.u go, la geometría sigue su marcha segura por tiene que estar convencido de la ineludible necesidad de tal
puros conocirnieutos a prw11, sin tener que pedirle a la filosofía deducción transcendental, antes de haber dado aun un solo
una carta credencial acerca del origen puro y legitimo de su paso en el terreno de la razón pura; pues de otro modo procede
concepto fundamental de espacio. Pero el uso del concepto, a ciegas, y después de haber andado errante por vatios lugares,
en esta ciencia, solo se dirige al mundo sensible externo, de debe volver a la ignoranua de la cual había pa1 tido. Pero tam-
la mtuición del cual el espc1c10 e5 la forma pura, en la cual!" bién debe entender distintamente ele antemano la inevitable
entonces tiene su evidencia inmediata todo conocimiento dificultad, para no quejarse de la oscuridad, allí donde la cosa
geométrico, porque se funda en la intuición a priori, y [en la misma está envuelta en espesos velos, y para no desanimarse
cual] los objetos son dados a prwrt (en lo que respecta a [A88] demasiado prnnto [A89] por [la tarea de} despejar obstáculos;
la forma) poi el conocimiento mismo, en la intuición. Por el porque se trata, o bien de abandonar por completo todas las
pretensiones de cogniciones de la razón pura, el terreno más
preciado,351 a saber, [el que esta] más allá de los límites de toda
J.J.5. E; decu , de lo; conceptos pu1 u; a prioi t antes mencionados. experiencia posible, o bien de llevar a su perfecta realización
También podría eruendei se: «E, el.u o, por tanto, que sólo d_e éstos
puede haber. .. ». Seguimo, una corrección de Ei dm.um, recogida poi
esta investigación crítica.
Schnmlt.
3.f.6. «Ella» es aqu1. la deducción transcendental del conoumiento
a priori. 349. En singular en el 01igu1al: «habla». Seguimos a Ed. Acad.
J.f.7. Tarnbien podri.i entender se: «... y hemos explicado y determinado 350. También podría entenderse: «tampoco pueden mostrar objeto
a p1101i su , ahdez objenv a», alguno en la mtmuón a prson, en Ice cual [uuuicrón] fundaban su síntesis
348 Es decu , e11 l,, Ioi ma puia, pe10 también podría entenderse «en el ante; de toda e>..pe1 ieucia».
cual», e, decir , en el mundo de lo, senudos. Nuestra traducción parece 351. Como si dijera: «se trata. o bien de abandonar el terreno más
confirmada poi De Vleesch.iuwer: La déduction, vol. Il, p. 163. preciado, a saber...».

"--------··· -···---- ....... ...._ _


!MMANUEL l<A 'IT CR!TICA DE LA fV\ZOi'I F'l IRA 163

. Más arriba, al r:ferirnos a los conceptos de espacio y de sensible [B 123] deban ser conformes a las condicione, formales
tiempo, hemos podido hacer comprrnsible fácilmente cómo de la sensibilidad que residen a pnon en la mente resulta clar o
es g~e éstos, co~o conocimientos a p,rnn, sin embargo deben porque de otro modo no serían objetos para nosotros; pero
referirse 1~ecesanamente a objetos; } [cómo] hacían posible que además deban ser conformes también a las condiciones
un co_noomiento sintético de ellos, independiente de toda que requiere el entendimiento para la umdad''' sintcuca del
expenenc1_a .. ~ues como sólo por medio de tales formas puras pensar, eso no es una inferencia tan fácil de entender. Pues 10,
de la sens1b1!1dad un objeto puede aparecérseno5, es decir, fenómenos bien podrían estar, acaso, constituidos de tal ma-
~uede ser objeto de la intuición empírica, entonces espacio v nera, gue el entendimiento no los encontrara conforme, a la,
t1em~~ ~on inhiicio~~s. puras, gue contienen a prwn la [B 122] condiciones de su unidad, y [de tal manera] que tocio estm 1e1 a
con_d1c1~n de la pos_1b1hdad de los objetos como fenómenos, y en tal confusión, que p. ej. en la serie ele los fenómenos no se
la sintesis en ellos tiene validez objetiva ofreciese nada gue suministrase una regla de la síntesis, y que
Por el contrario, las categorías del entendimiento no nos correspondiese, por tanto, al concepto de causa ) efecto, de
presentan la_s con_~iciones bajo las cuales los objetos son manera que este concepto sería, entonces, enteramente vacío,
dados ~m la mtm:10n; por consiguiente, pueden, por cierto, nulo y sin significado. No por ello los fenómeno, dejarían de
aparecersenos objetos, sin que deban referirse necesariarnen- [A91 J ofrecer objetos a nuestra intuición, pues la intuición no
te a funciones del entendimiento, y [sm gueJ éste, por tanto, necesita en modo alguno de la, funciones del pensar
contenga a pnon las condiciones de ellos. Por eso se presenta Si uno pensara librarse de las fatigas de esta mvestigación
aquí una dificultad que no encontramos en el terreno de la diciendo gue la experiencia ofrece incesantemente ejemplo, de
sensibilidad, a saber, cómo corultaonrs subtemas del pensar han de esa regularidad de los fenómenos, que dan suficiente ocasión
tener vabde:¿ objetira, es decir, [han de] suministrar concliciones para abstraer de ellos el concepto de causa, y para acreditar a la
de la ~osibilidad_ de todo conocimiento [A90J de los objetos; vez, con ello, la validez objetiva de tal concepto, no notaría que
pues sin las f~nc10nes del entendimiento pueden, por cierto, de esa manera no puede, en modo alguno, surgir el concepto
ser dados fe~o~enos en la intuición. Tomo p. ej. el concepto de de causa; sino que él, o bien debe estar fundado enteramente a
causa, que significa una especie particular de síntesis en la cual priori en el entendimiento, o bien debe [B 12 4] set abandonado
a continuación de algo A es puesto algo enteramente diferente por completo, como una mera ilusión. Pues ese concepto exige
B, según u~a regla. m No está claro a piion por qué los fenó- absolutamente que algo A sea de tal naturaleza, que otro algo
men?s hab1a~ d~ contener algo semej11nte (pues no se puede B le siga necesariamente y srgún 1111a rrgla absolutamente untuersal.
aducir expenencias como prueba, porque la validez objetiva Los fenómenos suministran, desde luego, e aso 5, a partir de los
de este concepto debe poder ser expuesta a priori) y por eso es cuales es posible una regla según la cual a lgo acontece habitual-
dud_oso a frtorz si un concepto tal no será quizá enteramente mente, pero nunca [dicen] que el resultado sea necesario; por
vac:o Y [s1 acaso] no encontrará en ninguna parte, entre los eso, la síntesis de la causa y el efecto po5ee una dignidad que
fenomenos, un objeto. Pues el que los objetos de la intuición no se puede expresar empíricamente, a saber, que un efecto
no solamente se añade a la causa, sino que P'i ¡Jtwsto poi medio

