Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. Introducción
El presente trabajo propondrá una reflexión sobre la función de la angustia y su
fundamento, tomando como referencia el concepto freudiano de angustia señal. Se
abordarán los aportes de Winnicott consignados en su reflexión acerca del miedo al
derrumbe y algunas consideraciones ofrecidas por Lacan sobre el problema de la
angustia. Los tres autores mostrarán una aproximación novedosa respecto de las
tradicionales conceptualizaciones de la angustia ofrecidas por el campo
psicopatológico.
Resulta posible sostener que los conceptos de angustia señal (Freud, 1926),
miedo al derrumbe (Winnicott,1963) y afecto inconsciente (Lacan, 1962), definirán a la
angustia como un dispositivo defensivo frente al peligro, incorporando la necesaria
participación de la alteridad en sus condiciones de producción. De este modo, las
clásicas referencias psicopatológicas (Jaspers, 1913), que diferencian el miedo de la
angustia a partir de la presencia o la ausencia de objeto y que acentúan la participación
del correlato neurofisiológico, se verán subvertidas.
1
Dr. Francisco Pizarro Obaid, Docente Universidad Andrés Bello.
2
2
Freud consignará el término Hilflosigkeit, expresión que en la versión española de sus Obras Completas
tendrá dos acepciones. López Ballestero optará por la palabra desamparo, mientras que Etcheverry
(1978) establecerá el vocablo desvalimiento. Nos parece que la expresión desamparo resulta más acorde
al problema conceptual que busca abordar Freud: el bebé expuesto a una situación radical y excesiva,
que no se reduce al registro de la necesidad, hace de la intervención de otro, una acción imprescindible.
Desde otro campo disciplinar, los conceptos jurídicos de recurso de amparo o recurso de protección
resultan solidarios con dicha problemática.
3
3
Al respecto, Winnicott (1949) dirá: “Se entiende, pues así lo hizo notar Freud, que la experiencia del
nacimiento no tiene nada que ver con ninguna clase de conciencia de una separación de la madre, de su
cuerpo” (p. 247), para luego proponer la distinción entre “experiencia del nacimiento” y “trauma del
nacimiento”.
4
una esperanza del individuo psicótico de poder revivir “ciertos aspectos del ambiente
que originariamente fallaron” (Winnicott, 1959, p, 166), ahora, de una manera exitosa.
Esbozará que en algunos casos de psicosis lo representado es un colapso de las
defensas, un derrumbe de las defensas o, lo que habitualmente es denominado, un
colapso mental (Winnicott, 1959). Estas primeras impresiones participarán de la
elaboración de su nueva aproximación al problema de la angustia.
A través del concepto de miedo al derrumbe, Winnicott (1963) intentará describir
“un estado de cosas impensable que está por debajo de la organización de las
defensas” (p. 113), problemática que se observará en casos relativos a la psicosis o en
los así llamados casos límites. No se trata de la amenaza de la angustia de castración,
sino de un “derrumbe del establecimiento del self unitario. El yo organiza defensas
contra el derrumbe de la organización yoica, que es la amenazada, pero nada puede
organizar contra la falla ambiental” (p. 113). Su causa se sitúa en la infancia o en la
niñez muy precoz, donde tuvo lugar el derrumbe original, “en una etapa de dependencia
del individuo respecto del yo auxiliar materno o parental” (Winnicott, 1959 [1964], p.
181).
De este modo, se propondrá redefinir la función de la patología (Winnicott, 1964),
el estatuto de la angustia y sus fundamentos. Aquello que tradicionalmente es descrito
como enfermedad (psicosis) es, desde esta perspectiva explicativa, un intento defensivo
por hacer frente a la inminencia de la catástrofe4. Se trata del “miedo a la agonía
original que dio lugar a la organización defensiva desplegada por el paciente como
síndrome mórbido” (Winnicott, 1963, p. 115). Los fenómenos que toman la forma del
retorno a un estado de no integración; el caer para siempre; la pérdida de la relación
psicosomática; la pérdida del sentido de lo real; la pérdida de la capacidad para
relacionarse con los objetos, etc., serán denominadas agonías primitivas, ya que el
término angustia no logra abarcar la intensidad involucrada en el derrumbe.
