Está en la página 1de 3

Peralta Pérez Miguel Ángel.

Numero de matrícula: 422123075.


Nombre de la materia: Ontología.
Actividad: Primer Reporte.

Con respecto a Unas Lecciones de Metafísica de Ortega y Gasset


Después de que Ortega analiza los principios fundamentales de dos de los movimientos
filosóficos más importantes en cuanto a las cuestiones ontológicas, es decir, el realismo y el
idealismo, el mismo filósofo llega a la conclusión de que es poco estable fundamentar su
pensamiento sobre la base que representaban por separado cada uno de estos movimientos, por
lo cual decide tomar aspectos de cada uno de ellos y así formular un nuevo concepto que será
denominado como la nueva realidad radical.
El concepto antes aludido es el de Vida, la vida de cada uno de nosotros, el cual cuenta
con dos partes fundamentales y con una serie de atributos que según Ortega funcionan como
apoyo al intentar comprender el concepto, puesto que no se puede definir como si se tratara de
un objeto. Aclarado esto último podemos pasar a enumerar y ciertamente dilucidar cuáles son
cada una de las partes del término Vida y los atributos del mismo.
Como hemos mencionado ya, el término Vida consta de dos partes, una de ellas es el Yo
el cual Ortega menciona que:
Si este Yo encierra graves problemas, no es en este momento cuestión. Nos basta
con que el sentido de la palabra tenga el mismo grado de precisión o imprecisión
que tiene cuando lo usamos en la tertulia, en nuestra casa, hablando con un amigo
o escribiendo nuestro diario íntimo. 1
Es preciso pues, tomar aquel vocablo como advierte el autor y alejarnos de cualquier otra
interpretación del mismo.
El segundo ingrediente que conforma el concepto de Vida es el denominado contorno o
Circunstancia, la cual no hay que dotar de un significado comprometedor como sucedía con
respecto al término Yo pues aquella es simplemente “Todo alrededor de mí, lo que me envuelve
por todos lados”. 2
Es importante mencionar que, después de realizar esta distinción no podemos concluir
que el Yo y la Circunstancia al ser partes de la Vida de cada uno son por ende lo mismo que
esta, debido a que “Yo no soy más que un ingrediente de mi vida, el otro es la circunstancia o

1
José Ortega y Gasset, Unas Lecciones de Metafísica, Porrúa, México, 53 ri, 1986, p 147.
2
Ibidem, p.148.
mundo, mi vida, pues, contiene a ambos dentro de sí, pero ella es una realidad distinta a
ambos.”3 Regresaremos a este punto más adelante, por ahora baste con lo dicho.
Teniendo presente estas dos concepciones es normal preguntarse: ¿Al ser el Yo y la
Circunstancia partes del todo llamado Vida, pero ciertamente distintos a ella, los mismos
guardan alguna relación entre sí? La respuesta a esta interrogante la podemos encontrar en el
contenido de la lección IV y V de la obra aquí tratada, es decir, Unas Lecciones de Metafísica.
Pero respondamos nosotros aquí esta cuestión. En primera instancia el Yo siendo no más
que el Yo de cada uno de nosotros, al momento de indagar para conocer lo que es, es encontrado
siempre dentro de un lugar, aquel lugar es llamado Circunstancia.
Ortega menciona que algunos podrían cuestionarse si hay un primero y un después al
momento de encontrar cada una de estas cosas (Yo y Circunstancia), es decir, si primero se
encuentra el Yo y posteriormente la Circunstancia en la que está inserto aquel o viceversa, sin
embargo, lo que por ahora nos interesa no es ahondar sobre esta cuestión, sino percatarnos de
que exactamente existe una especie de vinculación entre estas dos partes de la Vida, a sabiendas
su inseparabilidad.4
La relación de estas dos partes no va más allá de su inseparabilidad, pues sería un error
pensar que al estar vinculadas de esta determinada forma las dos son lo mismo, ya que el Yo es
completamente homogéneo en cada uno de nosotros a lo que le rodea.5
Llegados hasta esta parte, es hora de volver al punto que hemos dejado sin examinar, me
refiero a la implicación que tiene la afirmación de Ortega al momento de que el mismo filósofo
español menciona que la Vida es una realidad distinta al Yo y la Circunstancia, puesto que
aseverando lo anterior puede surgir la siguiente duda: ¿Qué es pues la Vida en sí? Para
responder al cuestionamiento Ortega se vale de la mención de tres atributos que nos ayudarán a
identificar y conocer bien la Vida.6 Pero, ¿Cuáles son aquellos?
1. La vida es sentirse vivir.
Lo primero de lo que nos percatamos al referirnos a la vida es que nada de lo que hacemos y lo
que nos pasa sería nuestra vida si no fuéramos conscientes de ello, de modo contrario afirma
Ortega “Equivaldría el vivir a asistir a un espectáculo cósmico, trágico o gris; uno sería solo un

3
Ibidem, p.156.
4
Cfr. Op. Cit., p. 148.
5
Cfr. Op. Cit., p. 150.
6
Cfr. Op. Cit., p. 146.
Peralta Pérez Miguel Ángel.
Numero de matrícula: 422123075.
Nombre de la materia: Ontología.
Actividad: Primer Reporte.

espectador”7, por tanto, la vida es un descubrirnos a nosotros mismos y a la circunstancia que


nos rodea.
2. La vida es acción y proyecto.
Nos encontramos en una circunstancia concreta y nos ocupamos con las cosas del mundo, es
decir, interactuamos con ellas. La vida, por tanto, consiste en convivir con lo que me rodea en
un intercambio entre lo que me pasa y lo que hago con las cosas. De ahí que Ortega mencionara
“La vida da mucho que hacer”.8
De esta forma queda claro lo propuesto al comienzo de este estudio, me refiero a que la
vida no es una cosa u objeto que pueda ser definido como tal, sino más bien, es el relacionarse
con las cosas, con el mundo quiera o no, para mantenerme a flote.9
3. La vida se decide a sí misma.
Aunque la vida conste de la circunstancia con la cual debemos de interactuar, ello no nos
permite pensar que estamos ya determinados por ella, ya que en el punto o atributo anterior
hemos visto que la Vida consta de muchas posibilidades y, precisamente esto hace que
tengamos que decidir qué hacer con ellas; o mejor dicho “La vida es decisiva, es decisión”.10
El trabajo de Ortega con respecto a lo que es considerado por él como lo correcto en
cuanto a las cuestiones ontológicas es interesante, puesto que gracias a la situación en la que se
encontraba, le es permitido unificar algunas de las cuestiones filosóficas que hasta entonces se
habían adoptado y así postular un estudio novedoso.

Bibliografía
Ortega y Gasset, Unas Lecciones de Metafísica, Porrúa, México, 53ri, 1986.

7
Ibidem, p.145.
8
Ibidem, p.146.
9
Cfr. Op. Cit., p. 145.
10
Ibidem, p. 146.

También podría gustarte