352. Kant_ corrigió esta frase en su ejemplar impreso, y puso: «es


fuJsto segun una regla _o prion, e, decir, dP manera necf'si!ria». (Según 353. En el original, en lugar de «unidad» (F,111hnt) CTJCf' «comprensión»
r mann: Narlitmge, numero XUX, citado por .Schmidt). (E11111cht). Seguimos a Ed Acad.
IM~iAM LL KAl'<T CR!l l( A DE LA R"-Z01' Pl,RA 165

de e lla, y I esulta de ella. La esu icta uni \ ersalidad de la regla empero, dos condiciones, sólo bajo las cuales es posible el
no es tampoco una piopiedad de las reglas empíricas, que por conocimiento de un objeto: en primer lugar la intuuuin; por
mclucción no pueden recibir más que una [A9:l] universalidad medio de la cual el ':" es .l.ido. pero sólo como fenómeno; en
Ulrnpa1 .uiva, es dec.rr, u11<1 aplicabilidad [mu, J extendida. Pero segundo lugar el concepto, por el cual [A93] es pensado un ob-
el uso de lo, conceptos pu105 del entendimiento se alteraría jeto que corresponde a e,a intuición. Pero por lo que antecede
poi completo. ,i se pretendiera tratarlos sólo como productos es clai o que la p1 irnera condición, a saber, aquélla sólo bajo
crupíucos. la cual los objetos pueden ser intuidos, reside, soo en lo que
respecta a la forma, a pnon en la mente, [) sirve] efectivamente
§ H.''' Tránsito a la deducción transcendental de fundamento de los objetos Con esta condición formal de
de las categorías la sensibilidad concuerdan necesariamente, por tanto, todos
los fenómenos, porque sólo mediante ella pueden aparecer,
Solo son posibles dos casos en los cuales una representa- es decir, pueden ser empíricamente intuidos y dados. Ahora
cion sínreuca 1 ;; y sus objetos pueden coincidir, [pueden) re- se plantea la cuestión de si no precederán a p11u1 l también
Ieru se necesai lamente unos d otros/ '1' y [pueden], por decirlo conceptos.:''" corno condiciones sólo bajo las cuales algo es,
así, encontrarse enn e sí. o bien cuando sólo el objeto hace aunque no intuido, sin embargo pensado, en general, como
posible lc1 r epi eseut.ición, o bien cuan do sólo ésta [B 125j hace objeto;":' pues entonces todo [B 126] conocimiento empírico
posible al objeto Si es lo primero, entonces esta referencia es de los objetos es necesauameute conforme a tales conceptos,
sólo empíi ic a,) la representación nunca es posible a priori. Y porgue sin presuponerlos a ellos nada es posible como objeto
esté e5 el caso con el fenórneno'"" con respecto a lo que, en de la experiencia. Ahora bien, toda experiencia contiene, ade-
ellos, pe1 terrece a !et sensación. Pero si es lo segundo, como más de la intuición de los sentidos, por la cual algo es dado,
la representación en sí misma (pues no se trata aquí de la también un concepto de un objeto que es dado en la intuición,
causalidad de ella';' por medio de la voluntad) no produce o ap<1rece; según esto, conceptos de objetos en general sirven,
su objeto en lo que respecta a la existencia, la representación como condiciones a priori, de fundamento de todo conoci-
es detei rmnante a prun i con respecto al objeto, cuando sólo miento de expe1 iencia; en consecuencia, la validez objetiva
poi medio de ell.. es posible conocer algo como un objeto. Hay, de las categorías, como conceptos a p;tori, se basará en que
sólo por medio de ellas es posible la experiencia (poi lo que
35J. La expresión «~ l-l» no está ru en la pnmera edición, m en la toca a la forma del pensar), Pues entonces ellas se refieren
,egu¡¡dc1. Seguimos ,l Ed Acad.
355 Se h.1 sugei rdo leer «i epresentaciones sintéticas», en plural, en
lug,u de «una repi esentacióu siruéuc.a». (Sugerencia de Erdrnann, 359. Es decir, el objeto.
recogida poi Schnudt). 360. En el original: «residen». Seguimos a Ed. Acad.
356. Enueudase: i eleru se mutuamente, la I epresentacron a sus objetos, 367. La expre,10n «a pnun,, puede tomarse también como adjetivo,
y ésto; a ella y no como adverbio; y entonces queda: «no precederán también
357. Se ha fJI opuesto pone1 aquí «con lo, fenómenos», en plural, para conceptos a priori»,
p1 e,e1 vai l.i Lülll oi dancia cou el resto de la hase [sugerencia de Gnllo, 362. La expresión «en general» puede tomarse también como adje-
1 ecogida poi Schnudt) tivo, y no como adverbio. En e,e caso queda: «pensado como objeto
358 E11 el origrnal: «de el-. Seguimos a Ed. Acad. en general».
CRITICA DE LA RAZOi'< PURA 167
166 IMMANUEL KANT