4
Hipótesis concordante con lo sostenido por Freud, quien afirmará que: “Lo que nosotros consideramos la
producción patológica, la formación delirante, es, en realidad, el intento de restablecimiento, la
reconstrucción” (Freud, 1911, p. 65). En el mismo sentido, el delirio será calificado como “el proceso de
curación que se nos aparece como enfermedad” (Freud, 1914, p. 83) o “un parche colocado en el lugar
donde originariamente se produjo una desgarradura en el vínculo del yo con el mundo exterior” (Freud,
1924, p. 157).
5
cuando surge en este marco lo que ya estaba ahí, mucho más cerca, en la casa: Heim”
(Lacan, 1962, p. 86). Asimismo, y con la intención de especificar la singularidad de la
angustia, se propondrá diferenciarla de todos aquellos términos con los que
tradicionalmente se le asocia o se le confunde (turbación, impedimento, embarazo,
emoción), concluyendo que se trataría de un afecto inconsciente o, como insistirá en
una de sus tesis centrales, de “Lo que no engaña” (Lacan, 1962, p. 87).
Mediante una alegoría a la mantis religiosa, Lacan graficará los elementos que
intervienen en su producción: “Supónganme en un lugar cerrado − dirá −, sólo con una
mantis religiosa de tres metros de alto − es la proporción justa para que yo tenga la
altura del macho y estoy vestido con una piel del tamaño de dicho macho que mide 1,75
m., aproximadamente mi altura. Me observo, observo mi ridícula imagen en el ojo
facetado de la mantis religiosa” (Lacan,1962, Inédito). La clave está en que la imagen
no otorga ninguna referencia al sujeto, quien, en definitiva no sabe que objeto
representa para el Otro5, “Se trata, hablando con propiedad, de la aprehensión pura del
deseo del Otro como tal” (Lacan, 1962, Inédito).
En este sentido, la angustia debe ser considera como un afecto inconsciente
cuya función es la del señalamiento, “la defensa no es contra la angustia, sino contra
aquello cuya señal es la angustia” (Lacan, 1963, p. 152). Lo indicado referiría a la
inminencia del deseo del Otro, cuya inquietante presencia confronta a los sujetos con la
pregunta Che vuoi ?, ¿Qué quieres? La presencia del Otro se vuelve una incógnita, que
deja en suspenso al sujeto y amenaza con disolver su individualidad. De este modo, la
aparición de la angustia escenifica el carácter ilusorio de la instancia yoica y pone de
manifiesto su dependencia al orden simbólico ; aquello que ha quedado excluido, como
efecto de la constitución subjetiva, amenaza con retornar.
En sus reflexiones sobre la formación del yo, Lacan advertía sobre los procesos
identificatorios que culminaban con la asunción de una imagen por parte del sujeto6. La
5
Esta idea ya había sido esbozada bajo la siguiente imagen: “Te acercas a un niño con la cara cubierta
por una máscara, se ríe de una forma tensa, con inquietud. Te acercas un poco más y empieza algo que
una manifestación de angustia. Te quitas la máscara, el niño se ríe. Pero si debajo de esta máscara
llevas otra máscara, no se ríe en absoluto” (Lacan, 1957, p. 135).
6
“El hecho de que su imagen especular sea asumida jubilosamente por el ser sumido todavía en la
impotencia motriz y la dependencia de la lactancia que es el hombrecito en ese estadio infans, nos
parecerá por lo tanto que manifiesta, en una situación ejemplar, la matriz simbólica en la que el yo [je] se
precipita en una forma primordial, antes de objetivarse en la dialéctica de la identificación con el otro y
7
instancia yoica se sitúa “aún desde antes de su determinación social, en una línea de
ficción, irreductible para siempre por el individuo solo” (Lacan, 1949, p. 100). Al
considerar este supuesto, la amenaza no refiere a la realidad o a un peligro vital, por lo
que la emergencia de la angustia no puede ser definida como estrategia adaptativa o
instintiva. El afecto angustioso conjuga el deseo del sujeto y el deseo del Otro,
intensificando la relación a ese orden simbólico que preexiste a los sujetos y, en
relación al cuál, se producen las operación que hacen del cuerpo anatómico, un cuerpo
pulsional, al anudar los registros de la ley, el lenguaje y lo inconsciente.
Discusión
A partir de los elementos expuestos, es posible sostener que la angustia será
para Freud un concepto clave en la explicación de momentos fundamentales de
estructuración psíquica y una pieza maestra en la comprensión del conflicto psíquico.
Más allá de las pretensiones de reducir la novedad conceptual a la mera inversión de
las relaciones entre angustia y represión, es posible destacar, por un lado, su función de
señal y, por el otro, su vinculación con el peligro.