necesariamente y a przorz a objetos di? la experiencia. porque por la apercepción ortgmai ia. !~das e,la, [ac ultades tien~n:
sólo por medio de ellas puede, en gene1 al. ser pensado cual- además del uso empírico, también uno transc., que se refü 1 f
quier objeto de la experiencia solamente a la forma, y que es posible a pnort De esto he'\\<:'
[A94-] La deducción transe de todos lo, conceptos a pr1011 tratado antes, en la primera parte, con rrsperfo a los smtulos; [,\, ,J
tiene, pues, un principio al cual tiene r¡ne dirigirse toda la intentaremos ahora comprender a las otras dos \lacultadP,]
investigación, a saber, éste: que ellos deben ser conocidos'f< según su naturaleza.
como condiciones o przorz de la posibilidad de la e-xper iencia 101
(ya sea de la intuición que se encuentra en ella, o del pensar).
Precisamente por eso son necesarios conceptos que suministren
Sección segunda
el fundamento objetivo de la posibilidad de la experiencia. Pero
de la deducción de los conceptos puros
el desarrollo de la experiencia en la cual se los encuentra no
del entendimiento
es la deducción de ellos (sino su ilustración}, porque en él""
sólo serían contingentes. Sin esta [B l'.27] referencia originaria
a una experiencia posible en la c¡ue ,f' presentan todos los DE L05 fllNDA."II:NTO" A PRIORI DE l.\ POSIBJLII) \D
DE LA EXPER!í i\lCI \
objetos del conocimiento, no se podi in entender la referencia
de ellos 'bf a algún objeto.
Que un concepto haya de ser generado e ntet amente ..
Mas hay tres fuentes originaria, 1' 7 (capacidades o faculta-
des del alma) que contienen las condiciones de posibilidad
priori, y haya de referirse a un objeto.' aunque no_ tenga_ su lu
gar en el concepto de una experie~cia posible, m consista en
de toda experiencia, y que no pueden ser deducidas, a su
elementos de una experiencia posible, e, [algo] ente:amente
vez, de ninguna otra facultad de la mente; a saber: sentido,
unagmacuin y operrepáón. En ellas se fundan 1) la ,inopns de contradictorio e imposible. Pues en ese caso no tend:ia cn~te
nido alguno, porque no le corresponderí~ ninguna ínnucion.
lo múltiple a priori por el sentido: 2) la sintesis de ese múltiple
ya que las intiüciones en general, por medio de las cuales puP-
por la imaginación; y finalmente 3) la unidad de esa síntesis
den sernos dados objetos, constituyen el terreno, o el entero
objeto de la experiencia posible. Un concepto a pnon que ~o
se refiriera a ellas, sería sólo la f01 rna lógica pa1 a [const1 t111 l
363. Algunos traductores interpretan .tqut «reconocidos», en lugar un concepto, pero no sería el concepto mismo por el cual algo
de «conocidos».
364. En el original: «de las experiencias» ~eguimos a Ed Acad. fuese pensado.
365. Es decir, «en ese desarrollo». Pero también podría entenderse
Por tanto, si hay conceptos puros a pnort, éstos no pueden,
«en ella», es decir. en la expe1 iencia, por cierto. contener nada empírico; pero sm embargo deb_en
366. Es decir, de los conceptos a prior¡ ser puras ,ondiciones O pnon para una expenencia posible. sólo
367. El texto que co!11ienza «Mas hay tres fuentes originarias .» (A en la cual puede basarse la realidad ohJet1v_a de ello,
9-1) ~ que termma «Y sobre este fundamento, el unico posible entre Por eso, si se quier e saber cómo son posibles ln~ conceptos
todos. ha sido llevada [a térmmo] también nuestra deducción de las puros del entendimiento. se debe investigar cuáles _son las
categorías» (A 130) pe1 tenece solamente a la pnmera edición En la
[A96] condiciones a pnon de las que depende la pos1b1hdad
segunda ~~1ción (B, 1787) fue sustirurrio poi otro que pondremos a
contmuacion y que va desde B 127 hasta B lfü) de la experiencia, que sirven de fundamento de ella aunque
168 l~lJVlc\01Ut:L KANT CRI ! !CA ú[ L'°\ RAZOcl PURA

,e haga absu accion de todo lo empírico de los fenómenos. Un ellas, jamás se 0Iiginaríc1 algo como el conocimiento, el cual
concepto que e>..presara de manera universal y suficiente esa es un todo de representaciones comparadas y conectadas.
condición formal y objetiva ele la experiencia se llamaría un Por consig1Iiente, si al sentido, porque él contiene, en su in-
concepto pwo del entendimiento. Una vez que tengo conceptos tuición, una multiplicidad, le atribuyo una sinopsis, a ésta le
pu10s del entenduruento, puedo muy bien concebir objetos que corresponde siempre una síntesis, y la 1aeptivuladpuede hacer
qmza [sean] imposibles, [oj quizá [sean], en sí mismos, posibles, posibles los conocimientos sólo enlazada con la e:,pontaneulad.
pero 110 puedan se1 dados en ninguna experiencia, pues en Ahora bien, ésta es el fundamento de una triple síntesis que
Lt conexión de eso, conceptos puede haberse omitido algo se presenta necesaiiamente en todo conocimiento, a saber:
que sin embargo forma parte uecesariarnente de la condición [síntesis] de la aprehension de las rep1esentaciones como mo-
de una expei iencra posible (concepto de un espíritu), o quizá dificaciones ele la mente en la intuición; de la reproducuon ele
conceptos pmos del entendimiento sean ensanchados más de ellas en la imaginación, y de su recotuicuuicrüo'í" en el concepto.
lo que la experiencia puede abarcar (concepto de Dios). Pero Éstas conducen a tres fuentes subjetivas de conocimiento que
los elementos de todos los conocimientos a priori, incluso los de hacen posible al entendinueuto mismo y, a través de él, [hacen
ficciones caprichosas y absurdas, no pueden ser tomados de posible] toda [A98] [la] e»periencia, como producto empírico
la expci icucia (pue~ de otro modo no serían conocimientos a del entendimiento.
p11on), pero siempre deben contener las condiciones puras a
prwn de una experiencia posible y de un objeto de ella; pues Advertencia preliminar
de otro modo no solo no se pensana nada por medio de ellos,
La deducción de las categorías está ligada a tantas dificul-
sino que ellos mismos, sin data; tampoco podrían ni siquiera
tades, y obliga a penetrar lan profundamente en los primeros
surgir en el pensar.
fundamentos de la posibilidad de nuestro conocimiento, que,
Ahora bien, estos conceptos que contienen a pnon el pensa-
paia evitar la extensión de una teoría completa y sin embargo
miento puro en toda experiencia, los encontramos en las catego-
no omitir nada en una investigación tan necesaria, me pareció
nas; y es ) a una deducción suficiente de ellas y una justificación
aconsejable antes prepar ar que adoctrinar al lector mediante
de su validez objeuva, [A97J si podemos demostrar que sólo por
los cuatro números siguientes; y no presentar sistemáticamente
medio de ellas puede se1 pensado un objeto. Pero como en tal
la exposición de estos elementos del entendimiento sino en
pensamiento opera algo más que la unica facultad del pensar,
la tercera sección, que viene después. Por eso, el lector, hasta
a saber, el entendimiento, y [como] éste mismo, como facultad
[llegar] allí, no ha de dej.u: que lo aparte la oscuridad que es,
c.ogno:,ciliva que tiene que referirse a objetos, precisa también una
al comienzo, inevitable en un camino que todavía no ha sido
explicación pm lo que respecta a la posibilidad de esa referencia,
nunca hollado; [oscuridad] que, según lo espero, se iluminará
debemos considerar previamente las fuentes subjetivas en las que
en la mencionada sección hasta [llegar a] la comprensión
consisten los fundamentos a pnmz de la posibilidad de la expe-
nencia; [y debemos considerarlas] no atendiendo a la naturaleza completa.
empírica de ellas, sino a su naturaleza transcendental.
Si cada representación singular fuera enteramente ajena 368. Lite1almente: «i ecogmción-. Sobre la equiv alencia ele este térmi-
a las otras, y estuv iera, por decir lo así, aislada y separada de no con el ele «reconoomiento» véase De Vleeschau wer: La deducuon,
vol. II, p 265.
171
CRITICA DE LA RAZüN Pl'R,\

r70 IMMI\N\ TL KA 'lT


múltiple que ofrece la sensibilidad en su re,epfrv idad orip;irnma
l. De la síntesis de I a apre h ension
. , en la intuición Tenemos. pues. una síntesis pura de la aprehen,ión
De dondequi iera que surpn . nuestras r .
sean producidas po 1 . fl . d epresentaciones. va 2. De la síntesis de la reproducción en la imaginación
· r e m UJO e co,as e t '
internas; va se hayan . . d ' " ernas, o por camas
, ongma o a p11on O •.
Es, por cierto. una le) meramente empni( a lac¡uélla) ,egun
como fenómenos: ellas, [A90] co ' . emp_1n,amente,
mente, pertenecen al sentid . mo modificaciones de la la cual las representaciones que con frecuencia se han suce-
o mtei no v c I dido o acompañado, terminan por asociarse unas con otra~,
nuestros conocimientos está d , , ~mo ta es, todos
la condición formal d 1 !1dso_meti os, en ultimo término a y con ello se ponen en una conexión segun la cuctl, aun sin la
e senti o mterno a s b 1 . , presencia del objeto, una de esas representanones produce un
e cual todos ellos debe d ' a er, a tiempo en
I n ser or enados e t d ' tránsito de la mente a la otra, ,eg1·m una regla constante. !'ero
en relaciones. Esta b . ' onec a os, y puestos
es una o servación o 1 esta ley de la reproducrión presupone que los fenómeno, mis-
poner por fundamento t d 1 . c,enera ' que se debe
Tc . en o o o que sigue mos estén efectivamente sometidos a una regla tal.) que en el
oda mtuición contiene en sí un mí .. múltiple de sus representaciones tenga lugar, de conformidad
no sería representado como t 1 . l iltiple que, empero,
el tiempo en la sucesió d I a '. si a ~ente no distinguiera con ciertas reglas, un acompañamiento o una sucesión, pue, sm
11 e as m1pres10 eso, nuestra imaginación empírica nunca 1ecibiría nada pa1a
pues en cuanto contemd. ~ nes unas tras otras·
a en 11n instantr ni ' hacer, que fuera adecuado a su facultad, )' por consigmPnte,
puede ser jamás otra cosa b 1' nguna representación
d que a so uta unidad Ah b' permanecería escondida en el interior de la mente, como una
para que e este múltiple resulte unidad d 1 . . .. _ora ien,
facultad muerta y desconocida para no,otro, mismos Si el
por ejemplo, en la representación del e. a intuición (como,
primer lugar el recorrer la Ir li -~spac10), es necesario en cinabrio fuera ora rojo, ora negro, ora liviano, ora pesado,
a éJ;3"9 acción que llamo ri'nmt u idp 1c1 ad, y luego el reunirlo si un ser humano mudara ora en esta figura animal, ora en
. . . ,, eszs e la abreh.
irigida directamente a I a ·íntuicíón. . la cual r ens1017
·
porque está aquella; si en el día más largo el campo estm iera \A I O l\ ora
d of cargado de frutos, ora cubierto de hielo y de nieve, entonces
un mú tiple pero pued ' rece, por cierto
I , 110 e nunca producir lo 1 , mi imaginación empírica no tendría ni siquiera la oc.asion de
contenido precisament e en una reoreventact - como . ta , y como
e lo una síntesis. r on; si no concurre a recibir en los pensamientos al pesado cinabrio, al tener la
I representación del color rojo; o si cierta palabra se asignara
Ahora bien, esta síntesis de la a f'h .. ora a esta cosa, ora a aquella; o, también, si la nusma co,a se
también a priori, es de . pr ension debe efectuarse
cir, con respecto a las nombrara ora de una manera, ora de otra, sin que imperase
que no son empíricas p . 11 representaciones
.1 . ues sm e a no pod - en ello cierta regla a la cual los fenómeno, estuvieran, ya p01
m as representaciones del es aci . [ nam_os tener a pnon
tas sólo pueden ser generadaf ~,_ ru lals]d[el tiempo; pues és- sí mismos, sometidos, entonces no podría tener lugar ninguna
me iante a AlOO] síntesis de lo
síntesis empírica de la reproducción
Por comiguiente, debe haber algo que haga posible esta
reproducción misma de los fenomenos, al 5e1 el fund;imento
36?, Uno esperaría aquí «reunirla d ella» f' 5 .
a prwn de una unidad sintética necesaria de ellos. Pronto se
Así parece entenderlo De VI ¡ ' <leen, a la rnulnphcidad
u: p b eesc rauw ei · L d d
-i o.
2w l
ro ablemente «él» fi · a e urtum, tomo II p · llega a ello, si se considera que [os fenómenos no son cosas
5e reriera a 1 múlti ¡ ,
o fgang Car! Dze Transsmdentale D;d11~1~p e an~es mencionado (así en sí mismas, sino el mero juego de nuestras representac10-
Aujlnge der Kritik drr reinen Vern11 ift E F n dcr Kotcgorirn tn der rrstrn
mann, 1992. p 154); pero tamb~- ,n ~ommentar Frankfurt: Klosrer-
ien puec,e I eferrr se al «recon er».
CRÍ I ICA lJE LA RAZON PURA 173
,72