La amenaza figurada por la angustia no refiere a un problema de orden
adaptativo, instintivo o natural, lo que conduciría a su homologación con el concepto de
miedo o temor. La peligrosidad anunciada en su irrupción confronta a los sujetos con el
deseo inconsciente, el orden pulsional y las marcas simbólicas forjadas por las
relaciones fundamentales que sostienen la individualidad.
El afecto angustioso manifiesta una íntima extranjería bajo las ideas relativas a la
locura, la muerte, la enfermedad y una transformación de la dimensión temporal, dando
lugar a las figuras del infinito, lo obsoluto y lo eterno, que no hacen sino subvertir la idea
de límite o frontera. En otras palabras, hay una amenaza de disolución subjetiva, peligro
que incluye necesariamente la dimensión de la alteridad, pese a la sensación de vivir
una experiencia individual, íntima y privada.
Si bien las discrepancias con el fundamento freudiano de la angustia -la
castración- son reconocidas y explicitadas por Winnicott, el concepto de miedo al
antes de que el lenguaje le restituya en lo universal su función de sujeto”. Lacan, J. (1949). El estadio del
espejo p. 100.
8
BIBLIOGRAFÍA
Freud, S. (1911 [1910]). Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia
(Dementia paranoides) descrito autobiográficamente. (J. L. Etcheverry, Trad.), en J.
Strachey (Org.) Obras Completas, (Vol. 12, pp. 1- 76). Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S. (1914). Introducción del narcisismo. (J. L. Etcheverry, Trad.), en J. Strachey
(Org.) Obras Completas, (Vol. 14, pp.65- 98). Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S. (1917/1998). Conferencias de introducción al psicoanálisis: 25ª Conf. La
angustia. (J. L. Etcheverry, Trad.), en J. Strachey (Org.) Obras Completas, (Vol. 16, pp.
357- 374). Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S. (1923/1996). El yo y el ello. (J. L. Etcheverry, Trad.), en J. Strachey (Org.)
Obras Completas, (Vol. 19, pp. 1- 66). Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S. (1924 [1923]). Neurosis y psicosis. (J. L. Etcheverry, Trad.), en J. Strachey
(Org.) Obras Completas, (Vol. , pp. 151- 160). Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S. (1926/1998). Inhibición, síntoma y angustia (J. L. Etcheverry, Trad.), en J.
Strachey (Org.) Obras Completas, (Vol. 20, pp. 71- 163). Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S. (1932/1997). Nuevas conferencias de introducción al Psicoanálisis. 32ª Conf.
Angustia y vida pulsional (J. L. Etcheverry, Trad.), en J. Strachey (Org.) Obras
Completas, (Vol. 22, pp. 75- 103). Buenos Aires: Amorrortu.
Jaspers, K.(1913/1993) Psicopatología General. 2ª ed. México: Fondo de Cultura
Económica.
Lacan, J. (2008) El estadio del espejo como formador de la función del yo (je) tal como
se nos revela en la experiencia psicoanalítica (1949). En: Escritos I. (Trad. T. Segovia)
(pp. 99- 128). 3° ed. correg. Mexico: Siglo XXI.
Lacan, J. (1957/1999). El seminario. Libro 5. Las formaciones del inconsciente. Buenos
Aires: Paidós.
Lacan, J. (1962). Seminario La identificación. Inédito.
Lacan, J. (1962/2006). El Seminario. Libro 10. La angustia. Buenos Aires: Paidós.
Winnicott. D. (1999) Los recuerdos del nacimiento, el trauma del nacimiento y la
angustia (1949). En: Escritos de Pediatría y Psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós.
Winnicott, D. (2007). La clasificación: ¿hay una contribución psicoanalítica a la
clasificación psiquiátrica? (1959- 1964). En: Los procesos de maduración y el ambiente
facilitador. Estudios para una teoría del desarrollo emocional. Buenos Aires: Paidós.
Winnicott, D. (2004). El miedo al derrumbe (1963). En: Exploraciones Psicoanalíticas I.
Buenos Aires: Paidós.
Winnicott, D. (2004). La psicología de la locura: una contribución psicoanalítica (1965).
En: Exploraciones Psicoanalíticas I. Buenos Aires: Paidós.
Winnicott, D. (1971). El uso de un objeto y la relación por medio de identificaciones
(1969). En: Realidad y juego. Barcelona: Gedisa.