nes, lJ.Ue finalmente vienen a parar en determinaciones del nansceudentales de la mente, y en consideración a ella371 deno-
sentido interno S1 podernos, pues, ruosu ar que aun nuestras minaremos a esta facultad también la facultad transcendental
tl1Úb puias i ntu ic io ne s a p1w11 no p1 educen conocimiento de la imaginación.
alguno, salvo en la medida en que contienen un enlace tal
de lo múltiple, que haga posible una síntesis integral de la
1 epi educción, ,;u entonces esta síntesis de la imaginación \A103]
está fundada, aun antes de Loda experiencia, en principios
a p1 un t, ) se debe suponer una síntesis transcendental pura 3. De la síntesis del reconocimiento en el concepto
de ella, que ,ÍI ve de fundamento de la posibilidad misma de 5·11 conciencia de que lo que pensamos es precisamente lo
tocia experiencia (la cual [A 10'.2] P' esupone necesariamente mis~o que pemabamos un momento antes, sería inúti~ toda
la reproductibilidad de lo, fenómenos). Ahora bien, es rna- reproducción en la serie de las representaciones. Pues se!ia una
nifiesto que si trazo, ell el pensamiento, una línea, o si me repre&entación nueva, en el e,Lado actual, [represen_tac1on] que
propongo pensar el tiempo que va ele un mediodía a otro, no corre,pondería al acto mediante el cual ha tenido q:1e _s;r
o también, si sólo quiero representarme un cierto número, zenera d a poc O a Po co· , v1 lo múltiple de ella nunca constituma
. .
debo pi imero, necesariamente, asir en el pensamiento, una :n todo, porque Je faltana la unidad ~ue sólo la conc_1encia
tras otra, estas múltiples representaciones. Pero si yo dejara puede suministrurle Si, al contar, olvidase _que las unidades
que se me fuera del pensamiento la representación prece- que tengo ahora a la vista i,t han sido añadidas poco ~- poco
dente (la, primeras partes de la línea, las partes previas del unas a otras por mí, entonces no con~cería la generac1011 de~
tiempo, o las unidades 1 epresentadas unas tras otras), y no la conjunto mediante esta adición sucesiva de uno a uno, y poi
reprodujera al pa,ar a las siguientes, entonces nunca podría tanto, tampoco conocería el número; pues_ este conce~to con-
surgir una r eprese ntac.ion completa, ni ninguno de los pen- siste solamente en la conciencia de esa unidad de la síntesis ..
sarnientos antes mencionados, y ni siquiera [podrían surgir] La palabra «concepto» i:J podría conducirn~s ya por si
la, más puras )' primeras representaciones fundamentales de
misma a es ta obse1·vaciún
· ' · Pues esta conciencia. una
. es lo
espacio y de tiempo. que unifica en una representación lo múltiple ~ntmdo poco
La síntesis de la aprehensión está, pues, inseparablemente a poco y Juego también reproducido. Esta conciencia puede
enlazada con la síntesis de la reproducción. Y como aquélla a menudo ser sólo débil, de manera que la conectamos con
constituye el fundamento u anscendental de la posibilidad
de todos los conocimientos en general (no solamente de
los empíricos, sino también de los puros a prion), la síntesis 377. No está claro a qué se refiere este «ella». Se ha propuesto corregir:
«ellas» con lo que el antecedente podrían ser las «acciones transcen-
reproductiva de la imaginación se cuenta entre las acciones dental~s» antes mencionadas (sugerencia de Er drnann, rt:cog:ida_ por
Schmidt}. Pero también podría entenderse «en rnns1d~rac10n a la smte-
sis» {ya sea la de la aprehension o la de la rep1 oducción). La referencia
a la mente, posible en español, no es posible en a_leman.
370 También podría enteude. ,e. «c¡ue una síntesis integral de la i ep10- 372. Literalmente: «que ,e ~1e111en ahora ante mis senudos». .
ducción lo h<1g.1 posible» (di enlace). Véase sin embargo De Vleeschau- 373. Las corrullas, en la expresión «concepto», no están en el ongmal;
wer: La deducuou; vol Il, p. '.255. «la sínte,is empíi íca de la asociación se son agregado de esta traducción
entiende gi acias a la ,ínte,i, a priou de l.i inuucrón formal».
CRÍTICA DF LA RJ\Zó:--. rl'RA 17.5
[a generación de la representacion sólo en el efecto, pero no
en el acto mismo, es decir, inmediatamente; 17' [A 104] pero uerdan entre sí con respecto a é:te:
no obstante esta diferencia, siempre se debe encontrar una objeto, necesariamente con~ a uella unidad en la que consiste
[AJOS] es decir, deben tene g - .
conciencia, aunque le falte la claiidad eminente; y sin ella son
enteramente imposibles los concPptos, y {juntamente] con ello" el concepto de un objeto o sólo tratamos con el rnúlti-
el conocimiento de los objetos. Es claro, sin embargo, q_ue, co~~a uel X que le, corresponde
I d e nuestras representacíones.j q l diferente de tocias
Y aquí es, entonces, necesario Pxplicar qué se quiere decir pe · e que ser a go I
con la expresión «un objeto de las representaciones». m Más (el objeto), puesto ~ue tien s nada parn nosotros. [entonce,
arriba hemos dicho que los fenómenos mismos no son nada más uestras representaciones, no e ia no puede ser otra cosa
la
n U bi t hace necesan 'Jf
que representaciones sensibles, que en sí deben ser considera- nidad que el o ~e o . . ~ en la síntesis del mu J-
q I d la conciencia 1
dos precisamente como tales."' y no deben ser considerados ue la unidad forma e E t ras decimos: conocernos r
I · nes n on, ' , · ¡ · 1
como objetos (fuera de la facultad representativa). ¿Qué se de las representacío ,. id d . ntética en el mu t1p e
Pe ~ tuado um a Sl . . . ,
bieto cuando hemos e ec 1 . osible si la mtuicion
entiende, entonces, cuando se habla de un objeto que corres- do ~ l
a intuición. Pero esta uru
¡ · clac J es 1mp
-
'
ezla por una funciou
.
ponde al conocimiento, y que por tanto es diferente de éJJ Es e el ida segun una r e, , . -
fácil comprender que ese objeto df'!ie ser pensado sólo como no ha podido ser pro uci ' , ' . ~7H a pnon la repr educción
de
algo en genera]= X, porgue fuera de nuestro conocimiento no síntesis taL que ¡ ia ga necesaria cepto en el cual este [ mu ¡.
tenemos nada que pudihamos poner frente a ese conocimiento del múltiple y haga pos1 ible un con u11 triánzulo como o bi~eto, a J
como algo que le correspondiese. tiple] se unifique. A sr,- pensamos t»

Pero encontramos que nuestro pensamiento de la referencia


· · d cierta nrnnpra». Hemos interpretado , _
de todo conocimiento a su objeto lleva en sí algo de necesi- , determinados a pnon f> · • conlemda en In e'\pi f>
11
dad, pues éste es considerado como aquelJo que se opone a ;;: ;~~;',orno"º" d,,pu,,";óo d: '~,';;,~;;;:;:,litera] del latin prnh;'d,
que nuestros conocimientos sean determinados al azar, o de . - «Se O one» (como st Ut"ra t:n misma estructura gramatJCa. en
q
sion bi P p ohibr! quommus-. vease la . , dir quo rrunus-) Véase
manera caprichosa, y antes bien [hace') que estén determinados urn o ien r , B romo «impe ne, d
A SÓ9 B 537, traducida por om 1 11 ?72: «Ó. lo que les rmp_r e
a priori de cierta manera; m porque al tener que referirse a un VI schauwer: La dédurtron; vo . , P· - v las determina a ¡,rzon.
[ 1 La representació
~~rnes~:as represen_tacqi~~e~0:e~;reb~!~:r~~¡' objeto es p,_edci~a~:;:~r:
n . Poi esa necesi a · .
374. Se ha sugerido que debería entenderse: «de manera que la co- ... id d de nuestras representac1on.es .. o que están determinadas
nectamos con el efeC\o, pero no con el acto mismo, es decir, [no la necesi a . nes ideales no son arbitrarias, sm rcndentalr Tteduktion dcr
conectamos] inmediatamente con la generaoón de la representación» ;o:;:."~oo•a esto Wc,lfgaog, C:,;;:,'J;, :~:,~ K,mm,_",
¡;,.,,,,,¡; E»,
(sugerencia de Adickes, 1ecogida por Schmidt).
375. Las comillas, en la expi esión «un obj1>to de las reprP5entaciones»,
/;1,gm;m
t in da erstrn 1:,,,
A,,jlog, p 170 C, ,¡ inter P"" lo
Frankfurt: Klostermann, d. . ·_ stá enfrente» del conocirrnen < ,
"I'' '-"7:
no están en el 01iginal; son agregado de E",ta traducción. ar. . · · a ec11 «e, , - d iarnos
«se opone» _como s1d qUI~:t~. Según esta intPrpretadcion. tp: ~q1ucllo
376. Es decir, deben ser considerado, romo reprt>sPntaciones semi bles. . s algo diferente P ". )] Ps considera o com '
Literalmente: «que en sí deben ser con~idrrados precisamente en esa } e ntender «pues éste [(el objeto] e nue str os couocunientos ~o
misma especie»;manera».
o bien «que en sí deben ser < onsidP1ados precisamente qque e
ue está enfrentac l [encontramo5 qu ue esran
de esa misma · adoso, al) azar,. m. d e manera caprichosa, smo q
están determina .' . · ta manera».
377. Literalmente: «como aquello que ~e opone a que nuestros cono- determinados a prton de ciet . de ser tanto «función» romo
cimientos no sean determinados al azar, ni de manera caprichosa. sino 378. El sujeto de «haga ne~e~~n:~l~~Pt>nte.nderse: «... prnducicla por
«regla». de man_era que tar:1 ~ena~egla que haga necesaria ... »
tal función de síntesis segun
176 J'v\\Ir,M el M ,1 CRITICA DE LA KAZOI'< PURA 177

,e1 conscientes de la compo51uon <le tres lmeas rectas segun <1lgun objeto que cm re,pond1e1 a a nuesn a, mnuciones , pue,
lllld 1egl,t de acuerdo con id UJdl una uituicion tal puede ser este no es nada mas que el algo del cual el concepto e"\presa
repr esentada en cualquier momento Ah01d bren, esta unidad tal necesidad de la sintesis
de La regla detenmna todo muluple, ) lo hnuta a cendre iones Esta condu.iou 011gma11a y transcendental no es oti a que
que hacen posible l.t urudad de, la dpercepuon, y el concepto l.1 apercepaou uanscendcntal [ A. 107] La conciencra de si mismo
<le esta unidad e5 la representacion del objeto = X que pienso ,egun lc1, deterrrunacicnes de nuestro estado, en la percepcion
mediante lo, mencionados predicados de un tuangulo mteuor, es meramente empn!L.t, siempre mudable, no puede
[ ;.\ 101>] Todo conoc umento requiere un concepto, por haber nmgun yo ·~0 estable o pei manente en este flujo de fe
mu) impei tecto u obscuro que este sea, pe10 este es, seg1111 nornenos mternos, ) habitualmente se la llama seutulo nueino,
su lorrna, ,1empre algo universal, y que sirve de regla As1, o apercepaon empu ica Aquello que tiene que ser representado
el l oncepto de cuerpo, poi la unidad de lo multiple que es necesar uunenle como numei n.amente rdentico, no puede ser
pensado mediante el, sirve de 1egl<1 a nuestro conocimiento pensado corno tal mediante datos emp1ncos Debe ser una
de íenomenos e-ctei no, Pc1 o puede ser una regla de las mtui condrcion que P' ecede a tocia expe11enc1a, ) que la hace po
ciones solo porque 1ep1e,entd la r epi oduccion necesana ele lo sible a esta misma, la que pone en v1gencid tal p1e,upo,1uon
mulüple <le lo, fenómenos dados, y por tanto [representa] J,1 transcendental ioi
unidad 5111tet1Ld eu la conciencia de ellos A,1, el concepto de Ahora bien, en nosotros no pueden tener lugar conocumen
cue1po, ante una pe1cepuo11 de digo fuera de nosotros, hace tos, 11111111gun<1 unidad de ellos, 111 cone xion de ello, entre si, sin
uecesctnd id I epi esentacion de la exteusion, ) con ella, id de aquella unidad de la conciencia, [ unidad] que precede a todos
l<1 irnpenetrabihdad, la de la figura, etc los daus de las nituiciones, y solo con referencia a la cual es
Ln el Iundamento de toda necesidad esta siemp1 e una con posible cualquier representación de objetos A esta conciencia
dieron transcendental Poi tanto, debe hallarse un fundamento pura, 011gmana, mv anable, la llamare la aperccpczon transcen
transcendental de la unidad de Id conciencia en la sintesis de dental Que ella 111e1 ece e~e nombre, es algo que se ad\ 1erte) a
lo mulnple de todas nuestras mtuiciones, ) pot tanto, tambien ddramente porque aun l.1 mc1s pwa umddd obJetJva, a saber,
[en la smtesis] de los concepto, de lo, objetos en general.y por Id de lo& concepto, a przo11 (e;,pac10 y t1empu1 es posible solo
consiguiente también [en la sintesis] de todos Jo, objetos de la por referenua de lct;, mtuuone, a ella Lct urndad numenca
e>,.per ieucia;' 1 [fundamentoJ 1:,111 el cual ,e11<1 imposible pensar de esta apercepc1on sin e, pues, a prw11 de fundamento de

379 Tarnbren rod11,1 eutendei se «) pm tanto, tamlnen [un fundamento 380 L1te1almente nmgun, ,1 1T11,n10», o nmgun «nu mismo, (Selbst)
rr.mscendent.rl de lo, conceptos de los objetos en gene1,d, y por consi 381 No e,ta da10 cudl es el ,uieto de e,ld f1J.,e,) cual e, el objeLO duec
bu1ente t,1111b1e11 [un fundamento u ansceudeutal] de todos los objetos de to s1 el ,ujeLO e, Id «cond1uo11 reuen mencionada, ) la presupo,1cwn
l.i el\pt.11e11u.t De Vleeschauwei (La deduction tianscendantale; vol n, p es el obJelo du ello, o ,1 e, Id e'<peuencia la que pone en, 1genua, a su
11::dJ indu.a que enconu amos, e11 !.t umd.id de la smtesis «l ) la smtesis veL, a!., prewpo,1uon o cond1uo11 P,1ton 111te1 pi eta «La expenenoa,
de l.i di\ ei sid id de nuesn as intuiciones, 1) lo, LOl1Leptos de objetos 3) d su , ez debe h.1ce1 valido e,u:. Íündamento transcendental (o esta
todos los conleptos de l.t expen(nuJ.» Esto ¡.Mt ece apo) -11 la deu,1011 p1e,upos1L1ün),, He1 bert J,tmes P<1L0n Aan/'j Metaphy,ll of E\pt11ellle
de entender que los gemb.,os se r efieren d. esa smtesis Vease tambien A Commenla1) on tlu Fmt Halj oj tlu A111t!.. du remen Vemwzjt London
\ \ Cail Du Transrendcntale Dtdui.twn de, Katcgorien, p 177 Geo1ge <\!len &. Ul1\rnl, J(J70 11936 , tomo 1, p -109
CRITICA DE LA Ri\ZOt\ f'l 'R'
178
\ \ ()()j que
, n los únicos o b ¡eto5 \ r
todos los conceptos, tal como la multiplicidad del espacio y tac1ones Los fenomeno'i ,do te " anue\ln que en ello~
del tiempo [sn ve de fundamento de) todas la, intuiciones de
la sensibilidad
1 d inrne ¡atamen e'
pueden sernos d a os 1
'·1
b t se llama 111tu1non
se refiere inmediatamente a 1 0 1~ o mas ,1110 que son, Pilo,
1)
ero
co,a, en ,1 mis e •
[A 108] Precisamente esta urudad transcendental de la estos fenómeno<; no son . , , et tienen su ob¡eto,
apercepción hace, de todos los fenómeno, posibles que pu tanone, Cjlle a '11
mismo,, sólo iepresen d , i·ntuido cor 110,otro,.' poi
dieran estar Jtmtos en una experiencia, una concatenación de 1 el cual, entonces, ya no oue
["'. e ser rnpínco res decit. \ e \ o b 1e t 0 J
todas esas representaciones, según leyes. Pues esta unidad de eso podría llamarse el objeto no e '
la conciencia sena imposible, si la mente, en el conocimiento transceridental = X bi to tramcPndental (que efer
de lo múltiple, no pudiera hacerse consciente de la identidad de p<;tE' o Jf' e
El concepto p1u o . , . - X n todo, nuestro, confKI
de la función por la cual ella N lo enlaza sintéticamente en tivarnente es siempre ~den~:~o: :ne:tro, conceptos empí1 Jl o,
un conocimiento Por consiguiente, la conciencia originaria mientos) es aquellc q11, e11 f . n n oh1cto. e, ele< ir.
ne1 a 1 re eren o,, d d
) necesaria de la identidad de sí rrusmo es a la vez una con- nuede ,uministrnr, en ge , , te o11< C>pto no pt1E' e
I" . . , is, Ahora bien, es e l
ciencia de una unidad igualmente necesaria de la síntesis de realidad obJet1, a . t . ción d e t erm1ínada e • ', no con< i-rne a
.
todos los fenómenos según conceptos, es decir, según reglas contenn mnguna in ll1 .d d debe pncont1 ai ,e en un
que no sólo los hacen necesariamente reproducibles, sino nada más que a a~ue_lla um ª1a ~uf'edidaen qne [ese mull1ple\
tambien determman, por ese medio, un objeto para la intui- multiple del conocun1ent?, en p e,ta , efei enc1a no e, otra
ción de ellos, es decir, [determinan] el concepto de algo, en · 11 obJPtO ero t
tiene referencia a u . de la concwnoa. v poi tan o
el cual "" ellos están concatenados necesanarnente; pues sería d d neresarrn ' 1 c.
cosa que I a um_ a . ulti le [electuada] por a runc 1011
imposible que la mente pudiera pP1mir, a prum, la identidad también de la smtes1s del m l p una repre~entac ión Ah0ra
de sí misma en la multiplicidad de sus representaciones, si no d enlazar o en e
C omun de la mente, id e d debe , el ad 1 corno necp,;ina
tuviera ante la vista la identidad de la acción suya, que somete ser cons1 er, ,
bien corno esta um a nto ,P q1wd,,ua ,1T1
toda síntesis de la aprehensión (que e, empírica) a una unidad ' ( de otro modo el conoorn1e
a priori pue,
transcendental, y hace posible. ante todo, su concatenaciórr'"
según reglas a priori Ahora podremos determinar más exac-
1 manei a que quede «e,
tamente nuestros conceptos de un objeto en general Todas las 385 Se ha sugendo corrPgJI e,te P~!~:'!1~ eíncm puede c;umm1st1c1~
representaciones tienen, romo n>p1 esentaciones, su objeto, y aquello r¡ue a todo, nuestros ronbreir1 es de~11. ieahdad ob1rt1\il" A,1
pueden ser ellas mismas, a su , ez, objetos de otras represen- enei a] referencia a un o ¡e . coment<111os De V\ee
~~, ~c!d \V. Carl aclopta P,ta roirrcc1ot, S::1to e'lplica " el objeto
schauwe1, srn refenrse directamente a~: ~rces1d~d de pem<1r una plu
transcendental ( ] no es otra co,a r¡u~orma1 an una umdad md1,olublr
382 La expresión «ella» ha sido discutida por lo, editores y los intér- e iep1esent:1c10nP, corno ,1 i q11c la iNhdacl ob¡et1,,1
, d
ra I 1 d ad d l O es 0t1 a e os, 1
P' e tes.v a que el térrnmo que liemos traduc ido como «mente» e, neutro
en alemán Al establecer una concordancia con «mente», adoptamos
\ ] El objeto trnnscen en I a n - °'" Con ello. pa1 ec1e1 a me mar ,e
t1os conocITment(>5 empine (De Vlce" h,rn"e1 Lo
una suge1 encia de \V1lle, recogida por Schirudt d e nu e s la coi receten \ , ¡
or el texto ongmal. y no poi ?()(lJ [,,ta pc11 Pr<" ,e1 tam i;cn a
383. «En el cual», es dern. en el concepto, pero también podría en- Pd•d11rt1on tronffrndantole, , ol 11, p 1 l rar el lP"<.lO ongrn,1\ ,111 l.i
tenderse. «en lo cual», e; decir, en el «algo» ' y h qmen ,1 e"p h' ~
nterpretanón de ai rnger, d farto1 smtet1co en]¡¡, repi p,ei 1
384 Es decn , la mter conexrón (coherencral UP la sínte srs de la ap1e- i ) 1 11 d la presenna e un , ' -1 ')( 1
hensrón (según \V Car! D1e Transrendentalt Drdnktton, p 182)
corrección , ª e ªtt' y hmger- [)ed11kt1nn. pp 2 ' •
tac1ones sensibles ans m ~

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